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1.

INTRODUCCION

Las supuraciones perianales son un grupo heterogéneo de enfermedades, todas ellas


asociada con una infección más o menos extensa del perineo. No todos supuración que
surge desde el ano es un origen anal, existente en aproximadamente el 30% de los casos
otra causa, en particular una infección de la piel o infección ósea, o la existencia de una
fístula más o menos complejo se extiende a la región perianal, aunque el recto o de
cualquier otra área del intestino. Sin embargo, cuando hablamos de abscesos y fístulas
anales, nos referimos a las supuraciones que se originan en el propio canal anal.

Fístulas y abscesos anales tanto, representan aproximadamente el 70% de las


supuraciones perianales totales. Sin embargo, siguen siendo condición rara en la población
general, se estima una incidencia de 1/10 000 habitantes por año, que representan el 5% de
las consultas en coloproctología. Son más comunes en los hombres y son rara enfermedad
en la infancia.

Pocas condiciones dan lugar a muchos errores de diagnóstico o terapêuticos,como


tal, debe ser tal que, la mayoría de veces, una profunda desconocimiento de la anatomía de
la región anal, incluyendo la respectiva que rodea aparato muscular.

El canal anal es la parte terminal del recto, a partir del anillo anorectal y terminando
en el margen anal, que mide alrededor de 3-4 cm, dividiéndose en dos partes por la línea
dentada. Está rodeado por el aparato del esfínter: músculo liso que forma la capa muscular
circular del intestino grueso continúa en la dirección distal, convirtiéndose más gruesa para
formar el esfínter anal interno (IAS). El esfínter anal externo (EAE), músculo estriado,
rodea parcialmente la EAI. Entre las dos esfínteres se encuentra conjugado músculo
longitudinal, que está formada por el músculo liso de las vigas que unen la capa de fibras
longitudinal del recto y del músculo elevador del ano y puborrectal.

A medida que la parte terminal del recto pasa el músculo piso pélvica,
convirtiéndose en el canal anal están formadas por pliegues de altavoz conocido Morgagni
(no ser adecuadamente línea bien definida que termina el bajo recto y se inicia el alto canal
anal). En el extremo inferior de estas columnas, línea totalmente dentado (que se encuentra
a unos 2 cm del margen anal), son pequeñas cavidades llama criptas anales, la mayoría de
los cuales se comunican con las glándulas anales, que a su vez se ramifican en
interesfinteriano espacio.

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2. ABSCESO ANAL

Absceso anal, absceso rectal, absceso subcutáneo, absceso perirrectal, absceso


pelviretal, absceso retroretal, absceso isquiorectal, absceso intramuscular,
transesfincteriano absceso, fístula anal y perianal, fístula.

El absceso es un proceso agudo, donde se acumulan pus en una cavidad en el tejido


en respuesta a una infección o material extraño. La fístula anal es una enfermedad que a
menudo coexiste con absceso anorrectal. La relación exacta no ha foi determinada
patológico, pero se cree que el absceso anorrectal es la forma aguda de una fístula.

El absceso anorrectal es una condición quirúrgico común, pero la incidencia exacta


de la enfermedad no se puede estimar, ya que en la mayoría de los casos, no
necesariamente resulta en la hospitalización, ya que algunos ruptura espontánea, mientras
que otros se procesan en el consultorio de un médico sin ninguna documentación oficial. El
absceso anorrectal por lo general requiere cirugía inmediata.

La comprensión de los conocimientos de anatomía anorrectal de la fisiopatología


anorrectal absceso, la identificación de posibles condiciones colorrectales que pueden
contribuir a la presencia de un absceso, así como la identificación de posibles casos
complejos puede requerir drenaje en el hospital son fundamentales para para obtener una
respuesta satisfactoria al tratamiento, evitando consecuencias devastadoras.

3. ANATOMIA Y CLASIFICACIÓN

El canal anal es de 4 cm de largo, a partir de unos pocos centímetros por encima de


la línea pectinea y terminando en el margen anal.

Dos regiones anatómicas en el anorrecto son las que contribuyen a la formación de


estos abscesos: el conducto anal y los espacios perianorrectales. En el conducto anal
existen unas estructuras de forma semilunar llamadas criptas, en donde desembocan y
drenan su contenido las glándulas anales; situadas en el espesor del esfínter interno
(Fig. 1).

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Fig. 1. Anatomía del conducto anal.

