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TITULO XI

LA INCAUTACIÓN

I. APROXIMACIÓN AL TEMA.

La criminalidad debe ser enfrentada mediante mecanismos procesales que


conviertan al Proceso Penal en una herramienta eficaz para alcanzar los
fines constitucionalmente declarados. La concreción preventiva del delito,
depende de la articulación de ciertos instrumentos que puedan neutralizar la
producción de hechos punible, prevención que no solo puede lograrse con
los efectos jurídicos de la condena sino también por anticipado, cuando los
órganos de la persecución solicitan la adopción de medidas preventivas de
coerción real.

En efecto, las medidas reales, tal como se ha observado en los análisis


últimos, extienden su ámbito regulador, a fin de tutelar la efectivizarían de la
condena civil, y por otro lado, permiten ejercer reales controles sobre la
criminalidad, neutralizando el delito en su faz de permanencia o de
continuidad antijurídica. Además estas medidas cumplen también una
finalidad probatoria, que se materializa con la adquisición de lo elemento u
objetos que fueron utilizados para la perpetración del delito (corpus delicti).

En el abanico de medidas que el legislador sistémico en estos Títulos se


incorporar la incautación, como medidas de coerción real que se dirige al
secuestro y conservación de los efectos provenientes del delito o de los
instrumentos que fueron utilizados para la realización material del hecho
punible. En el código Penal vigente, esta figura la podemos asimilar al
decomiso de bienes, previsto el artículo 02°.

La ratio de la norma, fue de privar las ganancias y utilidades que la


actividad criminal hubiese generado, así como poner en buen recaudo los
objetos que hayan servido de medio realizador de la conducta criminal.

El comiso o decomiso consiste en la incautación definitiva y


consecuentemente en la pérdida del derecho de propiedad de aquellos
elementos, cosas o instrumentos que se pusieron al servicio del injusto
penal, de los efectos que se derivan directa o indirectamente de él o de los
beneficios de cualquier orden que impliquen un provechó para el autor o la
coca usantes del hecho punible. En el marco del análisis de esta figura
jurídica, se ha sostenido que en el decomiso se desprenden también rasgos
indemnizatorios

En este orden de ideas, la Incautación en el ámbito de las medidas de


coerción real, cumple también un rol preventivo, cautelar y criminógeno, y
de cierta forma una función probatorio , a fin de cautelar la satisfacción de la
condena civil y la debida persecución del delito .

II. OBJETO DE LA INCATUACIÓN

Los efectos provenientes de la infracción penal o los instrumentos con que


se hubiere ejecutado, así como los objetos del delito permitidos por la ley,
siempre que exista peligro por la demora, pueden ser incautados durante
las primeras diligencias y en el curso de la Investigación Preparatoria, ya
sea por la Policía o el Ministerio Publico (art 316. I). la incautación, se dirige
entonces al secuestro de los bienes que se han obtenido producto del
evento criminal, de los objetos utilizados para la comisión delictiva (entre
estos los de ilícito comercio) y aquellos permitidos por la ley positiva.

Acto seguido, el Fiscal requerirá inmediatamente al juez de la investigación


preparatoria la expedición de una resolución confirmatoria, la cual se
emitirá, sin trámite alguno en el plazo de dos días (art 316.2). El principio de
jurisdiccional es un presupuesto que debe cumplir toda medida de
investigación, que importe afectación o injerencia en los derechos
fundamentales.

Debe precisarse que la incautación como medida cautelar- ostenta un


régimen de aplicabilidad de especial relevancia en el curso de la
investigación criminal, a fin de cautelar la condena civil, que también se
recoge en el ámbito estrictamente punitivo, cuando algunos dispositivos de
la Parte Especial del CP, establecen que el decomiso tendrá una naturaleza
precautoria o cautelar (arts. 211° y 231°)
III. INTERVENCIÓN JUDICIAL

Si no existe peligro por la demora, las partes deberán requerir al Juez la


expedición de la medida de incautación´. Para estos efectos así como para
decidir en el supuesto previsto en el artículo 316°, debe existir peligro de
que la libre disponibilidad de los bienes relacionados con el delito puedo
agravar o prolongar sus consecuencias o facilitar la comisión de otros
delitos (Art317 .1) .Mediando circunstancias que no importen un peligro en
la demora, la adopción de la Incautación procederá ante la iniciativa de la
partes, que se plasmará en una solicitud dirigido al Juez de la causa.

