Está en la página 1de 1

Nuevas necesidades, nuevos materiales

El proceso de agotamiento de muchos de los materiales utilizados


tradicionalmente, junto con la creciente necesidad de crear una multitud de
productos y equipamientos, muchos de ellos exigentes de materiales de
características muy concretas, puso en marcha a los investigadores. Las
investigaciones realizadas se pueden agrupar en dos grandes apartados: los
nuevos usos de materiales preexistentes y la creación en laboratorio de una
nueva generación de materiales. En el primer caso hay que situar el reciclaje
de materiales usados, por ejemplo, el aluminio; la combinación de materiales
diferentes como el plástico y la fibra de vidrio; la dotación de mayor resistencia
a materiales existentes como el acero; el uso de materiales conocidos, pero no
utilizados antes: el circonio, el titanio, el cadmio, etcétera; o el uso extensivo
de los materiales más abundantes, los cerámicos, que han propiciado, por
ejemplo, la síntesis de cerametales. En el segundo caso, cabe citar la fibra
óptica, la fibra de carbono, los fullerenos, etcétera.

Un rápido recorrido por el resto de los nuevos materiales sólo permite señalar
algunos de los más significativos. Las superaleaciones son metales que pueden
resistir altísimas temperaturas. Los materiales dieléctricos permiten almacenar
gran cantidad de energía. Los superconductores son capaces de transportar
altos volúmenes de energía sin oponer resistencia. Los biomateriales permiten
sustituir componentes del cuerpo humano, como huesos o pulmones. Y en el
terreno de la vida cotidiana hay que citar los alimentos transgénicos que
permiten una agricultura más extensiva, las fibras sintéticas con las que
pueden fabricarse ropas antibactéricas, inarrugables, etcétera. (Aróstegui,
2001)

También podría gustarte