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DEDICATORIA
Dedico este libro a todos aquellos de mis lectores que estén dis-
puestos a aceptar la evidencia que aquí se presenta, aun cuando pueda
entrar en conflicto con las preconcepciones populares.

Libros CLIE
Galvani, 113
TERRASSA (Barcelona)
LOS HOMBRES-SIMIOS,
¿REALIDAD O FICCION?
Originally published in the USA under the title
APE-MAN, FACT OR FALLACY? © 1977 by
M. Bowden. Published by permission.
~ 1984 por CLIE. Ninguna parte de este libro
puede ser reproducida sin el permiso escrito de
los editores, con la excepción de breves citas.
Versión española: Santiago Escuain
ISBN 84 - 72211 - 819 - 6
Depósito Legal: B. 1.158 -1984
Impreso en los Talleres Gráficos de la M.C.E.
Horeb, A.C. n. 0 265 S.G. Galvani, 115. Terrassa
Printed in Spain
AGRADECIMIENTOS

Debo expresar mi más sincero agradecimiento a los Albaceas de C.


S. Lewis por su permiso para publicar su carta que aparece en la pági-
na 48, y a los editores de Punch por el artículo en la página 269. Gracias
en particular al señor y a la señora Taylor por las extensas y útiles notas
que hicieron en el manuscrito, y a la señora Audrey Hooker, que llevó a
cabo la ingrata tarea de mecanografiar el manuscrito. Doy también gra-
cias al señor C. Kuss por ciertos puntos incluidos en la segunda edición.
También, por las ilustraciones núms. 1, 2, 3, así como la de cubierta y la
del interior de la portada, gracias al señor W. Taylor. Todas las otras
ilustraciones fueron dibujadas por el autor. Finalmente, debo dar las
gracias a mi esposa por su paciencia y su ayuda en el trabajo involu-
crado en la redacción de este libro.
INDICE

Introducción . 11

I. El fraude de Piltdown . . . . . . 13
Apéndice I. La evidencia del Sr. Essex . . 63
Apéndice II. El problema de los anteriores descubrimientos
de Dawson. 67
II. La «evidencia» de los hombres-simios -su presentación . 73
III. Homo-sapiens antiguos (descartados sin justificación) . 95
IV. El hombre de Pekín . . . . . . . . 113
Apéndice III. Informe de los cráneos de Black, Locus E . 153
Apéndice IV. El «descubrimiento» del fuego . 159
V. El Hombre de Java . 165
VI. El Hombre de Neanderthal . 193
VII. Los «hombres»-simios africanos . 207
1' A. Africa del Sur. . . . . . . . . .
Apéndice V. La evidencia de fuego en Makapansgat
211
217
B. La Garganta de Olduvai . . . . . . 219
Apéndice VI. El esqueleto humano de Reck 223
Apéndice VII. La mandíbula de Kanam . 231
C. Rodolfo Oriental . 235
D. Hadar (Etiopía) . 255
E. Laetolil . . . . . . . . . . . . . . 275
Apéndice VIII. La exhibición del Museo Británico de His-
toria Natural . 281
Conclusión 283
Bibliografía 289
lndice analítico 299
INDICE DE ILUSTRACIONES

Interior de la cubierta. Cuatro diferentes impresiones artísticas del


Zinjanthropus boisei
l. Charles Dawson . . . . . l4
2. Sir Arthur Smith Woodward . 14
3. Teilhard de Chardin. . . . . • 14
4. Las piezas de la calavera Piltdown I . . . . . . . . 16
S. Características principales del cráneo humano y de los dientes . 16
6. El «mazo» de hueso de elefante . 18
7. Los fósiles de Piltdown II . . . . 18
8. La secuencia de eventos en Piltdown . 22
9. Reconstrucción del hombre de Java . 74
10. <<Hesperopithecus» . . . . . . . . . 76
11. Diagrama de márgenes de capacidades cerebrales . . . . . 77
12. Diagrama del efecto de los errores en la reconstrucción de crá-
neos sobre el volumen de la capacidad del cerebro . . 78
13. Diagrama de posibles errores en datación mediante C-14 . 86
14. Comparación de dataciones por varias autoridades . . . 88
15. Reconstrucciones de la mandíbula inferior del Sivapithecus in-
ciicus . . . . . . . . . 91
16. Tabla de dataciones de fósiles anteriores . 96
17. El cráneo Calaveras . . 97
18. La localidad de Galley Hill . . . . 103
1: 19. La muela de <<Sinanthropus» de Black . . 117
20. Sección de la localidad del Sinanthropus . 122
21. La <<Cueva Superior>> 133
22. Cráneo XI . . 142
23. Cráneo de <<Nellie>> . 142
24. <<Nellie>> . . . . . . . 142
25. El cráneo del Sinanthropus de 1966 . . . . . 144
26. La representación del hombre de las cavernas de Pekín . 145
27. Ilustraciones del cráneo de Black de! Locus E . 154
28. El <<Pitheconthropus alalus>> de Haeckel . . 166
29. Mapa de las principales localidades fosilíferas de Java . 167
30. Los fósiles del hombre de Java de Dubois . 167
31. Los dibujos de embriones de Haeckel . 170
32. Pithecanthropus II y III . . . . . . . . . . . 186
33. La reconstrucción de Weidenreich del Pithecanthropus IV (ro-
bustus) . . . . . . . . . . 188
34. El Pithecanthropus IV y la mandíbula <<B>> . 188

7
35. Pithecanthropus IV en la delineación de un gorila . . . . 188
36. Fragmento de mandíbula inferior del Meganthropus paleojava-
nicus. . . . . . . . . . . . . . 189
37. Muela de Gigantopithecus blacki . . . . . . . . . 190
38. Reconstrucción de la mandíbula inferior del Gigantopithecus
blacki . . . . . . . . . . . . . . . . 190
39. Dataciones de tipos mezclados de Neanderthal y de Horno sapiens 196
40. El cráneo de Swanscombe . . . . . . . 196
41. El cráneo de Fontéchevade . . . . . 198
42. El fragmento de cráneo de Vertesszollos . . . 198 PREFACIO
43. Las principales localidades fosilíferas de Sudáfrica . 212
44. El cráneo de Tangus . 213
45. El cráneo de Sterkfontein . 213 LOS HOMBRE SIMIOS: ¿REALIDAD O FICCION?
46. El cráneo de Swartkrans . 213
47. El cráneo de Makapansgat . . . 213
48. Localidades fosilíferas de Africa Oriental . 219 Esta reveladora obra de Malcolm Bowden abre los ojos a la verda-
49. Los estratos de la Garganta del Olduvai . 220 dera naturaleza de la evidencia ofrecida por los fósiles atribuidos a pa-
SO. Horno habilis .
51. Hombre «chelleano» . . . . . . . . . .
. 221
221 1 sos intermedios entre el hombre y los simios, que se presentan como
formando el puente evolutivo entre los animales irracionales y el
52. Geología de la localidad del esqueleto humano de Reck .
53. La mandíbula inferior de Kanam .
54. El hombre «1470» . .
227
231
237
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hombre.
En esta obra, Malcolm Bowden muestra, paso a paso, con una in-
vestigación plenamente apoyada en una extensa documentación, la mez-
SS. Plano del lago Rodolfo . . . . . . 238
56. Impresiones de artistas del Hombre 1470 . . . . 238 cla de fraudes, de interpretaciones equívocas, de suposiciones gratui-
57. Cráneo del horno erectus de R. Leakey. . . . . 247 tas, de ocultación de evidencia y de fantasía desenfrenada, que jalonan
58. Tres posturas acerca de la descendencia del hombre . 248 el camino de la investigación emprendida desde fines del siglo pasado
59. Mandíbula de Ramapitecus . . . . 250 en búsqueda de los pretendidos antepasados medio-hombres y medio-
60. Situación de la localidad de Hadar . 255 simios que debieran cubrir el abismo que separa a los hombres de los
61. Sección estratigráfica de Hadar . 255
62. Esqueleto de «Lucy» . . . . . . 256 animales.
63. Los fósiles de la articulación de la rodilla 256 No queremos adelantar datos, sino felicitarnos que esta magnífica
64. Las huellas de Laetolil . . . . . . . 276 obra esté ya a disposición del público de habla hispana, que con ella
65. Las grandes pisadas humanas del río Paluxy . 278 tiene a su disposición un vasto cuerpo de crítica mesurada y respon-
sable de las pretensiones del evolucionismo en cuanto al origen del
hombre.
SEDIN (Servicio Evangélico de Documentación e Información)
·~
Aptdo. 2002
SABADELL (Barcelona)
ESPARA

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8
INTflODUCCION
¡EL ESLABON PERDIDO DESCUBIERTO!
..
~
¡DEMOSTRADA LA DESCENDENCIA ANIMAL DEL HOMBRE!
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Titulares como éstos en periódicos alrededor del mundo·han anun-
ciado el descubrimiento de una variedad de huesos fósiles, desde la
publicación de la obra de Darwin, El origen de las especies, en 1859.
Con tanta publicidad rodeando estos fósiles, tanto los científicos es-
pecializados en este asunto como el público en general asumen que la
evidencia que apoya los enlaces simio-hombre son tan sustanciales
como para establecerlos más allá de toda duda razonable.
Pero, ¿están en los cierto?
En este libro he examinado las «credenciales» de estos descubri-
mientos fósiles que se señalan como los eslabones principales entre el
hombre y el antepasado animal que tenía en común con los simios.
Excepto por una carta (p. 48), solamente se han utilizado obras publi-
cadas, y se ha llegado a una serie de ilustraciones compuestas en las
que se evidencian muchos factores conflictivos. Se deja a juicio del
lector si hay motivos para dudar de las pretensiones llenas de conse-
cuencias que se hacen en cuanto a los fósiles.
Es indudable que se puede argumentar que el estudio de los huesos
fósiles es una ciencia avanzada y muy técnica, y que carece de valor la
crítica de alguien cuya cualificación no pertenece a este campo en par-
ticular. A esto respondería yo que no importa lo técnicamente comple-
jo que pueda ser un campo de investigación, sino que a fin de poder
tener el título de «ciencia» tiene que verse que ajusta claramente a los
principios básicos de la investigación científica. Estos incluirán consi-
deraciones tan fundamentales como las siguientes:
l. La presentación de toda la evidencia pertinente.
2. La presentación debiera abarcar toda la evidencia disponible y, en
cuanto ello fuere posible, estar libre de toda preconcepción.
3. Rechazar toda hipótesis que esté reñida con cualquier evidencia.
He tratado de mostrar que la interpretación que se ha impuesto so-
bre muchos restos fósiles no cumple con uno o más de los criterios

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básicos enunciados arriba. La evaluación de si la evidencia y las teorías
se ajustan a estas demandas fundamentales no precisa de ninguna ca-
lificación científica especial, y el juicio del lego puede ser tan válido
como el de un experto. Es mucha la investigación que se condensa y
sumariza para su presentación en obras populares, pero cuando se cri-
tica algún aspecto particular, es a menudo necesario apoyarse en los
artículos originales, en algunas ocasiones examinándolos en detalle. No
obstante, he intentado exponer los asuntos complejos con tanta clari-
dad como ha sido posible, de manera que el lector pueda fácilmente
entrar en los varios puntos que se consideran. SECCION 1
Tengo solamente mi consideración más elevada hacia los científicos
eminentes de indudada integridad que estudian los fósiles, escriben in- EL FRAUDE DE PILTDOWN
formes y efectúan ensayos muy habilidosos en el curso de su trabajo.
No obstante, en el particular campo del hombre fósil, sí que pongo en
tela de juicio las asunciones sumamente especulativas que se hacen, y Desde la publicación de la naturaleza fraudulenta de los restos fó-
las conclusiones de gran alcance basadas en evidencias muy parcas. Es siles descubiertos en Piltdown en 1912, se han efectuado vaPios esfuer-
conveniente recordar que el «cazador de fósiles» tiene a menudo un de- zos para desentrañar el misterio de la identidad del falsificador. A pe-
seo subconsciente de ajustar sus descubrimientos a sus preconcepcio- sar de la aparición de varias publicaciones acerca de este tema, no se
nes, sea que se hallen en línea o no con la opinión mayoritaria de los ha provisto hasta ahora de ninguna solución convincente, y todo el
expertos. Acerca de esto, no puedo hacer nada mejor que citar a Vay- asunto ha seguido siendo un enigma hasta el día de hoy.
son de Pradenne, que fuera director de la École des Hautes Études, y No obstante, la conjunción de unos pocos y pequeños elementos de
profesor de la École d'Anthropologie. En su libro Fraudes Archéologi- evidencia, pequeños pero vitales, arroja una considerable sospecha so-
ques, publicado en 1925, da un caso hipotético de un arqueólogo ha- bre una persona que ha sido raramente considerada seriamente por
llando dos tipos de artefactos, burdos y muy acabados, en la misma investigadores anteriores. Además, suscita una cantidad de interrogan-
excavación. Asumiendo que los artículos burdos son anteriores, y a un tes que trascienden en mucho al pequeño rincón de Sussex Downs, que
nivel inferior, los clasificará según el tipo, y no según el estrato en fue el centro de interés que excitó a nuestros abuelos hace unos sesen-
que fueron hallados. Hallando un artículo avanzado a un nivel inferior, ta años.
asumirá que llegó allí accidentalmente, y lo clasificará con los otros El desentrañamiento de los complejos cabos de evidencia es cierta-
en el nivel superior. Concluye De Pradenne: mente cosa no fácil, y se tienen que hacer varias consideraciones a fin
Acabará con un verdadero truco en la presentación estratigráfica de de poder examinar aspectos particulares del misterio que rodea tanto
sus especímenes; truco en ayuda de una idea preconcebida, pero he- a los descubrimientos originales como a la subsiguiente investigación
cho más o menos por un hombre de buena fe a quien nadie le llama- que descubrió la naturaleza fraudulenta de ellos.
ría fraudulento. Este caso se ve a menudo, y si no menciono nombres El drama, porque de tal cosa se trata, involucra a una cantidad de
no es porque no conozca ninguno. personas, y en esta etapa introduciré a los principales caracteres y los
papeles que juegan.
NOTAS Los principales excavadores en Piltdown fueron:
l. Todo énfasis en itálicas en pasajes citados son del autor de este libro, a no ser que
se exprese lo contrario. Charles Dawson, un procurador que vivía en Uckfield, y arqueólogo e
2. Los números de referencia de las publicaciones se dan en la Bibliografía. Por ejem.
plo (36, p. 39) significa número de referencia 36, página 39 de la obra referida. historiador aficionado (fig. 1). ·
3. Como indicación de la escala de ilustraciones de los fósiles, una distancia de 10 cm Sir Arthur Smith Woodward, F. R. S., Conservador del Departamento
queda indicada por dos marcas verticales, y S cm por dos puntos. Geológico, Museo Británico, y amigo de Dawson (fig. 2).
Pierre Teilhard de Chardin, estudiante en el Colegio Jesuita, Ore Place,
Hastings, desde 1908. Ordenado allí en 1911 (fig. 3).

12 13

t
El doctor Weiner escribió un libro acerca del fraude, titulado The
Pütdown Forgery, en el que afirmaba que Dawson era el culpable más
probable. Entrevistó a todos los que estaban relacionados con el des-
cubrimiento original que estaban aún vivos, esto es: Teilhard de Char-
din, Sir Arthur Keith, R. Essex y Miss Kenward. La acusación de Wei-
ner en contra de Dawson fue refutada por Miss Kenward y el amigo
de ella,
Francis Vere, un autor e historiador residente en Piltdown, que escri-
bió y participó en programas radiados en defensa de Dawson.
FIG. 1. FIG. 2. FIG. 3.
Charles Dawson Sir Arthur Smith Woodward Teilhard de Chardin t;: Habiendo conocido a los principales carácteres, examinaremos aho-
¡¡' ra el enredado ovillo de evidencia y a los sospechosos involucrados en
11 lo que tiene que considerarse de cierto como el fraude científico más
Otros amigos de Dawson, que trabajaron en la hoya en varias oca- notorio de todas las épocas.
siones, incluían: };,
S. Woodhead, un analista público; LOS DESCUBRIMIENTOS
R. Essex, M. Se., un licenciado en ciencias en la Escuela Uckfield Gram-
mar- Charles Dawson era un entusiasta arqueólogo amateur, que había
A. S. K~nnard, un paleontólogo aficionado, pero experto. efectuado una cierta cantidad de singulares descubrimientos en las
áreas de Kent y de Sussex. Viendo a unos obreros cavando en una
Tres conocidos de Dawson que conocieron los descubrimientos y trinchera alrededor de los años 1906-1908, les pidió que prestaran aten-
que sospecharon que plantó algunos fósiles teñidos fraudulentos, eran: ción ante la posibilidad de que saliera algo de interés arqueológico.
En 1908, uno de los trabajadores golpeó y partió lo que creía ser un
Mayor Marriot. coco, pero más tarde se dio cuenta de que se trataba de parte de un
Capitán Guy St. Burke. cráneo fosilizado. A Dawson le fue entregado un trozo de él, y enton-
H. Morris, coleccionista aficionado. ces continuó excavando en la trinchera con varios amigos durante va-
rios años. En 1911 descubrió otra pieza de cráneo que encajaba con el
Un notable experto que estudió cuidadosamente los fósiles fue: primer fragmento que le habían dado, y en 1912la llevó a su amigo, Sir
Arthur Woodward, F. R. S., Conservador del Departamento Geológico
Sir Arthur Keith, F. R. S., Profesor Hunteriano del Real Colegio de Ci- del Museo Británico. Según las cartas que Dawson escribió a Wood-
rujanos. ward, halló también otros huesos fósiles, incluyendo un diente de hipo-
pótamo. En su libro (38), Woodward dijo que Dawson había hallado
Los hallazgos se efectuaron en el camino que llevaba a Barkham cinco fragmentos de cráneo, herramientas de pedernal y dientes de
Manor, cuyo propietario era un amigo de Dawson, el señor R. Ken- hipopótamo y de elefante antes de visitarle.
ward, que vivía allí con su hija. El sábado 2 de junio de 1912, Smith Woodward y Dawson empeza-
ron a excavar en la trinchera. Ayudándoles estaba Teilhard de Chardin,
Miss Mabel Kenward, que vive aún. que es bien conocido en la actualidad por sus escritos filosóficos, que
intentan reconciliar la teoría de la evolución con la fe cristiana. Duran-
El fraude fue descubierto en 1953, y los siguientes escribieron infor- te el primer día de excavación, Dawson halló otra pieza del cráneo y
mes acerca de ello: Teilhard un molar de elefante. En una ocasión posterior, mientras que
Woodward contemplaba cómo Dawson cavaba, media mandíbula «sa-
Profesor K. P. Oakley, del Museo Británico (Historia Natural). lió volando» (40) de la excavación cerca del lugar donde se había halla-
Sir Wilfrid Le Gros Clark, Profesor de Anatomía, Oxford. do una herramienta de pedernal. Al final llegaron a recogerse nueve
Doctor J. S. W einer, M. A., M. Se., Ph. D., M. R. C. S., Lector en An- fragmentos de cráneo que, al encajarse, se parecían mucho a un cráneo
tropología Física, Oxford. humano moderno, pero mucho más grueso que el promedio. No obs-
14 15
tante, la mandíbula se parecía estrechamente a la de un simio, pero Los hallazgos se presentaron en diciembre de 1912 ante una nume-
sus dientes eran planos en la parte superior, lo cual es una caracterís- rosa reunión de la Sociedad Geológica en Londres. No obstante, una
tica humana. Se asumió que tanto el cráneo como la mandíbula infe- cantidad de expertos no quedaron convencidos, debido a que el cráneo
rior pertenecían al mismo individuo, y esto se tomó como indicador de era demasiado humano comparado con las características sumamente
que el cerebro humano se había desarrollado antes que el resto del simiescas de la mandíbula inferior. Desafortunadamente, la mandíbula
esqueleto. Los huesos craneanos descubiertos se ilustran en la figura 4, estaba rota y el colmillo no había sido hallado. Si se hubiera hallado
en tanto que la figura 5 da los nombres de los huesos craneanos y dien- ese diente, hubiera indicado con claridad si la mandíbula inferior era
tes principales para información general. humana o simiesca. En los simios, los colmillos son aguzados, en tan-
to que los colmillos humanos son más planos. Woodward estaba con-
vencido de que se podría hallar este diente, e incluso hizo un modelo
del diente para mostrar cómo sería su apariencia.
En honor de su descubridor, el cráneo recibió el nombre de Eoan-
thropus dawsoni (Hombre del alba de Dawson).
El diente canino
El· 29 de agosto de 1913, Teilhard de Chardin pasó el día con Daw-
son, y fue con él y Woodward a la hoya de Piltdown al día siguiente.
Woodward escribió el siguiente relato testimonial del hallazgo del dien-
te canino que faltaba:
Durante algún tiempo habíamos estado haciendo una búsqueda intensi-
va del diente que faltaba de la mandíbula inferior, alrededor del lugar
donde se había hallado la mitad de la mandíbula. Habíamos trabajado
y pasado mucha de la grava por la criba, y la habíamos extendido para
examinarla después de ser lavada por la lluvia. Estuvimos después
FIG. 4 Las piezas de la calavera Piltdown 1 excavando una trinchera particularmente profunda y calurosa en
la que el padre Teilhard, en vestimenta negra, estaba especialmente
activo y, por lo que pensamos, algo fatigado; le sugerimos que nos
dejara un rato que hiciéramos el trabajo duro durante un tiempo
mientras que él asumía el trabajo relativamente descansado de rebus-
car la grava lavada por la lluvia. Muy pronto exclamó que había en-
contrado el diente canino que faltaba, pero no nos lo creímos, y le
dijimos que ya habíamos visto varios trozos de piedra de hierro que
Flrsl ·Molar MI l ,"~~\ parecían dientes, en el lugar en el que estaba. Insistió él, no obstan-
te, en que no se engañaba, por lo que dejamos de cavar para ir a
Thlrd Molar M3 r V\ V verificar su descubrimiento. No podía haber dudas acerca de ello, y
todos pasamos el resto del día hasta el atardecer de rodillas sobre el
suelo en una vana búsqueda por más dientes (38, p. 11).

El descubrimiento fue anunciado en una reunión en diciembre de


1913, mencionándose el hallazgo de una tercera pieza de diente de «Es-
FIG. S. Características principales del cráneo humano y de los dientes tegodonte» (Elephas), un incisivo de castor, un fragmento de diente de
rinoceronte, y los huesos turbinales de la nariz del cráneo.
Durante esta temporada de excavaciones (la trinchera quedaba ane- El hallazgo del diente, que estaba parcialmente aplanado como en
gada durante los meses de invierno) hallaron otra pieza de diente del los humanos, convenció a muchos científicos de que la mandíbula in-
elefante del Pleistoceno (más tarde considerado como Elephas plani- ferior y el cráneo pertenecían al mismo individuo. Hizo mucho para
frons), y dientes de hipopótamo, mastodonte y castor, así como varias fortalecer la importancia de los hallazgos. Excavaciones adicionales,
herramientas de pedernal, una de ellas descubierta por Teilhard.
17
16
en 1914, resultaron en el descubrimiento de algunos dientes de rinoce- tandas que rodean los hallazgos en Piltdown 11 se hallan veladas en la
rontes y mastodontes y, más importante, parte de un hueso del muslo niebla del misterio.
de un elefante, que parecía como un mazo (fig. 6), evidentemente tra-
bajado para ser utilizado como herramienta (42). DESCUBRIMIENTO DEL FRAUDE

En 1950 se aplicó la prueba de la fluorina al cráneo y a la mandí-


bula para comprobar si eran de la misma edad, y a qué estrato deberían
de ser asignados. Los ensayos confirmaron que ambas piezas podían
atribuirse a la época del Pleistoceno medio, o probablemente superior
(44). No obstante, estos ensayos fueron completamente contradichos
por un segundo ensayo de fluorina tres años más tarde.
• 1 El cráneo humano y la mandíbula inferior simiesca de Piltdown
FIG. 6. El .«mazo» de hueso de elefante constituían la forma opuesta de desarrollo que indicaban los hallazgos
del hombre de Pekín y otros, que se excavaron antes de la Segunda
• Guerra Mundial. Poseían un cerebro simiesco, pero se decía que las
mandíbulas y los dientes presentaban características humanas. Parecía
que estas dos líneas de descendencia humana se contradecían mutua-
mente, y llegó eventualmente a considerarse la posibilidad de un frau-
GJ de. Posteriores ensayos con fluorina y de otro tipo sobre la mandíbula
inferior y los fragmentos craneanos de Piltdown, en 1953, revelaron esta
FIG. 7. Los fósiles de Piltdown II vez que provenían de edades totalmente diferentes, perteneciendo el
cráneo al Pleistoceno superior, como se creía originalmente, pero se
La localidad de Piltdown II halló que la mandíbula inferior era del todo moderna, aunque había
sido teñida para darle una apariencia de antigüedad y se habían limado
Además, en un campo a unos tres kilómetros de distancia, gene- los dientes (45). La investigación de los otros fósiles hallados mostró
ralmente conocido como Piltdown 11, Dawson halló dos fragmentos de que muchos de ellos eran fraudulentos e importados de otras localida-
cráneo grueso y una muela (fig. 7). En su informe de 1917, decía Wood- des (46). El mazo de hueso de elefante había sido evidentemente labra-
ward: do con una herramienta de acero, probablemente un cuchillo, en tiem-
pos modernos.
Un campo grande, a alrededor de 2 millas de distancia de la Hoya de La publicación del descubrimiento del fraude provocó un conside-
Piltdown, atrajo en especial la atención de Dawson, y él y yo lo exa- rable embarazo en los círculos científicos, porque los expertos de aquel
minamos sin éxito alguno durante la primavera y el otoño de 1914. entonces, que habían hecho unas declaraciones de tanto alcance basa-
No obstante, cuando en el curso de las operaciones agrícolas se arran- dos en estos huesos, habían sido completamente engañados por el fal-
caron las piedras y se amontonaron juntas, el señor Dawson pudo
rebuscar el material más satisfactoriamente; y a principios de 1915 sificador. Tal fue la preocupación, que se presentó una moción en la
tuvo la fortuna de hallar ahí dos piezas bi-en fosilizadas de cráneo mesa de la Cámara de los Comunes: «Qué la Cámara no tiene confian-
humano y una muela, que de inmediato reconoció como pretenecien- za en los Administradores del Museo Británico debido a la tardanza de
tes por lo menos a otro individuo de Eoanthropus dawsoni (43, p. 111). su descubrimiento de que el cráneo de Piltdown es un fraude parcial.»
El Museo Británico montó una exhibición especial de los métodos
Estos descubrimientos fortalecieron aún más la causa del hombre mediante los que se había descubierto el fraude, y que fue presentada
de Piltdown, ya que indicaron que los hallazgos en Piltdown I queda- como un «triunfo de la ciencia», pero el sentimiento de que el fraude
ban suplementados por el descubrimiento de otro individuo a una había permanecido en posesión de ellos y sin haber sido detectado por
cierta distancia. No obstante, es casi cierto que uno de los fragmentos cuarenta años siguió flotando en el ambiente.
del cráneo provenía del mismo cráneo que estaba siendo descubierto Empezaron las investigaciones para descubrir al culpable. La aten-
en la localidad Piltdown l. Además, no hay registro de cuándo se efec- ción se centró en Dawson, el aficionado entusiasta, y en 1955, el doctor
tuaron los descubrimientos e incluso el campo en el que se descubrie- Weiner publicó The Piltdown Forgery. En esta obra, él creía que el
ron no puede identificarse con ninguna certidumbre. Todas las circuns- peso de la evidencia sugería que había sido Dawson el perpetrador
18 19
aspectos importantes de todo este problema. Se verá que los relatos
del fraude. No obstante, admitió la ligera posibilidad de que hubiera publicados son incorrectos en varios aspectos importantes, como sigue:
sido la víctima inocente de un engañador con el carácter de un Mefis-
tófeles. No obstante, algunas personas de la localidad quedaron con- A. DESCUBRIMIENTOS TEMPRANOS DE FRAGMENTOS GENUINOS DE CRÁNEO
vencidas de que Dawson no era el culpable, entre ellos la señorita Ma- Por lo general, se exonera a Woodward y a Teilhard debido a que
bel Kenward, que vivía en Barkham Manor, el lugar de los hallazgos, el primer fragmento de cráneo que halló Dawson, y que se considera
y el señor Francis Vere, un historiador, que examinó la evidencia. un fraude, se descubrió en 1908, un año antes de que Teilhard cono-
Posteriormente, Vere publicó The Piltdown Fantasy y Lessons of Pilt- ciera a Dawson y cuatro antes de la visita de Woodward a la localidad.
down, que constituyen pruebas cuidadosamente investigadas y convin- Se mostrará evidencia de que este cráneo no era un fraude, sino un
centes de que Dawson no fue el culpable. Se remite al lector a estas fósil genuino, y que por ello Teilhard hubiera podido plantar los otros
publicaciones para la refutación detallada de la evidencia que implica fraudes antes de que empezara la excavación sistemática en 1912.
a Dawson.
Sir Arthur Keith, un profesor en el Real Colegio de Cirujanos, y B. HALLAZGOS POSTERIORES ,
presidente del Royal Anthropological Institute, que trabajó extensa- Teilhard vuelve a ser exonerado,(lebido a que salió de Inglaterra
mente sobre los fósiles de Piltdown, quedó también impresionado por en octubre de 1913, mientras que el fraudulento «mazo» de hueso de
la personalidad de Dawson. En su libro The Antiquity of Man, decía elefante fue descubierto en 1914 y los descubrimientos hechos en Pilt-
en una nota a pie de página: down 11 no tuvieron lugar hasta 1915. Mostraremos que, según Teil-
hard, los hallazgos en Piltdown 11 tuvieron lugar en 1913, antes que
El señor Dawson murió el 1 de agosto de 1916, a la edad de cincuen- él saliera de Inglaterra. Por tanto, hubiera podido plantar estos fósiles.
ta y dos años, profundamente lamentado por todos los que le cono- Además, veremos que Teilhard estuvo en Inglaterra después del descu-
cían, no solamente debido a sus grandes descubrimientos, sino tam-
bién debidó a sus refinadas capacidades y a su altruista personalidad brimiento del «mazo» de hueso de elefante en 1914.
(p. 486). Habiendo exhibido cómo Teilhard pudiera haber sido el perpetra-
dor del fraude, consideramos brevemente la posición de Wooward y
Si Dawson no fue el ejecutor del fraude, la cuestión queda en pie: después consideraremos la siguiente evidencia, mostrando cómo exo-
«¿Quién fue?» nera a Dawson y como incrimina a Teilhard.

Un sospechoso 2. Evidencia
Uno de los que ayudaron en las excavaciones es invariablemente
exonerado, en vista de su ausencia del país durante el descubrimiento A. FóSIL DE ICHKEUL
de varios objetos falsificados. En el curso de la lectura de este intrigan- B. «MAZO» DE HUESO DE ELEFANTE
te misterio detecté tres comentarios hechos por diferentes autores, que C. PERICIA ANTROPOLÓGICA
alteran dramáticamente la secuencia de eventos tal como generalmente D. T!NCIÓN DE HUESOS
se mencionan, incluso en publicaciones oficiales. Esta nueva evidencia
hace posible que. todo el material fraudulento hubiera sido puesto 3. Evidencia adicional
por la persona de la que ahora sospecho.
A. HALLAZGOS ANTERIORES
DESENTRAÑANDO LA EVIDENCIA B. DESCUBRIMIENTO DEL CANINO
C. NOTA DE MORRIS
A fin de simplificar el desentrañamiento de las complejas situacio- D. CONOCIMIENTO DEL FRAUDE
nes y evidencia, expongo brevemente, bajo los encabezamientos que La figura 8 es una tabla de la secuencia aceptada de eventos en Pilt-
voy a utilizar, mi encuadre del problema y mis razones para sospechar down y de los eventos como considero que tuvieron lugar en realidad.
que el ejecutor del fraude fuera Teilhard de Chardin.
l. Cronología de los eventos

Es esencial establecer la secuencia correcta de eventos con respec-


to a las fechas de los descubrimientos, llegadas y salidas, ya que son
21
20
Año Secuencia aceptada de eventos Secuencia revisada de eventos l. Cronología de los eventos
1908 Dawson halla un fragmento de Dawson recibe un fragmento de A. DESCUBRIMIENTO TEMPRANO DE FRAGMENTOS GENUINOS DE CRÁNEO
cráneo cráneo
En varias publicaciones se expone evidencia de que, lo mismo que la
1909 Dawson conoce a Teilhard Dawson conoce a Teilhard mandíbula inferior, los fragmentos de cráneo eran fraudulentos y fue-
ron plantados en la excavación, probablemente por parte de Dawson.
1910 Es mi posición, y la de Vere y la señorita Kenward, que se trata de
1911 Dawson encuentra adicionales Dawson halla una(s) pieza(s) fragmentos genuinos de cráneo, que hallaron los trabajadores incor-
fragmentos de cráneo, fósiles adicional(es) de cráneo porados en la grava, y expongo la siguiente evidencia en su favor:
y artefactos
1912 Dawson halla un diente de hipo- (¿Dawson halla un diente de hi- l. Cuando se publicó la «evidencia» de la falsificación de los fragmen-
pótamo popótamo?)
EMPIEZA LA EXCAVACION EMPIEZA LA EXCAVACION mentos, la señorita Kenward escribió a los diarios. El 23 de febre-
(Dawson, Woodward y Teil- ro de 1955, el Telegraph publicó su carta, en la que decía:
hard)
Se hallan más piezas de cráneo, Se hallan piezas de cráneo, fó- Un día, cuando estaban cavando en grava intacta, uno de los trabaja-
fósiles y artefactos siles y artefactos dqres vio lo que llamó un coco. Lo partió con su pico, guardó un tro-
Reunión de la Sociedad Geolo- Reunión de la Sociedad Geoló-
gica gica zo y arrojó el resto.
1913 ¿Hallazgo de los fósiles de Pilt- Se le muestra a Teilhard la lo- A partir de esto, es evidente que el cráneo fue hallado en grava
down II? calidad de Piltdown II intocada. Los huesos se hallaban teñidos de hierro en todo su gro-
Hallazgo del diente canino Hallazgo del diente canino sor, como sería de esperar en las aguas ricas en hierro de Piltdown.
Partida definitiva de Inglaterra Teilhard sale de Inglaterra 2. Vere da un relato (32, p. 7) de las circunstancias del descubrimien-
de Teilhard
Reunión de la Sociedad Geoló- Reunión de la Sociedad Geoló- to original del cráneo que había obtenido previamente de la seño-
gica gica rita Kenward.
Más recientemente, la misma señorita Kenward, me describió
1914 Hallazgo del <<mazo» de elefante Hallazgo del «mazo» de elefante de forma sumamente gráfica el primer descubrimiento de fragmen-
Teilhard vuelve a Inglaterra tos del cráneo. Recuerda ella mirar desde la ventana a su padre,
Se discute el «mazo». Teilhard
se halla presente (Apéndice 1) el señor Robert Kenward, de pie ante la hoya contemplando a los
Reunión de la Sociedad Geoló- Reunión de la Sociedad Geoló- trabajadores mientras que ellos cavaban la grava. Uno de ellos dijo
gica gica que había algo parecido a un coco en la hoya, y el padre de ella
1915 ¿Hallazgo de los fósiles de Pilt- Hallazgo de los fósiles de Pilt- dijo que tuvieran cuidado al sacarlo, pero antes de que pudiera
down II? dow II detenerlos, un golpe del pico destrozó el cráneo y los fragmentos
salieron volando en todas direcciones. El recogió tantos trozos como
1916 Muerte fle Dawson Muerte de Dawson pudo y entró en la casa, en tanto que la señorita Kenward excla-
1917 Woodward publica los hallazgos Woodward publica los hallazgos maba: <<¿A santo de qué te has cargado todos los bolsillos con todas
de Piltdown II de Piltdown II estas piedras viejas?» El los depositó sobre una mesa y los con-
templó, pero después se los devolvió a los trabajadores, con el
(Los artículos falsificados están en cursiva) encargo de que se los dieran al señor Dawson la próxima vez que
fuera por allí. Naturalmente, ella no podía decir si los trabajado-
FIG. 8. La secuencia de eventos en Piltdown res le dieron todas las piezas al señor Dawson. Es posible que,
como relatan la señorita Kenward y Woodward, el trabajador guar-
dara un fragmento que más tarde entregara a Dawson, y que tira-
Habiendo dispuesto los encabezamientos principales, examinaremos ra el resto.
ahora la evidencia en detalle. Aunque hay notables diferencias en los varios relatos, está bas-
tante claro que el cráneo estaba incorporado a la capa intacta
de grava, y que tuvo que ser roto con un pico.
3. El Mayor Merriot, que estaba vivo por la época de las excava-
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22
ciones, creía que Dawson estaba «salando la mina», y le dijo a que producían una tinción superficial, no contenían yeso en absoluto.
su hija que la mandíbula inferior y el diente eran fraudes (36, Se desafía al sentido común al acusar a Dawson de fraude debido a la
p. 164 ). Así parecía aceptar que por lo menos los fragmentos de presencia de yeso en los fragmentos de cráneo, cuando no se halla nada
cráneo no estaban teñidos fraudulentamente. Ya que con casi toda de él en la mandíbula inferior decididamente manipulada.
certeza conocía las circunstancias que rodeaban su descubrimien- En segundo lugar, todos los fragmentos de cráneo estaban teñidos
to por parte de los trabajadores, es posible que los aceptara como de hierro en todo su grosor, y es evidente que habían estado deposita-
genuinos, pero consideraba a Dawson culpable de añadir la mandí- das en las aguas ricas en hierro de Piltdown durante un considerable
bula inferior y el diente fraudulentos. período de tiempo. (La mandíbula inferior fraudulenta estaba sólo su-
4. Sabiendo que los trabajadores habían encontrado un fragmento y perficialmente teñida.) Por ello no había necesidad alguna de que el
tirado el resto, Dawson hubiera tenido que ser muy necio en esta falsificador tiñiera estos fragmentos, ya que todo el propósito de su
etapa si hubiera tratado de cambiar los cráneos, tal como se su- técnica de tinción era la de igualar el color de sus objetos importa-
giere que hubiera podido hacer. Se hubiera precisado hallar sola- dos de otras localidades con el color oscuro de los fragmentos de crá-
mente un fragmento del cráneo original para arrojar dudas sobre neo que sabía que estaban naturalmente incorporados en la grava.
cualquiera de los hallazgos que hubiera plantado. En tercer lugar, para poder obtener una deposición de yeso, se tenía
5. El informe oficial del descubrimiento (40) dice que uno de los frag- que utilizar hueso parcialmente fosilizado. Pero todos los fragmentos
mentos de cráneo hallados había sido golpeado con un pico, apo- de cráneo descubiertos estaban totalmente fosilizados, no estando pre-
yando así el hallazgo del «coco» por parte de los trabajadores. sente nada de materia orgánica, tanto cuando Woodward efectuó el
ensayo en 1912 y mediante microscopía electrónica en 1953. Por ello,
Los ensayos de yeso estos ensayos sobre huesos subfosilizados tienen poco que ver con los
Los ensayos químicos, efectuados en el Museo Británico (Historia fragmentos totalmente fosilizados de cráneo.
Natural), en el Departamento de Minerales, revelaron la presencia de Se dijo que el hueso parcialmente fosilizado fue utilizado por el
yeso (CaS04) en un fragmento del cráneo de Piltdown, lo que se consi- autor del fraude debido a que la pérdida de algo del contenido orgáni-
deró desusado (46, p. 268). Los ensayos del agua del terreno indicaron co hacía que el hueso fuera permeable a su técnica de tinción química
que no hubiera podido ser depositado por medios naturales, y se lle- (49). Los huesos del cráneo hubieran estado en un estado parcialmen-
varon a cabo unos experimentos adicionales más sofisticados sobre te fosilizado cuando estaban sepultados en la grava, antes de su des-
huesos subfosilizados (esto es, parcialmente fosilizados) de otras loca- cubrimiento en 1908. Para este tiempo estarían totalmente fosilizados
lidades no relacionadas con Piltdown. Estos ensayos mostraron que si y mucho menos permeables que el hueso fresco, que de pasada es
se mojaban estos huesos subfosilizados con ciertos compuestos de sul- permeable a productos químicos en solución (64, p. 42).
fato de hierro (que el falsificador utilizó para oscurecer el color de los (La cantidad de nitrógeno restante en los huesos indica el grado
huesos que había plantado), entonces, bajo ciertas condiciones, se de- de fosilización, y parece haber una discrepancia con respecto a la can-
positaría yeso en la matriz ósea. De esto se infirió que la presencia de tidad de nitrógeno existente en el hueso cuando se descubrió al prin-
yeso en cualquiera de los fósiles de Piltdown era evidencia de fraude. cipio. Hay un 4% de nitrógeno en hueso fresco, en tanto que los
Se halló yeso eft muchos de los fósiles, y como éstos incluían algunos huesos del cráneo exhibían una cantidad entre 0,2 y 1,4 %. Se sugi-
de los fragmentos primeros que Dawson había descubierto, se aceptó rió que este contenido de nitrógeno se podría deber a la absorción de
que esto constituía evidencia adicional de su culpabilidad. Estos ensa- un conservador de gelatina. Esta posibilidad quedó rechazada, al seña-
yos son importantes, debido a que constituyen la única evidencia téc- larse que el poroso cráneo hubiera absorbido más nitrógeno que la
nica que muestre que los fragmentos de cráneo fueron plantados de la dentina, el compacto material de los dientes, pero que la realidad era
misma forma que los otros fósiles. al revés (45, p. 144). Lo cierto es que si la mandíbula inferior y los
No obstante, el informe es insatisfactorio en tres puntos principa- dientes fueran bastante frescos, tendrían en cualquier caso una consi-
les, y en varios de menos importantes. Los tecnicismos del informe derable cantidad de nitrógeno orgánico, habiendo obtenido los huesos
oscurecen los argumentos, pero mis objeciones básicas son muy sen- fosilizados del cráneo su cantidad menor de nitrógeno del conservador
cillas. de gelatina. No se mencionan ensayos algunos para comprobar esta
En primer lugar, y lo más convincente, se considera que los frag- posibilidad en este informe, pero se llevaron a cabo ensayos de mi-
mentos de cráneo se tiñeron artificialmente, debido a la presencia de croscopía electrónica para investigar este extremo, y se halló que el
yeso, y ello no obstante la mandíbula inferior, no fosilizada, que evi- colágeno, que contiene el nitrógeno orgánico, estaba totalmente ausen-
dentemente había sido manipulada con compuestos de hierro y cromo te de los fragmentos de cráneo (36, p. 39). Por ello, parece que el ni-
24 25
trógeno medido se debía al tratamiento de conservación llevado a cabo utilización de la solución de dicromato como oxidante» (46, p. 252).
¡por las mismas autoridades del Museo Británico!) Así, es necesario asumir, a fin de poder dar cuenta de la presencia del
Otros extremos en los que podría criticarse el informe son los si- yeso, que el autor del fraude tiene que haber utilizado más de una téc-
guientes: nica. En verdad, a partir de esta forma de razonamiento, tenemos que
deducir que se utilizaron tres métodos, porque la mandíbula inferior
l. Se afirma que Dawson halló cinco fragmentos de cráneo antes de contenía cromo, ¡pero no yeso!
llevarlos a Woodward. Todos los cinco fragmentos contenían cro- De todo esto, es nuestra sugerencia que estos ensayos no son defini-
mo (debido a los esfuerzos de Dawson de «endurecerlos»), pero tivos, y que la presencia de yeso o de cromo en los primeros fragmentos
nada de ello se encontró en ]os fragmentos descubiertos por Wood- hallados por Dawson no prueba que hubieran sido teñidos fraudulen-
ward y los otros. Como veremos, se aceptó que la presencia de tamente.
cromo en un fósil mostraba que éste era fraudulento, ya que pare-
ce que el autor del fraude uti1izó un compuesto de cromo como Visitantes del lugar
oxidante en sus técnicas de tinción. Después de recibir el primer fragmento de cráneo, Dawson llevó a
Se ensayaron cinco fragmentos en busca de yeso, y todos los su amigo Woodhead a la localidad solamente unos pocos días más tar-
ensayos fueron positivos. No obstante, dos de los fragmentos ha- de para explorarla, pero no encontraron nada. Difícilmente hubiera
bían sido hallados por Woodward (parietal derecho y un fragmen- llevado ·Dawson a su colega al lugar al cabo de tan poco tiempo del
to pequeño del occipital (46, p. 269 y 38, p. 10). Por ello, estos frag- primer descubrimiento, si planeaba plantar huesos fraudulentos más
mentos no tienen el cromo «chivato», pero sí que tienen yeso. Esto tarde.
constituye evidencia adicional de que la presencia de yeso en los Después de su hallazgo inicial, Dawson habló con varios amigos
fragmentos se debía a haber estado depositados en el terreno, y no acerca de su descubrimiento, y algunos de ellos le ayudaron en sus ex-
a la técnica de tinción. cavaciones. Cualquiera de ellos hubiera podido ser el autor del fraude,
2. Debido al bajo contenido de sulfato en el suelo, se consideró que y tuvo gran oportunidad, porque las excavaciones en los primeros
el yeso no podía haberse introducido por medios naturales. Pero días se hacían solamente durante los fines de semana y por las vacacio-
un ensayo efectuado recientemente no elimina la posibilidad de nes. El hecho de que la trinchera se pudiera ver desde las ventanas de
que el agua pudiera haber sido mucho más rica en sulfatos duran- Barkham Manar significaba que sólo los que se hallaban dentro del
te el largo período de tiempo que el cráneo permaneció en la círculo de amistades de Dawson podían trabajar allí. La señorita Ken-
grava. ward divisó un intruso y fue avisado que se fuera, como ella le dijo
Además, había sulfatos en las aguas de Piltdown (obtenida de personalmente al autor de este libro.
un pozo a unos cuatrocientos metros de distanda). La concentra- Entre los muchos visitantes se hallaba Sir Grafton Elliot Smith, que
ción de S03 de 63 partes por millón no es despreciable. Por ejem- llevó a cabo extensas investigaciones sobre el cráneo de Piltdown. Fue
plo, concentraciones sólo cinco veces superiores a éstas hacen que acompañado por el doctor Davidson Black, que era entonces discípulo
se tenga que prestar atención especial a la protección de cimien- suyo, y que más tarde se hiciera famoso por sus descubrimientos del
tos de cemento en el suelo. De forma similar, se halló una pequeña hombre de Pekín. Mientras estaba en el lugar, Black tuvo la fortuna
cantidad de sulfatos en la grava de Piltdown (3,9 mg por cada de hallar parte del molar de un rinoceronte (42).
100 g). Vadrá la pena mencionar, de pasada, que el cráneo fósil hallado en
La conversión del fosfato de calcio del hueso en sulfato de Piltdown es de un tipo perfectamente humano, pero de un grosor de-
calcio debido a los sulfatos en el agua del suelo a lo largo de un susado. No obstante, personas viviendo en la actualidad, en un porcen-
prolongado lapso de tiempo es ciertamente la exp1icación más evi- taje muy pequeño, poseen cráneos de este grosor. Se ve un grosor si-
dente de la presencia del yeso en los huesos del cráneo. milar en el cráneo de Swanscombe y es posible que éste sea el factor
que ayuda a su preservación.
Hemos considerado esta cuestión de la pr~sencia de yeso con cier- Considerando la evidencia anterior, se puede ver que el descubri-
to detalle en vista de la importancia que se le asigna a ello en los in- miento del fósil genuino de cráneo en 1908 no exonera a Woodward
formes que denuncian el fraude. También se consideró la presencia ni a Teilhard de la posibilidad de que uno de ellos plantara fósiles
de cromo como evidencia de fraude, empero, y se halló yeso en algu- fraudulentos después de su llegada a la escena.
nos dientes de castor, pero no cromo. Comenta el informe: «Estos fue-
ron presumiblemente teñidos con otra técnica, que no precisaba de la
26 27
La implicación de Teilhard Recordando aquellos primeros días cuando el fraude fue revelado,
Teilhard, que tenía veintisiete años de edad, llegó a Hastings en Teilhard escribió una carta, fechada el 1 de marzo de 1954, que no se
1908 para estudiar en el Colegio Jesuita, donde fue ordenado en agosto le permitía salir muchas veces de su celda en Ore Place, y que no sabía
de 1911. Empezó a investigar una de las canteras locales en busca de nada de antropología (12, p. 11). No obstante, Cuenot no apoya esto,
fósiles, acompañado por un amigo jesuita. Esto llegó a ser sabido por pues dice que se le permitía salir con más frecuencia a excursiones
Dawson, que le conoció en 1909, lo cual fue el inicio de su amistad. científicas y, como sabemos, se le permitía ir frecuentemente a las can·
Aunque no hay mención expresa de que Teilhard visitara el lugar an- teras de Hastings, así como a Piltdown. Es indudable que tenía algo
tes de junio de 1912, al iniciarse las excavaciones sistemáticas, es in- de conocimiento de antropología, porque había coleccionado especíme-
dudable que hubiera sido invitado por Dawson a que fuera allí. Traba- nes de rocas y fósiles desde su infancia. Además, en 1912 aceptó la in-
jó muy estrechamente con Dawson en las canteras de Hastings, y en vitación para trabajar con el profesor Boule, el profesor de paleonto-
un artículo de Woodward en marzo de 1911, que trataba de los hallaz- logía en el Museo de París y un experto en el hombre fósil.
gos hechos allí. Dawson rindió tributo a la ayuda de Teilhard y de su
amigo, el padre Pelletier, y les rindió adicional tributo en un artículo Otros hallazgos tempranos
en noviembre de 1913. Sólo se necesitaría una o dos visitas al lugar para que el autor del
Cuando se conocieron por primera vez en la cantera, Dawson re- fraude se diera cuenta de su potencial, y del entusiasmo de Dawson,
veló, muy entusiasmado, las estimulantes noticias de sus hallazgos en con su enfoque honesto, pero superficial, que le hacían una víctima
Piltdown. Es posible que le diera la situación exacta de la localiaad o fácil. Se dijo que Dawson había hallado unos dientes falsos de hipopó-
incluso que llevara a Teilhard al lugar antes de junio de 1912. Hay tamo y de elefante antes de las excavaciones de junio (pero examinare-
sólo cuatro ocasiones registradas en los informes oficiales en que Teil- mos esta evidencia en el Apéndice 11). Colocar estos fósiles en la hoya
hard acompaña a Dawson y a Woodward al lugar. era un trabajo de un momento, y harían asignar una fecha temprana al
En su conferencia de 1912, Dawson dijo: «El padre Teilhard de estrato, lo que evidentemente suscitaría el interés de las autoridades
Chardin, S. J., que nos acompañó en una ocasión, descubrió uno de los del Museo Británico. Cuando Woodward aparece en escena, se «descu-
utensilios in si tu . . . también una parte del diente de un elefante del bren» rápidamente la herramienta falsa de pedernal, el diente del Pla-
Plioceno» (40). En su informe de 1913 acerca del descubrimiento del nifrons y la mandíbula inferior simiesca, los primeros dos artículos
colmillo, dijo: «Fue en medio de esta dispersión que el padre Teilhard por parte del mismo Teilhard. Así, Teilhard, que conoció a Dawson en
de Chardin, que trabajó con nosotros tres días. el pasado verano, el 1909, hubiera tenido abundante oportunidad de prepararse para el
30 de agosto de 1913, descubrió el diente canino del Eoanthropus» (41). fraude.
Estas cuatro visitas con Dawson no excluyen la posibilidad de que TeiL- Es interesante que cuando Smith Woodward empezó las excava-
hard haya podido trabajar solo en el lugar. En verdad, si tenemos que ciones en 1912, estuvo particular en exigir un cierto velo de secreto,
aceptar la evidencia del señor Essex que se da más adelante, lo hizo posiblemente porque quisiera que los hallazgos fueran auténticos o,
por lo menos en una ocasión. alternativamente, y más probable en vista de su conducta posterior, de-
Sir Arthur Keith registra que Teilhard «participó en todos los tra- bido a que era celoso de compartir con cualquier otro colega profesio-
bajos duros· de Piltdown» (16, p. 664) y Leakey dice que muchos otros nal el prestigio de ser el descubridor de un fósil humanóideo impor-
eran también conocedores de ello. tante. Presentes en aquella primera excavación estaban Woodward,
Dawson, un trabajador y Teilhard, que, según Dawson le había asegu-
Speaight relata un pequeño incidente que indica lo estrechamente rado a Woodward, era «de total confianza».
que se había relacionado el nombre de Teilhard con los descubrimien-
tos de Piltdown. En 1915, mientras que Teilhard servía en la guerra B. HALLAZGOS POSTERIORES
como auxiliar médico, conoció a Max Begouen, que iba a convertirse Como ya hemos mencionado, a Teilhard se le exonera también de-
en un amigo a lo largo de toda su vida. Cuando Teilhard se presentó a bido a que se dice que abandonó Inglaterra en octubre de 1913, en
sí mismo, la inmediata respuesta de Begouen fue: «Ah, usted es el tanto que:
hombre de Piltdown» (p. 59).
Yo mismo le pregunté a la señorita Kenward, que tiene ahora más
de ochenta años, cuán a menudo Teilhard había venido al lugar. Ella 1. el hueso de elefante con forma de herramienta fue hallado en
dijo que había estado tomando té en dos ocasiones, pero que no po- 1914, y
día recordar cuan a menudo había estado trabajando en las excava- 2. los hallazgos en Piltdown 11 no se hicieron hasta 1915.
ciones.

