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MODELOS DE BIELAS
CA.0. SIMBOLOGÍA
Las unidades que se indican en este artículo para orientar al usuario, no tienen la intención
de excluir la utilización de otras unidades correctamente aplicadas, que permite el Sistema
Métrico Legal Argentino (SIMELA).
CA.1. DEFINICIONES
Región D – Las regiones sombreadas en las Figuras CA.1.1(a) y (b) muestran regiones D
típicas (ver la referencia A.1.). En estas regiones no es aplicable la hipótesis de secciones
planas del artículo 10.2.2.
Cada luz de corte, (a), de la viga, que se ilustra en la Figura CA.1.2(a), es una región D. Si
dos regiones D se encuentran o se superponen como se ilustra en la Figura CA.1.2(b), se
las puede considerar, a los fines del diseño, como una única región D. La máxima relación
longitud-profundidad de esta región D sería aproximadamente dos. Por lo tanto, el menor
ángulo entre el puntal y el tensor en una región D es arctang(2) = 26,5 °, valor que
redondeado se adopta como 25 °.
Si en una luz de corte hay una región B entre dos regiones D, como se ilustra en la Figura
CA.1.2(c), la resistencia de la luz de corte es determinada por la resistencia de la región B,
siempre que las regiones B y D posean geometrías y armaduras similares (ver la
referencia A.2.). Esto se debe a que la resistencia al corte de una región B es menor que
la resistencia al corte de una región D comparable. Las luces de corte que contienen
regiones B, caso habitual en el diseño de vigas, se diseñan al corte utilizando los
procedimientos tradicionales de diseño al corte especificados en los artículos 11.1 a 11.5
inclusive, ignorando las regiones D.
Viga de gran altura – Ver las Figuras CA.1.2(a), CA.1.2(b) y CA.1.3, y los artículos 10.7 y
11.8.
Nodo – Para que haya equilibrio en un nodo de un modelo de bielas, deberían actuar al
menos tres esfuerzos, como se ilustra en la Figura CA.1.4. Los nodos se clasifican de
acuerdo con los signos de estos esfuerzos. Un nodo C-C-C resiste tres esfuerzos de
compresión, un nodo C-C-T resiste dos esfuerzos de compresión y un esfuerzo de tracción
y así sucesivamente.
Una zona nodal hidrostática es aquella que tiene caras cargadas perpendiculares a los
ejes de los puntales y tensores que actúan sobre el nodo y tensiones iguales en las caras
cargadas. La Figura CA.1.5(a) ilustra una zona nodal C-C-C. Si las tensiones en la cara de
la zona nodal son iguales en los tres puntales, las relaciones entre las longitudes de los la-
dos de la zona nodal, wn1 , wn2 , wn3 , son proporcionales a los tres esfuerzos C1 , C2 , C3.
Las caras de una zona nodal hidrostática son perpendiculares a los ejes de los puntales y
tensores que actúan sobre la zona nodal.
Estas zonas nodales se denominan zonas nodales hidrostáticas debido a que las
tensiones en el plano son iguales en todas las direcciones. Esta terminología no es
estrictamente correcta, ya que las tensiones en el plano no son iguales a las tensiones
fuera del plano.
Una zona nodal C-C-T se puede representar como una zona nodal hidrostática si se
supone que el tensor se extiende a través del nodo para ser anclado mediante una placa
del lado más alejado del nodo, como se ilustra en la Figura CA.1.5(b), siempre que con el
tamaño de la placa se obtengan tensiones de apoyo iguales a las tensiones en los
puntales. La placa de apoyo del lado izquierdo de la Figura CA.1.5(b) se utiliza para
representar un anclaje real de un tensor. El esfuerzo en el tensor puede estar anclado
mediante una placa, o mediante el desarrollo de barras rectas o con ganchos, como se
ilustra en la Figura CA.1.5(c).
Puntal – A los fines del diseño los puntales generalmente se idealizan como elementos
prismáticos comprimidos, como lo indican los contornos en línea llena de los puntales de la
Figura CA.1.3. Si, debido a diferentes resistencias de las zonas nodales en ambos
extremos, o bien a diferentes longitudes de apoyo, la resistencia efectiva a la compresión
fce es diferente en los dos extremos de un puntal, el puntal se idealiza como un elemento
comprimido uniformemente ahusado.
