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Derecho Procesal I Prof. Tapia PDF
Derecho Procesal I Prof. Tapia PDF
I. INTRODUCCION
A) La Autotutela o Autodefensa:
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mecanismo, ello no constituye una solución definitiva del conflicto, sólo será una solución
fáctica del momento (solución de hecho).
La autotutela no excluye a la forma jurídica de solución por tratarse de una
solución fáctica del momento.
B) La Autocomposición:
Aquí el conflicto jurídico se soluciona por ambas partes. Los propios interesados son
los que concurren a la solución.
Se define la autocomposición como la sumisión o renuncia total o parcial del
derecho de la parte que ha sido perjudicada por el quebrantamiento de la norma jurídica
a favor de la otra, y en virtud de esto se da solución al conflicto.
La autocomposición implica una actitud de reconocimiento de una de las partes o
la anuencia de una de las partes a favor de la otra, o también puede consistir en
concesiones recíprocas entre las partes.
En nuestro ordenamiento jurídico se contempla esta forma de solución (no es
excluyente de la vida judicial). Existen varios ejemplos: contrato de transacción, la
conciliación, el avenimiento, el desistimiento, la renuncia de algún derecho, etc.
La autocomposición puede ser unilateral o bilateral, dependiendo a si las
concesiones provienen de una de las partes o de ambas. Si las concesiones provienen de
una de las partes es unilateral (Ejemplo: desistimiento, el allanamiento a la demanda,
etc.). Lo normal es que sea bilateral, es decir que haya concesiones recíprocas de ambas
partes, aquí hay un acuerdo de por medio (Ejemplo: conciliación, avenimiento, etc.).
En la autocomposición podría intervenir un tercero para colaborar a lograr la
solución. Aquí lo importante es que el tercero no impone la solución a las partes. El
conflicto se va a solucionar por voluntad de los propios litigantes (acto voluntario).
Ejemplo: conciliación (artículo 263, Código de Procedimiento Civil).
C) La Heterocomposición:
Aquí interviene un tercero que es el que impone la solución a las partes. El conflicto
se soluciona con la intervención del tercero. Esta forma de solución se caracteriza porque
hay un tercero imparcial que se encuentra en una posición jerárquicamente superior a las
partes, de manera tal que puede imponer su decisión.
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dos partes de hacer valer sus derechos). Esa es una característica que se cumple en todas
las etapas del juicio.
El Proceso es un medio que no sólo le interesa a los litigantes, sino que también al
Estado. El Proceso le sirve al Estado para mantener la tranquilidad y la paz social, para
mantener el orden jurídico. Ejemplo: en aquellos casos que afectan a la familia, al
matrimonio, etc.
El Proceso, también, se tiene que tramitar o se tiene que sustanciar de una forma
específica para llegar a la solución del conflicto. El Proceso debe estar regulado por el
ordenamiento jurídico, y de aquí surge el concepto del “Procedimiento”. El procedimiento
es el conjunto de reglas legales que regulan el proceso. En este sentido no se aplicará el
procedimiento que el juez imponga, sino que será el que corresponda y que está
determinado por la naturaleza de la acción (no es lo mismo un litigio civil que un litigio
penal).
Desde un punto de vista material, el Proceso es lo que se conoce con el nombre
de “expedientes”, los que se encuentran conformados por todos los escritos, documentos
y actuaciones de toda especie.
- El Derecho Procesal Funcional, por su parte, es aquella rama del Derecho Procesal
que estudia las normas de procedimiento a que deben someterse tanto los
tribunales como las personas que concurren ante ellos planteando pretensiones
procesales. Se preocupa del estudio de los distintos procedimientos que se deben
aplicar para la solución de los conflictos. El Derecho Procesal Funcional admite
varias subclasificaciones, porque el procedimiento no es uno sólo. Ejemplo:
Derecho Procesal Civil, Derecho Procesal Penal, etc.
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4.- Características más importantes del Derecho Procesal:
Las características más sobresalientes del Derecho Procesal son las siguientes:
a) Es una rama autónoma del derecho: Esta es la característica más importante del
Derecho Procesal. Este Derecho tiene sus propias instituciones, su propia doctrina y
sus propias fuentes. Es una rama del derecho que se desarrolló a partir del siglo XIX.
b) Forma parte del Derecho Público: Principalmente porque está regulando una
actividad del Estado, que es la administración de justicia (resolución de los
conflictos jurídicos). También forma parte del Derecho Público porque regula la
relación entre el Estado y los particulares, en donde el Estado se encuentra en una
relación de supremacía porque los tribunales están dotados de una potestad
pública.
c) Las normas del Derecho Procesal son de orden público: Relacionado con la
característica anterior. Las normas del Derecho Procesal, como regla general, son
normas de orden público, lo que significa que las partes y los propios tribunales
deben respetarlas y aplicarlas tal cual como están establecidas. Las partes no
tienen la posibilidad de dejar sin efecto o derogar las normas procesales en virtud
de acuerdos.
El principio de “autonomía de la voluntad” es inaplicable en el Derecho
Procesal (en materia de derecho privado prima ese principio). Ejemplo: las partes
no pueden acordar la disolución de los tribunales, no pueden acordar la disolución
de las normas de procedimientos, etc. Hay que aplicar las normas procesales, ya
que éstas son irrenunciables, salvo algunas excepciones.
1) Fuentes Directas: Son todos aquellos antecedentes de los cuales emana el Derecho
Procesal y cuya aplicación es obligatoria, de manera que frente a un caso concreto los
tribunales están obligados a aplicar estas fuentes. Sirven directamente para la solución del
litigio, su aplicación es inexcusable. El juez que ignora estas fuentes comete falta.
Todas estas fuentes constituyen una obligación de los tribunales para aplicarlas, no
pueden desconocerlas para aplicar derecho.
Las fuentes directas o principales son:
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c) Los Tratados Internacionales: Los tratados internacionales vigentes en Chile que
hayan sido ratificados. Ejemplo: el Código de Derecho Internacional Privado
(Código de Bustamante), que contiene importantes normas sobre extradición, etc.
d) Los Autos Acordados: Está constituido por normas dictadas por los propios
tribunales de justicia (del propio Poder Judicial), y más específicamente de los
tribunales superiores, y que se dictan para una correcta aplicación de las leyes.
2) Las Fuentes Indirectas: Son antecedentes de los cuales emana el Derecho Procesal,
pero que se diferencia de los anteriores en que constituyen un antecedente cuya
resolución no es obligatoria (antecedentes que no son obligatorias para el juez).
Aquí estamos hablando de ciertos antecedentes que pueden servir para los
efectos de una correcta aplicación de las leyes o las determinadas normas procesales.
Los tribunales no están en la obligación de aplicar estas fuentes. Prestan mucha utilidad
cuando hay vacíos, por ejemplo, cuando la ley es oscura.
Las fuentes indirectas son:
a) El Derecho Extranjero.
1) FUENTES DIRECTAS:
Art. 73, inciso 1º, CPE: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de
resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los
tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni el Congreso
pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes,
revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos
fenecidos”.
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Art. 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La facultad de conocer las causas civiles y
criminales, de juzgarlas y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente
a los tribunales que establece la ley”.
De aquí se desprenden que ninguna otra autoridad del Estado se puede atribuir
funciones jurisdiccionales a menos que la propia ley se las conceda. Todo órgano que
ejerce jurisdicción, por el sólo hecho de ejecutarla, actúan como un tribunal de justicia.
Además se establece la jerarquía que le cabe a la Corte Suprema.
La Constitución, también, señala en el artículo 74 que:
Art. 74, inciso 1º, CPE: “Una ley orgánica constitucional determinará la organización
y atribuciones de los tribunales que fueren necesarios para la pronta y cumplida
administración de justicia en todo el territorio de la República. La misma ley
señalará las calidades que respectivamente deben tener los jueces y el número de
años que deban haber ejercido la profesión de abogado o de personas que
fueren nombradas ministros de Corte o jueces letrados”.
Art. 76, CPE: “Los jueces son personalmente responsables por los delitos de
cohecho, falta de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el
procedimiento, denegación y torcida administración de la justicia y, en general,
de toda prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones”.
“Tratándose de los miembros de la Corte Suprema, la ley determinará los
casos y el modo de hacer efectiva esta responsabilidad”.
Por otra parte, la Constitución asegura la igualdad ante la justicia para todas las
personas sin ninguna distinción. Este principio se desprende de la norma del artículo 19, nº
3, relativa a la igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.
Art. 19, nº 3, inciso 1º, CPE: “Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la
forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o
perturbar la debida intervención del letrado (abogado) si hubiere sido
requerida...”.
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Esta es igualdad ante la ley porque el legislador y el constituyente se han
preocupado de que las partes enfrenten un juicio en igualdad de condiciones, esto
independiente que la persona cuente o no con los medios económicos para costear una
defensa judicial (lo que importa es que ambas partes estén asesoradas). En caso que la
persona no pueda costearse la defensa existe varios mecanismos para que cuente con
ella, por ejemplo: el abogado de turno, la corporación de asistencia judicial, etc.
Art. 19, nº 3, inciso 4º, CPE: “Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción
debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al
legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una
investigación racionales y justos”.
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resuelva debe aplicar los principios de equidad pertinentes. Esto incluso lo establece al
artículo 170, nº 5 del Código de Procedimiento Civil, cuando dice que las sentencias de
los tribunales deben conservar los fundamentos de derecho o bien los principios de
equidad. El juez que ha sido legalmente requerido, siendo competente, no se puede
excusar de conocerlo y resolverlo, exista o no ley que resuelva el conflicto.
Para los efectos de aplicar la ley procesal hay que analizar la vigencia de la ley en
el tiempo, en el espacio y en cuanto a las personas.
La regla general es que las leyes procesales rigen “in-actum” (de inmediato), es
decir, tan pronto como la ley entre en vigencia (cuando se publique en el Diario Oficial),
antes que la ley disponga otra cosa y hasta el día que es derogada (cuado queda sin
efectos sus disposiciones por dictarse una ley nueva que la remplace o que disponga que
queda sin efectos las disposiciones de la ley antigua).
Sin perjuicio de lo anteriormente señalado, hay ciertas situaciones que una ley
puede ser aplicada a situaciones anteriores a su entrada en vigencia, en cuyo caso se
dice que la ley tiene efecto retroactivo. Al revés puede ocurrir el fenómeno que una ley
que ha quedado sin efecto pueda aplicarse a causas que van más allá de su vigencia,
aquí se habla de “ultra actividad de la ley”.
Todo esto hay que analizarlo con respecto a los procesos, y esto se puede referir
tanto a cambios que se introduzcan en la competencia de los tribunales o bien a cambios
en el procedimiento.
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acuerdo al Código Civil, en todo acto o contrato legalmente celebrado se
entienden incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración.
Si la nueva ley introduce modificaciones no en los medios probatorios,
sino en la forma de rendir la prueba (por ejemplo, las formalidades distintivas)
se aplica la ley nueva. Esto está consagrado en la ley sobre efecto retroactivo
de las leyes, ubicada en el apéndice del Código Civil (artículos 23 y 24, Ley de
efecto retroactivo de las leyes).
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-o- Vigencia de la ley en cuanto a las personas:
La regla es que la ley procesal chilena se aplica por igual a todas las personas, por
el principio de igualdad ante la ley consagrado en la Constitución; de acuerdo a esto no
se distinguen entre chilenos o extranjeros. La ley procesal no considera para los efectos de
su aplicación las condiciones de la persona (la raza, el sexo, etc.), así lo señala el artículo
5º, inciso 1º, del Código Orgánico de Tribunales.
En materia de competencia, existe un factor determinado para establecer el
tribunal competente, que es el “Fuero”, el cual no significa un privilegio para aquella
persona que goza de él, porque no significa que esté en una situación de superioridad
ante otra que no lo tenga. El fuero, lo único que implica es que el asunto judicial lo va a
conocer u tribunal de mayor jerarquía, y eso es un beneficio para el que no tiene Fuero.
En síntesis, el Fuero no es excepción al principio de igualdad ante la ley.
Cuando se aplica una ley procesal que rige in-actum está aplicación tiene
importancia en los procesos que están actualmente en tramitación, entendiéndose por
tales todos aquellos procesos en los cuales no se ha dictado sentencia definitiva que se
encuentre firme o ejecutoriada (sentencia inamovible, no caben más recursos en su
contra).
Esta ley procesal tiene importancia frente a estos procesos y no respecto de
aquellos procesos que ya están afinados o terminados.
Esto reviste importancia porque la sentencia judicial firme o ejecutoriada que
establece derechos se incorporan éstos al patrimonio de la persona y, por ello, no se
puede afectar estos derechos, por que están amparados por la Constitución.
Los procesos nuevos caen de lleno dentro de la aplicación de la nueva ley
procesal.
Los autos acordados son normas procesales que emanan de los tribunales
superiores de justicia, de carácter general y que son dictados en uso de las facultades
económicas de los tribunales (artículo 3º, Código Orgánico de Tribunales) para una mejor
administración de justicia, y sirven para llenar ciertos vacíos que pueden tener las leyes o
que sirven para la aplicación de una determinada ley en la práctica, y son de carácter
obligatorio.
Art. 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales tienen, además, las
facultades conservadoras, disciplinarias y económicas que a cada uno de ellos se
asignan en los respectivos títulos de este Código”.
Esta importante fuente del Derecho Procesal puede ser dictada por la Corte
Suprema o por alguna de las Cortes de Apelaciones. Esto tiene importancia para
determinar el aspecto de la obligatoriedad del auto acordado.
Si el auto acordado lo dicta la Corte Suprema éste es obligatorio en todo el
territorio de la República, vale decir, todos los tribunales del país quedarán sometidos a
ese auto acordado. Ejemplo: el auto acordado de la Corte Suprema sobre la forma de
sentencias, el auto acordado de la Corte Suprema sobre substanciación del recurso de
inaplicabilidad de las leyes, el auto acordado de la Corte Suprema sobre vista de la
causa (ver apéndice del Código de Procedimiento Civil), etc.
Si el auto acordado lo dicta una Corte de Apelaciones, es obligatorio dentro de la
jurisdicción de la respectiva Corte y debe ser aplicado en dicha jurisdicción. Este auto
acordado tiene una aplicación más restringida.
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Los autos acordados se publican en el Diario Oficial. El Código Orgánico de
Tribunales establece claramente el auto acordado que dicta la Corte Suprema (artículo
96, inciso final, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 96º, inciso final, Código Orgánico de Tribunales: “Todos los autos acordados de
carácter y aplicación general que dicte la Corte Suprema deberán ser publicados
en el Diario Oficial”.
D) Tratados Internacionales:
Los tratados internacionales son normas jurídicas que obligan a dos o más Estados
en relación con materias determinadas.
2) FUENTES INDIRECTAS:
B) El Derecho Extranjero:
C) La Jurisprudencia:
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reiterados en que los tribunales superiores de justicia hacen aplicación en casos concretos
sometidos a su juzgamiento de los preceptos decisorios y ordenatorios de los litigios
Aquí hay que destacar cuando la jurisprudencia emana de los tribunales superiores
en el sistema chileno, porque los fallos de los tribunales inferiores están siempre sometidos
a la posibilidad de revisión por el principio de la “doble instancia” que consiste en que lo
que un juez inferior resuelve puede ser modificado o alterado por un tribunal superior.
Particularmente interesa la jurisprudencia de la Corte Suprema como máximo tribunal de
la República.
La Corte Suprema, entre sus funciones como máximo tribunal está la de ir
uniformando la jurisprudencia de los tribunales en Chile. Esto se logra a través del “recurso
de casación en el fondo” (este recurso se aplica cuando una sentencia ha sido dictada
con infracción de ley, y esa infracción es decisiva en la parte resolutiva del fallo). La Corte
Suprema puede invalidar la sentencia de los tribunales inferiores en virtud de este recurso y
con ello, además, va a fijar el verdadero sentido y alcance de las normas.
Un solo fallo no es jurisprudencial, ya que debe existir una pluralidad de fallos sobre
la misma materia.
La jurisprudencia constituye un antecedente porque lo que se resuelve en un caso
no tiene que ser necesariamente idéntico que otro.
D) La Doctrina:
E) La Costumbre:
Art. 2º, Código Civil: “La costumbre no constituye derecho sino en los casos en que
la ley se remite a ella”.
II. LA JURISDICCION
1.- Introducción:
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Los tribunales no pueden actuar de oficio, esto significa que para que un juez pueda
ejercer función jurisdiccional necesita que una de las partes del litigio deduzca una
acción, concretamente lo que se exige es que una de las partes demande a otro.
Cuando el tribunal es requerido formalmente y en algún asunto de su
competencia, a través de una demanda, el juez debe ejercer su jurisdicción, no se puede
excusar, debe conocer el asunto. El medio que tiene el juez o instrumento de cual se vale
es el Proceso.
La regla general es que la jurisdicción es una actividad propia de los tribunales de
justicia y es distinta de cualquier otra función pública y que consiste en general en resolver
conflictos jurídicos con efecto de cosa juzgada. Lo importante a destacar es que el
tribunal es un tercero imparcial y que está por sobre las partes porque está en una
posición jurídica distinta al ser un órgano público y eso es lo que permite que su sentencia
sea acatada.
Dentro del Derecho Procesal una misma palabra -dentro de las cuales
encontramos a la jurisdicción- se aplica con distintos significados, siendo algunos no
realmente correctos.
Dentro de las acepciones de la palabra jurisdicción encontramos:
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3.- Concepto de Jurisdicción:
- Concepto de Eduardo Couture: “Es la función pública realizada por los órganos
competentes del Estado, con las formas requeridas por la ley, en virtud de la cual
por acto de juicio se determina el derecho de las partes con el objeto de dirimir sus
conflictos y controversias de relevancia jurídica mediante decisiones con
autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de ejecución”.
- Concepto de Juan Colombo: Este autor define la jurisdicción como: “El poder que
tiene los tribunales de justicia para resolver por medio del Proceso, con efecto de
cosa juzgada, los conflictos de relevancia jurídica en cuya solución les
corresponde intervenir”.
b) Añade que la función jurisdiccional es realizada por los órganos competentes del
Estado; por regla general son los tribunales de justicia, ya que como mencionamos
anteriormente otros órganos también pueden ejercer funciones jurisdiccionales.
c) Agrega el autor que la jurisdicción debe hacerse por las formas requeridas por la
ley; esto quiere decir que esta actividad de los tribunales no se puede llevar a
efecto de cualquier forma sino que debe hacerse cumpliendo las formalidades
legales. La ley reglamenta el ejercicio de la jurisdicción, no el juez, y para esto
existen los procedimientos. El medio para el ejercicio de la jurisdicción es el
Proceso, el que tiene que demostrar como la ley lo indica.
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e) Esta decisión de los tribunales debe ser con autoridad de cosa juzgada. Eso es lo
más importante de la jurisdicción. La cosa juzgada es un efecto que produce la
sentencia definitiva en algún momento. Sin cosa juzgada no existe actividad
jurisdiccional a cabalidad.
El efecto de la cosa juzgada permite obtener el cumplimiento efectivo de
la sentencia y, además, que no se vuelva a discutir el mismo asunto, ni por las
mismas partes, ni por el mismo fundamento.
Art. 73, inciso 1º, CPE: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de
resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los
tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni el Congreso
pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes,
revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos
fenecidos”.
Art. 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La facultad de conocer las causas civiles y
criminales, de juzgarlas y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente
a los tribunales que establece la ley”.
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propios litigantes) y no de los tribunales, porque impera el principio de
pasividad de los tribunales.
Conocer significa que el juez queda informado del asunto; para estos
efectos, las partes tienen que suministrarle ese conocimiento a través de los
escritos correspondientes (de demanda y de contestación de la demanda).
Sin embargo, no basta que las partes informen al juez sus pretensiones,
además es necesario que prueben o demuestren la verdad de los hechos que
sostienen (lo que prueban son los hechos y no el derecho).
Producida la prueba el juez está en condiciones de fallar en la mayoría
de los casos.
Los tribunales lo que conocen y resuelven son causas o juicios, las que
podemos definirla diciendo que consisten en la controversia jurídica y actual entre
partes sometidas a un tribunal de justicia. Para que haya juicio se supone que tiene
que haber una controversia jurídica entre partes.
La causa se define como la controversia jurídica actual entre partes
sometida al conocimiento de un tribunal de justicia.
Los elementos para que exista una causa son los siguientes:
• Debe haber una controversia jurídica: significa que tiene que haber una
disputa entre dos o más personas y que tenga relevancia jurídica.
• Tiene que ser actual: el conflicto tiene que referirse concretamente sobre
determinados derechos. Hay un derecho comprometido y no una mera
expectativa.
• Se tiene que producir un conflicto entre “partes”: entre los sujetos que
sostengan pretensiones contradictorias o que tengan intereses contrapuestos y
estas partes llevan el nombre de “demandante” (titular de la pretensión) y
“demandado” (destinatario de la pretensión). Las partes pueden ser personas
naturales o jurídicas, puede haber más de una persona en una parte, esto
independientemente que si las partes comparecen en un juicio.
• El tribunal de justicia no puede faltar jamás: porque tiene que existir un órgano
público imparcial para resolver el conflicto. El tribunal puede ser de cualquier
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naturaleza o clase, dependerá de la naturaleza del asunto que se está
discutiendo, eso determinara el tribunal a intervenir.
• El derecho que tiene todo juez a conocer el litigio (la “gnotio”). Esto va a
depender de la acción que se deduzca. Nunca el juez puede actuar de oficio
(o de propia iniciativa). Esto es válido para el inicio del juicio como para
cuando éste progresa o avanza.
• Facultad que tiene el juez para que las partes comparezcan al juicio dentro de
un cierto plazo (la “votio”). Esto está referido fundamentalmente al
demandado con el objeto de que se defienda y haga valer sus derechos. Para
eso la ley establece un plazo (el juez lo emplaza al juicio para que haga valer
sus derechos).
Esto tiene una consecuencia negativa si no se hace presente en el
juicio, porque no se podría defender en ese plazo.
• Potestad del uso de la fuerza que tienen los tribunales en la forma en que la ley
lo describe (la “coertio”), o sea, durante la tramitación del juicio. Esto para los
efectos que el proceso pueda avanzar y facilitar la tramitación de ese juicio.
Sirve para resolver cualquier obstáculo que impida al juez o a las partes actuar
adecuadamente. Esto está referido tanto a las personas como a los bienes.
Ejemplo: el juez puede disponer medidas de apremio personales, puede
imponer multas, arrestos, embargo a los bienes para facilitar el desarrollo del
proceso, etc.
• Facultad del juez para resolver el conflicto o facultad de juzgarla (la “iuditium”).
El juez no puede dejar de resolver el conflicto respecto del cual lo ha
conocido, exista o no exista ley (si existe ley deberá aplicarla y si no existe
precepto legal deberá aplicar otros principios).
Sin embargo, esta potestad siempre está limitada por la propia
actividad de los litigantes (los límites de las propias partes en juicio), de lo
contrario habrá vicio procesal.
• Facultad de ejecución (la “executio”). Esta facultad está muy relacionada con
el uso de la fuerza ante el juicio mismo. Esto está en relación con la atribución
de los tribunales de ejecutar su sentencia y, para ello, está auxiliado por la
fuerza pública, a petición de parte. Esta es otra manifestación del imperio de
los tribunales.
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perjuicio de ello igual se da ejercicio a la función jurisdiccional. Ejemplo: el caso de
la fuerza puede no ser necesaria.
2) Se trata de una función pública: Esta característica quiere decir que la jurisdicción
es una de las labores esenciales que desarrolla el Estado, por que la finalidad es
reestablecer el orden jurídico quebrantado y eso ocurre cuando las otras
funciones públicas son insuficientes por sí solas.
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jurisdicción le compete exclusivamente al Poder Judicial. La regla general es que
así sea, sin embargo hay casos que la propia Constitución o las leyes determinan
atribuciones jurisdiccionales para otros órganos públicos.
En síntesis, todo órgano que ejerce jurisdicción está calificado como
tribunal de justicia, es lo característico (es la función la que caracteriza al órgano y
no al revés).
7) Es indelegable: Esto significa que esta función que le compete a los tribunales no
puede ser entregado a otras autoridades o a otro órgano distinto de los tribunales.
En consecuencia, un tribunal de justicia no puede encomendarle esta función a
otros órganos públicos.
Esta característica no debe ser confundida con la delegación de
competencia, porque si un tribunal delegara la jurisdicción no sería tribunal de
justicia.
En ciertos casos la ley permite que un tribunal encomiende determinadas
atribuciones o la práctica de determinadas diligencias a otro tribunal, pero jamás
podrá delegar el fallo del asunto. Una atribución o la competencia se puede dejar
cuando los antecedentes de que se trata se tenga que practicar en un territorio
jurisdiccional distinto al donde se encuentra el juez que conoce el proceso.
Ejemplo: si el proceso se está tramitando en Concepción ante un juez dependiente
de la Corte de Apelaciones de Concepción, dentro de este proceso es necesario
prestar declaración a un testigo que vive en Iquique; para ello, el juez de
Concepción puede entregar atribuciones al juez de Iquique sobre una materia de
terminada (prestar declaración al testigo). Esto se hace a través de los
denominados “exhortos”.
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9) Su finalidad última es la cosa juzgada: Esta característica es talvez la más
importante de todas. Lo que se persigue con el ejercicio de la jurisdicción es que
los tribunales resuelvan el conflicto jurídico estableciendo en la sentencia una
verdad inamovible, es decir que transcurrida toda la tramitación del proceso
llegue un instante en que esa verdad judicial quede completamente afirme,
inamovible; ahí se habrá producido la cosa juzgada.
La jurisdicción no consiste simplemente en resolver un conflicto sino que
además se debe cumplir el efecto de la cosa juzgada a través de la sentencia.
El efecto de la cosa juzgada es la que permite hacer cumplir la decisión de
los tribunales (es la última palabra). A través del efecto de la acción o de la
excepción de la cosa juzgada, efecto que impide que se pueda volver a discutir
entre los litigantes, sobre el mismo asunto y sobre los mismos fundamentos.
12) Está amparada por el imperio: El ejercicio de la función jurisdiccional está regulado
por el imperio que gozan los tribunales de justicia, amparada por la posibilidad de
usar la fuerza pública para hacer respetar las decisiones judiciales y para dar
eficacia al proceso (para que no haya trabas en el desarrollo del proceso). Le
permite remover todo tipo de obstáculo que impida el ejercicio normal de la
Jurisdicción. Esto se nota con luces propias a través del fallo.
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a) Primera Etapa: Fase del conocimiento del asunto: En esta fase se abre la instancia
judicial y aquí lo importante es la información que los propios litigantes le puedan
entregar al tribunal, porque los tribunales de justicia conocen lo que se llama la
verdad procesal, precisamente a través del proceso y por la información que le
dan los litigantes. Esto aunque el juez tome conocimiento por otras vías del asunto
y eso complementado con los antecedentes probatorios suministrados por los
propios litigantes.
Los tribunales tienen que aplicar el procedimiento legal. Esto significa que la
acción deducida, según su naturaleza, se someterá al procedimiento que la ley
indique, de lo contrario la acción sería anulable.
Art. 11, Código Orgánico de Tribunales: “Para hacer ejecutar sus sentencias
y para practicar o hacer practicar las actuaciones que decreten, podrán
los tribunales requerir de las demás autoridades el auxilio de la fuerza
pública que de ellas dependiere, o los otros medios de acción
conducentes de que dispusieren”.
“La autoridad legalmente requerida debe prestar el auxilio, sin que
le corresponda calificar el fundamento con que se le pide ni la justicia o
legalidad de la sentencia o decreto que se trata de ejecutar”.
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Art. 235, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Si faltare la designación
del tiempo, se entenderá que el árbitro debe evacuar su encargo en el
término de dos años contados desde su aceptación”.
b) Límites en cuanto al espacio: Está referido al instante en que los tribunales ejercen
la jurisdicción. Se suele hablar aquí de límites internos y límites externos.
o Límites Externos: Está dado por el punto hasta donde se extiende la jurisdicción
de los tribunales y este se puede mirar desde el punto de vista de los tribunales
chilenos como de los tribunales extranjeros. Hay que ver hasta donde llegan las
atribuciones de los tribunales chilenos y hasta donde llegan las atribuciones de
los tribunales extranjeros.
En Chile la jurisdicción constituye una manifestación de la soberanía, la
que es esencialmente territorial y se delimita por las fronteras. Siendo la
jurisdicción una emanación de la soberanía ésta no puede ir más allá de los
límites del país. Esta situación es similar a la de los tribunales extranjeros que
ejercen jurisdicción dentro de los límites territoriales donde se ejerce sus
respectivas soberanías.
Hay otra limitación externa y está dada por las atribuciones que ejercen
los otros poderes públicos chilenos (más concretamente por el ejecutivo y el
legislativo). Cada poder del Estado ejerce sus propias atribuciones y, en este
sentido, el ejercicio de la jurisdicción tiene una limitación:, que es precisamente
hasta donde llegan las atribuciones de los otros poderes del Estado.
Al Poder Judicial le está prohibido ejercer funciones que son propias de
los otros poderes del Estado, o que la Constitución y las leyes le ha atribuido a
los otros poderes.
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El ámbito en el cual los tribunales ejercen jurisdicción internamente está
dado por las “reglas de competencia”, eso es lo que fija las atribuciones de
cada tribunal en particular porque es imposible que, dentro del sistema
chileno, un solo tribunal ejerza toda la jurisdicción; o por el contrario, que todos
los tribunales del sistema la ejerzan unitariamente en relación a un mismo
asunto.
El ejercicio de la jurisdicción debe ser delimitado al interior de los
tribunales, por eso existen las reglas de competencia (artículos 108 y siguientes
del Código Orgánico de Tribunales).
Cuando ocurre un conflicto jurídico en definitiva habrá un solo tribunal
que va a conocer de ese asunto. La competencia es el límite interno, desde el
punto de vista de los tribunales, al ejercicio de la jurisdicción.
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manera que cualquiera otra forma de solución distinta debe estar autorizada por
la ley.
Art. 2446, inciso 1º Código Civil: "La transacción es un contrato en que las
partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio
eventual".
Aquí hay dos cosas muy importantes respecto de las cuales puede tener
lugar la transacción:
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o Para que pueda lograrse la conciliación se requiere necesariamente del
acuerdo de las partes, no obstante la intervención del juez.
o Le cabe la intervención al juez que conoce del proceso en el
procedimiento para obtener la conciliación. Es el juez el que tiene que
hacer el llamado a la audiencia a las partes (hoy día es un trámite
obligatorio en los juicios civiles) y posteriormente al juez le cabe
participación dentro de la audiencia, le corresponde al juez las bases
de arreglo.
o La conciliación tiene ciertas limitaciones porque no puede ir más allá de
la competencia específica de los tribunales. En la conciliación no se
pueden celebrar acuerdos que excedan las discutidas en el juicio
(asunto concreto discutido).
o Por último, produce también el efecto de cosa juzgada, se desprende
del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil.
La conciliación hoy día siempre tiene que tratarse en los juicios civiles. Los
jueces siempre tienen que intentar la conciliación entre los litigantes, porque la ley
establece este trámite con carácter de obligatorio (artículo 262, Código de
Procedimiento Civil).
Art. 262, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: "En todo juicio civil en que
legalmente sea admisible la transacción, con excepción de los juicios o
procedimientos especiales de que tratan los Títulos I, II, III, V y XVI del Libro III,
una vez agotados los trámites de discusión y siempre que no se trate de los
casos mencionados en el artículo 313, el juez llamará a las partes a
conciliación y les propondrá personalmente bases de arreglo”.
Art. 434, nº 3, Código de Procedimiento Civil: “El juicio ejecutivo tiene lugar
en las obligaciones de dar cuando para reclamar su cumplimiento se hace
valer alguno de: el acta de avenimiento pasada ante tribunal competente
y autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de actuación”.
o Requiere el acuerdo de las dos partes para poner término al litigio que
está sometido a proceso.
25
o En dicho acuerdo no participa el juez, no le cabe intervención alguna
al juez.
o Se tiene que referir necesariamente a derechos disponibles.
o Produce cosa juzgada.
o Para que produzca efectos el avenimiento debe hacerse valer dentro
del proceso y requiere de un pronunciamiento del tribunal
aceptándolo.
o
9.- Clasificaciones de Jurisdicción:
A) Jurisdicción Contenciosa:
26
código no la califica, pero la trata aparte (tiene un trato distinto)- porque no se resuelven
conflictos jurídicos entre partes, en estos actos judiciales no contenciosos no se
promueven contiendas. En consecuencia, la finalidad de la intervención de los tribunales
es otra, muy distinta. Tampoco se debe decir que hay una sola finalidad porque
intervienen los tribunales, ya que depende de cada acto en particular o cada caso
concreto. Ejemplo: en algunos casos los tribunales intervienen para proteger los derechos
de los incapaces (nombramiento de tutores y curadores), en otros casos intervienen con
el objeto de servir de solemnidad respecto de ciertos actos jurídicos en particular, en otros
casos los jueces actúan para controlar que se hayan cumplido los requisitos que la ley
exige para precaver fraudes, también para que se constituya un estado jurídico nuevo.
En el artículo 817 del Código de Procedimiento Civil se desprenden los requisitos
para que estemos en presencia de un acto jurídico no contencioso. Estos son requisitos
para que los tribunales ejerzan estas funciones, son dos requisitos copulativos:
27
c) La tercera diferencia dice relación con la apreciación de la prueba, que es una
atribución de los tribunales. En todo acto judicial no basta con hacer alegaciones
sino que hay que acreditar los hechos porque el juez es un tercero imparcial que
no conoce la verdad.
28
En los asuntos judiciales no contenciosos el legislador es muchos menos
exigente, ya que establece menores requisitos para la sentencia (artículo
826, Código de Procedimiento Civil).
Art. 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales tienen, además, las
facultades conservadoras, disciplinarias y económicas que a cada uno de ellos se
asignan en los respectivos títulos de este Código”.
29
todos los individuos. En virtud de esto, los órganos estatales no deben rebasar los
límites de la actividad que la constitución y las leyes le han asignado.
Son facultades de carácter general, porque tienen por objeto velar por
todas las garantías constitucionales.
En cuanto a las manifestaciones de esta facultad que ejercen los tribunales,
encontramos:
o Las Visitas: que los jueces deben practicar a los establecimientos penales o
penitenciarios, en forma semanal, y tienen por finalidad velar por los derechos
de los presos. Todos los jueces que ejercen jurisdicción del crimen tienen la
obligación de realizar visitas (artículo 567, Código Orgánico de Tribunales
antiguo).
Art. 567, Código Orgánico de Tribunales: “El último día hábil de cada
semana, todo juez de letras que ejerza jurisdicción en materia criminal
visitará, acompañado de su secretario, la cárcel o establecimientos en
que se encuentren los detenidos o presos a quienes procesa, a fin de
indagar si sufren vejaciones indebidas, si se les coarta la libertad de
defensa o si se prolonga ilegalmente la tramitación de su proceso”.
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Este artículo se modificó con motivo de la reforma procesal penal, labor
que ahora cumple el juez de garantía, designado por el comité de jueces del
tribunal de la respectiva jurisdicción (artículo 567 del Código Orgánico de
Tribunales actualizado).
La ley establece sanciones tanto para los primeros como para los segundos.
En el primer caso, hay dos medidas para hacer efectiva la disciplina del
juez o funcionario judicial: “el recurso de queja” y la llamada “queja disciplinaria”.
Esta tiene lugar cuando el juez o funcionario judicial incide en faltas o abusos
graves en el ejercicio de sus funciones ministeriales y estas faltas las puede cometer
en las resoluciones judiciales o bien fuera de ellas.
Si la falta se produce en la resolución judicial se aplica el Recurso de Queja.
Por otro lado, si las faltas son cometidas fuera de la resolución judicial, tiene lugar la
Queja Disciplinaria (ejemplo: el abogado que llega tarde o si el juez trata mal al
abogado).
Es importante señalar que estas facultades disciplinarias se refieren
exclusivamente a aquellos hechos que no son constitutivos de delitos, porque si así
fuese se habla de una responsabilidad penal.
31
Además están todas las facultades administrativas que cumplen los
tribunales en relación con el personal de las cortes.
También se encuentra dentro de estas facultades económicas lo relativo a
las normas que regulan la intervención del poder judicial en el nombramiento de
sus jueces (la confección de ternas o quinas para el nombramiento de los
magistrados).
D) Jurisdicción ético-profesional:
o Tribunales Ordinarios
o Tribunales Especiales
o Tribunales Arbitrales.
Esta es una división que se hace de acuerdo a las materias o asuntos que conoce
cada tribunal, esto porque los tribunales de justicia no ejercen simultáneamente toda la
jurisdicción.
A) Tribunales Ordinarios:
Estos tribunales son todos aquellos que constituyen dentro del sistema chileno la
regla general; es decir, cuando se habla de tribunales se va a tratar en el fondo de los
tribunales ordinarios. Dicho de otro modo, estos tribunales ordinarios son entonces, por
antonomasia, los órganos jurisdiccionales en nuestro ordenamiento jurídico (constituyen la
generalidad en nuestro país).
De acuerdo al artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales, existen dos
elementos fundamentales a considerar en los tribunales ordinarios:
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- A estos tribunales les corresponde el conocimiento de todos los asuntos judiciales
que se promuevan dentro del territorio de la República. Esto significa que estos
tribunales tienen la plenitud de la competencia en Chile; es decir, un tribunal
ordinario tiene por ese sólo hecho la aptitud de poder conocer cualquier asunto
judicial de cualquier materia y además cualquiera sea la calidad de las personas
que intervengan. La regla general es que los tribunales ordinarios es el que ejerce
la competencia, por lo menos estos tribunales existen en todas las comunas del
país, situación que se puede decir lo mismo en los tribunales especiales.
La Corte Suprema.
Las Cortes de Apelaciones.
Un ministro de la Corte de Apelaciones.
Un ministro de la Corte Suprema.
El presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago.
El presidente de la Corte Suprema.
Todos estos tribunales tienen la calidad de ser ordinarios, algunos son permanentes
y otros son accidentales, esto último significa que se constituyen como tales cuando
ocurre un hecho propio de su competencia y que justifica su intervención como tribunal
(no están establecidos permanentemente).
Los ministros y presidentes de corte forman parte de la Corte a la cual pertenecen,
pero independientemente de esas funciones pueden ejercer otras: como ministros son
tribunales unipersonales.
Cada uno de estos tribunales ordinarios ejercen jurisdicción aplicándoseles las
normas de competencia.
