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JORGE ORLANDO ARANGO ÁLVAREZ


MAESTRÍA EN HISTORIA
HISTORIOGRAFÍA
PROFESOR OSCAR IVÁN CALVO ISAZA
18 DE DICIEMBRE DE 2009

HISTORIOGRAFÍA MUSICAL EN COLOMBIA EN TRES MOVIMIENTOS

Hasta el siglo XIX, en Colombia fueron escasos los estudios históricos sobre el movimiento de la

música erudita, sin embargo, a partir de 1880, el interés por investigar la música académica adquirió

fuerza en el país. Entre los factores que hacen difícil la investigación de los asuntos musicales están

la dispersa documentación existente y la falta de disposición por las instituciones culturales y

herederos de acerbos musicales para acopiarlos y organizarlos como archivos musicales. Alrededor

del sesenta por ciento de la información musical anterior al siglo XX en Colombia está perdida o

deteriorada, por tanto la historiografía existente para el estudio de la música clásica en Colombia es

exigua y en su mayor parte fue producida a partir de 1938, sin una orientación historiográfica clara.

Para estudiar la historiografía de la música en Colombia es preciso tener en cuenta los tres Commented [UdA1]: Ver normas de edición. Los párrafos
distintos al primero después de título y subtítulo van sangrados.
Coregir en el curso del txto.
momentos. El primero impulsado por hombres adscritos al partido conservador, surgió en el llamado Commented [UdA2]: omitir

período del Olimpo Radical y tomó impulso durante el gobierno de la Regeneración. El segundo

momento se dio durante el gobierno del presidente liberal Alfonso López Pumarejo (1934-1938),

período presidencial llamado “Revolución en marcha” en el cual la enseñanza musical cobró

importancia en medio de las reformas que fortalecieron la cultura en Colombia. Y un tercer Commented [UdA3]: Mejor “ las instituciones culturales”

momento que no está inscrito en una orientación política sino generado por personas provenientes

como estudiantes o directores de las instituciones creadas durante el gobierno del presidente López,

estos se dedicaron a elaborar estudios más profundos sobre musicología y sobre la música y la

cultura en Colombia.
2

1. EL PREÁMBULO

La historiografía sobre la música erudita en Colombia comenzó en 1867 con la publicación del

Diccionario de música de Juan Crisóstomo Osorio Ricaurte (1836-1887), la finalidad de este breve

texto era hacer énfasis en los términos técnicos de la música, aspecto que recalcó en el corto tratado

sobre los rudimentos básicos de la música académica. Esta primera incursión por parte de los

músicos profesionales en el terreno de la investigación musical plantea la apertura de una nueva

vertiente. En la década siguiente, en 1879 el mismo autor publicó en la revista Repertorio

Colombiano un artículo llamado “Breves apuntamientos sobre la historia de la música en

Colombia”, mediante este artículo Osorio Ricaurte quien dedicaba su vida a la enseñanza y la

composición musical, quería promover la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes y la

Academia Nacional de Música (1881-1882)1. Entre estos conservadores, quienes años después Commented [UdA4]: Ojo. El sistema de sistación de esta clase
es otro.

participaron del gobierno de la Regeneración impulsando la cultura en Colombia, se destacan Carlos Commented [UdA5]: Esto es muy estrecho, porque entiendes la
cultura sólo como “lo culto” o como si lo otro no fuera cultura (ver
Burke). Precisa más que fue lo que impulsaron. Por ejemplo, las
Martínez Silva, quien funda el Repertorio Colombiano en 1878 y Jorge Price, quien fue el primer expresiones culturales cultas como la pintura y la música de acuerdo
a los cánones europeos, sin descuidar aquellas expresiones que se
asociaban ya desde entonces (s. XIX ) con “ lo popular”
director de la Academia Nacional de Música creada en 18822. Commented [UdA6]: Aquí se debe indicar también que fuente
te permite conocer esta información.

Entre 1880 y 1936, la música erudita en Colombia tuvo una presencia constante. En Bogotá,

Medellín y Cali, la presentación de espectáculos musicales y creación de escenarios e instituciones

de música académica eran actividades comunes en la vida cultural de las ciudades, aunque estaban

dirigidas a la élite económica. Pese a esto no hubo ningún interés sobre la producción de

historiografía musicológica en Colombia.

