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INTRODUCCION
El canal anal es la parte terminal del recto, a partir del anillo anorectal y terminando
en el margen anal, que mide alrededor de 3-4 cm, dividiéndose en dos partes por la línea
dentada. Está rodeado por el aparato del esfínter: músculo liso que forma la capa muscular
circular del intestino grueso continúa en la dirección distal, convirtiéndose más gruesa para
formar el esfínter anal interno (IAS). El esfínter anal externo (EAE), músculo estriado,
rodea parcialmente la EAI. Entre las dos esfínteres se encuentra conjugado músculo
longitudinal, que está formada por el músculo liso de las vigas que unen la capa de fibras
longitudinal del recto y del músculo elevador del ano y puborrectal.
A medida que la parte terminal del recto pasa el músculo piso pélvica,
convirtiéndose en el canal anal están formadas por pliegues de altavoz conocido Morgagni
(no ser adecuadamente línea bien definida que termina el bajo recto y se inicia el alto canal
anal). En el extremo inferior de estas columnas, línea totalmente dentado (que se encuentra
a unos 2 cm del margen anal), son pequeñas cavidades llama criptas anales, la mayoría de
los cuales se comunican con las glándulas anales, que a su vez se ramifican en
interesfinteriano espacio.
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2. ABSCESO ANAL
3. ANATOMIA Y CLASIFICACIÓN
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Fig. 1. Anatomía del conducto anal.
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4. HISTOLOGIA Y FISIOPATOLOGIA
Cuando los conductos están bloqueados, las glándulas no pueden fluir en el canal
anal. Una desordem causando retención principalmente en las criptas de la mucosa puede
dar lugar a infecciones secundarias. Además, Parks mostró que aproximadamente el 50%
de las criptas no están conectados a las glándulas anales y conductos que terminan en un
fondo ciego, por lo general por debajo de la submucosa. En dos tercios de las muestras, se
observó que una o más ramas del conducto que entra en el esfínter, y la mitad de las ramas
se cruzan el esfínter anal interno (EAI). La consecuencia de estos hallazgos histológicos es
que la propia infección por obstrucción o conducto puede resultar en un absceso y
posteriormente la formación de fístulas.
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externo (EAE). Esta puede ser la explicación patológica de la fístula transesfinteriana y los
diferentes lugares de absceso anorrectal.
Espacio pelvirrectal. Situado por encima del músculo elevador y por debajo del
peritoneo. Por delante limitado por la vejiga, próstata y vesícula seminales en el hombre y
por el útero y ligamentos anchos en la mujer. Por detrás con los ligamentos laterales del
recto.
Espacio retrorrectal. Situado por encima del músculo elevador y limitado por
delante con el recto y por detrás por el hueso sacro.
Fosa isquioanorrectal. Situada por debajo del músculo elevador y limitada por
dentro por el esfínter interno y el músculo elevador. Por fuera, en el músculo obturador
interno y por debajo, en la piel.
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Fig 3. Localizacion fistulas
5. ETIOLOGIA Y FRECUENCIA
La presencia de las criptas anales, así como la abundancia de tejido graso perianal y
perirrectal, favorece la formación de estos abscesos de origen piogeno. Hay autores que
consideran que el 90 % de los casos responden a este origen. La experiencia de los
autores coincide con esta afirmación.
Con menos frecuencia las leucosis son causa, también, de abscesos en esta zona.
Estos abscesos son más frecuentes en el paciente adulto. Las fístulas en los niños son
generalmente de origen congénito. En las pacientes embarazadas es poco frecuente.
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5.1 Condiciones predisponentes
6. CAUSAS
Los abscesos anorrectales pueden ser el resultado de otras condiciones, tales como
trauma, el cáncer, la radiación, el sistema inmunológico (SIDA, leucemia), la dermatitis, la
tuberculosis, la enfermedad de Crohn (enfermedad inflamatoria intestinal) y fisura anal se
debilitó.
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7. FISIOPATOGENIA
La infección penetra a través de las criptas y conductos anales hasta las glándulas
en donde se origina el absceso. En un episodio de diarreas, suele suceder que las heces
líquidas penetren a través de las criptas y conductos anales y causan una adenitis
supurativa obstructiva, dando lugar a la infección glandular. La constipación o el trauma
pueden, a punto de partida de esta infección, formar el absceso en el espacio
interesfintérico y provocar su diseminación por varias vías hacia los espacios perianales y
rectales. Esta diseminación puede extenderse más allá de los espacios perianales y rectales
y agravar el processo.
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Cuando el drenaje se produce por la acción quirúrgica o espontánea, se produce una
comunicación entre el orificio de entrada de la infección y el de salida, unidos por un
trayecto fibroso, al que se denomina con el nombre de fístula.
8. ANATOMIA PATOLÓGICA
La entrada de los organismos patógenos en los tejidos adyacentes del recto y del
ano, provoca un proceso inflamatorio con destrucción de células por la acción de las
enzimas, dan lugar a la formación de una cavidad que contiene pus. Este pus buscará salida
hacia el exterior; pero si la infección persiste, el absceso aumentará de tamaño y producirá
síntomas característicos de acuerdo con su localización.
