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Itinerario Cantabria
Itinerario Cantabria
Salimos por la mañana desde Segovia y llegamos a Lon a la hora de comer (sobre las 14).
Dejamos las cosas en el alojamiento y nos dirigimos a Potes. Visita del pueblo por la tarde
(la oficina de turismo abre de 10 a 14 y de 16 a 20, para coger un plano). Posibilidad de
hacer alguna ruta de las que aparecen en el plano, según las ganas y el tiempo que
tengamos. Cena en el pueblo y vuelta a Lon para dormir.
Potes cuenta con un gran patrimonio arquitectónico religioso, civil y popular. La historia de
esta villa se remonta al medievo, al edificio más simbólico de la villa, la Torre del Infantado,
que anteriormente era la Casa del Marqués de Santillana. Se trata de una casa-torre del siglo
XV, de planta cuadrada y rematada por cuatro torres angulares terminadas en almenas, que
está situado en pleno casco antiguo de la villa. Hay muchas edificaciones en forma de torre.
Respecto a la arquitectura religiosa destacan dos iglesias advocadas a San Vicente, la más
antigua del siglo XIV y la nueva, que comenzó a construirse a finales del siglo XIX.
Un paseo por Potes hace transportar al visitante a otra época, con sus callejuelas
empedradas y sus casonas populares. No hay nada mejor que perderse por la zona vieja, y
en particular por el barrio de la Solana, los puentes de San Cayetano y de la Cárcel,
construidos sobre el río que cruza la villa, el Quiviesa.
Su plato más característico, el cocido lebaniego, que se puede acompañar con el típico
orujo lebaniego o con el tradicional Té del Puerto.
Partimos por la mañana temprano hacia Fuente dé, donde tomaremos el teleférico de
subida y comenzaremos la ruta tras un tiempo de contemplación en el mirador superior.
Está situada a 1094 metros de altura, cerrada por una hilera de imponentes montañas. En
ella se encuentra el Parador Nacional de Turismo “Río Deva” y la estación inferior del
teleférico mediante el que se puede acceder al corazón mismo de los picos. El teleférico
salva un desnivel de 753 metros. El mirador del Cable, el lugar el que las cabinas
depositan al viajero y desde el que en un agradable paseo por un buen camino se accede a
los famosísimos pastizales de Áliva
Pocos se libran de la sensación de vértigo que se produce durante la subida, especialmente
en el momento en que la cabina se sitúa en su tramo final, tan paralela a las peñas que da la
impresión de que éstas casi podrían tocarse. Otra sensación inolvidable la experimentará el
viajero en el momento en que, tras abandonar la cabina, se acerque al mirador que allí se ha
instalado: un auténtico balcón al vacío desde el que parece casi tocarse el cielo.
Ruta de los Puertos de Áliva (Unos 14 Km): Fuente Dé – Cable – Chalet Real – Ermita
la Virgen de las Nieves – Puertos de Áliva – Invernales de Igüedri – Hayedo del Monte de
la Serna – Fuente Dé. Aproximadamente 4 horas y cuarto.
Una vez que llegamos arriba (El Cable), la ruta no tiene pérdida, ya que es una ruta típica.
Está todo indicado y casi todo el itinerario es de bajada. Se trata de seguir dirección a los
Puertos de Áliva para después tomar dirección Espinama y, sin llegar allí, tomar desvío
hacia Fuente Dé.
Tras disfrutar de este primer tramo se comienza a descender hacia los Puertos de Áliva.
Pasaremos en primer lugar al lado del Chalet Real. Lugar privilegiado elegido por los reyes
para venir a disfrutar un poco de la montaña y practicar la caza en la zona.
Estamos en los Puertos de Áliva. Lugar de inmensos pastos y de paso entre las poblaciones
de Sotres (Principado de Asturias) y Espinama (Cantabria). Allí, solitaria, está la ermita de
la Virgen de las Nieves.
Tras cruzar el bosque, formado por hayas en su mayoría, se sale a una zona de prados
donde la Peña Remoña domina el hermoso paisaje. Ya no queda nada.
Finalmente podemos volver a Potes y dar un paseo o visitar algún otro pueblecito de la
zona. Cenaremos y nos iremos a dormir.
