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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE HUMANIDADES

CONDUCTAS DISRUPTIVAS EN ESTUDIANTES DEL 5TO AÑO DE


BACHILLERATO DE LA E. T. A JOSE ATANACIO GONZALEZ
MUNICIPIO PEÑA YARITAGUA-ESTADO YARACUY

Autor: María Lozada


Hps-153-01678.
Sección: MB01MOV

Cabudare, marzo de 2019


CAPITULO I

EL PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

Planteamiento del Problema

Las problemáticas en las instituciones educativas son diversas, las cuales


cursan desde situaciones con la infraestructura, materiales de apoyo, sistemas
sociales, políticos y económicos; cada uno de estos aspectos, pueden afectar de forma
impactante la dinámica educativa. A nivel mundial, encontramos como diversas
instituciones expresan el malestar ante situaciones que impiden impartir educación de
forma eficaz. Sin embargo, al hablar de situaciones que impactan de forma negativa a
las dinámicas en las instituciones y las aulas de clase, encontramos las actitudes y
conductas inadecuadas que toman los estudiantes.

Por su parte, los problemas de indisciplina que repercuten el ámbito educativo


resultan concurridos en distintas asignaturas e instituciones, según Hardman y Smith
(2003) expone que afectan “con serias repercusiones en el proceso de enseñanza-
aprendizaje ya que, entre otras razones, limitan el tiempo de dedicación al aprendizaje
del alumno.” (pág. 28) Ante tales conjeturas, se podría afirmar que las conductas
disruptivas de los alumnos afectan de forma considerable las estrategias y desempeño
empleado por los profesores.

Ahora bien, por su parte, se puede expresar que las conductas disruptivas son
todas aquellas que afectan de alguna manera a los compañeros o los profesores que
desean realizar las actividades según el programa establece. Cabe señalar que, según
Zozaya y Ferreira (2009) las conductas disruptivas son comportamientos
inapropiados enfocados en los alumnos dirigidas “a impedir el normal desarrollo de la
clase, entorpeciendo el proceso de enseñanza-aprendizaje y los de convivencia” (pág.
27) De modo que, se puede decir que, las conductas disruptivas fomentan el desorden
y las altanerías en el ambiente de clase, impidiendo el desplazamiento natural y
organizado que se establece en las aulas.

Al analizar en la conducta disruptiva y su impacto en el proceso educativo, se


debe señalar que, existen factores biológicos, sociales y psicológicos que afectan a los
niños para desarrollar este tipo de comportamiento, los cuales, a su vez, persisten en
la adolescencia. Dichas conductas se ven de forma concurrida en los hogares que
presentan desafíos a nivel económico y de estructura.

Partiendo desde otras observaciones, en Latinoamérica se evidencia un gran número


de jóvenes que presentan mencionadas conductas, puesto que, se encuentran viviendo
en un estado económico deprimente o situaciones precarias, con una cultura delictiva
y de poca accesos a la educación, tanto familiar como institucional. Cabe resaltan que
a pesar de encontrar indicios y rasgos relacionados con un estilo inadecuado de
crianza, situaciones económicas inestables y violencia intrafamiliar, algunos teóricos
como Ramón (2010) los cuales consideran que

La causa del trastorno del comportamiento disruptivo en sí es desconocida. La


prueba conocida del trastorno del comportamiento disruptivo indica que es de
base “genética”. “Causa neurobiológica (del cerebro); ya que se encuentran
unos niveles bajos de dopamina y noradrenalina neurotransmisores). Se
observa que esta disfunción dopaminérgica afecta a las zonas del cerebro
encargadas de la atención y las tareas ejecutivas que repercuten en los
procesos que participan del juicio social (gracias a la capacidad de inhibición y
autocontrol), así como al movimiento. Aunque esta base neurobiológica
genera una predisposición orgánica, siendo las condiciones del contexto en el
que se desenvuelve el sujeto el que determina tanto la manifestación del
problema, pero sobre todo su evolución”. (p.2).

Tales consideraciones, manifiestan que a pesar entender que la


predominancia es biológica y neuronal, enfocada en los neurotransmisores, los
aspectos que determinan la evolución de las conductas disruptivas tienen gran
relación con la historia de vida que experimentan los infantes. Bajo este marco,
nos enfocamos en Venezuela, específicamente en Yaritagua Edo. Yaracuy sector
“las velas” en la Escuela Técnica Agropecuaria José Atanacio González.

En dicha institución, diversos profesionales han manifestado, las conductas


disruptivas de distintos alumnos pertenecientes a los 5to años. Según lo expresado
por los profesores, los alumnos son inadecuados en clases, presentando conductas
que no les permiten manejar el aula de clase, ni establecer de forma organizada el
programa de clase. Asimismo, los estudiantes que cursan las clases también han
manifestado disgusto relacionado a las conductas mostradas por diversos alumnos
que no permiten el desplazamiento de la clase de forma natural, como también,
aprender de forma eficaz por los distractores.

Antes tales expresiones manifestadas por los profesores y estudiantes de la


institución, surgen las interrogantes que direccionan la presente investigación.

¿Existen conductas disruptivas en los alumnos del 5to año Escuela Técnica
Agropecuaria José Atanacio González?

¿Se pueden discriminar el predominio de las conductas disruptivas en los alumnos


de 5to año Escuela Técnica Agropecuaria José Atanacio González?

¿Se puede analizar las conductas disruptivas en los alumnos de 5to año Escuela
Técnica Agropecuaria José Atanacio González?
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION
General

Describir las conductas disruptivas en los estudiantes del 5to año Escuela
Técnica Agropecuaria José Atanacio González.

