Está en la página 1de 3

ASUNTO: MILAGROS

PROPÓSITO: PASTORAL
TEMA: ACTITUDES QUE NOS AYUDAN A
VENCER LAS DIFICULTADES.

¿Y SI DIOS NO ME AYUDA?
DANIEL 3:16-18

INTRODUCCIÓN:
Hemos estado estudiando respecto a los milagros. No ponemos en duda la
existencia de los mismos pero hemos dejado en claro que dependen de Dios y no
del hombre. Dependen del amor y misericordia de Dios y no de un esfuerzo
humano que pretende forzar al Señor a efectuarlos. Sabiendo esto, ¿Cuál debe de
ser nuestra actitud ante las dificultades? Ya que es en medio de las dificultades
que pareciera ser más urgente la manifestación de un milagro. La historia que
relata el libro del profeta Daniel nos deja en claro que Dios se hace manifiesto
poderosamente, pero que la actitud humana debe de ser siempre sobria, tranquila
y dependiente de Dios. En esta historia vemos que el rey Nabucodonosor, lleno de
orgullo y malicia, manda a edificar una estatua bastante alta, como para demostrar
su poderío. Se había convertido en un rey que había conquistado varias naciones
y quería hacerse notar, había olvidado que fue Dios quien había entregado estos
pueblos en sus manos y quería darse su propia gloria. En la trama de la historia,
los tres amigos de Daniel, que aquí se identifican como Sadrac, Mesac y Abed-
nego, en obediencia y reverencia a Dios no se postran ante la imagen que el Rey
había mandado a construir y de la cual había dado ordenes de adorar ya que de lo
contrario se daría muerte al que no lo hiciera. Es aquí donde vemos una situación
muy complicada en la que pone en una encrucijada a estos jóvenes: “Salvamos
la vida o nos mantenemos fieles a Dios ¿Qué hacemos?” en ellos no existe
duda en que hacer y nos enseñan cuatro actitudes que nos ayudan a vencer
las dificultades.

I. Valentía v. 16

Cuando un rey, en los tiempos de Daniel, creaba un decreto de ley, éste no


podía ser cambiado pero si estrictamente ejecutado. Los edictos, como les
llamaban, eran muy comunes y obedecían los caprichos de los reyes que, en
ocasiones, actuaban como niños consentidos, como vemos en este caso. No
afectaba en ningún beneficio el que se adorara esta estatua al pueblo que
Nabucodonosor gobernaba. Era un simple capricho que estaba acompañado de
orgullo y vanagloria humana de la más baja. Pero estos jóvenes nos brindan un
ejemplo de valentía cuando dicen: “¡No hace falta que nos defendamos ante Su
Majestad! Ellos no tuvieron miedo ni necesidad de defenderse con sus palabras
ante las acusaciones y condenas que estaban recibiendo. Es cierto hermanos,
todos nos preocupamos ante las dificultades y entramos en una actitud de
desesperación y desconsuelo. Hay dificultades que, en ese momento, para
nosotros son demasiado difíciles de soportar, y tampoco debemos de manifestar
demasiada indiferencia ante el asunto. La actitud de valentía no es ni indiferencia,
como antes lo mencionaba, ni tampoco es sobre confianza, mas bien es sobriedad
ante la situación y la certeza que para bien o para mal Dios estará ahí y el sabrá
que es lo mejor para nosotros.

II. Confianza v. 17

Otra actitud muy importante que nos ayudará a vencer las dificultades es la
confianza; sin confianza nuestras dificultades se vuelven demasiado insoportables.
Estos jóvenes hace una sorprendente declaración en el versículo 17: “el Dios al
que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. Más
adelante profundizaré en esto que voy a comentar ahora. Estos jóvenes príncipes
de Israel dicen que sirven a un Dios poderoso capaz de librarlos de cualquier
situación difícil, pero aún así Dios no los librara ellos seguirán siendo fieles a Dios.
La confianza como aquí se presenta no es una simple declaración que se hace
verbalmente, ellos dijeron lo que sentían en su corazón, la razón de esto es
porque conocían a Dios y sabían de lo que el Señor era capaz. Es aquí hermano y
hermana que debemos de recapacitar muy bien nuestra fe. No es algo meramente
intelectual ni emocional, es en sí una actitud de vida que nos lleva a caminar
firmemente en la convicción de que pase lo que pase Dios estará con nosotros por
que Él es bueno y nos ama.