1
Juan Crisóstomo Osorio Ricaurte, “Breves apuntamientos sobre la historia de la música en Colombia”, Repertorio
Colombiano, volumen III, Bogotá, 1879, pp. 161-178.
2
Hijo de Henry Price, fundador de la Sociedad Filarmónica y dibujante de la Comisión Corográfica.
3

2. EL UNIVERSALISMO VS LA MÚSICA NACIONAL

El segundo momento en la historiografía de la música erudita se dio durante la “Revolución en

marcha”, como fue llamado el período presidencial de Alfonso López Pumarejo entre 1934 y 1938,

en cual se transformó el ambiente educativo, cultural y artístico en Colombia. Como parte de estas

reformas se creó la Dirección Nacional de Bellas Artes en 1935, designándose como su primer

director a Gustavo Santos Montejo3. Dicha Dirección pretendía centralizar la actividad de las

principales instituciones culturales del país, entre ellas la Biblioteca Nacional, la Radiodifusora

Nacional, el Museo Nacional, la Orquesta Sinfónica Nacional, la Banda Nacional y la Universidad

Nacional donde Gustavo Santos concentró la Academia Nacional de Bellas Artes y el Conservatorio

Nacional de Música. Commented [UdA7]: Falta la referencia para entender la


precedencia de esta información.

Guillermo Espinosa, primer director de la Orquesta Sinfónica Nacional y Daniel Samper Ortega,

director de la Biblioteca Nacional, invitaron al proyecto de “Revolución en marcha” al musicólogo

uruguayo de origen alemán Franz Kurt Lange, quien había comenzado a difundir en América Latina

los conceptos y las metodologías de la investigación profesional sobre música. Fue Lange el

protagonista de este segundo momento en la historiografía musical colombiana. Este musicólogo

editor del Boletín Latinoamericano de Música, una obra de varios volúmenes dedicada a la historia

musical de varios países latinoamericanos, propició que algunos autores colombianos produjeran los

primeros escritos sobre aspectos históricos y analíticos de la música académica del país, quienes

publicaron sus estudios en el cuarto volumen del boletín, editado en Bogotá en 19384. Commented [UdA8]: Citar en general la obra y cuando se
abordan cada uno de sus componentes citar de manera separada.

3
Hermano de Eduardo Santos Montejo, presidente de Colombia entre 1938 y 1942.
4
El contenido de música erudita en torno a Colombia en este volumen IV del Boletín Latinoamericano de Música,
Bogotá, 1938, es el siguiente: Franz Kurt Lange, “Guillermo Espinosa y la Orquesta Sinfónica Nacional”, pp. 23-54;
4

El formato, papel, impresión y diseño de dicho volumen se destacan dentro de las publicaciones de

la época. Las abundantes ilustraciones y la presencia de los ejemplos musicales constituyeron en el

caso colombiano una de sus mayores novedades. Considerada en su conjunto la obra historiográfica

impulsada por Lange todavía no ha sido superado en Colombia.

Dentro de los escritos que aparecieron en Boletín, la biografía de Guillermo Uribe Holguín (1880-

1971) elaborada por Kurt Lange constituye hasta el día de hoy un valioso paradigma de la forma de

hacer un estudio monográfico sobre la obra de un compositor contemporáneo. A pesar de los

reproches de Uribe Holguín, en su mayoría referidas a inexactitudes sobre su vida y sobre el

controvertido devenir del Conservatorio Nacional de Música, las observaciones críticas de Lange

sobre la obra de Uribe como compositor fueron hechas con objetividad y adecuado criterio. Commented [UdA9]: Citar el estudio específico.