En la región perianal y rectal existen espacios anatómicos que por su localización,


por encima o por debajo del músculo elevador del ano, reciben los nombres de
supraelevadores o infraelevadores que a su vez darán nombre a los abscesos y fístulas
localizados en estos espacios (Fig. 2).

Fig. 2. Principales localizaciones de los abscesos perianales.

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4. HISTOLOGIA Y FISIOPATOLOGIA

El revestimiento del canal anal es una composición de varios epitelios y glándulas


que participan en el proceso patológico de la formación de abscesos. El extremo proximal
del canal anal es una zona de transición (5-20 mm por encima de la línea pectinea), donde
el epitelio rectal se convierte en un epitelio de transición. La mucosa de la zona de
transición es cuboidal y se considera importante para la discriminación entre el gas y las
heces. Este epitelio se convierte en un epitelio escamoso estratificado en la unión
mucocutánea de la línea dentada. De este modo, proximal a la línea dentada del canal anal
es epitelio mucosa, y distal a ella es escamoso estratificado no queratinizado. Las glándulas
anales están dentro del plan de interesfinteriano, el nivel de la línea pectinea. Segregan
moco, que desemboca en las criptas anales (dentro del lumen del canal anal) anal a través
de conductos. criptas anales aparecen macroscópicamente agujeros tan pequeños a lo largo
de la línea pectinea. Eisenhammer y Parks plantearon la hipótesis de la formación de un
absceso anorrectal de la infección en las glándulas anales (teoría criptoglandular). Del
mismo modo, la teoría de la "criptitis" Whitney se asemeja criptoglandular, que sólo
difieren en la terminología. Estos autores proponen que, como las glándulas anales
intramusculares infectados, los conductos están obstruidos con escombros, lo que resulta
en estasis glandular secreciones que interfieren con los mecanismos de defensa del cuerpo.

Cuando los conductos están bloqueados, las glándulas no pueden fluir en el canal
anal. Una desordem causando retención principalmente en las criptas de la mucosa puede
dar lugar a infecciones secundarias. Además, Parks mostró que aproximadamente el 50%
de las criptas no están conectados a las glándulas anales y conductos que terminan en un
fondo ciego, por lo general por debajo de la submucosa. En dos tercios de las muestras, se
observó que una o más ramas del conducto que entra en el esfínter, y la mitad de las ramas
se cruzan el esfínter anal interno (EAI). La consecuencia de estos hallazgos histológicos es
que la propia infección por obstrucción o conducto puede resultar en un absceso y
posteriormente la formación de fístulas.

La infección de la glándula anal como un paso en el desarrollo de la fístula anal se


sugirió por primera vez por Chiari. Un informe histopatológico posterior ha documentado
que hasta el 80% de las glándulas anales son submucosa, 8% se extienden a EAI, 8% para
el músculo longitudinal, 2% a 1% de espacio interesfinteriano y penetrar en el esfínter anal

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externo (EAE). Esta puede ser la explicación patológica de la fístula transesfinteriana y los
diferentes lugares de absceso anorrectal.

El canal anal termina en el margen anal, que es donde se convierte en un epitelio


escamoso estratificado de la piel, que se caracteriza por la presencia de folículos pilosos y
glándulas sudoríparas. También contiene glándulas apocrinas que pueden estar asociados
con la hidradenitis supurativa.

Esta enfermedad es un proceso inflamatorio que afecta a las glándulas apocrinas,


que están ubicados en diferentes zonas del cuerpo, como las axilas, perineal y el cuero
cabelludo. La enfermedad se presenta antes de la pubertad y puede resultar en abscesos y
fístulas en varios lugares, incluyendo la región anorrectal.

Espacio pelvirrectal. Situado por encima del músculo elevador y por debajo del
peritoneo. Por delante limitado por la vejiga, próstata y vesícula seminales en el hombre y
por el útero y ligamentos anchos en la mujer. Por detrás con los ligamentos laterales del
recto.

Espacio retrorrectal. Situado por encima del músculo elevador y limitado por
delante con el recto y por detrás por el hueso sacro.

Fosa isquioanorrectal. Situada por debajo del músculo elevador y limitada por
dentro por el esfínter interno y el músculo elevador. Por fuera, en el músculo obturador
interno y por debajo, en la piel.

Espacio submucoso. Constituido por la mucosa del recto y su plano muscular: el


esfínter interno.

Espacio posanal. Situado en la porción posterior del ano. Pone en comunicación


los dos espacios perianales.

