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Recuerdo que era un día sábado 05 de enero de este año, recuerdo que eran las 9.30 am.

Estaba
en mi casa ese día, no trabajo y estaba realizando el análisis para un proyecto de implementación
software para un cliente nuevo. Me llama por teléfono Daniela ella es contadora de profesión,
súper profesional nos conocemos desde la universidad.

Me pregunta si estaba ocupado como para hablar con ella en el Starbucks que estaba cerca de su
trabajo. Bueno le dije que está bien. Cuando llegue al lugar de la reunión ella no estaba sola sino
estaba con más personas reunidas. Me acerque nos saludamos con ella y las personas con la cual
estaban reunidas.

Me integre a la reunión porque deseaba que estuviera una persona experta en sistemas. Una de
las personas me acerco una laptop que al parecer tenía problemas y me preguntaron si la podría
revisarlo y mencionar si encuentra algún problema con ese equipo en particular.

Después de algunos minutos pude encontrar algunas observaciones y mencione que si tuviera más
tiempo haría mejor mi trabajo así ayudarlos con estos pequeños problemas. Al parecer el equipo
contenía valiosa información para esa reunión. Daniela menciono al grupo de trabajo “Siempre
me ayuda mucho contar con tu profesionalismo”.

Al finalizar la reunión al parecer una de las personas era el gerente de la empresa de los gerentes
de la Clínica San Felipe, me comento que le gusto hablar conmigo y explicarle de manera más
sencilla y amena lo que había sucedido con el equipo. “No son muy hincha con las PC’s” y cuando
vienen arreglarlo NO SABEN EXPLICARME TAMBIÉN COMO LO HACES TU.

Tengo pensado en realizar un mantenimiento a todas las computadoras del área administrativa de
la clínica, necesito que lo hagas TÚ. El precio que tú indiques estará correcto. Me invito a los días a
su despacho y hablar del tema.

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