El artículo “Anotaciones sobre la música religiosa en Colombia” de Daniel Zamudio (1855-1952)

ilustró la realidad de la práctica de la música religiosa en Bogotá en las primeras décadas del siglo

XIX. Zamudio, ofreció una visión caricaturesca de las licencias en que se incurría dentro de la

iglesia y de los intentos de correctivos desde Roma con el Motu proprio en 1903. Commented [UdA10]: Lo mismo

El “Esbozo histórico sobre la música en Colombia” realizado por el abogado, músico y presbítero

José Ignacio Perdomo Escobar (1913-1980) es el más extenso del volumen y es la primera versión

de la Historia de la música en Colombia realizada por Perdomo. Este “Esbozo histórico” se

constituyó en un hito historiográfico pues fue el primer acercamiento a una historia total de la

José Rozo Contreras, “La Banda, su desarrollo y su importancia para el arte y la cultura musical”, pp. 159-165; Daniel
Zamudio, “Anotaciones sobre la música religiosa en Colombia”, pp. 347-350; José Ignacio Perdomo Escobar, “Esbozo
histórico sobre la música en Colombia”, pp. 387-570; Gustavo Santos, “Dirección Nacional de Bellas Artes de
Colombia”, pp. 739-756; y Franz Kurt Lange, “Guillermo Uribe Holguín”, pp. 757-796.
5

música en el país, resultando una obra muy interesante para los lectores del momento. Además,

Perdomo Escobar, quien había sido auxiliar de catalogación de la Biblioteca Nacional, hizo un

aprovechamiento adecuado de las fuentes escritas y recopiló testimonios de fuente oral sobre la

actividad musical en Colombia. Quizás lo más valioso de este artículo fue que puso de manifiesto

las tensiones entre la academia y el folclor en el mundo musical colombiano en las primeras décadas

del siglo XX.

Finalmente, en el informe de 1938 del Director Nacional de Bellas Artes, Gustavo Santos Montejo,

resumió las directrices gubernamentales más importantes con respecto a la práctica y la educación

artística en Colombia, y además enumeró los avances logrados ese año por las instituciones

musicales reconocidas como el Teatro de Colón, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Banda

Nacional. Las inquietudes con respecto a la formación básica en las artes están claramente

formuladas cuando Santos admite que consideraba más urgente la creación de la Escuela Normal de

Bellas Artes. Otro importante aspecto de esta gestión fue la creación del Centro de Cultura Social

encargado de la formación artística de la cultura obrera. Commented [UdA11]: Lo mismo

A pesar de que en el Boletín se marcó la forma de historiar la música en Colombia, las ideas sobre

las músicas nacionales de Franz Kurt Lange no eran novedosas. Años atrás en 1915, el compositor

colombiano Santos Cifuentes Rodríguez (1870-1932), hizo una reflexión sobre la actividad musical

en Colombia y en especial sobre la relación entre el cultivo de la música europea y el de la que en

ese momento se comenzó a denominar “música nacional”. Cifuentes propuso el descubrimiento del

arte nacional tal como lo habían logrado los compositores rusos.5 Por su parte, el compositor

colombiano Guillermo Uribe Holguín, director del Conservatorio y tal vez el músico más influyente

5
Santos Cifuentes Rodríguez, “Hacia el Americanismo Musical. La música en Colombia”, Correo Musical
Sudamericano, Buenos Aires, 1915, pp. 4-10.
6

y destacado en las primeras décadas del siglo XX, tenía opiniones muy claras sobre cómo podía

hacerse la investigación musical. Para Uribe la música nacional debía considerarse en relación con

la música académica europea, pues la música colombiana tenía orígenes en el período colonial.

Insistía además en la prioridad que debían tener los parámetros analíticos para la discusión musical.

Formando una brecha en lo que consideraba música culta y lo que para él se hacía en Colombia, en

1934 en su libro sobre la formación de la nación colombiana, el intelectual Luis López de Mesa

empleó el término “folcloristas” para referirse a los compositores de la música nacional como

Emilio Murillo y Luis A. Calvo, aunque la producción de estos tendía más a la música culta europea

que a la música andina6. Gustavo Santos Montejo, como Director Nacional de Bellas Artes,

intervino en el debate proponiendo como tema central de discusión para el Primer Congreso

Nacional de Música celebrado en Ibagué en 1936, la valoración de la música colombiana y su

relación con la música americana y mundial. Como resultado, Daniel Zamudio escribió una

ponencia donde se evidencia el conflicto entre “provincialismo” y “universalismo” entre los

intelectuales y músicos de aquel momento en Colombia. La llegada de Santos Montejo a la