III. Firmeza v. 18a.

Esta actitud, está acompañada firmemente con la que anteriormente discutimos.


Pero para hacer más fácil la exposición de la misma las veremos separadas. Si
hay confianza, tendremos firmeza y si estamos firmes es porque tenemos
confianza. No puede existir una sin la otra. La razón que me lleva a decir esto es
el comentario que hacen los jóvenes a Nabucodonosor en el versículo 18: “Pero
aun si nuestro Dios no lo hace así…” la frase completa que nos presenta la
unidad entre confianza y firmeza, requeridas para poder vencer las dificultades,
nos lo diría de la siguiente manera: “Rey Nabucodonosor, nuestro Dios puede
librarnos de cualquier cosa con la que pretendas hacernos daño, pero si no
nos libra, no deja de ser Dios, no deja de amarnos y no deja de tener poder.”
Hermano amado, hay que comprender algo muy importante. Con milagros y sin
milagros usted debe de mantener firme su confianza en Dios, Él no está obligado
a ayudarle, es más, muchas veces estamos en problemas por nuestra propia
causa; tomamos malas decisiones y obtenemos los resultados que no nos
favorecen y aún así Dios, aunque no nos quite la dificultad, nos ayuda a
enfrentarla dándonos aliento y fortaleza. Estos jóvenes dicen: “Rey, muéstranos
el horno de fuego, porque preferimos morir quemados que adorar a tú
imagen” estos hombres tenían confianza y firmeza.
IV. Fidelidad v. 18b.

La actitud que complementa a la valentía, a la confianza y a la firmeza es la


fidelidad o lealtad. No podemos ser desleales a Dios sólo por que él no nos
satisface nuestros caprichos, o nos saca de los problemas en los que nosotros nos
hemos metidos ni mucho menos porque no hace lo que nosotros queremos que él
haga. Dios no es un ser servil al que le vamos a pedir y el va a dar. Ciertamente la
Biblia nos enseña que podemos pedir y que él dará, y ciertamente hay que pedir
pero no exigir ni demandar. Él es Dios y merece nuestro mayor respeto y
admiración. Él no va a librar a nadie de ningún peligro si no hay fidelidad a él. Es
más, cuando existe fidelidad a Él no hay cabida para que tengamos dificultades.
Veamos lo que estos jóvenes afirman ante la posibilidad de perder la vida por
desobedecer al rey Nabucodonosor: “sepa usted que no honraremos a sus
dioses ni adoraremos a su estatua.” ¡Esto es increíble!. El panorama de estos
jóvenes es este: o adoran la imagen o mueren, ¿Qué respuesta dan ante las dos
opciones? ¡No adoraremos la estatua!, muy bien, ¡Al horno de fuego! ¿y qué es lo
que estos jóvenes hacen? No los vemos llorar, ni arrepentirse de lo que dijeron, yo
estoy seguro que ellos iban caminando con certeza a al horno de fuego, tal vez no
sabían lo que Dios iba a hacer, tal vez pensaron que ahí iban a morir. Lo seguro
es que no dudaron, no se retractaron ni tampoco retrocedieron, si morían que
bueno si vivían seguías siendo fieles a Dios.

CONCLUSIÓN:
Espero en Dios que aprendamos nosotros de este ejemplo que la Biblia nos
enseña. No debemos de ser insensibles a nuestras dificultades, tampoco debemos
de sobre exaltar el problema, Dios nos enseña a ser valientes, a confiar en él, a
ser firmes y manifestar fidelidad. No porque no se haga un milagro en mi vida voy
a renunciar a Cristo, ni tampoco voy a cambiarme de congregación porque en la
que estoy ahora no se ven milagros, quiero decirle amado hermano, no vayamos
tras los milagros de Dios, sino tras el Dios de los milagros que él es eterno, fiel y
verdadero.

También podría gustarte