Tiroiditis
J.C. Galofré*,a,b, J. Pinedab,c, M. Tonib,d y E. Andab,c
a
Departamento de Endocrinología y Nutrición. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. Navarra. España. bInstituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA).
Pamplona. Navarra. España. cServicio de Endocrinología y Nutrición. Complejo Hospitalario de Navarra. Pamplona. Navarra. España. dServicio de Endocrinología y
Nutrición. Hospital García Orcoyen. Estella. Navarra. España.
Keywords: Abstract
- Thyroiditis Thyroiditis
- Hashimoto Introduction. The term thyroiditis encompasses some relatively common inflammatory disorders of the
- Subacute thyroid gland, which have been classified according to their aetiology and course length.
- Thyrotoxicosis Etiopathogeny, classification and clinical course. Infectious agents cause acute suppurative thyroiditis,
an unusual disorder that does not generate thyroid dysfunction. De Quervain’s thyroiditis is the most
common subacute thyroiditis. It is a self-limited process that is typically presented with a sharp pain in
the anterior neck. The clinical course is bimodal: usually starts with a thyrotoxic period followed by a
hypothyroid phase and eventually return to a euthyroid state. Others subacute thyroiditis are postpartum
and silent thyroiditis. Both of them are painless temporary conditions of an autoimmune origin.
Hashimoto’s thyroiditis is the most representative of chronic thyroiditis. It has an autoimmune origin and
normally progresses to a permanent hypothyroidism. Uncommon thyroiditis includes drug-related
thyroiditis and the exceedingly rare Riedel’s thyroiditis.
Prognosis and treatment. The treatment relies on the aetiology, but thyroiditis generally have a benign
course.
*Correspondencia
Correo electrónico: jcgalofre@unav.es
TABLA 1
Rasgos diferenciales de las distintas tiroiditis
Fisiopatología
Curso clínico de la tiroiditis Causa
Agudas
Los factores que disparan el inicio de la tiroiditis autoinmu-
ne son desconocidos, pero probablemente es un fenómeno
Supurada
multifactorial. Aunque lo más característico, desde el punto
Subagudas Infecciosas de vista del diagnóstico, sea la presencia de anticuerpos anti-
Granulomatosa o De Quervain tiroideos, es claro que no se trata de un fenómeno molecular
Silente o indolora aislado. Generalmente coexisten con los mencionados ante-
Posparto
riormente una colección de autoanticuerpos (anti-T3, anti-
Autoinmune T4, antipendrina, anti-NIS, anti-TSH, etc.) con menor rele-
Crónicas
vancia clínica (por lo que no se determinan en la clínica
Linfocítica habitual), que indica que subyace un complejo fenómeno
Hashimoto. Atrófica autoinmune en el que participa, además de la inmunidad hu-
Riedel Desconocida moral, la inmunidad celular2,3.
Otras
Fig. 1. Clasificación de las tiroiditis. Las tiroiditis se pueden clasificar según Clínica
su curso clínico (agudas, subagudas o crónicas), su etiología (infecciosas,
autoinmunes o desconocidas). Existe un notable solapamiento entre los dife-
rentes cuadros. Algunas entidades se conocen mejor por el nombre del mé- Existen dos formas clínicas (que son fases evolutivas del mis-
dico que las describió (Hashimoto, De Quervain, Riedel). Ver el texto para
más detalles. mo proceso). La fase inicial cursa con inflamación de la glán-
dula y genera la aparición de bocio. Esta fase es la que se
conoce propiamente como tiroiditis de Hashimoto. La se-
gunda fase es la atrófica, en la que el infiltrado inflamatorio
guen los antitiroglobulina (AcTg). Esta disociación sugiere da origen a la fibrosis del tiroides y la desaparición del bocio
que algunos individuos con tiroiditis linfocítica no tienen (también conocida como tiroiditis de Ord).
