Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MATERIALES PARA LA
PASCUA JUVENIL
NACIONAL 2019
TABLA DE CONTENIDO
El Equipo de Pascua Nacional nos ha elaborado unas guías sencillas, y con gran profundidad a la
vez, para la vivencia de la Pascua Juvenil 2019. Como en otros años, les recordamos que son una
guía que pueden y debe ser adaptadas a la realidad de las comunidades juveniles. De hecho, se
presentan para utilizarlas en la Pascua Juvenil durante el Triduo Pascual, pero aquellas
comunidades que no realicen dicho evento, pueden valerse del material para sus encuentros
semanales durante la Cuaresma. Un material muy útil, que si procuramos llegue a cada comunidad
juvenil se convertirá en un gran signo de comunión: qué maravilloso sería que todos los jóvenes
de Puerto Rico estuvieran reflexionando y celebrando los misterios centrales de nuestra fe con un
mismo corazón. Agradecemos grandemente a los miembros esta labor, y le pedimos al Señor les
regale vivir para esa noche, vivir para la Pascua.
Queridos jóvenes, el Papa nos ha recordado el llamado a la santidad que el Señor nos hace desde
nuestro bautismo en la Exhortación Gaudete et exsultate; nos dice en el número 10: “lo que quisiera
recordar con esta Exhortación es sobre todo el llamado a la santidad que el Señor hace a cada uno
de nosotros, ese llamado que te dirige también a ti: «Sed santos, porque yo soy santo» (Lv 11,45;
cf. 1 P 1,16)”. En el bautismo hemos sigo sumergidos con Cristo en su muerte, y hemos recibido
la vida que nos alcanzó con su resurrección. Ser santos es desarrollar a plenitud la vida de Cristo
recibida en el bautismo, es dejar que el Espíritu Santo nos haga semejantes a Cristo, es vivir como
verdaderos hijos del Padre, es aspirar a una vida auténticamente plena y feliz.
La propuesta es fascinante, y contamos con la ayuda de muchísimos testigos: Beato Carlos Manuel,
San Oscar Romero, San Juan Diego, San Nunzio Sulprizio, Santa Rosa de Lima, Santa Teresita…;
y de tantas personas que vemos vivir la santidad haciendo lo de cada día por amor al Señor y a los
demás. Te toca a ti, y me toca a mí dar el paso porque “La aventura de la santidad comienza con
un: SÍ” (San Juan Pablo II).
Que, junto a ti, podamos vivir nuestra juventud a tu agrado y que nada nos desenfoque de tu
mirada. Pues nuestro anhelo es siempre serte fiel como lo hizo Juan, el discípulo amado. Que
cada día podamos experimentar tu profundo amor y así irradiarlo a nuestro prójimo por medio de
nuestras acciones. Señor, concédenos la valentía de la Virgen María y el beato Carlos Manuel de
Haznos cercanos a ti, para que, como tú, seamos santos. Amén.
Esta imagen representa al joven puertorriqueño. Se muestra con los brazos levantados, expresión
de entrega.
-Amarillo - La unión como Iglesia Joven
-Violeta - Indica la esperanza, el ansia de encontrar a Jesús, el espíritu de penitencia
-Azul - Indica la cercanía de la Santa Virgen María.
Esta imagen representa la cruz que llevo Jesucristo por nosotros. Lugar donde murió y manifestó
la prueba de amor jamás demostrada. Símbolo de redención, perdón y amor. En el centro, se
encuentra un corazón violeta y blanco, signo de amor, con los colores que representan la muerte
y resurrección de Jesús.
Estas estrellas representan cada una de las Pastorales Juveniles Diocesanas de Puerto Rico.
-Amarrillo – Diócesis de Arecibo
-Anaranjado – Arquidiócesis de San Juan
-Verde – Diócesis Caguas
-Rojo – Diócesis de Mayagüez
-Gris – Diócesis de Ponce
-Azul – Diócesis de Fajardo-Humacao
Estas pisadas representan las huellas de Jesucristo camino al calvario. Indica el camino para
seguirle.
-Violeta- Esperanza
Jueves
Santo
Que los jóvenes comprendan que es difícil distinguir la voz de Dios frente a los ruidos del
mundo.
● Instrucciones:
○ Se ponen los jóvenes en dos filas, mirándose de frente.
○ Comenzarán por presentarse y dialogar.
○ Luego, se le vendarán los ojos a la fila número uno y se esparcirán por el salón.
○ La fila dos también se esparcirá y cada uno deberá llamar a la pareja, todos
hablando a la vez.
(Se sugiere que, a medida que se va proclamando el Evangelio, se presenten signos relacionados
a cada uno de los fragmentos para mantener la atención de los jóvenes y dinamizar la lectura.)
