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LÍNEA EDITORIAL DE KHRONOS

A través de este comunicado, intentamos aclarar las dudas que a muchos de vosotros os han
surgido a la hora de reflexionar sobre cómo plantear vuestro artículo.

OBJETIVO y MOTIVACIÓN ¿Qué pretendo con este artículo?

Debemos tener en cuenta que todo artículo tiene que tener siempre una motivación ¿por qué
considero yo, que debo hablar sobre esto? Nunca hemos puesto límites a nadie a la hora de
elegir temática, período, enfoque… Y tampoco pretendemos hacerlo. Nadie escribe por inercia,
si tú has elegido una temática concreta para escribir, probablemente sea porque pretendes
algo. No tienen por qué cumplirse todos los objetivos que proponemos a continuación, pero
todos los artículos tienen que tener alguna finalidad. Como ya hemos dicho en algunas
ocasiones, piensa que estas en un bar con tus colegas y empiezas a hablar de ese tema, ¿por
qué? ¿Algo pretenderás con ello no?

1) INVITAR A LA REFLEXIÓN A TRAVÉS DEL PASADO


2) DECONSTRUIR TÓPICOS, IMÁGENES HISTÓRICAS GENERALIZADAS QUE SON FALSAS O
SUPERAR PREJUICIOS HISTÓRICOS
3) EXPLICAR UN TEMA DE ACTUALIDAD DESDE EL PASADO
4) DAR A CONOCER TEMAS DESCONOCIDOS: este objetivo es el más ambiguo. Puede que
seas el mayor especialista en arcos de herradura del país, pero quizás debas plantearte
que ese tema no le interesa a casi nadie, y quizás una revista de divulgación histórica
que básicamente se sostiene en un público muy heterogéneo, no sea la plataforma
idónea para hablar sobre este tema. Puedes hablar del tema que quieras pero que
seas capaz de venderlo, que seas capaz de que a la gente le interese esa temática y,
para eso tendrás que demostrar que es importante por algo.

LAS FORMAS ¿Cómo lo escribo?

Esta quizás sea una de las partes más importantes, a la hora de conseguir que la revista sea un
ÉXITO o un FRACASO. Por eso vamos a ir por partes.

Título: Tiene que ser LLAMATIVO. Que capte la atención del público. Piensa que la mayoría de
personas que nos leen acceden a la página a través de Facebook, y Facebook como todos
sabéis, es una amalgama de contenido continuo y masivo, por lo que la única manera que
tenemos de captar la atención es con un título y una imagen destacada impactante. Puedes
poner un subtítulo donde definas mejor de que va a tratar el artículo; pero en conjunto, tiene
que ser algo llamativo.

Estructura: Una vez que hemos conseguido que alguien entre a leer nuestro artículo, debemos
conseguir que lo lea entero y además que le quede un buen sabor de boca al terminarlo, para
que lo comparta en su muro y así la difusión sea lo mayor posible.
¿Cómo estructuramos el artículo?

Introducción: Debe tener una introducción que sea cercana, que sitúe al lector en contexto y lo
atrape para que continúe leyendo el artículo completo. Si conseguimos que alguien entre en el
artículo, pero se aburra en las dos primeras líneas… lógicamente no va a compartirlo, por lo
que vuestra visibilidad será menor.

Hablamos mucho de que sea ameno y cercano, pero ¿a qué nos referimos con esto?
Básicamente que no sean frases sumamente complejas, que se eviten tecnicismos donde
demuestres tu perfecto dominio de la RAE, que no des por supuesto que términos o procesos
históricos son conocidos por la mayoría de la población (en ese caso puedes usar un pie de
página para explicar a qué te refieres o simplemente explicarlo en la propia redacción), ser
excesivamente cordiales… DUDAMOS mucho que cuando le contáis estas cosas a vuestra
madre/padre, novio/a, amigo/a o a tu primo de 1º de Bachillerato utilicéis ese tipo de
lenguaje. Partimos de la base de que todos tenemos el voto de confianza de que manejamos
las fuentes y somos grandes historiadores (por eso estamos aquí escribiendo). No os pongáis
freno con tecnicismos y formalidades y dar rienda suelta a vuestra “lengua”.

Una buena idea para saber si vuestro artículo es entretenido o aburrido, es coger a un amigo-
familiar o a quien tú quieras, que no sea historiador o de tu grupo cerrado de amigos amantes
de la novela histórica, y lean vuestro artículo y os den opinión. Nosotros es lo que hacemos, y
pedimos que indiquen el momento en el que se aburren leyéndolo y si lo hubieran leído del
tirón en caso de no ser su amigo el que lo escribe.