9. CUADRO CLINICO
Absceso perianal. Son muy dolorosos, el dolor aumenta con los movimientos,
puede haber fiebre moderada, retención de heces y orina.
Los signos más evidentes, además del dolor, son el aumento de volumen del borde
anal, rubor y calor. En ocasiones, cuando el absceso es incipiente, se precisa de la
exploración cuidadosa de todo el surco interesfintérico para localizar un punto
intensamente doloroso que se puede corresponder, al tacto rectal con un ligero
abombamiento de la pared del conducto anal doloroso también y con una zona de
fluctuación.
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Absceso isquioanorrectal. Son menos dolorosos que los anteriores en su fase
inicial, pero a medida que evolucionan, se acentúa la toma del estado general y el dolor se
hace más intenso. En esta fase el paciente presenta los síntomas de la intoxicación: fiebre
alta, retención de orina y heces.
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Los síntomas iniciales son muy pocos manifiestos: febrícula, malestar a la
defecación y a la micción. Pueden existir signos de irritación peritoneal y ser confundido el
diagnóstico con el de una apendicitis aguda, cuando asienta del lado derecho.
El tacto rectal, puede detectar un abombamiento de la pared rectal por encima del
anillo anorrectal y una masa fluctuante.
Fístulas. En los casos en que el absceso deja como secuela una fístula, esta puede
ser clasificada como:
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Fig.6. Tipos de fístulas de acuerdo con su relación con el esfínter.
Dolor anal suele ser constante, punzante y empeora cuando está sentado;
La irritación de la piel alrededor del ano que se manifiesta con hinchazón,
enrojecimiento y dolor.
La pérdida de pus;
Estreñimiento o dolor durante la defecación.
Fiebre;
Los escalofríos;
El malestar general;
A veces, la fiebre es el único síntoma de un absceso anal profundo.
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Los síntomas de la fístula perianal son:
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Tomografía computarizada
Especialmente en pacientes con la enfermedad de Crohn, una tomografía indica el
grado de inflamación antes de la posible formación de una fístula, además de mostrar
las cavidades de los abscesos para determinar si se requiere de medidas quirúrgicas.
Fistulografía
Este es un método de rayos X en el que un medio de contraste se inyecta en la parte
externa de la fístula para aclarar su trayectoria y ver cuán profunda es a través del
tejido, lo que ayudará a elegir el tratamiento.
Utrasonografía
Este método combinado con el examen físico puede utilizarse para identificar la
presencia de algún absceso o acumulación de fluido que pueda encontrarse en el tubo
de la fístula.
Cistoscopía
Es muy útil en caso de una “fístula enterovesical” que conecta el intestino con la
vejiga.
Prueba microbiológica
Para identificar cualquier signo de infección, especialmente cuando existen
abscesos, un cultivo de orina puede ser necesario cuando existen fístulas colovesicales
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11. DIAGNÓSTICO
El diagnóstico diferencial debe ser realizado con las lesiones del ano que producen
dolor: la trombosis hemorroidal, que presenta un aumento de volumen en la región
perianal, provocado por un hematoma subdérmico de color violáceo; los tumores malignos,
que se caracterizan por su consistencia pétrea; los senos y fístulas pilonidal que presentan
orificios puntiformes característicos en la línea media de la región sacrococcígea y la
hidrosadenitis supurativa, lesión superficial de la dermis que se extiende por fuera de las
márgenes del ano en forma de placa con orificios segregantes.
12. EVOLUCIÓN
Las fístulas, como secuelas de los abscesos, son clasificadas al igual que los
abscesos según su localización en el espacio perianorrectal que ocupe.
Las más frecuentes son las perianales e isquiorrectales. Menos frecuentes, las
submucosas y las pelvirrectales.
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Las fístulas en herradura, ocasionadas por los abscesos del mismo nombre dan
lugar a dos orificios externos localizados a la derecha y a la izquierda del ano.
Estas fístulas por su complejidad técnica para ser curadas, son con frecuencia
causas de recidivas.
13. COMPLICACIONES
Fístulas. Las fístulas serán tratadas de acuerdo con su etiología. En los casos que
estas sean consecuencia de una enfermedad de base, deben ser atendidas de acuerdo con
sus normas de tratamiento; al igual que las fístulas que invadan órganos vecinos.
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En el primer caso se elimina completamente el trayecto fistuloso y en el segundo se
realiza una incisión por encima del trayecto, dejándolo abierto en toda su extensión, para
su cicatrización por segunda intención.
14. PRONÓSTICO
En los casos que quede una fístula como secuela, esta debe ser intervenida en un
segundo tiempo quirúrgico.
15. PREVENCIÓN
La mejor prevención es mantener un hábito para defecar diario y evitar los estados
de constipación o diarreas. Cualquiera de estas dos situaciones puede traumatizar las
criptas del conducto anal y provocar la entrada de la sepsis. Para evitar esto se hace
necesario un hábito higiénico-dietético que contribuya a la formación de un bolo fecal
normal. Todo trastorno digestivo que modifique el contenido normal del intestino
contribuirá a la formación de abscesos en esta región.
