HISTORIA DE LA EVALUACIÓN AMBIENTAL EN COLOMBIA

La evaluación ambiental se considera como un proceso que desempeña un papel integrador, donde los sistemas
sociales, económicos y biofísicos se combinan en una imagen holística del mundo. La preocupación por el
impacto de las actividades humanas en el medio ambiente en el que vivimos ha sido evidente a lo largo de la
historia, por ejemplo, en cuestiones relacionadas con la salud pública, la contaminación del aire y la
contaminación del agua, entre otros. («2.1 Origins and History of Environmental Assessment (EA)»)

No fue sino hasta la década de 1960 que esta preocupación, como resultado del crecimiento de la población, la
urbanización, la industrialización y las presiones resultantes sobre los recursos naturales, recibió un impulso
más público y global. La primavera silenciosa de Rachel Carson, publicada en 1962, en la que los efectos
nocivos de los pesticidas fueron señalados por primera vez a la atención del público, a menudo se le atribuye el
lanzamiento del movimiento ambiental moderno. La crítica sobre la tecnología y los efectos dañinos que tiene
sobre el medio ambiente y la sostenibilidad, continuó a lo largo de los años sesenta y finalmente condujo a la
evolución de la práctica de evaluación y gestión ambiental.(«2.1 Origins and History of Environmental
Assessment (EA)»)

Después de décadas de fracaso continuo del establecimiento político en los Estados Unidos para reconocer la
degradación del medio ambiente, dos eventos a principios de 1970 sentaron las bases para la conciencia
ambiental y la práctica para el futuro. La primera fue la Ley de Política Ambiental Nacional (NEPA),
promulgada en ley el día de Año Nuevo de ese año. Requiere que las agencias federales integren los valores
ambientales en sus procesos de toma de decisiones, considerando los impactos ambientales de sus acciones
propuestas y las alternativas razonables a esas acciones. El segundo fue una manifestación masiva del Día de
la Tierra, planeada por el senador Gaylord Nelson en abril, en la que participaron 20 millones de personas en
todo el país. El éxito de este evento llevó a la creación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en julio
de 1970. La NEPA fue la primera ley ambiental que requirió Declaraciones de Impacto Ambiental (EIA) de los
proyectos propuestos que afectarán significativamente la calidad del medio ambiente humano. Tres
disposiciones principales están contenidas dentro de la NEPA («Fedra et al. (1991)»)

Apropiadamente, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, celebrada en Estocolmo en
junio de 1972, se remonta al período del "despertar ambiental". El objetivo de esta conferencia fue proporcionar
un marco para la consideración integral de los problemas del medio ambiente humano. Este marco fue requerido
para enfocar la atención de los gobiernos y la opinión pública sobre la importancia y la urgencia de esta
pregunta. La agenda acordada debía cubrir:

• Planificación y gestión de asentamientos humanos para la calidad ambiental; • Aspectos ambientales de la

gestión de los recursos naturales; • Identificación y control de contaminantes y molestias de gran importancia
internacional; • Aspectos educativos, informativos, sociales y culturales de los problemas ambientales; •
desarrollo y medio ambiente; • Implicaciones organizativas internacionales de propuestas de acción.

Como resultado de la conferencia de 1972, se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), junto con un fondo para financiar grandes proyectos. Se adoptó una declaración de 26 puntos de los
principios ambientales, que exigía compromisos de los países para abordar los problemas ambientales de
importancia internacional. («1.2 Rastreo de la historia de la evaluación de impacto ambiental»)

Debido a su amplia variedad de ecosistemas, flora, fauna y suelos, Colombia es uno de los países con mayor
diversidad biológica. en el mundo (Armenteras et al., 2003). Sin embargo, este biológico La diversidad está
actualmente en peligro por las actividades humanas, que han destruyó aproximadamente la mitad de la cubierta
vegetal (Etter et al., 2006).

Precisamente debido a su fragilidad, riqueza biológica y alto número de especies endémicas, Colombia otorga
una alta prioridad a la conservación ambiental (Dávalos, 2001). Esta creciente conciencia nacional ha llevado
al gobierno a implementar programas para la conservación ambiental, la recuperación y el manejo sostenible
para contrarrestar los impactos negativos de las actividades humanas en los ecosistemas y los recursos
biológicos (Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, 2007).

En 1994, Colombia firmó tratados internacionales, tales como el Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Humano (ONU, 1972), la Convenio sobre la diversidad bilógica (1992a), las Naciones Unidas
Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo (ONU, 2002) y la Convenio sobre la evaluación del impacto
ambiental en un contexto transfronterizo (ONU, 1991). Como resultado de estos convenios, así como la
Constitución colombiana de 1991 (Oficial Diario del gobierno colombiano, 1991), un sistema de EIA es ahora
Específicamente contemplado en la legislación nacional. Actualmente, una licencia ambiental es obligatoria
para todos los proyectos y acciones.

llevadas a cabo en veintiún sectores y actividades económicas (Decreto 1220 de 2005) (Diario Oficial del
Gobierno de Colombia, 2005a). Esto significa que estos sectores y actividades económicas deben realizar un
estudio ambiental antes de emprender la planificación, ubicación, instalación, construcción, montaje,
mantenimiento, desmantelamiento, así como la abandono y / o terminación de actividades, uso del espacio e
infraestructura. Sin embargo, los estudios realizados por la Contraloría General de la República2 (CGR) señalan
la debilidad y la ineficacia general del sistema de EIA colombiano (CGR, 2006), que se encuentra en una
necesidad urgente de evaluación y medidas correctivas.
REFERENCIAS
1.2 Rastreo de la historia de la evaluación de
impacto ambiental. Disponible en:
http://www.nzdl.org/gsdlmod?e=d-00000-00---
off-0aedl--00-0----0-10-0---0---0direct-10---4------
-0-1l--11-en-50---20-help---00-0-1-00-0-0-11-1-
0utfZz810&cl=CL1.1&d=HASH01b0e5698289dc
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2.1 Origins and History of Environmental
Assessment (EA). GEM. Disponible en:
http://generic.wordpress.soton.ac.uk/gem/unit-2/2-
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Fedra et al. (1991) Table of Contents. Disponible
en: http://www.ess.co.at/EIA/toc.html.
Armenteras D, Gast F, Villareal H. Andean forest
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protected natural areas in the eastern Andes,
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Etter A, McAlpine CL, Pullarb D, Possingham H.
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ecosystems since 1940: drivers, patterns and rates.
J Environ Manag 2006;79:74–87.
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2002.
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February. New York/Geneva: UN; 1991.
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Bogotá: Imprenta Nacional; 1991; 114: 1–36.
Official Journal of the Colombian Government.
Decree 1220 of 21 April 2005, which regulates
Title VIII of Law 99 of 1993 regarding
environmental licenses (In Spanish). Bogotá:
Nacional Press; 2005a; 45890: 2–7.
Contraloría General de la República (CGR). State
of Natural Resources and the Environment 2005–
2006 (In Spanish). Bogotá; 2006. Disponible en:
http://www.contraloriagen.gov.co/html/publicacio
nes/publicaciones_inicio.asp.

Dávalos L. The San Lucas mountain range in

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violence. Biodivers Conserv 2001;10:69–78.

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Research Institute. Biodiversidad Record. Bogotá:
IAvH; 2007. disponible en:
http://www.humboldt.org.co.

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environment. Report of the United Nations
Conference on the Human Environment,
Stockholm, 5–16 June. New York: United Nations;
1972.

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