estos anticuerpos (o que los métodos de detección no son Al comienzo de la enfermedad durante la exploración se
suficientemente sensibles para descubrirlos). No obstante, puede encontrar un bocio irregular, elástico, simétrico e in-
estos sujetos pueden identificase mediante ecografía (por te- doloro.
ner glándulas hipoecoicas), sin que sea necesario recurrir a la Inicialmente los pacientes seropositivos pueden no tener
biopsia. disfunción tiroidea. No obstante, el hipotiroidismo aparece
Por otro lado, existe una clara correlación entre la pre- con el tiempo, con sus manifestaciones características: aste-
sencia de anticuerpos y los valores de tirotropina (TSH). nia, intolerancia al frío, estreñimiento, etc.1,4.
Ambos parámetros se van elevando con la edad. El consumo Es importante tener en cuenta que con más frecuencia
de yodo es un factor de riesgo para el desarrollo de hipoti- coexisten otras enfermedades autoinmunes, por lo que debe-
roidismo entre los sujetos seropositivos. rá llevarse a cabo un interrogatorio dirigido por sistemas3.
Levotiroxina
Cuando se establece el hipotiroidismo franco (o se alcanzan Clínica
valores de TSH por encima de 10 PU/ml) se inicia trata-
miento con levotiroxina. Algunos autores también aconsejan Las tiroiditis agudas pueden ocurrir a cualquier edad, pero es
iniciar tratamiento con levotiroxina en los pacientes con hi- más frecuente en los niños menores de 10 años, en los adul-
potiroidismo subclínico y altos niveles de anticuerpos11. El tos jóvenes o en los ancianos debilitados. En los niños es más
objetivo es normalizar los niveles de TSH1,2. frecuente la infección del lóbulo izquierdo y se suele asociar
a infecciones o fístulas del seno piriforme15.
Selenio Los primeros síntomas suelen preceder dos semanas al
Algunos estudios sugieren que el tratamiento con selenio diagnóstico. Existe fiebre y sensación de quebrantamiento
(200 Pg al día) reducen los títulos de anticuerpos antitiroi- general. Lo característico es la presencia los signos clásicos
deos12, pero este hallazgo no ha sido confirmado por otros de la inflamación aguda: calor, dolor, rubor y tumor. Hay un
autores13. No obstante, un metaanálisis recomienda dar su- aumento de la sensibilidad local con inflamación de la cara
plementos de selenio como terapia adyuvante a los pacientes anterior del cuello2,15.
con tiroiditis de Hashimoto14. El paciente suele mantener el cuello flexionado hacia el
tórax para relajar los músculos pretraqueales. En la explora-
ción se observa bocio que inicialmente es firme para fluctuar
Evolución posteriormente a medida que progresa la formación del abs-
ceso.
La elevación de los AcTPO circulantes suele preceder en No suele acompañarse de signos de disfunción tiroi-
varios años el desarrollo del hipotiroidismo cuyo estable- dea.
Clínica
Se comienza con un cuadro agudo de catarro, malestar gene- Tg
ral, anorexia, mialgias, astenia y febrícula y los síntomas sis-
témicos persisten durante las primeras semanas. Posterior- T4
mente aparece dolor cervical (rasgo más característico) que Aumentado
se irradia a la mandíbula, occipucio y oído. El dolor suele
afectar a todo el tiroides y se agrava con la tos2,15.
En el inicio aparecen las manifestaciones de tirotoxicosis Normal
(nerviosismo, taquicardia, temblor, intolerancia al calor, dia-
rreas, etc.). Entre 4 y 10 semanas después aparece el hipotiroi-
TSH
dismo, que durará entre 8 y 10 semanas. Las formas completas, Disminuido
con las dos fases claramente diferenciadas, ocurren en el 50% Captación por radiofármaco
de los pacientes. En otros casos aparecen formas incompletas. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 Meses
Durante la exploración física se encuentra un crecimiento mo- T4 T4
derado del tiroides que es extraordinariamente doloroso y sen- T4 T4
A B C
sible al tacto. No se observan signos locales de inflamación.