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16. TRATAMIENTO
Para evitar la secuela de las fístulas el cirujano debe localizar el orificio interno del
absceso y realizar un drenaje amplio al estilo de la fistulotomía, con los cuidados propios
de esta técnica para evitar daño de los esfínteres que pueden dejar como secuela, no solo la
fístula, sino también, una incontinencia anal. Siempre se utiliza antibiótico y terapia en el
posoperatorio, teniendo en cuenta que el Escherichia coli es el germen más frecuente.
En estos casos siempre queda como secuela una fístula. En el caso que se pueda
administrar anestesia espinal, que permite una buena relajación de esfínteres y a su vez una
adecuada exploración, se puede realizar un drenaje amplio tipo fistulotomía con
localización del orificio interno y de esta forma evitar una segunda intervención.
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16.3 Absceso pelvirrectal
El tratamiento estándar de fístulas superficial que implica una extensión del esfínter
externo inferior al 25% o implican sólo el esfínter interno es un fistulotomía, después de la
canulación el camino correcto y la verificación de la cantidad de esfínter involucrados. Es
importante tener en cuenta que el esfínter externo tiene una extensión anterior más
pequeño y fistulotomía puede tener peor resultado funcional en fístulas anteriores en las
mujeres.
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Actualmente existen dos opciones para preservar el esfínter para el tratamiento de
fístulas anales complejas: Ruta de relleno con cola de fibrina o la matriz de colágeno y el
avance endorrectal al por menor o ligadura del viaje en el espacio interesfinteriano. La
aplicación de estas técnicas requiere el control de la infección local, generalmente logrado
con el drenaje del proceso agudo y la colocación de sedal drenaje, la inyección de cola de
fibrina en el camino de la fístula es un procedimiento probable que se repita sin cambiar
riesgos de continencia para los gases o las heces, pero con resultados clínicos que van
desde 14 a 60% la tasa de éxito. Dado que los costos de cola de fibrina relación con un mal
resultado clínico, se trata de un procedimiento que ha sido poco utilizado.
El cierre del orificio interior de una fístula compleja con un menor endorrectal es un
esfínter alternativa válida y conservador, aunque se asocia con cambios de continencia que
alcanzan el 31%, con importantes cambios de continencia en aproximadamente el 12% de
los pacientes. La realización de la técnica consiste en que no presente una infección aguda
o enfermedad rectal. Se hace a menudo el colgajo de avance después de la colocación
previa de Seton drenaje. Los resultados esperados varían entre 14 y 98%, y la serie más
curable de resultados de unos 60%.
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17. POSTOPERATORIO
Evitar condiciones tales como estreñimiento, no sólo es una buena medida para el
tratamiento de la fístula anal, también es la clave para prevenir su aparición. Por lo tanto,
es aconsejable seguir una dieta equilibrada rica en fibra (aumentando el consumo de frutas,
verduras y granos enteros), beber mucha agua y líquidos, y ejercitar el cuerpo a través del
ejercicio físico regular. Deben evitarse, sin embargo, los alimentos picantes, muy picante,
y los alimentos que causan estreñimiento, tales como pasteles, arroz, zanahorias, plátanos,
etc.
Limpiar el área rectal con cuidado y el uso de un papel higiénico suave, evitando
aquellos que contienen colorantes o fragancias.
Mantener una buena higiene perianal lavar con frecuencia (2 veces al día) y
siempre lo hace de adelante hacia atrás para evitar que el área genital se deteriora.
No toque el área lesionada con las manos y evitar rascarse con las uñas cuando
todavía se siente picazón y ardor.
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18. ¿CUÁLES SON LAS PROBABILIDADES DE
RECURRENCIA DE UM ABSCESO DE FISTULA
ANORRECTAL?
19. MEDICAMENTOS
No deberás tomar antibióticos sin que tu doctor te los prescriba. Esto se debe a que la
mayoría de los pacientes que tienen fístulas padecen trastornos o enfermedades del
colon subyacentes, algunas de las cuales son producto del uso irresponsable de
antibióticos.
Los antibióticos solo se deben utilizar para tratar una infección en la fístula y para
eliminar síntomas como dolor extremo con o sin abscesos, irritación en la piel “de
color rojo” y una temperatura alta constante durante más de 24 horas.
Las fístulas pueden tratarse inicialmente con un tratamiento compuesto de
metronidazol y ciprofloxacino o vancomicina. El metronidazol se toma en dosis de 250
a 500 mg cada 8 horas y la vancomicina en dosis de 125 a 250 mg cada 6 horas o tres
veces al día, una después de cada comida.
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19.1. Toma analgésicos
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20. BIBLIOGRAFIA
www.drmc.com.br
www.indicedesaude.com
www.sbcp.org.br
www.wikipedia.org
www.proctos.pt
www.abc.med.br
www.spcoloprocro.org
www.gsdl.bos.sld.cu
www.nlm.nig.gov
www.es.wikika.com
www.igaponline.com.br
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