Está en la página 1de 57

LA EVOLUCIÓN — UNA TEORÍA EN CRISIS1

El libro de 1986 de Michael Denton, Evolution: A Theory in


Crisis (La evolución: Una teoría en crisis), es una crítica
secular del darwinismo ortodoxo. Es reflexiva, lógica,
empírica y está bien escrita. Denton es respetuoso y
equilibrado, mostrando un raro conocimiento de y simpatía
hacia Charles Darwin. Distingue
entre microevolución ymacroevolución. Lo primero tiene
lugar dentro de los genotipos. Los pinzones de los Galápagos
estudiados por Darwin ilustran la microevolución, lo mismo
que el solapamiento circunpolar entre especies de gaviotas, y
las muchas variedades de moscas de la fruta en las islas
Hawaii. Sin embargo, la crianza selectiva de pichones,
gallinas, pavos, ganado, caballos, perros, gatos y muchos
otros animales domésticos dan resultados similares en menos
tiempo.

La macroevolución, el segundo concepto, es lo que debiera


haber ocurrido si la evolución hubiera debido llegar a la
primera célula, o saltar a través de los genotipos, digamos
que desde un reptil a un ave. Mientras que la microevolución
es evidente en la distribución geográfica de muchas especies
vivientes2 y en la crianza selectiva, ello sustenta sólo la
teoría especial de Darwin, la de la variación dentro de
genotipos. Pero la teoría general, cambio a través de los tipos
(o macroevolución) exige el cambio hacia arriba en lugar de
un movimiento lateral.

Para la macroevolución, el problema es cómo pudieron surgir


formas de vida viables totalmente desarrolladas totalmente
por accidente. Denton cita a Monod, que dijo: «El solo azar
está en el origen de cada innovación, de toda creación en la
biosfera. El puro azar, absolutamente libre pero ciego».3 Se
supone que el azar dio origen al primer organismo—quizá
una bacteria, un alga o un protozoo. Posteriormente, según
propone la teoría, el cambio desembocó en complejos
invertebrados y plantas, seguidos por los peces, anfibios,
reptiles, aves, y, por último, los mamíferos.

Según Denton, la prueba de una secuencia así exige al


menos uno de dos tipos de evidencia: o bien una cadena
ininterrumpida de fósiles de transición o de intermedios
supervivientes, o reconstrucciones plausibles de tales series
junto con sus respectivos nichos ecológicos. La dificultad
reside en mostrar cómo cada eslabón de la cadena podría ser
viable el tiempo suficiente para que pudiera establecerse el
siguiente. Sólo mediante el establecimiento de series
completas de transición puede hacerse plausible la
hipotetizada continuidad de la jerarquía—desde luego, la
prueba empírica es una exigencia mucho más difícil de suplir.
Aquí de lo que se trata es de la mera plausibilidad. Si tales
transiciones jamás tuvieron lugar, se deberían hallar formas
intermedias en los fósiles y en organismos vivientes. Las
clases existentes deberían solaparse. Los límites claramente
marcados deberían ser más la excepción que la regla.

Aunque Darwin esperaba que llegarían a aparecer


transiciones fósiles, no fue así. Sólo se evidenciaban casos
triviales de microevolución, difícilmente rivalizando con la
crianza selectiva. Y no se hizo posible ninguna medición
precisa de la distancia entre clases existentes hasta
transcurridos más de cien años.

O echemos un vistazo al Celacanto. En base de la evidencia


fósil, los evolucionistas creían que se trataba de un
intermedio entre los peces y los anfibios. Las
reconstrucciones mostraban al Celacanto con características
anfibias y ictíneas. Posteriormente se descubrieron
Celacantos vivos en el Océano Indico cerca de la Provincia
del Cabo, Africa del Sur. Eran peces. Las reconstrucciones
habían sido erróneas. Lo que demuestra que los fósiles
constituyen una pobre base para inferencias detalladas
acerca de enlaces propuestos entre las clases.

Sin embargo, Denton observa que los avances en


microbiología posibilitan acceder a un nuevo tipo de
evidencia. Es ahora posible comparar directamente los
bloques básicos de construcción —las proteínas— de los
seres vivos. Denton observa que las proteínas determinan
«toda la biología de un organismo, todas sus características
anatómicas, sus funciones fisiológicas y metabólicas....».4 Es
difícil creer que la estructura proteínica y la evolución
pudieran carecer de relación. Denton escribe:

La secuencia aminoácida de una proteína de dos organismos


diferentes puede ser fácilmente comparada alineando las dos
secuencias y contando la cantidad de posiciones en que
difieren las cadenas.5

Y estas diferencias

pueden ser cuantificadas de una manera exacta y proveen un


enfoque enteramente novedoso para la medición de las
diferencias entre especies. ...
Al proseguir el trabajo en este campo, se hizo claro que
cada proteína particular tenía una secuencia ligeramente
diferente en especies diferentes y que especies
estrechamente relacionadas tenían secuencias
estrechamente relacionadas. Cuando se compararon las
secuencias de hemoglobina de mamíferos diferentes, como el
hombre y el perro, la divergencia secuencial era de alrededor
del veinte por ciento, mientras que al compararse la
hemoglobina de dos especies disimilares como el hombre y la
carpa, se encontró que la divergencia secuencial era de
alrededor del cincuenta por ciento.6
Estas comparaciones posibilitan la comprobación de hipótesis
sugeridas por la ortodoxia neodarwinista. Por ejemplo,
supongamos que las bacterias hayan estado presentes por
mucho más tiempo que las especies multicelulares, p.e., los
mamíferos. Supongamos además que las bacterias estén
más estrechamente relacionadas con las plantas que con los
peces, anfibios, y mamíferos, en este orden. Si es así,
deberíamos ver evidencia de estos hechos en las secuencias
de aminoácidos de las proteínas comunes. Por ejemplo,
todos los grupos mencionados emplean citocromo C, una
proteína empleada en producción de energía. Las diferencias
en esta proteína deberían concordar con una secuencia
evolutiva. Sin embargo, la comparación del citocromo C
bacteriano las proteínas correspondientes en el caballo,
pichón, atún, gusano de seda, trigo y levadura muestra que
estas últimas son todas equidistantes del de la bacteria. La
diferencia entre la bacteria y la levadura no es menor que
entre la bacteria y el mamífero, o entre cualesquiera de las
otras clases.

Tampoco cambia la cosa si escogemos otras clases o


proteínas diferentes. Las clases tradicionales de organismos
son identificables a través de la jerarquía tipológica, y las
distancias relativas entre las mismas resultan similares, con
independencia de las hipotéticas secuencias evolutivas. Por
ejemplo, Denton observa que los anfibios no se encuentran
entre los peces y los vertebrados terrestres. En contra de la
teoría ortodoxa, los anfibios están a la misma distancia de los
peces que los reptiles y los mamíferos.7

En todas las comparaciones, las hipótesis del evolucionismo


general resultan falsas. Escribe Denton:

El hallazgo realmente significativo que sale a la luz al


comparar las secuencias aminoácidas de las proteínas es
que es imposible disponerlas en ninguna clase de serie
evolutiva.8

El resultado de esto es

que todo el concepto de evolución se derrumba9 [debido a


que] la pauta de diversidad al nivel molecular se conforma a
un sistema jerárquico sumamente ordenado. Cada clase es,
al nivel molecular, singular, aislada y carente de relación
mediante intermedios.10

Además, los ajustes accidentales de diseño que exige el


evolucionismo general son desastres lógicos. Las mutaciones
aleatorias debidas a la radiación, a errores de copia o a otras
fuentes propuestas, raramente resultan en ajustes viables de
diseño, y nunca en diseños perfectos más avanzados.

La evidencia en favor de una evolución general está


totalmente ausente, y las predicciones en base de la teoría
resultan falsas. Darwin confesó que

Lo distintivo de las formas específicas y el hecho de que no


estén amalgamadas entre sí mediante innumerables formas
de transición es una dificultad muy evidente.11

Con todo, insiste él en un cambio gradual debido a la


selección natural que, a decir de él, no puede producir
modificaciones grandes o repentinas; sólo puede actuar
mediante pasos cortos y lentos.12

Más de un siglo después, el registro fósil sigue sin ajustarse a


la ortodoxia darwinista. Irónicamente, fue al admitir este
«secreto profesional de la paleontología»13 que el profesor
Stephen Jay Gould, de Harvard, adquirió fama y gloria. A
partir de Darwin, los investigadores llegaban a abismos
infranqueables por todas partes de la jerarquía biológica. Sin
embargo, pretendían que estos abismos no existían. Esto
preparó la escena para la teoría saltacional de Gould—idea
ésta que Darwin había rechazado de modo expreso.

La idea de Gould es semejante a las fantasías de Fred


Hoyle14 y de Francis Crick15 acerca de civilizaciones
extraterrestres. Mientras que Gould, junto con su colega Niles
Eldredge, propone milagrosos saltos repentinos en el
progreso evolutivo,16 Hoyle y Crick proponen la
panspermia—semillas de vida procedentes de alguna
civilización extraterrestre. Todas estas teorías sirven sólo
para echar atrás el problema. Denton las rechaza, y concluye
que un diseño perfecto implica una suprema inteligencia.
Pero, a diferencia de Gould, Eldredge, Hoyle y Crick, no
alcanza su propia propuesta a partir de una imaginación
desbocada, sino por una implacable aplicación de la lógica.

Observa él que el problema del designio y su solución


encuentran una analogía casi perfecta en la dificultad de
generar textos en un idioma determinado. Mientras que la
cantidad de textos posibles es grande, la cantidad de
cadenas de letras carentes de sentido es mucho mayor en
órdenes de infinitud. Es tirar muy por lo bajo decir que la
probabilidad de generar por azar incluso un texto gramatical
de sólo unos pocos cientos de palabras es
despreciablemente pequeña. Cualquier cadena de lenguaje
con sentido implica inteligencia.

De la misma manera, las secuencias viables del material de


la vida están en una proporción infinitesimal frente a todas las
posibles secuencias. La pregunta es cómo podría surgir por
accidente una secuencia viable. Denton considera las
probabilidades. Cita a Hoyle y Wickramasinghe, que estiman
que la probabilidad de que una sola célula viviente surgiera
espontáneamente a la existencia en 1 entre 1040.000
intentos —«una probabilidad imposiblemente pequeña ...
incluso si todo el universo consistiera de sopa
orgánica».17 Refiriéndose luego a la «elegancia e ingenio de
una cualidad absolutamente trascendente, que de tal manera
milita contra la idea de azar ....» él pregunta:

«¿Es verdaderamente creíble que unos procesos de azar


hubieran podido construir una realidad, cuyo más mínimo
elemento de la misma—una proteína o gene funcional—es
compleja hasta más allá ... de cualquier cosa producida por la
inteligencia del hombre?»18

Al final, sugiere Denton, los defensores de la ortodoxia


evolucionista son como la Reina Roja de Alicia a través del
Espejo. Cuando Alicia protestó que de nada servía creer en
cosas imposibles, la Reina le dijo:

«Veo que no tienes mucha práctica.... Cuando yo tenía tu


edad, lo hacia media hora al día. ¡Vaya! A veces he creído
hasta seis cosas imposibles antes del desayuno!»19

¿Es el darwinismo una religión?


