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LA VISIÓN

DE LOS CIELOS:
CRISTO Y SU CUERPO

JHAIR F. DIAZ
_____________________________________________
© LA VISIÓN DE LOS CIELOS: CRISTO Y SU CUERPO
Ediciones
Cristianos Edificación y Comunión
Primera edición: diciembre 2017
Enseñanza dada en Villavicencio, octubre de 2016
Los derechos son del autor. Se permite la reproducción total del presente
documento y su distribución gratuita, con la única condición de citar la
presente fuente, para que se pueda comprobar la fidelidad del texto. Se
mantiene el estilo oral
Las citas de las Escrituras corresponden a la versión Reina-Valera
1960, salvo donde se indica otra cosa.

Transcripción:
Asmiria Pirela
_____________________________________________

2
I
La visión de los cielos: El aspecto celestial y el aspecto
terrenal

Introducción

Hermanos gracia y paz, vamos a empezar a considerar un tema que


concluiremos si Dios quiere en la próxima reunión. Muchas veces no
es suficiente una sola reunión para presentar algunos de los temas que
están en la Palabra, en las Escrituras, y muchas veces se requiere
mínimo dos reuniones, y depende del tema, se pueden requerir hasta
cinco, seis, siete u ocho reuniones. Consideramos que el tema que
vamos a tratar hoy lo podemos terminar en dos reuniones. El tema que
vamos a mirar hoy es: La visión celestial, ya muchos hermanos han
hablado acera del tema de la visión que proviene de los cielos, y hoy
vamos a mirar por las Escrituras cómo nosotros entramos en esta
visión, cómo nosotros permanecemos en esta visión. Lo que nosotros
experimentamos, lo que nosotros hacemos, lo que nosotros vivimos en
la Casa de Dios debe estar regido única y exclusivamente por la visión
que tengamos nosotros de los cielos. A nosotros, a la iglesia, no se le
deja en consideración para que haga las cosas, en la iglesia no existe la
democracia, hermanos, en la iglesia existe la revelación que Dios ha
dejado en Su Palabra.

Pablo en sus cartas desarrolló la visión que tuvo de Cristo y su


cuerpo

Vamos a empezar leyendo un texto, que va a ser nuestro texto base en


estos dos temas que vamos a presentar, está en Hechos 26:19. Vamos a
mirar las Escrituras a varios hermanos, que la vida de ellos en la Casa
de Dios y lo que tenían que hacer en la Casa de Dios estaba regido por
algo, y era la visión que provenía de los cielos, la visión celestial.
Entonces vamos a leer algunos textos, vamos a empezar a conocer a
algunos hermanos, de los cuales el Señor nos da un ejemplo de cómo
ellos perseveraron, cómo ellos percibieron y cómo ellos vivieron en la
Casa de Dios de acuerdo a esa visión que tuvieron.
Hechos 26:19, este es uno de los tres testimonios que está dando Pablo
de cuando el Señor se le aparece, y el capítulo 26 lo da ante los reyes,
el rey Agripa, porque el Señor cuando se le apareció, una de las cosas
que le dijo fue que él iba a dar testimonio de Cristo ante los reyes, e
inicialmente se está cumpliendo acá ante Agripa. Entonces empieza

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Pablo a describir que fue lo que sucedió el día en que iba camino a
Damasco hasta que llega al versículo 19, y le dice: “Por lo cual, oh rey
Agripa, no fui rebelde a la visión celestial.” Ese va a ser nuestro texto base,
queremos mostrar con este texto, que efectivamente Pablo, que
efectivamente los apóstoles, que efectivamente los profetas, tuvieron
una visión celestial, tuvieron una visión de Dios y de Su Casa, pero
Pablo, cuando da el testimonio ante Agripa, añade algo que no ha dicho
en los anteriores testimonios, aunque fue la misma experiencia; y ahora
vamos a empezar a mirar por las Escrituras algunos textos, no los
podemos ver todos, pero al menos algunos versos para que nos quede
claro esto: “no fui rebelde a la visión celestial.”
Empezamos con ese texto, mostrando que no sólo Pablo, los apóstoles
y los profetas, tuvieron la visión celestial, sino que también a nosotros
ha llegado una visión proveniente de los cielos, y vamos a mirar las
Escrituras, para poder terminar diciendo como Pablo, que no fuimos
rebeldes a la visión celestial.
Vamos a empezar a considerar algunos hermanos que tuvieron una
visión celestial y que no fueron rebeldes a esa visión, empecemos con
Moisés. Vamos a ir a Éxodo 25:8, y miremos que no solamente a Pablo,
ya desde antiguo Dios empezó a dar visiones que provienen de los
cielos, y vamos a mirar por las Escrituras a qué está relacionada la visón
que Dios da desde los cielos, con quién está relacionada; vamos a mirar
el corazón de Dios, cuando Dios nos da a conocer las cosas que son
relacionadas única y exclusivamente con el cielo. Así como Pablo tuvo
una visión celestial, así como toda la vida de Pablo fue regida por esa
visión celestial, y Pablo, en las cartas del Nuevo Testamento, desde el
libro de los Romanos hasta el último libro que él escribe, Filemón,
porque hay algunos que dicen que Hebreos es escrito por Pablo, pero
como no lo dice abiertamente y como la Escritura guarda un silencio,
nosotros también guardamos ese silencio; pero al menos de Romanos a
Filemón vemos que Pablo desarrolló toda la visión celestial que él tuvo,
y la dejó plasmada en los libros del Nuevo Testamento que nosotros
conocemos. Y vamos a mirar que algunos hermanos también tuvieron
unas visiones, visiones que provenían de los cielos.

La visión celestial que tuvo Moisés

Empecemos con Moisés y veamos cuál fue la visión celestial que tuvo
Moisés, visión proveniente de los cielos. Éxodo 25:8, el Señor empieza
a hablar con Moisés, a decirle que quiere que le hagan ciertas cosas,
ciertos utensilios, y eso termina llamándose el Santuario, que es el

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Tabernáculo de Reunión, y dice el verso 28: “Y harán un santuario para
mí, y habitaré en medio de ellos,” el Santuario era para que Dios morara
en medio del pueblo, “Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del
tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.” Aquí vamos a
mirar una palabra que ya hemos visto en antiguas reuniones, la
palabra donde dice el diseño es la palabra hebrea –tabnít- (‫ )תַּ ְבנִ ית‬que
significa modelo, y es raíz de palabra hebrea –baná-, la palabra hebrea
baná significa edificar, todos conocemos el texto de Génesis 2:22,
cuando dice que Dios le hizo una mujer a Adán, dice que tomó una
costilla e hizo una mujer, la palabra hebrea para hizo es baná, y
Casiodoro de Reina en la Biblia del oso traduce edificó, es la palabra
correcta, edificó una mujer, entonces la palabra diseño es tabnít y es raíz
es la palabra hebrea baná, que significa modelo y edificación. A Moisés
se le mostró todo los utensilios del Tabernáculo, cada uno de ellos: la
menoráh, el altar de los inciensos, el altar de los perfumes, el Arca del
Pacto, las cubiertas, los velos, todo se le mostró a Moisés, y le dice:
“Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.” Una
de las primeras cosas que queremos dar a conocer es, que en la Casa de
Dios se hacen las cosas de acuerdo a la visión celestial, Moisés cuando
hizo el Tabernáculo, él no dijo: “Bueno, yo creo que el Tabernáculo
debe ser de tanto por tanto; las cubiertas pienso que sería bueno
ponerles verdes con rojo, y pienso que el altar podría ser de 50
centímetros por 20” ¡No, hermanos! En la edificación de la Casa de
Dios no se nos deja a nosotros, no se nos deja a nuestra imaginación,
“es que a mí me parece que la iglesia debería ser así,” “es que a mí me
parece que la iglesia debería llamarse así.” “Es que a mí me parece
que…” ¡No, hermanos! De acuerdo a la visión celestial, por eso el Señor
es claro con Moisés: “Mira y hazlos de acuerdo al modelo que se te dio en el
monte,” o sea que Moisés fue llevado en visiones al monte y cuando
estuvo en el monte, Dios le dio una visión del Tabernáculo y le dijo:
Cada cosa la harás de acuerdo a lo que vistes, no se deja nada a la
imaginación de Moisés, tiene que ser de acuerdo a lo que Dios
establece, lo mismo sucede en la edificación de la Casa, de acuerdo a lo
que Dios estableció, y si no está en las Escrituras, no es realidad ¡Así de
sencillo! Esa es nuestra base, las Escrituras, de acuerdo a la visión que
se le dio estando en el monte ¿A qué hace referencia el monte? Charles
Rirye, y Moisés Chávez, en su diccionario hebreo-español dice que El-
Shadday – Todopoderoso significa el Dios de la montaña, y a Dios siempre
lo muestran en un gran Monte, el Monte de Sion, siempre se hace
relación a Dios estando en un monte. Entonces, para que nosotros

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tengamos una visión celestial, tenemos que estar en la presencia del
Señor, en el Monte hermanos, si no estamos en el monte, si no estamos
en la presencia de Dios, pues no hay una visión celestial en nuestra vida
para poder hacer y cooperar en la edificación de la Casa de Dios.
Entonces tenemos a Moisés, que no fue el primero que tuvo la visión,
pero empezamos con Moisés en relación con el Tabernáculo. Vamos al
capítulo 26:30, y el Señor le vuelve a decir lo mismo (ya terminando el
Tabernáculo de Reunión): “Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que
te fue mostrado en el monte.” Hermanos, queremos mostrar con esto que
estamos leyendo, que nosotros, la iglesia, debemos entender, que lo que
hacemos en la Casa de Dios es de acuerdo a la visión celestial, y la
visión celestial, Dios nos la reveló en Cristo por la Palabra, esa es
nuestra base para trabajar y colaborar en la Casa de Dios, a mí no me
parece; a nosotros no nos debe parecer, en la iglesia no hay democracia,
“Yo creo que esto debería hacerse así.” “Yo creo que esto debería
hacerse así” “¿Y por qué no hacemos esto así?” ¡No Hermanos! si no
está sustentado en las Escrituras, no podemos participar de eso, tiene
que ser de acuerdo al modelo que se dio en el monte, en la presencia del
Señor.

La visión celestial que tuvo David

Leamos otro hermano para considerar esta introducción, David. 1er


Crónicas 28:11. Vamos a mirar que David también tuvo una revelación
de los cielos, David se movió en la Casa de Dios de acuerdo a esa
revelación, y en este texto relacionaremos la Casa de Dios con el
Templo. 1er Crónicas 28:11, y ahora más adelante vamos a mirar cuál
fue la visión celestial que tuvo Pablo, que ya, esa visión se les dio a
profetas como David, como Moisés, como Noé, 1er Crónicas 28:11,
dice: “Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo”, aquí la
palabra hebrea para plano, es la misma palabra que vimos en Éxodo
25:8, diseño, tabní-, sino que aquí la tradujeron como plano, “Y David
dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías,
sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio. Asimismo el plano
(nuevamente) de todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa
de Yahveh.” Estamos diciendo que la revelación es conforme a la visión
celestial, pero aquí está diciendo David tenía en mente hacer algo para
la Casa de Dios, sigamos leyendo: “para todas las cámaras alrededor, para
las tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las cosas santificadas.”
Pasemos al versículo 19, que es el que nos va aclarar. David viene
hablando de todo lo había recogido para la construcción de la Casa de

6
Dios hasta que llega al versículo 19, y dice: “Todas estas cosas, dijo David,
me fueron trazadas por la mano de Yahveh, que me hizo entender todas las obras
del diseño (tabní).” Entonces, David le da el plano a Salomón de toda la
Casa de Dios, no se le dejó ni a la imaginación de David, ni a la
imaginación de Salomón, es en base a la revelación hermanos; o sea, la
construcción de la Casa de Dios tenía que ser en base a la visión
celestial; en este caso a David, el Señor le hizo entender todo el diseño
de la Casa de Dios por medio de revelación. Entonces, ¿qué hace David
con esa revelación? Se la transmite a su hijo, y le dice: Hijo, esta es la
manera cómo vas a hacer la Casa, tú no tienes que diseñar nada, solo
tienes que edificarla, porque ya está listo. Entonces estamos viendo otro
ejemplo de un profeta, que lo que hizo en la Casa de Dios fue basado
conforme a la visión que provenía de los cielos, o sea, la revelación que
Dios le dio de Su Casa, en esto vamos a centrarnos.