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Fig 3. Localizacion fistulas

5. ETIOLOGIA Y FRECUENCIA

La presencia de las criptas anales, así como la abundancia de tejido graso perianal y
perirrectal, favorece la formación de estos abscesos de origen piogeno. Hay autores que
consideran que el 90 % de los casos responden a este origen. La experiencia de los
autores coincide con esta afirmación.

Existen entidades específicas que contribuyen también a su formación. Tales como:


la colitis ulcerativa idiopática, la enfermedad de Crohn, la tuberculosis intestinal, el
linfogranuloma venéreo, las neoplasias, los traumas y otros.

Existe una afección que se instala con frecuencia en pacientes diabéticos o en


alguna de las enfermedades antes mencionada que agrava el curso de un absceso
anorrectal, esta es la llamada gangrena de Fournier.

Con menos frecuencia las leucosis son causa, también, de abscesos en esta zona.
Estos abscesos son más frecuentes en el paciente adulto. Las fístulas en los niños son
generalmente de origen congénito. En las pacientes embarazadas es poco frecuente.

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5.1 Condiciones predisponentes

Criptoglandular, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de Crohn, colitis


ulcerosa, hidradenitis supurativa, extensión de un absceso pilonidal, tuberculosis,
actinomicosis, linfogranuloma venéreo, Salmonella no tifoidea, infección criptocócica,
rectal esquistosomiasis, amebiasis, trauma, penetrante trauma, hematoma, heces duras /
diarrea, cuerpo extraño (ingesta, tracto gastrointestinal, tracto urinario), autoerótica /
erótica, psiquiátrico, cirugía, hemorroidectomía, Esfinterotomía anal interno, Episiotomía,
prostatectomía, cirugía colorrectal, escisión de endometriosis rectal, fisura anal,
malignidade, carcinoma, leucemia, linfoma, radiación, Inmunocomprometidos (antes del
trasplante de médula ósea), Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), diabetes
mellitus, enfermedad inflamatoria intestinal o manifestaciones extra-intestinales, también
es común en pacientes con hemorroides en personas que practican anal o que se sometieron
a cirugía para los casos de apendicitis diverticulitis, entre otros.

6. CAUSAS

Es causada por una infección bacteriana aguda de la región y por lo general se


asocia con obstrucción de las glándulas anales que están alrededor del ano y en la línea
dentada, o substancias extrañas en el tejido a través de la glándula. Estas glándulas
producen y secretan las secreciones mucoides que sirven para lubricar el canal anal y el
ano. Cuando estas glándulas se obstruyen por alguna razón comienza una acumulación de
la secreción glandular y procesos infecciosos pueden ser instalados con formación de
abscesos. Algunas enfermedades - enfermedad de Crohn u otras inflamaciones intestinales
- podría facilitar la aparición de estas infecciones.

Los abscesos anorrectales pueden ser el resultado de otras condiciones, tales como
trauma, el cáncer, la radiación, el sistema inmunológico (SIDA, leucemia), la dermatitis, la
tuberculosis, la enfermedad de Crohn (enfermedad inflamatoria intestinal) y fisura anal se
debilitó.

Absceso anal dependiendo de su ubicación puede tener los siguientes nombres:


subcutánea, perirrectal, pelviretal, retroretal, ísquioretal, intramuscular y transesfincteriano.

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7. FISIOPATOGENIA

La infección de las glándulas anales es la causa más frecuente de la formación de


abscesos fistulosos anorrectales. La infección es producida con frecuencia por
estafilococos, estreptococos y Escherichia coli y anaerobios. En el caso de la gangrena de
Fournier ¹ no existe un agente específico y único, la flora suele ser mixta aeroanaeróbica.

La infección penetra a través de las criptas y conductos anales hasta las glándulas
en donde se origina el absceso. En un episodio de diarreas, suele suceder que las heces
líquidas penetren a través de las criptas y conductos anales y causan una adenitis
supurativa obstructiva, dando lugar a la infección glandular. La constipación o el trauma
pueden, a punto de partida de esta infección, formar el absceso en el espacio
interesfintérico y provocar su diseminación por varias vías hacia los espacios perianales y
rectales. Esta diseminación puede extenderse más allá de los espacios perianales y rectales
y agravar el processo.

Fig. 4. Drenaje espontáneo de absceso interesfintérico perianal.

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Cuando el drenaje se produce por la acción quirúrgica o espontánea, se produce una
comunicación entre el orificio de entrada de la infección y el de salida, unidos por un
trayecto fibroso, al que se denomina con el nombre de fístula.

