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PROYECTO DE RESOLUCIÓN

La Cámara de Diputados de la Nación,

Resuelve:

Excluir a las Diputadas Elisa María Avelina Carrió y Paula Mariana Oliveto Lago
del seno de esta Cámara de Diputados y Diputadas de la Nación, por
inhabilidad moral sobreviniente en el ejercicio de sus funciones, en virtud de
lo expresado en el artículo 66 de la Constitución Nacional.
FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

El compromiso democrático involucra a todos los ciudadanos y


ciudadanas, pero ser integrante del Poder legislativo conlleva un deber
adicional. Y la existencia de una organización paraestatal de inteligencia ilegal
nos debe alertar especialmente como diputados y diputadas. Está en juego la
vigencia del Estado de Derecho; están en peligro garantías constitucionales
esenciales de todos y todas los/las ciudadanos/ciudadanas. Si como diputadas
y diputados no actuamos en consecuencia, somos responsables. El presente
proyecto de resolución propone que la Cámara ejerza sus facultades de
corrección, inherente a todo cuerpo colegiado.
La aplicación de sanciones que está Cámara pudiera decidir, no
implica una condena judicial, ni la existencia de actos ilícitos; es competencia
de la Justicia determinarlos.
El artículo 66 de la Constitución Nacional resguarda la atribución de
cada Cámara del Congreso de la Nación, inherente a todo cuerpo legislativo,
de decidir respecto de la conducta y el mantenimiento de la habilidad de sus
integrantes: “Artículo 66.- Cada Cámara hará su reglamento y podrá con dos
tercios de votos, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de
conducta en el ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidad física o
moral sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirle de su seno; pero
bastará la mayoría de uno sobre la mitad de los presentes para decidir en las
renuncias que voluntariamente hicieren de sus cargos.”.
Es decir, el cuerpo cuenta con el poder disciplinario, emanado de la
Ley Suprema. La corrección puede ser de diversas proporciones; si la infracción
por desorden de conducta llega a configurar “inhabilidad física o moral”
sobreviniente a la incorporación, puede derivar en la remoción o en la
expulsión.
La remoción por inhabilidad física o moral y la exclusión, son
distinguibles por sus causas. La doctrina mayoritaria sostiene que la categoría
de remoción se aplica a los casos en que el cese es dispuesto por hechos ajenos
a la conducta del legislador como puede ser la inhabilidad física o incapacidad.
En cambio, la exclusión debe ser por “indignidad”. Quiroga Lavié sostiene, que
no es necesario estar ante un delito para evaluar cuestiones de tipo moral.
Y conforme surge de los antecedentes parlamentarios, no se trata
de la moral privada o de un modelo de virtud personal, sino de conductas que
repercuten directamente sobre los intereses públicos que por su investidura
debe proteger, sobre la defensa de los principios e instituciones democráticas.
LINARES QUINTANA sostiene que estamos ante facultades
elementales inherentes a toda asamblea legislativa que en conjunto integran
un privilegio colectivo esencial para el mantenimiento celoso de la dignidad y
del honor del cuerpo. El precepto constitucional alude a cuatro situaciones
diferentes: corrección disciplinaria, exclusión, remoción y renuncia.
- Corrección disciplinaria: regladas por los reglamentos de cada
Cámara, son medidas leves generalmente previstas para asegurar el orden de
los debates.
- Remoción: únicamente por inhabilidad física o moral
sobreviniente a la incorporación del legislador al cuerpo. La inhabilidad moral
no es la indignidad, ocasionada por causas que señalen al legislador con una
grave nota de descalificación ante el criterio de la Cámara y de sus
conciudadanos, es la carencia de condiciones o aptitudes psicológicas para
desempeñar su mandato. Son moralmente inhábiles el demente o el que
padece de reblandecimiento cerebral. Los casos de inhabilidad física son más
fáciles de resolver porque las circunstancias que los motivan son mucho más
susceptibles de ser apreciadas con mejor acierto.
- Exclusión por indignidad: el poder de expulsar a un miembro es
necesariamente incidental a toda corporación conjunta y especialmente a
todos los cuerpos legislativos, los que sin ese poder no podrán existir
honorablemente ni llenar el objeto de su creación. Es discrecional, esto es, es
imposible especificar de antemano todos los casos en los cuales un miembro
debe ser expulsado, por consiguiente en el ejercicio de ese poder el cuerpo
legislativo debe ser gobernado por la más estricta justicia. Todo cuerpo
legislativo tiene la facultad esencial de excluir de su seno a un miembro, sin
embargo como una medida semejante comporta consecuencias gravísimas de
orden institucional, al privar a un sector del pueblo de la Nación del
representante elegido mediante su voto, ha de entenderse que la exclusión
únicamente corresponde en los casos extremos en que real, efectiva y