Específicos

Identificar la existencia de conductas disruptivas en los alumnos del 5to año


Escuela Técnica Agropecuaria José Atanacio González.

Discriminar el predominio de las conductas disruptivas en los alumnos de 5to año


Escuela Técnica Agropecuaria José Atanacio González.

Analizar las conductas disruptivas en los alumnos de 5to año Escuela Técnica
Agropecuaria José Atanacio González.

JUSTIFICACION DE LA INVESTIGACION

En la economía globalizada y el auge de las tecnologías e información cada


vez más avanzadas es pertinente un examen de la responsabilidad de la familia como
la base para la educación de los hijos y por ende de la sociedad. Es así como, la
orientación psicológica para evitar conductas disfuncionales a nivel nacional, regional
y local tiene entre sus fines mejorar la calidad de vida en Venezuela. Asimismo, se ha
acrecentado la expansión de docentes refiriendo sobre el comportamiento que evita el
crecimiento de la individualidad de los alumnos y la incapacidad de relacionarse
sanamente con los demás, producto del maltrato de los padres, problemáticas
económicas, la violencia doméstica, situaciones emocionales sin trabajar, las peleas
hogareñas y otros tantos problemas.
El presente trabajo de investigación no solo cumple la función de develar y
determinar las conductas disruptivas ejercidas por los estudiantes de 5to año de
bachillerato Escuela Técnica Agropecuaria José Atanacio González. De hecho, su
importancia radica en diversos niveles y ámbitos, tanto para estudiosos como para
docentes, familiares, entre otros. Cabe señalar que al comprender las conductas
que adopten, se hará un aporte científico y cuantitativo sobre las respuestas
manifestadas por los estudiantes.

Es por ello que, el estudio sobre las conductas disruptivas representan un gran
aporte a la Psicología, debido a que podrían develarse las diversas conductas
adoptadas por los estudiantes, lo cual permitirá grandes avances en la investigación
de los fenómenos psicológicos y de igual manera se obtendrían valiosos
conocimientos de gran envergadura para el fortalecimiento de la investigación
psicológica.
Así mismo, en relación al área social, la presente investigación resulta de gran
valor en cuanto a dar a conocer las conductas disruptivas en estudiantes de
bachillerato y generar un impacto en los actores directos de la educación e
involucrados con el sistema educativo y familiar, a fin de generar conciencia para la
comprensión del proceso psicológico de los adolescentes que participan de la
educación, así como de la importancia del reconocimiento de las estrategias para la
concepción de la terapia psicológica como un elemento de beneficio en el ámbito
educativo.
Por otro lado, se pretende que esta investigación sirva como antecedente para
futuros estudios e investigaciones de la Universidad Nacional Yacambú UNY, debido
a que existen escasas investigaciones en relación a la problemática planteada. De
igual forma, se espera que los estudiantes de la UNY se interesen un poco más por los
adolescentes y sus problemáticas a nivel psicológico, y que encuentren una guía en
cuanto al estudio de dichas problemáticas con la presente investigación.
Alcances

La presente investigación se desarrolla en primera instancia con el acercamiento


al Escuela Técnica Agropecuaria José Atanacio González ubicado en el
asentamiento campesino “las velas el palmar” en el sector “las velas centro”
Yaritagua, Municipio Peña. Con la finalidad de conocer sobre la conductas
disruptivas y si existe la manifestación de la misma en los adolescentes que
asisten a la mencionada institución.

De forma similar, tras el análisis exhaustivo sobre las conductas adoptadas por
cada uno de ellos, se obtendrá una comprensión clara en relación a la postura de los
individuos ante la rutina diaria educativa, lo cual aporta en gran medida al área
psicoeducativa hacia el adolescente y su representante legal.
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

A fin de sustentar las distintas temáticas y conceptos que se expondrán en la


presente investigación, se definirán las bases teóricas sustentando a la misma. Dichas
bases son sustentadas en las teorías de psicología social, infanto-juvenil y escolares,
dadas las temáticas que se abordan. A través de las siguientes teorías se alcanzará un
entendimiento preciso sobre los temas a exponer, es decir, de las conductas
individuales y sociales que se presentan en la dinámica de clase para la población
antes mencionada.

Antecedentes de la investigación

Según Arias (2006) “Los antecedentes reflejan los avances y el Estado actual del
conocimiento en un área determinada y sirven de modelo o ejemplo para futuras
investigaciones” (p.106). A fin de construir el marco teórico que sustenta la presente
investigación, se presentan a continuación algunos antecedentes en relación a las
conductas disruptivas, así como también las teorías que sustentan dicha investigación
y los aportes conceptuales que enmarcan la variable en estudio.

Internacionales

Navarrete y Ossa (2013) llevaron a cabo una investigación titulada Estilos parentales
y calidad de vida familiar en adolescentes con conductas disruptivas. Dicha
investigación fue elaborada en Chillán, Chile, su objetivo general fue indagar la
relación entre las variables Estilos de Crianza, y Calidad de Vida Familiar, percibidas
en padres de preadolescentes que presentan conductas disruptivas en el aula. Además
contó con un carácter cuantitativo, descriptivo, correlacional. La muestra estuvo
constituida por 46 familias en las que se incluye padre, madre e hijo/a adolescente de
entre 11 y 13 años de edad de un colegio particular subvencionado de la ciudad de
Chillán.