Lector 1: Al día siguiente, de nuevo estaba allí Juan con dos de sus discípulos. Al ver que Jesús
iba pasando, dijo: “Este es el Cordero de Dios.” Cuando lo oyeron esos dos discípulos, siguieron
a Jesús. Se volvió Jesús y, al ver que lo seguían, les preguntó: “¿Qué buscan?” Le contestaron:
“Maestro, ¿dónde vives?” Jesús les dijo: “Vengan y verán.” Fueron y vieron donde vivía. Eran
como las cuatro de la tarde y se quedaron con él el resto del día.
Lector 2: Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que siguieron a Jesús por la palabra
de Juan. Andrés fue a buscar primero a su hermano Simón y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías,
al Cristo.” Y se lo presentó a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: “Tú eres Simón, hijo
de Juan; te llamarás Kefas”, que quiere decir Piedra.
Lector 4: Natanael le replicó: “Pero ¿qué cosa buena puede salir de Nazaret?” Felipe contestó:
“Ven y verás.”
Lector 5: Cuando Natanael llegaba a donde Jesús, éste dijo de él: “Ahí viene un verdadero israelita
de corazón sencillo.” Natanael le preguntó: “¿De cuándo acá me conoces?” Jesús le respondió:
“Antes que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, ahí te conocí.”
Lector 6: Natanael exclamó: “Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!” Jesús
le dijo: “Tú crees, porque te he dicho: Te vi bajo la higuera. Verás cosas mayores que éstas. De
verdad les digo: ustedes verán los cielos abiertos y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre
el Hijo del Hombre.”
Reflexión:
Al ustedes mirarse de frente y comenzar a dialogar, fue igual cuando Jesús se detuvo y comenzó a
llamar a sus discípulos, conociéndolos a ellos y ellos a Él. Cuando se les vendaron los ojos y
tuvieron que seguir la voz de su pareja, representa lo difícil que se nos hace escuchar la voz de
Dios, con tantos ruidos que hace el mundo. Como cuando Felipe le dice a Natanael que encontró
a Jesús, del que habían hablado los profetas y que venía de Nazaret (un pueblo menospreciado por
el resto de los israelitas). Natanael escucho más los ruidosos prejuicios del mundo preguntando:
“¿De Nazaret puede haber cosa buena?” Pero al final, pudo notar la voz de Dios a través de Felipe
diciéndole “Ven y verás”.
Dividir el grupo en 4 pequeñas comunidades para discutir estos fragmentos del documento
preparatorio para el Sínodo y de la Exhortación Gaudete et Exsultate durante 10 minutos:
Documento Preparatorio
4. 63. Puede haber muchas teorías sobre lo que es la santidad, abundantes explicaciones y
distinciones. Esa reflexión podría ser útil, pero nada es más iluminador que volver a las
palabras de Jesús y recoger su modo de transmitir la verdad. Jesús explicó con toda
sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-12;
Lc 6,20-23). Son como el carnet de identidad del cristiano. Así, si alguno de nosotros se
plantea la pregunta: «¿Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?», la respuesta es
sencilla: es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las
bienaventuranzas[66]. En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a
transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas.
5. 64. La palabra «feliz» o «bienaventurado», pasa a ser sinónimo de «santo», porque
expresa que la persona que es fiel a Dios y vive su Palabra alcanza, en la entrega de sí, la
verdadera dicha.
6. A contracorriente 65. Aunque las palabras de Jesús puedan parecernos poéticas, sin
embargo van muy a contracorriente con respecto a lo que es costumbre, a lo que se hace
en la sociedad; y, si bien este mensaje de Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva
hacia otro estilo de vida. Las bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o
superficial; al contrario, ya que solo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con
toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del orgullo.
7. 66. Volvamos a escuchar a Jesús, con todo el amor y el respeto que merece el Maestro.
Permitámosle que nos golpee con sus palabras, que nos desafíe, que nos interpele a un
cambio real de vida. De otro modo, la santidad será solo palabras.
Oración:
Permítenos ser como Andrés y Simón Pedro, que no tuvieron que ver para creer en ti.
Amado Padre, somos jóvenes y el mundo nos ofrece muchas cosas para que no estemos en el
camino de la fe, necesitamos de tu ayuda para mantenernos firmes en ese camino. Amén.
Dinámica: Se dividen los jóvenes en 5 grupos y cada grupo representará cómo se comparte la
mesa en los siguientes contextos:
○ Familia
○ Negocios
○ Amigos
○ Parejas
○ Pastoral Juvenil
● Nosotros vemos la mesa solo para poner la comida, cuando en realidad sirve para mucho
más.
● La mesa, igual que la comida, es un gran símbolo social. Formamos nuevos enlaces
cuando socializamos, conocemos a nuestros hermanos.
● Jesús compartió con sus discípulos en la última cena en una mesa. Cuando celebramos la
Eucaristía, se presenta el vino y el pan en la mesa del altar.
● La mesa es un lugar donde se ve la acción de servir. Ayudamos a servir la comida, a
veces se habla de las situaciones que uno pasa, y los amigos ayudan escuchando, dando
consejos.