verdaderamente, la conducta de un miembro haya comprometido
gravemente el prestigio y el decoro del Cuerpo, y luego de acreditarse
debidamente los hechos y de respetarse ampliamente el derecho de defensa
del legislador acusado.
- Renuncia: por tratarse de un acto voluntario del legislador, es
suficiente la mayoría absoluta de los presentes, a diferencia de los tres casos
anteriores que se exige los dos tercios de votos. (Tratado de la Ciencia del
Derecho Constitucional, tomo IX, pág. 336 a 338).
En el mismo sentido, BIDART CAMPOS considera que los privilegios
parlamentarios son una constante en el derecho constitucional comparado, se
reputan establecidos en interés del parlamento o congreso como órgano, y
tienen como finalidad asegurar la independencia, el funcionamiento y la
jerarquía del mismo. Por eso se llaman también inmunidades, en cuanto
preservan al órgano. Lo más correcto es hablar de “garantías de
funcionamiento”, que son tutelas funcionales. Están dadas para el buen
funcionamiento del órgano y no para privilegio o beneficio personal de quienes
lo forman.
Entre los “privilegios parlamentarios colectivos” de cada Cámara,
el autor incluye su poder disciplinario sobre sus propios miembros; poder
disciplinario: para corregir, remover y expulsar. Corrección: por hechos que
alteren o perturben el trabajo parlamentario de la cámara (insultos, agravios,
interrupciones reiteradas, etc.). La sanción puede ser un llamamiento al orden,
un pedido de retiro de las expresiones ofensivas, privación del uso de la
palabra. Remoción: por causo de inhabilidad física o moral, posterior a su
incorporación. Si bien esta medida se incluye como facultad disciplinaria,
puede carecer de sanción (ej.: un legislador ha sufrido parálisis con privación
de facultades mentales que le imposibilita renunciar). Exclusión: no lleva
asignación expresa de causa en el art. 66. Mientras la remoción requiere
inhabilidad, la exclusión queda librada a la discreción de la Cámara, pero
siempre en forma razonable y no arbitraria. (Manual de la Constitución
Reformada, tomo III, pág. 75 a 80).
La doctrina –la citada, y otras- coincide en que se trata de una
facultad discrecional pero no arbitraria, ya que se encuentra limitada por las
reglas del debido proceso y el derecho de defensa. Y que, a su vez, no es
posible enumerar en forma taxativa, ni exhaustiva la totalidad de los hechos
en los que se puedan fundamentar los desórdenes de conducta, sino que
deben ser analizados en cada caso concreto.
En los casos concretos que trata el presente proyecto, tanto la
Diputada Carrió como la Diputada Oliveto, aparecen mencionadas en las
pruebas recabadas por el titular del Juzgado Federal de Dolores en la
instrucción de la causa “D’Alessio, Marcelo Sebastián S/ asociación ilícita y
otro”. En ambos casos, conforme se informó en la reunión de Comisión de
Libertad de Expresión del día 13 de marzo próximo pasado, surge en el
expediente que ambas diputadas habrían estado, al menos, en conocimiento
de las actividades de inteligencia ilegal realizadas por una organización
paraestatal, pudiendo haber hecho uso de dicha “información” o participado
de dicha actividad. Y por lo tanto les cabe, a su vez, el deber de todo
funcionario público de denunciar los delitos que conozcan en el ejercicio de
sus funciones (art. 177, inc. a) del Código Procesal Penal de la Nación).
Respecto de la Diputada Carrió y su conocimiento del imputado en
la referida causa, Sr. D´Alessio, así como de las actividades de inteligencia ilegal
que llevaba adelante mediante una organización paraestatal y su relación con
dicha actividad, surge de los hechos investigados y las pruebas hasta ahora
recabadas, lo siguiente:
1) Ramos Padilla: “… A partir de ese momento, de un allanamiento que
duró doce horas, decidimos correr vista al fiscal, que amplió la
investigación y requirió que se investigase la asociación ilícita.
Inmediatamente dispusimos el secreto de sumario, pero la información
y el expediente empezaron a discutirse en los medios de prensa. La
primera publicación que se conoce y que está en la resolución es un tuit
de la diputada Carrió que señalaba que esta investigación era una
operación. …”. (pag. 9 VT, negrita propia)
2) Ramos Padilla: “… Sobre estos hechos, también la Comisión Provincial
por la Memoria trae una información extraída de whatsapp. Se trata de
una conversación entre Marcelo D’Alessio y una usuaria de nombre
“Romina Aduana”. Romina dice: “Quiero presentarte al asesor en
narcotráfico del director de aduanas. Es un hombre mayor que fue exjefe
de Inteligencia de Ejército. La Aduana quiere tener contacto con la DEA
y vos podés comentarle sobre tus trabajos. Nos re interesa”. Luego
menciona nombres. D’Alessio responde: “Sólo Vives es de la línea de
Carrió, una amiga.” Romina dice: “Sí, son los que trabajan en línea
directa con Carrió”. D’Alessio responde: “Yo hice cosas con ella y con
Paula Oliveto. A disposición. …”. (pág.15, negrita propia)