Los métodos empleados para la recolección de los datos fueron el


Cuestionario de dimensiones y estilos parentales (Parenting styles and dimensions
questionnaire, [PSDQ]) de Robinson (1995) y la Escala de Calidad de Vida
Familiar (Family Quality of Life [ECVF]) de Summers (2005). Los resultados
muestran que el estilo de crianza predominante, tanto en padres como en hijos, es el
estilo de crianza con autoridad; además, se encontraron correlaciones significativas
entre las variables estilo de crianza con autoridad y calidad de vida familiar.

Así pues, la investigación mencionada anteriormente, resulta de gran valor


para el presente trabajo en relación a la variable de estudio de las conductas
disruptivas, ya que los resultados que se obtuvieron pueden afirmar que las familias
manejan un estilo de crianza autoritario lo cual permite vislumbrar el andamio de las
conductas disruptivas en el ámbito escolar.

Patiño (2014) realizó un trabajo de investigación que lleva por nombre Control de
las conductas disruptivas en la clase de educación física, a través del estilo de
enseñanza basada en la tarea en los niños de 4° de primaria del colegio distrital
Bolivia, Rodolfo Llinas de Bogotá. El objetivo general de la investigación fue
Establecer la contribución del estilo de enseñanza Basada en la Tarea en el control de
las conductas disruptivas de los niños de grado 4° de primaria del Colegio Distrital
Bolivia, Rodolfo Llinas, Bogotá.
La población que formó parte de la investigación fueron niños entre las edades de
9, 10 y 11 años. Dichos niños en su mayoría cuentan con niveles económicos
estables, se puede decir que su estrato escila entre 3 y 4. Por su parte, se aplicó como
instrumento para la recolección de información un diario de campo y una encuesta
estructurada.
Los resultados obtenidos en dicha investigación señalan que el 90% de los niños
encuestados no tienen ningún problema de hiperactividad, el 10% restante de los
niños, según resultados de la encuesta, son niños con posibles comportamientos
asociados a la hiperactividad. El 4% de los niños encuestados tienen problemas de
pérdida de atención moderada. Mientras que el 96% restante de los niños son
aparentemente con niveles de concentración normal, según encuesta aplicada.
Asimismo, el 6% de los niños encuestados tienen problemas de atención
considerables, mientras que el 94% restante de los niños no tienen ningún problema
de atención según parámetros establecidos por la encuesta aplicada. Ninguno de los
niños encuestados padece de algún síntoma asociado a la hiperactividad, sin embargo
presentan actitudes inclinadas hacia las conductas disruptivas.
Es por ello, que se toma dicha investigación como sustento del presente. Considera
la variable de las conductas disruptivas como un elemento que debe considerarse ante
el proceso educativo. Entendiendo que, son factores que intervienen en el proceso de
enseñanza y de aprendizaje de los estudiantes.

Nacionales

Rosales (2013) elaboró un trabajo investigativo titulado Estudio de conductas


disruptivas en estudiantes de educación media. Dicho trabajo fue elaborado en la
ciudad de Maturín. El objetivo general de la investigación fue describir las conductas
disruptivas en estudiantes de nivel de educación media. Además, fue una
investigación de carácter cuantitativo, tipo descriptiva.
Para la recolección de la información se empleó el cuestionario para la evaluación
de los problemas de convivencia escolar, elaborada por el Instituto de Orientación
Psicológica, en España, adaptado por las doctoras María Tortolero, Pastora Linares y
Psicóloga Nancy Linares.
La población del trabajo fue conformada por todos los estudiantes de educación
media de diversas instituciones, y la muestra fueron los estudiantes de primero,
segundo y tercer año, secciones A, B, C, D, E, F de estas instituciones. El muestreo
que se utilizó es el no probabilístico, es decir, una muestra intencional que es elegida
según los criterios del investigador. En el estudio fue una población de 300
estudiantes.
Los resultados obtenidos tras la aplicación del instrumento, fueron predominantes
en la conducta disruptiva de Indisciplina, siendo los ítems de Rayar o escribir en los
cuadernos de los compañeros el 29% seguido de Fugarse de clases en un 15% siendo
estos los valores más altos en la población general.
Dicho trabajo es de valiosa importancia para el sustento de la presente
investigación debido a que se toma en consideración la variable de las conductas
disruptivas en adolescentes de educación media. Recalcando que existen escasas
investigaciones relacionadas al tema, permite ampliar el conocimiento y el desarrollo
de contenido con la variable.
Seco y Tovar (2015) realizaron un trabajo de investigación que titularon
Estrategias centradas en las artes plásticas dirigidas a docentes para el manejo de
conductas disruptivas en niños y niñas de quinto grado de la U.E.E.B Padre
Bergerettí de Valencia Edo. Carabobo. Dicho trabajo fue realizado a través de una
metodología cualitativa de campo. Contando con el objetivo general de Diseñar
estrategias centradas en las artes plásticas dirigidas a docentes para el manejo de
conductas disruptivas en niños y niñas de Quinto grado de la U.E.E.B Padre
Bergerettí.
La población tomada como muestra para la investigación se encontró constituida
por 23 docentes de la institución, los cuales se toman como responsables para la
aplicación de las estrategias a sus estudiantes. El método de recolección de datos
empleado fue una encuesta de ítems cerrados que permitieron reconocer la enseñanza,
creatividad y desempeño del docente en cuanto a las artes plásticas con respecto a sus
estudiantes, además de la cantidad de niños que presentan conductas disruptivas
dentro del aula, junto con la forma de disrupción que presenta cada uno de sus
estudiantes.
Los resultados obtenidos en dicha investigación arrojaron datos relacionados a las
razones o causas de las conductas disruptivas de los estudiantes. Además, se
identificó que un 100% de los docentes contaba al menos con un estudiante con
conductas disruptivas además de reconocer en un 50% en respuesta afirmativa y un
50% en respuesta negativa sobre el conocimiento de las estrategias para mediar en las
conductas disruptivas de sus estudiantes.
La investigación fue tomada como antecedente, debido a que refleja la
problemática desde la perspectiva del docente y la realidad educativa relacionada a la
ausencia de estrategias que permitan abordar las conductas además de identificarlas.
Asimismo, se toma debido a que existen escasas investigaciones en el país
relacionadas a la variable de conductas disruptivas.