B) Tribunales Especiales:
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- Lo que es clave para catalogar a un tribunal como especial es que están
regulados por leyes especiales (una ley orgánica especial que los establezca y
señale sus estatutos). Ejemplo: los juzgados de letras de menores se rigen por la Ley
de Menores 16.618, los juzgados de letras del trabajo se rigen por las normas del
Código del Trabajo y los tribunales militares en tiempo de paz se rigen por el
Código de Justicia Militar, y leyes complementarias.
Estos tribunales especiales se les aplicarán las normas del Código Orgánico
de Tribunales en todos aquellos casos no regulados en las leyes especiales o en los
cuerpos legales que los regulan.
Otro grupo de Tribunales Especiales que no forman parte del Poder Judicial son,
por ejemplo, los Juzgados de Policía Local (tienen su propio estatuto, se les aplica la ley de
municipalidades), los Tribunales Militares en tiempo de guerra, etc.
En algunos comunas no hay tribunales especiales. En esos casos la jurisdicción la
ejercen los tribunales ordinarios, concretamente los jueces letrados de la comuna
pertinente.
C) Tribunales Arbitrales:
Los tribunales arbitrales son aquellos que están constituidos por jueces que se
denominan “árbitros”. Estos árbitros no son jueces estatales, no son funcionarios públicos,
en consecuencia no forman parte del Poder Judicial. Estos tribunales son nombrados por
las propias partes (lo que no deja de ser curioso) o por la autoridad judicial en subsidio.
Los Tribunales Arbitrales están regulados por el Código Orgánico de Tribunales en
los artículos 222 y siguientes.
Art. 222, Código Orgánico de Tribunales: “Se llaman árbitros los jueces nombrados
por las partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un
asunto litigioso”.
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*** Otras clasificaciones de jurisdicción:
a) Considerando el número de jueces que forman parte del tribunal, los tribunales se
pueden clasificar en tribunales unipersonales y tribunales colegiados:
• Tribunales Colegiados: Son aquellos que están formados por varios magistrados.
Ejemplo: los casos más típicos son las Cortes (Corte Suprema, Cortes de
Apelaciones). El funcionario que ejerce en un tribunal colegiado se denomina
ministro.
Esta clasificación incide directamente en el funcionamiento y en la forma
de conocer los asuntos, ya que es distinto el conocimiento que toma un solo juez al
de varios jueces, es distinta la forma de tomar acuerdos.
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En la justicia militar, sin embargo, si se da esta división, en donde la
instrucción le corresponde a un funcionario llamado Fiscal y el juzgamiento se le
entrega al llamado Juez Militar.
Esta clasificación tiene mucha importancia para los efectos de los recursos
procesales. Tienen el carácter de tribunales superiores la Corte Suprema y las
Cortes de Apelaciones. Los demás, vale decir, jueces de letras son jueces inferiores.
Las partes tienen medios de impugnación de las resoluciones judiciales
(para reclamar de las resoluciones judiciales), para ver y analizarla a través de los
recursos procesales, y particularmente por el recurso de protección, que da una
segunda instancia a cargo de los tribunales superiores de aquel que dictó la
sentencia.
Dentro de los tribunales superiores, el máximo es la Corte Suprema, que
ejerce la superintendencia sobre todos los otros tribunales del país.
Dentro de la organización judicial chilena, que es piramidal, existe una
relación de subordinación entre los distintos tribunales. Ejemplo: todo juez de letras
tiene como superior a la Corte de Apelaciones, las que a su vez tienen como
superior jerárquico a la Corte Suprema.
Esta clasificación también cobra especial importancia en relación a las
sanciones disciplinarias. En virtud de esto, los tribunales superiores tienen
atribuciones disciplinarias por sobre los inferiores.
f) Considerando el momento en que el tribunal debe ejercer su función como tal, los
tribunales se clasifican en tribunales permanentes y tribunales de excepción o
accidentales.
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III. LA COMPETENCIA
Este concepto sin estar malo ha merecido críticas por parte de la doctrina,
principalmente por dos razones:
a) Utiliza la palabra “facultad”: Esa palabra no da una idea exacta de lo que es, ya
que significaría una prerrogativa, una especie de atribución, lo que puede
producir el equívoco de estimar que la competencia se puede o ejercer
quedando a la discreción del titular.
Tanto el ejercicio de la jurisdicción como el de la competencia es UNA
OBLIGACION de los tribunales, es un deber, es inexcusable, no queda entregado al
arbitrio de los tribunales de conocer o no del asunto.
Hay que entenderlo como la “aptitud” más que una prerrogativa.
37
Las partes le pueden entregar competencia a un juez que naturalmente no
la tiene a través de la institución llamada “prórroga de competencia”.
La competencia que puede otorgar otro juez se denomina “delegación de
competencia” (o “competencia delegada”). Esto va a ocurrir cuando un juez que
está conociendo de una causa dispone atribuciones (diligencias) dentro del
proceso que se deben cumplir en otro territorio jurisdiccional. Ejemplo: los exhortos,
en donde el juez que conoce de una causa le encomienda competencia
específica a otro juez de otro territorio jurisdiccional para interrogar testigos.
De este modo, este concepto legal (artículo 108 del Código Orgánico de
Tribunales) se puede completar de la siguiente manera: “La competencia es el poder-
deber que tiene cada tribunal para conocer de los negocios o asuntos que la ley, las
partes u otro tribunal han colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.
Art. 115, Código Orgánico de Tribunales: “En los asuntos civiles la cuantía de
la materia se determina por el valor de la cosa disputada”.
“En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito
lleva consigo”.
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normalmente le correspondía hacerlo, sino que ese conocimiento pasará a un
tribunal de jerarquía superior.
d) El Territorio (factor territorial): El territorio viene a ser el lugar que la ley establece
para los efectos de determinar la competencia. La ley siempre considera un lugar
que hay que analizar. Este lugar puede ser el domicilio del demandado (regla en
asuntos civiles), el domicilio del interesado (asuntos no contenciosos), el lugar
donde se comete el delito o hecho punible (en materia penal), el lugar donde se
encuentra la especie que se reclama (en juicio civil), el lugar donde murió el
causante, etc.
Todo tribunal tiene una extensión territorial determinada, dentro de la cual
debe ejercer sus funciones. De aquí que la competencia del juez está limitada por
el territorio.
Esta competencia que tienen los tribunales para conocer un determinado asunto,
admite distintas clasificaciones, según sea el particular punto de vista del cual se le mire:
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- Si se trata de la competencia delegada, el tribunal exhortado (a quien se le está
encomendando la práctica del asunto) solamente tiene atribuciones para
practicar determinadas diligencias judiciales (aquellas que se soliciten en el
exhorto), y queda circunscrito a ellas, y nada más que ellas, sino será nulo. Jamás
se le puede facultar para juzgar del asunto que le corresponde al juez que conoce
del proceso.
Por otro lado, en la competencia prorrogada, el tribunal ante el cual se
produce la prórroga tiene atribuciones igual que si fuera naturalmente
competente. El juez queda en la misma situación que el naturalmente
competente, vale decir, puede conocer el asunto a cabalidad y fallar de acuerdo
a eso. Sus atribuciones son totales y no restringidas como en el caso anterior.
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Ejemplos: los casos que indican los artículos 135, 140 y 143 del Código Orgánico de
Tribunales.
a) Competencia absoluta: es aquella facultad que tiene cada juez o tribunal para
conocer de un asunto determinado considerando la clase, jerarquía y
eventualmente la categoría de ese tribunal.
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La diferencia más importante entre ambas es que en el caso de la competencia
absoluta no es posible precisar concretamente el tribunal, solamente nos permite
determinar la clase, jerarquía y categoría.
42
también son de orden público; y tratándose de los asuntos civiles contenciosos son
de orden privado, las partes pueden alterar las normas de competencia relativa
mediante un acuerdo y, en consecuencia, establecer un tribunal territorialmente
distinto para que conozca el asunto.
- En primer lugar, las primeras normas que habría que aplicar son “las reglas de
competencia absoluta”. Esto significa que habría que analizar los tres factores:
cuantía, materia y fuero. Entonces, aplicando estas reglas de competencia
absoluta, se va a determinar la clase, jerarquía o categoría del tribunal.
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existir en ese territorio varios tribunales con la misma competencia, en ese caso hay
que aplicar “las reglas de turno o de distribución de causas”, según el caso se
aplicará la que corresponda (estas son reglas complementarias).
Por ejemplo, si las reglas de competencia absoluta determinan que
resultará competente un juez letrado para conocer un asunto, y por otro lado, a
través de las reglas de competencia relativa se señala que va a ser competente el
juez de letras de Concepción. En este ejemplo, estas reglas no son suficientes,
porque en la comuna de Concepción hay varios jueces de letra y todos tienen la
misma competencia, por ello hay que aplicar necesariamente reglas
complementarias y con ellas sabremos cuál de todos esos jueces es el que deba
resolver el asunto.
Es decir cuando queda radicado el asunto ante el juez (artículo 109, Código
Orgánico de Tribunales).
El artículo 109 del Código señala lo siguiente:
Esta regla tiene algunos supuestos previos según se desprenden del mismo artículo
109. Para que la regla opere tienen que darse ciertos requisitos:
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- El tribunal tiene que intervenir con arreglo a derecho en el conocimiento del
asunto (que haya sido requerido formalmente y que el tribunal aplique las normas
legales que corresponda).
45
acumulación de procesos. La acumulación se va a hacer sobre aquél que esté
sometido al tribunal superior.
Esto tiene una ventaja evidente, porque de esta forma se tiende a evitar
que se dicten sentencias contradictorias.
c) Las visitas: Visitas que ordenan los tribunales superiores de alguno de sus ministros a
algún tribunal inferior. Las visitas están reguladas en los artículos 553 y siguientes del
Código Orgánico de Tribunales.
Las Cortes de Apelaciones tienen atribución para enviar a alguno de sus
ministros para que realicen visitas cuya finalidad es inspeccionar y vigilar al tribunal
inferior a fin de que la administración de justicia se practique como es debido.
En el ejercicio de este derecho de visita, el ministro visitador puede fallar
asuntos pendientes ante el tribunal visitado, en cuyo caso lo sustrae del
conocimiento de ese juez. De allí que se diga que constituye una excepción a esta
regla de la radicación o fijeza.
Sin embargo, esta excepción es discutible porque aquí lo que cambia no es
el órgano jurisdiccional (el asunto sigue radicado ante el tribunal visitado) sino que
se produce una sustitución en el magistrado que va a fallar.
Art. 110, Código Orgánico de Tribunales: “Una vez fijada con arreglo a la ley la
competencia de un juez inferior para conocer en primera instancia de un
determinado asunto, queda igualmente fijada la del tribunal superior que debe
conocer del mismo asunto en segunda instancia”.
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a) Que un determinado asunto judicial esté siendo conocido por un tribunal inferior
en primera instancia (que es tribunal sea competente).
Art. 111, Código Orgánico de Tribunales: “El tribunal que es competente para
conocer de un asunto lo es igualmente para conocer de todas las incidencias que
en él se promuevan".
"Lo es también para conocer de las cuestiones que se susciten por vía de
reconvención o de compensación, aunque el conocimiento de estas cuestiones,
atendida su cuantía, hubiere de corresponder a un juez inferior si se entablaran por
separado”.
Esta regla se denomina de la extensión o alcance porque nos permite saber hasta
donde se extiende la competencia de los tribunales. Este problema se plantea porque
dentro de un juicio se pueden plantear cuestiones accesorias (peticiones accesorias por
las partes o incluso por terceros) distintas de la cuestión principal que se discute. Ejemplo:
en el juicio principal se discute el cumplimiento de un contrato de compraventa y que se
indemnicen los perjuicios, y dentro de este juicio se pueden plantear cuestiones
accesorias o incidentes como la nulidad de alguna actuación, la incompetencia del
tribunal, etc.
En todo juicio siempre se distinguen: el asunto principal (asunto controvertido que
da origen al litigio) y además se pueden presentar o formular cuestiones accesorias o
incidentes (otras controversias distintas de la principal).
La ley nos dice que el tribunal que es competente para conocer de un asunto
principal lo es igualmente para conocer de todas las incidencias que de él se promuevan.
Aquí se da la extensión de la competencia.
Las cuestiones accesorias pueden ser varias o podría ser ninguna (artículo 82,
Código de Procedimiento Civil). Según este artículo es toda cuestión accesoria a un juicio
que requiere especial pronunciamiento del tribunal, con o sin audiencia de las partes.
Esto es importante también por el “principio de economía procesal”.
El inciso 2º del artículo 111 del Código Orgánico de Tribunales agrega que el
tribunal que conoce el juicio principal tiene competencia para conocer de todas las
cuestiones que se susciten por vía de reconvención o de compensación.
47
La ley nos dice que de esta reconvención conoce el mismo juez que
conoce el asunto principal. Es otra manifestación de la extensión.
Art. 112, Código Orgánico de Tribunales: “Siempre que según la ley fueren
competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales, ninguno de
ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de haber otros tribunales
que puedan conocer del mismo asunto; pero el que haya prevenido en el
conocimiento excluye a los demás, los cuales cesan desde entonces de ser
competentes”.
48
decretar todas las medidas tendientes a dejar sin efecto lo que las partes puedan
hacer para burlar las resoluciones judiciales.
Si las partes se niegan o quebrantan lo que el tribunal ha ordenado cumplir,
cometerían un delito que es el “desacato”.
Art. 113, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La ejecución de las resoluciones
corresponde a los tribunales que las hubieren pronunciado en primera o en única
instancia”.
El artículo 113 del Código establece cuál es el tribunal competente para conocer
la ejecución de las resoluciones judiciales, y dice que la ejecución de las resoluciones le
corresponde a los tribunales que las hubieren pronunciado en primera o en única
instancia, y no en segunda instancia.
La ejecución de las sentencias penales y las medidas de seguridad previstas en la
ley procesal penal son de competencia del Juzgado de Garantía que hubiese intervenido
en el procedimiento penal. Eso guarda relación con el artículo 14, letra f, en lo que a la
ejecución de las sentencias judiciales se refiere.
Por otra parte, los tribunales que conozcan de los recursos de revisión, apelación,
casación o de nulidad (distinto de la nulidad procesal), tienen competencia para
ejecutar los fallos que dicten o pronuncien para sustanciar dichos recursos (el artículo 113,
inciso 2º es una excepción de lo señalado en el inciso 1º).
Art. 113, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “No obstante, los tribunales que
conozcan de los recursos de apelación, casación o revisión, ejecutarán los fallos
que dictaren para la substanciación de dichos recursos. Podrán también decretar
el pago de las costas adeudadas a los funcionarios que hubieren intervenido en
ellos reservando el de las demás costas para que sea decretado por el tribunal de
primera instancia”.
Es decir, estos tribunales pueden hacer cumplir todas las resoluciones para tramitar
los recursos, no así la sentencia que se dicte resolviendo el recurso. La sentencia no se
cumple por la Corte de Apelaciones sino por el tribunal inferior que corresponda.
El artículo 113 establece una parte del inciso final que no corresponde a la regla
de ejecución en relación al pago de las costas que se adeudan. Las costas son los gastos
que demanda la tramitación del asunto.
Por otra parte, el artículo 114 del Código Orgánico de Tribunales señala lo
siguiente:
49
ante el tribunal que resulte competente de acuerdo con las reglas generales de
competencia, y eso lo elige el que ganó el pleito.
La ejecución en una resolución judicial le corresponde al mismo tribunal que la
conoce en primera o en única instancia, queda excluido en consecuencia el tribunal de
segunda instancia (no se puede ejecutar su resolución) ni tampoco el tribunal de
casación, ni tampoco el de revisión ni el de nulidad, salvo que sean resoluciones de
trámite de esos recursos y que se traten del cumplimiento de esa sentencia definitiva, y
para ello es necesario iniciar un nuevo juicio de carácter ejecutivo (con esa finalidad).
Ese juicio se puede plantear ante el mismo tribunal en primera o única instancia, o
ante el que sea competente según las reglas de competencia.
Estas reglas o normas son las primeras que corresponde aplicar con el objeto de
conocer el tribunal competente. Tienen por finalidad determinar la clase y jerarquía del
tribunal que debe conocer de un determinado asunto judicial y eventualmente la
categoría del mismo. Los elementos o factores que la determinan la competencia del
tribunal son: cuantía, fuero y materia.
En otras palabras, aplicando estas reglas de la Competencia Absoluta podemos
determinar si el asunto judicial lo va a conocer un tribunal ordinario, un tribunal especial o
un tribunal arbitral.
También dentro de cierta clase de tribunales, concretamente en los tribunales
ordinarios, nos permite determinar la jerarquía del tribunal, si va a ser en un Juzgado de
Letras, la Corte de Apelaciones, la Corte Suprema, o bien un ministro de Corte como
tribunal accidental, etc.
En algunos casos, además, sirve para determinar la categoría, concretamente en
el caso de los jueces letrados, si éstos van a ser de simple comuna o juzgados de letras
donde tiene asiento la Corte de Apelaciones, este último es el de mayor categoría.
Estas reglas son de orden público, esto significa que se trata de normas legales que
están establecidas en el interés general de la sociedad y no en el interés particular
de los litigantes.
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A) Primer factor: La Cuantía:
Art. 115, Código Orgánico de Tribunales: “En los asuntos civiles la cuantía de la
materia se determina por el valor de la cosa disputada”.
“En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva
consigo”.
La ley dice que en los asuntos civiles la cuantía se determina por el valor de la cosa
disputada; es decir, se trata de un valor económico, pecuniario, la cuantía siempre se
determina en dinero (artículo 115, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
En los asuntos penales, la cuantía no tiene un valor monetario, sino que se
determina por la pena que el delito tiene establecido en la ley (artículo 115, inciso 2º,
Código Orgánico de Tribunales). Esto, a su vez, determina la gravedad de las infracciones,
y según eso los hechos punibles se dividen en crímenes, simples delitos y faltas. Eso
determina la competencia del tribunal que va a conocer del hecho.
Considerando la gravedad, los delitos se clasifican en crímenes, simples delitos y
faltas. La regla general es que si se trata de un crimen o simple delito le corresponde
conocer a los jueces de letra, y las faltas son normalmente competentes de conocer un
juzgado de policía local (sistema procesal antiguo).
Con la reforma procesal penal esto va a cambiar, porque los crímenes y simples
delitos van a ser de competencia de los nuevos tribunales de juicio orales en lo penal y las
faltas van a ser de competencia de los juzgados de garantía.
- Una falta se sanciona con penas que fluctúan entre 1 y 60 días con penas de
prisión, multa o penas menores.
- Los simples delitos se sancionan con penas que fluctúan entre los 61 días y 5 años
de presidio o reclusión.
- Los crímenes se sancionan con penas que fluctúan entre los 5 años y un día o
superiores a eso (hasta presidio perpetuo).
En los asuntos penales no hay mayor problema para determinar la cuantía, porque
frente a un hecho que reviste caracteres penales basta ver lo que dice la ley penal, la
que determinará que pena se le asigna a ese hecho. La gravedad o levedad de un
asunto penal lo determina la ley penal.
En materia civil la regla la da el artículo 115 inciso 1º: la cuantía se determina por el
valor de la cosa disputada. Esta situación no es siempre tan sencilla, no es tan fácil de
precisar, puesto que depende del asunto o de las pretensiones que se está haciendo
valer en el juicio. De este modo, existen varias normas complementarias que permiten
conocer el valor de la cosa disputada. Las más importantes son:
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La ley, en estos casos, establece que estos asuntos se reputan de mayor
cuantía (artículos 130 y 131 del Código Orgánico de Tribunales). Si el asunto se
estima de mayor cuantía significa desde luego que es competente un juez de letra
y además lo conoce en primera instancia, es posible proceder al recurso de
apelación (artículo 189, Código Orgánico de Tribunales).
Este artículo 189 señala que habrá lugar al recurso de apelación en las
causas que versaren sobre las materias de que hablan los artículos 130 y 131 del
Código.
c) Si son varios los demandados, se aplica el artículo 122 del Código Orgánico de
Tribunales y la cuantía se determina del valor total de la cosa o cantidad debida.
Art. 122, Código Orgánico de Tribunales: “Si fueren muchos los demandados
en un mismo juicio, el valor total de la cosa o cantidad debida determinará
la cuantía de la materia, aun cuando por no ser solidaria la obligación no
pueda cada uno de los demandados ser compelido al pago total de la
cosa o cantidad, sino tan sólo al de la parte que le correspondiere”.
52
considerará el monto de los valores reclamados por vía de reconvención
separadamente de los que son materia de la demanda”.
f) El artículo 126 del Código Orgánico de Tribunales alude al caso del deudor que
debe una suma de dinero y que la hubiese pagado en parte. La ley dice que la
cuantía se determina únicamente por el resto que no haya sido pagado.
g) El artículo 128 señala que si el valor de la cosa disputada en los asuntos civiles
aumentara o disminuyera dentro de la tramitación del juicio, eso no tiene
incidencia en la cuantía, ya que ésta queda determinada al momento que se
presenta la demanda.
- La cuantía también influye para determinar las costas del juicio (es una
antecedente para fijar o regular las costas), específicamente las costas personales
(honorarios de los abogados que intervienen).
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Art. 116, Código Orgánico de Tribunales: “Si el demandante acompañare
documentos que sirvan de apoyo a su acción y en ellos apareciere
determinado el valor de la cosa disputada, se estará para determinar la
competencia a lo que conste de dichos documentos”.
La Materia es un factor que puede desplazar a la cuantía. Eso quiere decir que un
factor desplaza al otro.
La materia es la naturaleza del asunto sometido al conocimiento y división de un
tribunal (naturaleza de un asunto determinado). Esto se determina por las leyes sustantivas,
escapa al derecho procesal, se aplican las leyes de fondo y que a su vez están en
relación con el litigio.
¿De qué manera la materia influye en la competencia?. En general la
especialidad de una materia afecta la competencia, porque el asunto puede pasar al
conocimiento de un tribunal especial (no siempre, pero en algunos casos es así).
a) La materia en los asuntos penales: En relación a los delitos hay que distinguir en
delitos comunes y delitos especiales o militares. Los primeros están establecidos en
la legislación ordinaria y los segundos en la legislación procesal militar y leyes
complementarias.
Según esto tenemos que de los delitos comunes conocen los tribunales
ordinarios (juzgados de letras con jurisdicción criminal) y según la reforma procesal
penal le va a corresponder conocer de ellos a los tribunales judiciales orales en lo
penal y en algunos casos a los tribunales de garantía.
Si el delito es militar, lo conocen los tribunales militares. Ejemplo: delito de
sedición (se pasa a un tribunal especial por la especialización del asunto).
En otros casos ciertos delitos que están establecidos en leyes especiales son
de conocimiento de un ministro de corte. Ejemplo: las infracciones a la ley de
Seguridad Interior del Estado cometida por civiles (artículo 50, nº 1).
Algunos otros delitos, también considerando la materia del asunto van a ser
de competencia de ministros de la Corte Suprema (artículo 52, nº 2).
Las faltas, por su parte, las conocen los Juzgados de Policía Local.
54
b) La materia en los asuntos civiles: En los asuntos civiles, si la materia es de índole
laboral o dicen relación con aspectos de seguridad social o previsionales, esos
asuntos son de competencia de juzgados del trabajo.
En otros casos el asunto civil puede ser de conocimiento de un tribunal
arbitral (artículo 227 del Código Orgánico de Tribunales, materia de arbitraje
forzoso).
Otros asuntos civiles pueden ser de competencia de juzgados de menores,
siempre que en la comuna existan estos tribunales.
Por último, hay ciertos juicios que según la materia se denominan juicios de
hacienda (en que es parte el Fisco). Estos juicios, regulados en el artículo 748, inciso
1º del Código de Procedimiento Civil, los conoce un juez de letras de comuna
asiento de Corte de Apelaciones; vale decir, aquí la materia incide en la
categoría.
o Fuero Menor: Este fuero tiene lugar en aquellas causas civiles y de comercio cuya
cuantía sea inferior a 10 UTM. Estos asuntos, en principio son conocidos por un juez
letrado en única instancia, pero si en estos asuntos son parte determinadas
personas que la ley indica, estos asuntos van a ser conocidos por el mismo juez
letrado pero en primera instancia. Es decir, en este caso no cambia la jerarquía del
tribunal, pero sí lo que cambia es el grado jurisdiccional. Esto tiene importancia
desde el punto de vista jurisdiccional porque siendo en primera instancia hay
mayores garantías para los litigantes (artículo 45, nº 2, letra g, Código Orgánico de
Tribunales).
Esta norma (artículo 45, nº 2, letra g) enumera cuáles son las personas que
gozan de este fuero menor o “fuero chico”:
o Fuero Mayor: Este fuero, también en materia civil (artículo 50 nº 2 del Código
Orgánico de Tribunales), a diferencia con el anterior, se trata de actos civiles que
55
en principio deberían ser conocidos por un juez letrado, pero por intervenir o ser
parte determinadas personas que la ley indica, aquí se modifica la jerarquía del
tribunal y en lugar de ser un juez letrado aquí el juez competente va a ser un
ministro de Corte de Apelaciones que resulte competente, de acuerdo con el
turno que la propia Corte establezca.
Según este artículo, quienes tienen este “fuero mayor” o “fuero grande” son
las siguientes personas:
El Presidente de la República.
Los ex Presidentes de la República.
Los Ministros de Estado.
Los Intendentes y Gobernadores.
Los Agentes Diplomáticos chilenos.
Los Embajadores y los Ministros Diplomáticos acreditados con el Gobierno
de la República o en tránsito por su territorio.
Los Arzobispos.
Los Obispos.
Los Vicarios Generales.
Los Provisores.
Los Vicarios Capitulares.
Hay algunos casos en que estas reglas tienen excepciones. Hay algunos casos
civiles en que no se aplica el fuero, en consecuencia es absolutamente irrelevante la
calidad que tengan las partes o interesados, aquí se aplican los factores de competencia
anteriores (artículo 133 del Código Orgánico de Tribunales). Las excepciones son las
siguientes:
Hay una regla es esta materia que dice que el tribunal competente para juzgar a
un autor de delito tiene competencia para juzgar a los cómplices y a los encubridores del
mismo delito (artículo 168, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales). Esto significa que si
dentro de los autores de un delito hay personas que gozan de fuero mayor, ese fuero
arrastra a los cómplices, a los encubridores y a los demás autores (atrae al resto de los
participantes).
56
Art. 168, Código Orgánico de Tribunales: “El tribunal competente para juzgar al
autor de un delito lo es también para juzgar a los cómplices y encubridores del
mismo delito”.
“Si siendo muchos los autores de un delito o de varios delitos conexos,
hubiere entre ellos individuos aforados y otros que no lo sean, el tribunal
competente para juzgar a los que gozan de fuero, deberá juzgar a los demás
autores y a los cómplices y encubridores”.
Al aplicar el fuero mayor significa que estos delitos en principio son materia de un
ministro de Corte de Apelaciones. Esto va a variar con la reforma procesal penal, que
establece que hoy día los delitos que se rijan por la nueva normativa van a estar
sometidos a los tribunales orales en lo penal y no por un ministro de Corte (artículo 50, nº 2,
Código Orgánico de Tribunales actualizado).
El fuero de los cómplices y de los encubridores no arrastra a los autores. Esta
situación no tiene mayor relevancia porque aquí la norma que rige es la del artículo 168 y
ahí se parte de la base que la parte que tiene fuero es el autor, sin interesar si los
cómplices o encubridores gozan de ello.
Esta norma es distinta tratándose de los tribunales militares, donde cualquiera de
los responsables puede tener fuero y eso es diferente para generar la competencia del
tribunal militar. Esta es una excepción del artículo 168, donde por ejemplo, el fuero de un
cómplice puede arrastrar a un autor (artículo 169, Código Orgánico de Tribunales).
En cuanto al fuero de los funcionarios judiciales, hay que distinguir:
Estas son las normas legales que permiten precisar o determinar con exactitud al
tribunal que debe conocer del asunto judicial dentro de una clase de tribunal, dentro de
una jerarquía o dentro de una categoría, fijado por las reglas de competencia absoluta.
57
Para estos efectos la ley se basa del factor territorial. Estas reglas nos permiten singularizar
el tribunal.
Estas reglas tienen características que podemos hacer notar:
a) En los asuntos civiles contenciosos estas reglas son de orden privado, están
establecidas en el interés de los litigantes.
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determinado territorialmente el tribunal competente, automáticamente se determinan
además el tribunal superior que puede conocer de ese mismo asunto en segunda
instancia (principio de gradualidad, surge en este momento).
Las reglas específicas que establece el Código Orgánico de Tribunales son las
siguientes:
Hay una regla general en esta materia que está contenida en el artículo 134 del
Código Orgánico de Tribunales que establece que en general el juez competente para
conocer de una demanda civil (contencioso) es el del domicilio del demandado.
Art. 134, Código Orgánico de Tribunales: “En general, es juez competente para
conocer de una demanda civil o para intervenir en un acto no contencioso el del
domicilio del demandado o interesado, sin perjuicio de las reglas establecidas en
los artículos siguientes y de las demás excepciones legales”.
Esta es una regla que, no obstante ser general, admite diversas excepciones,
también señalado en el artículo 134 del Código. Estas otras excepciones son muy
numerosas, al punto de entender a la regla general como excepcional. Cuando se trata
de determinar el tribunal competente de acuerdo al territorio hay que determinar si en ley
hay una regla especial, sino es así se aplica la regla general del artículo 134.
Las excepciones más importantes a la regla del artículo 134 del Código Orgánico
de Tribunales son las siguientes:
a) Será juez competente para conocer de un determinado asunto civil el que hayan
establecido las partes en el contrato o convención que celebran. Por lo tanto,
prima la voluntad de las partes (artículos 135 y 138 del Código Orgánico de
Tribunales).
b) En el caso que no haya convención entre las partes va a ser tribunal competente
para resolver el asunto civil el que corresponda según la naturaleza de la acción
deducida. De este modo se debe determinar si es mueble o inmueble.
Si la acción es inmueble, en este caso a falta de convención la ley
establece dos tribunales competentes (competencia acumulativa). (artículo 135,
Código Orgánico de Tribunales):
Podría ocurrir que los inmuebles (o también los muebles) por su ubicación
estén situados en diversos territorios jurisdiccionales. En este caso la ley señala
(artículo 135, inciso final, Código Orgánico de Tribunales) que será competente
cualquiera de los jueces de esos territorios.
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Si la acción es mueble, va a ser juez competente a falta de estipulación, la
del domicilio del demandado; es decir, se vuelve a la regla general (artículo 138,
inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
Si una acción tiene por objeto reclamar simultáneamente cosas muebles e
inmuebles, la ley señala que será juez competente la del lugar donde se
encuentren los inmuebles. Esto puede ocurrir cuando en una demanda se hacen
valer varias pretensiones (artículo 137, Código Orgánico de Tribunales).
• En cuanto a los juicios que se rigen por el Código de Minería, va a ser juez
competente el de la comuna en que se encuentra la pertenencia minera de
que se trate (artículo 146, Código Orgánico de Tribunales).
En estos asuntos, hay también una regla general y varias excepciones, de manera
que habrá que ver cada acto judicial no contencioso en particular o ver las reglas
especiales de competencia, si están dentro de estas últimas prima la regla especial.
La regla general en estos asuntos es la siguiente: va a ser el juez competente el del
domicilio del interesado o peticional (artículo 134, Código Orgánico de Tribunales).
Esta regla tiene excepciones. Las más importantes son las siguientes:
60
• Nombramiento de tutores o curadores. Aquí será juez competente el del lugar
donde tuviere su domicilio el pupilo (incapaz) (artículo 150, Código Orgánico
de Tribunales).
Estas reglas sirven para determinar el juez competente para conocer de un delito.
Aquí hay que distinguir si el delito se cometió en Chile o en el extranjero.
La regla general es que los tribunales son competentes sobre los hechos que
ocurran en Chile o en la república. Excepcionalmente los tribunales chilenos pueden tener
competencia sobre delitos que se cometan en el exterior.
2) Cuando se cometen varios delitos, la ley dice que debe ser juzgado por todos los
delitos en un solo proceso, esto independientemente que se hayan iniciado
procesos por separado. Los procesos que se inicien contra esta persona se deben
acumular (acumulación de autos). Sin embargo, aquí se presenta el problema de
determinar cuál es el tribunal donde se van a acumular los procesos.
Puede ocurrir también que el juez donde se acumulen los procesos estime
conveniente no acumularlos, vale decir ordena la desacumulación y tramitarlos
por separado. Esto ocurre cuando los procesos tienen tramitación distintas, o sea
cuando ocurren crímenes, simples delitos o faltas (artículo 160, inciso 2º, Código
Orgánico de Tribunales).
En esta materia hay que analizar si los delitos son conexos o independientes
(los delitos conexos son los que están relacionados entre sí siempre que la ley lo
dispone; los delitos independientes son aquellos que no están relacionados entre
sí).
61
o Si estos delitos se cometen en un mismo territorio jurisdiccional, va a ser
competente el juez de ese territorio.
Si en la comuna hay varios jueces con la misma jurisdicción criminal,
en ese caso los procesos se deben acumular ante el juez que conozca el
proceso más antiguo (artículo 159, inciso 2º, Código Orgánico de
Tribunales).
ii. Por último, en cuanto a los “delito conexos”, se entiende por tal aquellos que
están íntimamente relacionados, de manera que forman una sola materialidad
en cuanto a los hechos.
Según el artículo 164, será juez competente para conocerlos en uno
solo:
62
* Delitos cometidos fuera del territorio de Chile:
Estas reglas se aplican siempre después que han sido aplicadas las reglas absolutas
y relativas, porque primero tiene que establecerse el tribunal competente, o sea precisarlo
en cuanto a su territorio, y solamente en este caso va a ser posible aplicar estas reglas. En
consecuencia son complementarias a las absolutas y relativas.
¿Por qué es necesario complementar las reglas absolutas o relativas?. Lo que
ocurre o puede ocurrir es que precisado el territorio del tribunal existan dentro de éste
varios jueces con la misma o análoga competencia (aunque no siempre es así). Dentro de
estos varios tribunales es sólo uno el que debe conocer el asunto.
Estas reglas no se aplicarán en aquellos casos de competencia acumulativa o
preventiva, cuando la ley es la que establece dos o más tribunales competentes. La
demanda puede interponerse ante cualquiera de estos tribunales.
Se debe determinar cuál de los tribunales de ese territorio será el que conocerá del
asunto. Aquí hay que distinguir si en ese territorio jurisdiccional existe o no Corte de
Apelaciones.
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• En los asuntos penales o criminales se presentará ante el juez del juzgado del
crimen que esté de turno.
Aquí hay que distinguir cuál es la naturaleza del asunto judicial para determinar las
reglas a aplicar. Hay que distinguir si se trata de asuntos civiles contenciosos, asuntos no
contenciosos y asuntos penales; porque aquí se podrán aplicar tanto las reglas de turno
como las reglas de distribución de causa.
• En los asuntos penales, también hay que hacer alguna distinción, porque
depende de cómo sea la forma en que se inicia el asunto (los asuntos penales
son variables en como se inician).
o Primer caso: Si se inicia por Querella Criminal. En este caso debe seguirse el
mismo conducto de la demanda civil. Debe se presentada ante el
secretario de la Corte de Apelaciones respectiva (artículo 180, Código
Orgánico de Tribunales) para que el Presidente de la Corte de Apelaciones
respectiva haga la designación a alguno de los juzgados con competencia
criminal.
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a) Demandas presentadas en juicio iniciado por medidas prejudiciales. En ese caso
se presenta la demanda ante el juez designado para conocer la medida
prejuducial (medida anterior al juicio, antes de interponerla).
- Hay una parte de la doctrina que señala que, de acuerdo con el artículo 175,
constituyen verdaderas reglas de competencia, y se basan en que estas reglas son
de naturaleza de orden público, son irrenunciables para las partes.
Los que sostienen esta teoría se basan en lo que dispone el artículo 175,
inciso 1º del Código Orgánico de Tribunales. Según esta norma, estas reglas tienen
por objeto dividir el ejercicio de la jurisdicción. Esta doctrina estima que este sería
un nuevo elemento que hay que agregar (quinto elemento, y se encontraría
dentro de las reglas de competencia relativa junto con el territorio).
En consecuencia, la infracción a esta normativa podría traer aparejada la
incompetencia del tribunal.
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La infracción de esta norma no acarrea la incompetencia del juez. (En
Concepción es imposible que pase por el sistema computacional).
Está materia se encuentra regulada desde el artículo 181 al 187 del Código
Orgánico de Tribunales, lo que demuestra que es una institución importante en el Derecho
Procesal.
Esta prórroga es una atribución que se le da a las partes para que puedan
cambiar el tribunal que debe conocer del asunto, pero no cambiarlo en cuanto a su
clase o jerarquía, pero sí puede cambiar el tribunal territorialmente designado para
conocer del asunto respetándose la clase y la jerarquía.
No hay impedimentos para alterar las reglas territoriales mediante un acuerdo
entre las partes. Sin embargo, son restrictivas, porque sólo se aplican para los asuntos
judiciales contenciosos.
De este concepto surge una de las características más importantes y que se refiere
únicamente a las reglas de competencia relativa, es decir con reglas que estén referidas
al factor territorial y nada más. No se puede prorrogar la competencia tratándose de las
reglas de competencia absoluta (no están referidas a los factores de la cuantía, la
materia y el fuero). En consecuencia no podrían acordar en ser juzgados por un tribunal
que es absolutamente incompetente. Se respeta la clase y la jerarquía.
Este tribunal al cual las partes de va a entregar competencia mediante este
acuerdo, y que es relativamente incompetente, tiene que se sin embargo absolutamente
competente para conocer del negocio a la luz de los elementos de la materia, del fuero y
de la cuantía. Sólo debe ser incompetente en razón del territorio.
* Requisitos de procedencia:
La ley hace una serie de exigencias en esta materia para que pueda operar la
institución de la prórroga. Para que proceda la prórroga de la competencia, se debe
cumplir con los requisitos que a continuación se detallan:
66
precisión el territorio de ese tribunal. Ejemplo: se deja expresamente que las partes
se someten a los tribunales de Chillán siendo naturalmente competente el tribunal
de Concepción.
Esta capacidad la tienen en general todas las personas que según las leyes
sustantivas son capaces de comparecer en juicio por sí solas (en términos simples
las que tienen capacidad de ejercicio). El incapaz podrá prorrogar la
competencia a través de sus representantes legales.
Dicho de otro modo, las personas facultadas para prorrogar esta
competencia son todas las personas que según la ley son hábiles para
comparecer en juicio, y por las que no son hábiles pueden prorrogar sus
representantes legales (artículo 184, Código Orgánico de Tribunales).
67
Eventualmente en la competencia de única instancia se podría prorrogar la
competencia porque no se alteraría la regla del grado.
