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Preguntas básicas
Superávit primario
(m. m. de dólares),
déficit fiscal menos
intereses netos
600
400
Superávit
200 primario
Superávit
0
Déficit
–200
–400
–600
–800
–1.000
–1.200
–1.400
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Fuente: Executive Office of the President, Office of Management and Budget, Budget of the
United States Government, Fiscal Year 2013, Historical Tables, cuadros 1.1 y 3.1.
836 / La economía del sector público
Sin embargo, aunque muchos economistas temían que el creciente gasto dedi-
cado a los programas de prestaciones basados en derechos adquiridos, especial-
mente los que van destinados a los ancianos, generaría con casi toda seguridad un
creciente déficit en veinticinco años, el Presidente Bush defendió las reducciones
de los impuestos de 2001 y 2003 y amplió el programa Medicare incluyendo los
medicamentos con receta, con la cara condición de que la Administración fede-
ral, la mayor compradora, no podía negociar con las compañías farmacéuticas.
Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, apoyó al Presidente Bush, ar-
gumentando que los superávit permitirían al país devolver rápidamente la deuda
pública y que sin deuda pública, sería difícil gestionar la política monetaria. Re-
trospectivamente, la magnitud de este error de juicio fue colosal: las reducciones
de los impuestos dieron como resultado elevados déficit, que no hicieron más que
crecer después de la crisis financiera mundial de 2008.
Este capítulo tiende un puente entre las dos ramas de la economía, la macro-
economía, que se ocupa de agregados nacionales como la producción, el empleo
y la inflación, y la microeconomía, que se ocupa de las decisiones de los hogares y
de las empresas. Actualmente, los cursos de economía del sector público centran
la atención en la influencia de los impuestos y de los gastos en estas decisiones y,
por lo tanto, en la estructura de la economía –qué bienes se producen, cómo se
producen y para quién se producen– mientras que los cursos de macroeconomía
centran la atención en la influencia del Estado en el nivel de actividad econó-
mica. En realidad, las dos materias están estrechamente relacionadas; el déficit
afecta tanto a la política macroeconómica como a la política microeconómica.
Por ejemplo, merma la capacidad de los Gobiernos para utilizar la política fiscal
tradicional (la reducción de los impuestos o el incremento del gasto) con el fin
de estimular la economía; y su capacidad para aumentar la inversión pública,
por ejemplo, en infraestructura (como carreteras), capital humano (educación)
e investigación para fomentar el crecimiento económico.
baje el tipo de interés), que es uno de los factores que hemos indicado antes que
contribuye en sí mismo al déficit. En 2010, el pago de intereses netos representó
el 5,7% del gasto federal total.
Los economistas han afirmado tradicionalmente que el endeudamiento del
Estado puede justificarse, exactamente igual que el de una persona, en función
del fin al que se destina el dinero. Tiene sentido endeudarse para comprar una
casa en la que viviremos muchos años o un automóvil que utilizaremos varios
años. De esa manera vamos pagando el artículo mientras lo utilizamos. Tiene
sentido económico pedir un préstamo para realizar unos estudios que nos permi-
tirán tener un empleo mejor remunerado en el futuro. Sin embargo, si estamos
pagando este año las vacaciones de hace dos, ¡tal vez debiéramos deshacernos de
las tarjetas de crédito! Las empresas tienen un balance de situación que muestra
su situación financiera general. En un lado del balance se encuentra el activo
(lo que posee la empresa) y en el otro el pasivo (lo que debe). Si la empresa se
endeuda para comprar un activo valioso, su situación financiera mejora, ya que el
valor del activo aumenta más que el del pasivo.