Guillermo Agudelo Murguía
Introducción
Se discute la semejanza del “darwinismo” con las
religiones,(NOTA 1) considerada, la religión, como una
garantía (de salvación del mundo como un mal en su
totalidad, de vida o de muerte) sobrenatural en el sentido de
que va más allá de los límites a los que pueden llegar los
poderes del ser humano, y cuyo modo de acción es
misterioso e inescrutable, lo que no implica que la garantía
sea ofrecida por una divinidad y que por lo tanto sea
necesaria una relación entre la divinidad y la religión. En
realidad existen religiones ateas. Pero consideramos que el
darwinismo no es precisamente una religión atea ya que la
garantía la da el azar, el misterioso e inescrutable azar.
La ciencia está en crisis de racionalidad, tanto la física como
la biología presentan síntomas similares, con la diferencia de
que la física reconoce leyes naturales que condicionan el
comportamiento de la materia inerte.
Sin embargo, en la física, los fundadores y seguidores de la
interpretación o escuela de Copenhague postularon su
filosofía de la física no sólo como una interpretación posible
sino como la única viable. Intentos de enfoques básicamente
diferentes, incluso de científicos prominentes como Einstein,
Schrödinger, Landé, y Bohm fueron ignorados y aun
ridiculizados. Niels Bohr propugnó por la escuela de
Copenhague incansablemente. Publicó extensivamente, dictó
cátedra ampliamente y diseminó el espíritu de esta escuela.
Bohr era un hábil retórico de la revolución cuántica, no menos
ingenioso que Galileo al tejer argumentos, “interpretaciones
naturales”, con el objetivo de introducir conocimiento
controversial disfrazado como proposiciones intuitivamente
llamativas.
Tanto la escuela de Copenhague como su inevitable retórica
se basan en dos pilares centrales del positivismo y en la
doctrina de la necesidad de conceptos clásicos. No es
sorprendente que por esta necesidad de conceptos clásicos
abunden enunciados contradictorios.
La “reconstrucción racional” es formulada por la ortodoxia con
el fin primario de presentar cualquier alternativa como
imposible en principio y previniendo con esto cualquier
disidencia.
Los científicos deben preocuparse no sólo de construcciones
teóricas ingeniosas y su concordancia con datos
experimentales sino con la viabilidad de que sus conceptos
sean absorbidos por la cultura general del ser humano. La
ciencia no es un soliloquio. Su valor reside en el simple hecho
de estar dentro de su entorno cultural sólo al entrar en
contacto con todos aquellos quienes en este momento están,
o en el futuro estarán, comprometidos con la promoción de la
cultura y el conocimiento.
De acuerdo con E. Schrödinger, no todos lo conceptos están
destinados a sobrevivir pues una ciencia teórica... en la que
los iniciados continúen hablándose en voz baja, en términos
que, en el mejor de los casos, sean entendidos por un
pequeño grupo de iniciados, será cercenada del resto de la
humanidad y a la larga estará condenada a atrofiarse y
osificarse.(NOTA 2)
Lo anterior encaja perfectamente con la biología que se
fundamenta en la teoría o teorías de Charles Darwin, que han
sido la base del darwinismo que paradójicamente se ha
convertido en una religión.
El darwinismo como religión
En este sitio el lector encontrará la historia del
darwinismo(NOTA 3) y las consecuencias de haberlo
perpetuado al convertir sus hipótesis en dogmas irrefutables.
Este artículo trata de aclarar el porqué no consideramos
científica la interpretación de la evolución darwinista.
Consideramos que Darwin no es culpable del cisma que se
está dando en la ciencia desde hace ya bastantes años. El
darwinismo tuvo su importante función en un contexto
histórico determinado que hace mucho ha sido superado.
Pero sus apologistas y seguidores se han empeñado en un
continuismo al hacer de Darwin un Profeta, un Iluminado al
que hay que creerle sin cuestionar su “Palabra”, es decir
crearon una religión que llamaron “Darwinismo”, de donde se
derivaron ideologías como el nazismo y doctrinas económicas
que, pasando por el capitalismo, han llegado al
neoliberalismo. Más aun, hicieron de la competencia la única
conducta capaz de llevar a la supervivencia y al éxito.
Fatalmente secuestraron para su provecho la evolución, este
proceso fundamental de la naturaleza.
Si el darwinismo fuese una ciencia, debería ser dialéctico
pues el conocimiento debe ser dialéctico, es decir arriesgarse
a ser derribado por la experiencia, cosa que sus seguidores
no permiten.
Una de las finalidades de la ciencia es la búsqueda de las
leyes de la naturaleza, entonces ¿cómo es posible que una
teoría que no acepta leyes, que se basa en el azar, en la que
muchas de las soluciones a los fenómenos que trata son
irrepetibles, sea considerada científica?
Que el darwinismo se ha convertido en una religión es
indiscutible, pues lo siguiente podría ser el evangelio sobre su
“Verdad”:
“Revelación a Darwin, que para instruir a todos sus siervos
sobre cómo han sucedido las cosas ha dado a conocer por
sus intermediarios, sus siervos (aquí podemos colocar
cualquier nombre de los propugnadores del darwinismo
ortodoxo), , los cuales dan testimonio de la palabra de Darwin
y de todo lo que él ha visto. Bienaventurados los que leen y
escuchan las palabras de esta teoría, Bienaventurados los
que creen sus temas de charlatanería divulgados por revistas
“científicas”, becados por fundaciones, premiados y honrados
en enciclopedias que garantizan la continuación histórica de
la farsa. Bienaventurados porque ellos heredarán el reino del
engaño y del dinero”
El darwinismo es una religión cuyos dioses son “El-Azar” que,
así escrito, por sus raíces significaría “Mi dios - el dado con el
que se pierde”, la competencia, el egoísmo con su premisa de
la supervivencia del más apto y la tan alardeada “selección
natural”.
Ésta, su diosa principal, es veleidosa como los dioses del
Olimpo. Dice el biólogo Fernando Vallejo “…caprichosa como
las estaciones del año, cambia de parecer según el tiempo y
el espacio. Aquí determina una cosa, allá otra; hoy quiere
esto, mañana siempre no. Fantasmal, nunca da la cara,
siempre actúa per interposita persona: unas veces es el
clima, otras la salinidad del agua, otras los parásitos, la
abundancia de depredadores, la escasez de presas, las
plagas, los pájaros… y ha pasado a reemplazar a la Divina
Providencia en las ciencias naturales.”
Eric J. Chaisson, científico, autor de una plausible teoría
sobre la evolución cósmica,(NOTA 4) declara que “sólo
recientemente la selección natural ha llegado a ser vista por
algunos como la que controla la evolución en forma absoluta.
El poder de este concepto quintaesencial darwiniano está tan
extendido en la biología y los campos relacionados, que
muchos de los llamados ultra-darwinistas lo suscriben
enteramente y sin límite, ciertamente con una clase de fervor
similar al de los fundamentalistas a quienes ellos abominan.
En la misma estrecha línea, los biólogos han adoptado una
inflexible ideología basada en el supuesto que los genes
regulan toda la vida (Dawkins 1996), la mayoría de los
sicólogos evolucionistas (nacidos socio-biólogos) usan el
concepto para revolucionar el estudio del comportamiento
humano bajo estrictas líneas darwinistas (Wright 1994), y aún
unos pocos filósofos se lo han ahora apropiado para explicar
el significado de la vida y la conciencia (Dennet 1995). Ya
Darwin en su tiempo se sintió obligado, en el prefacio de su
última edición (1872) de su clásico, a dejar claro que los
muchos y variados cambios de la vida no se debía a una sola
causa, aunque esta estuviera siempre presente y fuera
poderosa.”
Los defensores del darwinismo han sido siempre grandes
sofistas, como ejemplo comentaremos el artículo “¿Quién le
teme al darwinismo?”(NOTA 5) Uno de tantos en los cuales
se exponen los argumentos más usuales utilizados en su
defensa y en el cual se puede apreciar cómo el darwinismo
es una religión. Dice el artículo (en adelante¿Q?):
¿Q? - La teoría evolucionista de Darwin se ha convertido,
desde su aparición en 1859, en componente básico de la
cultura de occidente. Un evolucionista moderno vuelve a la
obra de Darwin una y otra vez. Esto no tiene nada de
sorprendente, ya que las raíces de todo nuestro pensamiento
evolucionista se remontan a Darwin. (E. Mayr, “Una larga
controversia: Darwin y el darwinismo”, 1992, pág. 9.)
El origen de las especies, de Charles Darwin (1859), produjo
una revolución de enorme envergadura -aun más que las
revoluciones copernicana y newtoniana en los siglos XVI y
XVII-, que llegó a trascender los límites de la biología y a
provocar el derrumbamiento de algunas de nuestras
creencias más firmes. A partir de ese momento, la idea de la
evolución se introdujo en todos los campos del saber,
convirtiéndose en un componente básico de la cultura
occidental.
Todo lo anterior es cierto, Darwin llegó para afianzar una
cultura del engaño cuya génesis se remonta a los albores del
ser humano. (Ver “Cultura del engaño”). Es verdaderamente
lamentable que se haya impuesto a la humanidad una
filosofía anglosajona, que supuestamente era una ciencia, y a
la cual están condenadas todas las interpretaciones de los
descubrimientos científicos. Adoctrinados como estamos en
que la búsqueda de la verdad es cuestión de fe, los
darwinistas, como todo fundamentalista, se sienten
“poseedores de la verdad” con el agravante de que cuentan,
por obvia conveniencia, con todo el apoyo político y
económico. (Ver “Una nueva biología para una nueva
sociedad”).
Se queja el autor de que:
¿Q? …el darwinismo ha recibido ataques tanto de quienes se
resistieron a aceptar las ideas implícitas o explícitas en el
mismo, como de quienes pretendieron ‘corregirlo’.
Y declara que hay una suerte de conspiración:
¿Q? - por lo que mi objetivo es presentar aquí algunos de los
argumentos en contra del darwinismo y discutir la manera de
rebatirlos.
Estas declaraciones con fuertes tintes sofistas, son muy
parecidas a las que los fundamentalistas hacen de sus libros
sagrados.
Una de las aseveraciones más desconcertantes en el artículo
dice:
¿Q? - Huxley y Lyell nunca creyeron en la selección natural ni
suscribieron el gradualismo.
Sin embargo, en su libro How Nature Works, el autor Per
Bak(NOTA 6) comenta que fue en la época de Darwin cuando
Charles Lyell formuló su teoría del gradualismo. La visión de
Lyell era que todo podía explicarse en términos de los
procesos que se observan alrededor nuestro trabajando a la
misma relación fija todo el tiempo. Por ejemplo, las
formaciones geológicas se suponen formadas en procesos
suaves e ininterrumpidos, y toda la escala de eventos, aun los
de mayor extensión y efectos deben ser explicados como
extrapolaciones de procesos suaves e ininterrumpidos que
están ahora operando, a las actuales tazas e intensidades
que se observan. En otras palabras, el comportamiento a
pequeña escala puede ser extendido suave e
ininterrumpidamente acumulándose para producir toda la
escala de eventos. No es necesario establecer ningún nuevo
principio para los procesos grandes y largos, toda causalidad
reside en la pequeñez del presente observable y todas las
magnitudes pueden ser explicadas por extrapolación.
Darwin aceptó la visión gradualista de Lyell en toda su
intransigente intensidad, Darwin creyó que este mecanismo,
mutación aleatoria seguida por selección y proliferación de las
variantes más aptas necesariamente conduciría a una
evolución pareja y continua. Darwin declaró: ‘Nosotros no
vemos nada de estos pequeños cambios en progreso hasta
que la mano del tiempo las haya marcado con el transcurrir
de las épocas.’ Esto es el gradualismo en una pequeña
proposición.”
¿Q? - No hay acuerdo entre diferentes autores acerca de cuál
fue el método científico de Darwin…A partir de la síntesis
evolutiva de la década de 1930, "darwinismo" pasó a
significar cambio bajo la influencia de la selección natural, es
decir evolución variacional…Si bien en su Autobiografía
admitió haber trabajado sobre sólidos principios baconianos y
sin teoría alguna haber colectado datos, es evidente que
muchas de sus ideas surgieron con anterioridad, y que
recolectó datos para comprobar sus especulaciones.
Típica declaración de quien pretende defender lo
indefendible: El autor, el profeta, el científico o quien se trata
de defender dijo tal cosa, pero no es eso lo que trató de decir,
sino otra cosa que es lo que conviene a mi interpretación y a
su defensa.
¿Q? - A partir de 1859 hubo varios intentos por remplazar el
darwinismo por teorías que de algún modo contemplaran
algún componente finalista o teleológico, hacia cierta
"perfección" intrínseca, en lugar de la falta de finalidad
explícita de la selección natural.
El no aceptar la obviedad de que la evolución tiende o por lo
menos tendía a adquirir cada vez mayor complejidad es una
típica actitud del fundamentalismo. Lo teleológico no implica
“perfección”, la supervivencia del más apto es en sí una
teleología.
Es muy claro el fundamentalismo del artículo pues como
puede apreciarse en el siguiente párrafo, Gould, a pesar de
ser darwinista, por haber formulado un mecanismo diferente
al gradualismo para justificar la emergencia de nuevas formas
de vida, es clasificado casi como “hereje”.
¿Q? - Gould combinaba magistralmente erudición y
amenidad. Pero, ¿cuáles han sido sus contribuciones a la
supuesta "corrección" al darwinismo? Básicamente, dos: que
la teoría de los "equilibrios discontinuos" (punctuated
equilibrium, en inglés) de Eldredge y Gould erosionó la
ortodoxia darwinista, y que el "adaptacionismo" ha sido
refutado o al menos relegado a un papel menor en la biología
evolutiva (Dennett, 1995).
En 1972, Eldredge y Gould propusieron la teoría de los
"equilibrios discontinuos" como alternativa al gradualismo
darwiniano. Mientras que los darwinistas ortodoxos tienden a
considerar que la evolución es gradual, ellos propusieron que
en realidad opera "a saltos": luego de largos periodos en que
las especies permanecen sin cambio (equilibrio) se producen
breves momentos de cambio. De este modo, los
paleontólogos no deberían pensar en la ausencia de fósiles
"intermedios", sino más bien que éstos bien podrían no haber
existido nunca. Inicialmente, la teoría fue desestimada por los
darwinistas, debido a que Gould y Eldredge no propusieron
un mecanismo concreto para explicar cambios morfológicos
grandes y repentinos.
Las opiniones del autor nos hacen comprender qué tan fuerte
es la ortodoxia darwinista, porque existen ya varias
propuestas sobre mecanismos concretos para explicar estos
cambios morfológicos grandes y repentinos, como se puede
ver en el artículo “Las estructuras disipativas en la evolución”
o en el citado libro de E. J. Chaisson.
¿Q? - Matemáticos: físicos, genetistas, bioquímicos y
abogados forman un ejército que combate fervorosamente al
darwinismo.
Más bien los darwinistas defienden fervorosamente al
darwinismo, y no aceptan interpretaciones de la ciencia que
no sean encajadas a fortiori en los postulados de la teoría
sintética y si no tienen argumentos sólidos para defenderse,
acusan de religiosos o anticientíficos a los argumentos en
contra. Para ver hasta dónde llegan en este afán los
darwinistas, que no son solamente los biólogos sino todo
aquel que se precie de ser “un verdadero científico”,
trascribimos una frase que aparece en la definición de
“universo” en el diccionario de filosofía de Mario
Bunge:(NOTA 7) “Las hipótesis según las cuales el universo
tuvo un principio y tendrá un final no son científicas sino
teológicas.” ¡Con esto decimos adiós a Einstein y a todas las
ciencias emergentes!
Cada ser humano es libre y tiene el derecho de creer lo que
mejor le convenga, el problema con el darwinismo es que sus
dogmas están involucrados en el ámbito científico.
¿Q? - Phillip Johnson, en Proceso a Darwin (1995), ha
sugerido que la evolución darwiniana no está basada en
hechos, sino en el materialismo filosófico. Esta suerte de fe
en el naturalismo filosófico hace que el darwinismo se
asemeje a una religión, (nuestro énfasis) citando para
ejemplificar una frase de Richard Dawkins (1996), en El
relojero ciego: “Se puede decir con total certidumbre que si
uno encuentra a alguien que afirma no creer (nuestro énfasis)
en la evolución, esta persona es ignorante, estúpida o loca (o
es malvada, pero preferiría no considerar esta posibilidad)”.
Afortunadamente nosotros sí “creemos” en la evolución; sin
embargo, no sabemos si los epítetos de Dawkins nos sean
aplicables al no ser darwinistas y apostar por la ciencia,
porque la evolución no es un proceso que la biología o la
genética o cualquier ciencia particular deba apropiarse. Es el
proceso fundamental del universo en el cual deben concurrir
todas las ciencias y no es asunto de “creencia”
¿Q? - Pero, ¿qué es en realidad lo que Johnson critica del
darwinismo? Básicamente, que la complejidad biológica se
atribuya a la acumulación de mutaciones y a la selección
natural, lo cual nunca ha sido demostrado empíricamente; es
más bien una deducción de la filosofía naturalista. De este
modo, los evolucionistas adhieren al naturalismo como una
creencia metafísica. Esto, que para muchos suena a herejía,
sin embargo ha sido aceptado sin inconvenientes por el
filósofo Michael Ruse, quien ha sostenido que "el lado
científico tiene ciertos presupuestos metafísicos incorporados
en la actividad científica, lo cual, […] creo que con toda
honradez deberíamos admitir”.
Todas las interpretaciones de los descubrimientos científicos
