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Universidad Bicentenaria de Aragua

Escuela de Contaduría Pública

Introducción a la Economía

San Antonio de Los Altos

Mecanismo de formación de precios.

Profesora: Alumna:

Norka Avendaño Daniela Silva

Ci 26.497.597
Índice

1. Introduccion
2. Demanda y Oferta
3. Mercado Competitivo
4. Competencia Monopolística
5. Conclusión
6. Bibliografia
Introducción.

La economía de mercado, requiere de una información suficiente para que las


transacciones que los agentes realizan sea efectiva y justa. Por otra parte, el propio sistema
de mercado, en condiciones competitivas, genera en gran medida la información necesaria
para la toma de decisiones. Esto se realiza a través del mecanismo de formación de precios.

Por ejemplo, tomemos el caso en que los consumidores de un bien en el mercado


aumentan, por alguna razón, su demanda. Siempre que los demás elementos que afectan
esta situación permanezcan constantes, se genera un aumento del precio del bien en
cuestión.

Por otro lado hay dos métodos generales a partir de nuestros mercados, y a partir de los
gastos. Teniendo en cuenta la necesidad de una mayor eficiencia empresarial y lograr una
más amplia inserción de la economía nacional en el mercado internacional se ha
preferenciado, siempre que las condiciones lo permitan, la utilización de la formación de
precios a partir de nuestros mercados. La dicotomía actual entre la aplicación de uno u otro
método es también expresión de la contradicción entre la actuación de la ley del desarrollo
planificado y la ley del valor en las condiciones específicas actuales.

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Ensayo.

Desde Adam Smith, el modelo más divulgado de formación de precios es el que supone
que estos corresponden a aquellos que hacen coincidir las demandas de los consumidores
con las ofertas de los productores.

Las personas y las empresas producen bienes (comida, ropa, maquinaria, casas, etc.) y
realizan servicios (taxistas, mecánicos, abogados, médicos, bancos, etc.) que intentan
vender al resto de la sociedad. Se produce un gran intercambio entre los que ofrecen esos
bienes y servicios y quienes los solicitan, y se negocia un precio de intercambio. Según la
presión compradora (demanda) o vendedora (oferta) en cada momento, el precio bajará o
subirá. Por ejemplo, si este año ha habido una gran cosecha de trigo y el consumo es similar
al del año anterior, sería lógico pensar que el trigo bajará de precio. Y al revés, si hay
escasez de trigo su precio subirá. Las fuerzas de la oferta y la demanda de bienes y
servicios inciden en la fluctuación de sus precios. El Estado regula el buen funcionamiento
del mercado a través de las leyes mercantiles.

Pero, ¿Qué es la Oferta y Demanda?

Si miramos la oferta es la cantidad del bien o servicio que el vendedor pone a la venta y
la demanda es la cantidad de un bien o servicio que la gente quiere adquirir y lo más
importante de estos dos conceptos es cómo interactúan el uno con el otro.

Los precios reflejan, por el lado de los productores, los costos de oportunidad de la
producción; por otro lado, expresan la disponibilidad de pago individual y la valuación de
los bienes generados por parte de los compradores. Gracias a estas características, el
sistema de precios indica a los agentes del mercado qué productos deben ser producidos, en
qué cantidades y con qué calidad. En estas condiciones, la asignación de los recursos
responderá al principio económico de utilización óptima. La remuneración de los factores
de producción según su contribución al abastecimiento con bienes estimula el rendimiento.
Por ejemplo, el salario, como precio del trabajo, crea un incentivo para el desempeño
individual. De manera similar, la expectativa de obtener un beneficio como prima de riesgo
por el capital invertido aumenta la disposición de los empresarios de incurrir en los riesgos
asociados.

El conjunto de preferencias de demanda y el movimiento de precios lleva a la


distribución del producto nacional obtenido entre los sujetos económicos según las
contribuciones individuales realizadas. Este proceso define la distribución de los ingresos
primaria de acuerdo con el mercado.

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El grupo de compradores y vendedores de un bien, servicio o factor productivo constituye
un mercado, aun cuando no esté organizado. Cada comprador sabe que hay varios
vendedores entre los cuales puede elegir y cada vendedor es consciente de que su producto
es similar al que ofrecen otros vendedores. El precio y la cantidad vendida no son
determinados por un único comprador o vendedor, sino por todos los compradores y los
vendedores cuando se interrelacionan en el mercado.

