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Filtración glomerular

GLOMÉRULO
El glomérulo se forma con varias madejas de capilares anastomosados que
proviene de ramas de la arteriola glomerular aferente. El componente de tejido
conjuntivo de la arteriola aferente no penetra en la cápsula de Bowman y las
células normales del tejido conjuntivo se sustituyen con un tipo de células
especializadas que se denominan células mesangiales. Hay dos grupos de
éstas: las células mesangiales extraglomerulares localizadas en el polo
vascular y las células mesangiales intraglomerulares similares a pericitos que
se hallan dentro del corpúsculo renal.
Es probable que las células mesangiales intraglomerulares sean fagocíticas y
su función consiste en resorber la lámina basal. Las células mesangiales
también pueden ser contráctiles porque tienen receptores para
vasoconstrictores, como angiotensina II, y en consecuencia reducen el flujo
sanguíneo a través del glomérulo. A demás estas células junto con los
podocitos y la membrana basal glomerular proporcionan soporte físico a los
capilares del glomérulo. El glomérulo se integra con capilares fenestrados,
cuyas células endoteliales están muy atenuadas, salvo en la región que
contiene el núcleo, por lo general, sus fenestras no están cubiertas por un
diafragma. Los poros son grandes y su diámetro varía de 70 a 90nm, por lo
tanto estos capilares actúan como barrera sólo para elementos formes de la
sangre y macromoléculas con diámetro efectivo mayor al tamaño de las
ventanas

Lámina basal
La lámina basal glomerular
envuelve al glomérulo, tiene tres
capas. La capa media densa, la
lámina densa, mide cerca de 100
nm de espesor y posee colágena
tipo IV formada por cadenas alfa
(3,4,5). A ambos lados de la
lámina densa se encuentran las
capas menos electrodensas, las
láminas raras, estas contienen
laminina, fibronectina y los
proteoglucanos polianiónicos
perlacano y agrina, ambos ricos en
sulfato de heparán. Algunos autores refieren una lámina rara interna, entre las
células endoteliales los capilares y la lámina densa, y la lámina rara externa,
situada entre la lámina densa y la capa visceral de la cápsula de Bowman. La
fibronectina y la laminina ayudan a los pedicelos y las células endoteliales a
conservar su unión a la lámina basal.
CAPA VISCERAL DE LA CÁPSULA DE BOWMAN

La capa visceral de la cápsula de Bowman


se compone de células epiteliales muy
modificadas para desempeñar su función
de filtración. Estas células grandes,
llamadas podocitos, tienen múltiples
prolongaciones citoplásmicas largas,
semejantes a tentáculos, las
prolongaciones primarias, que siguen de
cerca los ejes longitudinales de los
capilares glomerulares pero no entran en
contacto cercano con ellos. Cada
prolongación primaria tiene muchas
prolongaciones secundarias, también
conocidas como pedicelos, dispuestas en
una forma ordenada. Los pedicelos
envuelven por completo a la mayor parte
de los capilares glomerulares mediante su interdigitación con los pedicelos de
las prolongaciones mayores contiguas de diferentes podocitos
Los pedicelos tienen un glucocáliz bien desarrollado compuesto por las
sialoproteínas de carga negativa podocalixina y podoendina. Los pedicelos
descansan en la lámina rara externa de la lámina basal. Su citoplasma carece
de organelos pero contiene microtúbulos y microfilamentos. Se observan
interdigitaciones en un a forma tal que entre los pedicelos adyacentes quedan
hendiduras estrechas, de 20 a 40 nm de ancho, las hendiduras de filtración.
Estas últimas no están abiertas por completo, por el contrario están recubiertas
por un diafragma de hendidura delgado, que se extiende entre pedicelos
vecinos y actúa como una parte de la barrera de filtración. El diafragma de
hendidura tiene una barra central, a ambos lados de la cual existen hileras de
poros de 14 nm de superficie. El cuerpo celular del podocito no es muy
diferente en cuanto al contenido de organelos. Aloja al núcleo de forma
irregular, además del retículo endoplasmático rugoso (RER), aparato de Golgi y
múltiples ribosomas libres.
Proceso de filtración
La lámina basal filtra el líquido que sale de los capilares glomerulares a través
de las fenestras. La lámina densa atrapa las moléculas más grandes, en tanto
que los polianiones de las láminas raras impiden el paso de moléculas de carga
negativas y moléculas que no son capaces de deformarse. El líquido, que
contiene pequeñas moléculas, iones y macromoléculas, penetra la lámina
densa y debe pasar por los poros en el diafragma de hendidura de las
hendiduras de filtración, si las macromoléculas no tienen carga eléctrica y
miden 1.8 nm o menos de diámetro, puede pasar sin obstáculos por el
diafragma de hendidura. Sin embargo, si las macromoléculas con carga miden
más de 4nm de diámetro no pueden pasar por el diafragma de hendidura. El
líquido que entra al espacio de Bowman se llama ultrafiltrado glomerular