están contaminadas con la ideología de quien hace la
interpretación, por lo que en el caso de la evolución, este
proceso, insistimos, debería ser abordado de manera
interdisciplinaria.
Al respecto Per Bak comenta: “La complejidad trata con un
fenómeno común en especies diferentes, así que el estudio
de la complejidad debería beneficiarse de una aproximación
interdisciplinaria. Esto no se da actualmente y aunque la
ciencia del caos ha estimulado algo este punto de vista, los
científicos ortodoxos no están dispuestos a ceder. Sin
embargo, por las reglas de la sociología, a alguien de arriba
le toca cambiar el curso de la ciencia. Muy pocos son los
científicos que se aventuran a nuevas áreas que no han sido
aprobadas de arriba. Hay una buena razón para esto, dado
que los científicos jóvenes se quedan solos si se salen de las
disciplinas tradicionales. Históricamente, en las
universidades, las diferentes ciencias son confinadas a
departamentos especializados con poca correlación. Esto ha
dejado grandes áreas de la ciencia sin explorar.”(NOTA 8)
¿Q? - Esta discusión acerca de los presupuestos ideológicos
de la ciencia puede derivar en otro debate que con el tiempo
resurge una y otra vez: el del darwinismo versus la religión.
En cuanto a los teólogos del siglo XIX, no necesariamente se
convirtieron en sus adversarios. La reacción de muchos
religiosos fue positiva (Ruse, 2001). Por ejemplo, los
reverendos Baden Powell y Charles Kingsley alabaron “El
origen de las especies”. Incluso el botánico Asa Gray, uno de
los más firmes seguidores de Darwin en el nuevo mundo, era
un cristiano devoto.
Recientemente, Michael Ruse (2001) ha publicado el libro
“¿Puede un darwinista ser cristiano?” A lo largo del mismo, el
autor discute ampliamente las dimensiones científicas,
filosóficas y teológicas de la pregunta. Luego de examinar
diferencias y coincidencias entre diferentes autores, Ruse
concluye que darwinismo y cristianismo no son mutuamente
incompatibles.
Lo cual quiere decir que Dios creó el universo por azar y sin
ningún propósito. Hacer estas aseveraciones es exagerar
hasta el límite tratando de darle validez a una teoría, Sin
embargo esto da muy buenos resultados pues así los
religiosos purifican su conciencia y pueden ser a la vez
creyentes en dos dioses. ¡Aunque usted no lo crea!
Los darwinistas no se ponen de acuerdo en cuanto a que su
religión sea compatible con el cristianismo, pues en la misma
revista donde aparece el artículo que estamos discutiendo se
publicó otro titulado “Relaciones entre ciencia y religión:
¿Cómo la viven los científicos?”, donde ésta dualidad se
atribuye a malentendidos o se da por conveniencia como en
el caso de Newton, “que produjo su obra en el reflujo de ésta
revolución (el restablecimiento de la monarquía después de la
dictadura de Oliver Cromwell). Newton era creyente y
cristiano, pero su cristianismo era heterodoxo, y siempre
estuvo interesado en cuestiones teológicas. No es difícil
entender que, dada su posición de funcionario y la aplicación
de medidas gubernamentales discriminatorias contra
disidentes religiosos, haya sido prudente en la difusión de sus
opiniones en este terreno, ya que ello podría haberle causado
dificultades con la Iglesia oficial. También se podría conjeturar
que quería distanciarse de los deístas para no aparecer como
enemigo del Estado al que servía.”(NOTA 9)
Richard Dawkins, en el artículo The Great
Convergence”(NOTA 10) se pregunta “¿Están la ciencia y la
religión convergiendo?” Y termina su alegato diciendo
“¿Convergencia? Sólo cuando conviene. En un juicio
honesto, la declaración sin pruebas (como muchas de las que
hacen los darwinistas) sobre la convergencia entre ciencia y
religión es superficial, vacía, vana, un torcido e impuro
fraude.”
¿Q? - Ahora bien, si las conclusiones de Ruse (que
darwinismo y cristianismo no son mutuamente incompatibles)
son correctas, ¿por qué existe en la actualidad debate entre
creacionistas y evolucionistas?
Por lo que vimos arriba y porque simplemente es el mismo
fenómeno que sucede entre confesiones distintas: “Mi dios no
es tu dios, el mío es el verdadero”.
¿Q? - El fenómeno del llamado "creacionismo científico"
parece circunscribirse a Estados Unidos de América, y las
razones del mismo deberían ser motivo de un análisis
sociológico. (Quizá no habría que descartar la ignorancia.
¿Acaso una encuesta de Gallup de 1993 no descubrió que el
47 por ciento de los estadounidenses cree que Homo sapiens
es una especie creada sobrenaturalmente hace menos de 10
mil años?)
El autor tiene razón en cuanto a que el “creacionismo
científico" parece circunscribirse a Estados Unidos de
América pero sugiere que esta teoría o el “diseño inteligente”
ha sido propuesta por ese 47 por ciento de los
estadounidenses que pueden llamarse “ignorantes” por lo que
todos los que no lo son deben, forzosamente, ser
darwinistas.
El darwinismo tendrá siempre problemas no sólo con los
creacionistas sino con los resultados de las investigaciones
científicas que en forma exponencial se están produciendo,
como se muestra en el siguiente ejemplo.
En el diario El País, Javier Sampedro publicó el 18 de marzo
del 2006 un artículo con el título ‘Se busca un nuevo Darwin’,
donde informa que:
“Davidson y el paleontólogo Doug Erwin, conservador del
Museo Nacional de Historia Natural, en Washington, han
publicado en la revista Science (10 de febrero) una hipótesis
sobre la evolución de los animales que entra en flagrante
contradicción con la ortodoxia darwinista que se enseña en
las universidades, se divulga en los best sellers científicos -
desde El gen egoísta, de Richard Dawkins, hasta La peligrosa
idea de Darwin, de Daniel Dennet- y, por tanto, se acepta
como una verdad revelada (nuestro énfasis) por los
intelectuales y científicos de otras áreas, como Steven Pinker
y los demás psicólogos y filósofos que intentan aplicar la
teoría evolutiva al dificultoso propósito de comprender la
mente humana”.
Pero en una actitud totalmente carente de sentido común
declaran que no son antidarwinistas.
¿Q? - En la celebración del 60 aniversario de la refundación
de la Academia Pontificia de Ciencias (1996), el papa Juan
Pablo II señaló claramente que:
"... nuevo conocimiento ha llevado a reconocer que la teoría
de la evolución es más que una hipótesis".
La declaración de Juan Pablo II ha sido refutada por
Benedicto XVI en una actitud más coherente, pues en
realidad la ciencia y la mayoría de las religiones son
completamente incompatibles. El Dr. Ruy Pérez
Tamayo(NOTA 11) dice en su artículo “Ciencia y
Religión”(NOTA 12): “Para escribir sobre el tema de las
relaciones entre la ciencia y la religión, lo primero que debe
hacer el autor es exhibir sus credenciales con toda
honestidad: en este caso se trata de un científico profesional
con más de sesenta años de actividad en el campo de la
investigación biomédica en la UNAM y que nunca ha sido
religioso, o sea es ateo desde su nacimiento. A estas dos
credenciales el autor agrega otra, para justificar un poco lo
que sigue: Ha estado interesado en la filosofía de la ciencia y
en las relaciones de esta disciplina con la religión católica
desde que se acuerda, o sea desde hace ya muchos años.”
Considera el Dr. Pérez Tamayo que existen tres escuelas de
pensamiento o formas de enfrentarse a las relaciones entre
ciencia y religión:
1. La guerra entre las dos formas de concebir el mundo o sea
la incompatibilidad absoluta.
2. La coexistencia pacífica entre los dos conceptos de la
realidad.
3. La integración de la ciencia y la religión en un solo sistema
conceptual de la realidad.
“Las tres formas anteriores de relación entre la ciencia y la
religión revelan que, sin cambios o concepciones, las dos
maneras de concebir la realidad son incompatibles.”
¿Q? - Por otra parte, la Academia Nacional de Ciencias de
Estados Unidos sostiene que:
"Muchas personas religiosas, incluso muchos científicos,
afirman que Dios creó el Universo y los diferentes procesos
que conducen la evolución física y biológica, y que estos
procesos resultaron en la creación de galaxias, nuestro
Sistema Solar y la vida en la Tierra. Esta creencia, a veces
llamada 'evolución deísta', no contradice las explicaciones
científicas de la evolución."
Esta creencia la expresó Teilhard de Chardin hace más de 70
años y por ello fue sancionado de por vida por la Iglesia
Católica y por las instituciones científicas.
La incompatibilidad entre darwinismo y creacionismo no es
entre ciencia y religión sino entre dos religiones pues,
insistimos, no consideramos al darwinismo como una ciencia
sino como una religión, por lo que sus seguidores tendrán el
problema que han tenido siempre las diferentes religiones
entre si y con la ciencia. Por supuesto los darwinistas tienen
que adaptar todos los descubrimientos científicos a su
paradigma por más dañino que esto resulte para la
humanidad.
El darwinismo, como religión, ha sido culpable de mil
enredos, y uno de los propósitos del libro en sí es exponer
precisamente eso.
¿Q? - Tras 140 años de fracasados ataques, el darwinismo
ha emergido cada vez más fortalecido (Mayr, 1992). Todas
las polémicas actuales dentro de la biología evolutiva se dan
dentro del marco conceptual del darwinismo y aparentemente
no existen argumentos racionales para oponerse al mismo.
Hasta un antidarwinista admite que: "el modelo darwiniano es
aún el único modelo evolutivo propuesto que invoca procesos
físicos y naturales como agentes causantes del cambio
evolutivo... El darwinismo constituye, entonces, la única teoría
evolutiva verdaderamente científica" (Denton, 1986, pág.
355).
El darwinismo no se ha fortalecido. Al contrario, es una teoría
en crisis como se puede ver en los artículos de este sitio y en
libros como Evolución: una teoría en crisis,(NOTA
13) Pensando la evolución, pensando la vida.(NOTA 14)
Por otra parte el autor evade hablar de las ciencias
emergentes como Complejidad, Caos y Dinámica no lineal, la
nueva termodinámica de Ilya Prigogine o la nueva ciencia de
Stephen Wolfram quien en su libro A New Kind of
Science presenta el fruto de sus esfuerzos por modelar todas
las facetas de la naturaleza, incluyendo el universo mismo,
con programas simples. Su meta es lograr penetrar en el
origen y la naturaleza de la complejidad, un comportamiento
que sólo recientemente ha logrado interesar dentro de la
comunidad científica. Los resultados preliminares de Wolfram
muestran que, ciertamente, el comportamiento del espacio-
tiempo puede ser modelado con programas llamados
autómatas celulares y redes causales, en los cuales la
realidad fundamental es la interconexión entre los nodos de la
red. Pero lo más importante es que deben existir reglas y
unas bien determinadas condiciones iniciales.
Wolfram ha desarrollado un lenguaje de computadora
llamado Matemática, y ha intentado modelar el universo.
Afirma que usando varios programas de computadora tales
como autómatas celulares y redes causales, ha sido capaz de
reproducir el comportamiento característico de muchos
sistemas físicos.
Con los resultados de incontables experimentos generados
por computadora, ha demostrado claramente que la
complejidad debe ser incluida en la lista de comportamientos
normales posibles de un sistema físico. De hecho, encuentra
que aun sistemas que obedecen reglas simples pueden
producir comportamiento complejo. Este descubrimiento llegó
a ser la base de lo que él llama un nuevo tipo de ciencia.
Wolfram sostiene que la nueva ciencia es suficientemente
poderosa para comprender los resultados de la ciencia
tradicional y, como subproducto, proveer una mayor
penetración al conocimiento de los fenómenos. En particular,
él es capaz de sugerir vías para modelar el universo conocido
de una manera consistente con las leyes de la física. Esto lo
hace mediante simples programas como autómatas celulares
y redes causales en las que finalmente la realidad
fundamental es la interconexión entre nodos.
¿Q? - Entonces ¿por qué será que resurgen una y otra vez
distintas formas de antidarwinismo? Daniel Dennett (1995)
propone una respuesta radical, al sostener que el darwinismo
cala más hondo en nuestras creencias básicas de lo que
cualquier autor previo haya reconocido. Dicho de otro modo,
la revolución darwiniana no es solamente una revolución
científica, también es una revolución filosófica, y sus
consecuencias exceden la biología hasta todos los campos
del saber, transformando radicalmente nuestra visión del
mundo. Simplemente, que la selección natural carece de
propósito y por ende acaba con la idea del diseño. En
palabras de Richard Dawkins (1996), la selección natural es
como un «relojero ciego", que construye sin ver ni planear
consecuencias, sin propósito alguno, y sus productos, sin
embargo, parecen "diseñados".
El citado científico Per Bak(NOTA 15) declara que
desafortunadamente hay un punto de vista entre los biólogos
en el que la evolución se entiende basada en las teorías
pioneras y que no hay necesidad de hacer más trabajo
teórico. Este punto de vista está establecido explícitamente
en el libro de R. Dawkins, El relojero ciego. Nada previene
más el progreso que la creencia de que todo ya se sabe, una
creencia que se ha expresado varias veces en la ciencia por
cientos de años.
Conclusión
No es agradable tener que hablar contra lo establecido. Se
gana uno el calificativo de negativo, anticientífico, ignorante,
etc. Y peor aún, cuando no se tienen esperanzas de que las
estructuras de poder acepten nuevos paradigmas.
Mauricio Abdalla, en su ensayo “El principio de cooperación”
nos dice sabiamente que el cambio requiere de una nueva
racionalidad, una interacción justa con la naturaleza al igual
que entre los seres humanos. Pero ¿cómo tener la esperanza
de que el ser humano cambie voluntariamente? Nos
engañamos, nos matamos, nos torturamos sin ningún pudor,
debido a que, según los darwinistas, la vida es una
“competencia implacable” ¿porqué no vamos a torturar, tratar
de engañar y aniquilar a la naturaleza?
Cuando las interpretaciones de los resultados de las
investigaciones científicas tienen que sujetarse a dogmas, se
oponen al más elemental sentido común, se cometen muchos
errores en detrimento del auténtico espíritu científico y las
contradicciones son inevitables. Las religiones se mantienen
por siglos gracias al dogma, pero en la ciencia los dogmas
impiden el progreso, lo que a su vez impide nuestro cabal
entendimiento sobre la evolución, el proceso base del
universo.
Fundamentados en que el universo es producto del azar y sin
propósito, ni los políticos, ni la mayoría de los científicos,
menos aún la población en general, están dispuestos a ceder
un ápice para cambiar de paradigma, pues en el actual se
basan para que las potencias (los “más aptos”) se repartan el
mundo. Los pueblos considerados inferiores lo son por
“selección natural” y así es como debe ser. “Científicamente”
se justifica la colonización económica actual. El darwinismo
conduce también al etnocentrismo y al antropocentrismo que
como ya dijimos alientan el dominio y destrucción de la
naturaleza, una más de las consecuencias nefastas de esta
religión. Queremos hacer énfasis en que ninguna religión es
mala per se. Todos tenemos el derecho de creer lo que más
nos convenga. Pero en el caso del darwinismo, los dogmas
controlan cualquier interpretación científica y esto es dañino
para la ciencia misma. Pocas esperanzas existen de un
cambio. No obstante, de acuerdo con el escritor
argentino Ernesto Sábato:La historia de la humanidad es una
larga serie de estupideces y maldades, pero es nuestro deber
luchar contra la estupidez y la maldad.
El británico Michael Denton, biólogo molecular, director del
centro de investigaciones en genética humana de Sidney, en
Australia, ha afirmado en París que la búsqueda de los
famosos eslabones perdidos en la evolución de los seres
vivos ha fracasado porque no han existido jamás, en contra
de la teoría sostenida por Darwin.
En el curso de una conferencia organizada en la universidad
de la Sorbona por la asociación francesa HIT (siglas en
francés de Alta Tecnología de Inteligencia), el biólogo Michael
Danton ha expuesto las razones que le han conducido a
atacar a su ilustre predecesor: "Darwin fue víctima de una
paradoja. En efecto, hace más de un siglo propuso una teoría
que se enfrentaba a los dogmas del creacionismo. Con el
paso del tiempo su teoría se ha transformado, ella misma, en
un dogma al que se prohíbe cuestionar, so pena de ser
tratado como antievolucionista"."Nadie niega", insiste, "los
principios de la evolución de los organismos vivos por
modificación del genoma (material hereditario). La selección
natural puede estar en la base de ciertas transformaciones a
nivel de especie, pero es absolutamente insuficiente para
brindar una explicación global de la evolución".
Danton rechaza la idea de una evolución "de pasos
pequeños", que transformaría, por ejemplo, a un mamífero
terrestre en una ballena con una multitud de modificaciones
necesarias y tan importantes como la modificación de sus
miembros ariteriores hasta convertirse en aletas.
Si esta hipótesis fuera correcta debían de haber existido miles
de especies de transición que habrían dejado algún rastro en
nuestros días, según Denton, pero nada de eso se ha
encontrado. Los saltos en la evolución han sido constatados
por numerosos investigadores que trabajan sobre distintas
especies pero Denton denuncia que unsecretismo
profesional ha ocultado estos descubrimientos porque
cuestionan la teoría oficial, basada exclusívamente en datos
morfológicos.

