En este campo, la propia legislación exige determinados criterios en
materia de Gestión, para el caso de Medio Ambiente y de la Calidad, imponiéndose cada vez más desde el punto de vista empresarial y de la responsabilidad social, contribuyendo al desarrollo económico sostenible, mejorando la calidad de vida de sus empleados y sus familias, así como de la comunidad local y de la sociedad en general.