Regionales
En el estado Lara, Rodriguez y Linares (2016) realizaron una investigación
titulada Estilo de Crianza y Conductas Indisciplinadas en Estudiantes Adolescentes
de un Centro Comunitario del Estado Lara. La investigación fue realizada con un
tipo cuantitativo, de campo, descriptivo correlacional con un diseño no experimental.
El objetivo principal de la investigación fue determinar la influencia de los Estilos de
Crianza en la aparición de las conductas indisciplinadas de los adolescentes que
asisten a la consulta de Psicología del Centro Comunitario de Protección y Desarrollo
Estudiantil (CECOPRODE) de Barrio Unión, Municipio Iribarren. Barquisimeto.
Estado Lara.

Por su parte, la investigación fue realizada en una población de 300


adolescentes, con una muestra de 100, donde las edades oscilaban entre los 12 a los
18 años de edad. Como se expresó anteriormente, la investigación fue correlacional,
en el cual se empleó el cuestionario de Estilo de Crianza en la tipificación de clásica
de Baumrind (1971) y el test que midió las conductas indisciplinadas, Cuestionario de
Problemas de convivencia Escolar, (CPCE) realizado por Paredes y otros (2007).

Los resultados obtenidos muestran que no existe una relación estadísticamente


significativa ente las variables estilos de crianza y conductas indisciplinadas. Sin
embargo, el estilo de crianza predominante percibido por los adolescentes es el
democrático, manifestando conductas indisciplinadas tales como, desobediencia,
apatía y desinterés, es decir, al ejercer un estilo de crianza democrático, también
existe la posibilidad de que el adolescente pueda manifestar conductas de
indisciplina, debido a los cambios físicos y psicológicos propios de la edad, sin
embargo, es el estilo más beneficioso, favorece el desarrollo en equidad de
responsabilidad y una elevada autoestima en el adolescente.

En fin, el estilo de crianza autoritario, fomenta conductas indisciplinarías,


enmarcadas en la desobediencia, apatía y desinterés, es decir, que la variable de
conductas indisciplinarías de los adolescentes tienen gran relación con los estilos de
crianza.

Resulta un gran aporte a la presente investigación el presente antecedente. Tal


como se ha mencionado anteriormente, son escasas las investigaciones sobre la
variable de las conductas disruptivas, por lo cual es invaluable el hecho de contar con
un antecedente regional. Además que expresa la necesidad de indagar en la variable y
fomenta el interés investigativo. Para el presente trabajo representa un gran aporte por
considerar la variable en la población de estudiantes adolescentes del mismo modo
que este estudio.

Bases Teóricas

Según Sabino (2002), la intención de la presente sección es “dar a la investigación


un sistema coordinado y coherente de conceptos y proposiciones que permitan
abordar el problema” (p. 52). Por tal razón, resulta altamente necesario para el
desarrollo teórico de este trabajo de investigación que se presenten diversos
conceptos que fomenten un claro entendimiento y el análisis del mismo. Es por ello
que, a continuación se plantean las definiciones que sustentan y forman parte de esta
investigación, en la cual se presenta como eje principal de la variable conductas
disruptivas.

Conductas

Las conductas es un tema que se ha estudiado desde diversas perspectivas


teóricas, tales como la medicina, la psicología, la sociología y la educación. Dichas
acción, se encuentra relacionado con el comportamiento individual y expuesto por
grupos sociales. Según el enfoque conductual, Bravo (2008) expone “son rasgos y
propiedades internas atribuidas a las personas, son clases de conductas reconocibles
en la observación directa y con propiedades físicas accesibles al observador”, (p.7).
Considerándose lo antes mencionado, se puede expresar la conducta como una
respuesta o acción comportamental que se encuentra vinculada a una eventualidad o
situación.

Ahora bien, la conducta humana se encuentra relacionada a los aspectos


socioculturales y emocionales del individuo, por lo cual existe una elaboración
mental, es decir, interna en el individuo, la cual posteriormente se observará reflejada
en las circunstancias o eventos detonantes de la misma. En el mismo marco de ideas,
se puede considerar, dada la necesidad de exponer la conducta agresiva, tanto físicas
como verbal observadas en los jóvenes, indistintamente de los programas y dinámicas
planteadas en las aulas de clase. Cabe señalar según Bravo (2008) el cual define la
conducta como “las manifestaciones viscerales, musculares, o glandulares que se dan
en un organismo y que pueden ser medibles, observables y cuantificables” (p.28).
Disrupción

La palabra disrupción proviene del latín dirumpire que significa rotura o


interrupción brusca, lo cual permite que se interprete desde la etimología, el evento de
quiebre o transgresión ante los hecho y parámetros que se han establecidos como
normas sociales. En relación directa con la investigación, se puede interpretar como
un acto transgresor de forma violenta ante las normas pautadas en el ambiente escolar
para una relación enseñanza – aprendizaje satisfactorio. Por su parte, Zozaya y
Ferreira (2009) expone que la disrupción busca “impedir el normal desarrollo de la
clase, entorpeciendo el proceso de enseñanza - aprendizaje y los de convivencia”
(p.27).

