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DEDICATORIA
Dedico este libro a todos aquellos de mis lectores que estén dis-
puestos a aceptar la evidencia que aquí se presenta, aun cuando pueda
entrar en conflicto con las preconcepciones populares.
Libros CLIE
Galvani, 113
TERRASSA (Barcelona)
LOS HOMBRES-SIMIOS,
¿REALIDAD O FICCION?
Originally published in the USA under the title
APE-MAN, FACT OR FALLACY? © 1977 by
M. Bowden. Published by permission.
~ 1984 por CLIE. Ninguna parte de este libro
puede ser reproducida sin el permiso escrito de
los editores, con la excepción de breves citas.
Versión española: Santiago Escuain
ISBN 84 - 72211 - 819 - 6
Depósito Legal: B. 1.158 -1984
Impreso en los Talleres Gráficos de la M.C.E.
Horeb, A.C. n. 0 265 S.G. Galvani, 115. Terrassa
Printed in Spain
AGRADECIMIENTOS
Introducción . 11
I. El fraude de Piltdown . . . . . . 13
Apéndice I. La evidencia del Sr. Essex . . 63
Apéndice II. El problema de los anteriores descubrimientos
de Dawson. 67
II. La «evidencia» de los hombres-simios -su presentación . 73
III. Homo-sapiens antiguos (descartados sin justificación) . 95
IV. El hombre de Pekín . . . . . . . . 113
Apéndice III. Informe de los cráneos de Black, Locus E . 153
Apéndice IV. El «descubrimiento» del fuego . 159
V. El Hombre de Java . 165
VI. El Hombre de Neanderthal . 193
VII. Los «hombres»-simios africanos . 207
1' A. Africa del Sur. . . . . . . . . .
Apéndice V. La evidencia de fuego en Makapansgat
211
217
B. La Garganta de Olduvai . . . . . . 219
Apéndice VI. El esqueleto humano de Reck 223
Apéndice VII. La mandíbula de Kanam . 231
C. Rodolfo Oriental . 235
D. Hadar (Etiopía) . 255
E. Laetolil . . . . . . . . . . . . . . 275
Apéndice VIII. La exhibición del Museo Británico de His-
toria Natural . 281
Conclusión 283
Bibliografía 289
lndice analítico 299
INDICE DE ILUSTRACIONES
7
35. Pithecanthropus IV en la delineación de un gorila . . . . 188
36. Fragmento de mandíbula inferior del Meganthropus paleojava-
nicus. . . . . . . . . . . . . . 189
37. Muela de Gigantopithecus blacki . . . . . . . . . 190
38. Reconstrucción de la mandíbula inferior del Gigantopithecus
blacki . . . . . . . . . . . . . . . . 190
39. Dataciones de tipos mezclados de Neanderthal y de Horno sapiens 196
40. El cráneo de Swanscombe . . . . . . . 196
41. El cráneo de Fontéchevade . . . . . 198
42. El fragmento de cráneo de Vertesszollos . . . 198 PREFACIO
43. Las principales localidades fosilíferas de Sudáfrica . 212
44. El cráneo de Tangus . 213
45. El cráneo de Sterkfontein . 213 LOS HOMBRE SIMIOS: ¿REALIDAD O FICCION?
46. El cráneo de Swartkrans . 213
47. El cráneo de Makapansgat . . . 213
48. Localidades fosilíferas de Africa Oriental . 219 Esta reveladora obra de Malcolm Bowden abre los ojos a la verda-
49. Los estratos de la Garganta del Olduvai . 220 dera naturaleza de la evidencia ofrecida por los fósiles atribuidos a pa-
SO. Horno habilis .
51. Hombre «chelleano» . . . . . . . . . .
. 221
221 1 sos intermedios entre el hombre y los simios, que se presentan como
formando el puente evolutivo entre los animales irracionales y el
52. Geología de la localidad del esqueleto humano de Reck .
53. La mandíbula inferior de Kanam .
54. El hombre «1470» . .
227
231
237
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t
hombre.
En esta obra, Malcolm Bowden muestra, paso a paso, con una in-
vestigación plenamente apoyada en una extensa documentación, la mez-
SS. Plano del lago Rodolfo . . . . . . 238
56. Impresiones de artistas del Hombre 1470 . . . . 238 cla de fraudes, de interpretaciones equívocas, de suposiciones gratui-
57. Cráneo del horno erectus de R. Leakey. . . . . 247 tas, de ocultación de evidencia y de fantasía desenfrenada, que jalonan
58. Tres posturas acerca de la descendencia del hombre . 248 el camino de la investigación emprendida desde fines del siglo pasado
59. Mandíbula de Ramapitecus . . . . 250 en búsqueda de los pretendidos antepasados medio-hombres y medio-
60. Situación de la localidad de Hadar . 255 simios que debieran cubrir el abismo que separa a los hombres de los
61. Sección estratigráfica de Hadar . 255
62. Esqueleto de «Lucy» . . . . . . 256 animales.
63. Los fósiles de la articulación de la rodilla 256 No queremos adelantar datos, sino felicitarnos que esta magnífica
64. Las huellas de Laetolil . . . . . . . 276 obra esté ya a disposición del público de habla hispana, que con ella
65. Las grandes pisadas humanas del río Paluxy . 278 tiene a su disposición un vasto cuerpo de crítica mesurada y respon-
sable de las pretensiones del evolucionismo en cuanto al origen del
hombre.
SEDIN (Servicio Evangélico de Documentación e Información)
·~
Aptdo. 2002
SABADELL (Barcelona)
ESPARA
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INTflODUCCION
¡EL ESLABON PERDIDO DESCUBIERTO!
..
~
¡DEMOSTRADA LA DESCENDENCIA ANIMAL DEL HOMBRE!
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Titulares como éstos en periódicos alrededor del mundo·han anun-
ciado el descubrimiento de una variedad de huesos fósiles, desde la
publicación de la obra de Darwin, El origen de las especies, en 1859.
Con tanta publicidad rodeando estos fósiles, tanto los científicos es-
pecializados en este asunto como el público en general asumen que la
evidencia que apoya los enlaces simio-hombre son tan sustanciales
como para establecerlos más allá de toda duda razonable.
Pero, ¿están en los cierto?
En este libro he examinado las «credenciales» de estos descubri-
mientos fósiles que se señalan como los eslabones principales entre el
hombre y el antepasado animal que tenía en común con los simios.
Excepto por una carta (p. 48), solamente se han utilizado obras publi-
cadas, y se ha llegado a una serie de ilustraciones compuestas en las
que se evidencian muchos factores conflictivos. Se deja a juicio del
lector si hay motivos para dudar de las pretensiones llenas de conse-
cuencias que se hacen en cuanto a los fósiles.
Es indudable que se puede argumentar que el estudio de los huesos
fósiles es una ciencia avanzada y muy técnica, y que carece de valor la
crítica de alguien cuya cualificación no pertenece a este campo en par-
ticular. A esto respondería yo que no importa lo técnicamente comple-
jo que pueda ser un campo de investigación, sino que a fin de poder
tener el título de «ciencia» tiene que verse que ajusta claramente a los
principios básicos de la investigación científica. Estos incluirán consi-
deraciones tan fundamentales como las siguientes:
l. La presentación de toda la evidencia pertinente.
2. La presentación debiera abarcar toda la evidencia disponible y, en
cuanto ello fuere posible, estar libre de toda preconcepción.
3. Rechazar toda hipótesis que esté reñida con cualquier evidencia.
He tratado de mostrar que la interpretación que se ha impuesto so-
bre muchos restos fósiles no cumple con uno o más de los criterios
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básicos enunciados arriba. La evaluación de si la evidencia y las teorías
se ajustan a estas demandas fundamentales no precisa de ninguna ca-
lificación científica especial, y el juicio del lego puede ser tan válido
como el de un experto. Es mucha la investigación que se condensa y
sumariza para su presentación en obras populares, pero cuando se cri-
tica algún aspecto particular, es a menudo necesario apoyarse en los
artículos originales, en algunas ocasiones examinándolos en detalle. No
obstante, he intentado exponer los asuntos complejos con tanta clari-
dad como ha sido posible, de manera que el lector pueda fácilmente
entrar en los varios puntos que se consideran. SECCION 1
Tengo solamente mi consideración más elevada hacia los científicos
eminentes de indudada integridad que estudian los fósiles, escriben in- EL FRAUDE DE PILTDOWN
formes y efectúan ensayos muy habilidosos en el curso de su trabajo.
No obstante, en el particular campo del hombre fósil, sí que pongo en
tela de juicio las asunciones sumamente especulativas que se hacen, y Desde la publicación de la naturaleza fraudulenta de los restos fó-
las conclusiones de gran alcance basadas en evidencias muy parcas. Es siles descubiertos en Piltdown en 1912, se han efectuado vaPios esfuer-
conveniente recordar que el «cazador de fósiles» tiene a menudo un de- zos para desentrañar el misterio de la identidad del falsificador. A pe-
seo subconsciente de ajustar sus descubrimientos a sus preconcepcio- sar de la aparición de varias publicaciones acerca de este tema, no se
nes, sea que se hallen en línea o no con la opinión mayoritaria de los ha provisto hasta ahora de ninguna solución convincente, y todo el
expertos. Acerca de esto, no puedo hacer nada mejor que citar a Vay- asunto ha seguido siendo un enigma hasta el día de hoy.
son de Pradenne, que fuera director de la École des Hautes Études, y No obstante, la conjunción de unos pocos y pequeños elementos de
profesor de la École d'Anthropologie. En su libro Fraudes Archéologi- evidencia, pequeños pero vitales, arroja una considerable sospecha so-
ques, publicado en 1925, da un caso hipotético de un arqueólogo ha- bre una persona que ha sido raramente considerada seriamente por
llando dos tipos de artefactos, burdos y muy acabados, en la misma investigadores anteriores. Además, suscita una cantidad de interrogan-
excavación. Asumiendo que los artículos burdos son anteriores, y a un tes que trascienden en mucho al pequeño rincón de Sussex Downs, que
nivel inferior, los clasificará según el tipo, y no según el estrato en fue el centro de interés que excitó a nuestros abuelos hace unos sesen-
que fueron hallados. Hallando un artículo avanzado a un nivel inferior, ta años.
asumirá que llegó allí accidentalmente, y lo clasificará con los otros El desentrañamiento de los complejos cabos de evidencia es cierta-
en el nivel superior. Concluye De Pradenne: mente cosa no fácil, y se tienen que hacer varias consideraciones a fin
Acabará con un verdadero truco en la presentación estratigráfica de de poder examinar aspectos particulares del misterio que rodea tanto
sus especímenes; truco en ayuda de una idea preconcebida, pero he- a los descubrimientos originales como a la subsiguiente investigación
cho más o menos por un hombre de buena fe a quien nadie le llama- que descubrió la naturaleza fraudulenta de ellos.
ría fraudulento. Este caso se ve a menudo, y si no menciono nombres El drama, porque de tal cosa se trata, involucra a una cantidad de
no es porque no conozca ninguno. personas, y en esta etapa introduciré a los principales caracteres y los
papeles que juegan.
NOTAS Los principales excavadores en Piltdown fueron:
l. Todo énfasis en itálicas en pasajes citados son del autor de este libro, a no ser que
se exprese lo contrario. Charles Dawson, un procurador que vivía en Uckfield, y arqueólogo e
2. Los números de referencia de las publicaciones se dan en la Bibliografía. Por ejem.
plo (36, p. 39) significa número de referencia 36, página 39 de la obra referida. historiador aficionado (fig. 1). ·
3. Como indicación de la escala de ilustraciones de los fósiles, una distancia de 10 cm Sir Arthur Smith Woodward, F. R. S., Conservador del Departamento
queda indicada por dos marcas verticales, y S cm por dos puntos. Geológico, Museo Británico, y amigo de Dawson (fig. 2).
Pierre Teilhard de Chardin, estudiante en el Colegio Jesuita, Ore Place,
Hastings, desde 1908. Ordenado allí en 1911 (fig. 3).
12 13
t
El doctor Weiner escribió un libro acerca del fraude, titulado The
Pütdown Forgery, en el que afirmaba que Dawson era el culpable más
probable. Entrevistó a todos los que estaban relacionados con el des-
cubrimiento original que estaban aún vivos, esto es: Teilhard de Char-
din, Sir Arthur Keith, R. Essex y Miss Kenward. La acusación de Wei-
ner en contra de Dawson fue refutada por Miss Kenward y el amigo
de ella,
Francis Vere, un autor e historiador residente en Piltdown, que escri-
bió y participó en programas radiados en defensa de Dawson.
FIG. 1. FIG. 2. FIG. 3.
Charles Dawson Sir Arthur Smith Woodward Teilhard de Chardin t;: Habiendo conocido a los principales carácteres, examinaremos aho-
¡¡' ra el enredado ovillo de evidencia y a los sospechosos involucrados en
11 lo que tiene que considerarse de cierto como el fraude científico más
Otros amigos de Dawson, que trabajaron en la hoya en varias oca- notorio de todas las épocas.
siones, incluían: };,
S. Woodhead, un analista público; LOS DESCUBRIMIENTOS
R. Essex, M. Se., un licenciado en ciencias en la Escuela Uckfield Gram-
mar- Charles Dawson era un entusiasta arqueólogo amateur, que había
A. S. K~nnard, un paleontólogo aficionado, pero experto. efectuado una cierta cantidad de singulares descubrimientos en las
áreas de Kent y de Sussex. Viendo a unos obreros cavando en una
Tres conocidos de Dawson que conocieron los descubrimientos y trinchera alrededor de los años 1906-1908, les pidió que prestaran aten-
que sospecharon que plantó algunos fósiles teñidos fraudulentos, eran: ción ante la posibilidad de que saliera algo de interés arqueológico.
En 1908, uno de los trabajadores golpeó y partió lo que creía ser un
Mayor Marriot. coco, pero más tarde se dio cuenta de que se trataba de parte de un
Capitán Guy St. Burke. cráneo fosilizado. A Dawson le fue entregado un trozo de él, y enton-
H. Morris, coleccionista aficionado. ces continuó excavando en la trinchera con varios amigos durante va-
rios años. En 1911 descubrió otra pieza de cráneo que encajaba con el
Un notable experto que estudió cuidadosamente los fósiles fue: primer fragmento que le habían dado, y en 1912la llevó a su amigo, Sir
Arthur Woodward, F. R. S., Conservador del Departamento Geológico
Sir Arthur Keith, F. R. S., Profesor Hunteriano del Real Colegio de Ci- del Museo Británico. Según las cartas que Dawson escribió a Wood-
rujanos. ward, halló también otros huesos fósiles, incluyendo un diente de hipo-
pótamo. En su libro (38), Woodward dijo que Dawson había hallado
Los hallazgos se efectuaron en el camino que llevaba a Barkham cinco fragmentos de cráneo, herramientas de pedernal y dientes de
Manor, cuyo propietario era un amigo de Dawson, el señor R. Ken- hipopótamo y de elefante antes de visitarle.
ward, que vivía allí con su hija. El sábado 2 de junio de 1912, Smith Woodward y Dawson empeza-
ron a excavar en la trinchera. Ayudándoles estaba Teilhard de Chardin,
Miss Mabel Kenward, que vive aún. que es bien conocido en la actualidad por sus escritos filosóficos, que
intentan reconciliar la teoría de la evolución con la fe cristiana. Duran-
El fraude fue descubierto en 1953, y los siguientes escribieron infor- te el primer día de excavación, Dawson halló otra pieza del cráneo y
mes acerca de ello: Teilhard un molar de elefante. En una ocasión posterior, mientras que
Woodward contemplaba cómo Dawson cavaba, media mandíbula «sa-
Profesor K. P. Oakley, del Museo Británico (Historia Natural). lió volando» (40) de la excavación cerca del lugar donde se había halla-
Sir Wilfrid Le Gros Clark, Profesor de Anatomía, Oxford. do una herramienta de pedernal. Al final llegaron a recogerse nueve
Doctor J. S. W einer, M. A., M. Se., Ph. D., M. R. C. S., Lector en An- fragmentos de cráneo que, al encajarse, se parecían mucho a un cráneo
tropología Física, Oxford. humano moderno, pero mucho más grueso que el promedio. No obs-
14 15
tante, la mandíbula se parecía estrechamente a la de un simio, pero Los hallazgos se presentaron en diciembre de 1912 ante una nume-
sus dientes eran planos en la parte superior, lo cual es una caracterís- rosa reunión de la Sociedad Geológica en Londres. No obstante, una
tica humana. Se asumió que tanto el cráneo como la mandíbula infe- cantidad de expertos no quedaron convencidos, debido a que el cráneo
rior pertenecían al mismo individuo, y esto se tomó como indicador de era demasiado humano comparado con las características sumamente
que el cerebro humano se había desarrollado antes que el resto del simiescas de la mandíbula inferior. Desafortunadamente, la mandíbula
esqueleto. Los huesos craneanos descubiertos se ilustran en la figura 4, estaba rota y el colmillo no había sido hallado. Si se hubiera hallado
en tanto que la figura 5 da los nombres de los huesos craneanos y dien- ese diente, hubiera indicado con claridad si la mandíbula inferior era
tes principales para información general. humana o simiesca. En los simios, los colmillos son aguzados, en tan-
to que los colmillos humanos son más planos. Woodward estaba con-
vencido de que se podría hallar este diente, e incluso hizo un modelo
del diente para mostrar cómo sería su apariencia.
En honor de su descubridor, el cráneo recibió el nombre de Eoan-
thropus dawsoni (Hombre del alba de Dawson).
El diente canino
El· 29 de agosto de 1913, Teilhard de Chardin pasó el día con Daw-
son, y fue con él y Woodward a la hoya de Piltdown al día siguiente.
Woodward escribió el siguiente relato testimonial del hallazgo del dien-
te canino que faltaba:
Durante algún tiempo habíamos estado haciendo una búsqueda intensi-
va del diente que faltaba de la mandíbula inferior, alrededor del lugar
donde se había hallado la mitad de la mandíbula. Habíamos trabajado
y pasado mucha de la grava por la criba, y la habíamos extendido para
examinarla después de ser lavada por la lluvia. Estuvimos después
FIG. 4 Las piezas de la calavera Piltdown 1 excavando una trinchera particularmente profunda y calurosa en
la que el padre Teilhard, en vestimenta negra, estaba especialmente
activo y, por lo que pensamos, algo fatigado; le sugerimos que nos
dejara un rato que hiciéramos el trabajo duro durante un tiempo
mientras que él asumía el trabajo relativamente descansado de rebus-
car la grava lavada por la lluvia. Muy pronto exclamó que había en-
contrado el diente canino que faltaba, pero no nos lo creímos, y le
dijimos que ya habíamos visto varios trozos de piedra de hierro que
Flrsl ·Molar MI l ,"~~\ parecían dientes, en el lugar en el que estaba. Insistió él, no obstan-
te, en que no se engañaba, por lo que dejamos de cavar para ir a
Thlrd Molar M3 r V\ V verificar su descubrimiento. No podía haber dudas acerca de ello, y
todos pasamos el resto del día hasta el atardecer de rodillas sobre el
suelo en una vana búsqueda por más dientes (38, p. 11).
Un sospechoso 2. Evidencia
Uno de los que ayudaron en las excavaciones es invariablemente
exonerado, en vista de su ausencia del país durante el descubrimiento A. FóSIL DE ICHKEUL
de varios objetos falsificados. En el curso de la lectura de este intrigan- B. «MAZO» DE HUESO DE ELEFANTE
te misterio detecté tres comentarios hechos por diferentes autores, que C. PERICIA ANTROPOLÓGICA
alteran dramáticamente la secuencia de eventos tal como generalmente D. T!NCIÓN DE HUESOS
se mencionan, incluso en publicaciones oficiales. Esta nueva evidencia
hace posible que. todo el material fraudulento hubiera sido puesto 3. Evidencia adicional
por la persona de la que ahora sospecho.
A. HALLAZGOS ANTERIORES
DESENTRAÑANDO LA EVIDENCIA B. DESCUBRIMIENTO DEL CANINO
C. NOTA DE MORRIS
A fin de simplificar el desentrañamiento de las complejas situacio- D. CONOCIMIENTO DEL FRAUDE
nes y evidencia, expongo brevemente, bajo los encabezamientos que La figura 8 es una tabla de la secuencia aceptada de eventos en Pilt-
voy a utilizar, mi encuadre del problema y mis razones para sospechar down y de los eventos como considero que tuvieron lugar en realidad.
que el ejecutor del fraude fuera Teilhard de Chardin.
l. Cronología de los eventos
28 29
No obstante, mi atención fue atraída a una carta en el New Scien-
(1) EL «MAZO» DE HUESO DE ELEFANTE tist de fecha de 14 de enero de 1972 (48), escrita por un señor J. Head.
Relata él que hacía 10 años había conocido a Essex, el cual le había
El anuncio del descubrimiento del hueso de elefante con forma de dicho que consideraba que Teilhard podía haber sido el autor del frau-
herramienta fue un artículo conjunto de Woodward y Dawson, leído de. Así, en esta carta, la identidad del «X» de Essex y Vere se da como
en una reunión de la Sociedad Geológica el2 de diciembre de 1914 (42), Teilhard.
que dice que fue descubierto durante «las excavaciones de la tempo- Quisiera ahora remitir a mis lectores al artículo de Essex, que doy
rada» -no dándose ninguna fecha precisa de su hallazgo-. Este en el Apéndice l. En éste, en una fecha desafortunadamente no men-
«mazo» de elefante era un gran trozo de hueso de un fémur de elefan- cionada ni por Essex ni por Vere, se estaba hablando del «mazo» en
te, que se halló al eliminar un seto para poder extender las excavacio- tanto que la persona de la que Essex sospechaba estaba cerca. Por lo
nes. Había recibido forma (con un cuchillo en tiempo modernos) y ha- que hemos visto de la carta del señor Head, Essex sospechaba de Teil-
bía sido cubierto de arcilla amarillenta para hacer aparentar que había hard, y podemos de ello deducir que Teilhard estaba en Uckfield des-
sido hallado en el fondo de la hoya y echado al campo por los trabaja- pués de haberse hallado el «mazo», posiblemente durante su retorno a
dores. Evidentemente, su hallazgo algunos meses después de la partida Canterbury en 1914.
de Teilhard de Inglaterra no le exonera en absoluto, porque no había En este artículo de Essex, menciona él que vio la mitad de una
nada que le impidiera enterrar el hueso, para esperar su descubri- mandíbula inferior humana fosilizada en una bolsa que pertenecía a
miento por parte de otros mucho después que él se hubiera ido. «X», y que era bastante distinta de la mandíbula inferior que se des-
No obstante, la fecha de 1913 como constituyendo la partida final cubrió más tarde. Evidentemente, una mitad (¿o ambas?) de la mandí-
de Teilhard es errónea, porque volvió en 1914. En la página 54 de su bula inferior que pertenecía al cráneo había sido hallada, y «X» po-
biografía, Speaight dice que el 24 de septiembre de 1914, Teilhard fi- día ahora cambiar la media mandíbula falsa sin temor de que se
nalizó su tercianía en Canterbury. Este retorno de Teilhard en 1914, descubriera más tarde la verdadera mandíbula y que quedara así arrui-
después de que se hubiera efectuado el hallazgo del «mazo», confirma nado su fraude.
la evidencia del señor Robert Essex.
(2) Los FÓSILES DE PITLDOWN II
Las sospechas del señor Essex
Consideramos ahora la evidencia aportada por el señor Robert Es- Tanto Vere como Weiner fechan estos descubrimientos en el año
sex, que era instructor de ciencia en la Escuela Uckfield Grammar por 1915, basando evidentemente sus dataciones en el relato de Woodward
la época en que se estaban haciendo los descubrimientos, y que cono- en su artículo escrito en 1917, que hemos citado en la página 18.
cía a todos los que estaban implicados en las excavaciones. Cuando se No obstante, Teilhard afirmó que Dawson le había mostrado el cam-
descubrió el fraude, recordó varios incidentes que habían tenido lugar po en 1913, despues de haber hecho los descubrimientos. Por ello, pudo
en la época de las excavaciones y consideró que conocía la identidad haber plantado estos fósiles.
del autor del fraude. Comunicó su evidencia y el nombre de quién sos- Esta información estaba contenida en una conferencia dada por el
pechaba a la&. autoridades del Museo Británico y a Vere. No aparece profesor Oakley a la Sociedad Geológica en 1972, que fue más tarde
mención alguna de sus evidencias en el libro de Weiner, pero R. Essex impresa en Antiquity en marzo de 1976. Dice en ella:
es mencionado en los agradecimientos como uno de los muchos «que
dieron información y dieron respuesta a preguntas específicas». Vere El único registro manuscrito de esta segunda localidad es una postal
de Dawson a Woodward fechada el 30 de julio de 1915. En una carta
da esta evidencia en los dos libros suyos, pero utilizando «X» en lugar escrita el 28 de noviembre de 1953, el padre Teilhard tenía lo siguien-
del nombre de la persona de que Essex sospechaba. Essex también es- te a decir acerca de la segunda localidad de Dawson: «Tan sólo me
cribió un artículo en el Kent and Sussex Journal en julio de 1955, que llevó al lugar de la localidad 2 y me explicó que había hallado el mo-
es de tanto interés que lo reproduzco en el Apéndice l. lar aislado y pequeños fragmentos de cráneo en los montones de es-
La evidencia de Essex es de particular valor ya que, aparte de Teil- combros y de piedras echados sobre el campo.» Esto tiene que haber
hard y de la señorita Kenward, él era la única persona con interés en sido en 1914, debido a que el padre Teilhard volvió a Francia antes
la excavación original que estaba todavía viva cuando el fraude fue del final de este año y no volvió a Gran Bretaña hasta después de la
por fin descubierto. Hice todo lo que pude para seguir el rastro de la guerra de 1914-1918. ¿Por qué razón hubiera escondido Dawson un
hallazgo tan importante a Smith Woodward durante casi dos años?
correspondencia de Essex y de Vere, para poder llegar a conocer la (49, p. 10).
identidad de «X», pero sin resultado. Vere, que sabía la identidad de
«X», tenía evidentes sospechas de Teilhard en su segundo libro (33).
31
30
La biografía de Teilhard escrita por Speaight da un relato similar, me mostró el campo donde se halló (la cantidad de fragmentos de)
como sigue: «En respuesta a una carta de Kenneth Oakley anuncian- el segundo cráneo. Pero como le escribí a Oakley, no puedo recor-
do el descubrimiento del fraude replicó ... » Speaight cita entonces un dar si estuve allí antes o después del hallazgo.»
largo extracto de la carta de Teilhard con un pie de página fechándola Si esta asunción es correcta, esta vaguedad tan evidente por par-
del 28 de noviembre de 1953. Continúa después: te de Teilhard entra en conflicto con su muy clara afirmación a
Oakley, en la carta que le había escrito hacía sólo cuatro meses,
En una carta posterior, Teilhard confirmaba que, en su segunda visita que cuando Dawson le llevó a llugar, los fósiles habían sido ya
a la segunda localidad de Piltdown a fines de julio de 1913, ya se ha- hallados.
bían hallado los fragmentos de cráneo y un diente. Recordaba a Daw-
son señalando los pequeños montones de piedras resultantes de la lim-
pieza del campo como el lugar del descubrimiento (p. 318). Los relatos de Teilhard tienen toda la apariencia de dar dos versio-
nes diferentes. Además, incluso la admisión de que «no podía recordar
Antes de que pasemos a examinar esta afirmación de Teilhard en si Dawson le mostró el lugar antes o después del hallazgo» es extraña.
detalle, tengo que remarcar que tanto si los fósiles fueron hallados en Tenía que saber que había dejado Inglaterra en 1914 y que se suponía
1913 como en 1915, nada hay que impidiera a Teilhard colocarlos en el que los hallazgos se habían efectuado en 1915, y por ello no había po-
campo que él ya sabía que estaba siendo investigado en 1913, para que sibilidad de que hubieran sido descubiertos antes de que él se fuera.
Dawson los descubriera mucho después de que Teilhard se fuera a En realidad, fue esta afirmación lo que me hizo mirar más de cerca
Francia. Este es el mismo extremo que he señalado con respecto al le evidencia. De hecho, Cuénot confirma que Teilhard vio estos fósiles
«mazo» de hueso de elefante, y no puede ser exonerado a causa de ello. después de la guerra, porque dice: «En agosto de 1920 le hallamos en
En primer lugar, consideraré los problemas que se suscitan si las Inglaterra, excitado al serie mostrado el nuevo fragmento de cráneo y
afirmaciones de Teilhard son correctas, y después consideraré la posi- el nuevo diente de fósil, «hallados» en Piltdown en 1915» (p. 31). Así,
bilidad de que inventara esta historia de la fecha de 1913 en cuanto Teilhard queda «excitado» al ver estos fósiles en 1920, aunque sabía
a los descubrimientos de Piltdown 11. · que habían sido descubiertos en 1913, por cuyas fechas bien pudo ha-
berlos visto de mano de Dawson o de Woodward. Cuando los vio en
Las cartas de Teilhard 1920, ¿no hubiera debido decirles a los expertos que habían sido ha-
Hay varios problemas con respecto a la correspondencia de Teilhard llados en 1913, o quizás esto hubiera suscitado que se hicieran dema-
cuando se descubrió el fraude. siadas preguntas?
Podría objetarse que la memoria de Teilhard pudo fallar y que
l. Speaight, habiendo citado un extracto de una carta que Teilhard simplemente se equivocó de fecha cuarenta años después de que tuvie-
escribió a Oakley, dice a continuación que: «En otra carta, Teil- ran lugar los hechos, pero se tiene que remarcar que él da una descrip-
hard confirmaba ... » que la fecha de su segunda visita a Piltdown 11 ción muy exacta de su visita, recordando específicamente cómo Daw-
fue a últimos de julio de 1913 (p. 318). La impresión inmediata es son le señaló los montones de piedras en los que había tenido lugar el
que esta segunda carta fue también escrita a Oakley, pero del ar- hallazgo. Además, su afirmación de que fue a fines de julio de 1913
tículo de este último en Antiquity esto no es así, ya que él afirma- concuerda expresamente con el relato que hace Speaight de su llegada
ba que fue en 1914. ¿A quién se dirigía esta segunda (y más infor- a Inglaterra. Aunque escribió estas cartas cuando tenía setenta y tres
mativa) carta? años de edad, y sufría del corazón, no parecía sufrir ninguna dismi-
2. La presunción de 1914 por parte de Oakley como la fecha de la nución de sus capacidades mentales.
visita de Teilhard a Piltdown 11 es corregida por la «otra carta» Afirma Weiner que en octubre de 1913 (dos. años antes de los des-
como habiendo tenido lugar a fines de julio de 1913. Esto coordina cubrimientos de Piltdown 11), Teilhard dejó Inglaterra por muchos
bien con el relato de Speaight, porque él da detalles de la visita de años (p. 62). Sólo se puede pensar que no estaba consciente de la afir-
Teilhard a Inglaterra a fines de julio, su descubrimiento del diente mación de Teilhard a Oakley de que los fósiles de Piltdown 11 habían
canino en agosto, y de su partida varias semanas más tarde. sido descubiertos antes de aquella fecha, y de que en realidad Teilhard
3. Weiner menciona (p. 111) que Teilhard fue llevado al lugar por volvió a Inglaterra en septiembre de 1914.
Dawson en 1913 (agosto en p. 142). Su nota a pie de página remite
a una «comunicación personal», posiblemente a Weiner mismo. Pue- ¿Un relato inventado?
de que se trate de la carta a la que se refiere Vere (32, p. 31) con Hasta ahora hemos asumido que la afirmación de Teilhard era cier-
fecha de 2 de marzo de 1954, en la que Teilhard decía: «Dawson ta, y hemos visto las dificultades que suscita. No obstante, es posible
32 33
que Teilhard se inventara la historia de que Dawson le mostrara el rado, ello implicaría a una o más personas aparte de las tres sobre las
campo en el que había hallado fósiles en fecha tan temprana como que recaen principalmente las sospechas.
1913. El relato que Teilhard de ver «los montones de cascotes y de Los relatos de Teilhard mostrando a Dawson en el campo en 1913
piedras dejados sobre la superficie del campo» pudiera haber sido ob- después del descubrimiento de los fósiles presentan varias contradic-
tenido sencillamente del relato de Woodward escrito en 1917, en el que ciones, y es mi postura que se tiene que considerar la posibilidad de
menciona que «las piedras habían sido quitadas del suelo con rastri- que se tratara de una invención total, en un esfuerzo de desacreditar
llos y amontonadas en varios montones». a Dawson. Si esta postura es correcta, ello daría más peso a mi postura
El profesor Oakley hizo la pertinente pregunta: «¿Por qué hubiera de que fue él el instigador del fraude.
tenido Dawson que esconder un hallazgo tan importante, no notificán- Otro extraño hecho es que Dawson no fue la única persona en des-
doselo a Smith Woodward durante casi dos años?» Sí, en realidad, cubrir fósiles en Piltdown 11. En su informe, dice Woodward:
¿por qué? Dawson escribió dos postales a Woodward, una fechada en
enero de 1915, anunciando el descubrimiento de dos fragmentos cra- Poco después, en la misma grava, un amigo encontró parte del molar
neanos, la segunda fechada el 15 de julio de 1915, y que se halla en ex- inferior de una especie indeterminada de rinoceronte, tan sumamen-
posición pública en el Museo Británico (Historia Natural), que men- te mineralizada como los especímenes previamente hallados en el
mismo Piltdown.
ciona que se había hallado el molar. Si Dawson los halló en 1913, ¿a
santo de qué hubiera tenido que esperar dos años sin razón aparente Sería de esperar que cualquier persona que hiciera un hallazgo
antes de decírselo a Woodward? Además, en el artículo de 1917 de tan importante tendría su reconocimiento en el informe, pero Wood-
Woodward dijo que había estado investigando el campo en 1914 varias ward no da el nombre de este «amigo». ¿Acaso este misterioso «ami-
veces sin éxito. ¿Tenemos que creer que Dawson estaba preparado a go» descubrió un fragmento de diente de rinoceronte, que fue plantado
malgastar su propio valioso tiempo y el de su amigo investigando este deliberadamente para establecer una correlación con Piltdown 1, don-
campo en busca de fósiles, sabiendo todo el tiempo que había hallado de Davidson Black había igualmente hallado parte de un diente de
tres fósiles el año anterior, pero que no se lo iba a revelar a Wood- rinoceronte que estaba igual de mineralizado?
ward hasta el año siguiente? Quisiera sugerir que esto es extremada- La pérdida de interés de Woodward en esta localidad después de
mente improbable. Creo que Dawson sí halló los fósiles en Piltdown 11 los descubrimientos es algo extraño. ¿Por qué nunca dio la exacta
en 1915, y que informó correspondientemente de ello a Woodward. Por situación del campo, y por qué nunca volvió a visitar el lugar des-
este entonces, no obstante, sentían enormes sospechas acerca de todo pués de su vana investigación con Dawson en 1914? Estas son pregun-
este asunto, y decidieron mantenerse callados por el momento, con lo tas que nunca han sido satisfactoriamente contestadas, pero su extra-
que Woodward solamente publicó los fósiles después de la muerte de ño manejo de la evidencia sugiere que ya sospechaba que los fósiles en
Dawson. esta localidad podían haber sido <<plantados» por parte de Dawson y
En su libro The Earliest Englishman se indica que Woodward tenía otros, para ser «descubiertos» a continuación.
sus sospechas acerca de la autenticidad de los fósiles de Piltdown 11. Sumarizando los principales argumentos expuestos anteriormente,
Este libro fue publicado en 1948, cuatro años después de su muerte. creo que se ha establecido de forma adecuada que ni la fecha de la
En él no da ningún detalle acerca del descubrimiento de los fósiles en llegada de Teilhard ni la de su partida le impiden haber plantado la
Piltdown lf. Su única referencia a ellos en todo su libro es un comen- mandíbula inferior falsa, los dientes y las herramientos de pedernal en
tario hecho de pasada, en el que dice: Piltdown 1 o los fósiles en Piltdown 11.
34 35
de junio de 1912, Teilhard desenterró de la hoya una herramienta de
a) Se sabe que era particularmente torpe con sus manos, lo que pedernal y un diente de estegodonte (Elephas planifrons), siendo los
hace improbable que poseyera la capacidad técnica precisa para dos fraudulentos. Cuando se descubrió el fraude, se descubrió que el
limar los dientes, romper la mandíbula inferior en ciertos puntos diente presentaba una radiactividad muy elevada. Esto es cosa desusada
exactos y para llenar cuidadosamente la cavidad de la pulpa del para los fósiles que se hallan en Europa Occidental, pero se halló que
diente canino con granos de arena. los fósiles de Ichkeul, cerca de Bizerta, al norte de Túnez, presentan un
b) Después de retirarse vivió en Haywards Heath e incluso hasta fe- grado similar de radiactividad, y el Elephas planifrons es abuntante
cha tan tardía como 1935 siguió efectuando excavaciones a su pro- allí. Es casi cierto que el diente fósil de Piltdown vino de este lugar.
pio cargo, con la esperanza de más hallazgos. Esta difícilmente se- Un factor importante es que este lugar no fue públicamente identifica-
ría la forma de actuar de un hombre que sabía que la mayor parte do hasta después de 1918.
de los descubrimientos en aquel lugar habían sido fabricados por La probabilidad de que Dawson obtuviera un fósil tal de un lugar
él mismo. tan remoto es extremadamente pequeña, particularmente cuando su
existencia no fue hecha pública hasta después de la Primera Guerra
No hay razones particularmente poderosas para exonerar a Wood- Mundial. No hay mención de que él hubiera viajado mucho fuera de
ward pero, por otra parte, en toda mi investigación no he hallado evi- Inglaterra.
dencia alguna que sugiriera que él fuera ni el iniciador del fraude, ni Teilhard, en cambio, había sido profesor en la Universidad de El
siquiera un cómplice voluntario. La explicación más probable de sus Cairo "entre 1906 y 1908. Estando alrededor de la élite científica y es-
acciones es que sospechaba que algunos de los fósiles habían sido plan- tando interesado en paleontología, es casi seguro que oiría de lugares
tados y se volvió evasivo en sus afirmaciones, de forma que sería más interesantes en el norte de Africa, y que hubiera tenido abundante
difícil establecer la prueba positiva de este hecho. oportunidad de visitar Ichkeul. Incluso Ronald Millar afirma (24, p. 232)
Una de las acusaciones más serias a hacer a Woodward es su mo- ¡que estuvo cerca de esta localidad! Tengo que decir que considero
nopolio casi obsesivo de los fósiles originales. Incluso científicos muy que este fósil es uno de los artículos evidenciales más importantes que
eminentes, entre ellos Sir Arthur Keith, solamente recibieron autoriza- arroja sospechas sobre Teilhard.
ción para inspeccionar los fósiles de forma muy breve y muy infrecuen- Los fósiles de planifrons son abundantes en Ichkeul, y si Teilhard
te. Al poder trabajar solamente con moldes de yeso, no había la po- recogió un diente durante su visita allí, que más tarde utilizó en Pilt-
sibilidad de poder detectar la falsedad de la mandíbula inferior. Su down, poco consciente estaría de que su radiactividad señalaría su ori-
afán de secreto se podría interpretar como una consciencia de la exis- gen y que por ello constituiría evidencia acusatoria.
tencia del fraude, aunque podría tratarse meramente de una extensión
de su anterior deseo de mantener las excavaciones en secreto, o de B. «MAZO» DE HUESO DE ELEFANTE
celos profesionales. En el artículo de Essex (ver Apéndice I), Montgomery le dijo a
En su libro, Woodward da relatos del primer encuentro de Daw- Dawson que había visto un fósil precisamente como el «mazo» de hue-
son con Teilhard en las canteras de Hastings, y el descubrimiento, por so de elefante en el área de la Dordogne (Francia). Teilhard había na-
parte de este último, del diente canino, pero no hace ninguna otra refe- cido a no más de 150 kilómetros de esta área, e incluso de niño era un
rencia a la- parte de Teilhard en las excavaciones. Speaight menciona ávido coleccionista de piedras y de artefactos similares.
que, solamente unas pocas semanas después de las excavaciones de ju- En el Informe de la Sociedad Geológica de 1915 (42), una descrip-
nio, Woodward visitó a Teilhard en su Colegio en Hastings para lle- ción del hueso menciona específicamente que «la desintegración ha
varse su colección de fósiles al Museo Británico, pero no puedo trazar ampliado las grietas en pequeños surcos superficiales que se parecen
aquí ninguna sugerencia de acuerdo entre ellos. a los de un fémur subfosilizado de Elephas de un depósito lacustre de
Egipto, y que se halla ahora en el Museo Británico».
Es posible (pero improbable) que Dawson hubiera poseído un fósil
2. Evidencia así, y por ello no puede ser exonerado solamente por esta evidencia,
puesto que hubiera podido obtener este hueso en el curso de sus in-
Examinaré ahora ciertos artículos de evidencia y veremos cómo afec- tereses paleontológicos.
tan a Dawson y a Teilhard. No obstante, Teilhard tuvo amplia oportunidad de conseguir este
artículo, porque, tanto si venía de la Dordogne como de Egipto, su es-
trecha asociación con ambos lugares es de interés cuando se considera
A. FóSIL DE le H KEUL la evidencia que le señala.
Cuando Dawson, Woodward y Teilhard empezaron a excavar el 2
..:.·:
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más eslabones entre el hombre y los animales, a fin de confirmar la teo-
C. PERICIA ANTROPOLóGICA ría de la evolución y de la descendencia del hombre procedente de los
El autor del fraude tiene que haber sido un antropólogo experto simios.
para haber engañado a los científicos profesionales, que se suponía que
investigarían muy de cerca los fósiles. La rotura del cóndilo superior D. TINCIÓN DE HUESOS 1
de la mandíbula les impidió descubrir cómo la mandíbula se articula- Cuando Dawson halló los primeros (¿cinco?) fragmentos de cráneó,
ba en el cráneo, y por ello la magnitud en que la mandíbula había avan- antes de llamar a Smith Woodward, los sumergió en dicromato potá-
zado hacia el tipo humano. Si la mandíbula no hubiera estado rota en sico, creyendo equivocadamente que esto los endurecería. Este produc-
este punto, la forma del cóndilo superior hubiera evidenciado que se to químico no endurece huesos, y es una señal de la ignorancia que Daw-
trataba solamente de una mandíbula de simio. son tenía de la química el haber pensado que lograría endurecerlos con
De forma similar, la omisión del diente canino impedía que los ex- esto.
pertos determinaran si la mandíbula era humana o simiesca. Dawson envió estas piezas al analista público local para que emitiera
El limado y la tinción del diente canino, cuyo descubrimiento ha un informe. Si las hubiera teñido deliberadamente con el intento de
sido ya descubierto, fue también un trabajo de experto. El diente había engañar, difícilmente hubiera deseado que fueran analizados. Además,
sido cuidadosamente limado, rellenado con granos de arena y se le ha- la tinción se había hecho con ayuda de un amigo, y eran muchos los
bía dado una apariencia de fosilización. que lo sabían, incluyendo los expertos. Se considera invariablemente
Se podría catalogar una considerable lista de artículos para indicar que ei hecho que Dawson «tiñera» los primeros hallazgos del cráneo
el nivel sumamente elevado de habilidad y de pericia que poseía el autor le implica en la tinción de la mandíbula inferior con compuestos de
del fraude. Es suficiente decir que cuando se descubrió el fraude, Wei- hierro, pero éste es un procedimiento mucho más complejo y un asun-
ner, Oakley y Le Gros Clark reconocieron su habilidad en la presen- to totalmente inconexo.
tación de sus hallazgos en 1953, diciendo: Los (¿cuatro?) restantes fragmentos de cráneo hallados después que
Smith Woodward hubiera sido llamado no estaban teñidos con diera-
De la evidencia que hemos obtenido, queda ahora evidente que los mato potásico. Vemos de nuevo que si la intención de Dawson hubiera
distinguidos paleontólogos y arqueólogos que tomaron parte en la sido la de engañar a los expertos con un cráneo plantado, ciertamente
excavación de Piltdown fueron las víctimas de un fraude muy bien que hubiera teñido todos los fragmentos antes de colocarlos en la hoya
preparado y elaborado ... La falsificación de la mandíbula y del diente para que los hallaran los excavadores.
canino es tan extraordinariamente habilidosa y la ejecución del frau-
de ha sido hecha de una manera tan carente de escrúpulos y es tan
inexplicable como para no hallar ningún paralelo en la historia de la La tinción de Dawson
investigacióq paleontológica (45). La afirmación de que Dawson estaba experimentando con la tinción
de huesos fue hecha por el capitán St. Barbe. En 1913 entró, sin ser
anunciado, en el estudio trasero de Dawson, y le halló «rodeado de po-
Dawson era un aficionado total en estos asuntos. Incluso le tuvo tes de porcelana que contenían líquidos parduzcos, en los que estaba
que pedir a su propio dentista que le enseñara cómo colocar un diente impregnando huesos». Dawson dijo que estaba experimentando con tin-
en una mandíbula inferior. Sus intereses originales residían en la his- ción de huesos para descubrir cómo tenía lugar en la naturaleza. Unas
toria local y en herramientas y artefactos antiguos. No poseía la habi- pocas semanas después se volvió a repetir la tinción, diciendo que
lidad técnica ni la pericia exhibida por el autor del fraude. estaba experimentando con pedernales además de huesos. Vemos, ade-
Por otra parte, Teilhard era un agudo estudioso de la paleontolo- más, que esto acusaría seriamente a Dawson como pudiendo ser é]
gía, incluso antes de llegar a Inglaterra, y progresó hasta llegar a ob- quien había teñido fraudulentamente la mandíbula inferior, pero:
tener reconocimiento internacional como experto, escribiendo nume-
rosos artículos, y ayudando en la excavación del hombre de Pekín, a) Este incidente tuvo lugar durante el año 1913, mucho después que
como relataremos más adelante. Hubiera tenido más conocimiento del se hubiera descubierto la mandíbula inferior. Es evidente que hu-
necesario para saber qué fósiles de animales se tenían que implantar en biera finalizado sus experimentos antes de las excavaciones de
la grava, para darle correctamente la edad deseada para datar los ha- 1912, si hubiera sido él el autor del fraude.
llazgos. b) Si hubiera intentado engañar a los expertos, es evidente que difí-
Además, estaría consciente de que la atmósfera en los círculos cien- cilmente su estudio sería el lugar más secreto en el que llevar a
tíficos estaba madura para el hallazgo del hombre-simio. Los hallazgos cabo sus experimentos de tinción.
del hombre de Java se habían publicado en 1895 con considerable dis- e) Es improbable que hubiera expresado voluntariamente el hecho de
cusión con respecto a su interpretación, y se esperaba que se hallasen
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que estaba llevando a cabo también experimentos con pedernales, compuestos de cromo tienen sobre el sulfato ferroso-amónico. Cosa cu-
pocas semanas después de que St. Barbe entrara en su oficina. riosa, también él mostraba interés por la tinción de huesos. Cuando el
fraude quedó al descubierto, escribió una carta al profesor Oakley, con
De hecho, incluso durante el tiempo en que estaban teniendo lugar fecha de 28 de noviembre de 1953 (que hemos mencionado antes, p. 32),
las excavaciones en 1912 y 1913, algunos de los conocidos locales de y que Speaight cita. Dice en ella:
Dawson sospechaban que los hallazgos eran fraudulentos. Incluso su
reacción a la palabra «Dordogne» durante la discusión registrada por ... el agua en la arcilla (wealden) puede teñir a una velocidad notable.
Essex indica que estaba consciente de que había sido la inocente vícti- En 1912, en un riachuelo de aguas dulces cerca de Hastings, me vi
ma de un fraude y de que tenía sospechas acerca de quién era el cul- desagradablemente sorprendido al ver que un hueso acabado de ase-
rrar (procedente de la carnicería) se quedó teñido de pardo casi tan
pable. Es probable que sus experimentos con tinción de huesos fueran profundamente como los restos humanos en Piltdown (29, p. 318).
para ver si se había utilizado la tinción como base para el fraude. Ade-
más, Vere sugiere que pudiera haber sido inducido a «endurecer» sus ha- Ahora bien, por lo general, los carniceros no arrojan sus huesos en
llazgos en dicromato por el autor del fraude, para tapar la utilización los riachuelos cercanos, y esta afirmación da todas las evidencias de
de este último de un compuesto de cromo para la tinción, y para incri- que fue él quien deliberadamente puso en el riachuelo un hueso aca-
minar aún más a Dawson. Como alternativa, sabiendo que Dawson había bado de aserrar, y que lo observó por un período de tiempo, durante
<<endurecido» los fragmentos de cráneo en dicromato de potasa, ¿no el cual notó que se quedaba rápidamente teñido tan profundamente
hubiera podido el autor del fraude haber utilizado un compuesto de como los fósiles de Piltdown. Si esto es así, ¿no hubiera podido estar
cromo de forma deliberada para echar las sospechas sobre los frag- efectuando un sencillo ensayo para comprobar la velocidad de tinción
mentos de cráneo que sabía eran genuinos? y el color que adquirían los huesos frescos (¿la mandíbula de simio?)
El señor H. Morris, uno de los rivales de Dawson, provee eviden- en las aguas del weald, como parte de su cuidadosa preparación del
cia adicional de que la naturaleza fraudulenta de los hallazgos era de
conocimiento común. Cuando el doctor Weiner estaba investigando el fraude?
fraude, halló un armario lleno de eolitos, o piedras de pedernal, que
Morris había coleccionado. En uno de los cajones se hallaron varias
notas, en las que Morris acusa a Dawson de teñir pedernales, t(tc. Pare- 3. Evidencia adicional
ce haber tenido celos de la fama de Dawson, pero algo excéntrico al Creo que la evidencia anteriormente bosquejada indica poderosa-
haber escrito estas notas acusatorias y encerrarlas después en su ca- mente que Teilhard de Chardin hubiera podido ser el perpetrador del
jón. No obstante, una de las notas interesantes que escribió será men- fraude de Piltdown. Si esto se considera como una posibilidad, daría
cionada más adelante.
explicación a otros incidentes.
Pericia química A. HALLAZGOS ANTERIORES
Todos los fragmentos hallados del cráneo estaban teñidos con sales Teilhard fue precisamente el descubridor de varios de los artículos
de hierro en todo su grosor. El suelo de Piltdown es particularmente manipulados.
rico en compuestos de hierro. Cuando el autor del fraude manipuló la
mandíbula del orangután, tuvo que teñirla con hierro para que se ase- l.Precisamente en el primer día de excavaciones de junio de 1913,
mejara a los fragmentos craneanos. Hacer tal cosa demandaba un co- puso las manos encima del fragmento de diente de <<Estegodonte»
nocimiento de química de orden superior. Es probable que se utilizara que provenía de Ichkeul.
sulfato ferroso-amónico, juntamente con compuestos crómicos, que son 2. Más tarde, halló la falsa herramienta de pedernal precisamente en
agentes oxidantes, presumiblemente para obtener óxido de hierro. El la hoya, en tanto que todas las demás habían sido halladas en los
sulfato ferroso-amónico reacciona de una forma peculiar con el calcio montones de escombros.
de los huesos. Se puede ver la pericia química que se precisa para un 3. Más tarde. y cerca del mismo lugar, la mandíbula inferior teñida
proceso así, mientras que se consideró que la presencia de cromo en <<salió volando» del lugar de la excavación al ser golpeada por el
muchos de los fósiles era evidencia de fraude. pico de Dawson.
El conocimiento de química por parte de Teilhard era considera-
ble, porque había sido profesor de esta misma asignatura mientras es- B. DESCUBRIMIENTO DEL CANINO
taba en la universidad de El Cairo. Conocería el efecto oxidante que los En el relato de Woodward del hallazgo del canino por parte de Teil-
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hard (ver p. 17), ciertas frases se vuelven particularmente llenas de sig- era un fraude se presenta como un descubrimiento nuevo en el mundo
nificado. Cuando Teilhard halló el diente, «no se lo creyeron», puesto científico, y, a pesar de ello, en el capítulo 12, que tituló «La vista gor-
que ya habían visto varios trozos de piedra de hierro ... en el sitio en da», queda bastante claro que entre muchos de los asociados locales
el que estaba. «Insistió él, no obstante, en que no se engañaba, por lo de Dawson era ya de común conocimiento la naturaleza fraudulenta
que dejamos de cavar para ir a verificar su descubrimiento ... » Así, que- de los hallazgos, incluso en la época en que se hicieron los hallazgos.
da evidente que Teilhard «halló» el diente en un sitio que Dawson y Ya hemos mencionado a Morris y al capitán St. Barbe; otros eran
Woodward habían ya rebuscado con suficiente cuidado, de manera que el mayor Marriot, el señor Pollard y A. S. Kennard, que tenían trato
al principio no se creyeron que hubiera encontrado nada, y él tuvo que social mutuo.
insistir que sí lo había hallado, antes de que ellos fueran a investigar su Weiner da una interesante información acerca de las opiniones de
descubrimiento. · Kennard. Era él un experimentado paleontólogo aficionado, cuya capa-
Además, en su carta a Oakley del 28 de noviembre de 1953 (29, cidad fue lo suficientemente reconocida como para serie ofrecido un
p. 318) reminisce acerca de su descubrimiento del canino, y dice: puesto como ayudante con capacidad profesional en el Geological Sur-
« ... cuando hallé el tanino, se hallaba tan escondido entre la grava ... vey en South Kensington, cuando se retiró de sus negocios. Kennard
que me pareció improbable que hubiera sido plantado. Incluso puedo parece haber tenido sus reservas en cuanto al «mazo» de hueso de ele-
recordar a Sir Arthur felicitándome por mi aguda vista». Habiendo li- fante, según se implica en su comentario, registrado en las considera-
mado cuidadosamente el diente, y habiéndolo pintado y llenado de grá- ciones acerca del artículo (42) de diciembre de 1914, cuando Woodward
nulos de arena, el autor del fraude hubiera sido verdaderamente necio y Dawson presentaron el hallazgo. Decía él:
si lo hubiera dejado en un sitio donde hubiera podido escapar fácil-
mente a la atención de los buscadores. Pero todo queda explicado si fue ... deseaba felicitar a los autores por el hallazgo de un nuevo proble-
Teilhard quien lo llevó al lugar. ma procedente de Piltdown. De las diferencias entre la parte cortada
del hueso y la superficie natural, él consideraba la posibilidad de que
el hueso no estuviera en estado fresco al ser cortado ...
C. NOTA DE MORRIS
Una de las notas escrita por Morris y hallada en el armario, como ¿Acaso implicaba que había sido cortado en su estado fosilizado,
ya se ha mencionado en la página 40, decía lo siguiente: «A juzgar por esto es, en tiempos modernos?
una conversación oída accidentalmente, hay todo tipo de razones para Aún más notable es el comentario hecho por R. Smith, del Depart-
suponer que el "diente canino" hallado en Piltdown había sido impor- ment of Antiquities del Museo Británico durante la misma discusión
tado de Francia», a lo que sigue esto: «Vigilad C. Dawson. Saludos del artículo. Dijo: «Se tiene que considerar la posibilidad de que se
atentos.» .Si Morris hubiera oído que había sido Dawson (contra quien haya hallado el hueso y que se haya tallado en tiempos recientes.» Este
sentía una profunda enemistad) quien había importado el diente de comentario es ciertamente más que la descripción que Weiner hace de
Francia, es seguro que lo hubiera dicho. Se debería notar cuidadosa- él, «irónico», constituyendo una acusación débilmente recubierta de que
mente la relación de otro fósil con Francia y, ciertamente, si el canino posiblemente el fósil hubiera sido labrado deliberadamente para que
provenía de Francia, es posible que la mandíbula inferior proviniera pareciera una herramienta antigua. Uno esperaría que una onda de
también de allí. choque sacudiera la reunión, pero los relatos oficiales difícilmente son
No se sugiere que el relato de una conversación oída accidentalmen- adecuados para registrar el ambiente de una reunión así. Suficiente
te, escrito por un coleccionista excéntrico, se tenga que considerar como será decir que en la contestación, Woodward consideraba que el hueso
evidencia satisfactoria. No obstante, si para nada más, sí que sirve para había sido fresco al cortarlo, pero no había hecho ningún experimento
mostrar que muchos coleccionistas aficionados locales estaban cons- de corte de huesos con pedernal.
cientes de la naturaleza fraudulenta de Piltdown, incluso en la época en Weiner registra que Kennard «hizo saber en varias ocasiones (en
que se estaban llevando a cabo las excavaciones. Esto es lo que ahora la década de los cuarenta) que creía que el Hombre de Piltdown era
vamos a considerar. un fraude» e « ... intimó al señor Hinton (del Museo de Historia Natu-
ral) que no consideraba que el señor Dawson fuera el autor del frau-
D. CONOCIMIENTO DEL FRAUDE de. Murió en 1948 y su conoCimiento de la identidad del autor del frau-
Weiner relata cómo se le ocurrió la posibilidad de que los especí- de se fue consigo».
menes de Piltdown hubieran sido fabricados deliberadamente, cuando Aquí tenemos a un respetable paleontólogo, que era un miembro de
consideró que los muchos aspectos conflictivos de la naturaleza de los un cuerpo científico estrechamente asociado, haciendo serias acusa-
mismos podían ser explicados por una tal «hipótesis». Que Piltdown ciones con respecto a la autenticidad de los fósiles de Piltdown. Los fó-
42 43
siles, que las autoridades del Museo de Historia Natural guardaron tan (b) Teilhard como testigo
cuidadosamente bajo llave, y que numerosos científicos muy calificados Finalmente, me refiero otra vez a la carta citada por Speaight, que
habían estado analizando y considerando muchas horas, no eran con- Teilhard escribió al doctor Oakley el 28 de noviembre de 1953, ya ha-
siderados por él más que como fraudes. Es evidente que tan sólo una biendo citado antes otro extracto. En esta misma carta dice Teilhard:
indicación de que cualquiera de los numerosos artículos exhibidos en
el Museo pudiera ser un fraude hubiera tenido que resultar en una in- Nadie pensaría en sospechar de Smith-Woodward. Conocí bastante
vestigación inmediata. No obstante, no parece que se hubiera tomado bien a Dawson: un carácter metódico y entusiasta. Cuando estábamos
en el campo nunca noté nada sospechoso en su comportamiento. La
tal acción. Se dice que Kennard nunca intimó la identidad de quién única cosa que me sorprendió, un día, fue verle recoger dos grandes
sospechaba que fuera el autor del fraude. fragmentos de cráneo de un montón de cascotes en un rincón de la
La repentina consciencia de que Piltdown pudiera ser un fraude no hoya (es probable que estos fragmentos fueran arrojados allí por los
era, evidentemente, tan original como los expertos del Museo Britá- trabajadores el año anterior) (29, p. 317).
nico parecieron creer. No obstante, uno de ellos tenía sospechas ya en
1949. Cuando, durante la primera serie de ensayos con fluorina (44), Si nos imaginamos este incidente como si estuviéramos allí, se nos
Oakley vio el bajo contenido en F de los fósiles del hombre de Pitldown está pidiendo que creamos que Dawson, que era siempre un entusias-
comparado con el de otros animales, su «reacción instintiva fue la de ta acerca de sus hallazgos, encontró dos fragmentos grandes de crá-
considerar que el Eoanthropus era un engaño» (49). Además, las mues- neo, y que se los metió calladamente en el bolsillo y que no les dijo
tras blancas de los dientes tomadas durante los ensayos eran notable- nada 'de esto a los otros, y que todo esto lo hizo mientras Teilhard,
mente similares a las obtenidas de dientes modernos, lo que en todo que estaba lo suficientemente cerca como para ver que eran fragmen-
caso hubiera debido suscitar sospechas. tos de cráneo, estaba mirando. Además, si Teilhard verdaderamente
Lo que es también sorprendente es que Essex dijera que fue a las vio que esto estaba teniendo lugar, entonces lo cierto es que como sa-
autoridades del Museo Británico y puso ante todos ellos esta informa- cerdote ordenado y como científico preocupado por la integridad de su
ción, pero que, aparte de la inclusión de su nombre entre otros que profesión, tenía el deber de informar inmediatamente de ello a Wood-
«dieron información y dieron respuesta a preguntas específicas», no se ward, que habría preguntado acerca de ello a Dawson. En mi opinión,
hace ninguna otra mención de su importante evidencia por parte de su relato de este suceso no suena a verdadero y pongo en tela de juicio
ningún miembro de aquel organismo. que jamás haya tenido lugar.
