Nos encontramos en un punto crítico, el hambre se apodera de nuestra sociedad, la ambición

de quienes más tienen y menos sabe compartir está llevando nuestra economía a un quiebre
en el que cuatro comidas diarias serán, cada vez más, privilegio de unos pocos. ¿Pero en qué
momento perdimos la humanidad? ¿Cuándo nos hicieron creer que estábamos creciendo, si
frente a nuestros ojos desfilaban familias enteras revolviendo la basura? Cuando decidimos
soltar nuestro sentido común y empatía para dejarnos llevar por un sistema (Y SUS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN) que nos mintieron en la cara diciendo que estábamos mejor y creciendo.

Insisto con que tenemos un problema de hambre, de poder y de dinero en el 1 % que maneja
el mundo, y hambre de justicia en quienes sufren las consecuencias de vivir bajo un sistema
que se nos impuso sin preguntarnos.

Un sistema que se encarga de empobrecer a su pueblo para enriquecer a esa minoría

gobernante, específicamente si cobrabas 8000 pesos al 2 de enero (2018) de este año, tu
sueldo era de 400 u$S, hoy 30/08/18 vale 200 u$S, a menos que seas senador o juez y te
puedas subir un 100 % el sueldo vos mismo.

Pregunto entonces: ¿fue real en algún momento este supuesto crecimiento o nos embaucan
sistemáticamente y guían nuestra atención hacia otros asuntos para tapar todo lo que se
roban?

Despertemos, dejemos de lados los prejuicios creados por la televisión y abramos los ojos para
ver que el oprimido no es el enemigo, el enemigo esta de traje y corbata, riéndose en TN,
oprimiendo a la gente que se le encargo cuidar; pero no olvidemos que el poder es del pueblo
y lo podemos volver a tomar.