- La prórroga afecta solamente a las partes que han intervenido en ella, entre los
litigantes que han concurrido a otorgarla (artículo 185, Código Orgánico de
Tribunales). Este artículo señala algunos ejemplos: fiadores o codeudores en caso
que exista.
o Una posibilidad es que pueda operar la prórroga tácita. Ese juez ante el cual se
presentó la demanda puede continuar conociendo de la causa. Hay prórroga de
competencia desde el punto de vista del demandado.
** CONFLICTOS DE COMPETENCIA
Cuestiones de competencia.
Contiendas de competencia.
* Concepto de Conflictos de Competencia: “Incidencia formulada por las partes con los
tribunales, los tribunales entre sí, o entre los tribunales de justicia con las autoridades
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políticas o administrativas, relacionado con su competencia para conocer de un negocio
determinado”.
- Entre las partes con los tribunales de justicia. Aquí se habla de cuestiones de
competencia.
- Entre los tribunales de justicia entre sí (entre todo tipo de tribunales). Esto origina
una contienda que se soluciona con una autoridad determinada que la ley
señala.
A) Cuestiones de Competencia:
Son aquellas incidencias que se promueven o formulan por las partes acerca de la
falta de atribuciones de un tribunal que ha sido requerido para conocer de un asunto y
por lo mismo se estima que es incompetente. Se origina a través de un reclamo de alguna
de las partes.
Estas cuestiones de competencia se rigen por el Código de Procedimiento Civil y
están tratados precisamente dentro de los incidentes especiales (artículo 101 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil).
Art. 101, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Podrán las partes promover
cuestiones de competencia por inhibitoria o por declinatoria”.
69
La parte agraviada tiene distintos medios o formas para alegar esta
incompetencia, lo normal es formulando una excepción de incompetencia antes
de contestar la demanda. En este reclamo la parte le señala al juez cuál es el
tribunal que se estima como competente, lo que se le pide es que se abstenga de
seguir conociendo la causa (artículo 111, Código de Procedimiento Civil).
En este último caso podría ocurrir que el tribunal dirija una comunicación al
otro y este último podría acceder a la petición. Pero también puede ocurrir que no
acceda a la petición y que se siga estimando competente no obstante la petición
hecha por el otro tribunal, en este caso se origina una contienda entre tribunales.
La ley indica que la parte que opta por cualquiera de estas vías no puede
abandonarla, no se puede cambiar al otro sistema ni tampoco pueden emplearse
simultáneamente los dos métodos (artículo 101, inciso final, Código de Procedimiento
Civil).
Art. 101, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Las que hayan optado por uno
de estos medios, no podrán después abandonarlo para recurrir al otro. Tampoco
podrán emplearse los dos simultánea ni sucesivamente”.
B) Contiendas de Competencia:
Son los conflictos que se promueven entre los tribunales directamente entre sí. Esto
ocurre cuando todos los tribunales se estiman que son competentes para conocer de un
asunto determinado (sentido positivo), o bien cuando ninguno de ellos se estima como
competente (sentido negativo).
La contienda se puede promover no sólo entre tribunales, sino que también se
puede promover entre tribunales y otras autoridades políticas y administrativas. Ejemplo:
un juzgado de letras y el director del Servicio de Impuestos Internos.
Aquí interesa saber cuál es la autoridad llamada a solucionar el problema. Estos
conflictos van a ser solucionados por alguna autoridad que la ley indique (en la mayoría
de los casos son autoridades judiciales). Esto va a depender de la clase de tribunales que
estén discutiendo la competencia.
70
Según esto tenemos que existen diferentes clases de contiendas de competencia,
dependiendo de los tribunales que intervengan:
1. Conflictos de competencia entre tribunales ordinarios entre sí. En este caso interesa
ver la jerarquía de los tribunales en los cuales la contienda se suscita. Aquí existen
varias reglas:
a. Si los tribunales son de igual jerarquía, en este caso va a ser competente para
dirimir esta contienda el tribunal que sea superior común de ambos (artículo
190, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 190, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Si los tribunales fueren
de distinta jerarquía, será competente para resolver la contienda el superior
de aquel que tenga jerarquía más alta”.
71
Art. 191, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Sin perjuicio de las
disposiciones expresas en contrario, las contiendas de competencia que se
susciten entre tribunales especiales o entre éstos y los tribunales ordinarios,
dependientes ambos de una misma Corte de Apelaciones, serán resueltas
por ella”.
Art. 191, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Si no pudieren aplicarse
las reglas precedentes, resolverá la contienda la Corte Suprema”.
Art. 79, inciso 3º, CPE: La Corte Suprema “conocerá, además, de las
contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades políticas
o administrativas y los tribunales de justicia, que no correspondan al
Senado”.
Art. 49, nº 3, CPE: “Es atribución del senado conocer de las contiendas de
competencia que se susciten entre las autoridades políticas o
administrativas y los tribunales superiores de justicia”.
4. Conflictos de competencia entre tribunales arbitrales entre sí. Estos conflictos son
de rara ocurrencia. Aquí hay que tener presente que estos tribunales arbitrales sólo
para los efectos de la contienda de competencia, según el Código Orgánico de
Tribunales, tienen por superior jerárquico a la respectiva Corte de Apelaciones
(artículo 190, inciso final, Código Orgánico de Tribunales).
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Art. 190, inciso 4º, Código Orgánico de Tribunales: “Los jueces árbitros de
primera, de segunda o de única instancia tendrán por superior, para los
efectos de este artículo, a la respectiva Corte de Apelaciones”.
Las facultades jurisdiccionales normalmente, por regla general, las ejercen órganos
que forman parte del Poder Judicial, porque justamente por eso existe el Poder Judicial.
Sin perjuicio a esto, existen otros órganos que no forman parte del Poder Judicial y que sin
embargo son tribunales de justicia.
Todo órgano público que resuelve conflictos jurídicos entre partes es un tribunal de
justicia en la medida que le corresponde ejercer esta función, independiente que forme o
no parte del Poder Judicial. En consecuencia la jurisdicción siempre la van a ejercer los
tribunales de justicia.
Visto lo anterior, podemos entregar un concepto de lo que se entiende por
tribunales de justicia:
* Concepto de Tribunal de Justicia: “Son aquellos órganos públicos que tienen por función
primordial resolver conflictos de intereses de relevancia jurídica con efecto de cosa
juzgada, y sin perjuicio de poder cumplir otras funciones”.
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b) Todos ejercen jurisdicción: Dentro del sistema procesal chileno, existen diversas
clases de tribunales, se distinguen los tribunales ordinarios, especiales y arbitrales,
atendiendo a la naturaleza de la materia que conocen. Dentro de los tribunales
ordinarios existen tribunales superiores e inferiores.
Cada tribunal es absolutamente independiente para ejercer la jurisdicción,
cada tribunal de justicia interpreta el derecho como lo estime conveniente. Los
tribunales inferiores no están obligados con lo que puedan resolver los superiores.
Cada tribunal es autónomo.
Si la jurisdicción se ejerce de manera incorrecta, para eso existen los
recursos procesales.
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a) Independencia Orgánica: referida al órgano jurisdiccional en sí. Significa que los
tribunales de justicia son soberanos para ejercer la jurisdicción al igual que los
demás poderes del Estado.
2) Principio de Inamovilidad:
Art. 77, inciso 1º, CPE: “Los jueces permanecerán en sus cargos durante su buen
comportamiento; pero los inferiores desempeñarán su respectiva judicatura por el
tiempo que determinen las leyes”.
a) Delitos cometidos por el juez: Los magistrados pueden cometer dos tipos de delitos:
los delitos comunes (como cualquier persona) o delitos ministeriales.
75
Los delitos comunes son aquellos que los magistrados pueden llegar a
cometer en su calidad de persona como cualquier otro particular, porque ellos no
están al margen de la ley. Estos delitos son sancionables y están contemplados en
el Código Penal y son sancionados al igual que cualquier persona con la única
particularidad de que van a ser tratados por un tribunal de mayor jerarquía y si el
juez resulta condenado por la comisión del delito común queda separado de sus
funciones.
Aquí se trata de un verdadero impedimento para ejercer la magistratura
(artículo 256, nº 6, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 256, nº 6, Código Orgánico de Tribunales: “No pueden ser jueces los que
hubieren sido condenados por crimen o simple delito”.
Art. 332, nº 9, Código Orgánico de Tribunales: “El cargo de juez expira por
haber sido declarado responsable criminal o civilmente por delito cometido
en razón de sus actos ministeriales”
Art. 76, inciso 1º, CPE: “Los jueces son personalmente responsables por los
delitos de cohecho, falta de observancia en materia sustancial de las leyes
que reglan el procedimiento, denegación y torcida administración de
justicia y, en general, de toda prevaricación en que incurran en el
desempeño de sus funciones”.
76
pretende es asegurar la seriedad de la acusación contra el juez y para proteger al
juez de las venganzas de aquel que resultó perjudicado por el fallo dictado.
Si se declara la admisibilidad de la acusación se inicia el verdadero juicio
criminal y el funcionario va a quedar suspendido de su cargo.
3) Principio de Responsabilidad:
a) Responsabilidad Penal: Significa que los magistrados al igual que cualquier otro
particular podría cometer delitos. En el caso de los magistrados ellos pueden
incurrir, por un lado, en la comisión de delitos comunes, y por otro lado pueden
cometer delitos ministeriales y que genéricamente se conocen con el nombre de
“delitos de prevaricación”, ejemplo: cohecho, delegación de justicia, etc (artículo
76, CPE; y artículo 324, Código Orgánico de Tribunales).
77
imponen a los jueces, los deja sujetos al castigo que corresponda según la
naturaleza o gravedad del delito, con arreglo a lo establecido en el Código
Penal”.
78
ejercicio de sus funciones ministeriales y no en la dictación de resoluciones
judiciales.
d) Responsabilidad Civil: Tiene por finalidad responder por daños y perjuicios que se
puedan cometer con ocasión de un delito o cuasidelito. Aquí interesa la
responsabilidad civil que deriva de las funciones ministeriales (artículos 325 y 326,
Código Orgánico de Tribunales).
En este caso, si se trata de hacer efectiva la responsabilidad civil en contra
de un magistrado por la comisión de delitos ministeriales, es necesaria la
autorización previa de la respectiva Corte de Apelaciones.
Este principio de responsabilidad es muy importante porque tiene por finalidad que
los magistrados cumplan sus funciones decorosamente de acuerdo a la Constitución y las
leyes, porque son independientes e inamovibles. Si se apartan de las normas aparece este
principio de responsabilidad.
4) Principio de Legalidad:
Este principio dice relación con que la actividad de los magistrados en el sentido
de que éstos deben cumplir la función jurisdiccional con estricto apego a la ley. Eso
significa que los jueces tienen que fallar conforme a derecho por un lado (a no ser que la
ley lo faculte para obrar de otra manera) y por otro lado, además, debe ajustarse en la
tramitación de los procesos de acuerdo a lo que la ley prescribe en cada caso.
El juez debe atenerse a lo que dice la ley. Sólo excepcionalmente puede apreciar
la prueba en conciencia, pero para ello se requiere que haya una disposición expresa.
Otro aspecto dice relación con la existencia de tribunales naturales o legales. Esto
quiere decir que los asuntos judiciales en Chile deberán ser conocidos y resueltos por el
tribunal naturalmente competente, o sea por aquel que la ley establece y no por un
tribunal ad-hoc, creados para la ocasión. El tribunal debe estar establecido con
anterioridad al hecho de que se trata por regla general; y por excepción se admite bajo
requisitos estrictos que se puedan modificar estos tribunales naturales, caso que ocurre en
materia de arbitraje en ciertos asuntos, en otros casos se faculta a las partes para recurrir o
no a arbitraje (facultativo). En los casos que es facultativo en realidad se está cambiando
al tribunal natural.
5) Principio de Territorialidad:
Art. 7º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales sólo podrán ejercer su
potestad en los negocios y dentro del territorio que la ley les hubiere
respectivamente asignado”.
79
La jurisdicción desde luego es ejercida dentro de los límites de la República
(artículo 5º, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales). Excepcionalmente los tribunales
chilenos, en materia penal, pueden tener competencia para juzgar delitos cometidos en
el extranjero (artículo 6º, Código Orgánico de Tribunales).
Dentro del territorio de la República, la ley le asigna a cada tribunal un
determinado territorio. La competencia de cada tribunal en particular se ejerce dentro
del territorio que la ley le asigna a cada uno. Este territorio es variable, por ejemplo, en los
casos de los jueces de letra es una comuna (Ej.: Talcahuano) o una agrupación de
comunas (Ej.: Concepción, Penco, San Pedro de la Paz, Chiguayante y Hualqui); lo mismo
cabe decir de las Cortes de Apelaciones, las que pueden abarcar una provincia, varias
provincias, una región o parte de una región. La Corte Suprema abarca a todo el territorio
de la República.
Este principio no impide que en aquellos asuntos que conocen los tribunales se
puedan dictar resoluciones o diligencias que deban cumplirse o llevarse a efecto en un
territorio jurisdiccional distinto. Eso es posible a través de la competencia delegada, en
cuyo caso será el juez de otro territorio el que realice las diligencias del juez que las
dispuso.
Este principio de territorialidad admite algunas excepciones, es decir un tribunal va
a poder ejercer sus atribuciones más allá del territorio que le está asignado. Estas
excepciones son:
b) Inspección Personal del Tribunal (se encuentra dentro de los medios probatorios): El
tribunal se puede constituir dentro de un lugar determinado. La ley permite en este
caso que el magistrado pueda practicar fuera de su territorio jurisdiccional ciertas
diligencias cuando corresponda, sin perjuicio que pueda encomendar la
diligencia al otro juez.
Dicho de otro modo, esta inspección personal del tribunal constituye el
examen que el juez que está conociendo de la causa hace por sí mismo a los
hechos controvertidos (artículo 403, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
d) Competencia especial a jueces del crimen de Santiago: los jueces del crimen de
Santiago tienen atribuciones para que puedan practicar actuaciones o diligencias
en cualquiera de las comunas de la Región Metropolitana, en los asuntos
sometidos a su competencia (artículo 43, inciso 3º, Código Orgánico de
Tribunales).
6) Principio de Pasividad:
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Art. 10, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales no podrán ejercer
su ministerio sino a petición de parte, salvo los casos en que la ley los faculte para
proceder de oficio”.
Este principio también tiene algunas excepciones donde los jueces pueden actuar
de oficio sin requerimiento de parte:
a) El Sumario en materia criminal. Dentro del juicio penal antiguo existe la etapa del
sumario (investigación del hecho punible), el juez reúne los antecedentes para
comprobar el delito. El juez tiene amplísimas atribuciones para actuar de oficio,
incluso para iniciar el juicio.
Esto va a desaparecer como consecuencia del nuevo Código Procesal
Penal.
b) Las Medidas para mejor resolver en los juicios civiles (artículo 159, Código de
Procedimiento Civil). En este caso, en la etapa de la sentencia (luego de la
discusión, del período de pruebas) el juez puede disponer de oficio que se
cumplan determinadas medidas probatorias que son las “medidas para mejor
resolver”. Ejemplo: que se agreguen ciertos documentos que se estimen necesarios
para esclarecer el derecho de los litigantes, el informe de peritos, que los testigos
amplíen sus declaraciones, etc.
7) Principio de Sedentariedad:
Este principio significa que en Chile todos los tribunales tiene una sede en un
determinado lugar, o tienen su asiento en un determinado lugar que es concretamente
una comuna determinada; y en este principio se trata de establecer que los tribunales
ejerzan sus funciones jurisdiccionales en ese lugar precisamente y evitar los tribunales
ambulantes.
Esto implica una serie de obligaciones que la ley establece. Así, los jueces, como
consecuencia de este principio, tienen la obligatoriedad de residir en la misma comuna a
no ser que la propia Corte de Apelaciones autorice una cosa distinta.
Art. 311, Código Orgánico de Tribunales: “Los jueces están obligados a residir
constantemente en la ciudad o población donde tenga asiento el tribunal en que
deban prestar sus servicios.
“Sin embargo, las Cortes de Apelaciones podrán, en casos calificados,
autorizar transitoriamente a los jueces de su territorio jurisdiccional para que residan
en un lugar distinto al del asiento del tribunal”.
También implica este principio que los jueces tienen la obligación de asistencia
diaria a su despacho en el tribunal donde está la sede y deben permanecer en su
despacho por al menos cuatro horas. Esto como única forma de cumplir aceptablemente
con la función jurisdiccional.
Si el juez infringe una de estas reglas le recae una sanción de tipo disciplinario.
8) Principio de Inavocabilidad:
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Significa que los tribunales no pueden avocarse al conocimiento de causas
pendientes en otros tribunales, a no ser que la ley le otorgue la facultad.
Estando en proceso un conocimiento de un tribunal de justicia no es lícito que
intervengan otros tribunales a sabiendas de ello (artículo 8º, Código Orgánico de
Tribunales), porque precisamente el asunto lo debe conocer y fallar el tribunal que está
conociendo del mismo, esto en el entendido que es competente para conocerlo.
Una excepción de este principio consiste en el caso de las visitas que decretan los
tribunales superiores, a través de sus magistrados, a los tribunales inferiores; en este caso, el
ministro visitador se puede avocar a realizar procesos pendientes para fallarlos. Sin
embargo, esto es discutible porque aquí el orden jurisdiccional no varía porque el ministros
visitador lo único que hace es sustituir a la persona que falla, pero el tribunal sigue siendo
el mismo.
9) Principio de Publicidad:
Este principio significa que las actuaciones de los tribunales son públicas, porque
son órganos públicos, de manera que no hay razón para que las actuaciones sean
reservadas o secretas, salvo ciertas excepciones (artículo 9º, Código Orgánico de
Tribunales).
Art. 9, Código Orgánico de Tribunales: “Los actos de los tribunales son públicos,
salvo las excepciones expresamente establecidas por la ley”.
Este principio significa fundamentalmente que los terceros ajenos al juicio y las
partes litigantes o interesadas pueden imponerse o tomar conocimiento de las
actuaciones judiciales.
Por otra parte, también hay que agregar que este principio implica que en ciertos
casos las actuaciones del proceso se pueden realizar frente al público. Ejemplos: el nuevo
juicio oral en materia penal, los alegatos ante los tribunales superiores (defensas orales que
se cumplen ante los tribunales superiores).
Es importante la función de los secretarios en esta materia. Dentro de la función de
los secretarios se establece que les corresponde dar conocimiento a cualquier persona
que lo solicite de los procesos que tengan archivado en sus oficinas y de todos los actos
emanados del tribunal, salvo en los casos que el procedimiento sea secreto (artículo 380,
nº 3, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 380, nº 3, Código Orgánico de Tribunales: “Es función de los secretarios dar
conocimiento a cualquiera persona que lo solicitare de los procesos que tengan
archivados en sus oficinas, y de todos los actos emanados de la Corte o juzgado,
salvo los casos en que el procedimiento deba ser secreto en virtud de una
disposición expresa de la ley;
a) En materia penal, la etapa del Sumario, que tiene el carácter de secreto por
expresa disposición del Código de Procedimiento Penal (artículo 78).
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Art. 78, Código de Procedimiento Penal: “Las actuaciones del sumario son
secretas, salvo las excepciones establecidas por la ley”.
Art. 756, Código de Procedimiento Civil: “En estos juicios podrá disponerse
que el proceso se mantenga reservado, siempre que el tribunal lo estime
conveniente”.
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auxiliares y esto ocurre cuando esa parte o interesado goza del beneficio del privilegio de
pobreza (artículo 591 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales). Es decir, en este
caso se trata de que aquella persona que no cuenta con los medios necesarios para
procurarse una defensa en juicio, la ley arbitra los medios para que esa persona pueda
acceder a los tribunales en igualdad de condiciones con aquella parte que cuenta con
los medios.
También, en esta materia, la ley establece el derecho de la asistencia judicial, vela
porque el principio se cumpla. Ejemplo: la institución del abogado de turno (se designa
mensualmente abogados tanto en lo civil como en lo penal), también están las
Corporaciones de Asistencias Judiciales (artículo 600, Código Orgánico de Tribunales). Los
abogados y procuradores de estas entidades, y los abogados y procuradores de turno
cuando actúan en tal calidad, no serán responsables del pago de las costas y demás
cargos pecuniarios a que sean condenados sus patrocinados.
La regla general en el sistema chileno es que los tribunales conozcan los asuntos en
primera instancia. Los asuntos judiciales están sometidos a una doble revisión judicial o
doble grado jurisdiccional.
En materia penal el principio es casi absoluto en el sistema antiguo (se extiende a
la mayoría de los casos).
En materia civil esto está condicionado a la cuantía (a la importancia pecuniaria
del asunto), pero también la regla general es que los asuntos se conozcan en primera
instancia, porque la única instancia está reservada a asuntos de muy baja cuantía.
Para estos efectos, para materializar el principio de la doble instancia, en Chile
existe una organización jerárquica o piramidal de los tribunales de justicia, existiendo
tribunales inferiores y superiores.
Los tribunales inferiores son los jueces letrados, en ellos descansa la competencia
de primera instancia principalmente. En cuanto a los superiores, las Cortes de Apelaciones
son los tribunales de segunda instancia por excelencia, dependiendo de ese tribunal.
El fundamento que tiene este principio es evitar en lo posible que se dicten
sentencias injustas o arbitrarias que no se ajusten a derecho, es decir, subsanar eventuales
errores que cometan los tribunales inferiores (eso se logra a través de esta doble revisión).
Esto da mayores garantías a los litigantes.
Cuando los tribunales conocen un asunto dentro de lo que se denomina
“instancia”, tendrán amplias atribuciones en cada grado jurisdiccional para conocer y
pronunciarse de todas las cuestiones que han sido planteadas en juicio de hecho y de
derecho sin limitaciones.
La instancia es el grado jurisdiccional que comprende el estudio de los puntos de
hecho y de derecho de un conflicto debatido ante un determinado tribunal.
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Esto es precisamente es lo que distingue a la instancia de la casación. En la
casación no existen estas amplias atribuciones que señalamos; la Corte tiene una
competencia limitadísima o restringida, de acuerdo a la causal que se invoque en el
juicio. La casación nunca podrá revisar los hechos, sólo puede pronunciarse sobre una
causal concreta que se esgrime.
En síntesis, el recurso de casación, en la forma o en el fondo, no son instancia, pues
en ellos sólo se examina el derecho y no los hechos sobre los cuales verse el pleito.
Son los órganos públicos que ejercen la jurisdicción en Chile, eso es lo que
caracteriza a los tribunales en Chile. Esto significa que estos tribunales tienen las
atribuciones suficientes para conocer de las causas civiles y criminales, para juzgarlas y
para hacer ejecutar lo juzgado.
Es importante tener presente dos cosas:
- En lo que se refiere al órgano jurisdiccional en sí (al órgano de que se trata).
- Otra cosa distinta es el magistrado o los magistrados (si es unipersonal o
colegiado).
Cuando se trata de incompetencia del tribunal, en ese caso hay que cambiar al
órgano jurisdiccional (va a conocer el asunto otro tribunal).
1) La más importante es la que emana del artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales,
y se realiza considerando la materia o asuntos que los tribunales conocen, los tribunales se
pueden clasificar en tribunales ordinarios, especiales y arbitrales.
A. Tribunales Ordinarios: Son aquellos que constituyen la regla general del sistema
judicial de Chile. Lo normal es que haya un tribunal ordinario.
Lo que caracteriza aun tribunal ordinario para darle este carácter y que
hace que distinga de los demás fundamentalmente son los siguientes aspectos:
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independiente de su materia o de las personas que intervengan, y esto en el
entendido incluso que no exista un tribunal establecido en forma expresa para
conocer de un asunto (si la ley nada dice significa que va a ser competente
para conocer un asunto un tribunal ordinario).
o La Corte Suprema.
o Las Cortes de Apelaciones.
o Un ministro de la Corte de Apelaciones.
o Un ministro de la Corte Suprema.
o El presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago.
o El presidente de la Corte Suprema.
o Los juzgados de letras.
o Los tribunales de juicio oral en lo penal.
o Los juzgados de garantía.
• Se rigen en cada caso por las respectivas leyes especiales, las que le señalan
sus atribuciones y competencias. Ejemplo: los juzgados de letras de menores se
rigen por la Ley de Menores 16.618, los juzgados de letras del trabajo se rigen
por las normas del Código del Trabajo, los tribunales militares en tiempo de paz
se rigen por el Código de Justicia Militar y los Juzgados de Policía Local se rigen
por la ley 15.231 sobre las atribuciones de estos juzgados, y por la ley 16.287 que
establece el procedimiento de los juzgados de policía local.
Esto significa que por tratarse de leyes especiales, estas son las leyes
que priman, de manera que estos tribunales deben regirse por estos estatutos.
A estos tribunales especiales se les aplicarán supletoriamente las normas
del Código Orgánico de Tribunales en todos aquellos casos no regulados en las
leyes especiales o en los cuerpos legales que los regulan.
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Otro grupo de Tribunales Especiales no forman parte del Poder Judicial e
igualmente se rigen por sus leyes especiales. Estos son, por ejemplo, los Juzgados
de Policía Local, los Tribunales Militares en tiempo de guerra, etc.
B. Tribunales Colegiados: Son aquellos que están formados por varios magistrados. El
funcionario que ejerce en un tribunal colegiado se denomina ministro. Ejemplo: la
Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones.
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3) Atendiendo si el fallo que el tribunal va a dictar se fundamenta o no en derecho, se
distingue entre tribunales de derecho y tribunales de equidad (esta última no es una
clasificación propiamente tal de los tribunales)
B. Tribunal de Equidad: Es aquel que no falla con arreglo a derecho, no aplica la ley
en la sentencia sino que se ajusta a criterios de equidad. Ejemplo: en el caso de los
árbitros arbitradores.
Dentro de los tribunales inferiores encontramos a los jueces de letras. Por otro lado,
tiene el carácter de tribunales superiores la Corte Suprema y las Cortes de Apelaciones.
Esta es una clasificación tiene importancia en la procedencia de los recursos,
porque lo normal es que si en un juicio se deduce un recurso procesal (ejemplo: recurso
de protección), ese recurso lo normal es que lo conozca un tribunal superior y no el mismo
tribunal que conoce de las resoluciones. Los recursos tienen por finalidad enmendar
“agravios” (total o parcial).
También tiene importancia esta clasificación para los efectos disciplinarios,
específicamente para hacer efectiva la responsabilidad disciplinaria y aplicar las
sanciones. En virtud de esto, los tribunales superiores tienen atribuciones disciplinarias por
sobre los inferiores.
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6) Considerando el tiempo en que los jueces de estos tribunales van a cumplir sus
funciones, tenemos jueces perpetuos y jueces temporales.
A. Tribunales Perpetuos: Son aquellos tribunales que ejercen sus funciones en forma
indefinida y se puede decir que no tienen plazo, es decir no están limitados en el
tiempo. Este tipo de tribunales constituye la regla general en Chile.
I. JUZGADOS DE LETRAS:
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- Son tribunales perpetuos, el cargo de juez de letras tiene el carácter de perpetuo,
lo que equivale a decir que no se desempeña por un tiempo determinado.
- Estos tribunales tienen el carácter de permanente, han sido establecidos para
funcionar en forma continua, se hallan o no suscitados los asuntos en que debe
intervenir.
- Son remunerados por el Estado.
En esta materia, nos referimos a analizar qué personas son las que conforman el
tribunal (juzgado de letras).
a) Juez de Letras:
Art. 75, inciso 7º, CPE: “Los jueces letrados serán designados por el Presidente de la
República, a propuesta en terna de la Corte de Apelaciones de la jurisdicción
respectiva”.
b) Secretario:
Art. 379, Código Orgánico de Tribunales: “Los secretarios de las Cortes y juzgados,
son ministros de fe pública encargados de autorizar, salvo las excepciones legales,
todas las providencias, despachos y actos emanados de aquellas autoridades, y
de custodiar los procesos y todos los documentos y papeles que sean presentados
a la Corte o juzgado en que cada uno de ellos debe prestar sus servicios”.
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Además, estos secretarios tienen otras funciones, establecidas en el artículo 380 del
Código Orgánico de Tribunales. Entre las más importantes se destacan:
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Juzgados de letras de comuna o agrupación de comunas: Ejemplo:
juzgado de letras de Tomé.
Aquí se analiza la competencia actual con las modificaciones que indica la ley y
la competencia que existe en la mayoría de los juzgados del país.
Los juzgados de letras conocen o pueden conocer de toda clase de asuntos, ya
sean civiles contenciosos, penales y no contenciosos, porque tienen la plenitud de la
competencia en primera instancia y excepcionalmente en única instancia.
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o De las causas civiles y de comercio, cuya cuantía sea inferior a 10 Unidades
Tributarias Mensuales, cuando en ellas tengan interés o sean parte las
personas que tengan “fuero menor”, señaladas en el artículo 45 nº 2 letra
g, Código Orgánico de Tribunales (los Comandantes en Jefe del Ejercito,
de la Armada y de la Fuerza Aérea; el General Director de Carabineros; los
Ministros de la Corte Suprema o de alguna Corte de Apelaciones; los
Fiscales de estos tribunales; los jueces letrados, etc.).
B) Competencia en los asuntos judiciales no contenciosos: Aquí los jueces letrados tienen
la plenitud de la competencia.
Los jueces letrados conocen de todos los actos judiciales no contenciosos,
cualquiera que sea la cuantía de los mismos y cualquiera sea la calidad de los interesados
(el fuero no se considera), salvo lo relativo al nombramiento de curador ad litem,
dispuesto en el artículo 494 del Código Civil (artículo 45, nº 2, letra c, Código Orgánico de
Tribunales).
o De las causas por crimen o simple delito, salvo del juzgamiento de los
delitos de vagancia y mendicidad cometidos fuera de los límites urbanos
de la ciudad, cuyo conocimiento corresponde a los Juzgados de Policía
Local (artículo 45, nº 2, letra d, Código Orgánico de Tribunales).
- De ciertas causas criminales en que sean parte o tengan interés un juez de letras
de una comuna o agrupación de comunas que correspondan a la jurisdicción de
esa misma Corte de Apelaciones (artículo 46, Código Orgánico de Tribunales).
Ejemplo: si un juez de Tomé comete un delito, eso lo va a conocer un juez de letras
de Concepción.
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Aquí hay que hacer una distinción según si el Fisco actúa como
demandante o como demandado:
- De los asuntos no contenciosos en que el Fisco tenga interés (artículo 48, inciso
final, Código Orgánico de Tribunales).
o En primer lugar está el Ministro, vale decir cambia la figura del juez en los
juzgados de letras por la del ministro en estos tribunales accidentales.
o También hay un Secretario. En este caso, el secretario va a ser el mismo
ministro de Fe de la Corte a la cual pertenece el ministro.
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o También cuenta con Personal de Secretaría, que son los mismos
funcionarios subalternos de la Corte.
Estos tribunales ¿cómo llegan a conocer una vez que se han promovido, al no
estar designados de antemano?. En cuanto a la designación de estos tribunales hay que
distinguir:
a. De las causas por los delitos contra la Seguridad Interior del Estado a que se refiere
la Ley No. 6.026, de 12 de febrero de 1937, cuando dichos delitos sean cometidos
exclusivamente por civiles (artículo 50, nº 1, Código Orgánico de Tribunales
antiguo). Eliminado por la Ley 19.665.
b. De las causas civiles y criminales por crímenes o simples delitos en que sean parte o
tengan interés determinadas personas que indica la ley (los que tienen el Fuero
Mayor, por ejemplo: el Presidente de la República, los ex Presidentes de la
República, los Ministros de Estado, los Intendentes y Gobernadores, etc.). Estos
casos en principio debieran ser conocidos por un juez letrado (artículo 50, nº 2,
Código Orgánico de Tribunales.
* La competencia criminal en esta materia desaparecerá con motivo de la
reforma procesal penal.
c. De las causas por delitos comunes en que sean parte o tengan interés los
miembros de la Corte Suprema, los de las Cortes de Apelaciones, los fiscales de
estos tribunales y los jueces letrados de las ciudades de asiento de las Cortes de
Apelaciones (artículo 50, nº 3, Código Orgánico de Tribunales). Eliminado por Ley
19.665.
d. De las demandas civiles que se entablen contra los jueces de letras para hacer
efectiva su responsabilidad civil resultante del ejercicio de sus funciones
ministeriales (artículo 50, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).
e. De los demás asuntos que otras leyes le encomienden (artículo 50, nº 5, Código
Orgánico de Tribunales). Ejemplo: Ley 17.997 sobre Tribunal Constitucional.
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2) Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago (artículo 51):
b. De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros de la Corte
Suprema o contra su fiscal para hacer efectiva su responsabilidad por actos
cometidos en el desempeño de sus funciones (artículo 51, nº 2, Código Orgánico
de Tribunales).
a. De las causas a que se refiere el artículo 23 de la Ley No. 12.033. Esta se refiere a
causas en que sea parte la Corporación y empresas adheridas de venta de salitre
y yodo en Chile (artículo 52, nº 1, Código Orgánico de Tribunales).
b. De los delitos de jurisdicción de los tribunales chilenos cuando puedan afectar las
relaciones internacionales de la República con otro Estado (artículo 52, nº 2,
Código Orgánico de Tribunales).
d. De los demás asuntos que otras leyes le encomienden (artículo 52, nº 4, Código
Orgánico de Tribunales).
b. De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros o fiscales
judiciales de las Cortes de Apelaciones para hacer efectiva su responsabilidad por
actos cometidos en el desempeño de sus funciones ministeriales (artículo 53, nº 2,
Código Orgánico de Tribunales).
c. De las causas de presas y demás que deban juzgarse con arreglo al Derecho
Internacional. Por ejemplo, se puede originar por situaciones de guerra, se da en
arrestamientos en el mar, etc. (artículo 53, nº 3, Código Orgánico de Tribunales).
Presa marítima es el derecho de los beligerantes en cualquier parte del mar
no sometido a la jurisdicción de un Estado neutral para apresar las embarcaciones
mercantes que enarbolen el pabellón enemigo, así como las mercaderías que
estén cargadas y que sean también de propiedad del enemigo.
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d. De los demás asuntos que otras leyes entreguen a su conocimiento (artículo 53, nº
4, Código Orgánico de Tribunales).
a) Presidente:
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Este presidente tiene importantes funciones que cumplir dentro del tribunal
(artículo 90, Código Orgánico de Tribunales). Entre las más relevantes podemos
mencionar:
o Le corresponde presidir el respectivo tribunal en todas sus reuniones públicas
(artículo 90, nº 1, Código Orgánico de Tribunales).
En ausencia del Presidente de una Corte de Apelaciones, hará sus veces el ministro
más antiguo de los que se encontraren actualmente reunidos en la sala del tribunal
(artículo 91, Código Orgánico de Tribunales).
Si las Cortes de Apelaciones cuentan con varias salas, independientemente del
Presidente del Tribunal cada sala tiene también un presidente (artículo 92, Código
Orgánico de Tribunales), que le corresponde al ministro más antiguo que la integra.
b) Los Ministros:
Los ministros son los magistrados que integran la Corte de Apelaciones (artículo 57,
inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales) a los cuales les corresponde el ejercicio de las
funciones jurisdiccionales dentro del tribunal.
Cada Corte de Apelaciones tiene un número variable de ministros de acuerdo a lo
que la ley en cada caso determine (artículo 56, Código Orgánico de Tribunales). Entre los
ministros se incluye al Presidente, porque es un ministro de Corte.
Según el artículo 56 del Código Orgánico de Tribunales, las Cortes de Apelaciones
se compondrán del número de miembros que a continuación se indica:
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El mínimo ministros que tiene una Corte es cuatro, según esta misma disposición, y
el máximo es de 25, que corresponde a la Corte de Apelaciones de Santiago.
Los ministros son nombrados por el Presidente de la República a propuesta en terna
de la Corte Suprema (artículo 75, CPE) y se mantienen en sus cargos mientras observen el
buen comportamiento exigido por el legislador. Cada ministro tiene su rango o escalafón
(artículo 57, inciso 2º, parte final, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 59, Código Orgánico de Tribunales: “Cada Corte de Apelaciones tendrá dos
relatores. Las Cortes de Apelaciones de Arica, Antofagasta, La Serena, Rancagua,
Talca, Temuco y Valdivia tendrán cuatro relatores; las Cortés de Apelaciones de
Valparaíso y Concepción tendrán ocho relatores; la Corte de Apelaciones de San
Miguel tendrá diez relatores, y la Corte de Apelaciones de Santiago tendrá
dieciocho relatores”.
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e) Secretario (artículos 379 y siguientes):
La regla general es que cada Corte de Apelaciones tenga un solo secretario. Pero
tratándose de la Corte de Apelaciones de San Miguel y de Santiago tienen más, 2 y 3
respectivamente. La propia Carta regula las acciones de cada Secretario (artículo 60,
Código Orgánico de Tribunales).
Cada Corte tiene un número variable de personal subalterno y que cumple con la
misión de colaborar con las funciones propias del tribunal (de los ministros y del secretario).
a) En forma ordinaria:
Este es el funcionamiento habitual que tiene lugar en todos aquellos casos en que
la Corte funciona con el mismo número de salas que la ley le indica. Esto según lo que
señala el artículo 61 del Código Orgánico de Tribunales. Este funcionamiento ordinario
puede ser: en pleno o en sala.
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El funcionamiento en pleno es excepcional (lo normal es que funcione en
salas), se hace exclusivamente para conocer de ciertos asuntos que por
excepción la ley se la entrega al pleno para que sean resueltos (artículo 66, inciso
1º, Código Orgánico de Tribunales). La regla general es que la Corte funcione en
salas.
Art. 66, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “El conocimiento de todos
los asuntos entregados a la competencia de las Cortes de Apelaciones
pertenecerá a las salas en que estén divididas, a menos que la ley
disponga expresamente que deban conocer de ellos en pleno.
El artículo 66, inciso 4º, indica los casos de excepción en que el tribunal
debe funcionar en pleno. Estos casos son:
En aquellas Cortes que tienen cuatro ministros (funcionan en una sola sala),
desde el punto de vista externo, es difícil determinar se está funcionando en pleno
o en sala, pero jurídicamente es importante determinar uno y otro procedimiento.
101
sorteo correspondiente se efectuará el último día hábil de enero de cada año
(artículo 61, Código Orgánico de Tribunales).
Si una sala no tiene a todos sus ministros titulares, en este caso el Presidente
debe llamar a integrar a otros funcionarios, pero la sala tiene que tener a lo menos
un ministro titular para poder funcionar. Debe haber al menos un ministro titular,
seguidamente se llamará a integrar la sala al fiscal judicial y seguidamente a los
abogados integrantes hasta confeccionar el mínimo de tres (artículo 215, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
b) En forma extraordinaria:
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salas-, que por este motivo se denominará “sala tramitadora” (artículo 70, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales), a menos que el asunto se encuentre radicado en alguna
de las otras salas del tribunal, en cuyo caso será esa misma sala la que tramite.