Ya he examinado el relato de Teilhard acerca de que Dawson le
mostrara el lugar de Piltdown 11 en 1913 después del descubrimiento
4. Dos relatos extraños de los fósiles allí, y sugerido que esto es meramente una invención
para implicar a Dawson en el fraude. ¿Esperaba Teilhard que se infe-
(a) La palabra de Teilhard riría que Dawson se escondió dos fragmentos de cráneo en Piltdown 1
Al tratar de desentrañar un misterio como el que afrontamos en Pilt- que «hallaría» después en Piltdown 11?
down, es natural que se considere el significado de todas las pistas, no Si Teilhard se inventó estos dos relatos, y la evidencia tiende a apo-
importa cuán pequeñas puedan ser. No obstante, sería un error deposi- yar esta postura, ello suministraría prueba adicional de que ciertamen-
tar demasiado peso sobre una palabra en ningún relato de los sucesos. te él fue el autor del fraude.
Con esta advertencia ante nosotros, mencionaré un comentario de
Teilhard.
Cuando empezaron las excavaciones de jun_io, las únicas personas S. Comentarios
que conocían la existencia de los fragmentos de cráneo eran Woodward,
Teilhard y algunos de los amigos locales de Dawson. Aunque el crá- Que Teilhard pueda haber sido el instigador del fraude de Piltdown
neo iba posteriormente a ser conocido mundialmente, difícilmente me- es considerado como impensable por parte de la mayoría de la gente,
recería la descripción que le dio, siendo que era conocido solamente debido a su reputación internacional e integridad como sacerdote je-
por un puñado de personas: « ... el famoso cráneo humano ... » (29, suita católico romano. No obstante, los hay que han sugerido que a
p. 44), en su carta del 3 de junio de 1912. Esta fue escrita solamente pesar de todo pueda ser cierto, y doy aquí los comentarios de algunos
un día después de haber empezado las excavaciones, y todavía no se que han sospechado de Teilhard.
había hallado la mandíbula. ¿Sabía él que llegaría a ser famoso?
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La opinión de Leakey nos y algo irresponsables». Este era también el punto de vista de Es-
Dice el doctor L. S. B. Leakey en su libro Unveiling Man's Origin sex (que consideraba que iba dirigida contra Dawson), y es la postura
(p. 90) que Teilhard había estado en Egipto, en tanto que dice en la de Vere en su primer libro. Sería muy difícil darle un motivo preciso
página 144: a esta distancias del tiempo, pero si tue realmente la obra de un bro-
mista de mal gusto, ¿quién puede decir que fuera con la intención de
«La historia del descubrimiento de este fraude ha sido el tema de engañar a un hombre, a un grupo de locales, o a un organismo de
varios libros, pero me parece que todavía no se ha escrito la última
palabra sobre ello. Es indudable que por lo menos una de las perso- expertos? Es digno de notarse que Vere, en su segundo libro, es mucho
nas involucradas en la ejecución de las piezas falsas tienen que haber más crítico, porque no menciona nada acerca de bromas pesadas, y
tenido un considerable conocimiento de química además de una cierta considera brevemente el papel de Teilhard en los descubrimientos del
instrucción en geología y anatomía humana. Los perpretadores tienen hombre de Pekín.
también que haber tenido acceso a huesos fósiles de fuera de Gran Millar, que considera que Sir Grafton Elliot Smith pueda haber
Bretaña, ya que algunos de los fósiles animales que se "plantaron" sido el culpable, pero que tiene pocas evidencias positivas para justifi-
con el cráneo y la mandíbula, en aquel lugar, provenían de lugares car su postura, admite que el caso contra Teilhard es muy negro, es-
como Malta y el norte de Africa.» pecialmente en vista del diente de Ichkeul. Dice que sería «justo posi-
ble que hubiera añadido el molar de Elephas planifrons para ganar al-
Es evidente que esta descripción cuadra muy bien con Teilhard. Su gunos puntos». Si así fuera, ¿tendremos que asumir que hubieron dos
insinuación provocó una llamada telefónica desde el Sunday Times a defraudadores en Piltdown, ya trabajando independientemente o en
su hogar en Nairobi, que él evadió diciendo: «No lo digo de una fonna causa común? El primer caso sería demasiada coincidencia, y, en el se-
tan clara, ¿verdad?»
gundo caso, Teilhard seguiría estando implicado.
En su autobiografía, By the Evidence, recuerda una visita que hizo Millar menciona (p. 232) que Sir Wilfred LeGros Clark y el profesor
al Museo Británico (Historia Natural) en 1933 para inspeccionar los Oakley sospechaban de Teilhard debido al fósil de Ichkeul, pero que
fósiles originales. Dice ~sí:
creyeron que su falta de conocimiento anatómico y la naturaleza toda
No se me permitió en absoluto tocar los originales, sino solamente del hombre le exoneraban. Clark consideraba también que Dawson
mirarlos y satisfacerme de que los moldes eran réplicas realmente debió tener algún cómplice profesional.
buenas. Después, repentinamente, me quitaron los originales y los Un artículo en New Scientist (47) cita a Sir Solly Zuckermann di-
volvieron a cerrar bajo llave, y me dejaron el resto de la mañana ciendo que el autor del fraude sabía más acerca de anatomía de pri-
solamente con los moldes para estudiarlos. mates que los expertos a los que engañó en múltiples formas. El autor
de estas líneas considera que el conocimiento de Teilhard de paleonto-
En su biografía de Leakey, Cole dice que estaba acabando un libro logía, geología, anatomía y bioquímica sugiere que no se le puede exo-
entero acerca de la relación de Teilhard con el fraude. Después de su nerar a pesar del horror expresado por algunas distinguidas personas.
muerte, su esposa impidió su publicación, ya que Leakey no tenía nue-
vas evidencias, y ella temió que pudiera causar más daño a la reputa- La filosofía de T eilhard
ción de su esposo que a la de Teilhard (p. 399). Coley relata que Teil- Es con considerable vacilación que presento el alegato en contra de
hard le dijo realmente a Leakey que Dawson no era responsable, pero un hombre que ha conseguido una fama mundial de tal calibre y que es
declinó dar más explicaciones. Leakey señaló que Teilhard nunca men- venerado por muchos. Es cierto que cuando muchas personas han con-
cionaba Piltdown, y consideraba que no había estado presente en la siderado el caso en contra de Teilhard, a menudo lo han dejado a un
reunión de la Sociedad Geológica cuando se anunciaron los descubri- lado «en vista de la personalidad y naturaleza enteras del hombre».
mientos, pues le hubieran podido hacer preguntas. Leakey consideraba Teilhard ha escrito varios libros filosóficos, en los que intenta ar-
que, como sacerdote ordenado, Teilhard hubiera debido considerarse monizar el evolucionismo y el cristianismo, y la respuesta que provo-
obligado a confesar la condición fraudulenta de los fósiles. Leakey pa- can está agudamente dividida. Para sus admiradores, es un filósofo
rece mantener que Dawson se hallaba involucrado en el complot, aun- místico en el límite del pensamiento humano, que tuvo que crear nue-
que Teilhard había dicho que no era responsable. vas palabras para expresar sus conceptos, y que pudo visualizar un fu-
Otras opiniones turo maravilloso, que culminaría en el desarrollo total del potencial del
hombre. Una de sus muchas admiradoras, Madame Barthélemy- Ma-
Leakey consideraba que el fraude de Piltdown puede haber sido daule, es citada por Speaight (p. 119). Dice ella que la filosofía de Teil-
obra de Teilhard como una broma de mal gusto «en sus días tempra- hard estaba
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... preparando su emersión mediante la reflexión fenomenológica, jus-
to como podremos ser capaces de leer en el desarrollo total de los LA ACUSACION DEL PROFESOR DOUGLAS
fenómenos al fin del tiempo su significado ontológico. Y es solamente
en el grado en que la fenomenología está incompleta y la filosofía es
provisional que están justificados ambos enfoques . . . La fenome- Se generó un interés renovado en el fraude de Piltdown a continua-
nología es la imagen de la creación en el tiempo . . . Había llegado el ción de las acusaciones grabadas magnetofónicamente del profesor J.
tiempo de conseguir esta ciencia transfigurada de la que Bergson M. Douglas, que hizo unos pocos meses antes de su muerte en febrero
tuvo un presentimiento ocasional. Para Teilhard la fenomenología es del año 1978. En la época de los descubrimientos de Piltdown, Douglas
el espíritu vivo de la ciencia en marcha, y constituye el prólogo de
una filosofía. era un ayudante del profesor Sollas en el Departamento de Geología
de Oxford, posición que ocupó en el período 1937-1950. Douglas acusó
Es indudable que la naturaleza filosófica de Teilhard es heredada, a Sollas de proveer a Dawson de la pericia técnica necesaria para lle-
porque Voltaire había sido tío-abuelo de la madre de Teilhard. var a cabo el fraude. Sugirió que el motivo que llevó a Sollas a eso era
Teilhard es muy reverenciado por sus admiradores, pero tiene mu- su «amarga enemistad» contra Smith Woodward, y se refiere a unos
chos críticos. Uno de ellos es C. S. Lewis, que escribió a un amigo pocos incidentes que ilustran esto. Uno de ellos fue el incidente del
diciendo: «hueso de Sherborne», en el que dos muchachos de la escuela de Sher-
borne había hallado un hueso parcialmente fosilizado con la cabeza de
¿Has leído este libro del jesuita de Chardin (El fenómeno humano), un caballo grabado en él. Fue enviado a Woodward en 1912, que lo
que está siendo alabado hasta las nubes? Es evolucionismo alocado. consideró genuino. En 1924, Sollas afirmó que había sido un fraude de
Salva la «Continuidad» diciendo que antes de que hubiera vida había los muchachos, tratando así de desacreditar a Woodward.
en la materia lo que él llama «pre-vida». ¿Puedes ver alguna posible Douglas consideró que cuado Sollas vio cuántos expertos acepta-
utilidad en este tipo de lenguaje? Antes de que encendieras la luz en el ban los fósiles de Piltdown como genuinos, se decidió a no denunciar
sótano había (si quieres llamarlo así) «pre-luz»; pero a esto, en in- el fraude. La situación quedó así hasta que fue descubierto en 1953.
glés, se le llama «oscuridad». Entonces pasa al futuro, y me parece
oír a Bergson (sin su elocuencia) y a Shaw (sin el ingenio). ¡Natural- He examinado el informe del doctor Halstead sobre la cinta graba-
mente, termina en algo incómodamente parecido al panteísmo! Sus da de Douglas, aparecido en Nature (2 de noviembre de 1978, vol. 276,
propios superiores jesuitas estaban en lo cierto al prohibirle publicar p. 11 ), varios reportajes en diarios y sus columnas de «Cartas al direc-
ningún otro libro sobre este tema. Es probable que sea esta prohibi- tor>>. Estoy convencido de que la afirmación de que el fraude fuera lle-
ción la causa del succes fou que está teniendo entre los científicos ... vado a cabo por parte de Sollas debido simplemente a su «amarga
enemistad» contra Woodward es totalmente inaceptable.
CONCLUSION La objeción más evidente es que Sollas hubiera sido verdaderamen-
te muy necio si hubiera cometido la falsificación con la intención de
denunciarlo después, porque hubiera dado origen a la búsqueda para
Mantengo que, en base de las evidencias dadas más arriba, se ha hallar al culpable. La búsqueda hubiera señalado inevitablemente a
establecido de una forma adecuada que Dawson fue inocente de com- Sollas y habría resultado en su desgracia. Además, cuando se hallaron
plicidad algu)la en el fraude, y que la persona responsable de plantar los fósiles de Piltdown parece haberlos aceptado tan poco críticamente
los fósiles falsificados en el foso en Piltdown fue Teilhard de Char- como la mayor parte de los otros «expertos». Difícilmente hubiera ac-
din S. J.
tuado así si hubiera sido su intención la de denunciarlos más tarde
como fraudulentos.
Hay muchas otras objeciones a las afirmaciones del profesor Dou-
Más evidencias glas. El complot se extendió a lo largo de varios años, e involucró la
utilización de técnicas de un grado muy refinado, como se reconoció
Al escribir la primera edición de este libro, tenía la certeza de que en el informe del Museo Británico de 1953. Además, como veremos, es-
Teilhard no era la única persona involucrada, pero tenía muy pocas taban implicados varios expertos. Cuando Woodward dio su primer
evidencias para confirmar mis sospechas. No obstante, unas informa- artículo en diciembre de 1912, había recogido ya suficientes artículos
ciones adicionales salieron posteriormente a la luz debido a un inciden- falsos para poder haber sido ridiculizado. Pero se siguieron hallando
te que consideraremos ahora.
muchos más artículos hasta una fecha tan tardía como 1915. La afir-
mación de que Sollas no denunció el fraude debido a su recepción an-
tusiasta por parte de muchos expertos no está apoyada por los hechos,
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ya que es evidente que hubiera cesado la plantación de artículos trau- Con respecto al fósil de Sherborne, se dice que Sollas sabía que se
dulentos.
trataba de un fraude en 1912, pero que no lo denunció hasta 1924.
Tan pronto corno queda negada la opinión del profesor Douglas acer- R. A. H. Farrar, en una carta en el Daily Telegraph el 7 de noviembre
ca de los motivos de Sollas, se hacen evidentes otras clarísimas inexac- de 1978, sin embargo, da evidencia que indica la genuinidad del fósil.
titudes.
Habiendo leído la correspondencia, me inclino a considerar que el fó-
(a) La amistad de Dawson sil es genuino. Un aspecto extraño es que Bayzand, el ayudante de
Sollas, afirmó que muchos de los muchachos de la escuela sabían que
Douglas tiene que haber sabido que Woodward había sido un amigo se trataba de un fraude. Pero varios años más tarde, uno de sus dos
personal de Dawson por treinta años, y que le ayudó a llegar a una descubridores seguía manteniendo que había hecho un descubrimien-
posición honrosa. La afirmación de que Dawson hubiera podido ser in- to genuino. Esto no sólo arroja dudas sobre la confiabilidad de
ducido a ayudar en la ridiculización de su amigo no es solamente ina- Bayzand, sino sobre su integridad. Hay un misterio incluso en este pe-
ceptable sino también positivamente engañosa. queño extraño incidente. Creo que es posible que Sollas, que fue pro-
(b) Dawson exculpado bablemente uno de los autores del fraude, afirmaba que el fósil de
Sherborne era un fraude con un propósito doble. En primer lugar, se
Después de los descubrimientos de Dawson en junio de 1912, unas libró de este «extraño» fósil, porque un hueso semi-fosilizado con un
pocas personalidades locales creyeron que Dawson pudiera haber aña- grabado de una cabeza de caballo parece evidenciar que el hombre
dido unos cuantos fósiles al cráneo (genuino) que había descubierto. poseía cultura en una época mucho más anterior a la que la mayor
No fue sino hasta 1955 que el doctor Weiner -en su libro The Pilt- parte de los expertos están dispuestos a aceptar. En segundo lugar,
down Forgery- hizo la primera afirmación de que Dawson había falsi- desacreditaba a Woodward, de manera que si incluso se llegaba a des-
ficado algunos de sus descubrimientos arqueológicos. Así, no había ni cubrir el fraude de Piltdown, se podría hacer referencia a esto, a fin
la más mínima indicación de que Dawson fuera un falsificador antes de desviar la atención, alejándola de los verdaderos culpables.
de 1912. Pero a pesar de todo esto, Douglas sugiere blandamente: En base de todo esto, mantengo que el relato del profesor Douglas
El (Dawson) era, naturalmente, una persona de la que se sabía que es muy impreciso y sumamente engañoso. Esto puede deberse a la
había cometido muchos fraudes ... mala memoria de la ancianidad. Pero es posible que hayan otras razo-
nes, porque él:
e incluso que:
... puede habérsele ocurrido a Dawson que hacer caer en el ridículo a) acusa a Dawson sin justificación alguna,
b) afirma que Sollas era el único experto en el fraude, y
a una persona de la posición de Sir Arthur Smith Woodward sería e) provee un motivo para el fraude que tiene todas las señales de
muy difícil y que si le salía bien la cosa sería, por así decirlo, la haber sido inventado en base de incidentes muy poco importantes.
coronación de sus muchos fraudes.
Es evidente que Douglas trataba de acusar a Dawson sobre unas Sugeriría yo que las explicaciones del profesor Douglas solamente
bases que quedan claramente refutadas por la evidencia. oscurecen el asunto y que desvían la atención de las cuestiones vitales
en cuanto a la identidad y los motivos de los que perpretaran el fraude.
(e) La enemistad de Sollas
Se afirma que Sollas tenía una «amarga enemistad» contra Wood-
ward y se afirma que eran «enemigos enconados». ¡Pero Douglas afir- CONSIDERACIONES ADICIONALES
ma que no está seguro de si Woodward sentía también animosidad ha-
cia Sollas, o de si Dawson estaba consciente de la enemistad entre Los ladrillos romanos «falsificados» por Dawson
ambos! En realidad, Woodward acudió a Sollas para que le facilitara
un asistente, y escribió un obituario de Sollas para la Royal Society. Se me hizo evidente durante la investigación para este libro que
Además, algunos años después de los descubrimientos, Sollas felicitó se han efectuado varios esfuerzos para arrojar fango sobre la integri-
a Woodward por su reconstrucción del cráneo «que había conseguido dad de Dawson y para liberar a Teilhard de toda sombra de sospecha.
con un gran éxito». Todo esto difícilmente sirve de apoyo a la preten- Un ejemplo clásico de esto es los ensayos de datación mediante termo-
sión del profesor Douglas de que la enemistad entre ellos constituyera luminiscencia llevados a cabo en 1973 en algunas baldosas romanas
el motivo impulsor del complot de Piltdown. procedentes de Pevensey, ya que una de ellas había sido descubierta
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por Dawson eraño 1902. Estos ensayos fueron publicados por el doctor No creo que este ensayo particular, por sí mismo, sea concluyente ni
Peacock en Antiquity (junio, 1973). en un sentido ni en el otro. Se tiene que esperar a que se efectúen
El ensayo de termoluminiscencia es un método sofisticado para pruebas adicionales.
tratar de determinar la edad de un trozo de barro cocido o de cerámica Aparte de otras cosas que hiciera, Dawson era un coleccionista ávido.
subiendo su temperatura y midiendo la energía luminosa liberada. No pudo haber falsificado todo lo que halló ...
Estas baldosas romanas llevaban inscripciones que las databan de Y llega a la conclusión de que:
alrededor del400 a.C., y solamente dos trozos (de posiblemente cuatro)
fueron localizados, uno de ellos en manos del Museo Británico, y otro Uno no quiere ser poco caritativo, pero si el doctor Peacock cree que
en manos del Museo de Lewes. se tienen que reexaminar todos los hallazgos de Dawson, entonces le
El ensayo del ladrillo del Museo Británico fue llevado a cabo en la toca a él sentarse y empezar a hacerlo.
Universidad de Oxford y dio un primer resultado de no más de 360 años
de antigüedad. No obstante, un segundo ensayo «especial» redujo esta Este mismo artículo da los comentarios de una mujer «funciona-
cifra a una fecha de horneado entre 1900-1940 d.C. Ensayos similares rio» del departamento de Antropología del Museo Británico cuyo nom-
efectuados por el Museo Británico dieron edades de 70 y 85 años para bre, por la razón que sea, no se revela. En la condena que hace de la
los dos ensayos. El informe menciona que el ladrillo de Lewes «demos- falta de integridad de Dawson, menciona: ¡«Hemos sabido por un cier-
tró también ser moderno», pero sin dar ninguna cifra. El autor del in- to tiempo que los ladrillos romanos descubiertos por Dawson no eran
forme, el doctor Peacock, afirma que los ladrillos son fraudes. Dice: más antiguos que de principios de este siglo.»!
«En mi opinión, está maduro el tiempo para llevar a cabo una inves- Aquí tenemos ciertamente un asunto bien extraño. El departamen-
tigación exhaustiva de los numerosos y a menudo extraños descubri- to de Antropología ha sabido por un cierto tiempo que los ladrillos
mientos de Dawson». eran falsificados (¿antes de que se hicieran los ensayos?), en tanto que
¿Son confiables estos ensayos? Parece que no. Al describir el méto- el departamento Británico-Romano sigue considerando que pudieran
do, la Enciclopedia Británica hace el comentario muy perjudicial de ser genuinos. Parece que el departamento de Antropología tenga inte-
que «la esperanza, más bien que los resultados, caracteriza principal- reses en demostrar la culpabilidad de Dawson incluso en áreas distin-
mente la posición de la datación mediante termoluminiscencia en nues- tas de las que les son propias.
tro tiempo» (1980) y que el método «da unos resultados algo variados». Tan sólo imaginemos lo que Dawson hubiera tenido que hacer si
En los ensayos sobre los ladrillos, el informe admite que sería ne- realmente hubiera sido culpable. La falsificación de estos ladrillos hu-
cesario aplicar calor para endurecer la cola de madera utilizada para biera involucrado recoger arcilla del mismo tipo que la clase de la que
unir las piezas del especimen de Lewes, pero duda de si la temperatura se hicieron los ladrillos de Pevensey, la fabricación de un sello en re-
llegó a los 350 oc, que destruiría su termoluminiscencia. ¿No hubieran lieve con unas letras romanas de apariencia auténtica, el horneado se-
podido ser calentados estos especímenes ya bien durante los ensayos creto de los ladrillos en un horno de cerámica, su rotura y su planta-
o accidentalmente durante su vida? Tal calentamiento haría que verda- ción en un tiempo y en una posición que no suscitara las sospechas
deramente parecieran muy recientes. Al leer este informe tuve el mis- entre los excavadores. Se supone que hizo todo esto sin suscitar la más
mo sentimiento de lo inadecuado que era que tuve al leer los ensayos mínima sospecha y sin dejar ninguna evidencia del equipo utilizado. Así,
sobre yeso llevados a cabo sobre los fósiles de Piltdown (p. 24 ). En am- se espera que creamos que Dawson era un soberbio falsificador, capaz
bos casos, los ensayos fueron instigados por el Museo Británico. En de engañar a los expertos no solamente en el campo de la antropolo-
cada caso se ejecutaron sofisticados ensayos «especiales». En ambos logía, ¡sino también en el de artefactos romanos! Una proposición tal
casos se estaba violentando la evidencia para hacerla concordar con un es ciertamente increíble. Sostengo que no existen evidencias adecuadas
resultado preconcebido. acerca de que Dawson falsificara estos ladrillos ni de que estuviera en
El señor K. Painter, Conservador Ayudante del Departamente de absoluto involucrado en el montaje del fraude de Piltdown. Ciertamen-
Antigüedades Prehistóricas y Británico-Romanas, expresó dudas acer- te, considero que estos ensayos son un esfuerzo descarado por parte de
ca de la validez de estos ensayos. La posición que detenta le da una las autoridades del Museo de desacreditar a Dawson por todos los me-
adecuada calificación para hablar acerca de la confiabilidad de estos en- dios posibles, a fin de desviar la atención de la propia quebrantada re-
sayos. En un artículo en The Guardian el S de junio de 1973, dijo que putación de ellos después de la debacle de Piltdown. Que se haya re-
el ensayo arroja dudas acerca del ladrillo. Pero añade: currido a unos ensayos tan poco satisfactorios simplemente desacredita
aún más la reputación de ellos.
A menudo, cuando se está defendiendo a los expertos, se relaciona
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el nombre de Teilhard con el de ellos. Esta relación aparece de nuevo
en el informe acerca de los ensayos sobre los ladrillos. Este informe dad». Mucho es lo que podría escribirse como crítica de este artículo,
menciona, más bien sin ninguna verdadera necesidad, que: pero una muestra es cómo trata el trabajo de Teilhard en China, donde,
dice él, llevó a cabo una «distinguida investigación en geología y paleon-
Se ha sugerido que Teilhard de Chardin fue el autor del fraude de tología». No se hace ninguna mención de la parte de Teilhard en el
Piltdown, pero ya que no conoció a Dawson hasta 1908, no pudiera <<descubrimiento» del hombre de Pekín. ¿Acaso no le interesaba a Gould
haber tenido parte alguna en el fraude de Pevensey, lo cual arroja asociar demasiado estrechamente el nombre de Teilhard con este fósil,
su peso en contra de esto hasta cierto punto. que describe Gould en su primer artículo como <<auténtico»? Sin em-
bargo, y sorprendentemente, ¡hay una gran fotografía de Teilhard exa-
La «inocencia» de Teilhard minando el cráneo fosilizado del hombre de Pekín!
Se podrían citar varios otros ejemplos de la forma en que se exo-
Estoy seguro de que Teilhard de Chardin fue el autor del fraude y el nera a Teilhard, pero un ejemplo más será suficiente. En el Editorial
enlace con el foso de Piltdown. Puede haber preparado por sí mismo de Antiquity de diciembre de 1972 (p. 263), se cita una carta escrita
las falsas evidencias porque, como sabemos, estaba experimentando por Teilhard el 6 de agosto de 1913, en la que se refiere a una visita
con la rápida tinción de los huesos en las aguas ferruginosas del Weald de cuarenta y ocho horas a Dawson. El Editorial señala asimismo que
(p. 28). Estoy seguro de que hubo acuerdo entre Teilhard y otros. Como los compiladores de la colección de cartas* de la que se sacó esta cita
hemos visto, Teilhard supo del hallazgo, por parte de Dawson, del crá- dicen; en un pie de página: <<En aquel tiempo, Teilhard no tuvo parte en
neo de Piltdown ya en época tan temprana como 1909. los descubrimientos de Dawson, en quien confiaba» (¡! ). No obstante,
El profesor Oakley trata de limpiar el nombre de Teilhard (carta, el examen del pie de página íntegro de la publicación original está pre-
The Times, 7 de noviembre, 1978), porque sugiere que él puede ha- cedido por las palabras <<Ver más arriba, cartas 94 y 97». Si nos diri-
berle dado el diente del planifrons de Ichkeul a Dawson. No obstante, gimos a éstas, hallamos que la primera, escrita el 26 de abril de 1912,
Dawson no hubiera sido tan necio como para depositarla en el foso. menciona una visita que recibió de su amigo geólogo, Dawson, en tan-
Teilhard la hubiera reconocido de cierto, y se habría acabado el juego. to que la segunda, escrita el 3 de junio de 1912, describe su visita a
¡Además, el profesor Oakley parece olvidarse de que fue Teilhard mis- Piltdown cuando llevó a cabo varias horas de excavaciones con Daw-
mo el que «descubrió» el diente el primer día en que empezaron las son y Woodward. Sabiendo esto, ¿cómo podían pretender los compila-
excavaciones! (p. 5).
dores que Teilhard <<no tuvo parte en los descubrimientos de Dawson>>
Stephen Jay Gould, de la Universidad de Harvard, ha escrito también y dar esta afirmación como un pie de página de una carta de fecha tan
dos artículos acerca de la implicación de Teilhard. El primero se pu- tardía como la del 6 de agosto de 1913, más de un año después que hu-
blicó en New Scientist (5 de abril de 1979, vol. 82, n. 1149). Es este biera empezado a excavar en aquella localidad? Además, ¿por qué no
artículo, que contiene muchas inexactitudes, adelanta la inusitada idea se preocupó el editor de Antiquity en volverse a las otras cartas refe-
de que fue todo una broma pesada de Dawson y Teilhard para engañar ridas, antes de citar el resto de su nota de pie de página? Si lo hubie-
a los expertos; una broma que fue demasiado lejos. Se dice que se ra hecho, se hubiera dado cuenta de que el comentario de ellos estaba
<<dejó a Teilhard de lado como un joven incauto e inconsciente», pero totalmente injustificado, como también su cálida aprobación de sus
Gould le presenta como un <<estudiante enamorado de la broma». ¡Esta puntos de vista.
descripcióñ difícilmente cuadra a un hombre de veintisiete años de
edad que había sido instruido en un estricto seminario jesuita, y que Doy esto tan sólo como un pequeño ejemplo de cómo los lectores
había pasado mucho tiempo en el extranjero, incluyendo una posición de revistas incluso prestigiosas están bastante a oscuras de cómo se han
docente en la Universidad de El Cairo! manipulado sus puntos de vista, simplemente por la forma en que se ha
El segundo artículo apareció en Natural History Magazine (agosto presentado la evidencia.
de 1980). Gould dice aquí que dos cartas evasivas de Teilhard a Oakley Con respecto a estos ejemplos, tengo que decir que los muchos y de-
(ver p. 20) le implican claramente con Dawson. Y a pesar de todo otra nodados esfuerzos que han llevado a cabo un número de eminentes per-
vez se despacha este asunto como una broma que fue demasiado lejos. sonas para proteger el nombre de Teilhard de Chardin de cualquier
Gould imagina que Teilhard <<lloraba interiormente al ver cómo Smith acusación seria de fraude malicioso constituye uno de los aspectos más
Woodward e incluso el mismo Boule hacían el ridículo -aquellos mis- notables del complot de Piltdown y su denuncia.
mos hombres que le habían ofrecido su amistad y que le habían ense-
ñado». No obstante, los colegas de Gould consideraban que Teilhard es- * Lettres de Hastings et de Paris 1908-1914. Edition Montaigne Aubier, Impasse de
condía <<pasión, misterio y buen humor debajo de una cubierta de pie- Quai de Con ti, París IV. Comentado por Auguste Demoment y Henri de. Lubac.
54
SS
¿Algunos otros «auxiliares»?
cas, y que no llegó a conocer la existencia de Piltdown hasta «unos
meses más tarde». El punto interesante es que los principales des-
Aunque Teilhard fue evidentemente el principal falsificador que de- cubrimientos fueron hechos en junio de 1912 y que no fueron anun-
positó los fósiles fraudulentos en la localidad, es evidente que había ciados hasta diciembre de 1912. Pero tan pronto como noviembre,
recibido consejo y ayuda de algunos expertos altamente cualificados de Smith escribió a un colega diciendo que quería comparar la repro-
su día. Es probable que el mismo Sollas se hallara entre ellos. En la ducción en yeso del cráneo de Piltdown con el de La Quina. Es evi-
página 16 menciono yo que Grafton Elliot Smith y Davidson Black, su dente que estaba enterado de los hallazgos de Piltdown mucho an-
alumno, visitaron la localidad en 1914, en cuya ocasión Black halló tes de que fueran anunciados en diciembre, probablemente estan-
parte de un molar de rinoceronte. En 1915, en la localidad de Pilt- do total y puntualmente informado por Teilhard.
down 11, un «amigo» no mencionado halló otra parte de un diente de e) Visitó Piltdown por lo menos en ~na ocasión, acompañado de
rinoceronte «tan mineralizado como los especímenes hallados en el su alumno, Davidson Black, teniendo este último la fortuna de ha-
mismo Piltdown» (p. 23). Quisiera sugerir que trata de partes del mis- llar el diente fraudulento de rinoceronte.
mo diente o colección de dientes, y que existe la posibilidad de que
fuera Black el «amigo» no mencionado que plantara el fragmento en
Piltdown 11 para fabricar una relación entre esta localidad y Piltdown I. Se debe admitir que esta evidencia está muy lejos de ser adecuada.
De cierto, pudiera haber tenido alguna parte en la plantación de todos No obstante, parece que, al menos, Smith estaba bien consciente del
los fósiles en Pil tdown II. fraude que se estaba perpetrando en Piltdown, y bien hubiera podido
ser el instigador. Se considerarán más tarde sus motivos para actuar
GRAFTON ELLIOT SMITH de esta manera.
Uno de los caracteres más intrigantes en todo el drama es el de Smith tenía un número de alumnos que llegarían a ser muy eminen-
Elliot Smith. Tenía relaciones muy estrechas con todos los caracteres tes en el campo de la paleoantropología. Como veremos, Black fue a
principales, pero por lo que he podido descubrir, nunca parece haber China y allí descubrió al famoso «hombre de Pekín». Smith visitó esta
estado directamente implicado en los trabajos en Piltdown ni en los de localidad y escribió más tarde un entusiasta reportaje sobre los traba-
Pekín. Millar (p. 234) considera que él fue el principal culpable en Pilt- jos allí efectuados. Otros dos alumnos fueron Dart, que descubrió dos
down, pero admite que no tiene ninguna evidencia para apoyar su afir- Australopitecos en Sudáfrica, y Oakley, que desarrolló la prueba de la
mación. Aunque, como Millar, no tengo evidencias de su implicación fluorina que se utilizó para demostrar que varios fósiles de Horno sa-
directa, hay unos ciertos hechos que parecen sugerir que sí tuvo una piens no eran auténticos.
cierta relación con los varios «descubrimientos». Estos son: En su día se consideraba que Smith era uno de los principales ex-
pertos acerca de la evolución humana. Pero, ¿qué tenía de buen cien-
a) Estuvo trabajando en El Cairo durante el preciso período de la tífico? Incluso en el Simposio de la Sociedad Zoológica celebrado en
estancia de Teilhard. No tengo evidencias de que se llegaran a co- su memoria en 1973 se admitió que muchos de sus puntos de vista acer-
nocer, pero como ambos se encontraban en el campo de la ciencia, ca de la evolución humana resultaron más tarde equivocados.
de la educación y de la investigación, y como ambos estaban muy
implicados en descubrimientos geológicos, es casi cierto que llega- La red de la sospecha se agranda
ran a encontrarse para compartir sus mutuos intereses. Incidental- Cuando se denunciaron los fósiles de Piltdown como un fraude en
mente, Millar excusa a Smith, porque dice que estaba en una «po- 1953, la atención se centró inevitablemente sobre los tres hombres que
sición oscura en El Cairo» para la época de los «plantes» en Pilt- llevaron a cabo las investigaciones originales en 1912: Dawson, Wood-
down. No obstante, esto es incorrecto, porque fue durante este pe- ward y Teilhard. Aunque se creía que Dawson puede haber tenido al-
ríodo que Dawson estaba hallando los fragmentos genuinos del guna ayuda experta, nunca se mencionaron nombres de personalidades
cráneo. El material fraudulento apareció después de conocer a específicas. Cuando se volvió a suscitar interés en el tema de Piltdown
Teilhard en 1909. Teilhard, de hecho, había visitado Ichkeul, donde en noviembre de 1978 debido a la acusación del profesor Douglas, sin
recogió el diente de Planifrons, de camino para Inglaterra. embargo, tuvieron lugar unas revelaciones adicionales ¡que verdadera-
b) En el ejemplar de Nature correspondiente al 2 de octubre de mente «hicieron saltar la liebre»!
1913, Smith se vanagloriaba de que predijo en su conferencia ante
la British Association en septiembre de 1912 que una etapa en el
desarrollo del hombre sería un cráneo con características simies-
56
57
pero es un hecho bien conocido entre el personal del Museo Britá-
La -implicación del Museo Británico en el fraude nico que un grupo de hombres jóvenes en el Museo, jóvenes científi-
cos, alrededor de los años 1910-1911 también tenían intensa animad-
Los esfuerzos del profesor Douglas en acusar a Dawson y a Sollas versión contra Smith Woodward. Sabían que su ambición en la vida
estaban basados en una evidencia extremadamente débil. No obstante, era hallar el eslabón perdido, y se halló el eslabón perdido.
la publicación de su acusación generó una gran controversia, y como
resultado de ello una gran cantidad de información salió a la luz públi- y
ca. Con mucho, la afirmación más sorprendente fue la contenida en una
carta del doctor L. B. Halstead al The Times el 25 de noviembre de 1978. ... las sospechas señalan poderosamente a Dawson, Charles Dawson,
El doctor Halstead posee la grabación en cinta de Douglas y conoce el procurador local, que era conocido como responsable del fraude
.bien a muchos de los actuales miembros del Museo de Historia Natu- de Sussex. Y las sospechas siempre le señalan a él. Todos decían, «ah,
ral (de Londres). Decía él en su carta: éste es el hombre». Ahora bien, esto es muy conveniente, debido a
que desvía la atención de Oxford, por una parte, y del Museo de Histo-
ria Natural, por la otra, y ahora, 25 años más tarde, tenemos algo de
Hay evidencia de que la mandíbula inferior del orangután medieval evidencia, y creo yo que muy buenas, señalando poderosamente que
que constituyó la mandíbula de Piltdown provenía del mismo Museo el profesor Sollas fue probablemente el instigador, y que en todo caso
de Historia Natural y que fue facilitada por el doctor M. A. C. Hinton estuvo muy profundamente implicado. Sabemos que hay evidencias
(un antiguo Conservador de Zoología). Verdaderamente, según el mis- de que hubo gente en el Museo de Historia Natural que estuvo tam-
mo Hinton, el fraude del hombre de Piltdown fue inicialmente planea- bién implicada; es muy difícil de hacer a esto la vista gorda, pero
do y ejecutado dentro del Museo. sabemos que la evidencia existe.
El marco corrientemente aceptado parece ser el de una conspira-
ción extensa involucrando a Hinton, a unos cuantos otros colegas en el
Museo, con Teilhard de Chardin contribuyendo un diente de un ele- Dijo también que era <<bien evidente» que la mandíbula venía del
fante tunecino y el diente canino «ausente». La capacidad experta in- Museo, muy probablemente de ciertas personas en el Departamento de
volucrada en la amplia extensión de los fraudes de Piltdown sigue Zoología, donde existía una caja de material de orangutanes no regis-
ciertamente señalando a Sollas. trado.
En tanto que tales revelaciones puedan causar revuelo entre mu-
El doctor Halstead confirmaba esta acusación en una carta publi- chas personas, yo siempre he creído que los expertos del Museo podían
cada en Nature el 22 de febrero de 1979, en la que dice: haber sido, por lo menos, <<partes después del hecho». Esto tiene su
apoyo por la forma en que los huesos originales fueron rápidamente
Mi carta mencionaba también que el doctor M. A. C. Hinton había retirados, para que L. S. B. Leakey no pudiera examinarlos (p. 33). En
afirmado que el fraude había sido planeado inicialmente y ejecutado verdad, el doctor Halstead dijo en su emisión:
dentro del Museo de Historia Natural ... Se acepta, por parte de los
que conocían bien a Hinton, que tiene que haber estado implicado en Y en el Museo Británico estaba como escondido. Había un gran se-
la promulgación del fraude, e incluso se afirma que había «confesado creto rodeándolo; no se le permitía a los expertos que lo examinaran
virtualmente» este extremo antes de su muerte. de verdad, así que se trataba evidentemente de algo muy extraño ...
[Es interesante que Halstead mencione también en su carta que «de- ¡De todo esto parece evidente que el hecho de que el hombre de
safortunadamente el corto párrafo refiriéndose a la posible implicación Piltdown era un fraude se conocía al más alto nivel, y desde el mismo
de Hinton fue suprimido» de su artículo original en Nature acerca de principio! Que los expertos del Museo, o algunos de ellos, fueran real-
la grabación magnetofónica de Douglas. ¿Por qué se suprimió esta re- mente cómplices en el fraude solamente agranda la red de la intriga
veladora afirmación? ¿Fue acaso un intento de suprimir la evidencia algo más. Es probable que algunos miembros del personal del Museo
de la implicación del Museo Britámco en el complot? ¿Acaso no te- pudieran revelar mucho más, pero que estén impedidos de hacerlo al
nemos derecho a conocer los hechos?] haber firmado la Ley de Secretos Oficiales.
¡Aquí tenemos a miembros del Museo Británico de Historia Natural La afirmación de Hinton de que el fraude fue <<planeado y ejecutado
señalados como los instigadores del fraude! Además, en una retransmi- dentro del Museo» hace que el relato de Weiner en su libro sea muy
sión del Servicio Exterior de la BBC del 14 de noviembre de 1978, de- irreal. Weiner (como Sollas, un profesor en Oxford) parece no haber-
cía el doctor Halstead:
se enterado nunca en ninguna etapa de los rumores de que los fósiles
Hay otras personas implicadas además de Sollas y que son miembros de Piltdown fueran fraudulentos. Sin embargo, dice que se dio cuenta
del Museo de Historia Natural, y que son muy difíciles de determinar, independientemente, con <<gran asombro», de que se trataba de una
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posibilidad. A fin de comprobar si era cierto o no, se dirigió al Museo win. En verdad, muchos escritores admiten que el hombre de Piltdown
de Historia Natural, ¡el mismísimo lugar donde es concibió el fraude fue aceptado de una manera entusiasta debido a que, como afirmaran
originalmente. Elliot Smith y Sollas, « ... era una combinación que había sido antici-
En sus revelaciones, Halstead señaló una conexión muy interesan- pada durante largo tiempo». En su libro, Weiner medita acerca de si
te, porque comentó acerca del « ... enlace entre Oxford y el Museo Bri- «hubiera podido haber un deseo loco de dar un empuje a la doctrina de
tánico en el fraude y en su denuncia». la evolución humana proveyendo el "necesario eslabón perdido"» (36,
p. 118).
Sugiero que esto hubiera constituido un motivo suficiente para que
una o más personas dieran un «empujón» a la evidencia que tardaba
El motivo tanto en salir. Además, sugiero que éste es el único motivo que cuadra
con los hechos. Se puede ver la confirmación de esto en las actividades
Consideraremos ahora la cuestión sumamente importante del mo- de Teilhard, Black y Elliot Smith en la posterior «producción» del
tivo de aquellos que perpetraron el fraude. Como es evidente, siempre «hombre» de Pekín y en la implicación de Teilhard en los hallazgos
he abrigado sospechas acerca de la parte que jugaron las autoridades posteriores de Java.
del Museo, y la afirmación de Hinton simplemente confirma esto. Con- No estoy afirmando necesariamente que algunos de estos otros «es-
sidero que varios expertos estuvieron implicados en diferentes grados labones perdidos» hayan sido fabricados deliberadamente de la forma
en la ejecución del fraude. en que lo fueron los fósiles de Piltdown. Pero, por lo menos, parece que
¿Cuál pudo haber sido el motivo de ellos? los expertos se engañan a sí mismos en cuanto a la interpretación que
Generalmente, se despacha como simplemente un intento de ridicu- hacen de sus descubrimientos. No puedo decir dónde este autoengaño
lizar, por parte de una o dos personas que estaban enemistadas con cruza el límite del engaño deliberado al público, sino que simplemente
él, a Sir Arthur Smith Woodward. Sin embargo, no se puede mantener dejo a mis lectores que lleguen a su propio juicio al pesar la evidencia
seriamente esta acusación. Como ya hemos señalado, se siguió plantan- presentada en este libro.
do un material muy habilidosamente falsificado a lo largo de varios
años. Esto era mucho más de lo necesario para ridiculizar a Wood-
ward, quien ciertamente no sufrió durante su vida a causa del fraude.
No obstante, la objeción más seria es el supuesto objetivo de revelar
el hecho de que era todo un fraude. Se espera de nosotros que acep-
temos la idea de que una o más personas (ya bien se tratara de perso-
nalidades con posiciones muy elevadas, con reputaciones que mante-
ner, o de estudiantes jóvenes, con carreras a considerar) prestarían su
ayuda, o serían cómplices o encubridores, en un fraude que más tarde
sería revelado en el momento más apropiado.
Es bien evidente que si el fraude fuera trazado hasta su origen, ha-
ría mucha más daño a la reputación de los falsificadores que a la de la
pretendida víctima. Por ello, estoy convencido de que no había inten-
ción alguna de revelar el fraude en ningún momento.
¿Qué otro posible motivo pudiera haber?
Para descubrir la respuesta tenemos que considerar la situación en
el campo de la antropología en 1910. Darwin había predicho un eslabón
entre el hombre y los simios en su Origen de las especies hacía ya más
de cincuenta años. Los únicos fósiles para apoyar esta teoría eran los
descubiertos, unos treinta años después, del hombre de Java, y que
eran ardientemente disputados, compuestos de una cubierta craneana
de un gibón gigante y de un fémur humano. No se había descubierto
nada durante veinte años antes de los «descubrimientos» de Piltdown.
Esta carencia de evidencias convincentes sería evidentemente exas-
perante para aquellos que apoyaban fanáticamente la teoría de Dar-
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APENDICE 1
EL COMPLOT DE PILTDOWN
Un fraude que creció
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COMENTARIOS
(e) LAS CARTAS DE DAWSON
En los archivos del Museo Británico hay varias cartas que Dawson
escribió a Woodward, y Weiner da algunos extractos tal como sigue: De todos estos relatos es importante poner en claro si los pederna-
les fraudulentos y los fósiles de animales fueron hallados antes o des-
14 de febrero de 1912 Había descubierto una antigua capa del Pleis- pués del 2 de junio. Si estos hallazgos se hallaron realmente después
toceno ... que creo que va a ser muy intere- del 2 de junio, las sospechas caerían evidentemente sobre Woodward,
sante» -«con un fragmento de cráneo hu- en tanto que Teilhard quedaría aún más implicado, porque sería in-
mano de gruesas paredes»- «parte de un necesario asumir que había visitado el sitio antes de que empezaran
cráneo humano que rivalizará con el Homo las excavaciones. Como hemos visto, Dawson dijo en su artículo que
heidelbergensis ». los pedernales y los dientes de animales se hallaron después de las ex-
26 de marzo Diente de hipopótamo con una nota incluida cavaciones de junio. Teilhard no hace mención de ellos y, además, Daw-
que decía: «¿Tendrá la amabilidad de iden- son no parece haber mostrado estos importantes fósiles a ninguno de
tificarme este diente que le incluyo? Creo que sus amigos que vieron los fragmentos de cráneo antes de esta fecha.
el mayor es de hipopótamo.» Considerando primero las cartas de Dawson, parecería de ellas que
(Woodward confirmó que sí lo era.) había hallado un diente de hipopótamo, fragmentos de cráneo y «unos
28 de marzo «Naturalmente, tendré cuidado que nadie cuantos trastos». Con respecto al premolar del hipopótamo, éste pro-
vea el fragmento de cráneo que tenga algu- venía de un origen diferente que el del molar, estaba teñido de pardo
nos conocimientos, y lo reservaré para us- oscuro en todo su grosor, y contenía algo de yeso y el «acusador» cromo
ted.» (36, p. 68). En tanto que el molar parece provenir de cuevas maltesas,
23 de mayo «Algún rato, mañana (viernes) ... traeré el no hay verdadera evidencia de que el premolar fuera una falsificación,
fragmento de cráneo y unos cuantos trastos porque bien podría ser que el cromo se debiera al «proceso de endure-
hallados con él, o cerca de él, en la capa de cimiento» a que lo sometiera Dawson en un compuesto de cromo. Así,
grava.» no parece existir ninguna evidencia directa de que este fósil en parti-
cular fuera teñido fraudulentamente, y era posiblemente un fósil ge-
(d) EL LIBRO DE SMITH WOOWARD nuino hallado in situ en Piltdown, porque se han hallado dientes de hi-
Poco antes de morir, Sir Arthur Smith Woodward dictó (estaba cie- popótamo en Inglaterra.
go por entonces) su libro The Earliest Englishman, en el que da su re- Los fragmentos de cráneo, como he mostrado, eran fósiles genuinos,
lato de los descubrimientos. Dice que Dawson halló tres fragmentos de y por ello, solamente tenemos la referencia extremadamente vaga de
cráneo que encajaban, y otros dos fragmentos separados que llevó a Dawson con respecto a «unos cuantos trastos» como evidencia provi-
Woodward en la primavera de 1912 para obtener su opinión. Conti- niente de él de que sea posible que se hallaran fósiles fraudulentos an-
núa él: «Esperábamos también hallar otros fósiles debido a que el tes de junio. ¿No podría tratarse simplemente que fuera sólo una men-
señor Dawson había hallado ya herramientas de pedernal y dientes de ción de los muy discutidos «eolitos» o quizá piezas labradas de piedra
hipopótamq y elefante en el mismo depósito» (p. 8). de hierro que parecieran como pequeños fragmentos de huesos fosili-
Cuando empezó la excavación, dice: «Hallamos tres fragmentos zados, todos ellos rechazados posteriormente por Woodward cuando
y yo hallé en otro montón un fragmento importante.» Dawson se los llevó para que los inspeccionara? Los fragmentos de
Más tarde dice: «En diferentes días recogimos también tres artícu- piedra de hierro pueden parecer muy similares a algunos fósiles y
los de piedra indudados, además de varios "eolitos" y fragmentos de Woodward, en su descripción del descubrimiento del canino, mencio-
un diente de elefante ... » (p. 11). na que «ya habían visto trozos de piedra de hierro que parecían dien-
(Los eolitos son piedras que tienen pautas de rotura simple. Había tes». De manera similar, cuando Dawson escribió a Woodward el 26
gran controversia en este tiempo acerca de si habían sido formados de marzo, le había incluido otro fragmento, que Woodward identificó
por el hombre primitivo o por causas naturales.) como siendo solamente un trozo de piedra de hierro (24, p. 120).
Finalmente, dice en la página 32: « ... dos dientes de hipopótamo que Si se acepta esta explicación, el libro de Woodward es la única evi-
ya han sido mencionadas como halladas por el señor Dawson durante dencia que afirma taxativamente que algún fósil, más tarde descu-
su examen anterior de la hoya de grava». bierto fraudulento, fuera descubierto antes de junio de 1912, y exa-
minaremos esto con cierto detalle. Pero antes de dejar las cartas de
Dawson, tengo que señalar que los únicos registros que Dawso:p hubie-
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ra a Dawson el descubrimiento de estos artículos antes de junio de
ra ciertamente leído y aprobado antes de su muerte son los Que se 1912, en contradicción a los informes de la Sociedad Geológica, podría
hallan en la Geological Society hasta el año 1915. Toda la otra corres- inducir a creer que quería proteger su nombre, si alguna vez se descu-
pondencia y escritos fueron publicados después de su muerte, cuando bría el fraude. Como alternativa, hay la posibilidad de que el manus-
no podía ya comentar acerca de su exactitud. Si él viviera en el día de crito de Woodward fuera alterado entre su muerte y la publicación
hoy, podría seguramente dar una explicación satisfactoria del conte- del libro cuatro años más tarde. Como ya se ha señalado, Vere sugirió
nido de sus cartas que se hallan en la actualidad en los archivos del esta posibilidad en vista del hecho de que Woodward no hace ninguna
Museo Británico. mención de los discutibles descubrimientos de Piltdown Il, excepto
por un comentario de pasada.
La eliminación de la referencia de Woodward a los hallazgos de
El libro de Woodward Dawson no afecta al sentido de los pasajes y se podría decir que los
El libro de Woodward contradice el informe presentado a la So- mejora. Ignorando la vaga referencia de Dawson a «unos cuantos tras-
ciedad Geológica en diciembre de 1912, en el que Dawson da relación tos», es posiblemente significativo que las afirmaciones de Woodward
de todos los fósiles que fueron descubiertos durante la primera tempo- de que Dawson había hallado herramientas y dientes de elefante antes
rada de excavaciones. Woodward dice explícitamente que Dawson ha- de junio de 1912 sean la única evidencia que claramente exonera a
bía ya encontrado herramientas de pedernal (p. 8) y más tarde, en la Wood~ard y a Teilhard de complicidad en las tempranas etapas del
página 11, dice que «nosotros» recogimos otras tres herramientas. Así,
uno asumiría que eran unas cinco herramientas o más las que se ha- fraude.
bían hallado. Pero el informe de Dawson en 1912 relaciona solamente
tres herramientas halladas entonces, y de hecho dijo: «Entre los pe-
dernales hallamos ... » Aquí tenemos una discrepancia evidente, y uno
se pregunta si Woodward estaba en lo cierto en la página 8 al decir
que Dawson había hallado pedernales antes de junio de 1912.
Las dudas con respecto a este mismo pasaje quedan más reforzadas
por la referencia a los fragmentos de dientes de elefante (Elephas).
Woodward dice que Dawson había ya recogido dientes de hipopótamo
y de elefante, y después afirma que «nosotros» recogimos fragmentos
de diente de un elefante, indicando que por lo menos se habían reco-
gido tres fragmentos. De nuevo, Dawson afirmaba: «hallamos dos tro-
zos pequeños rotos» de diente de elefante. Esto queda confirmado en
la carta de Teilhard, porque está claro que Teilhard fue el primero en
descubrir el diente de un elefante, siendo hallada la segunda pieza pro-
bablemente algún tiempo más tarde.
Puede que Woodward utilizara el término «nosotros» incluyendo
los anteriores hallazgos de Dawson, pero queda claro del contexto del
pasaje que no es así, y como científico instruido hubiera tenido pre-
caución con sus afirmaciones. No hace mención de otras herramien-
tas de pedernal ni de un fragmento adicional de diente de elefante ha-
llado en 1913, en su relato de los resultados de aquella temporada.
Así, de los tres artículos mencionados como habiendo sido descu-
biertos por Dawson solo, las herramientas de pedernal y el diente de
elefante son dudosos, y el del hipopótamo (el premolar) es el único ar-
tículo al que se refiere Dawson en su correspondencia, y era probable-
mente un fósil genuino.
l. Reconstrucciones
Puede que para muchos sea una sorpresa que los modelos aparen-
temente tan reales y llenos de vida se basen solamente en unos pocos
73
huesos fósiles. Mostraré mediante los siguientes ejemplos que tales
reconstrucciones dependen principalmente de la imaginación del mode- nuca que tantos alemanes poseen, conocida como Steilkopf. Uno habría
lador. esperado que el cráneo del dueño original fuera grueso y corto y con
características pesadas. El cráneo verdadero del individuo, no obstante,
(a) El hombre de Java se exhibía al lado, y era de apariencia delicada, y bastante estrecho.
Los huesos hallados por Dubois se ilustran en la figura 30 (p. 167).
La figura 9(a) muestra el modelo de Dubois. Son numerosos los dibujos
hechos del hombre de Java (posteriormente clasificado como Horno 2. Interpretaciones ejecutadas por artistas
erectus), y la figura 9(b) da uno de los últimos, por Richard Leakey.
Los comentarios a las reconstrucciones se aplican también a los di-
bujos. Cuando se le pide a un artista que represente las características
de un miembro del árbol genealógico del eslabón perdido, ejercita un
grado similar de imaginación.
(a) El «cascanueces» («Zinjanthropus boisei»)
El cráneo, que estaba incompleto, se reconstruyó a partir de 400
fragmentos, y se muestra en el interior de la portada. Con tantos frag-
mentos que reunir y encajar, es evidente la dificultad de asegurar que
la forma haya sido reconstruida con precisión. En la portada interior
se muestran cuatro dibujos diferentes basados en el mismo cráneo.
Las diferentes interpretaciones ponen en claro que dependen totalmen-
te de la imaginación del artista y que no se basan en evidencia cientí-
fica alguna.
~~\¡,. ~¡u,. , , ~1
quier tipo intermedio entre estas cifras.
No obstante, es insatisfactorio hacer de la capacidad cerebral la
(''~~~\ ~
base de las comparaciones, por las siguientes razones:
1\
\}J !. ~\. 1\ -.=. /--": {\ / Nj
" . a) Aunque la capacidad cerebral media del hombre moderno es de
~
. f":_j .., \ \ /'l( alrededor de 1.400 ce, el margen real de variación es muy amplio.
rj¡ -&JJ ~ 1 _ ·,~ Los aborígenes australianos pueden tener capacidades cerebrales
tan bajas como 830 ce (5, p. 84), en tanto que las dos mayores ca-
JI ~· pacidades cerebrales conocidas, de 2.800 ce., pertenecieron a un
.,._ .:? ~J ~) , -A idiota y a un senador de los EE.UU.
