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Creo que la promesa para bien o para mal de la cuarta revolución 4.0 de otras
revoluciones industriales es su aplicación sobre nosotros mismos en una escala
nunca antes vista que abre las puertas para la más grandiosa utopía o la peor
distopia que nunca imaginamos. Este cambio es uno que hace del diseño, la
imaginación, y la objetividad herramientas indispensables para la supervivencia de
la humanidad y también un peligro para olvidar el significado de las cosas y de
nuestras acciones de manera pandémica, no hay manera de detener el contagio
de la información positiva o negativa, el mundo ha pasado de ser globalizado a ser
instantáneo e inmediato a tal grado que se pueden resolver cuestiones médicas en
extremos opuestos del globo en dos o tres clicks de un ratón. La mejora en la
calidad de vida de las personas en teoría será la más grande jamás vista, las
personas tendrán la posibilidad real de volver a caminar, de tener prótesis y
medicamentos diseñados individualmente, el consumo de masas adquirirá un
nuevo concepto bajo la individualización del diseño y objetivo del producto en cada
ámbito imaginable por la humanidad, de eso no hay duda. Incluso en este
momento el FBI trabaja en un programa de reconocimiento facial para predicción,
prevención y resolución de crímenes, así que no es una sobreestimación decir que
la revolución 4.0 ya está aquí abriendo brecha y delimitando los cimientos del
futuro sin un control real por las leyes actuales sobre las tecnologías, ya que todos
los gobiernos del mundo no tienen un interés en proponer personas que conozcan
las tecnologías que regulan en las instancias que presidan.
La promesa que más nos debería alegrar dentro de el video de La cuarta
revolución industrial tenemos que tomar la promesa de la mejora interna de los
seres humanos como una de las más positivas, ya hay experimentos que
demuestran que podemos controlar la inteligencia humana para mejorar nuestra
capacidad de pensamiento aunque éstas últimas parecen ser las menos
populares, realmente buscamos soluciones de alto impacto que puedan modificar
nuestro mundo de manera sencilla y segura en teoría con un espíritu correctivo
más que preventivo, buscamos energías limpias sin pensar en la generación de
contaminantes por parte de los aparatos para solucionar la producción de energía.
En muchas situaciones durante el video las personas en él parecen querer
solucionar los errores del pasado pensando de la misma manera que los que
causaron el problema en primer lugar, de ahí nace la pregunta: ¿no sería mejor
cambiar o rehacer todo el sistema? En la opinión de el autor todos hemos
experimentado con el poder de las redes sociales y los medios de comunicación
audiovisuales para opinar que el cambio tecnológico siempre produce un cambio
social y viceversa, tratar de no cambiar es como tratar de tapar el Sol con un dedo
y no es una solución real.
Podemos tratar los avancen de los videos cómo el lado bondadoso y amable de la
Cuarta Revolución industrial , pero estaríamos olvidando la falta de integración así
como la inherente cultura de la indiferencia que también están ocurriendo de
manera simultánea con respecto a todos estos avances. Hoy muchos niños y
niñas están creciendo sin herramientas que eran comunes en todas las
revoluciones industriales anteriores: el interés por un bien común, la sinceridad por
sobre todo y la capacidad para tener un criterio propio y coherente. Hoy en día la
mayoría de los chicos y chicas crecen suponiendo que lo peor es caer en ridículo y
que preguntar es un mecanismo para hacer lo primero, razón por la que no
analizan las perspectiva de otros, no ven las consecuencias de sus actos, no les
interesa ya su capacidad para la toma de decisiones, solo se dejan asimilar por
una masa de consumidores sin sentido y sin fin que parecen ser parte de una gran
maquinaria sin comienzo y sin final, sólo continuidad y homogeneidad que evade
la realidad como la droga de uso universal previa a cualquier distopia literaria,
cosa que curiosamente coincide con el estado demagógico de la democracia en
casi todo el mundo haciendo cada vez más parecido el panorama literario de las
distopias con nuestra forma de conocer al mundo mediante burbujas de
conocimiento que solo nos permiten ver las opiniones con las que coincidimos sin
siquiera reparar en las demás personas, dejándonos más y más alejados unos de
los otros en el momento con más comunicaciones en la historia hasta el día de
hoy, y permitiendo círculos viciosos en las finanzas públicas que sin darse cuenta
evocan el egoísmo puro en búsqueda del poder absoluto, promoviendo sino es
que auxiliando la ignorancia y los vacíos de información. Como vemos, mientras la
tecnología avanza al individuo en la sociedad se le restan herramientas de criterio
por varios mecanismos. Mientras tanto nos jactamos de estar más próximos de la
revolución industrial próxima, sin sopesar los cambios que se deben hacer para
tener un ambiente económico sustentable que pueda manejar la posible
automatización absoluta de todos los ámbitos económicos de hoy en día, ya que
las nuevas disrupciones tecnológicas no traen consigo la promesa de aumentar
trabajos.