Envenenamiento

Un veneno es una sustancia con efectos negativos para la salud y en algunos casos puede conducir
a la muerte. El envenenamiento es el medio a través del cual alguien enferma o fallece por el
efecto de la sustancia venenosa.

El veneno está asociado al suicidio, a la intoxicación provocada o accidental y al asesinato (algunos

lo consieran el arma de los cobardes). La idea de envenenamiento presenta igualmente un sentido
figurado (una persona puede envenenar a alguien con sus palabras).

Envenenamientos célebres
Sócrates fue un filósofo ateniense del siglo V a.C. Fue condenado a beber cicuta para acabar con su
vida y antes de tomar el veneno estuvo hablando tranquilamente con sus díscípulos más cercanos.

El filósofo romano Séneca también fue condenado a muerte por el emperador Nerón y obligado a
beber cicuta en el siglo l d. C.

La célebre Cleopatra, reina de Egipto, era una experta en envenamientos y ella misma decidió
acabar con su vida a los 39 años con la mordedura de una serpiente. Esta versión es la más
extendida pero algunos historiadores la han puesto en duda y la muerte de Cleopatra continua
envuelta en el misterio.

El envenenamiento ha sido accidental en algunos casos y esto es lo que previsiblemente sucedió a

Isaac Newton, que lentamente se fue intoxicando como resultado del uso del mercurio, que
Newton pretendía convertirlo en oro (el mercurio es un metal muy tóxico, como el plomo, el
cadmio o algunos metales radiactivos).

Como técnica de asesinato premeditado, el envenamiento forma parte de algunos géneros

literarios (el personaje de Sherlock Holmes era un experto en venenos) y de todo tipo de crímenes
que han pasado a la historia. Vale la pena recordar que Mozart murió convencido de que había
sido envenenado y Antonio Salieri, su gran enemigo, era el principal sospechoso, aunque esta
circunstancia no se pudo demostrar. El caso de Napoleón está igualmente envuelto en la polémica,
ya que oficialmente murió de cáncer de estómago, pero estudios recientes ponen de manifiesto
que pudo haber sido envenedado con arsénico.