● La mesa es un lugar donde se crean nuevas relaciones y enlaces. Donde también se sirve
amor.
● El verbo “amar” en hebreo es “hacer el bien”. San Ignacio de Loyola dice: “el amor se
debe poner más en las obras que en las palabras.”
Oración:
Estando todos alrededor de una gran mesa, recibirán un pequeño pedazo de papel con alguna de
las frases a continuación (u otras que puedan añadir los animadores) y las dirán en voz alta, uno a
uno. En la mesa habrá varias canastas con pedazos de pan, cuando digan su frase tomarán un pan
de la mesa y no lo comerán hasta que se les indique. Se puede poner algún cántico de fondo que
se relacione al pan o a la mesa.
Luego, se proclama el texto de Juan 6, 28-35. Inmediatamente, el animador dará la orden de comer
el pan que tienen en las manos mientras suena la canción: Quiero ser pan
https://youtu.be/TfavUeSSvRw
Jesús nos comparte su vida, y sus más grandes enseñanzas son en la mesa. Nos comparte
la mesa de Palabra y la mesa de la Eucaristía, desde ahí, “como hizo en otro tiempo con los
discípulos de Emaús, él nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan”. Con esto, Jesús
nos invita a más, a que ofrezcamos en la mesa de los pobres, en el altar de nuestras calles, nuestra
vida como sacrificio. Esto sonará escandaloso, como escandaloso fue para quienes escucharon a
Jesús decir que él era el pan de vida, pero hemos de permanecer siempre fieles a un Cristo que se
* Pueden cerrar el momento con el cántico Señor a quién iremos de Cristóbal Fones.
https://youtu.be/N5LECNqQs7Q
Dinámica 1: Escogerán una pareja y discutirán como le demostrarían a una persona que están
dispuestos a dar la vida por él o ella. Hablarlo y explicarlo, uno al otro. Algunos pueden
compartirlo al final.
https://youtu.be/IwEke2WGg18
https://youtu.be/2aJI-GztE7A
https://youtu.be/nfeRzoxuwHI
Reflexión:
Jesús nos demostró que daría su vida por nosotros con el gesto de lavarles los pies a sus
discípulos, eso era algo que hacían los esclavos. En la persona de Jesús, Dios se hizo esclavo de
todos para demostrarnos su amor infinito.
Jesús, aunque era el maestro se bajó al nivel de sus discípulos para lavarle los pies; porque
Jesús vino a servir y no a ser servido, y nosotros que somos pecadores, debemos hacer igual o más
que Jesús. Jesús sirve a todos, aun sabiendo quiénes lo negarían o hasta lo traicionarían.
Jesús sabiendo que Judas lo iba a traicionar, aun así, le lavó los pies y compartió la mesa
con él. El servicio es no tan solo al que amamos, si no también hacia las personas que no nos caen
tan bien; tengo que humillarme y demostrarle que daría mi vida por él o ella.
Oración:
y no avergonzarnos de él.
Al finalizar el tema y el día, los animadores formarán una fila, y se le dice a los jóvenes que el que
se sienta llamado, puede ir a un animador para recibir un abrazo, para que sepan que los animadores
están dispuestos a amar a cada uno de los jóvenes, y que no están solos. También se le invita a uno
de los animadores que comparta un testimonio que marcó su vida de cómo sintieron el amor hasta
el extremo.
Viernes
Santo
Objetivo: Que el joven reconozca sus límites y las situaciones que a lo largo de su vida se le
presentan en busca de alejarlo de su camino, más aún que este pueda superar cada obstáculo y
llevar a cabo la misión que le fue confiada. Además, que el joven vea la figura de Pedro, el primer
papa de la Iglesia Católica, como ejemplo a la hora de perseverar en su misión.
Desarrollo:
Nota: Se sugiere que el tema empiece sin introducción o explicación de lo que se estará hablando
con respecto al día. El tema “…antes que el gallo cante, me negarás tres veces” (Mt 26:34) se
presentará en forma de una charla de carácter reflexivo donde se usará la narración de las
lecturas: Mateo 26: 30-35 y Mateo 26: 69-75 para profundizar en las acciones de Pedro y lo que
representan. Además, se presentará un trasfondo histórico que ayudará a la hora de entender la
misión y el simbolismo que presentan las situaciones ya presentadas. Esto tendrá como finalidad
que el joven comprenda y reconozca que tiene una misión que cumplir y que no importa el miedo,
la desesperación o aquellas cosas que buscan desviarlos de la misión que se nos ha otorgado pues
lo que importa es reconocer nuestra realidad humana y seguir adelante con nuestra misión.