Dirección de Bellas Artes fue para Guillermo Uribe Holguín un agravio personal y voluntariamente

dejó la dirección del Conservatorio, la que asumió interinamente el mismo Gustavo Santos. Poco

después y para implementar la reforma de 1936, Santos llamó a Antonio María Valencia para ocupar

la dirección de la institución. Valencia publicó en 1932 un texto sobre educación musical en el cual,

sin proponer mayores innovaciones, recomendó crear programas definidos para las diferentes

carreras musicales, cosa que provocó la rencilla con Uribe Holguín, quien de nuevo vio la llegada de

Valencia como una afrenta7.

6
Luis López de Mesa, De cómo se formado la nación colombiana, Bogotá, Librería Nacional, 1934.
7
Antonio María Valencia, Breves apuntes sobre la educación musical en Colombia, Bogotá, A. J. Posse, 1932.
7

Además de la publicación del boletín, Franz Kurt Lange logró algo histórico en América Latina y

Colombia: la realización del Primer Festival Iberoamericano de Música en Bogotá en 1938. En este

festival Lange se propuso resaltar la obra del compositor cartagenero Adolfo Mejía Navarro (1905-

1973), interpretada en los conciertos por la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por el cartagenero

Guillermo Espinosa (1905) y el ruso-estadounidense Nicolas Slonimsky (1894-1995). También

como director involucrado, Guillermo Uribe Holguín dejó testimonio de aquel Festival. En su relato

Uribe criticaba la precaria condición de la Orquesta Sinfónica Nacional y agradecía que no hubieran

asistido al Festival el director de orquesta inglés Leopold Stokowsky (1882-1977) y el compositor

brasilero Heitor Villa-Lobos (1887-1959), pues se habrían llevado una gran desilusión al encontrar

una orquesta sobrevalorada por el Director de Bellas Artes. Aparte de sus críticas, Uribe comentó la

ejecución de una obra de cámara del violinista panameño Narciso Garay (1876-1953) y la ejecución

de la Pequeña Suite de Adolfo Mejía, quien por aquellos días obtuvo hacía pocos días había

recibido, junto con el músico bogotano Jesús Bermúdez Silva (1883-1969), el premio de

composición Ezequiel Bernal otorgado por el Conservatorio.

Estas inquietudes programáticas demuestran que entre los gestores de la Revolución en Marcha de

Alfonso López existía una genuina preocupación por la educación artística de las clases bajas de

nuestra sociedad. El combate del concepto de cultura aristocratizantes, tendencia ejemplificada Commented [UdA12]: Sin s

Guillermo Uribe Holguín -que defendía el universalismo-, tuvo sus críticos que se concentraron en

la defensa de la llamada música nacional. Sin embargo, los argumentos de Uribe se concentraban en

la excelencia de la práctica musical, lo que le permitía atacar fácilmente el bajo o mediocre nivel de

los músicos y compositores que se alinderaban en la música nacional.


8

Entre 1940 y 1960, la música erudita en Colombia tuvo una actividad inusitada. En esos veinte años,

llegaron al país algunos de los más grandes músicos del siglo XX, como la contralto Marian

Anderson, el pianista Artur Rubinstein, la Orquesta Filarmónica de Nueva York o el compositor y

director de orquesta Igor Stravinsky. A pesar de esta profusa actividad musical, la producción de

historiografía musical fue escasa. En este período sólo se destacar las presencias siempre eruditas y

críticas del musicólogo antioqueño Otto de Greiff Hausler (1903- 1995) y su hermano, el poeta León

de Greiff (1895-1976), y del ingeniero antioqueño y promotor de música Ignacio Isaza Martínez

(1907-1997), gerente de la Sociedad Amigos del Arte de Medellín.