Un mercado competitivo es aquel en el que hay muchos compradores y muchos


vendedores, por lo que cada uno ejerce una influencia insignificante en el precio de
mercado. Cada vendedor controla en un grado limitado el precio, ya que otros ofrecen
productos similares. Tiene pocas razones para cobrar un precio inferior al vigente, y si
cobra más, los compradores acudirán a otros. Asimismo, ningún comprador puede influir
en su precio, ya que cada uno sólo compra una pequeña cantidad.

Sin duda determinar qué es lo óptimo o no en el mercado es una tarea muy compleja, ya
que la teorización que se da a partir de este debate, es algo que se ha discutido por décadas.
En los últimos años la teorización con respecto a la economía de mercado se ha basado en
el concepto de competencia, competencia perfecta y competencia imperfecta, pues bien
Joseph E. Stiglitz realiza una teorización con respecto a la economía de mercado y la
intervención estatal, para determinar que sería lo más óptimo para que exista una
competencia equilibrada de mercado o una competencia perfecta.

Pues bien, se debe considerar que en una sociedad de mercados competitivos, debe existir
competencia perfecta señala el autor, ya que al prevalecer un número suficientemente
grande de empresas dentro del mercado, permitirá que las empresas no influyan en la
determinación de los precios, y la curva de la demanda en general tenga una pendiente
negativa. Es decir la existencia de varias empresas en el mercado permitirá la libre
competencia entre sí, ya que no existiría una alteración de precios, es decir se mantendrían
estables, y el precio se regularía en el mismo mercado. En una lógica más común o burda,
se entendería que al existir variedad de ofertas en el mercado, los demandantes no estarían
limitados a escoger un solo caso, por ende los ofertantes deben competir entre sí para que el
demandante haga caso de su producto y estén obligados a mantener los precios en base a las
competencias.

El problema al cual se enfrenta la competencia perfecta y por ende los mercados


competitivos es a la escases de empresas, es decir a la existencia de un número muy
limitado de empresas en el mercado, capaces de ser los entes reguladores de los precios.

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La competencia monopolística es un tipo de competencia imperfecta en la que existe un
alto número de vendedores en el mercado que tienen un cierto poder para influir en el
precio de su producto. Los productos que se ofrecen se caracterizan por tener cierta
diferenciación y es precisamente esta diferenciación la que hace que estas empresas puedan
gozar de cierto poder de mercado, tengan cierta voz a la hora de fijar sus precios y no sean
meramente “precio-aceptantes”, como en el caso de la competencia perfecta.

Por tanto, en términos generales las características de este tipo de mercado serían las
siguientes:

Hay un gran número de vendedores u oferentes.

Los productos que se ofrecen no son homogéneos, es decir, existe diferenciación en los
productos. Esta diferenciación puede darse en aspectos como, la calidad, el servicio post-
venta o la ubicación.

Las empresas tienen libertad de entrada y salida en el mercado.

A corto plazo, la competencia monopolística se asemeja al monopolio, ya que las empresas


tienen cierto poder de mercado, pero a largo plazo, por el hecho de haber libertad de
entrada y salida en el mercado, si las empresas que están dentro de este mercado tienen
beneficios, nuevas empresas entrarán en el mercado haciéndoles competencia, por lo que
los beneficios de la supuesta diferenciación disminuirán, haciéndoles perder a las empresas
originarias, el poder de mercado que poseían.

Por tanto, el hecho de que en competencia monopolística el beneficio a largo plazo sea
cero, es lo que le diferencia de un monopolio, donde debido a que no hay libertad de
entrada y salida del mercado, sí es posible obtener beneficios a largo plazo.

Como ejemplo podríamos nombrar el mercado de ropa para niños. Las empresas no venden
ropa idéntica, si no que se diferencian en calidad, diseño, servicio en la venta…Esto puede
hacer que cada empresa tenga cierto poder de mercado modificando los precios, sin ser
ninguna de ellas la que tenga el poder dominante en el mercado de ropa de niños.

Existen multitud de ejemplos de competencia monopolística, pero no obstante, en muchos


de ellos, aunque operen un gran número de empresas, hay dos o tres que tienen un poder
superior al del resto, y a veces, esto nos puede parecer más un mercado oligopolístico que
uno de competencia monopolística. Ocurre por ejemplo, con el caso de la comida rápida, el
cual a pesar de tener las características de un mercado de competencia monopolística, está
claramente liderado por dos (Mc ‘Donalds y Burger King).

4
Conclusión.

5
Bibliografía.

file:///D:/Users/Propietario%20del%20PC/Downloads/11027-66765-1-PB.pdf

https://www.clubensayos.com/Negocios/MERCADOS-COMPETITIVOS/729213.html

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