8. ANATOMIA PATOLÓGICA

La entrada de los organismos patógenos en los tejidos adyacentes del recto y del
ano, provoca un proceso inflamatorio con destrucción de células por la acción de las
enzimas, dan lugar a la formación de una cavidad que contiene pus. Este pus buscará salida
hacia el exterior; pero si la infección persiste, el absceso aumentará de tamaño y producirá
síntomas característicos de acuerdo con su localización.

9. CUADRO CLINICO

Los abscesos de esta región no difieren, en cuanto a su sintomatología, de los


situados en otras partes del organismo, pero tienen ciertas características especiales de
acuerdo con su localización. Esta sintomatología será mucho más evidente mientras más
cercana a la piel sea su localización.

Absceso perianal. Son muy dolorosos, el dolor aumenta con los movimientos,
puede haber fiebre moderada, retención de heces y orina.

Los signos más evidentes, además del dolor, son el aumento de volumen del borde
anal, rubor y calor. En ocasiones, cuando el absceso es incipiente, se precisa de la
exploración cuidadosa de todo el surco interesfintérico para localizar un punto
intensamente doloroso que se puede corresponder, al tacto rectal con un ligero
abombamiento de la pared del conducto anal doloroso también y con una zona de
fluctuación.

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Absceso isquioanorrectal. Son menos dolorosos que los anteriores en su fase
inicial, pero a medida que evolucionan, se acentúa la toma del estado general y el dolor se
hace más intenso. En esta fase el paciente presenta los síntomas de la intoxicación: fiebre
alta, retención de orina y heces.

En la exploración física en su fase inicial, puede no observarse alteración de la


margen del ano; aunque sí un dolor intenso en algún punto del espacio interesfintérico y
conducto anal. Si en los primeros días de su evolución no se hace el diagnóstico, aparece
enrojecimiento de alguna zona de la región perianal con signo de celulitis. Este signo
puede ser bilateral, debido a la diseminación de la infección a través del espacio posanal a
la fosa isquiorrectal contra lateral, dando lugar al llamado absceso en herradura.

La fluctuación se evidencia tardíamente en su evolución, por lo que no debe


esperarse a este estadio para el tratamiento quirúrgico (Fig. 5).

Fig. 5. Drenaje de un absceso isquiorrectal

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Los síntomas iniciales son muy pocos manifiestos: febrícula, malestar a la
defecación y a la micción. Pueden existir signos de irritación peritoneal y ser confundido el
diagnóstico con el de una apendicitis aguda, cuando asienta del lado derecho.

El tacto rectal, puede detectar un abombamiento de la pared rectal por encima del
anillo anorrectal y una masa fluctuante.

Absceso retrorrectal. Este absceso también evoluciona dando escasos síntomas en


su inicio. El dolor se hace más presente cuando su crecimiento se acerca a la línea peptíne,
o borde anal. Al tacto rectal se localiza una masa renitente cubierta por mucosa en la pared
posterior del recto.

Absceso submucoso. Se localiza en este espacio, provocando un abombamiento de


la mucosa, dolor localizado en el interior del ano y sensación de falso deseo de defecar.

Fístulas. En los casos en que el absceso deja como secuela una fístula, esta puede
ser clasificada como:

1. Fístula ciega, aquellas que no presentan orificio externo, drenando su contenido a


través del orificio primario del conducto anal.
2. Fístula completa o simple, las que presentan orificio interno y externo.
3. Fístula en herradura, las de trayectos bilaterales con su orificio primario en la
comisura posterior o anterior, con varios orificios externos en los cuadrantes
correspondientes.
4. Fístula compleja, las que presentan varios trayectos fistulosos y su orificio primario
se encuentra por encima de la línea peptínea. En este grupo pueden incluirse las
fístulas en herradura.
5. Fístula complicada con invasión a otros órganos vecinos como: las Recto vaginales,
recto uretrales, las que derivan de las enfermedades inflamatorias del colon como la
colitis ulcerativa idiopática, enfermedad de Crohn y la tuberculosis intestinal entre
otras. Los procesos neoplásicos del conducto anal o recto, cuando se abscesa,
drenan al exterior y crean una fístula externa.

Por su relación con el esfínter se clasifican en extraesfinterianas, transesfinterianas e


interesfinterianas (Fig. 6).

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Fig.6. Tipos de fístulas de acuerdo con su relación con el esfínter.

9.1 Los síntomas del absceso perianal

Absceso anal superficial puede causar los siguientes síntomas:

 Dolor anal suele ser constante, punzante y empeora cuando está sentado;
 La irritación de la piel alrededor del ano que se manifiesta con hinchazón,
enrojecimiento y dolor.
 La pérdida de pus;
 Estreñimiento o dolor durante la defecación.