Respecto de la Diputada Paula Oliveto, y su conocimiento del


imputado en la referida causa, Sr. D´Alessio, así como de las actividades de
inteligencia ilegal que llevaba adelante mediante una organización paraestatal
y su relación con dicha actividad, surge de los hechos investigados y las
pruebas hasta ahora recabadas, lo siguiente:

1) Ramos Padilla: “… Sobre estos hechos, también la Comisión Provincial


por la Memoria trae una información extraída de whatsapp. Se trata
de una conversación entre Marcelo D’Alessio y una usuaria de nombre
“Romina Aduana”. Romina dice: “Quiero presentarte al asesor en
narcotráfico del director de aduanas. Es un hombre mayor que fue
exjefe de Inteligencia de Ejército. La Aduana quiere tener contacto con
la DEA y vos podés comentarle sobre tus trabajos. Nos re interesa”.
Luego menciona nombres. D’Alessio responde: “Sólo Vives es de la línea
de Carrió, una amiga.” Romina dice: “Sí, son los que trabajan en línea
directa con Carrió”. D’Alessio responde: “Yo hice cosas con ella y con
Paula Oliveto. A disposición. …”. (pág.15, negrita propia).
2) “- El doctor Ramos Padilla reproduce nuevamente los audios de su
teléfono celular. Lo que se llega a escuchar es lo siguiente: Reproducción
del audio:
“Mirá, Pau, el que armó esto es un AFI, que es de la línea de Angelici
puro. Yo ya no entiendo cómo es esta interna de la interna de la interna,
dónde se vincula un tipo de Angelici con un operador CFK. No entiendo
un porongo. De esto yo no entiendo, pero sé quién es.”
“Bueno, Pau. Entiendo si no me querés atender por WhatsApp. Nada.
Hice lo que te dije que iba a hacer. Me la jugué y, bueno, me traje una
hora y media de toda la información. Sé cómo se planificó la cama,
todo. Mañana me falta una cámara más, un audio más y ya se lo estoy
mandando a una persona de confianza a desgrabar y a tres personas
más por cualquier cosa. Ya descubrí: manipularon todo, desde audios,
videos, quieren imputar a todos, hasta a mi abogado lo quieren imputar,
por lo que sea. Así que, bueno, tengo quién es este famoso Etchebest. Es
la pata que faltaba, era el cajero de De Vido antes de ser el cajero de
Campillo, y le robó dinero de De Vido y por eso voló y empezó a hacer...
Es el que empezó a sacar el dinero a De Vido. Hay mucha gente atrás de
esto. No. Es tremendo lo que descubrí hoy. Lo hice solito, negra, sin nada,
pero, bueno, vale la pena por cómo dijiste vos, no sé si por mí o por los
cuadernos, pero vale la pena. Son 164 megas. Decime qué carajo hago
con eso, lo mando en un pendrive en un sobre con alguien a nombre de
Martín Catalano para que te lo den, no sé, hay que desgrabarlo, no sé.
Olvídate que este tipo me lleva en cana, así sea por extorsión en grado
de tentativa o lo que sea, pero quiero dárselo alguien para que lo vea.”.
Sr. Presidente (Moreau).- Perdón, doctor, no tengo el afán de
interpretarlo. Pero aparentemente -digo esto sobre todo para los
taquígrafos- esta es una conversación posterior al allanamiento que
usted realizó de D’Alessio, sin respuesta, a un celular que podría ser, o
no -esa es una circunstancia que habría que probar-, de la diputada
Paula Oliveto.
Sr. Ramos Padilla.- Así es. Insisto en lo que dije en cuanto a cualquier
causa sobre espionaje. Esto podría ser preconstitución de prueba para
perjudicar a la diputada Paula Oliveto. Entonces, ella tiene todo el
derecho de venir al Tribunal y hacer las aclaraciones pertinentes
porque estas manifestaciones las hace el señor Marcelo D’Alessio
luego de que se allana su domicilio y creo que con la presunción muy
alta de que se le iba secuestrar también el teléfono. Así que, con esas
aclaraciones, tratándose de un espía, estas son las manifestaciones de
este tipo –que hay varias- del teléfono iPhone 8 que se secuestra con
posterioridad.. …”. (pág. 49)

