Está en la página 1de 2

Cali: ciudad, memoria e identidad

Según cifras del Banco Mundial, hoy en día más de la mitad de la población del mundo vive en las
ciudades, lo que resulta verdaderamente impresionante dado que, a principios de este siglo la
mayoría de las personas vivían en zonas rurales alejadas de las urbes. Este fenómeno de rápido
crecimiento poblacional que se ha acentuado en la última década ha generado que cada vez más
personas convivan y se relacionen en espacios urbanos, convirtiendo a estos en los nuevos focos de
actividad y desarrollo de los seres humanos en donde trasciende su historia y se procura conservar
su memoria en el tiempo. Sin embargo, las ciudades modernas se encuentran actualmente en
procesos de continua transformación de sus espacios urbanos que, si bien en algunos casos han
logrado conservar la imagen de los lugares importantes para la ciudad y adaptarlo a las nuevas
condiciones urbanísticas, en otros casos ha sido tal la intervención que han hecho que ciertos
espacios desaparezcan de la memoria colectiva de las personas afectando su identidad como
habitantes. Dicho lo anterior se considera relevante analizar este fenómeno en una ciudad como
Cali, y sobre cómo los actuales procesos de desarrollo urbano de la ciudad están afectando o no
están ayudando a fortalecer la identidad y la memoria del caleño.

Muchos constantemente nos preguntamos sobre qué es lo que nos hace reconocer y recordar una
ciudad como Cali, es decir, vivimos en ella, recorremos cada uno de sus espacios y hasta somos
capaces de referirnos a ella caracterizándola de una u otra manera, pero sin embargo muchos de
nosotros no somos capaces aún de identificar cuáles son los principales elementos que la componen
(sistema de espacio público, red de equipamientos e infraestructura, sistema vial) y peor aún ni
siquiera somos capaces de definir sus límites físicos, sus bordes urbanos. Lo anterior sucede porque
en Cali no encontramos sino muy pocos espacios que creemos, son capaces de conservar las
características del conjunto de la ciudad y por lo tanto su identidad; haciendo que la mayoría de las
personas no considere necesario recorrer la ciudad más allá de ciertos monumentos y lugares en
particular para hacerse una imagen de la misma.

Cada ciudad tiene características comunes que hacen que las personas puedan identificarlas
rápidamente y referirse a ellas con propiedad; y estos no solo son los componentes naturales como
el clima o la vegetación o la geografía que de alguna manera juegan un papel importante en la
percepción que quienes visitan cada ciudad. Se cree que debe de haber algo más allá de las
condiciones naturales de cada lugar que son capaces de llamar la atención de las personas. Con esto
nos referimos al espacio urbano, y no solo cada uno de sus edificios que componen su paisaje sino
también al vacío de su tejido urbano, que terminan convirtiéndose en espacios colectivos, en
parques, plazas, calles y demás zonas de encuentro, que son el lugar donde ocurren cada una de las
interacciones de sus habitantes y desde la cual es la única manera de vivir la ciudad. Es por eso que
se cree que solo quien recorre una ciudad es capaz de vivirla, y es por eso que el vacío urbano que
quizá es el elemento más virtual dentro una ciudad es el que más relevancia tiene dentro de la
memoria colectiva de sus habitantes. Esta es una variable que quienes se han encargado de
“planear” el desarrollo de la ciudad de Cali no han tenido en cuenta, es como si el crecimiento de la
ciudad tuviera que ver únicamente con un problema de déficit habitacional, esto producto de la
especulación inmobiliaria que han hecho de este crecimiento un negocio para muchos
constructores de la ciudad, afectando el desarrollo de nuevos espacios pensados en el peatón, en el
ciudadano que diariamente recorre sus calles y que siente como cada vez la ciudad le da la espalda.

Después de todo lo anterior es entendible como una ciudad como Cali aún no tiene una identidad
tan claramente definida para sus habitantes, y es porque pareciera que el vacío de su tejido urbano
fuera tan solo el espacio que ha quedado después de terminar una edificación y no un espacio
conscientemente planeado para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y fortalecer nuestra
identidad como caleños. Es por esto que se pretende concientizar e invitar a la población primero
para que recorran más la ciudad y experimenten cada uno de sus espacios para que así nos demos
cuenta de la realidad de la ciudad en la que vivimos y segundo para que no dejemos que los actuales
procesos de “desarrollo” y crecimiento de la ciudad terminen por borrar de nuestra memoria
colectiva los pocos espacios que aún nos permiten reconocer nuestra ciudad y con los cuales nos
identificamos sino que por el contrario exijamos la construcción de más de estos espacios.

Escrito por Grupo de redacción Cali Suena

También podría gustarte