Conductas disruptivas

Las conductas disruptivas fomentan situaciones estresantes que impiden el proceso


libre de enseñanza – aprendizaje y la dinámica de convivencia. Puesto que, Según
Garcia (2008) “son comportamientos que influyen negativamente en el proceso de
enseñanza docente y supone un grave trastorno para el normal desarrollo de la vida
escolar” (p.37). Por otro lado, se encuentran que las conductas disruptivas son actos
deliberados que ejecutan los jóvenes o infantes en el aula de clase, a nivel verbal,
motriz, ruido y agresividad. Por tanto, se refiere que dichas actitudes promueves las
conductas agresivas, la cual plantea Garcia (Op. Cit.) “aquella acción u omisión
intencional que, dirigida a una persona, tiende a causarle daño físico, verbal,
psicológico, sexual o económico y tiende a dañar su integridad”.

A su vez, este tipo de conductas distorsionadoras las podemos agrupar en cinco


categorías diferentes según Gotzens, C (1986):
a) Motrices: estar fuera del asiento, dar vueltas por la clase, saltar, andar a la "pata
coja", desplazar la silla, ponerse de rodilla sobre la misma, balancearse.

b) Ruidosas: golpear el suelo con los pies y con las manos los asientos, dar patada a la
silla o a la mesa, dar palmadas, hacer ruido con el papel, rasgar papel, tirar libros u
objetos, derribar las sillas o mesas.

c) Verbales: conversar con otros, llamar al profesor para conseguir la atención, gritar,
cantar, silbar, reír, toser, llorar.

d) Agresivas: pegar, empujar, pellizcar, abofetear, golpear con objetos, arrebatar


objetos o trabajos pertenecientes a otros, destrozar la propiedad ajena, lanzar objetos.

e) De orientación en la clase: volver la cabeza y/o el cuerpo hacia otro compañero,


mostrar objetos a otro, observar a otros largamente en el tiempo.

En definitiva, Castro (2007) expone de las conductas disruptivas son “una conducta
en la que existe una violación del derecho de los demás o de las normas y reglas
sociales apropiadas a la edad”. De tal forma, se expresa que son una diversidad de
eventos presentados en clase, tales como: levantarse de los asientos en momentos no
acordes, hablar con otros alumnos mientras explica algún tema el maestro, pelear con
otros alumnos, entre otros. En conclusión, según Gómez & Serrats (2005) “toda
actividad mediante las cuales el alumno transgrede, viola o ignora la normativa
disciplinaria establecida” (p.11).

Tipos de conductas disruptivas

Por otro lado, las conductas disruptivas presentas diversos tipos de


procedencia y de expresión. A fin de interpretar de forma eficaz las distintas teorías
que fomentan la investigación, se definirán los distintos tipos de conductas
disruptivas. Entre ellas encontramos: las conductas de personalidad, las cuales son
unos conjuntos de cualidades psicofísicas que la autonomía de los adolescentes. Estas
se presentan como: caprichoso, tímido, egocéntricos, hiperactivos, extrovertido,
introvertido, envidioso. Por otra parte, encontramos las conductas antisociales, que se
presentan con características personales, por ejemplo: la falta de respeto a los
profesores y las autoridades educativas, discutir con los profesores y revelarse contra
las distintas órdenes presentadas, conductas como mentir o engañar.

Además de las antes mencionadas, se encuentran las conductas agresivas, que


se pueden expresar a los compañeros y profesores en el aula de clase, entre las cuales
sobresalen: los apodos o mofarse de nombres y defectos físicos de los compañeros.
Asimismo, la agresión verbal, la cual se observar como actos hostiles a los demás
participantes del aula de clase o de la institución. Por su parte, también se encuentran
la venganza y la intimidación. Por último, en el aula de clase pueden observarse las
conductas indisciplinarías, por ejemplo: al interrumpir la explicación de los
profesores, a través de charlar con los compañeros, altanerías, griterías, olvidar los
trabajos que se asignan para la clase. En conclusión, los tipos de conductas
disruptivas son diversas, sin embargo alterar la dinámica de clase.

Los trastornos del comportamiento disruptivos

Las conductas y comportamientos disruptivos, pueden presentar rasgos y


síntomas particulares de patologías establecidas por el DSM iv ó 5. Según Parellada
(2009) señala que de acuerdo con las clasificaciones psiquiátricas, los trastornos del
comportamiento disruptivo se caracterizan por “un patrón repetitivo de
comportamiento antisocial, agresivo, y desafiante que implica violaciones
importantes de normas apropiadas a su edad.” (p.5). En otras palabras, los
adolescentes, no presentan las actitudes esperadas para su edad y su comportamiento
en los espacios esperados.

Por su parte Muñoz (2010) considera “término diagnóstico de inicio habitual


en la infancia. En grado extremo puede llegar a violaciones de las normas y leyes,
excesivas para el carácter y la edad de la persona. Generalmente estas conductas
impiden o reducen las posibilidades de adaptación al medio social, así como el
desarrollo y aprendizaje de nuevas conductas escolares, académicas y sociales (p. 1).
Es decir, que los comportamientos disruptivos, les impiden relacionarse de forma
sana con sus semejantes. Por último, Rodríguez (2008) señala que “hasta un 40% de
los niños con trastornos del comportamiento pueden evolucionar en adultos con
trastornos antisociales de la personalidad y que es la variante de personalidad más
perniciosa socialmente, así mismo, los trastornos de comportamiento en la infancia
presentan una prevalencia superior al 5%. Se diagnostican con más frecuencia en el
sexo masculino. (p. 951).