Absceso profundo anal también puede causar:

 Fiebre;
 Los escalofríos;
 El malestar general;
 A veces, la fiebre es el único síntoma de un absceso anal profundo.

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Los síntomas de la fístula perianal son:

 El dolor en el momento de la evacuación de la zona en la que se encuentra la


fístula. El dolor puede ser muy persistente y permanecerá incluso horas después de
la evacuación.
 En la zona donde se encuentra la fístula puede sentir una masa dura que contiene en
su interior líquido, pus o materia fecal. Estas secreciones pueden llegar a la ropa
interior de la mancha.
 Prurito y molestia en la zona donde se encuentra la masa.
 Los movimientos del intestino, que puede acompañarse por la sangre.
 Incómodo permanecer sentado.
 En casos más severos presenta fiebre debido a la infección.

10. EXÁMENES COMPLEMENTARIOS

El diagnóstico de fístula anal es esencialmente clínico y debe basarse en la historia


clínica y el examen físico. La inspección revelará un abultamiento rojizo y el aumento de
temperatura de la piel. Como el absceso y fístula anal son parte de la misma enfermedad,
se debe hacer un diagnóstico de la etapa en la que la condición es. Después de realizado el
diagnóstico presuntivo por el cuadro clínico, se debe indicar: hemograma completo,
glicemia y coagulo grama. Con frecuencia estos abscesos se presentan en pacientes
diabéticos y con menor frecuencia en pacientes con leucosis, en ambos casos puede ser el
inicio de la enfermedad.

Las pruebas adicionales como la ecografía, la tomografía computarizada y la


resonancia magnética de la pelvis pueden proporcionar información acerca de la
trayectoria de las fístulas y las enfermedades asociadas con ella. Como la fístula anal sigue
otras enfermedades proctológicas, es necesario también hacer el diagnóstico de ellos. El
diagnóstico diferencial debe hacerse con otras infecciones locales, tales como la dermatitis,
foliculitis, forúnculos, etc.

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 Tomografía computarizada
Especialmente en pacientes con la enfermedad de Crohn, una tomografía indica el
grado de inflamación antes de la posible formación de una fístula, además de mostrar
las cavidades de los abscesos para determinar si se requiere de medidas quirúrgicas.

 Imágenes por resonancia magnética (IRM)


Es un método muy útil para determinar la existencia de una fístula entérica al
mostrar cualquier cambio inflamatorio o acumulación de fluidos en la fístula.

 Fistulografía
Este es un método de rayos X en el que un medio de contraste se inyecta en la parte
externa de la fístula para aclarar su trayectoria y ver cuán profunda es a través del
tejido, lo que ayudará a elegir el tratamiento.

 Utrasonografía
Este método combinado con el examen físico puede utilizarse para identificar la
presencia de algún absceso o acumulación de fluido que pueda encontrarse en el tubo
de la fístula.

 Cistoscopía
Es muy útil en caso de una “fístula enterovesical” que conecta el intestino con la
vejiga.

 Prueba microbiológica
Para identificar cualquier signo de infección, especialmente cuando existen
abscesos, un cultivo de orina puede ser necesario cuando existen fístulas colovesicales

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11. DIAGNÓSTICO

El diagnóstico positivo se efectúa por la historia clínica referida a la región y los


síntomas y signos analizados en cada localización.

El diagnóstico diferencial debe ser realizado con las lesiones del ano que producen
dolor: la trombosis hemorroidal, que presenta un aumento de volumen en la región
perianal, provocado por un hematoma subdérmico de color violáceo; los tumores malignos,
que se caracterizan por su consistencia pétrea; los senos y fístulas pilonidal que presentan
orificios puntiformes característicos en la línea media de la región sacrococcígea y la
hidrosadenitis supurativa, lesión superficial de la dermis que se extiende por fuera de las
márgenes del ano en forma de placa con orificios segregantes.

12. EVOLUCIÓN

La colección purulenta del absceso buscará salida espontáneamente. Unas veces lo


hará a través de la piel perianal y otras lo hará a través de la cripta que le dio origen. En el
primer caso dejará una fístula completa y en el segundo una fístula ciega o sinus, sin
orificio externo.

La evolución de un absceso anorrectal, en pacientes diabéticos y con gangrena de


Fournier puede ser de consecuencias fatales; si no se realiza el diagnóstico y el tratamiento
temprano. La evolución rápida de la sepsis en estos pacientes invadiendo en cuestión de
horas los tejidos y órganos vecinos, llevan al paciente a un estado de shock irreversible y a
la muerte. Están reportadas muertes por estas causas.

