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CURSO
DE SINTESIS TEOLOGICA.
CRISTOLOGIA
EN PERSPECTIVA KERIGMATICA.
CURSO DE VERANO.
2008.
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CONTENIDO
PRIMERA PARTE
LA REALIDAD HISTORICA
DE JESUS DE NAZARET.
TEMA I
LA BUSQUEDA HISTÓRICA DE JESUS.
TEMA II.
ELEMENTOS DE LA REALIDAD HISTÓRICA
DE JESUS.
SEGUNDA PARTE
LA CONFESIÓN DE FE CRISTOLOGICA.
TEMA I.
LA INTERPRETACIÓN DE FE
A LA LUZ DE LA RESURRECION.
TEMA II
LA FORMACION DE DOGMA
CRISTOLOGICO.
TERCERA PARTE
LA CRISTOLOGIA EN CONTEXTO.
TEMA I
EL PLURALISMO CRISTOLOGICO
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TEMA II
RAZONES DEL PLURALISMO.
CUARTA PARTE
CRISTOLOGIA
EN UN MUNDO PLURAL.
TEMA I
EL SENTIDO SALVÍFICO UNIVERSAL
DE JESUCRISTO.
TEMA II
EL ENCUENTRO
CON LAS OTRAS RELIGIONES.
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BREVE CURSO
DE CRISTOLOGIA.
PRIMERA PARTE
LA REALIDAD HISTORICA
DE JESUS DE NAZARET
Jesucristo es el Kerigma del Padre por ser su Palabra eterna, salvadora y liberadora;
además, esa Palabra se ha encarnado en una historia concreta, de tal manera que resultó una
buena noticia para todos los hombres y mujeres de nuestro mundo. Por estos motivos,
Jesucristo se ha constituido en el gran paradigma del anuncio cristiano.
Breve introducción.
Si analizamos el acto de fe, como respuesta al kerigma, veremos que está constituido
por cuatro elementos:
a.- Un elemento objetivo que dice relación con la persona misma de Jesús, su realidad
histórica. Nuestra fe se centra en una persona concreta que vivió en nuestra historia.
b.- Un elemento subjetivo, esto es, la interpretación de fe con la cual se expresa el
significado salvífico de Jesús de Nazaret.
c.- Un elemento contextual que dice relación a la denominación de Jesucristo, basada
en el contexto religioso veterotestamentario.
d.- Un elemento de crítica en cuanto que el misterio de Dios en Jesús, no se deja
expresar exhaustivamente.
primero que importa. El primer momento de la cristología debe ser centrífugo, en ningún caso
centrípeto. Esto se quiere decir cuando algunos autores hablan de una cristología sin
cristología.
3.- Una observación sobre el método.
TEMA I
LA BUSQUEDA HISTÓRICA DE JESUS.
Cuando llega la plenitud de los tiempos esta primera inmanencia de Dios alcanza su
última y definitiva realización en su Hijo que en el hombre Jesús se ha hecho carne, mundo e
historia. Por este motivo, la fe cristiana se centra en alguien que vivió en nuestra historia. El
Verbo deviene hombre.
El contenido histórico de la fe
1.4.1.- Su mensaje, sus hechos y todo el comportamiento histórico de Jesús, fueron los
que indujeron a ciertos hombres a reconocer en él, con un acto de fe, al Cristo. A Jesús se le
llama así no a pesar y al margen de lo que real e históricamente fue.
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1.4.2.- Una reconstrucción histórica nos ayuda a entender de manera más profunda
tanto el aspecto “objetivo”, de invitación, como el subjetivo, proyectivo que encontramos en la
denominación neotestamentaria de Jesús. Aunque ambos aspectos nunca podrán separarse
claramente. No existe ningún “Jesús en sí”, no interpretado, que pudiéramos reconocer en el
N. Testamento.
Es el método indispensable para el estudio científico del sentido de los textos antiguos.
Puesto que la Sagrada Escritura, en cuento Palabra de Dios en lenguaje humano, ha sido
compuesta por autores humanos en todas sus partes y todas sus fuentes, su justa comprensión
no sólo admite como legítima, sino que requiere la utilización de este método.
Este método nació en los Estados Unidos procura conducir a buen término una tarea
teológica de interpretación, partiendo del cuadro explícito de la fe: la Biblia en su conjunto.
Para hacerlo interpreta cada texto bíblico a la luz del Canon de las Escrituras, es decir,
de la Biblia en cuanto recibida como norma de fe por una comunidad creyente. Procura situar
cada texto en el interior de único designio divino, con la finalidad de llegar a una actualización
de la Escritura para nuestro tiempo. No pretende sustituir el método histórico crítico, sino que
desea completarlo.
