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La música universal hecha tradicional, y la música tradicional hecha universal.

La música tradicional en Colombia es bastante diversa gracias a la heterogeneidad étnica. Esto se


evidencia por todo el país, teniendo desde las costas: los currulaos, los porros y las cumbias entre
otros; pasando por la región del llano con los golpes de pajarillo, zumba que zumba, kirpa y gavan,
hasta la región andina que cuenta con las guabinas pasillos, bambucos, y danzas.

Si bien, es sabido que el estandarte de música nacional en Colombia se formó con las bases de la
música euro centrista, en los pueblos de la región andina a mediados del siglo XIX surge el trio
instrumental típico y las estudiantinas, formando las bases de lo que hoy llamamos música
tradicional colombiana.

Conformado por tres instrumentos cordofonos, como lo son la guitarra, el tiple y la bandola, este
se formato musical se convierte en el predominante cuando nos referimos a música tradicional en
Colombia. El constante avance investigativo por parte de los instrumentistas, los luthiers y
compositores para el trio típico han hecho posible que el repertorio a interpretar, no sea solo de
índole colombiana, abriendo la posibilidad de escribir y adaptar nuevo material musical del
repertorio universal, ya sea clásico o folclórico.

Para ahondar más en estos avances es preciso hacer un pequeño recorrido por la historia de los
instrumentos que conforman el trio instrumental típico.

La guitarra:

El origen de este instrumento es dudoso, puesto que, en la antigüedad habían demasiados


cordófonos similares como para seguir un rastro exacto de la procedencia del mismo. Sin embargo
se le atribuye un origen arábigo – asiático. Este instrumento tuvo su máximo apogeo en España
durante el reinado de Alfonso el Magnánino en el siglo XV, donde los trovadores occitanos y
catalanes se desempeñaban como músicos de la corte real. Sin embargo, las corte de los Reyes
católicos carecían de estás, y es debido a que la preferencia era la vihuela que contaba con siete
órdenes, la guitarra en cambio, poseía cuatro órdenes. Esto lo confirma el reconocido tiplista David
Puerta Zuluaga (1988):

“Se ha hecho notar la ausencia de las guitarras entre los instrumentos de la corte de los Reyes
Católicos. Ello se debe, en primer lugar, a una posible ambigüedad en la nominación. El término
“vihuela” cobijaba en sentido genérico una variedad de instrumentos entre los cuales se incluían
las guitarras y aun los laúdes. Así pues, es factible que entre las vihuelas de mano inventariadas
quedasen comprendidas una o varias guitarras. “

Este es quizá el instrumento de más difusión académica de los tres pertenecientes al trio típico
colombiano, puesto que se enseña en los colegios locales, en academias y centros de enseñanza
musical gratuita. Lo abarcan desde las comunidades indígenas, afrodescendientes, mestizas y las
comunidades rurales y urbanas, personas letradas y analfabetas de los mismos géneros ya
mencionados que sirven como agentes de diversificación y difusión cultural a lo largo del país.

El tiple:

Este instrumento que consta de cuatro órdenes triples, para un total de doce cuerdas, este
instrumento no siempre tuvo los cuatro órdenes que posee actualmente, debido a que, en el siglo
XIX poseía cuatro cuerdas, luego pasó a tener ocho cuerdas hacia 1880 y luego paso a tener las
doce cuerdas, cerca de 1890. Las cuerdas del instrumento, actualmente son distribuidas en los
cuatro órdenes ya mencionados, las tres primeras cuerdas o el primer orden son de metal,
afinadas al unísono. Los órdenes restantes (segundo, tercero y cuarto), constan de una cuerda de
acero entorchada, que hace de bordón central, y que se afina una octava arriba con respecto de las
cuerdas extremas del mismo. Este instrumento considerado símbolo nacional se utiliza para dar un
refuerzo armónico a las obras del trio típico colombiano, o bien, puede tener el rol de solista
encargado.

El origen de la palabra tiple proviene del siglo XIII, donde la polifonía que se estaba desarrollando
fuertemente hasta el siglo XVI se utilizaba la palabra triple para nombrar una tercera voz de
registro agudo, ya fuera vocal o instrumental. Se atribuye además a su origen al habla popular de
omitir la letra r a las palabras, a mediados del siglo XVI era usual el termino tiple.