Nuevas herramientas
Los recientes descubrimientos de la biología molecular han
puesto a disposición de los científicos unas herramientas
completamente nuevas que permiten comparar los
organismos según los criterios bioquímicos. Así es como se
ha podido descubrir entre otros el Opposum, considerado
como un marsupial primitivo, que no presenta las
características bioquímícas que deberían corresponder a los
ancestros de su grupo.Lo mismo ocurre con
el Dipneusto, extraño pez de los mares africanos que puede
respirar indístintamente por branquias o pulmones y cuya
figura correspondería al eslabón perdido entre los animales
acuáticos y terrestres pero que sobre el plano molecular no
presenta ningún indicio del carácter de transición que se le
supone.
En su conferencia -como en su libro Evolución, una teoría
en crisis- Michael Danton no busca establecer nuevas teorías
infalibles. Se limita a proponercuestiones que se desprenden
de los últimos descubrimientos cientíricos.
Una cosa es segura, concluye, haciendo una comparación
inesperada: la evolución de los seres vivos sigue una lógica
similar a la de la historia de los relojes. Los primeros aparatos
mecánicos, los digitales y los atómicos, lo único que tienen en
común es que miden el tiempo. En las diferentes categorías,
han evolucionado poco a poco, pero para pasar de una fase
de la evolución esencial a otra han dado saltos cualitativos
gracias a la adorición de tecnologías completamente.