La ilustración, que sometió al examen racional todos los datos religiosos, también se
confrontó críticamente con la historia de Jesús. El punto de partida fue la obra de Reimarus,
según el cual la elaboración de los discípulos encubrió la intención original de Jesús, que
estaba en la línea de un mesianismo judío liberador y que resultó un fracaso.
A partir de este momento hay un gran movimiento que pugna por recuperar al Jesús
histórico liberándole de lo que se consideraban las cadenas deformante del dogma eclesiástico.
Algunas características:
a.- Los autores de la segunda búsqueda tienen una preocupación teológica, directa y
explícita. Sin embargo, formulan de maneras diferentes la continuidad entre el Jesús de la
historia y el cristo de la fe que todos afirman.
b.- Los autores hablan con frecuencia de la “cristología implícita” de Jesús. Es decir,
Jesús no reivindicó para sí mismo los títulos de la cristología de la Iglesia, pero la
investigación histórica descubre en Jesús una pretensión de autoridad, de inmediatez con Dios,
de desempeñar un papel decisivo para la llegada del reino de Dios
En 1980 tuvo inicio una nueva etapa en los estudios sobre el Jesús de la historia,
profundamente diferente de la anterior y que llamamos la “tercera cuestión”.
TEMA II.
ELEMENTOS
DE LA REALIDAD HISTÓRICA DE JESUS.
A. Gesche nos ofrece un aspecto muy importante del contexto religioso en donde se
ubica la persona y el misterio de Jesús. El “aparece en Galilea cuando el judaísmo palestinense
hace frente a un claro debilitamiento de su fe. Para contrarrestar ese desmoronamiento,
aparecen en escena verdaderos intentos de reforma y de restauración. Surgen aquí cuatro
grupos religiosos que intentan, de distinta manera, reorientar al pueblo hacia el respeto
profundo de la Torá: los saduceos, los fariseos, los zelotas y los esenios.
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.- A. GESCHE, Jesucristo, Sígueme, Salamanca 2002, 62-65.
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a.- Las parábolas van describiendo los diversos aspectos del reino: la conversión, la
gratuidad, la vigilancia, la tensión escatológica, su dimensión trascendente, etc. Además de
tener una estructura contrastante, tienen una doble finalidad: primero, cuestionar a los oyentes
sacándolos de sus seguridades para abrirlos a la posibilidad del reino de Dios; por eso en las
parábolas descubrimos un doble movimiento: la parábola acerca lo que estaba lejos para el que
la escucha y pone en camino al oyente; en segundo lugar, indicar los orígenes escondidos,
humildes y sencillos del reino en consonancia con la persona misma de Jesús. Jesús es la
parábola viviente del Padre (Schillebeeckx) que cuenta parábolas; en la medida que se
entiende a Jesús se entenderán sus parábolas. En la cruz se descifran las parábolas, ellas
hablan de manera escondida del misterio de la cruz; no solamente hablan de él; ellas mismas
forman parte de él (Benedicto XVI 231).
b.- Las bienaventuranzas vienen siendo la esencia misma del reino en cuento que
expresan la misma voluntad de Dios, su designio eterno: que todos los hombres y mujeres
sean bienaventurados, que sean felices. Cuando el reino de Dios ponga su morada entre los
hombres y éstos se decidan por él, no tendrá lugar el sufrimiento humano.
Las bienaventuranzas muestran el “ya pero todavía no” propio del mensaje de Jesús.
Son promesas en las que resplandece la nueva imagen del hombre y del mundo que Jesús
inaugura, y en las que se invierten los valores. Son promesas escatológicas, pero no debe
entenderse como si el júbilo que anuncian deba trasladarse a un futuro infinitamente lejano o
sólo al más allá.
1.2.- El evangelio del reino no solamente es predicado sino realizado a través de todas
las acciones de Jesús, esto es, su praxis.
Otros signos que apuntan al reino de Dios que comienza a germinar en la historia son:
la alegría y el gozo que causa la presencia misma de la persona, sobre todo su obrar en el
Espíritu (los discípulos de Jesús no ayunan): las comidas escatológicas que apuntan a la
plenitud del reino y cuyo paradigma encontramos en la última cena; el perdón de los pecados
por parte de Jesús; la predicación de la buena nueva, preferencialmente a los pobres; la
libertad de Jesús ante la ley y el templo.
1.3.- Todo comenzó con la experiencia de un encuentro. Podemos afirmar que toda la
historia salvífica neotestamentaria tuvo precisamente sus comienzos en el encuentro de unos
hombres con Jesús de Nazaret quien los fascinó como para quedarse con él.