28 29
No obstante, mi atención fue atraída a una carta en el New Scien-
(1) EL «MAZO» DE HUESO DE ELEFANTE tist de fecha de 14 de enero de 1972 (48), escrita por un señor J. Head.
Relata él que hacía 10 años había conocido a Essex, el cual le había
El anuncio del descubrimiento del hueso de elefante con forma de dicho que consideraba que Teilhard podía haber sido el autor del frau-
herramienta fue un artículo conjunto de Woodward y Dawson, leído de. Así, en esta carta, la identidad del «X» de Essex y Vere se da como
en una reunión de la Sociedad Geológica el2 de diciembre de 1914 (42), Teilhard.
que dice que fue descubierto durante «las excavaciones de la tempo- Quisiera ahora remitir a mis lectores al artículo de Essex, que doy
rada» -no dándose ninguna fecha precisa de su hallazgo-. Este en el Apéndice l. En éste, en una fecha desafortunadamente no men-
«mazo» de elefante era un gran trozo de hueso de un fémur de elefan- cionada ni por Essex ni por Vere, se estaba hablando del «mazo» en
te, que se halló al eliminar un seto para poder extender las excavacio- tanto que la persona de la que Essex sospechaba estaba cerca. Por lo
nes. Había recibido forma (con un cuchillo en tiempo modernos) y ha- que hemos visto de la carta del señor Head, Essex sospechaba de Teil-
bía sido cubierto de arcilla amarillenta para hacer aparentar que había hard, y podemos de ello deducir que Teilhard estaba en Uckfield des-
sido hallado en el fondo de la hoya y echado al campo por los trabaja- pués de haberse hallado el «mazo», posiblemente durante su retorno a
dores. Evidentemente, su hallazgo algunos meses después de la partida Canterbury en 1914.
de Teilhard de Inglaterra no le exonera en absoluto, porque no había En este artículo de Essex, menciona él que vio la mitad de una
nada que le impidiera enterrar el hueso, para esperar su descubri- mandíbula inferior humana fosilizada en una bolsa que pertenecía a
miento por parte de otros mucho después que él se hubiera ido. «X», y que era bastante distinta de la mandíbula inferior que se des-
No obstante, la fecha de 1913 como constituyendo la partida final cubrió más tarde. Evidentemente, una mitad (¿o ambas?) de la mandí-
de Teilhard es errónea, porque volvió en 1914. En la página 54 de su bula inferior que pertenecía al cráneo había sido hallada, y «X» po-
biografía, Speaight dice que el 24 de septiembre de 1914, Teilhard fi- día ahora cambiar la media mandíbula falsa sin temor de que se
nalizó su tercianía en Canterbury. Este retorno de Teilhard en 1914, descubriera más tarde la verdadera mandíbula y que quedara así arrui-
después de que se hubiera efectuado el hallazgo del «mazo», confirma nado su fraude.
la evidencia del señor Robert Essex.
(2) Los FÓSILES DE PITLDOWN II
Las sospechas del señor Essex
Consideramos ahora la evidencia aportada por el señor Robert Es- Tanto Vere como Weiner fechan estos descubrimientos en el año
sex, que era instructor de ciencia en la Escuela Uckfield Grammar por 1915, basando evidentemente sus dataciones en el relato de Woodward
la época en que se estaban haciendo los descubrimientos, y que cono- en su artículo escrito en 1917, que hemos citado en la página 18.
cía a todos los que estaban implicados en las excavaciones. Cuando se No obstante, Teilhard afirmó que Dawson le había mostrado el cam-
descubrió el fraude, recordó varios incidentes que habían tenido lugar po en 1913, despues de haber hecho los descubrimientos. Por ello, pudo
en la época de las excavaciones y consideró que conocía la identidad haber plantado estos fósiles.
del autor del fraude. Comunicó su evidencia y el nombre de quién sos- Esta información estaba contenida en una conferencia dada por el
pechaba a la&. autoridades del Museo Británico y a Vere. No aparece profesor Oakley a la Sociedad Geológica en 1972, que fue más tarde
mención alguna de sus evidencias en el libro de Weiner, pero R. Essex impresa en Antiquity en marzo de 1976. Dice en ella:
es mencionado en los agradecimientos como uno de los muchos «que
dieron información y dieron respuesta a preguntas específicas». Vere El único registro manuscrito de esta segunda localidad es una postal
de Dawson a Woodward fechada el 30 de julio de 1915. En una carta
da esta evidencia en los dos libros suyos, pero utilizando «X» en lugar escrita el 28 de noviembre de 1953, el padre Teilhard tenía lo siguien-
del nombre de la persona de que Essex sospechaba. Essex también es- te a decir acerca de la segunda localidad de Dawson: «Tan sólo me
cribió un artículo en el Kent and Sussex Journal en julio de 1955, que llevó al lugar de la localidad 2 y me explicó que había hallado el mo-
es de tanto interés que lo reproduzco en el Apéndice l. lar aislado y pequeños fragmentos de cráneo en los montones de es-
La evidencia de Essex es de particular valor ya que, aparte de Teil- combros y de piedras echados sobre el campo.» Esto tiene que haber
hard y de la señorita Kenward, él era la única persona con interés en sido en 1914, debido a que el padre Teilhard volvió a Francia antes
la excavación original que estaba todavía viva cuando el fraude fue del final de este año y no volvió a Gran Bretaña hasta después de la
por fin descubierto. Hice todo lo que pude para seguir el rastro de la guerra de 1914-1918. ¿Por qué razón hubiera escondido Dawson un
hallazgo tan importante a Smith Woodward durante casi dos años?
correspondencia de Essex y de Vere, para poder llegar a conocer la (49, p. 10).
identidad de «X», pero sin resultado. Vere, que sabía la identidad de
«X», tenía evidentes sospechas de Teilhard en su segundo libro (33).
31
30
La biografía de Teilhard escrita por Speaight da un relato similar, me mostró el campo donde se halló (la cantidad de fragmentos de)
como sigue: «En respuesta a una carta de Kenneth Oakley anuncian- el segundo cráneo. Pero como le escribí a Oakley, no puedo recor-
do el descubrimiento del fraude replicó ... » Speaight cita entonces un dar si estuve allí antes o después del hallazgo.»
largo extracto de la carta de Teilhard con un pie de página fechándola Si esta asunción es correcta, esta vaguedad tan evidente por par-
del 28 de noviembre de 1953. Continúa después: te de Teilhard entra en conflicto con su muy clara afirmación a
Oakley, en la carta que le había escrito hacía sólo cuatro meses,
En una carta posterior, Teilhard confirmaba que, en su segunda visita que cuando Dawson le llevó a llugar, los fósiles habían sido ya
a la segunda localidad de Piltdown a fines de julio de 1913, ya se ha- hallados.
bían hallado los fragmentos de cráneo y un diente. Recordaba a Daw-
son señalando los pequeños montones de piedras resultantes de la lim-
pieza del campo como el lugar del descubrimiento (p. 318). Los relatos de Teilhard tienen toda la apariencia de dar dos versio-
nes diferentes. Además, incluso la admisión de que «no podía recordar
Antes de que pasemos a examinar esta afirmación de Teilhard en si Dawson le mostró el lugar antes o después del hallazgo» es extraña.
detalle, tengo que remarcar que tanto si los fósiles fueron hallados en Tenía que saber que había dejado Inglaterra en 1914 y que se suponía
1913 como en 1915, nada hay que impidiera a Teilhard colocarlos en el que los hallazgos se habían efectuado en 1915, y por ello no había po-
campo que él ya sabía que estaba siendo investigado en 1913, para que sibilidad de que hubieran sido descubiertos antes de que él se fuera.
Dawson los descubriera mucho después de que Teilhard se fuera a En realidad, fue esta afirmación lo que me hizo mirar más de cerca
Francia. Este es el mismo extremo que he señalado con respecto al le evidencia. De hecho, Cuénot confirma que Teilhard vio estos fósiles
«mazo» de hueso de elefante, y no puede ser exonerado a causa de ello. después de la guerra, porque dice: «En agosto de 1920 le hallamos en
En primer lugar, consideraré los problemas que se suscitan si las Inglaterra, excitado al serie mostrado el nuevo fragmento de cráneo y
afirmaciones de Teilhard son correctas, y después consideraré la posi- el nuevo diente de fósil, «hallados» en Piltdown en 1915» (p. 31). Así,
bilidad de que inventara esta historia de la fecha de 1913 en cuanto Teilhard queda «excitado» al ver estos fósiles en 1920, aunque sabía
a los descubrimientos de Piltdown 11. · que habían sido descubiertos en 1913, por cuyas fechas bien pudo ha-
berlos visto de mano de Dawson o de Woodward. Cuando los vio en
Las cartas de Teilhard 1920, ¿no hubiera debido decirles a los expertos que habían sido ha-
Hay varios problemas con respecto a la correspondencia de Teilhard llados en 1913, o quizás esto hubiera suscitado que se hicieran dema-
cuando se descubrió el fraude. siadas preguntas?
Podría objetarse que la memoria de Teilhard pudo fallar y que
l. Speaight, habiendo citado un extracto de una carta que Teilhard simplemente se equivocó de fecha cuarenta años después de que tuvie-
escribió a Oakley, dice a continuación que: «En otra carta, Teil- ran lugar los hechos, pero se tiene que remarcar que él da una descrip-
hard confirmaba ... » que la fecha de su segunda visita a Piltdown 11 ción muy exacta de su visita, recordando específicamente cómo Daw-
fue a últimos de julio de 1913 (p. 318). La impresión inmediata es son le señaló los montones de piedras en los que había tenido lugar el
que esta segunda carta fue también escrita a Oakley, pero del ar- hallazgo. Además, su afirmación de que fue a fines de julio de 1913
tículo de este último en Antiquity esto no es así, ya que él afirma- concuerda expresamente con el relato que hace Speaight de su llegada
ba que fue en 1914. ¿A quién se dirigía esta segunda (y más infor- a Inglaterra. Aunque escribió estas cartas cuando tenía setenta y tres
mativa) carta? años de edad, y sufría del corazón, no parecía sufrir ninguna dismi-
2. La presunción de 1914 por parte de Oakley como la fecha de la nución de sus capacidades mentales.
visita de Teilhard a Piltdown 11 es corregida por la «otra carta» Afirma Weiner que en octubre de 1913 (dos. años antes de los des-
como habiendo tenido lugar a fines de julio de 1913. Esto coordina cubrimientos de Piltdown 11), Teilhard dejó Inglaterra por muchos
bien con el relato de Speaight, porque él da detalles de la visita de años (p. 62). Sólo se puede pensar que no estaba consciente de la afir-
Teilhard a Inglaterra a fines de julio, su descubrimiento del diente mación de Teilhard a Oakley de que los fósiles de Piltdown 11 habían
canino en agosto, y de su partida varias semanas más tarde. sido descubiertos antes de aquella fecha, y de que en realidad Teilhard
3. Weiner menciona (p. 111) que Teilhard fue llevado al lugar por volvió a Inglaterra en septiembre de 1914.
Dawson en 1913 (agosto en p. 142). Su nota a pie de página remite
a una «comunicación personal», posiblemente a Weiner mismo. Pue- ¿Un relato inventado?
de que se trate de la carta a la que se refiere Vere (32, p. 31) con Hasta ahora hemos asumido que la afirmación de Teilhard era cier-
fecha de 2 de marzo de 1954, en la que Teilhard decía: «Dawson ta, y hemos visto las dificultades que suscita. No obstante, es posible

32 33
que Teilhard se inventara la historia de que Dawson le mostrara el rado, ello implicaría a una o más personas aparte de las tres sobre las
campo en el que había hallado fósiles en fecha tan temprana como que recaen principalmente las sospechas.
1913. El relato que Teilhard de ver «los montones de cascotes y de Los relatos de Teilhard mostrando a Dawson en el campo en 1913
piedras dejados sobre la superficie del campo» pudiera haber sido ob- después del descubrimiento de los fósiles presentan varias contradic-
tenido sencillamente del relato de Woodward escrito en 1917, en el que ciones, y es mi postura que se tiene que considerar la posibilidad de
menciona que «las piedras habían sido quitadas del suelo con rastri- que se tratara de una invención total, en un esfuerzo de desacreditar
llos y amontonadas en varios montones». a Dawson. Si esta postura es correcta, ello daría más peso a mi postura
El profesor Oakley hizo la pertinente pregunta: «¿Por qué hubiera de que fue él el instigador del fraude.
tenido Dawson que esconder un hallazgo tan importante, no notificán- Otro extraño hecho es que Dawson no fue la única persona en des-
doselo a Smith Woodward durante casi dos años?» Sí, en realidad, cubrir fósiles en Piltdown 11. En su informe, dice Woodward:
¿por qué? Dawson escribió dos postales a Woodward, una fechada en
enero de 1915, anunciando el descubrimiento de dos fragmentos cra- Poco después, en la misma grava, un amigo encontró parte del molar
neanos, la segunda fechada el 15 de julio de 1915, y que se halla en ex- inferior de una especie indeterminada de rinoceronte, tan sumamen-
posición pública en el Museo Británico (Historia Natural), que men- te mineralizada como los especímenes previamente hallados en el
mismo Piltdown.
ciona que se había hallado el molar. Si Dawson los halló en 1913, ¿a
santo de qué hubiera tenido que esperar dos años sin razón aparente Sería de esperar que cualquier persona que hiciera un hallazgo
antes de decírselo a Woodward? Además, en el artículo de 1917 de tan importante tendría su reconocimiento en el informe, pero Wood-
Woodward dijo que había estado investigando el campo en 1914 varias ward no da el nombre de este «amigo». ¿Acaso este misterioso «ami-
veces sin éxito. ¿Tenemos que creer que Dawson estaba preparado a go» descubrió un fragmento de diente de rinoceronte, que fue plantado
malgastar su propio valioso tiempo y el de su amigo investigando este deliberadamente para establecer una correlación con Piltdown 1, don-
campo en busca de fósiles, sabiendo todo el tiempo que había hallado de Davidson Black había igualmente hallado parte de un diente de
tres fósiles el año anterior, pero que no se lo iba a revelar a Wood- rinoceronte que estaba igual de mineralizado?
ward hasta el año siguiente? Quisiera sugerir que esto es extremada- La pérdida de interés de Woodward en esta localidad después de
mente improbable. Creo que Dawson sí halló los fósiles en Piltdown 11 los descubrimientos es algo extraño. ¿Por qué nunca dio la exacta
en 1915, y que informó correspondientemente de ello a Woodward. Por situación del campo, y por qué nunca volvió a visitar el lugar des-
este entonces, no obstante, sentían enormes sospechas acerca de todo pués de su vana investigación con Dawson en 1914? Estas son pregun-
este asunto, y decidieron mantenerse callados por el momento, con lo tas que nunca han sido satisfactoriamente contestadas, pero su extra-
que Woodward solamente publicó los fósiles después de la muerte de ño manejo de la evidencia sugiere que ya sospechaba que los fósiles en
Dawson. esta localidad podían haber sido <<plantados» por parte de Dawson y
En su libro The Earliest Englishman se indica que Woodward tenía otros, para ser «descubiertos» a continuación.
sus sospechas acerca de la autenticidad de los fósiles de Piltdown 11. Sumarizando los principales argumentos expuestos anteriormente,
Este libro fue publicado en 1948, cuatro años después de su muerte. creo que se ha establecido de forma adecuada que ni la fecha de la
En él no da ningún detalle acerca del descubrimiento de los fósiles en llegada de Teilhard ni la de su partida le impiden haber plantado la
Piltdown lf. Su única referencia a ellos en todo su libro es un comen- mandíbula inferior falsa, los dientes y las herramientos de pedernal en
tario hecho de pasada, en el que dice: Piltdown 1 o los fósiles en Piltdown 11.

Nos confirmamos en esta postura por el descubrimiento por parte


del señor Dawson de una muela similar, junto con dos fragmentos de SMITH WOODWARD
un segundo cráneo de Piltdown, en un terreno de grava a unas dos
millas del lugar original (p. 65). No está más allá de los límites de lo posible que Woodward fuera
el culpable, o que estuviera aliado con el verdadero autor del fraude.
Vere (33, p. 15), en tanto que admite que no tiene evidencia, hace Su tardanza inexplicable en publicar los hallazgos de Piltdown 11, en
la conjetura de que alguien puede haber introducido unos ligeros cam- 1917, que habían sido hallados en 1915, es más bien extraña. No obs-
bios entre la muerte de Woodward y la publicación de su libro. Como tante, es improbable que fuera él el verdadero instigador del fraude,
veremos, esto podría también aplicarse a la afirmación de Woodward por las siguientes razones:
con respecto a los primeros hallazgos de Dawson. Si el libro fue alte-

34 35
de junio de 1912, Teilhard desenterró de la hoya una herramienta de
a) Se sabe que era particularmente torpe con sus manos, lo que pedernal y un diente de estegodonte (Elephas planifrons), siendo los
hace improbable que poseyera la capacidad técnica precisa para dos fraudulentos. Cuando se descubrió el fraude, se descubrió que el
limar los dientes, romper la mandíbula inferior en ciertos puntos diente presentaba una radiactividad muy elevada. Esto es cosa desusada
exactos y para llenar cuidadosamente la cavidad de la pulpa del para los fósiles que se hallan en Europa Occidental, pero se halló que
diente canino con granos de arena. los fósiles de Ichkeul, cerca de Bizerta, al norte de Túnez, presentan un
b) Después de retirarse vivió en Haywards Heath e incluso hasta fe- grado similar de radiactividad, y el Elephas planifrons es abuntante
cha tan tardía como 1935 siguió efectuando excavaciones a su pro- allí. Es casi cierto que el diente fósil de Piltdown vino de este lugar.
pio cargo, con la esperanza de más hallazgos. Esta difícilmente se- Un factor importante es que este lugar no fue públicamente identifica-
ría la forma de actuar de un hombre que sabía que la mayor parte do hasta después de 1918.
de los descubrimientos en aquel lugar habían sido fabricados por La probabilidad de que Dawson obtuviera un fósil tal de un lugar
él mismo. tan remoto es extremadamente pequeña, particularmente cuando su
existencia no fue hecha pública hasta después de la Primera Guerra
No hay razones particularmente poderosas para exonerar a Wood- Mundial. No hay mención de que él hubiera viajado mucho fuera de
ward pero, por otra parte, en toda mi investigación no he hallado evi- Inglaterra.
dencia alguna que sugiriera que él fuera ni el iniciador del fraude, ni Teilhard, en cambio, había sido profesor en la Universidad de El
siquiera un cómplice voluntario. La explicación más probable de sus Cairo "entre 1906 y 1908. Estando alrededor de la élite científica y es-
acciones es que sospechaba que algunos de los fósiles habían sido plan- tando interesado en paleontología, es casi seguro que oiría de lugares
tados y se volvió evasivo en sus afirmaciones, de forma que sería más interesantes en el norte de Africa, y que hubiera tenido abundante
difícil establecer la prueba positiva de este hecho. oportunidad de visitar Ichkeul. Incluso Ronald Millar afirma (24, p. 232)
Una de las acusaciones más serias a hacer a Woodward es su mo- ¡que estuvo cerca de esta localidad! Tengo que decir que considero
nopolio casi obsesivo de los fósiles originales. Incluso científicos muy que este fósil es uno de los artículos evidenciales más importantes que
eminentes, entre ellos Sir Arthur Keith, solamente recibieron autoriza- arroja sospechas sobre Teilhard.
ción para inspeccionar los fósiles de forma muy breve y muy infrecuen- Los fósiles de planifrons son abundantes en Ichkeul, y si Teilhard
te. Al poder trabajar solamente con moldes de yeso, no había la po- recogió un diente durante su visita allí, que más tarde utilizó en Pilt-
sibilidad de poder detectar la falsedad de la mandíbula inferior. Su down, poco consciente estaría de que su radiactividad señalaría su ori-
afán de secreto se podría interpretar como una consciencia de la exis- gen y que por ello constituiría evidencia acusatoria.
tencia del fraude, aunque podría tratarse meramente de una extensión
de su anterior deseo de mantener las excavaciones en secreto, o de B. «MAZO» DE HUESO DE ELEFANTE
celos profesionales. En el artículo de Essex (ver Apéndice I), Montgomery le dijo a
En su libro, Woodward da relatos del primer encuentro de Daw- Dawson que había visto un fósil precisamente como el «mazo» de hue-
son con Teilhard en las canteras de Hastings, y el descubrimiento, por so de elefante en el área de la Dordogne (Francia). Teilhard había na-
parte de este último, del diente canino, pero no hace ninguna otra refe- cido a no más de 150 kilómetros de esta área, e incluso de niño era un
rencia a la- parte de Teilhard en las excavaciones. Speaight menciona ávido coleccionista de piedras y de artefactos similares.
que, solamente unas pocas semanas después de las excavaciones de ju- En el Informe de la Sociedad Geológica de 1915 (42), una descrip-
nio, Woodward visitó a Teilhard en su Colegio en Hastings para lle- ción del hueso menciona específicamente que «la desintegración ha
varse su colección de fósiles al Museo Británico, pero no puedo trazar ampliado las grietas en pequeños surcos superficiales que se parecen
aquí ninguna sugerencia de acuerdo entre ellos. a los de un fémur subfosilizado de Elephas de un depósito lacustre de
Egipto, y que se halla ahora en el Museo Británico».
Es posible (pero improbable) que Dawson hubiera poseído un fósil
2. Evidencia así, y por ello no puede ser exonerado solamente por esta evidencia,
puesto que hubiera podido obtener este hueso en el curso de sus in-
Examinaré ahora ciertos artículos de evidencia y veremos cómo afec- tereses paleontológicos.
tan a Dawson y a Teilhard. No obstante, Teilhard tuvo amplia oportunidad de conseguir este
artículo, porque, tanto si venía de la Dordogne como de Egipto, su es-
trecha asociación con ambos lugares es de interés cuando se considera
A. FóSIL DE le H KEUL la evidencia que le señala.
Cuando Dawson, Woodward y Teilhard empezaron a excavar el 2
..:.·:
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más eslabones entre el hombre y los animales, a fin de confirmar la teo-
C. PERICIA ANTROPOLóGICA ría de la evolución y de la descendencia del hombre procedente de los
El autor del fraude tiene que haber sido un antropólogo experto simios.
para haber engañado a los científicos profesionales, que se suponía que
investigarían muy de cerca los fósiles. La rotura del cóndilo superior D. TINCIÓN DE HUESOS 1
de la mandíbula les impidió descubrir cómo la mandíbula se articula- Cuando Dawson halló los primeros (¿cinco?) fragmentos de cráneó,
ba en el cráneo, y por ello la magnitud en que la mandíbula había avan- antes de llamar a Smith Woodward, los sumergió en dicromato potá-
zado hacia el tipo humano. Si la mandíbula no hubiera estado rota en sico, creyendo equivocadamente que esto los endurecería. Este produc-
este punto, la forma del cóndilo superior hubiera evidenciado que se to químico no endurece huesos, y es una señal de la ignorancia que Daw-
trataba solamente de una mandíbula de simio. son tenía de la química el haber pensado que lograría endurecerlos con
De forma similar, la omisión del diente canino impedía que los ex- esto.
pertos determinaran si la mandíbula era humana o simiesca. Dawson envió estas piezas al analista público local para que emitiera
El limado y la tinción del diente canino, cuyo descubrimiento ha un informe. Si las hubiera teñido deliberadamente con el intento de
sido ya descubierto, fue también un trabajo de experto. El diente había engañar, difícilmente hubiera deseado que fueran analizados. Además,
sido cuidadosamente limado, rellenado con granos de arena y se le ha- la tinción se había hecho con ayuda de un amigo, y eran muchos los
bía dado una apariencia de fosilización. que lo sabían, incluyendo los expertos. Se considera invariablemente
Se podría catalogar una considerable lista de artículos para indicar que ei hecho que Dawson «tiñera» los primeros hallazgos del cráneo
el nivel sumamente elevado de habilidad y de pericia que poseía el autor le implica en la tinción de la mandíbula inferior con compuestos de
del fraude. Es suficiente decir que cuando se descubrió el fraude, Wei- hierro, pero éste es un procedimiento mucho más complejo y un asun-
ner, Oakley y Le Gros Clark reconocieron su habilidad en la presen- to totalmente inconexo.
tación de sus hallazgos en 1953, diciendo: Los (¿cuatro?) restantes fragmentos de cráneo hallados después que
Smith Woodward hubiera sido llamado no estaban teñidos con diera-
De la evidencia que hemos obtenido, queda ahora evidente que los mato potásico. Vemos de nuevo que si la intención de Dawson hubiera
distinguidos paleontólogos y arqueólogos que tomaron parte en la sido la de engañar a los expertos con un cráneo plantado, ciertamente
excavación de Piltdown fueron las víctimas de un fraude muy bien que hubiera teñido todos los fragmentos antes de colocarlos en la hoya
preparado y elaborado ... La falsificación de la mandíbula y del diente para que los hallaran los excavadores.
canino es tan extraordinariamente habilidosa y la ejecución del frau-
de ha sido hecha de una manera tan carente de escrúpulos y es tan
inexplicable como para no hallar ningún paralelo en la historia de la La tinción de Dawson
investigacióq paleontológica (45). La afirmación de que Dawson estaba experimentando con la tinción
de huesos fue hecha por el capitán St. Barbe. En 1913 entró, sin ser
anunciado, en el estudio trasero de Dawson, y le halló «rodeado de po-
Dawson era un aficionado total en estos asuntos. Incluso le tuvo tes de porcelana que contenían líquidos parduzcos, en los que estaba
que pedir a su propio dentista que le enseñara cómo colocar un diente impregnando huesos». Dawson dijo que estaba experimentando con tin-
en una mandíbula inferior. Sus intereses originales residían en la his- ción de huesos para descubrir cómo tenía lugar en la naturaleza. Unas
toria local y en herramientas y artefactos antiguos. No poseía la habi- pocas semanas después se volvió a repetir la tinción, diciendo que
lidad técnica ni la pericia exhibida por el autor del fraude. estaba experimentando con pedernales además de huesos. Vemos, ade-
Por otra parte, Teilhard era un agudo estudioso de la paleontolo- más, que esto acusaría seriamente a Dawson como pudiendo ser é]
gía, incluso antes de llegar a Inglaterra, y progresó hasta llegar a ob- quien había teñido fraudulentamente la mandíbula inferior, pero:
tener reconocimiento internacional como experto, escribiendo nume-
rosos artículos, y ayudando en la excavación del hombre de Pekín, a) Este incidente tuvo lugar durante el año 1913, mucho después que
como relataremos más adelante. Hubiera tenido más conocimiento del se hubiera descubierto la mandíbula inferior. Es evidente que hu-
necesario para saber qué fósiles de animales se tenían que implantar en biera finalizado sus experimentos antes de las excavaciones de
la grava, para darle correctamente la edad deseada para datar los ha- 1912, si hubiera sido él el autor del fraude.
llazgos. b) Si hubiera intentado engañar a los expertos, es evidente que difí-
Además, estaría consciente de que la atmósfera en los círculos cien- cilmente su estudio sería el lugar más secreto en el que llevar a
tíficos estaba madura para el hallazgo del hombre-simio. Los hallazgos cabo sus experimentos de tinción.
del hombre de Java se habían publicado en 1895 con considerable dis- e) Es improbable que hubiera expresado voluntariamente el hecho de
cusión con respecto a su interpretación, y se esperaba que se hallasen
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que estaba llevando a cabo también experimentos con pedernales, compuestos de cromo tienen sobre el sulfato ferroso-amónico. Cosa cu-
pocas semanas después de que St. Barbe entrara en su oficina. riosa, también él mostraba interés por la tinción de huesos. Cuando el
fraude quedó al descubierto, escribió una carta al profesor Oakley, con
De hecho, incluso durante el tiempo en que estaban teniendo lugar fecha de 28 de noviembre de 1953 (que hemos mencionado antes, p. 32),
las excavaciones en 1912 y 1913, algunos de los conocidos locales de y que Speaight cita. Dice en ella:
Dawson sospechaban que los hallazgos eran fraudulentos. Incluso su
reacción a la palabra «Dordogne» durante la discusión registrada por ... el agua en la arcilla (wealden) puede teñir a una velocidad notable.
Essex indica que estaba consciente de que había sido la inocente vícti- En 1912, en un riachuelo de aguas dulces cerca de Hastings, me vi
ma de un fraude y de que tenía sospechas acerca de quién era el cul- desagradablemente sorprendido al ver que un hueso acabado de ase-
rrar (procedente de la carnicería) se quedó teñido de pardo casi tan
pable. Es probable que sus experimentos con tinción de huesos fueran profundamente como los restos humanos en Piltdown (29, p. 318).
para ver si se había utilizado la tinción como base para el fraude. Ade-
más, Vere sugiere que pudiera haber sido inducido a «endurecer» sus ha- Ahora bien, por lo general, los carniceros no arrojan sus huesos en
llazgos en dicromato por el autor del fraude, para tapar la utilización los riachuelos cercanos, y esta afirmación da todas las evidencias de
de este último de un compuesto de cromo para la tinción, y para incri- que fue él quien deliberadamente puso en el riachuelo un hueso aca-
minar aún más a Dawson. Como alternativa, sabiendo que Dawson había bado de aserrar, y que lo observó por un período de tiempo, durante
<<endurecido» los fragmentos de cráneo en dicromato de potasa, ¿no el cual notó que se quedaba rápidamente teñido tan profundamente
hubiera podido el autor del fraude haber utilizado un compuesto de como los fósiles de Piltdown. Si esto es así, ¿no hubiera podido estar
cromo de forma deliberada para echar las sospechas sobre los frag- efectuando un sencillo ensayo para comprobar la velocidad de tinción
mentos de cráneo que sabía eran genuinos? y el color que adquirían los huesos frescos (¿la mandíbula de simio?)
El señor H. Morris, uno de los rivales de Dawson, provee eviden- en las aguas del weald, como parte de su cuidadosa preparación del
cia adicional de que la naturaleza fraudulenta de los hallazgos era de
conocimiento común. Cuando el doctor Weiner estaba investigando el fraude?
fraude, halló un armario lleno de eolitos, o piedras de pedernal, que
Morris había coleccionado. En uno de los cajones se hallaron varias
notas, en las que Morris acusa a Dawson de teñir pedernales, t(tc. Pare- 3. Evidencia adicional
ce haber tenido celos de la fama de Dawson, pero algo excéntrico al Creo que la evidencia anteriormente bosquejada indica poderosa-
haber escrito estas notas acusatorias y encerrarlas después en su ca- mente que Teilhard de Chardin hubiera podido ser el perpetrador del
jón. No obstante, una de las notas interesantes que escribió será men- fraude de Piltdown. Si esto se considera como una posibilidad, daría
cionada más adelante.
explicación a otros incidentes.
Pericia química A. HALLAZGOS ANTERIORES
Todos los fragmentos hallados del cráneo estaban teñidos con sales Teilhard fue precisamente el descubridor de varios de los artículos
de hierro en todo su grosor. El suelo de Piltdown es particularmente manipulados.
rico en compuestos de hierro. Cuando el autor del fraude manipuló la
mandíbula del orangután, tuvo que teñirla con hierro para que se ase- l.Precisamente en el primer día de excavaciones de junio de 1913,
mejara a los fragmentos craneanos. Hacer tal cosa demandaba un co- puso las manos encima del fragmento de diente de <<Estegodonte»
nocimiento de química de orden superior. Es probable que se utilizara que provenía de Ichkeul.
sulfato ferroso-amónico, juntamente con compuestos crómicos, que son 2. Más tarde, halló la falsa herramienta de pedernal precisamente en
agentes oxidantes, presumiblemente para obtener óxido de hierro. El la hoya, en tanto que todas las demás habían sido halladas en los
sulfato ferroso-amónico reacciona de una forma peculiar con el calcio montones de escombros.
de los huesos. Se puede ver la pericia química que se precisa para un 3. Más tarde. y cerca del mismo lugar, la mandíbula inferior teñida
proceso así, mientras que se consideró que la presencia de cromo en <<salió volando» del lugar de la excavación al ser golpeada por el
muchos de los fósiles era evidencia de fraude. pico de Dawson.
El conocimiento de química por parte de Teilhard era considera-
ble, porque había sido profesor de esta misma asignatura mientras es- B. DESCUBRIMIENTO DEL CANINO
taba en la universidad de El Cairo. Conocería el efecto oxidante que los En el relato de Woodward del hallazgo del canino por parte de Teil-
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hard (ver p. 17), ciertas frases se vuelven particularmente llenas de sig- era un fraude se presenta como un descubrimiento nuevo en el mundo
nificado. Cuando Teilhard halló el diente, «no se lo creyeron», puesto científico, y, a pesar de ello, en el capítulo 12, que tituló «La vista gor-
que ya habían visto varios trozos de piedra de hierro ... en el sitio en da», queda bastante claro que entre muchos de los asociados locales
el que estaba. «Insistió él, no obstante, en que no se engañaba, por lo de Dawson era ya de común conocimiento la naturaleza fraudulenta
que dejamos de cavar para ir a verificar su descubrimiento ... » Así, que- de los hallazgos, incluso en la época en que se hicieron los hallazgos.
da evidente que Teilhard «halló» el diente en un sitio que Dawson y Ya hemos mencionado a Morris y al capitán St. Barbe; otros eran
Woodward habían ya rebuscado con suficiente cuidado, de manera que el mayor Marriot, el señor Pollard y A. S. Kennard, que tenían trato
al principio no se creyeron que hubiera encontrado nada, y él tuvo que social mutuo.
insistir que sí lo había hallado, antes de que ellos fueran a investigar su Weiner da una interesante información acerca de las opiniones de
descubrimiento. · Kennard. Era él un experimentado paleontólogo aficionado, cuya capa-
Además, en su carta a Oakley del 28 de noviembre de 1953 (29, cidad fue lo suficientemente reconocida como para serie ofrecido un
p. 318) reminisce acerca de su descubrimiento del canino, y dice: puesto como ayudante con capacidad profesional en el Geological Sur-
« ... cuando hallé el tanino, se hallaba tan escondido entre la grava ... vey en South Kensington, cuando se retiró de sus negocios. Kennard
que me pareció improbable que hubiera sido plantado. Incluso puedo parece haber tenido sus reservas en cuanto al «mazo» de hueso de ele-
recordar a Sir Arthur felicitándome por mi aguda vista». Habiendo li- fante, según se implica en su comentario, registrado en las considera-
mado cuidadosamente el diente, y habiéndolo pintado y llenado de grá- ciones acerca del artículo (42) de diciembre de 1914, cuando Woodward
nulos de arena, el autor del fraude hubiera sido verdaderamente necio y Dawson presentaron el hallazgo. Decía él:
si lo hubiera dejado en un sitio donde hubiera podido escapar fácil-
mente a la atención de los buscadores. Pero todo queda explicado si fue ... deseaba felicitar a los autores por el hallazgo de un nuevo proble-
Teilhard quien lo llevó al lugar. ma procedente de Piltdown. De las diferencias entre la parte cortada
del hueso y la superficie natural, él consideraba la posibilidad de que
el hueso no estuviera en estado fresco al ser cortado ...
C. NOTA DE MORRIS
Una de las notas escrita por Morris y hallada en el armario, como ¿Acaso implicaba que había sido cortado en su estado fosilizado,
ya se ha mencionado en la página 40, decía lo siguiente: «A juzgar por esto es, en tiempos modernos?
una conversación oída accidentalmente, hay todo tipo de razones para Aún más notable es el comentario hecho por R. Smith, del Depart-
suponer que el "diente canino" hallado en Piltdown había sido impor- ment of Antiquities del Museo Británico durante la misma discusión
tado de Francia», a lo que sigue esto: «Vigilad C. Dawson. Saludos del artículo. Dijo: «Se tiene que considerar la posibilidad de que se
atentos.» .Si Morris hubiera oído que había sido Dawson (contra quien haya hallado el hueso y que se haya tallado en tiempos recientes.» Este
sentía una profunda enemistad) quien había importado el diente de comentario es ciertamente más que la descripción que Weiner hace de
Francia, es seguro que lo hubiera dicho. Se debería notar cuidadosa- él, «irónico», constituyendo una acusación débilmente recubierta de que
mente la relación de otro fósil con Francia y, ciertamente, si el canino posiblemente el fósil hubiera sido labrado deliberadamente para que
provenía de Francia, es posible que la mandíbula inferior proviniera pareciera una herramienta antigua. Uno esperaría que una onda de
también de allí. choque sacudiera la reunión, pero los relatos oficiales difícilmente son
No se sugiere que el relato de una conversación oída accidentalmen- adecuados para registrar el ambiente de una reunión así. Suficiente
te, escrito por un coleccionista excéntrico, se tenga que considerar como será decir que en la contestación, Woodward consideraba que el hueso
evidencia satisfactoria. No obstante, si para nada más, sí que sirve para había sido fresco al cortarlo, pero no había hecho ningún experimento
mostrar que muchos coleccionistas aficionados locales estaban cons- de corte de huesos con pedernal.
cientes de la naturaleza fraudulenta de Piltdown, incluso en la época en Weiner registra que Kennard «hizo saber en varias ocasiones (en
que se estaban llevando a cabo las excavaciones. Esto es lo que ahora la década de los cuarenta) que creía que el Hombre de Piltdown era
vamos a considerar. un fraude» e « ... intimó al señor Hinton (del Museo de Historia Natu-
ral) que no consideraba que el señor Dawson fuera el autor del frau-
D. CONOCIMIENTO DEL FRAUDE de. Murió en 1948 y su conoCimiento de la identidad del autor del frau-
Weiner relata cómo se le ocurrió la posibilidad de que los especí- de se fue consigo».
menes de Piltdown hubieran sido fabricados deliberadamente, cuando Aquí tenemos a un respetable paleontólogo, que era un miembro de
consideró que los muchos aspectos conflictivos de la naturaleza de los un cuerpo científico estrechamente asociado, haciendo serias acusa-
mismos podían ser explicados por una tal «hipótesis». Que Piltdown ciones con respecto a la autenticidad de los fósiles de Piltdown. Los fó-
42 43
siles, que las autoridades del Museo de Historia Natural guardaron tan (b) Teilhard como testigo
cuidadosamente bajo llave, y que numerosos científicos muy calificados Finalmente, me refiero otra vez a la carta citada por Speaight, que
habían estado analizando y considerando muchas horas, no eran con- Teilhard escribió al doctor Oakley el 28 de noviembre de 1953, ya ha-
siderados por él más que como fraudes. Es evidente que tan sólo una biendo citado antes otro extracto. En esta misma carta dice Teilhard:
indicación de que cualquiera de los numerosos artículos exhibidos en
el Museo pudiera ser un fraude hubiera tenido que resultar en una in- Nadie pensaría en sospechar de Smith-Woodward. Conocí bastante
vestigación inmediata. No obstante, no parece que se hubiera tomado bien a Dawson: un carácter metódico y entusiasta. Cuando estábamos
en el campo nunca noté nada sospechoso en su comportamiento. La
tal acción. Se dice que Kennard nunca intimó la identidad de quién única cosa que me sorprendió, un día, fue verle recoger dos grandes
sospechaba que fuera el autor del fraude. fragmentos de cráneo de un montón de cascotes en un rincón de la
La repentina consciencia de que Piltdown pudiera ser un fraude no hoya (es probable que estos fragmentos fueran arrojados allí por los
era, evidentemente, tan original como los expertos del Museo Britá- trabajadores el año anterior) (29, p. 317).
nico parecieron creer. No obstante, uno de ellos tenía sospechas ya en
1949. Cuando, durante la primera serie de ensayos con fluorina (44), Si nos imaginamos este incidente como si estuviéramos allí, se nos
Oakley vio el bajo contenido en F de los fósiles del hombre de Pitldown está pidiendo que creamos que Dawson, que era siempre un entusias-
comparado con el de otros animales, su «reacción instintiva fue la de ta acerca de sus hallazgos, encontró dos fragmentos grandes de crá-
considerar que el Eoanthropus era un engaño» (49). Además, las mues- neo, y que se los metió calladamente en el bolsillo y que no les dijo
tras blancas de los dientes tomadas durante los ensayos eran notable- nada 'de esto a los otros, y que todo esto lo hizo mientras Teilhard,
mente similares a las obtenidas de dientes modernos, lo que en todo que estaba lo suficientemente cerca como para ver que eran fragmen-
caso hubiera debido suscitar sospechas. tos de cráneo, estaba mirando. Además, si Teilhard verdaderamente
Lo que es también sorprendente es que Essex dijera que fue a las vio que esto estaba teniendo lugar, entonces lo cierto es que como sa-
autoridades del Museo Británico y puso ante todos ellos esta informa- cerdote ordenado y como científico preocupado por la integridad de su
ción, pero que, aparte de la inclusión de su nombre entre otros que profesión, tenía el deber de informar inmediatamente de ello a Wood-
«dieron información y dieron respuesta a preguntas específicas», no se ward, que habría preguntado acerca de ello a Dawson. En mi opinión,
hace ninguna otra mención de su importante evidencia por parte de su relato de este suceso no suena a verdadero y pongo en tela de juicio
ningún miembro de aquel organismo. que jamás haya tenido lugar.
Ya he examinado el relato de Teilhard acerca de que Dawson le
mostrara el lugar de Piltdown 11 en 1913 después del descubrimiento
4. Dos relatos extraños de los fósiles allí, y sugerido que esto es meramente una invención
para implicar a Dawson en el fraude. ¿Esperaba Teilhard que se infe-
(a) La palabra de Teilhard riría que Dawson se escondió dos fragmentos de cráneo en Piltdown 1
Al tratar de desentrañar un misterio como el que afrontamos en Pilt- que «hallaría» después en Piltdown 11?
down, es natural que se considere el significado de todas las pistas, no Si Teilhard se inventó estos dos relatos, y la evidencia tiende a apo-
importa cuán pequeñas puedan ser. No obstante, sería un error deposi- yar esta postura, ello suministraría prueba adicional de que ciertamen-
tar demasiado peso sobre una palabra en ningún relato de los sucesos. te él fue el autor del fraude.
Con esta advertencia ante nosotros, mencionaré un comentario de
Teilhard.
Cuando empezaron las excavaciones de jun_io, las únicas personas S. Comentarios
que conocían la existencia de los fragmentos de cráneo eran Woodward,
Teilhard y algunos de los amigos locales de Dawson. Aunque el crá- Que Teilhard pueda haber sido el instigador del fraude de Piltdown
neo iba posteriormente a ser conocido mundialmente, difícilmente me- es considerado como impensable por parte de la mayoría de la gente,
recería la descripción que le dio, siendo que era conocido solamente debido a su reputación internacional e integridad como sacerdote je-
por un puñado de personas: « ... el famoso cráneo humano ... » (29, suita católico romano. No obstante, los hay que han sugerido que a
p. 44), en su carta del 3 de junio de 1912. Esta fue escrita solamente pesar de todo pueda ser cierto, y doy aquí los comentarios de algunos
un día después de haber empezado las excavaciones, y todavía no se que han sospechado de Teilhard.
había hallado la mandíbula. ¿Sabía él que llegaría a ser famoso?

44 45
La opinión de Leakey nos y algo irresponsables». Este era también el punto de vista de Es-
Dice el doctor L. S. B. Leakey en su libro Unveiling Man's Origin sex (que consideraba que iba dirigida contra Dawson), y es la postura
(p. 90) que Teilhard había estado en Egipto, en tanto que dice en la de Vere en su primer libro. Sería muy difícil darle un motivo preciso
página 144: a esta distancias del tiempo, pero si tue realmente la obra de un bro-
mista de mal gusto, ¿quién puede decir que fuera con la intención de
«La historia del descubrimiento de este fraude ha sido el tema de engañar a un hombre, a un grupo de locales, o a un organismo de
varios libros, pero me parece que todavía no se ha escrito la última
palabra sobre ello. Es indudable que por lo menos una de las perso- expertos? Es digno de notarse que Vere, en su segundo libro, es mucho
nas involucradas en la ejecución de las piezas falsas tienen que haber más crítico, porque no menciona nada acerca de bromas pesadas, y
tenido un considerable conocimiento de química además de una cierta considera brevemente el papel de Teilhard en los descubrimientos del
instrucción en geología y anatomía humana. Los perpretadores tienen hombre de Pekín.
también que haber tenido acceso a huesos fósiles de fuera de Gran Millar, que considera que Sir Grafton Elliot Smith pueda haber
Bretaña, ya que algunos de los fósiles animales que se "plantaron" sido el culpable, pero que tiene pocas evidencias positivas para justifi-
con el cráneo y la mandíbula, en aquel lugar, provenían de lugares car su postura, admite que el caso contra Teilhard es muy negro, es-
como Malta y el norte de Africa.» pecialmente en vista del diente de Ichkeul. Dice que sería «justo posi-
ble que hubiera añadido el molar de Elephas planifrons para ganar al-
Es evidente que esta descripción cuadra muy bien con Teilhard. Su gunos puntos». Si así fuera, ¿tendremos que asumir que hubieron dos
insinuación provocó una llamada telefónica desde el Sunday Times a defraudadores en Piltdown, ya trabajando independientemente o en
su hogar en Nairobi, que él evadió diciendo: «No lo digo de una fonna causa común? El primer caso sería demasiada coincidencia, y, en el se-
tan clara, ¿verdad?»
gundo caso, Teilhard seguiría estando implicado.
En su autobiografía, By the Evidence, recuerda una visita que hizo Millar menciona (p. 232) que Sir Wilfred LeGros Clark y el profesor
al Museo Británico (Historia Natural) en 1933 para inspeccionar los Oakley sospechaban de Teilhard debido al fósil de Ichkeul, pero que
fósiles originales. Dice ~sí:
creyeron que su falta de conocimiento anatómico y la naturaleza toda
No se me permitió en absoluto tocar los originales, sino solamente del hombre le exoneraban. Clark consideraba también que Dawson
mirarlos y satisfacerme de que los moldes eran réplicas realmente debió tener algún cómplice profesional.
buenas. Después, repentinamente, me quitaron los originales y los Un artículo en New Scientist (47) cita a Sir Solly Zuckermann di-
volvieron a cerrar bajo llave, y me dejaron el resto de la mañana ciendo que el autor del fraude sabía más acerca de anatomía de pri-
solamente con los moldes para estudiarlos. mates que los expertos a los que engañó en múltiples formas. El autor
de estas líneas considera que el conocimiento de Teilhard de paleonto-
En su biografía de Leakey, Cole dice que estaba acabando un libro logía, geología, anatomía y bioquímica sugiere que no se le puede exo-
entero acerca de la relación de Teilhard con el fraude. Después de su nerar a pesar del horror expresado por algunas distinguidas personas.
muerte, su esposa impidió su publicación, ya que Leakey no tenía nue-
vas evidencias, y ella temió que pudiera causar más daño a la reputa- La filosofía de T eilhard
ción de su esposo que a la de Teilhard (p. 399). Coley relata que Teil- Es con considerable vacilación que presento el alegato en contra de
hard le dijo realmente a Leakey que Dawson no era responsable, pero un hombre que ha conseguido una fama mundial de tal calibre y que es
declinó dar más explicaciones. Leakey señaló que Teilhard nunca men- venerado por muchos. Es cierto que cuando muchas personas han con-
cionaba Piltdown, y consideraba que no había estado presente en la siderado el caso en contra de Teilhard, a menudo lo han dejado a un
reunión de la Sociedad Geológica cuando se anunciaron los descubri- lado «en vista de la personalidad y naturaleza enteras del hombre».
mientos, pues le hubieran podido hacer preguntas. Leakey consideraba Teilhard ha escrito varios libros filosóficos, en los que intenta ar-
que, como sacerdote ordenado, Teilhard hubiera debido considerarse monizar el evolucionismo y el cristianismo, y la respuesta que provo-
obligado a confesar la condición fraudulenta de los fósiles. Leakey pa- can está agudamente dividida. Para sus admiradores, es un filósofo
rece mantener que Dawson se hallaba involucrado en el complot, aun- místico en el límite del pensamiento humano, que tuvo que crear nue-
que Teilhard había dicho que no era responsable. vas palabras para expresar sus conceptos, y que pudo visualizar un fu-
Otras opiniones turo maravilloso, que culminaría en el desarrollo total del potencial del
hombre. Una de sus muchas admiradoras, Madame Barthélemy- Ma-
Leakey consideraba que el fraude de Piltdown puede haber sido daule, es citada por Speaight (p. 119). Dice ella que la filosofía de Teil-
obra de Teilhard como una broma de mal gusto «en sus días tempra- hard estaba
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47
... preparando su emersión mediante la reflexión fenomenológica, jus-
to como podremos ser capaces de leer en el desarrollo total de los LA ACUSACION DEL PROFESOR DOUGLAS
fenómenos al fin del tiempo su significado ontológico. Y es solamente
en el grado en que la fenomenología está incompleta y la filosofía es
provisional que están justificados ambos enfoques . . . La fenome- Se generó un interés renovado en el fraude de Piltdown a continua-
nología es la imagen de la creación en el tiempo . . . Había llegado el ción de las acusaciones grabadas magnetofónicamente del profesor J.
tiempo de conseguir esta ciencia transfigurada de la que Bergson M. Douglas, que hizo unos pocos meses antes de su muerte en febrero
tuvo un presentimiento ocasional. Para Teilhard la fenomenología es del año 1978. En la época de los descubrimientos de Piltdown, Douglas
el espíritu vivo de la ciencia en marcha, y constituye el prólogo de
una filosofía. era un ayudante del profesor Sollas en el Departamento de Geología
de Oxford, posición que ocupó en el período 1937-1950. Douglas acusó
Es indudable que la naturaleza filosófica de Teilhard es heredada, a Sollas de proveer a Dawson de la pericia técnica necesaria para lle-
porque Voltaire había sido tío-abuelo de la madre de Teilhard. var a cabo el fraude. Sugirió que el motivo que llevó a Sollas a eso era
Teilhard es muy reverenciado por sus admiradores, pero tiene mu- su «amarga enemistad» contra Smith Woodward, y se refiere a unos
chos críticos. Uno de ellos es C. S. Lewis, que escribió a un amigo pocos incidentes que ilustran esto. Uno de ellos fue el incidente del
diciendo: «hueso de Sherborne», en el que dos muchachos de la escuela de Sher-
borne había hallado un hueso parcialmente fosilizado con la cabeza de
¿Has leído este libro del jesuita de Chardin (El fenómeno humano), un caballo grabado en él. Fue enviado a Woodward en 1912, que lo
que está siendo alabado hasta las nubes? Es evolucionismo alocado. consideró genuino. En 1924, Sollas afirmó que había sido un fraude de
Salva la «Continuidad» diciendo que antes de que hubiera vida había los muchachos, tratando así de desacreditar a Woodward.
en la materia lo que él llama «pre-vida». ¿Puedes ver alguna posible Douglas consideró que cuado Sollas vio cuántos expertos acepta-
utilidad en este tipo de lenguaje? Antes de que encendieras la luz en el ban los fósiles de Piltdown como genuinos, se decidió a no denunciar
sótano había (si quieres llamarlo así) «pre-luz»; pero a esto, en in- el fraude. La situación quedó así hasta que fue descubierto en 1953.
glés, se le llama «oscuridad». Entonces pasa al futuro, y me parece
oír a Bergson (sin su elocuencia) y a Shaw (sin el ingenio). ¡Natural- He examinado el informe del doctor Halstead sobre la cinta graba-
mente, termina en algo incómodamente parecido al panteísmo! Sus da de Douglas, aparecido en Nature (2 de noviembre de 1978, vol. 276,
propios superiores jesuitas estaban en lo cierto al prohibirle publicar p. 11 ), varios reportajes en diarios y sus columnas de «Cartas al direc-
ningún otro libro sobre este tema. Es probable que sea esta prohibi- tor>>. Estoy convencido de que la afirmación de que el fraude fuera lle-
ción la causa del succes fou que está teniendo entre los científicos ... vado a cabo por parte de Sollas debido simplemente a su «amarga
enemistad» contra Woodward es totalmente inaceptable.
CONCLUSION La objeción más evidente es que Sollas hubiera sido verdaderamen-
te muy necio si hubiera cometido la falsificación con la intención de
denunciarlo después, porque hubiera dado origen a la búsqueda para
Mantengo que, en base de las evidencias dadas más arriba, se ha hallar al culpable. La búsqueda hubiera señalado inevitablemente a
establecido de una forma adecuada que Dawson fue inocente de com- Sollas y habría resultado en su desgracia. Además, cuando se hallaron
plicidad algu)la en el fraude, y que la persona responsable de plantar los fósiles de Piltdown parece haberlos aceptado tan poco críticamente
los fósiles falsificados en el foso en Piltdown fue Teilhard de Char- como la mayor parte de los otros «expertos». Difícilmente hubiera ac-
din S. J.
tuado así si hubiera sido su intención la de denunciarlos más tarde
como fraudulentos.
Hay muchas otras objeciones a las afirmaciones del profesor Dou-
Más evidencias glas. El complot se extendió a lo largo de varios años, e involucró la
utilización de técnicas de un grado muy refinado, como se reconoció
Al escribir la primera edición de este libro, tenía la certeza de que en el informe del Museo Británico de 1953. Además, como veremos, es-
Teilhard no era la única persona involucrada, pero tenía muy pocas taban implicados varios expertos. Cuando Woodward dio su primer
evidencias para confirmar mis sospechas. No obstante, unas informa- artículo en diciembre de 1912, había recogido ya suficientes artículos
ciones adicionales salieron posteriormente a la luz debido a un inciden- falsos para poder haber sido ridiculizado. Pero se siguieron hallando
te que consideraremos ahora.
muchos más artículos hasta una fecha tan tardía como 1915. La afir-
mación de que Sollas no denunció el fraude debido a su recepción an-
tusiasta por parte de muchos expertos no está apoyada por los hechos,
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ya que es evidente que hubiera cesado la plantación de artículos trau- Con respecto al fósil de Sherborne, se dice que Sollas sabía que se
dulentos.
trataba de un fraude en 1912, pero que no lo denunció hasta 1924.
Tan pronto corno queda negada la opinión del profesor Douglas acer- R. A. H. Farrar, en una carta en el Daily Telegraph el 7 de noviembre
ca de los motivos de Sollas, se hacen evidentes otras clarísimas inexac- de 1978, sin embargo, da evidencia que indica la genuinidad del fósil.
titudes.
Habiendo leído la correspondencia, me inclino a considerar que el fó-
(a) La amistad de Dawson sil es genuino. Un aspecto extraño es que Bayzand, el ayudante de
Sollas, afirmó que muchos de los muchachos de la escuela sabían que
Douglas tiene que haber sabido que Woodward había sido un amigo se trataba de un fraude. Pero varios años más tarde, uno de sus dos
personal de Dawson por treinta años, y que le ayudó a llegar a una descubridores seguía manteniendo que había hecho un descubrimien-
posición honrosa. La afirmación de que Dawson hubiera podido ser in- to genuino. Esto no sólo arroja dudas sobre la confiabilidad de
ducido a ayudar en la ridiculización de su amigo no es solamente ina- Bayzand, sino sobre su integridad. Hay un misterio incluso en este pe-
ceptable sino también positivamente engañosa. queño extraño incidente. Creo que es posible que Sollas, que fue pro-
(b) Dawson exculpado bablemente uno de los autores del fraude, afirmaba que el fósil de
Sherborne era un fraude con un propósito doble. En primer lugar, se
Después de los descubrimientos de Dawson en junio de 1912, unas libró de este «extraño» fósil, porque un hueso semi-fosilizado con un
pocas personalidades locales creyeron que Dawson pudiera haber aña- grabado de una cabeza de caballo parece evidenciar que el hombre
dido unos cuantos fósiles al cráneo (genuino) que había descubierto. poseía cultura en una época mucho más anterior a la que la mayor
No fue sino hasta 1955 que el doctor Weiner -en su libro The Pilt- parte de los expertos están dispuestos a aceptar. En segundo lugar,
down Forgery- hizo la primera afirmación de que Dawson había falsi- desacreditaba a Woodward, de manera que si incluso se llegaba a des-
ficado algunos de sus descubrimientos arqueológicos. Así, no había ni cubrir el fraude de Piltdown, se podría hacer referencia a esto, a fin
la más mínima indicación de que Dawson fuera un falsificador antes de desviar la atención, alejándola de los verdaderos culpables.
de 1912. Pero a pesar de todo esto, Douglas sugiere blandamente: En base de todo esto, mantengo que el relato del profesor Douglas
El (Dawson) era, naturalmente, una persona de la que se sabía que es muy impreciso y sumamente engañoso. Esto puede deberse a la
había cometido muchos fraudes ... mala memoria de la ancianidad. Pero es posible que hayan otras razo-
nes, porque él:
e incluso que:
... puede habérsele ocurrido a Dawson que hacer caer en el ridículo a) acusa a Dawson sin justificación alguna,
b) afirma que Sollas era el único experto en el fraude, y
a una persona de la posición de Sir Arthur Smith Woodward sería e) provee un motivo para el fraude que tiene todas las señales de
muy difícil y que si le salía bien la cosa sería, por así decirlo, la haber sido inventado en base de incidentes muy poco importantes.
coronación de sus muchos fraudes.

Es evidente que Douglas trataba de acusar a Dawson sobre unas Sugeriría yo que las explicaciones del profesor Douglas solamente
bases que quedan claramente refutadas por la evidencia. oscurecen el asunto y que desvían la atención de las cuestiones vitales
en cuanto a la identidad y los motivos de los que perpretaran el fraude.
(e) La enemistad de Sollas
Se afirma que Sollas tenía una «amarga enemistad» contra Wood-
ward y se afirma que eran «enemigos enconados». ¡Pero Douglas afir- CONSIDERACIONES ADICIONALES
ma que no está seguro de si Woodward sentía también animosidad ha-
cia Sollas, o de si Dawson estaba consciente de la enemistad entre Los ladrillos romanos «falsificados» por Dawson
ambos! En realidad, Woodward acudió a Sollas para que le facilitara
un asistente, y escribió un obituario de Sollas para la Royal Society. Se me hizo evidente durante la investigación para este libro que
Además, algunos años después de los descubrimientos, Sollas felicitó se han efectuado varios esfuerzos para arrojar fango sobre la integri-
a Woodward por su reconstrucción del cráneo «que había conseguido dad de Dawson y para liberar a Teilhard de toda sombra de sospecha.
con un gran éxito». Todo esto difícilmente sirve de apoyo a la preten- Un ejemplo clásico de esto es los ensayos de datación mediante termo-
sión del profesor Douglas de que la enemistad entre ellos constituyera luminiscencia llevados a cabo en 1973 en algunas baldosas romanas
el motivo impulsor del complot de Piltdown. procedentes de Pevensey, ya que una de ellas había sido descubierta
50 51
por Dawson eraño 1902. Estos ensayos fueron publicados por el doctor No creo que este ensayo particular, por sí mismo, sea concluyente ni
Peacock en Antiquity (junio, 1973). en un sentido ni en el otro. Se tiene que esperar a que se efectúen
El ensayo de termoluminiscencia es un método sofisticado para pruebas adicionales.
tratar de determinar la edad de un trozo de barro cocido o de cerámica Aparte de otras cosas que hiciera, Dawson era un coleccionista ávido.
subiendo su temperatura y midiendo la energía luminosa liberada. No pudo haber falsificado todo lo que halló ...
Estas baldosas romanas llevaban inscripciones que las databan de Y llega a la conclusión de que:
alrededor del400 a.C., y solamente dos trozos (de posiblemente cuatro)
fueron localizados, uno de ellos en manos del Museo Británico, y otro Uno no quiere ser poco caritativo, pero si el doctor Peacock cree que
en manos del Museo de Lewes. se tienen que reexaminar todos los hallazgos de Dawson, entonces le
El ensayo del ladrillo del Museo Británico fue llevado a cabo en la toca a él sentarse y empezar a hacerlo.
Universidad de Oxford y dio un primer resultado de no más de 360 años
de antigüedad. No obstante, un segundo ensayo «especial» redujo esta Este mismo artículo da los comentarios de una mujer «funciona-
cifra a una fecha de horneado entre 1900-1940 d.C. Ensayos similares rio» del departamento de Antropología del Museo Británico cuyo nom-
efectuados por el Museo Británico dieron edades de 70 y 85 años para bre, por la razón que sea, no se revela. En la condena que hace de la
los dos ensayos. El informe menciona que el ladrillo de Lewes «demos- falta de integridad de Dawson, menciona: ¡«Hemos sabido por un cier-
tró también ser moderno», pero sin dar ninguna cifra. El autor del in- to tiempo que los ladrillos romanos descubiertos por Dawson no eran
forme, el doctor Peacock, afirma que los ladrillos son fraudes. Dice: más antiguos que de principios de este siglo.»!
«En mi opinión, está maduro el tiempo para llevar a cabo una inves- Aquí tenemos ciertamente un asunto bien extraño. El departamen-
tigación exhaustiva de los numerosos y a menudo extraños descubri- to de Antropología ha sabido por un cierto tiempo que los ladrillos
mientos de Dawson». eran falsificados (¿antes de que se hicieran los ensayos?), en tanto que
¿Son confiables estos ensayos? Parece que no. Al describir el méto- el departamento Británico-Romano sigue considerando que pudieran
do, la Enciclopedia Británica hace el comentario muy perjudicial de ser genuinos. Parece que el departamento de Antropología tenga inte-
que «la esperanza, más bien que los resultados, caracteriza principal- reses en demostrar la culpabilidad de Dawson incluso en áreas distin-
mente la posición de la datación mediante termoluminiscencia en nues- tas de las que les son propias.
tro tiempo» (1980) y que el método «da unos resultados algo variados». Tan sólo imaginemos lo que Dawson hubiera tenido que hacer si
En los ensayos sobre los ladrillos, el informe admite que sería ne- realmente hubiera sido culpable. La falsificación de estos ladrillos hu-
cesario aplicar calor para endurecer la cola de madera utilizada para biera involucrado recoger arcilla del mismo tipo que la clase de la que
unir las piezas del especimen de Lewes, pero duda de si la temperatura se hicieron los ladrillos de Pevensey, la fabricación de un sello en re-
llegó a los 350 oc, que destruiría su termoluminiscencia. ¿No hubieran lieve con unas letras romanas de apariencia auténtica, el horneado se-
podido ser calentados estos especímenes ya bien durante los ensayos creto de los ladrillos en un horno de cerámica, su rotura y su planta-
o accidentalmente durante su vida? Tal calentamiento haría que verda- ción en un tiempo y en una posición que no suscitara las sospechas
deramente parecieran muy recientes. Al leer este informe tuve el mis- entre los excavadores. Se supone que hizo todo esto sin suscitar la más
mo sentimiento de lo inadecuado que era que tuve al leer los ensayos mínima sospecha y sin dejar ninguna evidencia del equipo utilizado. Así,
sobre yeso llevados a cabo sobre los fósiles de Piltdown (p. 24 ). En am- se espera que creamos que Dawson era un soberbio falsificador, capaz
bos casos, los ensayos fueron instigados por el Museo Británico. En de engañar a los expertos no solamente en el campo de la antropolo-
cada caso se ejecutaron sofisticados ensayos «especiales». En ambos logía, ¡sino también en el de artefactos romanos! Una proposición tal
casos se estaba violentando la evidencia para hacerla concordar con un es ciertamente increíble. Sostengo que no existen evidencias adecuadas
resultado preconcebido. acerca de que Dawson falsificara estos ladrillos ni de que estuviera en
El señor K. Painter, Conservador Ayudante del Departamente de absoluto involucrado en el montaje del fraude de Piltdown. Ciertamen-
Antigüedades Prehistóricas y Británico-Romanas, expresó dudas acer- te, considero que estos ensayos son un esfuerzo descarado por parte de
ca de la validez de estos ensayos. La posición que detenta le da una las autoridades del Museo de desacreditar a Dawson por todos los me-
adecuada calificación para hablar acerca de la confiabilidad de estos en- dios posibles, a fin de desviar la atención de la propia quebrantada re-
sayos. En un artículo en The Guardian el S de junio de 1973, dijo que putación de ellos después de la debacle de Piltdown. Que se haya re-
el ensayo arroja dudas acerca del ladrillo. Pero añade: currido a unos ensayos tan poco satisfactorios simplemente desacredita
aún más la reputación de ellos.
A menudo, cuando se está defendiendo a los expertos, se relaciona
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el nombre de Teilhard con el de ellos. Esta relación aparece de nuevo
en el informe acerca de los ensayos sobre los ladrillos. Este informe dad». Mucho es lo que podría escribirse como crítica de este artículo,
menciona, más bien sin ninguna verdadera necesidad, que: pero una muestra es cómo trata el trabajo de Teilhard en China, donde,
dice él, llevó a cabo una «distinguida investigación en geología y paleon-
Se ha sugerido que Teilhard de Chardin fue el autor del fraude de tología». No se hace ninguna mención de la parte de Teilhard en el
Piltdown, pero ya que no conoció a Dawson hasta 1908, no pudiera <<descubrimiento» del hombre de Pekín. ¿Acaso no le interesaba a Gould
haber tenido parte alguna en el fraude de Pevensey, lo cual arroja asociar demasiado estrechamente el nombre de Teilhard con este fósil,
su peso en contra de esto hasta cierto punto. que describe Gould en su primer artículo como <<auténtico»? Sin em-
bargo, y sorprendentemente, ¡hay una gran fotografía de Teilhard exa-
La «inocencia» de Teilhard minando el cráneo fosilizado del hombre de Pekín!
Se podrían citar varios otros ejemplos de la forma en que se exo-
Estoy seguro de que Teilhard de Chardin fue el autor del fraude y el nera a Teilhard, pero un ejemplo más será suficiente. En el Editorial
enlace con el foso de Piltdown. Puede haber preparado por sí mismo de Antiquity de diciembre de 1972 (p. 263), se cita una carta escrita
las falsas evidencias porque, como sabemos, estaba experimentando por Teilhard el 6 de agosto de 1913, en la que se refiere a una visita
con la rápida tinción de los huesos en las aguas ferruginosas del Weald de cuarenta y ocho horas a Dawson. El Editorial señala asimismo que
(p. 28). Estoy seguro de que hubo acuerdo entre Teilhard y otros. Como los compiladores de la colección de cartas* de la que se sacó esta cita
hemos visto, Teilhard supo del hallazgo, por parte de Dawson, del crá- dicen; en un pie de página: <<En aquel tiempo, Teilhard no tuvo parte en
neo de Piltdown ya en época tan temprana como 1909. los descubrimientos de Dawson, en quien confiaba» (¡! ). No obstante,
El profesor Oakley trata de limpiar el nombre de Teilhard (carta, el examen del pie de página íntegro de la publicación original está pre-
The Times, 7 de noviembre, 1978), porque sugiere que él puede ha- cedido por las palabras <<Ver más arriba, cartas 94 y 97». Si nos diri-
berle dado el diente del planifrons de Ichkeul a Dawson. No obstante, gimos a éstas, hallamos que la primera, escrita el 26 de abril de 1912,
Dawson no hubiera sido tan necio como para depositarla en el foso. menciona una visita que recibió de su amigo geólogo, Dawson, en tan-
Teilhard la hubiera reconocido de cierto, y se habría acabado el juego. to que la segunda, escrita el 3 de junio de 1912, describe su visita a
¡Además, el profesor Oakley parece olvidarse de que fue Teilhard mis- Piltdown cuando llevó a cabo varias horas de excavaciones con Daw-
mo el que «descubrió» el diente el primer día en que empezaron las son y Woodward. Sabiendo esto, ¿cómo podían pretender los compila-
excavaciones! (p. 5).
dores que Teilhard <<no tuvo parte en los descubrimientos de Dawson>>
Stephen Jay Gould, de la Universidad de Harvard, ha escrito también y dar esta afirmación como un pie de página de una carta de fecha tan
dos artículos acerca de la implicación de Teilhard. El primero se pu- tardía como la del 6 de agosto de 1913, más de un año después que hu-
blicó en New Scientist (5 de abril de 1979, vol. 82, n. 1149). Es este biera empezado a excavar en aquella localidad? Además, ¿por qué no
artículo, que contiene muchas inexactitudes, adelanta la inusitada idea se preocupó el editor de Antiquity en volverse a las otras cartas refe-
de que fue todo una broma pesada de Dawson y Teilhard para engañar ridas, antes de citar el resto de su nota de pie de página? Si lo hubie-
a los expertos; una broma que fue demasiado lejos. Se dice que se ra hecho, se hubiera dado cuenta de que el comentario de ellos estaba
<<dejó a Teilhard de lado como un joven incauto e inconsciente», pero totalmente injustificado, como también su cálida aprobación de sus
Gould le presenta como un <<estudiante enamorado de la broma». ¡Esta puntos de vista.
descripcióñ difícilmente cuadra a un hombre de veintisiete años de
edad que había sido instruido en un estricto seminario jesuita, y que Doy esto tan sólo como un pequeño ejemplo de cómo los lectores
había pasado mucho tiempo en el extranjero, incluyendo una posición de revistas incluso prestigiosas están bastante a oscuras de cómo se han
docente en la Universidad de El Cairo! manipulado sus puntos de vista, simplemente por la forma en que se ha
El segundo artículo apareció en Natural History Magazine (agosto presentado la evidencia.
de 1980). Gould dice aquí que dos cartas evasivas de Teilhard a Oakley Con respecto a estos ejemplos, tengo que decir que los muchos y de-
(ver p. 20) le implican claramente con Dawson. Y a pesar de todo otra nodados esfuerzos que han llevado a cabo un número de eminentes per-
vez se despacha este asunto como una broma que fue demasiado lejos. sonas para proteger el nombre de Teilhard de Chardin de cualquier
Gould imagina que Teilhard <<lloraba interiormente al ver cómo Smith acusación seria de fraude malicioso constituye uno de los aspectos más
Woodward e incluso el mismo Boule hacían el ridículo -aquellos mis- notables del complot de Piltdown y su denuncia.
mos hombres que le habían ofrecido su amistad y que le habían ense-
ñado». No obstante, los colegas de Gould consideraban que Teilhard es- * Lettres de Hastings et de Paris 1908-1914. Edition Montaigne Aubier, Impasse de
condía <<pasión, misterio y buen humor debajo de una cubierta de pie- Quai de Con ti, París IV. Comentado por Auguste Demoment y Henri de. Lubac.