PORQUE SON INVALIDOS LOS SUPUESTOS


EVOLUCIONISTAS

En este capítulo escribiremos sobre una serie de fenómenos


y conceptos biológicos presentados como evidencias teóricas
por los evolucionistas. Dichos tópicos son particularmente
importantes porque señalan que no hay ningún
descubrimiento científico que apoye o respalde la evolución,
revelando a su vez el grado de distorsión y mistificación
empleada por los evolucionistas.

Variaciones y Especies

La variación, un término usado en genética, se refiere a los


sucesos genéticos que hacen que los individuos o grupos de
cierto tipo o especie posean características distintas. Por
ejemplo, todas las personas sobre la Tierra poseen
básicamente la misma información genética. No obstante
algunos tienen ojos oblicuos, o cabellos rojos, o narices
largas, o una estatura reducida, dependiendo ello del grado
del potencial de variación de su información genética.

Los evolucionistas proclaman las variaciones dentro de una


especie como evidencia de la teoría. Sin embargo, las
variaciones no constituyen una evidencia de la evolución
porque las mismas son el resultado de distintas
combinaciones de la información genética ya existente y no
agrega ninguna característica nueva a la misma. Lo
importante para la teoría de la evolución, sin embargo, es la
cuestión de cómo podría producirse una nueva información
para hacer una nueva especie.
Las Variaciones Dentro de
las Especies no Implican
Evolución

En el libro El Origen de las


Especies Darwin confunde
dos conceptos: variaciones
dentro de una especie y
aparición de una especie
totalmente nueva. Por
ejemplo, observó las
variaciones entre las crías
de perros e imaginó que
algunos de ellos llevarían
algún día a la aparición de
una especie distinta. Incluso
en la actualidad, los
evolucionistas persisten en
el intento de presentar las
variaciones dentro de las
especies como
“evolucionismo”.
Sin embargo, es una
realidad científica que las
mismas no llevan a la Las variaciones siempre tienen
evolución. Es decir, no lugar dentro de los límites de la
importa cuántas camadas información genética. En la
de perros se produzcan, ciencia genética ese límite se
éstos siempre seguirán llama "pool de genes". Todas las
siendo una sola especie. características presentes en el
Nunca ocurrirá transmisión pool de genes de una especie
alguna de una especie a pueden presentarse de distintas
otra. maneras debido a la variación.
Por ejemplo, como resultado de
ésta, pueden aparecer
variedades que tengan una cola relativamente más larga o
una pierna más corta, porque en el pool de genes de los
reptiles existe, por ejemplo, la información de la pierna corta y
de la pierna larga. Sin embargo, las variaciones no
transforman a los reptiles en pájaros por medio del agregado
de alas o plumas, o por modificaciones en su metabolismo.
Tal cambio requiere un aumento en la información genética
de los organismos vivientes, cosa absolutamente imposible
por medio de las variaciones.

Darwin no era consciente de este hecho cuando formuló su


teoría y pensaba que las variaciones no tenían ningún límite.
En un artículo que escribió en 1844 dijo: “La existencia en la
naturaleza de un límite a la variación es algo asumido por
muchos autores, aunque yo soy incapaz de descubrir un solo
hecho sobre el que se fundamente esa creencia”143 En El
Origen de las Especies citó distintos ejemplos de variaciones
como las evidencias más importantes de su teoría.

Por ejemplo, según Darwin, los criadores de ganado que


aparean distintas variedades con el objeto de dar lugar a
otras nuevas que produzcan más leche, a la larga iban a
transformar (a ese ganado) en especies distintas. La idea de
Darwin de "variación ilimitada" se ve mejor en una expresión
en El Origen de las Especies: “No veo ninguna dificultad en
que una raza de osos se pueda volver, a través de la
selección natural, cada vez más acuática en sus hábitos, con
una boca cada vez más grande, hasta que se produzca una
criatura tan inmensa como una ballena”144

La razón por la que Darwin se valió de un ejemplo tan traído


de los cabellos residía en la comprensión muy elemental de la
ciencia de entonces. Luego, en el siglo XX, la ciencia sentó el
principio de "estabilidad genética" (homeostasis genética),
fundamentada en los resultados de experimentos conducidos
sobre seres vivos. Este principio sostiene que todos los
apareamientos llevados a cabo para producir nuevas
variaciones (distintas a las contempladas en el pool de genes)
fueron ineficaces y que existen barreras estrictas entre las
distintas especies de seres vivientes. Esto significaba que era
absolutamente imposible que los criadores de animales
conviertan al ganado en especies distintas por medio de
aparear distintas variedades, como había postulado Darwin.

Norman Macbeth, quien desaprobó el darwinismo en su libro


Darwin Revisado, dice:
“Lo esencial del problema es si lo viviente varía en realidad
en una medida ilimitada… Las especies se ven estables.
Todos hemos oído hablar de criadores desengañados que
llegaron con su trabajo hasta cierto punto para ver solamente
que los animales o plantas retroceden al punto del que
habían partido. A pesar de los tenaces esfuerzos durante dos
o tres siglos, nunca ha sido posible producir una rosa azul o
un tulipán negro”145

Luther Burbank, considerado el criador más competente de


todos los tiempos, expresó este hecho cuando dijo: “hay
límites en la posibilidad del desarrollo y esos límites siguen
una ley”146 Hablando del tema comentó el científico danés
W. L. Johansen:

“Las variaciones sobre las que Darwin y Wallace han puesto


el énfasis, no pueden promover la selección más allá de
cierto punto. Esa variabilidad no contiene el secreto de una
‘marcha
indefinida’ ”147

EL MITO DE LA EVOLUCION DEL OSO A


BALLENA

¡Darwin afirma en El Origen de las


Especies que las ballenas son el producto
de la evolución del oso que intentaba
nadar! Supuso, equivocadamente, que las
posibilidades de variaciones de una
especie eran ilimitadas. La ciencia del siglo
De la misma XX ha demostrado que se trata de un
manera, los escenario imaginario.
distintos pinzones
que Darwin vio en
las Islas Galápagos, son otro ejemplo de que la variación no
es ninguna evidencia de “evolución”. Observaciones recientes
han revelado que esas aves no sufrieron variaciones
ilimitadas como supone la teoría darwinista. Además, la
mayoría de los distintos tipos de pinzones que Darwin
suponía pertenecían a catorce especies diferentes, en
realidad están vinculadas entre sí, lo cual significa que las
variaciones que existieron fueron dentro de la misma especie.
El estudio de los científicos muestra que los picos de los
pinzones, que han sido leyenda en casi todas las fuentes
evolucionistas, en verdad son ejemplos de “variación”. Por lo
tanto, no constituyen una evidencia para la teoría de la
evolución. Peter y Rosemary Grant, quienes invirtieron años
observándolos en la búsqueda de pruebas a favor del
evolucionismo darwinista, se vieron forzados a concluir que
no se presentaba ninguna “evolución” que condujese a la
aparición de nuevos rasgos148

La Resistencia a los Antibióticos y la Inmunidad Frente al


DDT no es Ninguna Evidencia a Favor de la Evolución

Uno de los conceptos biológicos que los evolucionistas


intentan presentar como evidencia para su teoría es el de la
resistencia de las bacterias a los antibióticos.