Los países se encuentran en una situación parecida. Endeudarse para finan-
ciar una carretera, una escuela o un proyecto industrial que se utilizarán durante
muchos años puede ser bueno. De nuevo, el balance de situación del país mejora:
aunque debe más, el valor de sus activos (su infraestructura, su capital humano)
aumenta. Endeudarse para financiar proyectos que nunca se terminan (o que
incluso quizá no se empiezan jamás) o para financiar los sueldos de los funcio-
narios públicos de este año plantea verdaderos problemas. En muchos países, el
Estado se ha endeudado más de lo que podía devolver cómodamente, lo cual le ha
obligado a subir mucho los impuestos y a reducir el nivel de vida. En otros, no ha
devuelto la deuda, poniendo en peligro las posibilidades de pedir préstamos en el
futuro, si bien este riesgo se exagera frecuentemente.
La Figura 24.2 muestra la deuda de la Administración central de algunos paí-
ses del mundo desde 2003. Japón es el país de renta alta que tiene la deuda más
elevada en porcentaje del PIB: esta representa casi el doble de las dimensiones de
la economía del país; en los últimos años, alrededor de la mitad de su presupuesto
anual se ha financiado por medio de nuevo endeudamiento. Otros países de renta
alta que tienen un elevado nivel de deuda son Grecia, Italia, Portugal y el Reino
Unido, en los cuales en 2010 esta representaba entre el 86 y el 148% del PIB. A
pesar de las críticas actuales, la deuda de Estados Unidos con respecto al PIB es
relativamente moderada cuando se compara con la de otros países de renta alta.
La financiación del gasto público endeudándose en lugar de recaudando
impuestos provoca un aumento del nivel de consumo a corto plazo (ya que la
renta disponible es mayor). Cuando la economía se encuentra en el nivel de pleno
empleo, un aumento del consumo significa que hay menos margen para invertir.
838 / La economía del sector público
Miles de millones A
de dólares de 2005
10.000
9.000
8.000
7.000
6.000
Deuda federal real
5.000 en manos del público
4.000
3.000
2.000
1.000
0
1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010
En porcentaje B
del PIB
120
110
100
90
80
Deuda federal
70 en manos del público
60
50
40
30
20
10
0
1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010
Porcentaje
del PIB
200,0
Japón
180,0
160,0
Grecia
140,0
120,0
Italia
100,0
Portugal
80,0 Reino Unido
24.1.1 Cómo afectan los déficit a las generaciones futuras cuando la economía
se encuentra en el nivel de pleno empleo
Esta situación es, por supuesto, muy distinta de la situación en la que la economía
se encuentra en el nivel de pleno empleo. Cuando el Estado se endeuda, traslada
la carga de la reducción del consumo a las futuras generaciones de dos formas.
Como hemos visto, la producción disminuye en el futuro como consecuencia de
la reducción de la inversión. Pero además, se traslada una parte de la carga del
gasto actual a las futuras generaciones. Veamos cómo se financió la Segunda Gue-
rra Mundial en los Estados Unidos. Ésta no se financió recaudando impuestos
sino en parte endeudándose. Supongamos que los bonos que emitió el Estado
fueron comprados por trabajadores de 40 años. Treinta años más tarde, cuando
se jubilaron estos trabajadores, el Estado devolvió el importe de los bonos con
los impuestos pagados por las personas que se encontraban entonces trabajando.
En realidad, el Estado transfirió fondos de estos trabajadores más jóvenes a los
que trabajaron durante la guerra, que ahora tenían 70 años y estaban jubilados.
Por lo tanto, el coste de la guerra recayó en parte en la generación que empezó a
trabajar después de la guerra. El consumo que realizaron a lo largo de su vida las
personas que tenían 40 años durante la guerra resultó afectado por los impuestos
que pagaron durante esos años. Pero se transfirió la parte del coste de la guerra
financiada mediante deuda. Podrían haber colocado sus ahorros en acciones o
en bonos emitidos por empresas; la guerra (en la medida en que se financió me-
diante deuda, es decir, mediante bonos) afectó a la forma en que ahorraron, pero
no a la cantidad total de recursos que tuvieron para gastar a lo largo de su vida.
to– es menor. En este sentido, el país se encuentra en peor situación, aun cuando el
nivel efectivo de producción no varíe.