El curso de la enfermedad suele prolongarse entre 4 y 6
meses (aunque ocasionalmente se extiende durante un año). Fig. 2. Curso clínico de las tiroiditis subagudas (dolorosa, silente y posparto).
Todas las tiroiditis subagudas siguen un patrón trifásico similar. Inicialmen-
La recuperación es total en el 95% de los casos. te existe una liberación masiva de las hormonas tiroideas (T4) y de la tiro-
globulina (Tg) almacenadas en la glándula (A), lo que genera una elevación
importante de su concentración circulante: fase de tirotoxicosis. El exceso
de T4 inhibe fisiológicamente la secreción de tirotropina (TSH), por lo que
Diagnóstico desaparece del torrente circulatorio. En esta fase inicial la glándula (como
fruto de la destrucción inflamatoria) pierde la capacidad para almacenar los
La clínica (especialmente por la presencia de dolor cervical) isótopos radiactivos, por lo que la gammagrafía mostrará una ausencia de
captación. Durante el trascurso de las semanas siguientes se degrada toda
es lo suficientemente característica para alcanzar una alta la T4 que ha ido liberándose y el paciente (tras un fugaz estadio de eutiroi-
sospecha diagnóstica. Las exploraciones complementarias dismo) entra en la segunda fase (hipotiroidismo), ya que la T4 circulante
ayudan a confirmar la sospecha clínica2. desciende por debajo de los valores de normalidad (B). En esta fase, como
respuesta fisiológica, la hipófisis aumenta notablemente la producción de
TSH con el objeto de estimular la producción de T4 por parte de una glándu-
Laboratorio la tiroides que todavía no es capaz de sintetizar de nuevo T4. Paulatinamente,
Durante las fases iniciales la determinación de T3, T4 libre al cabo de varios meses, el tiroides recupera su capacidad para sintetizar
y tiroglobulina (Tg) en suero muestran valores elevados, hormonas (C) y se restablece la función tiroidea normal.
mientras que la TSH está disminuida. La ratio T4/T3 es ge-
neralmente mayor de 20. Es característica la franca elevación
de la VSG (superior a 100 mm/hora) así como la PCR y
puede haber leucocitosis. La evolución de las hormonas en el la presencia de los característicos granulomas y células gi-
tiempo queda reflejada en la figura 2. gantes en una muestra compuesta por un infiltrado mixto y
Los anticuerpos antitiroideos son raramente positivos polimorfo.
(10-20% de los casos)2.
Histología
Gammagrafía Existe un patrón irregular, con varios estadios que en ocasio-
En la fase inicial de tirotoxicosis existe una importante dis- nes coexisten. Hay destrucción de folículos, bandas de fibro-
minución en la captación del radiofármaco (menos de 5%). sis, extravasación de coloide e infiltración por linfocitos e
A partir de la vigésima semana cabe esperar una recupera- histiocitos que se agrupan formando células gigantes multi-
ción en la captación del radiofármaco. Este comportamiento nucleadas, que son típicas de esta entidad. Con el tiempo
se observa tanto con isótopos procedentes del yodo (131I o aparece fibrosis y áreas de regeneración, hasta la resolución
123
I) como con 99mTc. La ventaja de este último es que se ad- del cuadro.
ministra por vía endovenosa y puede realizarse la lectura a
los 20-30 minutos, lo que agiliza notablemente el diagnósti-
co diferencial (y por tanto el tratamiento) en los pacientes Diagnóstico diferencial
con clínica y bioquímica de tirotoxicosis (fig. 3).
