El desempeño de la agricultura y de la industria en la economía argentina,
durante las últimas décadas, podría haberse enmarcado en lo que algunos autores han denominado 'estructura productiva desequilibrada', o 'dualismo sectorial. Esta estructura de producción, característica de un país exportador primario en proceso de industrialización, se identifica por la existencia de dos sectores con niveles de precios diferentes: el sector primario, que opera a costos internacionales, y el sector industrial, que trabaja a costos y precios notablemente mayores y que estaría compuesto, en gran medida, por empresas protegidas a través de tarifas y restricciones cuantitativas a las importaciones.
Al hablar de tipo de cambio Hay que distinguir dos tipos de cambio: a) el
nominal, que es la relación corriente entre el peso y el dólar, y b) el tipo real de cambio real que tiene en cuenta además del tipo nominal, lo que resulta de multiplicar éste por la inflación estadounidense, dividido por la inflación argentina. Los precios domésticos de los bienes transables se forman, en principio, a través de dos factores: el precio internacional y el tipo de cambio nominal. El tipo de cambio que permite convertir los precios internacionales en moneda doméstica, depende de la política cambiaria del Gobierno (tipo de cambio nominal fijo, sistema de libre flotación cambiaria). El precio de los bienes transables, definido de esa forma, no considera, sin embargo, las distorsiones generadas por la política comercial, que establecen una brecha entre los precios externos y los precios domésticos, e impiden que se cumpla la ley de un solo precio. Las distorsiones al comercio se originan en la aplicación de impuestos (retenciones) y reintegros a los productos exportables y tarifas, cuotas y prohibiciones a los bienes importables. De esta forma se obtiene lo que se denomina 'tipo de cambio efectivo', vale decir, el precio neto respecto de las distorsiones al comercio exterior. Teniendo en cuenta que últimamente la inflación sube por un ascensor y el dólar por la escalera, el atraso cambiario se refleja en la diferencia entre el tipo de cambio nominal y el real, en lo que respecta a la soja este atraso sumado a las retenciones que sufre el cultivo provoca que el “dólar soja” se encuentre en un relativo retraso, lo que hace que el productor use un dólar que está por debajo del poder adquisitivo para comprar insumos o tomar tierras en arrendamiento.