Introducción:
El nombre “cristiano” proviene de Cristo (palabra griega que en hebreo se dice “mesías”,
y quiere decir ungido), uno de los nombres con que se le conocía a Jesús. Jesús es el ungido por el
Espíritu, que vino para salvarnos. El hecho de ser un cristiano conlleva seguir las acciones de Jesús,
de tal manera que seamos un testimonio vivo del rostro misericordioso de que aquel que derramó
hasta la última gota de su sangre inocente y gloriosa para que la humanidad recuperara la amistad
con Dios, perdida por el pecado. Jesucristo en su peregrinar por el mundo eligió a doce hombres
(número que viene por las doce tribus de Israel) para que lo acompañaran en su caminar y así
aprendieran de El para que algún día pudieran llevar el testimonio de lo que habían visto. Los
doce apóstoles recibieron de Jesús la misión de transmitir la fe, con la fuerza del Espíritu. Esta
misión transcurre hasta nuestros días como la misión de cada cristiano. Más aun, el sucesor de
Pedro, el Papa Francisco, nos exhorta como jóvenes a salir a las calles, a proclamar la buena del
Evangelio, a ser testimonio de Jesús en la Tierra. Esa misión que se nos ha encomendado no es
Cuerpo/ Desarrollo:
- Este momento comenzará con una dramatización de la lectura bíblica: Mateo 26: 30-35; donde
se le anuncia a Pedro que negaría a Jesús tres veces antes de que cante el gallo. Al finalizar la
dramatización, se profundizará en la figura del apóstol San Pedro.
“Después de haber cantado los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. Jesús les dijo: "Yo
seré para vosotros esta noche ocasión de caída, pues así lo dice la Escritura: Heriré al pastor y se
dispersarán las ovejas del rebaño. Pero después resucitaré e iré delante de vosotros a Galilea".
Pedro le dijo: "Aunque fueras para toda ocasión de caída, para mí no". Jesús le dijo: "Te aseguro
que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces". Pedro le dijo: "Aunque
tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y lo mismo dijeron todos los demás."
Nota: Luego de estas preguntas se explicará un poco sobre la vida del apóstol San Pedro para
que el joven encuentre en la figura de San Pedro un ejemplo de lucha ante la adversidad.
Simón, el verdadero nombre del apóstol San Pedro, era un hombre de naturaleza humilde
cuyo oficio era ser pescador. Más aun, dejó lo que tenía para seguir la promesa que un hombre,
Galileo al igual que él, le hizo cuando le dijo: “Venid conmigo, y os hare pescadores de hombre”
La figura de Pedro fue muy importante en la vida de Jesús. Sin embargo, en solo unas horas
negaría a aquel que vino a la tierra para salvarlo. ¿Cómo se debe sentir saber que tú, el que eres
llamado a ser la piedra, la fortaleza; tú que eres el símbolo de obediencia y un símbolo de fe dudas
de aquel que en miles de veces ha demostrado su verdadera identidad y que ha enseñado por medio
de su humildad? ¿Acaso tú, joven, nunca has hecho eso? Lo que Jesús esa noche le dijo a Pedro
nos lo dice a cada uno de nosotros y a veces nosotros hacemos como el mismo Pedro y negamos
que somos capaces de hacerlo. Muchas veces sabemos de ante mano lo que está por pasar y lo
negamos.
Conclusión:
- En este momento se realizará la dramatización de la lectura bíblica: Mateo 26: 69-75; donde
Pedro niega a Jesús 3 veces antes de que el gallo cante. Esta dramatización nos ayudará a
"Mientras Pedro estaba sentado fuera, en el patio, se le acercó una sirvienta de la casa y le dijo:
«Tú también estabas con Jesús de Galilea.» Pero él lo negó delante de todos, diciendo: «No sé de
qué estás hablando.» Y como Pedro se dirigiera hacia la salida, lo vio otra sirvienta, que dijo a
los presentes: «Este hombre andaba con Jesús de Nazaret.» Pedro lo negó por segunda vez,
jurando: «Yo no conozco a ese hombre.» Un poco después se acercaron los que estaban allí y
dijeron a Pedro: «Sin duda que eres uno de los galileos: se nota por tu modo de hablar.»
Entonces Pedro empezó a proferir maldiciones y a afirmar con juramento que no conocía a aquel
hombre. Y en aquel mismo momento cantó un gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras
que Jesús le había dicho: «Antes de que cante el gallo me negarás tres veces». Y saliendo, lloró
amargamente."
Muchas veces pensamos que somos fuertes, estamos dispuestos a cumplir con lo que se
nos encomendó en el bautismo, sin embargo, cuando la hora llega tenemos miedo. Miedo al qué
dirán mis conocidos de mí, miedo porque pensamos que no somos capaces de lograr nuestra misión
o simplemente tenemos miedo de qué puede pasar después. De igual manera, Pedro, que se suponía
era el más fuerte, la piedra que sostendría la iglesia (Mateo 16: 17-19), se quebró ante la duda.