Aparato yuxtaglomerular
El aparato yuxtaglomerular es una pequeña estructura endocrina constituida
por:
1. La mácula densa, una región definida en la porción inicial del túbulo
contorneado distal.
2. Las células mesangiales extraglomerulares.
3. Las células productoras de renina (células yuxtaglomerulares) de la arteriola
glomerular aferente y, en menor medida, la eferente.
La mácula densa es sensible a los cambios en la concentración de NaCl y
afecta a la liberación de renina por las células yuxtaglomerulares. La renina es
secretada cuando la concentración de NaCl o la presión arterial disminuyen.
Las células mesangiales extraglomerulares (conocidas también como células
del lacis) se conectan entre ellas y a las yuxtaglomerulares mediante uniones
comunicantes.
El aparato yuxtaglomerular es uno de los componentes del mecanismo de
retroalimentación tubuloglomerular implicado en la autorregulación del flujo
sanguíneo renal y en la filtración glomerular.
El otro componente son fibras nerviosas simpáticas (adrenérgicas) que inervan
las células yuxtaglomerulares. La secreción de renina aumenta por la
noradrenalina y la dopamina secretadas por las fibras nerviosas adrenérgicas.
La noradrenalina se liga a los receptores adrenérgicos a i en la arteriola
glomerular aferente y produce vasoconstricción. No existe inervación
parasimpática.

Túbulo contorneado proximal: el componente de reabsorción


El ultrafiltrado de plasma del espacio urinario se transporta por mecanismos
activos y pasivos al túbulo contorneado proximal (TCP), donde se reabsorbe
aproximadamente el 70% del agua, glucosa, Na+, Cl- y K+ filtrados.
Las células epiteliales cúbicas, que se mantienen unidas gracias a uniones
herméticas, revisten el TCP y presentan unas características estructurales
adecuadas para la reabsorción. Muestran las siguientes características:
1. Un dominio apical con un borde en cepillo bien desarrollado constituido por
microvellosidades.
2. Un dominio basolateral con extensos plegamientos e interdigitaciones de la
membrana plasmática.
3. Unas mitocondrias largas localizadas entre los pliegues de la membrana
plasmática aportan trifosfato de adenosina (ATP) para el transporte activo de
iones mediado por una bomba de Na+ -K+ dependiente de Mg2+
4. Los lisosomas y las túbulovesículas apicales aportan un mecanismo para la
endocitosis y la degradación de las proteínas pequeñas a aminoácidos. Los
desplazamientos de urea y glucosa a través de la membrana plasmática están
mediados. Por una proteína de transporte. El material reabsorbido entra en la
red capilar peritubular.
La fuerza que rige la reabsorción de agua es el gradiente osmótico transcelular
establecido mediante la reabsorción de solutos, como NaCl y glucosa. Dado
que el TCP es muy permeable al agua, esta pasa por ósmosis a través de las
uniones herméticas (vía paracelular) hacia el espacio intercelular lateral. El
aumento de la presión hidrostática del compartimento intercelular fuerza el
desplazamiento del líquido y los solutos hacia la red capilar.
Asa de Henle
En el asa de Henle se reabsorbe
aproximadamente el 15% del agua
filtrada y el 25% de NaCl, K+, Ca"+ y
HCO3-.
El asa de Henle está constituida por dos
ramas, una descendente y otra
ascendente. Cada una de las ramas está
formada por un segmento grueso y otro
segmento fino.
El segmento descendente grueso es una
continuación del TCP. El segmento
ascendente grueso se continúa con el
túbulo contorneado distal (TCD).
La longitud de los segmentos finos varía
en las nefronas corticales y
yuxtamedulares. Dado que la rama ascendente es impermeable al agua, la
reabsorción del agua filtrada se produce de forma exclusiva en la rama
descendente, siguiendo un gradiente osmótico entre el líquido tubular y el
intersticial.
Igual que sucede en el TCP, una bomba ATPasa Na-K+ de la rama ascendente
es un elemento clave para la reabsorción de solutos. La inhibición de esta
bomba por los diuréticos como la furosemida inhibe la reabsorción de NaCl y
aumenta la excreción urinaria tanto de NaCl como de agua, al reducir la
osmolalidad del líquido intersticial en la médula.
.
Túbulo contorneado distal
El TCD y el conducto colector reabsorben
aproximadamente el 7% del NaCl filtrado. La
porción distal del TCD y los conductos
colectores son permeables al agua en presencia
de la hormona antidiurética (ADH o
vasopresina).
El NaCl entra en la célula a través del dominio
apical y sale de la misma gracias a una bomba
ATPasa Na+ -K+ (fig. 14-14). La reabsorción de
NaCl se reduce por los diuréticos tiacídicos, que
inhiben el mecanismo de transporte del dominio
apical.
La dilución activa del líquido tubular que
comienza en los segmentos ascendentes del
asa de Henle persiste en el TCD. Dado que el
segmento ascendente del asa de Henle es el
principal lugar de separación del agua y los
solutos, la excreción de orina concentrada y
diluida necesita de la función normal del asa de Henle.
Las células epiteliales cúbicas que revisten el TCD muestran las siguientes
características:
1. Las células cúbicas son más cortas que en el TCP y no tienen un borde en
cepillo llamativo.
2. Igual que sucede en el TCP, la membrana plasmática del dominio
basolateral está plegada y alberga mitocondrias.
3. En la mácula densa, las células presentan una polaridad inversa: el núcleo
ocupa una posición apical y el dominio basal, que contiene un aparato de Golgi,
afronta a las células yuxtaglomerulares y mesangiales extraglomerulares. La
mácula densa, que se localiza en la unión entre el segmento ascendente
gruesa y el TCD, percibe los cambios de concentración del Na+ en el líquido
tubular.
Conducto colector (túbulo colector)
El túbulo colector (llamado también conducto)
se reviste de epitelio cúbico constituido por dos
tipos celulares: células principales y células
intercaladas.
Las células principales tienen un cilio primario
apical y un dominio basolateral con pliegues
moderados y mitocondrias. Reabsorben Na+ y
agua y secretan K+ a través de una bomba
ATPasa Na+ -K+. Las células intercaladas
tienen microvellosidades apicales y
abundantes mitocondrias, y secretan H o +