La visión celestial que tuvo Noé

Miremos otro hermano de la antigüedad, otro profeta que tuvo otra


visión: Noé. Vamos a Génesis 6:13. Estamos haciendo esta
introducción para llegar entonces a la visión celestial de Pablo,
recuerden que él no fue rebelde a la visión, hermanos. Génesis 6:13. Ya
nosotros conocemos los tiempos de Noé, “Dijo, pues, Dios a Noé: He
decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos;
y he aquí que yo los destruiré con la tierra,” pero eso no se queda así, el
Señor le dice a Noé: “Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en
el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.” El arca hace
referencia a dos aspectos: Cristología y Eclesiología. Cristología porque
representa a Cristo, él es el arca donde nosotros entramos y somos
salvos, y el “problema”, (decimos el problema entre comillas), es que
cuando entramos, la Escritura dice que Dios le cerró la puerta del arca,
y cuando estamos en Cristo, nadie nos saca de ahí, pero también
podemos ver a la iglesia con Cristo en el arca de Noé. Entonces, en esa
edificación que Noé empezó, en esa edificación, a Noé no se le ocurrió:
“Bueno, viene un diluvio, ¿qué voy a hacer? pienso que deberíamos
hacer un barco porque si viene un diluvio, de pronto el barco nos puede
sostener. El barco yo lo haría de tanto por tanto, y haría esto, y llevaría
esto para sostenernos en este tiempo en el naufragio.” ¡Pero no
hermanos! vuelve otra vez el Señor a no dejarle nada a la imaginación
del hombre, y Él es el que la propone, Dios, y le dice: Noé, hazte un
arca, y le harás esto y esto… Y si vemos el versículo 15, es más claro
aún, le dice: “Y de esta manera la harás”, no solamente hazte, queremos

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edificar una iglesia, bueno, el Señor le dio una visión: Edifique la
iglesia, pero el Señor sigue diciéndole de qué manera la va a edificar,
porque tampoco nos deja la mitad a nosotros. “Vamos a hacer una
iglesia acá. El Señor me mandó.” Bueno, pero entonces si no sigues
teniendo revelación de Dios de cómo tiene que ser la edificación, estás
tú involucrado, y no está Dios involucrado. Entonces dice: “Y de esta
manera la harás,” no sólo la harás; la harás de esta manera, y empieza a
decirle cómo la va a hacer, y en el 16 vuelve a decirle: “Una ventana
harás al arca”, o sea, el Señor es muy minucioso, cuando leemos el arca
de Noé, cuando leemos el Tabernáculo, cuando leemos el Templo,
cuando leemos el Templo del Milenio, hermanos, Dios es minucioso:
30 centímetros, hermanos, son 30 centímetros; un codo y medio de
ancho, es un codo y medio de ancho ¿Qué fue lo que pasó con Herodes?
Herodes, cuando reconstruyó el Templo en Jerusalén, Herodes le quitó
las medidas, porque lo amplió, y en las medidas había revelación y
tipología. 1.5 codos, bueno Señor, 1.5 codos, no 2; 1.5 codos, amén.

La visión celestial que tuvo Abraham

Veamos otro hermano de la antigüedad que también fue regido por una
visión que provenía de los cielos. Génesis 12. Vamos a ver a Abraham.
Estamos haciendo una introducción para llegar a la visión a la cual no
fue rebelde el apóstol Pablo. El capítulo 10 presenta la tabla de las
naciones, el capítulo 11 habla de la descendencia de Sem hasta que llega
a Abraham, y el capítulo 12 entonces ya el Señor presenta por el
Espíritu a través de Moisés la historia de Abraham: “Pero Yahveh había
dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la
tierra que te mostraré.” Aquí de pronto no se podía ver claramente una
visión, pero sí hay, nos damos cuenta de ello cuando sumamos la
Escritura en Hechos 7:2, vamos a ver que efectivamente sí es una visión
celestial hermanos. Hechos 7:2, cuando empieza la apología de Esteban
y vamos a leer solamente el versículo 2, mire lo que dice Esteban: “Y él
dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro
padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán, y le dijo:
Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré,” Abraham
se guio por una visión que tuvo del Señor, estos hombres se guiaban
sólo de acuerdo a la visión celestial, si Dios te dice: “Ve”, ve, porque
estás rigiéndote por la visión que viene de los cielos. Entonces,
Abraham cuando sale de Ur de los caldeos hace dos paradas, Dios le
dijo: “Vete a la tierra que yo te mostraré”, pero él no fue inmediatamente a
la tierra, sino que se quedó en Harán, y el Señor allí permite una

8
operación, que muera su padre, entonces cuando muere su padre, ahí
sí el Señor lo introduce en la tierra que le iba a dar; porque Abraham
significa algo, Taré significa algo, y Lot significa algo, en el aspecto
espiritual. Entonces Abraham sale, se mueve, camina, vive de acuerdo
a la visión que tiene de Dios. Y cuando nosotros miramos
minuciosamente las pisadas de Abraham vemos que siempre estuvo
regido por esto, por la visión que él tenía acerca de Dios. Entonces, ya
desde antiguo, Dios había dado visiones provenientes del cielo a los
hombres, y les mostraba la manera cómo tenían que actuar y qué tenían
que hacer en la Casa de Dios, una de las cosas más importantes,
hermanos, en la Casa de Dios.

Breve biografía del apóstol Pablo

Entonces, vamos ahora sí, con esta introducción, a entrar a considerar


a Saulo de Tarso. Vamos a ir a Hechos capítulo 7, y vamos a empezar
a mirar cómo aparece Pablo en las Escrituras para llegar al punto donde
el Señor se le aparece y le habla acerca de esta visión celestial.
El nombre Saulo, en la etimología hebrea, porque Saulo es hebreo, es
el mismo nombre de Saúl, el primer rey de Israel, y significa: pedido del
Señor; pero recuerden que Saulo también tenía otro nombre: Pablo; y
Pablo proviene del latín que significa: pequeño; vamos a mirar cómo lo
muestran las Escrituras, cuando hace la primer mención de él. Hechos
7:58, recuerden que leímos el 2, Esteban empieza su apología, y desde
el 56 en adelante se muestra cómo asesinan a Esteban, lo asesinan
apedreado y cuando lo están asesinando sucede algo: “Y echándole fuera
de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven
que se llamaba Saulo.” ¡Ah! Esta es la primera aparición de este joven,
porque era un joven, Saulo, la primera vez que aparece en las
Escrituras, aparece consintiendo la muerte de uno de los santos de Dios,
de Esteban, y cualquiera que hubiese escuchado predicar a Esteban
diría: ese joven tiene un futuro tremendo como predicador, pero el
ministerio de Esteban fue uno de los ministerios más cortos que hubo.
Y el capítulo 8 verso 1 (que yo creo personalmente que va conectado
con el 7:58): “Y Saulo consentía en su muerte.” O sea, si las personas
colocaron las ropas de Esteban a los pies de Saulo, era porque era un
hombre importante y aparte estaba de acuerdo con lo que iban a hacer,
más adelante Pablo explica esa situación. Y el 8:1: “En aquel día hubo
una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron
esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.” No dicen
las Escrituras cuál fue el impacto que tuvo Esteban en Saulo, porque

9
Esteban, cuando estaba muriendo dijo unas palabras parecidas a las de
Jesús: Perdónales, Señor, no saben lo que hacen1, ¿Qué pensaría Pablo?
Porque Pablo era un fariseo, pero era un fariseo que no era hipócrita,
era la esperanza de Israel y cuando escucha al hombre que hace parte
de aquello que él está persiguiendo, de pronto se quedaría pensando por
las palabras de Esteban. Entonces nosotros vemos un actuar de Pablo
en el versículo 3 cuando dice: “Y Saulo asolaba la iglesia,” entonces se
entiende que lo que estaba haciendo Pablo era tratando de acallar la
conciencia por aquellas cosas que había visto en Esteban, no le parecía
real que aquel hombre que le estaban matando, que le estaban
apedreando, pidiera perdón por aquellos que lo estaban apedreando,
porque los fariseos no actuaban así; los fariseos actuaban muy
estrictamente apegados a la Ley: Ojo por ojo; diente por diente,2 y donde
dice asolaba, la Biblia de las Américas dice: hacía estragos; y el griego da
a entender que es como la devastación causada en un viñedo por un
jabalí, eso es lo que estaba haciendo Saulo en la iglesia: “y entrando casa
por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.” Ya
vemos donde se reunían los hermanos, aunque existía el Templo
todavía, hasta ese momento muchos judíos creyentes en el Señor
asistían todavía allí. Pasemos al capítulo 9 verso 1, estamos conociendo
un poco acerca de Saulo, vimos cómo apareció, consintiendo en la
muerte de un santo, vimos cómo asolaba la iglesia, pero en el 9:1 peor:
“Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor,”
Este es el hombre que tuvo la visión celestial; “vino al sumo sacerdote (en
Jerusalén), y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si
hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a
Jerusalén” ¿Por qué este Camino? el Señor Jesús dijo en Juan 14: Yo soy
el camino, y por causa de esas palabras Yo soy el camino, a ellos, los
cristianos, los reconocían como los del Camino, los seguidores de Jesús,
los del Camino.
Sigamos mirando un poco quién era Pablo, las Escrituras nos dejan un
registro de quién era este hombre. Gálatas 1:13. Vamos a hacer un
seguimiento en algunos textos de las Escrituras a este hombre antes de
esa visión celestial que tuvo. Gálatas 1:13. Entonces miren cómo dice
Pablo en bastantes libros de las Escrituras dando testimonio acerca de
lo que él experimentó antes de ser creyente en Jesús: “Porque ya habéis
oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía
sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba” Eso lo dice en Hechos 8:3
que lo acabamos de leer, aunque la palabra en griego es diferente, pero
tiene la misma intención; “y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a
1 2
Cfr. Lucas 23:34, Cfr. Éxodo 21:23-24, 27, Levítico 24:20, Deuteronomio 19:21

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muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las
tradiciones de mis padres.” Entonces, tenemos un hombre que perseguía
a la iglesia a muerte; tenemos un hombre que aventajaba a todos los
contemporáneos, o sea, que ese hombre debía ser inteligente, al menos
sabemos que era políglota: hablaba griego, hebreo, arameo, lengua
licanoia, y Latín porque era romano, mínimo cinco tipos de lenguas
hablaba Pablo; Pablo era la esperanza de los ancianos en Israel, y dice:
aventajaba, o sea, era un hombre bien preparado hermanos, Pablo no
era cualquier persona, y aparte dice: “celoso de las tradiciones de mis
padres.” Entonces, aparte de la Ley, los fariseos tenían ciertas
tradiciones, como por ejemplo, que no comían si no se lavaban las
manos hasta los codos3; esa era una tradición que ellos tenían, y por eso
fue que recriminaron a los discípulos del Señor cuando comían espigas
con las manos sin lavar4, aparte de la Ley, era celoso de las tradiciones
de los padres. Pasemos a Hechos 26:9 y sigamos conociendo un poco
más acerca de Pablo. Hechos 26:9, este es el tercer testimonio que él da,
y este es ante Agripa, que lo leímos ahora, vamos a leer esta parte: “Yo
ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús
de Nazaret,” el Señor nos muestra a qué nos tenemos que enfrentar, por
eso el Señor dijo: llegará el momento en que los matarán o los
perseguirán (estamos parafraseando), y las personas que los maten y los
sigan van a creer que es en el nombre de Dios5. Pablo estaba persuadido
que debía acabar con esa “herejía”, porque según los fariseos, Jesús no
cumplía las Escrituras para ser el Mesías. Pablo era un fariseo sincero,
no era hipócrita como los fariseos que iban a Juan el Bautista cuando
se iban a bautizar, a ellos Juan les decía: Hipócritas, haced obras dignas de
arrepentimiento.6 ¡A Pablo no! Este fariseo sí era sincero en lo que creía,
pero también estaba sinceramente equivocado, ¡sinceramente
equivocado! “Lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a
muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y
cuando los mataron, yo di mi voto”, a Esteban, parece ser que eso estuvo
siempre en la mente y en la conciencia de Pablo; él sabía que el Señor
lo perdonó cuando lo recibió, pero parecía en estos textos que eso estaba
en la conciencia de Pablo porque hace referencia a eso.

Pablo: Hebreo de hebreos

Filipenses 3:4. Sigamos conociendo un poco al hombre de la visión.