Art. 70, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La tramitación de los asuntos
entregados a las Cortes de Apelaciones corresponderá, en aquellas que se
compongan de más de una sala, a la primera”.
¿Quién debe firmar las resoluciones judiciales en una Corte?. Para determinar si la
resolución debe ser firmada por todos los ministros o por uno solo de ellos hay que
distinguir según sea la clase o materia de la resolución judicial (artículo 70, Código
Orgánico de Tribunales):
Se entiende por “providencia de mera substanciación” las que tienen por objeto
dar curso progresivo a los autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre
partes (artículo 70, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales). En las Cortes de Apelaciones
las resoluciones de mero trámite las dicta la sala tramitadora.
El fallo de segunda instancia debe tener las firmas de todos los ministros de la
Corte.
Art. 68, Código Orgánico de Tribunales: “Las Cortes de Apelaciones resolverán los
asuntos en cuenta o previa vista de ellos, según corresponda”.
Esto está referido a si la Corte de Apelaciones debe conocer el asunto con o sin
formalidades, porque el conocimiento en cuenta es un conocimiento informal, en cambio
el conocimiento previa vista de la causa es formal (hay que cumplir con una serie de
formalidades). En este último caso tienen derecho a intervenir los abogados, en cambio
en el conocimiento en cuenta no tienen derecho a intervenir los abogados.
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B) Conocimiento “previa vista de la causa”:
Esta vista de la causa está conformada por una serie de trámites o formalidades
que deben cumplirse. Este conjunto de actuaciones son las siguientes:
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Si la Corte de Apelaciones consta de varias salas se confeccionarán tantas tablas
como salas que tenga esa Corte (artículo 69, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 69, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: En las Cortes de Apelaciones que
consten de más de una sala se formarán tantas tablas cuantas sea el número de
salas y se distribuirán entre ellas por sorteo, en audiencia pública.
A estas tablas se van a incluir todas aquellas causas que estén en “estado de
relación” y que hayan sido sorteadas.
La Tabla debe contener algunas menciones o requisitos. Aquí debemos distinguir
entre las menciones o requisitos esenciales y no esenciales:
i. Las Menciones Esenciales son aquellas que nunca deben faltar en una tabla, son
las menciones mínimas que necesita el abogado para defender su causa (artículo
163, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Estas menciones esenciales son las siguientes:
ii. Las Menciones No Esenciales son aquellas cuya omisión no produce ninguna
consecuencia, toda vez que la ley no las exige. Estas menciones agregan otros
datos de la causa, que son:
a) El asunto tiene que estar en “estado de relación” (certificado que está en estado
de relación, cada proceso tiene que contar con este certificado).
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b) Se van a incluir o figurarán en la tabla las causas a medida que van quedando en
estado de relación y tan pronto tan pronto como estuvieren en ese estado y de
acuerdo con las fechas en que van quedando en ese estado (se incluirá las que
quedaron primero y así sucesivamente).
Esto es así a no ser que la causa tenga lo que se llama “goce de
preferencia”. Si la causa goza de preferencia no se va a respetar ese orden
señalado. Esta Preferencia puede ser de dos tipos: una general y una especial.
el recurso de amparo
el recurso de protección
otros asuntos que la ley indica (apelaciones acerca del auto de
procesamiento, apelaciones relativas a la libertad provisional, etc.).
¿Para qué día se agregan estas causas?. Una vez que quedan en
estado de figurar en tabla serán agregadas a la mayor brevedad,
normalmente es al día hábil siguiente, e incluso pueden llegar a ser agregadas
el mismo día que quedó en estado. Así, por ejemplo: el recurso de protección
(normalmente al día subsiguiente hábil), la aprobación del auto de
procesamiento (cinco días máximo para agregar la causa a la tabla).
3) El Anuncio:
Art. 163, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Esta tabla se fijará en lugar
visible, y antes de que comience a tratar cada negocio, lo anunciará el tribunal,
haciendo colocar al efecto en lugar conveniente el respectivo número de orden,
el cual se mantendrá fijo hasta que se pase a otro asunto”.
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De todas las causas que figuran en la tabla no todas se ven en la oportunidad que
se indica en la tabla, de manera que solamente se anuncian aquellas causas que
efectivamente se van a ver. Las otras causas que por cualquier motivo no se pudieran ver
(por petición de suspensión, por inhabilitación de algún ministro, por falta de tiempo)
serán anunciadas aparte, el relator las anuncia antes de comenzar la relación de las
demás, para que los abogados lo sepan y en un papel aparte (artículo 222, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil).
Art. 222, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Las causas que se ordene
tramitar, las suspendidas y las que por cualquier motivo no hayan de verse, serán
anunciadas en la tabla antes de comenzar la relación de las demás. Asimismo, en
esa oportunidad deberán señalarse aquellas causas que no se verán durante la
audiencia, por falta de tiempo. La audiencia se prorrogará, si fuere necesario,
hasta ver la última de las causas que resten en la tabla”.
4) La Relación:
5) Los Alegatos:
Los Alegatos son defensas verbales (orales) que se formulan ante los Tribunales
Colegiados de los derechos de alguna de las partes.
La ley señala que sólo pueden que realizar estas defensas orales en una Corte los
abogados habilitados para el ejercicio de la profesión, o bien, por excepción, se permite
que puedan hacerlo aquellos postulantes que estén haciendo su práctica para obtener el
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título de abogado en las Corporaciones de Asistencia Judicial (artículo 527, Código
Orgánico de Tribunales).
b) Estos abogados que se anunciaron para formular los alegatos (y no otros) tienen
derecho a asistir a la relación y para estos abogados constituye una obligación
hacerlo (obligación de asistir a la relación y alegar).
Esta relación dura todo el tiempo que sea necesario, no se establece
tiempo o plazo, para que la Corte quede debidamente ilustrada.
d) Los abogados tienen derecho durante esta audiencia, una vez que ha concluido
su alegato, a rectificar “errores de hecho” (nunca de derecho, porque para eso
ya alegó) que observen de la parte contraria, naturalmente sin interrumpir al otro.
e) En cuanto a la forma del alegato, éstos son verbales siempre, eso significa que se
prohíbe presentar defensas escritas y se prohíbe, además, leer en los alegatos, sin
perjuicio que el abogado pueda llevar una minuta del alegato, pero tampoco de
puede leer dicha minuta (artículo 226, Código de Procedimiento Civil).
g) La ley establece una sanción para aquellos abogados que se anunciaron para
alegar o para oír la relación y no lo hicieron. Esta sanción la realiza la misma Corte
(artículo 223, inciso final, Código de Procedimiento Civil), para estos efectos la ley
108
establece una multa que fluctúa entre 1 y 5 UTM, la que se duplicará en caso de
reiteración de la falta dentro de un mismo año calendario.
La multa tiene que ser efectivamente pagada por el abogado sancionado
para que éste pueda volver a alegar en esa Corte.
Tanto en aquellos asuntos sencillos como en los asuntos urgentes la Corte tendrá
que adoptar las resoluciones de inmediato. Por el contrario, si el asunto no reviste urgencia
y también si es complejo, en ese caso no se resolverá de inmediato.
En esta etapa los ministros pueden requerir de un mayor estudio individual para
fallar.
En cualquiera de los dos casos, como el tribunal es colegiado, para adoptar una
decisión (para dictar resolución en el asunto) es necesario que exista “acuerdo” entre los
miembros del tribunal. En la práctica se suele decir que una causa ha quedado en
acuerdo precisamente cuando la decisión no se toma de inmediato.
En esta materia la norma que rige es la del artículo que rige es el 63 del Código
Orgánico de Tribunales.
Las Cortes de Apelaciones fundamentalmente tienen competencia para conocer
de las apelaciones, tal como lo indica su nombre. De manera que, por regla general, la
competencia de estos tribunales es fundamentalmente de segunda instancia, como
superior jerárquico de los Juzgados de Letras que tienen la competencia de primera
instancia.
También la Corte de Apelaciones puede conocer de asuntos judiciales en otras
instancias -ciertos asuntos que conoce no por la vía del recurso de apelación-, entonces
se suele clasificar la competencia de una Corte de Apelaciones y se distingue en:
109
- Competencia en primera instancia (asuntos que la Corte va a conocer de los
mismos en primera instancia). Si la Corte de Apelaciones tiene esta competencia
de primera instancia, le corresponde la segunda instancia a la Corte Suprema.
- Competencia en segunda instancia, que es la regla general.
- Competencia por vía de consulta.
110
g. De los recursos de nulidad (de acuerdo a la ley 19.708 de enero de 2001) creados
a propósito o para los efectos de la nueva reforma procesal penal. El recurso de
nulidad se deduce en contra de los asuntos penales de acuerdo a la nueva ley (el
antiguo Código de Procedimiento Penal no rige).
b. De los recursos de protección, que tiene por objeto cautelar las otras garantías
indicadas (no la anteriormente señaladas) que la Constitución asegura a todos los
individuos (artículo 63, nº 4, letra b, Código Orgánico de Tribunales).
d. De los juicios de amovilidad dictados contra los jueces de letra (artículo 63, nº 4,
letra c, Código Orgánico de Tribunales).
Esta es la regla general en las Cortes de Apelaciones. Esta competencia, tal como
indica el nombre de estos tribunales, está referida al conocimiento de los recursos de
apelación.
Los distintos casos de apelaciones que puede conocer una Corte de Apelaciones
son:
c. Apelaciones que se deducen en contra de las resoluciones que dicten los jueces
de policía local de la misma jurisdicción de la Corte en aquellos casos que la ley
establezca ese recurso, porque no siempre procede.
111
d. Apelaciones deducidas en causas laborales y de menores dictadas por juzgados
de letras del trabajo y juzgados de letras de menores respectivamente, de la
misma jurisdicción de la Corte.
Los ACUERDOS no son otra cosa que las discusiones de carácter privado de los
miembros del tribunal colegiado respecto del asunto judicial sometido a su conocimiento
y específicamente tendiente a obtener el fallo o resolución del mismo.
Estos acuerdos son privados, son deliberaciones donde no están presentes los
abogados de las partes. Los abogados salen de la sala una vez terminados los alegatos.
Desde el punto de vista legal, hay acuerdo para adoptar un fallo (cuando
terminan las deliberaciones) cuando existe mayoría legal de votos sobre la parte
resolutiva de la sentencia y al menos sobre uno de sus fundamentos (artículo 85, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
Art. 85, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Se entenderá terminado el
acuerdo cuando se obtenga mayoría legal sobre la parte resolutiva del fallo y
sobre un fundamento, a lo menos, en apoyo de cada uno de los puntos que dicho
fallo comprenda”.
En una Corte de Apelaciones las resoluciones tienen que adoptarse por mayoría,
los ministros deben deliberar. La “Mayoría Legal” existe cuando hay mayoría absoluta de
votos conformes de miembros del tribunal que concurrieron a la vista de la causa, sin
perjuicio que la ley establezca una mayoría distinta.
Estos acuerdos son secretos, no pueden estar presentes las partes. Esta norma es sin
perjuicio de que la Corte pueda llamar a los relatores u otros funcionarios. En estas
112
deliberaciones los ministros pueden llamar a los relatores o a cualquier funcionario del
orden judicial que estime pertinente (artículo 81, Código Orgánico de Tribunales).
¿Quiénes toman parte en los acuerdos?. Deben tomar el acuerdo todos los
miembros que concurrieron a la vista de la causa (artículo 76, Código Orgánico de
Tribunales). La ley establece una obligación a los relatores en esta materia y que es dejar
constancia en el expediente de que ministros estuvieron presentes (artículo 372, inciso 5º,
Código Orgánico de Tribunales).
Excepcionalmente puede ocurrir que sea necesaria una nueva vista de la causa. Si
no se falla de inmediato (si no hay decisión por algún motivo) eso da origen a una nueva
vista de la causa. Va a suceder esto cuando ocurran ciertos hechos entre el término de la
vista de la causa y el acuerdo, y se refieren a hechos que impiden adoptar el acuerdo.
Ejemplo: el fallecimiento de algún ministro, o destitución de algún ministro, etc.
Art. 89, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “En los autos y sentencias
definitivas e interlocutorias de los tribunales colegiados, se expresará nominalmente
qué miembros han concurrido con su voto a formar sentencia y qué miembros han
sostenido opinión contraria”.
Estos acuerdos se adoptan en todos los casos, ya sea que se falle de inmediato, o
ya sea que se falle con posterioridad.
En la práctica se dice que una causa queda en acuerdo cuando no se falla de
inmediato. Dependiendo de la complejidad del asunto y de la urgencia se falla o no de
inmediato. Si es urgente se falla de inmediato (ejemplo: asuntos penales, recurso de
amparo) al igual que aquellos asuntos sencillos. Se va a dilatar la decisión en aquellos
asuntos complejos, aquí se aplica el artículo 82 del Código Orgánico de Tribunales.
IV. LA CORTE SUPREMA
113
En cuanto a sus características, la Corte Suprema es:
c) Le corresponde velar por la correcta y uniforme aplicación de las leyes por parte
de los tribunales, para cuyo efecto tiene competencia exclusiva para conocer de
los recursos de casación en el fondo, si los demás tribunales aplican mal la ley al
dictar el fallo, la Corte Suprema puede invalidar la sentencia (artículo 79, inciso 2º,
CPE).
d) Le corresponde velar por las garantías constitucionales para cuyo efecto conoce
de los recursos de protección.
f) Además, la Corte Suprema tiene otras obligaciones que le imponen las leyes.
Ejemplos: dar cuenta al Presidente de la República de las dudas y dificultades que
les hayan ocurrido en la inteligencia, aplicación de las leyes y vacíos que noten en
ellas (artículo 5º, Código Civil; y artículo 102, inciso 4º, Código Orgánico de
Tribunales).
La Corte Suprema debe informar al Presidente de la República y emitir
dictámenes respecto de cualquier punto sobre la administración de justicia,
siempre y cuando esa consulta no diga relación con un proceso en trámite.
Le corresponde, además, conferir los títulos de abogado (artículos 521 y
522, Código Orgánico de Tribunales) en audiencia pública y por el pleno de
ministros de la Corte Suprema.
114
* Organización de la Corte Suprema:
b) Los Ministros:
Art. 283, Código Orgánico de Tribunales: “Para proveer el cargo de ministro o fiscal
judicial de la Corte Suprema, este tribunal enviará al Presidente de la República
una lista de cinco personas, en la que deberá figurar el ministro más antiguo de
Corte de Apelaciones que esté en lista de méritos. Los otros cuatro lugares se
llenarán conforme a lo establecido en el inciso primero del artículo 281. Ello no
obstante, podrán integrar la quina abogados extraños a la Administración de
Justicia, elegidos por méritos”.
c) Fiscal Judicial:
115
Este Fiscal, en los casos en que interviene, lo hace principalmente evacuando
informes en relación a los asuntos judiciales a la Corte.
De este Fiscal dependen el resto de los fiscales judiciales del país (de las Cortes de
Apelaciones).
d) Los Relatores:
Cumplen exactamente la misma función que hacen los relatores de las Cortes de
Apelaciones, que es la de informar a la Corte de los asuntos que deben conocer
considerando que es un tribunal colegiado. Hace lo que se llama la “relación” de los
procesos. La Corte Suprema consta de ocho relatores.
e) Secretario:
f) Pro-secretario:
g) Personal de Secretaría:
116
en la Cortes de Apelaciones donde conocen indistintamente, cualquiera de sus salas, de
todas las materias que sean de competencia de la Corte.
Es aquel que ocurre cuando la Corte Suprema funciona dividida en cuatro salas
especializadas, las que se distribuyen de la siguiente manera:
En este caso la Corte Suprema hace una nueva distribución de los asuntos entre las
cuatro salas, manteniendo en general las mismas materias del funcionamiento ordinario,
salvo los asuntos laborales que se le entregan a la Cuarta Sala, asuntos que antes
pertenecían a la Primera Sala (en el funcionamiento ordinario).
Todo esto sin perjuicio de entregarle a todas las salas del tribunal el conocimiento
del recurso de protección, tanto para el funcionamiento ordinario como para el
funcionamiento extraordinario. Esto porque los recursos de protección han proliferado de
tal manera que la Tercera Sala se ha visto recargada para conocer de todos esos recursos
que se deducen ante la Corte Suprema, por lo tanto, se distribuyó en todas sus salas para
que sea equitativo. Esto se ha hecho sin alterar en su esencia la especialidad de la sala
Corresponderá a la propia Corte Suprema mediante auto acordado, establecer
cada dos años las materias que conocerán cada una de sus salas, esto tanto para el
funcionamiento ordinario como en el extraordinario, según lo que dispone el artículo 99
del Código Orgánico de Tribunales. El último auto acordado que está rigiendo en esta
materia es el auto acordado del 27 de marzo de 2000 (publicado en el Diario Oficial el 14
de abril de 2000).
La ley permite previamente que la misma Corte Suprema, siempre mediante auto
acordado, pueda modificar la distribución de las materias de que conoce entre las
distintas salas (artículo 99, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
La propia Corte Suprema, también mediante auto acordado, debe establecer la
distribución de sus ministros entre las distintas salas especializadas, tanto en el
funcionamiento ordinario como en el extraordinario (artículo 95, inciso 5º, Código
Orgánico de Tribunales). La distribución de ministros que se efectúe debe permanecer
invariable por un período de, a lo menos, dos años.
Lo otro novedoso es que el Presidente de la Corte Suprema puede integrar
cualquiera de las salas, a diferencia del Presidente de la Corte de Apelaciones que se
117
integra a la Primera Sala. La integración a las salas del Presidente de la Corte será
facultativa (artículo 95, inciso 6º, Código Orgánico de Tribunales).
Cada sala en que se divida la Corte Suprema será presidida por el ministro más
antiguo, cuando no esté presente el Presidente de la Corte.
El quórum para que la Corte funcione en sala es de al menos de cinco ministros. En
este sentido hay otra novedad en relación a la Corte de Apelaciones porque la ley señala
que las salas de la Corte Suprema no pueden funcionar con abogados integrantes, de lo
que se deduce que debe funcionar con ministros del propio tribunal (artículo 218, inciso 2º;
y artículo 95, inciso 4º, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 218, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Las salas de la Corte Suprema
no podrán funcionar con mayoría de abogados integrantes, tanto en su
funcionamiento ordinario como en el extraordinario”.
Aquí hay que distinguir entre la competencia que le corresponde al tribunal pleno
y aquella que le corresponde a las salas.
118
Según el artículo 98 del Código Orgánico de Tribunales, las salas de la Corte
Suprema conocerán, entre otras materias, las siguientes:
- De las apelaciones deducidas contra las sentencias dictadas por las Cortes de
Apelaciones en los recursos de amparo y de protección.
Aquí tenemos que la Corte Suprema puede conocer y resolver los asuntos en
cuenta o previa vista de la causa. Así se desprende del artículo 105 del Código Orgánico
de Tribunales.
119
En este caso, se aplican las mismas normas que rigen en las Cortes de Apelaciones;
es decir, para determinar qué asuntos se conocen en cuenta y qué asuntos se conocen
previa vista de la causa, hay que atender a la naturaleza del asunto judicial de que se
trata.
Art. 14, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los juzgados de garantía estarán
conformados por uno o más jueces con competencia en un mismo territorio
jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos sometidos a su
conocimiento”.
Estos tribunales tienen por finalidad fundamental asegurar y proteger los derechos
de aquellas personas que intervienen en un proceso penal de acuerdo con el nuevo
Código Procesal Penal, de manera que estas funciones que tienen los tribunales la van a
realizar durante la investigación de los hechos que está a cargo del Ministerio Público, que
es la novedad fundamental del nuevo proceso penal.
El Ministerio Público es un organismo cuya función es dirigir en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, y no ejerce funciones jurisdiccionales.
Las características más importantes que presentan estos juzgados de garantía son
las siguientes:
120
- Son tribunales ordinarios, porque está regulados por el Código Orgánico de
Tribunales (su estatuto jurídico es el Código Orgánico de Tribunales).
- Son tribunales unipersonales, pero que tiene composición múltiple. Eso quiere decir
que cada tribunal está compuesto por un número variable de jueces (artículo 16,
Código Orgánico de Tribunales). Cada uno de estos jueces detenta la plenitud de
la jurisdicción en forma independiente.
- Se trata de tribunales de derecho, es decir, resuelven conforme a la ley.
- Son tribunales letrados.
- Su competencia es de primera instancia.
- Son tribunales inferiores.
- Son tribunales permanentes, han sido establecidos para funcionar en forma
continua.
e. Conocer y resolver de los demás asuntos que las leyes les encomienden.
Estos juzgados de garantía tendrán el número de jueces variable que indica la ley
(artículo 16, Código Orgánico de Tribunales).
121
La forma de distribuir los asuntos o causas entre estos jueces de los juzgados de
garantías es de la siguiente manera: si hay varios jueces se hace de acuerdo a un
procedimiento objetivo y general, que según la ley debe ser anualmente aprobado por
un comité de jueces del juzgado.
Este “comité de jueces” no es otra cosa que una reunión de jueces del tribunal,
validos tanto para los juzgados de garantía como para los tribunales orales en lo penal.
Este comité de jueces existe en aquellos tribunales en que existan tres o más jueces.
Al comité de jueces de los tribunales de garantía les corresponde conocer de las
materias que indica la ley (artículo 23, Código Orgánico de Tribunales). Ejemplo: además
de asignar las causas, debe designar el personal del juzgado o tribunal, a propuesta en
terna del administrador, etc.
122
* Competencia de los Tribunales Orales en lo Penal:
c. Resolver sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados que hayan sido
puestos a disposición de estos tribunales.
* Concepto de Tribunales Arbitrales: La ley lo define en el artículo 222 y dice que se llaman
árbitros los jueces nombrados por las partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para la
resolución de un asunto litigioso.
El concepto nos está indicando algo importante, distinto del resto de los otros
tribunales y es que deben ser nombrados de una forma especial (distinto de los otros
tribunales, salvo en alguna medida en el caso de los tribunales accidentales). Cada
árbitro tenemos que nombrarlo para cada caso en particular que sea necesario, o que se
le entregue al conocimiento de estos tribunales.
Los árbitros no están establecidos de antemano, hay que nombrar al tribunal para
cada caso concreto.
La ley dice que pueden ser nombrados por las partes o, en su defecto, por la
autoridad judicial en subsidio. Por lo tanto, debe imperar la voluntad de las partes, y si las
partes nombran al árbitro hay que respetar esa voluntad.
Podría ocurrir en ciertos que las partes, debiendo nombrar a un árbitro, no lo
hagan (esto suele pasar en la práctica). En este caso concreto, el árbitro debe ser
nombrado por la justicia ordinaria, supliendo la voluntad de las partes. Eso se produce
cuando el litigio no se ha promovido.
Hay otro caso en que el árbitro puede ser nombrado por el testador o causante.
Ejemplo: en la partición de bienes una vez que ocurre el fallecimiento del causante. Lo
que ocurre es que en este caso es que las partes no necesariamente deben respetar el
nombramiento hecho por el causante del partidor de bienes, y pueden nombrar a otro. Si
no hay acuerdo entre las partes, el partidor de bienes lo designa la autoridad judicial en
subsidio (artículo 1325, inciso 6º, Código Civil).
123
- Tampoco son tribunales privados, ejercen la función pública y cumplen la misma
tarea que cualquier juez.
- Los jueces árbitros pueden ser letrados o iletrados; es decir, pueden o no ser
abogados. Esto depende de la calidad con que vaya a ser designado árbitro:
- Los árbitros no son estatales, no forman parte del Poder Judicial, no pertenecen al
Estado como ocurre con el resto de los tribunales, porque van a ser servidos por
personas ajenas a la administración de justicia. De esta característica surge una
consecuencia y es que no son remunerados por el Estado como ocurre con el
resto de los magistrados, pero como las funciones no son gratuitas estos jueces
deben ser remunerados por las partes (excepción al principio de gratuidad).
La remuneración se fija mediante acuerdo entre las partes y el árbitro.
No tiene nada que ver con el nombramiento de la persona del árbitro. Más bien,
se refiere al origen del arbitraje, de dónde emana la obligación de someter un asunto a
arbitraje (situación que es independiente al nombramiento).
Desde este punto de vista hay dos grandes fuentes del arbitraje:
124
A) Voluntad de las partes como fuente de arbitraje:
Las partes son las soberanas en esta materia. Deciden libremente si le entregan o
no un asunto al conocimiento de un juez árbitro, a menos que esté prohibido por la propia
ley (materia de arbitraje prohibido) o que también que sea la ley la que obligue someter
el asunto a arbitraje (materia de arbitraje forzoso). Sin embargo estos últimos casos son
excepcionales.
Las partes, en este caso, hacen una cosa muy sencilla y se traduce o manifiesta en
que ellos deciden sustraer el conocimiento de un asunto judicial, presente o futuro (el
litigio puede existir o no aun), de los tribunales ordinarios de justicia, y con la finalidad de
entregárselo a un árbitro o tribunal arbitral. Esta es una especie de renuncia a que el
asunto sea conocido por los tribunales ordinarios y se lo entregan a un juez árbitro.
Esta manifestación de voluntad de las partes se puede exteriorizar a través de dos
actos jurídicos distintos:
o El Contrato de Compromiso.
o La Cláusula Compromisoria.
a) El Contrato de Compromiso:
Es una convención entre las partes, mediante la cual éstas deciden sustraer un
asunto del conocimiento de los tribunales ordinarios para entregárselo a un tribunal
arbitral que se designa con toda precisión en el mismo acto.
Lo característico del Contrato de Compromiso es, en primer lugar, la renuncia de
que cada asunto sea conocido por la justicia ordinaria y, en segundo término, que se
designa con toda precisión al o los árbitros que deben conocer de ese asunto en el mismo
acto (a diferencia de lo que ocurre en la cláusula compromisoria).
Este contrato de compromiso es siempre solemne, lo que significa que debe
constar por escrito (artículo 234, Código Orgánico de Tribunales).
En cuanto a las menciones o requisitos que debe tener este acuerdo, tenemos que
distinguir entre los elementos esenciales (aquellos que no pueden faltar en el acto) y los
elementos de la naturaleza (aquellos que no siendo esenciales se entienden pertenecer al
acto; pueden faltar):
1. Elementos esenciales:
125
En cualquiera de estos casos, si las partes nada dicen en relación con
estos elementos, la ley suple el silencio de las partes (la ley da la solución,
artículo 235, Código Orgánico de Tribunales).
En cuanto al plazo, hay que hacer algunas observaciones al plazo de dos años.
Este hay que entenderlo como un plazo efectivo durante el cual el árbitro está en
condiciones de desempeñar sus funciones.
Si durante este plazo de dos años ocurren ciertos impedimentos que indica la ley
durante los cuales el árbitro no pueda cumplir su función, ese período se le descuenta de
ese plazo de dos años (el plazo se entenderá suspendido).
Esto ocurre, por ejemplo, en aquellos casos en que el árbitro deba remitir el
expediente a un tribunal superior (artículo 235, inciso final, Código Orgánico de
Tribunales).
Los dos años no son tan cronológicos por las razones dadas.
Si el árbitro dicta sentencia definitiva dentro del plazo de dos años, la ley señala
que en esta materia la sentencia se puede notificar fuera del plazo a las partes; incluso
más, en ese caso el árbitro también podría perfectamente dictar resoluciones en relación
a posibles recursos que se deduzcan en contra de la sentencia (artículo 235, inciso 4º,
Código Orgánico de Tribunales).
b) Cláusula Compromisoria:
- Que a las partes les interese la persona del árbitro, en ese caso hay que recurrir al
contrato de compromiso.
- Que a las partes no les importe la persona del árbitro, pero si interesa someter el
asunto a arbitraje, para lo cual hay que recurrir a la cláusula compromisoria.
126
Como en la cláusula compromisoria no existe nombramiento de árbitro, no es
aplicable a este acto el artículo 234 del Código Orgánico de Tribunales. La cláusula
compromisoria es consensual, a diferencia del contrato de compromiso que es solemne
(la solemnidad es que debe hacerse por escrito en cualquier instrumento, ya sea público
o privado). En la cláusula compromisoria basta el consentimiento y estaría perfecto.
Tratándose de la cláusula compromisoria, para efectos de prueba, es conveniente
que conste por escrito para efectos probatorios. En este caso, bastaría como elemento
que se indique o se individualice a las partes y en segundo término que se indique la
materia que se somete a arbitraje; no va el nombre del árbitro porque se trataría del
contrato de compromiso.
Si existe cláusula compromisoria, ¿cuándo se nombrará al árbitro?. Esta es la
obligación que los litigantes contraen en ella. Ellos nombran al árbitro posteriormente en
un acuerdo de voluntades; si no lo hacen o no se ponen de acuerdo la autoridad judicial
lo nombrará (artículo 222, Código Orgánico de Tribunales), interviene la justicia ordinaria
no para que conozca el litigio, sino para que nombre al árbitro.
En algunos casos la ley también puede ser fuente de arbitraje, aunque lo normal es
que sea por el acuerdo de las partes.
En ciertos casos, el legislador señala cuales materias o asuntos necesariamente hay
que someter a arbitraje. Aquí prima la voluntad del legislador y se prescinde de la
voluntad de las partes.
En estas materias no queda otra posibilidad en el caso de un litigio que recurrir a la
justicia arbitral (estaría prohibido recurrir a la justicia ordinaria). Estas materias se
denominan “materias de arbitraje forzoso u obligatorio”, y por lo mismo requieren de un
texto legal expreso que así lo establezca (fundamentalmente es el artículo 227 del Código
Orgánico de Tribunales).
Si en estos casos se recurre a la justicia ordinaria, éstos se declararán
absolutamente incompetentes en razón del factor materia (por eso la voluntad de las
partes no rige en estos casos).
* Calidad que pueden tener los árbitros (calidad en que pueden ser designados los
árbitros):
Al hablar de “calidad” nos referimos a las facultades que tendrá el árbitro para
fallar como para tramitar un asunto; o bien, qué reglas o normas debe aplicar un árbitro
que conoce un asunto judicial determinado (procedimiento a utilizar y formas para fallar).
Estas calidades están establecidas en el artículo 223 del Código Orgánico de Tribunales.
Los jueces árbitros puede tener o ser nombrados por tres calidades distintas:
o Arbitro de derecho.
o Arbitro arbitrador o amigable componedor.
o Arbitro mixto.
El árbitro de derecho se define como aquel que falla con arreglo a la ley y
se someten, tanto en la tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia
definitiva (en los aspectos formales), a las mismas reglas establecidas para los
jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida.
¿Qué quiere decir esto?. En base al concepto de arbitro de derecho, se
desprenden dos aspectos importantes:
127
• El juez para resolver el asunto debe ajustarse estrictamente a la ley. Por ser de
derecho debe ser abogado.
128
1) Nombramiento de los árbitros:
En cuanto a las a las capacidades de las partes que se exige para nombrar
a un árbitro, hay que distinguir en cuanto a la libertad que tienen los litigantes para
nombrar al árbitro (la calidad que pueden revestir los árbitros):
129
b) Nombramiento de árbitros por la justicia ordinaria:
130
herencia. Esto lo permite el Código Civil (artículo 1324) y lo puede hacer en su
testamento o en un instrumento público aparte.
Aquí hay una particularidad en el sentido que los herederos del testador
podrán no respetar la voluntad del causante en cuanto a la persona del árbitro o
partidor de bienes, esto va a ocurrir después de la muerte del causante y si esta
situación ocurre los interesados pueden nombrar un nuevo árbitro (artículo 1324,
Código Civil). Es decir, los herederos no quedan necesariamente obligados a la
voluntad del testador (es lícito nombrar otro árbitro).
Para que estos tribunales arbitrales, en cualquier caso, puedan desempeñar sus
funciones es necesario dar un segundo paso, que se cumpla una segunda formalidad,
partiendo de la base que el árbitro estará nombrado. Este paso se refiere a la
“aceptación del cargo” y el “juramento del árbitro”.
Esto se debe a que el nombramiento del árbitro no obliga en principio al árbitro
designado a aceptar dicho nombramiento. Las personas que son designadas árbitros son
libres para aceptar o no dicho nombramiento. Si la persona designada se niega, esa
circunstancia no trae ninguna consecuencia en su contra.
La ley exige que el árbitro, si decide aceptar el nombramiento, debe declararlo
expresamente (artículo 236, Código Orgánico de Tribunales). Esto significa que debe
constar por escrito esta aceptación.
Si es nombrado por escritura pública, la aceptación podría constar en esa misma
escritura. Otra forma habitual es que el árbitro manifieste la aceptación al momento de
ser notificado.
Junto con aceptar, el árbitro tiene que jurar desempeñar sus funciones o cargo
con la debida fidelidad y en el menor tiempo posible (artículo 236, Código Orgánico de
Tribunales).
Art. 236, Código Orgánico de Tribunales: “El árbitro que acepta el encargo deberá
declararlo así, y jurará desempeñarlo con la debida fidelidad y en el menor tiempo
posible”.
131
Este juramento debe hacerse ante un ministro de fe (la ley no lo dice
expresamente, pero todo juramento se debe realizar ante un ministro de fe).
a) El Arbitro:
El juez árbitro tiene que cumplir con ciertos requisitos para poder desempeñarse
como tal (artículo 225, Código Orgánico de Tribunales). Estos requisitos son:
La ley establece además que ciertas personas, no obstante que reúnen estos
requisitos, en ciertas situaciones tienen limitaciones y, en consecuencia, no podrían ser
designados árbitros. Ejemplo: no puede ser designado árbitro el juez ordinario que está
conociendo el litigio. Estos jueces y en general los funcionarios judiciales -ministros de
tribunales superiores de justicia, los fiscales, los notarios- tampoco pueden ser designados
árbitros (artículo 317 y 480, Código Orgánico de Tribunales).
b) El Actuario:
132
nombrar a cualquier persona como actuario (artículo 632, Código de
Procedimiento Civil).
La regla general es que las funciones del árbitro terminen con el pronunciamiento
de la sentencia definitiva dictada en el juicio arbitral.
Sin perjuicio de lo anterior, la ley señala que las funciones del árbitro terminan en
forma anticipada sin haberse dictado la sentencia definitiva en el juicio. Hay varias
causales que establece el legislador en esta materia (artículos 240 y 241, Código Orgánico
de Tribunales):
• La enfermedad del árbitro, porque aquí no operan las mismas reglas de los
tribunales ordinarios de justicia (artículo 240, nº 3, Código Orgánico de
Tribunales).
• Si por cualquier causa el árbitro se ausenta del lugar del juicio. Ejemplo: cambio
de domicilio del árbitro, etc. (artículo 240, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).
• El maltrato o injuria a la persona del árbitro por alguna de las partes (artículo
240, nº 2, Código Orgánico de Tribunales).
133
* Competencia de los tribunales arbitrales:
¿Qué materias o asuntos conocen los árbitros?. Aquí hay un factor dentro de los
elementos de la competencia absoluta que predomina, que es la Materia o naturaleza
del asunto judicial. Los factores del fuero y la cuantía no interesan en estos juicios.
El factor materia es importante porque dependiendo de la naturaleza del asunto
judicial la ley establece o no la obligación de someter el asunto a arbitraje; y en otros
casos, también considerando la materia, la ley prohíbe someter un asunto a arbitraje.
Esto nos lleva a señalar que en relación a las distintas materias se puede hacer una
clasificación, así tenemos:
a. Asuntos que versen sobre alimentos (artículo 229, Código Orgánico de Tribunales).
Esto hay que entenderlo restrictivamente a los juicios de alimentos futuros forzosos.
c. Las causas criminales, cualquiera que sea el delito que se trate de investigar
(artículo 230, Código Orgánico de Tribunales).
134
B) Materias de arbitraje forzoso u obligatorio:
Aquí hay que señalar que, en relación a esta materia, hay una norma importante,
que señala que es posible que estas materias de arbitraje forzoso se puedan resolver sin la
intervención del tribunal arbitral (artículo 227, inciso final). Esta norma le da la posibilidad a
los propios interesados resolver por sí mismos cualquiera de estos asuntos, si todos ellos
tienen la libre disposición de sus bienes (plena capacidad) y concurren al acto de que se
trata. Ejemplo: que los propios comuneros resuelvan la partición de bienes.
En el fondo, lo que está prohibido es que estos asuntos puedan ser conocidos por
los tribunales ordinarios o especiales.
Estos asuntos serían todas aquellas materias que no son de arbitraje prohibido o de
arbitraje forzoso (los demás entran dentro de esta categoría). Por lo mismo aquí no cabe
hacer una enumeración, porque estas cuestiones constituyen la regla general (esto es lo
que prima).
En estos casos habría que concluir que el legislador le es indiferente que las partes
la sometan a arbitraje o la sometan al tribunal que es normalmente competente (justicia
ordinaria).
* Conflictos de arbitraje:
No es normal que ocurra, pero puede pasar cuando un mismo asunto judicial
fuese, a la vez, una materia de arbitraje forzoso, por un lado, y por otra parte constituyese
también el mismo asunto una materia de arbitraje prohibido.
Esto podría ocurrir, por ejemplo, en una partición de bienes -que es una materia de
arbitraje forzoso- en la cual tengan interés un representante legal y su representado -que
es una materia de arbitraje prohibido-.
En estos casos, predomina el arbitraje forzoso (artículo 230, inciso final, Código
Orgánico de Tribunales). Este inciso está dentro de la norma que se refiere a aquellas
materias que no pueden someterse a arbitraje (materias de arbitraje prohibido), y agrega
que esto es así sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 227 (materias de arbitraje
forzoso).
135
* Arbitros de segunda instancia o “segunda instancia en el juicio arbitral”:
El arbitraje no es otra cosa que un juicio (porque los árbitros conocen solamente
juicios, no pueden intervenir en actos judiciales no contenciosos), y este juicio arbitral -que
tiene esta denominación porque se somete al conocimiento del árbitro- se suele tramitar
como todo juicio tanto en primera como en segunda instancia.
Cualquier juicio se puede tramitar en una doble instancia porque esa es una de las
características de nuestros procedimientos: la posibilidad que el asunto sea conocido por
dos tribunales distintos, por uno inferior y por otro superior, siempre que se deduzca el
recurso de apelación.
En cuanto a los tribunales arbitrales, depende de la calidad con que haya sido
nombrado el árbitro para ver si procede la doble instancia:
a) Si el árbitro es de derecho, en este caso hay que decir que el recurso de apelación
procede. Esta es la regla general (que exista la doble instancia), obviamente si se
deduce el recurso de apelación, a menos que las partes hayan excluido del
arbitraje el recurso de apelación (que le otorguen al árbitro la competencia de
única instancia), esto porque los recursos se pueden renunciar.