Estados Unidos es una economía grande, y cuando se endeuda más, afecta
a los tipos de interés internacionales. Se estima que si Estados Unidos incurre
en un déficit adicional de 100.000 millones de dólares, algo más de un tercio se
financia mediante un aumento del endeudamiento exterior, algo menos de un
tercio por medio de un aumento del ahorro interior en respuesta a la subida de
los tipos de interés y el resto por medio de una reducción de la inversión: los
déficit expulsan en parte inversión privada.
1
R. Barro, «Are Governments Bonds Net Wealth?», Journal of Political Economy, 82, 1974, págs.
1.095-1.117. Las investigaciones posteriores han generalizado su resultado y han mostrado lo riguro-
sos que son los supuestos con los que es válido. Véase, por ejemplo, J. E. Stiglitz, «On the Relevance
or Irrelevance of Public Financial Policy», en K. J. Arrow y M. J. Boskin (comps.), The Economics of
Public Debt, Nueva York, Macmillan Press, 1988, págs. 41-76; y O. Röhn, «New Evidence on the Private
Saving Offset and Ricardian Equivalence», OECD Economics Department Working Papers, OECD
Publishing 762, París, 2010.
2
Para otros análisis, véase el simposio en el Journal of Economic Perspectives, 3, nº 2, primavera, 1989.
844 / La economía del sector público
Repaso y prácticas
Resumen
Conceptos clave
Preguntas y problemas
b) Suponga ahora que el Estado incurre en un déficit del 3% del PIB y que la
inversión y el ahorro privado no varían. ¿Qué debe ocurrir con el endeuda-
miento exterior?
c) Suponga ahora que el Estado incurre en un déficit del 3% del PIB, lo que
eleva el tipo de interés. Si esta subida provoca, a su vez, un aumento del
ahorro privado a un 7% del PIB y una reducción de la inversión del 7 al 6%
del PIB, ¿qué ocurre con el endeudamiento exterior?
3. En una economía cerrada, el ahorro privado más el ahorro público deben ser
iguales a la inversión:
I = S p + S g.
a) Trace un gráfico de ahorro e inversión que muestre el efecto de un aumen-
to del déficit presupuestario.
b) Suponga que el aumento del déficit público se debe a un aumento de la
inversión pública y que la inversión pública eleva los rendimientos de la
inversión privada, por lo que a cada tipo de interés aumenta la inversión
privada. Muestre cómo afecta ahora el déficit a la inversión y a los tipos de
interés.
c) Suponga que se cumple la equivalencia ricardiana. ¿Qué ocurre con el aho-
rro nacional cuando el Estado aumenta el déficit? ¿Y con el ahorro privado?
d) La equivalencia ricardiana centra la atención en la influencia en el ahorro
privado de las futuras obligaciones tributarias relacionadas con el aumento
del déficit. ¿Qué consecuencias tiene la lógica de la equivalencia ricardia-
na para las consecuencias de la inversión pública adicional? En concreto,
¿cómo afecta al ahorro privado un aumento del déficit utilizado para finan-
ciar la inversión pública que tiene un elevadísimo rendimiento, que sólo se
realizará en vida de la siguiente generación?
4. Considere el caso de una economía abierta pequeña en la que la oferta de
ahorro es perfectamente elástica al tipo de interés r *, que es inferior al tipo de
interés vigente en la economía si no se pudiera pedir préstamos, y la curva de
inversión es normal. Muestre el equilibrio del mercado, incluida la magnitud
del endeudamiento exterior.
a) Ahora muestre el efecto de un aumento del déficit presupuestario.
b) Muestre el efecto de un aumento del déficit presupuestario que se debe a
un incremento de la inversión pública, que es un complemento de la inver-
sión privada.
5. El valor real de la deuda de Estados Unidos (en dólares de 1995) era en 1995
de 3,6 billones de dólares y en 1980 de 1,3 billones. Suponga que el 50% de
esta acumulación de la deuda se hubiera invertido, de tal forma que el stock
de capital hubiera sido 1,15 billones mayor en 1995. Suponga que el stock de
Los déficit fiscales y la deuda pública (c.24) / 847