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ALBERT CAMUS EL HOMBRE REBELDE EDITORIAL LOSADA, S. A. BUENOS AIRES rig LA REBELION HISTORICA “Tal iberta) “este nombre terrible exerito en el ear de ins tempestader", ert en el principio de todas las reve. clones. Sim ela In jstcs parece inimagioable alos rebel- des. Sin embargo, llega un cen que la justicia exige “Bi teron Deaueto 0 grande, viene entonces Cada rebelién et nostalgia de inoceneia y apelacion al ser. Pero Ta nostalgia toma un dia las armas y asume la culpabilided total, es deeie, el azesinato y ta violencia, Las rebeliones servis, las revoluciones regicidas y las del siglo xx han aceptado asi, conscientemente, una eulpabilidad cada vez mayor en 4a ‘medida en que se propozian instaurar una liberacién ‘cada ver ms total. Esta contradiceién, que se hace evidente, Jmpide que nuestros revoluclonarios tengan el aire de dicha Yy de esperanza que se manifestaba en el rostro y en los ‘isearsos de nuestros consttuyentes. Si es inevitable, si caracteriza 0 revela el valor de la rebelién, es Ia pregunta Planteada a propésito de la revolucién del mismo modo ‘que se plantea 2 propésito de la rebelién metafisica, Ea "una consecuencia logics | ‘verdad, Ia revolucién no es sino y en el analisis del movimiento revoluclonario advertiremes el mismo ¢ encarga asi de la defense do esa parte del hombre que no quiere inclinarse. Sencilla: mente, ‘Al rechazar & Dios elige Ia historia, en virtud de una logica aparentemente inevitable En teoria, ia palabra revolueién conserva el sentido que. 1 Pailthde ONeday. 100 ene en astronomia: Es un movimiento que rica el rizo, que pasa de un gobierno a otro después de una traslacion “completa. Un cambio del régimen de propiedad sin el cam- bio de gobierno correspondiente no et una revolueidn, sino “una reforma, No hay revolucién econémics, sean sis métodos sangrientos 0 pacificos, que no parezea politica al mismo tiempo. La revolucién, por esto, se distingue ya del movi siento de rebelién. La frase famosa: "No, sefior, no es unt rebelién, es una revolucién”, pone el acento sobre esa dife rencia esencial. Significa exactamente: "Fa la certera de un nuevo gobierno”. El movimiento de rebeliin, en su origen, se interrumpe de pronto, No es sino un testimonio sin eobe. enc. La ‘comers, pore conraray» cont de In idea. Precisamente, i econ de ata es expetienishistrca, en ianto gue la rebelion es slamen el movimiento que Teva de la experiencia individual a Ia dea. Mientras que 1a historia, incluso la colecty ‘movimiento de rebeli6n es siempre Ia de un compromiso sin salida en tos hechos, de una protesta oscura que no compro- mete sistemas ni razones, Pero, por In mln razon, se puede decir que todavia no ha habido revolvcién en Ia histori No puede haber en ella mas que una, que seria Ia revotucion definitive. El movimiento que parece termina el rizo iniela ¥¥a otro nuevo en el instante mismo en que el gobierno se cconstituye. Los anarquistas, con Varlet a Ia cabera, han visto bien que en sentido directo. “Implica contradiceién —diee Proudhon— que el gobierno pueda ser alguna vez revolucionario, y ello Por Ia sencilla raz6n de que es goblerno”. Hecha la prueba, iadamos a eso que el gobierno no puede ser revolucionari sino contra otros gobiernos. Los se obligan la mayoria de las veces a ser gobiernos de guerra. Cuanto més se extienda Is revolucién tanto mis considerable {5 lo que se arriesga en la guerra que ella supone. Le socle ad salida de 1769 quiere luchar por Europa. La nacide de 2817 Tucha por el dominio universal. La revolueién total termina asi reclamando, ya veremos por qué, el imperio el mundo, 101 A Ia espera de ean realizacién, si ha do sobrevenir, la historia de los hombres es, en un sentido, Ia suma de sus! rebellones sucesivas, Dicho de otro modo, ol movimiento de! fraslacion que halla una expresién clara en el espacio no. es sino una aproximacién en el tiempo. Lo que en el siglo xxx se llamaba devotamente la emancipacién progresiva del g& fnero humano, parece desde el exterior una serie ininterrum- ‘ida de rebeliones que se sobrepujan y tratan de encontrar fu forma en la idea, pero que todavia no han Wegado a la tevolueién definitive que