Viene hablando a los Filipenses en el capítulo 3 acerca de los
mutiladores del cuerpo, viene hablando acerca de las personas que
3 4 5 6
Cfr. Marcos 7:3-5, Cfr. Lucas 6:1-2, Cfr. Juan 16:2, Cfr. Mateo 3:7-8

11
estaban introduciéndose en medio de los hermanos en Filipos, y les
estaban haciendo guardar la Ley, y en este caso particularmente era la
circuncisión, hasta que llega al versículo 4, y dice: “Aunque yo tengo
también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en
la carne, yo más”, o sea, las personas que se estaban introduciendo en
medio de los filipenses, creían que tenían en que gloriarse en la carne,
ellos creían que tenían en que confiar en la carne, más Pablo les dice:
“yo más” “circuncidado al octavo día,” ¡Ah! El orgullo de los judíos, la
circuncisión significaba que ellos habían entrado al Pacto de Dios, el
Pacto que Dios hizo con Abraham, “del linaje de Israel, de la tribu de
Benjamín,” la tribu de donde sale el primer rey: Saúl, y aparte tenía otra
particularidad, las doce tribus no nacieron en la Tierra Prometida, solo
once, casi todas nacieron en Padan-aram, donde Labán, pero esta tribu,
la tribu de Benjamín nació en la Tierra Prometida, fue el más pequeño
de los hijos de Jacob, y aparte de eso entonces, “del linaje de Israel, de la
tribu de Benjamín, hebreo de hebreos” aunque Saulo no nació en Jerusalén,
él nació fue en Tarso, pero era de padre hebreo y de madre hebrea; y
aparte de ser hebreo, cuando dice hebreo de hebreos era porque seguía las
costumbres de los hebreos estando en Cilicia. Cilicia es
geográficamente lo que hoy es Turquía, por esos lados, y aparte de
hablar hebreo, seguía conservando las costumbres hebreas, por eso dice:
“hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo”; o sea, los fariseos era una
secta del Judaísmo que era muy estricta y muy apegada a la Ley, los
fariseos no hacían mucho proselitismo, no hacían mucha propaganda,
siempre era un grupo selecto que se dedicaba única y exclusivamente a
escudriñar las Escrituras, y guardaban mandamiento tras
mandamiento, literalmente. Ese era el hombre que tuvo la visión de la
cual él dice que no fue rebelde, “en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en
cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible” ¡Ah! De este hombre no se
podía decir nada; él no era como los fariseos, que cuando la gente
escuchaba predicar a los fariseos, y luego escuchaban predicar a Jesús,
decían: Bueno, este hombre no habla como los fariseos, porque éste sí
habla con autoridad7. Entonces, tenemos a este hombre irreprensible, o
sea, que no era hipócrita como los demás fariseos; éste sí era un celoso
y guardador de la Ley; en él sí era verdad lo que decía, sí era verdad lo
que predicaba, sí era verdad lo que seguía; irreprensible en cuanto a la
Ley, hermanos.
Sigamos examinando a Pablo en Hechos 26:4. Sigamos mirando un
poco acerca de la vida de este hombre, de Saulo de Tarso: “Mi vida,
pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en
7
Cfr. Marcos 1:22

12
Jerusalén, la conocen todos los judíos”; o sea que Pablo era una carta
abierta, si alguien quería conocer su testimonio, vaya donde los judíos,
donde vivió; “los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren
testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo.”
Esta es la biografía del hombre que tuvo la visión con el Señor Jesús.
Hechos 22:3 (unas páginas atrás) mire lo que dice: “Yo de cierto soy judío,
nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de
Gamaliel,” Gamaliel era uno de los más renombrados rabinos en su
tiempo, tanto así que los sumos sacerdotes y los ancianos lo tuvieron en
consideración cuando querían matar a Pedro, a Jacobo y a Juan 8;
“estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo
sois todos vosotros.” Entonces este joven quería hacer el bien, era sincero,
era honesto con lo que estaba haciendo, pero aun así, hermanos, era
totalmente ciego en relación con la visión celestial, lo que él estaba
haciendo no estaba producido por Dios; en lo que él estaba haciendo
no estaba involucrado el oro, que es la naturaleza divina; en lo que él
estaba haciendo no estaba involucrada la plata, que es la redención; en
lo que él estaba haciendo no estaban involucradas las piedras preciosas,
que es la obra del Espíritu Santo; en lo que él estaba haciendo Dios no
estaba involucrado, no tenía ninguna revelación celestial y andaba en
tinieblas ¿Y saben qué pasó con él? El creyó que no estaba persiguiendo
a Dios.

Pablo el fariseo, creía en resurrección y en ángeles

Pero en Hechos 23:8 tenemos algo a favor de Pablo ¿En qué sentido?
En que las dos sectas mayoritarias del Judaísmo eran los saduceos y los
fariseos; también existían los herodianos, pero mayoritariamente eran
los fariseos y los saduceos, existían los zelotes, pero los zelotes no eran
considerados una secta del Judaísmo, los zelotes eran un partido
patriótico judío que estaba en contra del gobierno romano y se
sublevaban. Entonces ¿qué tenía a favor Pablo siendo fariseo? Que los
fariseos creían en espíritus, en ángeles y en la resurrección, ese fue uno
de los puntos a favor que tuvo el apóstol Pablo, miremos que es lo que
dice Hechos 23:8; cuando llamaron a juicio a Pablo, vio que había
fariseos y saduceos, y dice: “Porque los saduceos dicen que no hay
resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas.” Leímos
ese texto porque va a ser muy importante en la visión que va a tener
Pablo, porque si hubiese sido saduceo, creo que duraría de la visión que
tiene del Señor… ¿Será que eso es verdad o será que no es verdad? ¿Será
8
Cfr. Hechos 5:34-40

13
que la creo? Si hubiese sido saduceo, y ellos no creen que existen
ángeles, ni espíritus, ni la resurrección, ¡quién sabe qué fue lo que se me
apareció! Pero como era fariseo, los fariseos creían firmemente que
había resurrección, que había ángeles y que había espíritus. Entonces
vamos a volver a Hechos 9:3, donde nos quedamos.

La visión celestial que tuvo Pablo

Vamos a mirar la visión de Pablo, la visión que Dios le dio de los cielos
al apóstol Pablo, y en esa visión Pablo basó toda su vida, Pablo basó
todo su vivir, todas sus experiencias, todas las cartas que escribió en el
Nuevo Testamento; en eso basó Pablo su vida, en esta visión que tuvo
proveniente de los cielos.
Hechos 9:3 (recuerden que habíamos leído el 2, había ido donde los
sacerdotes, había pedido cartas para ir a Damasco, porque había
escuchado que en Damasco también estaban aquellos que seguían la
“herejía” de Jesús (según él) “Mas yendo por el camino (este camino es el
suyo; éstos no son los del Camino; este es su camino, que él mismo se
trazó), “aconteció que al llegar cerca de Damasco”, y de Damasco a
Jerusalén hay aproximadamente 220 a 225 Km, estaba un poco lejos
para ir a pie, lo más probable es que efectivamente utilizaban transporte
porque iba la guardia de los sumos sacerdotes con él. Cuando nosotros
sumamos (no lo vamos a hacer hoy acá), pero cuando nosotros vamos
a leer el testimonio de Pablo, deberíamos leer los tres testimonios en
conjunto, el de Hechos 9, el de Hechos 22 y el de Hechos 26, porque al
sumarlos tenemos una imagen integral y completa de cómo fue todo el
testimonio de Pablo. Lo que pasa es que la primera vez no lo cuenta
todo; luego en el 22 cuenta algunos detalles que no cuenta en el 9, y
luego en el 26 cuenta más detalles que no cuenta en ninguno de los dos.
Entonces vamos a irle sumando detalles que cuentan los demás. Por
ejemplo, dice que: “al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un
resplandor de luz del cielo,” en Hechos 22 dice que fue como al mediodía
el resplandor de la luz; y en Hechos 26 dice que el resplandor sobrepasaba
la luz del sol; o sea, esa fue la experiencia que él tuvo cuando iba camino
a Damasco, a pleno mediodía que es cuando el sol está en su fulgor,
más radiante, él tiene esa visión, y dice que esa visión sobrepasa la luz
del día. Si miramos la luz del día ¿cómo quedan tus ojos? ¡Mayormente
la luz del Señor!

14
Cristo la luz, manifestándose en nuestros corazones

Vamos a ver quién es esta luz, vamos a mirar unos registros en las
Escrituras. Génesis 1:3, el primer libro de las Escrituras, y vamos a
mirar esa luz del cielo que lo rodeó. Génesis 1:3, recuerden en el 1:1
Dios creó los cielos y la tierra; el 1:2 que la tierra llegó a estar
desordenada y vacía, y el Espíritu de Dios se movía, o se cernía, o
incubaba sobre la faz de las aguas, y el versículo 3: “Y dijo Dios: Sea la
luz; y fue la luz.” Nosotros podríamos decir: Esa luz es Cristo, pero ¿En
qué nos basamos para decir que esa luz es Cristo? Porque ahí no dice
que esa luz sea Cristo, eso se llama Exégesis alegórica. Vamos a leer un
texto en Juan 12:46, y mire cómo habla el Señor Jesucristo: “Yo, la luz”
¡Ah! ¿Será que podemos comparar esa luz con la de Génesis 1:3? Vamos
a mirar: “he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no
permanezca en tinieblas” ¿Por qué estamos relacionando nosotros la luz
de Génesis 1:3 con el Señor Jesús? Porque Pablo lo hizo hermanos,
Pablo nos mostró que en Génesis 1:3 estaba hablando era de Cristo
hermanos, vamos a verlo en 2ª Corintios 4:6, vamos a sumar la Palabra,
y vamos a mirar que Pablo se está refiriendo efectivamente al proceso
que se está hablando en el Heptameron, los siete días de la recreación, 2ª
Corintios 4:6, miren cómo dice Pablo, hablando acerca de Génesis 1:3,
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz” ¡Ah! “Y
dijo Dios: Sea la luz” y haya separación entre la luz y las tinieblas. “Porque
Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció
en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios
en la faz (rostro) de Jesucristo.” Entonces, Pablo está haciendo referencia,
a que cuando todo estaba en tinieblas, Dios dijo: Sea la luz, es esa luz es
entonces, Jesucristo iluminando, lo que leímos en Juan 12:46: “Yo, la
luz, he venido al mundo” ¿Para qué vino al mundo? Para iluminar a todo
hombre ¿Qué pasa cuando Cristo llega a nuestra vida? Nos ilumina
porque estábamos en tinieblas, estábamos desordenados y estábamos
vacíos, así era nuestra vida sin Cristo, y Dios la tipifica por la tierra
desordenada y vacía; desordenada porque el que le pone orden a las
cosas es Dios, porque Dios es un Dios de orden, y vacía porque no vivía
Dios en nosotros.
Entonces, esa luz, la que Dios dice: Sea la luz, no sea en el sentido de ser
creada, sino en el sentido de que se manifieste, el verbo hebreo da a
entender es que se manifieste, haya, se manifieste la luz; sea, pero de
manifestarse, no de crearse: Sea la luz, esa luz que vino al mundo, esa
luz que resplandeció en nuestros corazones, esa fue la luz que le

15
apareció a Pablo cuando iba camino a Damasco, en pleno resplandor
de la luz del sol, por eso sumamos los dos testimonios.

La ventana: La luz que viene a la iglesia, viene de los cielos

Ahora, recuerden que hablamos que el Arca de Noé hace referencia


también a la Casa de Dios, a Cristo, y a Cristo y la iglesia, porque se
edifica con Cristo, no se edifica sin Cristo; entonces vamos a leer un
texto en Génesis 6:14, y vamos a mirar que en el arca, aparte de tener
una puerta, sólo una puerta de entrada, y recuerden que el Señor dijo
que era la puerta del redil de las ovejas9, sólo por Él se entra, no hay otra
manera de entrar a la Casa de Dios sino a través de Cristo, en esa arca
se dejó algo más. Génesis 6:14: “Hazte un arca de madera de gofer; harás
aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.” (En otra
ocasión podremos hablar de lo que significa la brea por dentro y la brea
por fuera). “Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca,
de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.” Hoy los
entendidos, dicen que el arca tenía el tamaño de un portaviones; ese es
más o menos el tamaño del arca, y pues, claro, si estaban hasta los
dinosaurios ahí ¿Cómo no iba a ser así de grande? (Y después
consideraremos esto) ¿qué más tenía? Verso 16 “Una ventana harás al
arca,” aquí la palabra hebrea -tsojár- (‫ )ציהַּר‬significa tragaluz, lo dice la
Biblia Textual, un tragaluz, es una ventana en el techo, y esa palabra
tsojár- también se traduce en la Biblia como mediodía, ¿Qué queremos
decir con esto? Que en medio de nosotros la única revelación puede
venir de los cielos, no hay otra manera que haya revelación en nosotros,
la luz que entra al arca viene de los cielos y por eso se dejó esa ventana
arriba para mostrarnos a nosotros que la luz viene de arriba, la ventana
no estuvo ni al lado, ni debajo, ni al frente, la ventana estuvo arriba para
que nosotros entendamos que toda la luz que tenemos nosotros viene
de los cielos, así como Pablo: una luz del Cielo que sobrepasa la luz del
sol, amén hermanos.

¿Quién es la visión celestial?