Los relatos de vocación contienen como primer elemento el encuentro con Jesucristo,
como hemos dicho anteriormente. Otro elemento de mucha importancia es la conversión a
Dios o respuesta positiva que daba el que oía y aceptaba el mensaje de Jesús y que implicaba
una ruptura social como exigencia de la misma conversión: con los propios bienes, el propio
hogar y la propia familia.
La novedad del seguimiento de Jesús por parte del discípulo está en que se trata de una
metanoia escatológica, de una verdadera conversión cuyos elementos son los siguientes:
Este tipo de conversión lleva a un tercer elemento del discipulado que es la comunión
con el Maestro de vida y de misión. El discípulo está unido al misterio de Jesucristo y su vida
está inmersa en la comunión con él (Ga 2, 20) Las Bienaventuranzas son la transposición de la
cruz y resurrección a la existencia del discípulo. Benedicto XVI dice que las Bienaventuranzas
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expresan lo que significa ser discípulo (101). Por último, la finalidad del seguimiento de Jesús,
es poner a los discípulos a disposición del reino de Dios.
Otro elemento constitutivo del acontecimiento Jesús de Nazaret, fue su relación con el
Dios de su pueblo Israel. En primer lugar, es importante determinar el tipo de relación
existente entre ellos. Se ha podido concluir que se trata de una relación singular, única, íntima
familiar, expresada con el término Abba perteneciente al círculo familiar.
En segundo lugar, la conciencia del Abba de parte de Jesús (Mc 14, 36) nos hace ver la
identidad que Jesús tiene con respecto a Dios y con respecto a nosotros: El es el Hijo de Dios.
Dios es su Padre.
Por último, la importancia de la conciencia del Abba es tal, que sin ella no se explicaría
ni la resurrección de Jesús y las denominaciones cristológicas postpascuales.
Otro dato que reviste su propia importancia, es la interpretación que Jesús le dio a su
muerte. Sabemos que toda la vida de Jesús fue hacer la voluntad de su Padre que no era otra
que la de predicar y hacer realidad el reino. Se entregó totalmente al reino. Este
comportamiento nos lleva a la conclusión de que la interpretación que Jesús le dio a su muerte
su ubica precisamente en este contexto. Como es la vida es la muerte (Boff) En concreto Jesús
interpreta su muerte como una donación, como una entrega y como un servicio al reino de
Dios su Padre (Schillebeekx) . Esta conclusión llega a ser posible debido a los textos
diacónicos que encontramos en los evangelios (según el parecer de los exegetas): “Yo he
venido no para ser servido sino para servir…. ). Esta interpretación constituye el fundamento
histórico de toda la profesión de fe en el valor salvífico y redentivo de la muerte de Jesús.
Otros elementos que por ahora solamente enunciamos son el abandono de Jesús en la
cruz y la realidad de su muerte. Después de la muerte sus discípulos se dispersaron; hubo
desconcierto, tristeza.
Se ha considerado la muerte de Jesús como la crisis del reino (Küng). Indicando con
esto la realidad terrible de tal acontecimiento.
Acerca de la resurrección contamos con los datos fundamentales que le dan contenido
a nuestra fe cristiana. En primer lugar, el hecho de la resurrección personal de Jesús; si esto
no hubiera acontecido, dice san Pablo, vana sería nuestra fe. En segundo lugar, las apariciones
suscitadas por aquella. Se trata de apariciones reales cuyo contenido concreto sería difícil
describir porque fue un acto de revelación por parte de Dios. En tercer lugar, el sepulcro vacío
que en si mismo es ambiguo, pero a la luz de las apariciones, adquieren un valor de prueba de
la resurrección corporal de Jesucristo. Por último, la experiencia pascual de los discípulos que
consistió, entre otras cosas, en una experiencia de verdadera conversión.
Al terminar la primera parte, nos damos cuenta que una cristología no puede ser sino
trinitaria. El acontecimiento Cristo es revelación de Dios mismo en su economía de salvación
como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
5.1.- Jesús de Nazaret se define en su relación con Dios y en su relación con el Espíritu
Santo. El nos muestra el verdadero rostro de Dios como Padre de él y como Padre nuestro.
Jesús vive de cara a su Padre y realiza la obra de su Padre.
5.2.- Jesús se presenta como el lleno del Espíritu: fue concebido por obra del Espíritu;
cuando fue bautizado el Espíritu descendió sobre él en forma de paloma; fue al desierto
movido por el Espíritu; el mismo Espíritu lo lleva a Galilea; en el discurso programático en la
sinagoga de Nazaret dice que el Espíritu está sobre él; muere entregando el Espíritu.