¿Qué tribunal conoce de la apelación?. Si la apelación es procedente,
aquí podrían haber dos tribunales competentes en esta materia:
o Podría conocer del recurso el mismo tribunal que había conocido esta
apelación si se hubiese interpuesto en un juicio ordinario, es decir, la Corte de
Apelaciones respectiva.
c) En el caso de los árbitros arbitradores (si el árbitro ha sido designado con la calidad
de arbitrador), la regla es distinta. En este caso, el recurso de apelación tendría
lugar cuando las partes (los propios interesados) han acordado la procedencia de
este recurso, para ello se requiere manifestación de voluntad expresa de las partes
en el acto constitutivo del compromiso.
Debe haber voluntad expresa de que se reservan de este recurso ante un
tribunal que también deben designar, constituido por arbitradores (artículo 239,
inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales; artículo 642, Código de Procedimiento
Civil), de lo contrario, si las partes no dicen nada, se entiende que no hay recurso
de apelación.
136
En síntesis, en materia de arbitraje la situación de la segunda instancia es bastante
diferente de lo que puede ocurrir ante la justicia ordinaria, porque, tratándose de los
tribunales ordinarios y los tribunales especiales, una vez que queda fijado el tribunal inferior
automáticamente se fija cual va a ser el tribunal de segunda instancia. De lo que se infiere
que ante la justicia ordinaria va la procedencia del recurso de apelación; en el caso de
los tribunales arbitrales, concretamente de los árbitros arbitradores, es distinto, porque si no
se dice nada no hay recurso de apelación.
* Pluralidad de árbitros:
El artículo 231 del Código Orgánico de Tribunales establece que las partes tienen
derecho, en materia de arbitraje, a nombrar dos o más árbitros para la resolución del
litigio. Esto es también en el entendido que son las partes las que nombran (en este
sentido no hay límites), pero si el nombramiento emana de la justicia ordinaria (en caso de
desacuerdo de las partes) solamente se puede designar un solo arbitro.
Cuando la pluralidad existe, en este caso hay dos situaciones que podrían darse
en la tramitación del juicio arbitral:
a) Que no se produzcan problemas entre los árbitros. Es decir, que siempre exista
acuerdo durante la tramitación del juicio para la dictación de las resoluciones.
Art. 233, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “En el caso de ser dos o más los
árbitros nombrados, las partes podrán nombrar un tercero que dirima las discordias
que entre aquellos puedan ocurrir”.
Otro caso que también se puede dar es que las partes autoricen a los propios
árbitros para que ellos nombren en caso de ser necesario a este tercero (artículo 233,
inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales.
Art. 233, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Podrán, también, autorizar a los
mismos árbitros para que nombren, en caso necesario, el tercero en discordia”.
En la tramitación del juicio arbitral, si hay pluralidad de árbitros, todos ellos deben
concurrir al pronunciamiento de la sentencia y, además, deben realizar los distintos actos
de procedimiento del juicio (todo esto se traduce en la dictación de las resoluciones
judiciales), a menos que las propias partes dispongan otra cosa (artículo 237, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
Entonces, si en este caso los árbitros no se ponen de acuerdo, tienen que reunirse
con el tercero (naturalmente si lo hay) y en ese caso la mayoría dirimirá la discusión. Aquí
se aplicarán las mismas reglas que para dictar “acuerdos” en las Cortes de Apelaciones
(artículo 237, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
137
Aquí se puede presentar el problema cuando son varios los árbitros y no existe
tercero y, en consecuencia, no se pueda dirimir la discordia. Para solucionar esta situación
hay que revisar ciertas reglas que da el Código Orgánico de Tribunales que permiten
resolver discordias entre árbitros a falta del tercero en discordia. Aquí hay que ver la
calidad con que hayan sido nombrados los árbitros:
a) Arbitro de derecho: Aquí hay que hacer una distinción según si la resolución a
dictarse en el juicio es o no apelable.
Si la resolución fuere apelable, en este caso cada opinión de los árbitros se
estimará como una resolución distinta y los autos se tienen que elevar al tribunal
superior que resuelva respecto del punto o los puntos que hayan motivado el
desacuerdo de los árbitros (artículo 238, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales; y
artículo 631, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Este tribunal de alzada
podrá ser el tribunal ordinario que corresponda -Corte de Apelaciones
correspondiente- o bien un tribunal arbitral de segunda instancia designado por las
partes.
Si la resolución es inapelable, en este caso hay que analizar si la materia es
de arbitraje voluntario o bien de arbitraje forzoso:
o Si fuera una materia de arbitraje voluntario, en este caso queda sin efecto
el compromiso. Se termina el arbitraje (artículo 238, inciso1º, Código
Orgánico de Tribunales).
o Si fuera una materia de arbitraje forzoso, en este caso hay que nombrar
nuevos árbitros (artículo 238, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
b) Arbitro mixto: Para los árbitros mixtos se aplican las mismas reglas que para el
árbitro de derecho.
138
- En cuanto a los árbitros arbitradores, los recursos proceden en la medida que las
partes lo acuerden, particularmente la apelación. El recurso de casación en la
forma se estima que procede, no así la casación en el fondo porque es un recurso
de derecho (opera cuando se infringe la ley) y los árbitros arbitradores no fallan
conforme a derecho.
Esta materia está regulada en los artículo 206 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales (Título VIII) y tiene bastante aplicación práctica.
La administración de justicia como tal no se puede paralizar, debe ser siempre
continua en el tiempo. Desde este punto de vista, la justicia no se puede paralizar por la
necesidad que tienen las partes que se administre justicia (que es una necesidad
permanente); y el Estado como detentador de la función jurisdiccional debe velar porque
esto se cumpla.
Según esto, la administración de justicia no podría quedar paralizada ni haber
interrupciones al ejercicio de las funciones jurisdiccionales.
Esta continuidad, en la práctica, se podría ver alterada porque podrían darse
ciertas circunstancias que impiden que un magistrado ejerza la jurisdicción. Ese juez en
algún momento podría faltar y no estar presente cuando deba ejercer estas funciones,
esto se puede deber a múltiples razones. En todos estos casos, cualquiera que sea el
motivo que tenga el juez (impedimentos a título personal porque el órgano judicial
siempre va a existir como tal) hay que reemplazarlo de inmediato.
El impedimento que puede afectar a un juez puede ser un impedimento absoluto
(ejemplo: fallecimiento) o bien un impedimento parcial (ejemplo: vacaciones) y puede
referirse a un proceso determinado como a todos los procesos del tribunal (ejemplo:
cuando tenga alguna causal de inhabilidad en un proceso determinado).
Estas son normas que se aplica para toda clase de tribunales, sean estos
unipersonales o colegiados.
Aquí existen dos instituciones procesales importantes para sustituir al juez impedido:
o La Subrogación.
o La Integración.
A) Subrogación:
Aquí hay que hacer una serie de distinciones en cuanto a la cantidad de jueces
que hayan en la comuna.
1. Si en la comuna o agrupación de comunas hay un solo juez de letras: Ejemplo: la
comuna de Tomé. La subrogación de hace de la siguiente manera:
139
o 1º: El primero que subroga es siempre el Secretario del mismo tribunal,
siempre que sea abogado, según la ley (artículo 211, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales).
o 2º: A falta de este secretario, en este caso debe subrogar el Secretario del
otro Tribunal aunque sean de distinta jurisdicción (artículo 212, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
o 3º: A falta del secretario abogado del otro juzgado, debe subrogar el Juez
de este otro Juzgado de la comuna (artículo 212, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales).
o 3º: A falta de estos secretarios debe subrogar el Juez del Tribunal que siga
en el orden numérico.
140
4. Si en la comuna o agrupación de comunas hay tres o más jueces de distinta
jurisdicción: Ejemplo: Concepción, Talcahuano. La subrogación opera de la
siguiente manera:
o 2º: A falta de este secretario, debe hacerlo el Secretario del Tribunal de las
misma jurisdicción que le siga en orden numérico (artículo 212, inciso 2º,
Código Orgánico de Tribunales).
- ¿Tienen los subrogantes las mismas facultades que el juez que están subrogando?
(facultades de los subrogantes). Aquí hay que distinguir quién es el que está subrogando y
para ello hay dos reglas fundamentales en esta materia:
141
2. Cuando la inhabilidad afecta a la totalidad de los ministros de la Corte de
Apelaciones de que se trata -ya sea que tenga una o más salas-, en este caso la
subrogación se va a producir, de acuerdo al Código Orgánico de Tribunales, con
los miembros de otra Corte de Apelaciones (artículo 216, inciso 2º, Código
Orgánico de Tribunales).
En este caso, es importante destacar que los ministros de la Corte que debe
subrogar no se constituirán en la Corte subrogada. El asunto debe pasar a la Corte
que según la ley debe subrogar (artículo 216, inciso 1º, Código Orgánico de
Tribunales).
Ejemplo: las Corte de Apelaciones de Chillán y Concepción se subrogarán
recíprocamente.
- Que la Corte Suprema no pueda funcionar alguna de sus salas, por inhabilidad o
impedimento de la mayoría de los ministros titulares.
B) Integración:
142
- 2º: Si esto no es posible, el reemplazo le corresponde al Fiscal Judicial o los Fiscales
Judiciales, en su caso, también en la medida que es posible y por el orden de
antigüedad de ellos.
- 3º: Debe recurrirse a los Abogados Integrantes de la respectiva Corte. Cada Corte
de Apelaciones tiene un número variable de abogados integrantes y son llamados
de acuerdo al orden de designación en la lista de nombramiento (esto es lo
normal).
* Abogados Integrantes:
Estos Abogados Integrantes, antes que nada, son funcionarios que no forman
parte del Poder Judicial y que son nombrados por el Presidente de la República para
integrar una sala de la Cortes de Apelaciones o de la Corte Suprema, en el caso que
alguno de los miembros titulares de estos tribunales no puedan cumplir sus funciones, con
la finalidad que estos tribunales tengan su mínimo para poder funcionar. Esta es la única
función que cumplen.
De acuerdo al artículo 219 del Código Orgánico de Tribunales, estos abogados
integrantes son designados por el Presidente de la República según las reglas que aquí se
contienen:
143
El número de abogados integrantes es variable según la Corte. Ejemplos: La Corte
Suprema cuenta con doce abogados; la Corte de Apelaciones de Concepción tiene
nueve. El máximo de abogados integrantes la tiene la Corte de Apelaciones de Santiago,
con 15 abogados; y las que menos tienen (ejemplo: Chillán) cuentan sólo con tres
abogados integrantes.
Para los efectos del nombramiento, en el mes de diciembre, la propia Corte de
Apelaciones debe confeccionar una lista de abogados, también de composición
variable, según lo que la ley indique (artículo 219, inciso 2º, Código Orgánico de
Tribunales). Esta lista la Corte de Apelaciones la remite a la Corte Suprema y este tribunal
confeccionará las ternas con estos abogados (confeccionará tantas ternas como sean los
cargos a llenar, por ejemplo, la Corte de Concepción con nueve ternas). Posteriormente,
el Presidente de la República elige uno de cada terna.
En el caso de la Corte Suprema, la situación es parecida. La propia Corte Suprema
forma la lista en el mes de diciembre en que termine el trienio que corresponde con 45
nombres de abogados, posteriormente la misma Corte confecciona las ternas (doce
ternas en total), y el Presidente de la República elegirá uno de esa terna.
Estos abogados integrantes deben cumplir algunas condiciones (requisitos
comunes para todos los casos:
Debe cumplir los mismos requisitos para ser ministros de la respectiva Corte, con
excepción del requisito del límite de edad que establece la Constitución.
Por último, tienen que tener cierto tiempo de ejercicio profesional. En el caso de la
Corte de Apelaciones hay que tener a lo menos doce años de ejercicio
profesional, y en el de la Corte Suprema quince años como mínimo.
144
Estas inhabilidades están conformadas por las IMPLICANCIAS y RECUSACIONES,
que se pueden hacer valer en contra de los magistrados a título personal.
Las implicancias y recusaciones están reguladas en los artículo 194 y siguientes del
Código Orgánico de Tribunales.
Se debe a que, por una parte, los magistrados tiene que ser siempre imparciales
cuando conocen y juzgan un asunto y no pueden estar influenciados; y, por otro lado,
desde el punto de vista de las partes, estas implicancias y recusaciones, permiten
mantener la igualdad de los litigantes frente a los tribunales.
El magistrado perdería la imparcialidad es uno de estos casos, por ello el legislador
trata de evitar esto y lo que trata de obtener es el prestigio de la justicia (que los jueces
fallen estrictamente apegados a la ley).
Esta es materia regulada en los artículo 194 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales, titulado “de la implicancia y recusación de los jueces y de los abogados
integrantes”. Pero se aplica en general a todos los magistrados, unipersonales y
colegiados, también se aplica a los ministros de Corte, y también se aplica a otros
funcionarios judiciales (funcionarios auxiliares de la administración de justicia: los jueces
árbitros, a los peritos cuando deban intervenir, etc.).
a. Las implicancias son irrenunciables, porque son de orden público. En cambio las
causales de recusación pueden ser renunciadas por estar al beneficio de las
partes.
b. Las implicancias deben declararse de oficio por el tribunal, sin perjuicio que esto
pueda ser solicitado por las partes. Las recusaciones, por lo general, se hacen valer
normalmente a petición de parte interesada.
c. Aquellos magistrados que se ven afectados por alguna causal de implicancia y
que fallan un asunto con manifiesta implicancia cometen delito, porque lo que
está en juego es el orden público. Esto no sucede en las causales de recusación,
porque pueden ser renunciadas.
145
d. Las causales de implicancia constituyen de por sí una causal de casación, basta
que el magistrado esté comprendido en alguna causal de implicancia para que la
sentencia que dicte pueda ser anulada. En cambio, en el caso de la recusación,
para que la sentencia pueda ser anulada, la causal tiene que haberse declarado
por el tribunal, o bien estar pendiente su tramitación.
Art. 200, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La implicancia de los
jueces puede y debe ser declarada de oficio o a petición de parte”.
Para estos efectos, los magistrados cuando advierten que pueden estar
afectados por una inhabilidad lo dejan constancia en el proceso (artículo 199,
inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 199, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los jueces que se
consideren comprendidos en alguna de las causas legales de implicancia o
recusación, deberán tan pronto como tengan noticia de ello, hacerlo
constar en el proceso, declarándose inhabilitados para continuar
funcionando, o pidiendo se haga esta declaración por el tribunal de que
formen parte”.
146
Esta recusación, en el caso de los abogados integrantes, tiene que ser antes de la
audiencia en la cual corresponda que se vea la causa de que se trate. Además la parte
debe pagar un impuesto (fiscal). Monto que es variable si se trata de un abogado
integrante de la Corte Suprema o de las Cortes de Apelaciones (artículo 198, inciso final,
Código Orgánico de Tribunales).
Procedimiento bastante especial que tiene lugar antes que se pida una
recusación, antes de alegarla formalmente ante el tribunal competente. En este caso, la
ley señala que podrá el recusante ocurrir al mismo recusado exponiéndole la causal de
fundamento a esta recusación y señalándole que sea declarada sin más trámite (artículo
124, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Si no se acepta esto, o si se rechaza esta solicitud, podrá deducirse la recusación
ante el tribunal correspondiente (artículo 124, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
147
asunto judicial. Dentro de estos tribunales, hay algunos que forman parte del Poder
Judicial y otros no.
Forman parte del Poder Judicial, como tribunales especiales:
Existen otros tribunales especiales que no forman parte del Poder Judicial, que la
ley establece en forma genérica. Ejemplo: Juzgados de Policía Local, tribunales
aduaneros, etc.
La particularidad de estos tribunales es que se rigen cada uno por su propia ley,
que constituye su estatuto jurídico. Esto significa que esas leyes especiales establecen las
atribuciones y la organización de cada una de estos tribunales en particular. Y se les
aplicarán las normas del Código Orgánico de Tribunales en todos aquellos casos no
regulados en las leyes especiales.
I. TRIBUNALES DE MENORES:
148
d) Nombrar guardadores a menores de edad cuando se requiera.
Estos tribunales especiales no forman parte del Poder Judicial y también se rigen
por su estatuto propio que viene a ser en este caso la ley 15.231 (del 23 de mayo de 1978),
de Organizaciones y Atribuciones de los Juzgados de Policía Local; y la ley 18.287 que
establece el Procedimiento aplicable. De manera que estas dos leyes son
complementarias, a diferencia de lo que ocurre con los jueces de menores.
Estos tribunales tienen una particularidad en el sentido de que desde el punto de
vista de su organización son tribunales municipales. Dependen de la municipalidad que
corresponda y funcionan en locales que son municipales. No están dentro del escalafón
del Poder Judicial.
En cuanto a su remuneración los funcionarios de estos tribunales son con cargo a
los fondos de la municipalidad.
El personal que atiende a estos tribunales figura en la planta de los empleados
municipales y se rigen por tanto por el estatuto administrativo como por la ley 15.231.
Estos tribunales deben su razón de existencia al hecho de que se crearon
fundamentalmente para conocer de todas las infracciones de la normativa del tránsito y
esa constituye la competencia fundamental de estos tribunales.
149
10.- Abogados y auxiliares de la Administración de Justicia:
A) Los Abogados:
150
circunstancia que deberá acreditarse por el Director General de la respectiva
Corporación.
• Certificado de Nacimiento.
• Certificado correspondiente otorgado por la Universidad.
• Extracto de Filiación de la persona.
• Acreditar su buena conducta, mediante dos testigos.
• Certificado que da el director de la respectiva Corporación de
Asistencia Judicial.
Este último requisito tiene una particularidad si los postulantes son funcionarios del
Poder Judicial. Esta obligación de la práctica se entiende cumplida por aquellos
funcionarios o empleados del Poder Judicial por el hecho de haber desempeñado sus
funciones durante 5 años. A estos funcionarios la ley los dispensa de realizar la practica en
el entendido que dichos funcionarios se hayan desarrollado en el escalafón del Poder
Judicial.
La Corte Suprema puede disponer de cualquier medida para averiguar el
cumplimiento de estos requisitos, especialmente en el caso de los averiguadores de la
buena conducta.
Acreditados todos estos requisitos, la Corte Suprema les fija día y hora para
otorgarles el título el que será otorgado en audiencia pública en dicho tribunal. Para estos
efectos debe reunirse el pleno de la Corte (formado por todos los ministros) y el secretario
(artículo 521, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 521, Código Orgánico de Tribunales: “El título de abogado será otorgado en
audiencia pública por la Corte Suprema reunida en tribunal pleno, previa
comprobación y declaración de que el candidato reúne los requisitos establecidos
por los artículos 523 y 526”.
151
Art. 527, Código Orgánico de Tribunales: “Las defensas orales ante cualquier
tribunal de la República sólo podrán hacerse por un abogado habilitado para el
ejercicio de la profesión. No obstante, los postulantes que estén realizando su
práctica para obtener el título de abogado en las Corporaciones de Asistencia
Judicial creadas por la Ley No. 17.995, podrán hacer tales defensas ante las Cortes
de Apelaciones y Marciales en favor de las personas patrocinadas por esas
entidades. Para estos fines el representante de ellas deberá otorgar al postulante
un certificado que lo acredite como tal”.
1) La Fiscalía Judicial:
Art. 354, Código Orgánico de Tribunales: “Los fiscales judiciales obran, según la
naturaleza de los negocios, o como parte principal, o como terceros, o como
auxiliares del juez”.
152
En general debe ser oída en ciertos casos que la ley señala. Esto significa que a los
fiscales judiciales les corresponde evacuar informes en aquellos asuntos que deben ser
oídos.
Esto de ser oídos significa que debe emitir una opinión sobre el asunto judicial de
que se trata. Ejemplo: juicios de estado civil de las personas; juicios de responsabilidad civil
de los jueces; ciertas contiendas de competencia; y en general, en todo negocio
respecto del cual las leyes prescriban expresamente la audiencia o intervención del
ministerio público.
Estas funciones son independientes de los tribunales y en estos informes los fiscales
establecen las conclusiones que estime ajustadas a derecho.
La intervención de estos fiscales judiciales puede ser solicitada en todos aquellos
casos que los tribunales lo estimen conveniente.
Los fiscales judiciales gozan de inamovilidad y tienen el mismo tratamiento que los
magistrados (artículo 352, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 352, Código Orgánico de Tribunales: “Los fiscales judiciales gozan de la misma
inamovilidad que los jueces, tienen el tratamiento de Señoría y les es aplicable
todo lo prevenido respecto de los honores y prerrogativas de los jueces por los
artículos 308 y 309”.
153
3) Los Relatores:
- Dar cuenta diaria de todas las solicitudes (escritos) que se presenten con el
carácter de urgente y en general de los negocios que la Corte respectiva
disponga. Esta “cuenta diaria” es para que la Corte resuelva.
- Hacer relación de los procesos. Esta es función más importante de los relatores, y
significa que debe informar a los ministros del asunto judicial que deben conocer
en forma metódica, objetiva y sin dar apreciaciones personales con la finalidad
que los ministros queden informados del asunto.
En esta relación se permite que estén presentes los abogados de las partes
(antiguamente la relación era privada).
- Anotar el mismo día de la vista de la causa los nombres de los ministros que
hubieren concurrido a ella, si no fuere despachada inmediatamente (si no se falla
154
de inmediato). Esto es importantísimo para saber qué ministros van a dictar la
sentencia.
- Cotejar con los procesos los informes en derecho. Puede ocurrir que en la segunda
instancia los tribunales ordenen informar en derecho a petición de parte.
Los informes en derecho consisten en opiniones de juristas prestigiosos sobre
alguna materia de derecho que sea discutible o que sea de difícil solución.
Opinión por escrito que hace un abogado y que se agrega materialmente al
proceso.
En este caso les corresponde a los relatores cotejar estos informes de
derecho con los procesos respectivos con la finalidad de verificar si están
conformes o disconformes con los hechos del proceso.
4) Los Secretarios:
5) Los Receptores:
Los receptores se encuentran regulados en los artículos 390 y siguientes del Código
Orgánico de Tribunales.
155
Según el artículo 390 del Código Orgánico de Tribunales, los Receptores son
ministros de fe pública encargados de hacer saber a las partes, fuera de las oficinas de los
secretarios, los decretos y resoluciones de los Tribunales de Justicia y de evacuar todas
aquellas diligencias que los mismos tribunales les cometieren.
También a los receptores les corresponde intervenir en los procesos en la recepción
de la prueba testimonial y en la diligencia denominada absolución de posiciones
(confesión de parte).
Para cumplir con sus funciones deben retirar de la Secretaría del tribunal los
expedientes de los procesos. Deben dejar constancia en el proceso de las actuaciones
que practiquen.
El receptor actúa normalmente dentro del mismo territorio jurisdiccional del tribunal
al cual está adscrito. Excepcionalmente, con autorización del propio tribunal, puede
realizar diligencias o podrá practicar las actuaciones en otra comuna comprendida
dentro del territorio jurisdiccional de la misma Corte de Apelaciones (artículo 391, Código
Orgánico de Tribunales). Con este trámite se evita confeccionar un exhorto.
Art. 391, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Los receptores ejercerán sus
funciones en todo el territorio jurisdiccional del respectivo tribunal. Sin embargo,
también podrán practicar las actuaciones ordenadas por éste, en otra comuna
comprendida dentro del territorio jurisdiccional de la misma Corte de
Apelaciones”.
7) Los Notarios:
Los Notarios están regulados en los artículos 399 y siguientes del Código Orgánico
de Tribunales.
Son ministros de fe pública, encargados de autorizar y guardar en su archivo los
instrumentos que ante ellos se otorgaren; de dar a las partes interesadas los testimonios o
copias que pidieren; y de practicar las demás diligencias que la ley les encomiende.
Los Notarios tienen que actuar dentro del respectivo territorio jurisdiccional que les
está asignado. Ningún notario puede ejercer sus funciones fuera del territorio que se le ha
sido asignado.
Entre sus funciones la más importantes es la de autorizar las escrituras públicas, las
que son una especie de instrumento público o auténtico, que se caracteriza por ser
entregada por un notario público con las solemnidades legales correspondientes e
incorporadas a un protocolo o registro público (artículo 403, Código Orgánico de
Tribunales).
Los Notarios efectúan protocolizaciones de documentos, esto significa el hecho de
agregar un documento al final del Registro de un Notario, a solicitud de parte (artículo
415, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
156
8) Los Conservadores:
9) Los Archiveros:
157
los tribunales orales en lo penal y de los juzgados de garantía (artículo 389 A, Código
Orgánico de Tribunales). Estos tribunales no tienen secretarios.
Sus funciones son la de administrar con la finalidad que estos tribunales funcionen
(la distribución del personal, evaluar al personal a su cargo, la distribución de causas,
llevan la contabilidad y administran la cuenta corriente del tribunal, etc,).
Para ser administrador de un tribunal con competencia en lo criminal no se
requiere ser abogado, pero sí debe poseer un título profesional relacionado con las áreas
de administración y gestión, otorgado por una universidad o por un instituto profesional
(artículo 389 C, Código Orgánico de Tribunales).
I. INTRODUCCION
El Proceso constituye el medio a través del cual los tribunales de justicia (que son
los terceros imparciales) solucionan los conflictos. El Proceso es el medio más perfecto o
idóneo para solucionar conflictos jurídicos, porque es la forma que da mejores
posibilidades a los litigantes para hacer valer sus derechos
El Proceso se puede tramitar en base a distintas reglas que son las que constituyen
los procedimientos (el procedimiento es el conjunto de reglas que regulan el Proceso). Los
procesos no se sustancian siempre de la misma manera.
La aplicación de un procedimiento no puede ser entregada a alguna de las
partes. El procedimiento se debe aplicar objetivamente dependiendo de la naturaleza de
la acción que se deduzca.
La fuente inmediata y directa del procedimiento es el Código de Procedimiento
Civil, que no es la única, hay leyes procesales complementarias.
El Derecho Procesal Funcional lo podemos definir como aquella rama del Derecho
Procesal que estudia las normas de procedimiento a que deben someterse tanto los
tribunales como las personas que concurren ante ellos planteando pretensiones
procesales. El Derecho Procesal Funcional admite varias subclasificaciones, porque el
procedimiento no es uno sólo. Ejemplo: Derecho Procesal Civil, Derecho Procesal Penal,
etc.
158
Procedimiento Civil, en todo aquello que no se oponga al Código de Procedimiento
Penal.
El Código de Procedimiento Civil regula en forma metódica y ordenada el
procedimiento de las contiendas civiles entre partes y los actos de jurisdicción no
contenciosa cuyo conocimiento corresponda a los tribunales de justicia.
A) Libro Primero: Disposiciones Comunes a todo Procedimiento: Aquí se aplican todos los
procedimientos sin distinción alguna, incluso los penales. En el Libro Primero se contienen
normas básicas, de aplicación general, rigen para toda clase de procedimientos.
Se incluyen materias importantes como todo lo relativo a las partes, la forma de
comparecer en juicio, las partes indirectas, terceros, las actuaciones judiciales, los plazos,
las notificaciones, los incidentes, los mandatos judiciales, etc.
B) Libro Segundo: Del Juicio Ordinario: El Libro Segundo es importante porque, en primer
lugar, si la acción deducida en la demanda no tiene establecida una tramitación
especial, debemos aplicar las disposiciones del Libro Segundo, se trata del “juicio tipo” o
juicio básico.
Además es importante porque no obstante que un procedimiento sea especial
(distinto del juicio ordinario) se pueden llegar a aplicar las normas pertinentes del Libro
Segundo en todas aquellos trámites que no estén expresamente regulados dentro de las
normas de procedimiento especial. Ejemplo: dentro del procedimiento ejecutivo o dentro
del juicio sumario no se contienen normas respecto a la forma de la declaración de
testigos, luego en eso se aplican las normas pertinentes del Libro Segundo, según lo que
dice el artículo 3º del Código de Procedimiento Civil.
- En el Título I, que contiene disposiciones generales para todos los actos judiciales
no contenciosos.
- En los títulos siguientes, donde se reglamentan algunos actos judiciales no
contenciosos (no están tratados todos los actos judiciales no contenciosos en el
Libro Cuarto).
159
3.- Aplicación de las normas del Código de Procedimiento Civil en un caso determinado:
Aquí hay que ver en cada caso si el acto judicial no contencioso de que se
trate está o no reglamentado especialmente en el Libro Cuarto.
160
4.- Campo de aplicación del Código de Procedimiento Civil:
Esto está dicho en el artículo 1º, cuando dice que “las disposiciones de este
Código rigen el procedimiento de las contiendas civiles entre partes y de los actos de
jurisdicción no contenciosa, cuyo conocimiento corresponda a los Tribunales de Justicia”.
Art. 1º, Código de Procedimiento Civil: “Las disposiciones de este Código rigen el
procedimiento de las contiendas civiles entre partes y de los actos de jurisdicción
no contenciosa, cuyo conocimiento corresponda a los Tribunales de Justicia”.
a. Las contiendas en materia penal, porque esas se rigen por otras normas, a menos
que las leyes procesales penales (Código de Procedimiento Penal, Código
Procesal Penal, etc.) se remitan al Código de Procedimiento Civil, de lo contrario
no se pueden aplicar.
5.- El Procedimiento:
Los aspectos más relevantes que presenta el procedimiento civil en Chile son los
siguientes:
b) La publicidad de las actuaciones: Los actos de los tribunales son públicos y esto se
traduce en que las actuaciones de los procedimientos deben ser públicas, a
menos que la propia ley señale lo contrario (que las actuaciones sean secretas), y
esto significa que la actuación puede ser conocida por las partes o por terceros
(función importante que cumplen los secretarios). Incluso más, las partes o los
interesados pueden solicitar copias de las actuaciones a su costa.
161
Significa la posibilidad de revisar las actuaciones judiciales, pero no
cualquier revisión, sino que es aquella que realiza el tribunal superior jerárquico si se
interpone el correspondiente recurso de apelación. Interponer el recurso de
apelación significa que la parte agraviada con la resolución que dicta el tribunal
inferior puede interponer el recurso de apelación para que el superior jerárquico la
revise y la enmiende con arreglo a derecho.
Esto es importante porque con esto se permite minimizar las posibles
injusticias que se cometan al dictarse resoluciones judiciales, porque siempre está
la posibilidad del error.
d) Por último, podemos decir que ni las partes ni el juez tienen la posibilidad de entrar
a sustituir los procedimientos legales.
Los procedimientos que la ley establece son de aplicación obligatoria. Se
debe aplicar el procedimiento que corresponda de acuerdo a la naturaleza de la
acción deducida. No se pueden modificar las reglas de procedimiento, salvo que
la propia ley lo permita. Ejemplo: el caso del procedimiento de los árbitros
arbitradores.
162
o Procedimiento Escrito: es aquel en que predominan las actuaciones en que debe
dejarse constancia documentada en el proceso. Son aquellos en cuya tramitación
hay un predominio de lo literal, de las actuaciones escritas.
4) Considerando el fin que se persigue con el ejercicio de la acción (la finalidad misma
de la acción que pretende el actor o demandante), tenemos que el procedimiento
puede ser de conocimiento, ejecutivo y cautelares o precautorios.
o Procedimiento de Conocimiento: son aquellos que se siguen con el objeto de que
el tribunal declare o establezca un determinado derecho controvertido entre dos
partes; es decir, este es el procedimiento típico que se utiliza cuando hay un juicio
(donde está la controversia).
Aquí se puede hacer una subclasificación, porque esto es muy amplio. La
finalidad específica que se podría perseguir con este procedimiento podría ser:
163
o Procedimiento de Mayor Cuantía: cuando el valor de lo disputado en juicio
excede de las 500 UTM.
1.- Introducción:
Para entender la Teoría General del Proceso hay que considerar tres conceptos
básicos:
Acción
Jurisdicción
Proceso
2.- La Acción:
164
c) En el Derecho Civil, la acción se usa como el medio para proteger los derechos
subjetivos (ejemplo: la acción reivindicatoria protege el derecho de dominio).
• Como un acto que sirve para provocar la actividad jurisdiccional del Estado: Es
un concepto autónomo y es el verdadero sentido o significado de la palabra
acción. Para Eduardo Couture “la acción es el poder o la facultad de
provocar la actividad jurisdiccional del Estado”.
Esta teoría está obsoleta. Sus partidarios sostienen que existe una equivalencia
entre los conceptos de acción y de derecho subjetivo, y por eso se llegó a decir que la
acción era el mismo derecho subjetivo puesto en ejercicio (en movimiento), producido
por la trasgresión de una norma jurídica (la acción es una manifestación dinámica del
derecho).
Esta teoría no sirve para explicar una serie de casos que se pueden producir en la
práctica:
165
También es insuficiente para explicar el caso de las acciones posesorias, que no
amparan derecho alguno porque la posesión es un hecho y no un derecho.
* Elementos de la acción:
166
* Clasificaciones de la acción:
Acciones de condena: Son aquellas cuya finalidad es obtener una condena, que
se le imponga al demandado el cumplimiento de una determinada prestación de
dar, hacer o no hacer algo; por ejemplo, pagar el precio.
167
Acciones cautelares: Son aquellas que se tramitan con un procedimiento
accesorio al procedimiento principal, con el objeto de conseguir una providencia
o resolución asegurativa del tribunal, también dentro de un procedimiento breve,
destinada a asegurar el resultado de la acción principal.
Acciones civiles.
Acciones penales.
Acciones muebles: Las acciones son muebles, cuando las cosas en que han de
ejercerse o que se deben son muebles.
Acciones inmuebles: Son acciones inmuebles aquellas en que las cosas sobre que
han de ejercerse o que se deben son inmuebles.
F) Considerando si la acción puede o no subsistir por sí sola, las acciones pueden ser
principales o accesorias.
Acciones principales: Son aquellas que pueden subsistir por sí solas una vez
ejercidas, la acción tiene vida propia.
Acciones accesorias: Son aquellas que no pueden subsistir por sí solas, requieren
de otra acción principal para poder subsistir. Ejemplos: acciones cautelares,
acción reconvencional, la adhesión a la apelación, la acción prendaria, etc.
168
c. Sirve para efectos probatorios del juicio: Es decir, sobre quién va a recaer el peso
de la prueba. Se establece la prueba que debe rendirse en el juicio y admitirse por
el tribunal, todo ello porque los hechos controvertidos del juicio tienen que ser
correspondientes con la naturaleza de la acción.
d) Existencia de una causa, que está establecida en la ley, en el artículo 177 inciso
final del Código de Procedimiento Civil, definida como el fundamento inmediato
del derecho deducido en juicio. Esto equivale al porqué se pide:
ii. Si son derechos reales, en este caso para determinar la causa hay que
analizar los modos de adquirir de los cuales nacen los derechos reales (la
ocupación, la accesión, la tradición, etc.).
169
* Ejercicio de la acción:
Que el actor tenga derecho a la acción. Quien ejercita la acción debe ser titular
de un derecho subjetivo material respecto del cual invoca la tutela jurídica.
Por último, es necesario que el actor tenga un interés. Si ese interés falta la
protección desaparece.
170
La demanda podría ser presentada ante un tribunal relativamente
incompetente, por prórroga tácita (artículo 187, nº 1, Código Orgánico de
Tribunales).
Este es un caso que se refiere a la situación que podría ocurrir cuando una acción
le corresponde a varias personas y de todas ellas sólo una la ejercita. En esta situación, el
demandado tiene un derecho, y éste consiste en que puede pedirle al tribunal que la
demanda sea puesta en conocimiento de las otras personas que no la ejercieron, esto
con el objeto de que eligiesen si se adhieren a ella o no.
Hay varias posibilidades respecto a las personas que no ejercieron la demanda:
- Que se adhieran a la demanda ya interpuesta, en cuyo caso pasan a ser parte del
juicio (asumen el rol procesal de demandante). Estas personas tienen que actuar a
través de un mismo mandatario o procurador común, es decir, deben actuar por
una sola cuerda.
- Que declaren que no se van a adherir a la demanda. La ley dice que caducará su
derecho; significa que pierden su acción (renuncian a la acción) y ya no podrán
demandar en el futuro.
- Que no expresen voluntad. Si las partes nada dicen, a ellos les afectará el
resultado del juicio. En este caso podrán comparecer en cualquier estado del
juicio, respetando lo obrado.
171
Este es una manifestación del principio de la economía procesal, se evita que un
mismo demandado se vea enfrentado a varios juicios. También se evita que el tribunal
dicte sentencias contradictorias.
Los requisitos para hacer valer el artículo 21 son los siguientes:
o Que se haya iniciado un juicio, que la demanda haya sido presentada y notificada
al demandado. El juicio se entiende iniciado cuando se notifica legalmente al
demandado.
o La acción interpuesta le corresponde a varias personas.
o De esas varias personas sólo una de ellas la haya ejercitado.
o Que el demandado pida al tribunal que la demanda se ponga en conocimiento
de las personas que no la dedujeron. Esta petición se entiende que tiene que
hacerla antes que conteste la demanda y dentro de los términos del
emplazamiento.
2) Caso de la Jactancia:
172
4) Reserva de acciones en el juicio ejecutivo:
Art. 17, Código de Procedimiento Civil: “En un mismo juicio podrán entablarse dos
o más acciones con tal que no sean incompatibles”.
“Sin embargo, podrán proponerse en una misma demanda dos o más
acciones incompatibles para que sean resueltas una como subsidiaria de otra”.
Esta es una manifestación más del principio de economía procesal, con el objeto
de disminuir pleitos y evitar así a las partes un desgaste innecesario.
Como señalamos anteriormente, hay que hacer presente que en realidad este
artículo 17 del Código de Procedimiento Civil se está refiriendo a la pluralidad de
pretensiones más que a la de acciones, ello porque la acción es una sola.
En este caso, en una misma demanda el demandante hace valer varias
pretensiones simultáneamente. Esto constituye una mera facultad para el demandante o
la parte que ejerce la acción (esto basado en un principio que señala que en derecho “la
facultad se opone a la obligación”).
El Código dice, en el artículo 17, que “en un mismo juicio podrán.....”, de manera
que es una facultad y por ello el demandante es libre y soberano de hacer valer esta
atribución.
a) Cuando las acciones son compatibles, es decir, que todas las pretensiones que se
hacen valer en una demanda sean compatibles entre sí, que estén sometidas a un
mismo procedimiento y además que sean todas de la misma competencia del
tribunal donde se deduce la demanda.
Que sean compatibles significa que ambas pretensiones pueden ser
acogidas simultáneamente por la sentencia que se dicte en el juicio, o sea, no hay
contradicción entre las pretensiones.
