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El incremento de la población, así como el progreso industrial, la construcción y

otros procesos y consecuencias del desarrollo de los países latinoamericanos,


vienen provocando un aumento desmedido en la cantidad y variedad de los
residuos sólidos generados en las actividades desarrolladas por las ciudades de
estas Regiónes.

Las dificultades generadas por un inadecuado manejo de los residuos están


afectando, a los grandes municipios y a sus zonas marginales, al igual que a las
pequeñas poblaciones rurales. En gran parte de los Municipios el manejo informal
del servicio de aseo urbano, con cierta falta de criterios técnicos, económicos y
sociales, ha provocado que este servicio actualmente carezca de una adecuada
planificación y organización, lo cual se ha reflejado en los altos costos de
funcionamiento que las mismas localidades han tenido que subsidiar gastando
gran parte de su presupuesto.

Por lo anterior, se evidencia, un importante déficit económico permanente que


existe, en un gran porcentaje de las empresas que prestan el servicio público de
aseo, sumado a las inadecuadas prácticas de disposición final de las basuras, las
cuales por la falta de recursos, interés o conocimientos técnicos se descargan
inapropiadamente dentro o fuera de las áreas urbanas, originando a un sin número
de basureros dispersos, los que generan, entre otros, un problema social y de
salud pública.

El problema social se desprende principalmente en las personas que se dedican a


clasificar y comercializar los residuos, quienes realizan estas actividades sin
ningún tipo de protección, es decir en condiciones riesgosas y precarias
inaceptables en una sociedad moderna. El peligro para la salud pública surge en
los mismos basureros, los que además de causar malos olores y problemas
estéticos, son cuna y habitat de moscas, ratas y otros vectores de enfermedades y
fuentes de contaminación del aire o de fuentes superficiales o subterráneas de
agua.

Lo indicado anteriormente podría controlarse, si la disposición final de los residuos


se hiciera en una forma adecuada, tal como disponerlos en un relleno sanitario
operado correctamente, lo que además permitiría prevenir la contaminación.

El servicio público de aseo urbano consta principalmente de las actividades de


barrido, almacenamiento, recolección, transporte y disposición sanitaria final de los
residuos sólidos. Por ser la última de las actividades, y debido a la escasez de
recursos económicos, la disposición final es el punto crítico de los servicios de
aseo urbano de la Región.

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