3. LOS ESTUDIOS MUSICOLÓGICOS A PROFUNDIDAD

Entre 1950 y 1970, la mayor parte de la historiografía musical en Colombia fue producida por el

sociólogo, musicólogo y folclorista bogotano Andrés Pardo Tovar (1911-1972), quien fue profesor

del Conservatorio Nacional de Música y autor de obras didácticas en diversas especialidades

musicales. En 1959, Pardo Tovar fundó el Centro de Estudios Folclóricos y Musicales en Bogotá,

donde participaron los compositores provenientes del resto del país: Fabio González Zuleta, Jesús

Bermúdez Silva, Blas Emilio Atehortúa, Jesús Pinzón Urrea, Luis Carlos Espinosa y Guillermo

Abadía, así como otras importantes personalidades del mundo académico como el historiador Jaime

Jaramillo Uribe y Darío Achury Valenzuela, director de la Radiodifusora Nacional.

Pardo Tovar tuvo un importante escenario musicológico en el Boletín de Programas de la

Radiodifusora Nacional, donde se concentró en la publicación de muchos artículos de interés

musical, especialmente en lo terminológico. En el Boletín publica los capítulos fundamentales de su


9

obra sobre La Cultura Musical en Colombia, entre octubre de 1956 y julio de 1959. Obra publicada

en su integridad en 1966, como síntesis historiográfica del país en la Historia Extensa de Colombia.8

En este texto de Pardo empleó con destreza la descripción bibliográfica y las principales fuentes

para el estudio de la música en el país desde mediados del siglo XIX planteando un nuevo énfasis en

el trabajo con las fuentes primarias, en lo que coincide plenamente con el investigador Robert

Stevenson, quien entre 1961 y 1962 se dedicó a valorar y posteriormente a transcribir los

documentos del Archivo Musical de la Catedral de Bogotá9. La Cultura Musical en Colombia de

Andrés Pardo Tovar fue una obra publicada bajo el auspicio de la Academia Colombiana de Historia

y es un trabajo bien logrado de historia de la música con orientación crítica y humanista. En el

terreno musical, y sin estar inspirada en las mismas ideas, puede considerarse equivalente a los

trabajos de la llamada Nueva Historia de Colombia.

Luego de la muerte de Pardo Tovar decreció notoriamente el rigor historiográfico y musicológico.

Dentro de lo producido en los años setenta del siglo XX cabe destacar la “Contribución bibliográfica

sobre la Música en Colombia” de Carmen Ortega Ricaurte, publicada por la Dirección de

Divulgación Cultural de la Universidad Nacional en 197310.

A pesar de los enardecidos defensores de la música nacional y contradictores de orientación técnica

realizados por músicos profesionales, no se puede poner en duda su superioridad con respecto a las

propuestas que los reemplazaron en las décadas de siguientes. Afortunadamente, a pesar de la

8
Andrés Pardo Tovar, “La cultura musical en Colombia”, Historia Extensa de Colombia, VI, Bogotá, Lerner, 1966.
9
Robert Stevenson, “La música colonial en Colombia”, Revista Musical Chilena, XVI, Santiago, Universidad de Chile,
1962, pp. 153-171.
10
Carmen Ortega Ricaurte, “Contribución a la Bibliografía de la Música en Colombia”, Revista de Divulgación
Cultural. Bogotá, Universidad Nacional, 1973, pp. 83-255.
10

inercia que hasta la década de 1980 venía rigiendo, la fundación del Instituto de Investigaciones

Estéticas de la Universidad Nacional y vinculación de Egberto Bermúdez a esta institución,

garantizan estabilidad en los estudios historiográficos y musicológicos hasta nuestros días11.

OBRAS CITADAS

Bermúdez, Egberto. “La Universidad Nacional y la investigación musical en Colombia: tres


momentos”, Miradas a la Universidad 3. Bogotá, Universidad Nacional, 2006.

Cifuentes Rodríguez, Santos. “Hacia el Americanismo Musical. La música en Colombia”, Correo


Musical Sudamericano, Buenos Aires, 1915, pp. 4-10.

Lange, Franz Kurt. “Guillermo Espinosa y la Orquesta Sinfónica Nacional”, Boletín


Latinoamericano de Música, volumen IV, editado por Franz Kurt Lange. Bogotá, Instituto
de Estudios Superiores, 1938, pp. 23-54.

----------. “Guillermo Uribe Holguín”, Boletín Latinoamericano de Música, volumen IV, editado por
Franz Kurt Lange. Bogotá, Instituto de Estudios Superiores, 1938, pp. 757-796.