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..... 410
~~ avge 313
e:
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FIG. 10. «Hesperopithecus» "
Ir
fianza es una práctica tal. Por ejemplo, Boule y Vallois critican estos
esfuerzos, en Fossil Men, como no siendo más que «pasatiempos y jue- FIG. 11. Diagrama de márgenes de capacidades cerebrales
gos», pero admiten haber hecho un esfuerzo en reconstruir el rostro
de un Neanderthal y haber dado una fotografía del resultado (4, p. 244). b) El hombre no posee el cerebro más grande del mundo animal,
La aceptáción de estas reconstrucciones por parte del público siendo mayores los de la ballena, delfín y elefante. Aunque tienen
(como las mencionadas) es comprensible en vista de la ignorancia ge- cerebros de mayor tamaño, no exhiben la capacidad mental más
neral de las bases sobre las que se hacen. Escribiendo acerca del hom- elevada del hombre.
bre de Java (Pithecanthropus erectus), G. K. Chesterson dijo una vez: Además, la realidad es que el hombre de Neanderthal tenía una
capacidad cerebral promedio mayor a la del hombre moderno. Por
ello, sería de esperarse que fuera más inteligente que el hombre mo-
.. .la gente hablaba del Pithecanthropus como de Pitt o Fox o Napo- derno, y por ende más capaz de sobrevivir. No obstante, el hombre
león. Las historias populares publicaban retratos de él como los re. de Neanderthal desaparece de la historia sin razones evidentes del
tratos de Carlos I o de Jorge IV. Se reprodujo un dibujo cuidadoso
de él, cuidadosamente sombreado, para mostrar que los mismísimos por qué. Al considerar esta paradoja, las autoridades científicas la
cabellos de su cabeza estaban todos contados. Ninguna persona que explican generalmente diciendo que un cerebro mayor no implica
no estuviera previamente informada, al contemplar su rostro cuida- necesariamente una mayor inteligencia. A pesar de ello se utiliza la
dosamente delineado, podría imaginar por un solo momento que se asunción de que la capacidad sí es una medida de inteligencia como
•.rataba del retrato de un fémur, de unos pocos dientes y del fragmen- factor básico para posicionar un fósil en la escala entre los simios y
to de un cráneo. el hombre. Así, se nos pide que creamos que la correlación entre ta-
76 77
maño e inteligencia se aplica a cráneos más pequeños que los del Este aspecto de la reconstrucción de cráneos es importante, porque
hombre, ¡pero no a los más grandes! Las asunciones se cambian de muy a menudo solamente se hallan fragmentos pequeños y rotos de
forma transparente para encajar en una teoría predeterminada. un cráneo. Estos fragmentos pueden encajarse, pero para las áreas de
e) Se han hecho intentos de investigar el cerebro para descubrir cuál cráneo para las que no hay fósiles disponibles, se tiene que asumir la
es la parte particular de su estructura que capacita al hombre para forma. Como hemos señalado, cualquier inexactitud en estas asuncio-
estar mucho más adelantado que los animales en su capacidad men- nes tendrá un efecto considerable sobre la capacidad cerebral del crá-
tal. La investigación sobre el tamaño, convoluciones, estructuras de neo, haciéndolo o demasiado mayor o menor de lo que debiera ser.
las células nerviosas y reacciones electroquímicas muestra que son Tomando juntos los dos aspectos de la capacidad del cerebro, que
algo similares a los de los animales. Estos hallazgos no pueden hemos considerado anteriormente -el amplio margen de tamaños (que
dar cuenta de la consciencia que el hombre tiene de sí mismo, ni no está relacionado con la capacidad) de los cerebros humanos, y la
del pensamiento abstracto, ni de la utilización de símbolos ni del dificultad de estimar el volumen de los cráneos fósiles- la localiza-
lenguaje, ni del aprecio de la belleza ni del orden. ción precisa de cualquier eslabón particular fósil en la escala entre si-
mios y hombres se hace totalmente arbitraria. Con respecto a la fi-
Reconstrucciones de cráneos gura 11, un fósil cuya capacidad cerebral estuviera en 1.000 ce podría
Un factor importante en la determinación de la capacidad cere- asignarse a una etapa intermedia entre los 500 ce de los simios, o al-
bral de los cráneos que están rotos o incompletos, es la precisión ternativamente se podría clasificar como un cráneo humano pequeño.
con que se encajan los fragmentos. Incluso errores muy pequeños en el Incluso en la actualidad hay un pequeño número de personas totalmen-
posicionamiento de los fragmentos o de la estimación de la forma pue- te normales que poseen capacidades tan bajas como ésta.
den llevar a errores muy grandes en las medidas del volumen del cere-
bro. Se sabe bien que el doblar las dimensiones de una forma regular, Motivos subconscientes
digamos que una esfera o un cubo, incrementa el volumen por 2 X Un investigador puede pasar una cantidad considerable de años en
X 2 X 2 = 8 veces. Igualmente, si se incrementan las dimensiones por, condiciones muy arduas con la esperanza de hallar un eslabón fósil
digamos, sólo un 10 %, el volumen aumenta por 1,1 X 1,1 X 1,1 = 1,33, importante. Al descubrir, digamos, unos cuantos fragmentos de un crá-
esto es, un 33 %. Esto indica el rápido cambio en volumen debido a neo muy simiesco, uno puede bien imaginarse -e incluso sentir sim-
un ligero cambio en las dimensiones. patía- su deseo de enfatizar incluso las más pequeñas características
Consideremos el cráneo como aproximadamente en forma de se- humanas que pueda poseer. Bajo tales circunstancias, el impulso sub-
miesfera, roto en fragmentos de aproximadamente 25 mm de lado. Si consciente a exagerar la capacidad craneana sería muy poderoso, en
estos fragmentos se posicionaran incorrectamente con una separación particular cuando se tienen que hacer asunciones con respecto a la for-
de sólo 1 mm entre cada fragmento, el volumen sería un 12% dema- ma del cráneo completo. Un científico no puede pretender hallarse más
siado grande. Si la separación fuera de 2 mm, el volumen sería un libre de ambición profesional que otro hombre. El deseo por el pres-
26% demasiado grande. Esto se ilustra en la figura 12. tigio de hallar un eslabón fósil podría obnubilar su recto juicio.
Similarmente, si se halla un cráneo de apariencia humana, se le
podrá dar indebida prominencia a todas las características simiescas.
Se puede entonces hacer la premisa de que, ya que tiene algunas carac-
eo terísticas primitivas, la capacidad cerebral sería probablemente peque-
ña, a continuación de lo cual toda reconstrucción que pueda deman-
dar el cráneo sería subconscientemente conformada de tal forma.
En muchos informes de fósiles, se asigna considerable importancia
a la capacidad medida del cerebro, pero como ya hemos indicado, siem-
pre se debería tener presente la infiabilidad de esta norma, en sus va-
rios aspectos, cuando se considera este tema en esta obra o en cualquier
5 10
% spating error
15 20 otra.
~ ~..; ~~ ~ ~ :i....,.__ _-~ES .... 1 en 1948, se acordó que lo que se había estado conociendo como Ville-
u.. ~ . - J j~lt - - .1
franchiense, en el Plioceno posterior, se incluyera ahora en el Pleisto-
!¡;':1~ :8 P..-----~.!4 . . .,.f'}_.~
#''' •••••··~ """'l:j "':>f'"B ......... ~ .. ·-6'\r-f'..,
=- I5J N¡ ceno anterior, y que el Pleistoceno medio se extendiera desde el prin-
wZ:::; : ,.t
cipio del Interglacial Gunz-Mindel hasta el fin de la glaciación Riss.
5~ o- ~ ~ ~ ~ N ~~ ~ ~ ::: ~ ~ ~
Pero no ha sido uniformemente adoptado, y todavía parece existir una
1 '1 •
¡::: u ~..,;.
1 , ...
cierta confusión. Así, lo que había sido anteriormente fechado como
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~u c("':l., .e(").
o~i? 111
---;:;¡::;-: Plioceno posterior podría ahora aparecer como Pleistoceno anterior.
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O::zU:
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~ ~ ?; ~ ~
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(11
"O
·¡:;
o
Un problema similar surge con las fechas absolutas que se utilizan.
Debido a los recientes resultados de ensayos radiométricos con fósiles
u
:; y rocás, se ha extendido el principio del Pleistoceno desde hace 1 mi-
d
1~ u
(11
llón a 2 millones de años. Esta extensión de la escala de tiempo no
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(11 debería naturalmente afectar a aquellos fósiles que han sido fechados
·-e
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(11 en relación a un período glacial específico, porque estamos comparan-
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N 1-o
do diferentes autores sobre la base de dónde colocan a los hombres
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c.. fósiles en relación a los cuatro principales períodos glaciales, no en
z ~~~~~:l ~1 :i i3 ~ relación a la escala absoluta de tiempo.
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Las publicaciones han sido dispuestas en orden de fecha, para ver
~ ~ . j ......... """;f-"'1"'-6""!""""''r-- 'ü si hay algún mayor acuerdo general en años recientes, pero éste no
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parece ser el caso, ya que las obras recientes muestran tanta divergen-
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particularmente por lo que toca al hombre de Pekín y al de Java, lo
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lo a.. o n. :1: ·o clusión de que tiene que haber un elevado grado de especulación invo-
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7. Dientes
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Los dientes son una parte particularmente densa de la anatomía y
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por ello es más probable que puedan sobrevivir el paso del tiempo.
Todo diente descubierto que pudiera posiblemente adscribirse a un an-
tecesor del hombre es sujetado al examen más estrecho y a mediciones
de todos los aspectos posibles de su forma y tamaño, y particularmen-
te de las pautas de las fisuras de la corona de los dientes mayores. Ba-
- 1
sándose en evidencias tan endebles, se pronuncian asunciones y con-
u ' clusiones de grave momento con respecto al dueño original del diente.
Con bastante frecuencia se halla que tales predicciones son totalmente
incorrectas -siendo el Hesperopithecus sólo una de las varias que
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contamos (ver Sección 2).
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Eckhardt (56) investigó el margen de tamaño en los dientes de tres tes hechas por dos expertos a partir del mismo fragmento de mandíbula
t'ipos de simios fósiles muy antiguos, conocidos como Dryopithecus fósil, y que mostramos en la figura 15.*
sivalensis, Dryopithecus indicus y Ramapithecus punjabicus. Estos dien-
tes y fragmentos de mandíbulas inferiores habían sido descubiertos en
las colinas fosilíferas Siwalik al norte de Delhi. Su investigación des-
cubrió que para la mayor parte de las mediciones, el margen entre lo
que está clasificado como tres especies separadas no era mayor que el
hallado en varias generaciones de chimpancés vivos. Consideró además
que estos pretendidos antiguos homínidos eran solamente simios -mor-
fológica, ecólogica y etiológicamente.
Ciertas características poseídas por ciertos fósiles (incluyendo los
hombres-simios de Sudáfrica, los Australopitecinos), tales como gran-
des dientes faciales, pequeños incisivos y apiñamiento de molares muy (A) (B)
desgastados, son mencionadas como indicativas del desarrollo de ellos
hacia el hombre, que también poseen estas características. Pero los ba- FIG 15. Sivapithecus indicus: dos reconstrucciones de la mandíbula en base
buinos Galada (Theropithecus), que viven en la actualidad, tienen tam- de' los mismos fragmentos (A) por G. Pilgrim (B) por W. K. Gregory.
bién estas características, y es evidente que no son «humanos» en nin- Referencia (56, p. 98)
gún sentido (SS). Estos animales presentan una pruebla clara de la
inutilidad de hacer asunciones de gran entidad sobre la mera base de (Aún más recientemente, un artículo del señor Pickford -New
características dentales. Scientist, 8 de septiembre de 1977, vol. 75, no. 1068, pp. 578-580- afir-
ma que el número total de especímenes de Ramapithecus punjabicus
era de cuarenta y tres ahora, pero aparentemente todos consistían so-
El Ramapithecus
Se considera en la actualidad que -Ia primera rama de la línea de lamente de mandíbulas y dientes.)
En el artículo de Simons se da un relato de varios fragmentos, que
los simios, que eventualmente se desarrolla en dirección del hombre fueron reclasificados como Ramapithecus, y que habían sido incorrec-
moderno, fue el antiguo simio denominado Ramapithecus. Hasta 1970,
los únicos fósiles del animal eran cuatro fragmentos de mandíbulas in-
feriores y dientes, que incluso en la actualidad sólo llegan a unas do- * Con respecto al ramapiteco, es de gran utilidad la aportación de Chris C. Hummer,
en The Human Lineage, Demurs and Disarray, en la publicación Creation Research
cenas, todos los cuales fueron cuidadosamente inspeccionados en bus- Society Quarterly, junio 1980, p. 26:
ca de características humanas. Estas mandíbulas inferiores fueron re- «La posición de este simio como primer miembro de la familia humana nunca ha
sido segura. Las bases para asumir esta posición para el ramapiteco eran, desde el
cientemente revisadas por Simons (58) en un artículo que empieza con año 1961, un puñado de dientes fósiles y fragmentos de mandíbulas, y una errónea re-
la confiada afirmación de que el « ... camino desde los homínidos gene- construcción humanóidea de un paladar, que casi nadie pensó en poner críticamente en
ralizados ... hasta el género Horno puede ahora seguirse con poco te- tela de juicio. El error ha sido recientemente sacado a la luz debido a que se ha halla-
do un mandíbula completa. Citamos a continuación la retractación de David Pilbeam
mor de contradicción», pero en el último párrafo, habiendo sugerido acerca del ramapiteco:
tres alternativas de cómo se originaron las ramas primitivas, se ad- ... este nuevo espécimen no se ajustaba a lo que nosotros estábamos esperando; la forma de la
mitió que había «vacíos significativos en el conocimiento presente». Se mandíbula era en V, no en U ni parabólica; los dientes incisivos, a juzgar por sus alvéolos,
eran pequeños; y en sus proporciones la mandíbula era diferente de casi todas las otras
dice que varias características poco importante, como los premolares que se conocen. Esto, juntamente con otros datos, pone en evidencia que la historia de Jos
grandes y los dientes caninos, el grosor del esmalte y el apiñamiento origenes humanos precisa ser revisada. (Pilbeam, David, 1978. Rearranging our Family tree.
Human Nature, junio, p. 40.)
de los molares, son factores significativos, y de estas características se
llega a conclusiones de gran alcance con respecto a los factores del »En otro pasaje de su mismo artículo, Pilbeam admite que la "mandíbula ... ha
hecho tambalear el punto de vista establecido acerca de los orígenes humanos" y que
medio ambiente en edades pasadas. Se da atención particular a la "rondan por el aire nuevas ideas acerca de los orígenes humanos y los primeros pasos
forma de la hilera de los dientes, y se compara un dibujo de una re- evolutivos" (artículo citado, pp. 38 y 40).
Elwyn Simons dijo que el ramapiteco estaba "idealmente estructurado para ser el
construcción de una mandíbula inferior de Ramapithecus con otras antecesor de los homínidos. Si no lo fue él, no tenemos otra cosa que lo sea" (1977,
tres mandíbulas inferiores de simios, pero no se provee evidencia que Puzzling out man's ascent. Time. Octubre 7, p. 67). Con este reciente descubrimiento
apoye la exactitud de esta reconstrucción. Eckhart (56) ha mostrado de la mandíbula echando por tierra todas las imaginativas y tendenciosas «recons-
trucciones» de las mandíbulas de ramapitecos, este ser vuelve a ocupar su propio pues-
cuán inexactas pueden ser las reconstrucciones de las mandíbulas in- to. El de un animal sin relación con ninguna pretendida evolución del hombre a partir
feriores, y da ilustraciones de reconstrucciones completamente diferen- de los irracionales.»
90
91
tamente clasificados por sus descubridores originales. Dos interesantes Hemos dado con alguna extensión unos cuantos detalles de esta dis-
cartas en Nature en 1970, no obstante, muestran cómo fracasó un es- puta, a fin de subrayar que se pueden hacer atrevidas afirmaciones
fuerzo de reclasificar un fragmento de mandíbula inferior como Ra- basándose en evidenCias que no son solamente endebles, sino factual-
mapithecus y, además, arrojan considerables dudas sobre este tema. mente erróneas. Además, el reciente descubrimiento, reseñado en la an-
D. Pilbeam, un colega de Simons, afirmó que había reconocido una terior nota de pie de página, de una mandíbula entera de Ramapiteco,
«nueva» mandíbula de Ramapithecus punjabicus en la colección del arroja toda la luz necesaria sobre este asunto, y el lector puede juzgar
Museo Británico (Historia Natural) (53). Consideró que este fragmen- por sí mismo en qué quedan todas las fantasiosas especulaciones an-
to de mandíbula inferior, con unos dientes muy rotos, tenía afinida- teriores, erigidas cuando se carecía de una evidencia fehaciente acerca
des con los Austrolopithecus. Decía en su artículo: de la mandíbula, ahora ya disponible.
'1
e indicaba que era muy reducido.
e) La profundidad de la mandíbula inferior debajo de dos de los
dientes fue medida como 26,6 y 31 mm.
Presumiblemente debido a la referencia al Australopithecus, el pro-
fesor L. S. B. Leakey examinó el original y escribió una réplica de lo
más devastador en un número posterior de N ature (54). En ella indi-
caba que:
96 97
El profesor Whitney dio un 'extenso relato no solamente de sus in- nunca después airearon el fraude a fin de ridiculizar a los «exper-
vestigaciones del descubrimiento del cráneo, sino de muchos otros fó- tos».
siles hallados en diferentes áreas, y numerosos artefactos (59). La evi-
dencia fue criticada por Holmes en 1899 (60), que escribió un alegato Ciertamente, la genuinidad del cráneo es una proposición mucho
en favor de que los morteros y manos de mortero de tan moderna más aceptable que las razones dadas para su rechazo.
apariencia cayeron en las obras derrumbadas de la mina procedentes
de campamentos indios adyacentes, o que fueron dejados allí por tra-
bajadores indios. Para explicar por qué se hallaron tantos artefactos El cráneo de Castenedolo
en circunstancias tan diferentes sugirió· que « ... la noción de que ha-
llazgos de reliquias humanas en las gravas tendían a provocar acalo- En 1860, el profesor Ragazzoni estaba buscando conchas fósiles del
radas discusiones, se esparciría rápidamente de campamento en cam- Plioceno en una hoya en Castenedolo, Italia, cuando descubrió, en la
pamento, hasta que toda la región quedaba afectada». Su relato del superficie de la hoya, partes de un cráneo humano. Dándose cuenta de
descubrimiento e historia del cráneo confirma en realidad que era ge- su significado, inspeccionó cuidadosamente los estratos por encima
nuino, y sus esfuerzos en demostrar que se trata de una broma pesada de los fósiles, y no pudo hallar ninguna perturbación en la unión en-
están lejos de ser convincentes. tre ellos, cosa que hubiera indicado un enterramiento intrusivo. Bus-
El cráneo de Calaveras no fue el único fósil de apariencia moderna có más, y halló otros fragmentos de cráneo, pero cuando lo mostró a
hallado en estratos antiguos de esta área. Todos estos descubrimientos sus colegas, pocos de ellos le creyeron. No se halló nada más hasta
fueron revisados en 1924 por John C. Merriam, del Instituto Carnegie 1880, cuando un amigo de Regazzoni excavó en la hoya a unos 18 me-
en Washington. El informe, muy breve, de su discurso en la Academia tros de los descubrimientos originales y halló en el mismo nivel los
Nacional de Ciencias en Washington dice: restos fósiles dispersos de dos niños. Los dejó en posición para que
Regazzoni los inspeccionara, y de nuevo se comprobó que los estratos
Hay muchas evidencias ... que indican la existencia del hombre en la superiores estaban intactos. Más tarde se descubrió el esqueleto de una
Costa del Pacífico por un período que en toda probabilidad tiene que
ser medido en términos de muchos miles de años ... Hasta el día de mujer, cuyo cráneo tenía la misma capacidad que la de las mujeres
hoy, todos los restos humanos descubiertos son de lo que se ha actuales.
reconocido como tipos modernos (62) .. Más tarde, el profesor Sergi visitó al profesor Ragazzoni, y después
de investigar todo el caso se quedó convencido de que los hallazgos
El informe rechaza todos estos fósiles y llega a la conclusión de que eran genuinos. Ragazzoni pasó la custodia de los fósiles a Sergi, que
ninguno de ellos puede ser asignado a una fecha del Pleistoceno con no hizo mucho con ellos, hasta 1912, cuando Sir Arthur Keith comen-
certidumbre. De ello podría parecer que había alguna evidencia de que tó acerca del descubrimiento de un esqueleto moderno en Ipswich, en
estos fósiles eran de la época del Pleistoceno pero que, en opinión de estratos del Plioceno. Los dos científicos tuvieron un intercambio de
Merriam, no era convincente. No obstante, no se dan ningunos detalles correspondencia y ambos quedaron convencidos de que el hombre mo-
del descubrimiento en Calaveras ni en ningún otro lugar para apoyar derno existió en tiempos del Plioceno. Sergi escribió un artículo (Ri-
su afirmación, y por ello el lector no puede juzgar si su afirmación es vista di Anthropologia, vol. XVII, fase. 1-II, Roma) en 1921, en el que
válida. confirma sus propias conclusiones anteriores y pone el caso al día.
El fósil sigue siendo rechazado como una «broma pesada» de los A pesar de toda esta evidencia, son pocos los científicos que men-
mineros [o de un «Vaquero» (66, p. 3)], pero al aceptar esta explicación cionan estos dos fósiles, y otros considerados más adelante, en sus li-
tenemos que creer que: bros. En verdad, debido a un interesante giro de lógica, ¡se cita el
hecho de que «la mayor parte de las autoridades» los ignoran como
a) El autor del fraude consiguió un cráneo fósil de una cueva. constituyendo un argumento válido para continuar refutando la afirma-
b) Fue a continuación cementado en una masa sólida con material de ción de que son fósiles válidos!
la mina, con la suficiente habilidad para evitar la detección. Entre los pocos que sí los mencionan, Sir Arthur Keith dijo de
e) Se inventó una historia del hallazgo del cráneo en el túnel, que las Castenedolo:
investigaciones del profesor Whitney no pudieron descubrir.
d) Todo esto se hizo simplemente como una «broma pesada» para ha- La condición infosilizada de los restos y otras circunstancias nos dan
cer quedar en ridículo a los expertos, de parte de mineros ordina- la certeza de que estamos aquí tratando con enterramientos intrusivos
rios que no consiguieron ni dinero ni prestigio del fraude, y que (16, p. 340).
98 99
No obstante, con respecta a la fecha del fósil, dijo:
b) La incertidumbre de su edad geológica (Boule y Valíais, en Fossil
Acerca de la edad del estrato de coral no hay discusión ... pertenece Men, solamente le dedican tres líneas).
a la formación más antigua del Plioceno. La arcilla azul superyacen- e) Puede haber sido llevado desde la superficie por un movimiento de
te ... no es mucho más posterior en fecha que el estrato coralífero tierras.
(p. 355).
Hay una vaguedad general en la evidencia que se usa para apoyar
Por lo general, se rechazan los huesos debido a su falta de fosili- las razones para el rechazo, comparada con las investigaciones sobre
zación, y además se dice que el profesor Issel mostró que los huesos el terreno.
humanos no se hallaban impregnados de sal como había hallado en
otros huesos (26, p. 188). No obstante, el grado de fosilización no cons-
tituye una guía a la antigüedad del hueso. En uno de los artículos po- La mandíbula inferior de Foxhall
niendo al descubierto el fraude de Piltdown, se da el ejemplo de un
hueso todavía conteniendo la mayor parte de su nitrógeno hallado de- En 1863, se halló la mandíbula inferior de Foxhall en la capa «Red
bajo de un hueso que había perdido casi todo su nitrógeno. El hueso Crag» de una hoya de arena cerca de lpswich. La mandíbula original
inferior en esta hoya de Londres fue hallado eri arcilla no oxidada, ha desaparecido, pero se admitió que era totalmente humana, y los di-
en tanto que el hueso superior fue hallado encajado en arena (46, bujos .contemporáneos demuestran este extremo.
p. 254 ). Como los huesos de Castenedolo fueron hallados en un estrato Se mantiene que su desaparición invalida su derecho a ser conside-
de arcilla, ¿no podría ésta ser la razón de un estado infosilizado? rada seriamente. No obstante, no se aplica este principio a los fósiles
Así, se acepta generalmente la explicación de un enterramiento in- del hombre de Pekín que también han desaparecido y que igualmente
trusivo en contra de los relatos de testigos oculares de primera mano no están disponibles para su cuidadoso examen.
dados por parte de científicos de reputación de que: Aunque se haya perdido la mandíbula, Reíd Moir halló numerosas
1 herramientas de piedra en una capa inferior a la que contenía la man-
1 a) Los estratos por encimq de los fósiles estaban totalmente intactos. díbula de Foxhall, siendo un número de ellas de un tipo especial de
b) Se hallaron encajados· en una matriz del mismo material que el piedra de «pico» conocido como «Rostro-Carinatos». Tal era la incre-
del estrato en que se hallaron.
dulidad con que esto se recibió, que una comisión especial de expertos
visitó el lugar y estuvo de acuerdo en que la afirmación de Moir esta-
Ante esta evidencia, y ante el hecho de que los huesos estaban dis- ba totalmente justificada (16, p. 309). No obstante, en la actualidad,
persos por una área extensa, ¿cómo se puede mantener con seriedad algunos consideran que estos artefactos tienen un origen natural (26,
que se trataba de enterramientos intrusivos? Es una postura que de- p. 267).
safía a la lógica más sencilla.
Keith data estas capas como considerablemente anteriores a la gla-
1
ciación Gunz, y como del Plioceno anterior, aunque es probable que en
la actualidad sería redefinido como Plioceno posterior.
1
El cráneo de Olmo
Este se halló en 1883 en Olmo, Italia, a una profundidad de 15 me- El esqueleto de Galley Hill
tros por debajo de la superficie en un corte· de ferrocarril. Se halló
madera carbonizada y fósiles de animales extintos del Pleistoceno en
el mismo nivel, lo que fue investigado por Signar Cocchi, Conservador Este esqueleto fue hallado por un obrero en un lado de una hoya
del Museo de Geología de Florencia. La cavidad de este cráneo huma- de grava cerca de Dartford, Kent, a 2,5 metros por debajo de la su-
no estaba todavía llena de la masa de arcilla azul (en 1925), tal como perficie. Fue visto por el señor Heys, un director de escuela, y por el
había sido hallado. señor Elliot, un arqueólogo amateur, antes de sacarlo de su sitio. Ins-
Se arrojan dudas sobre su validez, debido a razones como las que peccionaron cuidadosamente los estratos superiores y testificaron que
siguen: estaban intactos. Se hallaron frecuentemente herramientas de piedra
Paleolíticas pre-Chelleanas en esta capa durante la investigación de
a) Es contemporáneo con el depósito en que se halló, pero no es estos dos arqueólogos amateurs. Keith admite que se hallaron herra-
más antiguo que el cráneo de Swanscombe. mientas pre-Chelleanas en los estratos que, en su figura 264, queda si-
tuada en el Interglacial Gunz-Mindel. Ya que esta fecha es demasiado
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temprana para que incluso él la 'aceptara, da una razón para asignarle .-- To
una fecha Chelleana (Interglacial Mindel-Riss en su figura) al fósil. Em- . ~·"'~'='·.>..'::.Jl!!r~for d
pieza diciendo que se había hallado tanto del esqueleto que «es casi
seguro que los restos no han sido sepultados por la Naturaleza, sino ~.;%.·;:;~.;.t· ' ' '-\·' '';-=- ~L/ 1
por la mano del hombre» (p. 258). Aunque concuerda en más de una #,,-,;·:::;,~;,
ocasión en que los estratos superyacentes estaban intactos, dice sim-
plemente a continuación, prácticamente sin evidencia sobre la que
apoyarse, que « ... estamos forzados a la conclusión de que el esqueleto
de Galley Hill representa a un hombre del período Chelleano».
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EL INFORME DE GALLEY HILL
103
102
2
cente). Parecería ser una capa muy permeable, entre, digamos, 10- y
La permeabilidad de la capa de arcilla 1 cm/s. Así, la grava en Swanscombe podría ser entre 10.000 y 1.000.000
Una característica aún más importante es el estrato de arcilla en la de veces más permeable que el aluvión arcilloso que incorporaba el
que se halló el esqueleto. Acerca de esto, el informe ofrece muchos esqueleto de Galley Hill. Evidentemente, esto explicaría con toda certeza
más datos. El fósil quedó a descubierto en el fondo de un estrato ar- la discrepancia entre sus contenidos en fluorina, haciendo inválido el
cilloso a la mitad de profundidad de una pared de grava vertical de rechazo del esqueleto por el informe sobre tal base.
unos tres metros de espesor. Es evidente que esta disposición de los
huesos podría afectar el flujo del agua y, por ende, la velocidad del in-
tercambio de fluorina, y esto se reconoce en el informe, pues dice así: Descalcificación
Con respecto a la descalcificación del lugar· de Galley Hill, el infor-
me dice que el suelo « ... tiene un pH de 6,8 (confirmando nuestra im-
Naturalmente, se podría argumentar que el esqueleto de Galley Hill presión de descalcificación total)».
quedó protegido de la acción del agua filtrada gracias a una matriz La descalcificación es la disolución química de los huesos debido a
de arcilla impermeable. la acidez del agua freática. Esta es la razón por la cual se considera
que no se hallaron otros huesos en la localidad, indicando que el es-
Se afirma, no obstante, que la arcilla era permeable, añadiendo: queleto descubierto era un enterramiento intrusivo relativamente re-
«Este extremo no parece haber sido considerado por los investigadores ciente. Pero se tiene que señalar que el pH de 6,8 es muy escasamente
anteriores.» Este aspecto de la permeabilidad es subrayado en varias ácido comparado con el valor neutro de 7,0 y que el efecto del ácido no
ocasiones en el informe. es proporcional a la diferencia de pH por debajo de 7 ,O sino que aumen-
Pero se puede preguntar: ¿En qué magnitud era permeable la ar- ta con gran rapidez al disminuir el valor del pH. Así, una diferencia de
cilla? Casi todos los materiales son permeables en mayor o menor can- 0,2 en «acidez» tendría poco efecto sobre huesos, y en cualquier caso,
tidad, por lo que en realidad se trata de grados de permeabilidad. Una se halla dentro del margen de tolerancia de los ensayos de un material
caja de arcilla extraída con el esqueleto de Galley, y etiquetada en 1894 neutro. Por lo general, las arcillas tienen un valor de pH entre 6 y 6,5,
por Elliot, estaba en posesión del Departamento de Geología del Museo y a pesar de ello se hallan huesos con frecuencia en estratos de arcilla,
Británico (Historia Natural) y fue cuidadosamente analizada. Se con- lo que indica que no ha tenido lugar ninguna descalcificación. Además,
sideró que no se trataba de una arcilla, sino de una «marga limosa el hecho de que el esqueleto se hallaba situado en una capa de arcilla
basta» que, <<en estado seco, es extremadamente porosa». Es de supo- virtualmente impermeable lo habría preservado contra la disolución
ner que fuera permeable al aire cuando estaba seca, pero como sola- química.
mente estamos interesados en su permeabilidad al agua, este comen- Además, se afirmaba que la acidez del agua en Galley Hill había «des-
tario que aparece en el informe es ciertamente intrascendente, e incluso calcificado» los estratos, en tanto que en la hoya de Swanscombe, la
engañoso. presencia de los huesos del cráneo señala que en este lugar el agua no
Hubiera sido asunto sencillo medir la permeabilidad de la muestra, era ácida. De ello, es evidente que la historia de las condiciones del
lo cual constituye un ensayo estándar en la mayor parte de los labora- agua en los dos sitios no era la misma, pero se asume exactamente lo
torios de ensayos de suelos. No obstante, no parece que se haya hecho contrario cuando se enfatizan las diferencias en contenido de fluorina
en este caso, y la evaluación de que era permeable descansa enteramen- en el informe. Si las aguas tenían diferentes valores de pH, ¿no podían
te sobre una ínspección visual y un análisis del tamaño de la partícula. también haber tenido diferentes valores de fluorina?
Se da el contenido de la arcilla como un 19% de arena, un 66% de
cieno y un 15 % de arcilla. Algunos de los granos de arena exceden ¿Un enterramiento intrusivo?
1 mm en diámetro, y de ello se consideró qu~ el material era permea- Como resultado del ensayo de fluorina, el informe llega a la conclu-
ble. No obstante, quisiéramos alegar que en relación a las gravas en sión de que el esqueleto tiene que haber sido un enterramiento intru-
que se hallaron los fósiles de Swanscombe, era relativamente imper- sivo y que:
meable. Uno de los principales factores que afectan a la permeabilidad
del suelo lo constituye el tamaño de las partículas más finas, y la pre- . . . para el tiempo que vieron los restos del esqueleto sobresaliendo
sencia de un 15 % de arcilla reduciría considerablemente el coeficiente del muro, es probable que el grueso de cualquier evidencia de enterra-
miento hubiera ya sido destruida por el cavador de la grava.
de permeabilidad a, digamos, 10-6 cm/s para este tipo de suelo fino.
En Swanscombe no se llevaron a cabo análisis similares, pero la No obstante, nosotros consideramos que sería extremadamente im-
capa en la que se halló el cráneo parece haber sido una piedra bastan- probable que hubieran quedado borradas todas las señales de un agu-
te uniforme (con algo menos de contenido en arena que la capa adya-
105
104
jero de sepultura de casi nueve metros de profundidad cuando el es- INFORME DE DATACIÓN MEDIANTE CARBONO 14
queleto mismo se pudiera ver sobresaliendo de la pared casi vertical Finalmente, en 1961, se sometió el esqueleto a un ensayo de Carbo-
de la cantera. Se tiene que recordar que los dos descubridores origina- no 14 y fue datado como teniendo una edad de 3.310 ± 150 años. Esto
ls buscaron señales de perturbación de los estratos:. y que no hallaron evidentemente indicaría un enterramiento reciente, pero ¿es exacta
ninguna (16, pp. 251-258). Si se hubiera cavado un agujero, entonces esta datación? Es poca la información que se da en el informe acerca
debería haber algunas evidencias visibles. El informe afirma que se de este ensayo (65, p. 41), pero sugerimos que hay factores que podrían
pueden perder las indicaciones de una sepultura con el paso del tiem- arrojar dudas sobre este resultado.
po, y se remite a los comentarios de Hughes como confirmación de esta En primer lugar, solamente estaban disponibles unos fragmentos
postura. Pasando a esta referencia (61 ), uno halla que es una carta en muy pequeños de hueso. Ya hemos mencionado que se tuvo que efec-
la que relata sus observaciones de dos localidades donde no se pudie- tuar el ensayo de fluorina sobre piezas de hueso halladas en la matriz
ron detectar enterramientos recientes en terrenos hornogénos. Incluso que había estado alrededor del esqueleto. Como el informe no hace
ahí, en condiciones húmedas, Hughes señala que el cambio en porosi- mención de este factor, se asume que se descubrió suficiente hueso adi-
dad del suelo perturbado resultó en llegar a ser más oscuro allí donde cional para el ensayo de C14.
había tenido lugar la excavación. Señala él: En segundo lugar, el ensayo de C14 es sensible a muchos más fac-
tores externos de lo que generalmente se cree. F. W. Shotton, en el
Es solamente donde hay capas estratificadas de arena o de grava y curso de su discurso presidencial a la Sociedad Geológica, mencionó
se interrumpe la continuidad de las capas que se pueden ver clara- algunas de las dificultades experimentadas con la datación mediante
mente en sección la tumba u hoya rellenada. el método del C14, y dijo:
Eran capas estratificadas no perturbadas lo que Elliot mencionó en Las estimaciones de edades de huesos pueden ser hechas sobre el
su informe, e indica que la arcilla que contenía el esqueleto estaba colágeno (que constituye solamente una pequeña del peso del hue-
también estratificada, porque, dice él, « •.. capas de arcilla o de marga so) o sobre el contenido de carbonato cálcico del hueso, o sobre los
arcillosa». Elliot dijo específicamente: dos juntos. La determinación de carbonato parece ser muy inexacta
y, como sucede con las conchas, puede llevar a estimaciones dema-
No podía suscitarse ninguna duda de la observación de una persona siado bajas ... Evidentemente, los huesos son un material sospechoso
de inteligencia normal acerca de la deposición simultánea [del esque- incluso para fechas relativamente recientes, y son inaceptables para
leto] con la de la grava, porque había una capa de arcilla, en cuya un margen de edades entre 20.000 y 40.000 años (67).
base se hallaban incorporados estos restos humanos. La parte infe-
rior del cráneo, por lo que yo pude ver, estaba descansando en la Esta sorprendente afirmación fue hecha por un experto en la téc-
grava arenosa. El estrato de arcilla estaba intacto. Este estado intacto nica en 1967. Sería todavía aún más aplicable a ensayos llevados a cabo
del estrato era tan palpable para el obrero que dijo: «El hombre o seis años atrás, ya que las técnicas de entonces eran menos refinadas.
el animal no fue enterrado por nadie.» ·
Ya que los huesos de Galley Hill estaban muy fosilizados, la pequeña
Así, el esqueleto fue sepultado simultáneamente con la deposición cantidad de colágeno hubiera prácticamente desaparecido. No obstan-
de la arcilla. Por ello, no pudo haber sido un enterramiento intrusivo te, el informe dice que se utilizó la fracción orgánica (colágeno) como
en la arcilla después de su deposición, sino antes de que se depositaran fuente de carbono, y uno queda preguntándose qué confianza se le
encima las capas intactas de grava, pues tal cosa hubiera por lo menos puede dar a los resultados de este ensayo.
perturbado las capas en la arcilla. Más bien parece que la interpretación de la evidencia presentada
El informe subraya también que el esqueleto no poseía ningunas ca- por el esqueleto de Galley Hill ha sido fuertemente condicionada por
..racterísticas que estuvieran fuera de las variaciones normales de un las presuposiciones actualmente mantenidas. A la luz del anterior exa- .
Horno sapiens moderno. De esto se infiere que era demasiado moderno men de la evidencia, y en contra de las opiniones generalmente acep-
para los estratos en los que fue hallado, y que por ello era un enterra- tadas, quisiera mantener que este esqueleto apoya la causa de la exis-
minto intrusivo. Este argumento suena a círculo vicioso, esto es: se tencia del Horno sapiens en estratos a los que se les asigna una edad
halla un esqueleto moderno en estratos antiguas, pero ¡debido a que es remota.
moderno, tiene que ser intrusivo!
Sumarizando el informe, quisiera sugerir que la evidencia sobre la
que se rechazó el esqueleto de Galley Hill es insatisfactoria.
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El esqueleto de Clichy La pelvis de Natchez
Este fue descubierto por trabajadores en una hoya de grava en Este tipo totalmente moderno de pelvis fosilizada fue hallado en
París en 1868. Un tal señor E. Bertrand, que visitaba frecuentemente Natchez, América del Norte, mezclada con fósiles de animales extintos.
aquel lugar en busca de fósiles, pudo ver el fósil, que estaba todavía Keith relata en su libro los detalles de la investigación que Sir Charles
encajado en el suelo. Segun Sir Arthur Keith, Bertrand dio una confe- Lyell llevó a cabo en este lugar específico en 1846, a fin de verificar el
rencia en la Sociedad Antropológica aquel mismo año acerca de su descubrimiento (p. 465). Lyell fue el abogado y geólogo amateur que es-
hallazgo. Todos los expertos franceses menos uno aceptaron la autenti- cribió en apoyo de la teoría del actualismo como explicación de la for-
cidad y antigüedad del esqueleto. Fue hallado en una capa que podía mación de los estratos geológicos. Decía esta teoría que los procesos
correlacionarse con aquella en que se había descubierto el esqueleto actuales de erosión, deposición, etc., eran capaces de explicar las for-
de Galley Hill. No obstante, Keith volvió a decir que, ya que se había maciones geológicas existentes dado un período adecuado de tiempo,
haliado un esqueleto completo, ¡tiene que haber sido enterrado intrusi- digamos, de varios millones de años, para la actuación de estas fuer-
vamente desde una superficie en la tierra Chelleana! zas. Hasta aquel entonces, la teoría cataclísmica era la que dominaba,
Al tratar de este descubrimiento en particular, Boule y Vallois, en proveyendo evidencias de que los estratos habían sido depositados du-
Fossil Men, lo combinan con otro en Grenelle, y después pasan a de- rante uno o varios grandes cataclismos.
rramar escarnio sobre los dos: Lye.ll estaba en busca de evidencia del linaje del hombre y visitó el
lugar personalmente. No estaba bien dispuesto a aceptar que el hom-
Con respecto a los esqueletos de los suelos aluviales de Clichy (1868) bre hubiera existido tan atrás en la escala de tiempo geológico, pero
y de Grenelle (1870) mencionamos simplemente la precipitación de
los antropólogos que intentaron demostrar la antigüedad geológica no pudo hallar evidencias en contra. Dice Keith: «Lyell temía utilizar
de ellos. Tal intento, llevado a cabo durante años después del des- el hueso hallado en Natchez como evidencia, le parecía sugerir una an-
cubrimiento por individuos que nunca vieron los depósitos, no pueden tigüedad demasiado grande para el hombre.» Lyell venció esta dificul-
ser de mucho valor. Las nociones más elementales de precaución tad ¡diciendo que pudiera haberse deslizado de una tumba india re-
exigen de la paleontología humana que debería basar sus especula- ciente! Admite él: «indudablemente, si el hueso pélvico hubiera per-
ciones solamente sobre evidencias de orígenes irreprochables. Este no tenecido a cualquier mamífero reciente aparte del hombre, nunca se
fue el caso con respecto a los esqueletos de los aluviales parisinos habría recurrido a una tal teoría» (23, p. 159).
(p. 151). Evidentemente, ya tan atrás como 1846, Lyell no estaba preparado
para aceptar la existencia del hombre en estratos tan antiguos, y el
Ya que este relato del retardo en la publicación difiere tanto de lo hecho de que dejara a un lado la evidencia de esta manera deja a uno
que Keith nos dice (p. 176), se puede solamente inferir que se refiere con el interrogante acerca de si era igualmente selectivo en sus evi-
precipitadamente al esqueleto de Grenelle. ¡Despreciar el esqueleto de dencias para apoyar su teoría de cambios geológicos lentos a lo largo
Clichy por las mismas razones es ser culpable de la misma falta de cui- de inmensos lapsos de tiempo. En realidad, su teoría ha quedado so-
dado de la que son tan críticos! metida a severa crítica por parte de varios geólogos eminentes, entre
ellos el profesor D. V. Ager, director del Departamento de Geología y
Oceanografía de la Swansea University (1) y S. J. Gould, profesor de
La mandíbula de Abbeville Geología en la Universidad de Harvard. De hecho, este último va tan
lejos como para acusar a Lyell de especiosidad en sus argumentos, por-
Fue hallada en una hoya en 1863 por el famoso Boucher de Perthes, que dice lo siguiente:
a 5 metros de profundidad, en depósitos del 'Pleistoceno anterior. Se
incluyó en las listas francesas de hombres primitivos por unos veinte Charles Lyell era un abogado de profesión, y su libro es uno de los
alegatos más brillantes jamás publicado por un abogado . .. Lyell
años. No obstante, al creerse más tarde que el hombre de Neanderthal se basó en dos trucos habilidosos para establecer sus puntos de vista
era un precursor del H omo sapiens, este fósil fue efectivamente elimi- actualistas. En primer lugar estableció un hombre de paja a comba-
nado, ya que era demasiado temprano para ser acomodado con la teo- tir ... De hecho, los catastrofistas estaban mucho más centrados em-
ría aceptada de la emergencia del hombre. píricamente que Lyell. El registro geológico parece demandar catás-
La mandíbula no es siquiera mencionada por Boule y Vallois en trofes: Las rocas fracturadas y contorsionadas; faunas enteras han
Fossil Men, pero más adelante daremos las opiniones de Sir Arthur sido barridas. Para esquivar esta apariencia literal, Lyell impuso su
Keith. imaginación sobre la evidencia. El registro geológico, argumentaba
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él, es extremadamente imperfecto y tenemos que interpolar en él lo ... ¿Podemos suponer que los obreros de Galley Hill y Clichy poseían
que podemos inferir razonablemente, pero no podemos ver. Los ca- un conocimiento sobrenatural e implantaron estas dos variedades si-
tastrofistas eran los empiristas tercos de su época, y no apologetas milares, pero singulares, de hombre en el mismo estrato geológico, y
· teológicos ciegos a la evidencia. en medio de la misma antigua cultura Paleolítica? (p. 278).
En segundo lugar, el «actualismo» de Lyell es una mezcolanza de ¿Estuvieron acertados nuestros predecesores al rechazar la mandíbu-
pretensiones. El uniformismo es una afirmación metodológica que tie- la de Abbeville? Creo que no ... Nuestros predecesores estaban in-
ne que ser aceptado por todo científico, tanto si es catastrofista como fluenciados principalmente por sus prejuicios ... El tiempo mostrará
si es actualista. Otras pretensiones son nociones sustantivas que des- probablemente que el pionero de Abbeville estaba en lo cierto no
de entonces se han ensayado y dejado de lado. Lyell lo bautizó todo solamente acerca de los artefactos humanos en las terrazas, sino tam-
con un mismo nombre e hizo un malabarismo excelente: intentó ha- bién acerca de los restos humanos (p. 274).
cer pasar la pretensión sustantiva con el argumento de que se tenía La historia del cráneo de Calaveras, aunque enmohecida ... no puede
que aceptar la proposición metodológica, a fin de no llegar a «Ver rea- dejarse a un lado. Es el «espectro» que obsesiona al estudiante del
vivado el antiguo espíritu de especulación, ni el deseo manifestado de hombre primitivo . . . llevando a sus límites la capacidad de creer de
cortar, en lugar de desatar pacientemente, el nudo gordiano» (68). cada experto hasta casi el punto de rotura... En realidad, si tales
descubrimientos se hallaran en concordancia con nuestras expectati-
Con críticas como ésta, que casi resultan ser denuncias, parece que vas, si estuvieran en armonía con las teorías que hemos erigido con
mucha de la base sobre la que depende la teoría actual de la geología respecto a la fecha de la evolución del hombre, nadie soñaría en du-
se halla en urgente necesidad de revisión. dar de ellos; y muchos menos rechazarlos (pp. 471 y 473).
Al ir leyendo el estudioso del hombre prehistórico, y estudiar los
registros del hallazgo de <<Castenedolo>>, un sentimiento de increduli-
dad surge dentro de él. No puede rechazar el hallazgo como falso
Swanscombe, Fontéchevade y Vertesszollos sin hacer violencia a su sentido de verdad, y no puede aceptarlo sin
desmenuzar sus creencias establecidas. Es evidente que no podemos
A diferencia de los cráneos humanos que hemos considerado ante- siknciar Castenedolo: Todos los problemas modernos relacionados con
riormente, estos tres fósiles de Horno sapiens se mencionan por lo ge- el origen y la antigüedad del hombre moderno giran en su torno
neral en las varias publicaciones, aunque a menudo sólo de pasada, y (p. 334).
no es infrecuente que se omitan en cualquier escala de tiempo en las
que su cercanía al hombre de Java y al de Pekín se evidenciaría con
facilidad. Estos tres cráneos fósiles se considerarán en la sección que
trata del hombre de Neanderthal, con quien se asocian por lo general.
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SECCION IV
EL HOMBRE DE PEKIN
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siderable por «Choukoutien>>, ya que significa «Colina de los Huesos to pasó al cercano lugar de Choukoutien, más productivo, siendo fi-
de Dragón», siendo que en chino «huesos de dragón» es el nombre que nanciado el trabajo por lvar Kreuger, millonario salido de la nada, fi-
se le da a los fósiles. Los chinos creen que los fósiles molidos tienen nanciero y estafador, que se suicidó en 1932. Kreuger fundó también
buenas propiedades medicinales, y es evidente que esta colina había la publicación Paleontologia Sinica, que iba a ser el principal canal
sido conocida como una fuente de fósiles durante generaciones. para las publicaciones oficiales de los resultados de las excavaciones
Aun antes de esto, no obstante, en 1903, el profesor Schlosser de en Choukoutien.
Alemania, examinando una cantidad de fósiles que había comprado
en una tienda china, una droguería, halló un diente que consideró que
era de un antropoide, y sugirió que pudiera hallarse al hombre primi- 1922. Los hallazgos de Zdansky
tivo en este continente. Grafton Elliot Smith escribió un artículo acer-
ca del hombre de Pekín en Antiquity, en el que comenta: Zdansky volvió a Suecia con su colección y, hallando en ella dos
De ahí define que el propósito de su comunicación es el de sugerir dientes, los clasificó prudentemente como «Horno sp.». No obstante,
a investigadores que puedan disfrutar el privilegio de llevar a cabo en Pekín provocaron una gran excitación, y se habló por vez primera
excavaciones en China que preferentemente busquen los restos de ya del «hombre de Pekín». No obstante, no se publicaron los hallazgos
un nuevo antropoide fósil, un hombre del Terciario o un ser humano hasta cuatro años después.
del Pleistoceno ... Esta brillante predicción fue hecha en 1903, pero
nada más se hizo para llevar esto a cabo hasta el año 1921, cuando el
profesor J. Gunnar Andersson, el geólogo sueco que estaba actuando 1926. Empieza la excavación
como Consejero del Geological Survey de China, fue dirigido a un
depósito de huesos fósiles en Chou Kou Tien al oír las conversacio-
nes de sus trabajadores nativos. Cuando empezó a examinar el rico Se celebró un congreso internacional de científicos en Pekín, al que
depósito de fósiles en la cueva de Chou Kou Tien halló entre estos asistió el príncipe heredero de Suecia. En este congreso, el doctor Da-
restos un trozo de cuarzo, y en el acto comentó con sus ayudantes: vidson Black, que era el profesor de Anatomía en el Colegio Pekin
«Esto es el hombre primitivo», implicando por esta afirmación que Union Medical, hizo un anuncio «confidencial» acerca de los dientes
como el cuarzo no aparecía en este lugar de forma natural, algún que habían sido hallados en Choukoutien hacía cuatro años.
agente humano primitivo del Pleistoceno tiene que haber sido res- Davidson Black, que había nacido en Canadá en 1884, había recibido
ponsable de su presencia entre los huesos que estaba examinando. De un título en medicina y en 1914 trabajó en Manchester con Sir Grafton
cierto modo, esta afirmación es casi tan notable como la que el pro-
fesor Schlosser había hecho hacía más de veinte años (78, p. 29). Elliot Smith sobre los hallazgos de Piltdown (ver p. 27). Creía que el
hombre se había originado en Oriente y aceptó prontamente un puesto
Está claro de que, debido a muy pocas evidencias, se esperaba que en el Colegio Pekin Union Medical, que le daría la oportunidad de ex-
el hombre primitivo fuera descubierto en un continente que en aquel plorar este continente. Había investigado lugares en China y en Siam
tiempo se hallaba relativamente remoto de Europa. No obstante, las en búsqueda del hombre fósil sin éxito alguno, pero estaba convencido
alabanzas de Smith hacia la predicción del profesor Schlosser no ha- de que los dos dientes hallados por Zdansky en Choukoutien pertene-
bían sido merecidas, porque más tarde se comprobó que el diente era cían al homínido que estaba tan ansioso por descubrir. Teilhard de
de Horno sapiens, que son abundantes en las droguerías chinas (18, Chardin, que estuvo al principio remiso con respecto a estos descubri-
p. 63), y además ha desaparecido en forma misteriosa desde entonces mientos, se convenció más tarde de que los dientes eran humanos, y
(S, p. 116 y 18, p. 41). expresó su punto de vista en un banquete oficial.
Andersson estaba empleado evidentemente para llevar a cabo explo- Teilhard, que había perdido su posición como profesor de Geología
raciones geológicas y, se dice, estando interesado en paleontología, tuvo en la Universidad de París, había sido desterrado a China por las auto-
la fortuna de descubrir los fragmentos de cuarzo, pasando las posterio- ridades catolicorromanas debido a sus escritos y conferencias, y se le
res investigaciones al doctor Zdansky. No obstante, Wendt da una ver- prohibió publicar cualquier obra teológica exponiendo sus puntos de
sión diferente, porque dice que la predicción de Schlosser en 1903 tuvo vista filosóficos acerca de la evolución y el cristianismo. Trabajó con
como resultado que se organizara, ya en 1914, la primera expedición al Fr. Licent en el Museo Geológico y Botánico en Tientsin, que este úl-
Extremo Oriente, específicamente en búsqueda del «eslabón perdido», timo había fundado, y viajaron extensamente por China, recogiendo
consistiendo el equipo de Andersson, Zdansky, Walter Granger y más muchos fósiles y especímenes geológicos.
tarde de Roy Chapman Andrews (37, p. 183). En la recepción, durante el congreso, estaba presente el secretario
En 1921, Zdansky empezó las excavaciones en Chikusan, pero pron- de la Fundación Rockefeller y se acordó, como resultado del descu-
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brimiento de los dos últimos dientes, que la Fundación financiaría más afirmación similar acerca del falso diente del «Hesperopithecus» que
exploraciones. El sueco, doctor Birgher Bohlin, iba a ser encargado de se ha relatado en una sección anterior (p. 75).
!a excavación en el lugar, en tanto que los fósiles serían evaluados por
el doctor Black en Pekín.
Así, en base a unas evidencias tan endebles, se iban a invertir con-
:;;iderables sumas de dinero en excavaciones a gran escala en un es-
fuerzo por descubrir más. El profesor Zdansky, no obstante, estaba
preocupado por las extravagantes afirmaciones que estaban siendo he-
chas por algunos de sus colegas. En su artículo en Antiquity (78) cita FIG. 19. La muela de «Sinanthropus» de Black
Elliot Smith al artículo de Zdansky en 1927, en el que decía:
El doctor Black viajó a América y a Europa con el diente en un
Estoy ciertamente convencido de que el material existente constitu- contenedor especial hecho de oro y unido a la cadena de su reloj para
ye una base totalmente inadecuada para muchas de las varias teorías
basadas sobre el tal ... Declino absolutamente aventurar cualquier mayor seguridad. El diente provocó una conmoción considerable en
conclusión de gran alcance con respecto al material extremadam~ente círculos científicos, aunque algunos de los científicos creyeron que era
escaso aquí descrito y que, creo yo, no puede ser más precisamente demasiado optimista hacer unas afirmaciones tan atrevidas sobre una
identificado -que como Horno sapiens . . . mi propósito aquí es sola- evidencia tan endeble.
mente el de poner en claro que mi descubrimiento de estos dientes Las excavaciones continuaron, con el descubrimiento de grandes
debería ser considerado como decididamente interesante, pero no cantidades de huesos, habiéndose enviado 575 cajas de ellos a Pekín
como marcando el inicio de una nueva época. como fruto de la excavación de la temporada. Entre ellas se hallaban
algunas mandíbulas, huesos de cráneo y dientes de los «hombres-si-
Sigue I;.lliot Smith: mios». A partir de los fragmentos de huesos, Black reconstruyó más
tarde su primer cráneo de Sinanthropus.
No obstante, el profesor Davidson Black asumió una postura distinta
acerca del significado de los dientes. Para él se trataba de algo que
decididamente marcaba el inicio de una época. Además, tuvo la va- 1929. Fundación del Laboratorio Cenozoico
lentía de actuar según sus convicciones.
A la vista de los descubrimientos hasta entonces, la Fundación Roc-
Smith menciona que Black, su antiguo discípulo, con el que había kefeller acordó financiar el establecimiento del Laboratorio Cenozoico,
mantenido correspondencia, estaba convencido de que el hombre pri- viniendo este nombre de la época que cubre las eras Pliocena y Pleis-
mitivo sería hallado en China, y por ello había aceptado la posición tocena. El doctor Black fue nombrado director, y los chinos Pei y
que le había sido ofrecida en Pekín. La convicción de Black de que los Young fueron encargados de la excavación. Teilhard de Chardin reci-
dientes hallados por Zdansky pertenecían a un hombre primitivo se bió el nombramiento de consejero y colaborador, tratando principal-
halla en mar.cado contraste con el enfoque prudente y objetivo de su mente acerca de la geología y datación de los hallazgos.
descubridor. La donación de 20.000 dólares por parte de la fundación constituía
una gran suma de dinero para aquel entonces, siendo un dólar suficien-
te para pagar a cuatro hombres por un día entero de trabajo. A veces
1927. La muela del «hombre de Pekín» había 100 hombres empleados en el lugar, y está claro que no se aho-
rró nada en el esfuerzo de descubrir más restos del hombre de Pekín.
El 27 de octubre, justo cuando estaba tocando a su fin la temporada
de excavaciones, y poco de verdadero valor se había descubierto, Bohlin El cráneo del Locus E
halló otro molar que fue de inmediato enviado urgentemente a Pekín En diciembre, otra vez cuando estaba finalizando la temporada de
(fig. 19). Black consideró que tenía características intermedias entre excavaciones, W. Pei descubrió una cubierta craneana casi entera, que
el hombre y el simio, y anunció el descubrimiento del Sinanthropus sería conocida como el cráneo del Locus E. De inmediato se telegrafia-
pekinensis (69). De nuevo, queremos sugerir que hacer afirmaciones ron las nuevas a Black y el «cráneo» se transportó con gran cuidado
tan temerarias sobre la evidencia de un solo diente indica una falta a Pekín para ser inspeccionado.
total de prudencia científica, sobre todo cuando se había hecho una Naturalmente, Black se entusiasmó ante el descubrimiento del Si-
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nanthropus, cuya existencia había 'anunciado anteriormente, basándose en la localidad de Choukoutien por el ayudante chino Pei. Se hallaron
enteramente en el descubrimiento del molar en 1927. todos amontonados y se dijo que esto indicaba que llevaban una vida
El cráneo, que era solamente la parte principal de la cubierta del en comunidad.
cerebro y al que le faltaba la base, mandíbula y el frente del rostro, Davidson Black había estudiado el cráneo y estaba convencido
estaba parcialmente encajado y lleno de tierra, y Black se tomó mu- « ... de que el "hombre de Pekín" era un ser pensante, que andaba er-
chos meses para liberar al fósil de esta costra. Publicó una comuni- guido, y que databa-del principio de la Edad Glacial». Acompañaban
cación de prensa con una fotografía de la vista lateral del cráneo, aún al artículo unas entrevistas con el doctor Elliot Smith y con Sir Ar-
encajado por la base en la costra, y en el informe mencionó que no se thur Keith. La entrevista con Sir Arthur Keith era de mayor interés,
habían hallado artefactos ni señales de fuego (ver fig. 27). Boule es- debido a que aquí se tocó la primera nota de precaución en cuanto a
cribió acerca del descubrimiento en L'Anthropologie en 1929, diciendo este descubrimiento en particular. El informe menciona que él « ... pa-
que era notablemente parecido al cráneo de Pithecanthropus de Java. recía algo escéptico en cuanto a la afirmación de los "huesos petrifica-
Black trabajó de noche en su laboratorio sobre el cráneo, hacien- dos de diez hombres". «Los descubrimientos no se hacen de esta ma-
do moldes, dibujos y fotografías, y robó tanto sueño como pudo du- nera», dijo él. Ya que todos los restos fósiles de hombres-simios eran
rante el día después de guardar los fósiles en su caja fuerte. Decía que (y siguen siendo) muy fragmentarios, estaba evidentemente suspicaz
trabajaba mejor y pensaba con más claridad durante la noche. Puede acerca. de que hubieran sido hallados diez esqueletos virtualmente com-
haber sido esta rutina que contribuyó a su temprana muerte debido a pletos, y no iba a hacer ningún otro comentario hasta que hubiera
un ataque de corazón en 1934, a la edad de cincuenta años.