Volvamos a Hechos 9:4, y vamos a mirar qué es la visión celestial, o


más bien, quién es la visión celestial, porque es una Persona hermanos.
Hechos 9:4. Entonces, leíamos de Pablo en el versículo 3:
“repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó
una voz que le decía,” cuando sumamos el testimonio en Hechos 26 dice
9
Cfr. Juan 10:17

16
que la voz que le habló fue en lengua hebrea, todo lo que le habló el
Señor Jesús fue en lengua hebrea, lo que pasa es que se escribió en
griego, porque Lucas escribió en griego, pero lo que el Señor le habló a
Pablo fue en lengua hebrea. Entonces ¿qué le dijo? “Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues?”. ¿Qué era la visión celestial? ¿Quién era la visión
celestial? ¡Era el Señor Jesús! o sea, la visión de Dios, la visión que viene
de los cielos es el Hijo de Dios; eso fue por lo que Pablo estuvo regido
toda su vida, por el Hijo de Dios; él dice muchas veces: No osamos
predicar nada más a Jesucristo, y a Éste crucificado10, y Pablo sigue diciendo:
No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo11, y a Éste
crucificado, o sea, el centro de la vida de Pablo fue la visión que tuvo,
la visión de Dios, el Hijo de Dios era la visión que tuvo Pablo; “oyó una
voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Y algo más que Pablo
entendió, porque aquí la visión está dividida en dos; la visión consta de
dos partes: “¿Por qué me persigues?” Pablo era estudiado, aventajaba a
todos, entonces cuando le pregunta el Señor: “¿Por qué me persigues?”
“Pablo pensaría: ¿Cuándo lo he perseguido? no me acuerdo de estar
persiguiéndolo”, empieza a hacer memoria, ¿Cuándo estaba
persiguiendo a la voz que está hablando conmigo? Entonces, por eso
vemos por qué Pablo tuvo tanta revelación de lo que era Cristo en la
iglesia, fue el hermano que más escribió acerca de la unidad que existe
entre Cristo y la iglesia porque él la conoció por visión de los cielos
“¿Por qué me persigues?” O sea, que al perseguir a los del Camino lo estaba
persiguiendo a Él, esa fue la revelación que tuvo Pablo cuando vio y oyó
la voz: “¿Por qué me persigues?” Todos los hermanos que él persiguió,
que él metió a la cárcel, que él consintió en su muerte, le pasaron por la
mente, y él decía: ¡Yo estaba persiguiendo al mismo Señor Jesucristo!
Esa fue la visión de Pablo: la visión de Dios es el Hijo de Dios, pero el
Hijo de Dios tiene un cuerpo, que es la iglesia, por eso hablamos que la
visión tiene dos partes. Ya vamos a mirar. “Él dijo: ¿Quién eres, Señor?”
Recuerde que él Señor le está hablando en lengua hebrea (o arameo,
pero ahí dice lengua hebrea) “Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy
Jesús, a quien tú persigues; dura osa te es dar coces contra el aguijón.” Esa parte
“dura cosa te es dar coces contra el aguijón”, en los manuscritos griegos más
antiguos no aparece, pero sí aparece en el testimonio de Hechos 26:14;
parece ser que un escriba lo insertó en este testimonio, entonces,
“¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues,” él entendió
que estaba persiguiendo a Jesús mismo, hermanos, lo que nosotros le
hagamos a los hermanos se lo hacemos al Señor, si tú le haces bien a
un hermano, si tú le das un vaso con agua a un hermano, si tú ayudas
10 11
Cfr. 1ª Corintios 2:2, Cfr. 2ª Corintios 4.5

17
a un hermano, si tú amas a un hermano, entonces estás amando a
Cristo, eso fue lo que experimentó Pablo, pero si tú no le haces bien a
los hermanos, si tú no le das un vaso con agua a los hermanos y no
amas a los hermanos, pues, automáticamente tampoco estás amando al
Señor. Hay algunos hermanos, sobre todo, los “llaneros solitarios” que
dicen: “Yo estoy esperando que el Señor baje del cielo para servirle”
¿Saben cómo es servir al Señor? ¡Servir al Cuerpo hermanos! Cuando
el Señor venga en Mateo 25, que serán reunidas todas las naciones, y a
los de la derecha les va a decir: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el
Reino preparado para vosotros, porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve
sed, y me disteis de beber”; tuve necesidades, y me vestisteis, y los justos le
dirán: “Señor, ¿pero cuándo?” y el Señor les va a decir: “Cuando lo
hicieron con uno de esos pequeños, a mí me lo hicieron.” Lo mismo que estaba
haciendo Pablo, Pablo no sabía que el mal que él estaba haciendo era
al Señor, y lo mismo los justos, no sabían que el vaso de agua que
estaban dando era al Señor, y por eso tienen su recompensa.

La visión celestial: La revelación de Cristo como el Señor y su


cuerpo

Entonces, la visión es una revelación acerca de Jesús como el Señor,


como el Salvador y como el Hijo de Dios, eso fue lo que Pablo vio en
ese momento hermanos. Vamos a mirar en qué consiste la revelación,
la visión que tuvo Pablo. Gálatas 1:15. Y de la iglesia también, porque
Cristo tiene un cuerpo, Él es el Señor, Él es el Cristo, Él es el Hijo del
Dios Viviente y Él es el Salvador, pero con todo y eso, Él también tiene
un Cuerpo hermanos, entonces, cuando Pablo ve, no solamente ve la
Cabeza, ve el Cuerpo hermanos, esa es la segunda parte de la visión
celestial. Miren lo que dice el mismo Pablo acerca de esa visión que
tuvo. Gálatas 1:15: “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el
vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí.”
Entonces, la visión de Dios es una revelación clara del Hijo de Dios,
como Salvador, como Cabeza, como Dios, como el Cristo, pero que
tiene un Cuerpo, la revelación de Cristo es completa hermanos; “revelar
a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles.”

La confesión de Pablo: Jesús como Adonay, el Señor

Volvamos a Hechos 9, quedamos en el verso 5: “Él dijo: ¿Quién eres,


Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces
contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo

18
haga?” Y en el testimonio de Hechos 22 dice: ¿Qué haré, Señor? “Y el
Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”
La segunda parte de la visión la iba a conocer en la ciudad de Damasco,
recuerde que le estaba hablando lengua Hebrea, y aquí hay algo muy
importante: “¿Quién eres Señor?” Cuando miramos la palabra Señor en
hebreo (porque es en lengua hebrea) es la palabra hebrea Adonay, y la
palabra Adonay se encuentra aplicada en el Antiguo Testamento
siempre a Dios, por ejemplo, en Ezequiel encontraras siempre este
término: Yahveh el Señor o Jehová el Señor, y ahí dice Yahveh Adonay; está
diciendo que Adonay es Yahveh y que Yahveh es Adonay; o sea, que
aquí le está diciendo Pablo a la luz que le habló: Dios, Yahveh, Señor,
“¿Quién eres, Adonay? ¿Qué quieres que yo haga? Adonay”, reconocía que
Ése que le estaba hablando era el Señor, porque eso es parte de la visión:
ver al Hijo de Dios, pero no solamente como el Hijo de Dios, sino
también como el Kurios, el Kyrios, el Amo y el Dueño de todas las cosas.

Pablo y su fidelidad a la visión celestial

Pasemos al capítulo 26:16 para complementar esto que Pablo está


hablando acá, porque en el capítulo 26 lo acrecienta bastante, entonces
leímos el 6: “El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?
Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”
El 26 dice, también hablando de esa misma visión: “Pero levántate, y
ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro
y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti”, la
palabra griega para testigo es -martus-, (μάρτυς) que también se traduce
mártir; el Señor inmediatamente también le dijo qué iba a pasar algo
con él, que iba a ser un mártir, un testigo, que iba a dar testimonio, pero
también iba a ser un mártir de él, pero al mismo tiempo que le dice que
iba a ser mártir, lo alienta, y le dice: “y en las cosas que me apareceré a ti.”
O sea, que no solamente iba a ser un mártir, sino que constantemente
el Señor iba a estar con él, y eso lo vemos cuando leemos el libro de
Hechos, las Escrituras muestran que muchas veces el Señor se le
apareció a Pablo, y le decía: “No temas; sigue dando testimonio de
mí,12” “librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para
que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz (como estaba
él), y de la potestad de satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
perdón de pecados y herencia entre los santificados. Por lo cual, oh rey Agripa,
no fui rebelde a la visión celestial,” Pablo no fue rebelde hermanos a lo que
12
Cfr. Hechos 18:9

19
Dios le mostró, en eso se basó toda su vida; no fue rebelde ni a derecha,
ni a izquierda, lo sabemos cuándo vemos la obra apostólica que hizo,
miramos que no fue rebelde a aquello que el Señor le mostró.

La visión de Cristo se completa cuando se ve al cuerpo

Volvamos a Hechos 9. Recuerden que leímos el verso 6: “Levántate y


entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.” Vamos a pasar a Hechos
9:10, porque ahí habla de que los hombres lo tomaron por la mano y lo
metieron en la ciudad, estaban cerca, ya estaban en la puerta de
Damasco. Versículo 10: “Había entonces en Damasco un discípulo llamado
Ananías,” A Pablo se le dijo que entrara en la ciudad, porque allá se le
iba a decir lo que tenía que hacer. Miren, hermanos, aquí vamos a ver
un principio muy importante, recuerdan que cuando a Cornelio (que es
otra visión que después la podemos examinar) tuvo la visión de un
ángel, y Pedro también tuvo una visión de los lienzos bajando, y Dios
le dice a Pedro que vaya donde Cornelio ¿Por qué no le predica
directamente el ángel a Cornelio? Porque lo puede hacer, puede
predicar el ángel, la Escritura muestra en Apocalipsis a uno de los
ángeles predicando el Evangelio eterno, 13 ¿Pero qué hace Dios con
Cornelio? Lo manda al Cuerpo. Aquí hay un principio muy importante:
aunque el Señor salvó directamente a Pablo, el Señor manda a Pablo al
Cuerpo: Vaya a Damasco, donde se le va a decir lo que tiene que hacer,
donde Ananías, que significa: Yahveh es misericordioso o Yahveh es
lleno de gracia; “a quien el Señor dijo en visión,” ¡Ah! O sea, que aquí
vamos a ver la otra visión, porque son dos visiones complementarias,
Pablo tiene una visión y Ananías tiene una visión, pero es una única
visión, hay dos visiones: la que ven Pablo y Ananías, que es una sola, y
la que ve Pablo acerca del Señor. Vamos a volver a leer: “Había entonces
en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión,”
también Ananías era regido por lo que provenía de los cielos, cuando
Pablo llegó a la ciudad, él no dijo: Entró Pablo, voy a ir a hablarle. ¡No!
El Señor le habló en visión, y le dijo: “Ananías. Y él respondió: Heme aquí,
Señor” ¿Por qué: Heme aquí? Cuando se responde así es porque se está
esperando siempre la voz del Señor: Heme aquí, estoy dispuesto y
estaba esperando que Tú me hablaras, o sea, era un hermano que
siempre estaba atento a lo que Dios le hablara en el mover del Espíritu.
“Heme aquí. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha,
y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora”
(tres días duró sin comer y sin beber; estaba ayunando, estaba orando),
13
Cfr. Apocalipsis 14:6

20
“y ha visto en visión” ¡Ah! A Ananías el Señor le habló en visión, y Pablo
tuvo una visión de Ananías; una sola visión hermanos; o sea que la
visión se complementa; la visión que Dios le dio a Pablo en camino a
Damasco, la complementa en Damasco, porque Cristo tiene un
Cuerpo; él (Pablo) ve la Cabeza, y entiende qué es el Cuerpo al que él
estaba persiguiendo, pero inmediatamente lo manda para el Cuerpo
para que la visión en Pablo sea completa; “a un varón llamado Ananías,
que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.” Entonces
recuerden que también la Escritura habla que todo se confirma por boca
de dos o tres testigos14, entonces tenemos un testigo, Dios, y tenemos otro
testigo, Ananías, de que Pablo había creído en el Señor, y ese imponer
las manos, en las Escrituras en parte, hacer referencia a la identificación
con el Cuerpo de Cristo, por eso lo manda donde Ananías; “y le pone las
manos encima para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he
oído de muchos acerca de este hombre” ¡Claro! Estaba persiguiendo a los
hermanos ¿Cómo los hermanos no iban a hablar de él? “cuántos males
ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales
sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.” O sea, Ananías
lo que estaba diciendo era: “¡Señor! Tú sabes que él está persiguiendo a
los hermanos, ¿y quieres que hable con él? Si quieres yo lo hago, “el
Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre
en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le
mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.” Este es el hermano
de quien hemos estado hablando, el que conocía muchas lenguas, el
que aventajaba a todos, el que era celoso de la Ley, y ese celo que él
tenía por la Ley, ese mismo celo lo tuvo cuando él empezó a seguir a
Cristo, porque la Escritura muestra que apenas se bautizó,
inmediatamente salió a predicar a Cristo15, aunque todavía necesitaba
ser instruido, pero muestran las Escrituras que salió inmediatamente.
Versículo 17: “Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él
las manos, dijo: Hermano Saulo,” ¡Ah! Ya no era el perseguidor, ya hacía
parte del Cuerpo, ahora te van a perseguir, “le voy a mostrar cuánto tienes
que sufrir por causa de mi Nombre”, pero eso no impidió que Pablo llenara
medio mundo con el Evangelio. El hombre que tuvo la visión celestial,
y la visión celestial es Cristo, ese es el centro de Dios, ese es el centro
de la Palabra, Cristo el Señor, esa visión que él tuvo de Cristo fue la que
rigió su vida, toda la vida. Entonces, ya viene Ananías, y le dice:
“Hermano Saulo,” ahora hacer parte de ese Cuerpo, “el Señor Jesús (por
boca de dos o tres testigos), que se te apareció en el camino por donde venías,
me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al
14 15
Cfr. Deuteronomio 19:15, Cfr. Hechos 9:20