Día 3 (31/08/2018): Desfiladero de la Hermida – Ruta de las Agüeras – Pozas
termales – Panes.
Durante el siglo XIX el desfiladero fue concurrido por viajeros, exploradores, montañeros,
escaladores y cazadores británicos que lo tomaban para llegar a Picos de Europa. Por este
motivo el desfiladero aparece descrito e incluso dibujado en grabado en muchos libros de la
época.
A la vuelta, nos bañaremos en las pozas termales que hay en el río frente al balneario del
lugar, para descansar del duro trayecto montañero. Finalmente llegaremos a Panes,
atravesando la última parte del desfiladero, donde al día siguiente cogeremos las piraguas
para descender el río Deva, el cual hemos estado siguiendo durante esta jornada y la
anterior.
Por la mañana, sobre las 11, nos montaremos en las piraguas para nuestra excursión fluvial,
la cual se extenderá hasta la hora de comer (o más), ya que podremos entretenernos y parar
todo lo que queramos durante el trayecto. La comida será de picnic, por lo que podemos
comerlo cuando queramos.
Una vez finalizada la ruta en piragua, saldremos desde panes hacia Pesués, lugar donde nos
alojaremos, y una vez dejado el equipaje, iremos a San Vicente de la Barquera, ya por la
tarde, y aprovecharemos para visitar el pueblo y ver algunos de los edificios y lugares más
característicos.
San Vicente de la Barquera es una villa histórica rodeada de un privilegiado entorno, en
pleno Parque Natural de Oyambre. Villa pescadora y marinera, cuyo puerto fue y sigue
siendo el corazón de la actividad, cuenta además con bonitas playas como la de Oyambre y
los extensos arenales de Merón. En el Patrimonio arquitectónico de San Vicente de la
Barquera destaca su Puebla Vieja, declarada Conjunto Histórico Artístico, entre cuyos
edificios más significativos se encuentra el Castillo del rey, del siglo XIII y uno de los
pocos que se conservan en la Cornisa Cantábrica, la Torre del Preboste, el hospital de la
Concepción, así como la iglesia de Santa María de los Ángeles.
Destacan las ruinas del convento e iglesia de San Luis, construido a finales del siglo XV
junto a la ría y en uno de los extremos del Puente de la Maza, que con sus 32 ojos era,
cuando se construyó a finales del siglo XV, uno de los más largos de España. La Puebla
Vieja se encuentra en un brazo de tierra entre el cauce bifurcado de la ría, de modo que hay
que cruzar otro puente, el Puente Nuevo, del siglo XVIII, para llegar a la ermita de la
Virgen de la Barquera, ubicada en el barrio del mismo nombre, junto al puerto pesquero
y la lonja.
Por la mañana a las 11:30 visitaremos la cueva de “El Soplao”. La Cueva El Soplao fue
descubierta en Cantabria a principios del siglo XX con motivo de una explotación minera y
está considerada una de las maravillas de la geología mundial, atesorando un paraíso de
excéntricas estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, etc.
A su alto valor medioambiental hay que sumar su gran valor estético, que está representado
por una gran diversidad de formaciones excéntricas. Estas formaciones naturales, si bien se
encuentran en otras cavidades, ninguna supera la abundancia, belleza y espectacularidad de
ésta.
Después de la visita, volveremos a San Vicente de la Barquera a comer. Por la tarde iremos
a la playa de Merón.
Dedicaremos el día entero a la visita de esta bonita villa, pudiendo disfrutar también de la
playa si nos da tiempo y tenemos ganas. Hay dos rutas, la ruta monumental y la ruta
modernista, que nos permitirán recorrer y apreciar todos los lugares característicos de
Comillas.
La villa de Comillas es declarada Conjunto Histórico Artístico en 1985, y es conocida con
el apelativo “Villa de los Arzobispos” porque en los siglos XVII y XVIII nacieron cinco
prelados que ocuparon importantes diócesis.
Está llena de excelentes muestras de arquitectura modernista del siglo XIX, especialmente
de la escuela catalana. Palacios, casas solariegas, bellos edificios, pequeñas plazas, parques y
rincones empedrados completan el paisaje de este precioso lugar, sin olvidarnos de la
hermosa playa que todos los veranos atrae a miles de turistas.