¿Cómo es posible que aquel que era uno de los más fuertes y que había podido presenciar la
grandeza de Jesús en diferentes aspectos negaba a aquel que jamás lo negaría ante el Padre? La
naturaleza de Pedro es humana, y herida por el pecado, como la de cada uno de nosotros, por eso
nos quebrantamos en esos momentos en lo que de alguna manera u otra negamos a Jesús y todo lo
que nos relaciona a él. Así lo decidimos muchas veces por cobardía. Sin embargo, Jesús nunca
nos niega. Él pudo haber negado a Pedro ante el Padre y destituirlo de todo lo que tenía preparado
para él, así de igual manera a cada uno de nosotros, pero no lo hace. Jesús no nos niega porque él
nos ama, por eso este día, el Viernes Santo, Jesús está de camino a ser entregado, juzgado,
maltratado, humillado y negado. Sin embargo, él no nos niega, él nos acoge en su manto y nos
llena de esperanza. Jesús está ahí para nosotros, por eso nos pone a Pedro como ejemplo de que
hasta la piedra más fuerte de la humanidad puede caer. No obstante, junto a él nos enseña que a
pesar de las cosas que hacemos, de los pecados que cometemos él está ahí para ayudarnos. Jesús,
nos muestra que no importa lo que hagamos, Él derramó su sangre por nosotros y nos acompañará
inclusive hasta después de haberlo negado y más aún él está dispuesto a perdonarnos, solo debemos
estar dispuestos a ser perdonados.
http://es.catholic.net/op/articulos/53783/cat/696/la-mision-de-los-cristianos.html
https://www.aciprensa.com/apologetica/verdades2.htm
http://es.catholic.net/op/articulos/64638/cat/1173/la-historia-del-primer-papa-san-pedro.html
Introducción:
Para comenzar el tema, se le entregará una venda a cada joven para que cuando se les
indique se cubran los ojos. Luego, se moverá a los jóvenes a un lugar donde se encuentre alguien
vestido de Jesús, atado a un poste (preferiblemente de madera o de papel de estraza), en los
momentos de la flagelación y a su alrededor algunas personas que representen a los soldados. El
joven entrará al cuarto en silencio y se acomodará donde le corresponda; inmediatamente se ubique
en su lugar correspondiente, el joven se cubrirá sus ojos con la banda que le han dado previamente;
quedará ajeno (visualmente) a lo que le acontece. Cuando todos los jóvenes estén ubicados y con
los ojos cubiertos se comenzará a realizar los sonidos correspondientes a lo que sería la flagelación.
Esto se realizará alrededor de cinco minutos con la finalidad de que los jóvenes se adentren en ese
momento y tengan una idea del dolor que Jesús sufrió en ese momento.
Desarrollo:
Meditación:
Solo unas horas atrás aquel, al que en estos momentos están flagelando, se sentaba a
comer con sus compañeros y amigos. Con aquellos a los que él les confió sus más grandes secretos
e inclusive su divinidad. ¿Quién hubiera pensado que horas más tarde ese hombre derramaría
hasta la última gota de su preciosa sangre? ¿Acaso él había cometido algún crimen que mereciera
-Se dejará a los jóvenes meditar en esa pregunta durante un tiempo corto, a su vez se escucharán
los sonidos propios a la flagelación-
¿Acaso hemos pensado qué pudo causar tanto sufrimiento que llevó a Jesús a sudar
sangre? Jesús en ese momento vio la carga que tenía que soportar. Jesús en ese momento vio
cómo todos y cada uno de nosotros lo flagelamos y le añadimos peso a esa carga; y por eso
comenzó su sufrimiento. Aquellos a los que él ama, lo están flagelando con el peso de sus pecados.
Con nuestros actos, muchas veces, llevamos a cabo un tipo de flagelación que inflige más dolor
que los latigazos que Jesús recibió. De la soberbia nació el primer pecado; nosotros también
muchas veces decidimos querer ser “como dioses”, y hacemos nuestra voluntad, no la de Dios.
Inclusive muchas veces ignoramos el pecado, solo porque otras personas lo hacen y lo vemos
como un bien, aunque sabemos que estamos mal.
Sin pensarlo, muchas veces nos alejamos de Dios, nos alejamos del camino, nos alejamos
de Jesús y nos convertimos en aquellos verdugos que azotaron a Jesús. Sentémonos a pensar, cada
uno tome su espacio y piense en las veces que ha pecado sin importar el tamaño de su pecado.
-A partir de este momento se irán mencionando diversos pecados que cometemos ya sea
inconscientemente o de manera consiente. Después de cada pecado que se mencione se le azotará
(o se simulara auditivamente) a Jesús –
- La mentira
- La ignorancia
-La pereza
- La desobediencia
- La envidia
- El chisme (bochinche)
- La crítica destructiva y/o el bullying. El provocar o abrir heridas a nuestros conocidos y/o
amigos intencionalmente.
- El uso desmesurado o adicción tanto a las cosas materiales, como a las sustancias destructivas
al cuerpo (drogas, alcohol, la automutilación del cuerpo y otros…)
- La blasfemia
Luego, después de haberle propiciado una paliza a aquel que vino a salvar y no condenarnos
por nuestras acciones, los sentamos en una silla … en una roca… en un madero… y le
colocamos una corona.