En conclusión, se observa ante las presentes opiniones de expertos que los


jóvenes tienen altas incidencias en convertirse en adultos con conductas semejantes,
encontrándose patologías infantiles y en la edad adulta. Los trastornos del
comportamiento disruptivo, se observan con una alta frecuencia en patologías infanto
– juveniles como: trastornos de inatención, impulsividad e hiperactividad. También,
trastorno pre-disocial, trastorno disocial y trastorno oposicionista desafiante.

Causas del trastorno

De acuerdo a los estudios realizados por Ramón (2010) la causa del trastorno
del comportamiento disruptivo en sí es desconocida. La prueba conocida del trastorno
del comportamiento disruptivo indica que es de base “genética”. “Causa
neurobiológica (del cerebro); ya que se encuentran unos niveles bajos de dopamina y
noradrenalina (neurotransmisores). Se observa que esta disfunción dopaminérgica
afecta a las zonas del cerebro encargadas de la atención y las tareas ejecutivas que
repercuten en los procesos que participan del juicio social (gracias a la capacidad de
inhibición y autocontrol), así como al movimiento. Aunque esta base neurobiológica
genera una predisposición orgánica, siendo las condiciones del contexto en el que se
desenvuelve el sujeto el que determina tanto la manifestación del problema, pero
sobre todo su evolución”. (p.2).

Categorías de los trastornos del comportamiento disruptivo

Inatención

La atención es un proceso cognitivo que permite al sujeto focalizar y


concentrar su energía psíquica en un determinado objetivo. Por su parte, la inatención
es la distorsión de la misma, para Bengoechea (2005) “es una atención inestable,
dispersa y fatigable, que les impide centrar y mantener la atención, comparar la
información, no atender a información relevante y seleccionarla, mientras que
atienden a estímulos poco importantes, dificultando así la adaptación a la realidad y
entorpeciendo el aprendizaje” (p.183).

Tomando en consideración lo antes mencionado, se comprende que es una


dificultad que impide el desplazamiento incorrecto del aprendizaje. De acuerdo a la
definición del Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales - IV,
Pichot, López, y Valdés, (1995) las deficiencias de la atención pueden manifestarse
en situaciones académicas, laborales o sociales; Los niños que presentan este
trastorno pueden no prestar atención suficiente a los detalles o cometer errores por
descuido en las tareas escolares o en otros; El trabajo suele ser presentado sucio y
descuidado y elaborado sin previa reflexión; Los niños suelen presentar dificultades
para mantener la atención en actividades académicas o lúdicas, resultándoles difícil
mantenerse en una tarea hasta finalizarla (p. 82-83).

Impulsividad

La impulsividad según Matéu y Galván (2001) se manifiesta por la


impaciencia, incapacidad para esperar a dar respuestas, precipitadas, dificultad para
esperar el turno o interrumpir o inferir a otros hasta el punto de tener problemas en
los ámbitos escolares, social o familiar, dan comentarios impertinentes y dificultad
para mantener una conversación. Además de la inadecuación social, la impulsividad
facilita la aparición de accidentes o la realización de actividades potencialmente
peligrosas sin considerar sus posibles consecuencias. (p.68).

De acuerdo a las especificaciones del Manual diagnóstico estadístico de los


trastornos mentales DSM-IV-TR propuesto por Parellada, Et al. (2009) Los sujetos
con este trastorno usualmente requieren de una atención o un esfuerzo mental
sostenidos o que carecen de novedad o atractivo específico. Cuando existe excesivo
control externo, ante situaciones nuevas o especialmente interesantes, en una relación
personal cara a cara o gratificaciones frecuentes por el buen comportamiento, los
signos del trastorno pueden ser mínimos. Los síntomas suelen ser más severo en
situaciones de grupo. (p.36)

Hiperactividad

La hiperactividad es definida por Félix (2008) “como un exceso de actividad


inoportuna, de manera que los niños no paran de moverse, son inquietos, nerviosos,
incapaces de permanecer sentados, dan golpecitos, molestan a otros.” (p.66) El
trastorno de hiperactividad es una perturbación que se presenta con una incidencia de
3-6% en la población pre-escolar y escolar. Según la definición de American
Psychiatric Association (APA), mencionado por Parellada, et al. (2009) se trata de un
“trastorno fundamentalmente crónico, presentando mayor incidencia en los niños que
en niñas de 10-1”. (p. 36)

Así mismo Díaz (2010) menciona “las explicaciones del Manual Diagnóstico
y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR (2002) plantea subtipos
neuropsicológicos para poder diagnosticas la hiperactividad, cuando demuestra
conductas como: Mueve en exceso manos y pies; Abandona su asiento en la clase;
Corre o da saltos en situaciones inapropiadas; Tiene dificultad para realizar
actividades tranquilas; Habla en exceso; Actúa como si estuviese impulsado “por un
motor”. (p. 3)

Trastorno disocial

El trastorno disocial en niños de 8 a 11 años de edad se caracteriza por “un


patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos
básicos de los otros importantes normas sociales adecuadas a la edad del sujeto”. Se
trata de un conjunto de conductas que van más allá de una simple travesura de un
niño o la “rebeldía de un adolescente”. Por lo general, involucra la participación
consciente del niño o adolescente dentro de una institución educativa o grupo social o
familiar en donde existen reglas de conducta Angulo, Fernández, García, Giménez,
Ongallo, Prieto y Rueda, 2008. p. 15)

De la Peña (2003) señala que los trastornos disóciales de acuerdo con el


Diagnóstico Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV), según Asociación
Psiquiátrica Americana (APA); como en la Clasificación Internacional de las
Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS); los trastornos
disociales en la CIE 10 incluye un conjunto de síntomas que pueden ir desde la
mentira hasta el herir a otro con un arma, lo que convierte a este grupo en uno muy
heterogéneo. Demostrándose así lo expuesto por investigadores,” a menor edad de
inicio, mayor severidad del padecimiento, mayor agresividad, y mayor padecimiento
en la edad adulta” es así que el 80% de los jóvenes detenidos por infracciones o
delitos violentos cursan con este trastorno. (De la Peña, 2003.p. 125).

