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Un Día Diferente
Un Día Diferente
¡Pie derecho, pie derecho…! Sube al autobús con mucha destreza, pero también
con mucho riesgo. ¡Avance señorita, avance! ¡Paguen con sencillo! gritaba un
hombrecillo.
De al fondo del bus se escuchó: ¡Sube el volumen! y la música sonó; esa que
describe a una mujer que sabe hacerlo todo en la casa, que no sale ni a la
esquina. No habla con la vecina. No gasta, entre otras cosas raras. De pronto se
escuchó con tono avispado: ¡Permiso señorita voy a bajar!
Luego de la travesía, por fin María Fe llegó al lugar donde debía entrevistarse
para obtener una labor, ¡qué miedo!, ¡qué temor!
Toc toc, tocó la puerta: - Buenos días señor, vengo por el puesto de trabajo. Soy
muy aplicada y aprendo rápido, ya verá, ¿por qué no me pone a prueba? ¡se
convencerá!
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Sociólogo. Desde al año 2001 es directivo del actual Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables
(MIMP) en donde ha sido Jefe de la Oficina de Juventudes, Jefe de la Oficina de Programas, Director
de Promoción Asistencia Técnica y Capacitación; y Director General de Descentralización.
*Fotografía (Iquitos danza) seleccionada dentro de las 25 primeras en Concurso Nacional “Fotografía
para la Convivencia” organizado por el Ministerio de Cultura. Julio – agosto de 2012.
*Primer puesto en I Concurso de Ensayo sobre Ética y Función Pública organizado por el Ministerio de
la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Agosto de 2012, con propuesta: “La Dimensión Ética de nuestra
Función Pública para una Verdadera Transformación”.
*Publicación en Revista Brújula Nº 23 de la PUCP. Julio de 2011. Cuento: “Con tú puedo con mi
quiero: un breve cuento de Esperanza”. Mención honrosa en concurso de cuento corto organizado por
el MIMDES en el marco del Día Internacional de la Mujer. Lima 2011.
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- Sí, lo leí, pero soy muy cordial y educada; mi apariencia es lo de menos, mi
capacidad debe ser valorada.
- Bueno, podríamos hacer la prueba, la idea es que puedas complacer y ser muy
cariñosa con la clientela que no es poca cosa. Son clientes con dinero, ¡vamos, ya
sabes a qué me refiero! ¡Ya te imaginarás lo que quiero!
Ella no perdía la esperanza, andaba con fe en que las cosas pueden ir mejor.
¡Vamos María Fe, no pierdas tu esplendor!
Toc, toc, tocó la puerta: - Señor vengo por el anuncio y vengo con esmero, ¿me
atiende a mí primero?
- Bueno, te haré unas preguntas. Tú sabes, esta es una empresa seria y de gran
responsabilidad; por eso necesito personal con total disponibilidad.
- ¿Tienes hijos?
- No.
- ¡Perfecto! trabajadoras con prole nos generan tole tole. Ya sabes, lactancia,
beneficios, una serie de estropicios. ¿Tampoco estás embarazada?
- ¡Para nada!
- El trabajo es de lunes a sábado de siete a ocho. Recuerda que eso de las ocho
horas de trabajo no es aplicable; y menos cuando lo que buscas es un trabajo
estable. Y por el sueldo, ¡ni hablar! ¡suficiente con el mínimo vital!, ¿total, como
mujer para qué quieres tanto?, ¡vamos, no vueles alto y pruebas al canto!
- No señor, tengo una mala sensación en todo esto ¡algo no anda bien, siento
discriminación por el hecho de ser mujer! ¡No es justo, y usted lo debe saber!
Los días pasaban como quien corre por la vereda; la vida no era fácil para María
Fe ni en invierno, verano, otoño o primavera. Eso de equidad, igualdad e
inclusión, eran todavía una gran ilusión. Cada día seguiría trayendo sus propias
penas y alegrías.
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Una noche, ya en su cama y a punto de dormir, María Fe se puso a pensar que
estas son situaciones que atraviesan muchas mujeres que -desde que abren los
ojos muy temprano por la mañana- se enfrentan a situaciones complejas de
desventaja y abuso que ya a muy pocos ciudadanos extraña.
En sus sueños decía a viva voz: ¡Nosotras podemos avanzar; varones y mujeres
tenemos igual derecho, aunque aún hay mucho trecho para poderlo alcanzar…!
-Toc, toc, tocó la puerta: - Buenos días señor, vengo por el puesto de trabajo. Soy
mujer y ciudadana; hoy me siento fortalecida, mis derechos haré valer y no me
daré por vencida.
Así finaliza este cuento, con la esperanza de que el día llegará en que todas las
María Fe que conocemos, tendrán el trato que tanto varones y mujeres
merecemos.