54
SS
¿Algunos otros «auxiliares»?
cas, y que no llegó a conocer la existencia de Piltdown hasta «unos
meses más tarde». El punto interesante es que los principales des-
Aunque Teilhard fue evidentemente el principal falsificador que de- cubrimientos fueron hechos en junio de 1912 y que no fueron anun-
positó los fósiles fraudulentos en la localidad, es evidente que había ciados hasta diciembre de 1912. Pero tan pronto como noviembre,
recibido consejo y ayuda de algunos expertos altamente cualificados de Smith escribió a un colega diciendo que quería comparar la repro-
su día. Es probable que el mismo Sollas se hallara entre ellos. En la ducción en yeso del cráneo de Piltdown con el de La Quina. Es evi-
página 16 menciono yo que Grafton Elliot Smith y Davidson Black, su dente que estaba enterado de los hallazgos de Piltdown mucho an-
alumno, visitaron la localidad en 1914, en cuya ocasión Black halló tes de que fueran anunciados en diciembre, probablemente estan-
parte de un molar de rinoceronte. En 1915, en la localidad de Pilt- do total y puntualmente informado por Teilhard.
down 11, un «amigo» no mencionado halló otra parte de un diente de e) Visitó Piltdown por lo menos en ~na ocasión, acompañado de
rinoceronte «tan mineralizado como los especímenes hallados en el su alumno, Davidson Black, teniendo este último la fortuna de ha-
mismo Piltdown» (p. 23). Quisiera sugerir que trata de partes del mis- llar el diente fraudulento de rinoceronte.
mo diente o colección de dientes, y que existe la posibilidad de que
fuera Black el «amigo» no mencionado que plantara el fragmento en
Piltdown 11 para fabricar una relación entre esta localidad y Piltdown I. Se debe admitir que esta evidencia está muy lejos de ser adecuada.
De cierto, pudiera haber tenido alguna parte en la plantación de todos No obstante, parece que, al menos, Smith estaba bien consciente del
los fósiles en Pil tdown II. fraude que se estaba perpetrando en Piltdown, y bien hubiera podido
ser el instigador. Se considerarán más tarde sus motivos para actuar
GRAFTON ELLIOT SMITH de esta manera.
Uno de los caracteres más intrigantes en todo el drama es el de Smith tenía un número de alumnos que llegarían a ser muy eminen-
Elliot Smith. Tenía relaciones muy estrechas con todos los caracteres tes en el campo de la paleoantropología. Como veremos, Black fue a
principales, pero por lo que he podido descubrir, nunca parece haber China y allí descubrió al famoso «hombre de Pekín». Smith visitó esta
estado directamente implicado en los trabajos en Piltdown ni en los de localidad y escribió más tarde un entusiasta reportaje sobre los traba-
Pekín. Millar (p. 234) considera que él fue el principal culpable en Pilt- jos allí efectuados. Otros dos alumnos fueron Dart, que descubrió dos
down, pero admite que no tiene ninguna evidencia para apoyar su afir- Australopitecos en Sudáfrica, y Oakley, que desarrolló la prueba de la
mación. Aunque, como Millar, no tengo evidencias de su implicación fluorina que se utilizó para demostrar que varios fósiles de Horno sa-
directa, hay unos ciertos hechos que parecen sugerir que sí tuvo una piens no eran auténticos.
cierta relación con los varios «descubrimientos». Estos son: En su día se consideraba que Smith era uno de los principales ex-
pertos acerca de la evolución humana. Pero, ¿qué tenía de buen cien-
a) Estuvo trabajando en El Cairo durante el preciso período de la tífico? Incluso en el Simposio de la Sociedad Zoológica celebrado en
estancia de Teilhard. No tengo evidencias de que se llegaran a co- su memoria en 1973 se admitió que muchos de sus puntos de vista acer-
nocer, pero como ambos se encontraban en el campo de la ciencia, ca de la evolución humana resultaron más tarde equivocados.
de la educación y de la investigación, y como ambos estaban muy
implicados en descubrimientos geológicos, es casi cierto que llega- La red de la sospecha se agranda
ran a encontrarse para compartir sus mutuos intereses. Incidental- Cuando se denunciaron los fósiles de Piltdown como un fraude en
mente, Millar excusa a Smith, porque dice que estaba en una «po- 1953, la atención se centró inevitablemente sobre los tres hombres que
sición oscura en El Cairo» para la época de los «plantes» en Pilt- llevaron a cabo las investigaciones originales en 1912: Dawson, Wood-
down. No obstante, esto es incorrecto, porque fue durante este pe- ward y Teilhard. Aunque se creía que Dawson puede haber tenido al-
ríodo que Dawson estaba hallando los fragmentos genuinos del guna ayuda experta, nunca se mencionaron nombres de personalidades
cráneo. El material fraudulento apareció después de conocer a específicas. Cuando se volvió a suscitar interés en el tema de Piltdown
Teilhard en 1909. Teilhard, de hecho, había visitado Ichkeul, donde en noviembre de 1978 debido a la acusación del profesor Douglas, sin
recogió el diente de Planifrons, de camino para Inglaterra. embargo, tuvieron lugar unas revelaciones adicionales ¡que verdadera-
b) En el ejemplar de Nature correspondiente al 2 de octubre de mente «hicieron saltar la liebre»!
1913, Smith se vanagloriaba de que predijo en su conferencia ante
la British Association en septiembre de 1912 que una etapa en el
desarrollo del hombre sería un cráneo con características simies-
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pero es un hecho bien conocido entre el personal del Museo Britá-
La -implicación del Museo Británico en el fraude nico que un grupo de hombres jóvenes en el Museo, jóvenes científi-
cos, alrededor de los años 1910-1911 también tenían intensa animad-
Los esfuerzos del profesor Douglas en acusar a Dawson y a Sollas versión contra Smith Woodward. Sabían que su ambición en la vida
estaban basados en una evidencia extremadamente débil. No obstante, era hallar el eslabón perdido, y se halló el eslabón perdido.
la publicación de su acusación generó una gran controversia, y como
resultado de ello una gran cantidad de información salió a la luz públi- y
ca. Con mucho, la afirmación más sorprendente fue la contenida en una
carta del doctor L. B. Halstead al The Times el 25 de noviembre de 1978. ... las sospechas señalan poderosamente a Dawson, Charles Dawson,
El doctor Halstead posee la grabación en cinta de Douglas y conoce el procurador local, que era conocido como responsable del fraude
.bien a muchos de los actuales miembros del Museo de Historia Natu- de Sussex. Y las sospechas siempre le señalan a él. Todos decían, «ah,
ral (de Londres). Decía él en su carta: éste es el hombre». Ahora bien, esto es muy conveniente, debido a
que desvía la atención de Oxford, por una parte, y del Museo de Histo-
ria Natural, por la otra, y ahora, 25 años más tarde, tenemos algo de
Hay evidencia de que la mandíbula inferior del orangután medieval evidencia, y creo yo que muy buenas, señalando poderosamente que
que constituyó la mandíbula de Piltdown provenía del mismo Museo el profesor Sollas fue probablemente el instigador, y que en todo caso
de Historia Natural y que fue facilitada por el doctor M. A. C. Hinton estuvo muy profundamente implicado. Sabemos que hay evidencias
(un antiguo Conservador de Zoología). Verdaderamente, según el mis- de que hubo gente en el Museo de Historia Natural que estuvo tam-
mo Hinton, el fraude del hombre de Piltdown fue inicialmente planea- bién implicada; es muy difícil de hacer a esto la vista gorda, pero
do y ejecutado dentro del Museo. sabemos que la evidencia existe.
El marco corrientemente aceptado parece ser el de una conspira-
ción extensa involucrando a Hinton, a unos cuantos otros colegas en el
Museo, con Teilhard de Chardin contribuyendo un diente de un ele- Dijo también que era <<bien evidente» que la mandíbula venía del
fante tunecino y el diente canino «ausente». La capacidad experta in- Museo, muy probablemente de ciertas personas en el Departamento de
volucrada en la amplia extensión de los fraudes de Piltdown sigue Zoología, donde existía una caja de material de orangutanes no regis-
ciertamente señalando a Sollas. trado.
En tanto que tales revelaciones puedan causar revuelo entre mu-
El doctor Halstead confirmaba esta acusación en una carta publi- chas personas, yo siempre he creído que los expertos del Museo podían
cada en Nature el 22 de febrero de 1979, en la que dice: haber sido, por lo menos, <<partes después del hecho». Esto tiene su
apoyo por la forma en que los huesos originales fueron rápidamente
Mi carta mencionaba también que el doctor M. A. C. Hinton había retirados, para que L. S. B. Leakey no pudiera examinarlos (p. 33). En
afirmado que el fraude había sido planeado inicialmente y ejecutado verdad, el doctor Halstead dijo en su emisión:
dentro del Museo de Historia Natural ... Se acepta, por parte de los
que conocían bien a Hinton, que tiene que haber estado implicado en Y en el Museo Británico estaba como escondido. Había un gran se-
la promulgación del fraude, e incluso se afirma que había «confesado creto rodeándolo; no se le permitía a los expertos que lo examinaran
virtualmente» este extremo antes de su muerte. de verdad, así que se trataba evidentemente de algo muy extraño ...
[Es interesante que Halstead mencione también en su carta que «de- ¡De todo esto parece evidente que el hecho de que el hombre de
safortunadamente el corto párrafo refiriéndose a la posible implicación Piltdown era un fraude se conocía al más alto nivel, y desde el mismo
de Hinton fue suprimido» de su artículo original en Nature acerca de principio! Que los expertos del Museo, o algunos de ellos, fueran real-
la grabación magnetofónica de Douglas. ¿Por qué se suprimió esta re- mente cómplices en el fraude solamente agranda la red de la intriga
veladora afirmación? ¿Fue acaso un intento de suprimir la evidencia algo más. Es probable que algunos miembros del personal del Museo
de la implicación del Museo Britámco en el complot? ¿Acaso no te- pudieran revelar mucho más, pero que estén impedidos de hacerlo al
nemos derecho a conocer los hechos?] haber firmado la Ley de Secretos Oficiales.
¡Aquí tenemos a miembros del Museo Británico de Historia Natural La afirmación de Hinton de que el fraude fue <<planeado y ejecutado
señalados como los instigadores del fraude! Además, en una retransmi- dentro del Museo» hace que el relato de Weiner en su libro sea muy
sión del Servicio Exterior de la BBC del 14 de noviembre de 1978, de- irreal. Weiner (como Sollas, un profesor en Oxford) parece no haber-
cía el doctor Halstead:
se enterado nunca en ninguna etapa de los rumores de que los fósiles
Hay otras personas implicadas además de Sollas y que son miembros de Piltdown fueran fraudulentos. Sin embargo, dice que se dio cuenta
del Museo de Historia Natural, y que son muy difíciles de determinar, independientemente, con <<gran asombro», de que se trataba de una

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posibilidad. A fin de comprobar si era cierto o no, se dirigió al Museo win. En verdad, muchos escritores admiten que el hombre de Piltdown
de Historia Natural, ¡el mismísimo lugar donde es concibió el fraude fue aceptado de una manera entusiasta debido a que, como afirmaran
originalmente. Elliot Smith y Sollas, « ... era una combinación que había sido antici-
En sus revelaciones, Halstead señaló una conexión muy interesan- pada durante largo tiempo». En su libro, Weiner medita acerca de si
te, porque comentó acerca del « ... enlace entre Oxford y el Museo Bri- «hubiera podido haber un deseo loco de dar un empuje a la doctrina de
tánico en el fraude y en su denuncia». la evolución humana proveyendo el "necesario eslabón perdido"» (36,
p. 118).
Sugiero que esto hubiera constituido un motivo suficiente para que
una o más personas dieran un «empujón» a la evidencia que tardaba
El motivo tanto en salir. Además, sugiero que éste es el único motivo que cuadra
con los hechos. Se puede ver la confirmación de esto en las actividades
Consideraremos ahora la cuestión sumamente importante del mo- de Teilhard, Black y Elliot Smith en la posterior «producción» del
tivo de aquellos que perpetraron el fraude. Como es evidente, siempre «hombre» de Pekín y en la implicación de Teilhard en los hallazgos
he abrigado sospechas acerca de la parte que jugaron las autoridades posteriores de Java.
del Museo, y la afirmación de Hinton simplemente confirma esto. Con- No estoy afirmando necesariamente que algunos de estos otros «es-
sidero que varios expertos estuvieron implicados en diferentes grados labones perdidos» hayan sido fabricados deliberadamente de la forma
en la ejecución del fraude. en que lo fueron los fósiles de Piltdown. Pero, por lo menos, parece que
¿Cuál pudo haber sido el motivo de ellos? los expertos se engañan a sí mismos en cuanto a la interpretación que
Generalmente, se despacha como simplemente un intento de ridicu- hacen de sus descubrimientos. No puedo decir dónde este autoengaño
lizar, por parte de una o dos personas que estaban enemistadas con cruza el límite del engaño deliberado al público, sino que simplemente
él, a Sir Arthur Smith Woodward. Sin embargo, no se puede mantener dejo a mis lectores que lleguen a su propio juicio al pesar la evidencia
seriamente esta acusación. Como ya hemos señalado, se siguió plantan- presentada en este libro.
do un material muy habilidosamente falsificado a lo largo de varios
años. Esto era mucho más de lo necesario para ridiculizar a Wood-
ward, quien ciertamente no sufrió durante su vida a causa del fraude.
No obstante, la objeción más seria es el supuesto objetivo de revelar
el hecho de que era todo un fraude. Se espera de nosotros que acep-
temos la idea de que una o más personas (ya bien se tratara de perso-
nalidades con posiciones muy elevadas, con reputaciones que mante-
ner, o de estudiantes jóvenes, con carreras a considerar) prestarían su
ayuda, o serían cómplices o encubridores, en un fraude que más tarde
sería revelado en el momento más apropiado.
Es bien evidente que si el fraude fuera trazado hasta su origen, ha-
ría mucha más daño a la reputación de los falsificadores que a la de la
pretendida víctima. Por ello, estoy convencido de que no había inten-
ción alguna de revelar el fraude en ningún momento.
¿Qué otro posible motivo pudiera haber?
Para descubrir la respuesta tenemos que considerar la situación en
el campo de la antropología en 1910. Darwin había predicho un eslabón
entre el hombre y los simios en su Origen de las especies hacía ya más
de cincuenta años. Los únicos fósiles para apoyar esta teoría eran los
descubiertos, unos treinta años después, del hombre de Java, y que
eran ardientemente disputados, compuestos de una cubierta craneana
de un gibón gigante y de un fémur humano. No se había descubierto
nada durante veinte años antes de los «descubrimientos» de Piltdown.
Esta carencia de evidencias convincentes sería evidentemente exas-
perante para aquellos que apoyaban fanáticamente la teoría de Dar-
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APENDICE 1

EL COMPLOT DE PILTDOWN
Un fraude que creció

Por R. Essex, M. Se.


(Artículo que apareció en el Kent and Sussex Journal,
julio-septiembre 1955, vol. 2, no. 4, p. 94-95.
Reproducido por gentileza de Whitehorn Press Ltd.)
Defensa de Charles Dawson, el procurador y geólogo de Uckfield.
El primer relato de primera mano de algunos sucesos de los años 1912
al 1915. El señor Essex es el único científico que queda que estuviera
en Uckfield en contacto diario con Charles Dawson durante los impor-
tantes ·años de 1912 a 1915. Vio y recuerda muchas cosas que recientes
investigadores del misterio de Piltdown parecen haber pasado por alto.
Han aparecido ya dos libros acerca del problema de Piltdown. El
primero es The Piltdown Forgery, de J. S. Weiner (Oxford University
Press ), y empieza siguiendo el rastro de los pasos que hicieron posible
a un grupo de científicos mostrar que la mandíbula inferior de Pilt-
down era de un simio moderno, y después trata de los pasos que lleva-
ron a la afirmación de que todos los hallazgos de Piltdown fueron plan-
tados y, en tercer lugar, da los resultados de la conversación del doctor
Weiner con una cantidad de personas que vivían en la vecindad de Pilt-
down. Como resultado de todo ello, se dirigen las sospechas en direc-
ción de Charles Dawson.
El segundo libro es por Francis Vere, de Piltdown, The Piltdow11
Fantasy (Cassell), en el que el autor examina de manera crítica toda
la evidencia, incluyendo evidencias que el doctor Weiner no consideró.
Llega a las conclusiones, primero, de que el fraude hubiera teqido una
existencia más breve si Smith Woodward no hubiera sido tan posesivo
y si hubiera permitido a otros científicos examinar la mandíbula misma
en lugar de dejar solamente que examinaran una copia de escayola de
la misma; segundo, que no todos los hallazgos de Piltdown habían sido
plantados, debido a que los primeros hallazgos, los fragmentos de crá-
neo, se descubrieron incorporados en la grava, y habían tenido que ser
sacados con un pico. En tercer lugar, que si todos los hallazgos hubie-
ran sido plantados, se podría ignorar el ensayo de fluorina ya que éste
solamente se aplica al caso de especímenes que provienen del mismo
depósito, y en cuarto lugar, llega a la conclusión de que los viajes del
doctor Weiner por Sussex tuvieron como resultado la colección de mu-
chos rumores acerca de Charles Dawson que no pueden resistir un
examen crítico.
Habiendo estado en contacto prácticamente diario con Charles Daw-
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cuando nos encontramos con Robert Kenward, hijo del dueño de la
son durante los importantes años de 1912 a 1915, el autor de esta líneas granja en la que estaba la hoya de grava de Piltdown. Nos preguntó si
vio muchas cosas que los que han estado investigando recientemente habíamos visto a «X» (nombrando al dueño de la bolsa). Parece que
el fraude han dejado a un lado. «X» estaba buscando distraídamente algo que había perdido y no le que-
En primer lugar, otra mandíbula inferior no mencionada por el ría decir a Robert de qué se trataba.
doctor Weiner vino de Piltdown y era mucho más humana que la man- La tercera pista es ésta: Estaba yo de pie fuera del estudio de Daw-
díbula del simio y, por ello mucho más probable que perteneciera a son hablando con él y con John Montgomery, el director de la Escuela
los restos del cráneo de Piltdown que son reconocidamente humanos. Uckfield Grammar, que era él mismo un miembro de la Sociedad Ar-
Vi y toqué la mandíbula y conozco de quién era la bolsa en la que llegó queológica local, y un poco aparte había otros dos o tres hablando.
al estudio de Dawson. También el señor H. H. Wakefield, que era en- Cuando Charles Dawson dijo que no había visto nunca nada parecido
tonces un secretario de Dawson, vio la mandíbula y ha dado evidencia al «mazo de dieciséis pulgadas» hallado en Piltdown, Montmogery le
escrita de haberla visto. Dawson nunca la vio, y es probable que el pro- contó que había visto uno en la Dordogne. Montgomery me contó exac-
pietario nunca supiera hasta 1953 que nadie más que él la había visto. tamente cómo lo vio, pero el hecho es que tan pronto como Dawson
Sucedió de esta manera. Yo era instructor de ciencia en la Escuela oyó «Dordogne», los ojos de Dawson se dirigieron al grupo cercano de
Uckfield Grammar. Charles Dawson era Oficial de los Gobernadores, y personas, uno de los cuales era el dueño de la bolsa. Después los dirigió
su oficina estaba muy cerca de la escuela, de manera que para ir a repentinamente hacia adentro. Esta información la di yo con más lujo
Uckfield High Street se tenía que pasar delante de las ventanas de sus de detalles a los expertos, meses antes de que emitieran su informe.
oficinas. Un día, mientras pasaba por allí, me invitó a entrar uno de Estoy seguro de que Dawson sospechaba de algo, aunque por aquel
los escribientes a los que conocía bien. Me había hecho entrar para entonces no tenía idea de qué era de lo que sospechaba. El no era el
mostrarme media mandíbula inferior fósil mucho más humana que la tipo de hombre de los que siembran rumores. Apoyando esto hay un
de un simio y con tres molares firmemente adosados a ella. Cuando le hecho que no es ampliamente conocido. Se sabe que el doctor S. Allison
pregunté de dónde procedía este objeto, la respuesta fue «Piltdown». Woodhead, director entonces del Instituto de Agricultura de Uckfield
Según el escribiente, había sido traída por uno de los «excavadores» y después analista del Condado, hizo un análisis para Dawson. De he-
que, al llamar y preguntar por el señor Dawson, llevaba un bolsa de cho, hizo varios. Yo conocía muy bien al doctor Woodhead, y estoy se-
las que se utilizan para llevar herramientas. Cuando le dijeron que el guro de que ni tan sólo a él le mencionó Dawson de quién sospechaba
señor Dawson estaba ocupado en los tribunales, les dijo que dejaría ni sus sospechas en general.
la bolsa y que volvería. Cuando se fue, el secretario abrió la bolsa y vio El doctor Weiner mencionó el experimento de Dawson con huesos,
esta mandíbula inferior. Viéndome pasar me había hecho entrar. Le y parece creer que Dawson estaba tratando de cometer fraude. Estaba
dije que mejor sería que la volviera a dejar en su sitio y que el señor tratando de ver si podía ser engañado, que no es lo mismo. Además, la
Dawson se enojaría si lo sabía. Descubrí después que cuando el «ex- historia de que Dawson hirviera huesos en su oficina es una falsedad
cavador» volvió, el señor Dawson estaba todavía muy ocupado en el total. Dawson no conocía la suficiente química para poder hacer ningún
juzgado, por lo que recogió su bolsa y se fue. trabajo de verdad en tales asuntos; es posible que hiciera algunos en-
Desde aquel entonces hasta 1953, estuve bajo la impresión que ha- sayos sencillos que le hubiera sugerido el doctor Woodhead. Desafor-
bía tenido una oportunidad de ver la mandíbula inferior de Piltdown tunadamente, Dawson murió antes de poder finalizarlos.
que había sido vista y fotografiada por expertos. Pero cuando hace un Se podía preguntar por qué se han dirigido las sospechas contra
año y medio vi una fotografía de la mandíbula del museo del lado in- Dawson. Entre las personas que conocen los hechos no hay ni uno que
terior, me di cuenta que la que yo había visto y aquella no eran la sospeche de él.
misma. Fui al Museo desde York y puse toda la información de que dis- He dado los hechos anteriores al equipo científico encargado del
ponía en manos de los expertos del Museo Británico. Una gran diferen- asunto. He nombrado a «X» y le he identificado. No es asunto mío se-
cia con respecto a las mandíbulas era que en tanto que la mía tenia ñalarle públicamente. El programó una broma. Funcionó mucho me-
tres molares firmemente adosados, la mandíbula aceptada durante tan- jor de lo que hubiera podido pensar, por una parte, pero por la otra
to tiempo tenía dos y una cavidad o alveolo vacío. Aquí se suscita un fracasó. No fue por culpa suya. Fue en cierta medida culpa de los cien-
tema interesante. La Encyclopaedia Britannica dice que la mandíbula tíficos que no sometieran la «mandíbula inferior» misma a un examen
tenía dos molares y un alveolo vacío. La Chamber's Encyclopaedia pu- crítico y en parte se debe a que la gente implicada se dispersó. Daw-
blicada en 1950 dice que tenía tres molares en su sitio. son murió, Smith Woodward se retiró; ¿y «X»? Si Dawson hubiera vi-
Algún tiempo después de mi visita a las oficinas de Dawson, rela- vido, estoy seguro que hubiera puesto todo al descubierto, y me hu-
tada anteriormente, estuve cerca de Piltdown con uno de mis colegas
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hiera gustado poder haber estado presente a la bronca que «X» hubiera APENDICE 11
tenido que escuchar. Entonces hubiera tenido que colaborar en limpiar
todo el estropicio. EL PROBLEMA DE LOS ANTERIORES DESCUBRIMIENTOS
De pasada, el fraude no fue concebido como un todo. Creció. Cuan- DE DAWSON
do la primera carnada fue bien tragada y el autor del fraude no tuvo
la satisfacción de ver la cara de su víctima al darse cuenta del engaño,
lo intentó una y otra vez y al final todo lo que el autor del fraude con- Una consideración cuidadosa de varias afirmaciones de parte de tres
siguió fue saber que su mezclada obra estaba en poder del Museo Bri- investigadores con respecto a qué fue lo que Dawson sí descubrió an-
tánico, no pudiéndola ya reclamar, juntamente con unos pocos dientes tes de que empezaran a excavar en julio de 1912 mostró que habían
y un mazo. importantes discrepancias entre los relatos, lo que arroja algunas du-
das sobre la autenticidad de ciertas afirmaciones. Expondré en pri-
mer lugar los puntos principales de los varios relatos de los primeros
descubrimientos de Dawson, que fueron contados por los tres hombres.
(a) Los INFORMES DE DAWSON
Dawson, en su primer informe en diciembre de 1912 (40), pone en
claro que descubrió solamente dos fragmentos de cráneo antes de em-
pezar las excavaciones, porque dijo que el primer fragmento de cráneo
le había sido entregado «Unos años antes>>, y después en 1911 encontró
otra pieza de cráneo que encajaba con la primera, y las llevó a Wood-
ward, que quedó impresionado. Continúa después: <<Empezamos a ca-
var ... recuperamos de los montones de cascotes tantos fragmentos
como nos fue posible ... además de los restos humanos hallamos dos
trozos pequeños de muela de un elefante del Pioceno ... » (A continua-
ción relaciona todos los otros fósiles descubiertos entonces.) Más tarde,
dice: <<Entre los pedernales hallamos ... » y en un pie de página atribuye
el descubrimiento de uno de los pedernales y el fragmento del diente de
elefante a Teilhard, <<que nos acompañó en una ocasión», como ya he-
mos señalado.
Así, en los registros oficiales, Dawson dijo que halló solamente dos
fragmentos de cráneo, y que todo lo demás fue descubierto después
que Teilhard y Woodward fuermt al lugar.
(b) LA CARTA DE TEILHARD
Speaight da una carta, escrita por Teilhard, con fecha de 3 de ju-
nio de 1912 (domingo) que parece ser un relato del primer día de exca-
vación -que había sido el día anterior (sábado). Dice: <<Dawson desen-
terró otro fragmento del famoso cráneo humano -ya había hallado
otras tres piezas- y yo mismo le eché mano al fragmento del molar
de un elefante» (p. 44 ).
Teilhard no hace mención de la herramienta de pedernal (que se
descubrió más tarde que era fraudulenta), que Dawson dijo que Teil-
hard había hallado. ¿Acaso halló la herramienta durante una visita a
la hoya cuando Dawson y Woodward no estaban presentes?

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COMENTARIOS
(e) LAS CARTAS DE DAWSON
En los archivos del Museo Británico hay varias cartas que Dawson
escribió a Woodward, y Weiner da algunos extractos tal como sigue: De todos estos relatos es importante poner en claro si los pederna-
les fraudulentos y los fósiles de animales fueron hallados antes o des-
14 de febrero de 1912 Había descubierto una antigua capa del Pleis- pués del 2 de junio. Si estos hallazgos se hallaron realmente después
toceno ... que creo que va a ser muy intere- del 2 de junio, las sospechas caerían evidentemente sobre Woodward,
sante» -«con un fragmento de cráneo hu- en tanto que Teilhard quedaría aún más implicado, porque sería in-
mano de gruesas paredes»- «parte de un necesario asumir que había visitado el sitio antes de que empezaran
cráneo humano que rivalizará con el Homo las excavaciones. Como hemos visto, Dawson dijo en su artículo que
heidelbergensis ». los pedernales y los dientes de animales se hallaron después de las ex-
26 de marzo Diente de hipopótamo con una nota incluida cavaciones de junio. Teilhard no hace mención de ellos y, además, Daw-
que decía: «¿Tendrá la amabilidad de iden- son no parece haber mostrado estos importantes fósiles a ninguno de
tificarme este diente que le incluyo? Creo que sus amigos que vieron los fragmentos de cráneo antes de esta fecha.
el mayor es de hipopótamo.» Considerando primero las cartas de Dawson, parecería de ellas que
(Woodward confirmó que sí lo era.) había hallado un diente de hipopótamo, fragmentos de cráneo y «unos
28 de marzo «Naturalmente, tendré cuidado que nadie cuantos trastos». Con respecto al premolar del hipopótamo, éste pro-
vea el fragmento de cráneo que tenga algu- venía de un origen diferente que el del molar, estaba teñido de pardo
nos conocimientos, y lo reservaré para us- oscuro en todo su grosor, y contenía algo de yeso y el «acusador» cromo
ted.» (36, p. 68). En tanto que el molar parece provenir de cuevas maltesas,
23 de mayo «Algún rato, mañana (viernes) ... traeré el no hay verdadera evidencia de que el premolar fuera una falsificación,
fragmento de cráneo y unos cuantos trastos porque bien podría ser que el cromo se debiera al «proceso de endure-
hallados con él, o cerca de él, en la capa de cimiento» a que lo sometiera Dawson en un compuesto de cromo. Así,
grava.» no parece existir ninguna evidencia directa de que este fósil en parti-
cular fuera teñido fraudulentamente, y era posiblemente un fósil ge-
(d) EL LIBRO DE SMITH WOOWARD nuino hallado in situ en Piltdown, porque se han hallado dientes de hi-
Poco antes de morir, Sir Arthur Smith Woodward dictó (estaba cie- popótamo en Inglaterra.
go por entonces) su libro The Earliest Englishman, en el que da su re- Los fragmentos de cráneo, como he mostrado, eran fósiles genuinos,
lato de los descubrimientos. Dice que Dawson halló tres fragmentos de y por ello, solamente tenemos la referencia extremadamente vaga de
cráneo que encajaban, y otros dos fragmentos separados que llevó a Dawson con respecto a «unos cuantos trastos» como evidencia provi-
Woodward en la primavera de 1912 para obtener su opinión. Conti- niente de él de que sea posible que se hallaran fósiles fraudulentos an-
núa él: «Esperábamos también hallar otros fósiles debido a que el tes de junio. ¿No podría tratarse simplemente que fuera sólo una men-
señor Dawson había hallado ya herramientas de pedernal y dientes de ción de los muy discutidos «eolitos» o quizá piezas labradas de piedra
hipopótamq y elefante en el mismo depósito» (p. 8). de hierro que parecieran como pequeños fragmentos de huesos fosili-
Cuando empezó la excavación, dice: «Hallamos tres fragmentos zados, todos ellos rechazados posteriormente por Woodward cuando
y yo hallé en otro montón un fragmento importante.» Dawson se los llevó para que los inspeccionara? Los fragmentos de
Más tarde dice: «En diferentes días recogimos también tres artícu- piedra de hierro pueden parecer muy similares a algunos fósiles y
los de piedra indudados, además de varios "eolitos" y fragmentos de Woodward, en su descripción del descubrimiento del canino, mencio-
un diente de elefante ... » (p. 11). na que «ya habían visto trozos de piedra de hierro que parecían dien-
(Los eolitos son piedras que tienen pautas de rotura simple. Había tes». De manera similar, cuando Dawson escribió a Woodward el 26
gran controversia en este tiempo acerca de si habían sido formados de marzo, le había incluido otro fragmento, que Woodward identificó
por el hombre primitivo o por causas naturales.) como siendo solamente un trozo de piedra de hierro (24, p. 120).
Finalmente, dice en la página 32: « ... dos dientes de hipopótamo que Si se acepta esta explicación, el libro de Woodward es la única evi-
ya han sido mencionadas como halladas por el señor Dawson durante dencia que afirma taxativamente que algún fósil, más tarde descu-
su examen anterior de la hoya de grava». bierto fraudulento, fuera descubierto antes de junio de 1912, y exa-
minaremos esto con cierto detalle. Pero antes de dejar las cartas de
Dawson, tengo que señalar que los únicos registros que Dawso:p hubie-
69
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ra a Dawson el descubrimiento de estos artículos antes de junio de
ra ciertamente leído y aprobado antes de su muerte son los Que se 1912, en contradicción a los informes de la Sociedad Geológica, podría
hallan en la Geological Society hasta el año 1915. Toda la otra corres- inducir a creer que quería proteger su nombre, si alguna vez se descu-
pondencia y escritos fueron publicados después de su muerte, cuando bría el fraude. Como alternativa, hay la posibilidad de que el manus-
no podía ya comentar acerca de su exactitud. Si él viviera en el día de crito de Woodward fuera alterado entre su muerte y la publicación
hoy, podría seguramente dar una explicación satisfactoria del conte- del libro cuatro años más tarde. Como ya se ha señalado, Vere sugirió
nido de sus cartas que se hallan en la actualidad en los archivos del esta posibilidad en vista del hecho de que Woodward no hace ninguna
Museo Británico. mención de los discutibles descubrimientos de Piltdown Il, excepto
por un comentario de pasada.
La eliminación de la referencia de Woodward a los hallazgos de
El libro de Woodward Dawson no afecta al sentido de los pasajes y se podría decir que los
El libro de Woodward contradice el informe presentado a la So- mejora. Ignorando la vaga referencia de Dawson a «unos cuantos tras-
ciedad Geológica en diciembre de 1912, en el que Dawson da relación tos», es posiblemente significativo que las afirmaciones de Woodward
de todos los fósiles que fueron descubiertos durante la primera tempo- de que Dawson había hallado herramientas y dientes de elefante antes
rada de excavaciones. Woodward dice explícitamente que Dawson ha- de junio de 1912 sean la única evidencia que claramente exonera a
bía ya encontrado herramientas de pedernal (p. 8) y más tarde, en la Wood~ard y a Teilhard de complicidad en las tempranas etapas del
página 11, dice que «nosotros» recogimos otras tres herramientas. Así,
uno asumiría que eran unas cinco herramientas o más las que se ha- fraude.
bían hallado. Pero el informe de Dawson en 1912 relaciona solamente
tres herramientas halladas entonces, y de hecho dijo: «Entre los pe-
dernales hallamos ... » Aquí tenemos una discrepancia evidente, y uno
se pregunta si Woodward estaba en lo cierto en la página 8 al decir
que Dawson había hallado pedernales antes de junio de 1912.
Las dudas con respecto a este mismo pasaje quedan más reforzadas
por la referencia a los fragmentos de dientes de elefante (Elephas).
Woodward dice que Dawson había ya recogido dientes de hipopótamo
y de elefante, y después afirma que «nosotros» recogimos fragmentos
de diente de un elefante, indicando que por lo menos se habían reco-
gido tres fragmentos. De nuevo, Dawson afirmaba: «hallamos dos tro-
zos pequeños rotos» de diente de elefante. Esto queda confirmado en
la carta de Teilhard, porque está claro que Teilhard fue el primero en
descubrir el diente de un elefante, siendo hallada la segunda pieza pro-
bablemente algún tiempo más tarde.
Puede que Woodward utilizara el término «nosotros» incluyendo
los anteriores hallazgos de Dawson, pero queda claro del contexto del
pasaje que no es así, y como científico instruido hubiera tenido pre-
caución con sus afirmaciones. No hace mención de otras herramien-
tas de pedernal ni de un fragmento adicional de diente de elefante ha-
llado en 1913, en su relato de los resultados de aquella temporada.
Así, de los tres artículos mencionados como habiendo sido descu-
biertos por Dawson solo, las herramientas de pedernal y el diente de
elefante son dudosos, y el del hipopótamo (el premolar) es el único ar-
tículo al que se refiere Dawson en su correspondencia, y era probable-
mente un fósil genuino.

¿Fue alterado el libro de Woodward?


El que Woodward no mencionara las herramientas de pedernal ni
el diente de elefante hallado en la excavación de 1913, y que atribuye- 71
70
SECCION 11

LA «EVIDENCIA» DE LOS HOMBRES-SIMIOS


(su presentación)

Desde la publicación, en 1859, de El origen de las especies de Dar-


win, el hombre ha estado intentando descubrir los posibles lazos entre
él y el mundo animal. Se han gastado inmensas cantidades de dinero
tanto directamente en expediciones y excavaciones como indirectamen-
te en investigación sobre los fósiles resultantes, en el esfuerzo de es-
tablecer este vital enlace.
Pero a pesar de todo este esfuerzo, existe solamente una colección
muy pequeña que apoye los varios «eslabones perdidos», cuyas creden-
ciales, según espero señalar, no resisten un examen crítico. En museos
de todo el mundo se les presenta confiadamente a los visitantes «re-
construcciones» de cuerpo entero. Los estudiantes contemplan recons-
trucciones de varios hombres-simios ejecutadas por artistas, pero po-
cas personas están conscientes de que estas visualizaciones se hallan
basadas en un mero puñado de huesos.
Antes de investigar los hombres-simios específicos que se citan como
eslabones vitales, consideraremos siete aspectos importantes de este
campo de investigación:
l. Reconstrucciones
2. Interpretaciones ejecutadas por artistas
3. Capacidad cerebral
4. Períodos geológicos
S. Datación absoluta
6. Correlación de las dataciones
7. Dientes

l. Reconstrucciones

Puede que para muchos sea una sorpresa que los modelos aparen-
temente tan reales y llenos de vida se basen solamente en unos pocos

73
huesos fósiles. Mostraré mediante los siguientes ejemplos que tales
reconstrucciones dependen principalmente de la imaginación del mode- nuca que tantos alemanes poseen, conocida como Steilkopf. Uno habría
lador. esperado que el cráneo del dueño original fuera grueso y corto y con
características pesadas. El cráneo verdadero del individuo, no obstante,
(a) El hombre de Java se exhibía al lado, y era de apariencia delicada, y bastante estrecho.
Los huesos hallados por Dubois se ilustran en la figura 30 (p. 167).
La figura 9(a) muestra el modelo de Dubois. Son numerosos los dibujos
hechos del hombre de Java (posteriormente clasificado como Horno 2. Interpretaciones ejecutadas por artistas
erectus), y la figura 9(b) da uno de los últimos, por Richard Leakey.
Los comentarios a las reconstrucciones se aplican también a los di-
bujos. Cuando se le pide a un artista que represente las características
de un miembro del árbol genealógico del eslabón perdido, ejercita un
grado similar de imaginación.
(a) El «cascanueces» («Zinjanthropus boisei»)
El cráneo, que estaba incompleto, se reconstruyó a partir de 400
fragmentos, y se muestra en el interior de la portada. Con tantos frag-
mentos que reunir y encajar, es evidente la dificultad de asegurar que
la forma haya sido reconstruida con precisión. En la portada interior
se muestran cuatro dibujos diferentes basados en el mismo cráneo.
Las diferentes interpretaciones ponen en claro que dependen totalmen-
te de la imaginación del artista y que no se basan en evidencia cientí-
fica alguna.

(a) de Dubois (b) de Richard Leakey (b) Hombre de Nebraska («Hesperopithecus»)


FIG. 9. Reconstrucción del hombre de Java Este es un caso clásico de excesiva imaginación. En 1922, W. J.
Bryan, un político de Nebraska, estaba haciendo campaña en los tri-
(b) Hombre de Neanderhal bunales en contra de que se les enseñase a los niños en las escuelas que
Mantiene Constable en «The Neanderthals» que el hombre de Nean- provenían de los simios. H. F. Osborn, director del Museo Americano
derthal fue el precursor del Horno sapiens (el hombre moderno) y no de Historia Natural, recibió un diente de un tal señor Cook, que lo
una rama lateral aberrante de los antepasados del hombre. Muestra había hallado en depósitos del Plioceno en Nebraska. Osborn conside-
en la página 25 cómo las antiguas reconstrucciones de rostros, mode- ró que tenía características que eran mezcla de humanas, de chimpan-
ladas sobre el cráneo de La Chapelle-aux-Saints, recibieron una apa- cé y de Pithecanthropus, y sobre esta evidencia declaró que se trataba
riencia simi,t!sca, en tanto que podrían recibir la apariencia de un de otro eslabón perdido, al que llamó Hesperopithecus. Afirmó él:
hombre moderno igual de bien. Muestra con claridad que tales recons-
trucciones dependen enteramente de la apariencia que el modelador .. .la Tierra le habló a Bryan desde su propio estado de Nebraska. El
quiera darle al rostro. diente del Hesperopithecus es como la voz suave y apacible. Su soni-
do no es fácil de oír en absoluto ... Este pequeño diente habla ver-
(e) El hombre de Pekín dades que llenarían libros, al dar evidencia de la descendencia del
hombre procedente de los simios.
La reconstrucción fue modelada sobre varios huesos de diferentes
partes de la localidad y el resultado se ve en la figura 24. Considera- En Inglaterra, Sir Grafton Elliot Smith, F. R. S., profesor de Anato-
remos este cráneo en mayor detalle en la sección del hombre de Pekín. mía en Manchester, apoyó totalmente a Osborn. El Illustrated London
(d) Alemania News publicó una reconstrucción del Hesperopithecus y su esposa, lo
que se muestra en la figura 10. No obstante, la investigación posterior
Broderick (S, p. 145) da un relato de cuán engañosas pueden ser las demostró que el diente no era de ningún hombre, ¡sino de una forma
reconstrucciones. En una caja de vidrio en Viena se halla el molde de extinta de cerdo! No fue mucha la publicidad que se le dio al descu-
la cabeza de un hombre, que tenía el cuello grueso y la sobresaliente brimiento de este error.
74
75
3. Capacidad cerebral
A fin de evaluar cuán cercano puede estar un cráneo fósil al del
~~ • t!f/J:! OA~IJ~ \-1Jt~ 1\ hombre moderno, generalmente se comparan sus capacidades cerebra-
V\_/#tt~~ ;¡.
~ --.\.\ )L1... ,....:",. •.
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1 1it. [~11 ~-~
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. .JJJL~ les. La capacidad promedio del cráneo humano es de 1.350 ce para la
mujer, y 1.500 ce para el hombre, en tanto que para los simios moder-
l\''"''"J___;:-
•____ ll'- 1 v..~
'.'-1dl '- \ 1"7t
}\ nos la cifra es de aproximadamente 500 ce. Así, se puede situar cual-

~~\¡,. ~¡u,. , , ~1
quier tipo intermedio entre estas cifras.
No obstante, es insatisfactorio hacer de la capacidad cerebral la

(''~~~\ ~
base de las comparaciones, por las siguientes razones:

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\}J !. ~\. 1\ -.=. /--": {\ / Nj
" . a) Aunque la capacidad cerebral media del hombre moderno es de

~
. f":_j .., \ \ /'l( alrededor de 1.400 ce, el margen real de variación es muy amplio.
rj¡ -&JJ ~ 1 _ ·,~ Los aborígenes australianos pueden tener capacidades cerebrales
tan bajas como 830 ce (5, p. 84), en tanto que las dos mayores ca-
JI ~· pacidades cerebrales conocidas, de 2.800 ce., pertenecieron a un
.,._ .:? ~J ~) , -A idiota y a un senador de los EE.UU.

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La figura 11 ilustra gráficamente este margen sumamente am-
plio de capacidades cerebrales humanas, y su comparación con la
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/, ~ ~ de los chimpancés y gorilas.

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FIG. 10. «Hesperopithecus» "
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Naturalmente, la tentación de añadir un rostro a un cráneo antiguo


es muy grande, incluso para aquellos que saben cuán indigna de con-
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2 3 4 5
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7 • 9 10 11 12 13 14 15 16 17 11 ,. 20 rl 21
Braln capacily l•100)c.c.

fianza es una práctica tal. Por ejemplo, Boule y Vallois critican estos
esfuerzos, en Fossil Men, como no siendo más que «pasatiempos y jue- FIG. 11. Diagrama de márgenes de capacidades cerebrales
gos», pero admiten haber hecho un esfuerzo en reconstruir el rostro
de un Neanderthal y haber dado una fotografía del resultado (4, p. 244). b) El hombre no posee el cerebro más grande del mundo animal,
La aceptáción de estas reconstrucciones por parte del público siendo mayores los de la ballena, delfín y elefante. Aunque tienen
(como las mencionadas) es comprensible en vista de la ignorancia ge- cerebros de mayor tamaño, no exhiben la capacidad mental más
neral de las bases sobre las que se hacen. Escribiendo acerca del hom- elevada del hombre.
bre de Java (Pithecanthropus erectus), G. K. Chesterson dijo una vez: Además, la realidad es que el hombre de Neanderthal tenía una
capacidad cerebral promedio mayor a la del hombre moderno. Por
ello, sería de esperarse que fuera más inteligente que el hombre mo-
.. .la gente hablaba del Pithecanthropus como de Pitt o Fox o Napo- derno, y por ende más capaz de sobrevivir. No obstante, el hombre
león. Las historias populares publicaban retratos de él como los re. de Neanderthal desaparece de la historia sin razones evidentes del
tratos de Carlos I o de Jorge IV. Se reprodujo un dibujo cuidadoso
de él, cuidadosamente sombreado, para mostrar que los mismísimos por qué. Al considerar esta paradoja, las autoridades científicas la
cabellos de su cabeza estaban todos contados. Ninguna persona que explican generalmente diciendo que un cerebro mayor no implica
no estuviera previamente informada, al contemplar su rostro cuida- necesariamente una mayor inteligencia. A pesar de ello se utiliza la
dosamente delineado, podría imaginar por un solo momento que se asunción de que la capacidad sí es una medida de inteligencia como
•.rataba del retrato de un fémur, de unos pocos dientes y del fragmen- factor básico para posicionar un fósil en la escala entre los simios y
to de un cráneo. el hombre. Así, se nos pide que creamos que la correlación entre ta-
76 77
maño e inteligencia se aplica a cráneos más pequeños que los del Este aspecto de la reconstrucción de cráneos es importante, porque
hombre, ¡pero no a los más grandes! Las asunciones se cambian de muy a menudo solamente se hallan fragmentos pequeños y rotos de
forma transparente para encajar en una teoría predeterminada. un cráneo. Estos fragmentos pueden encajarse, pero para las áreas de
e) Se han hecho intentos de investigar el cerebro para descubrir cuál cráneo para las que no hay fósiles disponibles, se tiene que asumir la
es la parte particular de su estructura que capacita al hombre para forma. Como hemos señalado, cualquier inexactitud en estas asuncio-
estar mucho más adelantado que los animales en su capacidad men- nes tendrá un efecto considerable sobre la capacidad cerebral del crá-
tal. La investigación sobre el tamaño, convoluciones, estructuras de neo, haciéndolo o demasiado mayor o menor de lo que debiera ser.
las células nerviosas y reacciones electroquímicas muestra que son Tomando juntos los dos aspectos de la capacidad del cerebro, que
algo similares a los de los animales. Estos hallazgos no pueden hemos considerado anteriormente -el amplio margen de tamaños (que
dar cuenta de la consciencia que el hombre tiene de sí mismo, ni no está relacionado con la capacidad) de los cerebros humanos, y la
del pensamiento abstracto, ni de la utilización de símbolos ni del dificultad de estimar el volumen de los cráneos fósiles- la localiza-
lenguaje, ni del aprecio de la belleza ni del orden. ción precisa de cualquier eslabón particular fósil en la escala entre si-
mios y hombres se hace totalmente arbitraria. Con respecto a la fi-
Reconstrucciones de cráneos gura 11, un fósil cuya capacidad cerebral estuviera en 1.000 ce podría
Un factor importante en la determinación de la capacidad cere- asignarse a una etapa intermedia entre los 500 ce de los simios, o al-
bral de los cráneos que están rotos o incompletos, es la precisión ternativamente se podría clasificar como un cráneo humano pequeño.
con que se encajan los fragmentos. Incluso errores muy pequeños en el Incluso en la actualidad hay un pequeño número de personas totalmen-
posicionamiento de los fragmentos o de la estimación de la forma pue- te normales que poseen capacidades tan bajas como ésta.
den llevar a errores muy grandes en las medidas del volumen del cere-
bro. Se sabe bien que el doblar las dimensiones de una forma regular, Motivos subconscientes
digamos que una esfera o un cubo, incrementa el volumen por 2 X Un investigador puede pasar una cantidad considerable de años en
X 2 X 2 = 8 veces. Igualmente, si se incrementan las dimensiones por, condiciones muy arduas con la esperanza de hallar un eslabón fósil
digamos, sólo un 10 %, el volumen aumenta por 1,1 X 1,1 X 1,1 = 1,33, importante. Al descubrir, digamos, unos cuantos fragmentos de un crá-
esto es, un 33 %. Esto indica el rápido cambio en volumen debido a neo muy simiesco, uno puede bien imaginarse -e incluso sentir sim-
un ligero cambio en las dimensiones. patía- su deseo de enfatizar incluso las más pequeñas características
Consideremos el cráneo como aproximadamente en forma de se- humanas que pueda poseer. Bajo tales circunstancias, el impulso sub-
miesfera, roto en fragmentos de aproximadamente 25 mm de lado. Si consciente a exagerar la capacidad craneana sería muy poderoso, en
estos fragmentos se posicionaran incorrectamente con una separación particular cuando se tienen que hacer asunciones con respecto a la for-
de sólo 1 mm entre cada fragmento, el volumen sería un 12% dema- ma del cráneo completo. Un científico no puede pretender hallarse más
siado grande. Si la separación fuera de 2 mm, el volumen sería un libre de ambición profesional que otro hombre. El deseo por el pres-
26% demasiado grande. Esto se ilustra en la figura 12. tigio de hallar un eslabón fósil podría obnubilar su recto juicio.
Similarmente, si se halla un cráneo de apariencia humana, se le
podrá dar indebida prominencia a todas las características simiescas.
Se puede entonces hacer la premisa de que, ya que tiene algunas carac-
eo terísticas primitivas, la capacidad cerebral sería probablemente peque-
ña, a continuación de lo cual toda reconstrucción que pueda deman-
dar el cráneo sería subconscientemente conformada de tal forma.
En muchos informes de fósiles, se asigna considerable importancia
a la capacidad medida del cerebro, pero como ya hemos indicado, siem-
pre se debería tener presente la infiabilidad de esta norma, en sus va-
rios aspectos, cuando se considera este tema en esta obra o en cualquier
5 10
% spating error
15 20 otra.