Otras causas de tirotoxicosis: enfermedad de Graves
Ecografía y adenoma hiperfuncionante
En la tiroiditis subaguda la glándula es hipoecogénica y la El diagnóstico diferencial entre las diferentes formas de tiro-
glándula tiene una vascularización de normal a baja. toxicosis es importante porque el tratamiento de cada enti-
dad es diferente. La T3 generalmente está menos elevada en
Citología la tiroiditis subaguda que en la enfermedad de Graves-Base-
No suele ser necesaria para el diagnóstico. En caso de dudas dow. La franca elevación de la VSG orientará hacia la tiroi-
puede confirmarlo hasta en el 90% de los casos al observar ditis subaguda. Los anticuerpos estimuladores del tiroides
Enfermedad de
Normal Tiroiditis Adenoma
Graves (bocio
hiperfuncionante
difuso)
A B C D
Fig. 3. Utilidad de la gammagrafía en el diagnóstico diferencial de las tirotoxicosis. La gammagrafía es la herramienta diagnóstica con mayor especificidad para realizar
el diagnóstico diferencial en los pacientes con valores hormonales circulantes propios de tirotoxicosis (TSH suprimida y elevación de T4 libre). En la gammagrafía normal
(A) el radiofármaco se concentra en la glándula, que muestra una captación uniforme por parte de ambos lóbulos tiroideos. Además es característico que el isótopo sea
atrapado también por las glándulas salivares. En las tirotoxicosis, la gammagrafía distingue claramente entre las tiroiditis (B), la enfermedad de Graves-Basedow (C) o el
adenoma hiperfuncionante (D). En las tiroiditis (B) no se observa la glándula en el cuello: la célula inflamada no es capaz de atrapar el radiofármaco. En contraste se
observa un aumento de captación radiometabólica por parte de las glándulas salivares. En la enfermedad de Graves (C) hay una intensa captación por parte de todo el
tiroides, dibujándose la característica mariposa en el cuello y no hay captación por parte de las glándulas salivares. En el adenoma hiperfuncionante (D) se resalta úni-
camente el tejido hiperactivo que inhibe la captación por parte del resto de las glándulas tiroidea y salivares. Las gammagrafías de esta figura están realizadas con
99m
Tc. La ventaja de este radiofármaco es que se administra por vía endovenosa y puede realizarse la lectura a los 20-30 minutos, lo que agiliza notablemente el diagnós-
tico diferencial (y por tanto el tratamiento) en los pacientes con clínica y bioquímica de tirotoxicosis.
No obstante, muchas veces no es necesario porque la fase hi- manecer elevados hasta 2 años, lo que indica la persistencia
potiroidea es ligera y transitoria2. de la tiroiditis. La VSG se eleva en la mitad de los pacientes,
pero raramente más de 50 mm/hora. En el hemograma pue-
de aparecer leucocitosis e hiperproteinemia2.
Evolución El 50-60% de los pacientes tienen altos títulos de
AcTPO (generalmente más bajos que en la tiroiditis
La enfermedad evoluciona por fases. En el inicio existe tiro- de Hashimoto) y en el 25% se encuentran elevados AcTg.
toxicosis franca y al cabo de varias semanas se entra en la fase Los TSI son negativos2.
hipotiroidea (fig. 2). Este curso clínico aconseja realizar de- Los valores de yoduria aumentan 4-5 veces por encima
terminaciones periódicas (cada 4-6 semanas) de función ti- del valor normal.
roidea, para detectar el momento en que se entra en la fase
de hipotiroidismo y determinar cuándo se ha superado la Gammagrafía
enfermedad. Entre el 5-10% de los casos desarrollan un hi- Igual que en otras tiroiditis subagudas (fig. 2).
potiroidismo permanente posterior. Aunque se han descrito,
las recidivas son raras2. Ecografía
Esta prueba descubre áreas hipoecoicas.
Diagnóstico diferencial
Etiología
Otras causas de tirotoxicosis: enfermedad de Graves
Probablemente se trata de una forma subaguda de la tiroidi- y adenoma hiperfuncionante
tis de Hashimoto. Se le otorga un origen autoinmune2,19. Ver el apartado en tiroiditis subaguda de De Quervain.