21
momento le cayeron de los ojos como escamas,” eso hace referencia a que no
veía, él no tenía visión celestial cuando era fariseo, cuando perseguía a
la iglesia estaba ciego, y lo que se le caen de los ojos es esa ceguera que
tenía en la religión muerta del judaísmo; “y recibió al instante la vista.”
Hermanos, ¿y qué fue lo primero que vio cuando recibió la vista? ¡A un
hermano! Eso fue lo primero que vio cuando recibió la vista: a un
hermano, a Ananías, el que le puso las manos encima, el que ya había
visto en visión que le colocaba las manos encima, antes de quedar ciego
ve al Señor, y después que se le cae la ceguera ve a un hermano ¡Ah!
La Cabeza y el Cuerpo, por eso nosotros no podemos actuar solos,
hermanos, el “llanero solitario” aquí no tiene cabida, aquí todo es
corporativamente; somos un Cuerpo, y cada miembro tiene su lugar en
el Cuerpo; el que es oreja es oreja; el que es riñón es riñón; el que es
corazón, corazón; el que es ojo, ojo; el que es pie, pie; entonces,
nosotros como Cuerpo de Cristo le damos al miembro la posición que
Dios le dio; en este caso le estamos dando la posición que Dios le dio a
ese miembro, a Pablo lo puso como apóstol en medio de nosotros, y lo
aceptamos, y hemos sido muy beneficiados por el ministerio del
hermano Pablo, “y levantándose, fue bautizado.” Y en el capítulo 22,
cuando se suma el testimonio, le dice: “y lava tus pecados,” o sea, que él
también vio a Cristo como el Salvador, lo vio como el Señor, lo vio
como el Hijo de Dios, lo vio como el Mesías, lo vio como Salvador, y
lo vio como Cabeza de un Cuerpo hermanos. Entonces, aquí Ananías
hace referencia a la iglesia local, todo hermano que tiene una visión
acerca del Señor, tiene un trabajo que hacer en la iglesia local, y
Ananías estaba representando a la iglesia local en Damasco. Allí
empezó el trabajo de Pablo con un hermano en la iglesia local en
Damasco. Muchas veces necesitamos dos toques, y eso lo vamos a ver
en la otra reunión, recuerden al hombre que estaba ciego, que Jesús le
coloco lodo y lo mando a lavarse en el estanque de Siloé y le pregunta,
ves: y él le dice: veo los hombres que caminan como árboles,
nuevamente lo envió a lavarse16, eso tiene un significado espiritual.
Entonces estamos viendo cómo la visión celestial está compuesta de
Cristo con la iglesia, donde Cristo es el fundamento, Cristo es el
soporte, Cristo es el centro de Dios, es la visión de Dios, es la visión
celestial del Padre, el Hijo. Nosotros no vemos la iglesia universal;
sabemos que existe la iglesia universal, pero no la vemos, nosotros
practicamos la vida de iglesia en la iglesia local, ahí en la iglesia local
es donde se ve la expresión de la iglesia universal ¡Que el Señor nos
16
Cfr. Marcos 8:23-25

22
ayude! porque si Pablo no acepta a Ananías, pues se queda en teoría,
pero él lo aceptó, y dice que después salió a predicar el Evangelio del
Señor.

Conclusión

Entonces, la visión celestial tiene dos aspectos: Un aspecto celestial y


un aspecto terrenal. El aspecto celestial es Cristo como Cabeza; y el
aspecto terrenal, la iglesia, porque a la verdad nosotros estamos acá en
un cuerpo terrenal. Entonces esa fue la primera parte acerca de la visión
que proviene de los cielos. Vamos a continuar en la otra reunión con
otro hermano que tuvo la misma visión que tuvo Pablo, pero también
vamos a mirar cómo la visión se puede perder en medio de nosotros
hermanos. Vamos a orar al Señor y vamos a agradecer por Su Palabra.

II
La Visión de los cielos: Cristo, el Tabernáculo, el Modelo de la
iglesia

Introducción

Hermanos, gracia y paz, vamos a darle continuidad al tema que hace


ocho días comenzamos, y estábamos considerando lo relacionado a la
visión que provenía de los cielos; miramos cómo Dios levantó hombres
en los cuales Él podía depositar Su Palabra, en los cuales Él podía
depositar la visión que provenía de los cielos; estuvimos mirando unos
textos con Moisés, estuvimos mirando unos textos con Noé, estuvimos
mirando unos textos con David, estuvimos mirando unos textos con
Abraham, acerca de cómo estos hombres salieron de sus vidas, salieron
de sí mismos, para empezar a vivir y correr en relación con esa visión
que tuvieron acerca de los cielos. Entonces, hoy vamos a darle
continuidad a eso. Queremos en esta reunión primero empalmar lo que
empezamos en la reunión anterior en relación con el Tabernáculo de
Reunión en Moisés. Dijimos que Moisés fue llevado al Monte; y
estuvimos diciendo que el monte en las Escrituras, El-Shadday significa
el Dios de la Montaña, y para que nosotros recibamos luz, revelación y
visión, teníamos que ir al Monte, a la presencia misma del Señor.
Entonces utilizamos un texto base que fue el texto de Hechos 26:19 “Por
lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,” ese fue el texto que

23
nosotros empezamos a tomar como base en relación con la experiencia
que tuvo Pablo; y estuvimos mirando que la visión estaba compuesta
de dos partes: de la Cabeza y el Cuerpo. Y miramos que la visión de
Dios es Cristo el Señor, pero Cristo tiene un Cuerpo; Él como la
Cabeza, y la iglesia es el Cuerpo. Entonces miramos que la visión de
Dios es una visión acerca de Cristo y Su Cuerpo, la visión tiene dos
aspectos: un aspecto celestial y un aspecto terrenal, el aspecto celestial
es Cristo como el Señor, el Señor de los cielos, pero el aspecto terrenal
sería la iglesia. Entonces, vamos a complementar lo que vimos en la
reunión pasada para poder entonces mirar otros dos hermanos en los
cuales sus vidas también fueron regidas por la visión que tuvieron de
los cielos.

El Tabernáculo, tipo de la realidad, Cristo y la iglesia

Vamos a ir a Hechos 7:44, y vamos a empalmar con el testimonio de


Moisés, que lo leímos en Éxodo 25:8, 25:40 y 26:30, y en ese texto que
consideramos, leíamos que Dios le decía a Moisés: Mira que hagas todo
conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte. Entonces insistimos
que lo que nosotros hagamos en la Casa de Dios tiene que ser de
acuerdo a la revelación que Dios dio, para que tenga valor, para que
tenga peso delante del Señor. Vamos empalmar con los versículos que
leímos en Éxodo 25:8, 25:40 y 26:30, cuando se utilizó la palabra modelo
en el versículo 40, es la palabra griega –typos- (τύπος), hemos escuchado
un término en teología que es tipo y antitipo. Entonces vamos a mirar
que en la Septuaginta donde dice: “conforme al modelo que te ha sido
mostrado en el monte”, la palabra griega es tipo, tipología.
Vamos a mirar en el Nuevo Testamento cómo Lucas utiliza el
testimonio de Moisés y vamos a considerar este testimonio. Hechos
7:44: “Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto,
como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al
modelo que había visto” en el Monte, ahí la palabra modelo es la palabra
griega tipo, ¿Qué es un tipo en la Escritura? Un tipo en la Escritura se
utiliza regularmente en el Antiguo Testamento para mostrar una
realidad en el Nuevo Testamento, por ejemplo, Jonás era tipo de Cristo;
no toda la vida de Jonás, cuando miramos la personalidad de Jonás,
Jonás no se parecía a Cristo, Jonás era una persona rebelde, Jonás no
se parece a Cristo, pero hay un episodio en la vida de Jonás que se puede
utilizar como tipo de Cristo, cuando estuvo en el vientre del pez tres
días y tres noches. Entonces ¿qué enseña el tipo? Prefigura una verdad
a futuro, en este caso, Jonás estaba prefigurando la muerte de Cristo;

24
que Cristo iba a durar en el centro de la tierra, en el corazón de la tierra,
tres días y tres noches. Entonces, nosotros vemos, según Hechos, que
el Tabernáculo era un tipo, que iba a mostrar una realidad espiritual en
el futuro hermanos, entonces, “tuvieron nuestros padres el tabernáculo del
testimonio en el desierto,” el tipo era del Tabernáculo, recuerden: “Harás
el tabernáculo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte,” hay
que tener esto presente, que el tipo era del Tabernáculo, entonces quiere
decir que si el Tabernáculo era un tipo, tiene una realidad. Vamos a
mirar entonces, “conforme al modelo que había visto” en el monte.

Cristo: La realidad del tabernáculo que vio Moisés

Vamos a 2ª Corintios 5: 1, sumemos la Palabra, y vamos a mirar que


no solamente se tiene una visión celestial, en este caso considerando a
Moisés, porque más adelante vamos a complementar la visión de Pablo
que vimos en la reunión pasada, no solamente tenemos una visión de
los cielos, que proviene de los cielos, sino que hay algo más hermanos;
nosotros debemos hacer de acuerdo a lo que estamos viendo, uno de los
propósitos de la iglesia, es hacer lo que se le muestra en la presencia del
Señor. Entonces miren qué dice 2ª Corintios 5:1, tengamos presente que
el tabernáculo era el tipo, el modelo, dice el apóstol Pablo: “Porque
sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo,” la palabra griega
–eskenous- (σκηνους) viene del verbo skenós- (σκῆνος), y la palabra
skenós- la vimos cuando leímos Éxodo 25:40, tabernáculo, la Septuaginta
utilizó la palabra griega -skenós-, que significa tabernáculo o tienda de
campaña, “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo”
(ahí hace referencia a nuestro cuerpo) “se deshiciere, tenemos de Dios un
edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Porque asimismo los
que estamos en este tabernáculo,” nuevamente la misma palabra griega
eskenóus-, de -skeno- “Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo
gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos,
para que lo mortal sea absorbido por la vida.” Entonces, miramos en esos
dos registros del apóstol Pablo, que compara el cuerpo nuestro con un
Tabernáculo. Vamos a mirar otro testigo, porque la Escritura dice: Por
boca de dos o tres testigos, 2ª Pedro 1:13 (un poco más adelante), miremos
qué es lo que dice Pedro; estamos viendo esta introducción porque
queremos mostrar la realidad del tipo del tabernáculo. 2ª Pedro 1:13,
para poder complementar lo que vimos en la reunión pasada en relación
con Moisés, porque ahora vamos a complementar lo que vimos de
Pablo. Dice el apóstol Pedro: “Pues tengo por justo, en tanto que estoy en
este cuerpo”, y la Biblia Textual traduce tabernáculo, y la palabra griega

25
es eskenomáti- (σκηνωματι), que viene de -skenós-, la misma palabra base
que leímos ahora; “el despertaros con amonestación; sabiendo que en breve
debo abandonar el cuerpo” (nuevamente la Textual traduce tabernáculo, es
la misma palabra griega), “como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.”
Entonces, a Pedro, el Señor en los días de su carne, le dijo cómo iba a
morir17, y ya, previamente a esto que escribe, el Señor también le
declaró que en breve iba a abandonar el tabernáculo. Entonces,
queremos mostrar que nuestro cuerpo, la Escritura lo compara con un
tabernáculo.
Juan 1:14. Vamos a sumar la Palabra. Juan 1:14: “Y aquel Verbo,” el
Verbo de Juan 1:1: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.” O “Dios era el Verbo”, dice la Biblia Textual. “Y aquel
Verbo fue hecho carne, y habitó,” la Biblia Textual nuevamente dice
tabernaculizó; el Recobro dice: fijó tabernáculo; y el griego que yo tengo
dice: habitó en tienda, y la palabra griega es -eskenosen-(εσκηνωσεν), y
vuelve a ser raíz de la palabra griega –skenós-. Entonces, queremos
mostrar que la visión que tuvo Moisés en el monte, fue la visión de
Cristo, porque Cristo es el verdadero Tabernáculo, y el Verbo se hizo
carne y tabernaculizó en medio de nosotros. Entonces volvemos a lo de
antes, la visión que tuvo Pablo de Dios y Su Cuerpo es la misma visión
que tuvo Moisés, la visión del Tabernáculo, pero con Moisés era un tipo
y la realidad era el verdadero Tabernáculo de Dios: ¡Jesús el Señor! Él
es el verdadero Tabernáculo.