FIG. 12. Diagrama del efecto de los errores en la reconstrucción de cráneos


sobre el volumen de la capacidad del cerebro
79
78
4. Períodos ·geológicos ma y debajo de cada uno de ellos. Por ejemplo, una capa de arena bien
definida puede yacer entre una capa de grava por debajo y de arcilla
Cuando se descubre un fósil, es importante determinar dónde de- por encima, y puede que esta secuencia de estratos sea reconocible en
biera ser colocado en la secuencia de los fósiles existentes conocidos. un área muy extensa. Se podría presumir que un fósil hallado en la
Hay varios métodos de conseguirlo. arena fuera más antiguo que otro hallado en la arcilla, aun cuando
este último se halle en un nivel inferior debido a las ondulaciones de
(a) Fauna[ los estratos.
Si el fósil se halla en un estrato en el que hay restos fósiles de ani-
males antiguos, éstos se pueden utilizar para correlacionarlo con otros
descubrimientos. Hay una cantidad de animales que están relacionados S. Datación absoluta
con períodos específicos, y se pueden situar los restos de fósiles huma-
nos que los acompañan en forma correspondiente. Se ha utilizado una cantidad de métodos en un esfuerzo de deter-
minar con exactitud cuánto tiempo hace que los varios estratos fueron
(b) Artefactos depositados o que existía la cultura. Los principales métodos son los
Con frecuencia, junto con los restos del hombre antiguo se hallan Varves, la dendrocronología (mediante los anillos de los árboles), y la
hachas de piedra, hojas de cuchillo, de flecha, etc., que se han fabri- datación radiométrica. No nos proponemos en esta obra investigar nin-
cado rompiendo o conformando grandes piedras, y utilizando los fi- guno de estos métodos en detalle, pero describiremos brevemente cada
los resultantes y las astillas como herramientas. Esta industria de la uno de ellos y señalaremos algunos de los problemas básicos que se
piedra muestra un margen tan variado de características que se pue. hallan involucrados en su utilización.
den asignar nombres de clasificación a los varios períodos y técnicas. Todos estos métodos se conocen como datación relativa, ya que
Desde el sencillo cubillo de piedra sin mango (Abbeviliense, Chellense, permiten que los fósiles sean dispuestos en una secuencia. No obstante,
Aucheliense) pasando por los tipos Levalloisiense y Mousterianense, has- no permiten determinar cuántos años hace que vivieron, para lo cual
ta los tipos elaborados de las culturas Aurignaciense, Magdaleniense y necesitamos conocer la Edad Absoluta.
del Neolítico, todas estas herramientas ayudan a determinar lo avan-
zado que era el artesano comparado con el de otras localidades.
Boule y Vallois, que tratan este tema en considerable detalle en A. VARVES
Fossil Men, admiten no obstante que «sería infructuoso enlazar ésta
o la otra industria con una fase definida de evolución humana» (p. 150). Al fundirse parcialmente en el verano, el agua fundida de los gla-
ciares transporta un material fino que se deposita como una banda fina
(e) Glaciación de arcilla en el lago que a menudo se forma a su pie. Cada fina banda
Muchos geólogos creen que la parte septentrional de Europa estu- de arcilla es conocida como un «varve», y si se deposita uno cada año,
vo cubierta por glaciares en cuatro ocasiones distintas en el período entonces se puede obtener la edad del glacial contando los varves. Al
Pleistoceno. Estos principales períodos glaciales tuvieron lugar en el señalar la pauta o secuencia de varves muy gruesos y muy delgados en
siguiente orden: Gunz, Mindel, Riss y Würm, y hubieron períodos va- una localidad, una pauta similar en otra localidad permite la correla-
riables, conocidos como períodos interglaciales, entre ellos. Además, ción de las dos escalas de tiempo, y así se pueden obtener fechas ex-
algunos de los períodos glaciales tuvieron unas fases cálidas breves tendiéndose a varios miles de años en el pasado.
dentro de ellos, llamadas lnterestadiales. Zeuner (39) da una considerable cantidad de información acerca de
En tanto que estos períodos glaciales no datan los fósiles de forma este método, pero la dificultad de obtener correlaciones entre un con-
directa, son de ayuda para situarlos en un período local, cuando se junto de varves y otros, y los resultados contradictorios, resultan evi-
utilizan juntamente con animales fósiles, porque estos últimos pueden dentes. Lo que resulta sorprendente es la admisión de que un varve
a menudo adscribirse a un período cálido interglacial o a un período no represente necesariamente un año. Señala él (p. 36) que varios tra-
frío glacial. bajadores en este campo han indicado que habían considerables dudas
de que una temporada produjera solamente un varve, y cita el ejemplo
(d) Estratigrafía de Schneider que describía una sección, de 4,6 cm de grosor con cuatro
La correlación entre un fósil y otro hallado a cierta distancia se varves, todos ellos depositados en la localidad sueca típica en una tem-
puede efectuar en ocasiones remitiéndose al orden de los estratos enci- porada. Comenta Zeuner:
81
80
En esto puede que vaya demasiado lejos, pero su actitud crítica ilus- 2. El Potasio 40, que principalmente pasa a calcio, que es difícil de
tra la urgencia de posteriores investigaciones acerca de la formación medir, y una pequeña parte decae a gas Argón 40.
de sedimentos varvados. Parece que en el pasado hemos tenido con-
fianza excesiva de que todos los varves sean anuales. Una medición de la velocidad con que tiene lugar esta desintegración
la da la vida media, esto es, el tiempo que se precisa para la desinte-
Un trabajador en este campo afirmó que una serie particular de var- gración de la mitad del elemento original. Para el U238, esta vida me-
ves en una área habían cubierto un período de sólo 129 años (50, p. 423), dia es de 4.510 millones de años, y para el Potasio 40 es de 1.310 millo-
lo que es drásticamente menos que los 2.500 años asignados a esta nes de años. Evidentemente, será muy difícil intentar medir la canti-
secuencia por De Geer, que fue el originador de esta forma de datación. dad de desintegración que ha tenido lugar en 2 ó 3 millones de años,
A pesar de muchas críticas admitidas como correctas en contra del debido a que solamente estarán presentes unas cantidádes insignifican-
contaje anual de los varves, y que nosotros consideramos que derrum- tes del producto estable. Ya que estos mismos elementos constituyen
ban toda la base de este método, esta técnica continúa siendo, a pesar sólo una pequeña proporción de cualquier muestra de roca, serán ne-
de todo, aceptada por Zeuner y otros (26, p. 80). cesarias unas técnicas de laboratorio extremadamente cuidadosas y
En todo caso, los científicos admiten que el contaje de varves es unos equipos de sensibilidad muy acusada para poder medir las canti-
solamente útil para la datación como máximo hasta veinte mil años dades increíblemente pequeñas implicadas en estos ensayos.
atrás, por lo que es de escaso valor para determinar el antiguo origen No obstante, todos estos métodos se hallan basados en un número
del hombre, que por lo general se da como arrancando hace unos dos de suposiciones, algunas de las cuales no pueden ser verificadas. Se asu-
millones de años. me que:
a) No había productos de la desintegración ya presentes en la prime-
B. ANILLOS DE ARBOLES ra formación de la roca. Así, si había originalmente Argón en una
roca juntamente con Potasio, tendría una apariencia de gran an-
Este método es muy similar al del contaje de varves, utilizándose en tigüedad ya para empezar.
lugar de ellas el anillo de crecimiento anual de los árboles. Pero pre- b) Ninguna cantidad del material radiactivo ha sido lixiviado en nin-
senta dificultades similares, esto es, la necesidad de asumir que cada gún período de tiempo. Tanto el uranio como el potasio pueden
año sólo provoca el crecimiento de un anillo, y también los problemas ser lixiviados de la roca. Incluso en el granito esta lixiviación pue-
de correlación entre árboles diferentes y otras áreas. Tiene también de ocurrir en cantidades significativas. En un caso, un meteorito
una escala de tiempo muy reducida, no yendo más allá del 6.000 a.C. de hierro perdió el 90 % de su potasio al hacer pasar sobre él una
corriente de agua destilada durante cuatro horas y media.
e) Ninguno de los productos de desintegración se perdieron ni entra-
C. DATACION RADIOMETRICA ron a lo largo de todo el tiempo. Hay evidencias indicadores de
que el argón se difunde de áreas de alta presión a áreas de baja
Muchas rocas contienen una pequeña cantidad de elementos radiac- presión. El argón migrará de las rocas inferiores a las superiores,
tivos, que se -degradan a elementos estables a una velocidad conocida. dando a estas últimas una apariencia de gran edad.
Cuando la roca fundida sale despedida en erupción a la superficie de
la tierra, se asume que el elemento radiactivo es «fresco», y que no Así, hay varios factores que podrían dar cuenta de las edades apa-
están presentes ninguno de sus productos de desintegración. A lo lar- rentemente elevadas de los estratos rocosos. Además, existen contra-
go de un lapso de tiempo, el elemento radiactivo «puro>> se degrada dicciones en muchas de las edades estimadas, de las que las siguientes
a sus elementos estables y, conociendo la velocidad de desintegración, son solamente unos pocos ejemplos:
al medir la proporción de elemento radiactivo originalmente presente
con el elemento producto de la desintegración se puede determinar el a) Corrientes de lava en el fondo marino en Hawaii, que tuvieron lu-
tiempo transcurrido desde que la piedra fundida salió en erupción a gar en el año 1800 d.C. y que fueron ensayadas mediante el método
la superficie. de potasio-argón (52). Como hemos visto anteriormente, es una
Dos elementos radiactivos que son objeto de medida son: asunción básica que la roca, al ser formada nueva, es «fresca» y
contiene solamente potasio radiactivo. Los ensayos, no obstante,
dieron que la edad de la roca variaba entre 160 millones y 2.690
l. El Uranio 238, que va decayendo a plomo, y millones de años.
82 83
Los autores admiten que «es posible que algunas de las edades ceso singular venga a asignar una fecha que cambia su trabajo de lo
de argón-potasio anormalmente elevadas publicadas por otros in- meramente interesante a lo sensacional. El público tiene un gran
vestigadores con respecto a rocas ultrabásicas pueden deberse a apetito de sensaciones. Pero la tentación mayor es aquella que lleva
un exceso de argón contenido en inclusiones fluidas y gaseosas». a un arqueólogo selectivamente a creer en teorías sobre las que cree
Estos resultados, por sí solos, ya son ciertamente suficientes que reposa su reputación profesional. Cuando la evidencia proviene
para arrojar graves dudas sobre la validez de tales métodos. de complejas técnicas científicas susceptibles de error e involucran
b) El doctor Melvin Cook investigó, en su obra Prehistory and Earth principios no totalmente comprendido incluso por los mismos cientí-
Models (Londres, Max Parrish, 1960, pp. 53-62), dos importantes ficos, los peligros son ciertamente muy grandes.
yacimientos de uranio, y mostró que el Plomo 208 no hubiera po-
dido provenir por desintegración del uranio, sino que tenía que El iluminador artículo del profesor Hall suscita una cuestión. El
venir del Plomo 207, que había capturado un neutrón libre en el ensayo sobre la primera muestra recibida de Leakey dio una edad tan
mineral. La corrección por este factor ¡reduce de manera efectiva remota que no fue aceptada. Es de presumir que los resultados se co-
la edad aparente de las rocas a cero! Esta explicación bien podría municaran directamente sólo a Leakey, ya que no he visto ninguna
dar cuenta de las aparentes grandes edades de los estratos que este referencia en ningún informe oficial acerca de este primer ensayo. Es
método facilita. solamente por el artículo del profesor Hall que el público se halla si-
e) En julio de 1969, Richard Leakey envió muestras de toba volcáni- quiera consciente de que la fecha de 2,6 millones de años, que ha reci-
ca a Londres para la datación del cráneo « 1470» que acababa de bido una enorme publicidad, hubiera estado precedida por otro en-
descubrir. Utilizando el método argón-potasio, dieron la edad de sayo cuyo resultado fue rechazado. Uno queda preguntándose si pueden
220 millones de años, una cifra imposiblemente elevada para la haber existido otras ocasiones en la que se utilicen «pruebas piloto»
emergencia de los antecesores del hombre. Al recibir otra mues- para determinar si el método es «apropiado». Si los resultados de ta-
tra de toba, se seleccionaron los cristales que tenían apariencia les ensayos preliminares no están de acuerdo con los esquemas de da-
fresca y dieron una edad de 2,6 millones de años, que es la cifra tación aceptados, entonces el ensayo se declararía inapropiado para el
que se utiliza ahora para este fósil. fósil o depósito dado.

Este último ejemplo fue citado en un artículo (Sunday Telegraph, Carbono 14


3 de noviembre de 1974, p. 15) por el profesor E. T. Hall, que es di- Una técnica diferente de datación radiométrica es la medida del
rector del Laboratorio de Investigación de Arqueología e Historia del Carbono 14 radiactivo. Poderosos rayos cósmicos bombardean la at-
Arte en Oxford. En él, Hall da una evaluación objetiva de la datación mósfera superior, colisionando con los átomos del aire, y los neutro-
radiométrica y de las precauciones con las que se tendrían que recibir nes resultantes reaccionan con nitrógeno para producir C14 radiactivo.
las fechas obtenidas con este método. Es muy crítico tanto de sus co- Este es absorbido por los animales y plantas como parte normal del
legas de profesión que asignan fechas a rocas y artefactos con tanta ciclo de carbono en la biosfera. Cuando muere la planta o el animal,
seguridad como de los arqueólogos y antropólogos que se las creen no se absorbe más C14, y éste va desintegrándose lentamente, con una
tan implícitamente. vida de 5.370 años. Coijlo antes, la comparación de la actividad presen-
Comenta "él: te de Cl4 con la presulft:a actividad original da el tiempo transcurrido
desde la muerte.
¿Qué es lo que le ha dicho aquí el científico al arqueólogo? Le ha di- El método de datación C14 fue saludado como el medio tan larga-
cho que ha hecho una serie de diminutas mediciones sobre fragmen- mente esperado para medir la edad de los descubrimientos arqueoló-
tos de cenizas volcánicas que estaban enterrados cerca de los huesos gicos de hasta 20.000 o incluso 40.000 años de antigüedad. Pero no ha
fosilizados de algunos primates primitivos. Esto es todo lo que el cien- resultado ser así, pues hay una cantidad creciente de resultados de
tífico ha dicho. Todas las inferencias posteriores son especulativas.
Naturalmente, la mayor parte de la arqueología es especulativa (Swl- ensayos que entran en conflicto uno con otro y con edades conocidas,
day Telegraph, 3 de noviembre de 1974, p. 15). y éstas arrojan considerables dudas sobre la confiabilidad del método.
Todo científico de reputación, en el día de hoy, expone sus opiniones Para dar solamente dos ejemplos, C. A. Reed cita unas pocas de estas
con una modestia digna de encomio. Como contraste, las arfimaciones discrepancias (51) y expresa su desencanto con el método, en tanto que
de la ciencia, respaldadas por incomprensibles tablas de datos, tien- D. Collins dice: «Por lo general, no se aprecia en todo su valor el he-
den a adquirir una falsa infalibilidad para el lego o para quasi-cientí- cho de que hasta una tercera parte de las fechas tienen que ser descar-
ficos como el arqueólogo. Creen porque quieren creer (lbid). tadas como imposibles ... » (10, p. 51). De hecho, un famoso laboratorio
Tiene que resultar una gran tentación para el arqueólogo que un pro- rehúsa dar una fecha a ninguna muestra que dé una edad superior a
84
85
el mismo laboratorio de investigación que el profesor Hall, dice que
3.000 años, ya que se considera que no pueden asignarle una fecha con la fecha más posterior que considera significativa para el Potasio-Argón
exactitud. es de 0,43 millones de años. En esta cifra, el contenido de argón está
Trataré de lo inapropiado de la técnica del C14 para asignar fechas muy bajo, sobre 1 parte en mil millones. No obstante, el radiocarbono
a huesos fósiles en la sección que trata del esqueleto de Galley Hill, es apropiado solamente para fechas posteriores a 25.000 antes del pre-
pero aquí suscitaré una gran anomalía en las asunciones utilizadas en sente (57).
este método. El presente nivel de desintegración del C14 es de 1,63 de-
sintegraciones · cm2 , pero los cálculos de la velocidad conocida de bom- En las dataciones radiométricas, no solamente se asume constante
bardeo neutrónico sobre el nitrógeno en el aire muestra que el nivel la tasa de desintegración del material radiactivo, sino que se asume
a esperar debería ser mucho mayor a 2,5 desintegraciones/s · cm2 • En también que muchos factores permanecen constantes a través de toda
1955, Willard Libby, el descubridor y desarrollador del método, reco- la edad del material datado. Como hemos visto, estas asunciones son,
noció que existía una discrepancia de un 20 %, pero la dejó de lado como más, muy objetables. En tanto que algunos de estos factores ten-
en aquel entonces como estando dentro del «error experimental». Con- derían a reducir la edad, la mayor parte de ellos incrementaría consi-
sidero que un error que ahora se sabe es de una magnitud del 53 % derablemente la edad aparente de las rocas que se someten a los en-
tiene que ser explicado si se ha aceptado el método. sayos.
Se ha hecho una sugerencia que explicaría esta diferencia. Es posi- Es evidente que hay muchos problemas que rodean los métodos de
ble que la actividad del C14 no haya sido constante a 1,63 al revés de datación radiométrica, y que raramente aparecen en la literatura que
lo que generalmente se asume, sino que está todavía subiendo lenta- trata de este tema. Qusiera sugerir que se precisa de mucha más inves-
mente hacia el nivel de equilibrio de 2,5 desintegraciones/s · cm2 • Esto tigación antes de que se puedan aceptar con algún tipo de confianza
significaría que la tasa de desintegración del C14 estaba muy por de- las edades asignadas a las rocas mediante estas técnicas.
bajo de nuestro actual nivel de 1,63, dando una edad muy reducida
al espécimen. Para ilustrar este punto, si un trozo de madera antigua
presenta una actividad presente de, digamos, 0,03, la asunción de que 6. Correlación de las dataciones
empezó con una actividad de 1,63 le dará una edad mucho mayor. No
obstante, si en realidad empezó con un nivel de actividad de solamen-
te 0,7 (debido al nivel inferior de C14 de aquel entonces), entonces su Durante el curso de lectura para escribir esta obra, naturalmente
verdadera y más reciente edad se podrá calcular. Esto queda ilustrado comparé el período adscrito a un fósil determinado por parte de un au-
en la figura 13. tor con el período dado por otro autor. Es comprensible que puedan
haber algunas discrepancias, pero eran tan significativas que investi-
C14 activity rise of C14 a e tivity gué este tema más profundamente.
+' lo e~quilibrium le~vel Dispuse la secuencia cronológica de eventos y de culturas dadas
2·5 1______ ., __ --·- •
por un número de autores en forma tabular y las correlaciones, com-
1•63 ldCICQ
parándose los resulta~...2_s en la figura 14.
, ~ assum~d iñ1ITOI-- ---- Habfa una ligera dificultad en decidir qué característica particular
'...., activity se debería utilizar como base para comparar las diferentes autorida-
.........
des. La base podría ser los hombres fósiles, períodos culturales de tra-
O 1 1 ~
¡'U't-n•tul -;=003 1 ,Y bajado de las piedras, escala del tiempo, o períodos glaciales. Se deci-
dió utilizar el último de ellos, ya que los períodos glaciales son la más
PAST
TRUE AGE
PRESENT FUTURE frecuente referencia aplicada a varios hombres fósiles. De forma que
APPARENT AGE
se disponen los principales períodos glaciales en la parte izquierda y
toda la otra información dada por los autores se correlaciona con ellos.
La información se 'obtuvo de las escalas de tiempo publicadas por cada
FIG. 13. Diagrama de posibles errores en datación mediante C-14 autor. No obstante, hay ciertos fósiles, particularmente Swanscombe,
Fontéchevade y Vertesszollos, que no se pueden encajar fácilmente en
El intervalo en la datación radiométrica la secuencia normalmente aceptada de fósiles conduciendo al hombre
Un aspecto importante de los métodos de datación radiométrica es moderno, que no siempre aparecían en estas escalas de tiempo. Si se
la discontinuidad entre los períodos cubiertos por la técnica de Pota- mencionan dentro del texto, pueden ser asignados a un período glacial,
sio-Argón y del radiocarbono. El doctor Stuart Fleming, que está en
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86

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y podrían por ello ser interpolados directamente, o si se les da una
edad Antes del Presente, podrían igualmente ser interpolados.
Cuando se comparan las divisiones de la era del Pleistoceno (Infe-
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rior, Medio y Superior), se debería tener presente que puede que cier-
tos autores hayan estado trabajando con una diferente definición de
x¡ ~ x estos períodos de las de otros. En un Congreso Geológico Internacional
- ...J 1'1

~ ~..; ~~ ~ ~ :i....,.__ _-~ES .... 1 en 1948, se acordó que lo que se había estado conociendo como Ville-
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franchiense, en el Plioceno posterior, se incluyera ahora en el Pleisto-
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=- I5J N¡ ceno anterior, y que el Pleistoceno medio se extendiera desde el prin-
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cipio del Interglacial Gunz-Mindel hasta el fin de la glaciación Riss.
5~ o- ~ ~ ~ ~ N ~~ ~ ~ ::: ~ ~ ~
Pero no ha sido uniformemente adoptado, y todavía parece existir una

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cierta confusión. Así, lo que había sido anteriormente fechado como

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Un problema similar surge con las fechas absolutas que se utilizan.
Debido a los recientes resultados de ensayos radiométricos con fósiles
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llón a 2 millones de años. Esta extensión de la escala de tiempo no
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(11 en relación a un período glacial específico, porque estamos comparan-
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do diferentes autores sobre la base de dónde colocan a los hombres
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Las publicaciones han sido dispuestas en orden de fecha, para ver
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parece ser el caso, ya que las obras recientes muestran tanta divergen-
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particularmente por lo que toca al hombre de Pekín y al de Java, lo
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que hemos enfatizado en la tabla. Solamente se puede llegar a la con-
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7. Dientes
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Los dientes son una parte particularmente densa de la anatomía y
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por ello es más probable que puedan sobrevivir el paso del tiempo.
Todo diente descubierto que pudiera posiblemente adscribirse a un an-
tecesor del hombre es sujetado al examen más estrecho y a mediciones
de todos los aspectos posibles de su forma y tamaño, y particularmen-
te de las pautas de las fisuras de la corona de los dientes mayores. Ba-
- 1
sándose en evidencias tan endebles, se pronuncian asunciones y con-
u ' clusiones de grave momento con respecto al dueño original del diente.
Con bastante frecuencia se halla que tales predicciones son totalmente
incorrectas -siendo el Hesperopithecus sólo una de las varias que
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contamos (ver Sección 2).
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> 1 •
Eckhardt (56) investigó el margen de tamaño en los dientes de tres tes hechas por dos expertos a partir del mismo fragmento de mandíbula
t'ipos de simios fósiles muy antiguos, conocidos como Dryopithecus fósil, y que mostramos en la figura 15.*
sivalensis, Dryopithecus indicus y Ramapithecus punjabicus. Estos dien-
tes y fragmentos de mandíbulas inferiores habían sido descubiertos en
las colinas fosilíferas Siwalik al norte de Delhi. Su investigación des-
cubrió que para la mayor parte de las mediciones, el margen entre lo
que está clasificado como tres especies separadas no era mayor que el
hallado en varias generaciones de chimpancés vivos. Consideró además
que estos pretendidos antiguos homínidos eran solamente simios -mor-
fológica, ecólogica y etiológicamente.
Ciertas características poseídas por ciertos fósiles (incluyendo los
hombres-simios de Sudáfrica, los Australopitecinos), tales como gran-
des dientes faciales, pequeños incisivos y apiñamiento de molares muy (A) (B)
desgastados, son mencionadas como indicativas del desarrollo de ellos
hacia el hombre, que también poseen estas características. Pero los ba- FIG 15. Sivapithecus indicus: dos reconstrucciones de la mandíbula en base
buinos Galada (Theropithecus), que viven en la actualidad, tienen tam- de' los mismos fragmentos (A) por G. Pilgrim (B) por W. K. Gregory.
bién estas características, y es evidente que no son «humanos» en nin- Referencia (56, p. 98)
gún sentido (SS). Estos animales presentan una pruebla clara de la
inutilidad de hacer asunciones de gran entidad sobre la mera base de (Aún más recientemente, un artículo del señor Pickford -New
características dentales. Scientist, 8 de septiembre de 1977, vol. 75, no. 1068, pp. 578-580- afir-
ma que el número total de especímenes de Ramapithecus punjabicus
era de cuarenta y tres ahora, pero aparentemente todos consistían so-
El Ramapithecus
Se considera en la actualidad que -Ia primera rama de la línea de lamente de mandíbulas y dientes.)
En el artículo de Simons se da un relato de varios fragmentos, que
los simios, que eventualmente se desarrolla en dirección del hombre fueron reclasificados como Ramapithecus, y que habían sido incorrec-
moderno, fue el antiguo simio denominado Ramapithecus. Hasta 1970,
los únicos fósiles del animal eran cuatro fragmentos de mandíbulas in-
feriores y dientes, que incluso en la actualidad sólo llegan a unas do- * Con respecto al ramapiteco, es de gran utilidad la aportación de Chris C. Hummer,
en The Human Lineage, Demurs and Disarray, en la publicación Creation Research
cenas, todos los cuales fueron cuidadosamente inspeccionados en bus- Society Quarterly, junio 1980, p. 26:
ca de características humanas. Estas mandíbulas inferiores fueron re- «La posición de este simio como primer miembro de la familia humana nunca ha
sido segura. Las bases para asumir esta posición para el ramapiteco eran, desde el
cientemente revisadas por Simons (58) en un artículo que empieza con año 1961, un puñado de dientes fósiles y fragmentos de mandíbulas, y una errónea re-
la confiada afirmación de que el « ... camino desde los homínidos gene- construcción humanóidea de un paladar, que casi nadie pensó en poner críticamente en
ralizados ... hasta el género Horno puede ahora seguirse con poco te- tela de juicio. El error ha sido recientemente sacado a la luz debido a que se ha halla-
do un mandíbula completa. Citamos a continuación la retractación de David Pilbeam
mor de contradicción», pero en el último párrafo, habiendo sugerido acerca del ramapiteco:
tres alternativas de cómo se originaron las ramas primitivas, se ad- ... este nuevo espécimen no se ajustaba a lo que nosotros estábamos esperando; la forma de la
mitió que había «vacíos significativos en el conocimiento presente». Se mandíbula era en V, no en U ni parabólica; los dientes incisivos, a juzgar por sus alvéolos,
eran pequeños; y en sus proporciones la mandíbula era diferente de casi todas las otras
dice que varias características poco importante, como los premolares que se conocen. Esto, juntamente con otros datos, pone en evidencia que la historia de Jos
grandes y los dientes caninos, el grosor del esmalte y el apiñamiento origenes humanos precisa ser revisada. (Pilbeam, David, 1978. Rearranging our Family tree.
Human Nature, junio, p. 40.)
de los molares, son factores significativos, y de estas características se
llega a conclusiones de gran alcance con respecto a los factores del »En otro pasaje de su mismo artículo, Pilbeam admite que la "mandíbula ... ha
hecho tambalear el punto de vista establecido acerca de los orígenes humanos" y que
medio ambiente en edades pasadas. Se da atención particular a la "rondan por el aire nuevas ideas acerca de los orígenes humanos y los primeros pasos
forma de la hilera de los dientes, y se compara un dibujo de una re- evolutivos" (artículo citado, pp. 38 y 40).
Elwyn Simons dijo que el ramapiteco estaba "idealmente estructurado para ser el
construcción de una mandíbula inferior de Ramapithecus con otras antecesor de los homínidos. Si no lo fue él, no tenemos otra cosa que lo sea" (1977,
tres mandíbulas inferiores de simios, pero no se provee evidencia que Puzzling out man's ascent. Time. Octubre 7, p. 67). Con este reciente descubrimiento
apoye la exactitud de esta reconstrucción. Eckhart (56) ha mostrado de la mandíbula echando por tierra todas las imaginativas y tendenciosas «recons-
trucciones» de las mandíbulas de ramapitecos, este ser vuelve a ocupar su propio pues-
cuán inexactas pueden ser las reconstrucciones de las mandíbulas in- to. El de un animal sin relación con ninguna pretendida evolución del hombre a partir
feriores, y da ilustraciones de reconstrucciones completamente diferen- de los irracionales.»

90
91
tamente clasificados por sus descubridores originales. Dos interesantes Hemos dado con alguna extensión unos cuantos detalles de esta dis-
cartas en Nature en 1970, no obstante, muestran cómo fracasó un es- puta, a fin de subrayar que se pueden hacer atrevidas afirmaciones
fuerzo de reclasificar un fragmento de mandíbula inferior como Ra- basándose en evidenCias que no son solamente endebles, sino factual-
mapithecus y, además, arrojan considerables dudas sobre este tema. mente erróneas. Además, el reciente descubrimiento, reseñado en la an-
D. Pilbeam, un colega de Simons, afirmó que había reconocido una terior nota de pie de página, de una mandíbula entera de Ramapiteco,
«nueva» mandíbula de Ramapithecus punjabicus en la colección del arroja toda la luz necesaria sobre este asunto, y el lector puede juzgar
Museo Británico (Historia Natural) (53). Consideró que este fragmen- por sí mismo en qué quedan todas las fantasiosas especulaciones an-
to de mandíbula inferior, con unos dientes muy rotos, tenía afinida- teriores, erigidas cuando se carecía de una evidencia fehaciente acerca
des con los Austrolopithecus. Decía en su artículo: de la mandíbula, ahora ya disponible.

a) El fragmento no había sido reconocido y estaba «sin identificar


hasta el día de hoy», y se podía asignar con cierta confianza a Ra-
mapithecus punjabicus, formando la mandíbula más completa co-
nocida de esta especie.
b) Provenía casi con toda certeza de los yacimientos Nagri, que dan
una edad de 12 a 9 millones de años.
e) Su dentición preanuncia la del Australopithecus, siendo uno de los
factores el «apiñamiento» de los dientes, lo cual es común en el
R. punjabieus, Australopithecus y Horno.
d) El extremo de la raíz del diente canino se podía ver con rayos X,
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e indicaba que era muy reducido.
e) La profundidad de la mandíbula inferior debajo de dos de los
dientes fue medida como 26,6 y 31 mm.
Presumiblemente debido a la referencia al Australopithecus, el pro-
fesor L. S. B. Leakey examinó el original y escribió una réplica de lo
más devastador en un número posterior de N ature (54). En ella indi-
caba que:

a) La memoria de Pilbeam tenía que ser muy corta porque él (Pil-


beam) había identificado anteriormente este fósil en 1965 como
Dryopithecus laietanus, y había afirmado que «era imposible que
perteneciera al Ramapithecus».
b) Si el fósil hubiera provenido de los yacimientos Nagri, el descu-
bridor, un geólogo experimentado, lo hubiera dicho. Leakey con-
sideraba que Pilbeam se desviaba al asumir que era «casi cierta-
mente de la edad de Nagri».
e) Pilbeam no podía pretender que el «apiñamiento» de los dientes
constituya una característica del Ramapithecus porque, en su pro-
pio artículo, admitía que otras mandíbulas de Ramapithecus tenían
solamente dos dientes.
d) Leakey y otros examinaron varias radiografías del fósil, y no pu-
dieron ver evidencia alguna del extremo de la raíz del canino.
e) La nueva medición de la profundidad de la mandíbula inferior por
debajo de los dientes dio «lecturas totalmente diferentes, y signi-
ficativamente menores que las que él había registrado».
92 93
SECCION 111

HOMOS SAPIENS ANTIGUOS


{descartados sin justificación)

En ·prácticamente todos los libros de texto que· tratan del hombre


primitivo, los principales fósiles que se exponen como exhibiendo el de-
sarrollo de los simios a los hombres son:
a) Los hombres-simios africanos (Austrolopithecinos y Homo ha-
bilis).
b) El «cascanueces» (Zinjanthropus boisei).
e) El hombre de Java (Pithecanthropus erectus).
d) El hombre de Pekín (Sinanthropus pekinensis);
y una consideración de los muchos ejemplos de:
e) hombre de Neanderthal.
El hombre de Java, el hombre de Pekín y cráneos similares han sido
recientemente unidos en un solo grupo y recibido status casi humano
al ser clasificados como Homo erectus (Hombre erguido).
Desde el descubrimiento del hombre «1470» por Richard Leakey
en el Lago Rodolfo, y otros hallazgos, la línea propuesta del linaje hu-
mano ha cambiado, y mostramos en la figura 16 una opinión actual,
aunque no aceptada por todos los expertos. Los tres cráneos fósiles de
«tipo» humano -Vertesszollos, Swanscombe y Fontéchevade- son, en
mi opinión, de forma moderna, y los consideraremos cuando tratemos
del hombre de Neanderthal.
En todas las tablas publicadas, el Homo sapiens solamente aparece
a últimos del período Pleistoceno. No obstante, hay una cantidad de
fósiles humanos que han sido hallados en estratos muy anteriores a
aquellos en que se han hallado los antecesores aceptados del hombre,
tal como se muestra en la figura 16. Evidentemente, estos fósiles pri-
mitivos contradicen completamente la teoría actual del desarrollo hu-
mano, y es por esta razón que se les rechaza como fraudes o como
enterramientos intrusivos, esto es, enterrados en un estrato anterior a
aquel en que ellos vivieron, sea por el hombre o por causas naturales.
En algunas ocasiones, se somete a estos fósiles a diversos ensayos, y
se considera suficiente una sola discrepancia en cualquiera de los re-
95
Hamo sapiens El cráneo de Calaveras
Antecesores «Líneas tempranos
Período del Hamo sapiens extinguidas>> rechazados
En 1866, un herrero local pasaba el tiempo cavando un túnel en
Holoceno un estrato aurífero debajo de Bald Hill, en California, cuando a 40 m.
(reciente) Hamo sapiens por debajo de la superficie, halló lo que al principio creyó ser una raíz
r---10.000 añoc. de árbol, profundamente encajada en la grava cementada. Reconocien-
Pleistoceno Neanderthal do que el objeto era parte de una mandíbula inferior, la subió a la
superior Fontechevade superficie y más tarde se la mostró al doctor Scrivener y al doctor Jo-
¡--100.000 añó nes. Posteriormente, el profesor Whitney, el geólogo del estado de Ca-
Pleistoceno Swansgombe Olmo lifornia, examinó tanto el cráneo (fig. 17) como el lugar, y después de
medio V ertesszollos hacer una investigación muy cuidadosa, quedó convencido de que el
Pekín Clichy hallazgo era genuino. Juntamente con el doctor Wynan, lo sujetó a un
Java Galley Hill examen muy estrecho, para ver si éste corroboraba la historia del des-
f--500.000 años cubridor, lo que así sucedió, en tal medida que su genuinidad quedó
Pleistoceno Hombre <<1470» Australopitecos Natchez demostrada más allá de toda duda posible. Se halló en un depósito del
inferior Horno Habilis Abbeville Plioceno, en el que los expertos geólogos habían hallado muchos arte-
Zijanthropus factos de obra humana, como morteros y manos de mortero de piedra,
2-3 millones martillos de piedra, puntas de lanza, etc. (16, p. 472).
de años
Plioceno Foxhall
Castenedolo
Ramapithecus Calaveras
7-12millones ¡
de años

FIG. 16. Tabla de dataciones de fósiles anteriores

sultados para rechazar el fósil como enterramiento intrusivo. Así, se


ignoran completamente los testimonios oculares de los descubridores
originales. Daré algo de esta evidencia, que mostrará que tal rechazo
de esos «hombres inconformistas» no está justificado.
Una cantidad considerable de información con respecto a estos
hombres antiguos se da en The Antiquity of Man de Keith, edición de FIG. 17. El cráneo Calaveras
1925 (16), que he sumarizado más adelante. Keith fue uno de los muy
pocos expertos dispuesto a considerar estos fósiles, pero su repugnan- El profesor Hrdlicka investigó el fósil y halló que tenía un recubri-
cia a aceptarlos como evidencia positiva es evidente al leer su libro. miento superficial calcáreo, similar al de otros cráneos que habían
Da muchas ilustraciones, pero éstas no son siempre claras, y hay una sido descubiertos en cuevas, y esto se consideró como suficiente para
cierta dificultad en correlacionar sus dataciones geológicas con las que arrojar dudas acerca de su origen. Este fósil y otros varios en Nor-
se utilizan en la actualidad, porque cuando escribió su obra, daba el teamérica fueron rechazados también por parte del profesor Hrdlicka,
Pleistoceno como empezando durante el período interglacial Gunz-Min- porque dijo que los cráneos se parecían mucho a los de los indios ac-
del. También divide los ejemplos de artefactos primitivos de piedra en tuales. Evidentemente, éste es un argumento inaceptable, porque ¡igual
Chelleanos y pre-Chelleanos, que probablemente serían clasificados podría uno decir que debería ser rechazado porque se parece demasia-
como culturas Oldowanienses y Abbevillienses en la actual clasifica- do a un cráneo humano! El hecho de que no era el cráneo de un indio
ción. moderno queda demostrado por el hecho de que estaba casi totalmente
Entonces, aquí tenemos algunos de los fósiles de Romo sapiens fosilizado, y por ello que tuvo que estar enterrado un espacio consi-
hallados en estratos muy anteriores, los detalles del descubrimiento de derable de tiempo. Sir Arthur Keith, que cita el rechazo del cráneo
ellos, y la evidencia, en mi opinión muy inadecuada, sobre la que fue- por parte de Hrdlicka, admite: «No obstante, no demuestra que el es-
ron rechazados. pécimen original no sea realmente antiguo» (p. 472).

96 97
El profesor Whitney dio un 'extenso relato no solamente de sus in- nunca después airearon el fraude a fin de ridiculizar a los «exper-
vestigaciones del descubrimiento del cráneo, sino de muchos otros fó- tos».
siles hallados en diferentes áreas, y numerosos artefactos (59). La evi-
dencia fue criticada por Holmes en 1899 (60), que escribió un alegato Ciertamente, la genuinidad del cráneo es una proposición mucho
en favor de que los morteros y manos de mortero de tan moderna más aceptable que las razones dadas para su rechazo.
apariencia cayeron en las obras derrumbadas de la mina procedentes
de campamentos indios adyacentes, o que fueron dejados allí por tra-
bajadores indios. Para explicar por qué se hallaron tantos artefactos El cráneo de Castenedolo
en circunstancias tan diferentes sugirió· que « ... la noción de que ha-
llazgos de reliquias humanas en las gravas tendían a provocar acalo- En 1860, el profesor Ragazzoni estaba buscando conchas fósiles del
radas discusiones, se esparciría rápidamente de campamento en cam- Plioceno en una hoya en Castenedolo, Italia, cuando descubrió, en la
pamento, hasta que toda la región quedaba afectada». Su relato del superficie de la hoya, partes de un cráneo humano. Dándose cuenta de
descubrimiento e historia del cráneo confirma en realidad que era ge- su significado, inspeccionó cuidadosamente los estratos por encima
nuino, y sus esfuerzos en demostrar que se trata de una broma pesada de los fósiles, y no pudo hallar ninguna perturbación en la unión en-
están lejos de ser convincentes. tre ellos, cosa que hubiera indicado un enterramiento intrusivo. Bus-
El cráneo de Calaveras no fue el único fósil de apariencia moderna có más, y halló otros fragmentos de cráneo, pero cuando lo mostró a
hallado en estratos antiguos de esta área. Todos estos descubrimientos sus colegas, pocos de ellos le creyeron. No se halló nada más hasta
fueron revisados en 1924 por John C. Merriam, del Instituto Carnegie 1880, cuando un amigo de Regazzoni excavó en la hoya a unos 18 me-
en Washington. El informe, muy breve, de su discurso en la Academia tros de los descubrimientos originales y halló en el mismo nivel los
Nacional de Ciencias en Washington dice: restos fósiles dispersos de dos niños. Los dejó en posición para que
Regazzoni los inspeccionara, y de nuevo se comprobó que los estratos
Hay muchas evidencias ... que indican la existencia del hombre en la superiores estaban intactos. Más tarde se descubrió el esqueleto de una
Costa del Pacífico por un período que en toda probabilidad tiene que
ser medido en términos de muchos miles de años ... Hasta el día de mujer, cuyo cráneo tenía la misma capacidad que la de las mujeres
hoy, todos los restos humanos descubiertos son de lo que se ha actuales.
reconocido como tipos modernos (62) .. Más tarde, el profesor Sergi visitó al profesor Ragazzoni, y después
de investigar todo el caso se quedó convencido de que los hallazgos
El informe rechaza todos estos fósiles y llega a la conclusión de que eran genuinos. Ragazzoni pasó la custodia de los fósiles a Sergi, que
ninguno de ellos puede ser asignado a una fecha del Pleistoceno con no hizo mucho con ellos, hasta 1912, cuando Sir Arthur Keith comen-
certidumbre. De ello podría parecer que había alguna evidencia de que tó acerca del descubrimiento de un esqueleto moderno en Ipswich, en
estos fósiles eran de la época del Pleistoceno pero que, en opinión de estratos del Plioceno. Los dos científicos tuvieron un intercambio de
Merriam, no era convincente. No obstante, no se dan ningunos detalles correspondencia y ambos quedaron convencidos de que el hombre mo-
del descubrimiento en Calaveras ni en ningún otro lugar para apoyar derno existió en tiempos del Plioceno. Sergi escribió un artículo (Ri-
su afirmación, y por ello el lector no puede juzgar si su afirmación es vista di Anthropologia, vol. XVII, fase. 1-II, Roma) en 1921, en el que
válida. confirma sus propias conclusiones anteriores y pone el caso al día.
El fósil sigue siendo rechazado como una «broma pesada» de los A pesar de toda esta evidencia, son pocos los científicos que men-
mineros [o de un «Vaquero» (66, p. 3)], pero al aceptar esta explicación cionan estos dos fósiles, y otros considerados más adelante, en sus li-
tenemos que creer que: bros. En verdad, debido a un interesante giro de lógica, ¡se cita el
hecho de que «la mayor parte de las autoridades» los ignoran como
a) El autor del fraude consiguió un cráneo fósil de una cueva. constituyendo un argumento válido para continuar refutando la afirma-
b) Fue a continuación cementado en una masa sólida con material de ción de que son fósiles válidos!
la mina, con la suficiente habilidad para evitar la detección. Entre los pocos que sí los mencionan, Sir Arthur Keith dijo de
e) Se inventó una historia del hallazgo del cráneo en el túnel, que las Castenedolo:
investigaciones del profesor Whitney no pudieron descubrir.
d) Todo esto se hizo simplemente como una «broma pesada» para ha- La condición infosilizada de los restos y otras circunstancias nos dan
cer quedar en ridículo a los expertos, de parte de mineros ordina- la certeza de que estamos aquí tratando con enterramientos intrusivos
rios que no consiguieron ni dinero ni prestigio del fraude, y que (16, p. 340).

98 99
No obstante, con respecta a la fecha del fósil, dijo:
b) La incertidumbre de su edad geológica (Boule y Valíais, en Fossil
Acerca de la edad del estrato de coral no hay discusión ... pertenece Men, solamente le dedican tres líneas).
a la formación más antigua del Plioceno. La arcilla azul superyacen- e) Puede haber sido llevado desde la superficie por un movimiento de
te ... no es mucho más posterior en fecha que el estrato coralífero tierras.
(p. 355).
Hay una vaguedad general en la evidencia que se usa para apoyar
Por lo general, se rechazan los huesos debido a su falta de fosili- las razones para el rechazo, comparada con las investigaciones sobre
zación, y además se dice que el profesor Issel mostró que los huesos el terreno.
humanos no se hallaban impregnados de sal como había hallado en
otros huesos (26, p. 188). No obstante, el grado de fosilización no cons-
tituye una guía a la antigüedad del hueso. En uno de los artículos po- La mandíbula inferior de Foxhall
niendo al descubierto el fraude de Piltdown, se da el ejemplo de un
hueso todavía conteniendo la mayor parte de su nitrógeno hallado de- En 1863, se halló la mandíbula inferior de Foxhall en la capa «Red
bajo de un hueso que había perdido casi todo su nitrógeno. El hueso Crag» de una hoya de arena cerca de lpswich. La mandíbula original
inferior en esta hoya de Londres fue hallado eri arcilla no oxidada, ha desaparecido, pero se admitió que era totalmente humana, y los di-
en tanto que el hueso superior fue hallado encajado en arena (46, bujos .contemporáneos demuestran este extremo.
p. 254 ). Como los huesos de Castenedolo fueron hallados en un estrato Se mantiene que su desaparición invalida su derecho a ser conside-
de arcilla, ¿no podría ésta ser la razón de un estado infosilizado? rada seriamente. No obstante, no se aplica este principio a los fósiles
Así, se acepta generalmente la explicación de un enterramiento in- del hombre de Pekín que también han desaparecido y que igualmente
trusivo en contra de los relatos de testigos oculares de primera mano no están disponibles para su cuidadoso examen.
dados por parte de científicos de reputación de que: Aunque se haya perdido la mandíbula, Reíd Moir halló numerosas
1 herramientas de piedra en una capa inferior a la que contenía la man-
1 a) Los estratos por encimq de los fósiles estaban totalmente intactos. díbula de Foxhall, siendo un número de ellas de un tipo especial de
b) Se hallaron encajados· en una matriz del mismo material que el piedra de «pico» conocido como «Rostro-Carinatos». Tal era la incre-
del estrato en que se hallaron.
dulidad con que esto se recibió, que una comisión especial de expertos
visitó el lugar y estuvo de acuerdo en que la afirmación de Moir esta-
Ante esta evidencia, y ante el hecho de que los huesos estaban dis- ba totalmente justificada (16, p. 309). No obstante, en la actualidad,
persos por una área extensa, ¿cómo se puede mantener con seriedad algunos consideran que estos artefactos tienen un origen natural (26,
que se trataba de enterramientos intrusivos? Es una postura que de- p. 267).
safía a la lógica más sencilla.
Keith data estas capas como considerablemente anteriores a la gla-
1
ciación Gunz, y como del Plioceno anterior, aunque es probable que en
la actualidad sería redefinido como Plioceno posterior.
1
El cráneo de Olmo

Este se halló en 1883 en Olmo, Italia, a una profundidad de 15 me- El esqueleto de Galley Hill
tros por debajo de la superficie en un corte· de ferrocarril. Se halló
madera carbonizada y fósiles de animales extintos del Pleistoceno en
el mismo nivel, lo que fue investigado por Signar Cocchi, Conservador Este esqueleto fue hallado por un obrero en un lado de una hoya
del Museo de Geología de Florencia. La cavidad de este cráneo huma- de grava cerca de Dartford, Kent, a 2,5 metros por debajo de la su-
no estaba todavía llena de la masa de arcilla azul (en 1925), tal como perficie. Fue visto por el señor Heys, un director de escuela, y por el
había sido hallado. señor Elliot, un arqueólogo amateur, antes de sacarlo de su sitio. Ins-
Se arrojan dudas sobre su validez, debido a razones como las que peccionaron cuidadosamente los estratos superiores y testificaron que
siguen: estaban intactos. Se hallaron frecuentemente herramientas de piedra
Paleolíticas pre-Chelleanas en esta capa durante la investigación de
a) Es contemporáneo con el depósito en que se halló, pero no es estos dos arqueólogos amateurs. Keith admite que se hallaron herra-
más antiguo que el cráneo de Swanscombe. mientas pre-Chelleanas en los estratos que, en su figura 264, queda si-
tuada en el Interglacial Gunz-Mindel. Ya que esta fecha es demasiado
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101

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temprana para que incluso él la 'aceptara, da una razón para asignarle .-- To
una fecha Chelleana (Interglacial Mindel-Riss en su figura) al fósil. Em- . ~·"'~'='·.>..'::.Jl!!r~for d
pieza diciendo que se había hallado tanto del esqueleto que «es casi
seguro que los restos no han sido sepultados por la Naturaleza, sino ~.;%.·;:;~.;.t· ' ' '-\·' '';-=- ~L/ 1
por la mano del hombre» (p. 258). Aunque concuerda en más de una #,,-,;·:::;,~;,
ocasión en que los estratos superyacentes estaban intactos, dice sim-
plemente a continuación, prácticamente sin evidencia sobre la que
apoyarse, que « ... estamos forzados a la conclusión de que el esqueleto
de Galley Hill representa a un hombre del período Chelleano».
i'l'
EL INFORME DE GALLEY HILL

El «problema» de la existencia de un esqueleto humano en un es-


trato tan antiguo hizo que fuera situado en el «depósito de artículos O Klms ·2 •4
en suspenso» en el que se colocan estos fósiles fuera de línea. No obs-
tante, la dificultad de reconciliar este fósil (y el cráneo de Swanscom- FIG. 18. La localidad de Galley Hill
be hallado a unos ochocientos metros) con el progreso aceptado del
hombre fue tan grande que en 1948 una donación de la Viking Foun· El bajo contenido en F del esqueleto de Galley Hill fue la principal
dation of America posibilitó que se llevaran a cabo estudios intensivos razón dada para rechazarlo, pero este resultado puede deberse ya a la
de campo de la región Galley Hill-Swanscombe y efectuar un detallado diferencia en contenido de F de las aguas freáticas entre los dos lu-
estudio de los fósiles (64). gares, o al hecho de que el esqueleto de Galley Hill se hallara en una
El esqueleto original había vuelto a ser posesión de su descubridor, capa casi impermeable, reduciendo esto fuertemente la velocidad de in-
pero algunos fragmentos pequeños de huesos, aun en posesión del Mu- tercambio de flúor.
seo Británico, fueron sometidos a la prueba de la fluorina. En la ma- Tratando en primer lugar con el agua freática, no se dan ningunos
yor parte de aguas freáticas ( ground waters) hay un pequeño porcen- ensayos para comprobar si había alguna diferencia significativa en la
taje de fluorina que, a lo largo de un período de tiempo, se acumula concentración de fluorina entre las dos localidades. La importancia de
químicamente en el material óseo. La cantidad de fluorina en el hueso este aspecto es mencionada por Tobías (20, p. 180) en una considera-
aumenta con el paso del tiempo, y así la determinación del contenido ción de las discrepancias con respecto a un fósil de Africa Oriental, la
en fluorina de dos huesos de una misma excavación debería mostrar mandíbula de Kanam (ver Apéndice VII). Cita él un informe no publi-
si ambos habían sido sepultados en la misma época. cado escrito por Oakley (que desarrolló el ensayo de la fluorina), y que
En uno de los primeros artículos acerca del método de ensayo con dice:
fluorina (6.3-), se remarca que solamente es válida una comparación del
contenido en F entre dos fósiles que provengan de la misma localidad .. .la distrib1,1ción de los iones de uranilo en agua freática, como la de
o área, pues uno podría hallarse sujeto a un agua con elevados valores los iones de fluorina, queda sujeta a variaciones considerdbles de
de F frente al otro, anulando así la validez del ensayo. lugar en lugar.
El contenido de fluorina de los fragmentos óseos de Galley Hill se Este factor, ya por sí solo, podría dar cuenta de mucha de la dife-
sometió a ensayo, hallándose que era de alrededor de un 0,4 %. No se rencia, si no de toda ella, entre los dos contenidos en F. Carnot, que
habían hallado otros huesos en este lugar y por ello fue comparado con descubrió la actividad de la fluorina sobre los huesos en 1893, halló
huesos de la hoya de Swanscombe, que se vio que daban un promedio un incremento general de la fluorina con el paso del tiempo, pero los
de un 2 %. Principalmente debido a causa de esta discrepancia, se afir- resultados «eran influenciados tan profundamente por variables loca-
mó precipitadamente que los huesos de Galley Hill eran un enterra-
miento intrusivo. Pero la hoya de Swanscombe es halla a unos ocho- les que no eran de valor directo» (46, p. 266).
cientos metros de la hoya de Galley Hill. (Ver la fig. 18.)

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2
cente). Parecería ser una capa muy permeable, entre, digamos, 10- y
La permeabilidad de la capa de arcilla 1 cm/s. Así, la grava en Swanscombe podría ser entre 10.000 y 1.000.000
Una característica aún más importante es el estrato de arcilla en la de veces más permeable que el aluvión arcilloso que incorporaba el
que se halló el esqueleto. Acerca de esto, el informe ofrece muchos esqueleto de Galley Hill. Evidentemente, esto explicaría con toda certeza
más datos. El fósil quedó a descubierto en el fondo de un estrato ar- la discrepancia entre sus contenidos en fluorina, haciendo inválido el
cilloso a la mitad de profundidad de una pared de grava vertical de rechazo del esqueleto por el informe sobre tal base.
unos tres metros de espesor. Es evidente que esta disposición de los
huesos podría afectar el flujo del agua y, por ende, la velocidad del in-
tercambio de fluorina, y esto se reconoce en el informe, pues dice así: Descalcificación
Con respecto a la descalcificación del lugar· de Galley Hill, el infor-
me dice que el suelo « ... tiene un pH de 6,8 (confirmando nuestra im-
Naturalmente, se podría argumentar que el esqueleto de Galley Hill presión de descalcificación total)».
quedó protegido de la acción del agua filtrada gracias a una matriz La descalcificación es la disolución química de los huesos debido a
de arcilla impermeable. la acidez del agua freática. Esta es la razón por la cual se considera
que no se hallaron otros huesos en la localidad, indicando que el es-
Se afirma, no obstante, que la arcilla era permeable, añadiendo: queleto descubierto era un enterramiento intrusivo relativamente re-
«Este extremo no parece haber sido considerado por los investigadores ciente. Pero se tiene que señalar que el pH de 6,8 es muy escasamente
anteriores.» Este aspecto de la permeabilidad es subrayado en varias ácido comparado con el valor neutro de 7,0 y que el efecto del ácido no
ocasiones en el informe. es proporcional a la diferencia de pH por debajo de 7 ,O sino que aumen-
Pero se puede preguntar: ¿En qué magnitud era permeable la ar- ta con gran rapidez al disminuir el valor del pH. Así, una diferencia de
cilla? Casi todos los materiales son permeables en mayor o menor can- 0,2 en «acidez» tendría poco efecto sobre huesos, y en cualquier caso,
tidad, por lo que en realidad se trata de grados de permeabilidad. Una se halla dentro del margen de tolerancia de los ensayos de un material
caja de arcilla extraída con el esqueleto de Galley, y etiquetada en 1894 neutro. Por lo general, las arcillas tienen un valor de pH entre 6 y 6,5,
por Elliot, estaba en posesión del Departamento de Geología del Museo y a pesar de ello se hallan huesos con frecuencia en estratos de arcilla,
Británico (Historia Natural) y fue cuidadosamente analizada. Se con- lo que indica que no ha tenido lugar ninguna descalcificación. Además,
sideró que no se trataba de una arcilla, sino de una «marga limosa el hecho de que el esqueleto se hallaba situado en una capa de arcilla
basta» que, <<en estado seco, es extremadamente porosa». Es de supo- virtualmente impermeable lo habría preservado contra la disolución
ner que fuera permeable al aire cuando estaba seca, pero como sola- química.
mente estamos interesados en su permeabilidad al agua, este comen- Además, se afirmaba que la acidez del agua en Galley Hill había «des-
tario que aparece en el informe es ciertamente intrascendente, e incluso calcificado» los estratos, en tanto que en la hoya de Swanscombe, la
engañoso. presencia de los huesos del cráneo señala que en este lugar el agua no
Hubiera sido asunto sencillo medir la permeabilidad de la muestra, era ácida. De ello, es evidente que la historia de las condiciones del
lo cual constituye un ensayo estándar en la mayor parte de los labora- agua en los dos sitios no era la misma, pero se asume exactamente lo
torios de ensayos de suelos. No obstante, no parece que se haya hecho contrario cuando se enfatizan las diferencias en contenido de fluorina
en este caso, y la evaluación de que era permeable descansa enteramen- en el informe. Si las aguas tenían diferentes valores de pH, ¿no podían
te sobre una ínspección visual y un análisis del tamaño de la partícula. también haber tenido diferentes valores de fluorina?
Se da el contenido de la arcilla como un 19% de arena, un 66% de
cieno y un 15 % de arcilla. Algunos de los granos de arena exceden ¿Un enterramiento intrusivo?
1 mm en diámetro, y de ello se consideró qu~ el material era permea- Como resultado del ensayo de fluorina, el informe llega a la conclu-
ble. No obstante, quisiéramos alegar que en relación a las gravas en sión de que el esqueleto tiene que haber sido un enterramiento intru-
que se hallaron los fósiles de Swanscombe, era relativamente imper- sivo y que:
meable. Uno de los principales factores que afectan a la permeabilidad
del suelo lo constituye el tamaño de las partículas más finas, y la pre- . . . para el tiempo que vieron los restos del esqueleto sobresaliendo
sencia de un 15 % de arcilla reduciría considerablemente el coeficiente del muro, es probable que el grueso de cualquier evidencia de enterra-
miento hubiera ya sido destruida por el cavador de la grava.
de permeabilidad a, digamos, 10-6 cm/s para este tipo de suelo fino.
En Swanscombe no se llevaron a cabo análisis similares, pero la No obstante, nosotros consideramos que sería extremadamente im-
capa en la que se halló el cráneo parece haber sido una piedra bastan- probable que hubieran quedado borradas todas las señales de un agu-
te uniforme (con algo menos de contenido en arena que la capa adya-
105
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jero de sepultura de casi nueve metros de profundidad cuando el es- INFORME DE DATACIÓN MEDIANTE CARBONO 14
queleto mismo se pudiera ver sobresaliendo de la pared casi vertical Finalmente, en 1961, se sometió el esqueleto a un ensayo de Carbo-
de la cantera. Se tiene que recordar que los dos descubridores origina- no 14 y fue datado como teniendo una edad de 3.310 ± 150 años. Esto
ls buscaron señales de perturbación de los estratos:. y que no hallaron evidentemente indicaría un enterramiento reciente, pero ¿es exacta
ninguna (16, pp. 251-258). Si se hubiera cavado un agujero, entonces esta datación? Es poca la información que se da en el informe acerca
debería haber algunas evidencias visibles. El informe afirma que se de este ensayo (65, p. 41), pero sugerimos que hay factores que podrían
pueden perder las indicaciones de una sepultura con el paso del tiem- arrojar dudas sobre este resultado.
po, y se remite a los comentarios de Hughes como confirmación de esta En primer lugar, solamente estaban disponibles unos fragmentos
postura. Pasando a esta referencia (61 ), uno halla que es una carta en muy pequeños de hueso. Ya hemos mencionado que se tuvo que efec-
la que relata sus observaciones de dos localidades donde no se pudie- tuar el ensayo de fluorina sobre piezas de hueso halladas en la matriz
ron detectar enterramientos recientes en terrenos hornogénos. Incluso que había estado alrededor del esqueleto. Como el informe no hace
ahí, en condiciones húmedas, Hughes señala que el cambio en porosi- mención de este factor, se asume que se descubrió suficiente hueso adi-
dad del suelo perturbado resultó en llegar a ser más oscuro allí donde cional para el ensayo de C14.
había tenido lugar la excavación. Señala él: En segundo lugar, el ensayo de C14 es sensible a muchos más fac-
tores externos de lo que generalmente se cree. F. W. Shotton, en el
Es solamente donde hay capas estratificadas de arena o de grava y curso de su discurso presidencial a la Sociedad Geológica, mencionó
se interrumpe la continuidad de las capas que se pueden ver clara- algunas de las dificultades experimentadas con la datación mediante
mente en sección la tumba u hoya rellenada. el método del C14, y dijo:
Eran capas estratificadas no perturbadas lo que Elliot mencionó en Las estimaciones de edades de huesos pueden ser hechas sobre el
su informe, e indica que la arcilla que contenía el esqueleto estaba colágeno (que constituye solamente una pequeña del peso del hue-
también estratificada, porque, dice él, « •.. capas de arcilla o de marga so) o sobre el contenido de carbonato cálcico del hueso, o sobre los
arcillosa». Elliot dijo específicamente: dos juntos. La determinación de carbonato parece ser muy inexacta
y, como sucede con las conchas, puede llevar a estimaciones dema-
No podía suscitarse ninguna duda de la observación de una persona siado bajas ... Evidentemente, los huesos son un material sospechoso
de inteligencia normal acerca de la deposición simultánea [del esque- incluso para fechas relativamente recientes, y son inaceptables para
leto] con la de la grava, porque había una capa de arcilla, en cuya un margen de edades entre 20.000 y 40.000 años (67).
base se hallaban incorporados estos restos humanos. La parte infe-
rior del cráneo, por lo que yo pude ver, estaba descansando en la Esta sorprendente afirmación fue hecha por un experto en la téc-
grava arenosa. El estrato de arcilla estaba intacto. Este estado intacto nica en 1967. Sería todavía aún más aplicable a ensayos llevados a cabo
del estrato era tan palpable para el obrero que dijo: «El hombre o seis años atrás, ya que las técnicas de entonces eran menos refinadas.
el animal no fue enterrado por nadie.» ·
Ya que los huesos de Galley Hill estaban muy fosilizados, la pequeña
Así, el esqueleto fue sepultado simultáneamente con la deposición cantidad de colágeno hubiera prácticamente desaparecido. No obstan-
de la arcilla. Por ello, no pudo haber sido un enterramiento intrusivo te, el informe dice que se utilizó la fracción orgánica (colágeno) como
en la arcilla después de su deposición, sino antes de que se depositaran fuente de carbono, y uno queda preguntándose qué confianza se le
encima las capas intactas de grava, pues tal cosa hubiera por lo menos puede dar a los resultados de este ensayo.
perturbado las capas en la arcilla. Más bien parece que la interpretación de la evidencia presentada
El informe subraya también que el esqueleto no poseía ningunas ca- por el esqueleto de Galley Hill ha sido fuertemente condicionada por
..racterísticas que estuvieran fuera de las variaciones normales de un las presuposiciones actualmente mantenidas. A la luz del anterior exa- .
Horno sapiens moderno. De esto se infiere que era demasiado moderno men de la evidencia, y en contra de las opiniones generalmente acep-
para los estratos en los que fue hallado, y que por ello era un enterra- tadas, quisiera mantener que este esqueleto apoya la causa de la exis-
minto intrusivo. Este argumento suena a círculo vicioso, esto es: se tencia del Horno sapiens en estratos a los que se les asigna una edad
halla un esqueleto moderno en estratos antiguas, pero ¡debido a que es remota.
moderno, tiene que ser intrusivo!
Sumarizando el informe, quisiera sugerir que la evidencia sobre la
que se rechazó el esqueleto de Galley Hill es insatisfactoria.

