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DJ Méndez

DJ Méndez es un fenómeno musical cuya condición chilena puede ser fácilmente cuestionada,
de no ser por el profundo compromiso y arraigo que su protagonista tiene con su país de
origen. Nacido en un humilde barrio de Valparaíso en 1975, Leopoldo Méndez Alcayaga
concibió y desarrolló su propuesta musical bastante lejos de ese suelo, en Suecia, adonde se
trasladó a vivir siendo adolescente. En un contexto vinculado a la marginalidad y la
delincuencia, Méndez construyó allá su fusión de dance, hip-hop y elementos latinos,
ingresando con fuerza a las pistas de baile del norte de Europa, e inaugurando un fenómeno
que ya completa cuatro discos, un sello discográfico y una significativa presencia en Chile.

Fechas

Valparaíso - 26 de marzo de 1975


Décadas

1990 |2000 |2010 |


Géneros

Hip-hop, TV pop, Tropical, Pop

Jorge Leiva

Todo esta historia comenzó tras una rebelde y difícil adolescencia del músico, que llegó con
su familia a Estocolomo en 1986, como lo han hecho casi 30 mil chilenos buscando
oportunidades de trabajo. Con apenas 11 años, Méndez y sus dos hermanos debieron sufrir
los rigores del enorme cambio cultural que significó trasladarse súbitamente del Cerro Barón
de Valparaíso a los marginales barrios de inmigrantes de la capital sueca. Sin dominar el
idioma y con sus dos padres trabajando en intensas jornadas laborales, sus primeros años
fueron extremadamente difíciles, y muy vinculados a los circuitos de delincuencia del sector
donde habitaban.
Lepoldo Méndez abandonó la escuela en reiteradas ocasiones y comenzó a participar en
robos y peleas, por lo que fue detenido por la policía cuando todavía no cumplía los 15 años.
Con el alcohol y las drogas como telón de fondo, Méndez llegó a un centro juvenil de
rehabilitación, donde conoció al ingeniero de sonido y educador Jordi Fuste, quien se convirtió,
a la larga, en un personaje clave en la construcción de DJ Méndez. Fuste le enseñó
instrumentos musicales e incentivó en él la composición de canciones. que se tradujeron en su
primer tema: “Chiki Chiki”.
La exitosa presentación en vivo de ese tema, más su edición en formato single por Stockholm
Records, lo llevaron a los rankings del norte de Europa con una inusitada fuerza. Los medios
de comunicación y el público de Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega y Rusia valoraron lo
que para ellos era la desconocida fórmula de hip hop con elementos latinos, y levantaron al
chileno al status de estrella de pop, en un fenómeno que ni siquiera se sospechaba en Chile.
Latino for life se llamó el primer disco LP de DJ Mendez, promocionado en numerosas giras
por el norte europeo, que incluso pasaron por el cumpleaños de la hija del rey de Suecia.
Temas como el mismo “Chiki Chiki”, más “Estocolmo”, “Fiesta” o “Razor tongue”, contaron con
elaborados videoclips y rotación en radios, con la misma fórmula de componentes latinos,
elementos electrónicos, guitarra española y un fraseo que mezclaba el inglés con un español
profundamente chileno.
Incidentes personales relacionados con el alcohol y con la indisciplina estuvieron a punto de
abortar su carrera, en un camino que retomó la normalidad con su segundo disco, Mendez,
editado en Suecia el 2001. Temas como “Blanca” y “Adrenalina”, con directas referencias a los
costos de la fama y el consumo de drogas, alcanzaron nuevamente los rankings europeos y
actualizaron a DJ Mendez, que, recién entonces, se acercó a Chil en su condición de
cantante.
Encuentro con Chile
El 2001 la historia de Méndez llegó a los medios locales y comenzó a encontrar eco popular.
Su sencillez, su sinceridad para abordar incluso los temas más polémicos de su vida y lo
insólito de su historia calaron en el público chileno, que lo ovacionó en la versión del 2002 del
Festival de Viña (aunque actuó cerrando una jornada) y en un concierto propio en la Estación
Mapocho en junio de ese mismo año. Temas como “Estocolmo” o la sentida “Madre mía” se
convirtieron en hits en Chile a tres años de su edición original. A partir de ello, y con el