- De fondo se oirá la frase: “Todo rey necesita una corona. Traedle una corona a este
rey”. Seguido de unos gritos de dolor producidos por el dolor inmenso que Jesús recibió
al colocarle la corona.
La corona representa las veces que idolatramos o suplantamos la figura de Dios con
dioses falsos. Le damos la corona de oro a cosas que son insignificantes, ignorando que
coronamos con espinas a aquel que lo merece todo.
Conclusión:
Al culminar la reflexión se les dará a los jóvenes un tiempo para reflexionar (tiempo estimado 5
min.) para meditar lo antes sucedido.
` Nuestro Señor, Jesús, se entregó por nosotros como un cordero a la hora del sacrificio
para que así en su muerte nosotros alcanzaremos la vida; una vida en la eternidad.
“Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él, para que fuera destruido
este cuerpo de pecado, y así dejaremos de ser esclavos del pecado.” (Romanos 6, 6)
- En ese momento se les pide a los jóvenes quitarse las vendas. En ese momento verán a
una persona que simule la figura de Jesús ensangrentado a unos seis pies de la cruz. Este
se arrastra hacia ella (otra opción sería poner imágenes o escenas de la película “La
Pasión”).
Hoy, Padre te pedimos que nos des el coraje que tuvo tu Hijo para enfrentarse a todas esas
situaciones y problemas que se les presentaron en el camino, y nos ayudes a ser fieles a tu
voluntad. Hoy, Padre, te ruego me hagas fuerte en mis momentos más débiles pues solo a través
de ti alcanzaré lo que nos fue prometido. De igual manera, Señor Jesús, te damos gracias pues
por tus santas heridas, aquellas que nosotros en nuestra ignorancia, debilidad y pecado
causamos, has sanado las heridas del pecado en nosotros y nos ha hecho partícipes de la
salvación.
Luego de esa oración los jóvenes se irán retirando del salón. Cuando hayan salido escucharán los
ruidos propios al momento en que Jesús fue clavado en la cruz.
El joven se adentra antes los ojos del discípulo amado y la misión que le ha tocado
cargar junto a María nuestra madre.
Introducción:
Objetivo: Reflexionar la tercera palabra de Jesús en la cruz y contemplar a María a los pies de
la cruz.
A continuación de “… Por sus santas heridas hemos sido sanados”, se estaría entrando a
los jóvenes al salón o lugar donde sea indicado. Al entrar, se encontrarán a un joven
representando a Cristo crucificado. A los pies de la cruz, estarán dos jóvenes representando a
María y al discípulo amado. Opcionalmente, habrá un joven representado a un soldado. El
objetivo de estas representaciones es impactar la escena y al tema.
Lectura bíblica: (Juan 19, 25-27) Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su
madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al
discípulo a quien amaba, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo:
Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
Reflexión:
Desarrollo:
La compañía de Juan
Tener a Juan es un consuelo para María. Juntos han seguido a la triste comitiva por el
camino del Gólgota. Juan guía a María, aunque es él quien se apoya en la firmísima decisión de
ella para apoyar en lo que esté en su mano a Jesús en su Sacrificio. En la oscura soledad de la
Pasión, María ofrece a su Hijo un bálsamo de ternura, de comprensión, de afecto y de fe. María
agradece a Juan su presencia en aquellos momentos y permanecen unidos en ese trance de dolor
y de oración. La conversión de uno de los ladrones es un destello de consuelo, y también para
María y Juan.
Conclusión:
Objetivo: Reflexionar sobre la fidelidad de Jesús y agradecer el regalo más grande que
él nos ha dado… a su Madre.
Entonces se escuchó la palabra dirigida por Jesús a Juan: "He aquí a tu madre"(Jn). Jesús
mira al único que ha sabido ser fiel. Es un hijo y se lo entrega a su Madre. Bien sabe el Señor los
cuidados que necesita un recién nacido para madurar, y Juan era un primer fruto de la Cruz
redentora. "Juan la tomó como suya"(Jn), la acogió como madre, se dejó cuidar como hijo. La
pena que Juan sentía se alivió algo sabiendo que podía cumplir un deseo del Maestro. Juan fue
elegido porque estaba allí. Jesús no podía ni llamar a nadie, ni señalar a nadie: sólo mirar a quién
tenía delante y, mirando, vio al que siempre estaba donde debía; le pidió un favor, algo que tiene
mucha más fuerza que un mandato cuando hay amor por medio. Juan acepta el deseo que es un
mandato. María es la Mujer por excelencia, ya que en ella la naturaleza humana no ha sido
deformada por el pecado. Pero también es la Madre por excelencia.
