El fortalecimiento de la identidad nacional en los jóvenes, se promueve como una

preocupación por lo que acontece en el mundo de hoy, desde el aspecto económico, hasta el
impacto en las culturas de los pueblos, cuyas consecuencias se observan en una evidente
tendencia a la pérdida de la identidad, la eliminación o desaparición de las costumbres y la
cultura nacional, regional y hasta local.

Para llegar a mejorar los sentimientos de identidad nacional hay que comenzar fomentando,
en los jóvenes, el estudio y el amor por lo cercano, por su localidad, por su hogar, y una vía
para lograr estos objetivos es la participación dentro de las comunidades, desde le recreación
de distintos artes como el baile, las vestimentas o comidas típicas, hasta el estudio de alguna
lengua étnica; como lo menciona en los retos de la geografía:
“la enseñanza de la Geografía recupera estas perspectivas del patrimonio cultural en
la formación de los alumnos, para fortalecer la valoración de la diversidad del espacio
geográfico, la formación de su identidad nacional, la conservación del patrimonio
natural y cultural y la contribución para una convivencia en armonía con la naturaleza
y la sociedad.” (SEP, 2011, pág. 128)
De modo que esta asignatura ayuda a analizar las características propias del lugar en donde
viven, que muchas de las veces pasan desapercibidas. Además, es importante que los alumnos
identifiquen lo que cada estado produce y esto se refleje en las exportaciones que hace el país
al mundo, haciéndolo entender que hay rasgos distintivos entre países y que no todos
producen o tienen lo mismo.

El conocimiento geográfico pues, forja la identidad nacional conociendo nuestras raíces y de

pasado histórico, para conservar y fomentar nuestra cultura. Aunque México ya tiene una
identidad, la tenemos que conocer, vivirla; pero en la perspectiva de nuestro futuro y del
alumno, más o menos mediato, debemos depurarla, preservarla y fortalecerla. Y que mejor
forma de hacerlo si no conociéndola.