Diagnóstico
Tratamiento
Laboratorio
Al igual que en la tiroiditis de De Quervain, dependiendo de La tiroiditis silente no suele requerir medicación antiinfla-
la fase de la enfermedad se encontrarán las hormonas propias matoria, aunque en los casos severos puede hacerse uso de
de la fase de tirotoxicosis, eutiroidismo o hipotiroidismo. Los AINE. Si los síntomas de la tirotoxicosis son notorios pue-
valores circulantes de tiroglobulina están altos y pueden per- den darse bloqueadores beta (propanolol) durante las prime-
ras semanas. Las pautas son similares a las que se administran Diagnóstico
en la tiroiditis de De Quervain2.
El tratamiento del hipotiroidismo posterior dependerá
Laboratorio
de la sintomatología y de la severidad del cuadro. Cuando la
Los hallazgos son superponibles a lo que se encuentra en la
TSH permanece elevada más de seis meses indica que pro-
tiroiditis silente, si bien los AcTPO son positivos en el 95%
bablemente el hipotiroidismo será permanente.
de los casos2.
Gammagrafía
Evolución Los hallazgos son similares a los de la tiroiditis silente. En el
caso de que la mujer mantenga la lactancia, se recomienda
El hipotiroidismo permanente ocurre entre el 5 y el 20%
usar 99m Tc (por su breve vida media) o 123I que emite solo
de los pacientes. Por ello se recomienda seguir la evolu- radiación gamma y su vida media son unas 13 horas. En estos
ción, mediante determinaciones periódicas (cada 2-3 meses) casos se recomienda suspender la lactancia entre 1 y 3 días.
de función tiroidea (TSH puede ser suficiente) durante Los hallazgos en la ecografía, citología e histología son
1-2 años, para determinar si aparece bocio o hipotiroi- similares a la tiroiditis silente.
dismo1,2,19.
Etiología
Evolución
Se piensa que es una variedad de la tiroiditis silente que apa-
rece en el posparto2. En el 70-80% de los casos la enfermedad es autorresolutiva.
Debe prestarse especial atención a los partos posteriores, ya
que las recurrencias son frecuentes23.
Fisiopatología
La tiroiditis autoinmune subyacente se agrava tras el resta- Tiroiditis de Riedel (tiroiditis fibrosa)
blecimiento inmunológico que sigue a la inmunosupresión
propia del embarazo. Los títulos de anticuerpos antitiroideos Epidemiología
disminuyen normalmente durante la gestación y alcanzan el
nadir en el parto, para aumentar posteriormente en el perio- Es una entidad muy rara. Se estima que la prevalencia es de
do posparto alcanzando el zénit en el tercer o cuarto mes tras un caso por cada 100.000 habitantes. Es tres veces más fre-
el parto22. cuente en las mujeres y ocurre en la edad media de la vida2,24.
Clínica Etiología
La tiroiditis posparto ocurre entre los 2 y 6 meses tras el Su origen es desconocido2. La glándula se encuentra invadi-
parto. Sus manifestaciones suelen ser leves, por lo que puede da por una intensa fibrosis con desaparición del tejido tiroi-
pasar desapercibida. deo normal. Se considera que es una manifestación local de
La forma clásica (30% de los casos) comienza con una una fibroesclerosis sistémica del tejido conjuntivo. En el
fase de tirotoxicosis (entre 1-2 meses) seguida de un hipoti- 30-40% de los casos se puede observar fibrosis idiopática en
roidismo transitorio (4-6 meses), para volver a la normalidad otras localizaciones: retroperitoneal, mediastino, colédoco,
al cabo de varios meses. Hay formas incompletas con solo páncreas, etc. Se ha asociado con enfermedades sistémicas
tirotoxicosis (30%) o solo hipotiroidismo (40%)21 (fig. 2). relacionadas con IgG424.
Laboratorio
La función tiroidea puede estar normal o disminuida. La ti- Evolución
roglobulina y la VSG suelen ser normales. Puede encontrar-
se una ligera leucocitosis. En aproximadamente la mitad de La mortalidad por síntomas compresivos sobre la tráquea
los casos se encuentran AcTPO altos. También es propio alcanza hasta el 6-10% de los casos.
hallar valores elevados de IgG4 en suero24.