Black emitió un informe total de los hallazgos hasta 1931. Teilhard, visto los detalles oficiales de los descubrimientos.
no obstante, estaba deseoso de dar un relato del fósil, y escribió un Un reportaje muy similar a éste en el Daily Telegraph apareció en
artículo, publicado en 1930 (76), dando una descripción total d•:! él. Es el New York Times del 16 de diciembre con la información adicional
precisamente aquí donde empieza a ahondarse el misterio real de qué de que nueve de los diez esqueletos carecían de cabeza (¡ !) y que los
es precisamente lo que se halló en Choukoutien. expertos estaban buscando los otros cráneos, cuya ausencia no podían
Sin embargo, antes de proseguir trazando la historia de este cráneo explicar. No obstante, otros dos expertos americanos aceptaron muy
tenemos que hacer una disgresión para considerar el misterio aún cautamente los descubrimientos, porque en el New York Times del17
más extraño de la aparición y desaparición meteórica de no menos de de diciembre, Walter Granged dijo que si los hallazgos eran auténti-
diez esqueletos. cos, creía que hubieran utilizado instrumentos y que estaban también
probablemente «familiarizados con el fuego ... » En el New Yok Times
del18 de diciembre, el doctorAles Hrdlicka dudaba que los huesos tu-
Los diez esqueletos vieran la antigüedad de un millón de años que se les atribuía, en vista
de la cantidad de esqueletos que se habían hallado y de la circunstan-
cia de que careciesen de cabeza, lo que indicaba modernas prácticas de
En mi investigación para la primera edición de este libro, descubrí
la referencia de O'Connell al descubrimiento de diez esqueletos, que caza de cabezas.
había sido anunciado, según él, en el Daily Telegraph del 20 de julio
Nature anunció el descubrimiento en su ejemplar del28 de diciem-
bre, y que el doctor Davidson Black haría un anuncio oficial acerca de
de 1929. Al investigar cuidadosamente el diario de aquella fecha, y al
no ver en él ninguna mención de que se hubieran hallado esqueletos los descubrimientos el 29 de diciembre.
Es evidente que se había descubierto algo muy importante en Pe-
en Pekín, naturalmente no me referí a este incidente. kín. Con toda esta publicidad mundial estaba dispuesto el escenario
Ahora está claro que la fecha era incorrecta, y que sí se hizo un para un informe detallado acerca de estos esqueletos, demostrándose
anuncio mundial de este descubrimiento el 15-16 de diciembre.
En el Daily Telegraph del 16 de diciembre de 1929 aparecía un largo que el hombre había descendido de un antecesor simio.
artículo de su corresponsal en Pekín. Informaba del descubrimiento ¿Qué es lo que en realidad sucedió?
de huesos fosilizados de diez hombres, juntamente con un cráneo per- ¡Nada en absoluto: un silencio total!
fecto (completo con huesos faciales). Se había hecho un anuncio, por ¡Sencillamente, no se da cuenta de los esqueletos en ningún informe,
parte de Davidson Black y de otros funcionarios de la exploración geo- en ningún periódico ni en ningún libro de referencia que trate del hom-
lógica de China que estaban preparando una declaración científica para br de Pekín! Es como si todos estos titulares de la prensa jamás hu-
publicarla en una Convención, que tendría que celebrarse en Pekín el bieran existido. Por cierto, el único fósil que se menciona más tar-
23 de diciembre. Los esqueletos habían sido descubiertos en la cueva de como descubierto a principios de diciembre es la cubierta era-
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neana del Locus E de Pei. No se mencionan jamás ningunos otros deformada, excepto por una área dañada alrededor del occipucio.
huesos. e) En el momento de redactar el artículo, no se había liberado el in-
¿Qué es lo que pudo haber provocado esta desaparición? Me parece terior de la caja craneana de sedimentos, y por ello no se podía
que los expertos, siempre bien dispuestos a lanzar a los cuatro vientos medir la capacidad del cerebro, pero consideraba él que no sería
sus descubrimientos, parecen haber enviado un apresurado cable a los grande en vista de las dimensiones relativamente pequeñas del
periódicos de todo el mundo. Sin embargo, es prebable que un examen cráneo y del considerable grosor de las paredes óseas.
más detenido evidenciara que los esqueletos eran demasiado humanos d) Publicó los comentarios preliminares de Black que señalaban un
para poder afirmar que se trataba de seres a mitad de camino entre número de características simias, una de ellas siendo que,
el hombre y el simio. Por ello, puede que se decidiera ignorarlos por Visto desde atrás, la parte superior del cráneo del Sinanthropus es
completo, y dar al conocimiento del público solamente el cráneo de si- de una forma burdamente triangular como la de los monos, y no de
mio que se afirma que Pei descubrió en la «cueva» inferior. forma oval, como la del hombre.
Hasta allí donde yo puedo comprobar, Black nunca informó acerca
de los fósiles aquel 29 de diciembre. Pero sí envió un telegrama a Bou- Teilhard escribió otro artículo en Anthropologie, 1931 (81), que tam-
le (173 el 28 de diciembre, diciendo '-<recuperado Chou-Kou-Tien cráneo bión confirmaba el considerable número de características simiescas
adulto Sinanthropus entero e intacto excepto rostro. Sigue carta». que poseía el cráneo.
Así, en el breve espacio de trece días los diez esqueletos hicieron Cierto queda que con tales afirmaciones queda claro que todo lo que
su breve aparición y misteriosa desaparición en el escenario del Teatro se había hallado era el cráneo de un mono de gran tamaño, y la pri-
de Pekín. No obstante, éste no fue el único acto de desaparición en la mera descripción de Teilhard queda confirmada por las impresiones
función. Una suerte similar esperaba a los huesos que mostraban ma- dadas por otros científicos que visitaron Pekín durante los siguientes
nipulación humana en 1937 y a todos los fósiles en 1941. pocos años.
Este e~traño incideq.te suscita una pregunta: ¿Por qué ningún «cien-
tífico», autor o periodista íntegro jamás se refierieron a estos reporta- La opinión de Elliot Smith
jes sobre los diez esqueletos y nunca investigaron lo que había sido de En octubre de 1930, Grafton Elliot Smith visitó el lugar, y el alien-
ellos? Por ejemplo, ¿por qué el editor de Nature nunca preguntó qué to que dio al equipo trabajando en China fue reconocido con agrade-
era lo que había sucedido a los importantes esqueletos cuyo descubri- cimiento por ellos en una de sus publicaciones posteriores titulada
miento había anunciado en su revista? ¿Es que acaso es un principio Fossil Man (88, p. 10).
aceptado en el mundo de la antropología que no se alienta el hacer A su vuelta a Inglaterra, Smith escribió un artículo en Antiquity
persistentemente unas preguntas enojosas, incluso se desalienta po- (78), del que ya hemos citado. Refiriéndose a los descubrimiento en Pe-
sitivamente? Sugiero que se trata en este caso de otro ejemplo de su- kín, hizo los siguientes comentarios:
presión de evidencias indeseadas ejercitada en el mundo de las publi-
caciones. a) En el diagrama que incluyó en su artículo, que es similar al de
Habiendo hecho una disgresión con este revelador tema, volvere- la figura 20, no se hace mención alguna de que la capa 4 es un
mos ahora al cráneo del Locus E y seguiremos su «desarrollo» a lo profundo yacimiento de cenizas. También menciona específicamen-
largo de los años. te que no se había hallado ninguna traza de ningún tipo de herra-
mientas, a pesar de una investigación cuidadosa del lugar, y de
que Teilhard estaba buscando en particular evidencias arqueológi-
1930. Dos valoraciones del cráneo cas. No obstante, Pei había hallado algunas otras piezas de cuarzo,
pero la «inútil búsqueda de evidencias de actividad humana» había
El artículo de Teilhard apareció en la Revue des Questios Scien- obligado a aquellos involucrados a llegar a la conclusión de que el
tifiques en París (31, p. 58), y dijo lo siguiente al describir el hallazgo: hombre de Pekín se hallaba en una etapa tan primitiva que todavía
«no había aprendido a dar forma a utensilios».
a) El sitio principal no era una fisura, sino el fondo rellenado de una
cueva, cuya parte superior había sido erosionada posteriormente. b) El comentario de Elliot Smith acerca de una fotografía del crá-
No se había hallado todavía rastros de fuego ni de ninguna indus- neo hallado por Pei (el cráneo del Locus E), que utilizó él como ilus-
tria. tración en un artículo, fue que exhibía «de una manera aún más
b) Toda la caja craneana del Locus E estaba bien preservada y no acusada el grosor del cráneo y el diminuto lugar del espacio para
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que Black hizo de este cráneo, he examinado sus tres informes con
cierto detalle en el Apéndice 111.
Con respecto a la evaluación de Black del cráneo del Locus E, Bou-
E
le hizo el corrosivo comentario de que
Black, que se había creído justificado en forjar el ténnino cSinan-
thropus» para designar un diente (énfasis suyo), estaba naturalmente
ansioso de legitimar esta creación cuando tuvo que describir una cu-
bierta craneana (4, p. 141).
Es bien evidente que en :.us escritos, Boule es muy escéptico e in-
locus'E'skul cluso adversario con respecto a las extravagantes afirmaciones hechas
Scale melres en cuanto al hombre de Pekín. Expresó sus opiniones en Les Hommes
o 10 20 30 40 Fossiles que publicó antes de la Segunda Guerra Mundial. Murió du-
rante la guerra y posteriormente este libro fue revisado por Vallois, y
se hizo una traducción inglesa en 1957. Parece que Vallois no estaba to-
FIG. 20. Sección de la localidad del Sinanthropus talmente de acuerdo con los fuertes puntos de vista acerca del Sinan-
thropus, porque, aunque muchas de sus afirmaciones claras han sido
el cerebro». También notó «la capacidad cerebral sorprendente- retenidas, en un sumario titulado A New Discussion of the Facts (Una
mente pequeña» {p. 34 ).
reconsideración de los hechos), se acentúa la posición intermedia que
el Sinanthropus mantiene en la línea entre el hombre y los simios.
Esta ~escripción de la pequeñez del tamaño del cráneo concuerda Una comparación con la publicación original de Boule revela muchas
con los otros que visitaron Pekín:
revisiones y alteraciones. Cuando cito puntos de vista que son eviden-
Teilhard (31, p. 6): « .. .la capacidad craneana (probablemente pobre, temente de Boule, se los he atribuido a él como corresponde, pero
dadas las dimensiones relativamente pequeñas del cráneo ... )». cuando se dan opiniones más generales procedentes de la traducción
Breuil (84, p. 15): «La existencia, en un cráneo tan primitivo ... de inglesa, me refiero simplemente al título del libro, sin determinar la
características humanas ... es inesperada.» opinión de qué autor es la que refleja la afirmación.
Von Kenigswald (18, p. 46): «El cráneo era relativamente peque-
ño ... »
La visita del profesor Breuil
Así, todos aquellos que habían visto realmente el cráneo original Durante este mismo año (1931), el profesor Breuil, del College de
se quedaron impresionados por la pequeñez de su capacidad cerebral. France y de l'Institut de Palaeontologie Humaine, y experto de renom-
La única evidencia de que tuviera una capacidad de casi 1.000 ce la bre mundial acerca de la Edad de Piedra Antigua, visitó la localidad
constituye el volumen que Black midió en su reconstrucción del crá- de Choukoutien y examinó los fósiles en el Laboratorio de Pekín. Pasó
neo en 1931 y la repetición de la medición sobre la misma reconstruc- diecinueve días en China, y publicó los resultados de su visita el año
ción efectuada por Weidenreich en 1943. siguiente. Antes de dejar Pekín, Breuil dio una conferencia el 3 de no-
viembre de 1931 ante la Sociedad Geológica de China (84), en la que
describió la antigua industria de piedra y de huesos que había visto en
1931. El infonne de Black acerca del cráneo el lugar y su evaluación de ellas. Mucho de lo que dijo lo repitió en su
artículo de 1932, y lo consideraremos más adelante, pero los siguientes
Teilhard publicó otro artículo acerca del cráneo fósil en L'Anthro- puntos son de interés.
pologie (81, p. 10), en el que dice que «Se parece de forma manifiesta
y estrechamente a los grandes simios». De hecho, otra vez la única ca- (a) Trabajos en huesos
racterística humana mencionada es su capacidad cerebral que, decía, El nivel de elaboración desarrollado en el corte y conformado de
Black había medido como siendo de casi 1.000 ce. tanto las piedras como de los huesos que vio, tema este en el que
Black publicó s1.1 artículo final sobre el cráneo del Locus E (80), ha- era un experto profundo, era lo suficientemente avanzado como para
biendo emitido un informe preliminar en 1929 (79) y un informe pro- compararse muy favorablemente con la cultura Mousteriense. Esto lo
visional en 1930 (77). Ya que es tanto lo que pende de la reconstrucción igualaría al hombre de Neanderthal, que existió mucho después que el
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1932. Informe de Breull
Sinanthropus. Esta tardía fecha para los artefactos era Claramente ina-
ceptable para los expertos en China, y sobre la primera página del ar- Breuil publicó los resultados de su visita de 1931 (85) y damos a
tículó de Breuil el editor añadió un interesante pie de página, en el que continuación algunos breves extractos de su prolongado artículo, uti-
decía: lizando los encabezamientos de sus capítulos. En la figura 20 damos
un diagrama simplificado de la sección de la localidad que utilizó
La interpretación que hace el profesor Breuil de la evidencia de los Breuil, de manera que el lector pueda juzgar por sí mismo la conside-
artefactos, aparte de los de piedra, es de considerable interés, repre-
sentando como representa la opinión personal considerada de una rable extensión de los restos de fuego descubiertos. En el Apéndice IV
autoridad tan eminente. Los miembros del personal del Laboratorio damos la evidencia que indica que estas cenizas se descubrieron dos
de Investigación Cenozoica están en acuerdo esencial con la interpre- años antes de la visita de Breuil, y que su existencia fue admitida sólo
tación del profesor Breuil de la evidencia de la utilización de fuego a regañadientes por parte de los expertos en China.
y de la fabricación de utensilios de piedra por el Sinanthropus. No
obstante, debería señalarse que sus puntos de vista con respecto a la
naturaleza del material de hueso y de cuerno y de la avanzada etapa l. EL FUEGO EN CHOUKOUTIEN
de la industria lítica, son por el presente de una naturaleza más conser- Con mucho, el principal hecho señalado por Breuil durante su vi-
vadora. Se publicará en breve en e.sta revista una descripción del ma- sita fue la gran profundidad de cenizas que llegaba hasta 7 metros de
terial adicional ahora disponible en mucha mayor cantidad. ED. grosor .en el nivel superior. Este depósito estaba constituido por nume-
rosas capas en banda de muchos colores distintos, que habían sido
Este pie de página iba a tener una secuela, pues en 1934 Breuil vol- producidos por la combustión de materia vegetal. En el fondo del mon-
vió a visitar Pekín para reexaminar estos huesos. · tón de" cenizas se hallaba una capa de carbón vegetal, indicando que
«el fuego, una vez encendido, se mantenía así durante largos períodos
(b) Los cráneos de tiempo». «El fuego se utilizó en gran escala en Choukoutien» y el
Su explicación del hecho de que sólo se habían hallado los cráneos grosor actual representa evidentemente un grosor mucho mayor en la
del Sinanthropus fue ¡que habían secado las cabezas de sus muertos época de los fuegos.» El calor generado era tan intenso que el fosfato
colgándolos de árboles, antes de introducirlos en la cueva! Esto pare- de los huesos se había formado en nódulos y losas de concreciones, y
ce muy imaginativo, y no sería entonces de esperar que aparecieran algunos fosfatos de cal se habían transformado en fosfatos azules de
mezclados con los restos de otros animales. hierro. Halló bloques de huesos quemados y cuarzo fragmentado, todo
ello solidificado junto.
(e) Sinanthropus En la cueva inferior Kotzetang, que había sido formada reciente y
Su evaluación general del Sinanthropus fue que era artificialmente en la brecha (una masa de piedras cementada natural-
mente), halló que una capa negra constituía la base de un horno con
. . . no más la criatura vacía de capacidades humanas, como hubiera cenizas de color más claro (de 2 a 3 metros de grosor [88, p. 18]), pro-
creído a primera vista, al ver la cabeza tan parecida a la de algunos bablemente mezclada con arcilla, encima de ella. Se estaban extrayen-
antropoides. Es ya hombre, a pesar de sus características animales, do piedras con hollín y huesos quemados mientras él estaba allí.
con úna inteligencia en desarrollo, con el inicio de su superioridad
sobre los otros animales, debido al fuego y al trabajo de la piedra.
2. INDUSTRIA DE PIEDRA
Breuil está evidentemente sorprendido de que una cultura tan avan- En 1931 habían hallado en la Cueva Kotzetang 2.000 fragmentos de
zada hubiera podido provenir del cráneo que vio, lo que confirma las cuarzo astillado. Breuil vio una capa de ellos de alrededor de 0,5 m de
observaciones originales de que el cráneo era el de un simio y de poca grosor en este lugar. Halló rocas volcánicas partidas en diferentes for-
capacidad, y está en conflicto con el modelo posterior de Black, que, mas. «Son los restos, desafortunadamente muy descompuestos, de un
dijo él, tenía una capacidad de 1.000 ce. Breuil puede haber creído gran juego de herramientas de piedras volcánicas, partidas en grandes
que, al ser el huésped de los científicos en China, y un colega profesio- astillas.» El cuarzo, que no se hallaba naturalmente en esta cueva, pero
nal, tenía que ser muy circunspecto en evitación de una contradicción que se podía conseguir a aproximadamente una milla de distancia a
directa de sus hallazgos. través de un pequeño valle, era de dos tipos, en tanto que algunas de
las piezas eran «más grandes que la cabeza de un hombre» y portaban
marcas que indicaban que habían sido utilizadas como yunques. Halló
que «en mayor abundancia se hallaban pequeñas astillas, perfectamen-
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bies, como lo son los rastros de fuego y de industria, al Hombre ver-
te definidas como debidas al martilleo humano con todas las caracterís- dadero, cuyos restos no han sido todavía encontrados. Ya que estos
ticas del Mousteriense francés». Otras piedras parecían similares al originadores del fuego y de la industria son una raza desconocida que
tipo Paleolítico Superior, y vio «varias "bolas" de una forma burda de no han dejado marca de su paso, de hecho no hay ninguna forma de
tipo poliédrico». Dijo que la industria lítica que había visto era distin- establecer con evidencia total que estos expertos estén equivocados.»
ta de cualquiera de las culturas líticas que había visto en Europa, «y Sigue Breuil diciendo que los principios sobre los cuales se excluye
que su similaridad a una cultura Mousteriense cruda fue indudable- que el Sinanthropus poseyera inteligencia humana ¡son apriorísticos!
mente accidental». A continuación argumenta que como el Sinanthropus se halla tan cer-
cano al hombre de Java, que puede ser posible que este último fuera
3. INDUSTRIA ÓSEA más humano que lo que se pensó al principio, lo que es un comentario
«El trabajador de Choukoutien ha utilizado sistemáticamente una extraño a la vista del hecho de que admitió que no podía demostrar
gran industria de herramientas de hueso . . . Las grandes astas eran que el Sinanthropus fuera el autor de las obras en Choukoutien.
demasiado grandes para ser trabajadas enteras y eran cortadas entro- «La existencia, en un cráneo tan primitivo, tan remoto de todos
zos y talladas con herramientas de piedra ... Primero quemaban el los otros Hombres conocidos, de una capacidad humana de inventar
hueco cerca del sitio elegido para el corte, y luego se trabajaba con herramientas e instrumentos con el propósito de hacer otras herra-
una herramienta parecida a un calibre haciendo un surco en forma de mientas con ellas, abre ciertamente nuevas e inesperadas perspectivas
V, casi hastá llegar al interior blando ... El asta se rompía a continua- del pasado distante de nuestra especie.»
ción con un golpe.» En una nota de pie de página comenta que «los Es evidente que él acepta que el Sinanthropus es el responsable
hombres del Neolítico de las cuevas de pedernal utilizaban el mismo de las obras, pero como ya hemos dicho anteriormente, está sorpren-
método, por ejemplo, en Nointel (Oise).» dido ante este «primitivo» cráneo, de lo que uno llega a la conclusión
Las mandíbulas superiores de los ciervos habían sido evidentemen- de que en realidad se está refiriendo al pequeño tamaño de su cerebro.
te utilizJldas como un cepillo. Lo mismo que con los instrumentos de
madera, tuvo dificultades en adscribir la industria de huesos a un perío- 6. LA EDAD DEL SINANTHROPUS
do particular de cultura con el que estuviera familiarizado en Europa. Breuil considera que puede haber existido durante «el período pa-
leolítico pre-Wurmiense, desde el Chelleense antiguo de Abbeville, con
4. Los RESTOS DEL SINANTHROPUS fauna Cromeriense, hasta quizá tan posteriormente como el Levalloi-
«Hay dos cajas craneanas y varios fragmentos de cráneo de Sinan- siense anterior o medio». No es fácil la datación precisa de todo esto,
thropus y una buena media docena de mandíbulas, una cantidad de dependiendo ello de la autoridad en la que uno se apoye, como se
dientes y dos pequeños huesos de las extremidades. Cuando los restos puede ver en la figura 14.
recuperados de animales se cuentan por decenas de miles y, excepto por No obstante, parece que los períodos que Breuil da son ligera o
los grandes Paquidermos [elefantes], completos en todas las partes de incluso considerablemente posteriores a aquellos a los que generalmen-
sus cuerpos, no se ha hallado ni un hueso del tronco o de las extremi- te se atribuye el Sinanthropus, particularmente cuando asemeja los tra-
dades del Sinanthropus. Este hecho, profundamente perturbador, si no bajos a los de la «Cultura Mousteriense».
se modifica en el curso de las excavaciones, demanda una explicación,
porque tiende a mostrar una selección en los huesos del Sinanthropus, Una evaluación del lugar
y de un tratamiento especial en la forma en que se han tratado los De este informe de primera mano de Breuil, a pesar de sus reser-
cuerpos.» vas, tenemos plena evidencia de que en Choukoutien existió una indus-
Breuil llega a la conclusión de que los cráneos solos, privados de tria de una naturaleza que era demasiado grande y adelantada para
su carne por corrupción, ¡habían sido llevados al lugar en que habían poderla atribuir a los pequeños cráneos de los animales a los que se
sido hallados! les asignó el nombre de Sinanthropus pekinensis. Los enormes hornos
que se mantuvieron en combustión durante largos lapsos de tiempo,
los miles de piedras astilladas y conformadas, algunas veces traídas
5. ¿QUIÉN ES EL AUTOR DE ESTAS HERRAMIENTAS Y ACTIVIDADES? a la localidad desde una distancia de una o dos millas, y los huesos que
e Muchos
expertos· distinguidos, independientemente de los demás, habían sido trabajados y cortados hablan todos ellos del Hombre mo-
me han expresado la opinión de que un ser tan distante físicamente derno, del Horno sapiens, al control de todo aquello. Breuil admite que
del hombre, incluido un Neanderthal, no era capaz de llevar a cabo los muchos otros expertos, de los que indudablemente su colega Boule
trabajos que he acabado de describir. En este caso, los restos del Si- forma parte, habían adoptado esta opinión.
nanthropus podrían ser considerados meros trofeos de caza, atribuí-
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Las boleadoras Sumarizando la información disponible acerca de estos «cráneos»,
Consideramos que esta postura queda confirmada por una pieza señalemos que:
en particular de artesanía en piedra, que Breuil menciona brevemente
en su artículo -nos referimos a las «bolas» que vio. Se debería seña- a) Se hallaban siempre rotos, generalmente en trozos bastante pe-
lar que el profesor, experto él en artefactos de piedra, las llamó, sin queños. Sólo el cráneo del Locus E estaba razonablemente comple-
dudarlo un momento, «bolas», en lugar de decir que eran «parecidas to, e incluso éste carecía de base y estaba muy estropeado.
a bolas». Si estaba en lo cierto, las implicaciones son considerables. Las b) Por lo general, se les encontraba mezclados con otros restos de
bolas, como se sabe, son dos o tres piedras, atadas a cabos de cuerda animales, siendo la mayor parte de ellos de ciervos y otros anima-
de alrededor de un metro a un metro y medio de longitud. Se giran les cazados para comida.
sobre la cabeza y se lanzan a los pies de los animales en su huida. Si e) Prácticamente, no se han hallado otros huesos. Los pocos fragmen-
la puntería es buena, se enrollan alrededor de las patas del animal, tos de huesos de las extremidades inferiores que se han hallado ha-
que es arrojado al suelo. bían sido muy desmenuzados, y no hay ninguna verdadera evidencia
Las etapas de fabricación y utilización de un instrumento de este de que el Sinanthropus hubiera jamás andado erguido.
tipo involucran técnicas muy avanzadas, tales como: d) Los cráneos no mostraban diferencia alguna entre los hallados en
la parte superior de los depósitos y los hallados en la parte inferior,
a) Dar la forma de esfera a bloques de piedra, lo que está bien lejos lo .que indica que no había habido ningún «progreso» ni «adelanto»
de ser fácil. durante el período de ocupación del lugar.
b) La fijación de las piedras al extremo de, digamos, un trenzado
de cuero. Esto involucraría, posiblemente, la fabricación de una ¿Hay alguna explicación de sentido común para dar cuenta de es-
bolsa de cuero y su fijación al trenzado. tos hechos aparentemente extraños? La explicación más evidente es
e) Una -habilidad considerable en el lanzamiento de esta desusada que los cráneos eran meramente de monos de gran tamaño, cazados y
arma arrojadiza para enrollarla a los pies de animales en rápido decapitados en el bosque. En la cueva se rompían los cráneos a fin de
movimiento. poder sacar los cerebros, que se comían como plato delicado. Al final,
los trozos rotos de cráneo eran arrojados con los restos de otros ani-
Por encima de todas estas consideraciones se halla el elevado grado males cazados para alimento.
de capacidad de invención y el desarrollo de conceptos mecánicos es- Es evidente que con una propaganda tan masiva como la que ro-
paciales precisos para diseñar un arma tan eficaz. Es evidente, que deaba estos fragmentos de cráneos de simios, la asunción de que fue-
este se hallaría más allá de la capacidad de ninguno de los denomina- ran un eslabón importante en la línea del linaje humano fue demasia-
dos hombres-simios. do fuerte para resistirla. Cuando algunos expertos sugirieron la expli-
cación más realista de que se trataba solamente de monos que habían
Los cráneos de Sinanthropus sido decapitados por seres humanos, se refutó el argumento sobre la
Como hemos visto, los expertos tenían considerable dificultad en base de que era a priori, ya que no se había descubierto evidencia de
explicar por qué, virtualmente, sólo se habían descubierto cabezas de existencia humana. Cuando, en 1933, se hallaron esqueletos humanos
Sinanthropus. La cantidad total de «Cráneos» que se llegaron a descu- en las cercanías, se retardó la publicación de este hecho por cinco
brir llegó a catorce, pero más de la mitad de ellos consistían solamente años, y se dijo que el lugar era de una edad muy posterior a la de los
en una parte del cráneo, o una parte de la mandíbula, pero estos se principales depósitos de Sinanthropus. No obstante, se admitieron va-
contaban siempre como un «cráneo» (100, p. 5). rias relaciones entre estos dos lugares.
Sólo en cinco casos se pudo disponer de suficientes huesos del crá- Proponemos que el intento de interpretar la evidencia del material
neo para poder hacer una reconstrucción adecuada para poder medir descrito por Breuil como constituyendo la obra de hombres-simios re-
el volumen. Estos fueron: sulta un descrédito sobre toda la ciencia de la paleoantropología, y que
simplemente va en contra del sentido común.
Skull 11 Cráneo de Black, reconstruido de fragmen-
tos hallados en el laboratorio 1.030 ce
Skull 111 Cráneo de Black del Locus E 915 ce La postura del profesor Boule
No fue Breuilla única persona en visitar el lugar. O'Connell relata
Skull X 1.225 ce
que se invitó al profesor Boule a que fuera a China, pero cuando vio
Skull XI Cráneo de «Nellie» 1.015 ce
1.030 ce que la única evidencia era un cráneo roto de mono, montó en cólera,
Skull XII
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denunció a Teilhard y ridiculizó la idea de que los dueños de aquellos Al repasar este artículo en L'Anthropologie (87), R. Vaufrey señala
cráneos hubieran podido mantener la industria a gran escala que allí que silencian los fuegos y pregunta: «¿Dónde están los huesos largos
se revelaba. Sus hallazgos (96) eran que el cráneo era simiesco, y cali- del Sinanthropus?»
fica la idea de que los propietarios de estos cráneos fueran los auto-
res de aquella industria en gran escala «Una hipótesis fantasiosa». En
su libro Fossil Men, está claramente lejos de la convicción de que el 1933. El infonne de «El Hombre Fósil en China»
Sinanthropus fuera otra cosa que un mono, y comenta así:
Los cuatro miembros del Laboratorio Cenozoico (Black, Teilhard,
Por ello podemos preguntarnos si no es sobremanera temerario consi- Young y Pei) redactaron el documento titulado El hombre fósil en
derar al Sinanthropus como el monarca de Choukoutien cuando apa- China (88). Este es un documento extenso y cubre la historia del des-
rece en los depósitos en el papel de una mera presa de caza, a la par cubrimiento, poniendo al día y repitiendo mucho de lo que ya se había
de los animales en cuya compañía se halla (p. 145). dicho en escritos anteriores. Difiere notablemente de la postura de
Breuil en que está bien lejos de ser evidente en su informe el adelantado
Teilhard, que no podía aceptar esta explicación, consideraba la idea estado de los trabajos en piedra y en hueso y la gran entidad de los
de que la escala de la industria demostraba que habían existido hom- fuegos .Y• así, se lee:
bres de verdad ¡como «pura fantasía o ficción prehistórica»!
a) Industria de piedra: Se dan algunos dibujos de herramientas sen-
Historia de la localidad cillas de piedra, y de los miles de piedras que se habían hallado
Sería evidentemente interesante poder mostrar cómo el lugar se «sólo 15 pudieran llamarse utensilios».
desarroll(> bajo la mano del hombre que los había ocupado, hasta el b) Industria de huesos: A pesar del hecho de que Breuil era un ex-
estado en que fue hallado por los excavadores. No obstante, esto dista perto reconocido en este campo, se mencionan sus opiniones y,
de ser fácil. Un examen cuidadoso de la posición, tamaño y tipo de los acto seguido, son rechazadas, ya que los autores consideran que se
varios estratos no muestra precisamente cómo llegaron a quedar en el precisa de más evidencia y que es probable que la rotura de los
orden particular en que se hallan. En este caso particular, la dificultad huesos ¡se debiera a accidentes! Su conclusión definitiva es: «En
normal de representar un lugar complejo, tridimensional, mediante sec- vista de esto, creemos que es innecesaria una posterior considera-
ciones y planos, queda complicada por la compresión y distorsión de ción de este tema.»
las capas de cenizas y cascotes de los trozos de limolita caída. Consi- e) Fuego: La gran capa de cenizas se describe así:
deraba O'Connell que el sitio había sido utilizado como industria de
cocción de limolita para la construcción de la antigua ciudad de Cam- Capa Superior de Cenizas, consistiendo de capas blandas de arcilla
baluc, sobre la que se asienta la actual ciudad de Pekín. Sugiere tam- arenosa, con sus capas negras de cenizas carbonosas, y los colores
bién que la actividad asociada en la cantera minó la cara del acanti- amarillo y rojo debidos al soblecalentamiento de la arcilla.
lado de limolita, provocando un deslizamiento de tierras. Esta serie de
eventos pq.rece constituir una posible explicación a la situación revela- La capa inferior a ésta, que Breuil dijo ser carbón vegetal redu-
da en este lugar. cido a partículas, es descrito como «arcilla negra». En la página S
del informe hay una vista de los sitios mostrando este montón de
La industria de herramientas de piedra cenizas, y la descripción que se da es de «arcilla arenosa (cenizas)».
En 1932, Teilhard y Pei publicaron el artículo Lithic Industry of Más sorprendente es todavía la seccjón dedicada a la considera-
Sinanthropus deposits (Industria lítica de los depósitos de Sinanthro- ción de los fuegos. Habiendo gastado varias páginas para dar deta-
pus) (86), en el que describen algunos de los artefactos de piedra que lladas ilustraciones y descripciones de algo de los huesos y piedras
se habían descubierto. Consideraron que se trataba de un Paleolítico hallados, la sección que trata de los fuegos empieza con la afir-
inferior, y una de las culturas de piedra más sencillas que uno pudiera mación:
imaginarse. El único comentario que hicieron acerca de los fuegos fue:
Las trazas de fuego artificial en los depósitos de la localidad «!» son
En la zona cultural superior A incluimos toda la acumulación (de tan claras y abundantes que sólo tienen que ser mencionadas sin nin-
7 m de grosor) de arcilla arenosa en bandas amarillas, rojas y negras guna otra demostración posterior ( ¡ !).
indicada como Capa 4 en el informe preliminar de 1930. Todo este
depósito es un depósito de cenizas ...
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pleta), que estaba disponible a través de librerías científicas o directo
Este tema entero ¡queda cerrado en siete líneas! de la casa editorial en China.
Una afirmación tan poco íntegra es ciertamente inaceptable en En el artículo, afirma que habían hallado en la «Cueva Superior»
interés de la integridad científica. Darle a un montón de cenizas un verdadero Horno sapiens: tres cráneos de adulto, totalmente com-
de 7 metros de grosor el nombre de «trazas de fuego» es inexcusa- pletos (incluyendo la mandíbula), una pelvis con dos fémures, y otros
ble, pero no obstante es esta frase, o una descripción similar, la huesos más pequeños, haciendo en total seis individuos, uno de ellos
que uno halla en todos los libros populares que tratan del hombre de niño muy pequeño. Pone mucho énfasis en que se trataba de huma-
de Pekín (p. e. 4, p. 144; 5, p. 119; 17, p. 150; 14, p. 89; 25, p. 251; nos de tipo moderno, pero que fueron hallados en una cueva separada
8, p. 87). Creo que la evidencia de los grandes fuegos era ya evi- y que eran de una época posterior a la del Sinanthropus. También
dente en los primeros tiempos de las excavaciones, y esta aparente menciona Teilhard que habían hallado en otro lugar los restos de un
repugnancia de los expertos a admitir su existencia se considera gran babuino, y se pregunta si habría habitado en las colinas antes de
en el Apéndice IV. que el Sinanthropus lo desalojara. Hubiera sido interesante compa-
d) Bibliografía: Esta sección tiene una afirmación al principio que
rar los cráneos del supuesto cazador y de su presa.
dice así: Pei publicó un artículo (90) en septiembre, dando un informe pre-
... se ha intentado en la siguiente lista bibliográfica incluir citas de liminar del descubrimiento de esta cueva (fig. 21). La «Cueva» era una
todos los artículos que contienen observaciones de primera mano o cavidad sinuosa, en forma de «S», formada verticalmente en la limolita
datos históricos relevantes acerca de los depósitos fosilíferos de original por disolución de la roca. Estaba totalmente llena de una
Choukoutien o de materiales derivados de allí, hasta mayo de 1933. marga de color gris y de trozos de limolita, en la que se hallaron unas
cinco «capas» culturales, presentando la mayor parte de ellas eviden-
No se ,puede mantener que las publicaciones europeas no llega- cia de ocupación humana o huesos humanos. Alrededor de la mitad de
ban muy rápidamente a China, ya que otros tres artículos, publicados la profundidad de esta cavidad se hallaron tres cráneos humanos de
en Francia y Alemania en 1932, si habían sido incluidos. Como dice un hombre anciano, una mujer de media edad y de una mujer joven,
Vere: mientras que a otros niveles se descubrieron dientes de animales, agu-
jereados para hacer un collar, una aguja de hueso, y capas de limolita
¿Acaso Teilhard, por lo menos, que había sido el agente de que Breuil quemada.
llegara a China en mayo de 1933, no sabía lo que Breuil había hallado
y lo que Breuil había escrito? Esto es simplemente increíble. Sola- N
mente se puede llegar a la conclusión de que los descubrimientos de
Breuil, al ser embarazosos, se suprimieron deliberadamente. El tipo
de criatura hallado -o que se pretendía haber hallado- en Choukou-
tien era coherente con fogatas, pero no con algo desusadamente pare-
cido a un gran horno (33, p. 47).
Los humanos de la «Cueva Superior»
En 1933, Teilhard escribió un artículo, pero lo dejó sin publicar
durante cinco meses. No obstante, para el final de este lapso de tiempo,
W. Pei llevó a Pekín tres cráneos humanos que habían sido hallados Metras
en la «cueva superior», y Teilhard terminó el artículo en el que descri- o 6 12
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zado como vertedero de basuras, habiendo caído allí por accidente
fecha del Pleistoceno posterior én vista de la fosilización incompleta los pendientes. El dibujo que Pei hizo de la cueva muestra en las
de los huesos, la diferente naturaleza del rellenado de la cueva del re- capas superiores una «capa cultural» de cenizas, cerca de la cual
llenado de la cueva principal, y de la avanzada cultura de los ornamen- se halló una aguja de hueso. Esta capa se halla rodeada por una
tos, agujas, etc., descubiertos ahí. En un informe posterior consideró cantidad de bloques de limolita muy grandes que parecen haber
que el nivel inferior, a la vista de los muchos esqueletos compuestos sido separados de los estratos principales, muy similares a los que
de animales, había sido una trampa natural para animales. La capa sobreyacen encima del depósito principal (ver figs. 20 y 21). ¿Te-
media, dijo, era un lugar de sepultura, en tanto que la sección superior nemos acaso que creer que habría hombres que habitaban la cueva
había sido ocupada por el hombre (98 ). de la que ocasionalmente caían trozos de techo, pero que ellos pre-
Admite Pei que algunos de los huesos de extremidades atribuidos a firieron ignorar este hecho?
un solo individuo se hallaron (en algunos casos) desparramados sobre
una amplia área, no sólo horizontal, sino también verticalmente. Su · El informe asume claramente que la entrada en la cueva que ha-
explicación de ello fue que había sido obra ¡de castores! El doctor bían hallado era la entrada utilizada por los hombres de aquel enton-
Weidenreich, que asumió la dirección después de la muerte de Black ces cuando habitaban en la cueva. No obstante, los niveles culturales
en 1934, dijo que se trataba de miembros de una familia, y que el daño superiores se hallan bien por encima del nivel de la entrada, y toda la
hallado en ellos se debía a que fueron muertos a golpes. Pei no estaba cueva estaba completamente llena de arcilla gris y de los trozos de
de acuerdo con esto, diciendo que el daño se debía a rocas que cayeron limolita.
del techo sobre los cuerpos poco después de haber sido sepultados.
Como ya he comentado con respecto a los depósitos principales, es Enlaces de la «Cueva Superior» con el Sinanthropus
extremadamente difícil reconstruir una secuencia de los eventos con la Un hueso de interés era un fragmento de un maxilar izquierdo con
información de que disponemos y con la cantidad de elementos conflic- cuatro dientes, hallado en esta Cueva Superior en 1933, junto con los
tivos que hallamos en los artículos. La explicación más evidente de la cráneos de los hombres de la Cueva Superior. Muy sorprendentemen-
presencia de restos fósiles humanos en la «cueva» es que se trataba de te (aunque «con reservas»), Weidenreich (100) lo incluyó en sus des-
una familia de un grupo de hombres dedicados a los avanzados traba- cripciones del Sinanthropus, denominándolo Skull XIV. Parece así ha-
jos que hallamos en el depósito principál, pero que utilizaban esta cue- ber establecido un enlace entre los dos depósitos separados, haciéndo-
va como morada. Tan atractiva como es esta solución, no puede con los coexistentes.
todo ser demostrada. Por ello, solamente señalaré algunos de los pe- Aún otro posible enlace entre las dos cuevas es el hecho de que
culiares factores descubiertos en este lugar, ya que soy incapaz de pro- se hallaran unas cuantas herramientas de piedra que Pei descubrió en
poner una secuencia de eventos que explicara su presencia. la Cueva Superior (98). Las herramientas de guijarros parecían «sor-
prendentemente similares a algunos artículos hallados en depósitos
a) Habilitación de la cueva. Que una cavidad tan retorcida, casi ver- mucho más antiguos de Sinanthropus», fragmentos de vetas de cuero
tical, haya sido ocupada por el hombre es algo difícil de imaginar. y utensilios exactamente iguales a los del Sinanthropus; todo ello había
El acceso a la sección inferior no era fácil. Ciertamente, Weiden- sido utilizado por los ocupantes. En un pie de página da una extraña
reich se refiere a ella como «la llamada "Cueva Superior" de Chou- sugerencia para dar cuenta de la circunstancia, pues dice así:
koutien» (35, p. 86) implicando que la descripción no era totalmen-
te exacta. No obstante, es bien posible que los artículos de cuarzo aquí descri-
b) Huesos humanos. Dice Pei que en algunos casos éstos se halla- tos fueran recogidos por el hombre de la Cueva Superior o introdu-
ban ampliamente distribuidos tanto horizontal como verticalmente. cidos por acción natural en la Cueva Superior procedente de los de-
pósitos de Sinanthropus, como así sucede con ciertos fósiles, inclu-
Además, los cráneos se hallaron cerca de la parte inferior de una yendo restos humanos.
proyección grande de limolita colgando por encima, lo cual es una
postura desusada para una sepultura. El daño a los cráneos, que ¿Deduce él realmente que las piedras y los fósiles humanos llegaron
Pei atribuyó a que el techo de la cueva cayó sobre ellos, queda con- a la Cueva Superior por acción natural (¡!) procedentes de los depó-
tradicho por el propio efecto considerablemente protector provei- sitos del Sinanthropus?
do por esta gran área de limolita, que les hubiera dado protección Considerando todos los aspectos anteriores, una solución bastante
en la posición en que fueron hallados. razonable sería que cuando la ladera de la montaña se derrumbó, de-
e) Niveles. La presencia de esqueletos de animales y de varios pen- bido al efecto de minado de las obras principales, los habitantes de la
dientes en la cavidad inferior indica que hubiera podido ser utili-
135
134
cueva murieron simultáneamente, y sus cuerpos fueron llevados a esta Señala lo siguiente:
cavidad por la masa de fango y piedras que la rellenó. Excepto por_ el cráneo I, locus E (el cráneo de Pei de 1929), todos los
cráneos se hallaban fragmentados en piezas más o menos pequeñas
La muerte de Black y parcialmente quebrantadas o astilladas y a continuación fosilizadas
En 1934, el trabajo de Black sobre el Sinanthropus había recibido en esta condición.
alabanzas internacionales y acababa de ser hecho miembro de la Royal
Society de Londres. El 15 de marzo de 1934 murió, víctima de un ata- Se puede ver la dificultad de hacer una reconstrucción de una caja
que de corazón, y fue hallado en su laboratorio, yaciendo entre los craneana a partir de unas piezas tan quebrantadas, y la exactitud del
fósiles humanos y su reconstrucción del cráneo del Locus E. resultado final con respecto a su forma y capacidad es evidentemente
Teilhard asumió la dirección del laboratorio durante el tiempo pre- un asunto que involucra muchas asunciones y considerable cantidad
ciso para hallar un sustituto del doctor Black, señalándose para ello de suposiciones.
al doctor Franz Weidenreich, de la Universidad de Frankfurt. Weiden- Da el número total de individuos hallados en la localidad como
reich pasó a investigar todos los hallazgos que se habían efectuado y diez niños, dos adolescentes y doce adultos, ¡pero más de la mitad
escribió informes acerca de ellos durante los siguientes años. Pero no de ellos se hallan sólo representados por dientes, mandíbulas o unos
emitió ningún informe sobre los recientes hallazgos humanos; pero pocos fragmentos o unos pocos trozos de huesos de extremidades! Se
cuando lo hizo, no fue ni en el Bulletin de la Sociedad Geológica ni en hace referencia a «las varias zonas con sus fogatas (carbón vegetal, ce-
el Geological Survey of China, como hubiera sido de esperar, sino en el nizas y huesos quemados de animales) ... » Así, se vuelve a minimizar
Natural History Bulletin de Pekín en 1939 (99). el tamaño de la industria basada en el fuego que hallamos allí.
Se pasan varias páginas considerando las razones por las cuales
prácticamente sólo se han hallado los cráneos y mandíbulas de Sinan-
1935. Más informes thropus, ¡y Weidenreich concluye que tiene que haberse tratado de un
cazador de cabezas y que los cráneos eran sus trofeos! Rechaza él el
Breuil volvió a visitar la localidad en 1934, y él y Teilhard presenta- punto de vista de Boule de que se trataba de monos cazados por sus
ron informes por separado (91 y 92) en el Instituto de Antropología de cerebros diciendo que no se habían hallado restos del segundo homí-
Francia el 19 de junio de 1935. nido, el matador del Sinanthropus. Para apoyar esta afirmación, se re-
Teilhard da una breve descripción de los hallazgos humanos, pero fiere a las afirmaciones similares acerca de este tema hechas por los
en un diagrama del lugar, que ha simplificado tanto que difícilmente autores de Fossil Man in China. Pero esto había sido publicado en 1933,
puede compararse con la sección del lugar en la figura 20, sitúa la Cue- antes del descubrimiento de los cráneos humanos en la Cueva Supe-
va Superior en una posición relativa totalmente diferente con respecto rior. Sigue a continuación:
a las capas principales.
El artículo de Breuil describía la industria de piedra y se pregun- Puedo añadir que también en la actualidad, después de dos años de
taba si no sería algo menos antigua de lo que habían creído al principio, excavaciones y de nuevos descubrimientos, nada se ha desenterrado
que señale un segundo homínido. Todos los restos humanos desde
posiblemenje Paleolítico medio, pero anterior al Mousteriense Superior el lugar más profundo al lugar más elevado de la cueva muestran el
y al Aurignaciense. Así, dejó abierto que fuera comparable a una cul- mismo tipo morfológico, esto es, el del Sinanthropus.
tura Mousteriense media, lo que lo haría contemporáneo al hombre de
Neanderthal. W eidenreich no hace ni tan sólo una referencia de pasada a los hu-
manos de la Cueva Superior, y uno no puede dejar de preguntarse por
El informe de W eidenreich qué tiene que haber hecho una omisión tan importante.
Weidenreich publicó el informe The Sinanthropus Population of
Choukoutien (La población sinanthropa de Choukoutien) (93), que
está principalmente dedicado a describir y analizar las mandíbulas y 1937. Afirmación revisada de Tellhard
los dientes. Un aspecto que provoca confusión en sus descripciones
es su utilización consistente de la palabra «humano» cuando trata de Teilhard publicó un artículo en Etudcs (97 y 31, p. 84) en el que de
los cráneos de Sinanthropus, porque da la impresión de que tenía una nuevo no se halla ninguna mención de los verdaderos cráneos humanos.
fuerte tendencia a dar un status humano a los cráneos que más tarde La población total del lugar principal es evaluada por él en alrededor
reconstruyó.
136 137
de unos treinta individuos, de la que ellos tenían cinco cráneos casi dadoso por una autoridad tan pionera en prehistoria como el profesor
enteros, y partes de otros tres. Describe los puntos de vista de Boule Breuil, no estén ya más disponibles para la ciencia. Lamento en parti-
cular no poder satisfacer varios detalles como las capas de origen
acerca del Sinanthropus como «sutiles argumentos», y, para refutarlos, de cada espécimen dentro de la localidad Sinanthropa. W. C. P.
menciona que tienen el cráneo de un gran macho de 1.200 ce. de ca-
pacidad, y pregunta: «¿Qué necesidad tenemos de buscar otros agen- Es verdaderamente una coincidencia extraña que estos huesos, que
tes?» Un cráneo de este tamaño, que era del hombre viviente en la ac-
tualidad, es evidentemente más que adecuado para dar cuenta de la in- Breuil exhibió como clara evidencia de trabajo humano, tuvieran que
dustria en Choukoutien. sufrir la misma suerte que la que sufrió más tarde toda la colección
Evidentemente, hemos progresado mucho desde la descripción del de huesos en el tiempo de Pearl Harbour. Sería de esperar que se hu-
«pequeño cráneo simiesco» que él y otros habían dado del cráneo del biera registrado la pérdida de esta valiosa evidencia en por lo menos
Locus E, pasando por la medida de capacidad de 964 ce de Black a una o dos publicaciones, y ello no obstante, esta nota de Pei es la única
los 1.225 ce de la reconstrucción de Weidenreich del cráneo X. mención que he podido hallar acerca de su pérdida. Además, en toda
Allí donde habían pensado que el depósito principal era una falla mi lectura de la correspondencia de Teilhard correspondiente a este
vertical que se fue llenando gradualmente, se acepta que era una «cue- período, no he visto ninguna referencia a esta pérdida.
va ramificada, que se hizo progresivamente mayor pero que a la vez se Otro punto es que Pei «no pudiera satisfacen> los varios detalles so-
rellenaba con la desintegración continua del techo». Si es ésta la se- licitados por Breuil de dónde se había hallado cada fósil. Se suponía
cuencia aceptada de los eventos, solamente queda que comentar que que la excavación se había llevado a cabo con el mayor cuidado, ha·
cada vez que tenía lugar la desintegración, los ocupantes tenían que biéndose dividido toda la localidad en cuadrados, tanto en sentido ho-
haber estado fuera. ¡Su consistente práctica de hallarse «fuera de casa» rizontal como vertical, de manera que se pudiera localizar con toda
cuando caía el techo, no quedando así ningún esqueleto completo para exactitud la posición de cada fósil. Incluso si los fósiles ya no estaban
que los pudieran descubrir científicos futuros es ciertamente algo de- disponibles, Pei, que estaba a cargo de las excavaciones, hubiera debido
plorable! poder facilitar a Breuil la localización de cada uno de ellos a partir de
sus registros.
En su descripción señala que «el extraordinario tamaño de la pirá- El cráneo ilustrado en la figura 22 (skull XI) es la más completa de
mide ... y su poca profundidad o condición plana ... constituye indu- las cajas craneanas, y fue utilizado por Weidenreich como la base de
dablemente un carácter simiesco» y que « ... en todos los casos, la par- su reconstrucción del cráneo completo (fig. 23), al que más tarde se aña-
te central de la base se halla ausente». Trata él del primer cráneo que dieron características humanas. Otros cráneos tienen una gran propor-
Black reconstruyó de fragmentos hallados en 1928, corrigiendo el ine- ción de escayola visible, y se puede ver la dificultad de obtener una re-
xacto informe de Black, diciendo: construcción exacta de la capacidad a partir de una colección de piezas
así, particularmente a la luz de las consideraciones dadas sobre este
tema en la página 78.
Todos estos huesos encajan uno con el otro, como Black menciona,
pero no es totalmente correcto en esta afirmación: «No habiéndose
hecho otra restauración del cráneo ... » Como muestran las fotografías
de Black (figs. 5-10) hechas del original, la superficie exterior de la
mitad interior del hueso parietal izquierdo se hallaba tan estropeada
que la región defectiva tuvo que ser rellenada con escayola a fin de
poder posibilitar la restauración.
140 141
Un proceso tan elaborado dio un aura de ciencia a lo que era poco
más que una fantasía, porque se basaba sobre lo siguiente:
a) El cráneo XI, que no estaba completo, y que consistía de una can-
tidad de fragmentos rotos.
b) Dimensiones que faltaban se consiguieron del cráneo XII y del
cráneo 11 (el cráneo de Black del locus D, hecho de fragmentos
hallados en el laboratorio).
e) Huesos faciales que estaban mezclados con huesos faciales del crá-
neo X, que se hallaban solamente a 500 mm de distancia.
d) Una mandíbula inferior, que carecía de dientes, hallada a un nivel
a más de 25 metros de altura encima del cráneo (Mandíbula Hl
en los informes de Weidenreich acerca de la dentición del Sinan-
FIG. 22. Cráneo XI FIG. 23. Cráneo de «Nellie» thropus [95]). Señala Weidenreich:
La reconstrucción de «Nellie» Como ya se ha señalado antes, no tengo intención de exagerar las
La modelación de las características humanas sobre la reconstruc- características primitivas de la fisonomía. Fui por ello especialmente
ción de Weidenreich se trata en considerable detalle, empleándose en cuidadoso de no cometer el error cometido generalmente por artistas
ello varias páginas. Se rechaza el método de Dubois de reconstrucción legos en la materia al reconstruir el retrato del hombre primitivo,
de todo el cuerpo del hombre de Java a partir de un fémur y de una esto es, dar apariencia de salvaje y cabellos desarreglados como sig-
no de primitividad. Las características genuinas deberían de quedar
calota craneana, y se utiliza el método de McGregor de la determinación suficientemente indicadas sin ningún tipo de distorsión emocional de
del grosor de las partes de carne blanda, lo que era «el promedio del músculos mímicos o de cabello desordenado.
individuo bien nutrido, pero no gordo». Se fijaron agujas en el crá-
neo reconstruido, y recortadas al grosor preciso de la carne, modelán- Es ciertamente de alabar tal objetividad científica al criticar a los
dose_ a continuación todo ello con rostro de mujer (a la que llamaron que añaden características simiescas a cráneos humanos, pero ¿no
«Nellie» ). La escultura fue hecha por la señora Lucille Swann, una es- queda él convicto de la práctica opuesta e igualmente errónea de aña-
cultora que residía en aquel entonces en Pekín. Comenta Weidenreich dir características humanas a un cráneo de simio?
acerca de varias características del modelo acabado, señalando que «la
peculiaridad más notable ... es el grosor del cuello», ¡que quedaba, de- El artículo de Teilhard
safortunadamente, escondido por el cabello en el modelo! (fig. 24). El artículo de Teilhard Fossil Men, fue publicado en Pekín en 1943.
Da él la capacidad promedio del Sinanthropus como entre 1030-1225 ce,
y afirma que, aunque tenía algunas características simiescas es, por lo
que respecta a sus poderes mentales, Horno sapiens. «Si (énfasis suyo)
aceptamos que el hombre de Pekín mismo (y no algún otro desconocido
habitante de la cueva) es el autor de estas trazas (énfasis mío) de fue-
go y de esta industria de piedra, la conclusión es evidente.»
La continua minimización de los grandes montones de cenizas como
«trazas» de fuego por parte de los científicos responsables relacionados
con el Laboratorio Cenozoico puede solo suscitar dudas acerca de la
confiabilidad de sus informes, no solamente acerca de este asunto, sino
también de otros, especialmente cuando relatos independientes como
el de Breuil no están disponibles.
De nuevo, Teilhard afirma que la localidad
... no es otra cosa que una antigua cueva que se ha derrumbado y en
FIG. 24. cNellie» la que vivieron y murieron una variada población de carnívoros y el
mismo hombre, uno tras otro, dejando en el suelo, de forma gradual,
142 143
también uno tras otro, sus propios huesos mezclados con los de sus El dibujo de la cueva del hombre de Pekín
He intentado señalar que evidentemente hubo una industria de gran
presas. En Choukoutien, los paleontólogos habían sido lo suficiente- escala en marcha en Choukoutien, en vista de las capas de cuarzo frag-
mente afortunados para hallar accidentálmente una morada huma-
na de gran antigüedad, esto es, de hallar al hombre prehistórico «en mentado y los grandes montones de cenizas, y que los cráneos de Si-
casa». Bajo estas circunstancias no es de sorprender que la cosecha nanthropus se corresponden a los de monos cazados por sus cerebros.
haya sido tan rica. En el Museo Británico de Historia Natural se halla un ilustración (que
aparece también en la publicación de ellos, Evolution) que da una im-
Su deliberada omisión del hecho de que solamente se habían ha- presión totalmente opuesta. La he copiado en la fig. 26 y quisiera se-
llado la caja craneana y mandíbulas de su homínido, y que no se ha- ñalar en particular:
bía hallado prácticamente ningún hueso del esqueleto, queda patente.
Este artículo estuvo entre los últimos de ser escritos por un miembro
del Laboratorio y los únicos huesos esqueletales hallados fueron un
hueso semilunar (un pequeño hueso de la muñeca), un fragmento gran-
de de clavícula, dos fragmentos de húmero y siete diáfisis femorales
(partes solamente de la cavidad del fémur). A pesar de esto, Teilhard
afirma confiadamente que el Sinanthropus ¡presentaba estación bípeda
y poseía «dos manos»!
Descubrimientos posbélicos
El artículo de Teilhard queda incluido en el Simposium de sus es-
critos, titulado The Appearance of Man (La aparición del hombre) (31,
p. 93 ). El editor de esta obra añade un interesante pie de página, en
el que sumariza algunos puntos que aparecen en un artículo escrito por
Pei, que trabaja ahora para los comunistas, en China Reconstructs, él------
1954, en el que pone al día la excavación de Choukoutien. Señala que
en 1951 se hallaron dos fragmentos óseos, uno de una tibia (con ca- FIG. 26. La representación del hombre de las cavernas de Pekín
racterísticas de antropoide) y el otro de un húmero (con características
humanas), y fueron identificados como pertenecientes al hombre de a) El tamaño de la cueva.
