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LA EUTONÍA

"La eutonía es el desarrollo de la conciencia sobre la propia postura y del estado


general en el que nos encontramos

El término Eutonía del griego EU: bueno/ justo/ armonioso, y del latín TONUS:
tono/ tensión, fue elegido por Gerda Alexander en l957 para nombrar al método
pedagógico por ella desarrollado; con esta palabra quiso expresar la idea de una
"Tonicidad equilibrada, armoniosa y adaptada a cada estado ó actividad de la
persona".
Eutonía propone que las personas puedan descansar por un momento de sus
preocupaciones cotidianas, para poder "auto-observarse conscientemente",
dirigiendo la atención para sentir que está sucediendo en su cuerpo: la piel, los
huesos, los apoyos, los distintos espacios internos que lo conforman y su relación
con el entorno.
Este estado de atención sin tensión, lleva a una regulación del tono neuromuscular,
neurovegetativo y psicoafectivo, y permite trasladar la experiencia observada a la
vida cotidiana.

Efectos fisiológicos

En cuanto a los Efectos Fisiológicos, Eutonía promueve un estado de regulación en


3 niveles:

 En el nivel Neurovegetativo: optimiza la circulación sanguínea y linfática, el


metabolismo y oxigenación de los tejidos, la respiración, digestión, sueño y
descanso, entre otras funciones.
 En el nivel neuromuscular: se desarrolla una tonificación general con
mínimo esfuerzo, mejorando la coordinación neuromuscular y la conciencia
de alineación postural, facilitando así la liberación de tensiones crónicas y
profundas. (como en los casos de contracturas, fibromialgias, distrés)
 En el nivel Psicoafectivo: mejora la Integración de la imagen corporal,
favoreciendo la propia confianza y aceptación, promoviendo así, un estado
de armonía y bienestar psicofísico, y el desarrollo de la conciencia creadora
que posibilita a la persona brindarse y atraer belleza a su propia vida
personal, familiar y entorno ecológico- social.
La visita al gimnasio para mantener los músculos activos o para nadar unos largos
no siempre previene los dolores musculares. En realidad, la práctica tan común de
compensar el sedentarismo y el estrés con una dosis de deporte puede incluso
perjudicar a quienes tienen algún problema físico. Oara aliviar esos dolores, existe,
en cambio, una gran variedad de técnicas útiles que se basan en enseñar de nuevo
al cuerpo a moverse y a pararse en forma adecuada. La mayor parte de estos
métodos no trabaja sólo sobre la zona afectada: la persona es percibida como un
todo en el que se integran aspectos físicos, emocionales y hasta espirituales.

"La postura se construye con el crecimiento, con las actividades que uno realiza y
con las actitudes. Tiene que ver con la historia personal de cada uno", explica a la
Revista el licenciado Mario Korell, presidente de la Asociación Argentina de
Reeducación Postural Global. Sin advertirlo, podemos estar inclinando la cabeza
hacia un costado o levantando los hombros para tratar de escapar de las molestias
cervicales. Son mecanismos de defensa que el propio cuerpo activa para evitar el
dolor y que, con el tiempo, establecen un patrón falso aparentemente más cómodo.

Desengañémonos. A la larga, esta búsqueda de comodidad trae aparejados nuevos


problemas, porque el músculo se retrae y provoca que el hueso se desvíe de su
posición normal. Un ejemplo: cuando la persona se apoya mucho sobre la parte
interior de los pies, esto repercute en la forma en que la espalda

Según ha explicado el doctor Philippe Souchard, creador de la reeducación postural


global (RPG), "si estas posiciones destinadas a evitar el dolor se fijan, nuestra
morfología estará definitivamente alterada". En este caso, sólo queda un camino:
escuchar el cuerpo y trabajar sobre sus estructuras profundas a partir de pequeños
ejercicios localizados, que puede hacer cualquier persona sin necesidad de haber
hecho antes ningún tipo de preparación deportiva o gimnástica.

"Cuando las retracciones musculares ya fijaron las deformaciones, no hay más


posibilidad de recuperación espontánea de la normalidad. Si queremos corregirlas,
aparecen obligatoriamente otras deformaciones: las compensaciones. Esta es una
de las razones por las cuales los desvíos posturales deben ser corregidos en forma
global. Es el propósito de la RPG", afirma Souchard.

En la RPG se pone al paciente acostado sobre una camilla, donde su columna


vertebral deja de sufrir la gravedad, y el kinesiólogo lo guía en pequeños trabajos
musculares y de respiración que combinan instantes de puesta en tensión con
espacios de relajación. Con varias sesiones se consigue modificar el patrón del
cuerpo y el paciente llega a darse cuenta, por ejemplo, de que su cadera ya no se
balancea tanto hacia atrás o de que dejaron de dolerle las rodillas.
El dolor, un aviso

También otros tratamientos nacieron para ayudar a comprender y curar las


lumbalgias, la escoliosis o el llamado codo de tenista, entre muchas otras dolencias.
En reeducación global de cadenas miofasciales, de la doctora Ester Arditti, por
ejemplo, se trabaja sobre una camilla y se busca elongar los músculos que
acumulan tensión, siempre con la ayuda de la kinesióloga. Se hacen algunos
ejercicios de pie, con esferas e incluso sobre un aparato, el Fit-Flex, en el que se
realizan pequeños movimientos relacionándolos con el espacio, como se harían en
la calle o durante la práctica deportiva. Así, por ejemplo, se estira una pierna en la
acción de caminar mientras se presta atención a la respiración y a cómo todo el
cuerpo se acomoda a partir de ese movimiento concreto.