La bandola:

Cordófono típico de los Andes colombianos, que evoluciona a partir de la guitarra renacentista del
siglo XVI. Usualmente se confunde al tiple con la bandola, y a la bandola se le confunde con la
bandurria o laúd español. El origen de la bandola procede directamente de dos líneas
instrumentales que en realidad son la misma, la guitarra. Esto nos lo explica de mejor forma la
musicóloga y académica María Eugenia Londoño (2004):

“1. Por un lado viene la bandurria española, instrumento del que conserva sus características de
construcción (guitarra-vandola), su denominación y funciones instrumentales (que la relacionan
con la mandurria y las mandolinas), y sus relaciones de afinación (intervalos de cuarta justa entre
los diferentes órdenes).

2. Por otro lado proviene de las guitarras soprano (discantes) con forma de ocho, de las que hay
referencias bibliográficas, registro fotográfico y ejemplares que datan del siglo XIX en Colombia
con el nombre de bandola […]”

Este instrumento actualmente cuenta con seis órdenes de cuerdas dobles, para un total de doce
cuerdas, y al igual que el tiple sufrió las modificaciones a su encordado, aumentado el número de
órdenes, puesto que, anteriormente contaba solo con cuatro órdenes dobles en el siglo XIX, hacia
1860 se especula que el poeta y músico Diego Fallon introdujo un quinto orden al instrumento en
la zona de los bajos. En 1898 Pedro Morales Pino le adicionó el sexto orden, de igual forma en la
zona de los bajos.

Teniendo clara la alineación del trio típico colombiano podemos hacernos una gran idea, del vasto
repertorio que éste puede abarcar. Entre el repertorio nos encontramos no solo con músicas
tradicionales colombianas, podemos encontrar repertorio de obras de música culta occidental.
Esto evidencia la academización que presenta el formato, sin embargo, este proceso ha sido largo
pese a las inconsistencias en la forma de enseñanza y divulgación del estas músicas en el país.

En este contexto, podemos ahondar en los términos de música tradicional y música universal.

La música tradicional es el conjunto de músicas que se transmitía anteriormente de forma oral, hoy
en día se puede transmitir académicamente, hace parte de los valores y costumbres de algún
pueblo o región indicada.
Por otra parte, la música universal, es un género musical contemporáneo, creado con el fin de
reunir toda la música tradicional o folclórica, música popular, música étnica y otros géneros locales
de algunas culturas del mundo entero. El género tomo fuerza con la llegada de la globalización y la
diversidad cultural.

En ese orden de ideas, la música tradicional colombiana se convierte en música universal. Cabe
aclarar que hoy en día mucha de esta música del país está registrada en partituras, y cuenta con
varias versiones de la misma obra hechas por arreglistas y compositores de la talla de Adolfo Mejía,
y el mismo Morales Pino.

A esto le sumamos el gran valor y aporte socio-cultural que se hizo desde comienzos del siglo XIX
hasta hoy en día por parte de la música académica hecha en el país, todo gracias a los grandes
esfuerzos de los compositores, los instrumentistas y los luthiers, que no descansan por amparar y
preservar la música ya sea tradicional o la música europea.

Sin embargo, en Colombia la línea entre música clásica (propiamente compuesta en el país) y la
música tradicional es muy delgada, pese a que los compositores en su ademán por unificar las dos
técnicas, escribían pasillos, bambucos, danzas y otras formas musicales autóctonas del país para
formatos orquestales clásicos, conservando ambas prácticas de forma que, en un recital o
concierto dado por la orquesta sinfónica de turno se podía escuchar un pasillo y enseguida una
sinfonía de Mozart.

Por ende, podemos decir que la música clásica del país hace parte de la tradición colombiana y
viceversa, que da sentido de identidad y sentido de pertenencia a los habitantes de Colombia,
puesto que, es una expresión del arte totalmente desinteresada del reconocimiento ajeno.
Estéticamente hablando, la música clásica colombiana es el mestizaje puro de su pueblo, como se
mencionó antes, fruto de las tradiciones típicas y de la técnica europea. Lo que conlleva a
convertirla en esa amalgama sonora de fuertes sensaciones de un país que nos revela su
trayectoria por el arte, la guerra y la esperanza de un pueblo que anhela con ansias la igualdad.

No obstante, hay contrapartes que se oponen a este mestizaje entre lo puramente académico y lo
tradicional, puesto que, afirman que estas dos no pueden coexistir en un ambiente artístico
meramente clásico. A modo contradictorio son personas que viven en un país lleno de diversidad
cultural, y en una época donde toda la pluralidad artística está en auge y cuenta con un fuerte
apoyo por el público en general.

En conclusión, la música tradicional y la música clásica de Colombia, es un entramado artístico que


revela lo que su pueblo es, diversidad étnica al tope. Y socialmente, la identidad musical de ese
pueblo, una identidad definida por los bambucos, los pasillos y las danzas, todo con el aval de la
música europea.

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