Pekín. b) La extensión de fragmentación de piedra que se está llevando a
Un cráneo de hombre de Pekín, hallado en 1966, fue exhibido en cabo.
una exposición de descubrimientos arqueológicos chinos, que tuvo lu- e) La cantidad de fuego.
gar en la Royal Academy en 1973-1974 (fig. 25). La altura que se cita d) Las características humanas de sus habitantes.
del cráneo es de 11,9 cm y, como se puede ver por la ilustración,
existe una discontinuidad extremadamente grande entre los fragmen- Es mi observación de estos puntos que la ilustración es burdamen-
tos frontal y· trasero del cráneo. te inexacta .
... ...
.,- ---. "
La desaparición de los fósiles
dente que la embajada de los Estados Unidos tiene que haberle hecho hallado ninguna relación con la misteriosa mujer de los fósiles de
ver la importancia de los fósiles, y Foley relata cómo guardó la caja Pekín.
más importante mientras era prisionero de guerra.
El relato del bombero japonés de haber visto llevar algunos de los 4. LA INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE TOKIO
fósiles en baúles en 1942 de los cuarteles de marines en Pekín apoya Parece haber algunos aspectos extraños en la investigación que efec-
el hecho de que Ashurst no envió todas las cajas en el tren a Chinwang- tuó el doctor Frank Whitmore en la Universidad de Tokio en búsqueda
tao con el nombre de Foley en ellas, sino que guardó algunas consigo, de los fósiles, que Shapiro relata en las páginas 24 y 25.
o bien, que las que tenían en ellos el nombre de Ashurst le fueron más En la primera carta de Whitmore, dice él que había recuperado:
tarde devueltas en Pekín.
En su entrevista con el periodista, Asthurst no hace ninguna men- a) Huesos y artefactos de la localidad de Choukoutien.
ción de ello, diciendo que todas fueron en el tren y que probablemen- b) Los registros originales de las investigaciones de Davidson Black.
te fueron tiradas por los japoneses. La versión que Ashurst da de los e) Planos originales del lugar.
sucesos queda patentemente contradicha por el relato del doctor Foley. d) Registros financieros desde 1927 a 1938.
¿Por qué Ashurst no sometió nunca un informe de los sucesos y, cosa
aún más sorprendente, por qué no se le interrogó después de su libe-
ración? Parece· claro que, con una colección de materiales tan importante
como ·ésta, por lo menos una de las cajas había caído en manos japo-
3. Los MARINES nesas y había pasado a la Universidad de Tokio. Parece que Whit-
En el Campo Holcombe, en Chinwangtao, Davis estaba encargado more las había llegado a poseer, porque dijo que su mayor preocupa-
de diecisiete marines en la unidad médica bajo el doctor Foley. No pa- ción era cómo iba a devolverlas a Pekín. Si esto es correcto, ¿no se
rece que se haya intentado jamás establecer qué es lo que sucedió en la tiene que preguntar qué es lo que ha pasado con estos artículos?. ¿Se
época de Pearl Harbour. En realidad, fue solamente la inesperada lla- devolvieron a Pekín, o están ahora en América?
mada de Davis al Museo Americano de Historia Natural que dio publi- La segunda carta de Whitmore, escrita dos semanas más tarde, des-
cidad a los sucesos de Chinwangtao y del informe del doctor Foley del cribe una entrevista que había tenido con el profesor Suzuki. No queda
baúl cargado por Ashurst. claro si Whitmore está registrando una reunión anterior a su descubri-
Hubiera sido posible interrogar a todos estos marines después de miento de los artículos que menciona en su primera carta, o una se-
la guerra, pues Shapiro menciona que los supervivientes en Camp Rol- gunda visita hecha a la Universidad, pero la impresión es que se trata
combe todavía se reúnen, incluso hoy en día, una vez al año. de lo último.
Shapiro da un dramático relato de una misteriosa mujer, que afir- Whitmore dice: «Fui a la Universidad de Tokio donde se hallaba
mó que su esposo, muerto recientemente, había venido de China con la colección, y visité al profesor Suzuki acerca de ella.» Como ya he
un baúl de los fósiles de Pekín, que él llamaba «SU botín de guerra». dicho, fue solamente a la tercera repetición de la investigación que el
Shapiro recibió una fotografía, procedente de la mujer, de varios hue- profesor sacó a regañadientes las piedras y las astas. Lo que parece
sos en una caja, pero dijo que algunos de los huesos del esqueleto del extraño en el relato de esta entrevista es la actitud de Whitmore. El era
hombre de Pekín en la fotografía no se habían hallado nunca en Chou- un miembro de las fuerzas americanas, y estaba específicamente bus-
koutien. Aunque no hayan pertenecido al hombre de Pekín, ¿no hubie- cando los fósiles, y empieza la reunión con preguntas acerca del para-
ran podido ser partes de los esqueletos del hombre de la Cueva Su- dero de ellos. No obstante, las réplicas de Suzuki hubieran suscitado
perior, que estaban virtualmente completos en la época del descubri- sospechas en cualquier persona, y deja a Whitmore en la habitación
miento, pero que se perdieron con el resto de los fósiles? En una con- mientras va a recoger algunos de los artículos en otra habitación. Hu-
ferencia posterior, uno de los expertos consideró que el cráneo visible biera sido de esperar que Whitmore hubiera tenido la autoridad de in-
en la fotografía era el n.o XI en la nomenclatura de Weindenreich. Este sistir en acompañarle y en que se abrieran todos los armarios y cajas
era aquel en el que se modeló el rostro de «Nellie». de almacenamiento, en las que se hubieran podido guardar los fósiles,
Shapiro sospechó que el difunto esposo era un ex marine y, al pre- para poderlos inspeccionar personalmente. ¿Insistió acaso en tener la
guntar a Davies, obtuvo la dirección de uno de los marinos, que había certeza de que no había nada más en la colección japonesa? Su enfo-
muerto recientemente. Shapiro pasó después la información al Depar- que difícilmente se puede considerar como el del representante de una
tamento de Estado para posterior investigación. Pasaron varios meses poderosa nación decidida a descubrir preciosas reliquias en los almace-
hasta que llegó un informe que meramente afirmaba que el F.B.I. ha- nes de un país subyugado.
bía interrogado a la viuda del marino, pero se decía que no se había
150 151
l
¿Se descubrieron los fósiles? APENDICE 111
Según toda la evidencia disponible, es más que probable que una o
más de las cajas cayeran en manos japonesas. Ello queda indicado por INFORMES DEL CRANEO DEL LOCUS E DE BLACK
lo siguiente:
a) Con cinco o incluso más cajas posiblemente dispersadas en un Compararemos en este Apéndice los tres informes (Preliminar [72],
margen de situaciones muy amplio alrededor de Pekín es difícil interino [77] y definitivo [80]) que Black emitió acerca de este cráneo.
creer que todas ellas escaparon al descubrimiento por parte de los Trataremos en primer lugar con sus problemas de reconstrucción y,
dirigentes japoneses. acto seguido, compararemos las fotografías a tamaño total del cráneo
b) El bombero japonés afirmó que algunas de ellas fueron halladas en en tres vistas en cada uno de los informes (fig. 27). Desafortunadamen-
Pekín. te, estas no exhiben los detalles finos, principalmente debido a la di-
e) De la primera carta de Whitmore, es evidente que sí se halló una ficultad de reproducir las fotografías originales de Black, que no eran
cantidad de artículos importantes en la Universidad de Tokio. de alta calidad.
d) Pei relata que en mayo de 1943 se llegó a saber que las cajas que
contenían los fósiles habían sido halladas en Tientsin, perp más INFORME PRELIMINAR. 1929
tarde se desmintió (28, p. 22).
e) Aunque no puede citarse como prueba, el fracaso de las autorida- . . . un pesado fragmento en el que la parte glabelar del espécimen
des investigadoras, al no interrogar a los marinos que habían estado se hallaba enterrada se desprendió del bloque principal. Todos los
en Chinwangtao, podría ser una indicación de que los fósiles ha- detalles de las suturas y otras marcas superficiales se hallaban bien
bían sido localizados en Tokio, y que no se precisaba ya de más preservadas en el original, aunque se hallan algo oscuros en las fo-
investigaciones. tografías, debido a la goma laca con que se recubrió el espécimen
(p. 208).
Dijo Pei que los fósiles fueron enviados a América, y hay ciertas Es muy desafortunado, porque las suturas juegan un papel impor-
confirmaciones de ello, porque un marinero afirmó que los fósiles fue- tante en la reconstrucción en el informe definitivo.
ron colocadas a bordo de su barco americano después de la guerra,
pero que desaparecieron posteriomente. INFORME INTERINO. 1930
¿Qué posibles razones habrían para que se rodeara de tal secreto
a estos fósiles? Como se ha visto de la consideración de los varios Se dan varias fotografías de la base, mostrando las etapas de la
huesos y artefactos hallados en Choukoutien, la explicación más pro- extracción de la masa travertina. En el informe definitivo señala que
bable de la situación es que los cráneos eran originalmente sólo de al hacer el informe interino se había reparado el área del frontal. Ade-
monos, llevados a la localidad por hombres modernos. Si los fósiles más, esta porción, juntamente con una parte considerable de las bó-
originales y sus reconstrucciones se llegaran a localizar, se dispusieran vedas parietales (la parte superior del cráneo) volvieron a ser situa-
en pública exhibición y se sometieran a un estrecho examen adicional, das en una relación aproximadamente normal para poder hacer las
posiblemente quedarían evidentes lo estrecho de su relación con los fotografías.
simios y todos los errores cometidos en su reconstrucción. Esto podría
constituir una fuente de embarazo para muchas autoridades eminentes. INFORME DEFINITIVO. 1931
El colega de Weidenreich, el doctor Von Koenigswald, da una pista
de que los fósiles originales no eran particularmente relevantes. Dice Antes de hacer el molde, se colocó el fragmento frontal, tal como
así: estaba preparado entonces, sobre el espécimen, pero a fin de orien-
tarlo en sus relaciones aproximadamente normales, se tuvo que se-
Tenemos que estar agradecidos a Weidenreich por unas descripcio- parar con un intervalo apreciable sobre la totalidad de su arco coro-
nes tan excelentes de todo el material. En verdad, creo que mucha nal desde el núcleo travertino. El espacio artificial así formado se
gente que ha admirado los espléndidos dibujos y fotografías en sus representa en negro en el molde en contraste con la zona periferal
libros quedaría desengañada si vieran los originales. de la matriz rojiza in situ.
Es bien posible que fuera necesario este procedimiento pero, ¿cuá-
les fueron los principios conductores que utilizó para obtener «relacio-
152 153
nes normales» entre las piezas? ¿Fue acaso la línea de la curvatura que
él consideraba que se debería seguir, o la forma adquirida cuando se
encajaron los bordes rotos? No da indicación del método que utilizó
para asegurar que su restauración fuera exacta.
Durante la extracción del material duro del interior halló una es-
cama dura en el interior de la bóveda.
PRELIMINARV REPORT Cuando se empezó la eliminación de esta escama dura periférica adhe-
rida, se hizo totalmente evidente que todas las suturas craneanas se
hallaban abiertas, en mayor o menor grado, hallándose cada una de
ellas con una escama calcárea similar que se tuvo que eliminar a su
vez antes de que se pudieran restaurar totalmente las articulaciones
naturales de los módulos.
Esto más bien tendría que parecer algo inusitado. Las suturas son
líneas intrincadas de encaje entre los huesos del cráneo, de las que se
dice que habían sido cementadas en posición por el material calcáreo.
Parece un procedimiento innecesario eliminar cuidadosamente el ce-
mento duro natural entre los huesos, para simplemente volverlos a
situar más tarde en la misma posición. No se da ninguna descripción
I NTERMEDIATE REPORT de cómo se llevó esto a cabo, y uno sólo puede asumir que si se sepa-
raron las partes a lo largo de la línea de sutura, que fue con algo si-
milar a una sierra de marquetería.
Por todo esto, y las otras citas dadas anteriormente, queda claro
' ~
.~~ -~~-
...... ~ '" que se redujo el cráneo a una cantidad de piezas separadas, y que se
,·.!·~-~.;~:.. hubiera tenido que ejercitar un cuidado considerable para asegurar que
"\ ;
la forma final del cráneo restaurado era cercana a la del original tal
... .,...._ ' t;, como había sido hallado. Más abajo se da una comparación entre am-
bos. Black dedica una página entera a su método de fotografiar el crá-
neo, y a las dificultades que ello involucraba, con el problema de las
FINAL REPOPT
dimensiones en escala y en perspectiva. Toma nota de ello, dice él:
. . . ya que las opiniones ampliamente divergentes con respecto al
fnl. CIJII. «Status» genérico del Sinanthropus, que han sido emitidas reciente-
•¡:
1 2
SCALE mente y han tenido circulación en la prensa, están evidentemente
basadas solamente sobre la información derivada de las imperfectas
• fotografías del cráneo publicadas en informes anteriores.
a '•
•
1
¡Es evidente que estaba preocupado por los comentarios hechos
Key- -..
OVERLAYS
....-- .....
---
........,
-ole.
acerca del cráneo como resultado de su informe anterior!
En este punto quisiéramos mencionar que nunca se publicó ninguna
fotografía de una escala al lado del cráneo para indicar su tamaño.
Las fotografías se dan como de tamaño natural o a media escala, y se
-----
z...,......R.--·· ---·-
,......,.,.
Fi.-4 . . . . . . . .•IJ --
añade a continuación una pequeña escala en centímetros a la página
impresa. Así, al utilizar esta escala, se pone una gran fe en la precisión
con que se hicieron las fotografías, las ampliaciones y las copias. A esto
nos referiremos más adelante.
FIG. 27. Ilustraciones del cráneo de Black del Locus E En una revisión crítica de este informe en L'Anthropologie en 1931
154 155
l. FOTOGRAFÍAS
(82), R. Vaufrey comenta que en tanto que hay muchas fotografías y
diagramas, las fotografías son siempre oscuras y difíciles de utilizar
para trabajar en detalle, ¡siendo particularmente inadecuadas las de la a) Vista superior. Preliminar: Falta el surco supraciliar de la izquier-
región timpanal! También está en desacuerdo con el veredicto de da. Esta ha sido restaurado en informes posteriores. No es visible
Black de que el Sinanthropus era de un tipo diferente del hombre de la área dañada hasta la parte superior del cráneo. Las grietas en
Java y que estaba en la raíz de la raza humana en una clase propia. el cráneo no concuerdan con las grietas visibles en la fotografía del
informe interino. Las suturas se ven con claridad en el informe in-
Capacidad cerebral terino y el definitivo. Toda la área frontal parece haber sido res-
En la página 94 de Fossil Man in China, publicado en 1933 (88), se taurada con un material suave y brillante en el informe definitivo.
da el volumen del cráneo, después de repetidas mediciones, como b) Vista frontal. Informe preliminar: Area blanca de envolturas de
de 964,4 ±0,027 ce. Asumiendo que no se trata de una errata de im- campo o travertine cubre la área cercana al surco supraciliar iz-
pre:-lta, se trata entonces de una variación de la media notablemente quierdo. Es patente una superficie brillante de la sección frontal
pequeña, representando una precisión del 0,00279% (o 1 parte en en el informe definitivo.
35.800). Tal precisión indicaría que el volumen fue medido mediante e) Vista lateral derecha. La área dañada en la parte superior del crá-
un método muy especializado utilizando un alto nivel de destreza. No neo en el informe preliminar parece haber sido «r~parada» en
obstante, cuando Weidenreich repitió la medición, dio como volumen informes posteriores. ·
915 ce, un S% de diferencia del volumen medido por Black.
Weidenreich criticó el método de Black de medición del volumen:
2. SOBREMONTAJES
Para determinar la capacidad craneana Black rellenó la cavidad del Es en la comparación de sobremontajes de las tres vistas que se
cráneo con negocoll, fundiendo esta masa y midiendo la masa fun- hacen evidentes una cantidad de discrepancias no explicadas.
dida en una pequeña probeta graduada de vidrio. Igual que Dubois,
yo considero muy probable que estas manipulaciones alteraran el a) Vista superior. El bosquejo del cráneo en el informe preliminar,
volumen del negocoll, que siempre contiene una cantidad variable aunque se exhibe aquí, no se puede comparar con los otros dos
de agua (94, p. 11).
informes ya que la parte inferior estaba todavía cubierta por en-
Weidenreich midió el volumen por desplazamiento de agua de los voltura de campo, o travertine. No obstante, una inspección cui-
endomoldes que se habían hecho del cráneo, pero éstos no eran todos dadosa de esta fotografía indica que por alguna razón puede no
iguales. Un molde sí encajaba con las dimensiones del cráneo, y había haber sido tomada desde un punto directamente por encima del
sido hecho por el mismo Black. eje vertical de la caja craneana. Esto no es inmediatamente eviden-
te, ya que las suturas sagitales, que en la parte trasera se hallan
Este molde muestra un volumen de no más de 915 ce. Esta es pre- en la línea central del cráneo, no se hallan claras en esta fotografía,
cisamente la cifra que Davidson Black halló al principio (914 ce), pero como menciona Black.
que rechazó más tarde al considerar que el método con agua no era No obstante, al comparar las posiciones relativas de la pieza
lo suficientemente exacto, y es solamente 3 ce más baja que el cálcu- agrietada del cráneo, que puede también ser identificada en el in-
lo efectuado por Dubois (918 ce). forme interino (ver fig. 27), el sobremontaje revela que se halla des-
plazada 1 cm a la izquierda en el informe preliminar. De manera
Así, Black abandonó el método de desplazamiento de agua y utilizó similar, una línea débil, que parece como las suturas, está también
negocoll, que era menos exacto y daba un volumen mayor. desplazada en la misma magnitud aproximadamente. La proyección
de estos desplazamientos sobre las elevaciones frontales indica que
Comparación de los informes el plano de toma de fotografía en el informe preliminar se tomó a
Compararemos ahora las fotografías del cráneo desde tres perspec- unos 10" a la derecha de la verdadera posición vertical. En el texto
tivas diferentes, en las tres diferentes etapas del informe. En la figu- de Black no se da ninguna explicación de este error, y tan sólo se
ra 27 se dan las fotografías y sobremontajes de los bosquejos. puede asumir que se tomó menos cuidado en la orientación del crá-
neo de lo que se tiene derecho a esperar de un tratado científico.
La discrepancia entre el bosquejo del cráneo en los informes in-
termedios y finales es muy de notar. Se han trazado una cantidad de
156 157
APENDICE IV
grietas mayores en el cráneo, y hay una divergencia muy grande en
sus posiciones relativas. EL «DESCUBRIMIENTO» DEL FUEGO
b) Vista frontal. Se puede ver la diferencia en los bosquejos del
cráneo. De la posición del surco supraciliar y la interrupción trian-
gular en la frente, queda de nuevo patente que por alguna razón En este apéndice revisaremos la secuencia de eventos y artículos
no explicada se tomaron las fotogratías en ángulos ligeramente di- dad que este hecho recibiera. Teilhard fue responsable de la descrip-
ferentes. con respecto al descubrimiento del fuego en la localidad, y la publici-
e) Vista lateral. Excepto por los surcos supraciliares, los bosquejos ción de los varios estratos en la localidad, y escribió varios artículos
de la parte superior del cráneo se hallan en buena concordancia. No en asociación con Pei y Young, y damos a continuación la siguiente
obstante, las delineaciones de las principales grietas visibles mues- secuencia de eventos.
tran que tienen poco en común entre los tres informes.
Con respecto a la parte inferior del cráneo, se puede ver que el (a) Diciembre de 1929
bosquejo del informe final aparece en realidad por debajo de la en-
voltura de escayola que se muestra en la fotografía del informe pre- Black anunció el descubrimiento del cráneo del Locús E, y men-
liminar. (Esta envoltura de escayola, conocida como envoltura de ciona específicamente: « ... no se han hallado todavía artefactos de nin-
campo, servía para proteger al cráneo durante el transporte.) Esta gún tipo, ni se ha observado ninguna traza de uso de fuego» (72, p. 208).
anomalía solamente se puede explicar de una de las dos siguientes ma-
neras:
(b) Enero de 1930
l. La reconstrucción de la base del cráneo se llevó de tal manera que
se hizo más profunda (y por ende resultó un volumen mayor) que El informe preliminar de Teilhard y Young acerca de la localidad
la posición en que se halló. (75) se recibió en esta fecha y cubre las excavaciones de 1929. En un
2. Todas las fotografías, en los tres informes, muestran el cráneo sin diagrama de una sección del lugar, la profunda capa 4 queda cubier-
referencia de marco, como si las fotografías hubieran sido recorta- ta con la nota: <<1-10, varios niveles de depósitos». En el artículo, la
das antes de su reproducción. Esto es particularmente fácil de ver referencia a esta capa dice que era una
en la vista lateral derecha del informe preliminar, y es posible que
la línea a lo largo de la que se cortó la fotografía, que no es recta, ... zona sedimentaria, de grano muy fino y visible, formada por greda
estuviera en realidad por encima de la parte conteniendo la base roja y arcilla arenosa de varios colores (amarillo, rojizo, marrón,
del cráneo. gris, etc.), gruesamente estratificada e interestratificada. A varios ni-
veles aparecen algunos niveles negros llenos de restos de roedores ...
grosor: 6,7 metros.
Sea cual fuere la explicación correcta de las dos, indica ·una con-
siderable ausencia de cuidado, ya en la reconstrucción del cráneo, ya En un pie de página menciona que en esta arcilla arenosa se habían
en la toma y preparación de las fotografías. Como ya hemos mencio- contado más de cien capas individuales.
nado, Black dedicó una página entera de su informe definitivo a dis-
cutir el problema de fotografía frente a delineación, comentando en
las diferencias que pueden surgir, implicando que había ejercitado (e) Abril de 1930
sumo cuidado en su preparación. Las discrepancias de tamaño y de
una naturaleza tan básica como la que hemos indicado anteriormente, -
Teilhard escribió un artículo en Pekín, que fue publicado en Revue
empero, no apoyan esta pretensión. des Questions Scientifiques (París) en julio de 1930 (76). Hemos men-
cionado ya este artículo en la página 83. En él dice así:
Más curioso aún bajo estas circunstancias aparecerá otro hecho, que
desde el principio de la excavación no se ha hallado todavía ninguna
traza en el lugar que sugiera la utilización de fuego ni de ninguna
159
158
industria de ningún tipo. Choukoutien, se tiene que decir, no provee 3. Llevaba las marcas de incisiones que habían sido probablemente
ninguna roca silícea capaz de recibir y preservar claramente las tra- hechas con una herramienta de piedra.
zas de la actividad humana. Es posible que hayan herr¡].mientas que
todavía no reconocemos. ¡Quizás, también, el Sinanthropus utilizara Teilhard le dijo entonces que el cuerno provenía de la localidad de
herramientas de madera! Choukoutien y que estaba totalmente de acuerdo con sus conclusiones.
Le pidió a· Breuil que visitara el lugar tan pronto como le fuera posi-
Este artículo se halla traducido en una colección de sus escritos ti- ble, y cuando Teilhard volvió a China, recibió, y aceptó, una invitación
tulada The Appearance of Man (La aparición del hombre). en la debida forma.
Es importante señalar que este cuerno de ciervo quemado, que Teil-
hard puso ante Breuil fue la primera evidencia puesta ante nadie fuera
(d) Octubre de 1930 de China de la existencia de fuego en Choukoutien.
Elliot Smith visitó Choukoutien y, como hemos visto, da en su ar-
tículo en Antiquity (78) una sección similar del lugar, pero no hallamos (f) El artículo de Teilhard
aún mención de fuego ni de industria. Ciertamente, dice él:
Teilhard envió un artículo al Instituto de Paleontologícr Humana en
Es un fenómeno muy significativo que en Choukoutien, a pesar de París, que fue publicado en L'A.nthropologie en 1931 (81). Es posible
la más cuidadosa investigación en las cuevas durante los últimos tres que fuera entregado a finales de 1930, al mismo tiempo que visitaba el
años, no se ha hallado ninguna traza de instrumentos de ningún tipo. laboratorio de Breuil. Era éste muy similar a su artículo de julio de
Cuando se considera la vasta cantidad de fósiles que han sido halla- 1930, que hemos mencionado en e) antes, siendo idénticos muchos de
dos y el escrupuloso cuidado que se ha ejercitado en la investigación, sus párrafos. No obstante, se deben señalar los siguientes dos puntos:
tiene que tratarse de más de una coincidencia que no se hayan ha-
llado ni trazas de ningún artículo de piedra. No solamente han es-
tado los varios excavadores ojo avizor, tratando de hallar tales arti- l. Repite el pasaje citado en e) arriba (en francés) palabra por pala-
lugios (en particular, el padre Teilhard ha estado buscando evidencia bra, pero omite la palabra «fuego», y empieza a admitir con pre-
arqueológica), sino que después de haberse extraído el material de caución que hay evidencia de ello en las excavaciones, porque aho-
las cuevas, se dispuso un grupo de muchachos para que rebuscaran ra continúa diciendo:
el material para asegurar plenamente que no se había pasado por alto
este tipo de evidencia por parte de los exploradores geólogos. No tiene Finalmente. ¿nos permitirá el hecho de que los huesos y las astas
que olvidarse, no obstante, que en 1921 el doctor Andersson halló frag- hayan sido severamente ennegrecidas (por una sustancia carbonosa),
mentos de cuarzo asociados con los huesos fósiles, y que en las etapas y que han sido recuperados aquí y allá de la brecha fosilífera, demos-
de la excavación el señor Pei halló más ejemplos de este material trar quizá que se utilizó el fuego?
foráneo. Los que han estado vanamente buscando evidencias de arte-
sanía humana en esta localidad están siendo obligados a adoptar la 2. En su artículo da una sección Este-Oeste de la localidad principal,
conclusión de que el hombre de Pekín estaba en una fase tan tempra- similar a la mostrada en la figura 20, que se da como la situación
na de desarrollo que no había empezado todavía a dar forma a ar- al final de 1929». En el pie, la gruesa capa de cenizas, capa 4, es
tículos de piedra para las necesidades ordinarias de su vida diaria.
,1,, de nuevo descrita como «1-7, principales capas descubiertas ... » En
'' su informe se refiere de la siguiente manera a esta capa:
(e) Octubre de 1930
Una superficie de separación más notable se ve hacia la mitad del
El mismo mes en que Elliot Smith visitó la localidad, Teilhard en- depósito, a unos 20 m de profundidad, formada por una capa de es-
tró en el laboratorio de Breuil en París, y puso sobre su mesa un pe- talagmitas, por encima de la cual los sedimentos, que hasta entoñces
queño cuerno de ciervo (85, p. 1). Sin informarle de su proveniencia, habían sido tipo brecha y arcillosos, se vuelven arenosos y finalmente
le pidió sus comentarios. Breuil señaló: depositados (¿arena transportada por el viento?).
La descripción que Breuil hace de esta capa, como sabemos, es que
1. Había sido quemado con un potente fuego cuando el hueso estaba era un gran montón de cenizas mezcladas con arcilla. Dio también una
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fresco. descripción de la capa de carbón vegetal y una capa adicional de pie-
2. Había sido tratado a martillazos para darle una forma adecuada :.¡·j··
'~ < dras volcánicas descompuestas debajo de él.
para ser asido. ~.: ~'
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La admisión provisional de Teilhard de que se hubiera podido uti- liados en muchos de los lugares prehistóricos de Europa. El doctor
lizar fuego, y el que no describiera la principal capa de cenizas, sugiere Gaubert, del Laboratorio de Mineralogía del Museo de París, tuvo la
que la gran profundidad de cenizas había sido reconocida, pero estaba amabilidad de someter algunos de estos fragmentos a análisis.
mal dispuesto a dar amplia pulicidad al tamaño de los hornos que Sigue dando detalles de los varios ensayos llevados a cabo para
tuvieron que ser utilizados en el pasado. asegurar que el material negro sí era carbón y llega a esta conclusión:
Queda así claro más allá de toda duda razonable que el Sinanthro·
(g) Marzo de 1931 pus conocía el uso del fuego y se ha de aceptar la presunción, sobre
buena base, de que los especímenes carbonizados y calcinados de
Se reanudó el trabajo en el lugar, y Teilhard escribió a Breuil di- hueso y asta que aparecen en varios sitios en el Depósito Principal
ciéndole que al continuar las excavaciones, se revelaron varias capas en Choukoutien, aunque no en asociación inmediata con el material
de cenizas, huesos ennegrecidos y azulados, y una abundancia de frag- Sinanthropo, han sido producidos como resultado del uso del fuego
por este homínido.
mentos de cuarzo.
Aquí tenemos una clara admisión de que la evidencia del fuego en
esta localidad había sido conocida durante algún tiempo.. Se afirmó
(h) Octubre de 1931 que no había sido publicado debido a que pudiera haberse producido
por causas naturales o ser introducido en el depósito por acción del
Breuil visitó el lugar y describió por primera vez la magnitud de agua. Tal explicación, no obstante, es tan inaceptable que solamente
los restos del fuego y de la industria. Publicó sus resultados en su ar- podemos llegar a la conclusión de que se estaba suprimiendo la evi-
tículo en L'Anthropologie en 1932 (85), que ya hemos considerado en dencia de la inmensa escala de fuegos originales. Cuando Breuil vio por
detalle en páginas precedentes. vez primera el cuerno de ciervo en su laboratorio, no tuvo que llevar
a cabo complejos ensayos químicos para reconocer de inmediato que
había sido quemado por un fuego intenso en tanto que estaba aún
(i) 3 de noviembre de 1931. El anuncio de Black fresco.
En la misma reunión de la Sociedad Geológica de China en Pekín,
en la que Breuil describió lo que había visto en el lugar, Black dio ( j) El segundo artículo de Teilhard
un artículo muy corto titulado Evidence of the use of fire by Sinan-
thropus (Evidencias de la utilización del fuego por parte del Sinanthro- Teilhard escribió un segundo artículo para Revue des Questions
pus) (83). Damos la sección introductoria de este artículo: Scientifiques en 1934 (89). En él se refiere a su anterior artículo men-
De vez en cuando, desde 1929, se han recuperado especímenes oca- cionado en el párrafo a) en páginas anteriores, y dice:
sionales de huesos de animales carbonizados o parcialmente calcina-
dos entre el material excavado del Depósito Principal de Choukou- Al escribir mi primer artículo aquí en Choukoutien hace tres años,
tien. La apariencia física de estos especímenes dejaba pocas dudas podía todavía decir que «hasta ahora». a pesar de ciertas indicacio-
de que habían estado sometidas en algún momento a la acción del nes, no se había hallado ninguna traza de industria ciertamente reco-
fuego. Pero hasta la temporada actual había permanecido en duda si nocida en asociación con los restos óseos del Sinanthropus. Dos me-
tales especímenes habían sido quemados o no dentro de las cuevas ses más tarde, volviendo al lugar con el señor W. C. Pei, el joven
de Choukoutien mientras que éstas estaban habitadas por el Sinan- erudito encargado de las excavaciones, recogí con él, in situ, frag-
thropus, o si fueron simplemente alterados como resultado de un mentos irrefutables de piedra labrada y de huesos quemados. Estas
fuego superficial debido a causas naturales y habían sido arrastra- trazas habían escapado hasta entonces a la investigación debido a que
dos por agua posteriormente hasta su depósito. En vista de esta in- los trabajos se habían llevado a cabo durante algunos años en una par-
certidumbre, no se ha publicado hasta ahora ningún informe acerca te de la localidad donde hubieran sido extremadamente difíciles de ser
de estos especímenes. reconocidos. Pero como siempre, una vez la luz empieza a brillar,
se desparrama por todas partes.
Pero una vez reconocimos los primeros cuchillos de cuarzo, todo
Durante el invierno de 1930-1931, el padre Teilhard de Chardin se se aclaró ... A partir de aquel momento, los descubrimientos arqueo-
llevó con él a París algunos de los especímenes recuperados el año lógicos se multiplicaron; siendo el más importante de ellos el des-
anterior, para su comparación con otros similares que habían sido ha- cubrimiento (durante el verano de 1931) de una capa roja, amarilla
162 163
y negra de arcilla de alrededor de dos metros de grosor, extrema-
damente rica en restos de huesos y piedras.
La Zona A tenía 7 metros de grosor y estaba
. . . constituida de arcillas y cenizas de colores mezclados en su masa
central, pero pasando lateralmente a travertines muy duros, esta
parte superior de los depósitos se halla llena de promesas. Pero no
ha sido tocada desde el principio de las excavaciones y, juntamente
con las partes inferiores intocadas, constituye la parte menos cono-
cida del lugar. En un año sabremos más acerca de ello ... las trazas SECCION V
de fuego (como queda claro de lo que hemos acabado de decir) son
ciertas y abundantes; los huesos calcinados y las piedras quemadas
son numerosas; la ceniza negra y las arcillas cocidas se han acumula- EL HOMBRE DE JAVA
do hasta una profundidad de varios metros.
La existencia de herramientas de hueso, aceptada por mi amigo el
profesor H. Breuil, permanece. en mi opinión, problemática. Muchas Hemos visto en la sección anterior cómo el «hombre» de Pekín
piezas han sido cortadas artificialmente en V, o han sido rotas arti- fue descubierto en una remota parte del mundo, a la que pocos cien-
ficialmente. Pero nada parece aún testificar una realidad de una uti- tíficos se hallarían listos a viajar a fin de examinar las circunstancias
lización sistemática de huesos o de astas de ciervo. exactas de las excavaciones por sí mismos. Unos cuarenta años antes,
Algunas herramientas, por otra parte, son muy abundantes e indiscu- se había descubierto el primer «enlace» simio-hombre en un lugar in-
tibles. Desafortunadamente, debido al material utilizado, son también cluso más inaccesible: en el «infierno» de la jungla javanesa.
difíciles de estudiar (31, p. 71).
Un examen de los varios fósiles descubiertos en Java se enmarca
Así, Teilhard, escribiendo después que Breuil hubiera publicado su muy daramente en tres divisiones principales, que son:
artículo, afirma que las cenizas y los huesos habían sido reconocidas
en su verdadera naturaleza solamente unos pocos meses antes de que l. Los descubrimientos de Eugene Dubois (1887-1895).
Breuil llegara al lugar en 1931. Pero aquella localidad había estado 2. La expedición de Selenka-Trinil (1907-1908).
siendo excavada de continuo desde 1926, y la capa 4 estaba claramen- 3. Los descubrimientos de G. H. R. von Koenigswald (1927-1941).
te marcada en un diagrama hecho en 1929. Además, las cenizas, que
Breuil de inmediato reconoció como resultado de hornos, tenían un 1. Eugene Dubois
grosor de 7 metros y se hallaban en el centro del depósito. La débil ex-
cusa de Teilhard de que «habían escapado a la atención» debido a que Dubois, un médico holandés, tenía la particular ambición de hallar
«Se hallaban en una parte del lugar en la que hubiera sido extremada- personalmente el largamente esperado «eslabón perdido». Darwin ha-
mente difícil reconocerlas» constituye una admisión de que sí habían bía predicho que tenía que haber una línea continua entre el hombre
sido visibles durante algún tiempo. y los simios, aunque no se habían hallado fósiles para apoyar tal
cosa en aquel entonces. En 1856 se descubrió el primer cráneo de
«hombre de Neanderthal», pero era demasiado cercano al cráneo hu-
mano para poderlo clasificar como el eslabón perdido.
Haeckel, un famoso profesor alemán, que había sido profesor de
Dubois en la Universidad de Jena, «inventó» un hipotético hombr~
simiesco, lo denominó Pithecanthropus alalus (simio-hombre mudo) y
sugirió que sus restos pudieran descubrirse en Asia del Sur o en Africa.
A pesar del ridículo que se atrajo de parte del famoso científico, Vir-
chow, y de otros, encargó un cuadro de lo que imaginaba sería la apa-
riencia de una criatura así. El resultado es una criatura bastante re-
pulsiva de gruesos labios y de vientre prominente, ¡ que no es halaga-
dora ni para los simios ni los hombres! (fig. 28). La ilustración reci-
164 165
bió mucha publicidad y se reproduce aún en algunos libros en la ac-
tualidad debido a su interés histórico (37, p. 83 y 35, p. 12).
O Miles 50 100
~;¡:.,~~'11'1 O KilomRters 50 100 150
,. ~ ~~~··J'1f,'<0¿J
_.jf-r;. vo. lf~'· :-1',1.
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JJ~ ,/ ~~ ~
~ ,,~1~
'),f
¿ r' \ \ ,""-r 1
~
~ K~-=-: 1 -~
gina 219).
Parece que Dubois pidió ayuda financiera al gobierno holandés,
que le fue rehusada. Por ello fue a Java como cirujano en el Real Ejér-
cito Holandés y obtuvo un destino en Sumatra. Parece que en 1889
fue más afortunado en persuadir a la Autoridad de Minas que finan- FIG. 29. Mapa de las principales localidades fosiliferas de Java
ciara su trabajo, ¡porque se le proveyó de dos ingenieros militares de
minas y cincuenta convictos militares!
Una vez destinado en Sumatra, investigó varias cuevas, pero halló
poca cosa importante. Se había hallado un cráneo fósil en la vecina •
~
isla de Java, por lo que se dirigió allí, consiguió el cráneo y halló otro
en la misma localidad en Wadjak (fig. 29). Ambos cráneos estaban F=Q.ulft
~U.M.
Pre_m ~a.r.
. o
.
fosilizados, pero eran demasiado parecidos al del hombre moderno - 1
.. \
para satisfacer su búsqueda de especímenes medio simiescos. Por ello,
guardó silencio acerca de estos hallazgos, y continuó explorando. -~--- --~~
166 167
de la calota craneana. Descubrió también varias partes de otros cuatro así una forma híbrida, un «simio-hombre erguido, Pithecanthropus
fémures humanos y un diente humano, pero no lo publicó sino hasta erectus». Afirmó que el estrato era del Plioceno, lo que daba una edad
muy antigua a su descubrimiento. No obstante, von Koenigswald se-
muchos años más tarde. Dubois consideró estos hallazgos con sumo
cuidado. Escribe Moore (p. 211): ñala que:
Cuando Dubois emitió su primera descripción de la fauna fósil de
No se apresuró, porque una decisión trascendental se estaba forman- Java la designó como Pleistocénica. Pero tan pronto como descubrió
do en su mente ... Entonces sacudió al mundo: Había llegado a la el Pitheconthropus, la fauna se tuvo que convertir en Terciaria de
decisión de que el cráneo y el hueso de la pierna pertenecían a la la noche a la mañana. Hizo todo lo que estaba en su mano para dis-
misma criatura. minuir el carácter Pleistocónico de la fauna... El criterio ya no iba
a ser la fauna como un todo, sino solamente su Pithecanthropus (18,
Carrington añade algo más de información con respecto a la deci- p. 38).
sión de Dubois, porque dice:
La distancia de 12 a 14 metros que separaba estos fósiles, empero,
Dubois estuvo al principio inclinado a considerar que su calota cra- es digna de consideración. Este factor se minimiza a menudo por parte
neana y los dientes pertenec;ían a un chimpancé, a pesar del hecho de muchos autores, diciendo que el fémur se halló «a menos de cin-
de que no hay ninguna evidencia conocida de que este simio o ningu-
no de sus antecesores jamás vivieran en Asia. Pero al reflexionar, y cuenta pies», o que los hallazgos estaban separados «por unos pocos
después de tener correspondencia con el gran Ernst Haeckel, profe- metros». La propia explicación que Dubois da de la distancia entre
sor de Zoología en la Universidad de Jena, declaró que pertenecían a los fósiles es que los cuerpos flotaron río abajo, y que habían sido co-
una criatura que parecía admirablemente apropiada para el papel midos por cocodrilos. Vere comenta que tiene que haber sido un río
del «eslabón perdido» (p. 83). con un curso muy estable para haberlo mantenido durante ¡medio
millón de años!
De ello, parecería que Dubois estaba deseoso de saber si el des- Estando aún en Java, Dubois publicó un artículo en 1894, titulado
cubrimiento de estos pocos fósiles podría presentarse de alguna mane- Pithecanthropus erectus, a Human-like Transitional Form from Java,
ra como el «eslabón perdido» y recibir la debida medida de recono- y a su vuelta el año siguiente, trayendo consigo 215 baúles de fósiles,
cimiento y apoyo de una autoridad tan eminente. Haeckel se quedó exhibió solamente la calota craneana, el fémur y los dientes, y dio con-
entusiasmado acerca de los hallazgos, y telegrafió de inmediato: «¡Del ferencias acerca de ellos en varias ciudades en Europa. La controversia
inventor del Pithecanthropus a su feliz descubridor!» (37, p. 167). Los bullió alrededor de los fósiles que exhibió, pero no dijo nada acerca de
fósiles recibieron una considerable publicidad y, además, se descu- su descubrimiento de los cráneos de Wadjak, de la mandíbula de Ke-
brieron en un momento particularmente oportuno, porque en aquel dung, del premolar y de otros cuatro fémures humanos, ¡guardándolos
momento estaba rugiendo la controversia acerca de la teoría de la evo- todos en total secreto! Algunos autores admiten que retuvo los cráneos
lución de Dai'Win, y la falta de evidencia fósil de cadenas de transición de Wadjak de forma deliberada, a fin de asegurar la aceptación de su
entre cualquier tipo principal de animales o entre el hombre y los combinación de simio-hombre, porque si los hubiera revelado en esta
simios era particularmente dañina para la teoría. El descubrimiento etapa, los científicos hubieran rechazado su postura.
de los fósiles de Java y la subsiguiente publicidad que recibiet.-:>n fue- Algunas autoridades aceptaron su postura de forma total, otras
ron muy utilizados por los entusiastas proponentes de la teoría para permanecieron escépticas. Moore dice que «algunos sospechaban acer-
volver la marea en contra de la oposición. Von Koenigswald, que siguíó ca de que un hallazgo tan significativo se tuviera que haber efectuado
los pasos de Dubois en Java, excavando allí entre 1930 y 1941, men- en un lugar tan remoto como Java, donde otros no podrían investigar
ciona este aspecto en su obra autobiográfica Meeting Prehistoric Man todas las circunstancias con facilidad». Grafton-Smith escribió: «LO
(Al encuentro del hombre prehistórico), diciendo: asombroso ha sucedido, Dubois ha hallado realmente el fósil .que su
imaginación científica había visualizado.»
El hallazgo de Dubois vino justo en el momento preciso: en un mo-
mento en que el conflicto alrededor del darwinismo se hallaba en su
momento crucial. Para el mundo científico constituyó la primera prue-
ba concreta de que el hombre se halla sujeto no sólo a las leyes bioló- La «evidencia» de Haeckel
gicas, sino también a las paleontológicas (18, p. 26).
El profesor Haeckel, un fiero defensor de Darwin, dijo que «se
Así, Dubois unió un fémur humano a un cráneo simiesco, creando trataba en verdad de un resto pliocénico de aquel famoso grupo de
169
168
los Catarrinos superiores, que eran los antecesores pitecoides del hom-
bre. Es, ciertamente, el largamente buscado "eslabón perdido"». No Un pequeño porcentaje de mis dibujos de embriones son falsificacio-
obstante, la celosa recomendación de Haeckel debería ser considerada nes; esto es, aquellos para los que el material observado es tan in-
como de dudoso valor. Era el celoso preponente de la bien conocida, completo o insuficiente como para obligarnos a cubrir los blancos
pero ahora desacreditada, Teoría de la Recapitulación, que afirmaba y a reconstruir eslabones perdidos mediante hipótesis y síntesis com-
que las etapas en el desarrollo de un embrión animal trazan Ja evolución parativa. Debería sentirme totalmente condenado y aniquilado por
del animal a lo largo de sus predecesores ancestrales, esto es: Las «Ca- la admisión, si no fuera que cientos de los mejores observadores y
biólogos caen bajo el mismo cargo. La gran mayoría de los diagramas
vidades» branquiales en un embrión humano son una reliquia de sus morfológicos, anatómicos, histológicos y embriológicos no son fieles
antepasados los peces. No obstante, Haeckel, cuyo conocimiento de la a la realidad sino más o menos retocados, esquematizados, y recons-
embriología era autodidáctico, falseó parte de su evidencia. No sola- truidos.
mente alteró sus ilustraciones de embriones, sino que también impri-
mió tres veces la misma placa de un embrión, y denominó a uno «hu- Con respecto a la teoría de Haeckel, Sir Gavin de Beer, del Museo
mano», a otro un «perro», y el tercero un «conejo», para «señalar su Británico de Historia Natural, ha dicho:
similaridad». También dibujó los embriones de cuatro semanas de un
perro y de un humano que aparecen reproducidos en la figura 31A. En En raras ocasiones, una afirmación como la «teoría de la recapitula-
la figura 31B se dan los dibujos correctos de estos embriones a la ción» de· Haeckel, fácil, pulida y plausible, ampliamente aceptada sin
misma edad, y se puede observar la magnitud de las «alteraciones» de examinarse críticamente, ha hecho tanto daño a la cieucia (2, p. 159).
Haeckel.
Todos estos inexactos dibujos fueron denunciados por L. Rutimeyer, Las biografías de Haeckel pasan, por lo general, este asunto por
profesor de Zoología y de Anatomía Comparada en la Universidad de alto, pero se hacen ocasionalmente referencias a ello, como en el Bio-
Basilea, cuando criticó dos de los libros de Haeckel en 1868 (Archiv graphical Dictionary of Scientists (Black, London, 1974), que dice:
fur Anthropologie, dritter band, Braunschweig, pp. 301-302). Haeckel
fue entonces acusado de fraude por cinco profesores y, cuando fue de- Su entusiasmo por sus teorías le llevó a intentos de forzar que he-
clarado culpable por un tribunal universitario en Jena, admitió que ha- chos observados cuadraran con sus esquemas de evolución en lugar
bía «alterado» sus dibujos. Un escritor le cita diciendo: de dejar que los hechos ensayaran y si fuera necesario modificaran
lo esquemas... (Haeckel) permitió en algunas ocasiones que su habi-
lidad artística sustituyera a la precisión científica en la ilustración
de sus monografías.
f'
cubierta craneana de un niño en ún estrato que era anterior al del Pi- y 18 mm más pequeño que lo que debiera ser! Es difícil seguir los ar-
thecanthropus. Von Koenigswald consideró que era un antecesor del gumentos de Dubois en su artículo, pero es evidente que consideraba
Pithecanthr.opus, nombrándolo Pithecanthropus modjokertensis, pero que la forma de la delineación del cráneo había sido alterada por la
Dubois replicó que no era un antecesor de Pithecanthropus, y von reconstrucción.
Koenigswald le cambió el nombre por el de Horno modjokertensis. La protesta de von Koenigswald en réplica a Dubois no fue pu-
blicada, pero Dubois modificó su afirmación, diciendo que no quería
Pithecanthropus II insinuar que von Koenigswald había alterado intencionadamente la
En septiembre de 1937, recibió un grueso fragmento de cráneo fo- forma del cráneo al montarlo. Von Koenigswald consideró que su acu-
silizado, y de inmediato se dirigió a la localidad. Reunió a todos los sación no tenía ningún sentido, puesto que las piezas podían ser mon-
colectores nativos, les mostró el fragmento de cráneo, y les ofreció tadas fácilmente, ya que tenían más de 1 cm de grosor. Con este
diez centavos por cada fragmento de cráneo que hallaran, lo que era grosor de hueso fosilizado, es evidente que los nativos tienen que ha-
considerablemente superior al J!í - 1 centavo que generalmente paga- ber tenido alguna dificultad en romper el cráneo en fragmentos tan
ba. Empezaron la búsqueda por la ladera del monte, y hallaron una pequeños.
cantidad de fragmentos muy pequeños. Dice von Koenigswald que se Una inspección estrecha del cráneo muestra pocos intervalos entre
dio cuenta demasiado tarde que los colectores nativos habían roto el los numerosos fragmentos, excepto por la sección frontal delantera,
cráneo en pequeños fragmentos para incrementar el precio del total. que estaba totalmente ausente. No obstante, se observa claramente una
Así, la combinación de recompensa monetaria y una deficiente super- gran discontinuidad en el lado izquierdo cerca de la frente. Esta dis-
visión redujo este fósil a una masa de fragmentos (18, p. 96). continuidad, que fue comentada por Dubois, es tan grande e irregular
Von Koenigswald, lejos de desalentarse ante las tácticas de sus que las partes frontal y trasera se hallan totalmente separadas en este
«Oportunistas amigos morenos», ¡patrocinó una fiesta para marcar la punto. Además, falta toda la base, haciendo de nuevo imposible la
ocasión, completa con orquesta de pueblo y chicas danzarinas! medición exacta de la capacidad, con los volúmenes oscilando entre
Menciona von Koenigswald ( 18, p. 97) que se hallaron cuarenta 750 y 850 ce.
fragmentos durante la investigación, de los que se reconstruyó una En un artículo en Nature (107), Weidenreich consideraba que en
caja craneana casi completa (Pithecanthropus 11, fig. ,32A). No obstan- vista del descubrimiento efectuado por von Koenigswald del cráneo
te, en el informe del descubrimiento del cráneo, dice que el cráneo es- de Pithecanthropus 11, el cráneo de Modjokerto, y la Mandíbula «B»:
taba compuesto de treinta fragmentos (106). Esta discrepancia de diez «Las características humanas del Pithecanthropus hallado por Dubois
piezas queda confirmada por Moore, que dice: «Cuando finalizó la se hallan definitivamente demostradas más allá de toda duda.» En el
búsqueda, hecha, palmo a palmo, von Koenigswald tenía cuarenta frag- mismo número, el columnista que redactaba «News and views» (No-
mentos, treinta de los cuales resultaron más tarde pertenecer al crá- ticias y opiniones) concordaba ahora en que la conclusión final de Du-
neo» (25, p. 228). De esto, queda evidente que diez piezas, que habían bois de que había sólo hallado los restos de un gibón gigante «quedaba
sido identificadas por von Koenigswald como fragmentos fosilizados ahora demostrada falsa de forma definitiva» ante la luz de evidencia
de cráneo, ¡no se incluyeron en el cráneo que se reconstruyó en su adicional. Dice también el redactor: «Es interesante señalar que la
momento! Aquí se puede bien preguntar, ¿acaso estas piezas no en- postura del profesor Weidenreich con respecto a la estrecha relación
cajaban en el cráneo -formaban parte de otro cráneo-- o no eran existente entre el Pithecanthropus y el Sinanthropus se halla totalmen-
siquiera fragmentos de cráneo? No se da ninguna pista. te de acuerdo con Teilhard de Chardin, que sobre evidencia paleonto-
La caja craneana era más completa que la descubierta por Dubois. lógica mantiene que la flora y la fauna de China en el período Cuater-
La forma general era similar, en tanto que la formación de los huesos nario anterior se derivaron, en parte, procedentes del sur.»
en la región del oído era similar a la de un hombre moderno. Por En 1938, se descubrieron tres fragmentos de un Pithecanthropus
ello, se tomó esto como probando que el cráneo de Dubois era huma- joven, y fueron designados como Pithecanthropus 111 (fig. 32B) (109).
no después de todo, y von Koenigswald escribió privadamente a Du- Los cráneos de Pithecanthropus eran muy similares a los del hom-
bois con una fotografía de los fragmentos tal como habían sido ha- bre de Pekín, y por ello von Koenigswald se dispuso a visitar al doctor
llados y del cráneo reconstruido.
Weidenreich en enero de 1939, a fin de poder comparar estrechamente
Dubois, tan impredecible como siempre, publicó apresuradamente los dos cráneos. Weidenreich y von Koenigswald consideraron las ca-
las fotografías, y acusó indirectamente a von Koenigswald de haber racterísticas de los dos tipos de cráneo, y quedaron convencidos de que
falsificado el cráneo ( 108). Midió después las piezas separadas de la se trataba de formas estrechamente relacionadas (110). Dice von
fotografía, y afirmó que el cráneo formado a partir de ellas,¡ era 10 mm Koenigswald que esto confirmó totalmente la conjetura original de
184
185
era de gran valor, pero el fracaso de los colectores en su búsqueda
de la parte adyacente de la mandíbula hubiera tenido que impulsar a
von Koenigswald a ordenar una búsqueda más completa en aquella
área, o a solicitar una explicación de su colector, pero no se hace nin-
guna otra mención de este aspecto particular.
La mandíbula y la parte del cráneo recibieron la misma designa-
ción: Pithecanthropus IV. Ya que venía de una capa «Djetis» similar
a la del cráneo infantil de Modjokerto, que era anterior a la capa
«Trinil» del Pithecanthropus original, von Koenigswald lo denominó
Pithecanthropus modjokertensis. La mandíbula tenía características
humanas, pero se dijo que poseía una característica simiesca en la dis-
FIG. 32A. Pithecanthropus II continuidad entre el canino y los incisivos adyacentes. Los fragmentos
FIG. 32B. Pithecanthropus 111
de cráneo fueron aplastados mientras estaban todavía frescos, fosili-
zados a continuación, y después vueltos a ser aplastados, lo que tiene
Davidson Black de que se hallaban estrechamente relacionados. Esta que haber hecho la reconstrucción particularmente difícil (35, p. 49).
es una afirmación sorprendente, porque Black fue a extremos conside- La descripción que von Koenigswald hace de los dos fósiles que él
rables para demostrar que, en tanto que parecían ser similares, «di- y Weidenreich inspeccionaron en Pekín es particularmente optimista,
ferían suficientemente como para asignarles una distinción genérica» porque dice: «Terminamos teniendo la mayor parte de un cráneo grue-
(80, p. 104). Consideraba Black que el Pithecanthropus mostraba evi- so y basto, del que solamente faltan la sección frontal y la parte su-
dencias de especialización arcaica, en tanto que el Sinanthropus pre- perior del rostro.» De esto uno asumiría que solamente quedaban por
sentaba evidencias de generalización arcaica, y era un tipo progresivo. descubrir unas partes sin mucha importancia de todo el cráneo. La
Para poner esto en castellano claro, ¡ Black estaba diciendo que el figura 34 muestra cuán poco del cráneo se había hallado en realidad,
hombre de Java constituía un callejón sin salida en la evolución, en habiéndose añadido la mandíbula inferior de otro sitio (Mandíbula
tanto que el progreso continuó por medio de su hombre de Pekín! <<B» ). Cuando Weidenreich volvió a América, hizo una reconstrucción
Pithecanthropus IV completa del cráneo a partir de los fragmentos que von Koenigswald
había reunido, y lo llamó Pithecanthropus robustus. Esto hizo que la
Poco antes de que von Koenigswald partiera para China, recibió clasificación se hiciera muy confusa, ya que von Koenigswald ya lo ha-
una mandíbula superior con una gruesa costra. Cosa sorprendente, bía denominado Pithecanthropus modjokertensis.
consideró que representaba relación con el Australopithecus de Sudá-
frica, y escribió a Teilhard, en Pekín, expresándole su opinión (30,
p. 254). Cuando llegó a Pekín, la examinó con Weidenreich, y se La reconstrucción
dieron cuenta de que había sido rota recientemente y por ello en- La figura 33 exhibe el cráneo reconstruido en tanto que la figura 34
viaron petición al buscador para que les mandara más fragmentos da los tamaños relativos de los fósiles realmente descubiertos. Hubo
(35, p. 49). Como era de suponer, llegó un gran bloque. Cuando hubie- una dificultad considerable en obtener una ilustración a escala de la
ron eliminado la dura costra, ante ellos yacían varios fragmentos de vista lateral derecha de la parte del cráneo, en tanto que la escala de
cráneo. Evidentemente, lo que sería de esperar es que formaran par- la ilustración del cráneo completo en la publicación de Weidenreich
te de la zona del cráneo adyacente a la mandíbula, ¡pero, cosa extraña, era de <<alrededor de la mitad» (112). Se puede ver que la parte trase-
los huesos formaban solamente la parte trasera de una caja craneana! ra del cráneo es razonable en su proporción, pero que las mandíbulas
Así, se carecía del punto de contacto entre los dos juegos de huesos verdaderas halladas parecen ser algo mayores que las que se hallan en
fosilizados. la reconstrucción.
Como la mandíbula había sido rota recientemente surge, natural- Como no se hallaron huesos que conectaran la parte trasera del
mente, el interrogante con respecto a el (los) fragmento(s) adyacentes. cráneo con las mandíbulas, su disposición relativa depende mucho de
Si fue descubierta por un colector nativo, que la reconoció como un las asunciones de los reconstructores, y para enfatizar este extremo,
fósil, hubiera, naturalmente, cavado alrededor y en la cavidad inme- muestro en la figura 35 los mismos fósiles dispuestos en la delinea-
diata, con la esperanza de descubrir más, en particular a la vista de ción de una hembra de gorila. No es que se pretenda que estos fósiles
la recompensa ofrecida. El hallazgo de esta parte de la caja craneana eran de un gorila, sino solo que estos mismos escasos fósiles pueden
disponerse para que provean una apariencia simiesca si se desea.
186
187
de este fósil, al que consideró otro espécimen de Horno wadjakensis
(111).
En 1939, se halló un pequeño fragmento de una mandíbula con
dos dientes, pero en condición muy mala. En vista de las cúspides en
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las coronas de las muelas, von Koenigswald consideró que era diferen-
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te de las mandíbulas de modjokertensis que había encontrado ante-
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tres dientes en su sitio. Tenía ciertas características humanas, pero
'',' ~ 1 . \''"< era mucho mayor de lo normal. ¡ Se lo puso en el bolsillo, lleván-
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1; dolo ahí durante más de una semana, y observándolo una y otra vez
para asegurarse de que no se equivocaba! A este fragmento lo denomi-
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1 '
:\ Hand•ble'a' - - - - - ' , - ·
nó Meganthropus paleojavanicus, «El hombre gigante de la Java anti-
' ... -- .. ~
·
gua» (fig. 36), y envió un molde a Weidenreich, ahora en América,
justo antes de Pearl Harbour.
