La cavidad bucal está habitada por una gran cantidad de
microorganismos, muchos de los cuales tienen potencial patogénico pudiendo provocar una infección. Los principales factores que determinan la aparición de una infección son el número y la virulencia de los gérmenes y la resistencia del huésped. En la resistencia intervienen factores locales, como el trauma de los tejidos y el cierre inadecuado de la herida, y factores sistémicos como diversas patologías y medicamentos que disminuyen la inmunidad del paciente. La prevención de infecciones postoperatorias bucales requiere pues atención a una técnica aséptica, existiendo una considerable dificultad para determinar la necesidad de agentes antimicrobianos con riesgo de una prevención rutinaria no debidamente justificada. El uso de antibióticos con indicación terapéutica no presenta excesiva controversia siendo mayoritariamente aceptado. No obstante, la utilización de antibióticos con indicaciones profilácticas si constituye un tema de gran polémica y son pocas las situaciones donde allá una indicación bien definida. La profilaxis antibiótica administrada de manera apropiada puede reducir el riesgo de infección hasta en un 50%. Se revisa la clasificación de herida quirúrgica, los determinantes de infección de la misma y la fisiopatología de la profilaxis antibiótica. Estos factores sirven de base para ofrecer recomendaciones de una adecuada profilaxis antibiótica, e indicar las situaciones en que se debe usar la misma. La utilización correcta de la profilaxis antibiótica previene la infección y evita consecuentemente trastornos físicos y psicológicos en el paciente. Por otro lado disminuye los altos costos hospitalarios.