Sea cual fuere la técnica elegida, lo importante es comprender que el dolor es un


aviso del cuerpo y hay que descubrir sus causas para poder curarlas, como dice la
doctora Arditti. "Es una pena que la gente lo apacigüe con pastillas", añade, una
opinión muy compartida por otros expertos.

Así como la RPG, otras disciplinas, por caso la técnica Pilates o el yoga, son dictadas
en multitud de centros en Buenos Aires y se puede acceder sin necesidad de
preparación previa. Lo único que hace falta, claro, es voluntad.

Conciencia y armonía

Interesada en integrar cuerpo, mente y espíritu, Gerda Alexander desarrolló hacia


los años 50 la eutonía, un camino para tomar conciencia del propio cuerpo. La
práctica apunta a descubrir que el entorno donde vivimos, así como las emociones
vividas, afectan nuestra actitud. Y ésta, a nuestros movimientos y a nuestra postura
corporal. El eutonista hará ejercicios con cañas de bambú o bolsas de castañas, por
ejemplo, para entrenar el cuerpo y así adquirir una mayor percepción sensorial.

"La eutonía es el desarrollo de la conciencia sobre la propia postura y del estado


general en el que nos encontramos", dice el doctor Alejandro Odessky, catedrático
de esta disciplina en el Instituto Universitario Nacional de Arte y director de la
Escuela Argentina de Eutonía. Oficializada ya por el gobierno porteño, la eutonía
contempla a la persona como un todo, porque "mirar un síntoma como un
problema biomecánico y funcional y no como una actitud global es un
reduccionismo", explica Odessky.

Con principios parecidos a las otras, la gimnasia consciente busca prevenir futuras
lesiones o sanar las que ya ocurrieron. "Ha aumentado la expectativa de vida, y eso
ha llevado a más problemas posturales. Los pies, por ejemplo, los apoyamos mal,
sobre todo en el talón; dejamos poco apoyo en la parte interior del pie y eso crea
dolores en toda la columna vertebral", explica la doctora Irupé Pau.

En las primeras sesiones de esta técnica se explica anatomía básica, para empezar
después con los ejercicios de gimnasia, que ayudan a recuperar el espacio y el
movimiento perdidos. La sesión con el experto dura una hora, y luego hay que
trabajar al menos otra hora diaria en casa.

Entre las dolencias que se pueden tratar están las hernias de disco, "causadas por
una falta de espacio intervertebral y deficiencias posturales", explica la doctora. De
todas formas, el método también estimula la creatividad y lleva a recuperar la
vitalidad perdida por la sobreexigencia a la que es sometido el cuerpo.

Pelotas gigantes

Una gran bola de plástico y dejarse caer. Es lo que la esferodinamia requiere para
entrenar el cuerpo a aumentar la conciencia de sí mismo en el espacio. "Cuanto
más contacto tenga el cuerpo con una superficie, más posibilidad habrá de registro
del sistema nervioso sobre las zonas tensas. Y darse cuenta de la tensión es lo que
ayuda a corregir la postura", explica Silvia Mamana, docente e investigadora en
técnicas y lenguajes corporales

Los ejercicios se convierten en un juego que beneficia la flexibilización y


elongación de los músculos, y gracias al apoyo inestable sobre la pelota los
estiramientos tienen un riesgo mínimo de lesionar. "Después de un año de trabajo,
mi cuerpo cambió: gané flexibilidad, elongación y estabilidad”.

Mínimo esfuerzo, máxima eficacia

Sentir el cuerpo y aprender. Rosalía Odessky, profesora y miembro de la


Asociación Argentina de Feldenkrais (www.feldenkrais.com.ar), deja claro que
"este método no es terapéutico, sino pedagógico, porque su finalidad es que el
alumno tome conciencia de cómo está su cuerpo y aprenda a descubrir la relación
de sus posturas con las acciones que realiza cada día y sus estados de ánimo". La
ideó el doctor Moshe Feldenkrais aplicando los conocimientos científicos que le
había proporcionado su carrera de físico para estimular el descubrimiento de
movimientos y sensaciones nuevas.
Ejercicios tan sencillos como relajarse veinte minutos acostado en el piso pueden
ser una bocanada de aire para la espalda, que consigue así dejar de luchar contra la
gravedad y separar las vértebras para ganar espacio entre ellas. Como éste, todo el
trabajo en Feldenkrais es suave y lento, y se hace a menudo sobre el piso, en
sesiones individuales o de grupo. El objetivo de la lentitud y la respiración calmada
es dar tiempo al cuerpo de percibir qué huesos reaccionan, por ejemplo, cuando se
levanta el brazo o la pierna. Precisión y concentración son la clave para una técnica
que busca conectar a la persona con la alegría que se siente de niño al descubrir el
mundo a través del movimiento.

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