La iglesia configurándose conforme al modelo de Tabernáculo


celestial

¿Por qué hicimos todo este recorrido? Para mostrar algo hermanos.
Génesis 1:26. Vamos a complementarlo. Recuerden que tenemos el
tabernáculo de Moisés, un tipo del Tabernáculo real, y el Tabernáculo
real es Cristo el Señor, y recuerden que nosotros somos comparados
con tabernáculos, y por eso la Escritura coloca una de las siete fiestas
importantes en Israel llamada la Fiesta de los Tabernáculos, esta
consistía en que los judíos, israelitas, salían de sus moradas y se pasaban
a vivir en tabernáculos, o sea, cambiaban de tabernáculos. Dios por el
Espíritu estaba mostrado con la Fiesta de los Tabernáculos, en Levítico
y en Zacarías 14, la transformación del cuerpo; pero mientras tanto
vamos a leer Génesis 1:26: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar,
en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se
17
Cfr. Juan 21:18-19

26
arrastra sobre la tierra”. Amén. El propósito de Dios en su economía, en
el desarrollo de su plan, es que el hombre sea semejante a Él, que el
hombre se parezca a Él, a Su Hijo, el Señor Jesucristo, entonces, si el
propósito del desarrollo del plan y de la economía de Dios es que el
hombre se parezca a Cristo, el tabernáculo tiene que ser “conforme al
modelo que se te dio a conocer en el monte”. O sea, no solamente tenemos
la visión, el trabajo de nosotros en la iglesia, de cada uno de nosotros,
es configurarnos al Tabernáculo que es el modelo celestial. Nosotros
somos los tabernáculos también, pero los tabernáculos que somos
nosotros, tenemos que parecernos al Tabernáculo que es la realidad:
Cristo el Señor, es aquí donde el Espíritu Santo está trabajando en cada
uno de nosotros, para que cada uno de nosotros hagamos conforme al
modelo que se nos fue mostrado en el monte, en la presencia del Señor
hermanos, amén. Y confirmémoslo con Romanos 5:14.
Vamos a mirar efectivamente esta realidad de la cual estamos hablando.
Esto que estamos considerando es para poder complementar lo que
vimos en la reunión pasada en la parte de Moisés y el tabernáculo, y
ahora, pues, complementaremos la parte de Pablo, la única visión que
tuvo Pablo. Romanos 5:14: “No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta
Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán” (y
acá es donde nos queremos centrar, en Adán), “el cual es figura del que
había de venir.” La palabra griega para figura es la palabra de la que
hemos venido hablando: tipo, otra traducción diría: “el cual es tipo del que
había de venir”. Entonces, por eso trajimos estas hoy varias Escrituras;
tú lo puedes comprobar con el griego que también lo presenta así. Esta
Biblia es Nácar-Colunga, ella tiene este registro así, vamos a leerlo para
que los hermanos puedan ser confirmados, dice: “Pero la muerte reinó
desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no habían pecado como pecó
Adán, que es tipo del que había de venir.” Entonces, Adán era tipo de Jesús,
o sea que Adán era un tipo, y la realidad era Jesús, pero Adán fue hecho
en base a la realidad que es Cristo, el modelo para Adán fue Cristo, el
modelo para el tabernáculo de Adán fue el Tabernáculo de los cielos:
Cristo el Señor, por eso siempre decimos que Cristo es todo; Cristo es
el centro de nuestra vida, Cristo es el centro del Padre, el Espíritu vino
para dar testimonio de Cristo, las Escrituras revelan a Cristo en cada
uno de los versículos, en cada una de las fiestas, en cada uno de los
sacrificios, Cristo es el Señor, es el centro de todos nosotros. Entonces,
vimos esto, para complementar la visión que Moisés tuvo del
tabernáculo, la visión del tabernáculo era Cristo con la iglesia, amén.

27
La visión de Dios: Un voz y la luz, Cristo el Señor

Entonces, vamos a complementar ahora la visión de Pablo, vamos a ir


a Ezequiel 1:25. Ustedes recuerden que dijimos que hay una
particularidad con la visión que tienen todos los hombres de Dios: ven
una luz y escuchan una voz, que fue lo que pasó con Pablo, una luz más
brillante que el sol al mediodía, y oí una voz que hablaba conmigo, y le hablaba
en lengua hebrea. Entonces la particularidad de la visión es que se ve la
luz que es Cristo, recuerden que estuvimos diciendo en Juan: Yo, la luz,
he venido al mundo, y estuvimos considerando lo que dice Génesis 1:3 y
lo complementamos con 2ª Corintios 4, esa es la particularidad de la
visión: se escucha la voz y se ve la luz. La luz es el Señor Jesucristo.

Ezequiel vio la sombra de la realidad: Cristo, el tabernáculo

Vamos a mirar varios hermanos que también tuvieron esa misma


visión. Ezequiel 1:25, aquí está viendo Ezequiel una visión junto al río
Quebar, ve visiones de querubines; encima de los querubines hay algo
que parece un trono, y vamos a leer desde el versículo 25: “Y cuando se
paraban y bajaban sus alas, se oía una voz de arriba de la expansión que había
sobre sus cabezas.” Quiero leer el mismo texto, pero en la Biblia Textual:
“Y cuando se oía una voz en el firmamento encima de sus cabezas, se detenían
y sus alas se plegaban,” aquí la Textual es un poco más clara, cuando oían
la voz que había encima de la expansión, ellos se detenían, versículo
26: “Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un
trono,” la visión es: Tenemos como una especie de mar, dice la
Escritura, de lapislázuli, y en esa expansión hay cuatro querubines,
cada uno en una punta, y ellos con sus alas cada uno se tocan, y dice el
versículo 26: “Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura
de un trono que parecía de piedra de zafiro”, esto es lo que está viendo
Ezequiel, escucha una voz encima de la expansión, y luego ve un trono
encima de la expansión, y el trono es lapislázuli, como zafiro; “y sobre
la figura del trono,” ¿Qué había? “había una semejanza que parecía de hombre
sentado sobre él.” Ezequiel ve la figura del trono, y en el trono ve una
figura como de un hombre, no era hombre todavía, pero era la figura
de un hombre; tenía el cuerpo de un hombre con su cabeza y con su
cuerpo. “Y vi apariencia como de bronce refulgente, como apariencia de fuego
dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus
lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor
alrededor. Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así
era el parecer” (y ojo con esta palabra) “del resplandor alrededor.” Sigue

28
diciendo: “Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Yahveh.”
Recuerden: resplandor, semejanza de la gloria de Yahveh, “y cuando yo
la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.” Ezequiel tiene
la misma visión que han tenido siempre todos los hombres de Dios, lo
mismo que vio Ezequiel lo vio Pablo; lo que pasa es que Pablo vio la
realidad, Ezequiel solamente vio la figura de uno que parecía hombre
sentado en un trono (y hoy cantamos la alabanza: Hay un Hombre
sentado a la diestra de Dios). Entonces ¿qué ve Ezequiel? Vamos a ver
qué dice las Escrituras, Hebreos 1, versículo 1 al 3, vamos a ver el
testimonio de Hebreos, y el escritor a los Hebreos está hablando de lo
que está escrito hermanos. El hermano Nee tiene un libro que se llama:
El ministerio de la Palabra, y una de las cosas que muestra el hermano
es que el ministerio neotestamentario tiene su base en el Antiguo
Testamento, los apóstoles, los profetas que escriben en el Nuevo
Testamento, se basan en el Antiguo Testamento, por ejemplo si
miramos a Mateo, dice: para que se cumpliese lo que estaba escrito en
el profeta…Jeremías, Isaías, Zacarías, y cuando miramos es una
revelación de todo lo que ya está escrito en el Antiguo Testamento.
Hebreos 1:1, y esto que vamos a leer es una de las más altas revelaciones
que tiene la Escritura, por eso muchos han creído que es Pablo, otros
dicen, por la evidencia interna, que es Lucas el que escribió la epístola,
pero como el Espíritu guarda un silencio, en el caso nuestro también
guardamos el mismo silencio; “Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras”, en el griego es fragmentariamente, “en otro tiempo a los
padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por (en) el Hijo, a
quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el
cual” ¿Quién es este “el cual”? El Hijo, “siendo el resplandor de su gloria”,
en Ezequiel 1:26 decía: El resplandor de la semejanza de la gloria de Yahveh,
entonces si el resplandor de la gloria de Yahveh es el Hijo ¿A quién
estaba viendo Ezequiel? Estaba teniendo una visión del Hijo de Dios, y
el Hijo de Dios con semejanza de hombre, o sea, con cabeza y con
cuerpo hermanos, a Ezequiel se le mostró un tipo de la realidad, de la
realidad en relación con Cristo y la iglesia, porque efectivamente el Hijo
es la imagen visible del Dios invisible, que lo expresa tal cual como el
Padre es; el Hijo, “el cual siendo el resplandor de la gloria”, entonces,
cuando el Padre resplandece vemos a Su Hijo, todos los que tuvieron
visiones en el Antiguo Testamento del resplandor de la gloria de Dios,
vieron al Hijo de Dios, el que puede revelar al Padre, el Revelador
visible del Dios invisible. “El cual siendo el resplandor de su gloria y la
imagen misma de su sustancia”, el carácter de su hipóstasis, como dice en
el griego, “y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo

29
efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a
la diestra de la Majestad en las alturas.” La visión de Dios es la misma,
Cristo, la visión de Dios es Su Hijo, pero Su Hijo también tiene un
Cuerpo, amén hermanos.

La visión de Juan: Los caneleros de oro

Entonces vamos a complementar lo que estamos viendo con un hombre


que tuvo la misma visión que Pablo, vamos a ir a Apocalipsis, y vamos
a ver Juan, el apóstol, Apocalipsis 1:4, vamos a ver que el apóstol Juan,
después de unos casi 50 o 60 años de haber estado con el Señor Jesús,
después de haber caminado, después de haberlo palpado, como dice él
en 1ª de Juan, después de haberlo visto, después de cincuenta años (50
o 60 años) que el Señor resucita, Juan se encontraba en Patmos, y Juan
terminó en Patmos porque a él lo echaron en aceite hirviendo, y salió
ileso de ahí, entonces, como no se moría el apóstol, lo exiliaron a la isla
de Patmos, eso es lo dice la historia de la iglesia, ese hombre no muere,
lo echaron en aceite hirviendo y no se murió, y cómo no se murió, lo
exiliaron a la isla de Patmos, siendo un ancianos, como de casi 85 o 90
años; en ese tiempo fue cuando tuvo la visión de Apocalipsis. Entonces
vamos a leer desde el versículo 4: “Juan, a las siete iglesias que están en
Asia”, y es muy importante que tengamos presente las siete iglesias que
están en Asia: “Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y
de los siete espíritus que están delante de su trono”, pasemos al versículo 10
y vamos a mirar entonces cuál fue la visión que tuvo y cuál fue la visión
que tuvieron estos hombres, ¿qué caracterizó la visión que todos estos
hombres tuvieron? ¿Se diferenciaba o era la misma? ¿O hay varias
visiones de Dios o hay una única visión de Dios? Versículo 10: “Yo
estaba en el Espíritu en el día del Señor”, hermanos, esto es muy
importante, recuerden que la visión es estando en el monte, y estando
en el monte equivale a lo que dice Juan acá, en el Espíritu, es ahí cuando
hay visiones de Dios, es ahí cuando se puede ver la visión de Dios, en
el espíritu; en el alma no se ve, ni en el cuerpo; se ve inicialmente en el
espíritu, y después el espíritu la va pasando progresivamente al alma y
se manifiesta en nuestra vida, pero tiene que ser en el espíritu, o sea, en
el monte, El-Shadday. “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí”,
Pablo también oyó una voz, y en Pablo fue en lengua hebrea; “y oí”, lo
primero que dice Juan, “y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta”;
nuevamente, oyó y vio; vio una luz que sobrepasaba la luz del sol al
mediodía; “y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta que decía:” ¿Qué
decía la gran voz que oyó? “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el

30
último,” en los manuscritos más antiguos no aparece la parte “Yo soy el
Alfa y la Omega, el primero y el último,” termina donde dice: “que decía:
Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a
Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.”
Recordemos que la visión está compuesta de una voz que le habla y una
luz que ve, “y me volví para ver la voz” ¡Ah! Juan quería ver la voz que
hablaba con él, “y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto,
vi”, ¿Ustedes recuerdan lo que vio Pablo? ¿Por qué me persigues?, o sea
que Pablo vio en esa visión a Cristo y a la iglesia, recuerde la visión está
compuesta de dos partes: De Cristo con un Cuerpo. “Y me volví para ver
la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro”, eso fue lo
primero que vio cuando volteó.