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El esqueleto de Clichy La pelvis de Natchez

Este fue descubierto por trabajadores en una hoya de grava en Este tipo totalmente moderno de pelvis fosilizada fue hallado en
París en 1868. Un tal señor E. Bertrand, que visitaba frecuentemente Natchez, América del Norte, mezclada con fósiles de animales extintos.
aquel lugar en busca de fósiles, pudo ver el fósil, que estaba todavía Keith relata en su libro los detalles de la investigación que Sir Charles
encajado en el suelo. Segun Sir Arthur Keith, Bertrand dio una confe- Lyell llevó a cabo en este lugar específico en 1846, a fin de verificar el
rencia en la Sociedad Antropológica aquel mismo año acerca de su descubrimiento (p. 465). Lyell fue el abogado y geólogo amateur que es-
hallazgo. Todos los expertos franceses menos uno aceptaron la autenti- cribió en apoyo de la teoría del actualismo como explicación de la for-
cidad y antigüedad del esqueleto. Fue hallado en una capa que podía mación de los estratos geológicos. Decía esta teoría que los procesos
correlacionarse con aquella en que se había descubierto el esqueleto actuales de erosión, deposición, etc., eran capaces de explicar las for-
de Galley Hill. No obstante, Keith volvió a decir que, ya que se había maciones geológicas existentes dado un período adecuado de tiempo,
haliado un esqueleto completo, ¡tiene que haber sido enterrado intrusi- digamos, de varios millones de años, para la actuación de estas fuer-
vamente desde una superficie en la tierra Chelleana! zas. Hasta aquel entonces, la teoría cataclísmica era la que dominaba,
Al tratar de este descubrimiento en particular, Boule y Vallois, en proveyendo evidencias de que los estratos habían sido depositados du-
Fossil Men, lo combinan con otro en Grenelle, y después pasan a de- rante uno o varios grandes cataclismos.
rramar escarnio sobre los dos: Lye.ll estaba en busca de evidencia del linaje del hombre y visitó el
lugar personalmente. No estaba bien dispuesto a aceptar que el hom-
Con respecto a los esqueletos de los suelos aluviales de Clichy (1868) bre hubiera existido tan atrás en la escala de tiempo geológico, pero
y de Grenelle (1870) mencionamos simplemente la precipitación de
los antropólogos que intentaron demostrar la antigüedad geológica no pudo hallar evidencias en contra. Dice Keith: «Lyell temía utilizar
de ellos. Tal intento, llevado a cabo durante años después del des- el hueso hallado en Natchez como evidencia, le parecía sugerir una an-
cubrimiento por individuos que nunca vieron los depósitos, no pueden tigüedad demasiado grande para el hombre.» Lyell venció esta dificul-
ser de mucho valor. Las nociones más elementales de precaución tad ¡diciendo que pudiera haberse deslizado de una tumba india re-
exigen de la paleontología humana que debería basar sus especula- ciente! Admite él: «indudablemente, si el hueso pélvico hubiera per-
ciones solamente sobre evidencias de orígenes irreprochables. Este no tenecido a cualquier mamífero reciente aparte del hombre, nunca se
fue el caso con respecto a los esqueletos de los aluviales parisinos habría recurrido a una tal teoría» (23, p. 159).
(p. 151). Evidentemente, ya tan atrás como 1846, Lyell no estaba preparado
para aceptar la existencia del hombre en estratos tan antiguos, y el
Ya que este relato del retardo en la publicación difiere tanto de lo hecho de que dejara a un lado la evidencia de esta manera deja a uno
que Keith nos dice (p. 176), se puede solamente inferir que se refiere con el interrogante acerca de si era igualmente selectivo en sus evi-
precipitadamente al esqueleto de Grenelle. ¡Despreciar el esqueleto de dencias para apoyar su teoría de cambios geológicos lentos a lo largo
Clichy por las mismas razones es ser culpable de la misma falta de cui- de inmensos lapsos de tiempo. En realidad, su teoría ha quedado so-
dado de la que son tan críticos! metida a severa crítica por parte de varios geólogos eminentes, entre
ellos el profesor D. V. Ager, director del Departamento de Geología y
Oceanografía de la Swansea University (1) y S. J. Gould, profesor de
La mandíbula de Abbeville Geología en la Universidad de Harvard. De hecho, este último va tan
lejos como para acusar a Lyell de especiosidad en sus argumentos, por-
Fue hallada en una hoya en 1863 por el famoso Boucher de Perthes, que dice lo siguiente:
a 5 metros de profundidad, en depósitos del 'Pleistoceno anterior. Se
incluyó en las listas francesas de hombres primitivos por unos veinte Charles Lyell era un abogado de profesión, y su libro es uno de los
alegatos más brillantes jamás publicado por un abogado . .. Lyell
años. No obstante, al creerse más tarde que el hombre de Neanderthal se basó en dos trucos habilidosos para establecer sus puntos de vista
era un precursor del H omo sapiens, este fósil fue efectivamente elimi- actualistas. En primer lugar estableció un hombre de paja a comba-
nado, ya que era demasiado temprano para ser acomodado con la teo- tir ... De hecho, los catastrofistas estaban mucho más centrados em-
ría aceptada de la emergencia del hombre. píricamente que Lyell. El registro geológico parece demandar catás-
La mandíbula no es siquiera mencionada por Boule y Vallois en trofes: Las rocas fracturadas y contorsionadas; faunas enteras han
Fossil Men, pero más adelante daremos las opiniones de Sir Arthur sido barridas. Para esquivar esta apariencia literal, Lyell impuso su
Keith. imaginación sobre la evidencia. El registro geológico, argumentaba

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él, es extremadamente imperfecto y tenemos que interpolar en él lo ... ¿Podemos suponer que los obreros de Galley Hill y Clichy poseían
que podemos inferir razonablemente, pero no podemos ver. Los ca- un conocimiento sobrenatural e implantaron estas dos variedades si-
tastrofistas eran los empiristas tercos de su época, y no apologetas milares, pero singulares, de hombre en el mismo estrato geológico, y
· teológicos ciegos a la evidencia. en medio de la misma antigua cultura Paleolítica? (p. 278).
En segundo lugar, el «actualismo» de Lyell es una mezcolanza de ¿Estuvieron acertados nuestros predecesores al rechazar la mandíbu-
pretensiones. El uniformismo es una afirmación metodológica que tie- la de Abbeville? Creo que no ... Nuestros predecesores estaban in-
ne que ser aceptado por todo científico, tanto si es catastrofista como fluenciados principalmente por sus prejuicios ... El tiempo mostrará
si es actualista. Otras pretensiones son nociones sustantivas que des- probablemente que el pionero de Abbeville estaba en lo cierto no
de entonces se han ensayado y dejado de lado. Lyell lo bautizó todo solamente acerca de los artefactos humanos en las terrazas, sino tam-
con un mismo nombre e hizo un malabarismo excelente: intentó ha- bién acerca de los restos humanos (p. 274).
cer pasar la pretensión sustantiva con el argumento de que se tenía La historia del cráneo de Calaveras, aunque enmohecida ... no puede
que aceptar la proposición metodológica, a fin de no llegar a «Ver rea- dejarse a un lado. Es el «espectro» que obsesiona al estudiante del
vivado el antiguo espíritu de especulación, ni el deseo manifestado de hombre primitivo . . . llevando a sus límites la capacidad de creer de
cortar, en lugar de desatar pacientemente, el nudo gordiano» (68). cada experto hasta casi el punto de rotura... En realidad, si tales
descubrimientos se hallaran en concordancia con nuestras expectati-
Con críticas como ésta, que casi resultan ser denuncias, parece que vas, si estuvieran en armonía con las teorías que hemos erigido con
mucha de la base sobre la que depende la teoría actual de la geología respecto a la fecha de la evolución del hombre, nadie soñaría en du-
se halla en urgente necesidad de revisión. dar de ellos; y muchos menos rechazarlos (pp. 471 y 473).
Al ir leyendo el estudioso del hombre prehistórico, y estudiar los
registros del hallazgo de <<Castenedolo>>, un sentimiento de increduli-
dad surge dentro de él. No puede rechazar el hallazgo como falso
Swanscombe, Fontéchevade y Vertesszollos sin hacer violencia a su sentido de verdad, y no puede aceptarlo sin
desmenuzar sus creencias establecidas. Es evidente que no podemos
A diferencia de los cráneos humanos que hemos considerado ante- siknciar Castenedolo: Todos los problemas modernos relacionados con
riormente, estos tres fósiles de Horno sapiens se mencionan por lo ge- el origen y la antigüedad del hombre moderno giran en su torno
neral en las varias publicaciones, aunque a menudo sólo de pasada, y (p. 334).
no es infrecuente que se omitan en cualquier escala de tiempo en las
que su cercanía al hombre de Java y al de Pekín se evidenciaría con
facilidad. Estos tres cráneos fósiles se considerarán en la sección que
trata del hombre de Neanderthal, con quien se asocian por lo general.

Las opiniones de Sir Arthur Keitlz


acerca de los fósiles de humanos antiguos

Hemos descrito estos tempranos fósiles humanos con cierta exten-


sión, a fin de mostrar que, a excepción de los tres últimos, la mayor
parte de ellos son ignorados. Ignorados siempre en todas las obras
populares escritas para el público en general, y por casi todos los cien-
tíficos, incluyendo aquellos de fama y reputación considerables. Una
excepción sobresaliente a esta observación, como hemos dicho ya, es la
de Sir Arthur Keith, que estaba dispuesto a afrontar hechos desagra-
dables, incluso aunque no cuadraran con ideas preconcebidas.
En la edición de 1925 de su libro The Antiquity of Man, da él las
historias de varios de estos fósiles de tempranos Horno sapiens, aunque
no aparecen en sus obras posteriores. No puedo concluir esta sección
de mejor manera que citando sus comentarios acerca de ciertos de los
fósiles que ya hemos considerado.

110 111
SECCION IV
EL HOMBRE DE PEKIN

Para simplificar la presentación de los hechos relacionados con el


hombre de Pekín, los dispondremos cronológicamente, considerando
detalladamente ciertos sucesos, y comentando acerca de varias public~­
ciones, según ello se va sucediendo.
Al tratar del hombre de Pekín, se tiene que hacer referencia del
libro de Fr. O'Connell, Science of Today and the Problem of Genesis,
que a pesar de algunas inexactitudes de importancia varia, no obstante
suscita una serie de aspectos interesantes, dignos de ulterior investi-
gación, con respecto al descubrimiento de los fósiles. Fr. O'Connell era
un sacerdote catolicorromano que estuvo en China desde los primeros
días del descubrimiento hasta después de la Segunda Guerra Mundial,
y aunque no visitó Pekín personalmente, leyó los relatos del descubri-
miento tanto en los diarios y revistas en inglés como en chino, lo que
le convenció de que no se había hallado ningún «eslabón perdido».
Menciona él que en un manual de doctrina cristiana, publicado por los
padres jesuitas en Hong Kong, se habían publicado puntos de vista si-
milares.
El libro de Fr. O'Connell, que es sumamente crítico de Teilhard de
Chardin y de ciertos otros miembros de la clerecía catolicorromana,
recibió no obstante el «<mprimatur» oficial del Vaticano, y reproduce
una carta en la que se expresa el aprecio del Papa Paulo VI por su fiel
devoción.

1918. Primeros descubrimientos

Todos los relatos del descubrimiento del hombre de Pekín empiezan


con las investigaciones de Andersson en Chikusan, cerca de Choukou-
tien, en este año. No obstante, dice O'Connell (p. 113) que el jesuita
Fr. Licent, el director de un museo geológico y botánico en China, ob-
tuvo varias donaciones de 20.000 francos para explorar la localidad de
Choukoutien ya en 1912. Es comprensible que existiera un interés con-

113
siderable por «Choukoutien>>, ya que significa «Colina de los Huesos to pasó al cercano lugar de Choukoutien, más productivo, siendo fi-
de Dragón», siendo que en chino «huesos de dragón» es el nombre que nanciado el trabajo por lvar Kreuger, millonario salido de la nada, fi-
se le da a los fósiles. Los chinos creen que los fósiles molidos tienen nanciero y estafador, que se suicidó en 1932. Kreuger fundó también
buenas propiedades medicinales, y es evidente que esta colina había la publicación Paleontologia Sinica, que iba a ser el principal canal
sido conocida como una fuente de fósiles durante generaciones. para las publicaciones oficiales de los resultados de las excavaciones
Aun antes de esto, no obstante, en 1903, el profesor Schlosser de en Choukoutien.
Alemania, examinando una cantidad de fósiles que había comprado
en una tienda china, una droguería, halló un diente que consideró que
era de un antropoide, y sugirió que pudiera hallarse al hombre primi- 1922. Los hallazgos de Zdansky
tivo en este continente. Grafton Elliot Smith escribió un artículo acer-
ca del hombre de Pekín en Antiquity, en el que comenta: Zdansky volvió a Suecia con su colección y, hallando en ella dos
De ahí define que el propósito de su comunicación es el de sugerir dientes, los clasificó prudentemente como «Horno sp.». No obstante,
a investigadores que puedan disfrutar el privilegio de llevar a cabo en Pekín provocaron una gran excitación, y se habló por vez primera
excavaciones en China que preferentemente busquen los restos de ya del «hombre de Pekín». No obstante, no se publicaron los hallazgos
un nuevo antropoide fósil, un hombre del Terciario o un ser humano hasta cuatro años después.
del Pleistoceno ... Esta brillante predicción fue hecha en 1903, pero
nada más se hizo para llevar esto a cabo hasta el año 1921, cuando el
profesor J. Gunnar Andersson, el geólogo sueco que estaba actuando 1926. Empieza la excavación
como Consejero del Geological Survey de China, fue dirigido a un
depósito de huesos fósiles en Chou Kou Tien al oír las conversacio-
nes de sus trabajadores nativos. Cuando empezó a examinar el rico Se celebró un congreso internacional de científicos en Pekín, al que
depósito de fósiles en la cueva de Chou Kou Tien halló entre estos asistió el príncipe heredero de Suecia. En este congreso, el doctor Da-
restos un trozo de cuarzo, y en el acto comentó con sus ayudantes: vidson Black, que era el profesor de Anatomía en el Colegio Pekin
«Esto es el hombre primitivo», implicando por esta afirmación que Union Medical, hizo un anuncio «confidencial» acerca de los dientes
como el cuarzo no aparecía en este lugar de forma natural, algún que habían sido hallados en Choukoutien hacía cuatro años.
agente humano primitivo del Pleistoceno tiene que haber sido res- Davidson Black, que había nacido en Canadá en 1884, había recibido
ponsable de su presencia entre los huesos que estaba examinando. De un título en medicina y en 1914 trabajó en Manchester con Sir Grafton
cierto modo, esta afirmación es casi tan notable como la que el pro-
fesor Schlosser había hecho hacía más de veinte años (78, p. 29). Elliot Smith sobre los hallazgos de Piltdown (ver p. 27). Creía que el
hombre se había originado en Oriente y aceptó prontamente un puesto
Está claro de que, debido a muy pocas evidencias, se esperaba que en el Colegio Pekin Union Medical, que le daría la oportunidad de ex-
el hombre primitivo fuera descubierto en un continente que en aquel plorar este continente. Había investigado lugares en China y en Siam
tiempo se hallaba relativamente remoto de Europa. No obstante, las en búsqueda del hombre fósil sin éxito alguno, pero estaba convencido
alabanzas de Smith hacia la predicción del profesor Schlosser no ha- de que los dos dientes hallados por Zdansky en Choukoutien pertene-
bían sido merecidas, porque más tarde se comprobó que el diente era cían al homínido que estaba tan ansioso por descubrir. Teilhard de
de Horno sapiens, que son abundantes en las droguerías chinas (18, Chardin, que estuvo al principio remiso con respecto a estos descubri-
p. 63), y además ha desaparecido en forma misteriosa desde entonces mientos, se convenció más tarde de que los dientes eran humanos, y
(S, p. 116 y 18, p. 41). expresó su punto de vista en un banquete oficial.
Andersson estaba empleado evidentemente para llevar a cabo explo- Teilhard, que había perdido su posición como profesor de Geología
raciones geológicas y, se dice, estando interesado en paleontología, tuvo en la Universidad de París, había sido desterrado a China por las auto-
la fortuna de descubrir los fragmentos de cuarzo, pasando las posterio- ridades catolicorromanas debido a sus escritos y conferencias, y se le
res investigaciones al doctor Zdansky. No obstante, Wendt da una ver- prohibió publicar cualquier obra teológica exponiendo sus puntos de
sión diferente, porque dice que la predicción de Schlosser en 1903 tuvo vista filosóficos acerca de la evolución y el cristianismo. Trabajó con
como resultado que se organizara, ya en 1914, la primera expedición al Fr. Licent en el Museo Geológico y Botánico en Tientsin, que este úl-
Extremo Oriente, específicamente en búsqueda del «eslabón perdido», timo había fundado, y viajaron extensamente por China, recogiendo
consistiendo el equipo de Andersson, Zdansky, Walter Granger y más muchos fósiles y especímenes geológicos.
tarde de Roy Chapman Andrews (37, p. 183). En la recepción, durante el congreso, estaba presente el secretario
En 1921, Zdansky empezó las excavaciones en Chikusan, pero pron- de la Fundación Rockefeller y se acordó, como resultado del descu-

114 115
brimiento de los dos últimos dientes, que la Fundación financiaría más afirmación similar acerca del falso diente del «Hesperopithecus» que
exploraciones. El sueco, doctor Birgher Bohlin, iba a ser encargado de se ha relatado en una sección anterior (p. 75).
!a excavación en el lugar, en tanto que los fósiles serían evaluados por
el doctor Black en Pekín.
Así, en base a unas evidencias tan endebles, se iban a invertir con-
:;;iderables sumas de dinero en excavaciones a gran escala en un es-
fuerzo por descubrir más. El profesor Zdansky, no obstante, estaba
preocupado por las extravagantes afirmaciones que estaban siendo he-
chas por algunos de sus colegas. En su artículo en Antiquity (78) cita FIG. 19. La muela de «Sinanthropus» de Black
Elliot Smith al artículo de Zdansky en 1927, en el que decía:
El doctor Black viajó a América y a Europa con el diente en un
Estoy ciertamente convencido de que el material existente constitu- contenedor especial hecho de oro y unido a la cadena de su reloj para
ye una base totalmente inadecuada para muchas de las varias teorías
basadas sobre el tal ... Declino absolutamente aventurar cualquier mayor seguridad. El diente provocó una conmoción considerable en
conclusión de gran alcance con respecto al material extremadam~ente círculos científicos, aunque algunos de los científicos creyeron que era
escaso aquí descrito y que, creo yo, no puede ser más precisamente demasiado optimista hacer unas afirmaciones tan atrevidas sobre una
identificado -que como Horno sapiens . . . mi propósito aquí es sola- evidencia tan endeble.
mente el de poner en claro que mi descubrimiento de estos dientes Las excavaciones continuaron, con el descubrimiento de grandes
debería ser considerado como decididamente interesante, pero no cantidades de huesos, habiéndose enviado 575 cajas de ellos a Pekín
como marcando el inicio de una nueva época. como fruto de la excavación de la temporada. Entre ellas se hallaban
algunas mandíbulas, huesos de cráneo y dientes de los «hombres-si-
Sigue I;.lliot Smith: mios». A partir de los fragmentos de huesos, Black reconstruyó más
tarde su primer cráneo de Sinanthropus.
No obstante, el profesor Davidson Black asumió una postura distinta
acerca del significado de los dientes. Para él se trataba de algo que
decididamente marcaba el inicio de una época. Además, tuvo la va- 1929. Fundación del Laboratorio Cenozoico
lentía de actuar según sus convicciones.
A la vista de los descubrimientos hasta entonces, la Fundación Roc-
Smith menciona que Black, su antiguo discípulo, con el que había kefeller acordó financiar el establecimiento del Laboratorio Cenozoico,
mantenido correspondencia, estaba convencido de que el hombre pri- viniendo este nombre de la época que cubre las eras Pliocena y Pleis-
mitivo sería hallado en China, y por ello había aceptado la posición tocena. El doctor Black fue nombrado director, y los chinos Pei y
que le había sido ofrecida en Pekín. La convicción de Black de que los Young fueron encargados de la excavación. Teilhard de Chardin reci-
dientes hallados por Zdansky pertenecían a un hombre primitivo se bió el nombramiento de consejero y colaborador, tratando principal-
halla en mar.cado contraste con el enfoque prudente y objetivo de su mente acerca de la geología y datación de los hallazgos.
descubridor. La donación de 20.000 dólares por parte de la fundación constituía
una gran suma de dinero para aquel entonces, siendo un dólar suficien-
te para pagar a cuatro hombres por un día entero de trabajo. A veces
1927. La muela del «hombre de Pekín» había 100 hombres empleados en el lugar, y está claro que no se aho-
rró nada en el esfuerzo de descubrir más restos del hombre de Pekín.
El 27 de octubre, justo cuando estaba tocando a su fin la temporada
de excavaciones, y poco de verdadero valor se había descubierto, Bohlin El cráneo del Locus E
halló otro molar que fue de inmediato enviado urgentemente a Pekín En diciembre, otra vez cuando estaba finalizando la temporada de
(fig. 19). Black consideró que tenía características intermedias entre excavaciones, W. Pei descubrió una cubierta craneana casi entera, que
el hombre y el simio, y anunció el descubrimiento del Sinanthropus sería conocida como el cráneo del Locus E. De inmediato se telegrafia-
pekinensis (69). De nuevo, queremos sugerir que hacer afirmaciones ron las nuevas a Black y el «cráneo» se transportó con gran cuidado
tan temerarias sobre la evidencia de un solo diente indica una falta a Pekín para ser inspeccionado.
total de prudencia científica, sobre todo cuando se había hecho una Naturalmente, Black se entusiasmó ante el descubrimiento del Si-

116 117
nanthropus, cuya existencia había 'anunciado anteriormente, basándose en la localidad de Choukoutien por el ayudante chino Pei. Se hallaron
enteramente en el descubrimiento del molar en 1927. todos amontonados y se dijo que esto indicaba que llevaban una vida
El cráneo, que era solamente la parte principal de la cubierta del en comunidad.
cerebro y al que le faltaba la base, mandíbula y el frente del rostro, Davidson Black había estudiado el cráneo y estaba convencido
estaba parcialmente encajado y lleno de tierra, y Black se tomó mu- « ... de que el "hombre de Pekín" era un ser pensante, que andaba er-
chos meses para liberar al fósil de esta costra. Publicó una comuni- guido, y que databa-del principio de la Edad Glacial». Acompañaban
cación de prensa con una fotografía de la vista lateral del cráneo, aún al artículo unas entrevistas con el doctor Elliot Smith y con Sir Ar-
encajado por la base en la costra, y en el informe mencionó que no se thur Keith. La entrevista con Sir Arthur Keith era de mayor interés,
habían hallado artefactos ni señales de fuego (ver fig. 27). Boule es- debido a que aquí se tocó la primera nota de precaución en cuanto a
cribió acerca del descubrimiento en L'Anthropologie en 1929, diciendo este descubrimiento en particular. El informe menciona que él « ... pa-
que era notablemente parecido al cráneo de Pithecanthropus de Java. recía algo escéptico en cuanto a la afirmación de los "huesos petrifica-
Black trabajó de noche en su laboratorio sobre el cráneo, hacien- dos de diez hombres". «Los descubrimientos no se hacen de esta ma-
do moldes, dibujos y fotografías, y robó tanto sueño como pudo du- nera», dijo él. Ya que todos los restos fósiles de hombres-simios eran
rante el día después de guardar los fósiles en su caja fuerte. Decía que (y siguen siendo) muy fragmentarios, estaba evidentemente suspicaz
trabajaba mejor y pensaba con más claridad durante la noche. Puede acerca. de que hubieran sido hallados diez esqueletos virtualmente com-
haber sido esta rutina que contribuyó a su temprana muerte debido a pletos, y no iba a hacer ningún otro comentario hasta que hubiera
un ataque de corazón en 1934, a la edad de cincuenta años.
Black emitió un informe total de los hallazgos hasta 1931. Teilhard, visto los detalles oficiales de los descubrimientos.
no obstante, estaba deseoso de dar un relato del fósil, y escribió un Un reportaje muy similar a éste en el Daily Telegraph apareció en
artículo, publicado en 1930 (76), dando una descripción total d•:! él. Es el New York Times del 16 de diciembre con la información adicional
precisamente aquí donde empieza a ahondarse el misterio real de qué de que nueve de los diez esqueletos carecían de cabeza (¡ !) y que los
es precisamente lo que se halló en Choukoutien. expertos estaban buscando los otros cráneos, cuya ausencia no podían
Sin embargo, antes de proseguir trazando la historia de este cráneo explicar. No obstante, otros dos expertos americanos aceptaron muy
tenemos que hacer una disgresión para considerar el misterio aún cautamente los descubrimientos, porque en el New York Times del17
más extraño de la aparición y desaparición meteórica de no menos de de diciembre, Walter Granged dijo que si los hallazgos eran auténti-
diez esqueletos. cos, creía que hubieran utilizado instrumentos y que estaban también
probablemente «familiarizados con el fuego ... » En el New Yok Times
del18 de diciembre, el doctorAles Hrdlicka dudaba que los huesos tu-
Los diez esqueletos vieran la antigüedad de un millón de años que se les atribuía, en vista
de la cantidad de esqueletos que se habían hallado y de la circunstan-
cia de que careciesen de cabeza, lo que indicaba modernas prácticas de
En mi investigación para la primera edición de este libro, descubrí
la referencia de O'Connell al descubrimiento de diez esqueletos, que caza de cabezas.
había sido anunciado, según él, en el Daily Telegraph del 20 de julio
Nature anunció el descubrimiento en su ejemplar del28 de diciem-
bre, y que el doctor Davidson Black haría un anuncio oficial acerca de
de 1929. Al investigar cuidadosamente el diario de aquella fecha, y al
no ver en él ninguna mención de que se hubieran hallado esqueletos los descubrimientos el 29 de diciembre.
Es evidente que se había descubierto algo muy importante en Pe-
en Pekín, naturalmente no me referí a este incidente. kín. Con toda esta publicidad mundial estaba dispuesto el escenario
Ahora está claro que la fecha era incorrecta, y que sí se hizo un para un informe detallado acerca de estos esqueletos, demostrándose
anuncio mundial de este descubrimiento el 15-16 de diciembre.
En el Daily Telegraph del 16 de diciembre de 1929 aparecía un largo que el hombre había descendido de un antecesor simio.
artículo de su corresponsal en Pekín. Informaba del descubrimiento ¿Qué es lo que en realidad sucedió?
de huesos fosilizados de diez hombres, juntamente con un cráneo per- ¡Nada en absoluto: un silencio total!
fecto (completo con huesos faciales). Se había hecho un anuncio, por ¡Sencillamente, no se da cuenta de los esqueletos en ningún informe,
parte de Davidson Black y de otros funcionarios de la exploración geo- en ningún periódico ni en ningún libro de referencia que trate del hom-
lógica de China que estaban preparando una declaración científica para br de Pekín! Es como si todos estos titulares de la prensa jamás hu-
publicarla en una Convención, que tendría que celebrarse en Pekín el bieran existido. Por cierto, el único fósil que se menciona más tar-
23 de diciembre. Los esqueletos habían sido descubiertos en la cueva de como descubierto a principios de diciembre es la cubierta era-

118 119
neana del Locus E de Pei. No se mencionan jamás ningunos otros deformada, excepto por una área dañada alrededor del occipucio.
huesos. e) En el momento de redactar el artículo, no se había liberado el in-
¿Qué es lo que pudo haber provocado esta desaparición? Me parece terior de la caja craneana de sedimentos, y por ello no se podía
que los expertos, siempre bien dispuestos a lanzar a los cuatro vientos medir la capacidad del cerebro, pero consideraba él que no sería
sus descubrimientos, parecen haber enviado un apresurado cable a los grande en vista de las dimensiones relativamente pequeñas del
periódicos de todo el mundo. Sin embargo, es prebable que un examen cráneo y del considerable grosor de las paredes óseas.
más detenido evidenciara que los esqueletos eran demasiado humanos d) Publicó los comentarios preliminares de Black que señalaban un
para poder afirmar que se trataba de seres a mitad de camino entre número de características simias, una de ellas siendo que,
el hombre y el simio. Por ello, puede que se decidiera ignorarlos por Visto desde atrás, la parte superior del cráneo del Sinanthropus es
completo, y dar al conocimiento del público solamente el cráneo de si- de una forma burdamente triangular como la de los monos, y no de
mio que se afirma que Pei descubrió en la «cueva» inferior. forma oval, como la del hombre.
Hasta allí donde yo puedo comprobar, Black nunca informó acerca
de los fósiles aquel 29 de diciembre. Pero sí envió un telegrama a Bou- Teilhard escribió otro artículo en Anthropologie, 1931 (81), que tam-
le (173 el 28 de diciembre, diciendo '-<recuperado Chou-Kou-Tien cráneo bión confirmaba el considerable número de características simiescas
adulto Sinanthropus entero e intacto excepto rostro. Sigue carta». que poseía el cráneo.
Así, en el breve espacio de trece días los diez esqueletos hicieron Cierto queda que con tales afirmaciones queda claro que todo lo que
su breve aparición y misteriosa desaparición en el escenario del Teatro se había hallado era el cráneo de un mono de gran tamaño, y la pri-
de Pekín. No obstante, éste no fue el único acto de desaparición en la mera descripción de Teilhard queda confirmada por las impresiones
función. Una suerte similar esperaba a los huesos que mostraban ma- dadas por otros científicos que visitaron Pekín durante los siguientes
nipulación humana en 1937 y a todos los fósiles en 1941. pocos años.
Este e~traño incideq.te suscita una pregunta: ¿Por qué ningún «cien-
tífico», autor o periodista íntegro jamás se refierieron a estos reporta- La opinión de Elliot Smith
jes sobre los diez esqueletos y nunca investigaron lo que había sido de En octubre de 1930, Grafton Elliot Smith visitó el lugar, y el alien-
ellos? Por ejemplo, ¿por qué el editor de Nature nunca preguntó qué to que dio al equipo trabajando en China fue reconocido con agrade-
era lo que había sucedido a los importantes esqueletos cuyo descubri- cimiento por ellos en una de sus publicaciones posteriores titulada
miento había anunciado en su revista? ¿Es que acaso es un principio Fossil Man (88, p. 10).
aceptado en el mundo de la antropología que no se alienta el hacer A su vuelta a Inglaterra, Smith escribió un artículo en Antiquity
persistentemente unas preguntas enojosas, incluso se desalienta po- (78), del que ya hemos citado. Refiriéndose a los descubrimiento en Pe-
sitivamente? Sugiero que se trata en este caso de otro ejemplo de su- kín, hizo los siguientes comentarios:
presión de evidencias indeseadas ejercitada en el mundo de las publi-
caciones. a) En el diagrama que incluyó en su artículo, que es similar al de
Habiendo hecho una disgresión con este revelador tema, volvere- la figura 20, no se hace mención alguna de que la capa 4 es un
mos ahora al cráneo del Locus E y seguiremos su «desarrollo» a lo profundo yacimiento de cenizas. También menciona específicamen-
largo de los años. te que no se había hallado ninguna traza de ningún tipo de herra-
mientas, a pesar de una investigación cuidadosa del lugar, y de
que Teilhard estaba buscando en particular evidencias arqueológi-
1930. Dos valoraciones del cráneo cas. No obstante, Pei había hallado algunas otras piezas de cuarzo,
pero la «inútil búsqueda de evidencias de actividad humana» había
El artículo de Teilhard apareció en la Revue des Questios Scien- obligado a aquellos involucrados a llegar a la conclusión de que el
tifiques en París (31, p. 58), y dijo lo siguiente al describir el hallazgo: hombre de Pekín se hallaba en una etapa tan primitiva que todavía
«no había aprendido a dar forma a utensilios».
a) El sitio principal no era una fisura, sino el fondo rellenado de una
cueva, cuya parte superior había sido erosionada posteriormente. b) El comentario de Elliot Smith acerca de una fotografía del crá-
No se había hallado todavía rastros de fuego ni de ninguna indus- neo hallado por Pei (el cráneo del Locus E), que utilizó él como ilus-
tria. tración en un artículo, fue que exhibía «de una manera aún más
b) Toda la caja craneana del Locus E estaba bien preservada y no acusada el grosor del cráneo y el diminuto lugar del espacio para
120 121
que Black hizo de este cráneo, he examinado sus tres informes con
cierto detalle en el Apéndice 111.
Con respecto a la evaluación de Black del cráneo del Locus E, Bou-
E
le hizo el corrosivo comentario de que
Black, que se había creído justificado en forjar el ténnino cSinan-
thropus» para designar un diente (énfasis suyo), estaba naturalmente
ansioso de legitimar esta creación cuando tuvo que describir una cu-
bierta craneana (4, p. 141).
Es bien evidente que en :.us escritos, Boule es muy escéptico e in-
locus'E'skul cluso adversario con respecto a las extravagantes afirmaciones hechas
Scale melres en cuanto al hombre de Pekín. Expresó sus opiniones en Les Hommes
o 10 20 30 40 Fossiles que publicó antes de la Segunda Guerra Mundial. Murió du-
rante la guerra y posteriormente este libro fue revisado por Vallois, y
se hizo una traducción inglesa en 1957. Parece que Vallois no estaba to-
FIG. 20. Sección de la localidad del Sinanthropus talmente de acuerdo con los fuertes puntos de vista acerca del Sinan-
thropus, porque, aunque muchas de sus afirmaciones claras han sido
el cerebro». También notó «la capacidad cerebral sorprendente- retenidas, en un sumario titulado A New Discussion of the Facts (Una
mente pequeña» {p. 34 ).
reconsideración de los hechos), se acentúa la posición intermedia que
el Sinanthropus mantiene en la línea entre el hombre y los simios.
Esta ~escripción de la pequeñez del tamaño del cráneo concuerda Una comparación con la publicación original de Boule revela muchas
con los otros que visitaron Pekín:
revisiones y alteraciones. Cuando cito puntos de vista que son eviden-
Teilhard (31, p. 6): « .. .la capacidad craneana (probablemente pobre, temente de Boule, se los he atribuido a él como corresponde, pero
dadas las dimensiones relativamente pequeñas del cráneo ... )». cuando se dan opiniones más generales procedentes de la traducción
Breuil (84, p. 15): «La existencia, en un cráneo tan primitivo ... de inglesa, me refiero simplemente al título del libro, sin determinar la
características humanas ... es inesperada.» opinión de qué autor es la que refleja la afirmación.
Von Kenigswald (18, p. 46): «El cráneo era relativamente peque-
ño ... »
La visita del profesor Breuil
Así, todos aquellos que habían visto realmente el cráneo original Durante este mismo año (1931), el profesor Breuil, del College de
se quedaron impresionados por la pequeñez de su capacidad cerebral. France y de l'Institut de Palaeontologie Humaine, y experto de renom-
La única evidencia de que tuviera una capacidad de casi 1.000 ce la bre mundial acerca de la Edad de Piedra Antigua, visitó la localidad
constituye el volumen que Black midió en su reconstrucción del crá- de Choukoutien y examinó los fósiles en el Laboratorio de Pekín. Pasó
neo en 1931 y la repetición de la medición sobre la misma reconstruc- diecinueve días en China, y publicó los resultados de su visita el año
ción efectuada por Weidenreich en 1943. siguiente. Antes de dejar Pekín, Breuil dio una conferencia el 3 de no-
viembre de 1931 ante la Sociedad Geológica de China (84), en la que
describió la antigua industria de piedra y de huesos que había visto en
1931. El infonne de Black acerca del cráneo el lugar y su evaluación de ellas. Mucho de lo que dijo lo repitió en su
artículo de 1932, y lo consideraremos más adelante, pero los siguientes
Teilhard publicó otro artículo acerca del cráneo fósil en L'Anthro- puntos son de interés.
pologie (81, p. 10), en el que dice que «Se parece de forma manifiesta
y estrechamente a los grandes simios». De hecho, otra vez la única ca- (a) Trabajos en huesos
racterística humana mencionada es su capacidad cerebral que, decía, El nivel de elaboración desarrollado en el corte y conformado de
Black había medido como siendo de casi 1.000 ce. tanto las piedras como de los huesos que vio, tema este en el que
Black publicó s1.1 artículo final sobre el cráneo del Locus E (80), ha- era un experto profundo, era lo suficientemente avanzado como para
biendo emitido un informe preliminar en 1929 (79) y un informe pro- compararse muy favorablemente con la cultura Mousteriense. Esto lo
visional en 1930 (77). Ya que es tanto lo que pende de la reconstrucción igualaría al hombre de Neanderthal, que existió mucho después que el
122 123
1932. Informe de Breull
Sinanthropus. Esta tardía fecha para los artefactos era Claramente ina-
ceptable para los expertos en China, y sobre la primera página del ar- Breuil publicó los resultados de su visita de 1931 (85) y damos a
tículó de Breuil el editor añadió un interesante pie de página, en el que continuación algunos breves extractos de su prolongado artículo, uti-
decía: lizando los encabezamientos de sus capítulos. En la figura 20 damos
un diagrama simplificado de la sección de la localidad que utilizó
La interpretación que hace el profesor Breuil de la evidencia de los Breuil, de manera que el lector pueda juzgar por sí mismo la conside-
artefactos, aparte de los de piedra, es de considerable interés, repre-
sentando como representa la opinión personal considerada de una rable extensión de los restos de fuego descubiertos. En el Apéndice IV
autoridad tan eminente. Los miembros del personal del Laboratorio damos la evidencia que indica que estas cenizas se descubrieron dos
de Investigación Cenozoica están en acuerdo esencial con la interpre- años antes de la visita de Breuil, y que su existencia fue admitida sólo
tación del profesor Breuil de la evidencia de la utilización de fuego a regañadientes por parte de los expertos en China.
y de la fabricación de utensilios de piedra por el Sinanthropus. No
obstante, debería señalarse que sus puntos de vista con respecto a la
naturaleza del material de hueso y de cuerno y de la avanzada etapa l. EL FUEGO EN CHOUKOUTIEN
de la industria lítica, son por el presente de una naturaleza más conser- Con mucho, el principal hecho señalado por Breuil durante su vi-
vadora. Se publicará en breve en e.sta revista una descripción del ma- sita fue la gran profundidad de cenizas que llegaba hasta 7 metros de
terial adicional ahora disponible en mucha mayor cantidad. ED. grosor .en el nivel superior. Este depósito estaba constituido por nume-
rosas capas en banda de muchos colores distintos, que habían sido
Este pie de página iba a tener una secuela, pues en 1934 Breuil vol- producidos por la combustión de materia vegetal. En el fondo del mon-
vió a visitar Pekín para reexaminar estos huesos. · tón de" cenizas se hallaba una capa de carbón vegetal, indicando que
«el fuego, una vez encendido, se mantenía así durante largos períodos
(b) Los cráneos de tiempo». «El fuego se utilizó en gran escala en Choukoutien» y el
Su explicación del hecho de que sólo se habían hallado los cráneos grosor actual representa evidentemente un grosor mucho mayor en la
del Sinanthropus fue ¡que habían secado las cabezas de sus muertos época de los fuegos.» El calor generado era tan intenso que el fosfato
colgándolos de árboles, antes de introducirlos en la cueva! Esto pare- de los huesos se había formado en nódulos y losas de concreciones, y
ce muy imaginativo, y no sería entonces de esperar que aparecieran algunos fosfatos de cal se habían transformado en fosfatos azules de
mezclados con los restos de otros animales. hierro. Halló bloques de huesos quemados y cuarzo fragmentado, todo
ello solidificado junto.
(e) Sinanthropus En la cueva inferior Kotzetang, que había sido formada reciente y
Su evaluación general del Sinanthropus fue que era artificialmente en la brecha (una masa de piedras cementada natural-
mente), halló que una capa negra constituía la base de un horno con
. . . no más la criatura vacía de capacidades humanas, como hubiera cenizas de color más claro (de 2 a 3 metros de grosor [88, p. 18]), pro-
creído a primera vista, al ver la cabeza tan parecida a la de algunos bablemente mezclada con arcilla, encima de ella. Se estaban extrayen-
antropoides. Es ya hombre, a pesar de sus características animales, do piedras con hollín y huesos quemados mientras él estaba allí.
con úna inteligencia en desarrollo, con el inicio de su superioridad
sobre los otros animales, debido al fuego y al trabajo de la piedra.
2. INDUSTRIA DE PIEDRA
Breuil está evidentemente sorprendido de que una cultura tan avan- En 1931 habían hallado en la Cueva Kotzetang 2.000 fragmentos de
zada hubiera podido provenir del cráneo que vio, lo que confirma las cuarzo astillado. Breuil vio una capa de ellos de alrededor de 0,5 m de
observaciones originales de que el cráneo era el de un simio y de poca grosor en este lugar. Halló rocas volcánicas partidas en diferentes for-
capacidad, y está en conflicto con el modelo posterior de Black, que, mas. «Son los restos, desafortunadamente muy descompuestos, de un
dijo él, tenía una capacidad de 1.000 ce. Breuil puede haber creído gran juego de herramientas de piedras volcánicas, partidas en grandes
que, al ser el huésped de los científicos en China, y un colega profesio- astillas.» El cuarzo, que no se hallaba naturalmente en esta cueva, pero
nal, tenía que ser muy circunspecto en evitación de una contradicción que se podía conseguir a aproximadamente una milla de distancia a
directa de sus hallazgos. través de un pequeño valle, era de dos tipos, en tanto que algunas de
las piezas eran «más grandes que la cabeza de un hombre» y portaban
marcas que indicaban que habían sido utilizadas como yunques. Halló
que «en mayor abundancia se hallaban pequeñas astillas, perfectamen-
125
124
bies, como lo son los rastros de fuego y de industria, al Hombre ver-
te definidas como debidas al martilleo humano con todas las caracterís- dadero, cuyos restos no han sido todavía encontrados. Ya que estos
ticas del Mousteriense francés». Otras piedras parecían similares al originadores del fuego y de la industria son una raza desconocida que
tipo Paleolítico Superior, y vio «varias "bolas" de una forma burda de no han dejado marca de su paso, de hecho no hay ninguna forma de
tipo poliédrico». Dijo que la industria lítica que había visto era distin- establecer con evidencia total que estos expertos estén equivocados.»
ta de cualquiera de las culturas líticas que había visto en Europa, «y Sigue Breuil diciendo que los principios sobre los cuales se excluye
que su similaridad a una cultura Mousteriense cruda fue indudable- que el Sinanthropus poseyera inteligencia humana ¡son apriorísticos!
mente accidental». A continuación argumenta que como el Sinanthropus se halla tan cer-
cano al hombre de Java, que puede ser posible que este último fuera
3. INDUSTRIA ÓSEA más humano que lo que se pensó al principio, lo que es un comentario
«El trabajador de Choukoutien ha utilizado sistemáticamente una extraño a la vista del hecho de que admitió que no podía demostrar
gran industria de herramientas de hueso . . . Las grandes astas eran que el Sinanthropus fuera el autor de las obras en Choukoutien.
demasiado grandes para ser trabajadas enteras y eran cortadas entro- «La existencia, en un cráneo tan primitivo, tan remoto de todos
zos y talladas con herramientas de piedra ... Primero quemaban el los otros Hombres conocidos, de una capacidad humana de inventar
hueco cerca del sitio elegido para el corte, y luego se trabajaba con herramientas e instrumentos con el propósito de hacer otras herra-
una herramienta parecida a un calibre haciendo un surco en forma de mientas con ellas, abre ciertamente nuevas e inesperadas perspectivas
V, casi hastá llegar al interior blando ... El asta se rompía a continua- del pasado distante de nuestra especie.»
ción con un golpe.» En una nota de pie de página comenta que «los Es evidente que él acepta que el Sinanthropus es el responsable
hombres del Neolítico de las cuevas de pedernal utilizaban el mismo de las obras, pero como ya hemos dicho anteriormente, está sorpren-
método, por ejemplo, en Nointel (Oise).» dido ante este «primitivo» cráneo, de lo que uno llega a la conclusión
Las mandíbulas superiores de los ciervos habían sido evidentemen- de que en realidad se está refiriendo al pequeño tamaño de su cerebro.
te utilizJldas como un cepillo. Lo mismo que con los instrumentos de
madera, tuvo dificultades en adscribir la industria de huesos a un perío- 6. LA EDAD DEL SINANTHROPUS
do particular de cultura con el que estuviera familiarizado en Europa. Breuil considera que puede haber existido durante «el período pa-
leolítico pre-Wurmiense, desde el Chelleense antiguo de Abbeville, con
4. Los RESTOS DEL SINANTHROPUS fauna Cromeriense, hasta quizá tan posteriormente como el Levalloi-
«Hay dos cajas craneanas y varios fragmentos de cráneo de Sinan- siense anterior o medio». No es fácil la datación precisa de todo esto,
thropus y una buena media docena de mandíbulas, una cantidad de dependiendo ello de la autoridad en la que uno se apoye, como se
dientes y dos pequeños huesos de las extremidades. Cuando los restos puede ver en la figura 14.
recuperados de animales se cuentan por decenas de miles y, excepto por No obstante, parece que los períodos que Breuil da son ligera o
los grandes Paquidermos [elefantes], completos en todas las partes de incluso considerablemente posteriores a aquellos a los que generalmen-
sus cuerpos, no se ha hallado ni un hueso del tronco o de las extremi- te se atribuye el Sinanthropus, particularmente cuando asemeja los tra-
dades del Sinanthropus. Este hecho, profundamente perturbador, si no bajos a los de la «Cultura Mousteriense».
se modifica en el curso de las excavaciones, demanda una explicación,
porque tiende a mostrar una selección en los huesos del Sinanthropus, Una evaluación del lugar
y de un tratamiento especial en la forma en que se han tratado los De este informe de primera mano de Breuil, a pesar de sus reser-
cuerpos.» vas, tenemos plena evidencia de que en Choukoutien existió una indus-
Breuil llega a la conclusión de que los cráneos solos, privados de tria de una naturaleza que era demasiado grande y adelantada para
su carne por corrupción, ¡habían sido llevados al lugar en que habían poderla atribuir a los pequeños cráneos de los animales a los que se
sido hallados! les asignó el nombre de Sinanthropus pekinensis. Los enormes hornos
que se mantuvieron en combustión durante largos lapsos de tiempo,
los miles de piedras astilladas y conformadas, algunas veces traídas
5. ¿QUIÉN ES EL AUTOR DE ESTAS HERRAMIENTAS Y ACTIVIDADES? a la localidad desde una distancia de una o dos millas, y los huesos que
e Muchos
expertos· distinguidos, independientemente de los demás, habían sido trabajados y cortados hablan todos ellos del Hombre mo-
me han expresado la opinión de que un ser tan distante físicamente derno, del Horno sapiens, al control de todo aquello. Breuil admite que
del hombre, incluido un Neanderthal, no era capaz de llevar a cabo los muchos otros expertos, de los que indudablemente su colega Boule
trabajos que he acabado de describir. En este caso, los restos del Si- forma parte, habían adoptado esta opinión.
nanthropus podrían ser considerados meros trofeos de caza, atribuí-
127
126
Las boleadoras Sumarizando la información disponible acerca de estos «cráneos»,
Consideramos que esta postura queda confirmada por una pieza señalemos que:
en particular de artesanía en piedra, que Breuil menciona brevemente
en su artículo -nos referimos a las «bolas» que vio. Se debería seña- a) Se hallaban siempre rotos, generalmente en trozos bastante pe-
lar que el profesor, experto él en artefactos de piedra, las llamó, sin queños. Sólo el cráneo del Locus E estaba razonablemente comple-
dudarlo un momento, «bolas», en lugar de decir que eran «parecidas to, e incluso éste carecía de base y estaba muy estropeado.
a bolas». Si estaba en lo cierto, las implicaciones son considerables. Las b) Por lo general, se les encontraba mezclados con otros restos de
bolas, como se sabe, son dos o tres piedras, atadas a cabos de cuerda animales, siendo la mayor parte de ellos de ciervos y otros anima-
de alrededor de un metro a un metro y medio de longitud. Se giran les cazados para comida.
sobre la cabeza y se lanzan a los pies de los animales en su huida. Si e) Prácticamente, no se han hallado otros huesos. Los pocos fragmen-
la puntería es buena, se enrollan alrededor de las patas del animal, tos de huesos de las extremidades inferiores que se han hallado ha-
que es arrojado al suelo. bían sido muy desmenuzados, y no hay ninguna verdadera evidencia
Las etapas de fabricación y utilización de un instrumento de este de que el Sinanthropus hubiera jamás andado erguido.
tipo involucran técnicas muy avanzadas, tales como: d) Los cráneos no mostraban diferencia alguna entre los hallados en
la parte superior de los depósitos y los hallados en la parte inferior,
a) Dar la forma de esfera a bloques de piedra, lo que está bien lejos lo .que indica que no había habido ningún «progreso» ni «adelanto»
de ser fácil. durante el período de ocupación del lugar.
b) La fijación de las piedras al extremo de, digamos, un trenzado
de cuero. Esto involucraría, posiblemente, la fabricación de una ¿Hay alguna explicación de sentido común para dar cuenta de es-
bolsa de cuero y su fijación al trenzado. tos hechos aparentemente extraños? La explicación más evidente es
e) Una -habilidad considerable en el lanzamiento de esta desusada que los cráneos eran meramente de monos de gran tamaño, cazados y
arma arrojadiza para enrollarla a los pies de animales en rápido decapitados en el bosque. En la cueva se rompían los cráneos a fin de
movimiento. poder sacar los cerebros, que se comían como plato delicado. Al final,
los trozos rotos de cráneo eran arrojados con los restos de otros ani-
Por encima de todas estas consideraciones se halla el elevado grado males cazados para alimento.
de capacidad de invención y el desarrollo de conceptos mecánicos es- Es evidente que con una propaganda tan masiva como la que ro-
paciales precisos para diseñar un arma tan eficaz. Es evidente, que deaba estos fragmentos de cráneos de simios, la asunción de que fue-
este se hallaría más allá de la capacidad de ninguno de los denomina- ran un eslabón importante en la línea del linaje humano fue demasia-
dos hombres-simios. do fuerte para resistirla. Cuando algunos expertos sugirieron la expli-
cación más realista de que se trataba solamente de monos que habían
Los cráneos de Sinanthropus sido decapitados por seres humanos, se refutó el argumento sobre la
Como hemos visto, los expertos tenían considerable dificultad en base de que era a priori, ya que no se había descubierto evidencia de
explicar por qué, virtualmente, sólo se habían descubierto cabezas de existencia humana. Cuando, en 1933, se hallaron esqueletos humanos
Sinanthropus. La cantidad total de «Cráneos» que se llegaron a descu- en las cercanías, se retardó la publicación de este hecho por cinco
brir llegó a catorce, pero más de la mitad de ellos consistían solamente años, y se dijo que el lugar era de una edad muy posterior a la de los
en una parte del cráneo, o una parte de la mandíbula, pero estos se principales depósitos de Sinanthropus. No obstante, se admitieron va-
contaban siempre como un «cráneo» (100, p. 5). rias relaciones entre estos dos lugares.
Sólo en cinco casos se pudo disponer de suficientes huesos del crá- Proponemos que el intento de interpretar la evidencia del material
neo para poder hacer una reconstrucción adecuada para poder medir descrito por Breuil como constituyendo la obra de hombres-simios re-
el volumen. Estos fueron: sulta un descrédito sobre toda la ciencia de la paleoantropología, y que
simplemente va en contra del sentido común.
Skull 11 Cráneo de Black, reconstruido de fragmen-
tos hallados en el laboratorio 1.030 ce
Skull 111 Cráneo de Black del Locus E 915 ce La postura del profesor Boule
No fue Breuilla única persona en visitar el lugar. O'Connell relata
Skull X 1.225 ce
que se invitó al profesor Boule a que fuera a China, pero cuando vio
Skull XI Cráneo de «Nellie» 1.015 ce
1.030 ce que la única evidencia era un cráneo roto de mono, montó en cólera,
Skull XII
129
128
denunció a Teilhard y ridiculizó la idea de que los dueños de aquellos Al repasar este artículo en L'Anthropologie (87), R. Vaufrey señala
cráneos hubieran podido mantener la industria a gran escala que allí que silencian los fuegos y pregunta: «¿Dónde están los huesos largos
se revelaba. Sus hallazgos (96) eran que el cráneo era simiesco, y cali- del Sinanthropus?»
fica la idea de que los propietarios de estos cráneos fueran los auto-
res de aquella industria en gran escala «Una hipótesis fantasiosa». En
su libro Fossil Men, está claramente lejos de la convicción de que el 1933. El infonne de «El Hombre Fósil en China»
Sinanthropus fuera otra cosa que un mono, y comenta así:
Los cuatro miembros del Laboratorio Cenozoico (Black, Teilhard,
Por ello podemos preguntarnos si no es sobremanera temerario consi- Young y Pei) redactaron el documento titulado El hombre fósil en
derar al Sinanthropus como el monarca de Choukoutien cuando apa- China (88). Este es un documento extenso y cubre la historia del des-
rece en los depósitos en el papel de una mera presa de caza, a la par cubrimiento, poniendo al día y repitiendo mucho de lo que ya se había
de los animales en cuya compañía se halla (p. 145). dicho en escritos anteriores. Difiere notablemente de la postura de
Breuil en que está bien lejos de ser evidente en su informe el adelantado
Teilhard, que no podía aceptar esta explicación, consideraba la idea estado de los trabajos en piedra y en hueso y la gran entidad de los
de que la escala de la industria demostraba que habían existido hom- fuegos .Y• así, se lee:
bres de verdad ¡como «pura fantasía o ficción prehistórica»!
a) Industria de piedra: Se dan algunos dibujos de herramientas sen-
Historia de la localidad cillas de piedra, y de los miles de piedras que se habían hallado
Sería evidentemente interesante poder mostrar cómo el lugar se «sólo 15 pudieran llamarse utensilios».
desarroll(> bajo la mano del hombre que los había ocupado, hasta el b) Industria de huesos: A pesar del hecho de que Breuil era un ex-
estado en que fue hallado por los excavadores. No obstante, esto dista perto reconocido en este campo, se mencionan sus opiniones y,
de ser fácil. Un examen cuidadoso de la posición, tamaño y tipo de los acto seguido, son rechazadas, ya que los autores consideran que se
varios estratos no muestra precisamente cómo llegaron a quedar en el precisa de más evidencia y que es probable que la rotura de los
orden particular en que se hallan. En este caso particular, la dificultad huesos ¡se debiera a accidentes! Su conclusión definitiva es: «En
normal de representar un lugar complejo, tridimensional, mediante sec- vista de esto, creemos que es innecesaria una posterior considera-
ciones y planos, queda complicada por la compresión y distorsión de ción de este tema.»
las capas de cenizas y cascotes de los trozos de limolita caída. Consi- e) Fuego: La gran capa de cenizas se describe así:
deraba O'Connell que el sitio había sido utilizado como industria de
cocción de limolita para la construcción de la antigua ciudad de Cam- Capa Superior de Cenizas, consistiendo de capas blandas de arcilla
baluc, sobre la que se asienta la actual ciudad de Pekín. Sugiere tam- arenosa, con sus capas negras de cenizas carbonosas, y los colores
bién que la actividad asociada en la cantera minó la cara del acanti- amarillo y rojo debidos al soblecalentamiento de la arcilla.
lado de limolita, provocando un deslizamiento de tierras. Esta serie de
eventos pq.rece constituir una posible explicación a la situación revela- La capa inferior a ésta, que Breuil dijo ser carbón vegetal redu-
da en este lugar. cido a partículas, es descrito como «arcilla negra». En la página S
del informe hay una vista de los sitios mostrando este montón de
La industria de herramientas de piedra cenizas, y la descripción que se da es de «arcilla arenosa (cenizas)».
En 1932, Teilhard y Pei publicaron el artículo Lithic Industry of Más sorprendente es todavía la seccjón dedicada a la considera-
Sinanthropus deposits (Industria lítica de los depósitos de Sinanthro- ción de los fuegos. Habiendo gastado varias páginas para dar deta-
pus) (86), en el que describen algunos de los artefactos de piedra que lladas ilustraciones y descripciones de algo de los huesos y piedras
se habían descubierto. Consideraron que se trataba de un Paleolítico hallados, la sección que trata de los fuegos empieza con la afir-
inferior, y una de las culturas de piedra más sencillas que uno pudiera mación:
imaginarse. El único comentario que hicieron acerca de los fuegos fue:
Las trazas de fuego artificial en los depósitos de la localidad «!» son
En la zona cultural superior A incluimos toda la acumulación (de tan claras y abundantes que sólo tienen que ser mencionadas sin nin-
7 m de grosor) de arcilla arenosa en bandas amarillas, rojas y negras guna otra demostración posterior ( ¡ !).
indicada como Capa 4 en el informe preliminar de 1930. Todo este
depósito es un depósito de cenizas ...
131
130
pleta), que estaba disponible a través de librerías científicas o directo
Este tema entero ¡queda cerrado en siete líneas! de la casa editorial en China.
Una afirmación tan poco íntegra es ciertamente inaceptable en En el artículo, afirma que habían hallado en la «Cueva Superior»
interés de la integridad científica. Darle a un montón de cenizas un verdadero Horno sapiens: tres cráneos de adulto, totalmente com-
de 7 metros de grosor el nombre de «trazas de fuego» es inexcusa- pletos (incluyendo la mandíbula), una pelvis con dos fémures, y otros
ble, pero no obstante es esta frase, o una descripción similar, la huesos más pequeños, haciendo en total seis individuos, uno de ellos
que uno halla en todos los libros populares que tratan del hombre de niño muy pequeño. Pone mucho énfasis en que se trataba de huma-
de Pekín (p. e. 4, p. 144; 5, p. 119; 17, p. 150; 14, p. 89; 25, p. 251; nos de tipo moderno, pero que fueron hallados en una cueva separada
8, p. 87). Creo que la evidencia de los grandes fuegos era ya evi- y que eran de una época posterior a la del Sinanthropus. También
dente en los primeros tiempos de las excavaciones, y esta aparente menciona Teilhard que habían hallado en otro lugar los restos de un
repugnancia de los expertos a admitir su existencia se considera gran babuino, y se pregunta si habría habitado en las colinas antes de
en el Apéndice IV. que el Sinanthropus lo desalojara. Hubiera sido interesante compa-
d) Bibliografía: Esta sección tiene una afirmación al principio que
rar los cráneos del supuesto cazador y de su presa.
dice así: Pei publicó un artículo (90) en septiembre, dando un informe pre-
... se ha intentado en la siguiente lista bibliográfica incluir citas de liminar del descubrimiento de esta cueva (fig. 21). La «Cueva» era una
todos los artículos que contienen observaciones de primera mano o cavidad sinuosa, en forma de «S», formada verticalmente en la limolita
datos históricos relevantes acerca de los depósitos fosilíferos de original por disolución de la roca. Estaba totalmente llena de una
Choukoutien o de materiales derivados de allí, hasta mayo de 1933. marga de color gris y de trozos de limolita, en la que se hallaron unas
cinco «capas» culturales, presentando la mayor parte de ellas eviden-
No se ,puede mantener que las publicaciones europeas no llega- cia de ocupación humana o huesos humanos. Alrededor de la mitad de
ban muy rápidamente a China, ya que otros tres artículos, publicados la profundidad de esta cavidad se hallaron tres cráneos humanos de
en Francia y Alemania en 1932, si habían sido incluidos. Como dice un hombre anciano, una mujer de media edad y de una mujer joven,
Vere: mientras que a otros niveles se descubrieron dientes de animales, agu-
jereados para hacer un collar, una aguja de hueso, y capas de limolita
¿Acaso Teilhard, por lo menos, que había sido el agente de que Breuil quemada.
llegara a China en mayo de 1933, no sabía lo que Breuil había hallado
y lo que Breuil había escrito? Esto es simplemente increíble. Sola- N
mente se puede llegar a la conclusión de que los descubrimientos de
Breuil, al ser embarazosos, se suprimieron deliberadamente. El tipo
de criatura hallado -o que se pretendía haber hallado- en Choukou-
tien era coherente con fogatas, pero no con algo desusadamente pare-
cido a un gran horno (33, p. 47).
Los humanos de la «Cueva Superior»
En 1933, Teilhard escribió un artículo, pero lo dejó sin publicar
durante cinco meses. No obstante, para el final de este lapso de tiempo,
W. Pei llevó a Pekín tres cráneos humanos que habían sido hallados Metras
en la «cueva superior», y Teilhard terminó el artículo en el que descri- o 6 12

ben los hallazgos y lo publicó en la Revue des Questions Scientifiques


en 1934, que fue incluida en el simposio de su obra (The Appearance FIG. 21. La «Cueva Superior»
of Man) (31, p. 68).
La secuencia de eventos dada por Pei para dar cuenta de los depó-
sitos es que la entrada a esta cueva natural no fue abierta sino hasta
1934. La <<Cueva Superior» mucho después de que se hubieran depositado los principales depósitos
de Choukoutien. Puede entonces haber actuado como una trampa na-
Al principio del artículo de Teilhard, un pie de página recomienda tural en la que quedaban atrapados animales, y al irse rellenando la
Fossil Man in China (El hombre fósil en China) (con bibliografía com- cueva, fue ocupada por el hombre por breves períodos. Se le asigna la