Las fístulas, como secuelas de los abscesos, son clasificadas al igual que los
abscesos según su localización en el espacio perianorrectal que ocupe.

Las más frecuentes son las perianales e isquiorrectales. Menos frecuentes, las
submucosas y las pelvirrectales.

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Las fístulas en herradura, ocasionadas por los abscesos del mismo nombre dan
lugar a dos orificios externos localizados a la derecha y a la izquierda del ano.

Estas fístulas por su complejidad técnica para ser curadas, son con frecuencia
causas de recidivas.

13. COMPLICACIONES

La complicación más temida es la sepsis generalizada, en los abscesos no


diagnosticados en sus primeros estadios. En los abscesos profundos como los
isquiorrectales y las pelvisrrectales, esta complicación se hace más peligrosa; al igual que
cuando el paciente presenta una enfermedad de base que favorezca la diseminación, como
por ejemplo: diabetes, leucosis, SIDA y otros.

Se toma muestra para cultivo y antibiograma.

En los casos de gangrena de Fournier además del drenaje quirúrgico amplio se


utiliza antibióticos de amplio espectro por tiempo prolongado.

Fístulas. Las fístulas serán tratadas de acuerdo con su etiología. En los casos que
estas sean consecuencia de una enfermedad de base, deben ser atendidas de acuerdo con
sus normas de tratamiento; al igual que las fístulas que invadan órganos vecinos.

El tratamiento es la cirugía, que consiste en el drenaje abcedada pus contenida en la


cavidad a través de una abertura en la piel perianal para aliviar la presión local. A pesar de
que se puede hacer bajo anaestesia local, en la mayoría de casos se requiere anestesia
sedación y hospitalización corto. Teniendo solo antibióticos no suele ser una alternativa a
la de drenaje, y se utiliza como un complemento a la cirugía.

En el caso de las fístulas de origen criptoglandular se trata por medio de una


fistulectomía o fistulotomía de acuerdo con la preferencia del cirujano.

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En el primer caso se elimina completamente el trayecto fistuloso y en el segundo se
realiza una incisión por encima del trayecto, dejándolo abierto en toda su extensión, para
su cicatrización por segunda intención.

14. PRONÓSTICO

El pronóstico está íntimamente relacionado con la etiología del absceso. Los


abscesos y fístulas que derivan de enfermedades inflamatorias o neoplásicas, su pronóstico
está en dependencia del pronóstico de la enfermedad de origen. El absceso anorrectal o
fístula de origen piógeno, no deben dejar secuelas y curará después de un drenaje o
tratamiento adecuados de la fístula. Los abscesos complicados por la gangrena de Fournier
son graves, con un alto índice de mortalidad. Se reportan también muertes en pacientes
diabéticos por demora en el tratamiento.

En los casos que quede una fístula como secuela, esta debe ser intervenida en un
segundo tiempo quirúrgico.

15. PREVENCIÓN

La mejor prevención es mantener un hábito para defecar diario y evitar los estados
de constipación o diarreas. Cualquiera de estas dos situaciones puede traumatizar las
criptas del conducto anal y provocar la entrada de la sepsis. Para evitar esto se hace
necesario un hábito higiénico-dietético que contribuya a la formación de un bolo fecal
normal. Todo trastorno digestivo que modifique el contenido normal del intestino
contribuirá a la formación de abscesos en esta región.

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16. TRATAMIENTO

El tratamiento de estos abscesos siempre es quirúrgico y la técnica está determinada


por la localización de la lesión.

Para evitar la secuela de las fístulas el cirujano debe localizar el orificio interno del
absceso y realizar un drenaje amplio al estilo de la fistulotomía, con los cuidados propios
de esta técnica para evitar daño de los esfínteres que pueden dejar como secuela, no solo la
fístula, sino también, una incontinencia anal. Siempre se utiliza antibiótico y terapia en el
posoperatorio, teniendo en cuenta que el Escherichia coli es el germen más frecuente.

16.1 Absceso perianal

La anestesia utilizada dependerá de la posibilidad de utilizar o no la anestesia


espinal. En los abscesos superficiales estos pueden ser drenados en el consultorio con
anestesia local.

En estos casos siempre queda como secuela una fístula. En el caso que se pueda
administrar anestesia espinal, que permite una buena relajación de esfínteres y a su vez una
adecuada exploración, se puede realizar un drenaje amplio tipo fistulotomía con
localización del orificio interno y de esta forma evitar una segunda intervención.