Los candeleros de oro: Las iglesias

Entonces, vamos a ir a Éxodo para ver qué es el candelero, solamente


vamos a leer unos textos, porque no vamos a profundizar en el
candelero, ya hay hermanos que han hablado acerca de esto, pero
vamos ver algunos aspectos para tener una idea clara de lo que vio Juan.
Éxodo 25:31 esta la primera vez que aparece el candelero en las
Escrituras, con Moisés en el tabernáculo, después aparece nuevamente
aumentado en el templo de Salomón, después aparece nuevamente en
el templo con Zorobabel, y luego aparece en Apocalipsis con la visión
de los candeleros, pero solamente vamos a tomar el inicio, y el inicio lo
tiene Moisés. Recuerden que esta es la visión del tabernáculo; hay que
hacerlo de acuerdo a la visión que se le dio a Moisés: “Harás además un
candelero de oro puro”, (Juan vio siete candeleros); “labrado a martillo”
(muy importante, labrado a martillo) “se hará el candelero; su pie, su caña,
sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. Y saldrán seis brazos
de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado.” Y
tenía la caña central, o sea que tenía siete lámparas, esa es la manera en
que tiene que hacerse el candelero, sumemos el registro con Números
8:4, y ahora volvemos nuevamente donde nos quedamos en Apocalipsis
1:10. Números 8:4, nuevamente Moisés acrecienta un poco más la
revelación acerca del candelero, y dice: “Y esta era la hechura del
candelero, de oro labrado a martillo” (no se olviden, de oro labrado a
martillo); “desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al
modelo que Yahveh mostró a Moisés, así hizo el candelero.” Entonces, ¿qué
es el candelero? Si sumamos las Escrituras, la Escritura empieza
diciendo: “Juan, a las siete iglesias que están en Asia”, y cuando Juan
escucha la voz, quiere voltear a ver lo que le está hablando, cuando

31
voltea lo primero que ve son los siete candeleros de oro, entonces, si
sumamos la Palabra de Apocalipsis 1:4 con el que acabamos de leer,
estamos entendiendo por la Escritura que el candelero es una iglesia
local, recuerden que hay siete iglesias: Éfeso, Esmirna, y las que
acabamos de leer, entonces lo que está viendo Juan, lo primero que ve
Juan cuando voltea son las iglesias, lo mismo que vio Pablo: Cristo, lo
que vio y la voz: “¿Por qué me persigues?” O sea, la visión de Dios es
Cristo y la iglesia, y por eso Juan lo primero que ve son los siete
candeleros de oro, y le está enseñando el Señor a Juan: una iglesia por
localidad; una iglesia en Esmirna, una iglesia en Tiatira, una iglesia en
Éfeso, una iglesia en Sardis, una iglesia en Laodicea, una iglesia en
Filadelfia, pero hay una particularidad, el candelero era de oro y
labrado a martillo ¿Por qué oro, hermanos? Por la naturaleza divina,
nosotros somos lo que somos por causa de que participamos de la
naturaleza divina, pero hay algo más: en esa visión que tiene Moisés
del candelero que hace parte del tabernáculo, Dios le dijo algo: Ese
candelero lo labrarás a martillo, eso es parte de la visión celestial, que
el candelero se labra a martillo, y si el candelero es una iglesia local,
quiere decir que la iglesia local se labra a martillo.

Dios está forjando la iglesia con su Palabra

¿Qué es el martillo? Jeremías 23:29, vamos a ver lo que dice la Escritura;


la suma de tu Palabra es verdad18, y ahora volvemos nuevamente a
Apocalipsis cuando leamos Jeremías 23:29 “¿No es mi palabra como fuego,
dice Yahveh?”, ¿Qué más es la Palabra del Señor? “¿y cómo martillo que
quebranta la piedra?”, entonces, el martillo es la Palabra de Dios, Dios
está forjando la iglesia con Su Palabra, y la Palabra de Dios tiene
muchos aspectos que hacer en medio de nosotros por ejemplo: corta, la
Palabra de Dios es más cortante que toda espada de dos filos19. Entonces, el
trabajo que está haciendo Dios en Su Casa, en cada iglesia local, es que
la está martillando por Su Palabra, y hay algunos que dicen: Esta
palabra es muy dura, ¿quién podrá resistirla?, como dijeron los
apostoles20, entonces necesitamos ser moldeados por la Palabra,
nuevamente la visión que viene de los cielos, y la Palabra es la visión
que viene de los cielos: Cristo el Señor dado a nosotros como alimento,
pero también como martillo ¡Amén, hermanos! Entonces, con la
Palabra, la voz, se forja la iglesia en base a Su Palabra, amén hermanos.
Volvamos a Apocalipsis 1:13, nos quedamos en el 12: “Y me volví para
ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros” (o candelabros)
18 19 20
Cfr. Salmo 119:160, Cfr. Hebreos 4:12, Cfr. Juan 6:60

32
de oro”, pero pasaba algo hermanos, por eso es que nosotros oramos y
creemos que Cristo está presente en nosotros, porque mire lo que dice
la Escritura, versículo 13: “y en medio de los siete candeleros, a uno semejante
al Hijo del Hombre”, vamos a mirar algo; en Lucas 24, cuando estaban
reunidos los doce por miedo a la persecución, y las puertas cerradas, el
Señor Jesús se apareció en medio, y los discípulos pensaron que era un
espíritu, y el Señor les dice: ¡No! un espíritu no tiene carne, no tiene
hueso, como ven que yo tengo, el Hijo del Hombre en medio del
Candelero, la iglesia, eso es lo que se ve, por eso Juan cuando ve el
candelero, el candelero no puede estar solo, tiene que tener Cabeza: el
Hijo del Hombre, y dice: “semejante al Hijo del Hombre”, porque Juan lo
conoció en los días de su carne y aparte de eso era uno de los más
íntimos discípulos y amaba al Señor; la Escritura se refiere a él como el
discípulo amado21; era el que se le recostaba, el que siempre estaba con el
Señor, el que corrió más rápido cuando le dijeron que había resucitado
el Señor y fue corriendo rápido, y le ganó a Pedro y llegó a la tumba; el
discípulo amado, él ya había conocido a Jesús según la carne, pero
ahora lo ve en esa gloria, semejante al Hijo de Dios, y lo ve, “vestido de
una ropa que llegaba hasta los pies”, la Biblia Textual dice: “una túnica
talar”, o sea una vestidura sacerdotal, porque Él ahora en resurrección
está intercediendo por nosotros ante el Padre; “y ceñido por el pecho con
un cinto de oro.” Nosotros estamos diciendo que los candeleros de oro
son la iglesia, vamos a mirar por la Escritura la realidad de esto, que
efectivamente las iglesias son los candeleros, es ahí donde debemos ir
al monte; volvernos a la presencia de Dios para que el Señor mismo nos
dé revelación, el versículo 20 dice: “El misterio de las siete estrellas que has
visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: (dos puntos) o sea, el Señor
mismo nos va a explicar qué son las siete estrellas y qué son los siete
candeleros, no se le deja a la imaginación de Juan; “Bueno, yo vi los
siete candeleros, y yo creo…, a mí me parece, o a lo mejor, o de pronto
los candeleros son” ¡No! El Señor le reveló qué eran los candeleros, y
en eso consiste la visión celestial hermanos; “las siete estrellas son los
ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete
iglesias.” Tenemos la palabra profética más segura22: “los siete candeleros
que has visto, son las siete iglesias.” Entonces, la visión está compuesta por
Cristo y la iglesia, por Cristo y los Candeleros, por la Cabeza y el
Cuerpo, la visión de Dios tiene un aspecto celestial, que es Cristo el
Señor, que viene de los cielos; y tiene un aspecto terrenal que es la
iglesia, amén.
21 22
Cfr. Juan 13:23, 19:26, 20:2, 21:7, 20, Cfr. 2ª Pedro 1:19

33
El gran riesgo: La pérdida de la visión celestial

Entonces complementemos la visión de Pablo; miramos que Pablo vio


lo mismo que vio Juan, y Juan vio lo mismo que vio Pablo: Cristo el
Señor con Su Cuerpo, pero hermanos, nosotros también podemos
correr un riesgo: Después de que el Señor nos haya dado su visión
celestial (que proviene de los cielos): cómo es su iglesia, cómo se edifica
su iglesia, cómo es el nombre de la iglesia, cómo está su Casa, también
corremos el riesgo de perder la visión celestial; vimos que se recibe una
visión, pero vimos también que Pablo no fue rebelde a la visión
celestial, y fue el texto base, Pablo fue fiel a lo que se le mostró, que fue
lo mismo que vio Juan, el candelero es de oro, el candelero es labrado
a martillo, una iglesia por localidad, o sea, Pablo fue fiel a esa visión,
eso lo conocemos cuando leemos Hechos, y sobre todo a partir del
capítulo 13, y 14 donde él empieza la obra apostólica, pero también
tenemos que mirar la otra cara de la moneda: Se puede correr el riesgo
de perder la visión celestial. Vamos a mirar entonces qué puede
producir la pérdida de la visión celestial.

Donde no hay visión el pueblo se dispersa

Vamos a ir a Proverbios 29:18, vamos a leer varias versiones porque


queremos mostrar algo. Proverbios 29:18, dice: “Sin profecía el pueblo se
desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado.” Quiero leer el
mismo texto de la Reina y Valera 2.006, dice así: “Donde no hay visión,
el pueblo se desenfrena.” Reina y Valera 1.909 dice: “el pueblo se disipa.”
“Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, pero el que guarda la ley es
bienaventurado.” Y la Biblia de las Américas dice lo mismo: “Donde no
hay visión, el pueblo se desenfrena (o se disipa), pero bienaventurado es el que
guarda la ley.” La palabra hebrea para visión es la palabra -kjazón- (‫)חַּזוין‬,
viene de -kjazá-, significa: mirar fijamente, contemplar o tener una
visión por medio de sueño o por medio de revelación”, y se refiere al
oráculo. Entonces, donde no hay visión de Dios ¿qué sucede con el
pueblo? El pueblo se disipa hermanos, el pueblo se dispersa, y el Señor
no quiere que el pueblo suyo, que Él compró a precio de sangre, esté
disperso ¿No reunió los dos pueblos en un solo y Nuevo Hombre?23
Entonces, Él quiere no tan sólo que guardemos la unidad del Espíritu,
sino que lleguemos a guardar la unidad de la fe; pero cuando no hay
visión, cuando no hay visión de los cielos, cuando no hay una visión
proveniente de Dios mismo, y cuando se tiene, pero después se pierde,
23
Cfr. Efesios 2:15

34
¿qué pasa cuando se pierde la visión? El pueblo se disipa, se dispersa.

Causas por las cuales se puede perder la visión celestial

¿Por qué se puede perder la visión? Vamos a mirar algunos textos.


Vamos a empezar en 1ª Samuel 3:1. El contexto de Samuel es
complementario a los Jueces, Dios empezó a juzgar a Israel por medio
de los jueces, y se levantó un sacerdote llamado Elí, y en él nos vamos
un centrar un poco; se levantó un sacerdote llamado Elí, y al mismo
tiempo Dios levantó un juez llamado Samuel, y Samuel significa: el
oído de Dios, ¡Ah! O sea, que oye las palabras de los fieles; el que oye,
el oído de Dios. Vamos a leer 1ª Samuel 3:1. El contexto es que había
un hombre llamado Elcana, que tenía dos esposas, tenía una mujer
llamada Ana, Ana no le daba hijos, entonces le oró al Señor por ese
hijo, Dios se lo dio, y ella le prometió que se lo consagraría al Señor,
tuvo el niño, cuando lo destetó, lo consagró al Señor, pero sucedía algo:
Elí tenía unos hijos sacerdotes, y la Biblia Textual dice que los hijos de
Elí eran hijos de Belial, o sea, hijos del diablo24; cuando empezamos a
mirar la vida de ellos, era un comportamiento propio de un hijo del
diablo, ese fue el problema de Elí. Vamos a mirar por qué causa se
puede perder la visión celestial, y el Espíritu Santo nos lo muestra por
figura con la ceguera de Elí, o sea, el hecho que esté ciego es una
referencia a que no ve las cosas de Dios, el que está sordo es una
referencia a que no escucha las cosas de Dios, el que no habla, el mudo,
es porque no puede hablar las cosas de Dios, el que está cojo es porque
no puede caminar en los caminos de Dios, es un aspecto espiritual.

