Tensión superficial:

Un líquido experimenta una tensión superficial debido a que se comporta como una
membrana de tensión. Esta tensión se produce porque las moléculas del líquido
ejercen fuerzas de atracción entre sí, es decir las fuerzas de cohesión. La fuerza neta
entre las moléculas dentro del volumen del líquido es cero, sin embargo, las moléculas
en la superficie se sienten atraídas por el volumen del líquido. Por esta razón los
líquidos tienden a reducir al mínimo su área superficial.

Otra manera de explicarse es por el desequilibrio de las fuerzas intermoleculares. Las

moléculas dentro del volumen del líquido son atraídas por igual en todas direcciones,
pero las que están en la superficie experimentan una fuerza neta hacía del líquido.

Este fenómeno explica diversos sucesos de la naturaleza, como el por qué las gotas de
lluvia son esféricas, debido a que el área superficial es menor.

También se define la tensión superficial como la energía requerida para aumentar el

área superficial de un líquido en una unidad de área.

Capilaridad:

Es la tendencia de un líquido de ascender por un tubo de diámetro pequeño o tubo

capilar. Esta acción se produce por las fuerzas de adhesión y de la tensión superficial.
Las fuerzas de adhesión son las fuerzas intermoleculares que enlazan a una sustancia
con una superficie dada, mientras que la tensión superficial intenta reducir el área
superficial de la sustancia. Como la acción de la fuerza de adhesión produce que el
área de la sustancia aumente, entonces la tensión superficial intenta contrarrestarla, lo
que produce que el líquido ascienda hasta que la fuerza de gravedad sobre este
equilibra la fuerza de adhesión con la de tensión superficial.

La altura máxima que puede alcanzar un líquido está ligada al peso que este posee.
Esta altura que puede alcanzar líquido fue dada por el James Jurin.

Esta propiedad es la que ayuda a que el agua y los nutrientes disueltos se puedan
mover hacia arriba a través de las plantas.