Muchas de esas fuentes exhiben dicha resistencia como “un


ejemplo del desarrollo de lo viviente por medio de mutaciones
ventajosas”. Lo mismo se afirma respecto a los insectos que
adquieren inmunidad a los insecticidas como el DDT.

Sin embargo, en esto también están equivocados los


evolucionistas.

Loa antibióticos son “asesinos de moléculas” producidos por


microorganismos para combatir otros microorganismos. El
primero fue la penicilina, descubierto por Alexander Fleming
en 1928, quien comprobó que un vegetal producía una
molécula que mataba la bacteria Estafilococo, lo cual marcó
un punto de inflexión en la medicina mundial. Antibióticos
derivados de microorganismos fueron usados contra las
bacterias con gran éxito.

Al poco tiempo se descubrió que la bacteria elaboraba, con el


paso del tiempo, la inmunidad al antibiótico. El mecanismo
que opera es el siguiente: una parte grande de bacterias
sometidas al antibiótico muere, pero otra parte, no afectada
por el mismo, se replica rápidamente y reestablece la colonia.
De esta manera se vuelven inmunes a los antibióticos.

Los evolucionistas intentan presentar ésto como “la evolución


de la bacteria por medio de la adaptación a las (nuevas)
condiciones”.
Pero lo real es bastante distinto. El conocido biofísico israelí
Lee Spetner autor del libro No por Casualidad publicado en
1977, sostiene que la inmunidad de las bacterias se da por
dos mecanismos distintos, pero aclara que ninguno de ellos
valen como evidencia de la teoría de la evolución.

Esos mecanismos son:

1) La transferencia de genes resistentes ya está disponible en


la bacteria.

2) La resistencia se constituye como resultado de la pérdida


de datos genéticos debido a la mutación.
El profesor Spetner explica el primer mecanismo en un
artículo publicado en 2001:

“Algunos microorganismos están dotados con genes que


otorgan resistencia a los antibióticos. Esta resistencia se
puede dar por medio de la degradación de las moléculas de
antibiótico o ejecutarla la misma célula... Los organismos que
disponen de estos genes pueden transferirlos a otra bacteria
y hacerla también resistente. Aunque estos mecanismos son
específicos para cada antibiótico en particular, las bacterias
más patógenas han.... tenido éxito en la acumulación de
varios conjuntos de genes que les conceden resistencia a
cierta variedad de antibióticos”149

Luego Spetner dice que ello no es algo que evidencia la


evolución:

“La adquisición de resistencia a los antibióticos de esta


manera... no es del tipo que puede servir como prototipo para
las mutaciones que se necesitan para explicar el
evolucionismo. Los cambios genéticos que podrían ilustrar la
teoría no sólo deben agregar información al genoma de la
bacteria sino que deben agregar nueva información al
biocosmo. La transferencia horizontal de genes sólo se
expande en derredor de los genes que ya están en algunas
especies”150
En consecuencia, no podemos hablar
aquí de ningún tipo de evolución porque
no se produce ninguna información
genética nueva: la existente es,
simplemente, transferida entre bacterias.

El segundo tipo de inmunidad que se


produce como resultado de la mutación,
Los evolucionistas tampoco es un ejemplo de evolución.
retratan la Escribe Spetner:
resistencia de las
bacterias a los “A veces los microorganismos pueden
antibióticos como adquirir resistencia al antibiótico a través
una evidencia de de la substitución azarosa de un solo
la evolución. Pero nucleótido... La estreptomicina,
lo hacen de una descubierta por Waksman y Albert Schatz
manera engañosa. y anunciada en 1944, es un antibiótico
contra el cual la bacteria puede adquirir
resistencia de esta manera. Pero aunque la mutación que
sufre en el proceso es beneficiosa para el microorganismo en
presencia de la estreptomicina, no puede servir como
prototipo de las mutaciones necesarias para (anular el efecto
del) DDT (teoría darwinista). El tipo de mutación que otorga
resistencia a la estreptomicina se manifiesta en el ribosoma y
degrada a su competidor molecular con la molécula
antibiótica. Este cambio en la superficie del ribosoma de los
microorganismos evita que la molécula de estreptomicina se
ligue y lleve a cabo su función antibiótica. El resultado de esta
degradación es una pérdida de especificidad y por lo tanto
una pérdida de información. Lo principal es que por medio de
mutaciones de este tipo no se puede lograr (la evolución),
independientemente de la cantidad que se produzca. La
evolución no puede acontecer por acumulación de
mutaciones, lo cual sólo degrada la especificidad”151
Para resumir, una mutación que afecta el ribosoma de una
bacteria, hace a ésta resistente a la estreptomicina. La razón
de ello se encuentra en la “descomposición” del ribosoma por
medio de la mutación. Es decir, no se agrega ninguna
información genética nueva a la bacteria. Por el contrario, la
estructura del ribosoma se descompone, o sea, la bacteria
queda “incapacitada”. (También se ha descubierto que el
ribosoma de la bacteria mutada es menos funcional que el de
la bacteria normal). Dado que dicha “incapacidad” evita que el
antibiótico se ligue al ribosoma, se desarrolla la “resistencia al
antibiótico”.

Por último, no hay ningún ejemplo de mutación que


“desarrolle la información genética”.

Lo mismo es cierto para la inmunidad que desarrollan los


insectos al DDT y a insecticidas similares. En la mayoría de
estos ejemplos se usa la inmunidad que ya existe en los
genes.
El biólogo evolucionista Francisco Ayala admite esta realidad
al decir:

“Las variaciones genéticas requeridas para la resistencia a


los más diversos tipos de pesticidas estaban aparentemente
presentes en cada una de las poblaciones expuestas a esos
compuestos hechos por el ser humano”152

Algunos otros casos explicados por medio de las mutaciones,


son fenómenos que causan “déficit de información genética”
en los insectos.

En este caso no se puede suponer que los mecanismos


inmunitarios en bacterias e insectos constituyen evidencias
de la teoría de la evolución. Spetner explica que ni la
inmunidad a los antibióticos ni ningún otro fenómeno biológico
indican el tipo de mutación “evolutiva”:

“Nunca se han observado las mutaciones necesarias para la


macro evolución. Ninguna de las mutaciones azarosas que
podrían representar las requeridas por la Teoría
Neodarwinista y que se han registrado a nivel molecular, han
agregado información alguna. Para mí el interrogante es:
¿son las mutaciones observadas hasta ahora las del tipo que
necesita la teoría (de la evolución) para legitimarse? La
respuesta es, terminantemente, ¡NO!”153

La Falacia de los Organos Atrofiados

Todos los
ejemplos de
órganos
atrofiados
fueron
desaprobados
con el tiempo.
Por ejemplo, se
ha demostrado
en la
actualidad que
el pliegue
semicircular en
el ojo,
mencionado en
El Origen de
Durante un largo tiempo apareció en la las Especies
literatura evolucionista el concepto de como una
"órganos atrofiados" como una "evidencia" de estructura
la evolución. Eventualmente se llamaron a atrofiada, es
silencio cuando se demostró que eso no era totalmente
válido. Pero algunos evolucionistas aún creen funcional.
en ello y de tanto en tanto alguien intenta Evidentemente,
presentarlos como una evidencia importante en la época de
de la evolución. Darwin se
desconocía su
La idea de "órganos atrofiados" vio la luz función, que es
hace un siglo. Los evolucionistas creían que la de lubricar el
en los cuerpos de algunas criaturas existían globo ocular.
una serie de órganos no funcionales,
heredados de sus progenitores y que se habían ido atrofiando
gradualmente al no ser usados.

Lo asumido al respecto, en conjunto, es totalmente no


científico y se basa por completo en un conocimiento
insuficiente. Esos "órganos no funcionales" eran en realidad
órganos cuyas "funciones aún no se habían descubierto". La
mejor señal de ésto fue la gradual pero substancial
disminución de "órganos atrofiados" de la larga lista hecha
por los evolucionistas. Uno de ellos, S. R. Scadding, aceptó
este criterio, en su artículo "¿Pueden constituir los órganos
atrofiados una evidencia de la evolución?", publicado en la
revista Teoría Evolucionista:

“Dado que no es posible identificar inequívocamente


estructuras ociosas y dado que la estructura del argumento
usado no es válida científicamente, concluyo que los "órganos
atrofiados" no proveen ninguna evidencia especial para la
teoría de la evolución”154
La lista de órganos atrofiados hecha por el anatomista
alemán R. Wiedersheim en 1895 incluía aproximadamente
100, entre ellos el apéndice y el coxis. Con el progreso de la
ciencia se descubrió que todos tenían, en realidad, funciones
muy importantes. Por ejemplo, se supo que el apéndice,
supuestamente un "órgano atrofiado", era en realidad un
órgano linfoideo que combatía las infecciones corporales.
Esto quedó claro en 1997:

“Otros órganos y tejidos corporales -el timo, el hígado, el


apéndice, el bazo, la médula ósea y los conjuntos pequeños
de tejido linfático como las amígdalas en la garganta y la
placa de Peyer en el intestino delgado- son también partes
del sistema linfático. Ayudan mucho al cuerpo a combatir las
infecciones”155

También se descubrió que las


amígdalas, incluidas en la lista
de los órganos atrofiados, tenían
un papel significativo en la
protección de la garganta contra
las infecciones, particularmente
hasta la adolescencia. Se
determinó que el coxis, en el
extremo inferior de la columna
vertebral, sostiene los huesos
Las águilas, los murciélagos alrededor de la pelvis y es el
y los insectos, tienen alas. punto de convergencia de
No obstante, la posesión de algunos músculos pequeños y
órganos similares no es por esta razón no sería posible
prueba de un antepasado sentarse cómodamente sin
común, diferenciado luego a coxis. En los años siguientes se
través de un proceso comprobó que el timo activaba
evolutivo. el sistema inmunitario en el
cuerpo humano al dinamizar las células T; que la glándula
pineal estaba a cargo de la secreción de algunas hormonas
importantes; que la glándula tiroides era efectiva en proveer
un crecimiento seguro en los bebés y los niños; y que la
glándula pituitaria controlaba el funcionamiento correcto de
muchas glándulas hormonales. Todos estos elementos
nombrados fueron considerados en su momento "órganos
atrofiados". Por último, el pliegue semilunar en el ojo,
considerado como un órgano atrofiado por Darwin, en
realidad está a cargo de la limpieza y lubricación del globo
ocular.

En la suposición de los evolucionistas respecto de los


órganos atrofiados hubo un muy importante error lógico. Su
suposición, como hemos visto, era que los órganos atrofiados
fueron heredados de sus ancestros. Sin embargo, ¡algunos
de los órganos "atrofiados" alegados no se encuentran en las
especies que se suponen ancestros de los seres humanos!
Por ejemplo, el apéndice no existe en algunas especies de
monos que se dicen son ancestros del hombre. El conocido
biólogo H. Enoch, quien puso en tela de juicio la teoría de los
órganos atrofiados, expresó ese error lógico así:

“Los monos poseen un apéndice, mientras que sus parientes


menos inmediatos, los más inferiores, no. Aparece
nuevamente entre los mamíferos placentarios como la
zarigüeya. ¿Cómo pueden responder a esto los
evolucionistas?”156

Dicho de manera sencilla, el escenario de los órganos


atrofiados presentado por los evolucionistas contiene una
serie de defectos lógicos, los cuales, en todo caso, han sido
probados científicamente engañosos. En el cuerpo humano
no existe ningún órgano atrofiado heredado, pues los seres
humanos no provienen de otras criaturas como resultado de
la casualidad, sino que fueron creados en su forma actual,
compleja y perfecta.