establizaria todo en el cielo y en la Gerra, Un examen superficial sacaria en conclusion que te tata, més bien que de una emancipacién real, de una ftirmacién del hombre por si mismo, afirmacién cada vex tas amplia, pero siempre inconclusa, En efecto, si hubiese tuna eola vex revolueln ya no habria historia, Habria unidad dichosa y muerte gaciada, Por eso es por Jo que todos los, revolucionarios aspiran finalmente a la unidad del mundo yy obran como si ereyesen que se acaba la historia, La orig halidad de Ia revolueién del siglo 2x consiste en que, por primera ver, pretende abiertamente realizar el viejo suefo fe Anacharsis Cloots, la unidad del género humano y, al ‘mismo tiempo, la coronacién definitiva de la histori, Asi ‘como el movimiento de rebellén iba a parar al "todo o nada”, ¥ como la rebelién metafisica queria la unidad del mundo, también el movimiento revoluctonario del siglo 20%, al Hogar a las consecuencias mis earas de su ldgica, exige, con las armas en la mano, Ia totalidad hist6rica. La rebelién fe ve obligada entonees, bajo pena de ser fatil 0 eaducar, Ihacerse revolucionaria, Para el rebelde ya no se trata deitiearse asf mismo como Stirner o de salvarse solo median- te la actitud, Se trata de divinizar a la especie como Nietas- che y de hacerse cargo de su ideal de superhumanided a fin de asegurar la salvaciOn de todos, segiin el deseo de Ivin Karamazov. Los Poseidos entran en escena por primera vez fe ilustran uno de los secretos de la poca: la identidad de la Tazin y de la voluntad de dominio. Muerto Dios, hay que ‘cambiar y organizar el mundo mediante las fuerzas del hom- bre. Como no basta por si sole la fuerza de la imprecacién, se necesitan armes y la conquista de la totalidad. La revo Tucién, inclusive y sobre todo la que pretende ser materia: Ista, no e2 sino Una eruda metafisica desmesurada. Pero 1s fotalidad es In unidad? Tel es Ia pregunta a la que debe 102 responder este ensayo. El propdsito de este anilisis no es hacer la descripein, cien veces repetida, del fenémeno revo: Iuelonario, ni empadronar una vez més las eausas histérleas (© econémicas de las grandes revoluciones. Es reconocer en algunos hechos revolucionarios la conseeuencia l6gica, lat iJustraciones y los temas constantes de la rebelién meta fisica [La mayoria de las fevoluiones adquleren su forma y su originalidad en un asesinato. Todas o casi todas, han sido hhomieidas. Pero algunas han practicado, por siiadidura, el regicidio y el deicidio, Asi como Ia historia de la rebolién metafisiea comenzaba con Sade, asi también nuestro tema real comienza solamente con los regieidas, sus contempor4 neos, que atacan a la encarnacién divina sin atreverse toda- via #/mater el principio eterno. Pero anteriormente Ia his {oria de los hombres nos muestra también el equivalente del primer movimiento de rebelién, el del esclavo, Alli donde el esclavo se rebela contra el amo hay un hombre que se slza contra otro en la tietra cruel, lejos del elo de Ios principice, El resultado es solamente el asesineto de un hombre, Las sediciones de los siervos, las sublevacio- nes populares, las guerras de mendigos, las revueltas de villanes, ponen en evidencia un principio’ de equivaleneia, vida contra vida, que, 2 pesar de todas las audacias y todas Tag farsas, se voiverd a encontrar en las formas més puras del espiritu revolucionario, el terrorismo ruso de 1908, por ejemplo. ‘La rebelién de Bspartaco al final det mundo antiguo, algw ras devenas de affot antes de la era cristiane, es ejemplar 4 este respecto, Se advertiré ante todo que se trata de una rebelién de gladiadores, es decir, de eselavos dedicados a los combates de hombre contra hombre y condenados, para Aeleitacion de los amos, a matar o ser muertos. Esa rebelién, que comenzé con setenta hombres, terminé con un eféreito de setenta mil insurgentes que derrotaron a las mejores legiones romanas y subieron por Italia para marchar contra la ciudad eterna, Sin embargo, esta rebelidn, como observa ‘André Prudhommesux', no aporté ningin principio nuevo ‘la sociedad romana. La proclama de Esparteco se limita 1 Le tragddte de Sparincus, Canters Spartacus 103, |

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