Está en la página 1de 1

Educación de calidad requiere más esfuerzos

Miércoles , Febrero 19, 2014

No es un secreto para nadie decir que los estudiantes colombianos están entre
los más malos de los países de la Ocde a la luz de las pasada pruebas Pisa, tal
como nos lo recuerda por estos días Anif. Pero lo peor no son los pésimos
resultados que obtienen nuestros estudiantes de primaria, bachillerato y
universitarios, sino que no hacemos nada por mejorar estructuralmente el
sistema. Lo mismo sucede con la competitividad de la economía, que año tras
año se raja en los rankings mundiales, pero nadie hace nada, más allá de dar
conferencias y vivir del cuento sobre cómo mejorar sin resultados a la vista.

Lo grave es que la educación es el comienzo para mejorar la competitividad del


país económico. ¿Cómo pedir a gritos que se mejore la infraestructura en
términos de vías, si nuestros ingenieros fueron malos en matemáticas?
Colombia figura entre los países de mayor rezago en la calidad de las
matemáticas, donde está de 62 entre 62 economías. ¡Somos los últimos! En
lectura ocupamos la posición 57 y en conocimientos de ciencias de 60. Somos
un país en el que los líderes políticos, académicos y empresariales conocen las
deficiencias, pero prefieren que sus análisis se queden en el Power Point y no
se afecte una realidad social mediocre.

Y para romper esa realidad se necesita una verdadera reforma educativa


donde se eleven los niveles de lectura, de pensamiento matemático y de
aptitudes científicas. Para lograrlo hay que exigirles a los colegios y
universidades mejores salarios para que puedan atraer profesionales de alta
calidad en la docencia. Un profesor mal remunerado no tiene ninguna
posibilidad de superación. Somos muy buenos en diagnosticar, en mostrar el
caso de Corea del Sur, de Finlandia o de China, pero muy malos en lograr
transformaciones en nuestra propia realidad. No hay doctores suficientes en las
universidades como tampoco pedagogos especializados, ni mucho menos
técnicos especializados en la enseñanza de primaria o secundaria.

El Ministerio de Educación se quedó a medio camino con la reforma educativa,


perdió el impulso porque los estudiantes lo pusieron en jaque y muchas las
universidades son muy buenos negocios, pero pésimos centros educativos.
Estamos seguros de que si no se toman verdaderas medidas al respecto,
seguiremos ocupando los últimos lugares en competitividad y calidad
educativa. Ahora que se vienen elecciones al Congreso y a la Presidencia, se
debe poner el tema de la calidad educativa en primera línea del debate. Hablar
en general de calidad educación es fácil, lo complicado está en lograr
consensos sobre mayores exigencias, nuevos horarios, un solo calendario
escolar y pruebas a los profesores. Todo un revolcón que nadie quiere hacer.

También podría gustarte