El Mito de la Homología

Las similitudes estructurales entre especies diferentes se


llaman en biología "homología". Los evolucionistas intentan
presentar esas similitudes como evidencias de la evolución.

Darwin pensaba que las criaturas con órganos similares


(homólogos) tenían una relación evolutiva entre sí y que esos
órganos debieron haber sido heredados de un antecesor
común. De acuerdo con esta suposición, dado que las
palomas y las águilas tienen alas, al igual que todos los otros
pájaros, era factible considerar que habían evolucionado de
un ancestro común.

La homología es un argumento engañoso basado únicamente


en la aparente semejanza física. Este argumento nunca ha
sido verificado por un solo descubrimiento concreto en todo el
tiempo transcurrido desde los días de Darwin. En ninguna
parte de la Tierra nadie ha encontrado un fósil del imaginario
antecesor común de las criaturas con estructuras homólogas.
Además, por las razones que siguen, quedará claro que la
homología no provee ninguna evidencia de que esa evolución
haya ocurrido jamás.

1. Se encuentran órganos homólogos en criatura de filos


completamente distintos, entre los cuales los evolucionistas
no han sido capaces de establecer ningún tipo de relación
evolutiva.

2. Los códigos genéticos de algunas criaturas que tienen


órganos homólogos son totalmente distintos uno del otro.
3. El desarrollo embrionario de órganos homólogos en
criaturas distintas, es completamente diferente.

.Examinemos ahora estos puntos.

Organos Similares en Especies Vivas Totalmente Distintas

Hay una serie de órganos homólogos compartidos por


distintos grupos entre los cuales los evolucionistas no pueden
establecer ningún tipo de relación evolutiva. Las alas son un
ejemplo. Además de los pájaros, encontramos alas en los
murciélagos, que son mamíferos, en los insectos e incluso en
algunos dinosaurios, que son reptiles extintos. Ni siquiera los
evolucionistas proponen una relación evolutiva o de
parentesco entre esos cuatro grupos distintos de animales.

Otro ejemplo llamativo es la sorprendente semejanza y


similitud estructural observada en los ojos de distintas
criaturas. Por ejemplo, el pulpo y el ser humano son dos
especies extremadamente distintas entre las cuales
posiblemente a nadie se le ocurrirá proponer una relación
evolutiva. No obstante, los ojos de ambos son muy parecidos
en términos de estructura y función. Los evolucionistas ni
siquiera explican la similitud de los ojos. Estos y otros
numerosos ejemplos muestran que la suposición
evolucionista basada en las semejanzas no tiene ningún
basamento científico.

Mamíferos Muy Semejantes Que


Contradicen la Homología
DOS MAMIFEROS EXTINTOS NO
EMPARENTADOS CON DIENTES
GIGANTES
El Smilodon (abajo) y el Thylacosmilus
(arriba) son otro ejemplo de parecido
extraordinario entre mamíferos y
marsupiales “mellizos”, ambos predadores
con enormes dientes frontales. El
inmenso parecido de sus estructuras
craneales y el hecho de no poseer
ninguna relación de parentesco a través
del evolucionismo, tira abajo el punto de
vista homológico, que dice que las
estructuras similares son evidencias del
proceso evolutivo.

LOBO DE TASMANIA Y SU
CONTRAPARTE NORTEAMERICANA

La presencia de especies “mellizas” entre


mamíferos y marsupiales placentarios
asesta un serio golpe al supuesto de la
homología. Por ejemplo, el lobo
marsupial de Tasmania que vemos aquí, y
el lobo placentario norteamericano tienen
un extraordinario parecido. Arriba a la
izquierda podemos ver los cráneos de
ambos y su marcada semejanza, Pero
como no poseen ninguna “relación a
través de la evolución”, los supuestos de
la homología resultan totalmente
inválidos.

a) Cráneo de lobo norteamericano


b) Cráneo de lobo de Tasmania

En realidad, los órganos homólogos deberían ser un gran


estorbo o perturbación para los evolucionistas. Las
confesiones del conocido evolucionista Frank Salisbury ponen
de relieve cómo criaturas sumamente distintas que pasan a
tener ojos similares (hacen de la homología un uso absurdo):

“Incluso algo tan complejo como el ojo ha aparecido varias


veces. Por ejemplo, en el calamar, en los vertebrados y en los
artrópodos. Es suficientemente infeliz explicar una vez el
origen de algo así, pero pensar que se originaron varias
veces de acuerdo a la teoría moderna fabricada, me da
vértigos”157
Muchas criaturas, a pesar de sus
estructuras físicas muy similares no
permiten para nada suponer una
relación evolutiva. Dos grandes
categorías de mamíferos, placentarios y
marsupiales, son un ejemplo. Los
evolucionistas consideran que esta
distinción se presentó al aparecer los
mamíferos y que cada grupo vivió su
propia historia evolutiva de manera
independiente. Pero es interesante
En lo que hace a la advertir que hay miembros de entre los
estructura, los ojos marsupiales y placentarios que son casi
de los humanos y de iguales. Los biólogos norteamericanos
los pulpos son muy Dean Kenyon y Percival Davis hacen el
semejantes. El que siguiente comentario:
ambas especies
tengan órganos “Según la teoría darwinista, los
patrones para lobos, gatos, ardillas,
similares no implica
que hayan marmotas, osos hormigueros, topos y
evolucionado de un ratones, evolucionaron dos veces.
ancestro común. NiPrimero como mamíferos y luego (a
siquiera los partir de allí) de manera totalmente
evolucionistas seindependiente, los marsupiales. Esto
animaron a plantearequivale al asombroso supuesto de que
el antecesor común a un proceso azaroso de mutación y
para las dos selección natural sin norte, de algún
especies. modo se le ocurre poner de manera
repetida rasgos idénticos en
organismos muy separados, disociados”158

Extraordinarios parecidos y órganos similares, que los


evolucionistas no pueden aceptar como ejemplos de
“homología”, muestran que no existe ninguna evidencia para
la tesis evolutiva a partir de un antecesor común. ¿Cuál
podría ser en este caso la explicación científica de las
estructuras similares de los vivientes? La respuesta a ésto fue
dada antes de que la teoría de la evolución pasase a dominar
el mundo de la ciencia. Estudiosos del más alto nivel como
Carl Linnaeus –el primero en sistematizar lo viviente según la
similitud de sus constituyentes– y Richard Owen,
consideraron a las distintas estructuras vivientes como
ejemplos de una creación “común”. En otras palabras, se
poseen órganos similares (o actualmente genes similares)
porque fueron creados para servir a un propósito particular,
no porque evolucionaron por casualidad de un ancestro
común.

Los hallazgos modernos exhiben que el supuesto del


“ancestro común”, defendido en consideración de los órganos
similares es incorrecto y que la única explicación posible es la
creación común, lo que confirma, una vez más, que lo
viviente fue creado por Dios.

El Atolladero Genético y Embriológico de la


Homología

Con el objeto de que las pretensiones de los


evolucionistas respecto a la "homología" sean
tomadas con seriedad, órganos similares
(homólogos) en distintas criaturas deberían
estar codificados con claves similares El profesor
(homólogas) de ADN. Sin embargo, no ocurre Michael
éso. Los órganos similares, por lo general, son Denton:
gobernados por distintos códigos genéticos El
(ADN). Además, códigos genéticos similares evolucionismo
en los ADN de criaturas diferentes, se asocian es una teoría
a menudo con órganos completamente en crisis”
distintos.

Michael Denton, profesor australiano de bioquímica, describe


en su libro La Evolución: Una Teoría en Crisis, la
desavenencia irreconciliable con la interpretación
evolucionista de la homología:

“Las estructuras homólogas a menudo son estipuladas por


medio de sistemas genéticos no homólogos. El concepto de
homología raramente puede ser proyectado hacia atrás en
embriología”159

Un conocido ejemplo en la materia es la “estructura


esquelética de cinco dedos” de cuadrúpedos, el cual es citado
en casi todos los libros de texto evolucionistas. Los
cuadrúpedos, es decir, los vertebrados terrestres, tienen
cinco dedos en las patas delanteras y en las patas traseras.
Aunque no siempre tienen la apariencia de las manos y pies
de los humanos, todos son pentadáctilos debido a su
estructura ósea. Las patas delanteras y traseras de ranas,
lagartos, ardillas o monos, tienen la misma estructura. Incluso
las estructuras óseas de pájaros y murciélagos se conforman
a este tipo de diseño.

Los evolucionistas suponen que todo lo viviente descendió de


un antepasado común y han citado profusamente el miembro
pentadáctilo como evidencia de ello, algo que fue
mencionado en casi todas las fuentes básicas de biología a lo
largo del siglo XX como una evidencia muy firme del
evolucionismo. Los descubrimientos genéticos en el decenio
de 1980 la refutaron. Se comprobó que las partes
pentadáctilo de distintas criaturas son controladas por genes
totalmente diferentes. El biólogo evolucionista William Fix
describe el colapso de la tesis evolucionista respecto a esta
cuestión:
“Los textos evolucionistas más antiguos usan mucho la idea
de homología, señalando las semejanzas obvias entre los
miembros esqueléticos de distintos animales. Así, el patrón
pentadáctilo se encuentra en el brazo del ser humano, el ala
del ave y la aleta de la ballena, lo cual indicaría su diseño
común. Si esas estructuras distintas fuesen transmitidas por
la misma pareja de genes que variarían de tiempo en tiempo
por las mutaciones y realizan su trabajo de selección en
consonancia con el medio ambiente, la teoría tendría sentido.
Pero desgraciadamente no es éste el caso. Ahora se sabe
que los órganos homólogos son producidos por genes
complejos totalmente distintos en cada especie. El concepto
de homología en términos de similitud de genes pasados de
un antecesor común se ha agotado....” 160

Otra cuestión es que con el objeto de que la tesis


evolucionista sea tomada seriamente respecto a la
homología, los períodos de desarrollo de estructuras similares
o, en otras palabras, las etapas de desarrollo del cigoto
(huevo) en el vientre materno necesitan ser análogos. Pero
en realidad, esos períodos embrionarios para estructuras
similares son totalmente distintos para cada criatura viviente.

Para concluir, podemos decir que la investigación genética ha


probado que el concepto de homología difundido por Darwin
como “evidencia del evolucionismo a partir de un ancestro
común”, no puede ser considerado de ninguna manera y en lo
más mínimo, como tal. En este sentido, se puede decir que la
ciencia ha demostrado la falsedad de la tesis darwinista una y
otra vez.