Desarrollo: nuevamente debemos incidir en la cercanía al espectador, utilizamos un lenguaje


ameno, evitando frases y estructuras complejas. Utilizamos referencias y citas bibliográficas en
aquellos aspectos que son más polémicos o novedosos, pero evitamos que en el desarrollo de
la narración citar a autores. Por ejemplo: “como Alvar y Fernández asumen, el Santiago apóstol
nunca estuvo en la Península Ibérica”. La ciudadanía no conoce, ni tampoco le importa quienes
son Alvar y Fernández, ni tampoco lo que dicen, son personajes ajenos a su círculo. En su lugar
lo haríamos de la siguiente forma: “El apóstol Santiago, nunca estuvo en la Península Ibérica
(1)”, en la cita a pie de página citamos los historiadores que consideremos, para que en el caso
que un historiador lea nuestro artículo y sepa que se trata de un asunto polémico podamos
reforzar nuestra afirmación con fuentes; pero la gente común no sabe porque estos señores
aparecen en el transcurso de nuestra redacción y se desconcierta.

Evitamos usar retahílas de nombres de personajes históricos que la gente de a pie no conoce,
porque el lector se siente confuso y que le están contando algo que él no comprende. No
debemos hacer que el lector se sienta inferiorizado o torpe por no comprender lo que se le
está contando, sino todo lo contrario, que sienta que sabe de lo que se habla, que lo
comprenda.

*¿Humor, Sarcasmo, Ironía? = Much@s nos habéis preguntado sobre esta cuestión, no
necesariamente debe ser un artículo gracioso que nos haga reír. Si tienes esa capacidad
natural de generar ese toque de humor y lo consideras apropiado, adelante, no porque sea
gracioso un artículo tiene menos base histórica. Pero no es necesariamente obligatorio que lo
sea, ya que a veces, el editor nota que ese toque de humor es forzado y se consigue la
finalidad totalmente opuesta, quedando fatal esas coletillas. Simplemente con que sea un
artículo ameno, comprensible y cercano es más que suficiente. Lógicamente habrá temáticas
donde esta “chispa” directamente no parece ni sensata incluirla, imaginaos que hablamos de
“la violación de la mujer como recurso desmoralizante durante la guerra a través de la
Historia”, no parece una temática que deba tratarse con esta “chispa”.

Conclusión: por último llegamos al cierre del artículo. La conclusión del artículo, es tan
importante como la introducción, ya que será la que nos deje buen o mal sabor de boca, una
sensación positiva o negativa de nuestra narración. Se han dado casos, donde directamente
esta conclusión ni existe, no existe un cierre que conecte con el principio, o que termine de dar
la finalidad que se buscaba cuando pensé en escribir sobre esta temática.

*Apuntar también que se preste atención a las normas de estilo, en las referencias
bibliográficas y en la bibliografía final, que se encuentran subidas en el tutorial que
elaboramos. E igualmente, recordaos que deis una segunda vuelta antes de enviar a revisión
vuestro artículo, ya que en muchas ocasiones encontramos fallos que denotan que esa
segunda lectura no se ha realizado.

PÚBLICO ¿A quién va dirigido?

Para finalizar, queríamos hacer hincapié, ya que no siempre parece claro, sobre a qué público
está dirigida nuestra revista.

La diferencia respecto a lo chabacano de revistas como Historias de la Historia, o la formalidad


de revistas académicas/científicas o revistas como Témpora, es que buscamos una tercera vía:
alcanzar tanto al público con conocimientos previos de Historia, que a través de nuestra revista
puedan conocer perspectivas/matices que no conocían hasta entonces de una temática que
les suena, o directamente aspectos desconocidos para ellos; a la par que ser cercanos y
amenos, comprensibles para todas aquellas personas que no tienen unos conocimientos
complejos previos de la Historia. Así que nuestras temáticas debe ser inteligibles para todo el
mundo que desee conocer nuestra revista; por ello, el constante apunte de ser cercanos, de no
tener pelos en la lengua para decir lo que queramos y como queramos. Pero por otro lado no
olvidando que no debemos “vender” o “prostituir” a la Historia para conseguir ser comerciales;
debemos reflejar nuestro esfuerzo y seriedad en el uso de referencias y fuentes bibliográficas
para respaldar nuestro discurso que podría parecer “menos serio” respecto a otras revistas.

Esta tercera vía, es la clave para que triunfemos y no seamos una revista/blog más, de las
existentes en la amalgama de internet. Para cualquier otra duda que os surja ya tenéis nuestro
correo/número. Esperamos haber solucionado algunas de vuestras y dudas y haber dejado
más claro; cuál es la línea editorial que pensamos que determinará nuestro éxito.

Muchas gracias a tod@s.

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