López de Mesa, Luis. De cómo se formado la nación colombiana, Bogotá, Librería Nacional, 1934.

Ortega Ricaurte, Carmen. “Contribución a la Bibliografía de la Música en Colombia”, Revista de


Divulgación Cultural. Bogotá, Universidad Nacional, 1973.

Osorio Ricaurte, Juan Crisóstomo. “Breves apuntamientos sobre la historia de la música en


Colombia”, Repertorio Colombiano, volumen III. Bogotá, 1879.

Pardo Tovar, Andrés. “La cultura musical en Colombia”, Historia Extensa de Colombia, VI, Bogotá,
Lerner, 1966.

Perdomo Escobar, José Ignacio. “Esbozo histórico sobre la música en Colombia”, Boletín
Latinoamericano de Música, volumen IV, editado por Franz Kurt Lange. Bogotá, Instituto
de Estudios Superiores, 1938, pp. 387-570.

Rozo Contreras, José. “La Banda, su desarrollo y su importancia para el arte y la cultura musical”,
Boletín Latinoamericano de Música, volumen IV, editado por Franz Kurt Lange. Bogotá,
Instituto de Estudios Superiores, 1938, pp. 159-165;

Santos Montejo, Gustavo. “Dirección Nacional de Bellas Artes de Colombia”, Boletín


Latinoamericano de Música, volumen IV, editado por Franz Kurt Lange. Bogotá, Instituto
de Estudios Superiores, 1938, pp. 739-756.

Egberto Bermúdez, “La Universidad Nacional y la investigación musical en Colombia: tres momentos”, Miradas a la
11

Universidad 3, Bogotá, Universidad Nacional, 2006, pp. 7-83.


11

Stevenson, Robert. “La música colonial en Colombia”, Revista Musical Chilena, XVI, Santiago,
Universidad de Chile, 1962.

Valencia, Antonio María. Breves apuntes sobre la educación musical en Colombia, Bogotá, A. J.
Posse, 1932.

Zamudio, Daniel. “Anotaciones sobre la música religiosa en Colombia”, Boletín Latinoamericano


de Música, volumen IV, editado por Franz Kurt Lange. Bogotá, Instituto de Estudios
Superiores, 1938, pp. 347-350.

BIBLIOGRAFÍA SECUNDARIA

Historia de la música en Medellín, Antioquia y Colombia

Arango Álvarez, Jorge Orlando. “Rafael Vega Bustamante, una vida dedicada al fomento de la
música clásica en Medellín (1921- )”, monografía de grado, Departamento de Historia,
Universidad de Antioquia. Medellín, 2006. (Inédita).

De Greiff, Otto. “La música de Colombia”, Nueva Historia de Colombia, Volumen VI, editado por
Álvaro Tirado Mejía. Bogotá, Editorial Andes, 1976.

Perdomo Escobar, José Ignacio. La Ópera en Colombia, Bogotá, Litografía Arco, 1979.

Restrepo Gallego, Beatriz. “La música culta en Antioquia”, Historia de Antioquia, dirigida por Jorge
Orlando Melo. Bogotá, Suramericana de Seguros, 1988. pp. 521-526.

Rodríguez Álvarez, Luis Carlos. “Músicas para una ciudad”, Historia de Medellín, dirigida por
Jorge Orlando Melo. Bogotá, Suramericana de Seguros, 1996. pp. 651-667.

Yepes Londoño, Gustavo. “Pasado, presente y futuro de la Facultad de Artes, Universidad de


Antioquia en Colombia”, Conservatorios, No. 4. México, Conservatorio Nacional de
Música, julio-agosto, 2000.

Yepes Londoño, Mario. “De las bellas artes a la cultura como proyecto pedagógico”, Universidad de
Antioquia: Historia y presencia, coordinada por María Teresa Uribe de Hincapié. Medellín,
Universidad de Antioquia, 1998.

----------. “Teatro y artes representativas en Medellín”, Historia de Medellín, dirigida por Jorge
Orlando Melo. Bogotá, Suramericana de Seguros, 1996.

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