5. ¿Qué papel juegan la imitación y la memoria en el lenguaje?

Ligado a la incidencia de la visión y los gestos en el lenguaje, el descubrimiento por parte de Rizzo-
latti (1998) y su equipo de neurólogos de las neuronas especulares o neuronas de espejo (mirror neurons) per-
mite un paso grande en el entendimiento de la relación pensamiento y lenguaje, puesto que dichas neuro-
nas, en el cerebro de los monos, se ubican en la zona F5 del lóbulo frontal, esta zona viene a ser el área de
Broca en la especie humana, la cual se conoce como el área lingüística. Ahora bien, las neuronas especula-
res se activan en los monos cuando estos ven a otros monos hacer algo, es decir el mono imita lo que ve.
López (2005) explica que la re-presentación visual en los monos al tener la misma conexión mente-cuerpo
que, en la especia humana, podría considerarse evolutivamente como un paso a la habilidad del lenguaje.
Una forma de ejemplificarlo es la codificación y decodificación que ocurre al saber una lengua.
Así las cosas, aunque la imitación como habilidad podría ser el origen del lenguaje, no es suficiente.
Cualquier lengua humana es parte del legado cultural de una sociedad a lo largo del tiempo, es el resultado
de una memoria léxica que ha venido ampliándose y variando. De allí que, aunque los monos inteligente-
mente pueden imitar, no logran decir más allá de los equivalentes signados que se les enseñan. Esto se
debe a que su memoria es corta y, por consiguiente, su vocabulario es limitado. La evolución, así como el
crecimiento poblacional de la especie conllevan memorizar más información y relacionarse más, en el
desarrollo evolutivo, el ser humano, entendiendo que no tiene la capacidad de recordar todo, hace uso de
su facultad simbólica para la invención de la escritura.