1. No había hombres fieles en la Casa de Dios

1ª Samuel 3:1: “El joven Samuel ministraba a Yahveh en presencia de Elí; y


la palabra (la voz) de Yahveh escaseaba en aquellos días; no había visión con
frecuencia.” O sea, que la palabra, voz y visión son sinónimas, la Palabra
de Dios escaseaba y la visión también escaseaba, pero, ¿por qué
escasea? ¿Dios no es abundante? ¿Dios no tiene siempre Palabra para
dar? ¡Claro! Entonces, ¿por qué escaseaba? Porque no había hombres
fieles en los cuales Dios pudiera depositar Su Palabra hermanos. Por
eso es que la Palabra de Dios escasea en muchos lugares, porque no hay
hombres y hermanos fieles en Su Casa que Dios pueda tenerlos como
depositarios de Su Palabra.
24
Cfr. 1ª Samuel 2:12 Biblia Textual

35
2. No honrar al Señor como es debido

Entonces, ¿por qué tampoco había visión en el sacerdote Elí en ese


momento? Porque Elí honró más a sus hijos que a Dios, esa puede ser
una razón por la cual se pierda la visión celestial, miremos un texto
solamente: 1ª Samuel 2:29. Vamos a considerar solamente algunos
aspectos por los cuales se puede perder la visión dada de los cielos, 1ª
Samuel 2:29, el Señor está hablando a Elí, dice: “¿Por qué habéis hollado
mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has
honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las
ofrendas de mi pueblo Israel?” Entonces Elí, como sacerdote de su Casa,
tenía que estorbar a sus hijos, porque los hijos estaban haciendo lo
abominable ante los ojos de Dios; y él solamente les dijo: “¡Ay,
muchachos! Eso que están haciendo, eso como que no le agrada al
Señor” No los estorbó, y aparte de no estorbarlos, el Señor revela en
este texto que honró más a sus hijos que a Dios, y por esa causa la visión
se pierde en medio del pueblo de Dios. Vamos a sumarlo, Mateo 10:37,
y después volvemos nuevamente a 1ª Samuel 2:29. Mateo 10:37 ¿A
quién honró más Elí? A sus hijos. “El que ama a padre o madre más que a
mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de
mí,” entonces cuando se honra y se ama más a nuestra familia que al
Señor, no somos dignos del Señor, hay que amar a nuestra familia,
¡claro que sí! a nuestros hijos, a nuestra esposa (o esposo, según sea el
caso), a nuestros padres, pero se ama más al Señor, el primer lugar es
para el Señor; entonces cuando se ama más a nuestros familiares se
deshonra al Señor, y no somos dignos del Señor; entonces, como no
somos dignos, en el aspecto que estamos hablando, no hay visión, se
pierde la visión celestial, y no importa la luz que has tenido, se puede
perder la visión.
Volvamos a 1ª Samuel 2, y vamos a leer el 30 la parte b; “porque yo
honraré a los que me honran” ¡Ah! Si tú honras a Dios en tu casa, y tú
enseñas a que tus hijos honren a Dios, y tú enseñas a que tu esposa
honre a Dios, y tú enseñas a que los hermanos honren a Dios, si tú
mismo honras a Dios con tu vida, con tu familia, con tu trabajo, con tu
dinero, con todo, si tú honras a Dios, Dios te honra a ti, y no escaseará
en ti la Palabra ni la visión del Señor, pero si no honras al Señor… “yo
honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.”
Hermanos, entonces si no se honra al Señor como es debido, el Señor
nos tiene en poco, y si nos tiene en poco, se pierde la visión que nosotros
hemos tenido acerca de Él ¡Tenemos que estar vigilantes, hermanos,
tenemos que estar vigilantes en nuestro caminar! Hay muchas cosas que

36
pueden hacer que perdamos la visión celestial y que seamos rebeldes a
la visión, Pablo no fue rebelde a esa visión.

3. Tesoros en la Tierra

Complementémoslo con Mateo 6:19, otra manera por la cual la visión


se puede perder. “No os hagáis tesoros en la tierra” ¡hermano! O sea que si
yo quiero tener casa, tener carro, tener bienes de este mundo ¿no puedo?
Sí, hermano, el Señor da bienes de este mundo, pero mire lo que dice el
contexto: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín
corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”
¿Por qué el Señor manda que no nos hagamos tesoros en la tierra? Tiene
un propósito, verso siguiente: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará
también vuestro corazón.” Y no solamente tesoros de cosas materiales, se
pueden tener como tesoros cosas en la tierra, y por consiguiente, donde
está el tesoro, está mi corazón, y el Señor nos dijo: “Buscad primeramente
el reino de Dios y su justicia”25, o sea, que donde este nuestro tesoro estará
nuestro corazón, si buscamos primeramente el Reino de los cielos
estamos demostrando que allá está nuestro tesoro, porque allá está
nuestro corazón hermanos. “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará
también vuestro corazón.” Por eso es que el Señor manda a que no
hagamos tesoros en la tierra, porque si hacemos tesoros en la tierra,
nuestro corazón estará en la tierra, ¡Oh, Señor, ayúdanos a hacer
tesoros en los cielos, que nuestro corazón esté donde estás Tú! Verso
22, no se ha desligado del contexto, sigue en el mismo contexto: “La
lámpara del cuerpo es el ojo (por allí entra la luz); así que, si tu ojo es bueno,
todo tu cuerpo estará lleno de luz,” entonces, según el contexto, cuando hay
un ojo bueno, el tesoro está en los cielos y ahí está tu corazón; y como
su corazón está en los cielos, pues la luz viene de los cielos y como tiene
un ojo bueno, pues, la luz pasa, y como es un ojo bueno, tu cuerpo se
llenará todo de luz, ¡El Señor nos ayude, hermanos! Ahora, si nosotros
tratamos de ver dos cosas al mismo tiempo, ¿qué pasará con nuestra
visión? Será borrosa, tenemos que enfocarnos en una sola cosa ¿En qué
tenemos que enfocarnos nosotros? Colosenses 3:1, vamos a mirar en
qué tenemos que enfocarnos, Colosenses 3:1, en la reunión pasada
estuvimos mirando que el arca tenía una claraboya, una abertura, que
se traduce también como mediodía, de donde se recibe la luz. “Si, pues,
habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba (de los cielos), donde
está Cristo sentado a la diestra de Dios. (¡Alelu-Yah!). Poned la mira,” la
25
Cfr. Mateo 6:33

37
palabra griega para poned la miar es–froneite- (φρονειτε) y significa:
poner la mente o pensar acerca de, entonces, el Señor nos está diciendo:
“Coloquen la mente y la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”,
entonces, si nuestro tesoro está en la tierra, ahí estará nuestro corazón,
por eso el Señor nos manda a hacer tesoros en los cielos, porque donde
esté nuestro tesoro, ahí estará nuestro corazón, y si nuestro tesoro está
en Cristo, nuestro corazón estará donde está Él hermanos, y el Señor
no escatimará el darnos abundante revelación, abundante luz y
abundante visión, acrecentará lo que nos dio a nosotros, amén.

4. Embriagarse con el vino y lo que éste representa

Vamos a Isaías 28:7, y vamos a mirar qué más hace perder la visión,
Isaías 28:7, en el Antiguo Testamento. Entonces miren cómo habla el
Señor en el tiempo de Isaías de la degradación que había hermanos.
“Pero también éstos erraron con el vino, y con la sidra se entontecieron”, el
nazareo no podía tomar nada que procediera de la vid, “el sacerdote y el
profeta” ¡Ah! ¿Qué hizo que el sacerdote y profeta erraran y se
entontecieran? El vino, o sea, ellos se embriagaron, y el embriagarse
puede representar: el deleite mundano, los placeres del mundo, los
placeres de esta vida; entonces el vino hace que el profeta y el sacerdote
yerren; “el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el
vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.”
Entonces hay cosas que a nosotros nos hacen errar en la visión, nos
hacen perder el juicio y nos hacen perder aquella luz que hemos tenido
en relación con la visión, que es Cristo con su iglesia.
Jeremías 23:16, en ese mismo contexto, un libro más adelante, Jeremías
23:16, miren cómo dice: “Así ha dicho Yahveh de los ejércitos (Yahveh
Sebaot): No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan
con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de
Yahveh.” Hermanos, recuerden que en la visión siempre hay una voz,
hay profetas que hablan visión de su propio corazón, o sea, la visión
que ellos tienen y proponen para edificar la Casa de Dios no sale del
corazón de Dios, sale del corazón de ellos: “A mí me parece que debería
ser así ¿O por qué no es de esta manera?” De su propio corazón; no
indagan la Ley y el testimonio: “Vamos a ver qué dice el Señor acerca
de la visión celestial” ¡El Señor nos ayude, hermanos!

38
Qué hacer si se ha perdido la visión celestial

Ezequiel 43:10, si hemos perdido la visión celestial por alguna de las


causas que hemos leído anteriormente, o si hay alguna otra causa,
hermanos, nosotros nos podemos arrepentir ante el Señor, la Escritura
dice que el que confiesa sus pecados alcanza misericordia26. Entonces hay que
pedirle al Señor que nos ayude para que podamos estar en esta visión,
si hemos perdido algo de esa visión, que es Cristo con la iglesia, y todo
lo relacionado; porque cuando miramos el tabernáculo están: los panes
de la proposición, un aspecto; la menoráh, (que es el candelero) que es
otro aspecto que ya leímos; el altar del incienso, el arca de oro, la fuente
de bronce, el altar de bronce, todos esos aspectos tienen que ser
revelados a nuestra vida, y hacen relación a Cristo con la iglesia,
primeramente a Cristo, y luego Cristo en la iglesia, eclesiología y
Cristología.
Entonces, el Señor habla también un aspecto para aquellos que se
arrepientan, vamos a leer Ezequiel 43:10-11: “Tú, hijo de hombre”, aquí
está hablando del templo del Milenio; seguimos hablando de la visión
de los cielos, el tabernáculo, el templo de Salomón, templo de
Zorobabel, el templo que es el Tabernáculo, Cristo, ahora en el contexto
del templo del Milenio, todo está apuntando a lo mismo, la Escritura
dice que nosotros somos templo del Espíritu Santo27, Ezequiel 43:10:
“Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa” ¿Cuál era la casa?
El templo del Milenio; “y avergüéncense de sus pecados; y midan el diseño de
ella.” Entonces, aquí no lo dice, pero el versículo siguiente sí lo aclara:
“Y si se avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender el diseño de la
casa” ¡Ah! Si hay un arrepentimiento real en nuestra vida, si hemos
tratado de edificar de acuerdo a madera, heno y hojarasca, estamos al
momento de pedirle al Señor que nos perdone y nos encamine
nuevamente, y que cuando nos vuelva a encaminar, nos haga saber el
diseño de la Casa, o sea, la Casa es Cristo con la iglesia; eso es lo que
es la Casa: Cristo con la iglesia; “su disposición, sus salidas y sus entradas,
y todas sus formas, y todas sus descripciones, y todas sus configuraciones, y todas
sus leyes; y descríbelo delante de sus ojos, para que guarden toda su forma y todas
sus reglas, y las pongan por obra”, amén, hermanos.

Conclusión

Entonces, lo que nosotros hemos visto es lo más profundo que Dios


tiene, la visión que hemos tenido en nuestro interior, en nuestro
26 27
Cfr. Proverbios 28:13, Cfr. 1ª Corintios 6:19

39
espíritu, es de lo más profundo que el Señor tiene y es de lo más valioso
para el Señor: Su Hijo Jesucristo hermanos. Esto que hemos estado
considerando acerca de la visión celestial es para ponerla por obra; no
que cada uno de nosotros tenga su propia visión, ¡no! Aquí no hay una
visión propia, aquí hay una visión única y exclusiva: La visión de Dios
que viene de los cielos: Su Hijo Jesucristo hermanos.
¡Que el Señor nos ayude a no ser como aquellos que cuando fueron al
sepulcro no encontraron el cuerpo del Señor! ¿Qué es no encontrar el
cuerpo del Señor en relación con lo que estamos hablando? Que
solamente se ve la Cabeza, y no se ve el Cuerpo, ¡Es necesario ver la
Cabeza con el Cuerpo, con todas sus disposiciones, con todas sus
entradas, con todas sus salidas, con todas sus configuraciones,
hermanos! Amén.
Entonces, esto fue en relación con la visión única de los cielos, en su
aspecto terrenal, en su aspecto celestial, y cómo se puede perder la
visión celestial, hermanos.
¡Que el Señor nos ayude, hermanos! Vamos a orar al Señor.

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 Lot y su mujer
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hombre
 La Iglesia: El huerto de Dios, la labranza de Dios
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