Ejemplos: puede solicitarse la demanda se resolución de un contrato de
compraventa, y además puede darse una segunda pretensión que puede ser la
indemnización de perjuicios (artículo 1479, Código Civil); otro ejemplo: en un juicio
de arrendamiento es muy común que en una demanda de desahucio se pida la
restitución del bien inmueble arrendado, y se pide además hacer valer otras
pretensiones: el pago de las rentas que se adeuden, el pago de las cuentas de
servicios (luz, agua potable, etc.).
173
b) Cuando las acciones son incompatibles. Podrán hacerse valer dos o más
pretensiones en una misma demanda que sean incompatibles, pero que sean
resueltas una en subsidio de la otra, y así tienen que alegarse o formularse. Si no se
hace valer una pretensión en subsidio de la otra, la demanda queda
incomprensible y el juez no puede acogerlas simultáneamente en la sentencia.
Ejemplo: no se puede pedir simultáneamente el cumplimiento de un
contrato y su resolución, sólo se pueden hacer valer una en subsidio de la otra.
El demandante verá cuál pretensión formula en forma principal (cuál se
resuelva primero).
Hay otros casos en un mismo proceso en que es posible que se reúnan varias
acciones pero ya no en una misma demanda. Esto va a ocurrir fundamentalmente en dos
casos:
3.- La Demanda:
174
- En primer lugar hay requisitos generales, que se exigen no sólo a la demanda sino
que a todo escrito.
- Por último, existe un tercer grupo de requisitos que se exigen por las leyes
procesales, distintas a las del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.
• Toda demanda se encabeza con lo que se una “suma”, que es una especie
de resumen de la demanda, en que se indica en forma sucinta todas las
pretensiones que se formulan en el escrito de la demanda. Dicho de otro
modo, la demanda se encabezará con una suma que indica su contenido o el
trámite de que se trata (artículo 30, Código de Procedimiento Civil).
• Todo escrito, y por ende toda demanda, tiene que ser firmado (aunque la ley
no lo exija expresamente).
• La demanda hay que presentarla con todas las copias necesarias para
notificar a las partes.
2. Por otro lado, existe un segundo grupo de requisitos específicos o especiales que
se contemplan en el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.
3. Finalmente, existe un tercer grupo de requisitos exigidos por otras leyes procesales.
Ejemplo: los requisitos que exige la ley 18.120 que debe cumplir no sólo la
demanda sino que todo primer escrito que realizan las partes (porque la demanda
puede no ser el primer escrito) y que señala que tiene que cumplir con el llamado
“patrocinio y poder” (quién va a ser el abogado que va a patrocinar o defender
los derechos en el juicio).
175
La ley establece para estos efectos un plazo que es variable y adecuado o
prudente. La duración es variable para contestar la demanda, depende del juicio de que
se trate.
Cualquiera de estos elementos que falle o incumpla quiere decir que no hay
emplazamiento en ese juicio y todas las actuaciones posteriores que puedan hacerse en
ese juicio serán nulas, porque falla el elemento esencial referido a que no se le permite al
demandado que se defienda. Tanto es así que el juez le permite al demandado retirar la
demandada no notificada.
- El tribunal no puede desentenderse de esa demanda. Esto significa que el juez está
obligado a tramitar ese proceso y debe proveer todos los futuros escritos que se le
presenten y además, más importante aún, queda obligado a fallarlo (a dictar
sentencia definitiva). Esta es una derivación del principio de inexcusabilidad de los
tribunales.
176
- Este demandante queda obligado a acatar la sentencia que se dicte en ese
juicio, también como consecuencia de la notificación.
- Por último, ese demandante no puede iniciar un nuevo juicio fundado en el mismo
motivo que planteó en su demanda primitiva, en contra de su mismo demandado,
ante un nuevo o el mismo tribunal, porque ya hay juicio, el asunto ya está
sometido a un juez.
177
b) Responsabilidad penal: El demandante que irresponsablemente interpone una
demanda podría incurrir en responsabilidad penal, esa demanda podría dar
origen a un delito. Ejemplo: injurias en la demanda, por ello hay que medir las
palabras que se utilicen en la redacción de la demanda (artículo 426, Código
Penal).
* Extinción de la acción:
- La acción una vez que ha sido deducida también se puede extinguir por la
dictación de la sentencia.
- El desistimiento, que opera una vez que el juicio se ha iniciado (artículo 148,
Código de Procedimiento Civil). También por avenimiento, transacción y
conciliación.
178
4.- La Excepción:
b. Las excepciones dilatorias son las alegaciones que formula el demandado, cuya
finalidad es corregir vicios de procedimiento sin afectar el fondo de la acción
deducida y con ello se paraliza el juicio hasta que se corrija el defecto. Por
ejemplo: cualquier defecto formal de la demanda (artículo 303, Código de
Procedimiento Civil).
Cuando el demandado ejercer esta acción no entra a contestar la
demanda, puesto que tiene un vicio.
c. Las excepciones perentorias son las alegaciones del demandado que dicen
relación con el fondo de lo discutido (miran el fondo del asunto) y persigue la
extinción de la acción. Ejemplo: el demandado alega la prescripción, el pago de
la deuda, etc.
El demandado debe oponer esta excepción en el escrito de contestación
de la demanda (artículo 309, nº 3, Código de Procedimiento Civil). Si se oponen
con posterioridad a la contestación de la demanda, el tribunal no debe
considerarlas por oponerse extemporáneamente.
Cuando los autores se refieren a las excepciones perentorias, hacen la
distinción entre las perentorias propiamente tales y las que constituyen simples
defensas.
Nuestro Código de Procedimiento Civil no distingue a la excepción de la
defensa, para él son conceptos sinónimos. Ejemplo: artículo 309 que establece los
requisitos de contestación de la demanda y de ellas debe contener las
excepciones que se oponen a la demanda y la exposición clara de los hechos y
fundamentos de derecho en que se apoyan (artículo 309, nº 3, Código de
Procedimiento Civil); en términos amplios comprende excepciones perentorias
como a las simples defensas.
179
* Resolución de las excepciones:
- Las excepciones perentorias, lo mismo que las defensas que puede presentar el
demandado, forman parte de la controversia. La controversia se determina, desde
el punto de vista procesal, por las pretensiones del demandante y las excepciones
que haga valer el demandado en su contestación. Esto es lo que tiene que
resolver el juez en la sentencia (debe resolver todas las acciones y todas las
excepciones).
Las excepciones perentorias y las defensas el juez debe resolverlas en la
sentencia definitiva.
5.- El Juicio:
En relación a los elementos del juicio hay que distinguir entre requisitos de
existencia y requisitos de validez:
a) Requisitos de Existencia:
- La existencia del tribunal, que es el órgano llamado por la ley para conocer de la
contienda. No interesa la naturaleza del tribunal.
180
b) Requisitos de Validez: son ciertas condiciones para que el juicio pueda permanecer
en el tiempo hasta que se resuelva:
- La capacidad de las partes; las partes litigantes deben ser capaces y esta
capacidad está referida a la capacidad de ejercicio. Las partes tienen que ser
capaces de comparecer ante los tribunales personalmente o a través de un
mandatario judicial. Si la parte no tiene esta capacidad de ejercicio tendrá que
actuar a través de su representante legal.
El demandante también tiene que tener especial cuidado que su
representante sea capaz y de dirigir la demanda contra alguien con capacidad
de ejercicio, de lo contrario será todo nulo en ese juicio.
* La Relación Procesal:
Art. 29, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Se formará el proceso con los
escritos, documentos y actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen
en el juicio”.
181
Además, ninguno de estos elementos materiales del proceso se pueden retirar del
expediente sin la autorización del juez (artículo 29, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).
Art. 29, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Ninguna pieza del proceso podrá
retirarse sin que previamente lo decrete el tribunal que conoce de la causa”.
Hablar del EXPEDIENTE es referirse al aspecto material del proceso. Es menester que
la idea de proceso se materialice, se concrete. El proceso se forma con los escritos,
documentos y actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen en el juicio
(artículo 29, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Aquí el legislador utiliza tres palabras distintas: escritos, documentos y actuaciones
(estos conceptos no son idénticos):
A) Los escritos:
Los escritos en general se pueden definir como toda presentación o solicitud que
formulan las partes o terceros, de carácter formal, y mediante la cual se hacen valer las
pretensiones de los litigantes.
El escrito es sinónimo de solicitud. Estos escritos tienen que ser formales, y en esta
materia la ley distingue dos tipos de formalidades:
Esta es una distinción muy importante porque las formalidades generales deben
cumplirse siempre, en cambio, las formalidades especiales están establecidas para ciertos
escritos, no para todos. Ejemplos:
Dentro de los requisitos generales, la ley establece varias formalidades que siempre
deben cumplir los escritos:
b) Todo escrito se debe encabezar con lo que se denomina una “suma”. Esta suma
indica resumidamente el trámite de que se trata o bien su contenido. En otras
palabras es el encabezamiento sobre lo que se tratará el escrito (artículo 30, parte
final, Código de Procedimiento Civil).
c) Los escritos se presentan al tribunal por conducto del secretario (esa es la forma de
presentarla físicamente al tribunal). No se presentan directamente al juez, sino que
se debe dirigir a la secretaría del respectivo tribunal (artículo 30, parte inicial,
Código de Procedimiento Civil).
182
d) Cada escrito se deben acompañar tantas copias según sea la cantidad de partes
que hay que notificar la resolución de ese escrito (artículo 31, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).
Estas copias tienen que ser concordantes con el escrito mismo; no puede
haber diferencias entre la copia y el escrito, incluso la ley establece la obligación
del secretario de confrontar las copias con el escrito.
El artículo 31, inciso 2º, establece algunos casos de excepción respecto de
algunos escritos donde no es necesario entregar copia, estos son escritos que
inciden en aspectos de mero trámite en el juicio. Ejemplos: los escritos que tengan
por objeto personarse en el juicio, acusar rebeldías, pedir apremios, prórroga de
términos, señalamiento de vistas, etc.
Esta formalidad de dejar copias es muy importante porque la ley establece
una sanción si no se cumple con esta obligación. Si no se entregan copias del
escrito o si son disconformes substancialmente entre aquellas y el escrito original,
no le correrá plazo a la parte contraria y el tribunal debe imponer una multa al
litigante que incumpla con esta obligación (artículo 31, inciso 3º, Código de
Procedimiento Civil), y sin perjuicio de lo anterior, el tribunal tiene que ordenar que
estas copias se acompañen dentro del tercer día, bajo apercibimiento de tenerse
por no presentado ese escrito (artículo 31, inciso 4º, Código de Procedimiento
Civil).
e) Los escritos tienen que ser firmados por la parte o por el apoderado, según
corresponda. Además el primer escrito tiene que ser firmado por el abogado
patrocinante. Este es un requisito importante, no obstante aquello la ley no lo
señala expresamente.
B) Los documentos:
* ¿Cómo se presentan los escritos?: Todo escrito se presenta siempre por conducto del
secretario del tribunal que corresponda (del tribunal competente que está conociendo
de la causa); salvo el primer escrito que se presenta en aquellas comunas en que hay
varios tribunales con la misma competencia, en cuyo caso se presentará, si hay Corte de
183
Apelaciones, ante el secretario de dicho tribunal, y si no hay Corte de Apelaciones el
escrito se dirigirá al juzgado de turno.
El secretario recibirá el escrito con las copias que se acompañen y debe proceder
de inmediato a poner en cada foja del escrito su media firma o un sello autorizado del
tribunal (que se conoce como “cargo”). Esto va en el escrito y en las copias (artículo 32,
primera parte, Código de Procedimiento Civil).
Este sello tiene mucha importancia porque ahí va la fecha, que es fundamental en
todo escrito porque indica la fecha de presentación (esa es la fecha que tiene validez).
La ley dice también que el secretario debe dar recibo de los documentos que se le
entreguen; esto constituye una obligación en la medida que la parte lo exija
(normalmente no se exige) (artículo 32, parte final, Código de Procedimiento Civil).
El secretario una vez que tiene el escrito en su poder debe presentarlo al juez para
su despacho, para que el juez resuelva ese escrito. Este despacho la ley dice que puede
ser el mismo día que se entregue el escrito o el día siguiente hábil a la entrega,
normalmente es esto último, a no ser que la parte solicite que se resuelva inmediatamente
en casos urgentes aún después de la hora (artículo 33, inciso 1º, Código de Procedimiento
Civil).
Art. 33, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Todo escrito será presentado por
el secretario al tribunal para su despacho el mismo día en que se le entregue o al
día siguiente hábil si la entrega se hace después de la hora designada al efecto.
En casos urgentes podrá el interesado recabar el despacho inmediato aun
después de la hora designada”.
Desde el punto de vista material, el proceso en principio forma una sola unidad (un
solo tomo), eso es lo normal. En casos excepcionales, sin embargo, se permite dividir un
expediente, y esto se puede deber fundamentalmente por dos razones:
184
En otros casos es la ley la que ordena que se formen estos cuadernos, como
ocurre por ejemplo en el juicio ejecutivo, en donde hay un cuaderno principal
(donde va la controversia) y un cuaderno de apremio (donde va todo lo relativo a
los apremios).
Todas las piezas del proceso (escritos, documentos y actuaciones) se tienen que
agregar cronológicamente y en forma sucesiva al proceso, según el orden que se vayan
produciendo o verificando las actuaciones, y aquí también el secretario tiene la
obligación de ir enumerando cada foja del expediente, con letras y con números. Esto es
lo que se denomina “foliación del expediente”.
Hay algunos casos en que no resulta posible agregar materialmente al proceso
algunas piezas (ejemplos: un libro de contabilidad grande), en esos caso, estos
antecedentes van a quedar fuera del expediente dejándose la debida constancia
(artículo 34, Código de Procedimiento Civil).
Art. 34, Código de Procedimiento Civil: “Todas las piezas que deben formar el
proceso, en conformidad al artículo 29, se irán agregando sucesivamente según el
orden de su presentación. Al tiempo de agregarlas, el secretario numerará cada
foja en cifras y en letras. Se exceptúan las piezas que, por su naturaleza, no
puedan agregarse o que por motivos fundados se manden reservar fuera del
proceso”.
En otros casos las partes pueden pedir por motivos fundados que un determinado
antecedente se mantenga fuera del proceso, esto es lo que se denomina “mantener en
custodia una determinada pieza del proceso”. Ejemplo: junto con una demanda
ejecutiva se pueden acompañar documentos mercantiles (cheques, letras de cambio,
etc.); por razones de seguridad es conveniente pedir la custodia de estos documentos por
parte del secretario, dejando la debida constancia (artículo 34, parte final, Código de
Procedimiento Civil).
Art. 36, Código de Procedimiento Civil: “El proceso se mantendrá en la oficina del
secretario bajo su custodia y responsabilidad. Los autos no podrán retirarse de la
secretaría sino por las personas y en los casos expresamente contemplados en la
ley. Corresponderá al secretario velar por el estricto cumplimiento de lo
establecido en el artículo 393 del Código Orgánico de Tribunales”.
185
Art. 380, nº 4, Código Orgánico de Tribunales: “Es función de los secretarios guardar
con el conveniente arreglo los procesos y demás papeles de su oficina,
sujetándose a las órdenes e instrucciones que la Corte o juzgado respectivo les
diere sobre el particular”.
En relación con esto, las partes, y en general cualquier persona, tienen derecho a
examinar los expedientes e imponerse de las actuaciones judiciales. Esto se debe al
principio de publicidad de los tribunales chilenos.
Las actuaciones de los tribunales son públicas por lo que, en principio, no hay
inconveniente en conocer los expedientes. Sin embargo, es evidente que no está
permitido retirar los expedientes del juzgado, salvo excepciones que la ley contempla de
funcionarios que pueden retirar el expediente (artículo 37, Código de Procedimiento Civil).
En el caso que los propios litigantes o un tercero necesite retirar o recuperar algún
documento que haya sido agregado materialmente al proceso, esto va a depender de la
naturaleza del documento; por ejemplo: un pasaporte, un carnet de identidad.
La ley permite retirar ciertos documentos (exclusivamente referido a los
documentos), y para este efecto el interesado tiene que presentar una solicitud al juez, en
virtud de la cual solicita la devolución de ese documento; y no basta que lo pida, sino que
el tribunal además tiene que acceder al hecho (el juez tiene que resolver
favorablemente).
¿Cómo se procede en este caso?. Una vez que se ha ordenado la devolución, la
parte interesada o el tercero debe proceder a lo que se llama “el desglose de los
documentos” (esto está contemplado en el artículo 29, inciso 2º en relación con el artículo
35 del Código de Procedimiento Civil).
Art. 29, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Ninguna pieza del proceso podrá
retirarse sin que previamente lo decrete el tribunal que conoce de la causa”.
Art. 35, Código de Procedimiento Civil: “Siempre que se desglosen una o más fojas
del proceso, deberá colocarse en su lugar una nueva foja con la indicación del
decreto que ordenó el desglose y del número y naturaleza de las piezas
desglosadas. No se alterará, sin embargo, la numeración de las piezas que queden
en el proceso, y se conservará también la de las que se hayan separado en el
nuevo expediente de que pasen a formar parte, agregándose la que en éste les
corresponda”.
186
Estos principios normalmente se estudian por parejas, ya que habitualmente un
principio se opone a otro; se presentan por medio de dos conceptos contradictorios,
mediante un binomio. Ejemplo: la oralidad se contrapone a la escrituración.
En la doctrina tampoco hay conceptos unánimes de estos principios.
Es importante destacar que en un proceso nunca las actuaciones van a ser cien
por ciento escrito u oral.
En doctrina estos principios presentan importantes ventajas e inconvenientes. Por
ejemplo, el sistema oral da una marcha más acelerada al proceso y evita así el retardo
(es más rápido); por otro lado, el principio de la escrituración presenta la ventaja de la
seguridad en el proceso.
En Chile hay manifestaciones de ambos principios con una clara diferencia entre
materia civil y penal.
Está referido a la vinculación que tiene el juez con los distintos actores que tiene un
proceso, si es directo o indirecto.
La Inmediación es el principio es el principio en virtud del cual se pretende
asegurar que el juez o tribunal esté en una íntima relación personal con los sujetos del
proceso, lo que significa que el juez recibe directamente, sin intermediarios, los actos del
proceso o los escritos de las partes.
La Mediación es el principio en virtud del cual el juez no se encuentra en una
permanente e íntima relación personal con los sujetos del proceso, sino que tal
vinculación tiene lugar a través de un agente intermediario (los escritos se le hacen llegar
a través del secretario).
187
3) Principio dispositivo e inquisitivo:
Actualmente, en el proceso civil los litigantes aportan las pruebas, pero con
algunos cambios en el último tiempo. Esto indica que el legislador en el campo probatorio
se está inclinando fuertemente hacia el principio inquisitivo. Ejemplo: se pueden citar las
medidas para mejor resolver, en que el juez puede disponer de oficio (artículo 159, Código
de Procedimiento Civil).
188
Cabe advertir que este principio de la publicidad es perfectamente posible
conciliarlo con el principio de la escritura, como ocurre en nuestro derecho.
Esto se refiere a lo que se denomina el impulso procesal, que es la fuerza para que
un proceso avance. Esto va a depender si ese impulso emana de las partes o del propio
juez (que son los protagonistas del proceso y ese impulso no puede venir más que de
ellos). Si esa fuerza procede de los litigantes se habla de instancia de parte, si por el
contrario emana del tribunal se habla de impulso oficial.
En el Principio de Instancia de Parte son los propios litigantes los que tienen la
facultad de dar, iniciar y hacer avanzar el proceso a través de los escritos.
En el Principio de Impulso Oficial el juez tiene la facultad de hacer avanzar el
proceso sin perjuicio de las atribuciones de las partes.
Dice relación con la forma que tiene el juez para el efecto de dar por acreditado
un hecho en un juicio.
189
o El sistema de la sana crítica.
c) El sistema de sana crítica: En este caso, el juez se debe regir por ciertas reglas no
escritas, pero son reglas del correcto entendimiento humano, como las reglas de
lógica en que debe fundarse la sentencia. En este caso el juez sí tiene que dar
razones del establecimiento de la verdad.
Hay que buscar un justo equilibrio entre ambos principios. En nuestro país rige el
principio del formalismo, en materia civil, con excepción de los alegatos en los tribunales
colegiados.
190
11) Principio de la preclusión y de la libertad:
- Existencia de los plazos: Ninguna actuación procesal puede realizarse más allá del
plazo fijado por la ley para su ejercicio. En el procedimiento civil son todos fatales o
perentorios.
- La eventualidad procesal: Esto significa que las partes tienen que hacer valer
simultáneamente los distintos medios para accionar en forma conjunta, en caso
que uno de ellos falle o sea desestimado. Ejemplo: las excepciones dilatorias, que
deben deducirse todas conjuntamente y en un mismo escrito.
191
13) Principio de la buena fe procesal:
Se supone que la buena fe procesal debe actuar siempre. Las partes en el proceso
tienen un deber moral de ser veraces, y esto significa que deben desarrollar las acciones a
través de la búsqueda de la verdad, evitando las dilaciones innecesarias o que se
cometan abusos. Persigue, entonces este principio, no desvirtuar los fines de un acto; en
fin, actuar lealmente.
Este principio no tiene oponente o contradictor. No hay legislación que sancione
como principio formativo la mala fe procesal.
Por excepción se pueden reunir ambas calidades en una sola persona, dentro de
un mismo juicio, lo que acontece en caso de producirse la reconvención.
192
En general son aquellas partes no originarios de la situación procesal -es decir, no
inician el juicio- a los cuales la ley les permite intervenir posteriormente en el juicio si es que
tienen algún derecho que hacer valer.
Estos normalmente son ajenos a la contienda misma, pero el tercero tiene un
interés en el resultado del juicio y es lo que lo motiva a intervenir.
No hay que confundir a estos terceros con otros terceros que no son y nunca van a
ser parte en un juicio pero si van a tener participación en un juicio, como los testigos, los
peritos, etc.
En general se llama Tercero a toda persona que es extraña a la litis. Pero hay
algunos que pueden intervenir en el proceso por tener interés en el resultado. Hay otros
terceros que no son parte indirecta y ellos son extraños a la litis pero pueden tener
participación en el proceso, como los testigos, peritos.
Las partes indirectas pueden intervenir en el juicio de distinta forma dependiendo
de cuál es el interés que tiene en el juicio, y hay que ver si ese interés es o no concordante
con las pretensiones de las partes; y debido a ello se pueden clasificar en:
o Terceros Coadyuvantes
o Terceros Excluyentes
o Terceros Independientes
193
• Si conjuntamente se reúnen varios demandantes y varios demandados,
estaremos en presencia de una “litis consortio mixta”.
• La “litis consortio inicial” sería la pluralidad de partes que tiene su origen con la
iniciación del juicio mismo, es decir nace al momento de interponerse o
deducirse la demanda en el juicio. Esto ya sea porque la demanda la deducen
varios demandantes contra un solo demandado, o por un actor contra varios
demandados, o por muchos demandantes contra varios demandados
(artículo 18, Código de Procedimiento Civil).
Art. 18, Código de Procedimiento Civil: “En un mismo juicio podrán intervenir
como demandantes o demandados varias personas siempre que se
deduzca la misma acción, o acciones que emanen directa e
inmediatamente de un mismo hecho, o que se proceda conjuntamente
por muchos o contra muchos en los casos que autoriza la ley”.
• En la “litis consortio obligatoria o necesaria” va a ser la ley la que exija que las
partes actúen conjuntamente, en determinados casos.
Así acontece en la situación prevista en el artículo 19 del Código de
Procedimiento Civil, cuando indica que “si son dos o más las partes que
entablen una demanda o gestión judicial y deducen las mismas acciones,
deberán obrar todas conjuntamente, constituyendo un sólo mandatario”.
La misma regla se va a aplicar en el caso que sean varios los
demandados que opongan idénticas excepciones o defensas (artículo 19,
inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
* Casos en que tiene lugar la pluralidad de partes o litis consortio (artículo 18):
a. Cuando se deduzca la misma acción por varias personas. En este caso la ley dice
que estas varias personas tienen que obrar conjuntamente a través de un
mandatario común (están representados por una misma persona).
194
b. Cuando se deduzcan acciones diversas que emanen directa e inmediatamente
de un mismo hecho. Por ejemplo, las diversas acciones indemnizatorias que se
originen con motivo de un accidente a varias personas.
Hay ciertos casos que contempla el propio legislador en que es necesario litigar
conjuntamente. Esta obligación se traduce en el nombramiento del mandatario o
procurador común. Esta es la situación que se contempla en el artículo 19 del Código de
Procedimiento Civil, en el cual las partes deben actuar conjuntamente estableciendo un
mandatario o procurador común.
Art. 19, Código de Procedimiento Civil: “Si son dos o más las partes que entablan
una demanda o gestión judicial y deducen las mismas acciones, deberán obrar
todas conjuntamente, constituyendo un solo mandatario”.
“La misma regla se aplicará a los demandados cuando sean dos o más y
opongan idénticas excepciones o defensas”.
¿Cómo se designa este mandatario común?. Aquí se aplica la regla del artículo 12,
que dice que el procurador común será nombrado por acuerdo de las partes a quienes
haya de representar (artículo 12, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil), dentro del
plazo razonable que señale el tribunal (artículo 12, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).
Si las partes no se ponen de acuerdo respecto de la persona del mandatario o
procurador común, el nombramiento tiene que hacerlo el tribunal que conozca la causa.
Este nombramiento puede ser revocado una vez nombrado por acuerdo unánime
de las mismas partes, o por el tribunal a petición de alguna de ellas (artículo 14, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil).
Este procurador común tiene que ceñirse a las reglas que le den las partes (debe
someterse a las instrucciones de los propios interesados), y en caso que no exista acuerdo
195
en este punto, dice la ley que este procurador común está facultado para “proceder por
sí solo y como se lo aconseje la prudencia” (artículo 15, Código de Procedimiento Civil).
o Si son distintas las acciones de los demandantes o las defensas de los demandados
(artículo 20, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
o También pueden obrar separadamente desde el momento que aparezca que hay
incompatibilidad de intereses entre las partes que litigan conjuntamente (artículo
20, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Aquí hay que distinguir la capacidad para ser parte en juicio, para comparecer en
juicio (capacidad procesal) y para pedir en juicio (ius postulandi):
Esto significa determinar que aptitud debe tener un sujeto para aparecer en juicio,
para figurar como demandante o como demandado.
Esta materia se rige por las reglas sustantivas o por las reglas del Derecho Civil, y en
consecuencia hay que concluir que para ser parte en juicio o para ser titular de una
relación jurídica procesal basta con tener la capacidad de goce. Esto rige tanto para las
personas naturales como para las personas jurídicas.
Por capacidad de goce se entiende la aptitud legal para adquirir derechos (es un
elemento de la personalidad, por lo que ninguna persona carece de ella).
En el Código de Procedimiento Civil no existen reglas en materia de capacidad
para ser parte en juicio, de allí que se aplican las normas de las leyes sustantivas.
196
c) Capacidad para pedir en juicio:
La regla general es que la ley permite la intervención de los terceros como partes
indirectas en los diferentes juicios y procedimientos, con los requisitos que debe reunir todo
tercero; esto es lo que se denomina “intervención permitida de terceros”.
Sin embargo, hay otros casos en que la ley permite la intervención de terceros con
ciertas limitaciones; esta es la “intervención restringida de terceros”. Así sucede tratándose
del juicio ejecutivo, en donde la ley regula minuciosamente la intervención de terceros,
estableciéndoles condiciones que deben tener (artículo 518, Código de Procedimiento
Civil). Según esta norma en el juicio ejecutivo son admisibles las tercerías de dominio (de
los bienes embargados), de posesión (de los bienes embargados), de prelación (derecho
para ser pagado preferentemente) y de pago (derecho para concurrir en el pago a falta
de otros bienes).
197
Además existen casos en que nuestro legislador no admite la intervención de
terceros, situación que es excepcional. Esto ocurre en ciertos procedimientos ejecutivos
especiales (procedimiento de realización de la prenda agraria o de la prenda industrial).
c) Tercer requisito: El tercero tiene que tener un interés actual en los resultados del
juicio, esto significa que el tercero tiene que tener un derecho comprometido y no
meras expectativas.
La ley lo señala también en forma categórica, cuando dice que “se
entenderá que hay interés actual siempre que exista comprometido un derecho y
no una mera expectativa, salvo que la ley autorice especialmente la intervención
fuera de estos casos (artículo 23, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Esto dice relación con la calidad que debe reunir el tercero, concretamente el
derecho que ese tercero puede hacer valer en el juicio.
Aquí hay que partir del supuesto que los terceros siempre intervienen en juicio
voluntariamente, la intervención no es forzada.
Desde este punto de vista, hay tres calidades con las cuales puede intervenir un
tercero en juicio, lo que da origen a tres clases de tercerías:
Terceros coadyuvantes
Terceros excluyentes
Terceros independientes
A) Terceros Coadyuvantes:
Los terceros coadyuvantes son personas que, sin ser partes directas en el juicio,
pueden intervenir después de su inicio, por tener un interés actual en su resultado, y
sosteniendo o haciendo valer pretensiones armónicas y concordantes con las de alguna
de las partes directas.
Se ubican en la misma posición jurídica que tiene alguna de las partes directas, es
decir, está en la misma situación procesal, ya sea del demandante o demandado. Esto
quiere decir que este tercero queda equiparado con la parte respectiva, constituye una
sola parte con ese litigante.
Por esta razón algunos denominan a estos terceros coadyuvantes como “terceros
colaboradores”, esto significa que si hay una sola identidad tienen que litigar en una
misma cuerda, constituyendo un mandatario o procurador común (artículo 23, inciso 1º,
198
Código de Procedimiento Civil). Ese procurador común tendrá que ser designado de
común acuerdo o en su defecto por el tribunal.
Art. 23, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Los que, sin ser partes directas en
el juicio, tengan interés actual en sus resultados, podrán en cualquier estado de él
intervenir como coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos que
concede el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un procurador
común, continuando el juicio en el estado en que se encuentre”.
¿En qué momento puede intervenir este tercero coadyuvante?. El juicio tiene que
estar iniciado (se inicia desde que se notifica formalmente la demanda) y puede hacerlo
en cualquier estado del juicio, tanto en primera como en segunda instancia, tal como lo
señala el inciso 1º del artículo 23 del Código de Procedimiento Civil.
Este tercero cuando interviene tiene que respetar todo lo obrado en el juicio.
Cuando el tercero coadyuvante interviene se puede originar un incidente, se
puede generar una oposición de la parte contraria o del mismo litigante; este juicio es un
incidente que el juez tiene que resolver.
B) Terceros Excluyentes:
Los terceros excluyentes son aquellos que concurren al juicio también después de
iniciado, pero en este caso lo hacen reclamando o sosteniendo una pretensión propia e
incompatible con las pretensiones de las partes directas. De manera que el interés que
hace valer este tercero es contradictorio, tanto con el demandante como con el
demandado; por lo mismo, también se le denomina también “opositor”. Ejemplos: la
tercerías de dominio o de posesión.
Esta situación es totalmente distinta al tercero coadyuvante desde el momento
que hablamos de “pretensiones incompatibles” en el accionar del tercero en contra del
demandante y demandado dentro del mismo juicio.
Esta intervención de este tipo de tercero está permitido a fin de evitar nuevos
juicios en el juicio principal. Esta es otra manifestación más del principio de economía
procesal (artículo 22, Código de Procedimiento Civil).
Art. 22, Código de Procedimiento Civil: “Si durante la secuela del juicio se presenta
alguien reclamando sobre la cosa litigada derechos incompatibles con los de las
otras partes, admitirá el tribunal sus gestiones en la forma establecida por el
artículo 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su presentación,
continuando el juicio en el estado en que se encuentre”.
Este artículo merece una observación, porque se refiere al artículo 16 del Código
de Procedimiento Civil y eso puede llevar a algún equívoco. Esta remisión al artículo 16
hay que entenderlo únicamente a que este tercero debe actuar separadamente de las
partes. El artículo 16 permite separadamente hacer alegaciones propias, eso significa que
no puede constituir procurador común.
Este tercero excluyente también puede intervenir en cualquier estado del juicio,
dada la redacción del artículo 22: “si durante la secuela del juicio....”. Cuando interviene
este tercero se entiende que acepta todo lo obrado con anterioridad a su presentación, y
continua el juicio contra las partes directas en el estado en que se encuentre.
También su presentación puede dar origen a reclamaciones de las partes directas,
en cuanto a que se pueden oponer.
Aquí el problema es determinar cómo debe intervenir en juicio. Este es un
problema que no ha sido resuelto actualmente por la doctrina. En esta materia ahora hay
199
tres intereses en juego: el interés del demandante, el del demandado y el del tercero. Las
posiciones doctrinarias más importantes son:
- Hay autores que sostienen que debería suspenderse el juicio principal mientras se
resuelve o clarifica el derecho del tercero. La tramitación del tercero constituye un
incidente y se tramita incidentalmente (en cuaderno separado).
- Otros autores sostienen que aquí lo lógico sería generalizar todos los casos de
terceros excluyentes, al igual como sucede en el caso de las tercerías de dominio;
esto significa que este tercero iniciaría un nuevo juicio en contra del demandante
y demandado, y esta nueva acción se tramita separadamente y ambos juicios -el
primitivo y la tercería- deberían fallarse en la misma sentencia.
C) Terceros Independientes:
Art. 23, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil: “Si el interés invocado por el
tercero es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se
observará lo dispuesto en el artículo anterior”.
Esto significa determinar de qué forma las partes intervienen ante los tribunales de
justicia cuando quieren hacer valer un determinado derecho.
En esta materia hay dos grandes sistemas para comparecer ante los tribunales de
justicia, y esto es válido para actuar en la vida del derecho:
En esta materia tiene mucho que ver la capacidad de la persona. Una persona
incapaz nunca va a poder actuar por sí sólo, sino que lo podrá hacer a través de sus
representantes legales que la ley le señala.
200
En otros casos la parte o interesado podría concurrir personalmente ante los
tribunales, o bien podría hacerlo representado, pero no legalmente sino que podría
recurrir a la representación convencional.
En el caso de las personas jurídicas, éstas siempre tienen que tener un
representante o administrador, o sea, una persona que actúe por ella.
o Comparecencia ante los tribunales inferiores: La regla ante los jueces letrados es
que las partes concurran debidamente representadas. En principio ante un tribunal
inferior no se admite la comparecencia personal; esto significa que se debe recurrir
a los mandatarios judiciales -esto aún cuando la parte sea capaz de ejercicio- y
excepcionalmente la ley permite, ante los tribunales inferiores, la comparecencia
personal.
Ante los juzgados de letras se admite la comparecencia a través de
cualquier mandatario judicial.
Art. 398, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Ante la Corte Suprema
sólo se podrá comparecer por abogado habilitado o por procurador del
número y ante las Cortes de Apelaciones las partes podrán comparecer
personalmente o representadas por abogado o por procurador del
número”.
En cuanto a las normas legales que regulan la comparecencia, la ley regula esta
materia en el Título II del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil (artículos 4º y
siguientes).
La regla es que toda persona que deba comparecer en juicio, a su propio nombre
o como representante legal de otra, debe hacerlo en la forma que determine la ley
(artículo 4º, Código de Procedimiento Civil). La ley determina esta comparecencia
fundamentalmente en el artículo 398 del Código Orgánico de Tribunales y se regula
especialmente en la ley 18.120 sobre comparecencia en juicio (apéndice del Código de
Procedimiento Civil).
Esta comparecencia es válida o es aplicable no sólo a los juicios, sino que también
a los actos judiciales no contenciosos. Esto porque la ley 18.120 expresamente lo dice en
el artículo 1º, y además el artículo 4º del Código de Procedimiento Civil está inserto en las
disposiciones comunes a todo procedimiento y este Libro es de aplicación general a todo
procedimiento en juicio.
201
* Obligaciones de la Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio:
Art. 2º, inciso 1º, Ley 18.120: “Ninguna persona, salvo en los casos de excepción
contemplados en este artículo, o cuando la ley exija la intervención personal de la
parte, podrá comparecer en los asuntos y ante los tribunales a que se refiere el
inciso primero del artículo anterior, sino representada por un abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión, por procurador del número, por estudiante
actualmente inscrito en tercero, cuarto o quinto año de las Escuelas de Derecho
de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales de alguna de las universidades
autorizadas, o por egresado de esas mismas escuelas hasta tres años después de
haber rendido los exámenes correspondientes. La autoridad universitaria
competente certificará, a petición verbal del interesado, el hecho de estar vigente
la matrícula o la fecha del egreso, en su caso. La exhibición del certificado
respectivo habilitará al interesado para su comparecencia”.
202
judicial, tiene que haber una sentencia ejecutoriada; y también puede
imponérsele a título de pena y no sólo como una medida disciplinaria.
b) Procurador del numero: Los procuradores del número están regulados en los
artículos 394 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Los procuradores del número, son oficiales de la administración de justicia
encargados de representar en juicio a las partes (artículo 394, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales).
d) Egresados de derecho por cierto tiempo: Los egresados de las mismas escuelas
hasta tres años después de haber rendido los exámenes correspondientes.
Art. 2º, inciso 3º, Ley 18.120: “Para la iniciación y secuela del juicio podrá, sin
embargo, solicitarse autorización para comparecer y defenderse
personalmente. El juez podrá concederla atendida la naturaleza y cuantía
203
del litigio o las circunstancias que se hicieren valer, sin perjuicio de exigir la
intervención de abogados, siempre que la corrección del procedimiento
así lo aconsejare. Las resoluciones que se dicten en esta materia sólo serán
apelables en el efecto devolutivo”.
Art. 2º, inciso 9º, Ley 18.120: “Las obligaciones consignadas en el primer
inciso del artículo 1.º y de este artículo, no regirán en aquellos
departamentos en que el número de abogados en ejercicio sea inferior a
cuatro, hecho que determinará la Corte de Apelaciones correspondiente”.
Art. 1.º, inciso 1º, Ley 18.120: “La primera presentación de cada parte o interesado
en asuntos contenciosos o no contenciosos ante cualquier tribunal de la
República, sea ordinario, arbitral o especial, deberá ser patrocinada por un
abogado habilitado para el ejercicio de la profesión”.
Esta obligación es para los efectos de la defensa en el juicio (no para los efectos
de comparecer). El abogado patrocinante es el que defiende los derechos en juicio de
las partes, por eso es que la ley le encomienda esta misión exclusivamente a los
abogados.
204
De todas las personas que pueden ser mandatarios los únicos que pueden
patrocinar son los abogados habilitados, por eso ocurre en algunos casos que se le
otorguen estas dos condiciones a una sola persona: por un lado sea patrocinante (para la
defensa) y por otra parte sea mandatario judicial (para que actúe).
