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Las 12 tribus de Israel en la actualidad:

¿quiénes son?
Dios hizo muchas promesas a Abraham y sus
descendientes, pero muchos de sus descendientes
desaparecieron de la historia. ¿Dónde están las 12
tribus de Israel en la actualidad?

El famoso Obelisco Negro en el Museo Británico incluye un grabado pictórico del rey Jehú
de Israel pagando tributo al rey Salmanasar de Asiria. Después del cautiverio asirio, ¿dónde
están las 12 tribus de Israel en la actualidad?

Cuando Dios llamó a Abraham, Él le prometió que debido a su obediencia, sus


descendientes llegarían a ser una gran nación y que en él serían bendecidas todas las
naciones de la tierra (Génesis 12:1-3). Las bendiciones físicas que Dios dio a Abraham
continuarían a través de su hijo Isaac y su nieto Jacob, también llamado Israel, cuyos 12
hijos fueron los progenitores de las 12 tribus de Israel. Hubo también una promesa
espiritual, que todas las naciones serían bendecidas a través de Jesucristo, quien era un
descendiente de Abraham (Mateo 1:1-16; Lucas 3:23-34).
Muchos se han preguntado adónde fueron algunos de los pueblos que vinieron de Abraham.
¿Quiénes son las 12 tribus de Israel en la actualidad? Aunque la Biblia no nombra
específicamente a las naciones modernas que representan a todas estas personas, existe
evidencia bíblica, histórica y arqueológica que nos hace posible identificar positivamente a
los Estados Unidos, Bretaña y muchas de las naciones de Europa Occidental como las
naciones donde residen actualmente gran parte de las 12 tribus de Israel. Aunque este
conocimiento histórico no es definitivo para la salvación, sí nos ayuda a entender la
profecía del tiempo del fin.

Dos reinos

Después de que ellos fueron esclavos en Egipto durante algún tiempo Dios libertó a los
descendientes de Abraham y les permitió formar la antigua nación de Israel. Con el tiempo,
10 de las tribus formaron el reino del norte de Israel y dos de las tribus formaron el reino
del sur de Judá. Debido a que ellos quebrantaron sus leyes, Dios permitió que el reino del
norte fuese llevado cautivo por los asirios y, más tarde, el reino del sur fuese llevado
cautivo por los babilonios.

Después de 70 años, muchos de los cautivos de Judá regresaron a Jerusalén y


reconstruyeron la ciudad. Debido a esto y a su renovada diligencia en guardar el sábado de
Dios, su historia continuó. No obstante, las 10 tribus del norte desaparecieron de la historia
en gran medida. Como resultado, se hace referencia a ellas como las 10 tribus perdidas de
Israel. Pero si bien su nación desapareció, los descendientes de estas tribus continuaron
existiendo.

Israel sería cernido entre las naciones

De hecho, Dios prometió que aun cuando Él castigaría al pueblo del antiguo Israel por sus
pecados, Él no los destruiría completamente. En lugar de eso, Dios dijo que Él los
preservaría esparciéndolos entre las naciones.

Hablando a través del profeta Amos, Dios dijo: “He aquí los ojos del Eterno el Señor están
contra el reino pecador, y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la
casa de Jacob, dice el Eterno. Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea
zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un
granito en la tierra” (Amos 9:8-9).

La fidelidad de Dios al bendecir a los descendientes de los antiguos israelitas continuará


después del regreso de Cristo y el establecimiento del Reino de Dios aquí en la tierra.
Como Jesús explicó a sus apóstoles: “De cierto os dijo que en la regeneración, cuando el
Hijo del Hombre se siente en el trono de su Gloria, vosotros que me habéis seguido también
os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mateo 19:28). Aun
la Nueva Jerusalén tendrá 12 puertas que llevarán el nombre de las 12 tribus de Israel
(Apocalipsis 21:12).
Josefo, un historiador judío del primer siglo, declaró que “toda la gente de Israel
permaneció en ese país [Media]; por lo cual hay sólo dos tribus [Judá y Benjamín] en Asia
y Europa subordinadas a los Romanos, mientras que las diez tribus están más allá del
Éufrates hasta ahora, y son una inmensa multitud, que no se puede enumerar” (Antiquities
of the Jews [Antiguedades de los Judíos] 11.5.2, Complete Works of Flavius Josephus [Las
obras completas de Flavio Josefo] traducciones combinadas de William Whiston, 1867, y la
Edición Estándar, 1960).