lanzamiento local de sus dos discos, se ganó un lugar más estable en la escena nacional y su
presencia en radios y en medios de comunicación se hizo habitual.
Al año siguiente editó su tercer disco, P.P. Perro perseverante, con un cambio de casa
discográfica, y con el single “Tequila”, un rap sobre el célebre del tema del saxofonista Danny
Flores, en un recurso de emplear temas clásicos que ya había usado en Blanca” – con “La
colegiala”, del peruano Walter León, que en los ’80 popularizaron Miguelo y grupos de cumbia
locales.
El 2004 regresó al Festival de Viña del Mar, y poco después creó su propio sello grabador:
Macabro Records, donde le dio cabida a una serie de artistas colaboradores y amigos Al
mismo tiempo, creó una escuela de DJs en Suecia y comenzó a dar los primeros pasos para
establecerse en Chile, que con el traslado de sus hijos se hizo definitivo el año 2005.
Su historia musical, con todo, nunca se detuvo, aunque pasó por períodos de menos
intensidad y se amplió. Colaboró como compositor de músicos como la cantante de
reality Ximena Abarca, el consagrado Luis Jara, y varios de los artistas de su sello Macabro. El
año 2005 editó el single “Mula”, que alcanzó una alta rotación radial y televisiva, sobre todo
porque atacó directamente el estilo de vida de la farándula criolla, mencionando a varias
modelos con nombres y apellidos. Originalmente esa canción sería el adelanto de un disco
que nunca se editó, en lo que fue el inicio de varios años de receso en la actividad musical de
DJ Méndez, que desde su segundo disco se presentaba sólo como Méndez.
El 2009 regresó a la música con la canción “Lady”, que lo colocó de nuevo en las pistas de
baile del norte de Europa, y al mismo tiempo de Chile y otras países del continente. Una vez
más como DJ Méndez, y con la misma fórmula musical de antaño, el tema fue el adelanto del
disco 210, un personal homenaje al Bicentenario, que sumaba a los 200 años de vida
independiente de Chile, sus 10 años de carrera musical. Temas trabajados con Yoan
Amor (futuro cantante de La Noche), el propio grupo La Noche o el cantante
adolescente Augusto Schuster, marcaron una nueva etapa en la actividad musical que el 2011
tuvo un nuevo hito: El disco Made in Chile, que consiguió una significativa difusión de su
canción “Josephine”, y luego con el tema “Mi Chile querido”, que fue tomado para apoyar a la
selección chilena de fútbol.
Los Méndez y la política
Su gran masificación como figura llegó cuando negoció un contrato televisivo con TVN para
realizar un docureality que mostró la vida al interior de su familia. “Los Méndez” (que
emulaba el modelo de “Los Osbournes”, que emitía MTV con la familia de Ozzy) fue
transmitido entre 2012 y 2014, completando cuatro temporadas y 80 episodios. El programa,
como todos los de su género, generó todo tipo de polémicas en el celebrity-system local, con
disputas de intereses entre el protagonista y la prensa, comediantes televisivos y otros
colaboradores musicales.
Paralelo a esa veta televisiva, Leopoldo Méndez mantuvo su trabajo musical. En 2012 grabó el
himno de la Teletón, “Puro corazón”, corroborando su llegada entre el gran público chileno, y a
fines de ese año editó lo que llamó “la banda sonora” del programa, con canciones propias, y
la participación de colaboradores, desde Juan Antonio Labra a Katherine Orellana y Romina
Martin. Con parte de ese elenco hizo una serie de presentaciones por Chile, que alternó con
su participación regular como solista en Festivales a lo largo del país.
El 2015 realizó un insólito viraje en su carrera, y se presentó a las elecciones comunales por
Valparaíso, apoyado por el Partido por la Democracia. Ganó primero las elecciones primarias
y se convirtió así en el candidato oficial de la colación gobernante, La Nueva Mayoría, en un
proceso que tampoco estuvo exento de críticas desde el mundo político. Los resultados, eso
sí, no le fueron favorables, y con apenas un 22 por ciento de los votos no resultó electo.

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