Recae en la voluntad de las partes ya que para su existencia debe darse
indubitablemente la manifestación de la voluntad de manera expresa el consentimiento, ya que de esa manera las partes estarían renunciando al derecho constitucional de recurrir a la jurisdicción ordinaria. El convenio arbitral tiene por sí misma una naturaleza contractual en donde se evidencia el acuerdo de voluntades destinado a crear una relación jurídica de carácter patrimonial. Asimismo la aceptación del convenio implica adaptarse a las reglas materiales y procesales de la jurisdicción arbitral y renuncia a la jurisdicción ordinaria. Según Bullard nos dice que el Arbitraje es una fiesta en donde se necesita un tarjeta de invitación para su participación en ella, se entiende que el convenio arbitral es la tarjeta de invitación ya que sin ella no podría participar en dicha “Fiesta” o proceso arbitral, la importancia para un correcto proceso arbitral radica en la fase previa a su creación llámese convenio arbitral en donde se manifiesta claramente la aceptación de las partes a recurrir al arbitraje para solucionar sus controversias originadas de una relación contractual. Se dice que el Arbitraje no es obligatorio de manera que no se le puede obligar a nadie a ir aun proceso arbitral para solucionar un conflicto, esto hace referencia a todas aquellas personas que tienen algún conflicto contractual o de otra materia sin convenio arbitral porque el arbitraje es de carácter obligatorio para aquellas partes de una controversia donde pactaron en una cláusula contractual un convenio arbitral.