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SEGUNDA PARTE
LA CONFESIÓN DE FE CRISTOLOGICA.
a.- Toda la andadura terrena de Jesús de Nazaret quedó completamente iluminada con
la luz de la resurrección. Se explicita lo que estaba latente. La identidad de Jesús se esclarece
por completo.
TEMA I
LA INTERPRETACIÓN DE FE
A LA LUZ DE LA RESURRECION.
Nota: No son los títulos los que definen a Jesús, sino más bien es él quien da sentido
pleno a las denominaciones.
1.2.- El Hijo del hombre. Según los estudios exegéticos, este título se lo aplicó Jesús
mismo. Tiene un doble origen: se encuentra en la literatura apocalíptica. Se trata de un ser
celeste que baja a la tierra trayendo un mensaje. Se encuentra además, en la tradición profética
indicando su condición terrena. Jesús se aplica esta denominación para indicar su doble
condición divina-humana. Este título era el que mejor expresaba su misterio.
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El Nuevo Testamento reconoce a Jesús como el verdadero Hijo de Dios, sobre todo
cuando se considera la relación de Jesús con Dios a quien llama Abba.
2.1.- La muerte del Profeta Mártir. La interpretación de la muerte de Jesús como una
muerte martirial, tiene sus antecedentes en la tradición profética. Los profetas siempre fieles a
Yahvé, exhortaban al pueblo a ser fieles a la alianza y, muchas veces tenía que denunciar las
infidelidades e injusticias hasta dar su vida por esta causa. Muchos vieron en Jesús la suerte de
los profetas: él como ellos anunciaba el reino y denunciaba el pecado. Su muerte fue vista
como la muerte del Profeta Escatológico. Esta lectura llamada también esquema de contraste
aparece con frecuencia en san Lucas en donde se predica que los hombres mataron a Jesús,
pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
2.3.- Valor redentor de la muerte. Jesús muere para expiar nuestros pecados dice san
Pablo. Se puede constatar que fue Isaías 53 la fuente de inspiración de esta nueva
contemplación de la muerte de Jesús, teniendo presente el hecho de cómo Jesús interpretó su
muerte. Jesús muere por nuestros pecados.
TEMA II
LA FORMACION DEL DOGMA
CRISTOLOGICO.
TERCERA PARTE
LA CRISTOLOGIA EN CONTEXTO.
El ateísmo moderno es uno de los hijos predilectos de la diosa razón que pierde de
vista la constitución misma del hombre. Ante esta problemática contextual K. Rahner
construye su cristología partiendo de una antropología trascendental: el hombre es un ser en
relación por su misma naturaleza. Permanece siempre abierto a un futuro absoluto, que a fin
de cuentas debe historizarse concretamente si no quiere pasar por un hombre fracasado. Esta
historización la encuentra en el hombre Jesús de Nazaret del cual nos dan testimonios las
Escrituras Santas.
para el anuncio de la fe cristiana al hombre de hoy; esta cristología histórica hace suyo el
círculo hermenéutico de teoría y praxis. En esta misma línea de reflexión cristológica se sitúan
otras muchas otras.
Para terminar este tema, quiero indicar brevemente el por qué de este pluralismo
cristológico. Yo veo dos razones: los diferentes contextos históricos en que va viviendo el
creyente y que exigen una traducción de la fe cristina para hacerla inteligible, atractiva y
eficaz al hombre de cada momento histórico. Como vemos, el contexto viene siendo un
elemento de la comprensión misma del misterio salvador de Dios en Jesucristo. La otra razón
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CUARTA PARTE
CRISTOLOGIA
EN UN MUNDO PLURAL
El contexto.
b.- La respuesta tomista va en la misma línea que la anterior con la salvedad de que la
encarnación no es necesaria sino conveniente.
Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres. ¿De qué manera ejerce esta
mediación en el corazón de las grandes tradiciones religiosas? Esta única mediación, ¿puede
abrirnos al diálogo?
2.1.- El eclesiocentrismo, el cual afirma que la salvación de Dios llega a los hombres a
través del ministerio de la Iglesia: por lo tanto es necesaria la pertenencia a la misma. Fuera de
la Iglesia no hay salvación.
2.2.- El teocentrismo que sostiene que Dios es el único que salva y para ello se sirve de
muchas mediaciones todas de igual valor entre las cuales se encuentra Jesucristo para los
cristianos.
En esta última alternativa se resuelven los dos principios: por un lado la voluntad
salvífica universal de Dios y la medición histórica necesaria de Jesucristo. Existen dos
versiones del cristocentrismo inclusivo:
a,. La teoría del cumplimiento: el cristianismo es la respuesta a las otras religiones que
representan la tendencia innata del hombre a Dios.
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P. Ezequiel.
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BIBLIOGRAFIA.