La Pretensión de Una Homología Molecular es Ilegítima


La presentación de la homología por parte de los
evolucionistas como evidencia de la evolución es inválida no
solamente a nivel morfológico sino también a nivel molecular.
Los evolucionistas dicen que los códigos del ADN o las
estructuras proteicas correspondientes de distintas especies
vivientes son similares y que esa similitud es la evidencia de
que los mismos han evolucionado a partir de antepasados
comunes o cada una a partir de otra.

Sin embargo, los resultados de las comparaciones


moleculares no operan, para nada, a favor de la teoría de la
evolución. Entre las criaturas muy similares y relacionadas
hay una gran diferencia molecular. Por ejemplo, la proteína
del Citocromo-C, una de las vitales para la respiración, es
increíblemente distinta en los seres vivientes de la misma
clase. De acuerdo con las investigaciones llevadas a cabo en
la materia, la diferencia entre dos especies de reptiles
distintos es mayor que la existente entre un pájaro y un pez, o
un pez y un mamífero. Otro estudio ha mostrado que las
diferencias moleculares entre algunos pájaros son mayores
que la existente entre esos mismos pájaros y los mamíferos.
También se ha descubierto que la diferencia molecular entre
bacterias que parecen ser muy similares, es mayor que la que
hay entre los mamíferos y los anfibios o los insectos161 Se
han hecho comparaciones análogas en los casos de la
hemoglobina, las hormonas y los genes, llegándose a
conclusiones equivalentes.162

“Cada clase en un nivel molecular es única, aislada y


desvinculada por intermedios. Así, las moléculas, como los
fósiles, no han podido proporcionar o estipular los esquivos
intermedios tan largamente buscados por la biología
evolucionista… A nivel molecular, ningún organismo es
'ancestral' o 'primitivo' o 'avanzado' comparado con sus
parientes… Hay poca duda que si esta evidencia molecular
hubiese estado disponible hace un siglo… la idea de la
evolución orgánica nunca podría haber sido aceptada”163

Se Está Derrumbando el “Arbol de la Vida “

La investigación de los códigos genéticos de los seres vivos


en el decenio de 1970 agravó la perplejidad enfrentada por la
teoría de la evolución en la materia. En los nuevos
experimentos, en vez de hacerse las comparaciones
primarias limitadas a las secuencias de las proteínas, se
compararon las secuencias “ribosómicas del ADN” (rARN). A
partir de allí los científicos buscaron establecer un “árbol de la
evolución”. Pero el resultado los entristeció. Según un artículo
de los biólogos franceses Hervé Philippe y Patrick Forterre,
“la creciente cantidad de secuencias disponibles llevó a que
se advirtiese la gran medida en que se oponían la filogenia de
las proteínas entre sí, como así también con el árbol de
rARN”164

También fueron comparados los códigos de ADN en los


genes de seres vivos y el resultado fue lo opuesto a lo que
presuponía el evolucionismo respecto al “árbol de la vida”.
Los biólogos moleculares James A. Lake, Ravi Jain y María
C. Rivera redactaron un artículo sobre esto:

“Los científicos comenzaron a analizar una variedad de genes


de organismos distintos y encontraron que la relación entre
ellos contradecía el árbol de la vida evolucionista derivado del
análisis del rARN”.165

Ninguna de las comparaciones hechas entre las proteínas,


entre los rARN y entre los genes, confirman las premisas de
la teoría de la evolución. Carl Woese, reputado biólogo de la
Universidad de Illinois, admite que el concepto de “filogenia”
ha perdido sentido frente a los descubrimientos moleculares:
“No ha emergido ninguna filogenia de organismo consistente,
de las muchas filogenias de proteínas realizadas hasta ahora.
Las incongruencias filogéneticas se pueden ver en todas
partes del árbol universal, desde la raíz hasta las ramas más
grandes, dentro de cada uno de los distintos grupos y entre
ellos, para la construcción de los grupos primitivos por sí
mismos”166

La realidad que se presenta de las comparaciones


moleculares no son favorables a la teoría de la evolución sino
todo lo contrario, cosa que es admitida en un artículo titulado
“¿Es Hora de Sacar de Raíz el Arbol de la Vida?”, publicado
en Science en 1999. Escrito por Elizabeth Pennisi dice que
los análisis genéticos y las comparaciones llevadas a cabo
por los biólogos darwinistas con el objeto de arrojar luz sobre
el “árbol de la vida”, en realidad produjeron resultados
directamente opuestos. Y agrega que “los nuevos datos están
embarrando el cuadro evolutivo”:

“Hace un año, los biólogos reexaminaron las secuencias de


los genomas de más de una docena de microorganismos,
pensando que los resultados podrían respaldar la
representación del árbol de la vida. Pero lo obtenido los llenó
de confusión. La comparación de los genomas disponibles no
sólo no aclararon el bosquejo de cómo evolucionaron los
grandes grupos (de criaturas) sino que aumentó su
aturdimiento. Y ahora, con una octava secuencia microbiana
a disposición, la situación se ha trastornado más... Muchos
biólogos evolucionistas habían pensado que verían, de modo
general, el comienzo de los tres reinos vivientes... Cuando la
secuencia completa de ADN abrió el camino para la
comparación de otros tipos de genes, los investigadores
esperaban que, simplemente, agregaría detalles a dicho
árbol. Pero la jefa del Instituto de Investigación de los
Genomas (TIGR) en Rockville, Maryland, dice que “nada
podría estar más alejado de la verdad”. En verdad y por el
contrario, las comparaciones han producido muchas
versiones del árbol de la vida que difieren del árbol de rARN y
también se oponen entre sí...” 167

En resumen, como adelanta la bióloga, el concepto de


homología se queda cada vez más sin fundamento. Las
comparaciones hechas en proteínas, rARN y genes, revelan
que las criaturas que se supone parientes cercanos según la
teoría de la evolución, en realidad son formas muy distintas
unas de otras. Un estudio hecho en 1996 con la secuencia de
88 proteínas, agrupó a los conejos con los primates y no con
los roedores. Un análisis de 13 genes en 19 especies de
animales hecho en 1998, ubicó a los erizos de mar entre los
cordados. Otro estudio realizado en 1998 y basado en 12
proteínas, puso a las vacas más cerca de las ballenas que de
los caballos. El biólogo molecular Jonathan Wells resume la
situación en el año 2000 de esta manera:

“Las incoherencias entre los árboles (genealógicos) basados


en distintas moléculas y los árboles caprichosos que resultan
de algunos análisis moleculares, ahora han hundido en una
crisis a la filogenia molecular”168

Si la filogenia molecular enfrenta muy serios contratiempos,


también los padece la teoría de la evolución. (La filogenia se
refiere a la llamada “relación de parentesco” entre los
distintos seres vivientes y es la base hipotética de la teoría de
la evolución). Nuevamente la ciencia mina la tesis de que las
criaturas evolucionan una de otra y demuestra que todos los
grupos animados fueron creados por separado.

El Mito de la Recapitulación Embriológica


Lo que fue llamado
"recapitulación de la teoría", fue
descartado hace tiempo de la
literatura científica, pero aún
está siendo presentado como
una realidad científica en
algunas publicaciones
evolucionistas. El término
"recapitulación" es una
Haeckel fue un condensación del dictamen
evolucionista, incluso más presentado por el biólogo
ardiente que Darwin en evolucionista Ernst Haeckel a
muchos sentidos. Por esa fines del siglo XIX, titulado
razón no vaciló en "Recapitulación Ontogénica de
distorsionar los datos la Filogenia" (En otras palabras
científicos y realizar lo podemos traducir como
falsificaciones. "Ordenamiento sumario de la
formación y desarrollo del
individuo independientemente
de la especies en su formación sucesiva").

Esa teoría presentada por Haeckel postula que los embriones


vivos reexperimentan el proceso evolutivo que sufrieron sus
pseudoancestros. Haeckel teorizó que durante el desarrollo
en el vientre de la madre, el embrión despliega primero las
características de un pez, luego las de un reptil y finalmente
las del humano.

Desde entonces se ha demostrado que esta teoría es


completamente espuria. Ahora se sabe que las "branquias"
que supuestamente aparecían en las primeras etapas del
embrión humano son en realidad las fases iniciales del canal
del oído medio, de las paratiroides y el timo. La parte del
embrión que era vinculada a la "bolsa de la yema del huevo"
resultó ser la bolsa que produce sangre para el feto. La parte
que había sido identificada como una "cola" por Haeckel y sus
seguidores, en realidad es la columna vertebral, que se
asemeja a una cola solamente porque se modela antes que
las piernas.

Lo dicho son hechos reconocidos universalmente en el


mundo científico y son aceptados incluso por los propios
evolucionistas. George Gaylord Simpson, uno de los
fundadores del neodarwinismo,
escribe:

Los Dibujos Fraudulentos


de Haeckel

Estos dibujos fueron


inventados por Haeckel
para demostrar las
“similitudes” entre los
embriones del pez y del
humano. Al comparar su
esbozo con un embrión
humano genuino, se puede
“Haeckel expuso falsamente el ver que ha omitido
principio evolutivo implicado. deliberadamente una gran
Ahora está firmemente parte de los órganos
establecido que la ontogenia no reales. (Francis Hitching,
reproduce la filogenia”169 El Cuello de la Jirafa: En
Qué se Equivocaba
En un artículo publicado en Darwin, p. 205)
American Scientist leemos:

“Seguramente la ley biogenética


está absolutamente muerta.
Finalmente fue exorcizada de los
libros de texto de biología en el
decenio de 1950. Como tópico de
investigación teórica seria estaba
extinta en el decenio de
1920…”170

Otro aspecto interesante de la


"recapitulación" fue que Haeckel era un farsante que
falsificaba los dibujos con el objeto de sostener la teoría que
presentaba. Los inventos de Haeckel implicaban que los
embriones de humanos y de peces se asemejaban entre sí.
Cuando fue descubierto, la única defensa que ofreció fue que
otros evolucionistas habían cometido pecados similares:

“Después de esta comprometedora confesión de


'falsificación', debería considerarme condenado y destruido
por completo si no tuviese el consuelo de ver a mi lado en el
calabozo a cientos de compañeros reos, entre ellos a muchos
de los más acreditados analistas y los más estimados
biólogos. La gran mayoría de todos los diagramas en los
libros de texto de biología, en los tratados y en los periódicos,
incurrirían en el mismo grado de acusación de 'falsificación'
porque todos ellos son inexactos, adulterados, urdidos e
inventados”.171

En realidad, hay "cientos de compañeros reos, entre ellos


muchos de los más acreditados analistas y estimados
biólogos" cuyos estudios están llenos de conclusiones
prejuiciosas, distorsiones e incluso falsificaciones. A eso se
debe que todos ellos estén autocondicionados a defender la
teoría de la evolución aunque no tenga una pizca de
evidencia científica que la sostenga.

Haeckel fue un evolucionista incluso más ardiente que Darwin


en muchos sentidos. Por esa razón no vaciló en distorsionar
los datos científicos e incurrir en diversas falsificaciones.

También podría gustarte