En la introducción de la epístola de Santiago dice, “A las doce tribus que están en la


dispersión”, lo cual confirma que al comienzo de la Iglesia del Nuevo Testamento algunos
sabían dónde estaban localizados al menos algunos de los descendientes de las 12 tribus de
Israel.

Siguiendo las pistas

Para seguir la historia de las 12 tribus de Israel después de la caída de su nación ante los
asirios en el año 721 a.C., debemos reconocer el curso de su deportación e identificarlos por
los nombres que les fueron dados por sus conquistadores. Muchos sitios de internet y
muchos libros ofrecen una gran cantidad de información que conecta a las 12 tribus de
Israel con las naciones de Europa Occidental y con los Estados Unidos en la actualidad, y
sería imposible cubrir todo este material en este artículo. Pero aquí presentamos parte de la
documentación.

Cuando los asirios conquistaron Samaria, la capital del reino del norte, ellos llevaron
cautivos a los israelitas “a Asiria, y los puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las
ciudades de los medos” (2 Reyes 17:6). Poco después de que los israelitas llegaron a estas
tierras, los eruditos hablan de la aparición de pueblos en esta área llamados Cimerios y
Escitas. Los asirios también los llamamron khumri, ghomri, gimiri (derivados del Rey Omri
de Israel) e iskuza (derivado de Isaac).

El famoso Obelisco Negro en el Museo Británico incluye un grabado pictórico del rey Jehú
de Israel inclinándose y pagando tributo al rey Salmanasar de Asiria. El texto habla de
Jehú, hijo (realmente un sucesor) de Omri, dándole al rey asirio plata, oro, un tazón de oro,
un jarrón de oro, vasos de oro, cubos de oro, estaño, un báculo y lanzas. Ésta fue la época
durante la cual Israel pagó tributo a Asiria como una nación vasalla antes de rebelarse y ser
destruida por Asiria.

La historiadora Tamara Rice escribe: “Los escitas no llegaron a ser una entidad nacional
reconocible antes del siglo ocho a. C…. Por el siglo siete a.C. ellos se habían establecido
firmemente en el sur de Rusia… Y tribus análogas, posiblemente aun clanes
relacionados, aunque políticamente enteramente distintos e independientes, estaban
también concentrados en las Altai [montañas del sur de Rusia y Mongolia]… Documentos
asirios colocan su aparición allí en el tiempo del rey Sargón (722-705 a.C.), una fecha que
corresponde muy de cerca con la del establecimiento del primer grupo de Escitas en el sur
de Rusia” (The Scythians [Los escitas], 1961, pp. 19-20, 44).
Boris Piotrovsky en su libro From the Lands of the Scythians (Desde las tierras de los
escitas) hace notar, “Dos grupos, cimerios y escitas, parecen ser aludidos en textos urartean
y asirios, pero no siempre es claro si los términos indican dos pueblos distintos o
simplemente nómadas montados… Empezando en la segunda mitad del siglo octavo a.C.,
fuentes asirias se refieren a nómadas identificados como los cimerios; otras fuentes asirias
dicen que estas personas estaban presentes en la tierra de los mannai y en Capadocia por
cien años, y registran sus avances dentro de Asia Menor y Egipto.

“Los asirios usaron a los cimerios en su ejército como mercenarios; un documento legal del
año 679 a.C. se refiere a un ‘comandante [asirio] del regimiento cimerio’; pero en otros
documentos asirios ellos son llamados ‘la simiente de fugitivos quienes no conocen ni votos
a los dioses ni juramentos’” (1975, pp. 15, 18).

Aunque es ciertamente claro que entre estas gentes había israelitas desplazados, debemos
hacer notar que no todos los escitas o cimerios eran israelitas. “Escita” no se refiere
necesariamente a un grupo étnico específico. Pero el término sí incluye israelitas que más
tarde se movieron en dirección hacia el noroeste dentro de Europa después de su colapso
como nación.