María, Madre de Dios, "Madre de Cristo, Madre de los hombres". Sólo Jesús sabe lo que
hay en el corazón de su madre, por eso la llama mujer, no María o mamá. Jesús sabe que
comienza una nueva época para la humanidad, pero sabe que el pecado entró por una mujer en el
mundo, la madre de los vivientes. Ahora María será la nueva Mujer, la nueva Eva que traerá
desde su maternidad la nueva vida al mundo. Su nueva maternidad le agranda el corazón hasta
límites insospechados. Jesús entrega a su Madre como Madre de todos los vivientes,
especialmente de los que serán hijos de Dios por la gracia.
La fidelidad
Sus ojos contemplan un auténtico destrozo que muestra a Jesús como un fracasado. La
inteligencia ven ese fracaso como el de otro un rey derrotado, un hombre humillado hasta el
extremo. Las esperanzas de un reino de paz, justicia, amor y libertad se presentan lejanas o
quiméricas para la pura razón. Pero los ojos del corazón van más lejos, y ven a alguien que ama
y sufre de una manera nueva, comprenden que está allí libremente y captan, con más o menos
claridad, que se trata de un Sacrificio nuevo. Bien sabían ellas las múltiples maneras Jesús
hubiera tenido de eludir la Cruz, o los modos de luchar que suelen usar los guerreros de este
Nuestro camino de fe está unido de manera indisoluble a María desde el momento en que
Jesús, muriendo en la cruz, nos la ha dado como Madre diciendo: “He ahí a tu madre”. Estas
palabras tienen un valor de testamento y dan al mundo una Madre. Desde ese momento, la Madre
de Dios se ha convertido también en nuestra Madre. En aquella hora en la que la fe de los
discípulos se agrietaba por tantas dificultades e incertidumbres, Jesús le confió a aquella que fue
la primera en creer, y cuya fe no decaería jamás. Y la “mujer” se convierte en nuestra Madre en
el momento en el que pierde al Hijo divino. Y su corazón herido se ensancha para acoger a todos
los hombres, buenos y malos, y los ama como los amaba Jesús. La mujer que en las bodas de
Caná de Galilea había cooperado con su fe a la manifestación de las maravillas de Dios en el
mundo, en el Calvario mantiene encendida la llama de la fe en la resurrección de su Hijo, y la
comunica con afecto materno a los demás. María se convierte así en fuente de esperanza y de
verdadera alegría.
Sábado
Santo
Los apóstoles se asustan fácilmente al estar en medio de una tormenta de la que creen
que no podrán salir. Jesús duerme y los apóstoles creen que Jesús, de cierta manera, los ha
abandonado a su suerte. Sin embargo, cuando lo despiertan Jesús les reprende y les pregunta:
“¿Todavía no tienen fe?”.
Todos tenemos que enfrentar tormentas que suelen llenarnos de ansiedad y miedo;
algunas vienen del exterior, y otras, del interior. Piensa en tu vida, ¿Qué tormentas golpean y
sacuden tu vida?, ¿Acudes a Jesús?, ¿Quién en tu familia o comunidad puede calmar tus
temores al hacer presente a Jesús en tu vida?, ¿Como respondes a la pregunta de Jesús:
“Todavía no tienen fe”?
Propósito:
Acudir a María como ejemplo de las virtudes de la paciencia y de la fe. Virtudes que se
hicieron presentes en Ella al momento de esperar la resurrección de su hijo: estas mismas
virtudes que en el presente se encuentran en declive. Buscamos que los jóvenes puedan
aprender más sobre estas virtudes y vivirlas en la cotidianidad.
Dinámica Sugerida:
Los jóvenes se dividirán en grupos y cada uno debe ayudar a montar el “set” para la sección
de noticias. Deberán hacer un guion y una joven hará de María.
Materiales:
• Cartulina
• Tape
• Marcadores, lápices, crayolas…
• Micrófono (opcional)
Lecturas Sugerida:
• Mc 4, 35-41
• Jn 2, 1-10
• Mt 14, 24-34
• Lc 1, 26-38
Reflexión:
En otra tormenta, Jesús llega caminando por las aguas y los discípulos no logran
reconocerlo. Se asustan y creen que Jesús es un fantasma. Pedro, al reconocerlo intenta ir
a Él, pero duda y comienza a hundirse. María, a diferencia de los discípulos, tiene fe
desde el mismísimo principio. A pesar de que cabía la posibilidad de que la mataran por
adulterio ella dice que sí. Ella verdaderamente confía en Dios y cree que El la mantendrá
a ella y asu futuro hijo a salvo. María al presentar a Jesús en el templo se entera de que
sufriría inmensamente en el futuro, como una espada que le atravesaría el corazón, y a
pesar de esto continuó con su misión.
Ya cuando Jesús es adulto, Él y María se encontraban en las bodas de Caná, María
le pide a su hijo que les diera más vino, ya que se había acabado. Ella confía plenamente
en Jesús, aun cuando Él le dice que todavía no es el momento. Después de estas
demostraciones de fe por parte de María no debe haber duda de que ella esperaba con
paciencia y con más fe que nunca por la resurrección de su hijo, pues esta era la prueba
final y la más difícil de todas.