HCO3. Por tanto, son importantes reguladores del equilibrio acido básico.
También reabsorbe K+.
El cilio primario de las células principales es un mecanosensor del flujo de
líquido y su contenido. La membrana plasmática ciliar contiene las proteínas
asociadas a la membrana policistinas 1 y 2. La policistina 1 es considerada una
proteína adhesiva intercelular y para la unión entre la célula y la matriz. La
policistina 2 se comporta como un canal permeable al calcio.
Filtración en el corpúsculo renal
Conforme la sangre pasa desde la arteriola glomerular aferente hacia el
glomérulo, encuentra una región de presión diferencial en la que la presión
sanguínea intracapilar es mayor que la presión que se le opone en el espacio
de Bowman, lo que fuerza al líquido a pasar desde el capilar hacia ese espacio.
Hay un factor añadido, la presión coloidosmotica de las proteínas sanguíneas,
que se opone a la entrada del líquido en el espacio de Bowman, pero el efecto
neto, llamado fuerza de filtración, es elevado (25 milímetros de Mercurio). El
líquido que entra en el espacio de Bowman se denomina ultrafiltrado
(glomerular).
Resorción el túbulo proximal
El ultrafiltrado deja el espacio de Bowman por el polo urinario para entrar en el
túbulo contorneado proximal, en el que se inicia la modificación de este líquido.
Los materiales resorbidos desde las luces tubulares entran en las células
epiteliales tubulares, desde las cuales se excretan hacia el tejido conectivo
intersticial. Aquí las sustancias resorbidas logran entrar en la red capilar rica y,
por tanto, vuelven al cuerpo por la sangre.
La mayor parte de la resorcion de los materiales desde el ultrafiltrado se
produce en el túbulo proximal. Normalmente se resorben en este nivel 100% de
proteínas, glucosa, aminoácidos y cratinina, casi 100% de los iones de
bicarbonato, 80% de los iones Na y Cl y 80% del agua.
Como las bombas de sodio accionadas por la ATPasa de Na y K en la
membrana plasmática basolateral de la célula tubular proximal bombean sodio
hacia el intersticio renal, este deja el ultrafiltrado y entra en la célula. De esta
manera, el flujo neutro de sodio ocurre desde el ultrafiltrado hacia el tejido
conectivo renal. Para conservar la neutralidad eléctrica, el Cl sigue al sodio de
manera pasiva. Además, para conservar el equilibrio osmótico el agua sigue
también de manera pasiva al sodio (por osmosis).
Hay bombas adicionales que requieren energía, localizadas en el plasmalema
apical de las células tubulares proximales, que cotransportan aminoácidos y
glucosa con sodio hacia el interior de la célula para su descarga hacia el
intersticio renal. Las proteínas, a las cuales llevan al interior de la célula
vesículas pinocíticas, se degradan por acción de las enzinas lisosómicas dentro
de los endosomas tardíos.
Cada día los túbulos proximales del riñón conservan 140 g de glucosa, 430 g
de Na, 500 g de CI, 300 g de bicarbonato, 18 g de K y unos 142 L de agua.
Asa de Henle y sistema multiplicador de contracorriente
La osmolaridad del ultrafiltrado glomerular es la misma que la de la sangre
circulante. El túbulo proximal no altera esta osmolaridad, a causa del agua que
queda en su luz con reacción al movimiento de iones. Sin embargo, la presión
osmótica de la orina formada es distinta a la de la sangre. Establecen la
presión osmótica diferencial las regiones restantes del túbulo urinífero. Tiene
interés que la osmolaridad y el volumen de la orina varían, lo que indica que los
riñones pueden modular estos factores.
Se conserva una gradiente de osmolaridad que se incrementa desde la unión
corticomedular hasta la profundidad de la médula, en el intersticio medular
renal. Las asas largas de Henle de las nefronas yuxtamedulares ayudan a
crear y conservar este gradiente osmótico a través de un sistema multiplicador
de contracorriente. Las células de la rama delgada descendente del asa del