Los historiadores vinculan a los cimerios con los galos o celtas del
noroeste de Europa

El historiador Samuel Lyons vinculó algunas de las gentes que poblaron el noroeste de
Europa con estos cimerios. Como él lo expone, los cimerios parecían “ser los mismos que
los galos o celtas pero bajo un nombre diferente” (John Henry y James Parker, Our British
Ancestors: Who and What Were They? [Nuestros ancestros británicos: ¿Quiénes y Qué
Eran Ellos?] 1865, pp. 23, 27).

El historiador y erudito inglés George Rawlinson escribió: “Nosotros tenemos bases


razonables para considerar a los gimirri, o cimerios, quienes aparecieron primero en los
confines de Asiria y Media en el séptimo siglo a.C., y los sacae de la Inscripción de
Behistún, casi dos siglos más tarde, como idénticos a los beth-khumree de Samaria, o las
Diez Tribus de la Casa de Israel” (anotado en su traducción de Historia of
Herodotus [Historia de Herodoto], Libro VII, p. 378).

La erudita lingüista Anne Kristensen concurre, declarando: “Hay escasa razón, en realidad,
para dudar de la vibrante y sorprendente afirmación planteada por los estudiantes de las
Diez Tribus en el sentido de que los israelitas deportados de Bit Humria, de la Casa de
Omri, son idénticos a los gimirraja de las fuentes asirias. Todo indica que los israelitas
deportados no desaparecieron del cuadro sino que, en el extranjero, bajo condiciones
nuevas, ellos continuaron dejando su marca en la historia” (Who Were the Cimmerians, and
Where Did They Come From? Sargon II, the Cimmerians, and Rusa I [¿Quiénes fueron los
cimerios y de dónde vinieron? Sargón II, los cimerios, y Rusa I] traducido del danés por
Jorgen Laessoe, The Royal Danish Academy of Sciences and Letters [La real academia
danesa de ciencias y letras], No. 57, 1988, pp. 126-127).
De igual modo, la Biblia indica que los antiguos israelitas emigrarían finalmente en
dirección noroeste lejos de Jerusalén. De acuerdo a una profecía todavía por cumplirse, el
Siervo de Dios “[restaurará] el remanente de Israel” (Isaías 49:6), y estas personas vendrán
“del norte y del occidente” de regreso a Jerusalén (v. 12).

Evidencia arqueológica

Además de la evidencia histórica, los sepulcros escitas han indicado una conexión entre
estas gentes y las de ascendencia nórdica. Por muchos años, los eruditos creyeron que los
escitas eran mongoles porque grupos de esta gente nómada se movieron al este, pero el
descubrimiento de arte y aun un cadáver congelado de un guerrero escita indican lo
contrario.

En julio de 2006 en las Montañas Altai de Mongolia cerca de China y Rusia, los científicos
hicieron un raro hallazgo. Los científicos alemanes, que eran parte del equipo de
descubrimiento reportaron que la momia, extremadamente bien preservada, de un guerrero
escita era la de “un hombre de 30 a 40 años de edad con cabello rubio” (|Ancient Mummy
Found in Mongolia” [Antigua momia encontrada en Mongolia], Spiegel Online
International, Agosto 25, 2006). El cabello rubio, desde luego, es una característica de los
europeos no de los mongoles.

Antes del descubrimiento de esta momia, el arte obtenido de numerosos cementerios escitas
había indicado de igual modo que estos pueblos estaban relacionados con los europeos y no
con los mongoles. Debido a que los jefes escitas eran enterrados con sus riquezas,
incluyendo esposas, caballos y arte, se han descubierto imágenes detalladas de escitas, sus
ropas y armas. Estos descubrimientos describen a sus hombres con rizos largos, cabello
facial y rasgos caucásicos.

En conclusión, la evidencia bíblica, histórica y arqueológica indica que los descendientes


de las llamadas 10 tribus perdidas del antiguo Israel emigraron hacia el noroeste de Europa.
Es más comúnmente entendido que muchas gentes de estas naciones también se
establecieron en los Estados Unidos. Por las razones anotadas arriba, nosotros creemos que
los pueblos que se establecieron en Europa y los Estados Unidos son en gran parte los
descendientes de las 12 tribus de Israel en la actualidad.

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