16.2 Absceso isquioanorrectal

Se utiliza siempre la anestesia espinal baja. La incisión será amplia en forma de


cruz (X), resecando los bordes de la piel. Se debrida toda la cavidad con el dedo para
eliminar los residuos de colecciones purulentas que pueden quedar retenidas por trabéculas
de fibrina.

Se debe tomar muestra para cultivo y antibiograma. Se lava la cavidad y se deja


abierta la herida rellenada con vendaje y crema antibiótica. Se administra antibiótico de
acuerdo con el antibiograma en caso necesario.

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16.3 Absceso pelvirrectal

Se utiliza en estos casos la anestesia espinal o general. La incisión se realiza lateral


al recto y por fuera de los esfínteres. Se introduce previamente el dedo índice para que
sirva de guía a una pinza recta que se introduce a través de la incisión de la piel hasta el
espacio pelvirrectal, perforando el músculo elevador. Esto facilita el drenaje del pus,
dejando en el espacio pelvirrectal un dren de goma.

16.4 El tratamiento de las fístulas Interesfincterianas y


Transesfincterianas baja

El tratamiento estándar de fístulas superficial que implica una extensión del esfínter
externo inferior al 25% o implican sólo el esfínter interno es un fistulotomía, después de la
canulación el camino correcto y la verificación de la cantidad de esfínter involucrados. Es
importante tener en cuenta que el esfínter externo tiene una extensión anterior más
pequeño y fistulotomía puede tener peor resultado funcional en fístulas anteriores en las
mujeres.

Se espera una probabilidad de recurrencia en un 39% y la continencia cambia hasta


17%. Los cambios anteriores de la continencia y la existencia de múltiples procedimentos
antes del drenaje aumenta el riesgo de incontinencia. Marsupialización los bordes de lecho
de la herida a la fístula disminuye el tiempo de curación.

16.5 El tratamiento de fístulas Complexas

Los pacientes con fístulas que presentan un alto riesgo de compromiso de la


continencia está sujeto a fistulotomía, ya sea porque no hay fistulotomias anteriores, si la
pluralidad de caminos, ya sea debido a la extensión del esfínter involucrado es mayor que
el 25% o porque tienen una ruta anterior se recomendado un procedimiento que preserva el
esfínter existente. Evitar fistulotomía es aceptar una mayor probabilidad de recaída.

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Actualmente existen dos opciones para preservar el esfínter para el tratamiento de
fístulas anales complejas: Ruta de relleno con cola de fibrina o la matriz de colágeno y el
avance endorrectal al por menor o ligadura del viaje en el espacio interesfinteriano. La
aplicación de estas técnicas requiere el control de la infección local, generalmente logrado
con el drenaje del proceso agudo y la colocación de sedal drenaje, la inyección de cola de
fibrina en el camino de la fístula es un procedimiento probable que se repita sin cambiar
riesgos de continencia para los gases o las heces, pero con resultados clínicos que van
desde 14 a 60% la tasa de éxito. Dado que los costos de cola de fibrina relación con un mal
resultado clínico, se trata de un procedimiento que ha sido poco utilizado.

El uso de una matriz de colágeno ( "Anal Plug") para el tratamiento de fístulas


complejo se basa en la colocación de una fuente de tapón de colágeno porcino que actúa
como matriz extracelular, promoviendo obliteraçãodo camino para la proliferación celular
basado en la matriz introducido. A mayor longitud de la trayectoria se refiere a un mejor
resultado clínico. Esta solución técnica no cambia la continencia del paciente y tiene
propiedades curativas resultados que varían entre el 31 y el 81% y puede repetirse en caso
de reincidencia.

El cierre del orificio interior de una fístula compleja con un menor endorrectal es un
esfínter alternativa válida y conservador, aunque se asocia con cambios de continencia que
alcanzan el 31%, con importantes cambios de continencia en aproximadamente el 12% de
los pacientes. La realización de la técnica consiste en que no presente una infección aguda
o enfermedad rectal. Se hace a menudo el colgajo de avance después de la colocación
previa de Seton drenaje. Los resultados esperados varían entre 14 y 98%, y la serie más
curable de resultados de unos 60%.

Recientemente, una técnica se ha descrito con la conservación del esfínter, que


consiste en el espacio interesfinteriano enfoque pista fistulosa y una ligadura, no
condicionado cambios en la continencia y la curación variable de entre 57 y 82%. Esta es
una técnica de fácil reproducción, aunque los resultados publicados todavía son escasos,
puede ser una alternativa válida a la cirugía de las fístulas complejas.