132 133
zado como vertedero de basuras, habiendo caído allí por accidente
fecha del Pleistoceno posterior én vista de la fosilización incompleta los pendientes. El dibujo que Pei hizo de la cueva muestra en las
de los huesos, la diferente naturaleza del rellenado de la cueva del re- capas superiores una «capa cultural» de cenizas, cerca de la cual
llenado de la cueva principal, y de la avanzada cultura de los ornamen- se halló una aguja de hueso. Esta capa se halla rodeada por una
tos, agujas, etc., descubiertos ahí. En un informe posterior consideró cantidad de bloques de limolita muy grandes que parecen haber
que el nivel inferior, a la vista de los muchos esqueletos compuestos sido separados de los estratos principales, muy similares a los que
de animales, había sido una trampa natural para animales. La capa sobreyacen encima del depósito principal (ver figs. 20 y 21). ¿Te-
media, dijo, era un lugar de sepultura, en tanto que la sección superior nemos acaso que creer que habría hombres que habitaban la cueva
había sido ocupada por el hombre (98 ). de la que ocasionalmente caían trozos de techo, pero que ellos pre-
Admite Pei que algunos de los huesos de extremidades atribuidos a firieron ignorar este hecho?
un solo individuo se hallaron (en algunos casos) desparramados sobre
una amplia área, no sólo horizontal, sino también verticalmente. Su · El informe asume claramente que la entrada en la cueva que ha-
explicación de ello fue que había sido obra ¡de castores! El doctor bían hallado era la entrada utilizada por los hombres de aquel enton-
Weidenreich, que asumió la dirección después de la muerte de Black ces cuando habitaban en la cueva. No obstante, los niveles culturales
en 1934, dijo que se trataba de miembros de una familia, y que el daño superiores se hallan bien por encima del nivel de la entrada, y toda la
hallado en ellos se debía a que fueron muertos a golpes. Pei no estaba cueva estaba completamente llena de arcilla gris y de los trozos de
de acuerdo con esto, diciendo que el daño se debía a rocas que cayeron limolita.
del techo sobre los cuerpos poco después de haber sido sepultados.
Como ya he comentado con respecto a los depósitos principales, es Enlaces de la «Cueva Superior» con el Sinanthropus
extremadamente difícil reconstruir una secuencia de los eventos con la Un hueso de interés era un fragmento de un maxilar izquierdo con
información de que disponemos y con la cantidad de elementos conflic- cuatro dientes, hallado en esta Cueva Superior en 1933, junto con los
tivos que hallamos en los artículos. La explicación más evidente de la cráneos de los hombres de la Cueva Superior. Muy sorprendentemen-
presencia de restos fósiles humanos en la «cueva» es que se trataba de te (aunque «con reservas»), Weidenreich (100) lo incluyó en sus des-
una familia de un grupo de hombres dedicados a los avanzados traba- cripciones del Sinanthropus, denominándolo Skull XIV. Parece así ha-
jos que hallamos en el depósito principál, pero que utilizaban esta cue- ber establecido un enlace entre los dos depósitos separados, haciéndo-
va como morada. Tan atractiva como es esta solución, no puede con los coexistentes.
todo ser demostrada. Por ello, solamente señalaré algunos de los pe- Aún otro posible enlace entre las dos cuevas es el hecho de que
culiares factores descubiertos en este lugar, ya que soy incapaz de pro- se hallaran unas cuantas herramientas de piedra que Pei descubrió en
poner una secuencia de eventos que explicara su presencia. la Cueva Superior (98). Las herramientas de guijarros parecían «sor-
prendentemente similares a algunos artículos hallados en depósitos
a) Habilitación de la cueva. Que una cavidad tan retorcida, casi ver- mucho más antiguos de Sinanthropus», fragmentos de vetas de cuero
tical, haya sido ocupada por el hombre es algo difícil de imaginar. y utensilios exactamente iguales a los del Sinanthropus; todo ello había
El acceso a la sección inferior no era fácil. Ciertamente, Weiden- sido utilizado por los ocupantes. En un pie de página da una extraña
reich se refiere a ella como «la llamada "Cueva Superior" de Chou- sugerencia para dar cuenta de la circunstancia, pues dice así:
koutien» (35, p. 86) implicando que la descripción no era totalmen-
te exacta. No obstante, es bien posible que los artículos de cuarzo aquí descri-
b) Huesos humanos. Dice Pei que en algunos casos éstos se halla- tos fueran recogidos por el hombre de la Cueva Superior o introdu-
ban ampliamente distribuidos tanto horizontal como verticalmente. cidos por acción natural en la Cueva Superior procedente de los de-
pósitos de Sinanthropus, como así sucede con ciertos fósiles, inclu-
Además, los cráneos se hallaron cerca de la parte inferior de una yendo restos humanos.
proyección grande de limolita colgando por encima, lo cual es una
postura desusada para una sepultura. El daño a los cráneos, que ¿Deduce él realmente que las piedras y los fósiles humanos llegaron
Pei atribuyó a que el techo de la cueva cayó sobre ellos, queda con- a la Cueva Superior por acción natural (¡!) procedentes de los depó-
tradicho por el propio efecto considerablemente protector provei- sitos del Sinanthropus?
do por esta gran área de limolita, que les hubiera dado protección Considerando todos los aspectos anteriores, una solución bastante
en la posición en que fueron hallados. razonable sería que cuando la ladera de la montaña se derrumbó, de-
e) Niveles. La presencia de esqueletos de animales y de varios pen- bido al efecto de minado de las obras principales, los habitantes de la
dientes en la cavidad inferior indica que hubiera podido ser utili-
135
134
cueva murieron simultáneamente, y sus cuerpos fueron llevados a esta Señala lo siguiente:
cavidad por la masa de fango y piedras que la rellenó. Excepto por_ el cráneo I, locus E (el cráneo de Pei de 1929), todos los
cráneos se hallaban fragmentados en piezas más o menos pequeñas
La muerte de Black y parcialmente quebrantadas o astilladas y a continuación fosilizadas
En 1934, el trabajo de Black sobre el Sinanthropus había recibido en esta condición.
alabanzas internacionales y acababa de ser hecho miembro de la Royal
Society de Londres. El 15 de marzo de 1934 murió, víctima de un ata- Se puede ver la dificultad de hacer una reconstrucción de una caja
que de corazón, y fue hallado en su laboratorio, yaciendo entre los craneana a partir de unas piezas tan quebrantadas, y la exactitud del
fósiles humanos y su reconstrucción del cráneo del Locus E. resultado final con respecto a su forma y capacidad es evidentemente
Teilhard asumió la dirección del laboratorio durante el tiempo pre- un asunto que involucra muchas asunciones y considerable cantidad
ciso para hallar un sustituto del doctor Black, señalándose para ello de suposiciones.
al doctor Franz Weidenreich, de la Universidad de Frankfurt. Weiden- Da el número total de individuos hallados en la localidad como
reich pasó a investigar todos los hallazgos que se habían efectuado y diez niños, dos adolescentes y doce adultos, ¡pero más de la mitad
escribió informes acerca de ellos durante los siguientes años. Pero no de ellos se hallan sólo representados por dientes, mandíbulas o unos
emitió ningún informe sobre los recientes hallazgos humanos; pero pocos fragmentos o unos pocos trozos de huesos de extremidades! Se
cuando lo hizo, no fue ni en el Bulletin de la Sociedad Geológica ni en hace referencia a «las varias zonas con sus fogatas (carbón vegetal, ce-
el Geological Survey of China, como hubiera sido de esperar, sino en el nizas y huesos quemados de animales) ... » Así, se vuelve a minimizar
Natural History Bulletin de Pekín en 1939 (99). el tamaño de la industria basada en el fuego que hallamos allí.
Se pasan varias páginas considerando las razones por las cuales
prácticamente sólo se han hallado los cráneos y mandíbulas de Sinan-
1935. Más informes thropus, ¡y Weidenreich concluye que tiene que haberse tratado de un
cazador de cabezas y que los cráneos eran sus trofeos! Rechaza él el
Breuil volvió a visitar la localidad en 1934, y él y Teilhard presenta- punto de vista de Boule de que se trataba de monos cazados por sus
ron informes por separado (91 y 92) en el Instituto de Antropología de cerebros diciendo que no se habían hallado restos del segundo homí-
Francia el 19 de junio de 1935. nido, el matador del Sinanthropus. Para apoyar esta afirmación, se re-
Teilhard da una breve descripción de los hallazgos humanos, pero fiere a las afirmaciones similares acerca de este tema hechas por los
en un diagrama del lugar, que ha simplificado tanto que difícilmente autores de Fossil Man in China. Pero esto había sido publicado en 1933,
puede compararse con la sección del lugar en la figura 20, sitúa la Cue- antes del descubrimiento de los cráneos humanos en la Cueva Supe-
va Superior en una posición relativa totalmente diferente con respecto rior. Sigue a continuación:
a las capas principales.
El artículo de Breuil describía la industria de piedra y se pregun- Puedo añadir que también en la actualidad, después de dos años de
taba si no sería algo menos antigua de lo que habían creído al principio, excavaciones y de nuevos descubrimientos, nada se ha desenterrado
que señale un segundo homínido. Todos los restos humanos desde
posiblemenje Paleolítico medio, pero anterior al Mousteriense Superior el lugar más profundo al lugar más elevado de la cueva muestran el
y al Aurignaciense. Así, dejó abierto que fuera comparable a una cul- mismo tipo morfológico, esto es, el del Sinanthropus.
tura Mousteriense media, lo que lo haría contemporáneo al hombre de
Neanderthal. W eidenreich no hace ni tan sólo una referencia de pasada a los hu-
manos de la Cueva Superior, y uno no puede dejar de preguntarse por
El informe de W eidenreich qué tiene que haber hecho una omisión tan importante.
Weidenreich publicó el informe The Sinanthropus Population of
Choukoutien (La población sinanthropa de Choukoutien) (93), que
está principalmente dedicado a describir y analizar las mandíbulas y 1937. Afirmación revisada de Tellhard
los dientes. Un aspecto que provoca confusión en sus descripciones
es su utilización consistente de la palabra «humano» cuando trata de Teilhard publicó un artículo en Etudcs (97 y 31, p. 84) en el que de
los cráneos de Sinanthropus, porque da la impresión de que tenía una nuevo no se halla ninguna mención de los verdaderos cráneos humanos.
fuerte tendencia a dar un status humano a los cráneos que más tarde La población total del lugar principal es evaluada por él en alrededor
reconstruyó.
136 137
de unos treinta individuos, de la que ellos tenían cinco cráneos casi dadoso por una autoridad tan pionera en prehistoria como el profesor
enteros, y partes de otros tres. Describe los puntos de vista de Boule Breuil, no estén ya más disponibles para la ciencia. Lamento en parti-
cular no poder satisfacer varios detalles como las capas de origen
acerca del Sinanthropus como «sutiles argumentos», y, para refutarlos, de cada espécimen dentro de la localidad Sinanthropa. W. C. P.
menciona que tienen el cráneo de un gran macho de 1.200 ce. de ca-
pacidad, y pregunta: «¿Qué necesidad tenemos de buscar otros agen- Es verdaderamente una coincidencia extraña que estos huesos, que
tes?» Un cráneo de este tamaño, que era del hombre viviente en la ac-
tualidad, es evidentemente más que adecuado para dar cuenta de la in- Breuil exhibió como clara evidencia de trabajo humano, tuvieran que
dustria en Choukoutien. sufrir la misma suerte que la que sufrió más tarde toda la colección
Evidentemente, hemos progresado mucho desde la descripción del de huesos en el tiempo de Pearl Harbour. Sería de esperar que se hu-
«pequeño cráneo simiesco» que él y otros habían dado del cráneo del biera registrado la pérdida de esta valiosa evidencia en por lo menos
Locus E, pasando por la medida de capacidad de 964 ce de Black a una o dos publicaciones, y ello no obstante, esta nota de Pei es la única
los 1.225 ce de la reconstrucción de Weidenreich del cráneo X. mención que he podido hallar acerca de su pérdida. Además, en toda
Allí donde habían pensado que el depósito principal era una falla mi lectura de la correspondencia de Teilhard correspondiente a este
vertical que se fue llenando gradualmente, se acepta que era una «cue- período, no he visto ninguna referencia a esta pérdida.
va ramificada, que se hizo progresivamente mayor pero que a la vez se Otro punto es que Pei «no pudiera satisfacen> los varios detalles so-
rellenaba con la desintegración continua del techo». Si es ésta la se- licitados por Breuil de dónde se había hallado cada fósil. Se suponía
cuencia aceptada de los eventos, solamente queda que comentar que que la excavación se había llevado a cabo con el mayor cuidado, ha·
cada vez que tenía lugar la desintegración, los ocupantes tenían que biéndose dividido toda la localidad en cuadrados, tanto en sentido ho-
haber estado fuera. ¡Su consistente práctica de hallarse «fuera de casa» rizontal como vertical, de manera que se pudiera localizar con toda
cuando caía el techo, no quedando así ningún esqueleto completo para exactitud la posición de cada fósil. Incluso si los fósiles ya no estaban
que los pudieran descubrir científicos futuros es ciertamente algo de- disponibles, Pei, que estaba a cargo de las excavaciones, hubiera debido
plorable! poder facilitar a Breuil la localización de cada uno de ellos a partir de
sus registros.

1939. La industria ósea Réplica de Pei


En el volumen encuadernado de The Geological Survey of China, el
El Geological Survey publicó un artículo (en inglés) escrito por artículo inmediatamente siguiente al de Breuil era el de Pei, titulado
Breuil, titulado «Bone and antier industry of the Choukoutien Sinan- «Le role des animaux et des causes naturelles dans la cassure des os»
thropus site» (Industria ósea y de astas de la localidad Sinanthropa (El papel de los animales y de las causas naturales en el rompimiento
de Choukoutien) {julio, New Series D6. Serie total 117). Ahí él da sus de los huesos) (marzo de 1938. Nuevas series D7. Serie completa 118).
razones de su segunda visita a China en 1934. Estaba claramente eno- Ahí, Pei intenta explicar que el trabajo sobre los huesos no era debido
jado por la nota de pie de página añadida por el editor en el artículo a la acción humana, pero está lejos de ser una explicación convincente.
transcripción de la conferencia que había pronunciado el 3 de noviem- En la última página de las ilustraciones, muestra una cantidad de hue-
bre de 1931 {ver p. 85), porque dice al principio de su artículo que su sos con pequeños orificios en un extremo, ¡que pretende que se deben
afirmación no convenció a los miembros del Geological Survey «que a roedores y a causas naturales! No obstante, son los puntos de vista
me consideran responsable por mi interpretación». Fue invitado a co- de Pei en lugar de los de Breuillos que se aceptan corrientemente (26,
laborar con ellos y volvió en 1934. p. 275).
Da una descripción muy detallada de muchos huesos que muestran
la obra de un agente humano, y varias placas fotográficas como ilus- Fechas de publicación
traciones. Estas fotografías se dan al final de su artículo, y la página Hay dos puntos notables acerca de este artículo de Pei en particu-
tiene esta sorprendente nota añadida por W. C. Pei, que dice: lar. El primero es que fue escrito totalmente en francés, lo que es
cosa desusada en artículos en esta publicación, en tanto que el artícu-
Los especímenes aquí descritos por el profesor H. Breuil han sido lo de Breuil había sido traducido al inglés. El segundo es que aunque
puestos a disposición del Museo del Geological Survey de China en seguía al artículo de Breuil publicado en 1939, y se le dió el siguiente
Nanking para ser allí exhibidos, pero debido a las hostilidades de número de serie, el de Pei había sido publicado en 1938!
1937 se han perdido. Ciertamente que es muy desafortunado que es- Ya que Breuil visitó Pekín en 1934, ¿por qué se retrasó la publica-
tos valiosos objetos, que habían sido objeto de un estudio tan cui-
139
138
ción de este artículo y se tradujo al inglés, en tanto que el de Pei fue Tratando del cráneo de 1929, dice simplemente:
publicado un año antes, presumiblemente para que circulase por Fran- El Skull III (Cráneo Ill) es idéntico al Cráneo del Locus E hallado
cia? Esto sugiere poderosamente que la evidencia de Breuil acerca en 1929 por W. C. Pei. Davidson Black (1931) ya ha facilitado unas
del adelantado estado de trabajo artesanal de los huesos que había descripciones tan exhaustivas de la condición y características de
descubierto era algo muy desagradable para los expertos en China, y este cráneo que será suficiente remitirnos aquí a la publicación de
que su artículo fue retrasado deliberadamente, en tanto que el infor- este autor.
me de Pei fue preparado para su temprana difusión en Francia. Esta
sugerencia queda reforzada por la misteriosa y poco publicada «pér- Así, no hace ningún comentario acerca de si la reconstrucción de
dida» de estos fósiles, que hacía imposible que se verificasen las afir- Black era exacta o no.
maciones de Breuil. Volviendo a las fotografías de las reconstrucciones de Weidenreich
En este punto, antes de tratar en la sección final acerca de la desa- de los cráneos, uno se queda asombrado de inmediato ante las grandes
parición de los fósiles originales del Sinanthropus, consideraremos la brechas entre los fragmentos que se hallan rellenas de escayola para
principal obra de Weidenreich, The Skull of Sinanthropus pekinensis completar la forma. Admite Weidenreich que en muchos casos las pie-
(lOO) y el artículo de Teilhard, The Question of Fossil Man (101), am- zas que se utilizaron para reconstruir un mismo cráneo se habían ha-
bos trabajos publicados en 1943. llado a distancia unas de otras, y que tuvo que decidir si debían de
asign~rse a un mismo cráneo o no. Reconoce que hay discontinuidades
El informe del cráneo del Sinanthropus de Weidenreich visibles entre los fragmentos, pero dice que no son tan grandes como
El artículo de Weidenreich era un tomo extenso, de 506 páginas, parecen, ya que algunos de los huesos se tocan en los bordes inferiores,
publicado en Pekín, pero impreso en América. Mucho de él trata de una siendo que mucho del daño se halla en el exterior. No obstante, los hue-
descripción muy técnica y detallada de las varias características exhi- sos del cráneo se rompen por lo general a través de su grosor, y no
bidas por los cráneos examinados, por ejemplo: como un ángulo fino, mientras que en la Placa XV una fotografía del
lado inferior del cráneo X muestra que hay tanto trabajo de escayola
La escama tiene forma de triángulo rectángulo, representando el mar- visible en el interior como en el exterior del cráneo. Admite que Boule
gen parietal el cateto mayor y el margen esfenoida! el cateto menor. había dicho que estas discontinuidades podían influenciar el tamaño
Esta forma es muy característica de los antropoides. y la forma del cráneo «hasta tal punto como para hacer imposible
una estimación exacta de su capacidad». Sigue diciendo Weidenreich:
y
Las discontinuidades se hallan limitadas a áreas más bien limitadas
El fascies temporalis pasa gradualmente al fascies infratemporalis de de la superficie craneana. Además, en el dibujo de los cráneos se
forma que ambas superficies presentan una curva continua sin la marcan de forma distintiva todas las fracturas y discontinuidades im-
fuerte inflexión o cresta intratemporal fuertemente desarrollada que portantes para posibilitar al lector que se forme su propia opinión
generalmente caracteriza al hombre moderno. acerca de la fiabilidad de la reconstrucción.

En su descripción señala que «el extraordinario tamaño de la pirá- El cráneo ilustrado en la figura 22 (skull XI) es la más completa de
mide ... y su poca profundidad o condición plana ... constituye indu- las cajas craneanas, y fue utilizado por Weidenreich como la base de
dablemente un carácter simiesco» y que « ... en todos los casos, la par- su reconstrucción del cráneo completo (fig. 23), al que más tarde se aña-
te central de la base se halla ausente». Trata él del primer cráneo que dieron características humanas. Otros cráneos tienen una gran propor-
Black reconstruyó de fragmentos hallados en 1928, corrigiendo el ine- ción de escayola visible, y se puede ver la dificultad de obtener una re-
xacto informe de Black, diciendo: construcción exacta de la capacidad a partir de una colección de piezas
así, particularmente a la luz de las consideraciones dadas sobre este
tema en la página 78.
Todos estos huesos encajan uno con el otro, como Black menciona,
pero no es totalmente correcto en esta afirmación: «No habiéndose
hecho otra restauración del cráneo ... » Como muestran las fotografías
de Black (figs. 5-10) hechas del original, la superficie exterior de la
mitad interior del hueso parietal izquierdo se hallaba tan estropeada
que la región defectiva tuvo que ser rellenada con escayola a fin de
poder posibilitar la restauración.
140 141
Un proceso tan elaborado dio un aura de ciencia a lo que era poco
más que una fantasía, porque se basaba sobre lo siguiente:
a) El cráneo XI, que no estaba completo, y que consistía de una can-
tidad de fragmentos rotos.
b) Dimensiones que faltaban se consiguieron del cráneo XII y del
cráneo 11 (el cráneo de Black del locus D, hecho de fragmentos
hallados en el laboratorio).
e) Huesos faciales que estaban mezclados con huesos faciales del crá-
neo X, que se hallaban solamente a 500 mm de distancia.
d) Una mandíbula inferior, que carecía de dientes, hallada a un nivel
a más de 25 metros de altura encima del cráneo (Mandíbula Hl
en los informes de Weidenreich acerca de la dentición del Sinan-
FIG. 22. Cráneo XI FIG. 23. Cráneo de «Nellie» thropus [95]). Señala Weidenreich:
La reconstrucción de «Nellie» Como ya se ha señalado antes, no tengo intención de exagerar las
La modelación de las características humanas sobre la reconstruc- características primitivas de la fisonomía. Fui por ello especialmente
ción de Weidenreich se trata en considerable detalle, empleándose en cuidadoso de no cometer el error cometido generalmente por artistas
ello varias páginas. Se rechaza el método de Dubois de reconstrucción legos en la materia al reconstruir el retrato del hombre primitivo,
de todo el cuerpo del hombre de Java a partir de un fémur y de una esto es, dar apariencia de salvaje y cabellos desarreglados como sig-
no de primitividad. Las características genuinas deberían de quedar
calota craneana, y se utiliza el método de McGregor de la determinación suficientemente indicadas sin ningún tipo de distorsión emocional de
del grosor de las partes de carne blanda, lo que era «el promedio del músculos mímicos o de cabello desordenado.
individuo bien nutrido, pero no gordo». Se fijaron agujas en el crá-
neo reconstruido, y recortadas al grosor preciso de la carne, modelán- Es ciertamente de alabar tal objetividad científica al criticar a los
dose_ a continuación todo ello con rostro de mujer (a la que llamaron que añaden características simiescas a cráneos humanos, pero ¿no
«Nellie» ). La escultura fue hecha por la señora Lucille Swann, una es- queda él convicto de la práctica opuesta e igualmente errónea de aña-
cultora que residía en aquel entonces en Pekín. Comenta Weidenreich dir características humanas a un cráneo de simio?
acerca de varias características del modelo acabado, señalando que «la
peculiaridad más notable ... es el grosor del cuello», ¡que quedaba, de- El artículo de Teilhard
safortunadamente, escondido por el cabello en el modelo! (fig. 24). El artículo de Teilhard Fossil Men, fue publicado en Pekín en 1943.
Da él la capacidad promedio del Sinanthropus como entre 1030-1225 ce,
y afirma que, aunque tenía algunas características simiescas es, por lo
que respecta a sus poderes mentales, Horno sapiens. «Si (énfasis suyo)
aceptamos que el hombre de Pekín mismo (y no algún otro desconocido
habitante de la cueva) es el autor de estas trazas (énfasis mío) de fue-
go y de esta industria de piedra, la conclusión es evidente.»
La continua minimización de los grandes montones de cenizas como
«trazas» de fuego por parte de los científicos responsables relacionados
con el Laboratorio Cenozoico puede solo suscitar dudas acerca de la
confiabilidad de sus informes, no solamente acerca de este asunto, sino
también de otros, especialmente cuando relatos independientes como
el de Breuil no están disponibles.
De nuevo, Teilhard afirma que la localidad
... no es otra cosa que una antigua cueva que se ha derrumbado y en
FIG. 24. cNellie» la que vivieron y murieron una variada población de carnívoros y el
mismo hombre, uno tras otro, dejando en el suelo, de forma gradual,
142 143
también uno tras otro, sus propios huesos mezclados con los de sus El dibujo de la cueva del hombre de Pekín
He intentado señalar que evidentemente hubo una industria de gran
presas. En Choukoutien, los paleontólogos habían sido lo suficiente- escala en marcha en Choukoutien, en vista de las capas de cuarzo frag-
mente afortunados para hallar accidentálmente una morada huma-
na de gran antigüedad, esto es, de hallar al hombre prehistórico «en mentado y los grandes montones de cenizas, y que los cráneos de Si-
casa». Bajo estas circunstancias no es de sorprender que la cosecha nanthropus se corresponden a los de monos cazados por sus cerebros.
haya sido tan rica. En el Museo Británico de Historia Natural se halla un ilustración (que
aparece también en la publicación de ellos, Evolution) que da una im-
Su deliberada omisión del hecho de que solamente se habían ha- presión totalmente opuesta. La he copiado en la fig. 26 y quisiera se-
llado la caja craneana y mandíbulas de su homínido, y que no se ha- ñalar en particular:
bía hallado prácticamente ningún hueso del esqueleto, queda patente.
Este artículo estuvo entre los últimos de ser escritos por un miembro
del Laboratorio y los únicos huesos esqueletales hallados fueron un
hueso semilunar (un pequeño hueso de la muñeca), un fragmento gran-
de de clavícula, dos fragmentos de húmero y siete diáfisis femorales
(partes solamente de la cavidad del fémur). A pesar de esto, Teilhard
afirma confiadamente que el Sinanthropus ¡presentaba estación bípeda
y poseía «dos manos»!

Descubrimientos posbélicos
El artículo de Teilhard queda incluido en el Simposium de sus es-
critos, titulado The Appearance of Man (La aparición del hombre) (31,
p. 93 ). El editor de esta obra añade un interesante pie de página, en
el que sumariza algunos puntos que aparecen en un artículo escrito por
Pei, que trabaja ahora para los comunistas, en China Reconstructs, él------
1954, en el que pone al día la excavación de Choukoutien. Señala que
en 1951 se hallaron dos fragmentos óseos, uno de una tibia (con ca- FIG. 26. La representación del hombre de las cavernas de Pekín
racterísticas de antropoide) y el otro de un húmero (con características
humanas), y fueron identificados como pertenecientes al hombre de a) El tamaño de la cueva.
Pekín. b) La extensión de fragmentación de piedra que se está llevando a
Un cráneo de hombre de Pekín, hallado en 1966, fue exhibido en cabo.
una exposición de descubrimientos arqueológicos chinos, que tuvo lu- e) La cantidad de fuego.
gar en la Royal Academy en 1973-1974 (fig. 25). La altura que se cita d) Las características humanas de sus habitantes.
del cráneo es de 11,9 cm y, como se puede ver por la ilustración,
existe una discontinuidad extremadamente grande entre los fragmen- Es mi observación de estos puntos que la ilustración es burdamen-
tos frontal y· trasero del cráneo. te inexacta .
... ...
.,- ---. "
La desaparición de los fósiles

Llegamos ahora al confuso período de los años de guerra. Parece


que el trabajo en la localidad cesó en 1937. Según Weidenreich, ello
se debió al avance de las fuerzas japonesas (100), según escribió en
América en 1943. No obstante, los japoneses se hallaban muy intere-
sados en todo el tema del hombre de Pekín y es probable que hubie-
ran permitido la continuación de las excavaciones, si no hubiera sido
por las fuerzas comunistas en aquella área, que la transformaron en
FIG. 25. El cráneo del Sinanthropus de 1966
145
144
tierra de nadie. Los japoneses concedieron a todos aquellos que perma- que se prolongó por varios días, sin que aparentemente diera resultado
necieron en Pekín un grado de libertad considerable. Teilhard reorga- alguno.
nizó el Museo Geológico, visitó Shanghai, dio conferencias a estudian-
tes y publicó artículos, en tanto que Speaight menciona que los prime- La investigación posbélica
ros oficiales de las fuerzas de inteligencia norteamericanas que llegaron Después de la guerra, los americanos investigaron intensamente en
a Pekín le hallaron escapando del círculo sqcial y dirigiéndose en bici- búsqueda de los fósiles, y el doctor Frank Whitmore, un geólogo en el
cleta a los montes para hablar con las guerrillas comunistas. ¡Hallaba Ejército de los Estados Unidos, dijo que había hallado una colección
la conversación con ellos mucho más interesante! (p. 266). de huesos y de artefactos de la localidad de Choukoutien juntamente
Al examinar el material original disponible, ha sido necesario de- con algunos documentos. No obstante, se dijo que éstos eran solamen-
senredar los hechos de una masa de rumores y de relatos contradicto- te los que se habían dejado en la caja fuerte en Pekín. Es patente que
rios. Por ello, he considerado que lo mejor era utilizar solamente ver- los japoneses hicieron listas completas de los objetos tomados como
siones razonablemente documentadas de la historia. Mis propias con- botín durante la guerra, y se dice que todos los objetos arqueológicos
clusiones me obligan a suscitar una cantidad de preguntas relevantes estaban totalmente localizados.
a todo ello. Este era el relato generalmente aceptado hasta 1951. El 22 de mar-
Los hechos concernientes a la implicación del doctor Foley se con- zo de aquel año, el New York Times publicó una acusación lanzada por
tienen en un artículo en el Observer (19 de noviembre, 1972), en tanto Pei. A~rmaba que los americanos habían hallado los baúles que conte-
que el libro de Shapiro, Peking Man (28), da algunos detalles adicio- nían los fósiles en la Universidad de Tokio después de la guerra, y que
nales.
habían sido enviados a América y que se hallaban ahora en el Museo
Americano de Historia Natural. Como presidente del Departamento de
El relato del coronel Ashurst Antropología, Shapiro emitió un desmentido de los rumores que afir-
Durante 1941, después que Weidenreich hubiera vuelto a América, maban que se hallaban en su posesión. Durante la disputa, un bom-
se decidió que los fósiles se enviaran allí para ponerlos a buen recaudo. bero japonés dijo que «él había visto a los japoneses llevando cajas
El coronel Ashurst era el comandante de los marines americanos en que contenían el cráneo del hombre de Pekín y otros huesos de los
Pekín. Se le había ordenado enviar el destacamento de vuelta a los cuarteles de los marines americanos en Pekín en 1942». Esto contri-
Estados Unidos, y tenía que llegar al barco, el President Harrison, en buyó a aumentar la confusión, ya que no se había hecho mención de
Chinwangtao, a 18 millas. Los fósiles habían pasado a la embajada de que ninguno de los baúles se hallara en Pekín para esta fecha. Después
los Estados Unidos para ser guardados en lugar seguro, pero se decidió de esto, volvieron a descender las oscuras nubes de misterio que en-
que se embalaran en cajas de los marines, conocidos como «footloc- vuelven la desaparición de los vitales fósiles del Sinanthropus, hasta
kers» y que, con el nombre del coronel en ellas, viajaran como su equi- que otro rayo de luz las atravesó veinte años más tarde.
paje personal a América. Hasta 1972, la historia generalmente difundi-
da, basada aparentemente en un relato del coronel Ashurst, es que los El relato del doctor Foley
baúles fueron depositados a bordo de un tren con destino a Chinwang- En 1971, el doctor Shapiro, del Museo Americano de Historia Na-
tao durante los primeros días de diciembre de 1941, pero que el tren tural de Nueva York, fue contactado por un tal señor Davis, ayudante
fue capturado por los japoneses el 7 de diciembre, el día de Pearl del doctor Foley. Solicitaba información con respecto a la desaparición
Harbour, y se perdió toda traza de los baúles. de los fósiles de Pekín, ya que el doctor Foley, que estaba escribiendo
Ashurst, que murió poco después de la guerra, dio a los reporteros sus memorias, había recibido la solicitud de ayudar en el transporte
lo que parece ser su único relato, en el que dijo: de estos fósiles a América en 1941. De inmediato, Shapiro contactó
tanto a Davis como a Foley, que dio el siguiente relato:
Quizás hallaron los restos y los tiraran como alimentos enlatados. Los Cuando Ashurst fue encargado del cuidadoso transporte de los fó-
japoneses no usaban nuestra comida cuando la capturaban, por lo siles, entró en contacto con su oficial médico, el doctor Foley, que es-
que la tiraron del tren. Las reliquias del hombre de Pekín no debían taba en Tientsin. Foley iba primero con el destacamento a Manila, pero
de presentar gran apariencia. A duras penas llegué a saber yo mis- a continuación a América, ya que estaba finalizando su temporada de
mo lo que eran. Quizá los japoneses sólo guardaran lo que les era
útil y lo tiraron todo lo demás. servicio. Por esta razón, Ashurst le pidió que llevara los fósiles consigo.
Hay informes contradictorios acerca del número preciso de baúles,
pero por lo menos había dos, y es casi seguro que eran más. Ashurst
No obstante, los japoneses se hallaban deseosos de obtener los fósi- puso algunos de ellos, marcados con el nombre de Foley, en el tren a
les, y sometieron al personal del Medica! College a un interrogatorio Chinwangtao para que los custodiara en su transporte a América.
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Foley, que estaba en Tientsin, Íe dijo a su ayudante, Davis, en Chin- dido reunir. Es evidente que hay muchos intervalos y problemas irre-
wangtao, que esperaba los baúles y que los pusiera a buen recaudo. sueltos. Las principales cuestiones que tengo, empero, no son con res-
Cuando llegaron, Davis los guardó en su habitación, pero perdió con- pecto a lo que realmente sucedió, sino con respecto al fracaso de las
tacto con ellos cuando los marines se rindieron a los japoneses des- varias autoridades que investigaron la desaparición, al ser incapaces
pués de Pearl Harbour. Cosa sorprendente, estas cajas fueron más tar- de establecer la secuencia correcta de los eventos, cuando estos hechos
de entregadas a Foley en Tientsin, sin haber sido abiertas. Como se le se hubieran podido obtener con cierta facilidad después de la guerra.
concedió un breve período de relativa libertad, distribuyó las cajas, aún Parece haber existido una considerable falta de competencia en el se-
sin abrir, en varios lugares, como los Almacenes Suizos, el Instituto guimiento de las investigaciones, dejándose varias cuestiones importan-
Pasteur y dos amigos chinos. · tes sin respuestas satisfactorias.
Afirma Foley después que mientras estaba en el campo de concen-
tración se encontró a Ashurst, que tenía todavía una de las cajas que
contenían lo que Ashurst creía ser los fósiles más importantes. Es posi- Investigando las investigaciones
ble que Ashurst hubiera guardado consigo algunas de las cajas en Pe-
kín. O bien es posible que hubiera enviado algunas cajas, llevando su l. EL SILENCIO DE TEILHARD
propio nombre, así como las que llevaban el nombre de Foley, en el En todos los varios artículos que tratan de la desaparición de los
tren a Chinwangtao. Foley consideraba que los japoneses le devolvie- fósiles·, el relato de los sucesos por parte de una persona, que trabajó
ron las cajas que llevaban su nombre debido a su respeto por su gra- regularmente en el laboratorio y que estuvo en Pekín durante todo el
duación. Por ello, es posible que le fueran devueltas a Ashurst las que tiempo es notable por su inexistencia. Naturalmente, me refiero a Teil-
llevaban su nombre mientras estaba aún en Pekín. hard. Como hemos visto, tuvo considerable libertad, incluso bajo la
Foley y Ashurst se las arreglaron para impedir que los japoneses ocupación japonesa y trabajó regularmente con Pei en el laboratorio
investigaran la caja, a lo largo de muchos cambios de campo, pero Fo- sobre la colección paleontológica, hasta su cierre (30, p. 34 ).
ley perdió finalmente su pista cuando fue separado de Ashurst. A través de todas las investigaciones concernientes al paradero de
los fósiles, Teilhard, que tenía una considerable responsabilidad con
La recuperación de artículos por parte del doctor Whitmore respecto al laboratorio y su colección, y que vivió en Pekín durante la
Después de la guerra, como ya hemos mencionado, el doctor Whit- guerra, nunca aparece dando su relato de los sucesos. ¿Acaso los ame-
more obtuvo unas pocas reliquias carentes de importancia de la Univer- ricanos no le dijeron que los principales fósiles habían sido sacados de
sidad de Tokio, pero Shapiro (p. 24) añade algunos detalles adicionales, la caja y enviados a Chinwangtao? En una carta escrita ell3 de diciem-
En noviembre de 1945, Whitmore escribió al doctor Edinger en la Uni- bre de 1940, añadió una nota diciendo que había visitado el lugar de
versidad de Harvard, diciendo que había recuperado de la Universidad Choukoutien con el capitán japones Takata y una fuerte patrulla de
de Tokio una colección de huesos y artefactos, juntamente con los re- soldados como escolta (30, p. 274). La protección de los japoneses era
gistros originales de Davidson Black, planos de la localidad y registros para hacer frente a los «regulares rojos» en la llanura (30, p. 241), que
financieros, todos los cuales iba a devolver al Pekín Union Medica! habían convertido el lugar en un «tierra de nadie». Esta pequeña ex-
College. • pedición muestra que Teilhard estaba entonces en buenas relaciones
Sólo dos semanas más tarde, Whitmore escribió un relato de la con los japoneses. Hubiera tenido pocas dificultades en saber de ellos
reunión que tuvo con el profesor Suzuki de la Universidad de Tokio. la secuencia de eventos y la localización de los preciosos fósiles. En un
Había hecho tres intentos para localizar la colección. Al principio, el artículo escrito en septiembre de 1943 (31, p. 93), tratando del hombre
profesor Suzuki replicó que no sabía nada acerca de ello. Como res- de Pekín y de otros fósiles, no hace mención alguna de la desaparición
puesta a posteriores preguntas de Whitmore admitió que había oído del primero, mientras que en el mismo año escribió a un amigo chino
hablar de la colección pero que no sabía dónde estaba. Finalmente, des- preguntándose si se habrían extraviado, y aliviado porque se habían
pués del tercer intento del doctor Whitmore, salió, volviendo cinco mi- tomado moldes para el mundo científico (29, p. 252).
nutos más tarde con «la colección», que consistía en algunas piedras ¿Por qué no se interrogó a Teilhard acerca de la suerte de los fósi-
trabajadas, astas ennegrecidas y otros artilugios. Shapiro considera les? Incluso cuando vivía en América, nunca parece haber mencionado
que éstos eran los únicos artículos que se habían dejado en el laborato- las circunstancias de su desaparición.
rio, después de haber embalado los fósiles importantes en los baúles.
La narración que acabamos de dar contiene todos los hechos prin- 2. LA RETICENCIA DE ASHURST
cipales relevantes en cuanto a la desaparición de los fósiles que he po- El relato del coronel Ashurst es particularmente ambiguo. Es evi-
149
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1
1

dente que la embajada de los Estados Unidos tiene que haberle hecho hallado ninguna relación con la misteriosa mujer de los fósiles de
ver la importancia de los fósiles, y Foley relata cómo guardó la caja Pekín.
más importante mientras era prisionero de guerra.
El relato del bombero japonés de haber visto llevar algunos de los 4. LA INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE TOKIO
fósiles en baúles en 1942 de los cuarteles de marines en Pekín apoya Parece haber algunos aspectos extraños en la investigación que efec-
el hecho de que Ashurst no envió todas las cajas en el tren a Chinwang- tuó el doctor Frank Whitmore en la Universidad de Tokio en búsqueda
tao con el nombre de Foley en ellas, sino que guardó algunas consigo, de los fósiles, que Shapiro relata en las páginas 24 y 25.
o bien, que las que tenían en ellos el nombre de Ashurst le fueron más En la primera carta de Whitmore, dice él que había recuperado:
tarde devueltas en Pekín.
En su entrevista con el periodista, Asthurst no hace ninguna men- a) Huesos y artefactos de la localidad de Choukoutien.
ción de ello, diciendo que todas fueron en el tren y que probablemen- b) Los registros originales de las investigaciones de Davidson Black.
te fueron tiradas por los japoneses. La versión que Ashurst da de los e) Planos originales del lugar.
sucesos queda patentemente contradicha por el relato del doctor Foley. d) Registros financieros desde 1927 a 1938.
¿Por qué Ashurst no sometió nunca un informe de los sucesos y, cosa
aún más sorprendente, por qué no se le interrogó después de su libe-
ración? Parece· claro que, con una colección de materiales tan importante
como ·ésta, por lo menos una de las cajas había caído en manos japo-
3. Los MARINES nesas y había pasado a la Universidad de Tokio. Parece que Whit-
En el Campo Holcombe, en Chinwangtao, Davis estaba encargado more las había llegado a poseer, porque dijo que su mayor preocupa-
de diecisiete marines en la unidad médica bajo el doctor Foley. No pa- ción era cómo iba a devolverlas a Pekín. Si esto es correcto, ¿no se
rece que se haya intentado jamás establecer qué es lo que sucedió en la tiene que preguntar qué es lo que ha pasado con estos artículos?. ¿Se
época de Pearl Harbour. En realidad, fue solamente la inesperada lla- devolvieron a Pekín, o están ahora en América?
mada de Davis al Museo Americano de Historia Natural que dio publi- La segunda carta de Whitmore, escrita dos semanas más tarde, des-
cidad a los sucesos de Chinwangtao y del informe del doctor Foley del cribe una entrevista que había tenido con el profesor Suzuki. No queda
baúl cargado por Ashurst. claro si Whitmore está registrando una reunión anterior a su descubri-
Hubiera sido posible interrogar a todos estos marines después de miento de los artículos que menciona en su primera carta, o una se-
la guerra, pues Shapiro menciona que los supervivientes en Camp Rol- gunda visita hecha a la Universidad, pero la impresión es que se trata
combe todavía se reúnen, incluso hoy en día, una vez al año. de lo último.
Shapiro da un dramático relato de una misteriosa mujer, que afir- Whitmore dice: «Fui a la Universidad de Tokio donde se hallaba
mó que su esposo, muerto recientemente, había venido de China con la colección, y visité al profesor Suzuki acerca de ella.» Como ya he
un baúl de los fósiles de Pekín, que él llamaba «SU botín de guerra». dicho, fue solamente a la tercera repetición de la investigación que el
Shapiro recibió una fotografía, procedente de la mujer, de varios hue- profesor sacó a regañadientes las piedras y las astas. Lo que parece
sos en una caja, pero dijo que algunos de los huesos del esqueleto del extraño en el relato de esta entrevista es la actitud de Whitmore. El era
hombre de Pekín en la fotografía no se habían hallado nunca en Chou- un miembro de las fuerzas americanas, y estaba específicamente bus-
koutien. Aunque no hayan pertenecido al hombre de Pekín, ¿no hubie- cando los fósiles, y empieza la reunión con preguntas acerca del para-
ran podido ser partes de los esqueletos del hombre de la Cueva Su- dero de ellos. No obstante, las réplicas de Suzuki hubieran suscitado
perior, que estaban virtualmente completos en la época del descubri- sospechas en cualquier persona, y deja a Whitmore en la habitación
miento, pero que se perdieron con el resto de los fósiles? En una con- mientras va a recoger algunos de los artículos en otra habitación. Hu-
ferencia posterior, uno de los expertos consideró que el cráneo visible biera sido de esperar que Whitmore hubiera tenido la autoridad de in-
en la fotografía era el n.o XI en la nomenclatura de Weindenreich. Este sistir en acompañarle y en que se abrieran todos los armarios y cajas
era aquel en el que se modeló el rostro de «Nellie». de almacenamiento, en las que se hubieran podido guardar los fósiles,
Shapiro sospechó que el difunto esposo era un ex marine y, al pre- para poderlos inspeccionar personalmente. ¿Insistió acaso en tener la
guntar a Davies, obtuvo la dirección de uno de los marinos, que había certeza de que no había nada más en la colección japonesa? Su enfo-
muerto recientemente. Shapiro pasó después la información al Depar- que difícilmente se puede considerar como el del representante de una
tamento de Estado para posterior investigación. Pasaron varios meses poderosa nación decidida a descubrir preciosas reliquias en los almace-
hasta que llegó un informe que meramente afirmaba que el F.B.I. ha- nes de un país subyugado.
bía interrogado a la viuda del marino, pero se decía que no se había

150 151

l
¿Se descubrieron los fósiles? APENDICE 111
Según toda la evidencia disponible, es más que probable que una o
más de las cajas cayeran en manos japonesas. Ello queda indicado por INFORMES DEL CRANEO DEL LOCUS E DE BLACK
lo siguiente:
a) Con cinco o incluso más cajas posiblemente dispersadas en un Compararemos en este Apéndice los tres informes (Preliminar [72],
margen de situaciones muy amplio alrededor de Pekín es difícil interino [77] y definitivo [80]) que Black emitió acerca de este cráneo.
creer que todas ellas escaparon al descubrimiento por parte de los Trataremos en primer lugar con sus problemas de reconstrucción y,
dirigentes japoneses. acto seguido, compararemos las fotografías a tamaño total del cráneo
b) El bombero japonés afirmó que algunas de ellas fueron halladas en en tres vistas en cada uno de los informes (fig. 27). Desafortunadamen-
Pekín. te, estas no exhiben los detalles finos, principalmente debido a la di-
e) De la primera carta de Whitmore, es evidente que sí se halló una ficultad de reproducir las fotografías originales de Black, que no eran
cantidad de artículos importantes en la Universidad de Tokio. de alta calidad.
d) Pei relata que en mayo de 1943 se llegó a saber que las cajas que
contenían los fósiles habían sido halladas en Tientsin, perp más INFORME PRELIMINAR. 1929
tarde se desmintió (28, p. 22).
e) Aunque no puede citarse como prueba, el fracaso de las autorida- . . . un pesado fragmento en el que la parte glabelar del espécimen
des investigadoras, al no interrogar a los marinos que habían estado se hallaba enterrada se desprendió del bloque principal. Todos los
en Chinwangtao, podría ser una indicación de que los fósiles ha- detalles de las suturas y otras marcas superficiales se hallaban bien
bían sido localizados en Tokio, y que no se precisaba ya de más preservadas en el original, aunque se hallan algo oscuros en las fo-
investigaciones. tografías, debido a la goma laca con que se recubrió el espécimen
(p. 208).
Dijo Pei que los fósiles fueron enviados a América, y hay ciertas Es muy desafortunado, porque las suturas juegan un papel impor-
confirmaciones de ello, porque un marinero afirmó que los fósiles fue- tante en la reconstrucción en el informe definitivo.
ron colocadas a bordo de su barco americano después de la guerra,
pero que desaparecieron posteriomente. INFORME INTERINO. 1930
¿Qué posibles razones habrían para que se rodeara de tal secreto
a estos fósiles? Como se ha visto de la consideración de los varios Se dan varias fotografías de la base, mostrando las etapas de la
huesos y artefactos hallados en Choukoutien, la explicación más pro- extracción de la masa travertina. En el informe definitivo señala que
bable de la situación es que los cráneos eran originalmente sólo de al hacer el informe interino se había reparado el área del frontal. Ade-
monos, llevados a la localidad por hombres modernos. Si los fósiles más, esta porción, juntamente con una parte considerable de las bó-
originales y sus reconstrucciones se llegaran a localizar, se dispusieran vedas parietales (la parte superior del cráneo) volvieron a ser situa-
en pública exhibición y se sometieran a un estrecho examen adicional, das en una relación aproximadamente normal para poder hacer las
posiblemente quedarían evidentes lo estrecho de su relación con los fotografías.
simios y todos los errores cometidos en su reconstrucción. Esto podría
constituir una fuente de embarazo para muchas autoridades eminentes. INFORME DEFINITIVO. 1931
El colega de Weidenreich, el doctor Von Koenigswald, da una pista
de que los fósiles originales no eran particularmente relevantes. Dice Antes de hacer el molde, se colocó el fragmento frontal, tal como
así: estaba preparado entonces, sobre el espécimen, pero a fin de orien-
tarlo en sus relaciones aproximadamente normales, se tuvo que se-
Tenemos que estar agradecidos a Weidenreich por unas descripcio- parar con un intervalo apreciable sobre la totalidad de su arco coro-
nes tan excelentes de todo el material. En verdad, creo que mucha nal desde el núcleo travertino. El espacio artificial así formado se
gente que ha admirado los espléndidos dibujos y fotografías en sus representa en negro en el molde en contraste con la zona periferal
libros quedaría desengañada si vieran los originales. de la matriz rojiza in situ.
Es bien posible que fuera necesario este procedimiento pero, ¿cuá-
les fueron los principios conductores que utilizó para obtener «relacio-
152 153
nes normales» entre las piezas? ¿Fue acaso la línea de la curvatura que
él consideraba que se debería seguir, o la forma adquirida cuando se
encajaron los bordes rotos? No da indicación del método que utilizó
para asegurar que su restauración fuera exacta.
Durante la extracción del material duro del interior halló una es-
cama dura en el interior de la bóveda.
PRELIMINARV REPORT Cuando se empezó la eliminación de esta escama dura periférica adhe-
rida, se hizo totalmente evidente que todas las suturas craneanas se
hallaban abiertas, en mayor o menor grado, hallándose cada una de
ellas con una escama calcárea similar que se tuvo que eliminar a su
vez antes de que se pudieran restaurar totalmente las articulaciones
naturales de los módulos.
Esto más bien tendría que parecer algo inusitado. Las suturas son
líneas intrincadas de encaje entre los huesos del cráneo, de las que se
dice que habían sido cementadas en posición por el material calcáreo.
Parece un procedimiento innecesario eliminar cuidadosamente el ce-
mento duro natural entre los huesos, para simplemente volverlos a
situar más tarde en la misma posición. No se da ninguna descripción
I NTERMEDIATE REPORT de cómo se llevó esto a cabo, y uno sólo puede asumir que si se sepa-
raron las partes a lo largo de la línea de sutura, que fue con algo si-
milar a una sierra de marquetería.
Por todo esto, y las otras citas dadas anteriormente, queda claro
' ~
.~~ -~~-
...... ~ '" que se redujo el cráneo a una cantidad de piezas separadas, y que se
,·.!·~-~.;~:.. hubiera tenido que ejercitar un cuidado considerable para asegurar que
"\ ;
la forma final del cráneo restaurado era cercana a la del original tal
... .,...._ ' t;, como había sido hallado. Más abajo se da una comparación entre am-
bos. Black dedica una página entera a su método de fotografiar el crá-
neo, y a las dificultades que ello involucraba, con el problema de las
FINAL REPOPT
dimensiones en escala y en perspectiva. Toma nota de ello, dice él:
. . . ya que las opiniones ampliamente divergentes con respecto al
fnl. CIJII. «Status» genérico del Sinanthropus, que han sido emitidas reciente-
•¡:
1 2
SCALE mente y han tenido circulación en la prensa, están evidentemente
basadas solamente sobre la información derivada de las imperfectas
• fotografías del cráneo publicadas en informes anteriores.
a '•

1
¡Es evidente que estaba preocupado por los comentarios hechos

Key- -..
OVERLAYS

....-- .....
---
........,

-ole.
acerca del cráneo como resultado de su informe anterior!
En este punto quisiéramos mencionar que nunca se publicó ninguna
fotografía de una escala al lado del cráneo para indicar su tamaño.
Las fotografías se dan como de tamaño natural o a media escala, y se
-----
z...,......R.--·· ---·-
,......,.,.
Fi.-4 . . . . . . . .•IJ --
añade a continuación una pequeña escala en centímetros a la página
impresa. Así, al utilizar esta escala, se pone una gran fe en la precisión
con que se hicieron las fotografías, las ampliaciones y las copias. A esto
nos referiremos más adelante.
FIG. 27. Ilustraciones del cráneo de Black del Locus E En una revisión crítica de este informe en L'Anthropologie en 1931
154 155
l. FOTOGRAFÍAS
(82), R. Vaufrey comenta que en tanto que hay muchas fotografías y
diagramas, las fotografías son siempre oscuras y difíciles de utilizar
para trabajar en detalle, ¡siendo particularmente inadecuadas las de la a) Vista superior. Preliminar: Falta el surco supraciliar de la izquier-
región timpanal! También está en desacuerdo con el veredicto de da. Esta ha sido restaurado en informes posteriores. No es visible
Black de que el Sinanthropus era de un tipo diferente del hombre de la área dañada hasta la parte superior del cráneo. Las grietas en
Java y que estaba en la raíz de la raza humana en una clase propia. el cráneo no concuerdan con las grietas visibles en la fotografía del
informe interino. Las suturas se ven con claridad en el informe in-
Capacidad cerebral terino y el definitivo. Toda la área frontal parece haber sido res-
En la página 94 de Fossil Man in China, publicado en 1933 (88), se taurada con un material suave y brillante en el informe definitivo.
da el volumen del cráneo, después de repetidas mediciones, como b) Vista frontal. Informe preliminar: Area blanca de envolturas de
de 964,4 ±0,027 ce. Asumiendo que no se trata de una errata de im- campo o travertine cubre la área cercana al surco supraciliar iz-
pre:-lta, se trata entonces de una variación de la media notablemente quierdo. Es patente una superficie brillante de la sección frontal
pequeña, representando una precisión del 0,00279% (o 1 parte en en el informe definitivo.
35.800). Tal precisión indicaría que el volumen fue medido mediante e) Vista lateral derecha. La área dañada en la parte superior del crá-
un método muy especializado utilizando un alto nivel de destreza. No neo en el informe preliminar parece haber sido «r~parada» en
obstante, cuando Weidenreich repitió la medición, dio como volumen informes posteriores. ·
915 ce, un S% de diferencia del volumen medido por Black.
Weidenreich criticó el método de Black de medición del volumen:
2. SOBREMONTAJES
Para determinar la capacidad craneana Black rellenó la cavidad del Es en la comparación de sobremontajes de las tres vistas que se
cráneo con negocoll, fundiendo esta masa y midiendo la masa fun- hacen evidentes una cantidad de discrepancias no explicadas.
dida en una pequeña probeta graduada de vidrio. Igual que Dubois,
yo considero muy probable que estas manipulaciones alteraran el a) Vista superior. El bosquejo del cráneo en el informe preliminar,
volumen del negocoll, que siempre contiene una cantidad variable aunque se exhibe aquí, no se puede comparar con los otros dos
de agua (94, p. 11).
informes ya que la parte inferior estaba todavía cubierta por en-
Weidenreich midió el volumen por desplazamiento de agua de los voltura de campo, o travertine. No obstante, una inspección cui-
endomoldes que se habían hecho del cráneo, pero éstos no eran todos dadosa de esta fotografía indica que por alguna razón puede no
iguales. Un molde sí encajaba con las dimensiones del cráneo, y había haber sido tomada desde un punto directamente por encima del
sido hecho por el mismo Black. eje vertical de la caja craneana. Esto no es inmediatamente eviden-
te, ya que las suturas sagitales, que en la parte trasera se hallan
Este molde muestra un volumen de no más de 915 ce. Esta es pre- en la línea central del cráneo, no se hallan claras en esta fotografía,
cisamente la cifra que Davidson Black halló al principio (914 ce), pero como menciona Black.
que rechazó más tarde al considerar que el método con agua no era No obstante, al comparar las posiciones relativas de la pieza
lo suficientemente exacto, y es solamente 3 ce más baja que el cálcu- agrietada del cráneo, que puede también ser identificada en el in-
lo efectuado por Dubois (918 ce). forme interino (ver fig. 27), el sobremontaje revela que se halla des-
plazada 1 cm a la izquierda en el informe preliminar. De manera
Así, Black abandonó el método de desplazamiento de agua y utilizó similar, una línea débil, que parece como las suturas, está también
negocoll, que era menos exacto y daba un volumen mayor. desplazada en la misma magnitud aproximadamente. La proyección
de estos desplazamientos sobre las elevaciones frontales indica que
Comparación de los informes el plano de toma de fotografía en el informe preliminar se tomó a
Compararemos ahora las fotografías del cráneo desde tres perspec- unos 10" a la derecha de la verdadera posición vertical. En el texto
tivas diferentes, en las tres diferentes etapas del informe. En la figu- de Black no se da ninguna explicación de este error, y tan sólo se
ra 27 se dan las fotografías y sobremontajes de los bosquejos. puede asumir que se tomó menos cuidado en la orientación del crá-
neo de lo que se tiene derecho a esperar de un tratado científico.
La discrepancia entre el bosquejo del cráneo en los informes in-
termedios y finales es muy de notar. Se han trazado una cantidad de

156 157
APENDICE IV
grietas mayores en el cráneo, y hay una divergencia muy grande en
sus posiciones relativas. EL «DESCUBRIMIENTO» DEL FUEGO
b) Vista frontal. Se puede ver la diferencia en los bosquejos del
cráneo. De la posición del surco supraciliar y la interrupción trian-
gular en la frente, queda de nuevo patente que por alguna razón En este apéndice revisaremos la secuencia de eventos y artículos
no explicada se tomaron las fotogratías en ángulos ligeramente di- dad que este hecho recibiera. Teilhard fue responsable de la descrip-
ferentes. con respecto al descubrimiento del fuego en la localidad, y la publici-
e) Vista lateral. Excepto por los surcos supraciliares, los bosquejos ción de los varios estratos en la localidad, y escribió varios artículos
de la parte superior del cráneo se hallan en buena concordancia. No en asociación con Pei y Young, y damos a continuación la siguiente
obstante, las delineaciones de las principales grietas visibles mues- secuencia de eventos.
tran que tienen poco en común entre los tres informes.
Con respecto a la parte inferior del cráneo, se puede ver que el (a) Diciembre de 1929
bosquejo del informe final aparece en realidad por debajo de la en-
voltura de escayola que se muestra en la fotografía del informe pre- Black anunció el descubrimiento del cráneo del Locús E, y men-
liminar. (Esta envoltura de escayola, conocida como envoltura de ciona específicamente: « ... no se han hallado todavía artefactos de nin-
campo, servía para proteger al cráneo durante el transporte.) Esta gún tipo, ni se ha observado ninguna traza de uso de fuego» (72, p. 208).
anomalía solamente se puede explicar de una de las dos siguientes ma-
neras:
(b) Enero de 1930
l. La reconstrucción de la base del cráneo se llevó de tal manera que
se hizo más profunda (y por ende resultó un volumen mayor) que El informe preliminar de Teilhard y Young acerca de la localidad
la posición en que se halló. (75) se recibió en esta fecha y cubre las excavaciones de 1929. En un
2. Todas las fotografías, en los tres informes, muestran el cráneo sin diagrama de una sección del lugar, la profunda capa 4 queda cubier-
referencia de marco, como si las fotografías hubieran sido recorta- ta con la nota: <<1-10, varios niveles de depósitos». En el artículo, la
das antes de su reproducción. Esto es particularmente fácil de ver referencia a esta capa dice que era una
en la vista lateral derecha del informe preliminar, y es posible que
la línea a lo largo de la que se cortó la fotografía, que no es recta, ... zona sedimentaria, de grano muy fino y visible, formada por greda
estuviera en realidad por encima de la parte conteniendo la base roja y arcilla arenosa de varios colores (amarillo, rojizo, marrón,
del cráneo. gris, etc.), gruesamente estratificada e interestratificada. A varios ni-
veles aparecen algunos niveles negros llenos de restos de roedores ...
grosor: 6,7 metros.
Sea cual fuere la explicación correcta de las dos, indica ·una con-
siderable ausencia de cuidado, ya en la reconstrucción del cráneo, ya En un pie de página menciona que en esta arcilla arenosa se habían
en la toma y preparación de las fotografías. Como ya hemos mencio- contado más de cien capas individuales.
nado, Black dedicó una página entera de su informe definitivo a dis-
cutir el problema de fotografía frente a delineación, comentando en
las diferencias que pueden surgir, implicando que había ejercitado (e) Abril de 1930
sumo cuidado en su preparación. Las discrepancias de tamaño y de
una naturaleza tan básica como la que hemos indicado anteriormente, -
Teilhard escribió un artículo en Pekín, que fue publicado en Revue
empero, no apoyan esta pretensión. des Questions Scientifiques (París) en julio de 1930 (76). Hemos men-
cionado ya este artículo en la página 83. En él dice así:

Más curioso aún bajo estas circunstancias aparecerá otro hecho, que
desde el principio de la excavación no se ha hallado todavía ninguna
traza en el lugar que sugiera la utilización de fuego ni de ninguna
159
158
industria de ningún tipo. Choukoutien, se tiene que decir, no provee 3. Llevaba las marcas de incisiones que habían sido probablemente
ninguna roca silícea capaz de recibir y preservar claramente las tra- hechas con una herramienta de piedra.
zas de la actividad humana. Es posible que hayan herr¡].mientas que
todavía no reconocemos. ¡Quizás, también, el Sinanthropus utilizara Teilhard le dijo entonces que el cuerno provenía de la localidad de
herramientas de madera! Choukoutien y que estaba totalmente de acuerdo con sus conclusiones.
Le pidió a· Breuil que visitara el lugar tan pronto como le fuera posi-
Este artículo se halla traducido en una colección de sus escritos ti- ble, y cuando Teilhard volvió a China, recibió, y aceptó, una invitación
tulada The Appearance of Man (La aparición del hombre). en la debida forma.
Es importante señalar que este cuerno de ciervo quemado, que Teil-
hard puso ante Breuil fue la primera evidencia puesta ante nadie fuera
(d) Octubre de 1930 de China de la existencia de fuego en Choukoutien.
Elliot Smith visitó Choukoutien y, como hemos visto, da en su ar-
tículo en Antiquity (78) una sección similar del lugar, pero no hallamos (f) El artículo de Teilhard
aún mención de fuego ni de industria. Ciertamente, dice él:
Teilhard envió un artículo al Instituto de Paleontologícr Humana en
Es un fenómeno muy significativo que en Choukoutien, a pesar de París, que fue publicado en L'A.nthropologie en 1931 (81). Es posible
la más cuidadosa investigación en las cuevas durante los últimos tres que fuera entregado a finales de 1930, al mismo tiempo que visitaba el
años, no se ha hallado ninguna traza de instrumentos de ningún tipo. laboratorio de Breuil. Era éste muy similar a su artículo de julio de
Cuando se considera la vasta cantidad de fósiles que han sido halla- 1930, que hemos mencionado en e) antes, siendo idénticos muchos de
dos y el escrupuloso cuidado que se ha ejercitado en la investigación, sus párrafos. No obstante, se deben señalar los siguientes dos puntos:
tiene que tratarse de más de una coincidencia que no se hayan ha-
llado ni trazas de ningún artículo de piedra. No solamente han es-
tado los varios excavadores ojo avizor, tratando de hallar tales arti- l. Repite el pasaje citado en e) arriba (en francés) palabra por pala-
lugios (en particular, el padre Teilhard ha estado buscando evidencia bra, pero omite la palabra «fuego», y empieza a admitir con pre-
arqueológica), sino que después de haberse extraído el material de caución que hay evidencia de ello en las excavaciones, porque aho-
las cuevas, se dispuso un grupo de muchachos para que rebuscaran ra continúa diciendo:
el material para asegurar plenamente que no se había pasado por alto
este tipo de evidencia por parte de los exploradores geólogos. No tiene Finalmente. ¿nos permitirá el hecho de que los huesos y las astas
que olvidarse, no obstante, que en 1921 el doctor Andersson halló frag- hayan sido severamente ennegrecidas (por una sustancia carbonosa),
mentos de cuarzo asociados con los huesos fósiles, y que en las etapas y que han sido recuperados aquí y allá de la brecha fosilífera, demos-
de la excavación el señor Pei halló más ejemplos de este material trar quizá que se utilizó el fuego?
foráneo. Los que han estado vanamente buscando evidencias de arte-
sanía humana en esta localidad están siendo obligados a adoptar la 2. En su artículo da una sección Este-Oeste de la localidad principal,
conclusión de que el hombre de Pekín estaba en una fase tan tempra- similar a la mostrada en la figura 20, que se da como la situación
na de desarrollo que no había empezado todavía a dar forma a ar- al final de 1929». En el pie, la gruesa capa de cenizas, capa 4, es
tículos de piedra para las necesidades ordinarias de su vida diaria.
,1,, de nuevo descrita como «1-7, principales capas descubiertas ... » En
'' su informe se refiere de la siguiente manera a esta capa:
(e) Octubre de 1930
Una superficie de separación más notable se ve hacia la mitad del
El mismo mes en que Elliot Smith visitó la localidad, Teilhard en- depósito, a unos 20 m de profundidad, formada por una capa de es-
tró en el laboratorio de Breuil en París, y puso sobre su mesa un pe- talagmitas, por encima de la cual los sedimentos, que hasta entoñces
queño cuerno de ciervo (85, p. 1). Sin informarle de su proveniencia, habían sido tipo brecha y arcillosos, se vuelven arenosos y finalmente
le pidió sus comentarios. Breuil señaló: depositados (¿arena transportada por el viento?).
La descripción que Breuil hace de esta capa, como sabemos, es que
1. Había sido quemado con un potente fuego cuando el hueso estaba era un gran montón de cenizas mezcladas con arcilla. Dio también una
},·;¡
fresco. descripción de la capa de carbón vegetal y una capa adicional de pie-
2. Había sido tratado a martillazos para darle una forma adecuada :.¡·j··
'~ < dras volcánicas descompuestas debajo de él.
para ser asido. ~.: ~'
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1
La admisión provisional de Teilhard de que se hubiera podido uti- liados en muchos de los lugares prehistóricos de Europa. El doctor
lizar fuego, y el que no describiera la principal capa de cenizas, sugiere Gaubert, del Laboratorio de Mineralogía del Museo de París, tuvo la
que la gran profundidad de cenizas había sido reconocida, pero estaba amabilidad de someter algunos de estos fragmentos a análisis.
mal dispuesto a dar amplia pulicidad al tamaño de los hornos que Sigue dando detalles de los varios ensayos llevados a cabo para
tuvieron que ser utilizados en el pasado. asegurar que el material negro sí era carbón y llega a esta conclusión:
Queda así claro más allá de toda duda razonable que el Sinanthro·
(g) Marzo de 1931 pus conocía el uso del fuego y se ha de aceptar la presunción, sobre
buena base, de que los especímenes carbonizados y calcinados de
Se reanudó el trabajo en el lugar, y Teilhard escribió a Breuil di- hueso y asta que aparecen en varios sitios en el Depósito Principal
ciéndole que al continuar las excavaciones, se revelaron varias capas en Choukoutien, aunque no en asociación inmediata con el material
de cenizas, huesos ennegrecidos y azulados, y una abundancia de frag- Sinanthropo, han sido producidos como resultado del uso del fuego
por este homínido.
mentos de cuarzo.
Aquí tenemos una clara admisión de que la evidencia del fuego en
esta localidad había sido conocida durante algún tiempo.. Se afirmó
(h) Octubre de 1931 que no había sido publicado debido a que pudiera haberse producido
por causas naturales o ser introducido en el depósito por acción del
Breuil visitó el lugar y describió por primera vez la magnitud de agua. Tal explicación, no obstante, es tan inaceptable que solamente
los restos del fuego y de la industria. Publicó sus resultados en su ar- podemos llegar a la conclusión de que se estaba suprimiendo la evi-
tículo en L'Anthropologie en 1932 (85), que ya hemos considerado en dencia de la inmensa escala de fuegos originales. Cuando Breuil vio por
detalle en páginas precedentes. vez primera el cuerno de ciervo en su laboratorio, no tuvo que llevar
a cabo complejos ensayos químicos para reconocer de inmediato que
había sido quemado por un fuego intenso en tanto que estaba aún
(i) 3 de noviembre de 1931. El anuncio de Black fresco.
En la misma reunión de la Sociedad Geológica de China en Pekín,
en la que Breuil describió lo que había visto en el lugar, Black dio ( j) El segundo artículo de Teilhard
un artículo muy corto titulado Evidence of the use of fire by Sinan-
thropus (Evidencias de la utilización del fuego por parte del Sinanthro- Teilhard escribió un segundo artículo para Revue des Questions
pus) (83). Damos la sección introductoria de este artículo: Scientifiques en 1934 (89). En él se refiere a su anterior artículo men-
De vez en cuando, desde 1929, se han recuperado especímenes oca- cionado en el párrafo a) en páginas anteriores, y dice:
sionales de huesos de animales carbonizados o parcialmente calcina-
dos entre el material excavado del Depósito Principal de Choukou- Al escribir mi primer artículo aquí en Choukoutien hace tres años,
tien. La apariencia física de estos especímenes dejaba pocas dudas podía todavía decir que «hasta ahora». a pesar de ciertas indicacio-
de que habían estado sometidas en algún momento a la acción del nes, no se había hallado ninguna traza de industria ciertamente reco-
fuego. Pero hasta la temporada actual había permanecido en duda si nocida en asociación con los restos óseos del Sinanthropus. Dos me-
tales especímenes habían sido quemados o no dentro de las cuevas ses más tarde, volviendo al lugar con el señor W. C. Pei, el joven
de Choukoutien mientras que éstas estaban habitadas por el Sinan- erudito encargado de las excavaciones, recogí con él, in situ, frag-
thropus, o si fueron simplemente alterados como resultado de un mentos irrefutables de piedra labrada y de huesos quemados. Estas
fuego superficial debido a causas naturales y habían sido arrastra- trazas habían escapado hasta entonces a la investigación debido a que
dos por agua posteriormente hasta su depósito. En vista de esta in- los trabajos se habían llevado a cabo durante algunos años en una par-
certidumbre, no se ha publicado hasta ahora ningún informe acerca te de la localidad donde hubieran sido extremadamente difíciles de ser
de estos especímenes. reconocidos. Pero como siempre, una vez la luz empieza a brillar,
se desparrama por todas partes.
Pero una vez reconocimos los primeros cuchillos de cuarzo, todo
Durante el invierno de 1930-1931, el padre Teilhard de Chardin se se aclaró ... A partir de aquel momento, los descubrimientos arqueo-
llevó con él a París algunos de los especímenes recuperados el año lógicos se multiplicaron; siendo el más importante de ellos el des-
anterior, para su comparación con otros similares que habían sido ha- cubrimiento (durante el verano de 1931) de una capa roja, amarilla

162 163
y negra de arcilla de alrededor de dos metros de grosor, extrema-
damente rica en restos de huesos y piedras.
La Zona A tenía 7 metros de grosor y estaba
. . . constituida de arcillas y cenizas de colores mezclados en su masa
central, pero pasando lateralmente a travertines muy duros, esta
parte superior de los depósitos se halla llena de promesas. Pero no
ha sido tocada desde el principio de las excavaciones y, juntamente
con las partes inferiores intocadas, constituye la parte menos cono-
cida del lugar. En un año sabremos más acerca de ello ... las trazas SECCION V
de fuego (como queda claro de lo que hemos acabado de decir) son
ciertas y abundantes; los huesos calcinados y las piedras quemadas
son numerosas; la ceniza negra y las arcillas cocidas se han acumula- EL HOMBRE DE JAVA
do hasta una profundidad de varios metros.
La existencia de herramientas de hueso, aceptada por mi amigo el
profesor H. Breuil, permanece. en mi opinión, problemática. Muchas Hemos visto en la sección anterior cómo el «hombre» de Pekín
piezas han sido cortadas artificialmente en V, o han sido rotas arti- fue descubierto en una remota parte del mundo, a la que pocos cien-
ficialmente. Pero nada parece aún testificar una realidad de una uti- tíficos se hallarían listos a viajar a fin de examinar las circunstancias
lización sistemática de huesos o de astas de ciervo. exactas de las excavaciones por sí mismos. Unos cuarenta años antes,
Algunas herramientas, por otra parte, son muy abundantes e indiscu- se había descubierto el primer «enlace» simio-hombre en un lugar in-
tibles. Desafortunadamente, debido al material utilizado, son también cluso más inaccesible: en el «infierno» de la jungla javanesa.
difíciles de estudiar (31, p. 71).
Un examen de los varios fósiles descubiertos en Java se enmarca
Así, Teilhard, escribiendo después que Breuil hubiera publicado su muy daramente en tres divisiones principales, que son:
artículo, afirma que las cenizas y los huesos habían sido reconocidas
en su verdadera naturaleza solamente unos pocos meses antes de que l. Los descubrimientos de Eugene Dubois (1887-1895).
Breuil llegara al lugar en 1931. Pero aquella localidad había estado 2. La expedición de Selenka-Trinil (1907-1908).
siendo excavada de continuo desde 1926, y la capa 4 estaba claramen- 3. Los descubrimientos de G. H. R. von Koenigswald (1927-1941).
te marcada en un diagrama hecho en 1929. Además, las cenizas, que
Breuil de inmediato reconoció como resultado de hornos, tenían un 1. Eugene Dubois
grosor de 7 metros y se hallaban en el centro del depósito. La débil ex-
cusa de Teilhard de que «habían escapado a la atención» debido a que Dubois, un médico holandés, tenía la particular ambición de hallar
«Se hallaban en una parte del lugar en la que hubiera sido extremada- personalmente el largamente esperado «eslabón perdido». Darwin ha-
mente difícil reconocerlas» constituye una admisión de que sí habían bía predicho que tenía que haber una línea continua entre el hombre
sido visibles durante algún tiempo. y los simios, aunque no se habían hallado fósiles para apoyar tal
cosa en aquel entonces. En 1856 se descubrió el primer cráneo de
«hombre de Neanderthal», pero era demasiado cercano al cráneo hu-
mano para poderlo clasificar como el eslabón perdido.
Haeckel, un famoso profesor alemán, que había sido profesor de
Dubois en la Universidad de Jena, «inventó» un hipotético hombr~
simiesco, lo denominó Pithecanthropus alalus (simio-hombre mudo) y
sugirió que sus restos pudieran descubrirse en Asia del Sur o en Africa.
A pesar del ridículo que se atrajo de parte del famoso científico, Vir-
chow, y de otros, encargó un cuadro de lo que imaginaba sería la apa-
riencia de una criatura así. El resultado es una criatura bastante re-
pulsiva de gruesos labios y de vientre prominente, ¡ que no es halaga-
dora ni para los simios ni los hombres! (fig. 28). La ilustración reci-

164 165
bió mucha publicidad y se reproduce aún en algunos libros en la ac-
tualidad debido a su interés histórico (37, p. 83 y 35, p. 12).

O Miles 50 100
~;¡:.,~~'11'1 O KilomRters 50 100 150
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FIG. 28. «Pithecanthropus alalus -- -r-;:31~ -~-¿~


(hombre-simio mudo)
de Haeckel

Tal era la situación cuando Dubois, con su imaginación ardiendo


por el confiado acto de Haeckel de dar nombre al eslabón, embarcó
hacia Sumatra en 1887, «decidido a descubir el primer hombre» (25, pá-
o
Jogjakarta
-- \\
......

gina 219).
Parece que Dubois pidió ayuda financiera al gobierno holandés,
que le fue rehusada. Por ello fue a Java como cirujano en el Real Ejér-
cito Holandés y obtuvo un destino en Sumatra. Parece que en 1889
fue más afortunado en persuadir a la Autoridad de Minas que finan- FIG. 29. Mapa de las principales localidades fosiliferas de Java
ciara su trabajo, ¡porque se le proveyó de dos ingenieros militares de
minas y cincuenta convictos militares!
Una vez destinado en Sumatra, investigó varias cuevas, pero halló
poca cosa importante. Se había hallado un cráneo fósil en la vecina •

~
isla de Java, por lo que se dirigió allí, consiguió el cráneo y halló otro
en la misma localidad en Wadjak (fig. 29). Ambos cráneos estaban F=Q.ulft
~U.M.
Pre_m ~a.r.
. o
.
fosilizados, pero eran demasiado parecidos al del hombre moderno - 1
.. \
para satisfacer su búsqueda de especímenes medio simiescos. Por ello,
guardó silencio acerca de estos hallazgos, y continuó explorando. -~--- --~~

En noviembre de 1890, en Kedung Brubus, a unas 25 millas de


Trinil, el lugar de sus hallazgos principales, halló una parte de una
mandíbula que contenía la raíz de un diente. En Trinil, sobre el río Fossilised growth of diseased
bon11 ___...
Solo, se habían hallado una cantidad de huesos de animales, y Dubois ------......-:::....--=
empezó las excavaciones en aquel lugar. En septiembre de 1891 descu-
brió una muela superior derecha muy grande en una cueva en la ribera
del río Solo. Al mes siguiente halló la famosa calota craneana de una
criatura simiesca, y en agosto del siguiente año, a unos 14 metros de
distancia, halló un fémur humano; ambos restos se hallaban comple- l'IG. 30. Fósiles del hombre de Java de Dubois: cubierta craneana, fémur
tamente fosilizados (fig. 30). Más tarde, se halló otra muela a 3 metros y dos muelas, con el premolar y el fragmento de mandíbula de Kedung Brubus

166 167
de la calota craneana. Descubrió también varias partes de otros cuatro así una forma híbrida, un «simio-hombre erguido, Pithecanthropus
fémures humanos y un diente humano, pero no lo publicó sino hasta erectus». Afirmó que el estrato era del Plioceno, lo que daba una edad
muy antigua a su descubrimiento. No obstante, von Koenigswald se-
muchos años más tarde. Dubois consideró estos hallazgos con sumo
cuidado. Escribe Moore (p. 211): ñala que:
Cuando Dubois emitió su primera descripción de la fauna fósil de
No se apresuró, porque una decisión trascendental se estaba forman- Java la designó como Pleistocénica. Pero tan pronto como descubrió
do en su mente ... Entonces sacudió al mundo: Había llegado a la el Pitheconthropus, la fauna se tuvo que convertir en Terciaria de
decisión de que el cráneo y el hueso de la pierna pertenecían a la la noche a la mañana. Hizo todo lo que estaba en su mano para dis-
misma criatura. minuir el carácter Pleistocónico de la fauna... El criterio ya no iba
a ser la fauna como un todo, sino solamente su Pithecanthropus (18,
Carrington añade algo más de información con respecto a la deci- p. 38).
sión de Dubois, porque dice:
La distancia de 12 a 14 metros que separaba estos fósiles, empero,
Dubois estuvo al principio inclinado a considerar que su calota cra- es digna de consideración. Este factor se minimiza a menudo por parte
neana y los dientes pertenec;ían a un chimpancé, a pesar del hecho de muchos autores, diciendo que el fémur se halló «a menos de cin-
de que no hay ninguna evidencia conocida de que este simio o ningu-
no de sus antecesores jamás vivieran en Asia. Pero al reflexionar, y cuenta pies», o que los hallazgos estaban separados «por unos pocos
después de tener correspondencia con el gran Ernst Haeckel, profe- metros». La propia explicación que Dubois da de la distancia entre
sor de Zoología en la Universidad de Jena, declaró que pertenecían a los fósiles es que los cuerpos flotaron río abajo, y que habían sido co-
una criatura que parecía admirablemente apropiada para el papel midos por cocodrilos. Vere comenta que tiene que haber sido un río
del «eslabón perdido» (p. 83). con un curso muy estable para haberlo mantenido durante ¡medio
millón de años!
De ello, parecería que Dubois estaba deseoso de saber si el des- Estando aún en Java, Dubois publicó un artículo en 1894, titulado
cubrimiento de estos pocos fósiles podría presentarse de alguna mane- Pithecanthropus erectus, a Human-like Transitional Form from Java,
ra como el «eslabón perdido» y recibir la debida medida de recono- y a su vuelta el año siguiente, trayendo consigo 215 baúles de fósiles,
cimiento y apoyo de una autoridad tan eminente. Haeckel se quedó exhibió solamente la calota craneana, el fémur y los dientes, y dio con-
entusiasmado acerca de los hallazgos, y telegrafió de inmediato: «¡Del ferencias acerca de ellos en varias ciudades en Europa. La controversia
inventor del Pithecanthropus a su feliz descubridor!» (37, p. 167). Los bullió alrededor de los fósiles que exhibió, pero no dijo nada acerca de
fósiles recibieron una considerable publicidad y, además, se descu- su descubrimiento de los cráneos de Wadjak, de la mandíbula de Ke-
brieron en un momento particularmente oportuno, porque en aquel dung, del premolar y de otros cuatro fémures humanos, ¡guardándolos
momento estaba rugiendo la controversia acerca de la teoría de la evo- todos en total secreto! Algunos autores admiten que retuvo los cráneos
lución de Dai'Win, y la falta de evidencia fósil de cadenas de transición de Wadjak de forma deliberada, a fin de asegurar la aceptación de su
entre cualquier tipo principal de animales o entre el hombre y los combinación de simio-hombre, porque si los hubiera revelado en esta
simios era particularmente dañina para la teoría. El descubrimiento etapa, los científicos hubieran rechazado su postura.
de los fósiles de Java y la subsiguiente publicidad que recibiet.-:>n fue- Algunas autoridades aceptaron su postura de forma total, otras
ron muy utilizados por los entusiastas proponentes de la teoría para permanecieron escépticas. Moore dice que «algunos sospechaban acer-
volver la marea en contra de la oposición. Von Koenigswald, que siguíó ca de que un hallazgo tan significativo se tuviera que haber efectuado
los pasos de Dubois en Java, excavando allí entre 1930 y 1941, men- en un lugar tan remoto como Java, donde otros no podrían investigar
ciona este aspecto en su obra autobiográfica Meeting Prehistoric Man todas las circunstancias con facilidad». Grafton-Smith escribió: «LO
(Al encuentro del hombre prehistórico), diciendo: asombroso ha sucedido, Dubois ha hallado realmente el fósil .que su
imaginación científica había visualizado.»
El hallazgo de Dubois vino justo en el momento preciso: en un mo-
mento en que el conflicto alrededor del darwinismo se hallaba en su
momento crucial. Para el mundo científico constituyó la primera prue-
ba concreta de que el hombre se halla sujeto no sólo a las leyes bioló- La «evidencia» de Haeckel
gicas, sino también a las paleontológicas (18, p. 26).
El profesor Haeckel, un fiero defensor de Darwin, dijo que «se
Así, Dubois unió un fémur humano a un cráneo simiesco, creando trataba en verdad de un resto pliocénico de aquel famoso grupo de
169
168
los Catarrinos superiores, que eran los antecesores pitecoides del hom-
bre. Es, ciertamente, el largamente buscado "eslabón perdido"». No Un pequeño porcentaje de mis dibujos de embriones son falsificacio-
obstante, la celosa recomendación de Haeckel debería ser considerada nes; esto es, aquellos para los que el material observado es tan in-
como de dudoso valor. Era el celoso preponente de la bien conocida, completo o insuficiente como para obligarnos a cubrir los blancos
pero ahora desacreditada, Teoría de la Recapitulación, que afirmaba y a reconstruir eslabones perdidos mediante hipótesis y síntesis com-
que las etapas en el desarrollo de un embrión animal trazan Ja evolución parativa. Debería sentirme totalmente condenado y aniquilado por
del animal a lo largo de sus predecesores ancestrales, esto es: Las «Ca- la admisión, si no fuera que cientos de los mejores observadores y
biólogos caen bajo el mismo cargo. La gran mayoría de los diagramas
vidades» branquiales en un embrión humano son una reliquia de sus morfológicos, anatómicos, histológicos y embriológicos no son fieles
antepasados los peces. No obstante, Haeckel, cuyo conocimiento de la a la realidad sino más o menos retocados, esquematizados, y recons-
embriología era autodidáctico, falseó parte de su evidencia. No sola- truidos.
mente alteró sus ilustraciones de embriones, sino que también impri-
mió tres veces la misma placa de un embrión, y denominó a uno «hu- Con respecto a la teoría de Haeckel, Sir Gavin de Beer, del Museo
mano», a otro un «perro», y el tercero un «conejo», para «señalar su Británico de Historia Natural, ha dicho:
similaridad». También dibujó los embriones de cuatro semanas de un
perro y de un humano que aparecen reproducidos en la figura 31A. En En raras ocasiones, una afirmación como la «teoría de la recapitula-
la figura 31B se dan los dibujos correctos de estos embriones a la ción» de· Haeckel, fácil, pulida y plausible, ampliamente aceptada sin
misma edad, y se puede observar la magnitud de las «alteraciones» de examinarse críticamente, ha hecho tanto daño a la cieucia (2, p. 159).
Haeckel.
Todos estos inexactos dibujos fueron denunciados por L. Rutimeyer, Las biografías de Haeckel pasan, por lo general, este asunto por
profesor de Zoología y de Anatomía Comparada en la Universidad de alto, pero se hacen ocasionalmente referencias a ello, como en el Bio-
Basilea, cuando criticó dos de los libros de Haeckel en 1868 (Archiv graphical Dictionary of Scientists (Black, London, 1974), que dice:
fur Anthropologie, dritter band, Braunschweig, pp. 301-302). Haeckel
fue entonces acusado de fraude por cinco profesores y, cuando fue de- Su entusiasmo por sus teorías le llevó a intentos de forzar que he-
clarado culpable por un tribunal universitario en Jena, admitió que ha- chos observados cuadraran con sus esquemas de evolución en lugar
bía «alterado» sus dibujos. Un escritor le cita diciendo: de dejar que los hechos ensayaran y si fuera necesario modificaran
lo esquemas... (Haeckel) permitió en algunas ocasiones que su habi-
lidad artística sustituyera a la precisión científica en la ilustración
de sus monografías.

El Dictionary of Scientific Biography ( Scribners, New York, 1972)


se refiere a:
. . . las ilustraciones excesivamente esquematizadas de Haeckel de va-
rias etapas embriónicas. Con respecto a estos <<fraudes», muchos ano-
tomistas y zoólogos distinguidos ... explicaron en 1909 que en tanto
FIG 31A. Dibujos de Haeckel de embriones de 4 semanas de edad que no aprobaban los métodos de Haeckel, rehusaban no obstante
de un perro (izquierda) y de un humano (derecha) atacarle, ya que el concepto de desarrollo «no puede sufrir ningún
daño debido a algunas ilustraciones embriológicas incorrectamente
ejecutadas».

Evidentemente, estos profesores consideraban que el concepto de


desarrollo (esto es, evolución) era más importante que los «hechos»
presentados para apoyarlo. Constituye un extraño comentario de aque-
lla época que, a pesar de haberse reconocido que Haeckel había falsi-
ficado algo de su evidencia, se aceptó ampliamente su teoría (que él
llamó la Ley Biogenética) y fue citada durante varias décadas después,
hasta que llegó al fin a ser demostrada falsa.
Hubiera sido de esperar que las ilustraciones falsificadas de Haec-
FIG. 31B. Dibujos de los embriones de 4 semanas de un perro (izquierda) kel hubieran sido calladamente olvidadas, pero Wendt, que escribe ex-
170 Y de un humano (derecha)
171
tensamente acerca de las contribuciones de Haeckel a la biología, En su libro History of Primates (Historia de los primates), publi-
llega a reproducir, sin una sombra de crítica, una de sus ilustraciones cado por el Museo Británico de Historia Natural, Sir Wilfred Le Gros
«esquematizadas» en la p. 81. Esta muestra las «similaridades» de los Clark no hace mención de la distancia entre los hallazgos, y dice: «Du-
embriones de un cerdo, de una vaca, de un conejo, y del hombre, pero bois descubrió en Java Central partes de un esqueleto ... Incluían una
estas ilustraciones constituyen burdas distorsiones de los verdaderos calota craneana y un fémur.» De ello, cualquier lector no informado
embriones, que son ya muy diferentes en etapas muy tempranas. asumiría que se había hallado una parte significativa del esqueleto del
Esta teoría ha sido sucedida por la teoría de la Paidomórtosis, que hombre de Java, del que dos huesos eran particularmente interesantes.
dice que el adulto moderno es parecido al joven de sus antecesores, Queda lejos de dejarse claro el hecho de que éstos eran virtualmente
esto es, la forma del cráneo humano es parecida a la de los niños del los únicos huesos hallados de todo el esqueleto.
Neanderthal. Aunque ha sido desacreditada, se hallan todavía sobreto- A continuación de sus descubrimientos en Java, Dubois, aunque
nos de la Teoría de la Recapitulación en museos y en lib!Vs. Es de in- calificado en el campo de la medicina, fue no obstante hecho Profesor
terés que Virchow, que había sido profesor de Haeckel en la universi- de Geología en la Universidad de Amsterdam. Con todo, en vista de las
dad, consideraba que su antiguo alumno era un insensato (120). fuertes críticas que recibieron sus opiniones, encerró sus especímenes
bajo llave, no dejando que nadie los viera por unos treinta años. Esta
conducta es ciertamente inexcusable en cualquier científico de cual-
El debate acerca de los hallazgos quier reputación. Pero esta acción de Dubois nunca le es reprochada
bajo ningún concepto en este sentido, siendo atribuida, por lo general,
Cuando Dubois exhibió su calota craneana y férnur en Berlín en a una naturaleza muy sensible o volátil, que se resentía ante las crí-
1895, Virchow rehusó presidir la reunión y, habiendo señalado la pro- ticas.
funda sutura en el cráneo, que era típica de los simios, dijo: «En mi Esta situación siguió así hasta 1920, cuando el profesor Smith, de
opinión, esta criatura era un animal, un gibón gigante de hecho. El Australia, afirmó que había hallado el primer hombre fósil de Austra-
femur no tiene ninguna relación con el cráneo» (37, p. 168). lia. Dubois, probablemente provocado por el anuncio, reveló al sor·
Aunque solamente había hallado una calota craneana, Dubois esti- prendido mundo científico que él había hallado dos cráneos fósiles
mó que la capacidad era de 900 ce, a mitad de camino entre los simios en Wadjak treinta años antes. Bajo una presión considerable para que
y el nombre, y pasó a hacer un modelo completo del hombre de Java, exhibiera estos cráneos y cualquiera otros descubrimientos que hubie-
que recibió considerable publicidad. ra efectuado, llegó por fin a permitir al doctor Hrdlicka que inspeccio-
El debate acerca del significado de los hallazgos continuó tanto en nara la colección. Moore cita a Hrdlicka diciendo:
la prensa científica como en la popular, hasta que se podría decir que
e1 Yithecanthropus llegó virtualmente a crear una industria, publicán- Encontramos en el profesor Dubois un hombre con gran corpachón
y un gran corazón que nos recibió con una cordial simplicidad. Hizo
dose gran cantidad de artículos e ilustraciones acerca de este famoso traer todos los especímenes en su posesión de las cajas fuertes en
«antecesor del hombre». Fue esta sobreabundancia de tinta acerca las que eran guardados y nos los mostró personalmente, y a conti-
de él que provocó el comentario de G. K. Chesterton citado en la pá- nuación me permitió manipularlos a mi total satisfacción.
gina 76. Puntos de vista similares al suyo los dan Boule y Vallois en
Fossil Men, donde dicen que <<ios modelos pintados de Pithecanthro- Sigue diciendo Moore: «Habiendo abierto el camino, Dubois con·
pus completos, tales como los que en realidad se han hecho, son puros tinuó actuando amablemente. Se permitió también que otros científicos
vuelos de la imaginación» (p. 123). Este comentario se aplica, natural- observaran los huesos durante tanto tiempo escondidos ... » Desde lue-
mente, a la figura inclinada del hombre de Java que se ve en nuestros go, ¡esta es una interpretación muy generosa de su conducta!
museos y libros en la actualidad. No obstante, Hrdlicka estaba equivocado. No vio todos los- descu-
Es poco el debate en la actualidad en las revistas científicas acerca brimientos de Dubois, porque varios años más tarde dio a publicidad
de si el fémur y el cráneo pertenecieron al mismo individuo, siendo algunos otros de los fósiles que había hallado en Java.
la asunción general que sí. bn realidad, se considera sorprendente que En 1924, dio detalles del pequeño fragmento de mandíbula (fig. 30)
algunos científicos de aquel entonces lo hubieran dudado. Con la pu- que había hallado en Kedung Brubus, que estaba a más de 40 km de
blicidad masiva que siguió al amanecer del descubrimiento, pocos son Trinil (p. 193). La había mencionado brevemente en dos artículos en
los científicos de hoy en día que estén dispuestos a arriesgar su posi- 1891 y la había considerado «humana», pero afirmó ahora que era parte
ción por mantener que estos huesos pertenecieran a distmtos indivi- de la mandíbula de un Pithecanthropus erectus. En el mismo artículo
duos. dio detalles del premolar que había hallado. La postura de von Koe-
172 173
nigswald acerca de los dientes de Trinil era que el premolar pertenecía
a un hombre verdadero y, con respecto a los molares derecho e izquier- Von Koenigswald:
do, «no dudó en ascribirlos a un orangután, diagnóstico éste confirmado Dubois tomó entonces los hallazgos de Wadjak a Europa, pero no
por el descubrimiento de otros dientes de orangután en el mismo ni- trabajó sobre ellos hasta 1920 (p. 124).
vel» ( 4, p. 121).
En 1932, Dubois afirmó que había reconocido parte de un segundo Boule y Vallois comentan en Fossil Men acerca de los cuatro fé-
fémur en la colección que había traído consigo de Trinil (p. 104). Dijo mures:
que su ayudante había puesto el espécimen a un lado, creyendo que
se trataba de un cuerno de ciervo. Cuando Dubois lo reconoció, dijo En 1932 añadió cuatro fémures incompletos, originados de las exca-
que investigó más y que halló el extremo superior que encajaba con él, vaciones efectuadas en Trinil en 1900 (sic) pero tan sólo entonces li-
y otras seis piezas para montar¡ dos cañas más de fémures! En diciem- berados de la ganga que escondía su verdadera naturaleza (p. 116).
bre de 1934 (p. 105), reveló que ¡había hallado otra caña de fémur!
El hecho de que Dubois no revelara todo su material después de cua- Sólo queda comentar que cuarenta años es un tiempo demasiado
renta años es verdaderamente inexcusable. largo para la mera limpieza de unos cuantos huesos.
Con respecto a la colección de Dubois, von Koenigswald afirmó que La referencia a otras publicaciones exhibirá cómo este tópico o se
algunos de los artículos estaban distinguidos de forma muy inadecua- deja a un lado o se menciona solamente de forma breve de pasada.
da, debido a que algunas de las etiquetas se habían perdido ( 18, p. 36). En todos los relatos que he leído de la tardía admisióñ de hallazgos
Se verá que los libros que describen los descubrimientos de Dubois por parte de Dubois, nadie mira más allá del incidente para poner
hacen poca o ninguna referencia a su secretividad, como muestran los en tela de juicio sus motivos en la supresión de contra-evidencia per-
siguientes ejemplos: judicial. Cosa bien extraña, Dubois mismo dudaba si el cráneo era de
un antecesor del hombre y finalmente, unos pocos años antes de su
Kenny: muerte en 1940, admitió que era el cráneo de un gibón gigante. Pero
esta admisión no fue aceptada, no obstante ( 107), y fue, por lo general,
. . . a principios de la década de los veinte, Dubois volvió a exhibir rechazada como otra característica idiosincrásica de este científico
sus especímenes. La recepción que recibieron esta vez fue más favo- temperamental, a quien Moore describe como «brillante, inexplicable,
rable ... (p. 147).
terco, líder y secretivo».
Leakey: Son muy infrecuentes las críticas de la conducta de Dubois. Millar
le consideró mentalmente descalificado para su posición como oficial
A fin de comprender por qué este material no fue puesto a disposi- médico en Sumatra, y comenta:
ción en la época de su descubrimiento, es necesario que consideremos Sus muchos biógrafos científicos dicen lo mismo pero de una manera
las circunstancias que rodearon el primer anuncio de la calota cranea- diferente ... Pero todo lo que se ha escrito acerca de Dubois ha que-
na, fémur y dientes de Java. Dubois ... creía que estos especímenes dado tan cargado de reverencia que hace suscitar la sospecha de
pertenecían a un solo individuo, y los había hecho públicos .al prin- que se ha preferido el romance al hecho (p. 86).
cipio como constituyendo lo más importante de sus hallazgos (p. 107).
Moore: El profesor W. R. Thompson, F. R. S., se refiere al encubrimiento
de Dubois de sus hallazgos de Java, en su interesante introducción a
Eran frecuentes los largos retrasos en la descripción y publicación, la edición de 1956 de El origen de las especies de Darwin. Los editores,
pero la secretividad de Dubois pasó todos los límites (p. 224). J. M. Dent, decidieron publicar esta obra en su Everyman Librg.ry (Co-
lección para todos), n.o 811, para celebrar el centenario de Darwin, e
Sir Arthur Keith: invitaron al profesor Thompson a que escribiera la introducción. El
señaló que no sería el acostumbrado «himno de alabanza» a Darwin,
... si al volver en 1894 hubiera dispuesto ante los antropólogos de su pero los editores no pusieron ninguna objeción. En el curso de su
época el cráneo simiesco de Trinil al lado de los cráneos con tanta ca- evaluación crítica, dice el profesor Thompson:
vidad cerebral de Wadjak, ambos fosilizados, de la misma región de
Java, les hubiera dado un banquete más allá del poder de su diges- El éxito del darwinismo vino acompañado de un declive en la integri·
tión mental. Desde entonces nuestra digestión se ha hecho más fuerte dad científica. Esto se hace ya patente en la aventurada afirmación
(16, p. 441).
de Haeckel y en la argumentación cambiante, tortuosa e histriónica
174
175
de T. H. Huxley Un ejemplo notable, que tan sólo recientemente ha rentes capas. Se hallaron conchas brillantes encajadas en material vol-
salido a luz, lo es la alteración del cráneo de Piltdown, de forma que
pudiera ser utilizado como evidencia de la descendencia del hombre cánico, y el principal estrato fosilífero parece ser resultado de un gran
procedente de los simios; pero incluso antes de esto un caso similar flujo de iava. Una considerable actividad geológica queda adicionalmen·
de manipulación de la evidencia fue finalmente revelado por el descu- te indicada por tradiciones locales, que dicen que en el pasado el río
bridor del Pithecanthropus, que admitió, muchos años después de su Solo corría en un curso diferente, probablemente cerca del Monte
sensacional informe, que hab1a hallado en los mismos depósitos hue- Lawu.
sos que son decididamente humanos. Aunque estos hechos son ahora Se dice que tuvieron lugar erupciones a alrededor de intervalos de
bien conocidos, una obra publicada en 1':143 acepta todavía el diag- treinta años -1864, 1875, 1901-. Este material volcánico parece ha-
nóstico del Pithecanthropus dado por Dubois, como criatura con un ber producido una completa fosilización de todas las reliquias anima·
fémur de forma humana que permitía una postura erguida.
les. Esto explicaría el estado fosilizado de la calota craneana y del
Es patente que críticas como la anterior no han ejercido ningún fémur, lo cual no constituye, por tanto, una indicación de gran anti·
efecto sobre los que escriben textos escolares y artículos para el pú- güedad. Los huesos no exhibían una abrasión debida a ser llevados a
blico en general. su posición por agua, y no se hallaron esqueletos completos. Toda la
evidencia señala que huesos de animales ya descompuestos fueron lle·
vados a su posición como resultado de actividad volcánica de épocas
2. La expedición Selenka-Trinil relativamente recientes. Tres expertos que trataban de la geología, vida
marina y vegetación, consideraron que los depósitos pertenecían al
Pleistoceno (siendo que el geólogo los consideraba incluso del Pleisto·
Esta expedición alemana fue preparada por el profesor Emil Selen- ceno reciente), pero otros dos expertos que estudiaron los fósiles de
ka que, desafortunadamente, murió antes de poder partir. No obstan- mamíferos se inclinaban hacia la estimación que Dubois había hecho
te, su viuda, Lenore Selenka, profesora por derecho propio, asumió la de la época Pliocénica. No obstante, Frau Selenka consideró que ~clas
dirección del proyecto y proveyó la mayor parte de la hnanciación de capas decisivas son geológicamente más recientes en su mayor parte
esta expedición, que era exhaustiva y costosa. La localidad de Trinil que lo que había sido previamente aceptado».
fue investigada durante 1907-1908 en busca de más restos dei Pithecan-
thropus de Dubois. Se captaron científicos para investigar los hallazgos (B) FóSILES, ETC.
sobre el terreno, y se acuartelaron hasta setenta y cinco coolies en me- Como hemos dicho, se hallaron numerosos huesos en Trinil, pero
dio de las inhóspitas condiciones de la jungla de Java. Se extrajeron ningún resto de Pithecanthropus. Pero a dos millas del lugar se halló
más de 10.000 metros cúbicos de tierra, llegando a una profundidad la corona de una gran muela que era humana. Esta muela fue uno de
de 14 metros por debajo de la superficie, en ia localidad exacta de los los hallazgos más interesantes que hizo la expedición, y fue conocida
descubrimientos de Dubois. Se hallaron restos fósiles que llenaron como la muela de Sondé. La profesora Selenka mostró esta muela a
cuarenta y tres grandes baúles, que fueron más tarde distribuidos en- Dubois, que posteriormente circuló una nota impresa, diciendo que
tre diecisiete especialistas en Europa para su examen y emisión de in- era un «molar humano muy reciente y de gran blancura, de una man·
formes. A pesar de todo este esfuerzo, no se halló ni un hueso tan sólo díbula inferior, con arena adherida en la parte inferior, carente de
que se puaiera atribuir al Pithecanthropus. raíz, como si procediera de Trinil. .. esta arena no podría estar allf
Ei informe de la expedición, publicado en Leipzig en 1911, constitu- debida a causas naturales». Frau Selenka protestó en contra de la idea
ye un modelo de su clase, con ilustraciones y diagramas claros, no ha· de que la arena había sido adherida ex proteso, diciendo que había sido
biéndose hecho, desafortunadamente, ninguna traducción del mismo al descubierta por un europeo de confianza, y ensayos posteriores exhi·
inglés. Keith hizo una breve reseña del mismo en Nature ( 13 de julio bieron que estaba fosilizada. _
de 1911) (102), y damos el siguiente sumario de los principales hailaz- Constituye una extraña acción por parte de Dubois, que suscita
gos en el informe. serias dudas acerca de sus motivos, que acusara a otro colega de
fraude mientras que él encubría todavía los cráneos de Wadjak y
(A) ACTIVIDAD GEOLóGICA Y VOLCÁNICA otros fósiles.
Dice el informe que, en vista de la considerable actividad del vol-
cán cercano, Monte Lawu-Kukusan, no se pueden identificar los estra- (C) EXISTENCIA HUMANA
tos por su contenido orgánico. Esta afirmación trastorna completa- La característica más sorprendente del informe era una cierta evi·
mente los medios normales de identificación de la edad de las dife- dencia de existencia humana en el mismo estrato en que había sido
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hallado el Pithecanthropus, consistente en algunos trozos de huesos fue destinado con el equipo geológico en Bandung. Empezó su investi-
y astas, y trazas de fogatas y de carbón vegetal. Sobre la evidencia gación en pos del hombre fósil a 40 millas de Trinil, en un banco de
de estos restos y de la muela de Sondé (evidencia que Keith consideró nivel elevado por encima del río Solo. Se hallaron una cantidad de
«débil»), Frau Selenka consideró que el hombre había sido contempo- cráneos, que vinieron a ser denominados los cráneos «Solo» o <<Ngan-
ráneo del Pithecanthropus y que éste último era una forma aberrante. dong». Eran muy similares a los del hombre de Neanderthal; además
En la actualidad, la mayor parte de las autoridades consideran que de esto, se hallaron algunos utensilios con ello. Por estas razones, se
la capa de Trinil es del Pleistoceno medio, y no del Plioceno como Du- les consideró demasiado avanzados para ser un <<eslabón perdido».
bois pretendía. Sumarizando los resultados de esta gran expedición, Considerando uno de los cráneos, van Koenigswald hace un comen-
Keith dijo: «Por lo que respecta al Pithecanthropus erectus, la expe- tario muy extraño, porque afirma:
dición constituyó un fracaso.» Los escritores que brevemente la men- A pesar de su solidez. este cráneo en particular había sido quebrado,
cionan_se refieren a ella como «Un fracaso» o «un desengaño». y ello por un poderoso golpe de un instrumento pesado -quizás un
El editor del informe, el profesor Max Blanckenhorn, dijo que la mazo de madera ... Desafortunadamente, por órdenes superiores, el
expedición fue «infructuosa», y da un relato interesante acerca de los cráneo fue totalmente desmontado durante la preparación y dispuesto
retrasos experimentados en la publicación del informe definitivo. En en su forma original, de forma que el fragmento de hueso que había
1905, antes de que .partiera la expedición, se acordó con Dubois que sido golpeado ya no es reconocido como tal (p. 72).
su informe acerca de la expedición de Trinil en 1891, todavía sin fina-
lizar, tendría una «precedencia» de tres años sobre el informe de Se- No dice quiénes eran estas autoridades superiores, pero uno queda
lenka. Esto fue totalmente aceptado por él, ya que estaba totalmente preguntándose si éstas dieron algunas otras instrucciones con respecto
seguro de que publicaría su informe en el espacio de un año. Después a los fósiles hallados en este país.
de la expedición, Dubois no había hecho aún su informe, y en dos · En 1935 empezó él a explorar el área de Sangiran utilizando reco-
ocasiones pidió que se retrasara el informe de Selenka, lo que se lectores nativos, y en el primer cesto de fósiles que recibió había una
aceptó. No obstante, en vista que no se cumplían las fechas de publi- gran mandíbula inferior <<humana» (Mandíbula <<B», fig. 34 ). Publicó
cación, se pasó por alto una tercera petición de moratoria de Dubois, el descubrimiento diciendo que pertenecía al Pithecanthropus erecius.
y por fin se imprimió el informe. Esto provocó que Dubois replicara que se trataba del Horno soloensis.
Von Koenigswald enmendó más tarde el estrato del que decía que es-
tos restos provenían, lo que mostraba que tenían que venir de un orden
3. Los descubrimientos de G. H. R. von Koenigswald más antiguo que el Pithecanthropus. Este tardío cambio de estratos
al que se atribuyó el fósil constituyó uno de los varios factores de
El fracaso total de la expedición de Selenka de hallar ninguna la considerable confusión en la nomenclatura y clasificación a la que
evidencia confirmatoria del Pithecanthropus erectus de Dubois eviden- muchos de los fósiles de van Koenigswald quedaron desafortunada-
temente dañó su pretensión de que se trataba del eslabón perdido, y mente sometidos. El profesor Le Gros Clark fue muy crítico de la varie-
se precisaba de evidencia adicional para resolver este «rompecabezas». dad de nombres dada a los fragmentos fósiles hallados por van Koe-
Dice Kenny (p. 147) que fue la «re-exhibición» de los especímenes nigswald, y dijo además, en un pie de página:
de Dubois lo que impulsó al Geological-Survey de las Indias Orientales
Holandesas a enviar a van Koenigswald a Java para que investigara en . . . aunque tengo una gran consideración por el juicio de mi amigo
pos de restos adicionales de Pithecanthropus en 1930. Es evidente, Von Koenigswald (que, naturalmente. se basa en una considerable ex-
que van Koenigswald se hallaba convencido de que se hallaría más periencia). no estoy convencido de que tal distinción sea válida en base
evidencia del hombre de Java, pues dice: del material fragmentario hasta ahora disponible (7, p. 95).
Así, a pesar del descubrimiento del hombre de Pekín, permanecía Cuando la mandíbula fue llevada a van Koenigswald después de
como una necesidad hallar un Pithecanthropus adicional suficiente- su descubrimiento, se hallaba parcialmente encajada en un conglome-
mente completo para demostrar el carácter humano del controvertido rado, y su primera impresión fue que había sido arrastrada por las
fósil (18, p. 55).
lluvias al estrato de arcilla negra en la que fue hallada, y por ello la
Van Koenigswald pasó muchos años en Java en un esfuerzo de fechó como un fósil de <<Trinil»». Más tarde cambió de idea y con-
descubrir un fósil «suficientemente completo». Veremos más tarde el sideró que sí provenía del estrato de arcilla, aunque no queda claro
éxito que tuviera en tales esfuerzos. Llegó a Java en enero de 1931 y cómo es entonces que estaba encajada en un conglomerado.
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gután, gibón gigante, oso, etc.- «absurdamente>> similares a los depó-
Teilhard de Chardin sitos fosilíferos de Kwangsi. Por vez primera, se hallaron oranguta-
En 1935, von Koenigswald invitó a Teilhard de Chardin a que le nes, gibones y osos en Java. Se estableció así una correlación con el
visitara e inspeccionara sus descubrimientos. Esta invitación fue acep- sur de China (p. 192).
tada y Teilhard llegó en enero de 1936. Teilhard quedó encantado de
conocer a von Koenigswald, cuya invitación aceptó con todo deseo, ya Es muy difícil comprender bien cómo la presencia de estos dientes
que «suponía que los descubrimientos de von Ko~nigswald facilita- en el suelo de una cueva puede pronunciarse como un enlace entre los
rían evidencias enteramente nuevas de su teoría del origen del hom- estratos Pithecanthropiteos, con una edad asignada de medio millón de
bre» (29, p. 221). Teilhard, de hecho, esperaba hallar una conexión en- años, y los descubrimientos del Sinanthropus, a más de 3.000 millas
tre Java y China, y éste parece haber sido todo el propósito de su vi- de distancia.
sita, como Cuénot pone en evidencia: Cuénot registra el cumplimiento casi misterioso de otra predicción
hecha por Teilhard antes de que dejara Java el 15 de enero de 1936:
En resumen, Java, debido a su posición geográfica, parecía presentar
un cruce de caminos en el que se encontraban dos corrientes Paleo- ... Von Koenigswald ha estado trabajando muy duro. En las tierras
líticas: la una, una corriente noroccidental probablemente derivada karst de Patjitan, al sur de la vertiente del Solo, halló estegodontes
de la India ... ; la otra, una corriente nororiental surgiendo de China en las fisuras de limolita, estableciendo así una conexión entre la ver-
(con Pithecanthropus-Sinanthropus, orangután y búfalo). De estos he- tiente del Solo y las fisuras de Kwangsi. Teilhard tuvo casi un pre-
chos queda evidente el motivo del viaje de Teilhard. Java parecía ser sentimiento de este descubrimiento cuando, hablando el 14 de enero
un gozne entre la India y China; ... y finalmente era cosa importante de 1936 acerca de estas formaciones de karst, escribió:
establecer una conexión satisfactoria entre Pithecanthropus y Sinan- «Se tendrán que hallar aquí estegodontes o hipopótamos para po-
thropus (p. 192). derse efectuar una conexión con la vertiente del Solo. Esperemos
que se pueda hallar algo. Los depósitos de este tipo debieran abun-
Aunque sólo hizo una breve visita de diez días, Teilhard consiguió dar en los karsts>> (12, p. 200).
establecer una relación entre estos dos continentes. Acababa de fina-
lizar un viaje exploratorio por la India, durante el cual había hallado A bordo del barco en el que partió de Java, Teilhard escribió acerca
una cantidad de herramientas de piedra en el Valle Narbada. Con de los descubrimientos que habían sido efectuados durante su breve
respecto a los descubrimientos de von Koenigswald, escribe Teilhard: visita:
He aprovechado este largo viaje para anotar mis notas de viaje y es-
... V. K. había acabado de hacer algunos hallazgos extraordinarios cribir una cantidad de cartas dirigidas a un número de lugares discre-
que quería clarificar conmigo; particularmente una magnífica indus- tamente escogidos, lo que vi y que ni siquiera está siendo sospecha-
tria Chelleana que nadie había sospechado. Me imaginé estar de nue- do por ningún prehistoriador en Europa (30, p. 222).
vo en la India, en Narbada (30, p. 221).
Puede preguntarse qué es lo que era tan importante acerca de estos
Habiéndose efectuado el enlace con la India, sólo quedaba ya es- descubrimientos que Teilhard vio, que la información tenga que pa-
tablecer un enlace con la China continental, y aquí es donde parecen sarse solamente a «lugares discretamente escogidos>>. Es difícil que
haber sido especialmente afortunados. Se habían hallado fósiles de los descubrimientos paleontológicos hagan caer gobiernos o que pro-
orangután en China pero no en Java, y parece que von Koenigswald voquen motines en las calles. La verdad es que los descubridores están
instruyó a sus auxiliares nativos a que buscaran especialmente este bien dispuestos, por lo general, a dar publicidad a la importancia de
tipo de restos (18, p. 95). Por la época de la visita de Teilhard, no se sus hallazgos de una manera tan amplia como sea posible. ¿Acaso Teil-
habían hallado todavía enlaces fósiles con China. Pero, por todos los hard tuvo la impresión de que con el enérgico von Koenigswald re-
relatos, estando en la zona de Patijan, donde se habían hallado las buscando la isla de arriba abajo, Java volvería a proveer de nuevo
herramientas de piedra, él y von Koenigswald entraron en una cueva fósiles adicionales de importancia unos cuarenta y seis años después
y descubrieron en su suelo una «abundancia» de dientes, no solamente que Dubois había hecho sus descubrimientos tan controvertidos?
de uno, sino de tres animales que habían existido en China. Teilhard se hallaba muy consciente de su buena fortuna en efectuar
Como Cuénot lo describe:
importantes descubrimientos, porque dijo:
Para coronar estos esfuerzos, justo por encima del valle de la limo- . . . me situé con la mayor oportunidad en dos de los sectores más
lita de esta parte sur de la isla, él y Von Koenigswald descubrieron calientes del frente prehistórico; y ello justo en el momento de tomar
un suelo de cueva con una abundancia de dientes aislados -de oran-
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parte en ofensivas decisivas. Esto está probando ser una gran adición Como resultado del apoyo de Teilhard, von Koenigswald fue invi-
a mi experiencia y otra tabla valiosa en mi plataforma (33, p. 218). tado a asistir a un Simposium sobre el Hombre Primitivo, celebrado
en marzo de 1937 en Filadelfia, bajo el patrocinio del Instituto Car-
Su llegada en este oportuno momento para ver estos fósiles y negie. Aquí se encontró con muchos otros expertos en el campo, entre
confirmar la postura de von Koenigswald le hizo reflexionar: ellos Teilhard, Broom, De Terra, y Dorothy Garrod, estando ausente
... parece en cierta manera providencial que tuviera yo que llegar a Breuil al no haber podido ir. Dice Cuénot que la reunión no fue grande,
Java precisamente en el momento adecuado para dar mi opinión y, consistiendo de unos pocos selectos, pero cosa sorprendente para un
hasta cierto punto, situar definitivamente lo que Von Koenigswald ha simposium acerca de este tema tan importante, no pudo conseguir
desenterrado. Me encuentro algunas veces algo perturbado cuando ningún texto de la reunión. Parece que el propósito de la reunión fue
pienso en la sucesión ininterrumpida de tales golpes de suerte que el de formar un comité ejecutivo para la Fundación Carnegie para
corren a lo largo de mi vida. ¿Qué significa todo esto, y qué está Dios financiar exploraciones en Asia.
esperando de mí? (30, p. 221). Von Koenigswald fue nombrado Investigador Asociado del Institu-
to, y se le concedió una suma considerable de dinero para que prosi-
Speaight comenta acerca de la buena fortuna de Teilhard en el ha- guiera sus investigaciones sobre el hombre fósil, y de inmediato escri-
llazgo de restos arqueológicos, diciendo: bió a su ayudante javanés que prosiguiera la investigación. Volviendo
de América, visitó Pekín y observó la localidad de Choukoutien. Lle-
En verdad, a lo largo de la vida de Teilhard de Chardin hallamos esta gando a Java, von Koenigswald contrató a cientos de nativos en la
pauta contrastada. Allí donde se trataba de sus investigaciones cientí- búsqueda de fósiles, ofreciendo una paga por cada fragmento que ha-
ficas, la suerte le vino de cara. Conoció a la gente apropiada; se ha- llaran.
llaba sobre el terreno en el momento oportuno; y recibió la parte
debida de reconocimiento (29, p. 222).
La investigación
Teilhard visitó Java en dos ocasiones, primero en 1936 y de nuevo En este punto se deberían considerar dos aspectos de los descu-
en 1938. Su primera visita tuvo lugar en un tiempo particularmente brimientos de los fósiles de von Koenigswald. El primero es el hecho
crítico en el progreso de la investigación de von Koenigswald en pos acabado de mencionar, de que pagaba a sus buscadores nativos por
del hombre fósil. Debido a la Depresión, von Koenigswald había per- cada pieza fósil que hallaran. Es de comprender que quisiera utilizar
dido su puesto con el Geological Survey, y tenía que contar con el a la población local para la búsqueda de fósiles importantes, pero esta
apoyo de sus colegas holandeses. Teilhard le aconsejó que escribiera práctica se halla abierta a abusos y engaños por parte de miembros
a John C. Merriam, el presidente del Instituto Carnegie en Washington. de unas tribus que no se señalaban por su honradez. Este hecho iba
Von Koenigswald escribió extensamente, exponiendo sus dificultades a tener un resultado desafortunado, en el descubrimiento de un fósil
paleontológicas y personales. Era optimista en cuanto a las perspec- al menos.
tivas de hallar más restos de Pithecanthropus, porque dijo: «He halla- El segundo aspecto, y el más importante, es que se quedó en Ban-
do una nueva localidad fosilífera aquí en Java; si el Pithecanthropus dung, que estaba a más de 300 kilómetros de las principales localida-
ha de ser hanado en algún sitio, será aquí» (18, p. 92). des de Trinil y de Sangiran. Por ello, siempre que un buscador hallaba
Cuénot dice que Teilhard se tomó un gran interés en von Koenigs- algo de importancia, tanto el buscador como von Koenigswald tenían
wald, escribiendo una larga carta a Merriam en apoyo de él, difun- que hacer un largo viaje para llegar al sitio. De nuevo, aquí hay un
diendo ampliamente sus descubrimiento y arreglando un encuentro considerable margen de error o de olvido al obtener del nativo los
para que Weidenreich le visitara en septiembre de 1938 (p. 162). (Von detalles precisos de la posición, nivel y otros factores relativos al fósil
Koenigswald devolvió la visita yendo a Pekín en enero de 1939.) descubierto. Como es fácil apreciar, una inexactitud de solamente unos
Los contactos internacionales de Teilhard estaban creciendo y se pocos pies en el registro del nivel en el que se descubrió el fósil podría
hicieron tan extensos que dice Cuénot: afectar el estrato al que quedaba asignado, alterando considerable-
mente su datación. Esta gran confianza en los nativos para descubrir
Uno tiene la impresión de una vasta red, de la que Teilhard mantenía fósiles tan importantes queda en fuerte contraste con los medios nor-
en partes los hilos, en la que servía como agente de contacto, o me- males de explorar una localidad, como los utilizados por la expedición
jor aún, como jefe de personal, capaz, como un mago, de hacer que Selenka-Trinil, en la que había expertos sobre el terreno para registrar
el dinero americano fluyera, o por lo menos canalizarlo para el mayor la situación exacta de cada fósil en el momento de ser extraído.
bien de la paleontología (p. 163). En 1936, en Modjokerto, se descubrió una porción grande de una
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cubierta craneana de un niño en ún estrato que era anterior al del Pi- y 18 mm más pequeño que lo que debiera ser! Es difícil seguir los ar-
thecanthropus. Von Koenigswald consideró que era un antecesor del gumentos de Dubois en su artículo, pero es evidente que consideraba
Pithecanthr.opus, nombrándolo Pithecanthropus modjokertensis, pero que la forma de la delineación del cráneo había sido alterada por la
Dubois replicó que no era un antecesor de Pithecanthropus, y von reconstrucción.
Koenigswald le cambió el nombre por el de Horno modjokertensis. La protesta de von Koenigswald en réplica a Dubois no fue pu-
blicada, pero Dubois modificó su afirmación, diciendo que no quería
Pithecanthropus II insinuar que von Koenigswald había alterado intencionadamente la
En septiembre de 1937, recibió un grueso fragmento de cráneo fo- forma del cráneo al montarlo. Von Koenigswald consideró que su acu-
silizado, y de inmediato se dirigió a la localidad. Reunió a todos los sación no tenía ningún sentido, puesto que las piezas podían ser mon-
colectores nativos, les mostró el fragmento de cráneo, y les ofreció tadas fácilmente, ya que tenían más de 1 cm de grosor. Con este
diez centavos por cada fragmento de cráneo que hallaran, lo que era grosor de hueso fosilizado, es evidente que los nativos tienen que ha-
considerablemente superior al J!í - 1 centavo que generalmente paga- ber tenido alguna dificultad en romper el cráneo en fragmentos tan
ba. Empezaron la búsqueda por la ladera del monte, y hallaron una pequeños.
cantidad de fragmentos muy pequeños. Dice von Koenigswald que se Una inspección estrecha del cráneo muestra pocos intervalos entre
dio cuenta demasiado tarde que los colectores nativos habían roto el los numerosos fragmentos, excepto por la sección frontal delantera,
cráneo en pequeños fragmentos para incrementar el precio del total. que estaba totalmente ausente. No obstante, se observa claramente una
Así, la combinación de recompensa monetaria y una deficiente super- gran discontinuidad en el lado izquierdo cerca de la frente. Esta dis-
visión redujo este fósil a una masa de fragmentos (18, p. 96). continuidad, que fue comentada por Dubois, es tan grande e irregular
Von Koenigswald, lejos de desalentarse ante las tácticas de sus que las partes frontal y trasera se hallan totalmente separadas en este
«Oportunistas amigos morenos», ¡patrocinó una fiesta para marcar la punto. Además, falta toda la base, haciendo de nuevo imposible la
ocasión, completa con orquesta de pueblo y chicas danzarinas! medición exacta de la capacidad, con los volúmenes oscilando entre
Menciona von Koenigswald ( 18, p. 97) que se hallaron cuarenta 750 y 850 ce.
fragmentos durante la investigación, de los que se reconstruyó una En un artículo en Nature (107), Weidenreich consideraba que en
caja craneana casi completa (Pithecanthropus 11, fig. ,32A). No obstan- vista del descubrimiento efectuado por von Koenigswald del cráneo
te, en el informe del descubrimiento del cráneo, dice que el cráneo es- de Pithecanthropus 11, el cráneo de Modjokerto, y la Mandíbula «B»:
taba compuesto de treinta fragmentos (106). Esta discrepancia de diez «Las características humanas del Pithecanthropus hallado por Dubois
piezas queda confirmada por Moore, que dice: «Cuando finalizó la se hallan definitivamente demostradas más allá de toda duda.» En el
búsqueda, hecha, palmo a palmo, von Koenigswald tenía cuarenta frag- mismo número, el columnista que redactaba «News and views» (No-
mentos, treinta de los cuales resultaron más tarde pertenecer al crá- ticias y opiniones) concordaba ahora en que la conclusión final de Du-
neo» (25, p. 228). De esto, queda evidente que diez piezas, que habían bois de que había sólo hallado los restos de un gibón gigante «quedaba
sido identificadas por von Koenigswald como fragmentos fosilizados ahora demostrada falsa de forma definitiva» ante la luz de evidencia
de cráneo, ¡no se incluyeron en el cráneo que se reconstruyó en su adicional. Dice también el redactor: «Es interesante señalar que la
momento! Aquí se puede bien preguntar, ¿acaso estas piezas no en- postura del profesor Weidenreich con respecto a la estrecha relación
cajaban en el cráneo -formaban parte de otro cráneo-- o no eran existente entre el Pithecanthropus y el Sinanthropus se halla totalmen-
siquiera fragmentos de cráneo? No se da ninguna pista. te de acuerdo con Teilhard de Chardin, que sobre evidencia paleonto-
La caja craneana era más completa que la descubierta por Dubois. lógica mantiene que la flora y la fauna de China en el período Cuater-
La forma general era similar, en tanto que la formación de los huesos nario anterior se derivaron, en parte, procedentes del sur.»
en la región del oído era similar a la de un hombre moderno. Por En 1938, se descubrieron tres fragmentos de un Pithecanthropus
ello, se tomó esto como probando que el cráneo de Dubois era huma- joven, y fueron designados como Pithecanthropus 111 (fig. 32B) (109).
no después de todo, y von Koenigswald escribió privadamente a Du- Los cráneos de Pithecanthropus eran muy similares a los del hom-
bois con una fotografía de los fragmentos tal como habían sido ha- bre de Pekín, y por ello von Koenigswald se dispuso a visitar al doctor
llados y del cráneo reconstruido.
Weidenreich en enero de 1939, a fin de poder comparar estrechamente
Dubois, tan impredecible como siempre, publicó apresuradamente los dos cráneos. Weidenreich y von Koenigswald consideraron las ca-
las fotografías, y acusó indirectamente a von Koenigswald de haber racterísticas de los dos tipos de cráneo, y quedaron convencidos de que
falsificado el cráneo ( 108). Midió después las piezas separadas de la se trataba de formas estrechamente relacionadas (110). Dice von
fotografía, y afirmó que el cráneo formado a partir de ellas,¡ era 10 mm Koenigswald que esto confirmó totalmente la conjetura original de
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era de gran valor, pero el fracaso de los colectores en su búsqueda
de la parte adyacente de la mandíbula hubiera tenido que impulsar a
von Koenigswald a ordenar una búsqueda más completa en aquella
área, o a solicitar una explicación de su colector, pero no se hace nin-
guna otra mención de este aspecto particular.
La mandíbula y la parte del cráneo recibieron la misma designa-
ción: Pithecanthropus IV. Ya que venía de una capa «Djetis» similar
a la del cráneo infantil de Modjokerto, que era anterior a la capa
«Trinil» del Pithecanthropus original, von Koenigswald lo denominó
Pithecanthropus modjokertensis. La mandíbula tenía características
humanas, pero se dijo que poseía una característica simiesca en la dis-
FIG. 32A. Pithecanthropus II continuidad entre el canino y los incisivos adyacentes. Los fragmentos
FIG. 32B. Pithecanthropus 111
de cráneo fueron aplastados mientras estaban todavía frescos, fosili-
zados a continuación, y después vueltos a ser aplastados, lo que tiene
Davidson Black de que se hallaban estrechamente relacionados. Esta que haber hecho la reconstrucción particularmente difícil (35, p. 49).
es una afirmación sorprendente, porque Black fue a extremos conside- La descripción que von Koenigswald hace de los dos fósiles que él
rables para demostrar que, en tanto que parecían ser similares, «di- y Weidenreich inspeccionaron en Pekín es particularmente optimista,
ferían suficientemente como para asignarles una distinción genérica» porque dice: «Terminamos teniendo la mayor parte de un cráneo grue-
(80, p. 104). Consideraba Black que el Pithecanthropus mostraba evi- so y basto, del que solamente faltan la sección frontal y la parte su-
dencias de especialización arcaica, en tanto que el Sinanthropus pre- perior del rostro.» De esto uno asumiría que solamente quedaban por
sentaba evidencias de generalización arcaica, y era un tipo progresivo. descubrir unas partes sin mucha importancia de todo el cráneo. La
Para poner esto en castellano claro, ¡ Black estaba diciendo que el figura 34 muestra cuán poco del cráneo se había hallado en realidad,
hombre de Java constituía un callejón sin salida en la evolución, en habiéndose añadido la mandíbula inferior de otro sitio (Mandíbula
tanto que el progreso continuó por medio de su hombre de Pekín! <<B» ). Cuando Weidenreich volvió a América, hizo una reconstrucción
Pithecanthropus IV completa del cráneo a partir de los fragmentos que von Koenigswald
había reunido, y lo llamó Pithecanthropus robustus. Esto hizo que la
Poco antes de que von Koenigswald partiera para China, recibió clasificación se hiciera muy confusa, ya que von Koenigswald ya lo ha-
una mandíbula superior con una gruesa costra. Cosa sorprendente, bía denominado Pithecanthropus modjokertensis.
consideró que representaba relación con el Australopithecus de Sudá-
frica, y escribió a Teilhard, en Pekín, expresándole su opinión (30,
p. 254). Cuando llegó a Pekín, la examinó con Weidenreich, y se La reconstrucción
dieron cuenta de que había sido rota recientemente y por ello en- La figura 33 exhibe el cráneo reconstruido en tanto que la figura 34
viaron petición al buscador para que les mandara más fragmentos da los tamaños relativos de los fósiles realmente descubiertos. Hubo
(35, p. 49). Como era de suponer, llegó un gran bloque. Cuando hubie- una dificultad considerable en obtener una ilustración a escala de la
ron eliminado la dura costra, ante ellos yacían varios fragmentos de vista lateral derecha de la parte del cráneo, en tanto que la escala de
cráneo. Evidentemente, lo que sería de esperar es que formaran par- la ilustración del cráneo completo en la publicación de Weidenreich
te de la zona del cráneo adyacente a la mandíbula, ¡pero, cosa extraña, era de <<alrededor de la mitad» (112). Se puede ver que la parte trase-
los huesos formaban solamente la parte trasera de una caja craneana! ra del cráneo es razonable en su proporción, pero que las mandíbulas
Así, se carecía del punto de contacto entre los dos juegos de huesos verdaderas halladas parecen ser algo mayores que las que se hallan en
fosilizados. la reconstrucción.
Como la mandíbula había sido rota recientemente surge, natural- Como no se hallaron huesos que conectaran la parte trasera del
mente, el interrogante con respecto a el (los) fragmento(s) adyacentes. cráneo con las mandíbulas, su disposición relativa depende mucho de
Si fue descubierta por un colector nativo, que la reconoció como un las asunciones de los reconstructores, y para enfatizar este extremo,
fósil, hubiera, naturalmente, cavado alrededor y en la cavidad inme- muestro en la figura 35 los mismos fósiles dispuestos en la delinea-
diata, con la esperanza de descubrir más, en particular a la vista de ción de una hembra de gorila. No es que se pretenda que estos fósiles
la recompensa ofrecida. El hallazgo de esta parte de la caja craneana eran de un gorila, sino solo que estos mismos escasos fósiles pueden
disponerse para que provean una apariencia simiesca si se desea.
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de este fósil, al que consideró otro espécimen de Horno wadjakensis
(111).
En 1939, se halló un pequeño fragmento de una mandíbula con
dos dientes, pero en condición muy mala. En vista de las cúspides en
~ .............. ~- . ,
las coronas de las muelas, von Koenigswald consideró que era diferen-
- r :
te de las mandíbulas de modjokertensis que había encontrado ante-
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··::·; En 1941, se halló otro fragmento de una mandíbula inferior, con