Muñoz (2010) manifiesta que estos comportamientos en algunos casos pueden


presentarse en niños con desarrollo normal y que además provocan un deterioro
significativo en el funcionamiento cotidiano dentro de medio social en el que se
desenvuelve. Con frecuencia son considerados como inmanejables por personas
responsables de la educación y formación de estos sujetos. (p. 13).

Estudiante

El estudiante o alumno es el sustantivo empleado para los jóvenes que acuden


a clase con regularidad. Dichos jóvenes cumplen con ciertos requisitos educativos
que los califican para cursar el grado en el cual se encuentran. Cabe señalar que a
pesar de existir instituciones educativas desde la época de los filósofos griegos de
antaño, el rol u oficio del estudiante es algo nuevo en materia de estudio. Desde la
perspectiva académica, se ha alcanzado observar al alumno desde una nueva manera,
según el Ministerio de Educación, Argentina (2009):

“Sirva tal vez para graficar las diferencias entre ambas visiones un
ejercicio que consiste en imaginarnos cómo tratamos a los objetos, aun
los que consideramos más valiosos; los trasladamos, agrupamos, los
apartamos para preservarlos, llevamos adelante acciones que los
involucran pero, como son objetos, no esperamos de ellos ninguna
respuesta, decidimos por su bien. Por el contrario, cuando tratamos con
personas/sujetos, esperamos que reaccionen o que se anticipen y opinen
sobre los asuntos que les incumben, expresen sus sentimientos e incidan
en su ambiente” (p.32)

Por otro lado, tales consideraciones permiten que se interpreten que la


responsabilidad del alumno en la educación media es ser promotor y vocero de la
educación que desea recibir. Si se plantea la investigación, desde la presente
perspectiva, se encuentra una disonancia entre lo que es la conducta esperada por el
alumno y las que plantean los profesores en el capítulo 1.

Clima de Clase

El clima escolar es de gran importancia para que la dinámica de clase se


desarrolles de forma satisfactoria. Cabe señalarse que dicho clima es la percepción
que tienen los participantes, es decir, alumnos y profesores sobre la relación
interpersonal que se presenta en el horario de clase. Según Castillo Nuñez (2007)

El profesor tendrá como uno de los objetivos fundamentales de su


acción tutorial el crear un clima de clase en el que se favorezca el
aprendizaje cooperativo de las habilidades sociales, debe hablarles del
tema del maltrato en la clase, hacerles ver a los niños y niñas que pueden
formar un clima favorable con las normas y reglas establecidas dentro de
la clase, estas conductas manifiestan efectos positivos respecto a los
objetivos de la escuela y la educación.

A fin de que las clases se dicten de forma eficaz, es fundamental que los profesores
fomenten un clima de clase optimo, que les permita a ellos y a los alumnos alcanzar
los objetivos establecidos en la dinámica enseñanza – aprendizaje. Por su parte,
Watkins & Wagner (1991)
“Para los autores que se han ocupado de este aspecto, es esencial que
profesores y alumnos hablen sobre las normas y las rutinas que rigen la
vida del aula, aunque los cierto es en muchas de ellas se habla poco al
respecto, y no siempre porque ya exista un acuerdo y se haya comprobado
que tal acuerdo es válido”. (p.107)

Disciplina escolar

En el ámbito escolar, a fin de establecer una dinámica eficaz y lograr los


objetivos establecidos para alcanzar el éxito escolar. Por lo tanto, es necesario que se
establecan normas y pautas que fomenten el desempeño exitoso de la clase. La
disciplina Según la Real Académica Española dentro de sus diferentes significados la
define de la siguiente manera: Dominio, mando, preponderancia. Bajo dichos
objetividad, distintos autores plantean las características disciplinarias necesarias para
la función exacta de la clase.
Fontana (1994) sostiene lo siguiente:

“A nadie le gusta la palabra control cuando se aplica a la clase, ya


que sugiere rigidez y dominio del maestro, pero no es fácil encontrar una
alternativa adecuada. Permítaseme dejar claro que no soy partidario de
una vuelta atrás del reloj del tiempo para reinstaurar una forma de
disciplina anticuada, en la que la palabra del maestro era la ley, y que no
tenga en cuenta control me estoy simplemente refiriendo al proceso de
llevar una clase organizada y efectiva, una clase en la que las habilidades
individuales de los niños tengan la oportunidad de desarrollarse, en la que
los maestros puedan cumplir con su especial labor de promotores del
aprendizaje y en la que los niños puedan formarse con sensatez y agrado
en las técnicas para dirigir y controlar sus propias conductas”. (p. 15)
En conclusión, las disciplinas se plantean a fin de alcanzar los objetivos de clase,
partiendo de la autoridad y dinámica del profesor con los alumnos.

