Érase una vez tres bueyes que pastaban juntos y que siempre permanecían muy
juntos. Durante varios días un león se mantuvo observándolos con el propósito de
devorarlo pero siempre sentía un poco de miedo porque al nunca separarse los tres
bueyes, lo ponía en desventaja si llegaba a luchar en contra de los tres.
Muy inteligente el león creo una estrategia basada en mentiras y patrañas con el
objetivo de lograr destruir esa unión entre los tres bueyes. Una vez que logró su
objetivo pudo separarlos y así comerse a cada uno de forma independiente.
Moraleja: Nunca permitas que nadie destruya la unidad que tengas con tus amigos
y familia porque solo de ese modo serás más fácil de hacer daño.
EL LOBO HAMBRIENTO
Esta historia ocurrió una mañana cuando el labrador había terminado de trabajar en
sus campos y llevo a los bueyes a que se refrescaran en el estanque. Después de
beber agua se dispusieron a descansar un poco pues estaban muy agotados por el
peso de los arados cuando de repente apareció un hambriento lobo en busca de
alimento.
Este se fue acercando poco a poco al arado, y una vez allí empezó a saborear los
bordes del yugo para sentir al menos el gusto del sudor de los bueyes y así engañar
a su estómago. Comenzó suavemente pero era tanta el hambre que tenía que no se
percató que su iba metiendo su cabeza dentro del yugo. El hambriento lobo al
percatarse de que había quedado atrapado por el yugo comenzó a desesperarse
porque no podía salir así que empezó a correr en todas las direcciones. Mientras
corría arrastraba el arado por todo el surco que habían hecho los bueyes.
Un rato más tarde llego el labrador acompañado de sus bueyes y al ver lo que estaba
ocurriendo le gritó al lobo:
– ¡Maldito lobo! Que distinto sería todo si no tuvieses esas malas ideas de acosar a
los animales que nos ayudan en el campo a trabajar. Yo sería un hombre muy
dichoso si araras mis campos con la misma fuerza y rapidez con la que corres ahora
desesperado para liberarte de ese yugo tan pesado.
Moraleja: Cuando eres malo y tus intenciones no son buenas, aunque parezca que
actúas bien al final tu naturaleza te pone al descubierto.
LA GRAN IDEA DEL PESCADOR EGOÍSTA
Este era un hombre que ya estaba harto de no poder conseguir pescado para poder
vivir un poco más cómodo que antes, y es por esto que decidió poner en práctica un
nuevo sistema que hace solo algunos días había inventado.
Lo que pretendía era emplear redes que al ubicarlas en el rio se impidiera que el
agua las atravesara y de este modo el rio se quedaría sin corriente que les facilitaba
el escape a los peces. Además el toque final del invento consistía en una cuerda de
cáñamo que estaba sujeta a uno de los extremos y de la que colgaba una piedra con
la que se iba golpeando el agua. Mientras esto sucedía aquel hombre pensaba:
– Con esta idea lograré que los peces tengan tantas ganas de escapar que acudan
directamente a mi trampa.
Un pescador que pasaba por el lugar, al ver lo que estaba haciendo, muy molesto le
dijo:
– ¿No te das cuenta que con esto el agua que recibimos en el pueblo está llena de
fango porque no dejas de ensuciar el agua del río?
– Mil disculpas, me apena mucho saber que esto los molestara, pero es que esta es
la única forma que tengo de alimentarme y salir de una vez de esta pobreza – dijo el
pescador desesperado.
Había una vez una joven, hija de un granjero que iba al pueblo a vender leche, y
mientras trasladaba la vasija llena de leche, planificaba su futuro.
De repente tropezó con una piedra y cayó al suelo junto con el recipiente de leche el
cual se derramó completamente, destruyéndose también cada uno de los planes que
había hecho.
Moraleja: No debes desear tener una fortuna mayor pues nada de lo que tengas te
parecerá suficiente. No pienses en el futuro sin antes haber asegurado tu presente
pues solo así tu futuro tendrá resultados.
LEYENDAS
Cuenta esta leyenda que en una casona de la localidad peruana de Huacho, unos ciento
cincuenta kilómetros al norte de Lima, habita un duende que se hace presente a los
moradores únicamente si éstos se lo permiten. Si lo hacen, reciben un premio en
metálico que los hace ricos para el resto de sus vidas, pero antes deben superar la
prueba que el duende les impone demostrándoles su valor.
En una ocasión, una pareja de ancianos que hace poco se habían mudado a la casa
escucharon por la noche un vozarrón, que no era otro que el del duende,
preguntándoles si querían recibirlo. Todos los anteriores moradores habían huido
despavoridos al escuchar una voz tan estentórea, pero no fue el caso de los ancianitos,
quienes amablemente le respondieron que sí, que deseaban recibirlo. Acto seguido, el
duende se hizo presente, bajo un aspecto amigable, y como recompensa por su
amabilidad les regaló una enorme cantidad de monedas de oro, con las que los
ancianitos costearon largamente sus necesidades por el resto de lo que les quedaba de
vida. Al morir, la casa se ocupó brevemente con una joven familia, pero al oír la
invitación del duende una de las primeras noches de su estancia en la casa, se retiraron
velozmente, presas del susto. Se dice que la casa permanece por estos días
desocupada.
Esta leyenda proviene del distrito de Santa María, en Huaura. Los pobladores afirman
que una mujer en traje de novia aparece en las alturas de un cerro durante ciertas
noches, llorando desconsoladamente. Existen dos explicaciones para este fenómeno: la
primera de ellas es que se trata del espíritu de una mujer que murió pocos días antes de
celebrar su boda, lo cual ha hecho que se niegue a abandonar este plano, presa de
encontrados sentimientos acerca de la felicidad que quería vivir. Algunos agregan que
su pesar se intensificó al ver, desde el más allá, que su antiguo novio no tardó en
reemplazarla.
La otra explicación, algo más fantasiosa, tiene que ver con un extraño terremoto que
arrasó en tiempos antiguos con la iglesia en donde la mujer iba a casarse, y del cual
fue la única sobreviviente. Ciertos relatos afirman que la desesperación de la mujer
por conseguir pareja a la que llevar al otro mundo es tal que no es conveniente
cruzarse con ella en la montaña en las noches en las que hace su aparición.