FIG. 33. Reconstrucción FIG. 34. Pithecanthropus IV
de Weidenreich y mandíbula «B»
del Pithecanthropus IV
(robustus)
188 189
basados en los mismos dientes, y de una mandíbula verdadera descu- Dedica las páginas 55-66 a justificar esta proposición. No obstante, sus
bierta más tarde (113, p. 83). argumentos son muy difíciles de seguir, porque su línea de pasos ló-
gicos sigue un camino muy tortuoso. No obstante, en el curso de sus
argumentos hace unas afirmaciones muy sorprendentes. La primera
es que aunque los fósiles provenían de las capas «Trinil», ¡ello no sig-
nifica que todos ellos vivieran contemporáneamente! Esto se debe a
que «todos los huesos provienen de depósitos secundarios» .
'1'
FrG. 37. Molar inferior tercero izquierdo del Gigantopithecus . . . Hubieron corrientes devastadoras y torrentes de cieno que barrie-
blacki (el más completo de la colección de Von Koenigswald) ron las laderas de los volcanes y arrastraron grandes masas de suelo,
¡transportándolas con todos sus contenidos a lugares geológicamente
diferentes!
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compró estos dientes en las droguerías chinas, se hallaron en el mismo
cajón dientes de estegodonte, tapir y orangután. Se considera que es-
tos animales pertenecen al Pleistoceno Medio o incluso Inferior, según
Teilhard y Young, y se hallan, generalmente, en el loess amarillo de
... como la dibujó Weidenreich (35, p. 60) las cavernas. Se dijo que algo de este mismo suelo amarillo se hallaba
en las grietas de los dientes gigantes que von Koenigswald había
hallado y Weidenreich consideró que ésta era evidencia suficiente en
sí misma para fechar los dientes gigantes como contemporáneos con
los animales fósiles hallados en el mismo cajón, esto es, Pleistoceno
Medio o Inferior. Weidenreich da un mapa de la ruta hipotética ¡a lo
... como la dibujó Von Koenigswald (18, p. 62) largo de la cual los antecesores del hombre llegaron a Java proceden-
tes de India, con una rama dirigiéndose a Pekín!
Así, simplemente en base de los dientes hallados en el mismo cajón
con los del Gigantopithecus, tenemos todb un capítulo de la genealo-
gía del hombre erigido y publicado por una eminente autoridad. Si
se hubiera utilizado evidencia de este tipo para demostrar la existencia
temprana del Hamo sapiens en aquella sección del libro, hubiera sido
rechazada en el acto con toda razón .
... como más tarde se descubrió (113, p. 83) No encuentro que la lógica de Weidenreich sea totalmente convin-
cente y, en la actualidad, son pocos los expertos que aceptan su teoría
La teoría de W eidenreich del linaje del hombre. Con respecto a los dientes de Gigantopithecus
Al estudiar la gran mandíbula del Meganthropus, y al señalar el de von Koenigswald, se ha descubierto más de un millar de ellas, jun-
gran grosor del cráneo del Pithecanthropus robustus, Weidenreich tamente con cuatro mandíbulas inferiores, pero no se han hallado
llegó al concepto de que el hombre había descendido de una raza de otros restos del animal. A pesar del gran interés generado por los
gigantes. Cuando hubo llegado a esta conclusión, recordó los dientes dientes y los varios artículos producidos, se considera en la actualidad
de gran tamaño que von Koenigswald había hallado en las tiendas chi- que se trata meramente de los de un simio gigante (113 y 114).
nas. Escribió un libro en el que la tesis se halla reflejada en el título,
porque lo tituló Apes, Giants and Men (Simios, gigantes y hombres).
190 191
Conclusión
Hemos visto como Java ha sido rebuscada por no menos de tres
exploraciones, y la naturaleza sumamente fragmentaria de la evidencia
que apoya la existencia del hombre de Java que éstas han proveído.
También hemos examinado algunos de los aspectos menos satisfac-
torios de las primeras y últimas exploraciones. Es posible que si éstas
se hubieran llevado a cabo con la objetividad científica de la expedi-
ción de Selenka, el «hombre de Java» no estaría campeando por nues-
tros museos y libros de texto en nuestra propia época. SECCION VI
EL HOMBRE DE NEANDERTHAL
192 193
donado con su rechazo a admitir que el cráneo de Neanderthal, y fó- bio de argumentos, utilizándose una postura cuando se trata de capa-
siles similares hallados más tarde, hubieran podido pertenecer a otra cidades grandes, y otra cuando se trata de capacidades pequeñas.
especie que la del Horno sapiens» (120, p. 106).
A lo largo de un período de tiempo, se hallaron partes de esquele- 2. EL ESQUELETO DE LA CHAPELLE-AUX-SAINTS
tos de más de sesenta individuos, la mayor parte de ellos en Europa, La descripción de Boule de este esqueleto, con su postura primitiva
y algunos en Africa y en Asia. Hay varias características particulares simiesca, fijó la pauta de la imagen popular del hombre de Neander-
que caracterizan esta raza de hombres. Estas son: arcos supraciliares thal durante muchos años. Esta postura fue desafiada en 1957 por dos
prominentes, una frente deprimida, caja cerebral estrecha, mandíbu- anatomistas, W. Straus de la Universidad John Hopkins y A. J. E. Cave
la superior prominente, y una fuerte mandíbula inferior, pero sin del Colegio Médico del Hospital St. Bartholornew, que reexaminaron
mentón. El esqueleto era corto, con un tórax profundo, con huesos este esqueleto (115). Consideraron que Boule estaba equivocado en
curvos y pesados que presentaban grandes articulaciones. un número de puntos:
En 1908, se descubrió el esqueleto de La Chapelle-aux-Saints, y el
profesor Boule del Instituto de Paleontología Hurn2.na en París lo so- a) El individuo había sufrido de artritis aguda, que afectaba a las
metió a una estrecha investigación. vértebras, que no hubieran quedado tan severamente combadas
Llegó a la conclusión de que la cabeza estaba proyectada hacia en un individuo normal, y la mandíbula inferior había sido tam-
adelante y la columna vertebral estaba curvada. El fémur estaba in- bién afectada.
tensamente arqueado y la articulación de la rodilla formaba un ángulo, b) El dedo pulgar no era «prénsil», en contra de lo que Boule había
todo lo cual se tornó para indicar que el hombre de Neanderthal se pretendido.
desplazaba con sus rodillas ligeramente dobladas, y con su cabeza e) La pélvis no era simiesca.
proyectada hacia adelante con un porte simiesco. Basándose en esta
interpretación, aparecieron varias «reconstrucciones» del hombre de Se mostró así que el hombre de Neanderthal andaba totalmente
Neanderthal, representando a un bruto salvaje completo con una cu- erguido y que era notablemente parecido al hombre moderno. En su
bierta de pelo áspero, y posando en una actitud que se espera popular- informe, comentaron:
mente en un antecesor, en un hombre de las cavernas.
No obstante, empezó a acumularse evidencia adicional, que iba a Si pudiera ser reencarnado y situado en el metro de Nueva York pro-
arrojar dudas de que el hombre de Neanderthal fuera nuestro ante- curando que estuviera bañado, afeitado y vestido en ropajes moder-
pasado inmediato. Esta evidencia es corno sigue: nos- es dudoso que atrajera más atención que algunos de sus otros
ciudadanos.
l. CAPACIDAD CEREBRAL 3. HOMO SAPIENS
El volumen del cráneo de La Chapelle-aux-Saints, que al principio El descubrimiento del hombre de Neanderthal con su aspecto pri-
se creyó que era pequeño, fue vuelto a medir por Boule, dando un sor- mitivo explica, probablemente, por qué muchos de los descubrimientos
prendente resultado de 1.600 ce, lo cual se halla significativamente por de Horno sapiens en estratos antiguos fueron echados a un l~do o ig-
encima del promedio actual. Boule ignoró este factor y enfatizó las norados. No obstante, se hallaron algunos cráneos con una mezcla de
características «simiescas» del cráneo y del esqueleto. características humanas y neandertaloides, mientras que tres descu-
No obstante, las mediciones sobre otros cráneos de Neanderthal brimientos de partes de la caja cerebral (Swanscornbre, Fontéchevade
mostraron que sus capacidades cerebrales eran en promedio por lo y Vertesszollos) fueron de Hamo sapiens total. La importancia de
menos igual de grandes, si no ligeramente mayores, que las del Hamo estos cráneos es que predataban o eran contemporáneos a la era de
sapiens. Naturalmente, se buscó una explicación de este hecho, puesto los neanderthales «clásicos» (fig. 39). Describiremos brevemente estos
que una raza de hombres con cerebros más grandes, y por ello presu- fósiles y las circunstancias de su descubrimiento.
miblemente más inteligentes, no hubiera debido ser desplazada por
otra con un cerebro más pequeño. (a) Swanscombe
Al tratar con este problema, los autores de libros populares co- En 1935, A. T. Marston, que investigaba regularmente una cantera
mentan que se trata de la calidad del cerebro, no de la cantidad, lo de grava en Swanscornbe, en el norte de Kent, en busca de fósiles, se
que cuenta, o señalan que la ballena posee el mayor cerebro, y que dio cuenta de un hueso que sobresalía de la ladera que estaba siendo
por ello el tamaño del cerebro debiera ir relacionado con el peso del excavada. Sabiendo bien que el descubrimiento de un fósil desusado
cuerpo. Hemos ya considerado en la página 77 este sospechoso caro- podría crear una tormenta, y que podría quedar sujeto a muchas crí-
194 195
Período Es también algo inesperado que el sucesor inmediato de estos
glacial Horno sapiens neanderthalensis Horno sapiens hombres fósiles del Extremo Oriente viniera a ser un inglés de tipo
Wurrn (Neanderthal clásico) Mt. Carmelo moderno, cuyos restos habían sido hallados a la mano en los campos
Saccopastore Ehrin_&_sford Kraping de Kent. Además, no se han hallado eslabones intermedios entre estos
Fontechevade lugares que concuerden con el corto espacio de tiempo que separa los
dos períodos a los que son asignados.
Riss Las precauciones tomadas por Marston impidieron que se arrojara
Steinheim Sw lhf'
ninguna acusación de fraude, y el cráneo es ahora aceptado como un
Mindel (Pekín y Java) Vertesszollos fósil genuino. Esta aceptación no tuvo lugar sin una investigación
Mandíbula de Mauer = Heildelberg) considerable. El hombre de Galley Hill, otro ejemplo de Horno sapiens
Gunz temprano, había sido sometido a la prueba de la fluorina. Como con-
FIG. 39. Dataciones de tipos mezclados de Neanderthales y Sapiens tenía mucho menos flúor que los fósiles en Swanscombe y otros lu-
gares -como ya hemos dicho, a más de ochocientos metros- fue re-
ticas, se tomó muchas precauciones para obtener una verificación de chazado como posterior o como sepultura intrusiva, y pudo así elimi-
su descubrimiento (24, p. 193). Como estaba solo, se decidió a sacar narse de su perturbadora posición en el linaje humano. Estos ensayos
el fósil, que era el hueso occipital de la caja del cerebro, ya que corría incluyeron al cráneo de Swanscombe, pero como presentaba el mismo
pdigro de quedar cubierto por la movediza grava, pero marcó el lu- contenido en flúor que los fósiles adyacentes, como era de esperar, no
gar y llevó consigo a un mecánico de la cantera para que viera el lugar. pudo ser rechazado por esta razón.
A continuación dibujó y fotografió la localidad. Continuó la búsqueda, Así, el hombre de Swanscombe fue aceptado en el «club» del esla-
y al año siguiente halló el parietal izquierdo del cráneo, y de nuevo fo- bón perdido, pero no sin considerable repugnancia, como se puede ver
tografió el lugar. La pieza última ajustaba exactamente con la primera. de una nota de pie de página de Le Gros Clark:
Con tales precauciones podían hacerse pocas sugerencias de que el fósil
hubiera sido «plantado». En 1955, se halló otro fragmento de una caja Se tiene que estar de acuerdo, a pesar de todo, que por bien basada
craneana, el parietal derecho, que encajaba con los otros (fig. 40). que esté la evidencia de la antigüedad de los huesos de Swanscombe,
este descubrimiento aislado, que señala la existencia del H. Sapiens
en Europa durante el segundo período interglacial, precisa de confir-
mación (precisamente debido a que es un decubrimiento aislado)
mediante la acumulación de material adicional y más completo (7,
p. 68).
202 203
4. El hombre de Cro-Magnon, que sucedió al Neanderthal, tuvo dis- moderno es la postura defendida por los autores de Fossil Men, que
ponible un suministro regular de vitamina D, como queda eviden- dicen:
ciado por las herramientas de pesca que se sabe que poseía.
5. Por todo lo anterior, Ivanhoe llega a la conclusión de que el hom- En el período mousteriense representaba un tipo retrasado que existía
bre de Neanderthal evolucionó «de un Horno erectus avanzado codo a codo con los antecesores directos del Horno sapiens; su rela-
( = pre-sapiens) de la población Ehringsdorf/FontéchevadejSacco- ción con este último era similar a la que existe en la actualidad entre
pastorejRabat, o similar, cuyos gruesos huesos han quedado de- las razas que llamamos inferiores y las superiores. Quizá pudiera irse
formados por el raquitismo en la infancia y quizá por varios gra- tan lejos como para afirmar que se trataba de una especie degenerada.
dos de osteomalacia en la edad adulta».
Considera que el hombre de Neanderthal era deficiente en vitamina De estos dos artículos parece haber buena evidencia de que, por
D debido a: lo que respecta a la historia europea, el hombre de Neanderthal era
una forma degenerada del Horno sapiens existente, sufriendo de des-
a) Una dieta inapropiada. Tenía carne en abundancia, pero hay nutrición y raquitismo, posiblemente viviendo de una forma promis-
poca o nula evidencia de que consumiera pescado o huevos. cua, lo que permitió la amplia difusión de la sífilis. Toda aquella raza
b) Luz ultravioleta inadecuada. El clima frío y nublado en las parece haber sido barrida de la historia, para ser más tarde reempla-
latitudes más septentrionales limitarían severamente la pene- zada por el hombre moderno con una cultura superior, procedente
tración de estos rayos y, además, las bajas temperaturas le del E~te.
obligarían a buscar refugio en las cuevas de las rocas. En las LA SITUACIÓN ACTUAL
latitudes inferiores, en tanto que habría una luz ultravioleta Todo lo anterior queda confirmado por la postura adoptada en la
adecuada procedente del sol, no sería suficiente en condicio- actualidad por un buen número de modernos expertos, y reflejado en
nes de mucha densidad, o si se practicaba la costumbre de un artículo publicado en la revista Science 81, publicada por la Asocia-
la purdah. (La purdah es el revestimiento completo de las mu- ción Americana para el Avance de la Ciencia, en octubre de 1981.* En
jeres en vestido, que todavía se practica, incluso en la actuali- la cubierta de este número aparece un rostro amistoso, de un hombre
dad, en algunos países de Oriente Medio.) afeitado y calvo, con una inteligente mirada de sus ojos castaños. Tie-
ne toda la apariencia de una persona que se dirige a una entrevista en
Así, a pesar del escarnio con que se trataron las opiniones de Vir- busca de trabajo, o que se dedica a la enseñanza en una universidad.
chow acerca del Neanderthal, ¡parece ahora que había estado en lo Pero en realidad, no se trata de ninguno de estos casos. Aunque an-
cierto todo el tiempo! tes lo hemos visto en muchas publicaciones, nadie lo reconocería aho-
ra. Porque se le ve ahora muy diferente y, por fin, humano.
Evidencia de sífilis Representa el nuevo rostro de los neanderthales, y constituye la
El segundo artículo es por D. J. M. Wright (118) titulado <<Sífilis y interpretación y reconstrucción más reciente de los fósiles de estas an-
el hombre de Neanderthal», en el que señala que muchos de los sínto- tiguas personas. Para los lectores que no tengan acceso a la fotografía,
mas de raqnitismo son similares a los de la sífilis congénita. Menciona se puede decir que la nueva reconstrucción del Hombre de Neanderthal
él que era la curva de los huesos largos, y particularmente, la curva- se parece algo al difunto pintor Pablo Picasso. Se reconoce, con ello,
tura hacia atrás del fémur, que hizo que Virchow considerara que el que el Hombre de Neanderthal se parece al hombre moderno.
hombre de Neanderthal era Horno sapiens con raquitismo. Estos sín- El artículo trata extensamente de los métodos de reconstrucción,
dromes podrían deberse a la sífilis, que también podría dar cuenta de todas las suposiciones inherentes a tal actividad, y con todas las
de que los huesos sean tan cortos y recios. Dice él: presuposiciones que la pueden dirigir para lograr el resultado apete-
cido inconscientemente. Menciona el hecho. de que, a pesar de que se
En sociedades con una nutrición escasa, el raquitismo y la sífilis con- ha sugerido comúnmente que era de hábitos salvajes, eran en realidad
génita aparecen juntos con frecuencia. La distinción entre ambas es compasivos y cuidaban de sus enfermos, además de sepultar a sus
extremadamente difícil sin modernas ayudas bioquímicas, serológicas muertos con flores, alimentos, y utensilios, lo cual, además, demuestra
y radiográficas. El grado de confusión puede medirse mediante el fal- que tenían una creencia en la vida más allá de la muerte. A,sí, los res-
so aforismo de Parrot: «sin sífilis hereditaria, no hay raquitismo». tos de los hombres de Neanderthal no muestran traza alguna de evo-
Que el hombre de Neanderthal fue una forma aberrante de hombre * «Facing the Past>>, por Boyce Rosenberg, Science 81, octubre 1981, voL 2, núm. 8,
p. 40. Publicación de la AAAS.
204
205
l
lución a partir de una forma inferior de primates. Además, el artículo
afirma que aunque los expertos han sabido esto durante un ciertó
tiempo, no se han dado ninguna prisa en clarificar totalmente el asun-
to ante el público.
Citando el artículo, leemos:
«Durante la mayor parte de los 125 años que hemos sabido acerca de
estos enigmáticos hombres, los Neanderthales han sido representados
como torpes, semi-brutos andando en una postura vacilante -eviden-
tes fracasos de la evolución.
»En años recientes, sin embargo, se ha transformado radicalmen- SECCION VIl
te la imagen del Callejón sin Salida. La mayor parte de los paleoan-
tropólogos y de los artistas trabajando bajo su dirección han dado LOS «HOMBRES»-SIMIOS AFRICANOS
una ducha y han afeitado a los Neanderthales, y les han enderezado
los hombros. Los hombres y las mujeres de Neanderthal ya no andan
por ahí con piernas dobladas, con miradas ausentes. Ahora se ven Desde 1925, se han recuperado una cantidad de cráneos y huesos
erguidos, y con una mirada inteligente; no con una apariencia idéntica
a la nuestra, pero evidentemente una raza de nuestro propio tipo.» de simios de dos áreas en el continente africano: Sudáfrica, alrededor
«Fue él (Boule) quien creó la imagen de Neanderthal como un ser del á·rea de Transvaal, y Africa del Este, en la Garganta de Olduvai y
embrutecido y encorvado, con un cuello masivo. El análisis de Boule alrededor del Lago Turkana (antes, Lago Rodolfo). Se afirma que
estaba basado principalmente en un esqueleto desusadamente comple- estos simios exhiben un número de características «humanas>> en cier-
to proveniente de La Chapelle-aux-Saints en Francia. Boule no lo sa- tos detalles de sus dientes, cráneo, etc., y que por ello constituyen la
bía, pero el cuello del esqueleto estaba deformado por la edad y por proyección primordial de la línea de los simios que llegó a desarrollar-
la artritis. Esto, y un defectuoso conocimiento de la relación entre se hasta llegar al hombre. Esta teoría ha sido objeto de críticas por
los huesos y los músculos, le llevó a la representación de un hombre parte de expertos, especialmente cuando se efectuaron los primeros
con la cabeza proyectada hacia adelante, los hombros hundidos, las descubrimientos, y hay todavía un debate considerable acerca de la
rodillas dobladas y las piernas tan combadas que andaba sobre los
bordes externos de sus pies. Boule incluso llegó a sugerir que el posición precisa que estos fósiles ocupan en el linaje del hombre.
pulgar del pie era divergente, como el de un simio, y que puede ha- Se reconoce también que la datación de estos fósiles, en relación a
ber jugado el papel de órgano prensil. Pero Boule confundió un efecto los períodos de Europa (glaciaciones, etc.) es difícil, debido a las con-
cultural con una característica heredada. Había comparado el pie diciones climáticas muy distintas a las que ha estado sujeto el conti-
del Neanderthal, que nunca había conocido los oprimientes zapatos, nente africano. Se dice que hay una correlación entre períodos de con-
con los del bien calzado europeo. Los pies de los neanderthales, como siderables lluvias (pluviales), y períodos más secos entre ellos (ínter-
bien sabemos ahora, eran totalmente normales.>> pluviales), con los períodos glaciales e integlaciales en Europa. La
correlación que aparece en muchos libros es:
Así, después de todo, va emergiendo la realidad de que Virchow
estuvo en lo.cierto al diagnosticar que las características «primitivas» Pluvial Gambliense Glaciación Wurm
del hombre de Neanderthal no eran tales, sino de orden patológico, Pluvial Kanjerense Glaciación Riss
como ya hemos documentado en las páginas anteriores. Pluvial Kamasiense Glaciación Gunz
Pluvial Kagerense Glaciación Mindel
206 207
la evidencia y sugiere que se deberían adoptar los métodos estratigrá- dibular es notoriamente variable en los hominoides vivientes, y tiene
ficos normales (estratos, fósiles y culturas), utilizando Olduvai como poco valor taxonómico.» Afirma que se tienen que elegir los caracteres
base. correctos para mostrar que los homínidos son taxonómicamente dis-
Algunas autoridades utilizan todavía las correlaciones pluviales tintos. Menciona también como una indicación adicional de variabili-
para las dataciones, pero en el Tercer Congreso Panafricano, en 1955, dad que: «Incluso en el gorila, que normalmente posee una gran cres-
se llegó al acuerdo que las capas de datación pluviales deberían utili- ta, las hembras más pequeñas no tienen cresta.»
zarse solo básicamente en la área en que hayan sido reconocidas y Toda esta cuestión de amplia variabilidad fue considerada por
clasificadas, y que las aplicaciones fuera de Africa del Este demanda- Schultz en una sección titulada «Cambios debidos a la edad, diferen-
ban corroboración adicional (26, p. 118). Además, se reconoció que los cias sexuales y variabilidad como factores en la clasificación de los
pluviales no eran siquiera sincrónicos a través del Continente (26, primates» (34, p. 85). En esto demuestra él el amplio margen de dife-
p. 141). rencias que existe en miembros de la misma especie.
Leakey menciona (22, p. lOO) que el doctor Max Schlosser había Otra característica es que muchos de estos tósiles de Sudáfrica se
informado del descubrimiento de mandíbulas y dientes de un primate hallaban rotos en fragmentos, y que algunas veces se hallaron mez-
de Egipto, justo a principios de siglo, de lo que Leakey dice que era clados con cráneos fragmentados de babuinos y de otros primates y
la evidencia fósil que se precisaba para apoyar la teoría emitida por animales. Es evidente que tenemos aquí una repetición del cráneo del
Darwin de que Africa sería, probablemente, el continente en el que se ho~bre de Pekín, que también se abrieron por rotura y que se halla-
había originado el hombre. Como hemos visto en la sección del hom- ban mezclados con los restos de otros animales. La mayor parte de
bre de Pekín, el profesor Schlosser predijo también que los antecesores estas localidades fosilíferas sudafricanas consistía similarmente en
del hombre serían hallados en el continente asiático. una mezcla de animales y se parecían de una manera desusada a un
Presento aquí la posición de que todos los fósiles descubiertos en el montón de basuras procedentes de una cocina. Evidentemente, los
continente de Africa (que son conocidos como Australopitecos), y que Australopitecos son solo animales que fueron cazados para comida,
se pretende que son los antecesores del hombre, son simplemente ya por animales carnívoros, ya por el hombre. Si existían hombres
los de diferentes tipos de simios. Es sólo como resultado de un examen entonces, no se hallan los restos de ellos en estos lugares, lo que es
muy exhaustivo de, digamos, los dientes, forma de una mandíbula, o de esperar, porque en ningún momento de la historia del hombre éste
de huesos de poca monta en el cráneo que se pueden imputar algunas ha dejado los restos de sus antecesores en medio de un montón deba-
características «humanas», porque son todos de apariencia muy simia. sura.
¿Prueban acaso estas pequeñas características que estos animales Alternativamente (pero con menos probabilidad), estos sitios pue-
fueron los precursores del hombre? Yo sugiero que no. Con tantas den haber sido los cubiles de carnívoros. Unos estudios han señalado
especies diterentes, extintas y vivientes, hay un margen muy amplio que, por lo general, consumen mucho del esqueleto de un babuino,
de formas posibles que pueda tomar una característica particular del pero que dejan los extremos de las extremidades y el cráneo, lo que se
esqueleto, y algunas de ellas han de ser forzosamente más humanas corresponde con los restos recuperados de los Australopitecos. No obs-
que otras. Por ejemplo, vistas desde arriba, la forma de las mandíbulas tante, considero que estos montones de huesos son demasiado grandes
en algunos simios es casi rectangular, mientras que en otros es más para ser resultado del pillaje de una cacería efectuada por un animal.
curvada. Como la mandíbula humana está curvada aproximadamente En casi cada uno de los casos, la capacidad cerebral de estos fósi-
en forma de un(j. V o parábola, se considera que los simios que poseen les es muy pequeña. De esto, se deduce que el hombre aprendió pri-
la mandíbula más curvada son los «prehomínidos progresivos». Se mero a andar erguido, a continuación de lo cual su cerebro se desa-
utiliza una línea de razonamiento similar para otras características, rrolló a su tamaño presente, ¡debido a su mayor libertad para utilizar
mientras que se ignora el hecho de que el animal es solamente uno sus manos para hacer herramientas, etc., en lugar de andar sobre sus
de varios que pertenecen a un amplio margen de simios. cuatro cuartos!
Hemos ya considerado la inaceptable gran confianza que se deposita La postura de que los Australopitecos no son otra cosa que simios
en ligeras diferencias de las mandíbulas y de los dientes. Se puede es apoyada por Sir Solly Zuckerman, un experto en estos animales.
ilustrar además lo confuso y contradictorio de toda la situación. De- En un simposium editado por Sir Julian Huxley, dice él:
cía un escritor en un artículo en Nature, considerando los fósiles de El evidente vacío en la historia evolutiva del hombre entre el Mioce-
Afríca: «La relación de tamaño entre los dientes y la estructura man- no temprano y la parte anterior del Pleistoceno Medio no ha sido
dibular es particularmente pertinente.» No obstante, en un asunto tra- llenado hasta ahora por los hechos claros que serían preferibles, sino
tado sólo unos meses después, otro escritor decía: «La robustez man- principalmente por especulación.
208 209
Después de una evaluación de lás características de los Australopi-
tecos, concluye en que eran «Criaturas predominantemente simianas
y no humanoideas» (15, p. 347). En su libro Beyond the Ivory Tower
resume las extensas investigaciones que él y sus ayudantes llevaron a
cabo comparando los Australopitecos con los simios y con el hombre.
Descubrieron que sus capacidades cerebrales no eran mayores que las
de un gorila y, desde luego, menciona que sus volúmenes «habían
sido muy sobre-estimados», y más importante aún, se ponía muy en
claro que no caminaban erguidos. SECCION VIIA
Lamenta él que sus resultados hayan sido virtualmente ignorados
por parte de los expertos, y comenta:
SUDAFRICA
Una vez el doctor Broom, un miembro del grupo de los sabios que
nunca habían dudado <<que la mandíbula de Piltdown perteneciera al
mismo individuo propietario de la cubierta craneana asociada>>, hubie- La figura 43 muestra la localización de los principales sitios fosi-
ra apoyado, con su autorizada voz, las originales afirmaciones del pro- líferos.
fesor Raymond Dart, y tan pronto como el profesor Sir Wilfred Le
Gros Clark añadió su apoyo a estas opiniones (al principio era un Taungs (Australopithecus africanus}, 1924 (fig. 44).
«incrédulo», o por lo menos un agnóstico), una multitud de anato-
mistas y antropólogos menos conocidos se sometieron, y los Australo-
pitecos vinieron automáticamente a formar parte de la misma fami- El frente del rostro y la mandíbula inferior con un molde natural
lia, la Hominidae, como nosotros ... del cerebro de un simio de seis años de edad. Hallado con numerosos
restos de otros animales, a menudo con señales de haber recibido
Más recientemente, Oxnard efectuó un examen detallado de estos golpes.
fósiles, y sumarizó sus resultados en un artículo en Nature ( 4 de di- Estos fósiles se hallan en unos montículos, que consisten en masas
ciembre de 1975, v. 258, p. 389-395) con el intrigante título de «The pla- de huesos que se han quedado unidos en una masa cementada. Este
ce of the Australopithecines in human evolution: grounds for doubt?» fósil fue entregado al doctor R. A. Dart, profesor de Anatomía en la
(El lugar de los Australopitecos en la evolución humana: ¿hay razo- Universidad de Witwatersrand en Johannesburg, que había trabajado
nes para dudar?). En este artículo muestra el gran vacío que se halla bajo Grafton Elliot-Smith en el University College de Londres. Keith,
entre estas dos líneas, y admite que: que le recomendó para el puesto en Witwatersrand, se hallaba, no
obstante, preocupado por « .. .la inconstancia [de Dart], su escarnio
Es más bien improbable que ninguno de los Australopitecos, inclu- de las opiniones aceptadas, la heterodoxia de su visión» (24, p. 180).
yendo el Horno habilis y Horno africanus, puedan tener ninguna rela- Al examinar el cráneo, Dart consideró que las características huma-
ción filogenética directa con el género Horno ... nas que poseía eran importantes, y envió una nota a Londres anuncian-
do su descubrimiento ( 122). No obstante, su postura de que el fósil
Pero añade: era un eslabón con el hombre fue tratado con considerable escarnio
por los científicos de su época, que consideraron que el cráneo era de
... excepto quizás en épocas anteriores. una variedad de chimpancé, y lo llamaron «el bebé de Dart».
Parece que Dart dejó de buscar fósiles hasta 1945, cuando tuvo la
Manteniendo todas estas consideraciones en mente, es evidente tentación de volver a la búsqueda en el área de Makapansgat, y des-
que los Australopitecos son variedades de simios. Esto se tiene que cubrió los restos de lo que llamó Australopithecus prometheus.
mantener presente durante la lectura del resto de este libro, porque
todos los fósiles descubiertos -a excepción del hombre 1470 y de la Sterkfontein (Australopithecus transvaalensis, o Plesianthropus trans-
mandíbula de Kanam- son simios, y la pretensión de que posean ca- vaalensis, o Australopithecus africanus), 1936 y 1947-1948 (fig. 45).
racterísticas humanas se basa en una evidencia parca y nada convin-
cente.
Un cráneo, varias mandíbulas y numerosos dientes, partes de una
pélvis, fragmentos de huesos de extremidades inferiores.
211
210
Cuando Dart .estaba siendo criticado por su evaluación del cráneo
de Taungs, fue visitado por el doctor Broom, un médico que estaba Un pequeño fragmento del lado izquierdo del cráneo y mandíbula
también viviendo en Sudáfrica en aquella época. Estaba convencido de superior y mitad derecha de la mandíbula inferior. Extremos de unos
que Dart estaba en lo cierto, y al fin inició sus propias investigacio- pocos huesos de las extremidades. Una mandíbula inferior juvenil.
nes en Sterkfontein en 1936. Estos descubrimientos fueron hechos originalmente por un escolar,
Broom, que había nacido en Escocia, había vivido en Australia y que llevó a Broom al lugar, que se hallaba solamente a unas dos
vivía ahora en Ciudad del Cabo, siendo su principal interés la investi- millas de distancia de Sterkfontein ( 124). Broom investigó más en
gación de estos continentes en búsqueda de los eslabones fósiles entre esta localidad, pero es poco lo que halló entonces. No obstante, tres
los reptiles y los mamíferos. La primera estimación de Broom de la años más tarde se halló una mandíbula inférior juvenil.
capacidad cerebral del cráneo que había hallado en Sterkfontein fue
de alrededor de 600 ce, pero más tarde se redujo a 435 ce. A continua" Swartkrans (l. Paranthropus crassidens. 2. Telanthropus capensis),
ción de sus descubrimientos en este lugar (123), hizo un «tour» de 1948-1952.
conferencias por América, describiendo sus fósiles.
Un cráneo bastante completo, varios cráneos incompletos. Mandí-
o 100 200 mis ,.., • .l·1Jaz-·-·( bulas superiores e inferiores y dientes. Unos pocos extremos de huesos
O 100 200 300 kms'' \ MOZAMBIQUE de extremidades. Parte de una pélvis. Ninguno de los cráneos ( denomi-
.,/P1a. tars burg .\ nados Paranthropus crassidens, figura 46) estaba lo suficiente comple-
·"' ·,
BOTSWANA
.-/
,/
\. MAKAPAN
\
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.,.• • to para que se pudiera comprobar la capacidad cerebral.
-~ (KROMORAAI j
STÉRKFONTEIN:.!) Í
·'·--·-·*' Pretoria ,..,l vf.
SWA~TKRANS....,- • Johannesbu~ 1 ....
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215
214
APENDICE V
LA EVIDENCIA DE FUEGO EN MAKAPANSGAT
217
un fuego espontáneo en un incendio provocado por guano de murcié-
lagc (130), ya que se había hallado evidencia de un suceso así en la
cercana Cueva de los Hogares en el mismo valle. La situación y los es-
tratos en este lugar, no obstante, son tan diferentes a los de la loca-
lidad Limeworks, que es difícil ver la pertinencia de esta evidencia.
Ensayos adicionales (131) indicaron que el ennegrecimiento de mu-
chos de los huesos se debía a óxidos de hierro y de manganeso. Se
hace la sugerencia de que el carbón libre hallado por los anteriores in-
vestigadores se debía posiblemente a las cargas explosivas utilizadas SECCION VIIB
en la cantera, pero es difícil imaginar cómo se hubiera podido obtener
una cantidad suficiente para obtener el resultado positivo que publi- LA GARGANTA DE OLDUVAI
caron.
Incluso si algo del enegrecimiento se debía al manganeso, no po-
dría explicar por qué algunos huesos se hallaban carbonizados e incor- Esta localidad se halla a 160 kilómetros al oeste del monte Kili-
porados en un material cinéreo, que contenía carbón, como Dart lo manjaro (fig. 48), y consiste en una garganta de 100 metros de pro-
describía en 1925. fundidad con forma de V suave, que corta a través de cinco estratos
Dart, escribiendo en su libro Adventures with he Missing Link en principales. Estos estratos son capas horizontales que se numeraron
1959, dijo que se había puesto en tela de juicio hacia arriba del 1 al 5, y que yacen sobre una capa de basalto. La fi-
gura 49 da una sección diagramática y el plano que sitúa la disposi-
si el Australopithecus prometheus jamás utilizó el fuego debido a que ción de los principales hallazgos de fósiles que tiene lugar en las Ca-
hasta ahora no hemos podido repetir el hallazgo de grandes cantida- pas 1 v 2.
des de carbón como las publicadas por químicos en 1925 ... Se han
hallado diminutas trazas de carbón pero no las suficientes como para
ser consideradas como diagnóstico de una presencia regular de fo-
gatas.
Cuando se recuerda que alrededor de la década de 1950 se había SUDAN
agotado la cantera, una explicación posible de la ausencia de grandes ,.,_,.-·-·-·
cantidades de cenizas podría ser que habían sido tiradas en el gran
montón de material rechazado como escorias en la boca de la cueva, .-. -.,.-·-·"· ·,.,
i
que fue la fuente de los posteriores descubrimientos de huesos (132). \ Lake
Presento la postura de que hay buenas evidencias de la existencia \Rudolf
de fuego en el lugar original. Si ello es cierto, constituiría un apoyo UGANDA
! KENYA
1
adicional a _mi postura de que estas localidades son simplemente mon- /
tones de desperdicios tirados por el hombre moderno, en tanto que los 1
cráneos de simios son uno entre tantos restos de animales cazados / MI Kenya
para comida. ~t~
Nairobi
...... •
LOUVAl'·
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TANZANIA
"). )·Kiliman¡aro
LAETOLIL-., ~
t!Oo¡
'->_,¡¡i~
'?.,~>·
O miles 200 ,(Ngorongoro
o klm's 300 e rater
No obstante, al examinar los estratos, halló evidencias que elimina- ¿Acaso el descubrimiento de un esqueleto completo no indica una
ban estas posibles explicaciones. La conclusión final del Reck es que sepultura intrusiva?
tanto el esqueleto como el estrato fueron depositados simultáneamente
en algún momento en el pasado remoto. 1932 (14 de mayo) Leakey
El profesor Reck volvió a Alemania, llevando consigo la mayor par-
te del esqueleto, el cráneo, consigo mismo en su equipaje personal, si- Afirma él que la Capa III, que era de un color rojo brillante, quedó
guiéndole el resto en baúles. El interés que el descubrimiento generó depositada después de que el esqueleto hubiera quedado incorporado
fue considerable, y el Illustrated London News del 4 de abril de 1914 en la Capa II, que era amarilla, y que cualquier mezcla de estos dos di-
publicó un artículo con varias ilustraciones. ferentes terrenos, si el esqueleto huebira sido enterrado, sería visible
de inmediato. Dice Leakey que él había visto el esqueleto en Munich,
El interés de Leakey mientras se hallaba todavía incorporado en la matriz y que no pudo
Louis Leakey se interesó mucho por el fósil y visitó Alemania en detectar ninguna mezcla ni perturbación.
tres ocasiones para observarlo y hablar con Reck. Al volver de una de
sus visitas escribió en Nature (31 de marzo de 1928, v. 121, p. 499) que 1932 ( 18 de junio) Forster Cooper y Watson
Reck había .dicho que el esqueleto había estado cubierto por 3 metros
de estratos aluviales intocados, y que no se había hallado ni trazas Señalan que cualquier piedra roja de la Capa III roja, que puede
siquiera de una tumba poco honda. Leakey, no obstante, tenía sus du- haberse hallado incluida en el material retornado alrededor del cuerpo
das de si era tan antigua como Reck afirmaba. pueden haber perdido su color ya por los métodos normales de ban-
Debido a la Primera Guerra Mundial, Reck no pudo volver a visitar deado y endurecimiento, utilizados para extraer el esqueleto, o debido
el lugar, pero cuando Leakey estaba disponiendo la exploración de la al contacto con un cuerpo en descomposición. (Con respecto a esta úl-
garganta en 1931, invitó a Reck que fuera con él. Acompañándole en tima posibilidad, uno no puede dejar de señalar que se sugiere en su
la exploración estaban A. T. Hopwood, Donald Maclnnes y un geólogo carta muy provisionalmente, y por primera vez, porque dicen: «Es
de St. Johns: E. V. (Bunny) Fuchs, que iba a ser más tarde el famoso bien concebible que su color pudiera alterarse materialmente al estar
Sir Vivian Fuchs. Cuando volvieron a visitar el lugar exacto en el que en contacto con un cuerpo en descomposición.» La segunda referencia
Reck había descubierto el esqueleto, Leakey y Hopwood se quedaron afirma con mayor confianza: ¡« ... y como ya hemos señalado, la mera
totalmente convencidos por la evidencia de Reck y escribieron una car- proximidad a un gran cuerpo en descomposición altera a menudo el
ta a Nature (24 de octubre de 1931, vol. 128, p. 724). En ésta confirma- carácter de una matriz»!)
ban que después de un examen muy cuidadoso de toda la evidencia de
campo, se consideraba que:
224 225
1932 (15 de octubre) réplica de Leakey (escrita el 14 de agosto gramas acompañan al artículo, cuyos detalles principales se dan en la
en el Campamento Olduvai) figura 52. No estaba dibujado a escala en el artículo de Hopwood,
pero por otros informes el esqueleto parece haber estado enterrado en
La medición de la tierra alrededor de los postes de la barraca eri- las principales capas amarillas de la Capa II, y no en los yacimientos
gida por Reck en 1913 indicaban que el lugar había sido erosionado ligeramente rojizos de aquel estrato. Hopwood (y es de presumir que
15 cm entre entonces y 1931. Pero la vertiente del acantilado había re- también Leakey) es muy preciso en que las piedras rojas de la Capa III
trocedido entre 45 y 60 cm desde 1913. se distinguen muy rápidamente de las capas rojizas superiores de la
Capa 11.
1932 (agosto)
Hopwood escribió un artículo en Man (artículo 226, p. 192-195) apo- East
yando intensamente la postura de Reck de que el esqueleto no era in-
trusivo. Dice: Fault
226 227
Uno se pregunta si este pensamiento se le ocurrió a Boswell, por- damente de las muestras de la matriz del esqueleto que fueron su-
que él afirma específicamente que estaba «seguro» acerca de la mues- ministradas por el profesor Mollison de Munich».
tra, diciendo: « ... El profesor Reck, bajo petición del señor Hopwood, d) Al considerar todos los datos, << ... parece muy probable que el es-
persuadió al profesor Th. Mollison, de Munich, que nos enviara una queleto era una intrusión en la Capa Il ... », y que tuvo lugar justo
muestra del material que, él nos asegura, formaba parte del material antes de la deposición del principal grosor de la Capa V.
en el que había estado incorporado el esqueleto de Oldoway.» ¿Acaso
su preocupación fue provocada por el pensamiento de que la muestra Así, sobre la base de ensayos de laboratorio sobre materiales del
no era típica, o por preocupación de que otros llegaran a la misma <<barrido» por encima del sitio, y sobre la muestra del profesor Molli-
conclusión? Desafortunadamente, no está claro si la frase que cita fue son (ambos, de pasada, efectuados veinte años después del descubri-
pronunciada por Reck o por Mollison, ya que <<él>> podría referirse a miento del esqueleto), la evidencia anterior de la inspección del es-
cualquiera de los dos. queleto original, y la detallada descripción de la naturaleza intocada
Cale registra (p. 93) que Leakey hizo aún otra visita a Munich en de los estratos alrededor del esqueleto, se echan totalmente a un lado.
1934, donde Mollison había examinado el esqueleto bajo luz ultravio- Encuentro que esta última carta es muy insatisfactoria y no puedo
leta para determinar el contenido orgánico. Había descubierto que ofrecer ninguna explicación adecuada del acuerdo de Leakey y de Reck
los resultados diferían de los obtenidos de fósiles de animales proce- a su contenido, porque contradice llanamente todo lo que habían man-
dentes también de la Capa II, lo que indicaba diferentes épocas de tenido de una manera coherente hasta aquel entonces. Uno se queda
enterramiento. Estos ensayos parecen haber convencido a Leakey de conjeturando si es que se facilitaron otras evidencias y si tuvieron lu-
que estaba equivocado, pero en un artículo en 1974 (153), Protsch re- gar discusiones que quedaron sin registrarse, y que tuvieron como re-
chaza estos ensayos, diciendo que <<más tarde demostraron ser invá- sultado que Reck y Leakey asintieran a firmar esta carta.
lidos», y menciona también que Mollison había hallado que el conte-
nido orgánico del esqueleto era idéntico a los de los restos animales. No El informe de Protsch
obstante, Cale dice que eran diferentes. Para finalizar esta sección, Protsch emitió otro informe acerca del
Estos engañosos ensayos pueden haber tenido éxito también en con- esqueleto en 1974 (153). Efectuó algunos ensayos de datación sobre los
vencer a Reck de que estaba también equivocado en su opinión acerca fósiles, pero solamente se pudo encontrar el cráneo en Munich, ¡por-
del fósil, porque tanto Leakey como Reck, juntamente con Boswell, que había desaparecido todo el resto del esqueleto! Comenta Protsch:
Hopwod y Solomon firmaron una carta final de acuerdo con respecto
al descubrimiento, que apareció en Nature en: La utilización por Mollison de fluorescencia ultravioleta para estimar
el contenido orgánico fue uno de los primeros intentos para obtener
una idea de la edad relativa sobre huesos, pero más tarde se demos-
1933 (18 de marzo) tró que el método no tenía validez. Obtuvo resultados idénticos del
contenido orgánico del homínido y de la fauna de la Capa //, pero
Esta carta, lejos de clarificar toda la situación, parece solo empeo- de hecho ambos se halla11 muy separados en el tiempo.
rar y confundir aún más el asunto. Leakey había traído muchas mues-
tras de los estratos de Olduvai, que habían sido analizados por Bos- Protsch da a continuación los resultados de los ensayos de C14 que
well y Sololnon, y los resultados de sus exámenes y sus conclusiones asignan al <<homínido» la antigüedad de 16.920 años. Ya he comentado
fueron firmados por todos los cinco expertos que he mencionado. acerca de la dificultad de obtener una edad confiable de C14 a partir
La carta es muy difícil de seguir, porque se hacen algunas afirma- de huesos fosilizados, en la Sección III, en tanto que tiene que añadirse
ciones que parecen contradictorias con mucho de lo que había suce- una duda extra con respecto a estos resultados, ya que sólo se pudo
dido antes. Por ello sumarizaré solamente unos cuantos puntos que llenar el 32 % del contador utilizado en el ensayo, puesto que sola-
se tocan en la carta y que son especialmente pertinentes a esta sec- mente había 224 g de hueso disponible.
ción, como sigue: Además, un pie de página dice:
Se efectuaron varios otros ensayos de radiocarbono, obteniéndose
a) Las Capas II y III presentan una constitución mineral muy simi- otras tantas dataciones, pero podrian hallarse contaminadas por radio-
lar, quedando ambas bien distinguidas de las Capas IV y V. carbono reciente o fósil, ya que estas muestras eran mayormente de
b) La delgada capa roja cercana al sitio del esqueleto es un material calcreta o de conchas de agua dulce.
de <<barrido» que contiene minerales de las Capas IV y V.
e) Las muestras coleccionadas de la Capa II <<difieren muy marca-
228 229
No se da información alguna de qué criterios se utilizaron para de- APENDICE VIl
terminar si un resultado de la datación era aceptable o no.
En este informe (en el que se relega el esqueleto humano al status LA MANDIBULA DE KANAM
de «homínido»), Protsch admite que «toda la evidencia señala a la po-
sición original del esqueleto en el estrato en que se halló». No obstan-
te, en base de su ensayo, afirma que la sepultura tuvo lugar no antes El descubrimiento de Leakey de la mandíbula tipo Hamo sapiens
de que se depositara la Capa V, como concluía la carta de 1935, sino de Kanam (fig. 53) y los fragmentos de cráneos de Kan jera en estratos
desde el centro de esta capa. tan antiguos fue lo suficientemente importante para convocar la reu-
nión de un comité de veintisiete expertos, que examinaron la evidencia
Conclusión desde varios ángulos, publicándose los resultados en 1933 (136). El co-
La evidencia original de Reck mostrando que el esqueleto era con- mité asintió mayormente a la datación temprana de estos fósiles hu-
temporáneo con la Capa II es mucho más convincente que los dudo- manos (identificando a la mandíbula con la Capa I y los fragmentos de
sos ensayos que se aceptan como mostrando que es intrusivo. Man- cráneo con la parte superior de la Capa II de los estratos de Olduvai),
tengo que éste es otro fósil que demuestra que el Horno sapiens1 exis- y felicitó a Leakey por sus descubrimientos. Esta datación del Pleis-
tía en las edades primeras, y considero que la forma insatisfactoria en toceno medio para los fragmentos de cráneo los haría contemporá-
que este esqueleto fue puesto a un lado suscita más cuestiones que las neos .del hombre de Swanscombe, pero la mandíbula provenía de la
que pretende responder. capa del Pleistoceno inferior, y fue por ello el centro de la mayor parte
de la correspondencia subsiguiente. El comité señaló el grosor excep-
cional de la mandíbula, y la conformación de las zonas alrededor del
mentón, pero no pudo ver ningún detalle que fuera incompatible con
H omo sapiens.
Sir Arthur Keith (que no pudo asistir a este comité) dijo en una
revisión de 1935 del libro de Leakey, The Stone Age Races of Kenya
(Las razas de la edad de piedra en Kenia) (138), que la parte tra-
sera del mentón presentaba un extraño tumor óseo, que se había ex-
tendido y oscurecido las características normales en esta área, pero
que, a pesar de todo, el fósil era ciertamente una mandíbula humana
como la que se halla a menudo en humanos primitivos existentes en la
actualidad.
El profesor Boswell, miembro de este comité, visitó el lugar en
1935 encargado por la Royal Society, y su carta a Nature (137) fue muy
crítica de Leakey, pues dijo:
230 231
a) No se podían hallar las localidades exactas y no habían sido mar- caron las otras partes, pero no se pudo hallar nada más. Se ha llegado
cadas ni señaladas sobre el mapa. a afirmar que, puesto que no fue visto in situ por un científico, su si-
b) Leakey había facilitado una fotografía incorrecta de un sector tuación exacta tiene que ponerse en tela de juicio, ya que puede haber
diferente en su evidencia al comité. sido arrastrado por agua a la posición que ocupaba. Este juicio pare-
e) Las capas arcillosas habían sufrido frecuentemente muchas pertur- ce más bien duro, y si hubiera de aplicarse a todos los fósiles acepta-
baciones debido a hundimientos y que por ello la datación de estos dos, muchos de ellos caerían víctimas de este criterio, incluyendo cada
huesos era dudosa. uno de los descubiertos por los buscadores nativos bajo Van Koe-
d) Si el comité hubiera conocido estos hechos, es probable que hubie- nigswald.
ran emitido un informe diferente. Con posteriores descubrimientos en Africa del Este del hombre pri-
mitivo en estratos antiguos, se le preguntó al profesor Oakley si se
Leakey se puso furioso, pero su larga réplica no fue aceptada por debía reconsiderar la mandíbula de Kanam. En su carta a Nature en
Nature. Una carta más breve apareció más tarde (139) y en ella Leakey 1960 (141) acerca de este tema, mencionó que Tobías había reexaminado
decía que él había mostrado a Boswell el lugar preciso, y que debido la mandíbula (su carta seguía a la de Oakley), y que Sir Arthur Keith
a que su propia máquina de fotografiar no funcionaba, había utilizado había cambiado su postura en 1948 porque entonces afirmó que los
una fotografía tomada por un colega. Esta se facilitó solamente para dientes pequeños del frente de la mandíbula de Kanam indicaban una
dar una idea muy general del área al comité y no se utilizó como evi- relación con los fósiles de Dart (Australopitecos) en lugar de con el
dencia. También Cale menciona (p. 101) que Leakey había marcado hombre. Lo evidente es que el hecho de que los fósiles de Dart tuvieran
el lugar con postes de hierro, como Boswell bien sabía, pero que éstos dientes frontales pequeños no hace que la mandíbula de Kanam sea
habían sido robados por los nativos. menos humana, y Keith parece haber pasado por alto el hecho de que
(Boswell había dicho también que los depósitos, que se afirmaba no poseían mentón.
eran de arcilla, eran en realidad de un aglomerado volcánico, ¡lo que Tobías, en su carta, dijo que el «mentón» era solamente una reac-
ciertamente hacía creer que Leakey era tan incompetente que no podía ción ósea a una lesión patológica, y que por ello el fósil puede situarse
distinguir entre ellos! Leakey protestó y Boswell estuvo de acuerdo en en algún punto entre el Atlanthropus y el hombre, pero que podría ser
que esta afirmación se refería solamente a los estratos que aparecían neanderthaloide. Como hemos visto, esta característica peculiar del tu-
en la fotografía incorrecta.) mor había sido observada por el comité de 1933 y por Sir Arthur Keith,
A pesar de la réplica de Leakey, parece que esta sola carta de Bos- y a pesar de todo, todos estos caballeros eminentes y sumamente cali-
well, totalmente carente de ninguna evidencia, fue suficiente para que ficados la habían aceptado como plenamente humana. Incluso si se
estos fósiles humanos fueran ignorados en subsiguientes publicaciones aceptara que era Neanderthal (que, como hemos visto, es un tipo abe-
durante muchos años. Bouley Vallois, en Fossil Man (p. 443), admiten rrante del Hamo sapiens), una fecha de Pleistoceno inferior sería aún
que la mandíbula era totalmente humana, pero aceptan la carta de demasiado temprana para tales tipos.
Boswell de forma incondicional y acrítica, y no hacen mención alguna Tobías sometió la mandíbula a ensayos radiométricos (20, p. 180).
de la réplica de Leakey. Los iones de uranio, como la fluorina, pueden ser absorbidos gradual-
La muy dañina afirmación de Boswell de que los hundimientos de mente por el hueso a lo largo de un período de tiempo. Los ensayos
la arcilla arrojaban dudas sobre la datación de la mandíbula está evi- sobre la mandíbula dieron resultados de 4-12 partes por millón. (Se
dentemente totalmente injustificada. La área sí presenta fisuras, pero debiera de señalar, de pasada, un sorprendente margen de variación
la mandíbula fue hallada en una masa de material de capa cementado de 3:1 dentro del mismo fósil.) No obstante, los ensayos sobre otros
(19, p. 48). Leakey se refirió a la ausencia de pruebas en las afirmacio- once fósiles de las capas de Kanam dieron un margen mucho más ele-
nes de Boswell en la edición de 1953 de su libro Adam's Ancestors (Los vado de 60 a 214 p.p.m., sugiriendo una mayor edad, pero no se da la
antepasados de Adán (p. 202), y dio la culpa a la dominancia de los distancia de la posición de estos fósiles en relación con la mandíbula.
fósiles de Piltdown (que Boswell defendió intensamente) de la inacep- En este artículo, Tobías cita de un informe no publicado, escrito por
tabilidad de la evidencia de la temprana existencia del hombre (22, Oakley (que ya hemos dado en la sección acerca del esqueleto de Galley
p. 145).
Un aspecto de la mandíbula que recibió adicionales críticas fue la Hill). Admite allí que «la distribución de iones de uranilo en aguas fr..:á-
manera en que fue descubierta. Uno de los nativos más experimentados ticas, como la de los iones de flúor, se halla sujeta a una considerable
y dignos de confianza de Leakey extrajo un montón de conglomerado, variación de lugar en lugar». Se propone que estos ensayos de fluorina
en el que se descubrió la mandíbula. Leakey fue llamado al lugar y bus- y de iones de uranilo, que descansan en factores que se reconoce que
233
232
son tan variables, como hemos señalado en otras partes de este libro,
resultan así prácticamente inútiles.
Aunque Leakey hubiera debido tomar más cuidado en su presen-
tación de sus hallazgos al comité de Cambridge, el ataque de Boswell
parece haber sido innecesariamente mordiente y algo injustificado, y
perjudicó considerablemente la carrera de Leakey. Irónicamente, Bos-
well, a su vez, fue también presentado como incompetente. Dice Cole
(p. 103) que uno de sus artículos fue criticado con tanta severidad que
dimitió de su puesto de profesor y que nunca se recuperó de una
depresión nerviosa. SECCION VIIC
He dado este relato de la mandíbula de Kanam como una indica-
ción adicional del crítico examen y del rechazo que espera a estos tem- RODOLFO ORIENTAL
pranos fósiles de Horno sapiens. La carta de Boswell en 1935, carente
de cualquier tipo de evidencia, proveyó la suficiente excusa para lanzar
este fósil al limbo del olvido, donde parece destinada a permanecer. Los descubrimientos, sumamente propagandizados, en esta área han
sido efectuados por Richard Leakey, el hijo de L. S. B. Leakey. Aunque
nunca ha asistido a la Universidad ni ha tenido instrucción académica,
heredó la posición que tenía su padre de director del Museo Nacional
de Kenia a la temprana edad de veintitrés años, y ahora tiene el con-
trol de todas las excavaciones en Kenia (151).
Como líder del contingente de Kenia en la gran expedición interna-
cional de Omo en 1967, Richard Leakey consideró que no se le reco-
nocerían los hallazgos que hiciera él, y objetó a «entregar las cosas
buenas a los doctores», como lo expresó él. Por ello dejó la expedición
para investigar por el Lago Rodolfo por cuenta propia. En una entre-
vista dijo: «Sin títulos, se trataba o bien de pasarme años estudiando
en universidades o bien poner el cuello y echar la suerte a estos depó-
sitos lacustres.»
Alquilando un helicóptero del contingente americano de la Expedi-
ción Omo, aterrizó cerca del Lago Rodolfo (ahora llamado Lago Tur-
kana). No había andado más de 50 metros cuando vio lo que consi-
deró una sencilla herramienta de piedra, y cerca de ella una mandíbula
fosilizada de cerdo. Los expertos geólogos habían dicho que aquella
área estaba constituida de cenizas volcánicas. Pero Leakey halló depó-
sitos sedimentarios que eran un museo de huesos fosilizados, entre los
que «esperaba tener suerte y encontrar algo importante».
Habiendo hallado su campo fosilífero potencial, precisaba ahora
de una cantidad considerable de dinero para explorarlo. Cole da un
relato revelador de cómo se aproximó Leakey a la National Geographic
Society, y de la reacción de ellos. Dice ella que acompañó a su padre
a una reunión con la Junta de Directores. A su debido tiempo hablaron
con el mismo Richard.
Al final el doctor Grosvenor le preguntó si tenía algo que decir. «Sí
-dijo Richard-. No quiero ir a Omo en absoluto. Me gustaría tener
dinero para trabajar en mi propia área en Rodolfo Oriental.» Hubo un
silencio atónito ... El comité de investigación se volvió para recon-
234 235
Meave, que posee un Doctorado en Zoología y especialización en hue-
siderar su veredicto y lo halló en favor de Richard. «Puede tener el sos. Al cabo de seis semanas se había reconstruido lo suficiente como
dinero -le dijo el doctor Grosvenor-, pero si no halla nada no nos para confirmar «la enorme importancia de los hallazgos». Siguió una
venga nunca más pidiendo limosna a nuestra puerta» (p. 296). publicidad a nivel mundial del cráneo KNMER 1470; siendo el número
el de su registro en el Kenya National Museum, East Rudolf (fig. 54).