A fin de simplificar el diseño, los puntales en forma de botella se idealizan ya sea como
prismas o bien como uniformemente ahusados, y para resistir la tracción transversal se
debe disponer la armadura para control de la fisuración indicada en el artículo A.3.3. La
cantidad de armadura transversal de confinamiento se puede determinar utilizando el
modelo de bielas ilustrado en la Figura CA.1.8(b), donde los puntales que representan
la expansión del esfuerzo de compresión actúan con una pendiente de 1:2 con respecto
al eje del esfuerzo de compresión aplicado. Alternativamente, para f´c igual o menor que
42 MPa, se puede utilizar la expresión (A-4). El área de la sección transversal Acs de un
puntal en forma de botella, se debe considerar como la menor de las áreas de las
secciones transversales en los dos extremos del puntal. Ver la Figura CA.1.8(a).
Tensor – Un tensor está constituido por armadura no tesa o por acero de pretensado más
una parte del hormigón que lo rodea, que se considera concéntrica con el eje del tensor. El
hormigón circundante se incluye para definir la zona en la cual se han de anclar los
esfuerzos en los puntales y los tensores. El hormigón de un tensor no se utiliza para
resistir el esfuerzo axial que actúa en el mismo. A pesar de no ser considerado en el
diseño, el hormigón circundante reducirá los alargamientos de los tensores,
particularmente bajo cargas de servicio.
2. Determinar los esfuerzos resultantes que actúan en los límites de cada una de las
regiones D;
CA.2.3. Los puntales, tensores y zonas nodales que componen el modelo de bielas tienen
anchos finitos que se deberían considerar al seleccionar las dimensiones del reticulado. La
Figura CA.2.3(a) ilustra un nodo y la correspondiente zona nodal. Los esfuerzos vertical y
horizontal equilibran el esfuerzo en el puntal inclinado. Si las tensiones son iguales en los
tres puntales se puede utilizar una zona nodal hidrostática, y los anchos de los puntales
serán proporcionales a los esfuerzos que actúan en los mismos.
Si en una zona nodal de una estructura bidimensional actúan más de tres esfuerzos, como
se ilustra en la Figura CA.2.3(b), generalmente será necesario resolver algunos de los
esfuerzos para obtener tres esfuerzos que se intersequen. En la Figura CA.2.3(b) los
esfuerzos de los puntales que actúan sobre las caras A-E y C-E se pueden reemplazar por
un esfuerzo actuando sobre la cara A-C. Este esfuerzo atraviesa el nodo en el punto D.
Si el ancho del apoyo en la dirección perpendicular al elemento es menor que el ancho del
elemento, puede ser necesario disponer armadura transversal para impedir el hendimiento
vertical en el plano del nodo. Esto se puede modelar utilizando un modelo de bielas
transversal.
CA.2.5. El ángulo entre los ejes de los puntales y los tensores que actúan en un nodo
debería ser lo suficientemente grande para mitigar la fisuración e impedir incompati-
bilidades debidas al acortamiento de los puntales y al alargamiento de los tensores que se
producen prácticamente en las mismas direcciones. Esta limitación en el valor del ángulo
impide que las longitudes de corte de las vigas esbeltas se modelen utilizando puntales
con inclinaciones menores que 25° con respecto al acero longitudinal. Ver la referencia
A.6.
CA.3.2.2. El valor de βs dado en el artículo A.3.2.2 se debe aplicar a los puntales en forma
de botella, como las ilustradas en la Figura CA.1.3. La expansión lateral interna de los
esfuerzos de compresión puede producir hendimiento paralelo al eje del puntal cerca de
los extremos del mismo, como se ilustra en la Figura CA.1.8. La armadura colocada para
resistir el esfuerzo de hendimiento, limita el ancho de las fisuras, permite que el puntal
resista más carga axial y permite alguna redistribución de los esfuerzos.
La Figura CA.3.3 ilustra dos capas de armadura que atraviesan un puntal fisurado. Si la
fisura se abre sin deslizamiento por corte a lo largo de dicha fisura, las barras verticales de
la capa i en la Figura CA.3.3 provocarán una tensión perpendicular al puntal igual a:
Asi f si
sen (α i )
b si
donde el subíndice i adopta los valores 1 y 2 según se trate de las barras verticales u
horizontales, respectivamente, indicadas en la Figura CA.3.3.
La expresión (A-4) está expresada en términos de una cuantía de armadura antes que en
términos de una tensión, lo cual facilita los cálculos.
