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Corpus de poemas (2018)

Soneto V, de Garcilaso de la Vega El aire es inmortal. La piedra inerte


ni conoce la sombra ni la evita.
Escrito está en mi alma vuestro gesto
Corazón interior no necesita
y cuanto yo escribir de vos deseo:
la miel helada que la luna vierte.
vos sola lo escribisteis; yo lo leo,
tan solo, que aun de vos me guardo en esto. Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
En esto estoy y estaré siempre puesto,
en duelo de mordiscos y azucenas.
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de
tanto bien lo que no entiendo creo, Llena pues de palabras mi locura
tomando ya la fe por presupuesto. o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;
El amor empieza cuando se rompen…, de Roberto
cuanto tengo confieso yo deberos; Juarroz.
por vos nací, por vos tengo la vida,
El amor empieza cuando se rompen
por vos he de morir y por vos muero.
los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje,
cuando ya no hace falta pero tampoco
El poeta le pide a su amor que le escriba, de
sobra
Federico García Lorca
la vejez de mirarse,
Amor de mis entrañas, viva muerte, cuando la torre de los recuerdos, baja o
en vano espero tu palabra escrita alta,
y pienso, con la flor que se marchita, se agacha hasta la sangre.
que si vivo sin mí quiero perderte.
El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae, enviarás mensajes sonreirás
mientras las cosas, demasiado eternas, tremolarás tus manos así volverá
comienzan a gastarse, tu amado tan amado
y los signos, las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier oyes la demente sirena que lo robó
parte. el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
El amor empieza
recuerdas el último abrazo
cuando la luz se agrieta como un
oh nada de angustias
muerto disfrazado
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
sobre la soledad irremediable.
pero cierra las puertas de tu rostro
Porque el amor es simplemente eso: para que no digan luego
la forma del comienzo que aquella mujer enamorada fuiste tú
tercamente escondida
detrás de los finales. te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
La enamorada, de Alejandra Pizarnik desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues. Una galaxia llamada Ramón, de Mariano Blatt.
La otra vuelta Ramoncito le puso un yuyo al mate
hoy te miraste en el espejo
eran como las 10 de la mañá
y te fuiste triste estabas sola
cosa q nos empezamos a reír y mirar re bien
y la luz rugía el aire cantaba
entonces Ramo dice
pero tu amado no volvió
eh, rubio que a medida que se van disolviendo
vamo a agarrar la motito me hacen la locura más linda de Argentina
y por el camino de tierra q es barro
le damos hasta el cruce con la ruta
ahí zas le damos derecho q yo conozco un campo
vos llevá el mate allá hay más yuyo
cosa que cuando yo iba atrás en la moto
re agarrado a Ramo que silbaba
pero clá el viento ni escuchar me dejaba
así que en una que desacelera un toque
para evitar el barro loco
le digo Ramo no silbé
Ramo cantá
entonces Ramoncito medio que se saca la remera
con una mano
y con la otra maneja la moto
habilidad
(yo con las dos me abrazaba a Ramoncito
y me picaba la nariz porque el pelo se volaba re bien)
cosa que me pasa la remera y me dice
teneme rubio
soy castaño, Ramo, le digo
sos hermoso, me dice
cosa que llegamos y Ramo recolecta unos yuyos
son los yuyos mágicos
me dice
los yuyos santiago del estero
le pone unos al mate y me pone unos en la boca

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