A todos en algún momento nos llegarán tormentas, sin embargo, estas siempre
tienen un final. En todo momento debemos recordar que nunca nos encontramos solos.
Confía y, aunque no puedas ver nada, camina porque Él nos guía.
En sus últimos momentos, mientras Jesús se encontraba clavado en la cruz, este exclamó:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Esta es la noche oscura del alma.
Propósito:
Queremos que los jóvenes entiendan que incluso las mejores personas tienen momentos de
duda y que aun cuando nos encontremos en la oscuridad Jesús será nuestra luz y guía. Los jóvenes
deben entender que ellos no están solos en este mundo y que en los momentos más difíciles Dios
está justo a nuestro lado.
Dinámica Sugerida:
Se puede utilizar música de fondo para ambientación. Los jóvenes se pararán en un círculo.
A cada uno se le entregará una vela y se apagarán las luces. Quien esté a cargo del tema puede dar
testimonio o dirigir una breve oración. Se les exhortará a los jóvenes a compartir un momento
difícil de su vida, una vez haya terminado se encenderá su vela y seguirá el joven de al lado. Al
encender la última vela, quien esté llevando el tema debe explicar que en nuestra vida siempre
habrá momentos de oscuridad, ya sea en la fe o en cualquier aspecto de la vida, pero que siempre
habrá alguien que se preocupa por ellos y que puede ayudarlos, y que siempre Dios estará a nuestro
lado sin importar la situación.
Materiales:
• Velas
• Encendedor o fósforos
• Música para ambientación (opcional)
Lecturas Sugeridas:
• Lc 4, 1-13
• Mc 14, 32-38
• Mc 27, 45-46
Reflexión:
El beato Carlos Manuel, un hombre amado por todos y quien siempre estuvo al servicio de
Dios y de todo el mundo le tocó vivir este momento cuando se encontraba al borde de la muerte.
El beato ‘Charlie’, aquel cuyo espíritu no había sido doblegado por nada creyó haber sido
abandonado por Dios en el momento más difícil de su vida. Pero siempre existirá la luz al final del
túnel, y antes de fallecer encontró nuevamente su fe más fuerte que antes. Es esta prueba final del
alma la que nos acerca al máximo a Dios y a su santidad.
El Misterio Pascual es la cumbre de nuestra fe católica y es la razón por la que hemos sido
salvados. Es un misterio porque no es posible para nosotros, como humanos, el entender del todo
este acontecimiento; y Pascual pues es mediante su pasión, muerte y resurrección que Jesús
consigue la salvación y liberación para todos nosotros.
Propósito:
Que los jóvenes encuentren el verdadero significado de esta frase y que aprovechen la
celebración del Misterio Pascual para acercarse más a Jesús.
Dinámica Sugerida:
Se dividirán a los jóvenes en grupos. A cada grupo se le hará cargo de una cita bíblica que
tenga que ver con el Misterio Pascual. Los jóvenes deberán reflexionar entre sí su cita o frase y
escribir una breve oración utilizando dicha cita en ella o inspirándose en ella. Los jóvenes podrán
usar una Biblia de referencia si así lo desean. Los jóvenes compartirán su oración. Luego las citas
bíblicas serán colocadas en el orden en que sucedieron los hechos. Se hará así para que los jóvenes
puedan visualizar los hechos que llevaron a nuestra salvación. Al final, en un cartel que lleve
Materiales:
• Cartulina
• Papel
• Lápices
• Marcadores
• Biblias
• Citas Bíblicas:
a) “Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino
la tuya.” Mt 26, 39.
b) “Ellos gritaron de nuevo: ¡Crucifícalo!” Mc 15, 13.
c) “Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda.” Mc 15, 27-
28.
d) “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y diciendo esto expiró.” Lc 23, 46.
e) “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado.” Lc 24,
5-6.
f) “Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue elevado al cielo.” Lc 24, 51.
Reflexión:
Durante todo el año llevamos a cabo acciones que no son buenas. Somos tentados y
pecamos, lo cual nos va hiriendo el alma y espíritu. De esta manera nos alejamos más y más de
Dios. Sin embargo, la madrugada del domingo, Jesús triunfa sobre la muerte, la oscuridad y el
pecado. La experiencia del misterio pascual hace nuevas todas las cosas, pues como cantamos en
el Pregón pascual: "Ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la
alegría a los tristes". Aquella es la noche en la que nuestra salvación había sido lograda. El beato
Carlos Manuel sabía esto y por eso nunca se cansó de decirnos: “Vivimos para esa noche”.
Si acogemos la salvación traída por Cristo y decidimos corresponderle con nuestro Amor
comenzaremos el camino de la santidad. Ser santos es vivir de la gracia de Cristo, es vivir como
Cristo. Ser santos es el único camino para alcanzar la verdadera felicidad. Está de nosotros
emprender la maravillosa aventura de la santidad dándole un SÍ rotundo al Señor en esta Pascua
que nos ha regalado vivir.
AGRADECIMIENTOS