CA.3.3.2. En una ménsula corta, con una relación luz de corte-profundidad, menor que 1,0
la armadura de confinamiento requerida para satisfacer el artículo A.3.3 generalmente se
provee en forma de estribos horizontales que cruzan el puntal comprimido inclinado, como
se ilustra en la Figura 11.9.2.
CA.3.5. La resistencia aportada por la armadura está dada por el último término de la
expresión (A-5). La tensión f's en la armadura de un puntal para la resistencia nominal, se
puede obtener a partir de las deformaciones en el puntal, en el momento de producirse su
aplastamiento. Para armadura con fy = 220 MPa y fy = 420 MPa, el valor de f´s se
puede adoptar igual a fy .
CA.4.2. El ancho efectivo del tensor, supuesto para el diseño, wt , puede variar dentro de
los siguientes límites, dependiendo de la distribución de la armadura en el tensor:
a) Si en el tensor las barras están en una sola capa, el ancho efectivo del tensor se
puede adoptar como el diámetro de las barras en el tensor, más dos veces el
recubrimiento hasta la superficie de las barras, como se ilustra en la Figura
CA.1.6(a); y
b) Como límite superior práctico para el ancho del tensor, se puede adoptar el ancho
correspondiente al ancho en una zona nodal hidrostática, calculado como
CA.4.3. Con frecuencia el anclaje de los tensores requiere particular atención en las zonas
nodales de las ménsulas cortas o en las zonas nodales adyacentes a los apoyos
exteriores de las vigas de gran altura. La armadura de un tensor se debería anclar, antes
que abandone la zona nodal extendida en el punto definido por la intersección del
baricentro de las barras del tensor y las prolongaciones de los contornos del puntal, o bien
del área de apoyo. Esta longitud se denomina lanc . En las Figuras CA.1.6(a) y (b) esto
ocurre donde el contorno de la zona nodal extendida es cortado por el baricentro de la
armadura en el tensor. Parte del anclaje se puede lograr prolongando la armadura a través
de la zona nodal, como se ilustra en la Figura CA.1.5(c), y desarrollándola más allá de la
zona nodal. Si el tensor se ancla utilizando ganchos de 90°, los ganchos deberían estar
confinados dentro de la armadura que se extiende hacia el interior de la viga a partir del
elemento de apoyo, a fin de evitar que se produzca fisuración a lo largo de la parte externa
de los ganchos en la región de apoyo.
En las vigas de gran altura se utilizan algunas veces barras en forma de horquilla,
empalmadas con la armadura de los tensores, para anclar los esfuerzos de tracción de los
La Figura CA.4.3 muestra dos tensores anclados en una zona nodal. El anclaje se exige
en el lugar donde el baricentro de los tensores cruza el contorno de la zona nodal
extendida.
CA.5.1. Si las tensiones en todos los puntales que concurren a un nodo son iguales, se
puede utilizar una zona nodal hidrostática. Las caras de este tipo de zona nodal son
perpendiculares a los ejes de los puntales, y los anchos de las caras de la zona nodal son
proporcionales a los esfuerzos en los puntales.
Suponiendo que las tensiones principales en los puntales y tensores actúan paralelas a los
ejes de los puntales y tensores, las tensiones en las caras perpendiculares a estos ejes
son tensiones principales, y se debe utilizar el artículo A.5.1(a). Si, como se ilustra en la
Figura CA.1.6(b), la cara de una zona nodal no es perpendicular al eje del puntal, sobre la
cara de la zona nodal habrá tanto tensiones de corte como tensiones normales.
Habitualmente estas tensiones se reemplazan por la tensión normal (compresión principal)
que actúa sobre el área de la sección transversal Acs del puntal, considerada
perpendicularmente al eje del puntal.
CA.5.2. En los elementos bidimensionales, tales como las vigas de gran altura, los nodos
se pueden clasificar como: nodos C-C-C si todos los elementos que se intersecan en el
nodo están comprimidos, nodos C-C-T, si uno de los elementos que actúa sobre el nodo
está traccionado, y así sucesivamente, como se ilustra en la Figura CA.1.4. La resistencia
efectiva a la compresión de la zona nodal está dada por la expresión (A-8), modificada
según lo indicado en los artículos A.5.2.1 a A.5.2.3, aplicada a los nodos C-C-C, nodos C-
C-T, y nodos C-T-T ó T-T-T, respectivamente.