Para tales efectos m los sujetos procesales deberán acreditar un estado de


peligro inminente de que los bienes disponibles de los sujetos obligados
(Imputado, tercero civil), puedan ser transferidos, enajenados, etc., a partir
de la celebración de actos jurídicos o de forma trascendente, cuando el
imputado solicita ante la instancia administrativo que lo declaren insolvente.

De otro lado subyace una consideración criminógena, de que los bienes


disponibles puedan servir como herramienta de una mayor peligrosidad
objetivo, como plataforma para prolongar sus efectos antijuridicos o
simplemente para materializar nuevas conductas delictivas.

IV. BIENES INCAUTADOS

Los bienes objeto de incautación deben ser registrados con exactitud y


debidamente individualizadas, estableciéndose los mecanismos de
seguridad para evitar confusiones. De la ejecución de la medida se debe
levantar un acta, que será firmada por los participantes en el acto. La
Fiscalía de la Nación dictara las disposiciones reglamentarias necesarias
para garantizar la corrección y eficacia de la diligencia, así como para
determinar el lugar de custodia y las reglas de administración de los bienes
incautados (art. 318.I).

Sin perjuicio de lo anterior si se trata de incautación de bienes muebles se


procederá de manera que se tomen bajo custodia y si es posible- se
inscribirá en el registro correspondiente. Si se trata de bienes inmuebles o
de derecho sobre aquellos, adicionalmente a su ocupación, se procederá de
manera que dicha medida se anote en el registro respectivo en cuyo caso
se instara la orden judicial respectiva.

V. VARIACIÓN Y REEXAMEN DE LA INCAUTRACIÓN

Si varían los presupuestos que determinaron la imposición de la medida de


incautación, será levantada inmediatamente a solicitud del “Ministerio
Público o del interesado (Art 319.a) , los motivos que dieron sustento
material a la medida puedan desvanecer o diluirse en el tiempo . Situación
que justifica una variación de la decisión adoptada.

Las personas que se consideren propietarios de buena fe de los bienes


incautados y que no han intervenido en el delito investigado, podrán solicitar
el reexamen de la medida de incautación, a fin que se levante y se le
entreguen los bienes de su propiedad (Art .219.b). Sujetos ajenos a la
persecución penal pasiva, están entonces legitimados para solicitar una
revisión de la medida, a fin de cautelar la intangibilidad de sus derechos
reales.

Los autos que se pronuncian sobre la variación y el reexamen de la


incautación se dictarán previa audiencia, a la que también asistirá el
peticionario. Contra ellos procederá recurso de apelación. Rige, en lo
pertinente, lo dispuesto en el numeral 2) del articulo 278 en los numerales
2) y 3) del artículo 279° (Art 319.c) Cit. Modificación efectuada por el D.
Leg.983 DEL 22/07/07.

El procedimiento referido a la variación de la comparecencia por la prisión


preventiva, tal como se desprende del numeral 2) del articulo 278° (in fine),
en cuanto a la necesidad de realización de una audiencia previa, para que
el juzgador pueda discernir con corrección, el destino del bien, sea que se
revierta la orden de incautación a favor del afectado o, de que el bien
devuelto a su titular sea nuevamente objeto de afectación.

La audiencia permitirá al juzgador tener elementos de juicio idóneos para


adoptar la decisión más conveniente asegurando así los derechos de
defensa y contradicción de las partes.
VI. PERDIDA DE EFICACIA DE LA INCAUTACIÓN

Dictada la sentencia absolutoria, auto de sobreseimiento o de archivo de


las actuaciones, los bienes incautados se restituirán a quien tenga
derecho, salvo que se trate de bienes, intrínsecamente delictivos. El
auto, que se emitirá sin trámite alguno, será de ejecución inmediata (Art
320.1). La incautación así como cualquier medida cautelar tiene por fin
garantizar la efectividad del pronunciamiento jurisdiccional que obtenga
la calidad de cosa juzgada, fallo que para adquirir calidad ejecutiva debe
tratar de una sentencia de condena. En sentido contrario cuando se
establece la inocencia del imputado, o se declara la extinción de la
acción penal, las medidas de coerción que se hayan impuesto en contra
del inculpado o de tercero m pierden validez y legitimidad.

Por consiguiente, la situación jurídica descrita en el precepto, importa la


inmediata reversión de la cosas al estado anterior de la persecución
penal. Sin embargo tratándose de bienes ilícitos comercio, no serán
devueltos, lo que deberán ser destruidos o incinerados.

La restitución no era ordenada si, a solicitud de las partes legitimadas,


se deben garantizar- cuando corresponda – el pago de la
responsabilidades pecuniarias del delito y las cosas (Art 320.2).

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