Con un mandato así, la presión impuesta sobre el joven Leakey, a La capacidad del cráneo se midió sobre la reconstrucción como de
la sazón de veintitrés años de edad, para que hallara algo, lo que fuera, 800 ce, mucho mayor que la de la mayor parte de los cráneos de hom-
que pudiera «Valer una noticia», sería enorme. ¿Qué posibilidad había bres-simios descubiertos en Africa. Aun más importante, una toba vol-
de que se examinaran los fósiles en una atmósfera fría, científica, para cánica a unos 36 metros por encima del cráneo fue datada por Potasio-
determinar su naturaleza precisa, si la misma existencia de la expedi- Argón en 2,6 millones de años De esto, se estimó la edad del estrato
ción dependía de que se hallara alguna evidencia «asombrosa?» Estas en el que se había hallado el cráneo en 2,9 millones de años (fig. SS). La
presiones dan un mayor filo a la cita de Richard cuando se refiere a combinación de un cráneo grande en un estrato muy antiguo demos-
« ... la tradición de los Leakey, de que se busca y se vuelve a buscar
traba, según se dijo, que se trataba del homínido más avanzado jamás
hasta que se halla aquello que uno sabe que está allá» (152, p. 106). descubierto. Esto desencadenó una publicidad de alcance mundial.
La motivación es extremadamente importante, y esto se tiene que Como es de rigor en estas ocasiones, apareció un cúmulo de ilustracio-
mantener en mente cuando se consideran los varios fósiles descubiertos nes en varias publicaciones, exhibiendo «cómo eran nuestros antepa-
y la considerable publicidad que engendraron. sados», y se reproducen algunas de éstas en la figura 56.
Teniendo ahora el sustancioso apoyo de la National Geographic So-
ciety, volvió en 1968, acompañado de varios científicos calificados, y
estableció un campamento en Koobi Fora, en la ribera oriental del
Lago Rodolfo (fig. 48). Poco fue lo que se halló aquel año. Pero al año
siguiente, mientras andaba por un lecho seco de un río, Richard y
su esposa vieron un cráneo abovedado gris sobresaliendo sobre el te-
rreno. Resultó ser un cráneo bastante completo de un Australopiteco,
y la publicidad resultante dirigió un interés considerable a los descu-
brimientos de este joven. Tal fue su exaltación a la fama que muchos
sintieron que tiene que haber heredado una medida plena de parte
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de su padre de lo que se ha venido en llamar «la suerte de los Leakey». 1
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El tamaño del equipo creció hasta setenta personas, que se queda- Posilion of maxilla in~ - -
ban por períodos variables. Richard mismo, que dejaba ahora mucha 'preliminary full reconstruction' ··,.. .. ~)
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de la investigación a sus ayudantes nativos, iba y venía en su avión
desde Nairobi a intervalos regulares. Un miembro del numeroso equi- FIG. 54. El hombre «1470»
po en el campamento base era un artista que estaba disponible para
hacer reconstrucciones gráficas de cualquier fragmento fósil que se (.Qué es el cráneo 1470? ¿Y qué exactitud tiene su datación? Mi con-
descubriera .• vicción es que el cráneo es totalmente humano y que hay muchas dis-
crepancias por lo que a las dataciones se refiere. Se trata de dos cosas
distintas, y serán consideradas por separado.
El hombre 1470
238 239
l
portante ángulo. No obstante, se considerarán más tarde algunos de (e) ¿ ÜTRAS CALAVERAS HU MANAS?
los problemas suscitados por las dos reconstrucciones de Leakey. Leakey halló otros dos cráneos que dijo eran similares al 1470. De-
(e) LA NARIZ bido a que se dan tan pocos detalles de estos cráneos en los reporta-
jes que hace en Nature, es difícil decir si éstos son humanos o no. No
La cara que el artista de Leakey, J. H. Matternes, dibujó sobre la obstante, daré los detalles que puedan ser pertinentes, particularmen-
reconstrucción del cráneo es una cara perfectamente normal de mu- te debido a que se hallaron por debajo de la toba KBS (como el 1470).
jer (fig. 56), excepto por la nariz, que es ancha y similar a la de un El primero fue el n.o 1590, hallado en 1973 (156). Se señaló que
gorila. Dice Leakey que la
aunque el cráneo era inmaduro, la capacidad craneana era tan gran-
estrecha apertura nasal del cráneo original y la ausencia de apoyo de como la del 1470. Aunque no da indicación de la edad de su due-
óseo debajo de los orificios nasales pudieran ser indicativos de una ño, es posible que su capacidad madura hubiera sido mayor que la
nariz más bien similar a la del gorila. Esta característica es quizá la del 1470, y por ello de mayor interés aún. En varias ocasiones en su
menos humana de una fisonomía que exhibe una intrigante mezcla reportaje, Leakey aúna estos dos cráneos cuando los compara con
de lo primitivo y de lo avanzado (154). otros cráneos. Informa de que los huesos parietales del cráneo «sugie-
ren que el cráneo era ancho con una cresta sagital». Si tenía una cresta
Leakey está equivocado aquí. La apertura nasal de los gorilas es sagital, ello indicaría, ciertamente que se trataba del cráneo de un si-
ancha. Pero en el1470 es relativamente estrecha, como en los humanos, mio. No obstante, y en otro artículo (157) da solamente una descrip-
y por ello contradice la evidencia. No obstante, el lector medio del ción metódica de los fragmentos craneanos, y no hay mención de que
National Geographic Magazine no se dará cuenta, probablemente, de posea una cresta.
esto. El segundo cráneo (n.o 3732) fue hallado en agosto de 1975. En
Además, su afirmación con respecto a la « ... ausencia de apoyo óseo marzo de 1976 dijo que era una copia casi idéntica del 1470. En su
bajo los orificios nasales ... » es más bien engañosa. Se está refiriendo reportaje en Nature en junio de 1976 (158), admite que es «notable-
a la espina nasal anterior que es un pequeño punto óseo que se pro- mente similar» al 1470, y que fue hallado en el mismo estrato. Este
yecta hacia adelante para apoyar la base de la nariz. En la reconstruc- informe acerca de un cráneo similar al 1470 es notable, porque sola-
ción del cráneo, no se trata de que el hueso en esta área no muestre mente se refiere a él en unas pocas líneas, y no da ninguna fotografía
ninguna señal de proyección hacia adelante, sino de que esta pieza en de él.
concreto está ausente de la reconstrucción (ver fig. 54). Ya que no exis- Sin embargo, la razón de por qué estos fósiles, aparentemente tan
te esta evidencia, entonces, en base solamente de la estrecha apertura importantes, recibieran mucho menos publicidad que el 1470 se exa-
nasal, el dibujo de la cara de la calavera hubiera debido recibir una na- minará al final de esta sección.
riz humana, y no la grotesca nariz de gorila que aparece en la ilustra-
ción del National Geographic Magazine (fig. 56). (f) LA PÉLVIS
Si este pequeño hueso evidencia! hubiera sido hallado, habría indi- Se descubrió también otro fósil de apariencia humana. En junio
cado de inmediato si el 1470 poseía o no una nariz de apariencia hu- de 1976 (158), Leakey informó del descubrimiento de un hueso pélvico
mana. derecho (sin dar el nombre del hueso). Este hueso parece haber tenido
una apariencia notablemente humana, porque dijo:
(d) ¿UNA CALAVERA HUMANA?
Es probable que la evidencia más convincente, ya que proviene de La posición y la orientación de la tuberosidad isquiática es similar a la
una fuente independiente, sea la valoración de la calavera hecha por observada en una muestra de H. sapiens moderno, como lo son una
A. Cave. Cave fe profesor emérito de Anatomía en Londres y en Barts, cantidad de otras características morfológicas ... hay pocas seme-
y fue coautor del artículo que mostró que el hombre de Neanderthal janzas con el material conocido como australopitecino.
era una forma de Horno sapiens (115, y ver p. 164). Al ver la calavera
cuando la exhibió en London Glynn Isaac (el coinvestigador de Leakey), y
la opinión de Cave fue: «por lo que puedo ver, es típicamente huma-
na ... » (155). Con toda su experiencia en tratar con el esqueleto huma- la forma esencialmente moderna de este fósil exige que sea atribuido
al Horno (158).
no, el testimonio de Cave es sumamente significativo.
Afirmaba que este hueso pélvico tenía que ser considerado junta-
mente con el fémur de apariencia muy humana hallado al mismo
240
241
tiempo que el gran cráneo 1470. Llega de esto a la conclusión de que cuestión de si en esta ocasión se aplicó plenamente el lema de los
reflejan «.. .las exigencias de un bípedo ambulante de cerebro gran- Leakey de «buscar una y otra vez». ,
de». Esta es, en realidad, una descripción precisa de un ser humano Estos aspectos más bien dudosos de la reconstrucción del cráneo
normal. Pero si Leakey hubiera admitido esto, ¡se hubiera encontra- 1470, enfatizan un problema principal que enfrenta a todo aquel que
do al borde de cometer un suicidio profesional! quiera hacer una crítica válida de los modelos presentados para publi-
cidad por los expertos. En primer lugar, las piezas ya están forma-
(g) LAs RECONSTRUCCIONES DEL CRÁNEO das en un cráneo, y éste formado según las preconcepciones del recons-
En su primer informe de 1973, Leakey menciona: tructor. En segundo lugar, las fotografías o dibujos de las reconstruc-
ciones que aparecen en las revistas son solamente de pequeño tamaño.
El cráneo está totalmente reconstruido. Quedan muchos fragmentos Esto es todo lo que se hace disponible para comentarios. Así, solamente
pequeños para incluir, y podrá pasar un cierto tiempo antes de que se puede efectuar una crítica sobre material que es como mucho de
se acabe la tarea (153). segunda o tercera mano en relación con las piezas originales. Si hu-
biera sido posible el acceso a los fragmentos originales, es posible
En base de esto, uno esperaría que se produjera un modelo defi- que se hubiera llegado a resultados bien distintos de los conseguidos
nitivo a su debido tiempo. Pero, cosa sorprendente, nunca se ha efec- por los descubridores.
tuado una completa reconstrucción, ni siquiera cuatro años más tarde. Pa~,"ece cierto que, a pesar de la pequeña capacidad craneana (que
Esto puede verse de una cuidadosa inspección de las ilustraciones en pudiera deberse a un mal ajuste de los pequeños fragmentos), Leakey
el libro de Leakey, Origins, publicado en 1977. había hallado, por lo menos, un cráneo humano, fémures humanos y
En este libro, en las páginas 86-87, se dan cuatro ilustraciones dis- una pelvis también humana en estratos atribuidos a una fecha muy
tintas del cráneo reconstruido. La primera recibe el nombre de «pri- temprana, todo lo cual contradecía rotundamente el punto de vista
mera reconstrucción>>, y es muy similar a la ilustración en su artículo establecido de cómo el hombre emergió de su ancestro simiesco. Como
de 1973, excepto por el hecho de que el maxilar superior parece estar era de esperar, sus puntos de vista fueron criticados, y podemos se-
ahora totalmente separado de los huesos de la cara. Detalles de algunos guir el posterior declinar del hombre 1470. No obstante, antes de ha-
de los otros huesos parecen indicar que la fotografía fue tomada cerlo, consideraremos en primer lugar las varias fechas que los exper-
antes de 1973. tos asignaron al estrato por encima del cráneo 1470.
Las otras tres fotografías son de una «reconstrucción total prelimi-
nar», en la que los vacíos están llenos de plasticina, y éstas muestran 2. Las dataciones del estrato
unas interesantes características, como sigue:
244 245
El cráneo del Horno erectus
con un valor muy pequeño de error ±. Por ejemplo, en el trabajo
que acabamos de considerar (161 ), los resultados rechazados se indica- Haremos una breve disgresión para considerar este cráneo -el
ban como 2,01 ± 0,03 y 6,9 ± 0,05. No obstante, estas cifras son so- n.o 3733- (fig. 57) que recibió también una considerable publicidad.
lamente indicativas de la inexactiud debido a la contaminación por Ar- Fue descubierto en 1975 en varios fragmentos. Después de su recons-
gón en el aire, y no constituyen una indicación de la verdadera exac- trucción, Leakey dijo: «en todas sus características, el cráneo es asom-
titud del resultado real. En otras palabras, no se indica con ello que la brosamente parecido al del H. erectus de Pekín» (11 ). Fue hallado en
muestra tenga una edad con un límite superior de 6,95 millones de estratos fechados entre 1,3 y 1,6 millones de años, y Leakey dijo que te-
años y un límite inferior de 6,85 millones de años, porque ensayos idén- nía alrededor de 1,5 millones de años.
ticos dan resultados invariablemente bien afuera del margen señalado
en ±. La presentación de estos estrechos márgenes de datación da un
aire de una exactitud extrema a los resultados. Sin embargo, esta im-
presión es totalmente falsa.
Ya he señalado (p. 83) las asunciones muy amplias utilizadas en
la obtención de una fecha mediante todos los métodos de datación ra-
diométrica. Además, es evidente en base de todos estos citados ensayos,
dando un margen de edades entre 223 y 1,5 millones de años para el
mismo estrato, que hay también unas variaciones enormes debidas FIG. 57. Cráneo del Horno erectus de R. Leakey
por entero a la técnica utilizada. Con estos dos factores presentes,
considero que el método es enteramente indigno de confianza, y que Acerca del problema de qué ángulo debiera dársele a los huesos de
toda datación basada sobre ellos es inaceptable. la cara (que ya hemos visto con respecto al hombre 1470, p. 239), dice:
Estas edades más recientes redujeron considerablemente la impor-
tancia del cráneo 1470 de Leakey. El mismo Leakey no las aceptó, por- El esqueleto facial se halla doblado debajo de la bóveda del cráneo
que en un informe que efectuó en 1976 (158) dice que suscitaron im- y en la reconstrucción preliminar ha sido puesto en un ángulo aproxi-
portantes cuestiones y admite que la datación del área « ... puede ne- madamente igual al reconstruido por Weidenreich de una hembra
cesitar una revisión completa ... » Sin embargo, prosigue diciendo: H. erectus (163).
En el futuro se prestará una estrecha atención a métodos alternati- Aquí tenemos en verdad un ejemplo clásico de muchas suposicio-
vos de datación, como el de huella de fisión y puede que ofrecan, jun- nes llegando a ser eventualmente aceptadas como un hecho. Como he-
tamente con estudios de ciertas taxa, indicaciones útiles acerca de mos mostrado en la p. 142, la reconstrucción que hiciera Weidenreich
la confiabilidad de las determinaciones isotópicas de edades (158). de Nellie fue de un número de fragmentos rotos de cráneos de simios
procedentes de lugares muy dispares de la localidad de Pekín. Así que
¡De esto parece deducirse que si la datación mediante Potasio-Ar- a pesar de la aura grave y científica con la que intenta investir a su re-
gón no da los resultados que él quiere, que pasará a otros métodos para construcción, ésta es evidentemente fragmentaria y arbitraria. Leakey,
conseguirlos!· al darse cuenta de que su cráneo era similar al de Weidenreich, puso
Leakey continuó ignorando estas dataciones inaceptablemente ba- los huesos faciales en el mismo ángulo.
jas, porque en su libro Origins (152, p. 86) dice que el 1470 « ... vivió Por una parte, me parece a mí que Weidenreich le dio a los cráneos
por lo menos hace dos millones de años, y quizá más cerca de tres mi- de simios una cara en un ángulo humano (ortognático) -que le hizo
llones que de dos». Este es un claro ejemplo de un «científico» (aun- posible a Weidenreich hacer que «Nellie» pareciera muy moderna-,
que en este caso particular se trate de uno carente de instrucción for- en tanto que por otra parte, Leakey, como ya hemos visto, le ha dado
mal y de calificación) aceptando y publicando solamente aquellos re- al cráneo humano 1470 un ángulo simiesco (prognático) (p. 201). De
sultados conformes con su punto de vista. No obstante, Leakey no se esta forma, podemos ver las etapas intermedias entre el hombre y los
halla solo. Los cazadores de los hombres fósiles parecen particular- simios existiendo no en la vida real sino en las mentes de sus recons-
mente propensos a sucumbir a esta tentación. tructores.
La clasificación de Horno erectus se da en la actualidad tanto al
hombre de Pekín como al de Java. Como hemos demostrado, el prime-
ro consiste en cráneos rotos de simios, mientras que el segundo es la
247
246
un tipo similar a los hallados en Kow Swamp, esto es, una forma nean-
cubierta craneana de un gibón gigante, y es sobre esta frágil base que derthaloide degenerada del Horno sapiens anterior.
se estableció la clasificación del Horno erectus. Esto debiera siempre te-
nerse presente cuando esta importante clasificación hace su inevitable
aparición en diagramas del «árbol genealógÍCo» humano, como el de Un fuego de campamento de 1 1/2 millón de años
Leakey (152, p. 84), Johanson (167) y Tobias (164), y que quedan ilus-
trados en la figura 58. Estos gráficos fueron dibujados, todos ellos, hace El cráneo del Horno erectus no fue el único descubrimiento intere-
pocos años, y se basan prácticamente en los mismos fósiles. Pero las sante fechado en 1 l-1 de años. Un programa de televisión en abril de
discrepancias son tan evidentes que se hacen innecesarios todos los co- 1975 dio detalles del descubrimiento, en 1973, de evidencia de luego,
mentarios, excepto el de señalar que constituyen una clara demostra- herramientas y huesos quebrantados, etc., que fueron admitidos como
ción de la completa infiabilidad de este campo de investigación. evidencia indicativa de un campamento. Se descubrió también una man-
díbula, de la que se dijo al principio que era como el 1470, en la loca-
lidad. No obstante, más tarde se clasificó, «desengañadamente», como
un Australopiteco.
Se reconoció la importancia de la evidencia del fuego, y se hizo la
afirmación: « ... como saben, no podemos tener la suficiente precau-
..,~ ción en cuanto a esto, porque si se confirma que éstas son trazas de
.
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fuego hecho de una manera humana, éste es, a un millón y medio de
.D años en el pasado, el fuego más antiguo conocido en el mundo». Se
. .•.:
V
estrato temprano. Esta combinación trastornaba completamente los
puntos de vista aceptados del desarrollo del hombre.
Como hemos visto en la Sección 111, el método normal de «librarse»
'
de fósiles tempranos de Horno sapiens era decir que se trataba o bien
p. 12: «Si somos honrados tenemos que admitir que nunca sabremos Sin embargo, en el caso del hombre 1470, no podía aplicarse nin-
plenamente qué sucedió a nuestros antecesores en su ruta ha- guno de esos métodos. Por ello se utilizó un cuarto método para este
cia la humanidad moderna; la evidencia es demasiado frag- fósil, que era «enterrarlo» científicamente, esto es, darle otro nombre.
mentaria.» En este caso, se eligió uno que ya existía, el de «Horno habilis», des-
p. 67: «En comparación con los restos fósiles de Montana del pri- cubierto por el padre de Richard (p. 221). Así, quedaría incluido con
mate pionero, la evidencia acerca del Ramapiteco es conside- fósiles de tipo diferente, y después de un tiempo se llegaría a olvidar
rable; aunque en términos absolutos sigue siendo atormen-
tadoramente insignificante ... » (¡!) [Un interesante ejemplo de * Remitimos al lector a la nota de pie de la página 91, donde se documenta el ha-
llazgo de una mandíbula entera de ramapiteco, y que lo descalifica totalmente como
una lógica bien extraña.] pretendido antecesor del hombre.
250 251
el carácter humano del cráneo original. Podemos seguir la decadencia Como ya hemos señalado, Leakey tuvo buen cuidado de nunca lla-
y la caída del 1470 en tres etapas muy claras. mar «Horno sapiens» a su cráneo 1470, porque estaba bien consciente
de las posibles repercusiones. No obstante, lo que sí hizo fue considerar
ETAPA l. EL CRÁNEO SINGULAR los tipos existentes para ver si se trataba meramente de otro espéci-
Cuando fue descubierto, Leakey hizo ciertas afirmaciones demole- men. Rechaza la posibilidad de que se trate de un Australopiteco en
doras acerca de la importancia del cráneo. Artículos en diarios afirma- vista de la pequeña capacidad cerebral de estos últimos y, en cuanto
ban que se tendría que reconsiderar todo el ancestro humano, en tan- a que se trate de un cráneo de Horno erectus, afirmó que no se había
to que las revistas científicas admitían que hacía que algunos hombres- hallado ningún ejemplo de tales en una fecha tan temprana y que, ade-
simios quedasen en ramas evolutivas que terminaban como «callejo- más, el 1470 era totalmente distinto del Horno habilis.
nes sin salida» Leakey mismo, en una reunión en San Diego, dijo que Considerando el Horno habilis, señala que su capacidad cerebral
había visto quedar destruido todo lo que se había enseñado hasta en- era solamente de 650 ce, y que había sido hallado encima de un basalto
tonces acerca de la evolución humana, y ¡que nada tenía para ofrecer fechado en 1,96 millones de años. Por ello, afirma:
en su lugar!
No obstante, Hillaby, un columnista del New Scientist, no estaba Por ahora, por ello, no parece haber ninguna razón que obligue a
dispuesto a aceptar que fuera realmente «diferente de todas las otras atribuir a esta especie el cráneo más temprano, de mayor cerebro,
formas de hombre primitivo» y sugirió que era solamente un eslabón de East Rudolf (153).
en la larga línea genealógica del hombre. Da una visión bastante nega-
tiva del temperamento de L. S. B. Leakey y dice: ETAPA 2. SE CAVA LA TUMBA
Aunque previamente rechazada la posibilidad de que el 1470 pudie-
Ahora bien, no estoy ni por un momento sugiriendo que Richard ha ra identificarse con el Horno habilis, en un artículo publicado al año
rellenado un remoto rincón de Rudolf con fragmentos saqueados siguiente (156) sugiere con muchos rodeos que sí se parecen. Primero
de un osario bantú. El es, por lo que yo sé, un hombre de la mayor dice que una mandíbula, la n.o 1802, pudiera ser considerada como per-
integridad. Nadie puede dudar que los huesos se hayan hallado exac· teneciente a la misma especie que el 1470. Entonces señala a las no-
tamente donde él ha dicho (155). tables similaridades entre esta mandíbula y la del Horno habilis, esta-
bleciendo así un tenue enlace, y llegando a hacer el comentario de
No obstante, concluye con la afirmación lindante en el libelo de pasada:
que «Richard, por lo que se me ha dicho, no ha heredado ninguna de
las cualidades negativas de su padre, excepto, me parece a mí, una sed Mi sugerencia aquí de que el H. habilis puede tener afinidades con el
de publicidad» (¡!) (155). KNM-ER 1470 y 1590 se refieren solamente al OH y al OH 16 (156).
La tendencia de Leakey de dejar a un lado todo el trabajo hecho
por otros expertos durante muchos años se evidenció nuevamente cuan- Considera él ahora que la pequeña capacidad cerebral del Horno
do descubrió el cráneo del Horno erectus en 1976 (p. 208). Dice: «El ha bilis era inexacta, « ... debido a lo fragmentario del material sobre el
espécimen es muy similar al material de Horno erectus de China ... y que se hicieron las anteriores estimaciones» y no hace ninguna refe-
es por elle asignado a H. erectus.» La razón principal de que Leakey rencia a la fecha más reciente que tienen, en comparación con el 1470.
diera una gran publicidad a su descubrimiento es que afirmó que había
sido hallado en un estrato fechado en 1 V2 millones de años de anti- ETAPA 3. EL CRÁNEO ES «ENTERRADO»
güedad. Ya que se supone que el hombre de Pekín existió hace sola- Habiendo establecido el enlace con el Horno habilis, se podían ig-
mente 500.000 años, afirmó atrevidamente en una reunión celebrada norar ahora todas las características humanas del 1470, porque los an-
en las oficinas centrales de la National Geographic Society: teriores fragmentos se habían clasificado siempre como uno de los mu-
Los chinos debieran desarrollar una forma nueva, distinta, de fechar chos antecesores simiescos.
sus localidades con mayor exactitud. Si lo examinan bien, probable- Esta es la clasificación que Leakey le da a 1470 en su libro Origins,
mente encuentren que estos fósiles tienen un millón más de años en el que no se mencionan las características humanas. De hecho, Lea-
que los que. se les asignan ahora (166). key hace una asombrosa pirueta con respecto a su primera afirmación,
porque ahora dice:
Así, y de un solo golpe, Leakey deja de lado todos los años de tra-
bajo paciente de muchos expertos en proveer una fecha «confiable» En realidad, sobran las razones para clasificarlo como Horno habilis
para esta clasificación. (p. 86).
252 253
Tanta es la disposición que tienen los expertos a ignorarlo que hay
sólo una breve mención acerca de él en la exhibición del Museo de
Historia Natural, «El lugar del hombre en la evolución» (ver Apéndi-
ce VIII). Este oscurecimiento de las características humanas del 1470
podría constituir la explicación de por qué los otros dos cráneos casi
idénticos, n.o 1590 y 3732, hallados, en 1973 y 1975 (ver p. 203), fueron
sólo brevemente mencionados en los informes de Leakey.
Johanson, al erigir su versión del árbol genealógico del hombre
(fig. 58), clasifica también al 1470 como Horno habilis, pero ha degrada-
do eficazmente al 1470 utilizando la fecha americana de 1,8 millones
de años. SECCION VIID
Este es, así, el proceso que se siguió para <<enterrar» al 1470. ¿Qué
sale de la secuencia de eventos que hemos estado bosquejando? Es evi- HADAR (Etiopía)
dente que el joven e inexperto Leakey había encontrado un cráneo hu-
mano, y pasó a anunciar su hallazgo con gran aparato de publicidad.
Esto, indudablemente, abocó al establecimiento científico a una situa- Unas investigaciones efectuadas por el equipo encabezado por D.
ción peligrosa, porque el barco estaba siendo tan escorado que estaba C. Johanson entre 1972 y 1977 en el área de Afar en Etiopía (fig. 60)
en peligro de volcar y de perderse todo. Sin embargo, parece que pre- tuvo como resultado el descubrimiento de una colección de fragmen-
valecieron los consejos de la experiencia y de la sabiduría, y que se tos fósiles, siendo los principales:
minimizó el peligro echando por la borda el peligroso cuerpo, posibili-
tándose así que la nave de la evolución humana prosiga su majestuosa a) Un esqueleto completo al 40% llamado <<Lucy» (localidad 288)
navegación por las aguas siempre calmas de la credulidad humana. (fig. 62),
b) los fragmentos superior e inferior de huesos de la pierna forman-
do una articulación de rodilla (fig. 63 ),
e) partes pequeñas de unos trece individuos recogidas en una área
(localidad 333) que se afirma son una familia de homínidos destrui-
dos por una «inundación relámpago».
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254 255
Dos huesos pedales naviculares . . . exhiben unas extensas facetas cu-
boideonaviculares y las falanges pedales son sumamente curvas (167) .
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Se podrían hacer muchas citas similares que solamente pueden ser
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entendidas por expertos en este campo. Es discutible que sean necesa-
rias unas descripciones tan detalladas y prolongadas, porque solamen-
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--¡e;¡. ''f"", \7U te en forma ocasional se sacan algunas conclusiones de ellas. Estas des-
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cripciones, aunque detalladas, son demasiado indefinidas para que los
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1 '/'f/...~\ 1 expertos puedan trabajar sobre ellas, y tendrían que obtener medidas
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adecuadas de reproducciones en escayola. No obstante, tienen un pa-
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~. . pel importante, en que dan un aire de erudición científica al artículo,
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porque sin toda esta fraseología se haría más evidente lo escaso de la
evidencia y la especulativa naturaleza de las conclusiones, incluso para
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el lector general. En revistas tan prestigiosas como N ature y Science
se ve muy claramente el gran conocimiento técnico de los especialis-
tas en los campos de la física atómica, de la bioquímica y de otros
campos avanzados de investigación. Es de comprender el deseo de los
que trabajan en un campo tan especulativo como la paleoantropología
FrG. 62. Esqueleto FrG. 63. Los fósiles de producir unos artículos que suenen igual de técnicos.
de «Lucy» de la articulación La cuestión más importante es: ¿Qué encontró Johanson: simios,
de la rodilla hombres modernos o alguna criatura a mitad de camino entre estas
dos? Esta cuestión y otras como las referentes a datación, etc., son las
Todos los fósiles fueron datados de 2,8 a 3,3 millones de años, y que vamos a examinar ahora.
Johanson consideró al principio que pertenecían a dos especies dis-
tintas de homínidos (esto es, simios en la línea directa que llevaba al
Horno sapiens). Más tarde, no obstante, en 1979, clasificó a todos estos A. CARACTERISTICAS SIMIAS
fósiles juntamente con las mandíbulas halladas en Laetolil (por Mary
Leakey, la madre de Richard), y les dio el nombre de Australopithecus Las referencias más frecuentes con respecto a estos fósiles son a su
afarensis (167).
naturaleza simiesca, como indican estas pocas citas seleccionadas:
Estas mandíbulas halladas en Laetolil fueron fechadas en alrededor
de 3,6 millones de años y se afirmó que constituían la evidencia más Los restos fósiles homínidos de Laetolil y de Hadar presentan una
temprana hallada de la clasificación Horno (168). No obstante, por lo distintiva serie de características craneanas y postcraneanas primiti-
que parece~ se trata de mandíbulas de especies simias, y no se afirma vas (24).
de ellas ninguna característica humana. Las partes preservadas de los cráneos adultos . . . exhiben una multi-
Con respecto a los fósiles de Hadar, ¿qué es exactamente lo que se tud de características primitivas (24).
ha encontrado? Las cúspides se hallan generalmente dispuestas en un sencillo patrón
Son varios los informes que se han escrito describiendo los descu- Y-5 (24).
brimientos, y una cuidadosa lectura de los principales trabajos (167, [Esto es característico de dientes simios y se refiere al patrón for-
169, 170, 171) me lleva a la conclusión de que todos los fósiles descu- mado por las rugosidades en la parte superior de los molares.]
biertos son solamente de una variedad de simio. No ha sido todavía posible hacer estimaciones satisfactorias de la ca-
Al leer estos artículos es de señalar que una buena proporción de pacidad craneana sobre la base de partes craneanas preservadas, aun-
estos trabajos se halla ocupada con una minuciosa descripción de los que las observaciones preliminares sugieren que es pequeña, proba-
fósiles, con afirmaciones como: blemente dentro del margen conocido de otras especies australopiteci-
nas ... (24).
. . . la cabeza se halla ligeramente retro flexionada con una torsión ti- En sumario, los restos de Hadar y de Laetolil parecen representar
bial de mínima importancia; y la eminencia intercondilóidea es pro- una forma homínida distintiva y temprana caracterizada por... una
minente con unas fosas intercondilóideas bien desarrolladas (170). multitud de características dentales y craneanas (24).
256 257
Habiendo mencionado muchas características simias, Johanson hace
no obstante el siguiente comentario, que carece de justificación alguna: B. CARACTERISTICAS «HUMANAS»
Aunque evidentemente homínidas en su dentición, mandíbulas, crá- Evidentemente, si estos simios se estaban desarrollando hacia el
neo y postcráneo, estas formas retienen atisbos de un antepasado del Horno sapiens, esperaríamos que se evidenciasen algunas caracterís-
Mioceno todavía poco conocido (24). ticas humanas. Pero son éstas tan pocas, sin embargo, que se tienen
que leer con cuidado los trabajos para descubrirlas.
Cada uno de los fragmentos descritos en los trabajos es clasificado Solamente hay tres huesos de los que se diga que evidencian alguna
corno «homínido» (incluso piezas bastante pequeñas), pero es difícil características distintivarnente humana. Estos son:
ver cómo pudieran exhibir ningún tipo de característica humana. Se
tiene la impresión de que cualquier hueso simio que se halle se clasi- (a) UNA ARTICULACIÓN DE RODILLA
fica como «homínido». La sección E, más adelante, tratando de las (b) LA RELACIÓN BRAZO/PIERNA DE LUCY
motivaciones, parece también evidenciar esto. (e) LA PELVIS DE LUCY
Antes de 1973 el material postcraneano no ha sido asignado a un ta- ¡En base de esto, el lector de buena fe supondría que eran los
xón. Es ahora claro que debiera incluirse probablemente en la misma huesos de Lucy los que habían mostrado estas características, en lugar
categoría que el espécimen AL 288 (Lucy) debido a la notable simi- de un huesecito hallado a una profundidad de 80 metros en relación
laridad de los fragmentos proximales de la tibia en tamaño y en con la localidad donde se hallaron los restos de Lucy y, quizás, a va-
morfología, así como de los fragmentos femorales preservados. Esto
es importante debido a que: hay ahora evidencias de por lo menos rios kilómetros de distancia!
dos individuos de un homínido muy pequeño de Hadar, y los espe- No pude hallar ninguna afirmación en este informe en particular
címenes AL 128 y 129 se hallan situados estratigráficamente a 80 m del año 1976, y al que se refiere Lewin específicamente, de que los hue-
por debajo del esqueleto parcial (170). sos de Lucy evidenciaran que andaba erguida. En realidad, esto no
se afirmó hasta después, e incluso entonces se basó en la pelvis distor-
La línea de razonamiento parece ser como sigue: sionada de Lucy -un tema del que trataré con más detalle en una sec-
ción posterior. No está claro si la afirmación de Lewin venía de otra
l. Los dos huesos de la articulación de la rodilla fueron hallados en fuente, o si se trata meramente de un ejemplo de <<licencia periodís-
un estrato a una altura 80 metros inferior a la de Lucy, mostrando tica».
el hueso superior una evidencia (no cuantificada) de locomoción Esta publicación provee un interesante ejemplo de especulación
erguida. acerca de los fósiles de homínidos. Ya hemos señalado la afirmación
2. El hueso inferior (la tibia) -que no poseía características huma- de Johanson de que la diferencia en tamaños de los maxilares de
nas- era muy similar al de Lucy. Laetolil y de Hadar se halla dentro del margen normal de una especie,
3. Ya que los huesos de la rodilla son «similares» a los de Lucy y y que es probable que se deba a la diferencia entre macho y hembra
que se hallaron en un estrato inferior, ¡se sostiene que esto cons- (dimorfismo sexual). En el número de New Scientist con fecha de 1 de
tituye evidencia suficiente de que Lucy andaba erguida! febrero de 1979, en la página 319 se halla un informe sobre el artícu-
lo de Johanson de 1979 (167). Comenta así el artículo:
Lo que es extraño es que lo que se afirma es que es el fémur de la A juzgar por el margen de tamaños en los especímenes afarensis,
rodilla el que muestra bipedalismo, pero que este mismo hueso en parece que los machos eran de promedio dos veces más grandes que
Lucy es descrito así: las hembras -esto es por lo menos tan marcado como lo vemos en
los gorilas modernos. Nuevamente, si el afarensis es válido, esta di-
Un fémur izquierdo entero está asociado con la [pelvis] innominada ferencia de tamaños probablemente implique que las criaturas vivían
pero la porción distal [el extremo que toca a la rodilla] está muy en harenes, con un gran macho socialmente dominante controlando
aplastado. una cantidad de hembras.
Así que, desafortunadamente, ¡la precisa parte del fémur del esque- Esta afirmación se hallaba basada enteramente en unos pocos hue-
leto de Lucy que debiera evidenciar bipedalismo está aplastada! sos fosilizados. Es difícil comprender en base de qué se acepta este
Una línea tan frágil de argumento está muy lejos de ser convincente. tipo de especulación en una publicación titulada New Scientist, ¡a no
De cierto, la inferencia de que Lucy anduviese erguida se menciona ser que estemos siendo testigos de la evolución de un nuevo tipo de
en este pasaje de una forma tan sesgada que su importancia se pasa cien tífico!
por alto fácilmente. A pesar de lo escaso de las evidencias de que Lucy
caminara erguida, es esta supuesta característica que fue acentuada (b) RELACIONES BRAZOS/PIERNAS
por algunos de los escritores más populares. Roger Lewin, co-autor En el artículo de New Scientist que informa del descubrimiento de
con Richard Leakey del libro Origins y editor científico de New Scien- Lucy (172) se afirma que la relación brazo/pierna de un 83,9% que pre-
tist, escribió un artículo acerca del informe de Johanson. En este ar- senta Lucy muestra que estaba a mitad de camino en volverse huma-
tículo (cuyo título se refería engañosamente a Lucy como <<casi-huma- na. La razón de ello es que se dice que la cifra para simios se halla por
na»), decía: encima de 100 en tanto que para el hombre está alrededor de 73. El in-
forme de Johanson afirma que esta relación de 83,9 es entre el húmero
260 261
(hueso superior del brazo) y el fémur (hueso superior de la pierna) Se debiera señalar, de pasada, que no se hace afirmación alguna
diciendo: de que esta pelvis evidencie que Lucy anduviera erguida. Sin embar-
go, y perteneciente a esto, está la distorsión que se dice que posee
El húmero derecho está al completo con un cierto aplastamiento del el hueso. Es el único hueso del esquelto de Lucy que se designa como
extremo proximal. Su longitud total se estima en 235 mm, lo que da distorsionado, estando los otros o bien muy rotos en fragmentos o bien
un valor de 83,9 para el índice humeral-femoral (170). totalmente intactos, esto es, el fémur izquierdo y, según el informe, el
húmero derecho. Estos dos huesos, que son largos y delgados, no pa-
El comentario de Johanson ante esta relación es: «este valor es ele- recen haber sido distorsionados. Pero hubiera sido de esperar una cier-
vado para los humanos modernos» (167). ¿Pudiera quizás ser lo sufi- ta distorsión debido a la forma que tienen. De hecho, el extremo del fé-
cientemente elevado para ser de un simio? mur y del húmero fueron quebrados. Esto indica que en alquel enton-
De pasada, no puede dejar de divertir la forma en que se cita el ín- ces eran frágiles (como es de presumir que lo fueran todos los otros
dice de Lucy como 83,9. Se estima, en todo caso, la longitud de ambos huesos quebrados) y que, por ello, no era probable que fueran <<distor-
huesos. En realidad, el húmero había sido roto en dos lugares y un ex- sionados».
tremo tenía «Un cierto aplastamiento». Además, un extremo del fémur Esta distorsión de la pelvis se había hecho importante para el tiem-
había sido «muy aplastado». Citar un índice con un 0,1 % de error da po en que se escribió el informe de 1979. Afirma este informe:
a su índice un aire de exactitud científica que es totalmente falso, y
por ello acientífico. l:Jno de los huesos potencialmente más significativos, el A.L. 288-1
Otro pequeño error en este artículo es que se dice que Lucy había innominado, está actualmente siendo reconstruido. Su morfología es
estado sepultada debajo de 100 metros de sedimento, en tanto que la conmensurable con un modo de locomoción bípeda (167).
cifra correcta es de 45 metros. La cifra de 100 metros es la altura del
estrato de Lucy por encima de su estrato basal, apareciendo esta cifra Es tan sólo unos cinco años después de su descubrimiento que se
en una escala que evidentemente ha sido leída de forma errónea considera a este distorsionado hueso como poseyendo características
(fig. 61 ). bipedales. Aún más significativa es quizá su reconstrucción, ahora a
He examinado este artículo con cierto detalle para mostrar el pro- manos de Johanson y otros en la Kent State University.
greso de la forma en que «inferencias» cuidadosamente expresad'ls de Este hueso es presumiblemente el único de su clase particular en
reportajes originales (que se basan a su vez en una considerable can- existencia. Así que, a no ser que existan unas claras hendiduras en el
tidad de especulación) aparecen en revistas populares de ciencia como hueso, tiene que preguntarse cómo saben realmente los expertos que
<<claras indicaciones», para llegar a los libros escolares de texto como está distorsionado. ¿Acaso no pudiera tener la forma correcta perte-
«claramente demostradas». A pesar de ello, si uno se atreve a criticar neciente a esta criatura? Y la pregunta que sigue a ésta es: ¿Cómo sa-
a tales <<autoridades» se le condena como <<acientífico». Esto suscita brán ellos exactamente qué grado de «corrección» se le debiera aplicar
la cuestión de por qué revistas como Nature, Science y la más popular a esta pelvis?
New Scientist han de rebajar sus normas técnicas, por otra parte ex- Ellos están claramente convencidos de que Lucy andaba erguida.
celentes, cuando se trata del tema de la evolución humana, porque pa- ¿Dará la pelvis remodelada una «prueba concluyente de ello», para
rece que por lo menos en este tema se aceptan las especulaciones más ser a continuación citada en nuestros textos escolares como un «he-
desenfrenadas para su publicación sin objeciones de ningún tipo. Pero cho»? Se esperan los resultados con vivo interés.
se considerará en la Conclusión de este libro una posible razón de por Sugiero que la evidencia de postura erguida es insignificante. No
qué tales artículos llegan a la página impresa. obstante, Johanson afirmaba atrevidamente:
(e) LA PELVIS DE LUCY El bipedalismo parece haber sido la forma dominante de locomoción
terrestre empleada por los homínidos de Hadar y de Laetolil. Las ca-
Los informes de 1976 afirman que: racterísticas morfológicas asociadas con este modo locomotor se ha-
llan claramente manifiestos en estos homínidos ... (167).
La (pelvis) innominada izquierda está al completo, aunque se hall;::
algo distorsionada en la región púbea y ello particularmente en el Presumiblemente, estos homínidos andaban erguidos mucho tiem-
área de la articulación sacral . . . El acetábulo es poco hondo cuando
se compara con el hombre moderno (170). po, pero estaban muy acostumbrados a andar sobre sus cuatro cuar-
tos -situación ésta tan difícil para nosotros de aceptar mentalmente
como lo sería físicamente para los homínidos.
262
263
El pie de fotografía del National Geographic estos huesos en trozos pequeños y para haberlos enterrado en barro
Hay una observación final a hacer con respecto a la locomoción de hasta 10 metros de profundidad! Esta situación de huesos quebranta-
Lucy. Aunque Johanson no hizo ninguna afirmación en su primer ar- dos enterrados en grandes profundidades de estratos depositados por
tículo de 1976 en Nature de que el esqueleto de Lucy evidenciara que agua, quedando endurecidos tanto los estratos como los huesos con el
caminaba erguida, esto sí fue afirmado en su artículo en National Geo- paso de un cierto tiempo, es algo que se halla muy comúnmente en
graphic que apareció en diciembre de 1976 (173 ). En un pie de una fo- estratos geológicos por todo el mundo. Sin embargó, en la actual Teo-
tografía del esqueleto de Lucy dice: «El ángulo del hueso del muslo ría Actualista de la Geología no se aceptan diluvios catastróficos de
y la superficie aplanada en su extremo en la articulación de la rodi- este tamaño, basándose como se basa en Principios de Geología de Lyell.
lla ... demuestran que andaban a dos patas.» No obstante, ya se ha dado en la p. 109la denuncia que Gould hace tan-
Como hemos visto, el extremo de la rodilla (distal) del fémur estaba to de la «ciencia» como de la integridad de Lyell.
«muy quebrantado». ¿Cómo puede hablarse entonces de que su «super- Con respecto a esta «familia», hay dos aspectos interesantes. En
ficie aplanada» constituye evidencia de que Lucy caminara erguida? (¡ !) primer lugar, no pude hallar ningún trabajo que diera una relación to-
No obstante, un detalle como éste no lo daría una revista popular como tal de los fósiles. En segundo lugar, una mano compuesta, que se había
ésta, quizá para evitar «confundir» a sus lectores en la presentación de montado con varios huesos descubiertos, fue descrita como muy simi-
simples «hechos». Cosa interesante, en su informe posterior en 1979 lar a la de los humanos. No obstante, los huesos de una mano de un
(24) Johanson no hace referencia alguna a este fémur como indicador simio son como los de los humanos, de todas maneras, por lo que
de bipedalismo.
esto difícilmente pudiera constituir una prueba de que los poseedores
Aparentemente, en el campo de la paleoantropología, no son sola- de la mano compuesta fueran homínidos.
mente los huesos los que se distorsionan con el tiempo.
¿Simios u homínidos?
Sumarizando las secciones anteriores, que tratan de las varias ca-
C. LA «FAMILIA» AHOGADA racterísticas humanas y simiescas exhibidas por los fósiles, está cierta-
mente evidente que una vez más solamente se han hallado fragmentos
Se hallaron alrededor de 200 fragmentos en dos lugares adya- de varios simios. Además, estos simios parecen carecer de toda evi-
centes, el 333 y el 333W, que tienen que haber provenido de un mínimo dencia de «progreso humano».
de trece individuos. ¿Cómo pudieron haber muerto tantos miembros
de la misma especie en la misma área? La respuesta de Johanson es D. GEOLOGIA Y DATACION
sencilla. Mantiene que se trataba de una familia de homínidos, refu-
giándose en un lecho seco de un río, que habían sido ahogados duran- Se hicieron dos informes dando dataciones del estrato de Hadar,
te una «inundación relámpago» local. el primero en mayo de 1976 (169) en Nature (el artículo precedió al
Johanson informó de sus descubrimientos en un artículo en el Na- de J ohanson en el que describía los fósiles homínidos [ 170]) y otro
tional Geographic Magazine (173). Para ayudar a la imaginación de sus en mayo de 1977 (171).
lectores, la revista da una ilustración en la que se ve una pared de agua Naturalmente, uno lee estos artículos con un cierto detalle, a fin de
de 2 metros de altura acercándose a un grupo de homínidos que es- representarse los varios estratos, localidades, niveles, etc., antes de
tán huyendo de ella. Una madre corre para coger un niño homínido, comentar acerca de ellos. Al investigar estos cuatro informes principa-
en tanto que todo lo que puede verse de otros es dos piernas sobre- les (167, 169, 170, 171), se hace evidente una seria omisión, porque nin-
saliendo por encima del agua. guno de ellos presenta un plano mostrando la situación precisa de cada
¿Puede una inundación local relámpago explicar por qué se halla- una de las localidades de homínidos. Un plano (169) da su situación,
ron estos fragmentos rotos enterrados bajo no menos de 10 metros pero sin numerar las localidades, a fin de poder identificar qué fósiles
de fangolita? Yo lo dudo. Lo cierto es que, si éste fuera el caso, muchos se hallaron allí. ¡Así, sobre la base de estos cuatro informes principa-
de los huesos hubieran sido preservados juntos por la piel, incluso en les, es imposible situar la localidad de Lucy o de ninguno de los otros
caso de estar rotos, y por ello se hubieran debido de hallar juntos en fósiles!
sus articulaciones correctas. Una omisión tan crasa es verdaderamente inexcusable y pudiera
Es extremadamente difícil explicar el proceso por el que varios fó- interpretarse como un deseo de oscurecer la evidencia, porque hace
siles fueron depositados. ¡Sin embargo, lo que es cierto es que tienen mucho más difícil la formulación de comentarios y de críticas perti-
que haber estado en juego poderosas fuerzas para haber fragmentado nentes en base de los hechos presentados.
264 265
Datación potasio-argón ¡Evidentemente, estas cifras admitidas como dudosas serán ahora
La datación de los varios estratos se ha efectuado principalmente utilizadas para fechar todos los otros descubrimientos a muchos ki-
mediante la datación potasio-argón. Se dice que ha sido confirmada lómetros de distancia!
por los fósiles descubiertos, por la magnetostratigrafía (la magnetiza-
ción de los estratos) y las huellas de fisión. Todos estos métodos de Publicación selectiva
datación demandan un examen más detallado. No obstante, aquí debe- El artículo de 1977 (171) informa de que se habían «recien descu-
mos concentrarnos en el método del potasio-argón, que fue el princi- bierto» tres tobas encima del nivel de Lucy en el miembro KHT, y que
pal método de datación utilizado. habían sido denominadas BKT1, 2 y 3 (fig. 61). El informe dice que la
Los ensayos fueron llevados a término en la Case Western Reserve capa BKT2 «es actualmente la más prometedora de todas las tobas en
University (donde Johanson es un profesor adjunto de Antropología). la formación Hadar».
Los resultados son presentados en los dos artículos que estamos ahora ¿«Prometedora» para qué? pudiera preguntarse. Quizá de las tres
considerando (169 y 171). Ya hemos señalado la base muy indigna de tobas ésta sea la única que de fechas que pueden ser correlacionadas
confianza de la datación mediante potasio-argón y la diversidad de con las del flujo de basalto más abajo.
resultados que se pueden obtener. Sin embargo, ahora debemos pasar Habiendo descrito brevemente las otras dos tobas, no reciben más
a examinar los datos y los informes, investigando sus inconsecuencias. mención y no se informa de ningún ensayo de datación. Ciertamente,
En el informe de 1976 se presentan cinco ensayos efectuados y, con ¿no s~ habían efectuado pruebas en las tres? ¿Por qué se informa so-
respecto a la exactitud de ellos, hace la sorprendente admisión: lamente de los ensayos sobre BKT2?
Esta parcialidad en la selectividad de «resultados aceptables» es de
Debido al elevado porcentaje de argón atmosférico, estas determina- gran importancia y acerca de lo cual podría dedicarse mucho espacio
ciones son, por ahora, relativamente imprecisas (169). y darse muchos ejemplos. No obstante, en este informe hay otra afir-
mación que podría ser indicativa de cómo puede haber estado en mar-
Dos muestras de un estrato de basalto, de una tercera parte de la cha esta selectividad, quizá de una forma subconsciente en la mente
altura desde el fondo de los estratos investigados, dieron 2,9 y 3 mi- de sus autores. Al tratar de la datación del basalto, se dice:
llones de años, respectivamente, lo cual se correlaciona estrechamente.
No obstante, tres muestras del estrato SHT del fondo mismo dieron Para ser prudentes, su edad de 3,0 millones de años debiera ser con-
3,1, 4,1 y 5,3 millones de años, respectivamente. Se comenta en el siderada como un mínimo debido a que una variedad coexistente del
informe: flujo, que ha tenido una historia similar, ha perdido argón, y ello
de manera probada, en comparación con ella (171).
Hasta que se efectúen más experimentos, no se entienden estos resul-
tados tan inconsistentes. Puede que resulten de la presencia de un Por lo que se puede ver, esta «falsa» edad aquí citada no aparece
exceso de argón radiogénico en el vidrio (169). en el informe, y uno se queda preguntándose si se han omitido otros
En el artículo posterior de 1977 es de señalarse que no se hace ensayos de dataciones. Ya he señalado anteriormente que los lectores
ninguna referencia a estas tres fechas discordantes. de artículos científicos y el público en general tienen el derecho a es-
¿Se refleja la admitida falta de confiabilidad de estos resultados perar que se informe de todos los resultados, sea que apoyen o no las
en el sumario del informe? No, en absoluto. En realidad, y sólo dos conclusiones del autor.
párrafos a continuación, afirma atrevidamente: Es fácil ver cómo pueden surgir tales situaciones. Se toma ur:a
cantidad de muestras de varios estratos, tanto verticalmente como a
Así la Formación Hadar, junto con su rica fauna y variados ambien- lo largo de su extensión. Se efectúan pruebas preliminares sobre varios
tes geológicos, permitirá una reconstrucción paleoecológica y paleo- especímenes. Si el antropólogo considera que los fósiles tienen, diga-
geográfica precisa para un segmento importante y anteriormente poco mos, entre 2 y 3 millones de años, todo resultado muy divergente de
conocido de la evolución homínida del cenozoico tardío (20). estas cifras es rechazado ya de entrada. Otros, que no estén tan ale-
jados de las cifras esperadas, pueden ser publicados, pero si son de-
Extrañamente, se consideran ahora «precisas» estas cifras y, ade- masiado reciente, se considera que han «perdido argón radiogénico».
más, serán utilizadas afuera de la localidad inmediata, porque dice: Si, por otra parte, son demasiado antiguos, se considera que han «re-
La secuencia de Hadar será una referencia a la que se podrán referir tenido argón magmático (subterráneo)». Sin embargo, las muestras que
los estudios estratigráficos y paleontológicos en partes adyacentes de dan resultados aceptable son sometidas a numerosos ensayos. Todas
la cuenca sedimentaria del Afar centrooccidental (169). ellas, naturalmente, evidencian una gran consistencia en sus dataciones.
266 267
güedad. «No puedo dar todavía una estimación exacta de su edad»,
Esto es exactamente lo que debería esperarse si fueran de la misma afirmó el doctor Crikey, «pero la voy a enviar al museo para ensayos
muestra o de lugares muy adyacentes. La similaridad de estos resulta- de radio-cola, y estos ensayos debieran establecer de forma definitiva
dos da a continuación un falso aire de confiabilidad a toda la data- su edad.»
ción de una formación. El hallazgo del tapón de corona arroja una luz totalmente nueva
Naturalmente, no estoy sugiriendo ni por un momento que esto acerca de la utilización de tapones de corona por parte del hombre
es lo que sucedió en los resultados presentados en estos informes en prehistórico. Hasta época muy reciente se asumía que los tapones de
particular. Estoy simplemente exagerando la secuencia de eventos para corona habían llegado a ser utilizados sólo en tiempos relativamente
mostrar cómo bajo ciertas circunstancias se podría estrechar el mar- recientes. Si los ensayos de radio-cola confirman las estimaciones del
doctor Crikey, se tendrán que revisar todas las teorías antiguas acer-
gen a aquellos resultados que concuerdan .con las presuposiciones de ca de la utilización de los tapones de corona.
datación de los homínidos. Cosa interesante, esta postura está de he- El forro del tapón había desaparecido totalmente, dejando solo
cho apoyada por los mismos americanos. Como hemos mostrado en el disco metálico circular con su borde característicamente corru-
la p. 245, cuando criticaron las dataciones de Cambridge de la toba gado. No han aparecido trazás de ninguna inscripción en el tapón
KBS de East Rudolf, dijeron que habían obtenido «resultados repro- de corona, pero el examen con rayos X pudiera revelar algún tipo
ducibles» con una «gran precisión» que «no eran significativos», sien- de marca comercial prehistórica bajo la capa de óxido que cubre
do en este caso ¡«una mera manipulación de laboratorio»! También he por ahora el metal.
mostrado (p. 84) cómo una primera datación del hombre «1470» de Lea- Escribe nuestro corresponsal científico: La Garganta del Oboyoboi,
donde se halló el tapón corona prehistórico, es una hendidura de
key dio la cifra fantásticamente elevada de 220 millones de años, cómo 100 metros de profundidad excavada por las aguas de avenida del
esta cifra fue racionalizada y sustituida por una antigüedad muy acep- río Oboyoboi a través de los terrenos vecinos de Tanganika. La edad
table, y por ello muy difundida, de 2,6 millones de años. de los restos hallados a sus orillas se pueden calcular con exactiud
en base de la altura a que se hallen sobre el nivel del lecho del río,
Un poco de alivio hallándose al fondo el recientemente descubierto hombre pre-Zinj, y
Habiendo llevado hasta aquí a mi lector, será evidente que estoy arriba de todo el señor Julius Nyerere [el presidente de Tanzaniaj.
lanzando unas acusaciones muy serias en contra de toda la teoría de Parece probable que el remoto antepasado del hombre que habi-
la evolución del hombre a partir de los simios. Nuestros puntos de taba aquella área en la época a la que ha sido asignada el tapón de
vista acerca de cómo vino a existir el hombre pueden tener un tremen- corona -pudiéramos referimos a él convenientemente como <<el hom-
bre post-Zinj- utilizara rudimentarias herramientas de piedra para
do efecto sobre toda la postura acerca del significado de la vida, y por fabricar tapones de corona para sus rudimentarias botellas, proba-
ello no tengo el más mínimo deseo de trivializar en forma alguna la blemente cortando un burdo círculo de una lámina de hojalata y des-
base totalmente factual de la evidencia que presento en este libro. No pués doblando laboriosamente los extremos y apretando los dobleces
obstante, estoy consciente de que la continua presentación de hecho de uno en uno. El forro del tapón tendría entonces que cortarse de la
tras hecho puede a veces hacer que la lectura de este libro sea algo corteza de los gigantescos árboles productores de corcho que pudie-
«pesada». En vista de esto, es posible que no vaya mal un poco de ran haber florecido aquí en aquel tiempo y ajustado a medida median-
alivio, y transcribo aquí un artículo que apareció en la revista Punch te un primitivo cuchillo de piedra.
del 8 de marzo de 1961, que se reproduce aquí con la amable autori- Los ensayos de radio-cola que se aplicarán al tapón de corona pro-
zación de su casa publicadora. En aquel entonces se estaba empleando veen un método particularmente elegante de medir la edad de cual-
quier objeto prehistórico. La cola existe en forma de diferentes isóto-
el potasio-argón par determinar la «edad» de los estratos en la gargan- pos. Un de ellos es el isótopo radiactivo radio-cola. Este se des~nte
ta del Olduvai, donde el doctor L. S. B. Leakey estaba efectuando sus gra con una tasa que se conoce con toda exactitud, emitiendo un elec-
descubrimientos fósiles. Cuando los científicos anuncian que un estra- trón para llegar a ser limonada bitter estable. Comparando la cantidad
to tiene tantos millones de años, lo afirman con una confianza tal de radio-cola libre presente en una botella de cola con la cantidad
que el público lo acepta como un «hecho» indiscutible. En realidad, teóricamente presente antes de que se abriera la botella, es posible
todo este asunto está envuelto en una aura de santidad, que la siguien- calcular cuánto tiempo ha estado desintegrándose la muestra y llegar
te inteligente parodia escrita por B. A. Young puede ayudar a desva- así, de esta forma, a una estimación exacta de su edad.
necer. Si los ensayos de radio-cola confirman la estimación del doctor
Crikey de que el tapón de corona tiene 500.000 años de antigüedad,
Más secretos del pasado: Garganta Oboyoboi será por lo menos 499.950 años más antiguo que cualquier otro tapón
Lo que bien pudiera resultar ser el tapón de corona más antiguo co- de corona conocido hasta ahora.
nocido por el hombre a sido hallado aquí por el doctor C. J. M. Cri- SEGUNDA EDICION: Un mensaje del campamento del doctor
key, el antropólogo. Se cree que tiene al menos 500.000 años de anti- Crikey en la Garganta del Oboyoboi afirma que el tapón de corona
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hallado allí la semana pasada no es prehistórico, sino que se les cayó La «trifulca»
a Armand y Michaela Denis durante su visita a la localidad hace un La afirmación de Johanson de que los fósiles de Hadar y de Laetolil
año. «Todo esto ha sido una equivocación hilarante -dijo el doctor debieran ser clasificados como Australopithecus afarensis no quedó
Crikey-, pero enfatiza más que nunca la tremenda importancia de sin ser desafiada. Tanto Mary como Richard Leakey no aceptaron sus
comprobar una y otra vez todos los cálculos que uno hace.» puntos de vista. El lnternational Herald Tribune afirma: «"Creo que
Don (Johanson) estuvo en lo cierto por primera vez", dijo Richard ...