Citología
El estudio citológico no suele llevarse a cabo por la dureza Fisiopatología
que dificulta hacer la punción.
Amiodarona, cuya vida media es de 100 días, tiene cierta ho-
Histología mología estructural con las hormonas tiroideas. El 37,2% de
Existen 4 criterios para establecer el diagnóstico de tiroiditis de la molécula de amiodarona es yodo. Un tratamiento con
Riedel: a) presencia de un proceso inflamatorio en el tiroides amiodarona libera entre 7 y 20 mg de yodo diariamente a la
(con una pequeña cantidad de coloide en una matriz densa de circulación, lo que constituye entre 50 y 100 veces la dosis de
tejido conectivo hialinizado) con extensión a los tejidos circun- yodo recomendada (0,15-0,30 mg/día). Adicionalmente la
dantes; b) el infiltrado no debe contener células gigantes, folí- amiodarona inhibe la desyodasa tipo I que convierte de T4
culos linfoides, oncocitos ni granulomas; c) debe haber eviden- en T326.
cia de flebitis oclusiva y d) No debe haber rasgos de malignidad24.
Clínica
Diagnóstico diferencial
Amiodarona puede generar tanto tirotoxicosis como hipoti-
Carcinoma de tiroides roidismo26. En las zonas con déficit de yodo es más frecuen-
La dureza de la glándula obliga a plantearse el diagnóstico te que amiodarona produzca hipertiroidismo.
diferencial con enfermedades malignas (carcinoma anaplási-
co, linfoma o sarcoma). Hipotiroidismo
El hipotiroidismo suele ser subclínico y muchas veces se
Variante fibrosa de tiroiditis de Hashimoto asienta en pacientes con enfermedad tiroidea latente. Gene-
Esta forma aparece en el 10% de las tiroiditis de Hashimoto. ralmente ocurre a los 6-12 meses del inicio del tratamiento.
Para distinguir los dos cuadros se debe tener en cuenta el
título de anticuerpos (más alto en la tiroiditis de Hashimoto) Tirotoxicosis
y los rasgos anatomopatológicos. Se han descrito dos tipos de presentación de tirotoxicosis por
amiodarona (I y II), aunque también pueden existir formas
mixtas (tabla 2)25.
Tratamiento 1. Tipo I. Semeja la enfermedad de Graves.
2. Tipo II. Se produce un proceso inflamatorio-destruc-
Médico tivo. Raramente el tipo II puede presentar dolor cervical,
El tratamiento es crónico (meses) y se basa en administrar fiebre u otros síntomas sistémicos. A veces el cuadro es auto-
corticoides (prednisona 15-60 mg/día). Se puede asociar a limitado y son raras las recurrencias. En este tipo, tras la fase
TABLA 2
Diagnóstico diferencial y tratamiento de la tirotoxicosis inducida por amiodarona
Tipo I Tipo II
Hipotiroidismo
Diagnóstico diferencial El hipotiroidismo se trata con L-tiroxina (25-50 Pg/día), sin
ser necesario suspender la administración de amiodarona.
Otras causas de hipotiroidismo
El antecedente del tratamiento con el fármaco orienta el Tirotoxicosis
diagnóstico. Mientras llegan los resultados que permiten distinguir los
dos tipos (tabla 2), se debe iniciar tratamiento con metimazol
Otras causas de tirotoxicosis y prednisona.
Al igual que en el hipotiroidismo, el antecedente del trata- El tratamiento con amiodarona puede generalmente
miento con amiodarona es clave para el diagnóstico. mantenerse en el tipo I. Muchos autores recomiendan sus-
El principal objetivo consiste en diferenciar los dos tipos pender amiodarona en el tipo II y, a veces, este puede ser el
de tirotoxicosis (I y II), ya que el tratamiento es distinto único tratamiento, ya que la enfermedad se resuelve espon-
(tabla 2). táneamente en 3-5 meses en el 20% de los casos. Si la arrit-