Esta obligación de designar abogado patrocinante debe cumplirse en la primera
presentación que se efectúe ante los tribunales, que cada parte realiza ante el respectivo
tribunal de justicia. La primera presentación puede ser o no la presentación o la
contestación de la demanda.
Art. 1º, inciso 2º, Ley 18.120: “Esta obligación se entenderá cumplida por el hecho
de poner el abogado su firma, indicando además su nombre, apellidos y domicilio.
Sin estos requisitos no podrá ser proveída y se tendrá por no presentada para todos
los efectos legales. Las resoluciones que al respecto se dicten no serán susceptibles
de recurso alguno”.
-o- EL PATROCINIO:
205
Extinción del patrocinio:
En esta materia hay que señalar una regla que señala el artículo 1º, inciso 3º, de la
Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio, que señala que “el abogado conservará este
patrocinio y su responsabilidad mientras en el proceso no haya testimonio de la cesación
de dicho patrocinio”.
Art. 1º, inciso 3º, primera parte, Ley 18.120: “El abogado conservará este patrocinio
y su responsabilidad mientras en el proceso no haya testimonio de la cesación de
dicho patrocinio”.
a) Por renuncia del propio abogado patrocinante: Cuando el patrocinio termina por
la renuncia del abogado patrocinante (por su voluntad), éste debe ponerla en
conocimiento de la parte y debe, además, informarle el estado del asunto. Esta
renuncia tiene que notificársela a la parte, y mientras eso no sucede sigue
conservando su responsabilidad (artículo 1º, inciso 4º, Ley 18.120).
El inciso 4º del artículo 1º de la ley 18.120 señala que “si la causa de la
expiración fuere la renuncia del abogado, deberá éste ponerla en conocimiento
de su patrocinado, junto con el estado del negocio, y conservará su
responsabilidad hasta que haya transcurrido el término de emplazamiento desde
la notificación de su renuncia, salvo que antes se haya designado otro
patrocinante”.
c) Por fallecimiento del patrocinante: Termina por muerte del abogado patrocinante,
ya que también acaba la persona humana. Si fallece la parte no se termina el
patrocinio, porque el juicio no termina y el abogado mantiene la responsabilidad
por sucesión.
Si la causa de expiración fuere el fallecimiento del abogado, el interesado
deberá designar otro en su reemplazo en la primera presentación que hiciere
(artículo 1º, inciso final, Ley 18.120).
Por otro lado, siempre se debe tener presente que no termina por la muerte
del mandante el mandato de los abogados (artículo 529, Código Orgánico de
Tribunales).
206
-o- EL MANDATO JUDICIAL:
Art. 395, Código Orgánico de Tribunales: “El acto por el cual una parte
encomienda a un procurador la representación de sus derechos en juicio, es un
mandato que se regirá por las reglas establecidas en el Código Civil para los
contratos de esta clase, salvas las modificaciones contenidas en los artículos
siguientes.
o Por escritura pública otorgada ante notario: El Código dice “por escritura pública
otorgada ante notario o ante oficial del Registro Civil”, sin embargo esto último se
entiende derogado, porque en la práctica el oficial del Registro Civil carece de
esa atribución.
207
o Mediante un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez arbitro, y suscrita
por todos los otorgantes.
o Mediante una declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del
tribunal que esté conociendo de la causa. Aquí hay que agregar a esta frase un
funcionario que, aunque el Código no lo dice, también podría autorizar esta
declaración escrita; este funcionario es el jefe de la unidad de administración de
causas, en el caso de los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo
penal (artículo 4º, ley 18.120). Este artículo hay que agregarlo al artículo 6º, inciso
2º, nº 3 del Código de Procedimiento Civil.
En síntesis, estos tres casos que contempla esta norma están dados por escritura
pública (que es escrita), por el título que viene a ser el acta (que también es escrito) y la
declaración escrita.
De estos tres casos que contempla esta norma, la regla general es el tercer caso,
que es lo que normalmente se hace. Esta declaración escrita se cumple en la primera
presentación que hace la parte. Ejemplo: en el escrito de demanda se puede señalar en
un otrosí de él.
El artículo 6º hay que complementarlo con otras normas que establecen otras
formas de constituir mandato judicial, por ejemplo:
Hay otra regla que se refiere al mandato judicial que se le puede dar a una
persona cuando se trata del cobro de cheques, letras de cambio, pagarés; la ley
señala en esos casos que la forma de constituirlo es mediante un “endoso de
cobranza” (artículo 29, inciso 2º, Ley 18.092). En este caso, el endoso le confiere al
procurador todas las atribuciones propias del mandato judicial.
Por último, hay otra forma que es nueva y que está establecida en el artículo 54 de
la Ley Nº 19.718 (“ley de defensoría pública”, publicada el 10 de marzo de 2001),
aplicable exclusivamente a los asuntos penales y que se rijan por el nuevo Código
Procesal Penal.
Tratándose del mandato civil, la parte del mandante tiene plena y absoluta
libertad para elegir a la persona del mandatario y, en consecuencia, puede elegir
cualquier persona, sin restricciones para ello (no requiere de ninguna condición especial).
208
En el mandato judicial la situación no es así, porque en el mandato judicial hay
ciertas facultades que jamás se pueden restringir, son inherentes al mandato judicial,
basta el hecho de otorgarse un mandato judicial para que estas facultades se entiendan
incorporadas de pleno derecho, porque la ley las establece; estas son ciertas facultades
mínimas que tiene que tener todo mandato judicial, de lo contrario (si se limitan) no
podría representar a la parte. Las partes no las pueden restringir ni eliminar.
En el mandato judicial hay que hacer una distinción tratándose de las facultades
del mandatario. Aquí hay que distinguir las llamadas “facultades ordinarias” y las llamadas
“facultades extraordinarias o especiales”. Esta distinción es fundamental.
¿Cuándo se entienden conformadas las facultades del inciso 2º?. Las facultades
del inciso 2º, como dice el Código de Procedimiento Civil requieren expresa mención. La
ley señala una enumeración de varias facultades que podrían darse.
Aquí se ha presentado un problema referido a determinar qué significa esa
“expresa mención” que señala el legislador. El problema que se planteó es saber si había
que enumerarla una por vez o había que hacer una referencia genérica del inciso 2º (esto
en el entendido de que se tienen que hacer las facultades extraordinarias).
La jurisprudencia ha dicho que es suficiente o bastaría una referencia genérica al
inciso 2º. Basta decir que el mandatario se le otorgan todas las facultades del inciso 2º del
artículo 7º.
Si el mandante quiere restringirle facultades, tendría que indicarlo en forma
expresa e inequívoca.
ø Facultades Ordinarias:
Estas facultades del inciso 1º son todas aquellas que se le dan a un mandatario
judicial para que pueda desempeñarse normalmente en representación de su parte o
interesado, de lo contrario no podría hacerlo bien.
Art. 7º, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “El poder para litigar se entenderá
conferido para todo el juicio en que se presente, y aun cuando no exprese las
facultades que se conceden, autorizará al procurador para tomar parte, del
mismo modo que podría hacerlo el poderdante, en todos los trámites e incidentes
del juicio y en todas las cuestiones que por vía de reconvención se promuevan,
209
hasta la ejecución completa de la sentencia definitiva, salvo lo dispuesto en el
artículo 4 o salvo que la ley exija intervención personal de la parte misma. Las
cláusulas en que se nieguen o en que se limiten las facultades expresadas, son
nulas. Podrá, asimismo, el procurador delegar el poder obligando al mandante, a
menos que se le haya negado esta facultad”.
o Son legales, porque están establecidas en la ley, y prima la voluntad del legislador
que la voluntad del mandante.
o Son esenciales, en cuanto a que no se puede limitar o restringir, existen aún contra
la voluntad de los interesados.
¿En qué consisten estas facultades ordinarias?. En cuanto a las facultades que
confiere, esto lo señala el mismo artículo 7º, inciso 1º en términos genéricos:
a) En primer lugar, estas facultades autorizan para que el mandatario tome parte o
para que actúe en todos los trámites o incidentes del juicio, del mismo modo que
podría hacerlo el poderdante o mandante.
Son las atribuciones que se dan a un mandatario judicial y que requieren de una
mención expresa al momento de otorgarse el mandato judicial, es decir, no están
incorporadas de pleno derecho como las facultades ordinarias.
Art. 7º, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Sin embargo, no se entenderán
concedidas al procurador, sin expresa mención, las facultades de desistirse en
primera instancia de la acción deducida, aceptar la demanda contraria, absolver
posiciones, renunciar los recursos o los términos legales, transigir, comprometer,
otorgar a los árbitros facultades de arbitradores, aprobar convenios y percibir.
210
En cuanto a sus características, podemos señalar las siguientes:
o Son convencionales, son distintas a las que están establecidas por la ley, desde el
momento que requieren de una expresa mención por parte del mandante (su
origen no es la voluntad del legislador sino la de las partes contratantes). Esto
significa que el mandante las regula a su voluntad y él verá si las otorga o no, y,
por lo mismo, pueden restringirse o suprimirse.
o Son accidentales, y no esenciales como las anteriores, porque para que existan
requieren de una cláusula especial.
o Son dispositivas, en el sentido que, en general, todas estas facultades del inciso 2º
implican actos de disposición patrimonial del mandante o que afecta
patrimonialmente al mandante.
b) Aceptar la demanda contraria: Esto está en relación con el artículo 313 del
Código de Procedimiento Civil, que permite allanarse a la demanda dentro de las
actitudes que puede asumir el demandante. Ese allanamiento significa
aceptación de la demanda y ocurre en todos aquellos casos en que el
demandado estima que es inoficioso que se siga adelante en el juicio (si no hay
mayores posibilidades de defensa o de ganar).
Esta es una facultad extraordinaria porque implica aceptar
anticipadamente una condena, aceptando todos los aspectos de hecho y de
derecho en la demanda, de manera que también tiene una repercusión
211
patrimonial. Esta facultad, en principio, es incompatible con la esencia del
mandato judicial, porque nadie da un mandato judicial para ello.
212
h) Aprobar convenios: Estos convenios son acuerdos entre deudores y acreedores, y
que están referidos precisamente con la forma de pagar deudas. Esto es propio de
los procedimientos de quiebras, regulado en la ley de quiebras.
El mandatario debe estar revestido de esta atribución por expresa mención
del poderdante; también de carácter patrimonial porque incide en el patrimonio
mismo del representado.
i) Percibir: Esta facultad se refiere a la atribución del mandatario para recibir las
sumas de dinero, especies o frutos a que puede ser condenada la parte contraria.
Dentro del artículo 7º, inciso 1º, en su párrafo final se establece la facultad de
delegación del mandato judicial.
Art. 7º, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil: “Podrá, asimismo, el
procurador delegar el poder obligando al mandante, a menos que se le haya
negado esta facultad”.
213
Art. 10, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Todo procurador legalmente
constituido conservará su carácter de tal mientras en el proceso no haya
testimonio de la expiración de su mandato”.
Esto es muy importante porque ese mandato, si se analiza desde el punto de vista
civil, podría estar terminado, pero sin en el proceso no consta sigue vigente y el
procurador mantiene su responsabilidad.
Las causales de terminación del mandato judicial son las mismas que operan para
el patrocinio. Estas son:
Las principales diferencias entre una institución y otra son las siguientes:
214
limitará a ordenar la debida constitución del mandato dentro de un plazo máximo
de tres días. Una vez extinguido este plazo y sin otro trámite se tendrá por no
presentado para todos los efectos legales, y las resoluciones que se dicten a este
respecto no son susceptibles de recurso alguno (tampoco se puede reclamar).
Lo mismo es válido o aplicable para la delegación del mandato.
A) Agencia Oficiosa:
Art. 6º, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil: “Podrá, sin embargo, admitirse la
comparecencia al juicio de una persona que obre sin poder en beneficio de otra,
con tal que ofrezca garantía de que el interesado aprobará lo que se haya
obrado en su nombre. El tribunal, para aceptar la representación, calificará las
circunstancias del caso y la garantía ofrecida, y fijará un plazo para la ratificación
del interesado”.
Art. 6º, inciso final, Código de Procedimiento Civil: “Los agentes oficiosos deberán
ser personas capacitadas para comparecer ante el respectivo tribunal, en
conformidad a la Ley Orgánica del Colegio de Abogados, o, en caso contrario,
deberán hacerse representar en la forma que esa misma ley establece”.
Si el interesado, dentro del plazo que el juez señala, no ratifica, esas acciones no
producen efecto y serían nulas.
La garantía es para responder de cualquier perjuicio o daño que puede originar la
actuación.
b) Que esta persona (agente oficioso) ofrezca fianza o garantía que posteriormente
el interesado (a quien representa) aprobará lo obrado, es decir, las actuaciones
que el agente oficioso realice. Esta fianza se denomina “fianza de rato”.
215
c) Que se hagan valer motivos o circunstancias calificadas, que hay que indicarlo al
momento de comparecer. Ejemplo: la ausencia interpectiva del demandado.
d) Es necesario que esta agencia oficiosa cumpla, además, con los requisitos que
establece la ley de comparecencia. Si el agente oficioso no tiene ius postulandi
tiene que hacerse representar, a su vez, por un mandatario judicial y además
debe conferir patrocinio.
216
Lo mismo que en el caso de anterior, estos representantes legales de las personas
jurídicas, para actuar en juicio tienen que cumplir necesariamente con lo que establece
la Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio, si no poseen el ius postulandi (deben
nombrar mandatario judicial y abogado patrocinante).
- Si la persona todavía no se ausenta del país pero existe motivo para ausentarse.
- Cuando la persona se ha ausentado y está en el extranjero.
a) Cuando la persona todavía no se ausenta del país pero existe motivo para hacerlo:
La ley dice que si existe motivo justificado o fundado para que esa persona se
ausente del país, el interesado puede solicitarle al juez una medida prejudicial que
consiste en que se le exija a esta persona que constituya en el lugar donde se va a
entablar el juicio un apoderado que lo represente y bajo apercibimiento de nombrársele
un curador de bienes (artículo 285, Código de Procedimiento Civil).
Art. 285, Código de Procedimiento Civil: “En el caso del inciso 1º del artículo
anterior podrá también pedirse que aquel cuya ausencia se teme, constituya en el
lugar donde va a entablarse el juicio apoderado que le represente y que responda
por las costas y multas en que sea condenado, bajo apercibimiento de
nombrársele un curador de bienes”.
Aquí se aplican las normas pertinentes del Código Civil (artículos 473 y siguientes;
Título XXVII del Libro Primero del Código Civil) y del Código de Procedimiento Civil (artículo
845).
En este caso hay que ver o analizar si esta persona que se ausentó dejó o no
constituido en Chile un mandatario.
o Si dejó constituido mandatario para que lo represente: Aquí hay que analizar este
mandato y ver que facultades se le dieron a ese mandatario. Concretamente hay
que analizar si ese mandatario tiene atribuciones para representarlo en juicio y
específicamente para contestar demandas.
Si tiene estas atribuciones no hay problemas y se sigue con él (artículo 11,
Código de Procedimiento Civil).
217
o Si el ausente no dejó constituido mandatario: En este caso también hay que
distinguir si el ausente tiene o no domicilio conocido en el extranjero.
Si se conoce de el paradero del ausente, en este caso hay que notificarlo
por exhorto.
Si se ignora su paradero, hay que designarle un curador de bienes (artículo
473, Código Civil; artículo 845, Código de Procedimiento Civil).
a. Fallecimiento de la parte que litiga personalmente: En este caso la ley dice que si
durante el juicio fallece alguna de las partes, el juicio quedará en suspenso; es
decir, se procede a la paralización de pleno derecho o por el solo ministerio de la
ley de la tramitación del juicio, esto es así cuando el juez o la parte contraria no
tenían conocimiento de ello en el momento. Es decir, desde el momento que
fallece se paraliza el procedimiento, lo que se haga posteriormente será nulo, y
debe entrarse a notificar a los herederos de esta persona con el objeto que
comparezcan y hagan uso de su derecho (artículo 5º, Código de Procedimiento
Civil).
Art. 5º, Código de Procedimiento Civil: “Si durante el juicio fallece alguna de
las partes que obre por sí misma quedará suspenso por este hecho el
procedimiento, y se pondrá su estado en noticia de los herederos para que
comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de
emplazamiento para contestar demandas, que conceden los artículos 258
y 259”.
Art. 9º, Código de Procedimiento Civil: “Si durante el curso del juicio termina por
cualquiera causa el carácter con que una persona representa por ministerio de la
218
ley derechos ajenos, continuará no obstante la representación y serán válidos los
actos que ejecute, hasta la comparecencia de la parte representada, o hasta que
haya testimonio en el proceso de haberse notificado a ésta la cesación de la
representación y el estado del juicio. El representante deberá gestionar para que
se practique esta diligencia dentro del plazo que el tribunal designe, bajo pena de
pagar una multa de un cuarto a un sueldo vital y de abonar los perjuicios que
resulten”.
1.- Introducción:
- Rquisitos generales o comunes, que se aplican a todos los escritos sin distinción.
- Requisitos especiales o específicos, que son propios para cada escrito en particular
y que no siempre se exigen.
219
• Debe presentar el escrito al juez para que lo despache, lo resuelva.
• Debe dar recibo de los documentos acompañados a los escritos, si las partes lo
solicitan.
- Definición de Juan Colombo: “Los actos procesales son aquellos que producen
efectos en un proceso o en alguno de sus equivalentes jurisdiccionales legitimados
para solucionar conflictos jurídicos”.
c) Actos procesales emanados de terceros que no son parte del juicio: Actos de
terceros que también pueden cumplir diligencias en un proceso. Ejemplo: la
declaración que prestan testigos en juicio, los informes periciales emanados de
peritos, etc.
220
* Requisitos de los actos judiciales:
Los requisitos de los actos procesales los establece la ley procesal, y son ciertas
condiciones que se establecen en la ley para que el acto pueda producir sus efectos,
para que el acto sea válido. Si no se cumplen estas actuaciones carecerán de valor.
Estos requisitos son los siguientes:
A) Las actuaciones judiciales deben ser practicadas por el funcionario que indica la ley:
Aquí se aplica el artículo 70 del Código de Procedimiento Civil, que señala que las
actuaciones necesarias para la formación del proceso deben ser practicadas por el
tribunal que conoce de la causa. Esa es la regla general sobre quien los conoce, a menos
que la propia ley encomiende expresamente las diligencias al secretario o a otro ministro
de fe.
Art. 70, Código de Procedimiento Civil: “Todas las actuaciones necesarias para la
formación del proceso se practicarán por el tribunal que conozca de la causa,
salvo los casos en que se encomienden expresamente por la ley a los secretarios u
otros ministros de fe, o en que se permita al tribunal delegar sus funciones, o en que
las actuaciones hayan de practicarse fuera del lugar en que se siga el juicio”.
Los casos en que las actuaciones no las va a practicar el mismo tribunal que
conoce de la causa son los siguientes:
- Cuando la ley permite al tribunal delegar sus funciones. Por ejemplo, en ciertos
casos la ley faculta al juez para delegar la atribución de la tasación de costas
procesales (artículo 140, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Aquí lo que se
requiere es autorización expresa de la ley, de lo contrario tendría que hacerlo el
juez que conoce de la causa.
B) Las actuaciones judiciales deben ser practicarse en días y horas hábiles, y algunas
actuaciones especiales en ciertos lugares hábiles:
Las actuaciones judiciales deben practicarse en días y horas hábiles (artículo 59,
inciso 1º, Código de Procedimiento Civil) y algunas actuaciones especiales deben
practicarse en ciertos lugares hábiles. Para estos efectos se considerarán días hábiles los
221
no feriados, y son horas hábiles las que median entre las ocho y las 20 horas (artículo 59,
inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Aquí le corresponde al legislador establecer cuáles son los días feriados (en general
se dice que son feriados los domingos y festivos). En esta materia, hay varias leyes que
establecen esto, entre ellas la Ley Nº 2.977 del año 1915, que señala cuales son los días
feriados.
Sin perjuicio de esta regla general, existen ciertos casos de excepción en que las
actuaciones judiciales pueden llevarse a efecto en días y horas que habitualmente serían
inhábiles:
- Esta constancia escrita debe contener lugar, día, mes y año en que se verifique, y
en algunos casos la hora cuando la ley lo exija.
- También debe dejarse testimonio de las formalidades con que se haya procedido.
- De las demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.
222
Art. 61, Código de Procedimiento Civil: “De toda actuación deberá dejarse
testimonio escrito en el proceso, con expresión del lugar, día, mes y año en que se
verifique, de las formalidades con que se haya procedido, y de las demás
indicaciones que la ley o el tribunal dispongan”.
“A continuación y previa lectura, firmarán todas las personas que hayan
intervenido; y si alguna no sabe o se niega a hacerlo, se expresará esta
circunstancia”.
“La autorización del funcionario a quien corresponda dar fe o certificado
del acto es esencial para la validez de la actuación”.
D) Las actuaciones judiciales deben ser autorizadas por el funcionario que indica la ley:
El Código señala que esta autorización del funcionario es esencial para la validez
de la diligencia (artículo 61, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).
Autorizar la diligencia significa que el funcionario a quien corresponde dar fe del
acto debe firmar la autorización. Este funcionario es variable, depende de lo que la ley
señale, normalmente corresponde al secretario y, por excepción, a otros funcionarios.
a) Diligencia con conocimiento: Es aquella que se puede llevar a efecto tan pronto
como se notifique a la parte contraria la resolución que ordena dicha diligencia
(artículo 69, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil), de manera que en este caso
el conocimiento es sinónimo de notificación judicial.
223
Art. 69, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Siempre que se ordene o
autorice una diligencia con citación, se entenderá que no puede llevarse a
efecto sino pasados tres días después de la notificación de la parte
contraria, la cual tendrá el derecho de oponerse o deducir observaciones
dentro de dicho plazo, suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que
se resuelva el incidente”.
c) Diligencia con audiencia: Son aquellas que no pueden llevarse a efecto sin que
antes se oiga a la parte contraria. Esto significa que cuando se pide la diligencia el
juez tiene que “conferirle traslado” a la parte contraria y para cuyo efecto tiene un
plazo de tres días para exponer lo que estime conveniente.
Estas diligencias dan origen de inmediato a un incidente, donde se pide a
la parte contraria conferir traslado para que sea oída en audiencia. Si este
incidente se resuelve favorablemente a la parte que solicitó la diligencia, se
cumplirá la actuación solicitada. Si el juez la rechaza, en ese caso se entiende no
llevar a cabo la diligencia.
Por ejemplo, el artículo 336, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil,
que está referido a ciertas actuaciones en el período probatorio, donde se puede
pedir aumento de este período probatorio. En este caso, la prueba puede rendirse
en Chile o en el extranjero:
De estas tres formas la regla general es que sea diligencia con conocimiento, o
sea, que se realice tan pronto como se notifique la resolución que acoge la petición de
parte para realizar la actuación. Para los demás casos, la ley señala la forma (si no se dice
nada, se realiza notificando la resolución a la parte contraria).
224
3.- Los Exhortos:
* Concepto: “Es una comunicación escrita que envía un tribunal que conoce de un
proceso (tribunal exhortante) a otro tribunal de distinto territorio jurisdiccional (tribunal
exhortado) y por medio de la cual se solicita a este último practicar una o más
determinadas diligencias determinadas que han de practicarse en ese otro territorio
jurisdiccional”.
- Que se trate de practicar diligencias fuera del territorio jurisdiccional del juez que
conoce la causa.
- Que el juez que conoce del proceso ordene expresamente delegar atribución
mediante resolución judicial.
- Que se encomiende una o más diligencias concretas, determinadas. Esta
delegación no puede referirse en ningún caso a dictar sentencia (no puede
referirse al fallo del proceso), no se puede delegar esta facultad.
225
notificación de la resolución que recibió la causa de prueba, escritos en que
conste la personería de los mandatarios de la parte. Tendrá que señalarse en el
exhorto si se faculta para disponer del arresto o detención de testigo, todo lo
que sea necesario para llevarla a cabo; habrá también que indicar sobre qué
hechos se pretende que declare.
Además, el exhorto debe ir firmado por el juez y por el secretario del tribunal, y
si este es colegiado deberá ser firmado por su presidente y secretario (artículo
72, Código de Procedimiento Civil).
Art. 73, Código de Procedimiento Civil: “En las gestiones que sea necesario
hacer ante el tribunal exhortado, podrá intervenir el encargado de la parte
que solicitó el exhorto, siempre que en éste se exprese el nombre de dicho
encargado o se indique que puede diligenciarlo el que lo presente o
cualquiera otra persona”.
a. Exhortos nacionales: Los exhortos nacionales, tal como lo indica su nombre, son
aquellas comunicaciones entre tribunales chilenos, dentro de la República, y a su
vez pueden subclasificarse en simples exhortos y exhortos ambulantes o
circulatorios.
226
La forma de remitir el exhorto es a través de Correos de Chile (artículo 77,
Código de Procedimiento Civil). Sin perjuicio que el tribunal exhortante, en casos
calificados, disponga que el exhorto se le entregue a la parte que lo pidió (sea
llevado por mano).
b. Exhorto internacional: Es aquel que debe ser cumplido por una autoridad judicial
extranjera y en territorio extranjero (artículo 76, Código de Procedimiento Civil).
En los tribunales nacionales la comunicación es directa, de tribunal a
tribunal, sin embargo acá no es directa -por ello constituye una novedad-, se dirige
comunicación por conducto de la Corte Suprema en Chile y ésta, según la ley,
debe enviar el exhorto al Ministerio de Relaciones Exteriores para que sea éste el
que lo despache o le dé curso a dicho exhorto, de la forma en que esté
establecido en los tratados internacionales celebrados con el respectivo país o en
la forma que señale el Gobierno (artículo 76, inciso 1°, Código de Procedimiento
Civil).
A través de esta misma vía o mecanismo se reciben los exhortos de los
tribunales extranjeros que deben cumplirse en Chile.
Estos plazos son susceptibles de clasificarse según los distintos puntos de vista o
criterios que se considere.
A) Considerando el origen del plazo en materia procesal, distinguimos entre plazo legal,
plazo judicial y plazo convencional.
- Plazo legal: Es aquel que fija el legislador, o el que está señalado en la ley. Esto es
lo que ocurre en la mayoría de los casos. Ejemplo: plazo de contestación de la
demanda (artículo 259, Código de Procedimiento Civil).
- Plazo judicial: Es aquel que señala el juez, siempre y cuando esté facultado por la
propia ley para fijarlo. Ejemplo: los jueces tienen atribuciones para fijar plazos
especiales de prueba (artículo 340, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
- Plazo convencional: Es el que emana del convenio de las partes. Los plazos
convencionales son aquellos que se pueden fijar por acuerdo de las partes.
Ejemplo: las partes pueden restringir el número de días que dure la causa
probatoria (artículo 328, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
227
B) Considerando el momento en que el plazo se va a iniciar (cuando empieza a correr o
contar), se distingue entre plazo individual y plazo común (artículo 65, Código de
Procedimiento Civil).
- Plazo individual: Es aquel que comienza a correr para cada parte desde el
momento mismo en que se notifica la resolución correspondiente; es decir, este
plazo individual podría empezar a correr en momentos distintos para cada parte
de acuerdo al instante en que se haya notificado. Ejemplo: el plazo para apelar es
individual, el demandante podrá apelar cuando se le notifica, podrían ser fechas
distintas (artículo 189, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
- Plazo común: Es aquel que corre conjuntamente para todas las partes desde el
momento en que se practica la última notificación. Ejemplo: el término probatorio
(plazo para rendir prueba), éste corre desde que es notificado el último (artículo
327, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
La regla general dentro de nuestro sistema es que los plazos sean fatales. Así lo
señala el artículo 64 del Código de Procedimiento Civil, que señala en el encabezado que
“los plazos que señala este Código son fatales.....”, de manera que si los plazos los
establece el Código Orgánico de Tribunales, el Código de Procedimiento Penal u otra ley
no son fatales, a menos que la ley lo señale expresamente.
Este artículo dice que son fatales cualquiera sea la forma en que se exprese; basta
que se señale en el Código de Procedimiento Civil para que sea válido. Estos plazos se
aplican a las partes pero no se aplica a las actuaciones propias del tribunal; por ejemplo,
si no se dicta sentencia se puede hacer después, no precluye el derecho pero sí se
sanciona al juez.
D) Considerando las unidades de tiempo del plazo, se habla de plazos de días, plazos de
meses y plazos de años (en algunos casos se habla de plazos de horas, pero son
excepcionales).
228
- Plazos de días: Constituye la regla general dentro del procedimiento. Ejemplos: el
plazo para rendir prueba será de veinte días en juicio ordinario (artículo 328, inciso
1º, Código de Procedimiento Civil); el plazo para apelar deberá interponerse en el
plazo de cinco días (artículo 189, Código de Procedimiento Civil).
- Plazos de años: Son aun más excepcionales y están establecidos para los efectos
de la prescripción. Ejemplo: la prescripción de la acción ejecutiva (artículo 442,
Código de Procedimiento Civil).
Esta es una clasificación que tiene importancia para efectos del cómputo del
plazo. Aquí se aplica el artículo 66 del Código de Procedimiento Civil que debe
complementarse con el artículo 50 del Código Civil. En esta materia, todos los plazos son
completos y corren hasta el último día inclusive.
En el caso de los plazos de días, la ley establece que estos se entienden
suspendidos durante los días feriados.
En cuanto a los plazos de meses y años se cuentan ininterrumpidamente, estos son
plazos seguidos, salvo que la ley exprese otra cosa. Ejemplo: el artículo 152 del Código de
Procedimiento Civil, que establece que el procedimiento se entiende abandonado
cuando las partes han cesado en su prosecución durante seis meses; este plazo se cuenta
incluyendo el mes de febrero, que corresponde al feriado para el Poder Judicial.
- Plazos prorrogables: Son todos aquellos que podrían durar más allá del tiempo que
la ley señala como duración (permite ser ampliados).
- Plazos improrrogables: Son aquellos que no permiten ser ampliados más allá de la
duración de su plazo. No pueden extenderse o ampliarse más allá de la duración
que la ley señala.
La ley dice que solamente son prorrogables los plazos judiciales o los que fija el
tribunal (artículo 67, Código de Procedimiento Civil), esto bajo ciertas condiciones:
En esta materia, la regla general es que los plazos legales no pueden ser
prorrogados por el tribunal, a menos que la propia ley faculte al juez.
La calidad de prorrogable o improrrogable de un plazo no tiene nada que ver con
el carácter de fatal o no fatal del mismo. Aquí lo que se pide es la ampliación del plazo
para ejercer el derecho.
5.- La rebeldía:
Esta es una institución del derecho procesal que se regula en los artículos 78 al 81
del Código de Procedimiento Civil.
La rebeldía en términos generales consiste en la declaración en forma expresa que
hace un tribunal acerca de la pérdida o extinción de un derecho luego de expirado un
229
plazo no fatal y, en consecuencia, el trámite debe darse por cumplido en ausencia de la
parte, esto con la finalidad que el proceso tenga que seguir avanzando.
La rebeldía no opera para los plazos fatales que indica el Código de
Procedimiento Civil (se extinguen por el solo ministerio de la ley), aquí es innecesaria la
rebeldía; y el Código lo establece para los plazos judiciales (artículo 78, Código de
Procedimiento Civil).
* Efectos de la rebeldía:
a) En primera instancia: Si el litigante está rebelde, éste no puede ser olvidado del
juicio por la parte contraria, hay que seguir notificándolo de las resoluciones que se
dicten o que recaigan en el juicio.
La rebeldía en primera instancia tiene por tanto efectos particulares, se
refiere a un trámite específico.
b) En segunda instancia: Esto produce consecuencias distintas para las partes (en
segunda instancia hablamos de apelantes y apelados). Si no comparece el
apelante el recurso se le extingue y se acaba la apelación; y si es el apelado el
que no comparece, el recurso se puede tramitar en su rebeldía sin necesidad de
notificarle las resoluciones.
La rebeldía en segunda instancia produce efectos generales.
Las resoluciones judiciales están insertas dentro de los actos procesales. En este
sentido, las resoluciones judiciales son una especie de actuación judicial.
Estas resoluciones judiciales tienen una particularidad y es que se trata de actos
procesales que emanan de los órganos jurisdiccionales.
* Concepto:
La ley no da un concepto de las resoluciones judiciales, por ello hay que ajustarse
a lo señale la doctrina. En esta materia, existen muchas definiciones de resoluciones
judiciales que dan los autores:
230
- Concepto de Mario Casarino Viterbo: Las resoluciones judiciales “es todo acto que
emana del tribunal, destinado a sustanciar o fallar la controversia material del
juicio”.
a) Sirven para sustanciar y tramitar el proceso, esto significa que el juez o tribunal
puede disponer u ordenar las diligencias o actuación que se pronuncien en el
proceso.
b) Pronunciarse respecto de solicitudes que hacen valer las partes a través de los
escritos.
o Sentencias definitivas.
o Sentencias interlocutorias.
o Autos.
o Decretos, providencias o proveídos.
231
procedimientos que establezca la ley chilena, en cuanto no se modifiquen los
tratados internacionales respectivos (artículo 242, Código de Procedimiento Civil).
Se establecen reglas para las resoluciones dictadas por tribunales chilenos y
reglas para las resoluciones dictadas por tribunales extranjeros (artículos 242 y
siguientes, Código de Procedimiento Civil).
- En relación con los tribunales colegiados, para lo cual será distinto el número de
ministros que deben intervenir en la dictación de la resolución.
- También tiene importancia para determinar en cada caso la forma en que los
tribunales superiores van a conocer de ciertos recursos (si se conocen en cuenta o
previa vista de la causa).
Art. 158, inciso 5º, Código de Procedimiento Civil: “Se llama decreto, providencia o
proveído el que, sin fallar sobre incidentes o sobre trámites que sirvan de base para
el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por objeto determinar o arreglar
la substanciación del proceso”.
Este artículo 158, inciso 5º, del Código de Procedimiento Civil hay que concordarlo
o relacionarlo con el artículo 70, inciso 3º, del Código Orgánico de Tribunales, que señala
que “se entienden por providencias de mera sustanciación las que tienen por objeto dar
curso progresivo a los autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre
partes”.
232
Significa que estos decretos permiten darle curso progresivo a los autos, o sea, no
resuelven aspectos de fondo, son de mero trámite. Ejemplo: la resolución que recae sobre
un escrito de demanda, dar curso a la demanda.
Este tipo de resoluciones tienen como características dos aspectos:
2) Autos:
Auto es una resolución judicial que falla un incidente sin establecer derechos
permanentes a favor de las partes (artículo 158, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil).
Se diferencian de los decretos en que estos últimos jamás van a decidir o resolver
incidentes.
Art. 158, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil: “Se llama auto la resolución que
recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior”.
3) Sentencias interlocutorias:
Las sentencias interlocutorias son aquellas que fallan un incidente del juicio pero
estableciendo derechos permanentes a favor de las partes, o bien que resuelve sobre
algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva
o interlocutoria (artículo 158, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).
Art. 158, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil: “Es sentencia interlocutoria la
que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de
las partes, o resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el
pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria”.
233
porque son derechos permanentes. Por ejemplo, estas sentencias interlocutorias que
resuelven un incidente la encontramos en:
o La resolución que recibe la causa a prueba (sirve de base para dictar sentencia
definitiva).
o La resolución que cita a las partes a oír sentencia (si no se cumple con esto la
sentencia es nula).
4) Sentencias definitivas:
Las sentencias definitivas son resoluciones judiciales que ponen fin a la instancia,
resolviendo la cuestión que ha sido objeto de juicio (artículo 158, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).
Art. 158, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Es sentencia definitiva la que
pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del
juicio”.
La instancia, para estos efectos, es cada uno de los grados jurisdiccionales fijados
por la ley a los diversos asuntos que se entregan a los tribunales de justicia para su
conocimiento y fallo.
234
a) Sentencias de única instancia.
b) Sentencias de primera instancia.
c) Sentencias de segunda instancia.
A) Sentencia de término:
Art. 174, Código de Procedimiento Civil: “Se entenderá firme o ejecutoriada una
resolución desde que se haya notificado a las partes, si no procede recurso alguno
en contra de ella; y, en caso contrario, desde que se notifique el decreto que la
mande cumplir, una vez que terminen los recursos deducidos, o desde que
235
transcurran todos los plazos que la ley concede para la interposición de dichos
recursos, sin que se hayan hecho valer por las partes. En este último caso
tratándose de sentencias definitivas, certificará el hecho el secretario del tribunal a
continuación del fallo, el cual se considerará firme desde este momento, sin más
trámites”.
Para determinar cuando una sentencia se encuentra firme o ejecutoriada hay que
distinguir y ver si proceden o no recursos en su contra (artículo 174, Código de
Procedimiento Civil):
Hay otras sentencias que sin estar ejecutoriadas (no están en el artículo 174) se
pueden cumplir no obstante que existan o puedan existir recursos pendientes en su
contra. Estas son las sentencias que causan ejecutoria.
Se entiende por sentencias que causan ejecutoria aquellas que pueden hacerse
cumplir no obstante existir recursos pendientes en su contra. Ejemplo: cuando se concede
un recurso de apelación en el sólo efecto devolutivo.
236
Toda resolución judicial debe cumplir con ciertas exigencias que la ley hace, que
son variables, por lo que no siempre estos requisitos serán los mismos, porque depende de
cuál sea la clase de resolución judicial. En algunos casos la ley es más exigente (por
ejemplo, en la sentencia definitiva) y en otros casos es mucho menos exigente (por
ejemplo, en los decretos).
Estos requisitos pueden ser:
2) Requisitos especiales:
De acuerdo al artículo 171 del Código de Procedimiento Civil, en los autos y las
sentencias interlocutorias se tendrían que indicar, en cuanto a la naturaleza del negocio
lo permita, las siguientes menciones:
237
- Siempre debe contener la decisión del asunto controvertido, porque tanto la
sentencia interlocutoria como los autos resuelven incidentes (artículo 171, Código
de Procedimiento Civil).
Los dos primeros puntos no siempre se cumplirán (no tienen carácter imperativo),
depende de la naturaleza del asunto (artículo 171, Código de Procedimiento Civil).
Ejemplo: la resolución que recibe la causa de prueba es una sentencia interlocutoria, pero
no resuelve ningún incidente, para lo que no será necesario que contenga las
consideraciones de hecho o de derecho.
Estos dos primeros requisitos están señalados en el artículo 170, nº 4 y nº 5, que se
establecen para la sentencia definitiva, pero también se aplican para las interlocutorias o
autos.
Para examinar estos requisitos de la sentencia definitiva hay que ver si se trata de
sentencias definitivas de única, primera o segunda instancia.
238
Estas exigencias se refieren a la necesidad que los fallos de los tribunales de
justicia estén fundados, el juez debe dar las razones de sus decisiones para evitar las
arbitrariedades.