En el centro del casco urbano encontramos la bella plaza central compuesta por alguna
casona, la Iglesia Parroquial de San Cristóbal (Siglo XVII), el Ayuntamiento. Por uno
de los ángulos de la plaza se accede a la Plaza de los Tres Caños, donde además de una
casa blasonada y una torre se encuentra la fuente del mismo nombre.
La Casa Ocejo mandada construir por el Marqués de Comillas para su madre, es la única
construida en piedra de sillería, bien labrada pero sin ornamentar.
Fue en 1868 y 1879 cuando se encontraron grabados del Homo Sapiens, correspondientes
al Paleolítico Superior Magdaleniense y un número más reducido del Solutrense, en la
conocida Cueva de Altamira, pero debido al deterioro de las mismas, se restringió el acceso,
y se construyó, junto a la cueva original, las nuevas instalaciones del Museo de Altamira y la
Neocueva, réplica fidedigna y minuciosa de la original.
La creación de una escena integrando varias figuras, el uso de relieves propios de la cueva
para generar volúmenes y la perfección en la técnica del grabado, que consigue claroscuros
con sólo dos pigmentos, el negro del carbón vegetal y el rojo de óxidos, hacen única esta
cueva.
El resto del día visitaremos tranquilamente el pueblo de Santillana del Mar, una villa
medieval de calles empedradas que cuenta con un notable grado de conservación (está
declarada como Conjunto Histórico Artístico), donde nos transportaremos con facilidad a
otros tiempos. Se le conoce popularmente como la villa de las tres mentiras, puesto que ni
es santa, ni llana, ni tiene mar.
Este pequeño municipio posee un casco histórico bien conservado en el que destaca La
Colegiata que data del siglo XII, el edificio más representativo y la joya más importante del
románico en Cantabria. También destacan otros edificios como La torre de Don Borja,
La torre del Merino, o el Palacio de los Velarde, ambos del siglo XV. Junto a ellos
destacan también la Casa Palacio de Peredo Barreda, la de los Villa o la de los Bustamante,
todas del siglo XVIII.
Algunas de estas casas palacio actualmente acogen instituciones de carácter cultural, como
son el museo diocesano, el museo del escultor Jesús otero, la fundación Santillana, uno de
los centros culturales de caja Cantabria o las casas del águila y la parra, transformadas en
salas de exposiciones.
La ciudad engloba una serie de visitas obligadas como son La Catedral, El Palacio de la
Magdalena, La Plaza Porticada, El Banco de Santander, el Gran Casino del Sardinero, o lo
ya más modernos Palacio de Festivales, de Exposiciones o Deportes. Sin olvidar diversos
museos como son el Museo de Bellas Artes, el Museo Marítimo del Cantábrico, el Museo
de Prehistoria, entre otros.
Por la mañana visita cultural al museo (abre de 10 a 19:30) y por la tarde visita a la ciudad.
Si da tiempo, también playa.
La herencia histórica de Santoña para la defensa costera son sus tres edificaciones:
el Fuerte de San Martín, al final del Pasaje o paseo marítimo; el Fuerte de San Carlos,
más próximo a la bocana de la bahía; y el Fuerte del Mazo o “de Napoleón”, ubicado en
el Buciero y que ofrece unas vistas magníficas de todo el territorio. Asimismo la
trascendencia del lugar viene señalada por dos faros de indudable encanto. El del
pescador, junto a la hermosa playa de Berria, y el del Caballo, con un vertiginoso acceso
de casi 800 escalones de piedra.
Ruta por el monte Buciero: Inicio: Fuerte de San Martín. Tipo de marcha: Circular.
Distancia total: 12 km. Dificultad: Baja (a excepción del descenso al Faro del Caballo).
Desnivel: 250 metros acumulados. Tiempo: Cuatro horas.
A las 16:30 hemos quedado con la dueña del piso para que nos de las llaves, por lo que
habría que hacerla pronto por la mañana.
Por la tarde, iríamos a Laredo, aunque si vemos que no nos da tiempo a ver todo lo que
queremos, podemos dedicar algo de tiempo al día siguiente antes de ir a Castro Urdiales.
Una vez visitado Laredo, vuelta a Santoña para dormir.
Día 12 (09/09/2018): Castro Urdiales.