Como diputados y diputadas de la Nación consideramos que es


nuestra responsabilidad resguardar a este cuerpo, y apelar a las facultades
disciplinarias que emanan de la Constitución Nacional como herramienta de
protección de esta Cámara, de su funcionamiento y de la conducta que
debemos mantener sus integrantes para honrar nuestro compromiso con las
leyes, principios y garantías que hacen a nuestra democracia. Las conductas
atribuidas a las diputadas Carrió y Oliveto en el ejercicio de sus funciones
atentan contra reglas y derechos elementales de nuestra democracia como la
libertad de expresión, de prensa, de protección de la privacidad ante
actividades de inteligencia ilegal.

Como fue dicho en la reunión de la Comisión de Libertad de


Expresión: “- Sr. Rossi: … Carrió y Oliveto son compañeras nuestras, pertenecen
a este ámbito donde nosotros trabajamos. Tendrían que haber estado
presentes hoy, como el resto del bloque de Cambiemos. No es que uno puede
venir a una reunión de comisión sólo cuando cree que le va a ser favorable.
Cuando las reuniones traen algo que puede incomodar, uno tiene que venir
porque tiene la posibilidad de defenderse y decir lo que quiera. …”. “… Pero
nosotros tenemos una responsabilidad, porque tenemos dos diputadas
vinculadas a un aparato paraestatal de inteligencia. Eso es causal de
separación porque es inhabilidad moral sobreviniente, claramente. Entonces,
la Cámara de Diputados –en algún momento- va a tener que discutir sobre
esto: ¿por qué nosotros tenemos que convivir con dos diputadas que se hacen
de los trabajos de una organización paraestatal de inteligencia que inclusive
muchas veces los utilizan en contra de sus propios colegas? …”. (págs. 67 y 68
VT).
Entre los antecedentes de aplicación del artículo 66 de la
Constitución Nacional, se encuentran, entre otros, los siguientes casos: Caso
Luque: El 10 de abril de 1991, se aprobó un proyecto en la Cámara de
Diputados de la Nación, encomendando a la Comisión de Asuntos
Constitucionales a analizar declaraciones periodísticas de Luque, y si su
situación estaba dentro del supuesto del artículo 66 de la Constitución
Nacional. El 18-19 de abril de 1991, se consideró el dictamen de mayoría,
tendiente a excluirlo, existiendo también uno de minoría, que postulaba
suspenderlo por un año sin goce de dieta, por desorden de conducta.
Finalmente con los dos tercios de los votos, se aprobó el dictamen de la
mayoría. Caso de la Diputada Norma Ancarani de Godoy: la Comisión de
Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Nación, dictaminó
la exclusión de la Diputada por desorden de conducta en el ejercicio de sus
funciones. El dictamen fue firmado por todos los miembros de la Comisión y
fue aprobado en la sesión del día 10 de abril de 2002, antes de someter a
consideración la renuncia presentada por la ex Diputada. Caso del Diputado
Eduardo Varela Cid, a quien por un proyecto que figura en el trámite
parlamentario del 14 de marzo de 1990, se le pidió un apercibimiento, y por
otro trámite parlamentario del 22 de mayo de 1990, se requirió corregir su
conducta, ambas situaciones con invocación del artículo 66 de la Constitución
Nacional. Finalmente, en el año 1994, fue sancionado por una causa
relacionada con una supuesta comisión del delito de cohecho para la sanción
de la ley de correos.

Consideramos de vital importancia institucional que esta Cámara,


de manera urgente y responsable, investigue los hechos mencionados en el
presente proyecto y se comprometa con su esclarecimiento.

En virtud de lo expuesto, se solicita la aprobación del presente


proyecto.

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