Henle son libremente permeables al agua y a las sales. Por tanto, el
movimiento de agua reacciona a las fuerzas osmóticas en su microambiente.
La rama ascendente delgada es relativamente impermeable al agua, pero
pueden entrar o salir del túbulo sales según las condiciones del intersticio. Es
importante observar en este momento que la urea entra en la luz por las ramas
delgadas del asa el Henle.
intersticial más elevada está en la profundidad de la médula, y la osmolaridad
del intersticio disminuye en dirección a la corteza.
Como la médula esta densamente empacada con asas gruesas y delgadas
(ascendentes y descendentes) del asa de Henle y túbulos colectores, el
gradiente de la osmolaridad que se establece es penetrante y afecta a todos
los túbulos por igual. Por tanto conforme desciende el filtrado el agua deja a la
rama delgada descendente del asa de Henle (con lo que reduce el volumen y
aumenta la osmolaridad), y reacciona al gradiente osmótico del intersticio, de
modo que el filtrado intraluminal se queda en equilibrio más o menos sostenido
con el tejido conectivo circundante. Este líquido de alta osmolaridad asciende
ahora por la rama ascendente delgada del asa de Henle, que es principalmente
impermeable al agua pero no a las sales. Por tanto, el volumen no cambiara
pero la osmolaridad del ultrafiltrado dentro del túbulo se ajustara a la
osmolaridad del intersticio.
El líquido que entra en la rama ascendente gruesa de Henle pasa a una región
que es impenetrable al agua, pero que cuenta con una bomba de cloruro que
retira a estos iones desde la luz, a los que sigue pasivamente los iones Na (o
quizá también de manera activa). Como el agua no puede dejar la luz, el
ultrafiltrado se vuelve hipotónico pero su volumen se conserva constante
conforme asciende la corteza por la rama ascendente gruesa. Cloruro y sodio
que se transfieren desde la luz de la rama ascendente gruesa hacia el tejido
conectivo.
Vigilancia del filtrado en el aparato yuxtaglomerular
Las células de la mácula densa vigilan probablemente al volumen del filtrado y
a su concentración de iones de sodio. Si estas concentraciones exceden a un
umbral específico, las células de la mácula densa emiten señales a las células
YG para que descarguen a la enzima renina hacia la circulación. Esta enzima
convierte al angiotensinógeno, que se encuentra normalmente en la sangre, en
el decapéptido angiotensina I, que es un vasoconstrictor de acción leve. En los
capilares pulmonares, pero también en menor grado en los de los riñones y
otros órganos del cuerpo, la enzima convertidora convierte a la angiotensina I
en angiotensina II, hormona octapeptídica con numerosos efectos biológicos.
.

CONDUCTO EXCRETOR

 Cálices: marcan el comienzo de la vía excretora del riñón. Se


describen cálices menores que se insertan alrededor de cada papila.
Son pequeños conductos membranosos que se abren en los cálices
mayores. Cálices mayores: su número varía de dos a cinco, a menudo
hay tres, superior, medio e inferior, situados en el mismo plano
verticotransversal.
 Pelvis renal o bacinete: tiene la forma de un embudo aplastado de
adelante hacia atrás, orientado abajo y adentro. Su fondo se apoya en la
apertura de los cálices mayores, su borde súpero-interno es convexo,
oblicuo hacia abajo y adentro. Su borde ínfero-externo es casi horizontal,
termina abajo y adentro, por fuera del seno renal, por el cuello que
marca al segmento pieloureteral. La forma de los cálices y de la pelvis
renal, conjunto pielocalicial, es muy variable. Existen pelvis renales o
bacinetes ampulares muy voluminosos. Los cálices mayores son
entonces muy cortos o faltan y los bacinetes son ramificados; en otros,
los cálices se reúnen tardíamente. Entre éstos existen numerosas
formas intermedias.

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