Bases Legales

Esta investigación no solo se encuentra sustentada a nivel teórico, sino también en


lo concerniente al marco legal, lo cual le brinda el soporte necesario en lo que
dictamina la ley. Así pues, dicha fundamentación se presenta a continuación.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)

Art. 19 “El estado garantizará a toda persona, conforme al principio de


progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable,
indivisible e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía
son obligatorios para los órganos del Poder Público de conformidad con la
Constitución, los tratados dados sobre derechos humanos suscritos y ratificados
por la República y las leyes que lo desarrollen”
Art. 83 “La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que
lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y
desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar
colectivo, y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la
protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su
promoción y defensa [...] de conformidad con los tratados y convenios
internacionales suscritos y ratificados por la república”

Ley Orgánica para la protección del Niño, Niña y del Adolescente, LOPNNA
(1998)

Artículo 120: La política de protección y atención al niño, niña y al


adolescente, como un conjunto de orientaciones y directrices, de carácter
público, dictadas por los órganos competentes, a fin de guiar las acciones
dirigidas a asegurar los derechos y garantías consagrados en la misma ley.
Código de ética Profesional del Psicólogo de Venezuela

Artículo 54: La investigación en Psicología debe inspirarse en los más elevados


principios éticos y científicos.
Artículo 55: La investigación en Psicología deberá ser realizada y supervisada por
personas técnicamente entrenadas y científicamente calificadas.
Artículo 57: Para proteger la integridad física y mental de la persona, la
experimentación con humanos debe cumplir los siguientes requisitos: a) Toda
persona debe expresar con absoluta libertad su voluntad de aceptar o rechazar
su condición de sujeto de experimentación, salvo los casos contemplados en el
artículo anterior. b) Debe tener la facultad de suspender la experiencia en
cualquier momento. c) Debe estar suficientemente informado acerca de la
naturaleza, alcance, fines y consecuencias que pudieran esperarse de la
experimentación, excepto en aquellos casos en que la información pudiera
alterar los resultados de la misma. d) Debe garantizársele la asistencia médica y
psicológica necesaria durante todo el tiempo que dure las consecuencias que
puedan resultar de la misma. e) Deben establecerse procedimientos que
permitan compensarle por los riesgos que se deriven de la experiencia
efectuada.

Artículo 58: Toda intervención o acción profesional de la Psicología a nivel


individual, de pequeños grupos o de la comunidad deberán regirse por las mismas
normas éticas relativas a la investigación.
Artículo 60: El investigador deberá garantizar el anonimato de las respuestas de
los sujetos sometidos a investigaciones y aminorar la posibilidad de cualquier daño
moral a aquellos.
Es importante señalar, que la realización de investigaciones de la salud mental, se
rige por diferentes criterios, donde principalmente el investigador debe practicar la
ética profesional del mismo. También, el profesional de la psicología debe brindar
afinidad con los participantes, e informarles del experimento, y así manifestar de
forma voluntaria si se encuentran en la capacidad de intervenir en el estudio. De la
misma manera, brindar un clima agradable, y confidencialidad de las respuestas que
se obtienen, durante la aplicación de la entrevista, e instrumento.
Sistema de Variable

El sistema de variable se obtiene de la población y variable a estudiar, es decir,


que es dependiente de la naturaleza de la investigación. Según Hernández y
colaboradores (2007) se define la variable como “una propiedad que puede fluctuar y
cuya variación es susceptible de medirse u observarse” (p.123). Con lo cual se puede
concebir que el sistema de variables son características medibles de la población, la
cual se observará con el fin de describir y entender la naturaleza del evento.

Definición Conceptual

La definición conceptual de la variable, en palabras más simples es el concepto de


la variable en estudio sustentada en un marco teórico que sea aplicado. Para Arias
(2012) dicha definición consiste en "establecer el significado de la variable, con base
en la teoría y mediante el uso de otros términos.” (p. 63) Por ello, se puede expresar
la variable de forma específica, sustentada en un cuerpo teórico, la cual se observará
sustentada por autores a continuación.
Conductas Disruptivas: se conoce dicho concepto según García (2008) como
“comportamientos que influyen negativamente en el proceso de enseñanza docente y
supone un grave trastorno para el normal desarrollo de la vida escolar”

Definición operacional

La definición operacional es la forma en cómo se traducen las acciones que se


ejecutaran para investigar el concepto, es decir, la variable ejecutada en la indicador
que medirá. En efecto, Chávez citado por Flames (2001), afirma “cuando se va a
pedir una variable se debe señalar sobre que indicador se medirá” (p. 45).
Conductas Disruptivas: para medir las conductas disruptivas se ejecuta la
aplicación del cuestionario para la detección de los trastornos del comportamiento
en niños y adolescentes (ESPERI) de Parellada, San Sebastián y Martínez (2009) el
cual posee diversas dimensiones e indicadores que reflejan la orientación de la
estrategia empleada. Tal como se visualiza en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Operacionalización de la Variable


Variable Dimensión Indicadores Ítems
Conductas Trastorno Responde a 1,4,8,11,13,18,20,
Disruptivas Inatención – preguntas sobre su
Impulsividad- capacidad de
Hiperactividad atención y
(TIIH). concentración
durante el
desarrollo de sus
actividades diarias.

Responde a 28,33,38,43,47.
preguntas sobre la
manera cómo actúa
frente a preguntas
y diálogos.

Responde a 6,22,23,26,32,40.
preguntas sobre su
dominio corporal y
temperamental.

Trastorno Responde a 5,15,16,29,35,36,


Predisocial (TPD) preguntas sobre su
42,45,50.
conducta delictiva
y agresiva no
percibida por los
demás en sus
relaciones con sus
pares.
Trastorno Responde a 7,9,12,17,19,24,31,
Disocial preguntas sobre su 37,41,44,49,52,55.
(TPD) conducta delictiva
y agresiva en sus
relaciones sociales.

Trastorno Responde a 3,9,27,51,54,56,57


Oposicionista preguntas sobre
Desafiante sus reacciones
(TOD). frente a personas
adultas u
autoridades.

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