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17. POSTOPERATORIO

La estancia hospitalaria y el tiempo fuera del trabajo es generalmente mínimo. En la


1ª semana después de la cirugía puede haber algo de molestia, de leve a moderada, fácil de
controlar con analgésicos. Se recomienda llevar a cabo "baño de asiento" en agua caliente
caliente dos veces al día y siempre después de la defecación. No deben usar jabones
fuertes, un poco de agua caliente y una gota de jabón de pH neutro es suficiente. Será
necesario el uso de un vendaje local, para evitar el drenaje de la herida en sí contaminarse
la prenda interior.

En el momento de tratamiento de una fístula anal después de someterse a una


operación, que también es importante para evitar el estreñimiento, ya que las heces duras
pueden causar gran angustia y afectar negativamente a la herida. Es por eso que el médico
también puede aconsejarle que tome laxantes, algo que debe hacer siguiendo estrictamente
sus instrucciones, ya que en exceso puede causar diarrea, lo que tampoco es nada
beneficioso para la curación de la fístula anal.

Evitar condiciones tales como estreñimiento, no sólo es una buena medida para el
tratamiento de la fístula anal, también es la clave para prevenir su aparición. Por lo tanto,
es aconsejable seguir una dieta equilibrada rica en fibra (aumentando el consumo de frutas,
verduras y granos enteros), beber mucha agua y líquidos, y ejercitar el cuerpo a través del
ejercicio físico regular. Deben evitarse, sin embargo, los alimentos picantes, muy picante,
y los alimentos que causan estreñimiento, tales como pasteles, arroz, zanahorias, plátanos,
etc.

Limpiar el área rectal con cuidado y el uso de un papel higiénico suave, evitando
aquellos que contienen colorantes o fragancias.

Mantener una buena higiene perianal lavar con frecuencia (2 veces al día) y
siempre lo hace de adelante hacia atrás para evitar que el área genital se deteriora.

Prevenir la zona afectada permanece húmedo. Secarlo bien después de limpiar y


tratar de usar las piezas sueltas y ropa interior de algodón que favorece la transpiración.

No toque el área lesionada con las manos y evitar rascarse con las uñas cuando
todavía se siente picazón y ardor.
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18. ¿CUÁLES SON LAS PROBABILIDADES DE
RECURRENCIA DE UM ABSCESO DE FISTULA
ANORRECTAL?

En la mayoría de los pacientes, si la curación es correcta, no habrá recaída. Sin


embargo, en los casos de fístulas complejas que esto podría suceder. Una vigilancia
postoperatoria adecuada, realizada por un cirujano colorrectal es indispensable.

19. MEDICAMENTOS

El uso de antibióticos puede ayudar a minimizar las probabilidades de que se


produzcan infecciones en el área de la fístula, especialmente en los casos del tipo entérico.
Un nivel alto de glóbulos blancos en la sangre indica la presencia de una infección que se
puede curar con los antibióticos adecuados.

 No deberás tomar antibióticos sin que tu doctor te los prescriba. Esto se debe a que la
mayoría de los pacientes que tienen fístulas padecen trastornos o enfermedades del
colon subyacentes, algunas de las cuales son producto del uso irresponsable de
antibióticos.
 Los antibióticos solo se deben utilizar para tratar una infección en la fístula y para
eliminar síntomas como dolor extremo con o sin abscesos, irritación en la piel “de
color rojo” y una temperatura alta constante durante más de 24 horas.
 Las fístulas pueden tratarse inicialmente con un tratamiento compuesto de
metronidazol y ciprofloxacino o vancomicina. El metronidazol se toma en dosis de 250
a 500 mg cada 8 horas y la vancomicina en dosis de 125 a 250 mg cada 6 horas o tres
veces al día, una después de cada comida.

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19.1. Toma analgésicos

El ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroideo (AINES), es el analgésico


adecuado para el tratamiento del dolor que producen las fístulas. Las fístulas anorrectales
con frecuencia ocasionan un dolor constante, palpitante y que empeora cuando se está
sentado.

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20. BIBLIOGRAFIA

www.drmc.com.br

www.indicedesaude.com

www.sbcp.org.br

www.wikipedia.org

www.proctos.pt

www.abc.med.br

www.spcoloprocro.org

www.gsdl.bos.sld.cu

www.nlm.nig.gov

www.es.wikika.com

www.igaponline.com.br

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