"En absoluto", dijo Johanson en una entrevista esperada. "Todo el
D. LAS OPINIONES DE JOHANSON margen de variación queda representado en la localidad 333 ... " "Para
apoyar este reto, Leakey dijo también que sus colegas habían descu-
Como hemos mencionado, Johanson consideró que sus descubri- bierto algunos nuevos fósiles en Kenia que eran de una edad similar
mientos eran de dos especies separadas. Pero más tarde los clasificó a los fósiles de Johanson, pero no se parecían a la especie acabada de
a todos con las mandíbulas descubiertas por Mary Leakey y les dio denominar" ... "Leakey declinó discutir los nuevos fósiles en forma
el nombre de Australopithecus afarensis. La figura 58 da su versión de detallada hasta que hubiera publicado un informe formal en una re-
cómo el hombre surgió de un antepasado simiesco. Ya he comentado vista científica. No obstante, dijo en una entrevista que consistían en
acerca del hecho de que, aunque basado en los mismos fósiles, las opi- ocho dientes aislados." "El material que tengo es muy insignificante,
niones de Johanson son totalmente diferentes de las especulaciones pero hay lo suficiente para poder desafiar a Don", dijo, "Me da el de-
de los otros expertos. A pesar de esta ausencia de siquiera una cantidad recho <le ofrecer mi opinión"» (174).
de evidencias convincentes, estos diagramas son a menudo confiada- Así queda establecida la escena para una gran <<trifulca» entre dos
mente publicados para mostrar <<cómo evolucionó el hombre» para su rivales. Apenas si vale un comentario serio este espectáculo de dos
aceptación por parte de las escuelas y del público en general. <<expertos» peleándose por unos pocos fragmentos de huesos. Estas
Johanson descubrió el esqueleto simiesco de Lucy en noviembre cuestiones tan vaporosas, no obstante, sirven una importante función
de 1974 y dijo que había sido datado en una antigüedad de entre 2,6 al mantener el pretendido ancestro simio del hombre bien delante de
y 3,3 millones de años. No obstante, Leakey había descubierto el crá- la vista del público.
neo 1470, de apariencia sumamente humana, dos años antes, en un
estrato que Leakey estimó en 2,9 millones de años. Aquí se hallaban E. MOTIVACIONES
dos fósiles en apretado <<sprint» en pos del prestigioso título de <<La La palabra <<ciencia» es una palabra muy <<desencadenante». Para
primera evidencia humana», tan buscada por los paleoantropólogos. el público en general tiende a conjurar de inmediato la imagen de un
Uno de los contendientes tenía que ser desalojado de algún modo. profesor vestido de bata blanca haciendo delicados experimentos y
Como hemos visto, la toba KBS de la que Leakey derivó sus datacio- efectuando mediciones increíblemente exactas. A menudo se supone que
nes fueron vueltas a ensayar por cuatro científicos de la Universidad cuando tiene todos los resultados delante de sí, los considera imper-
de California, que después de varios intentos llegaron a obtener en base sonalmente, ve una pauta o una cosa, de lo cual propone una teoría.
de diminutos granos especialmente seleccionados una edad de 1,82 mi- Cuando queda corroborado por muchos otros experimentos viene a ser
llones de años, que era muy inferior a la original de 2,6 millones de una ley, añadiendo al conocimiento y progreso de la humanidad.
años. Sin embargo, y como lo admiten la mayor parte de los científicos,
Ya he suscitado la cuestión de por qué los científicos de la Uni- la realidad es a menudo sumamente diferente. Las teorías pueden ser
versidad de California tuvieron que hacer el considerable esfuerzo propuestas, atacadas y defendidas con una vehemencia personal que
de volver a ensayar la toba KBS. Quizá sea significativo que el mismo pocos conocen. ¡Y los «Cuchillos largos» académicos están notoria-
White sea profesor adjunto en el Departamento de Antropología de la mente afilados!
Universidad de California. ¿Se les sugirió, quizás, a los geocronólogo~ En realidad, la mismísima falsificación de los resultados con el fin
de la Universidad que la toba KBS tenía probablemente menos de de conseguir las respuestas <<exigidas» está evidentemente mucho más
2,6 millones de años? Esto, evidentemente, sería una explicación de las extendida de lo que podemos pensar. Este fue un tema muy difundido
razones de ellos para volver a ejecutar el ensayo, que fue <<debido al por la prensa nacional inglesa, y que fue muy revelador.*
gran interés en la datación ... » ¡Johanson estaría, desde luego, suma-
mente interesado si se pudiera mostrar que el 1470 tenía menos de * Guardian, 25 de noviembre, 1976; Daily Telegraph, 25 y 26 de febrero, 1977; Sunday
Times, 24 de octubre, 1976; Nature, 26 de febrero, 1977, v. 265, p. 764; New Scientist,
2,9 millones de años! 25 de diciembre, 1969, v. 44, pp. 642-643; 7 de noviembre, 1974, v. 64 pp. 436-437; 17 de
junio, 1976, v. 70, p. 652; 2 de septiembre, 1976, v. 71, pp. 481-483; 25 de noviembre, 1976,
V. 72, pp. 466-469.
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270
Nos encontramos con que un sociólogo mundialmente famoso ha- multitud de fragmentos de huesos ... Tom y yo chillamos, nos abraza-
bía inventado totalmente un juego de resultados. Esto mismo había mos y bailamos, locos como cualquier inglés en el sol del mediodía.
sucedido con otros científicos que habían estado trabajando sobre cé-
lulas vivas. Una investigación mostró que no se hacía nada al 80 % ¡No parece aquí haber mucho lugar para un examen cauto y desa-
de aquellos que se descubría que habían «hecho un masaje» o «mani- pasionado de los fósiles para asegurar el origen preciso de ellos!
pulado» los datos. Algunos de ellos habían incluso sido promovidos. Esta tendencia a ver características homínidas (parcialmente hu-
¡En el campo de la psicología, de 32 respuestas a un cuestionario, no manas) en casi cualquier hueso simio que se halle parece algo endémi-
menos de 21 decían que los datos en los que habían basado sus artícu- co entre los cazadores de fósiles. Con esto en mente, se pudiera dar
los recientes estaban extraviados, perdidos, no disponibles o accidental- una interpretación impensada a una réplica a una pregunta de por qué
mente destruidos! (American Psychologist, vol. 17, p. 657). Incluso los no se habían hallado herramientas de piedra. La respuesta fue: «To-
experimentos de Mendel, tan frecuentemente citados en libros que tra- davía no hemos buscado herramientas, y tendemos a encontrar sola-
tan de la teoría de la evolución, han resultado haber dado resultados mente aquello que buscamos.»
que eran «demasiado buenos para ser ciertos» con probabilidades muy
grandes en contra (Annals of Science, vol. 1, p. 115). Una extraña conexión
Menciono todo esto solamente para mostrar lo personales y emo- Antes de investigar para la primera edición de este libro, estaba
cionales que algunos científicos pueden llegar a ser en su campo par- bien consciente de la implicación de Teilhard de Chardin en los asun-
ticular. Quizás en algunos de estos casos el principal motivo sea la tos de ·los hombres de Piltdown y de Pekín, y por ello me quedé sor-
ambición. Es improbable que tales falsificaciones tengan algo que ver prendido al descubrir que tuvo parte en los posteriores descubrimien-
con los recientes descubrimientos fósiles que estamos considerando, tos de Java, y que además dispuso de un considerable control finan-
porque es probable que los descubrimientos, mediciones y descripcio- ciero de la excavaciones en Africa Oriental. Mi sorpresa fue aún ma,
nes, tal como están publicados, sean relativamente exactos. Mi principal yor al descubrir que había visitado la área de Afar en Etiopía.
desacuerdo se halla en las inferencias sacadas de todo ello, más que con La ocasión fue en 1928 al volver a China desde Francia. Pasó unos
los datos mismos. dos meses en Etiopía en compañía de Henry de Monfreid, un notorio
traficante de armas, contrabandista de drogas y amigo de traficantes de
Emoción esclavos, al que Teilhard había encontrado varias veces en el laborato-
Se puede creer que el desenterramiento de los huesos petrificados rio de Boule (175, p. 102). Es difícil establecer sus movimientos exactos,
de animales que murieron hace miles de años pudiera ser la actividad pero estuvo ciertamente en la área meridional de la depresión del Afar
más aburrida y falta de emoción que uno pueda imaginarse. Pero inclu- y exploró esta área remota e inhospitalaria con suficiente detalle para
so aquí se introducen las emociones humanas. Johanson da un relato, escribir «por lo menos dos útiles memorandums acerca de Etiopía y
en el National Geographic Magazine (173), acerca de sus sentimientos de Somalia» (30, p. 150).
durante su búsqueda de fósiles. Es esta organización (que, como ob- Uno siente grandes dudas en sacar ningún tipo de conclusiones,
serva Hillaby, está «llena de colorido en todos los sentidos de la pa- pero es de señalar la coincidencia en que fue a esta misma región que
labra>> [155]) la que produce la revista que también provee a Johan- su compatriota, el experto francés Maurice Taieb, iba a llevar a Johan-
son y a Leakey con un considerable apoyo financiero para sus expe- son en 1972 como campo probable de descubrimientos de homínidos.
diciones.
El relato de Johanson da ciertamente la impresión de que la atmós-
fera está sumamente cargada, como lo muestra el siguiente extracto: Conclusión
Al ir caminando, miré por encima de mi hombro, y allí sobre el suelo
vi fragmentos de un hueso del brazo. En esta sección he tratado de cribar los principales informes de la
«Mira aquello justo ahí», le dije a Tom. expedición para establecer precisamente qué es lo que se halló, en
[Tom Gray, un estudiante postgraduado. Su reacción es interesante.] un esfuerzo de desentrañar los hechos de la fantasía. Es mi conside-
«¿Un hueso del brazo de un mono?», supuso Tom. ración que todos los fósiles descubiertos hasta ahora en Hadar son
[Johanson está ahora algo implicado emocionalmente.]
Mi pulso se estaba acelerando. Aunque el hueso era muy pequeño, simplemente los de varios simios, cuyas supuestas características hu-
carecía del reborde óseo de la parte anatómica comparable de un manas no soportan siquiera un examen superficial.
mono. De repente, me encontré cficiendo: <<¡Es un homínido!» ... Se- Johanson ha sido criticado por su lentitud en publicar el resultado
guimos la pendiente con la mirada. Allí, cosa increíble, yacían una de sus descubrimientos. Quizá la razón puede recaer en lo insignifican-
272 273
te de la evidencia que proveen. Cuando se consideran los inmensos
gastos a lo largo de varios años en esta expedición, el resultado final
es ¡una colección de huesos de simios que sólo puede ser descrita como
«lastimosa»!
SECCION VIIE
LAS HUELLAS DE LAETOLIL
a\;}}H.,
te, sí que afirma en dos ocasiones que los individuos eran «primitivos».
En primer lugar, dice con respecto a las huellas en la localidad A:
«La andadura era algo vacilante, con un pie cruzando enfrente del
otro.» Pero lo cierto es que un andar vacilante produciría un rastro
-~-~"--.... ·. ~~ - con las huellas izquierda y derecha ampliamente separadas al balan-
~- ·. ·.~ cearse el individuo de lado a lado, no en una línea casi recta, tal como
~.~J.· ~-..~Í-:
~- ::_
Así es como queda totalmente contradicha la afirmación de que la
~- ¡.¡ t.f~ andadura era «vacilante». La inclusión de esta frase, tan frecuentemen-
: J~·· V ';j ~~ ~:-
--1; :J:. --.
te utilizada por los escritores pseudocientíficos más populares para sus-
~
"·";.;-')."
:rr,·<r.:z
..... .:-.~:·,
~.1
1,·
q_. #~-~-- citar imágenes trogloditas de nuestros antecesores, será a pesar de
-~~{
;i:-~..'f; todo aislada y recibirá un grado indebido de publicidad en los medios
\~-t~¡~ ""',._....
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.,...... .)~!
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de comunicación de masas. En verdad, uno tiene la sensación ocasio-
nal, al leer algunos informes, de que ciertas frases significativas fueron
injustificadamente introducidas para este fin, porque a menudo quedan
claramente contradichos por la evidencia presentada.
b) Lugar G En segundo lugar, considera que «la fabricación de herramientas
Rastro 1-4 huellas e) Huella agrandada hubiera bien podido estar más allá de la capacidad mental de estas
(izquierdo) criaturas poco cerebralizadas». Es de presumir que esto se infiriera de
Rastro 2-3 huellas
(derecho) la longitud de lcis pies y del paso, ya que ambos son más cortos que
los del hombre moderno promedio. Como ya hemos enfatizado ante-
riormente, la capacidad craneana no constituye indicación alguna de la
FIG. 64. Las huellas de Laetolil capacidad mental de su poseedor. Además, huellas similares a las des-
276 277
El granjero había cortado algunas del río en el pasado, pero el es-
cubiertas en Laetolil podrían ser hechas por las varias razas de pig- fuerzo difícilmente valía el poco precio que le pagaban. El granjero
meos alrededor del mundo, y que son totalmente Horno sapiens. llevó a Bird a donde se hallaba la única pisada todavía visible, y Bird
Considero que los rastros fueron hechos no por un homínido poco la describió como «el contorno de un pie . . . alrededor de 35 cm de
cerebralizado, sino por un hombre (o mujer) de corta estatura. Como longitud con un talón curiosamente elongado». Admite que el barro
puede verse de algunos de los pasajes que he citado, las huellas dan había sido originalmente muy blando, porque la roca había preservado
la impresión inmediata de haber sido producidas por seres humanos. este «elemento de blandura» (esto es, había retenido una impresión
exacta y detallada¿?). No obstante, afirma él que «Carecía de definición
Las huellas del río Paluxy sobre la que basar conclusiones», ¡y afirma que «evidentemente había
sido hecha por algún dinosaurio o reptil hasta ahora desconocido»! Es
Este descubrimiento en Laetolil de huellas no está, sin embargo, ais- extraño que un paleontólogo experto dijera que una pisada que era
lado. Existe la evidencia de muchos rastros que se hallaron en el lecho por lo menos humanóidea pueda haber sido hecha por un reptil des-
del río Paluxy, en Glea Rose, Texas. Lo que les da una particular im- conocido. Esto me sugiere que tenía él un fuerte prejuicio en contra
portancia es que se encuentran en una formación del Cretáceo, esto es, de aceptar la inferencia más evidente en base de la evidencia que tenía
que datan de 100 millones de años. Además, ¡aparecen al lado de las
de los largamente extinguidos dinosaurios! El lecho del río Paluxy es ante él.
Bir.d hizo muchas investigaciones en el área acerca de lo que él
una limolita blanda, y las huellas pueden erosionarse bastante rápida- prefería llamar «pisadas misteriosas», que él continúa pretendiendo
mente, en tanto que durante las inundaciones, el curso del río a me- fueron hechas por este «reptil» con el «talón curiosamente elongado».
nudo cubre unas áreas y expone otras. Pero encontró que su existencia era de conocimiento tan común en-
El lecho de limolita contiene muchas huellas de dinosaurios y se tre la gente local que al final se encontró a sí mismo refiriéndose a
lleva a grupos en visitas turísticas a contemplarlas. Parece que du- ellas como las <<huellas humanas». El resto de su artículo describe hue-
rante décadas se ha aceptado como un hecho por parte de los residen- llas de saurópodo gigante que halló, pero no se hace ninguna otra re-
tes locales que han ido apareciendo pisadas humanas de tanto en ferencia a estas <<misteriosas» huellas.
tanto. Es evidente en el artículo que Bird no estaba bien dispuesto, bajo
Parece que rumores de estas pisadas humanas llegaron a oídos de ninguna circunstancia, a la posibilidad de que seres humanos, fueran
Roland T. Bird, del departamento de Paleontología Vertebrada del gigantes o normales, hubieran vivido contemporáneamente con los di-
Museo Americano de Historia Natural, que investigó el área y escribió nosaurios. Es verdaderamente desafortunado que Bird no prosiguiese
un artículo en Natural History en mayo de 1939 (179). sus investigaciones, porque a pesar de todo la evidencia yacía allí y
Lo que está claro de sus relatos es su rechazo completo de que pu- hubiera hallado gran cantidad de evidencia para sostener esta postura.
dieran aparecer pisadas humanas en rocas cretáceas. En primer lugar
LTispeccionó dos losas en una tienda de un comerciante que contenía
huellas gigantes de unos 38 cm de longitud pero las rechazó como fal- La evidencia documental filmada
Esta evidencia sumamente convincente se halla contenida no en
sificaciones (fig. 65). Oyendo que venían del mismo lugar donde se ha- un artículo, sino en una película titulada <<Footprints in Sone».* Los
llaban las huellas de dinosaurios, llegó al fin a preguntar a un granjero productores de esta película limpiaron un área del lecho del río y ha-
local de Glen Rose acerca de las «misteriosas» huellas. El granjero re- llaron varias largas pistas de dinosaurios, hombres y gigantes entre-
plicó con naturalidad: «Ah, quiere decir las huellas humanas. Bueno, cruzando el área. Las pisadas en los estratos endurecidos son claras y
había habido un rastro entero de ellas más arriba del cuarto cruce, están bien preservadas, mostrando mucho detalle. Son frecuentes las
antes de que el río las barriera.» impresiones de dedos individuales y en algunas es evidente que habían
sido hechas por un hombre que estaba corriendo. Algunas de las pisa-
das humanas caían en medio de la de un dinosaurio. Además, a fin
de demostrar de una forma concluyente que no se podían haber falsi-
ficado las huellas, se alquiló una excavadora para remover un gran
* Light and Life Films, 42 Fountainhall Rd., Edinburgh, Escocia, EH9 2LW. Ver
también el artículo «Las huellas del río Paluxy», en Anegado en Agua, de esta misma
FIG. 65. Las grandes pisadas humanas editorial, en la colección Creación y Ciencia.
del río Paluxy
279
278
banco ribereño. Se comprobó que las huellas continuaban ininterrum-
pidamente por debajo de él.
Una de las partes más interesantes de la película fue las reaccio-
nes de un grupo visitante de geólogos cuando se vieron ante las hue-
llas. Su perplejidad y total incredulidad eran evidentes, en tanto que
sus comentarios eran vacilantes y no querían comprometerse. Aquí ha-
bía una prueba para toda persona sin prejuicios de que los hombres
y los dinosaurios eran contemporáneos. Pero estos experimentados geó-
logos reaccionaron de la forma más evasiva posible, no debido a que APENDICE VIII
la evidencia que habían examinado de primera mano fuera inadecua-
da, sino simplemente debido a sus preconcepciones. Haber aceptado LA EXHIBICION DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL,
esta evidencia hubiera quebrantado totalmente la credibilidad de la
penosamente erigida columna geológica que ha sido el dogma de fe «EL PUESTO DEL HOMBRE EN LA EVOLUCION»
para los expertos de muchas generaciones. Si algunos de estos geólo-
gos hubiera estado de acuerdo en que la inferencia de las huellas era
evidente, se hubiera quedado abierto al ridículo de sus colegas profe- En 1980, el Museo de Historia Natural montó una exhibición per-
sionales. Además, el mantener estos puntos de vista tan «heréticos» manente titulada «El puesto del hombre en la evolución» y publicó un
hubiera puesto en tela de juicio el que se les retuviera en las posicio- libro correspondiente con el mismo título.
nes directivas que ocupaban en el mundo científico. Con resultados tan La exhibición se halla en nueve secciones, en la primera de las cua-
posibles en mente, se pueden comprender sus evasivas. En verdad, los les se nos dice que «el hombre es un animal», y en la segundo se nos
geólogos no son los únicos expertos que están conscientes de posibles muestra como también es «Un mamífero, un primate y un simio».
repercusiones en el futuro de sus carreras, si mantienen puntos de
vista que difieran fundamentalmente de los de sus colegas profesio- Sección 3. Se exhiben el chimpancé y el gorila, pero se admite que la
nales. relación del hombre con ellos no está decidida.
Hemos considerado aquí solamente un caso en el que la evidencia Sección 4. El Ramapiteco tenía muelas aplanadas y la «reconstruc-
contradice lisa y llanamente la columna geológica estándar. pero se ción del hocico» era corto. Esto «sugiere» que estaba rela-
nudieran dar muchos otros. Ninguno de ellos aparece, sin embargo, en cionado con el hombre.
la prensa secular. Porque lo cierto es que tales evidencias, incluso cuan- Sección S. Los Australopitecos: Una exhibición de varios cráneos
do son presentadas por expertos acreditados, son siempre rechazadas y una reconstrucción de cuerpo entero de la mujer de Sterk-
por los periódicos científicos (tanto por los prestigiosos como por los fontein, que posee un hocico pronunciado (prognático)
de carácter popular), y ello con razones muy poco satisfactorias. Esto como un chimpancé. Pero el libro dice: «Estúdienla cui-
puede ser ascrito al «prejuicio» de los editores correspondientes. Pero dadosamente. Podrán ver que tiene un hocico corto como
se trata de un fenómeno tan universal que quisiera suscitar la cuestión el de un ser humano ... » (¡!) Las reconstrucciones mues-
de si quizá no va más allá de esto. Este es un tema importante al que tran que los Australopitecos andaban erguidos; en clara
me referiré brevemente en la conclusión. contradicción a los hallazgos de Sir Solly Zuckerman.
Sección 6. Los Habilinos (Horno habilis): Es ésta una exhibición de
lo más sorprendente, ya que el «Hombre 1470» de Leakey
es casi dejado de lado. En una placa introductoria sepa-
rada a la sección llamada «Relaciones fósiles del hombre»
se muestra una gran fotografía del cráneo, sin dársele nin-
guna clasificación. ¡La vitrina de exhibición de los Hamo
habilinos lo deja totalmente a un lado! A fin de aumentar
algo la escasa evidencia de fósiles habilinos, se incluye el
cráneo n.o 1813 de Leakey. ¡A pesar de que en dos artícu-
los en 1976 lo clasificó entre los Australopitecos!
Sección 7. Horno erectus. Este es el eslabón más débil de la cadena,
280 281
con el hombre de Pekín, el hombre de Java y el hombre
Chelleano (fig. 51) expuestos. Un modelo «reconstruido»
de un fuego de la localidad de Pekín con 300 milímetros
de grosor de cenizas ignora el hecho de que en realidad se
hallaron 7 metros de profundidad de cenizas.
Sección 8. Trata de los Neanderthales.
Sección 9. Sumariza los hechos presentados, y es notable por su úl-
timo diagrama ramificado (cladograma) de la evolución
del hombre, porque no se muestra ni uno sólo de los fó- CONCLUSION
siles ni de los animales en la exhibición en línea con la
evolución del hombre, sino solamente como ramas diver-
gentes. Así, aunque se admite que no tienen ni un sólo fó- Dentro de los límites de este libro, he examinado las circunstancias
sil que sea directamente ancestral del hombre, se hace de que rodean el descubrimiento de los más famosos fósiles de «hombres-
tal manera que pocos se darían cuenta. simios», he repasado el tipo de evidencia presentada, comparando pun-
tos de vista diferentes de la historia del hombre, y he mostrado cómo
Esta exhibición será contemplada por muchos miles de personas, y se ha descubierto el Hamo sapiens en estratos mucho más profundos
como se halla destinada a jóvenes escolares, sus efectos serán amplios. que los de sus supuestos antepasados.
En este apéndice he criticado brevemente sólo la evidencia factual que Finalmente, quisiera señalar de forma específica un aspecto que
presenta. Examino en otra obra * las cuestiones y respuestas que se le queda evidente a lo largo de este libro, esto es, la escasa evidencia fó-
presentan al visitante, porque éstas están presentadas de tal manera sil apoyando los eslabones hombre-simios. Existen numerosos esquele-
que constituyen poco más que propaganda en favor del mito de que el tos al completo en los estratos de la tierra, tanto de Hamo sapíens
hombre evolucionó surgiendo de los animales. como de animales, incluyendo a dinosaurios, simios y monos.
Pero los enlaces fósiles entre el hombre y los animales consisten
Hombre moderno solamente de fragmentos de mandíbulas, de algunos fragmentos rotos
Neanderthal de cráneo, de parte de píe, etc., no habiéndose hallado nunca ningún
Horno erectus esqueleto completo, ni tan siquiera una proporción razonable de uno
Habilinos de ellos.
Australopitecos La especulación y las generalizaciones extraídas de la evidencia fó-
Ramapitecos sil parecen seguir una ley inversa. Cuando es muy fragmentaria, se
Gorila y Chimpancés pueden emitir afirmaciones de gran alca:Qce acerca de la posición e
importancia del «homínido». Cuando se han descubierto más huesos
Cladograma del Museo de Historia Natural fósiles, las opiniones se hacen más prudentes, porque las afirmaciones
«El puesto del hombre en la evolución» extravagantes pudieran quedar refutadas en base de la evidencia dis-
ponible, y se hace más evidente si provienen de un simio o de un hu-
mano. Lo sumamente fragmentario de la evidencia utilizada para apoyar
la existencia de hombres-simios se admite en ocasiones por parte de
los expertos, pero con todo se admite que es «convincente» e «irrefu-
table».
Me aventuro a contradecir estas opiniones. Sobre la base de la evi-
dencia dada, sugiero que es sumamente inconvincente, y que «no está
probado» el caso de tales eslabones, a pesar de una investigación ex-
tensa de la superficie de la tierra a lo largo de cien años. Esta caren-
cia de evidencias fósiles es tan embarazosa que en la actualidad se está
evitando el tema con sumo cuidado. Por ejemplo, el libro titulado
Evolution lo publica el Museo Británico de Historia Natural (con Rout-
* The Rise of the Evolution Fraud. ledge & Kegan Paul) y está escrito por Colín Patterson, que pertene-
282 283
.~
~-
ce al personal del museo. De esto podemos asumir que representa lo za de ninguna evidencia a su escasez? De esto resulta que, ¡cuanto más
último en el punto de vista oficial acerca de este tema, ya que sustituye escasa sea la evidencia fósil, tanto más convincente es la prueba! ¡De-
a las anteriores ediciones. Cuando pasamos a la sección encabezada «La claraciones de este tipo huelen a la neolengua de 1984 de George
evolución y el Hombre», las frases iniciales son: Orwell!
En esta reseña, Hombres-simios fue criticado con tanta dureza que
En este capítulo final no me ocupo de relatar históricamente cómo es sorprendente que el editor hubiera malgastado tanto espacio en un
evolucionó nuestra especie. Los relatos de la evolución dependen mu- libro tan malo. Una característica a señalar en esta reseña es la ausen-
cho de los fósiles, y el número de diferentes historias es casi tan gran- cia total de toda mención de errores {actuales. Si se hubiera hallado
de como la cantidad de fósiles. tan sólo uno, se puede tener la seguridad de que hubiera sido exage-
rado más allá de toda proporción con su importancia, a fin de arrojar
No hay ni siquiera una mención de los antiguos favoritos -el hom- dudas sobre la exactitud de todo el libro.
bre de Pekín, el hombre de Java, etc.- y la sección entera trata sola- Esta reseña fue la única que apareció en la presa secular. Pero
mente de las similaridades genéticas entre el hombre y los simios. Hombres-simios ha provocado de cierto un considerable interés, reci-
La exhibición del Museo «El lugar del hombre en la evolución» pre- biendo muchas cálidas reseñas en periódicos cristianos de un amplio
senta un número de fósiles como evidencia de la evolución del hom- margen de denominaciones. No obstante, y aparte de éstas, ha sido por
bre, pero de nuevo sólo se refiere a la «relación» de ellos con el hom- lo general recibido por una «barrera de silencio». Sir Zolly Zuckerman
bre, como hemos visto en el Apéndice VIII. Lo cierto es que el aumen- se quejaba en su libro Beyond the Ivory Tower de que sus artículos
to del uso de los «cladogramas» les permite evitar engañosamente acerca de los Australopitecos habían sido ignorados. La verdad es que
el hecho de que no tienen fósiles en la línea directa de la evolución del muchos manuscritos no son aceptados por las publicaciones si son crí-
hombre. ticos del «punto de vista establecido» en ciertos temas. Quizá se piense
Un aspecto sumamente importante en la gran corriente de progra- que estoy asumiendo una postura ofuscada. No obstante, el hecho de
mas, artículos y referencias a la evolución que se presentan en los que hay una estrecha relación entre un número de científicos líderes
medios de comunicación de masas es que se trata mayormente de una muy influyentes y los que controlan los medios informativos es algo
comunicación en dirección única: de los expertos al público en gene- de lo que el público en general está totalmente a oscuras, y la impor-
ral. Este método de comunicación no permite efectuar nreguntas in- tancia de este hecho se subestima de una manera crasa.
cómodas, ni desafiar los hechos que se presentan. Con el creciente in- Me referiré a un incidente en el que las fuerzas «científicas» fueron
terés en este tema de parte de una cantidad de personas que han es- rápidamente movilizadas a fin de impedir la publicación de una serie
tudiado la evidencia en contra de la evolución en un cierto detalle, es de libros cuidadosamente investigados, y que ponían en tela de juicio
interesante que haya pocos expertos evolucionistas bien dispuestos a las asunciones básicas que mantenían los científicos en más de un
debatir el tema de una manera formal. Es posible que hayan oído de campo.
la situación en América, donde este tema se está aireando libremente,
y de la creciente resistencia de los expertos evolucionistas en partici-
par en el debate. Yo mismo he emitido un reto a debatir este tema
en más de una ocasión, pero hasta ahora no he recibido respuesta. La supresión de los puntos de vista de V elikovsky
Immanuel Velikovsky escribió, en el campo de las atronomía y de
Críticas de Hombres-simios: ¿realidad o ficción? la cronología de las razas humanas, varios libros bien documentados
Esta cuestión de lo inadecuado de la evidencia fósil es menciona- (Ages in Chaos, Worlds in Collision, Earth in Upheaval), que contradi-
da en una reseña a la primera edición de Hombres-simios que apareció cen rotundamente el «registro establecido de eventos» y los presentes
en Antiquity (noviembre de 1978), escrita por Richard Burleigh, del puntos de vista «actualistas» de los geólogos y científicos. Que algunas
Museo Británico de Historia Natural. de las teorías de Velikovsky sean correctas o no se trata de una cues-
En su crítica aparece una frase que exigió ser leída varias veces an- tión abierta. No obstante, la presión coordinada de muchas institu-
tes de llegarse a comprender su significado. La frase en cuestión es: ciones científicas que se hizo sentir sobre Macmillans, cuando estaban
a punto de publicar sus obras en 1950, se documenta de la forma más
... en tanto que mucha de la fuerza de la evidencia fósil reside en su reveladora en The Velikovsky Affair (180). Macmillans se vio amenaza-
esencial escasez. da con una interdicción a la venta de sus libros de texto en muchas
universidades, y los científicos estaban ya rehusando entrevistas con
Ante esto, uno sólo puede preguntar: ¿Cómo puede deberse la fuer- sus representantes. Ante esta oposición evidentemente orquestada, Mac-
284 285
l
Con una condena tan abierta, no se necesita de mayor comentario.
millans capituló y pasó los derechos a una publicadora mucho más pe-
queña. El autor, de Grazia, comenta: La alternativa rechazada
El instrumento más rápidamente a disposición del establecimiento Considero que la idea actual de que el hombre surgió de los simios
científico es el <<boicot». Es bien conocido, pero no suficientemente por evolución se halla basada sobre una evidencia inadecuada que ha
apreciado, que los líderes del campo científico blanden una influencia sido voluntariosamente malinterpretada a fin de dar su apoyo a la teo-
triple sobre las casas publicadoras. Son ellos los autores o patroci- ría, y todo ello efectuado en el nombre de la «ciencia».
nadores de las obras principales en el campo. Influencian a la opinión Si el hombre no ha venido de los simios, la única alternativa razo-
acerca de los libros; esto, a su vez, afecta a las compras. Y ellos y nable es que fuera creado. Sin embargo, las implicaciones de esta po-
sus subordinados y seguidores en otras facultades compran una par- sición son inaceptables para muchos. A pesar de todas las emociona-
te importante de los libros y del material que se vende en este cam-
po y que se utilizan como textos y como obras de lectura obliga- les protestas en contra de ello, mantengo que tales objeciones son fun-
toria. Cuando los representantes de una casa publicadora hallan sú- damentalmente teológicas (quizá subconscientemente) y no científicas.
bitamente que las puertas de los poderosos les están cerradas, esto La objeción básica es el rechazo a reconocer un Dios todo-poderoso
es más que una presión: puede ser un golpe mortal. El establecimien- que es bien capaz de crear al Hombre, si así lo deseara. Los que objetan
to se movió con rapidez y vigor para bloquear el apoyo pro~sional al a esta postura no tienen otra alternativa sino aferrarse a una teoría
libro de Velikovsky y a su casa publicadora (180). que solamente puede mantenerse con los tortuosos métodos que he ex-
puesto· en este libro.
Velikovsky se entrevistó con el presidente de Macmillans, quien le Así, hoy en día, como en tantas otras esferas de la vida, se suprime
dijo: la verdad. Pero no para siempre, porque con toda certeza amanecerá
Los círculos académicos no son grupos aislados; se hallan unidos en el día en que la verdad será revelada a la humanidad de tal forma que
organizaciones locales, o en organizaciones profesionales que se ha- nadie podrá ser capaz de negarla.
llan establecidas o representadas en organizaciones nacionales de ma-
yor tamaño ... De esta manera, la presión académica puede hacerse
muy extendida (180).
Vemos así que en ciertos campos el mundo científico se halla muy
lejos de poseer la actitud abierta e inquisitiva que tan •intensamente
profesa tener. Ciertamente, sugiero que hay ciertos temas, de los que
la paleoantropología es un ejemplo principal, que no tienen derecho
a que se las llame ciencias, sino pseudociencias. Estos campos de apa-
rente conocimiento se sostienen por lo que resulta ser propaganda, en
tanto que se suprimen los hechos que los contradicen. Con todo esto
en mente, se hará evidente la razón de mi suma cautela en la redac-
ción de este libro.
Robert Ardrey es un autor que lamenta esta supresión de voces
disidentes. Por lo que a él respecta, está totalmente convencido de la
evolución del hombre, habiendo escrito extensamente acerca de este
tema. Mantiene el punto de vista de que el hombre progresó debido a
sus instintos agresivos innatos, y se queja amargamente de que esta
interpretación de la evolución sea suprimida por aquellos que dicen
que el hombre es simplemente un producto de su medió. Mantiene
que tienen ellos el control de muchas de las posiciones educativas y
científicas y afirma:
. . . las tres ciencias pivotales para el entendimiento del hombre -la
psicología, la antropología y la sociología- se mienten continua y
eficazmente a sí mismas, a las otras dos, a sus estudiantes y al público
en general... (181, p. 12).
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f1
.~
1;r
297
i
INDICE ANALITICO
Abbeville, mandíbula de, 108, !11 Clichy, esqueleto de, 86, 111
American Psychologist, 272 Coccni, Signar, 100
Ager, D. V., 109 Cale, S., 46, 228, 234, 235
Andersson, J. G., 113, 114, 160 Collins, D., 85
Andrews, R. C., !14 Comunistas, 144-145
Anillos de árboles, 82 Constable, G., 57, 201-202
Antiquity, 31, 32, 55, 114, 116, 160, 284 Cook, H., 75
Ardrey, R., 249, 286 Cook, M., 84
Artritis, 193, 195 Cráneo
Ashurst, Coronel, 146-150 Calaveras, 97-99, 111
Asociación Americana para el Avance de la Cannstadt, 193
Ciencia, 205 Castenedolo, 99-100, 111
Azgl[alopitecinos, 90-93, 95, 186, 208-234, 249, 281, Engis, 193
Kanjera, 220, 231
Australopithecus Krapina, 199
africanus, 2!1, 214 Olmo, 100
prometheus, 2!1, 214 Piltdown, 13-48, 63-71, 100, 176, 232, 283, yer
robustus, 212, 213 también Piltdown, y Piltdown II, cte.
traansvalensis, 211, 212 Pithecanthropus, ver Pithecanthropus.
afarensis, 256, 258, 271 Saccopastore, 199, 204
Sinanthropus, ver Pekín, hombre de (Sinan-
Barkham Manar, 14, 20, 27 thropus)
Barthélemy-Madaule, Mme., 47 Solo, 179
Bayzand, C. J., 51 Sondé, ver Diente de Sondé
B. B. C., 58 Steinheim, 197-199, 222
Beer, G. de., 171 Swanscombe, 27, 87, 95, 100, 102, 104-105, 110,
Begouen, M., 28 195-199, 231
Bird, R. T., 278-279 Taungs, 212, 258
Black, D., 27, 35, 56-57, 61, !15-124, 128, 134-141, Vertesszollos, 87, 95, 110, 195, 196, 198, 199
148, 151, 153-158, 162, 186, 189 Wadjak, 166, 169, 173, 189
Blankenhorn, M., 178 1470, 76, 236-244, 246-247, 250-254, 268, 281
Bohlin, B., 116 1590, 241, 253-254
Boise, C., 220 3732, 241, 254
Bolas (boleadoras), 126, 128, 222 3733, 247
Bossazza, V. L., 217 Cuarzo, 114, 121, 125, 135, 160, 162-163
Boswell, P. G. H., 227-228, 231-234 Cuénot, C., 29, 33, 180-182
Boucher de Perthes, 108 Curtis, G. H., 244
Boule, M., 29, 54, 80, 101, 108, !18, 120, 123, 129,
137, 138, 141, 172, 175, 188, 194-195, 206, 232, 273 Chardin, ver Teilhard de Chardin, P.
Breuil, H., 122-129, 131-132, 136, 138-140, 143, 160- Chelleano, ver Hombre Chelleano
164, 183 Chesterton, G. K., 76, 172
Broderick, A. H., 74
Broom, R., 183, 210, 212-214, 217 Dart, R. A., 57, 210-212, 214, 217, 233
Bryan, W. J., 58 Darwin, C. R., 11, 60, 73, 165, 168-169, 175, 193,
Burleigh, R., 284 203, 208
Dataciones radiométricas, ver Radiometría, Da-
Calaveras, cráneo de, 97-99, 111 taciones
Cámara de los Comunes, 19 Davis, H., 147-148, 150
Campbell, B., 197-199 Dawson, C., 1, 59, 64-65, 67-71
Cannstadt, cráneo de, 193 De Geer, 82
Carbono 14, 85-87, 107, 229, 248 Diente de Sondé, 178
Carmelo, monte, 200 Dordogne, 37, 40, 65
Carnegie, Instituto, 98, 182-183 Douglas, J. M., 49, 51, 57-58
rarnot, A., 103 Droguerías (chinas). 114, 189-191
Carrington, R., 168 Dryopithecus, 90, 92
Castenedolo, cráneo de, 99-100, 111 Dubois, E., 60, 74, 142, 156, 165-181, 184-185, 188
Catarrinos, 170
Catastrofismo. 109-110, 265 Fckhardt, R. B., 90
Cave, A. J. E., 195, 240 Eoanthropus dawsonii, ver Piltdown, hombre de
Cladograma, 281-282, 284 Erhingsdorf, fósiles, 169, 204
'..1 299
___~,._
Elliot, Mr., 101, 104, 106 International Herald Tribune, 271 Morris, H., 14, 21, 40, 42, 43 Eleplzas planifrons (diente de cstcgodonlc),
.t;ngis, cráneo de, 193 Isaac, G., 240 Museo Británico (de Historia Natural), 13, 14, 15, 16, 17, 28, 29, 37, 41, 47, 58, 6"/-08, 70-11
Esqueleto Issel, A., 100 15, 19, 24, 26, 29, 34, 36, 37, 43, 46, SL-53, 58-60, •eolitos•, 68-69
Clichy, 86, 111 lvanhoe, F., 202, 204 64-66, 68, 70, 92, 102, 104, 145, 171, 254, 259, ferrolita, 17, 42, 69
-Diez esqueletos-, 118-120 283-284 tosiles (animales)
Galley Hui, ~6, 102-IOIS, 111, 197, 233 Java, hombre de (ver también Pitlzecautlzropus), Natchez, pélvis de, 109 castor, 16, 1"1, 26
La Chapelle-Aux-Saints, 74, 194-1~5. Lú1, U~ 38, 60~1. 74, 76, 89, 95, 110, 118, 127, 142, !So, Nacional Geographic, 220, 235, 236, 238, 239, 252, •mazo» de hueso de elelante, 18, 19, 21,
«Lucy», 251, 255, 259-264, no 165-192, 196, 199, 225, 247, 282, 2114 264, 2;i!, 277
30-32, 37, 43, 65-66
Sinathropus, ver Pekín, hombre de (Sinan- dientes, 167-169, 174 Natural History Magazine, 54, 278 herramientas de piedra, 15-16, 28-29, 31, 40,
thropus) hueso de la pierna (fémur), 167-169, 171-176 Nature, 49, 56, 58, 92, 119, 176, 185, 202, 208-210, 41, 67-71
Skuhl, 198, 200 cubierta craneana (ver Pithecanllzrupus erec- hipopótamo (dientes), 15, 16, 29, 68-70
Tabun, 200 224-229, 233, 241, 257, 259, 262, 271, 2"15 mandíbula, 15, 16, 17, 19, 23-24, 27, 29, 31,
tus), 74, 168-169, 172-174 Neanderthal, hombre de, 74, 77, 95, 108, 110, 123,
Essex, R., 3, 28, 30-31, 37, 40, 44, 47, 63-66 Japón, 145-152 35, 36-39, 40-42, 44, 58-59, 03-6~
livolution, 283 Jonanson, D., 245, 248, 251, 254, 273 126, 136, 165, 172, 179, 193-206, 222, 233, 240, mastodonte, 16, 18
Kanan, mandíbula de, 103, 219, 227, 231-23-1 248, 282 rinoceronte (diente), 17, 28, 35, 56
Fleming, S., 86 Kanjera, cráneo de, 220, 231 Nebraska, hombre de, 75 tinción, 19, 21-26, 38-41
Flint, 1<. F., 207 K. M. S., toba, 241, 243-245, 268, 270 «Nellie•, 142, 150, 247 yeso, 24-27, 52, 69
Fluorina, 19, 44, 57, 63, 102-106, 197, 233 Kedung Brubus, mandíbula de, lóó, 169, lil New Scientist, 31, 47, 54, 91, 252, 260, 261, 262 Piltdown 11, 18, 19, 21, 29, 31-35, 45, 56, -;¡
Foley, W. T., 146-150 Keith, A., 14, 20, 28, 36, 96, 97, 99, 101, 108-110., New York Times, 119 muela, 18, 31-35
Footprints in Stone, 279-280 ll9, 174, 176, 178, 211, 231, 233 secciones de cráneo, 18, 31-35
Fontechevade, 87, 95, 110, 195, 198, 204 Kennard, A. S., 14, 43-44 diente de rinoceronte, 35, 56
Foster Cooper, C., 225 Kenny, M. J., 174, 178 Oakley, K. P., 14, 31-35, 38, 41-42, 44-45, 47, 54, Pithecanthropus, 76, 222
Foxhall, mandíbula, 101 Kenward, Miss M., 14-15, 20, 23, 27, 1!9, JO 57, 103, 233 alalus, 165
Fuchs, E. V., 224 Kenward, R., 4, 23, 65 Observer, 146 modjokertensis, 184, !Sí
Koenigswald, G. H. R. van, 122, 152, 165, 168, U'Connell, Fr. P., 113, 118, 129, 130 1 (erectus), 169, 176-178
Galley Hill, esqueleto, 86, 102-108, 111, 197, 233 169, 173-175, 178-192 Olduvai, garganta del, 207, 20~, 219-222, 268, 275 11, 184-185
Carrod, Miss /.J., 183, 200 Kow Swamp, 248-249 Olmo, craneo de, 100, 101 111, 185
Galada, babuinos, 90 Krapina, cráneos de, 199 Omo, 2:15, 245 IV (robustus), 186-188
Geological Society, 17, 30-31, 37, 46, 70, 71, 107 Kreuger, l., 115 Origins, 242, 246, 249-251, 253, 260. Plesianthropus transvaalensis, 211-212
Gigantopithecus, 189-191 Kromdraii, 212, 258 Orwell, G., 285 Pluviales, 207-208
Gould, S. J., 54-55, 109, 265 Usborne, H. F., 75 Pollard, Mr., 43
Granger, W., 114, 119 Laboratorio Cenozoico, 117, 131, 143 Uttaway, J. H., 193 Potasio-argón, 83-87, 237, 243-247, 266-270
Grazia, A. de, 286 Ladrillos romanos, 51-53 Oxnara, C. H., 210, 258 Protsch, R., 228-230
Grenelle, fósil de, 108 Laetolil, mandíbulas de, 256, 257, 271, ns Punch, 268
Grosvenor, Dr., 235-236 pisadas, ll5-278 Radiometría, dataciones, 81-89, 244-246, 266-210
Guardian, 52, 271 Leakey, L. S. B., 28, 46, 59, 92, 174, 2.."10. ~. Paidomórfosis, 172, 202 Ragazzoni, G., 99
224-229, 251-252, 268, 272 Painter, K., 52 Ramapithecus, 76, 90-92, 250-251, 281
Hadar -articulación de la rodilla-, 255, 259 Leakey, Mary, 220, 256, 270, 275 Paluxy, río, 278 Raquitismo, 193, 202-205
-•familia»-, 255, 264 Leakey, Meave, 273 Papa Pablo VI, 113 Recapitulación, 170-172, 202
Haeckel, E., 165-168, 169-172, 175 Leakey, R., 74, 84-85, 95, 235-248, 251-25-1. 260, Reck, H., 220, 223-230
Hall, E. T., 84-87 268, 270-272, 281 Paranthropus crassidens, 213 Reed, H., 85
Halstead, Dr. L. B., 49, 58-60 Le Gros Clark, W. E., 14, 38, 47, 173, 179, 197. robustus, 212-213 Robinson, J. T., 213
Hay, R., 222, 275 210, 214 Patterson, C., 283 Rockefeller Foundation, 115, 117
Head, J., 31 Lieberman Crelin, teoría de, 201-202 Peacock, Dr. D. P. S., 52 Rodolfo oriental, 235 ss.
Heidelberg, mandibula de, 68, 199 Lewin, R., 249, 260 Pearl Harbour, 139, 146-148, ISO, 189 cráneo 1590, 241, 253, 254
Henri-Martin, Mlle G., 198 Lewis, C. S., 48 Pei, W. C., 117-119, 121, 130-137, 138-141, 144, 147, cráneo 3732, 241, 254
Hesperopithecus, 75, 89, 117 Libby, W., 86 149, 152, 159-160, 163, 199 dataciones, 243-246
Heys, Mr., 101 Licent, Fr., ll3-115 Pekín, hombre de (Sinanthropus), 19, 27, 38, 47, fémures, 237, 239, 243
Hillaby, J., 252, 272 «Lucy», esqueleto, 251, 255, 259-264, 270 55, 57, 61, 74, 89, 95, 101, 110, 113-164, 165, fuego de campamento, 249
Hinton, M. A. C., 43, 58, 60 pélvis, 261-263 178-181, 184, 185-188, 196, 209, 214-215, 225, 247, Horno erectus, 247-249, 252
Holmes, W. H., 98 Lyell, C., 109-110, 265 252, 273, 282, 284 pélvis, 241-243
Hombre Cráneos, 117, 124, 126, 128-130, 138, 145, 152 Rosemberg, B., 205
Chelleano, 222, 282 Maclnnes, D., 224 11, 128, 143 Royal Society, 50, 136
-Cueva Superior de Chou-Kou-Tien-, 129, Makapansgat, 211, 213, 214, 217, 258 111 (Locus E), 117, 120-123, 124, 128, 136-138, Rutimeyer, L., 170
132-137, 150 Mandíbula 140-141, 153-158
de Java, ver Pitecanthropus, y Java, lwm- de Abbeville, 108, 111 XI ( «Nellie•), 128, 142, 150 Saccopastore, cráneos, 199, 204
bre de «B», 179, 185, 187 Diez esqueletos, 118-120 St. Barbe, Capt. Guy, 14, 40, 43
Neanderthal, ver Neanderthal, Jwmbre de de Foxhall, 101 fuego (cenizas), 124, 127, 130-132, 135, 137, 143, Schlosser, M., 114, 208
de Nebraska, ver Hesperopithecus, y Ne- de Heidelberg, 68, 199 159-164, 282 Schneider, J. M., 81
braska, hombre de de Kedung, 166, 199, 173 huesos esqueletales, 126, 129, 137, 144, 148 Schultz, A. H., 209
de Pekín, ver Pekín, hombre de, (s) de Laetolil, 256, 257, 271, 275 industria de huesos, 120, 123-124, 126, 131, 138 Science, 257
de Piltdown, ver PiltdOH'n, hombre de, de Piltdown. Ver Pi/td0\\'11, llombre de; man- 139, 161-164 Science 81, 205
«1470», ver Cráneo, 1470, y 1470, al final del díbula industria de piedras, 121, 125-128, 130, 143, Selenka, Frau L., 176-177
índice Marines, 146-148, 150-152 148 Selenka-Trinil, expedición, 165, 176-178, 183, 191-
Hamo africanus, 211 Marriot, Mayor, 14, 23, 43 1966, 144 192
erectus, 95, 199, 214, 247-249, 252-253, 258, 275, Marston, A. T., 195-197 Pelletier, Fr., 28 Sergi, G., 99
281 Matternes, J. H., 240 Picasso, P., 205 Shapiro, H. L., 146-148, 150
habilis, 95, 210. 221-222. 251, 253-254, 270, 281 Meganthropus, 189-190 Pickering, R., 222 Sherborne, hueso, 49, 51
Hopwood, A. T., 224, 226-229 Mendel, G., 272 Pie kford, M., 91 Shotton, F. W., 107
Hrdlicka, H., 97, 119, 173 Merriam, J. C., 98, 182 Pilbeam, D., 91-92, 201-202 Sífilis, 204-205
Hughes, T. Mck., 106 Millar, R., 37, 47, 56, 175 Piltdown, hombre de, 13-48, 63-71, 100, 176, 232, Simons, E. L., 91-92
Hummer, C. C., 91 Mil/er, V. A., 244 273 Skuhl, esqueletos, ver Esqueletos, skuhl
Huxley, J., 209 Moir, R., 101 canino. 17-18, 21-24, 28, 32, 35-39, 41-42, 58, Smith, G. E., 27, 47, 56-57, 61, 75, 114-lló, 121,
Huxley, T. H., 176 Mollison. T., 227-229 69 160, 169, 211
Monfreid, H. de, 273 «COCO», 15, 23-24 Smith, R., 43
Ichkeul, 37, 41, 47, 54 Montgomery, 37, 65 cráneo, secciones, 15, 16, 18, 21-27, 3'J, 44- Sollas, W., 49-51, 56, 58-61
/1/ustratPd hmdon Ne\\'S, 75, 224 Moore, R., 168, 169, 173-175, 184 45, 63-65, 67-69 Saloman, J. D., 227-228
Innes, H., 239 Morris, D., 250 cromo, 26, 27, 39-40, 69 Solo, cráneos, 179
300 301
¡'i\1
1!;
Sondé, diente de, 178
Speaight, R., 18-30, 32-33, 36, 41, 45, 47, 67, 146, Velikovsky, l., 285-286
182, 215 Vere, F., 15, 20, 23, 30-32, 34, 40, 47, 63, 68, 71,
Steinheim, cráneo, 197-199, 222 169
Sterkfontein, fósiles, 212-213, 258, 281 Vertesszollos, cráneo de, 87, 95, 110, 195, 196,
Straus, W., 195 198, 199
Sunday Telegraph, 85 Viking Foundation, 102, 215
Sunda"t Times, 271 Virchow, R., 165, 172, 193, 202-204, 206
Suzukt, H., 148, 151 V oltaire, 48
Swanscombe, cráneo, 27, 87, 95, 100, 102, 104-105,
110, 195-199, 231 Wadjak, cráneos, 166, 169, 173, 189
Swartkrans, 213, 258 Watson, D. M. S., 225
Wayland, E. S., 207
Tabun, esqueleto, 200 Weidenreich, F., 122, 134-138, 140-143, 145-146,
Taieb, M., 273 150, 152, 156, 182, 185-191, 197-198, 247
Taungs, cráneo, 212, 258 Weiner, J. S., 14-15, 19, 30-32, 38, 40, 43-44, 50, RESEf<IAS DE LA PRIMERA EDICION
Teilhard de Chardin, P. 59-61, 65-68, 197-199
Piltdown, 13-17, 20, 21, 27-38, 40-42, 44-48, 54- Wendt, H., 114, 172
58, 61, 67, 69-71 Wenner Green Foundation, 215, 220 English Churchman. ·Este es un tratado sumamente erudito, factual y sumamente do-
Pekín, 113, 115, 117-118, 120-122, 124, 130-132, Whíte T. D., 270 cumentado acerca del tema de los hallazgos, durante los dos últimos siglos, de ciertos
136-137, 143-146, 149, 159-164 Whitmore, F., 147-148, 151-152 fragmentos fósiles simiescos en base de los cuales ciertos científicos han deducido
Java, 180-183, 185-187, 191 Whitney, J. D., 97-98
Africa, 215 Wolpoff, M. H., 199 que el hombre ha descendido directamente de los simios.
Hadar, 273 Woodhead, S., 14, 27, 65 ·El autor deja al descubierto, con una lógica y documentación implacables, las
Telanthropus capensís, 213 Woodward, A. S., 13-18, 21, 23, 26, 28-31, 33-34, "últimas" teorías de los científicos, geólogos y antropólogos, consecuentes a los des-
Telegraph (Daily), 23, 51, 118-119, 271 39, 44-45, 49-51, 55, 57, 59, 60, 63, 65-71
Wright, D. J. M., 204 cubrimientos de cosas tales como el "hombre de Piltdown", denunciando muchos de
Termoluminiscencia, ensayos de, 51-52 Wynam, Dr., 97
Terra, H. de, 183 ellos como fraudes y engaños; lo cual en el caso de los hallazgos de Piltdown es
Thompson, W. R., 175-176 ahora universalmente admitido.
Times, 54, 58 Young, B. A., 268 ·Este libro es de un interés absorbente, especialmente para enseñantes cristianos
Tobias, P. V., 103, 233, 248 Young, C. C., 117, 131, 159, 191
Tokio, Universidad de, 147, 151-152 de Ciencia, y de formación religiosa, ya que cualquier estudiante de instituto le re-
Zdansky, 0., 114-116 petirá superficialmente a uno que "el hombre viene de los monos; la Ciencia lo ha
Uranilo, 103, 233 Zeuner, F. E., 81-82 demostrado". Las exposiciones del señor Bowden son totalmente irrefutables ... •
Uranio-plomo, 82-85
Vallois, H. V., 58, 80, 101, 108, 123, 172, 175, 188, Zinjanthropus boisei, 75, 95, 220-221
195 Zuckerman, S., 47, 209-210, 258, 281, 285 lnternational Catholic Priests Association. •Esta es una de las más importantes obras
Varves, 81-82 1470, ver Cráneo 1470
Vaufrey, R., 156 1590, ver Cráneo 1590 que ha aparecido en varios años acerca de los fósiles de hombres-simios, y arr.oja
Vayson de Pradenne, 13 3732, ver Cráneo 3732 una intensa luz sobre cuatro aspectos. En primer lugar. el autor muestra que los fó-
3733, ver Cráneo 3733 siles de los hombres-simios son dudosos en extremo. En segundo lugar, muestra que
los evolucionistas han escondido o minimizado fósiles de hombres reales tan antiguos
como éstos de sus supuestos antecesores, los hombres-simios. En tercer lugar, los
hombres-simios no han sido "descubiertos" por un inmenso ejército de científicos,
sino más bien por un pequeño grupo, que se puede señalar casi en figuras individua·
les, saltando de fraude en fraude. Por último, muchos llegarán a la conclusión en
base de esta obra de que justo en el centro de este grupo se hallaba precisamente
Teilhard de Chardin ... Este libro ha sido escrito por un pensador clarividente con un
enfoque científico, que ha estudiado largo tiempo los libros y artículos originales, pe-
sando un relato frente al otro, y que nos da ahora los resultados de una forma con-
densada, pero clara. Todo el mundo debiera leer este libro, y asegurarse de que su
Biblioteca Pública también lo tiene.•
Evangelical Times. ·Hay pasajes en los que parece una historia de detectives ... En
verdad, uno se queda con la impresión ínescapable de que el rastro de las sospechas
va más allá de Piltdown ... (un libro) que valdrá la pena añadir a cada biblioteca.•
Evangelical Action (Austrialia). • ... Aunque escrito de una manera técnica y erudita
Los hombres-simios, ¿realidad o ficción? es, no obstante, entendido con bastante faci-
lidad por parte del lector no técnico, y lo recomiendo a todos aquellos que, como yo
mismo, tienen que dar respuestas a cuestiones evolucionistas .•
Prophetic Witness (Reseña del doctor F. A. Tatford). • ... Este es un libro importante,
cubriendo todo el campo de la evidencia fósil con respecto a la evolución, y que no
puede ser ignorado. Lo recomendamos a nuestros lectores.•
Fellowship (Reseña de Duane T. Gish, Ph.D.; Director Adjunto, lnstitute for Creation
Research, California). • Todos aquellos interesados en la evidencia fósil de la descen-
dencia del hombre debiera tener una copia del libro de Mal col m Bowden ....
302
LOS HOMBRES-SIMIOS, ¿REALIDAD O FICCION?
Un examen crítico de las evidencias destaca lo muy especulativo de las teorías, basa-
das sobre una evidencia fósil inadecuada, y revela las dudosas circunstancias que ro-
dean los descubrimientos de estas evidencias.