Los ficcionados van juntos de la mano

Esta unión es prueba de que su ficción es real,

Caminan por una ciudad de ficción

por calles y edificios que representan otra ficción

La única que realmente no existe.

Los ficcionados quieren ir a los bosques y lagunas de ficción que les ofrece la urbe ficcionada,

Se mueven entonces, en máquinas de ficción, con pasajeros de ficción y conductores en agonía.

Viajan y viajan ficcionadamente, distancias de ficción porque todo el paisaje es igual.

Y en el trayecto, no pueden ver la ficcionada ficción que se les presenta en cada rincón de la urbe
ficcionada.

No puede ver su propia ficción.

Por eso miran sus pantallas cuando ocurre algún silencio,

para que el misterioso y real momento, no los rompa

Los más viejos, esos que llevan tantos años ficcionados

Que para ellos lo único real es lo que aparece en sus benditos diarios

Los compran y los hablan y la ficción explota,

Se expande como el aire por el ficcionado territorio que llaman país

Hasta hacerla carne en nuestros ficcionados

Sin que ellos se den cuenta, respiran la ficción, mientras se miran a los ojos

Ahora que están juntos en la selva de ficción, pueden prender su pequeño secreto

Ocultos de los ficcionados de verde, los más ficcionados de todos

Podrán huir un rato de esta ficción

Y disfrutar su amor.
 Pero yo soy aquel, que no puede permitir tanta mentira.

Un amor que está atrapado en la ficción siempre será real

Dentro de la ficción.

los vuelva un llanto incontrolable al saber que lo poco y nada que tienen de tiempo en realidad, lo
han usado en un cuento que

Compran diarios de ficción, los que explotan esta misma

Hasta hacerla carne en los ficcionados.