Revista viva / Espectáculos. Miércoles 27 de febrero de 2019.

Cine

Aterrados

Miedo para llevarse a casa

Demián Rugna deja atrás la autoconciencia de “¡Malditos sean! “(2011) y “No
sabés con quién estás hablando” (2016) para despacharse con este terrorífico
thriller psicológico jugando con el miedo y el suspenso.
Por Cristian Daniel Tognolotti

Ficha técnica: Aterrados (Argentina/2017). / Guión y dirección: Demián Rugna. /

Elenco: Maxi Ghione, Norberto Gonzalo, Elvira Onetto, Demian Salomón , Agustín
Rittano y George Lewis. / Fotografía: Mariano Suárez. / Edición: Lionel
Cornistein. / Dirección de arte: María Laura Aguerrebehere. / Sonido: Pablo Isola. /
Distribuidora: Aura Films. / Duración: 87 minutos. / Calificación: Apta para mayores
de 16 años.

El género del cine de terror hecho en la Argentina no es, de hecho, muy conocido
debido a que las producciones suelen ser de bajo presupuesto y terminan siendo
vistas en festivales de muy poca envergadura.
Resulta entonces novedoso por lo menos es el caso de esta película, en donde, a
diferencia de otras producciones locales, Demian Rugna acierta es en la
aplicación precisa de terror de estilo paranormal en combinación con una trama de
puro suspenso.

En un barrio, o al menos, en una cuadra, empiezan a suceder fenómenos

inquietantes. ¿Paranormales? Tal vez.
Una impactante muerte en el baño en una de las escenas iniciales, un falso
culpable, la presencia de seres de aspecto espeluznante, el cadáver de un niño
que ha vuelto misteriosamente a su casa y un reducido grupo de parapsicólogos
que, con la ayuda de un comisario retirado, investigan los sucesos inquietantes
que están ocurriendo en un barrio del Gran Buenos Aires.

Las actuaciones, que suelen ser el punto flojo, aquí están muy cuidadas y no
parodian a sus personajes, por más que algunos sean bastante básicos mantienen
en vilo y con cierta inquietud al espectador.
En síntesis, Aterrados es una película donde los personajes se aventuran en lo
paranormal logrando generar un clima de excelencia y acogedor en un juego de
sensaciones que más de uno dejará sin palabras.