Estos requisitos de los numerandos 4 y 5 constituyen la parte considerativa de la
sentencia, que es la parte fundamental.
o Parte expositiva.
o Parte considerativa
o Parte resolutiva.
Otra anomalía que puede presentar un fallo es que existan diferencias entre la
parte considerativa y resolutiva, ya que no puede se fundamentar algo y luego
resolver otra cosa. En el caso que existiere tal contradicción debe estimarse que
esa sentencia carece de considerandos o parte considerativa, y por consiguiente
el fallo que se hubiere dictado en esas condiciones es susceptible de anularse a
través de un recurso de casación en la forma.
Esta resolución de la sentencia debe ser completa, lo cual significa que el juez
tiene que pronunciarse respecto de todas las acciones y excepciones formuladas por las
partes, pero se puede omitir en esta decisión la resolución de pretensión o defensas
incompatibles con las que fueron aceptadas.
También hay que considerar que el juez en la sentencia tiene que pronunciarse por
aquellas acciones o excepciones que se deduzcan oportunamente en el juicio (ya que
hay plazos corridos y fatales). Si de hecho se hacen valer acciones o excepciones con
posterioridad, extemporáneamente, ellas no deben ser consideradas por el juez.
Otra limitación que tiene el tribunal es que debe pronunciarse sobre las mismas
acciones y excepciones que se han hecho valer posteriormente, no de otra, y si no se
cumple estaría fallando la decisión y la sentencia sería anulable. Por excepción el juez en
el fallo puede hacer otros pronunciamientos que no hayan sido emitidas por las partes,
como cuando la ley le permite actuar de oficio (artículo 160, Código de Procedimiento
Civil). Ejemplo: la declaración de incompetencia absoluta.
239
expresamente sometidos a juicio por las partes, salvo en cuanto las leyes manden
o permitan a los tribunales proceder de oficio”.
El auto acordado de la Corte Suprema de 1920 contiene las mismas menciones del
artículo 170, pero además agrega otras.
Esto tiene vital importancia en el caso de omisión por parte del juez (en caso de
que la sentencia no cumpla las condiciones), porque son distintas las consecuencias que
se siguen por estas omisiones.
Las sentencias definitivas de única o primera instancia, lo mismo vale para los auto
acordados y sentencia interlocutoria, deben cumplir con un requisito que no está en el
artículo 170 y es que las sentencias deben tener un pronunciamiento acerca de las costas
del juicio o del incidente (artículo 144, Código de Procedimiento Civil).
Art. 144, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “La parte que sea vencida
totalmente en un juicio o en un incidente, será condenada al pago de las costas.
Podrá con todo el tribunal eximirla de ellas cuando aparezca que ha tenido
motivos plausibles para litigar, sobre lo cual hará declaración expresa en la
resolución”.
Esto no significa que el juez siempre tenga que condenar a una de las partes en
costas; en ciertos casos el juez puede eximir del pago de la obligación, siendo lo
importante es el pronunciamiento.
Aquí hay que distinguir de que clase de sentencia de segunda instancia se habla:
si es modificatoria, reformatoria o confirmatoria. Los requisitos de una y otra son diferentes.
240
instancia adolezca de defecto, o sea que la sentencia de primera instancia no
cumpla con los requisitos del artículo 170 (la sentencia confirmatoria debe cumplir
con los requisitos del artículo 170).
Podría ocurrir que en esta situación la sentencia de primera instancia
adolezca de un vicio importante, como por ejemplo, que adolezca de falta de
decisión o la falta del fallo de alguna acción o excepción, en este caso el tribunal
de segunda instancia tiene dos posibilidades:
• La situación del artículo 310 del Código de Procedimiento Civil, que permite
que en segunda instancia, frente al tribunal superior, se hagan valer ciertas
excepciones taxativamente indicadas por la ley. Estas excepciones deben ser
resueltas por el tribunal de segunda instancia y ese va a ser un primer y único
pronunciamiento.
Si se deduce durante la tramitación de un recurso de apelación, va a
ser resuelto precisamente por el tribunal de segunda instancia.
241
• Otro caso de excepción se refiere a la declaración de oficio que la ley permite
hacer a los tribunales. Por ejemplo, la declaración de incompetencia absoluta.
Esta primera resolución, fuera de las exigencias generales, debe cumplir con un
requisito especial, el cual consiste en que se debe señalar el número de rol que va a tener
el proceso. Esta exigencia se da, por regla general, en la primera resolución que se dicte
en el proceso.
El número es el que va a tener el proceso durante toda la tramitación (artículo 51,
Código de Procedimiento Civil) y tiene mucha importancia para los efectos de
notificación por el estado diario.
En Chile, por regla general, no existe una comunicación directa de las partes entre
ellas y el tribunal, porque las actuaciones no se realizan en presencia física de las partes,
salvo excepciones; por ejemplo, el comparendo entre las partes. Esta situación se debe al
“principio de la mediatividad”, que hace que la comunicación no sea directa, situación
que es propia de los procedimientos escritos.
En los procedimientos escritos la comunicación entre los sujetos del proceso no es
inmediata, los actos de uno no son conocidos por el otro en el momento mismo en que se
producen.
En consecuencia, como no existe presencia física hay que idear un sistema de
comunicación para que los actos que efectúa el tribunal sean conocidos por el otro y
viceversa. Por tal razón es que existe el acto procesal denominado “notificaciones”.
242
En el sistema chileno, la notificación, de acuerdo con el artículo 38, debe hacerse
con arreglo a la ley y ésta establece varias formas de realizar la notificación
(dependiendo de cada caso en particular).
Notificar las resoluciones judiciales constituye la regla general para que ellas
produzcan sus efectos, salvo excepciones que el mismo artículo 38 señala expresamente.
Hay casos en que hay resoluciones judiciales que pueden producir efectos sin ser
notificadas, pero para ello se requiere que estos casos estén “expresamente establecidos
en la ley”. Por ejemplo:
* Concepto de notificación:
- Definición de los autores españoles López Moreno y Rafael Gallinol: “Es el acto de
poner en conocimiento de los litigantes o de los terceros, sean parte o no en el
juicio o gestión no contenciosa, con las formalidades prescritas por la ley,
cualquiera diligencia o resolución judicial que pueda interesarles”.
o La citación de la parte.
o El emplazamiento.
243
o El requerimiento.
244
* Requisitos generales:
Del artículo 38 del Código de Procedimiento Civil se desprende que para que una
resolución surta efectos legales se requiere:
c. Las notificaciones deben cumplir con los requisitos generales de las actuaciones
judiciales, lo que significa que éstas:
Deben ser realizadas por el funcionario competente que indica la ley. Este
funcionario es variable, no siempre es el mismo. Ejemplos: los secretarios, los
receptores judiciales, etc.
Se deben practicar en horas, días y en algunos casos en lugares hábiles.
De ellas se debe dejar constancia escrita en el proceso, con los pormenores
que la ley exige.
A diferencia de las actuaciones judiciales, no deben ser autorizadas por el
ministro de fe que la practicó.
Considerando la forma y requisitos con que deben efectuarse y los casos en que
proceden las notificaciones se clasifican de la siguiente manera:
6. Notificación tácita
245
1) NOTIFICACION PERSONAL:
Art. 40, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “En toda gestión judicial, la
primera notificación a las partes o personas a quienes hayan de afectar sus
resultados, deberá hacérseles personalmente, entregándoseles copia íntegra de la
resolución y de la solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita”.
Esta notificación, para los efectos de su práctica, surge del concepto del artículo
40 del Código de Procedimiento Civil, es decir, se debe realizar mediante la entrega que
debe hacer el ministro de fe pertinente a la persona del notificado de una copia íntegra
de la resolución y de la solicitud en que hubiere recaído cuando fuese escrita. Para estos
efectos, es necesario que junto con cada escrito se acompañen tantas copias cuantas
sean las partes a notificar la resolución que recaiga en ese escrito (artículo 31, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil), sólo con las excepciones que la ley establece.
Art. 31, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Junto con cada escrito deberán
acompañarse en papel simple tantas copias cuantas sean las partes a quienes
debe notificarse la providencia que en él recaiga, y, confrontadas dichas copias
por el secretario, se entregarán a la otra u otras partes, o se dejarán en la
secretaría a disposición de ellas cuando la notificación no se haga personalmente
o por cédula”.
Art. 43, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “La notificación se hará constar en
el proceso por diligencia que subscribirán el notificado y el ministro de fe, y si el
246
primero no puede o no quiere firmar, se dejará testimonio de este hecho en la
misma diligencia”.
Esta constancia, además debe indicar a quién se notificó, la fecha, hora y el lugar
donde se llevó a efecto. La ley dice que en el caso de la notificación personal, el ministro
de fe tiene que señalar el medio como comprobó la identidad del notificado (artículo 43,
inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Art. 43, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “La certificación deberá, además,
señalar la fecha, hora y lugar donde se realizó la notificación y, de haber sido
hecha en forma personal, precisar la manera o el medio con que el ministro de fe
comprobó la identidad del notificado”.
Los funcionarios facultados para practicar una notificación personal tienen que ser
personas individualizadas por la ley. Este funcionario es variable, y pueden ser: el
secretario del tribunal, el oficial primero de la secretaría, el receptor judicial, el notario
público u oficial del Registro Civil que existan en la localidad y por un ministro de fe ad-
hoc.
a) El secretario del tribunal: Podría practicar esta diligencia el secretario del tribunal
que conoce de la causa (artículo 380, nº 2, Código Orgánico de Tribunales;
artículo 41, Código de Procedimiento Civil).
Art. 58, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Las funciones que en este
título se encomiendan a los secretarios de tribunales, podrán ser
desempeñadas bajo la responsabilidad de éstos, por el oficial primero de la
secretaría”.
247
También, al igual que en el caso de los secretarios, el oficial primero sólo
puede practicar notificaciones personales en la oficina de la secretaría del tribunal
correspondiente. Por lo mismo, de la misma manera que en el caso de los
secretarios, se requiere del consentimiento del notificado.
Art. 390, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los receptores son
ministros de fe pública encargados de hacer saber a las partes, fuera de las
oficinas de los secretarios, los decretos y resoluciones de los Tribunales de
Justicia y de evacuar todas aquellas diligencias que los mismos tribunales
les cometieren”.
d) El notario público u oficial del Registro Civil, en su caso, que existan en la localidad:
Estos dos funcionarios solamente pueden practicar notificaciones personales en
aquellos lugares en que no exista receptor judicial (artículo 58, inciso 2º, primera
parte, Código de Procedimiento Civil).
En el caso del notario, del oficial del Registro Civil y del ministro de fe designado
por el juez, pueden practicar notificaciones personales en cualquier lugar siempre que no
sean las oficinas de la secretaría.
248
La excepción a esta regla la señala el propio artículo 41, que establece
que, tratándose de los juicios ejecutivos, el requerimiento de pago no podrá
hacerse en publico (artículo 41, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento
Civil).
b. En la morada o lugar en que pernocta el notificado. Esta regla denota más bien el
lugar que sirve de alojamiento de la persona (por transitorio que él sea); no se
aplica el concepto de domicilio que reglamenta el Código Civil.
En estos lugares la diligencia se puede realizar en cualquier día, entre las
seis y las 22 horas.
e. En el oficio del secretario del tribunal. Allí la notificación personal sólo puede
practicarla el secretario del respectivo tribunal o, en su defecto, el oficial primero.
Tratándose de este caso, se aplica la regla general del artículo 59, es decir,
la actuación debe practicarse en días y horas hábiles (cualquier día no feriado),
entre las ocho y las 20 horas.
Con todo, hay casos en que el tribunal puede habilitar otros sitios para la
notificación personal (artículo 42, Código de Procedimiento Civil). La ley concede al juez
la facultad de permitir que la diligencia sea practicada en un lugar inhábil.
Para que pueda disponerse la habilitación del lugar se requiere de las siguientes
condiciones:
249
- Que el ministro de fe certifique que ha hecho todas las indagaciones posibles para
averiguar la habitación del notificado sin lograr éxito. Esta constancia del ministro
de fe debe ser detallada y dejarse establecida en la certificación
correspondiente.
El juez con el mérito de esa certificación dicta una resolución habilitando lugar.
Actualmente, con las últimas modificaciones que se hizo a la ley el año 1995, se
ampliaron los lugares habilitados y las horas en que esta notificación personal puede
practicarse. Antiguamente esto era mucho más restringido; así, por ejemplo, no se podía
notificar en cualquier lugar o recinto público.
En los casos en que la persona a notificar no es habida después de haber sido
buscada, la ley contempla una forma especial de practicar la notificación personal, que
es la forma que contempla el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil. Hay que
tener presente que, tratándose de la notificación personal, hay dos formas de practicar la
notificación:
En primer lugar, hay que tener presente que este tipo de notificación no constituye
la regla general (que lo es la notificación por el estado diario). La notificación personal es
excepcional, aun cuando se puede practicar siempre, debido a su seguridad.
Los casos expresamente contemplados en la ley son los siguientes:
2. Cuando se exige para la validez de ciertos actos (artículo 47, inciso 1º, primera
parte, Código de Procedimiento Civil).
Así sucede por ejemplo tratándose de la cesión de un crédito, cuando
habla de la cesión de un crédito nominativo para su validez requiere notificación
personal (artículo 1902, Código Civil).
250
3. Cuando los tribunales lo ordenan expresamente (artículo 47, inciso 1º, segunda
parte, Código de Procedimiento Civil).
4. Puede usarse en todo caso (artículo 47, inciso final, Código de Procedimiento
Civil).
Esto significa que siempre se puede practicar la notificación personal; dicho
de otro modo, cualquier resolución judicial que se notifique personalmente está
bien notificada desde el momento que la ley permite que se pueda usar en todo
caso.
5. Si han transcurrido seis meses sin que se dicte resolución alguna en el proceso,
para que una notificación se considere válida tiene que hacerse personalmente o
por cédula (artículo 52, Código de Procedimiento Civil).
7. Cuando la ley expresamente lo exige. Esto requiere de una norma legal expresa
que así lo contemple.
251
o Se requiere de una resolución judicial que ordene expresamente practicar esta
notificación en la forma del artículo 44.
o Debe procederse a entregar las copias por el ministro de fe.
o Debe dejarse constancia en el proceso de la notificación.
2) La búsqueda que tiene que hacer el ministro de fe de la persona a notificar sin que
ésta sea habida: La ley dice que esta búsqueda se tiene que realizar en dos días
distintos, y hay que hacerla en lugares determinados que la ley indica, que son: la
habitación de la persona a notificar o el lugar donde habitualmente ejerce su
industria, profesión o empleo. Además, se requiere como condición que el sujeto a
notificar no sea habido (artículo 44, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Naturalmente, de todas estas actuaciones debe dejarse testimonio escrito
en el proceso. El ministro de fe tendrá que certificar en el proceso que buscó a la
persona durante dos días distintos en alguno de los lugares señalados sin ser
habido.
3) Tiene que acreditarse que la persona a notificar se encuentra en el lugar del juicio:
Se requiere que se acredite en la causa que la persona a notificar se encuentra en
el lugar del juicio y cuál es su morada o lugar en que ejerce su industria, profesión o
empleo. Estas dos circunstancias se acreditan con una certificación del ministro de
fe (antiguamente se comprobaba con testigos).
5) A consecuencia de esta solicitud, tiene que existir una resolución expresa del
tribunal que ordene practicar esta notificación del artículo 44: El juez ordenará esta
forma de notificación en la medida que estén acreditados todos los supuestos
anteriormente señalados.
La ley señala que, en este caso, cumplidos los requisitos antes señalados, el ministro
de fe encargado de practicar esta diligencia debe entregar las copias a que se refiere el
artículo 40 a cualquier persona adulta que se encuentre en la morada o en el lugar en
que la persona a quien se notifica ejerce su profesión, empleo o industria (artículo 44,
inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
252
Podría ocurrir que en estos lugares mencionados no haya nadie, o bien que no
haya ningún adulto presente. En estos casos, la ley dice que si nadie hay allí, o si por
cualquiera otra causa no es posible entregar dichas copias a las personas que se
encuentren en esos lugares, se fijará en la puerta un aviso con indicación de la demanda,
con especificación exacta de las partes, materia de la causa, juez que conoce en ella y
de las resoluciones que se notifican (artículo 44, inciso 2º, segunda parte, Código de
Procedimiento Civil). Esto no hay que interpretarlo tan estrictamente porque puede no
tener puerta el inmueble (ejemplo: un sitio).
Agrega el Código que si en los lugares mencionados donde se supone que está la
persona a notificar se encuentre en un edificio o recinto (condominio) al que no se
permite el libre acceso, el aviso y las copias se deben entregar al portero o encargado del
edificio o recinto, dejándose constancia en el proceso de esta circunstancia (artículo 44,
inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).
En estos dos últimos puntos se ve la importancia de esta notificación.
Luego que se ha practicado la notificación en la forma indicada anteriormente,
tiene lugar una exigencia posterior, la que consiste en que el ministro de fe deberá dar
aviso de ella al notificado, dirigiéndole con tal objeto una carta certificada por correo,
dentro del plazo de dos días contado desde la fecha que se practicó la notificación o
desde que se reabran las oficinas de correo (artículo 46, Código de Procedimiento Civil).
Esto es por razones de seguridad.
También se debe dejar constancia en el expediente de este hecho (del envío de
la carta certificada). Además de lo anterior, debe dejarse constancia de la fecha, la
oficina del correo donde se hizo y el número del comprobante emitido por la oficina de
correo. Este comprobante deberá ser pegado al expediente a continuación de la
certificación.
El Código agrega, en la parte final del artículo 46, que la omisión en el envío de la
carta certificada no invalidará la notificación, pero hará responsable al infractor de los
daños y perjuicios que se originen (estamos en presencia de un vicio procesal, porque se
está omitiendo una formalidad, pero no hay nulidad). El tribunal, previa audiencia del
afectado, le corresponderá determinar la sanción a aplicar (las que señala el artículo 532
del Código Orgánico de Tribunales).
253
- En el caso que no haya nadie o no sea posible entregar la cédula, la notificación
se practica fijándose en la puerta del domicilio la cédula que se debe entregar.
En relación a los días y horas para practicar la notificación por cédula, también
hay claras diferencias con la notificación personal, porque aquí la ley no establece reglas
especiales (como sí lo hacía en el caso de la notificación personal), de manera que esta
notificación por cédula se puede practicar válidamente en los días y horas que establece
el artículo 59 del Código de Procedimiento Civil (regla general de las actuaciones
judiciales). Esto significa que deben practicarse en días y horas hábiles, es decir, entre las
ocho y las 20 horas.
El lugar hábil para practicar esta notificación es el domicilio del notificado. Para
estos efectos, el domicilio no es otro que aquel que haya sido designado por la parte en
la primera gestión que haya realizado ante el tribunal. La ley establece una carga
procesal para ambos litigantes, y esta consiste en la obligación de consignar sus
respectivos domicilios en la primera gestión (artículos 254, nº 2, y 309, nº 2, Código de
Procedimiento Civil).
Las partes litigantes tienen la obligación de señalar, en su primera gestión judicial,
un domicilio conocido, con el cual figurarán en el curso del proceso. Esta es una
exigencia que hace la ley durante la primera presentación que hacen las partes.
Para los efectos de la notificación por cédula, el legislador se preocupa que este
domicilio señalado por las partes esté ubicado en un lugar que permita practicar estas
diligencias sin inconveniente. El domicilio que designa cada parte en su primera
presentación debe ser conocido dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione el
tribunal respectivo, y esta designación se considerará subsistente mientras no haga otra la
parte interesada, aun cuando de hecho cambie su morada (artículo 49, inciso 1º, Código
de Procedimiento Civil).
Esta designación del domicilio es una carga procesal, es una obligación, un deber
que tiene que cumplirse, porque si la parte no lo hace sufrirá ciertas consecuencias
254
procesales. Si se incumple esta designación -ya sea que el domicilio se señale o forma
incorrecta, o bien, que no se señale (ejemplo: en rebeldía)-, significa que aquellas
resoluciones que de acuerdo con el artículo 48 debían notificarse por cédula se le van a
notificar por el estado diario. Esta es una sanción transitoria, porque ésta se aplica
mientras el litigante no cumpla con la obligación (artículo 53, Código de Procedimiento
Civil).
a) Las sentencias definitivas. Aquí la ley no distingue pero cabe concluir que deben
notificarse por cédula las sentencias de única y primera instancia, y no las de
segunda instancia (se notifica por el estado diario, según el artículo 221).
d) En todos los casos en que el tribunal expresamente lo ordene. Tiene que disponer
expresamente que una resolución se notifique por cédula.
f) Cuando han transcurrido más de seis meses sin que se dicte resolución alguna en
el proceso, la primera resolución posterior debe notificarse personalmente o por
cédula (artículo 52, Código de Procedimiento Civil).
g) En los casos que la ley lo ordene expresamente. Ejemplo: artículo 233, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil.
255
notificación por cédula las copias se entregan a cualquier persona adulta distinta
del notificado, o incluso son entregar las copias a persona alguna.
* Diferencia entre la notificación por cédula y la del artículo 44 (otra forma de practicar la
notificación personal).
Esta es una forma muy particular de practicar notificaciones, porque, en este caso,
ocurre una verdadera ficción legal en que el notificado se presume que toma
conocimiento de la resolución aunque no la conozca, por el sólo hecho de señalarse en
una nómina, que se denomina “estado”, la circunstancia de haberse dictado resolución
en un proceso (artículo 50, Código de Procedimiento Civil).
En otras palabras, la notificación por el estado diario es aquella que se practica
mediante la inclusión, con las formalidades legales, en un estado que se forma en cada
tribunal diariamente del numero de resoluciones que se forman en el proceso dicho día.
Esta es la regla general de notificaciones en el procedimiento chileno, a menos
que la ley disponga otra cosa.
El funcionario encargado de confeccionar y de practicar la notificación por el
estado diario es el secretario, o el oficial primero por delegación. El secretario del tribunal,
o el oficial 1º por delegación, formará el “estado”, con la lista de todas las causas en que
se han dictado resoluciones ese día.
Por el solo hecho de indicarse en este estado diario, se supone de derecho que las
partes han tomado conocimiento de las resoluciones. Tales resoluciones han sido
legalmente notificadas a las partes.
De la simple lectura de la parte, evidentemente no es posible saber el contenido
de las resoluciones, para lo cual deberá verla en el expediente.
256
* Formas como se practica esta notificación:
Se debe distinguir:
Esta confección material del estado diario es tarea del secretario del tribunal. Este
estado es una nómina o lista que se hace en un formulario en que se señalan todas las
causas en las cuales se ha dictado resolución judicial en un día determinado (este día es
el mismo en que el estado se confecciona), de manera que lo primero que tiene que
ocurrir es que el juez dicte la resolución pertinente.
Las menciones del estado diario (contenido), señaladas en el artículo 50, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil, son las siguientes:
- Se deben indicar todas las causas en que en ese día se hayan dictado
resoluciones judiciales. Estas causas se individualizan por un determinado número
de rol (que se le asigna a todo proceso cuando se inicia, con la primera resolución
que se dicte) (artículo 51, Código de Procedimiento Civil).
- Numero de resoluciones dictadas ese día en cada uno de los procesos que allí se
mencionan (providencias).
B) Constancia en el proceso:
C) Formalidades posteriores:
La fijación del estado diario se mantendrá en la secretaría del tribunal. La ley dice
que, una vez confeccionado, el estado debe mantenerse en un lugar visible o accesible
al público, cubiertos con vidrios o en otra forma que impida hacer alteraciones en ellos.
257
Este estado debe permanecer ahí durante tres días seguidos y posteriormente se
encuadernarán por orden estricto de fechas, procediendo a su posterior archivo.
Si la causa no es incluida en el estado que corresponde, no es posible que estas
resoluciones se incluyan en estados posteriores. La única forma es que la parte interesada
lo pida y el juez lo ordene.
Esta forma de notificación se hace previa orden del juez, mediante la publicación
de avisos en los diarios o periódicos que la ley señala (artículo 54, Código de
Procedimiento Civil).
Art. 54, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Cuando haya de notificarse
personalmente o por cédula a personas cuya individualidad o residencia sea difícil
determinar, o que por su número dificulten considerablemente la práctica de la
diligencia, podrá hacerse la notificación por medio de avisos publicados en los
diarios o periódicos del lugar donde se sigue la causa, o de la cabecera de la
provincia o de la capital de la región si allí no los hay. Dichos avisos contendrán los
mismos datos que se exigen para la notificación personal, pero si la publicación en
esta forma es muy dispendiosa, atendida la cuantía del negocio, podrá disponer el
tribunal que se haga en extracto redactado por el secretario”.
Este artículo señala que esta notificación se hará en diarios o periódicos en el lugar
que se sigue la causa. Para definir que se entiende por periódicos, hay que recurrir a la
Ley Nº 18.776 en relación con la Ley Nº 16.643, que señala que “es toda publicación
periódica que se edita a lo menos cuatro veces a la semana”.
Esta notificación es excepcional y supletoria. Es excepcional, porque este tipo de
notificación es de escasa aplicación o recurrencia; y es supletoria, porque no tiene vida
propia, ya que como dice el artículo 54 se aplica en los casos en que a la persona que
haya de notificar personalmente o por cédula sea difícil de determinar (es supletoria a la
notificación personal o por cédula, pero jamás de la notificación por el estado diario).
b) Debe tratarse de alguno de los casos de urgencia que la ley indica. Estos casos
son:
258
* Forma en que se practica esta notificación:
b) Estos avisos deben contener los mismos datos que se exigen para la notificación
personal, o sea, en el aviso debe inscribirse íntegramente la copia de la resolución
y de la solicitud. Por otro lado, la ley se pone en el caso que la publicación en esta
forma sea muy costosa, y en esos caso, considerando la cuantía del asunto, el juez
puede disponer que se haga un extracto de la resolución que debe redactar el
secretario del tribunal (artículo 54, inciso 1º, segunda parte, Código de
Procedimiento Civil).
c) Tiene que existir también una resolución judicial que ordene practicar esta
notificación. Esta resolución el juez dicta debe señalar:
259
De esta notificación también debe dejarse constancia en el proceso, labor que es
cumplida por el secretario. Para hacer esta constancia, la parte interesada debe llevarle
los respectivos diarios en que se publicó las notificaciones; en la practica se acostumbra
pegar el recorte del aviso en el proceso, y se anotan las fechas de publicación.
Art. 55, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Aunque no se haya verificado
notificación alguna o se haya efectuado en otra forma que la legal, se tendrá por
notificada una resolución desde que la parte a quien afecte haga en el juicio
cualquiera gestión que suponga conocimiento de dicha resolución, sin haber
antes reclamado la falta o nulidad de la notificación”.
Los supuestos legales que tienen que ocurrir para que se produzca esta
notificación tácita son los siguientes:
260
* Notificación tácita en el incidente de nulidad de una notificación (artículo 55, inciso 2º):
Art. 55, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Asimismo, la parte que solicitó la
nulidad de una notificación, por el solo ministerio de la ley, se tendrá por notificada
de la resolución cuya notificación fue declarada nula, desde que se le notifique la
sentencia que declara tal nulidad. En caso que la nulidad de la notificación haya
sido declarada por un tribunal superior, esta notificación se tendrá por efectuada
al notificársele el "cúmplase" de dicha resolución”.
Aquí se parte del supuesto que la resolución ha sido mal notificada. Ejemplo: si la
resolución debía ser notificada por cédula y ha sido notificada por el estado diario.
En este caso, la parte afectada debe solicitar al juez que se declare nula la
notificación pertinente, lo que da origen a un incidente que hay que tramitar y todo
incidente debe ser resuelto por el juez. Si el tribunal da lugar a esta nulidad, es decir,
declara nula esta notificación, en este caso, por disposición legal (por el solo ministerio de
la ley) o automáticamente se tiene por notificada a la parte de la resolución cuya
notificación se declara nula, desde el momento mismo en que se le notifique la resolución
que declara la nulidad.
Ejemplo: el demandado solicita la nulidad de la notificación de la demanda; esa
resolución que acoge la nulidad al notificarse produce el efecto de haber notificado a la
otra.
Esta situación produce como consecuencia jurídica la notificación de la otra
resolución cuya notificación había sido declarada nula.
Esto es importante porque hasta un tiempo atrás, cuando se declaraba nula una
notificación había que volver a practicarla, lo que era un contrasentido, porque la parte
ya había tomado conocimiento de la resolución (esto va en beneficio del principio de
economía procesal). Gracias a esto, hoy en día es innecesario volver a notificar la
resolución cuya notificación se anuló.
En este mismo caso, si la nulidad la declara un tribunal superior, la notificación se
tendrá por efectuada cuando se le notifique a la parte el “cúmplase” de dicha
resolución. Aquí no se entiende notificarse la resolución cuando se notifica la resolución
del superior cuando declara la nulidad, sino cuando se notifica el cúmplase y el cúmplase
lo decreta el tribunal inferior.
261
representante o mandatario de éste (no se le puede entregar al abogado).
Ejemplo: el auto de procesamiento y sentencia definitiva.
Art. 629, Código de Procedimiento Civil: “En los juicios arbitrales se harán las
notificaciones personalmente o por cédula, salvo que las partes unánimemente
acuerden otra forma de notificación”.
Existen también otros efectos que producen las resoluciones judiciales. Ejemplos: la
declaración de derecho que se produce por la resolución, la retroactividad del derecho,
etc.
262
el tribunal que la dictó no podrá alterarlas o modificarlas en manera alguna (artículo 182,
inciso 1º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
Para que se pueda producir este efecto, es necesario que la sentencia se notifique
a alguna de las partes. Por este sólo hecho, el tribunal que dicto la resolución no puede
alterarla o modificarla.
Esto constituye para el juez que dicta la sentencia una prohibición legal; este
tribunal deja de tener competencia en relación a este asunto que ya ha sido resuelto (a la
cuestión debatida que se resolvió).
La razón que se impida al juez de que altere o modifique su sentencia radica en
que en el sistema chileno impera el principio de la doble instancia, lo que significa que
será el superior jerárquico el que tiene atribuciones para modificar la sentencia, en el
entendido de que ésta se haya apelado.
Son casos en que, no obstante que una sentencia haya sido notificada a alguna
de las partes, podría ser modificada por el tribunal que la pronunció.
Estas excepciones en las que no opera esta institución son las siguientes:
263
rebelde (el que no ha comparecido al juicio) ante el mismo juez que haya
pronunciado la sentencia definitiva o interlocutoria, el que puede alegar la
nulidad de lo obrado por falta de emplazamiento en cualquier estado del juicio.
En este caso puede reclamar el rebelde aunque la sentencia haya sido notificada
a alguna de las partes.
Los autos y decretos no producen el efecto del desasimiento, por cuanto éstos
pueden ser siempre modificados por el mismo tribunal que los dicta. Estos autos y decretos
pueden enmendarse a través de un recurso de reposición.
En principio las sentencias no pueden ser modificadas por el mismo tribunal. Para
que el auto o decreto pueda ser modificado por el mismo tribunal, la parte debe hacer
valer el recurso de reposición. Este es un recurso que siempre se interpone y lo conoce el
mismo tribunal que ha dictado la resolución judicial (artículo 181, Código de
Procedimiento Civil).
Art. 181, Código de Procedimiento Civil: “Los autos y decretos firmes se ejecutarán
y mantendrán desde que adquieran este carácter, sin perjuicio de la facultad del
tribunal que los haya pronunciado para modificarlos o dejarlos sin efecto, si se
hacen valer nuevos antecedentes que así lo exijan”.
“Aun sin estos antecedentes, podrá pedirse, ante el tribunal que dictó el
auto o decreto, su reposición, dentro de cinco días fatales después de notificado.
El tribunal se pronunciará de plano y la resolución que niegue lugar a esta solicitud
será inapelable; sin perjuicio de la apelación del fallo reclamado, si es procedente
el recurso”.
264
* Características de la cosa juzgada:
La doctrina señala que, dado los dos aspectos que reviste, la cosa juzgada tiene
dos características: el ser coercitiva e inmutable.
a. Es coercitiva: Esto significa que la parte que perdió en el proceso está obligada a
cumplir la prestación que le impone la sentencia, y si no lo hace voluntariamente
puede ser obligado por medios compulsivos, valiéndose de la fuerza.
b. Es inmutable: Significa que las partes del juicio tienen que respetar lo fallado tal
cual como se indica en la sentencia, por lo tanto, no se puede volver a discutir lo
fallado. Esa resolución no se puede modificar, después de vencidos todos los
recursos y todos los plazos.
La doctrina dice que la cosa juzgada es “la presunción que lo fallado por el juez es
la verdad”. También se dice que “es el efecto que la ley atribuye a las sentencias firmes y
ejecutoriadas por considerarlas como expresión de la verdad” (esto porque proviene de
la autoridad judicial).
Que sea una presunción de verdad no quiere decir que sea una verdad absoluta,
porque puede ocurrir que esa verdad planteada en el juicio no sea el fiel reflejo de la
realidad; pero, una vez agotadas las prueba, no queda nada por discutir.
En la doctrina se suele clasificar a la cosa juzgada en: cosa juzgada formal y cosa
juzgada material.
b) Cosa juzgada material o sustancial: Es aquella que autoriza cumplir la sentencia sin
ninguna restricción o limitación, e impide que lo resuelto en ese juicio se pueda
265
volver a discutir en el mismo juicio o en otro posterior. Esta es la regla general en
cuanto a los efectos de las resoluciones en Chile (constituye el verdadero efecto
de cosa juzgada).
Estos efectos son las consecuencias jurídicas que surgen de la institución de la cosa
juzgada. Estos son:
Los requisitos o condiciones para que proceda esta acción de cosa juzgada, son
los siguientes:
266
b) Debe existir una solicitud expresa de la parte que ha obtenido en juicio. Esto
significa que aquel litigante en cuyo favor se declaró un derecho por resolución
judicial debe presentar un escrito al tribunal en que pida el cumplimiento de lo
resuelto, y ello se desprende del artículo 233, inciso 1º, del Código de
Procedimiento Civil, que dice que “cuando se solicite la ejecución de una
sentencia...”.
Las resoluciones sólo pueden cumplirse en la medida que la parte
interesada lo pida. Naturalmente lo dicho es en el entendido de que la sentencia
no se cumpla voluntariamente, ya que puede acatar lo resuelto en forma
extrajudicial y voluntaria.
267
Concepto de excepción de cosa juzgada:
La finalidad es evitar nuevas discusiones sobre el mismo asunto, entre las mismas
partes y la misma materia.
Este efecto emana exclusivamente de las sentencias definitivas e interlocutorias
firmes, tengan el carácter de condenatorias o absolutorias.
b. Es relativa: La cosa juzgada sólo puede beneficiar a los que han intervenido en el
pleito o a sus herederos (artículo 3º, inciso 1º, Código Civil).
La excepción de cosa juzgada podrá ser invocada por alguna de las
partes del juicio, independientemente de la posición que hubieren podido tener
en el litigio anterior
Excepcionalmente, hay algunas sentencias que producen efectos
generales y absolutos, y por lo tanto, esos efectos no pueden ser discutidos por
nadie y afectos a todos (producen efectos “erga omnes”). Ejemplo: lo relativo al
estado civil de las personas (declaración de matrimonio nulo, etc.).
c. Es irrevocable: Ello quiere decir que no puede ser alterado lo resuelto por una
sentencia judicial una vez firme o ejecutoriada, por ninguna autoridad del país.
Esta es la regla general (artículo 9º, inciso 2º, Código Civil).
Sin embargo, hay casos de excepción donde ciertas sentencias producen
cosa juzgada formal, y en ese caso la sentencia puede ser modificada
posteriormente en otro juicio.
268
Requisitos de procedencia:
Art. 177, Código de Procedimiento Civil: “La excepción de cosa juzgada puede
alegarse por el litigante que haya obtenido en el juicio y por todos aquellos a
quienes según la ley aprovecha el fallo, siempre que entre la nueva demanda y la
anteriormente resuelta haya:
1. Identidad legal de personas;
2. Identidad de la cosa pedida; y
3. Identidad de la causa de pedir.
“Se entiende por causa de pedir el fundamento inmediato del derecho
deducido en juicio”.
b) Identidad de la cosa pedida (“eadem res”): Se refiere al “objeto del juicio”, o sea,
el beneficio jurídico inmediato que se reclama en el juicio; por lo tanto, tanto en el
primer juicio como en el segundo debe existir una identidad en el objeto jurídico
(no material sino jurídico). Ejemplo: se discute la calidad de dueño, mero tenedor o
poseedor.
Este objeto o beneficio jurídico hay que buscarlo en la parte petitoria de la
demanda.
Podría ocurrir que tratándose de estos dos juicios distintos puedan
reclamarse dos objetos materiales distintos, pero son los mismos objetos jurídicos.
Ejemplo: en un primer juicio el objeto material es una casa, y en el segundo juicio el
objeto material es un automóvil; sobre ambos objetos jurídicos que se reconozca la
calidad de heredero.
269
c) Identidad de la causa de pedir (“eadem causa petendi”): Para Planiol la causa de
pedir “es el hecho jurídico o material que sirve de fundamento al derecho que se
reclama o la excepción que se opone”.
Por otro lado, el artículo 177, inciso final, del Código de Procedimiento Civil
señala que “se entiende por causa de pedir el fundamento inmediato del derecho
deducido en juicio”. Así como la cosa pedida es la cosa jurídica que se reclama, la
causa de pedir es el fundamento legal de esa petición.
Esto responde al porqué se está pidiendo algo en el juicio.
Ejemplo: en un juicio se puede reclamar un objeto determinado porque se
adquirió por compraventa: el fundamento es el contrato de compraventa; se
podría plantear en un segundo juicio colocando como fundamento que se
adquirió por causa de muerte: el fundamento en un testamento y el objeto jurídico
es que se reconozca la calidad de heredero. Aquí no se da la triple identidad.
La ley procesal establece distintos medios para hacer valer la excepción y distintas
oportunidades dentro del proceso. Esto se debe a la gravedad que implica la excepción.
Es posible que pueda ser alegada la excepción de cosa juzgada:
- Como excepción dilatoria: Por la gravedad que reviste, la ley permite que se
alegue con el carácter de “mixta”, o sea, como dilatoria siendo perentoria. Lo que
significa que pueda ser alegada dentro del término del emplazamiento y antes de
que se conteste la demanda. De acogerse el juicio se termina con la dilatoria.
b) En cuanto al titular:
270
c) En cuanto a la forma que se hace valer:
o La acción se hace valer por una demanda por ser una acción.
o La excepción tiene diversas oportunidades para hacerla valer. Ejemplo: a
través de las alegaciones, recursos procesales, etc.
d) En cuanto a la prescripción:
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