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tres dientes en su sitio. Tenía ciertas características humanas, pero
'',' ~ 1 . \''"< era mucho mayor de lo normal. ¡ Se lo puso en el bolsillo, lleván-
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1; dolo ahí durante más de una semana, y observándolo una y otra vez
para asegurarse de que no se equivocaba! A este fragmento lo denomi-
~·.. ';;,,. 1/,' .''·
1 '

:\ Hand•ble'a' - - - - - ' , - ·
nó Meganthropus paleojavanicus, «El hombre gigante de la Java anti-
' ... -- .. ~
·
gua» (fig. 36), y envió un molde a Weidenreich, ahora en América,
justo antes de Pearl Harbour.
FIG. 33. Reconstrucción FIG. 34. Pithecanthropus IV
de Weidenreich y mandíbula «B»
del Pithecanthropus IV
(robustus)

FIG. 36. Meganthropus paleojavanicus, fragmento


de mandíbula
Gigantopithecus
Consideraremos aquí la otra fuente de fósiles de von Koenigswald,
de la que coleccionó una cantidad de dientes fosilizados. No se trataba,
como uno esperaría, de ninguna localidad o estrato en particular, sino
-de todos los extraños lugares que uno se puede imaginar- de ¡dro-
guerías chinas! Como hemos dicho, los chinos consideran que los fó-
siles tienen propiedades médicas cuando son molidos, y los huesos y
dientes fósiles eran artículos comerciales en sus «droguerías».
PIG. 35. Pithecanthropus IV con la forma de un gorila Von Koenigswald visitaba estas tiendas, en busca de dientes «hu-
manos» desusados siempre que viajaba, fuera en Java, en China, ¡o
Vallois acepta en Fossil Men, de una forma totalmente acrítica incluso en el Chinatown de San Francisco o en New York! En 1935, en
(Boule había muerto durante la guerra) el modelo de Weidenreich Hong Kong, halló un molar muy grande que consideró «humano», y
como siendo una reconstrucción precisa, porque dice: lo denominó Gigantopithecus blacki en honor de Davidson Black. ¡No
obstante, sus amigos no le creyeron, considerando que se trataba del
Aunque la reconstrucción hecha con ayuda de estas nuevas eviden- diente de un cerdo o de un oso! Weidenreich registra que dos años
cias no puede garantizarse de una forma absoluta -ya que ciertas más tarde, von Koenigswald halló otro diente similar y dos años des-
partes, como el ramus ascendente de la mandíbula, y las regiones de pués de esto, otro más (fig. 37). Weidenreich «no sabía si los tres dien-
la nariz y de la mejilla, se desconocen todavía- tiene que estar por
lo menos bastante cerca de la verdad. La apariencia medio humana, tes provenían del mismo cajón y de la misma tienda», pero a pesar ue
medio simia del Pithecanthropus queda patente con considerable cla- todo pasó a estimar el tamaño de la quijada entera, dando su bosque-
ridad (5, p. 124). jo para propósitos de comparación en su libro (35, p. 60). Von Koe-
nigswald dibujó también su versión de la mandíbula (18, p. 62). En la
Dubois, otra vez, disintió de la descripción de von Koenigswald figura 38 se da una comparación de estos dos dibujos de la mandíbula,

188 189
basados en los mismos dientes, y de una mandíbula verdadera descu- Dedica las páginas 55-66 a justificar esta proposición. No obstante, sus
bierta más tarde (113, p. 83). argumentos son muy difíciles de seguir, porque su línea de pasos ló-
gicos sigue un camino muy tortuoso. No obstante, en el curso de sus
argumentos hace unas afirmaciones muy sorprendentes. La primera
es que aunque los fósiles provenían de las capas «Trinil», ¡ello no sig-
nifica que todos ellos vivieran contemporáneamente! Esto se debe a
que «todos los huesos provienen de depósitos secundarios» .

'1'
FrG. 37. Molar inferior tercero izquierdo del Gigantopithecus . . . Hubieron corrientes devastadoras y torrentes de cieno que barrie-
blacki (el más completo de la colección de Von Koenigswald) ron las laderas de los volcanes y arrastraron grandes masas de suelo,
¡transportándolas con todos sus contenidos a lugares geológicamente
diferentes!

• Evidentemente, estos inmensos movimientos de suelos, descritos


en el informe Selenka, son utilizados por Weidenreich para apoyar sus
argumentos en este punto. En otras partes, tanto él como von Koenigs-
FrG. 38. Reconstrucción de la mandíbula del Gigantopithecus blacki. .. wald parecen ignorar este factor.
La segunda afirmación que hace es la evidencia muy poco convin-
cente que utiliza para fechar estos dientes. Cuando von Koenigswald

':j
compró estos dientes en las droguerías chinas, se hallaron en el mismo
cajón dientes de estegodonte, tapir y orangután. Se considera que es-
tos animales pertenecen al Pleistoceno Medio o incluso Inferior, según
Teilhard y Young, y se hallan, generalmente, en el loess amarillo de
... como la dibujó Weidenreich (35, p. 60) las cavernas. Se dijo que algo de este mismo suelo amarillo se hallaba
en las grietas de los dientes gigantes que von Koenigswald había
hallado y Weidenreich consideró que ésta era evidencia suficiente en
sí misma para fechar los dientes gigantes como contemporáneos con
los animales fósiles hallados en el mismo cajón, esto es, Pleistoceno
Medio o Inferior. Weidenreich da un mapa de la ruta hipotética ¡a lo
... como la dibujó Von Koenigswald (18, p. 62) largo de la cual los antecesores del hombre llegaron a Java proceden-
tes de India, con una rama dirigiéndose a Pekín!
Así, simplemente en base de los dientes hallados en el mismo cajón
con los del Gigantopithecus, tenemos todb un capítulo de la genealo-
gía del hombre erigido y publicado por una eminente autoridad. Si
se hubiera utilizado evidencia de este tipo para demostrar la existencia
temprana del Hamo sapiens en aquella sección del libro, hubiera sido
rechazada en el acto con toda razón .
... como más tarde se descubrió (113, p. 83) No encuentro que la lógica de Weidenreich sea totalmente convin-
cente y, en la actualidad, son pocos los expertos que aceptan su teoría
La teoría de W eidenreich del linaje del hombre. Con respecto a los dientes de Gigantopithecus
Al estudiar la gran mandíbula del Meganthropus, y al señalar el de von Koenigswald, se ha descubierto más de un millar de ellas, jun-
gran grosor del cráneo del Pithecanthropus robustus, Weidenreich tamente con cuatro mandíbulas inferiores, pero no se han hallado
llegó al concepto de que el hombre había descendido de una raza de otros restos del animal. A pesar del gran interés generado por los
gigantes. Cuando hubo llegado a esta conclusión, recordó los dientes dientes y los varios artículos producidos, se considera en la actualidad
de gran tamaño que von Koenigswald había hallado en las tiendas chi- que se trata meramente de los de un simio gigante (113 y 114).
nas. Escribió un libro en el que la tesis se halla reflejada en el título,
porque lo tituló Apes, Giants and Men (Simios, gigantes y hombres).
190 191
Conclusión
Hemos visto como Java ha sido rebuscada por no menos de tres
exploraciones, y la naturaleza sumamente fragmentaria de la evidencia
que apoya la existencia del hombre de Java que éstas han proveído.
También hemos examinado algunos de los aspectos menos satisfac-
torios de las primeras y últimas exploraciones. Es posible que si éstas
se hubieran llevado a cabo con la objetividad científica de la expedi-
ción de Selenka, el «hombre de Java» no estaría campeando por nues-
tros museos y libros de texto en nuestra propia época. SECCION VI
EL HOMBRE DE NEANDERTHAL

El descubrimiento del hombre de Neanderthal impone un proble-


ma considerable para los antropólogos. A lo largo de los u1timos
100 años, se han hallado varios cráneos y esqueletos, muy similares
a los del hombre moderno. En vista de la frente deprimida, de los
arcos supraciliares y de la postura que se le atribuyó, inclinada hacia
adelante, que le daba una apariencia simiesca primitiva, se le consideró
durante algún tiempo como el antecesor del hombre, y apareció como
tal en muchos libros acerca de este tema en el pasado. No obstante,
otras investigaciones han mostrado que la verdadera situación no
es tan sencilla como se había pensado entonces.
La historia empieza con el descubrimiento en Alemania, en 1700,
de una parte de un cráneo en Cannstadt, y en 1823 de una caja cere-
bral de un niño en Engis, observándose que ambos diferían de los
cráneos normales. Después, en 1856, se hallaron la calota craneana y
algunos huesos de las extremidades en Neanderthal, que iba a dar e1
nombre taxonómico a todos los cráneos de este tipo que serían descu-
biertos posteriormente.
Durante muchos años se tomó poca nota de estos hallazgos, pero
con la publicación de El origen de las especies de Darwin en 1859, em-
pezó la búsqueda de los antecesores del hombre, y se debatió ardien-
temente el posible significado de estos fósiles. Algunos consideraron
que eran predecesores del hombre moderno, otros que eran suficien-
temente parecidos a nosotros como para ser clasificados como sólo una
variedad. Virchow mantenía que el cráneo era el de un «idiota pato-
lógico» que sufría de artritis y de raquitismo. Al descubrirse adi-
cionales cráneos de tipo Neanderthal, su punto de vista fue rechazado
y tratado con desprecio. Fossil Men, que menciona las opiniones de
Virchow acerca de los cráneos de tipo Neanderthal, comenta: <<Difí-
cilmente será necesario señalar que sólo son de interés histórico»
(4, p. 212). Ottaway, escribiendo apreciativamente acerca de Virchow,
lamentó no obstante que «el nombre de Virchow estará siempre rela-

192 193
donado con su rechazo a admitir que el cráneo de Neanderthal, y fó- bio de argumentos, utilizándose una postura cuando se trata de capa-
siles similares hallados más tarde, hubieran podido pertenecer a otra cidades grandes, y otra cuando se trata de capacidades pequeñas.
especie que la del Horno sapiens» (120, p. 106).
A lo largo de un período de tiempo, se hallaron partes de esquele- 2. EL ESQUELETO DE LA CHAPELLE-AUX-SAINTS
tos de más de sesenta individuos, la mayor parte de ellos en Europa, La descripción de Boule de este esqueleto, con su postura primitiva
y algunos en Africa y en Asia. Hay varias características particulares simiesca, fijó la pauta de la imagen popular del hombre de Neander-
que caracterizan esta raza de hombres. Estas son: arcos supraciliares thal durante muchos años. Esta postura fue desafiada en 1957 por dos
prominentes, una frente deprimida, caja cerebral estrecha, mandíbu- anatomistas, W. Straus de la Universidad John Hopkins y A. J. E. Cave
la superior prominente, y una fuerte mandíbula inferior, pero sin del Colegio Médico del Hospital St. Bartholornew, que reexaminaron
mentón. El esqueleto era corto, con un tórax profundo, con huesos este esqueleto (115). Consideraron que Boule estaba equivocado en
curvos y pesados que presentaban grandes articulaciones. un número de puntos:
En 1908, se descubrió el esqueleto de La Chapelle-aux-Saints, y el
profesor Boule del Instituto de Paleontología Hurn2.na en París lo so- a) El individuo había sufrido de artritis aguda, que afectaba a las
metió a una estrecha investigación. vértebras, que no hubieran quedado tan severamente combadas
Llegó a la conclusión de que la cabeza estaba proyectada hacia en un individuo normal, y la mandíbula inferior había sido tam-
adelante y la columna vertebral estaba curvada. El fémur estaba in- bién afectada.
tensamente arqueado y la articulación de la rodilla formaba un ángulo, b) El dedo pulgar no era «prénsil», en contra de lo que Boule había
todo lo cual se tornó para indicar que el hombre de Neanderthal se pretendido.
desplazaba con sus rodillas ligeramente dobladas, y con su cabeza e) La pélvis no era simiesca.
proyectada hacia adelante con un porte simiesco. Basándose en esta
interpretación, aparecieron varias «reconstrucciones» del hombre de Se mostró así que el hombre de Neanderthal andaba totalmente
Neanderthal, representando a un bruto salvaje completo con una cu- erguido y que era notablemente parecido al hombre moderno. En su
bierta de pelo áspero, y posando en una actitud que se espera popular- informe, comentaron:
mente en un antecesor, en un hombre de las cavernas.
No obstante, empezó a acumularse evidencia adicional, que iba a Si pudiera ser reencarnado y situado en el metro de Nueva York pro-
arrojar dudas de que el hombre de Neanderthal fuera nuestro ante- curando que estuviera bañado, afeitado y vestido en ropajes moder-
pasado inmediato. Esta evidencia es corno sigue: nos- es dudoso que atrajera más atención que algunos de sus otros
ciudadanos.
l. CAPACIDAD CEREBRAL 3. HOMO SAPIENS
El volumen del cráneo de La Chapelle-aux-Saints, que al principio El descubrimiento del hombre de Neanderthal con su aspecto pri-
se creyó que era pequeño, fue vuelto a medir por Boule, dando un sor- mitivo explica, probablemente, por qué muchos de los descubrimientos
prendente resultado de 1.600 ce, lo cual se halla significativamente por de Horno sapiens en estratos antiguos fueron echados a un l~do o ig-
encima del promedio actual. Boule ignoró este factor y enfatizó las norados. No obstante, se hallaron algunos cráneos con una mezcla de
características «simiescas» del cráneo y del esqueleto. características humanas y neandertaloides, mientras que tres descu-
No obstante, las mediciones sobre otros cráneos de Neanderthal brimientos de partes de la caja cerebral (Swanscornbre, Fontéchevade
mostraron que sus capacidades cerebrales eran en promedio por lo y Vertesszollos) fueron de Hamo sapiens total. La importancia de
menos igual de grandes, si no ligeramente mayores, que las del Hamo estos cráneos es que predataban o eran contemporáneos a la era de
sapiens. Naturalmente, se buscó una explicación de este hecho, puesto los neanderthales «clásicos» (fig. 39). Describiremos brevemente estos
que una raza de hombres con cerebros más grandes, y por ello presu- fósiles y las circunstancias de su descubrimiento.
miblemente más inteligentes, no hubiera debido ser desplazada por
otra con un cerebro más pequeño. (a) Swanscombe
Al tratar con este problema, los autores de libros populares co- En 1935, A. T. Marston, que investigaba regularmente una cantera
mentan que se trata de la calidad del cerebro, no de la cantidad, lo de grava en Swanscornbe, en el norte de Kent, en busca de fósiles, se
que cuenta, o señalan que la ballena posee el mayor cerebro, y que dio cuenta de un hueso que sobresalía de la ladera que estaba siendo
por ello el tamaño del cerebro debiera ir relacionado con el peso del excavada. Sabiendo bien que el descubrimiento de un fósil desusado
cuerpo. Hemos ya considerado en la página 77 este sospechoso caro- podría crear una tormenta, y que podría quedar sujeto a muchas crí-

194 195
Período Es también algo inesperado que el sucesor inmediato de estos
glacial Horno sapiens neanderthalensis Horno sapiens hombres fósiles del Extremo Oriente viniera a ser un inglés de tipo
Wurrn (Neanderthal clásico) Mt. Carmelo moderno, cuyos restos habían sido hallados a la mano en los campos
Saccopastore Ehrin_&_sford Kraping de Kent. Además, no se han hallado eslabones intermedios entre estos
Fontechevade lugares que concuerden con el corto espacio de tiempo que separa los
dos períodos a los que son asignados.
Riss Las precauciones tomadas por Marston impidieron que se arrojara
Steinheim Sw lhf'
ninguna acusación de fraude, y el cráneo es ahora aceptado como un
Mindel (Pekín y Java) Vertesszollos fósil genuino. Esta aceptación no tuvo lugar sin una investigación
Mandíbula de Mauer = Heildelberg) considerable. El hombre de Galley Hill, otro ejemplo de Horno sapiens
Gunz temprano, había sido sometido a la prueba de la fluorina. Como con-
FIG. 39. Dataciones de tipos mezclados de Neanderthales y Sapiens tenía mucho menos flúor que los fósiles en Swanscombe y otros lu-
gares -como ya hemos dicho, a más de ochocientos metros- fue re-
ticas, se tomó muchas precauciones para obtener una verificación de chazado como posterior o como sepultura intrusiva, y pudo así elimi-
su descubrimiento (24, p. 193). Como estaba solo, se decidió a sacar narse de su perturbadora posición en el linaje humano. Estos ensayos
el fósil, que era el hueso occipital de la caja del cerebro, ya que corría incluyeron al cráneo de Swanscombe, pero como presentaba el mismo
pdigro de quedar cubierto por la movediza grava, pero marcó el lu- contenido en flúor que los fósiles adyacentes, como era de esperar, no
gar y llevó consigo a un mecánico de la cantera para que viera el lugar. pudo ser rechazado por esta razón.
A continuación dibujó y fotografió la localidad. Continuó la búsqueda, Así, el hombre de Swanscombe fue aceptado en el «club» del esla-
y al año siguiente halló el parietal izquierdo del cráneo, y de nuevo fo- bón perdido, pero no sin considerable repugnancia, como se puede ver
tografió el lugar. La pieza última ajustaba exactamente con la primera. de una nota de pie de página de Le Gros Clark:
Con tales precauciones podían hacerse pocas sugerencias de que el fósil
hubiera sido «plantado». En 1955, se halló otro fragmento de una caja Se tiene que estar de acuerdo, a pesar de todo, que por bien basada
craneana, el parietal derecho, que encajaba con los otros (fig. 40). que esté la evidencia de la antigüedad de los huesos de Swanscombe,
este descubrimiento aislado, que señala la existencia del H. Sapiens
en Europa durante el segundo período interglacial, precisa de confir-
mación (precisamente debido a que es un decubrimiento aislado)
mediante la acumulación de material adicional y más completo (7,
p. 68).

Se llevó a cabo una investigación adicional sobre este fósil, en


1964, por Weiner y Campbell, que hicieron numerosas mediciones del
cráneo ( 116). Después de compararlas con un número de cróneos de
la Edad de Hierro de Laquis, en Palestina, como una referencia de
Romo sapiens, y con varios esqueletos de Neanderthal, llegaron a la
conclusión de que el hombre de Swanscombe poseía más caracterís-
FIG. 40. El cráneo de Swanscombe ticas neanderthaloides de lo que se reconocía comunmente, y que por
ello no era totalmente Romo sapiens. Es difícil aceptar la utilización
Los huesos forman una parte considerable de una gruesa caja ce- de complejas mediciones y estadísticas para mostrar que lo que la ma-
rebral de Romo sapiens, mientras que los fósiles hallados con ella la yor parte de los expertos habían considerado un cráneo perfectamente
sitúan claramente en el Interglacial Mindel-Reiss. La existencia del humano estaba a mitad de camino del Neanderthal.
Romo sapiens en una fecha tan temprana presentó un problema crítico En su artículo citan a un número de expertos que también cmsi-
para los antropólogos, porque lo que pocas veces se observa es que deraban que Swanscombe presenta características de Neanderthal. Uno
esta fecha tan temprana hace que el hombre de Swanscombe existiera de ellos es Weidenreich, de quien dicen ellos: «Weidenreich (1940,
no mucho después que los hombres de Java y Pekín. Ya que estos son 1943) encuentra bases para alinear a Swanscombe no sólo con Steín-
los fósiles que se presentan como los principales enlaces primitivos heim, sino también con el grupo Neanderthal clásico.» Citan ellos un
con el hombre, el hombre de Swanscombe constituía un embarazo, y extracto de su artículo de 1940, en el que menciona que el toro occipi-
no se aceptó con buena disposición por parte de algunos expertos.
197
196
tal del Swanscombe es parecido -al grupo Steinheim y Neanderthal. No que se le asigna, la glaciación Mindel, datación conseguida geológica-
obstante, cuando uno va a su artículo de 1943, encuentra que Weiden- mente y mediante métodos radiométricos, y, en segundo lugar, que en
reich dice así: este nivel, se habían hallado también herramientas simples de piedra,
fuego, huesos quemados y dientes humanos. De ello, el Hamo sapiens
El cráneo de Swanscombe no es el cráneo de un homínido primitivo, existía, hacía herramientas de piedra, y utilizaba el fuego en la misma
sino que presenta todas las características de un cráneo humano mo- época que el hombre de Java y de Pekín, ¡por lo que éstos no pudieron
derno -hasta allí donde permiten un juicio los huesos craneanos que
han sido preservados. Si pudiera demostrarse que los huesos fron- ser sus antepasados!
tales ausentes tuvieron un toro frontal, se podría colocar el cráneo Esta notable conclusión, que es sencillamente deducible a partir de
en el mismo grupo que el cráneo de Steinheim o la población Skhul las tablas cronológicas que se dan en la figura 14, es muy perjudicial
del Monte Carmelo. En tanto que esta prueba no sea facilitada, la para la posición de estos bien establecidos fósiles, pero este hecho no
naturaleza del cráneo permanece dudosa (100, p. 273). se pone en evidencia en ninguno de los libros de texto sobre el tema.
Como con el cráneo de Swanscombe, el de Vertesszollos no se ajus-
El toro frontal al que se refiere son las arcadas supraciliares, hue- taba a la secuencia aceptada. Una comparación de esta pequeña por-
sos éstos que no se han hallado en el cráneo de Swanscombe. Parece ción de cráneo, llevada a cabo por Wolpoff, con el de liomo erectus
estar claramente convencido que el cráneo es más humano que otra (hombre de Java y de Pekín), que lo sometió a numerosas mediciones,
cosa. resultó en la conclusión que citamos (Vz es el número de referencia del
fragmento occipital del cráneo de Vertesszollos):
(b) Fontéchevade
En 1947, mientras excavaba depósitos del Paleolítico Medio y Supe- En resumen, parece que V 2 es el occipital de un Horno erectus. La
rior, Mlle. G. Henri-Martin se encontró con una capa gruesa de esta- similaridad del V 2 al matenal de Swanscombe no es sorprendente en
lagmitas que cubría unos depósitos entre 6 y 10 metros de grosor más vista de la fuerte probabilidad de que el cráneo de Inglaterra sea un
antiguos. En estas profundas capas halló una cubierta craneana muy miembro del mismo linaje algo más tarde en el tiempo (119).
similar a la del Hamo sapiens (fig. 41). Una cantidad de crudas he- Como ya hemos señalado, Weiner y Campbell, utilizando un enfo-
rramientas de piedra, que se hacían más simples con la profundidad, que similar al de Wolpoff, habían llegado a la conclusión de que el
.iuntamente con fósiles de animales, indicaban un período interglacial cráneo de Swanscombe tenía afinidad al hombre de Neanderthal, ¡ no
Riss-Wurm como la fecha del cráneo. Aunque es posterior a la fecha al Hamo erectus!
de Swanscombe, todavía lo hace contemporáneo con, o incluso ante- Volviendo ahora a los cráneos que muestran una mezcla de carac-
rior a, el período durante el que vivieron los neanderthales «clásicos». terísticas modernas y neanderthalmdes en varios grados, mencionare-
mos los principales hallazgos.

(a) La mandíbula de Mauer (Hombre de Heidelberg), Alemania.


lnterglacial Gunz-Mindel. Una mandíbula muy grande, pero con dien-
tes pequeños, de tipo moderno. Hay un debate considerable con res-
pecto a su posición relativa al Hamo sapiens, considerando algunos
de ellos que constituye una forma intermedia entre el Pithecanthropus
y el Neanderthal.
(b) Cráneo de Steinheim, Alemania. Tiene una mezcla de carac-
FIG. 41. El cráneo de Fontéchevade terísticas neanderthaloides y humanas con énfasis en lo último. Este
FIG. 42. El fragmento cráneo es interesante en vista de la fecha Interglacial Mindel-Riss que
de cráneo
de Vertesszollos se le asigna en la actualidad. Esto le hace contemporáneo con el cráneo
humano de Swanscombe, con el que frecuentemente se le compara.
(e) V ertesszollos (Hamo sapiens Palaeo-hungaricus) (e) Cráneos Saccopastore, Italia. Se hallaron dos cráneos, con
Este fósil, hallado en Hungría en 1965, consiste de la parte occipital características mezcladas. Se les asigna una fecha Integlacial Riss-
de un cráneo de Hamo sapiens (fig. 42), con una capacidad cerebral Wurm.
estimada de alrededor de 1.400 ce. Los hechos más significativos acer- (d) Krapina, Yugoslavia. Son partes de cinco cráneos, que te-
ca de este descubrimiento son, en primer lugar, la fecha muy temprana nían algunas características neanderthales, y numerosos huesos es-
198 199
Horno sapiens) después de un intervalo definido de tiempo, y con un
queletales modernos, comprendiendo un total de alrededor de veinte equipo de caza mucho más sofisticado, y con ornamentos y esculturas
individuos. Algunos de los huesos habían sido quemados en fuego. con un elevado grado de cultura. Este intervalo entre ambos períodos
Se hallaron artefactos mousterienses juntamente con ellos, y son da- se ve en muchas de las excavaciones donde se han hallado ambas cul-
tados como Interglacial Riss-Wurm. turas. A menudo, entre la capa neanderthaloide (mousteriense) y los
(e) Caja cerebral de Ehringsdorf, y dos mandíbulas, Alemania. tipos posteriores de Horno sapiens (Hombres de Cro-Magnon, Grimal-
Estos fósiles poseían características principalmente neanderthaloides, di o Chancelade, culturas Magdaleniense o Aurignaciense), aparece una
pero la forma de la frente era moderna. La caja cerebral se hallaba capa distintiva que no contiene ninguna evidencia fósil de hombre, co-
muy estropeada y hay considerables discontinuidades entre las piezas nocida como capa «estéril».
en la recostrucción. Los fósiles se hallaron con artefactos de tipo Constable hace todos los esfuerzos posibles, en su libro The Nean-
mousteriense, y se les asigna la fecha del Interglacial Riss-Wurm. derthals (Los neanderthales), en la serie hermosamente ilustrada de
(f) Monte Carmelo (cuevas Tabun y Skuhl, Palestina). El esque- Time-Life acerca de «La emergencia del hombre», para mostrar que
leto de Tabun pertenecía a una mujer con marcadas características el hombre evolucionó procedente de los neanderthales sin una verda-
neanderthaloides. El cráneo se hallaba muy roto, y existen grandes dera solución de continuidad. Pero a pesar de todo tiene que admitir:
discontinuidades en la reconstrucción.
La cueva Skhul, que era adyacente a la cueva Tabun, contenía los Los fósiles pudieran darnos una línea más directa de investigación
restos de unos diez individuos, y seis de ellos presentaban esqueletos que las herramientas acerca de la suerte del Neanderthal, si s~ pudie-
bastante completo. Todos presentaban la apariencia de haber sido ran encontrar en suficiente cantidad. Si existiera una serie completa
enterrados, y los huesos se hallaban en la relación correcta. Pero no de fósiles de todas partes del mundo entre 30.000 y 50.000 años atrás,
se hallaron utensilios funerarios. Estos fósiles eran muy modernos, cualquier aficionado podría estudiar los restos y decir qué es lo que
pero con un campo muy amplio de características neanderthaloides, sucedió a los Neanderthales.
algunas de las cuales no eran disimilares a las del esqueleto adyacente Desafortunadamente, el rastro de la humanidad a través de este pe-
de Tabun. Se hallaron artefactos mousterienses, idénticos a los ha- ríodo no está en absoluto bien marcado por huesos. Ningún fósil
llados en la cueva de Tabun, y se asignó a los fósiles una fecha simi- de Neanderthal ha sido datado de manera precisa en menos de 40.000
lar de glaciación Wurm. años. Los hombres modernos más antiguos fechados de una manera
Que los habitantes de estas dos cuevas fueran contemporáneos es precisa provienen de Checoslovaquia; vivieron hace unos 26.000 años.
discutible, pero la descubridora, señora D. Garrod, considera que se Unos pocos otros fósiles pueden pertenecer a los milenios interme-
hallaban estrechamente asociados. Esta conjunción entre Horno sa- dios, pero sus fechas no han sido todavía fijadas. Existe una discon-
piens y Neanderthal ha llevado a algunos a sugerir que había mezcla tinuidad fósil, y esta discontinuidad mantiene seguro el misterio del
por casamientos entre ambos grupos, pero otros rechazan esta idea. Neanderthal (11, p. 127).
Clark considera que «probablemente sea más apropiado considerarlos
como representantes de tipos tempranos de Horno no totalmente diver- Considera él las varias explicaciones dadas a las discontinuidades
sificados específicamente» (7, p. 73). Si estos fósiles hubieran sido entre el hombre de Neanderthal y el Horno sapiens, pero presenta como
hallados en capas muy antiguas, esta proposición hubiera sido acepta- la más persuasiva la teoría de Lieberman-Crelin del desarrollo de las
ble. No ol:istante, son virtualmente contemporáneos con el período cuerdas vocales de la faringe. Mediante el estudio de los huesos de las
Neanderthal clásico, y habían sido precedidos por todos los tipos Nean- vértebras y de la base del cráneo del esqueleto de La Chapelle-aux-
derthal-Homo y Horno sapiens puros que hemos mencionado anterior- Saints, que más tarde extendieron a otros fósiles de Neanderthal, lle-
mente. garon a la conclusión de que la faringe del hombre de Neanderthal
era pequeña. Por ello, sólo podía poseer un vocabulario muy limitado,
quizá solamente de un 10 por ciento en comparación con el hombre
El problema del Neanderthal moderno, lo que le hubiera puesto en severa desventaja con un inva-
Se acepta, por lo general, que la emergencia del hombre de Nean- sor más adelantado.
derthal constituyó una variedad de Horno sapiens. Una explicación li- Constable da también un relato de la extensión de esta teoría por
geramente diferente es que hubo un antecesor común, del que se desa- parte de Pilbeam, que, estudiando el desarrollo de la faringe en niños
rrollaron los hombres de Neanderthal por una parte y el Horno sapiens recién nacidos, consideró que el hombre de Neanderthal pudo haber
en forma simultánea. Hay también poco desacuerdo con respecto a la llegado a evolucionar un lenguaje totalmente desarrollado mediante
repentina desaparición del hombre de Neanderthal de la escena, para el descenso de la caja vocal y el lado inferior del cráneo abriéndose
ser reemplazado por el hombre de Cro-Magnon (que es casi idéntico al
201
200
hacia arriba para formar una cavidad resonante mayor. ¡Estos cambios tal, era la primera afirmación autorizada de un experto familiarizado
hubieran podido afectar a todo el cráneo, tranformando el rostro del con la enfermedad que también estaba familiarizado personalmente
Neanderthal, con su frente deprimida y rostro hundido, en el cráneo con el material fósil. Al aparecer otros homínidos diluviales del mis-
mo tipo en Bélgica y Francia, y ganarse la escena para el darwinismo,
abovedado del hombre de Cro-Magnon! empero, el cuidadoso diagnóstico de Virchow, cuidadosamente argu-
Constable admite que la hipótesis Lieberman-Crelin ha sido «Vigo- mentado y comprobado, con respecto a los hallazgos anteriores, que-
rosamente atacada» y «ámpliamente desafiada», lo que es cosa com- dó desacreditado -por asociación, si nunca objetivamente. Pero el
prensible, porque el intento de reconstruir una caja vocal, desapareci- adelanto del conocimiento desde entonces, tanto antropológico como
da hace largo tiempo, mediante el examen de los huesos adyacentes, médico, sugiere que la postura de Virchow puede haber sido correcta
tiene que implicar, evidentemente, un gran número de asunciones que en lo esencial.
no se pueden probar. De manera similar, la aceptación como hecho
de que el desarrollo de la faringe en el hombre tiene su paralelo en el Considera entonces, a continuación, la poderosa evidencia de ra-
desarrollo de la faringe en los niños recién nacidos, suena notable- quitismo en el hombre de Neanderthal. Sumarizemos brevemente los
mente a la teoría de la recapitulación que, como ya hemos menciona- principales puntos de su artículo tal como sigue:
do, está ahora desacreditada. Contradice, incluso, a la teoría de la
Paidomórfosis (o evolución tipo «Peter Pan»), que dice que algunas l. El raquitismo es causado por una falta en vitamina Den el cuerpo.
formas adultas modernas se asemejan a etapas en el desarrollo de ios Esta vitamina puede obtenerse por exposición del cuerpo a la luz
jóvenes de los antepasados, habiéndose «detenido» el desarrollo. No directa del sol, ya que los rayos ultravioletas la producen en la
obstante, ¡ Pilbeam afirma que los neanderthales se desarrollaron de piel. También el pescado oleaginoso y la yema de huevo son ricos
la misma forma que los pequeños del hombre moderno! en vitamina D, mientras que hay poca en grasas y leche, y práctica-
Estas teorías han recibido fuertes críticas, ya que no hay una ver- mente nada de ella en la carne ni en las verduras.
dadera evidencia que las apoye y que permita que llegen a ser «hechos 2. Las características del Neanderthal pueden relacionarse con dos
demostrados». Desafortunadamente, algunas hipótesis tienden a ser factores:
aceptadas como «hechos» después de un tiempo, ¡y la especulativa na-
turaleza de la evidencia hace que sea difícil mostrar su falsedad! a) Latitud. Por lo general, los cráneos hallados en las latitudes
más septentrionales presentan fuertes características neander-
UNA SOLUCIÓN POSIBLE thales, mientras que los que se hallan cerca del ecuador no
Hasta ahora hemos estado exponiendo la situación, tal como ésta se las presentan tan prominentes.
presenta en varios libros y publicaciones. La postura generalmente b) Paleoclimas. Los cráneos hallados en la misma latitud exhi-
aceptada acerca del hombre de Neanderthal es que evolucionó de una ben variaciones que pueden ser relacionadas con el clima de la
población anterior tipo Romo sapiens, solo para desaparecer repenti- época en la que existieron. Otra vez, los que vivían en períodos
namente de la escena, para ser más tarde reemplazado por el hombre fríos eran más «neanderthales>> que los que vivieron durante
de Cro-Magnon (que presentaba pocas diferencias con el hombre mo- períodos más cálidos.
derno), con un intervalo de tiempo definido entre las dos culturas,
por lo menos por lo que a Europa concierne. 3. El examen de una cantidad de cráneos y esqueletos neanderthales
Pero ahora quisiéramos referirnos a dos artículos publicados en exhibieron abundante evidencia de raquitismo. (Como, por ejem-
Nature, que, en tanto que no contradicen básicamente la secuencia plo la curvatura de la piernas, el agrandamiento de las articula-
principal de eventos dada arriba, sí que arrojan una luz bastante dis- ciones, la curvatura de la columna, el «acuadramiento» de la ca-
tinta en toda la cuestión de los orígenes del hombre de Neanderthal. beza, y otras deformidades esqueletales y dentales.) Además, se
obtuvo evidencia directa de una deficiencia en vitamina D median-
Evidencia de raquitismo te un examen de laboratorio de secciones de dientes y de huesos.
El primero de estos artículos es de F. Ivanhoe y lleva el intrigante Además, hace tiempo que se ha aceptado que «el niño Neanderthal
título de «¿Estaba Virchow en lo cierto con respecto al Neanderthal?» es una pequeña copia del adulto -situación ésta única entre los
(117). El párrafo introductorio dice: primates ... -». El raquitismo tiene la máxima actividad entre los
Hace casi cien años, Virchow emitió el diagnóstico de raquitismo en seis y los veinticuatro meses de edad, y cada uno de los cráneos
los huesos de Neanderthal, dando cuenta con ello de su porte si- neanderthales infantiles que se examinaron mostró evidencia de
miesco. Aunque no era la primera vez que se publicaba una opinión severo raquitismo.

202 203
4. El hombre de Cro-Magnon, que sucedió al Neanderthal, tuvo dis- moderno es la postura defendida por los autores de Fossil Men, que
ponible un suministro regular de vitamina D, como queda eviden- dicen:
ciado por las herramientas de pesca que se sabe que poseía.
5. Por todo lo anterior, Ivanhoe llega a la conclusión de que el hom- En el período mousteriense representaba un tipo retrasado que existía
bre de Neanderthal evolucionó «de un Horno erectus avanzado codo a codo con los antecesores directos del Horno sapiens; su rela-
( = pre-sapiens) de la población Ehringsdorf/FontéchevadejSacco- ción con este último era similar a la que existe en la actualidad entre
pastorejRabat, o similar, cuyos gruesos huesos han quedado de- las razas que llamamos inferiores y las superiores. Quizá pudiera irse
formados por el raquitismo en la infancia y quizá por varios gra- tan lejos como para afirmar que se trataba de una especie degenerada.
dos de osteomalacia en la edad adulta».
Considera que el hombre de Neanderthal era deficiente en vitamina De estos dos artículos parece haber buena evidencia de que, por
D debido a: lo que respecta a la historia europea, el hombre de Neanderthal era
una forma degenerada del Horno sapiens existente, sufriendo de des-
a) Una dieta inapropiada. Tenía carne en abundancia, pero hay nutrición y raquitismo, posiblemente viviendo de una forma promis-
poca o nula evidencia de que consumiera pescado o huevos. cua, lo que permitió la amplia difusión de la sífilis. Toda aquella raza
b) Luz ultravioleta inadecuada. El clima frío y nublado en las parece haber sido barrida de la historia, para ser más tarde reempla-
latitudes más septentrionales limitarían severamente la pene- zada por el hombre moderno con una cultura superior, procedente
tración de estos rayos y, además, las bajas temperaturas le del E~te.
obligarían a buscar refugio en las cuevas de las rocas. En las LA SITUACIÓN ACTUAL
latitudes inferiores, en tanto que habría una luz ultravioleta Todo lo anterior queda confirmado por la postura adoptada en la
adecuada procedente del sol, no sería suficiente en condicio- actualidad por un buen número de modernos expertos, y reflejado en
nes de mucha densidad, o si se practicaba la costumbre de un artículo publicado en la revista Science 81, publicada por la Asocia-
la purdah. (La purdah es el revestimiento completo de las mu- ción Americana para el Avance de la Ciencia, en octubre de 1981.* En
jeres en vestido, que todavía se practica, incluso en la actuali- la cubierta de este número aparece un rostro amistoso, de un hombre
dad, en algunos países de Oriente Medio.) afeitado y calvo, con una inteligente mirada de sus ojos castaños. Tie-
ne toda la apariencia de una persona que se dirige a una entrevista en
Así, a pesar del escarnio con que se trataron las opiniones de Vir- busca de trabajo, o que se dedica a la enseñanza en una universidad.
chow acerca del Neanderthal, ¡parece ahora que había estado en lo Pero en realidad, no se trata de ninguno de estos casos. Aunque an-
cierto todo el tiempo! tes lo hemos visto en muchas publicaciones, nadie lo reconocería aho-
ra. Porque se le ve ahora muy diferente y, por fin, humano.
Evidencia de sífilis Representa el nuevo rostro de los neanderthales, y constituye la
El segundo artículo es por D. J. M. Wright (118) titulado <<Sífilis y interpretación y reconstrucción más reciente de los fósiles de estas an-
el hombre de Neanderthal», en el que señala que muchos de los sínto- tiguas personas. Para los lectores que no tengan acceso a la fotografía,
mas de raqnitismo son similares a los de la sífilis congénita. Menciona se puede decir que la nueva reconstrucción del Hombre de Neanderthal
él que era la curva de los huesos largos, y particularmente, la curva- se parece algo al difunto pintor Pablo Picasso. Se reconoce, con ello,
tura hacia atrás del fémur, que hizo que Virchow considerara que el que el Hombre de Neanderthal se parece al hombre moderno.
hombre de Neanderthal era Horno sapiens con raquitismo. Estos sín- El artículo trata extensamente de los métodos de reconstrucción,
dromes podrían deberse a la sífilis, que también podría dar cuenta de todas las suposiciones inherentes a tal actividad, y con todas las
de que los huesos sean tan cortos y recios. Dice él: presuposiciones que la pueden dirigir para lograr el resultado apete-
cido inconscientemente. Menciona el hecho. de que, a pesar de que se
En sociedades con una nutrición escasa, el raquitismo y la sífilis con- ha sugerido comúnmente que era de hábitos salvajes, eran en realidad
génita aparecen juntos con frecuencia. La distinción entre ambas es compasivos y cuidaban de sus enfermos, además de sepultar a sus
extremadamente difícil sin modernas ayudas bioquímicas, serológicas muertos con flores, alimentos, y utensilios, lo cual, además, demuestra
y radiográficas. El grado de confusión puede medirse mediante el fal- que tenían una creencia en la vida más allá de la muerte. A,sí, los res-
so aforismo de Parrot: «sin sífilis hereditaria, no hay raquitismo». tos de los hombres de Neanderthal no muestran traza alguna de evo-
Que el hombre de Neanderthal fue una forma aberrante de hombre * «Facing the Past>>, por Boyce Rosenberg, Science 81, octubre 1981, voL 2, núm. 8,
p. 40. Publicación de la AAAS.
204
205

l
lución a partir de una forma inferior de primates. Además, el artículo
afirma que aunque los expertos han sabido esto durante un ciertó
tiempo, no se han dado ninguna prisa en clarificar totalmente el asun-
to ante el público.
Citando el artículo, leemos:
«Durante la mayor parte de los 125 años que hemos sabido acerca de
estos enigmáticos hombres, los Neanderthales han sido representados
como torpes, semi-brutos andando en una postura vacilante -eviden-
tes fracasos de la evolución.
»En años recientes, sin embargo, se ha transformado radicalmen- SECCION VIl
te la imagen del Callejón sin Salida. La mayor parte de los paleoan-
tropólogos y de los artistas trabajando bajo su dirección han dado LOS «HOMBRES»-SIMIOS AFRICANOS
una ducha y han afeitado a los Neanderthales, y les han enderezado
los hombros. Los hombres y las mujeres de Neanderthal ya no andan
por ahí con piernas dobladas, con miradas ausentes. Ahora se ven Desde 1925, se han recuperado una cantidad de cráneos y huesos
erguidos, y con una mirada inteligente; no con una apariencia idéntica
a la nuestra, pero evidentemente una raza de nuestro propio tipo.» de simios de dos áreas en el continente africano: Sudáfrica, alrededor
«Fue él (Boule) quien creó la imagen de Neanderthal como un ser del á·rea de Transvaal, y Africa del Este, en la Garganta de Olduvai y
embrutecido y encorvado, con un cuello masivo. El análisis de Boule alrededor del Lago Turkana (antes, Lago Rodolfo). Se afirma que
estaba basado principalmente en un esqueleto desusadamente comple- estos simios exhiben un número de características «humanas>> en cier-
to proveniente de La Chapelle-aux-Saints en Francia. Boule no lo sa- tos detalles de sus dientes, cráneo, etc., y que por ello constituyen la
bía, pero el cuello del esqueleto estaba deformado por la edad y por proyección primordial de la línea de los simios que llegó a desarrollar-
la artritis. Esto, y un defectuoso conocimiento de la relación entre se hasta llegar al hombre. Esta teoría ha sido objeto de críticas por
los huesos y los músculos, le llevó a la representación de un hombre parte de expertos, especialmente cuando se efectuaron los primeros
con la cabeza proyectada hacia adelante, los hombros hundidos, las descubrimientos, y hay todavía un debate considerable acerca de la
rodillas dobladas y las piernas tan combadas que andaba sobre los
bordes externos de sus pies. Boule incluso llegó a sugerir que el posición precisa que estos fósiles ocupan en el linaje del hombre.
pulgar del pie era divergente, como el de un simio, y que puede ha- Se reconoce también que la datación de estos fósiles, en relación a
ber jugado el papel de órgano prensil. Pero Boule confundió un efecto los períodos de Europa (glaciaciones, etc.) es difícil, debido a las con-
cultural con una característica heredada. Había comparado el pie diciones climáticas muy distintas a las que ha estado sujeto el conti-
del Neanderthal, que nunca había conocido los oprimientes zapatos, nente africano. Se dice que hay una correlación entre períodos de con-
con los del bien calzado europeo. Los pies de los neanderthales, como siderables lluvias (pluviales), y períodos más secos entre ellos (ínter-
bien sabemos ahora, eran totalmente normales.>> pluviales), con los períodos glaciales e integlaciales en Europa. La
correlación que aparece en muchos libros es:
Así, después de todo, va emergiendo la realidad de que Virchow
estuvo en lo.cierto al diagnosticar que las características «primitivas» Pluvial Gambliense Glaciación Wurm
del hombre de Neanderthal no eran tales, sino de orden patológico, Pluvial Kanjerense Glaciación Riss
como ya hemos documentado en las páginas anteriores. Pluvial Kamasiense Glaciación Gunz
Pluvial Kagerense Glaciación Mindel

Se dice que el profesor E. S. Wayland, director del Geological Sur-


vey de Uganda, estaba obsesionado por la necesidad de hallar una
correlación con los períodos glaciales europeos, y fue el primero que
propuso esta secuencia, mientras que Leakey estaba dispuesto a hallar
evidencias similares en Kenia (9, p. 56). El profesor R. F. Flint, de
Yale, visitó Kenia en 1957 específicamente para investigar este tema,
y en su informe (142) acepta que hay alguna evidencia del último plu-
vial. Rechaza la mayor parte de los otros debido a lo inadecuado de

206 207
la evidencia y sugiere que se deberían adoptar los métodos estratigrá- dibular es notoriamente variable en los hominoides vivientes, y tiene
ficos normales (estratos, fósiles y culturas), utilizando Olduvai como poco valor taxonómico.» Afirma que se tienen que elegir los caracteres
base. correctos para mostrar que los homínidos son taxonómicamente dis-
Algunas autoridades utilizan todavía las correlaciones pluviales tintos. Menciona también como una indicación adicional de variabili-
para las dataciones, pero en el Tercer Congreso Panafricano, en 1955, dad que: «Incluso en el gorila, que normalmente posee una gran cres-
se llegó al acuerdo que las capas de datación pluviales deberían utili- ta, las hembras más pequeñas no tienen cresta.»
zarse solo básicamente en la área en que hayan sido reconocidas y Toda esta cuestión de amplia variabilidad fue considerada por
clasificadas, y que las aplicaciones fuera de Africa del Este demanda- Schultz en una sección titulada «Cambios debidos a la edad, diferen-
ban corroboración adicional (26, p. 118). Además, se reconoció que los cias sexuales y variabilidad como factores en la clasificación de los
pluviales no eran siquiera sincrónicos a través del Continente (26, primates» (34, p. 85). En esto demuestra él el amplio margen de dife-
p. 141). rencias que existe en miembros de la misma especie.
Leakey menciona (22, p. lOO) que el doctor Max Schlosser había Otra característica es que muchos de estos tósiles de Sudáfrica se
informado del descubrimiento de mandíbulas y dientes de un primate hallaban rotos en fragmentos, y que algunas veces se hallaron mez-
de Egipto, justo a principios de siglo, de lo que Leakey dice que era clados con cráneos fragmentados de babuinos y de otros primates y
la evidencia fósil que se precisaba para apoyar la teoría emitida por animales. Es evidente que tenemos aquí una repetición del cráneo del
Darwin de que Africa sería, probablemente, el continente en el que se ho~bre de Pekín, que también se abrieron por rotura y que se halla-
había originado el hombre. Como hemos visto en la sección del hom- ban mezclados con los restos de otros animales. La mayor parte de
bre de Pekín, el profesor Schlosser predijo también que los antecesores estas localidades fosilíferas sudafricanas consistía similarmente en
del hombre serían hallados en el continente asiático. una mezcla de animales y se parecían de una manera desusada a un
Presento aquí la posición de que todos los fósiles descubiertos en el montón de basuras procedentes de una cocina. Evidentemente, los
continente de Africa (que son conocidos como Australopitecos), y que Australopitecos son solo animales que fueron cazados para comida,
se pretende que son los antecesores del hombre, son simplemente ya por animales carnívoros, ya por el hombre. Si existían hombres
los de diferentes tipos de simios. Es sólo como resultado de un examen entonces, no se hallan los restos de ellos en estos lugares, lo que es
muy exhaustivo de, digamos, los dientes, forma de una mandíbula, o de esperar, porque en ningún momento de la historia del hombre éste
de huesos de poca monta en el cráneo que se pueden imputar algunas ha dejado los restos de sus antecesores en medio de un montón deba-
características «humanas», porque son todos de apariencia muy simia. sura.
¿Prueban acaso estas pequeñas características que estos animales Alternativamente (pero con menos probabilidad), estos sitios pue-
fueron los precursores del hombre? Yo sugiero que no. Con tantas den haber sido los cubiles de carnívoros. Unos estudios han señalado
especies diterentes, extintas y vivientes, hay un margen muy amplio que, por lo general, consumen mucho del esqueleto de un babuino,
de formas posibles que pueda tomar una característica particular del pero que dejan los extremos de las extremidades y el cráneo, lo que se
esqueleto, y algunas de ellas han de ser forzosamente más humanas corresponde con los restos recuperados de los Australopitecos. No obs-
que otras. Por ejemplo, vistas desde arriba, la forma de las mandíbulas tante, considero que estos montones de huesos son demasiado grandes
en algunos simios es casi rectangular, mientras que en otros es más para ser resultado del pillaje de una cacería efectuada por un animal.
curvada. Como la mandíbula humana está curvada aproximadamente En casi cada uno de los casos, la capacidad cerebral de estos fósi-
en forma de un(j. V o parábola, se considera que los simios que poseen les es muy pequeña. De esto, se deduce que el hombre aprendió pri-
la mandíbula más curvada son los «prehomínidos progresivos». Se mero a andar erguido, a continuación de lo cual su cerebro se desa-
utiliza una línea de razonamiento similar para otras características, rrolló a su tamaño presente, ¡debido a su mayor libertad para utilizar
mientras que se ignora el hecho de que el animal es solamente uno sus manos para hacer herramientas, etc., en lugar de andar sobre sus
de varios que pertenecen a un amplio margen de simios. cuatro cuartos!
Hemos ya considerado la inaceptable gran confianza que se deposita La postura de que los Australopitecos no son otra cosa que simios
en ligeras diferencias de las mandíbulas y de los dientes. Se puede es apoyada por Sir Solly Zuckerman, un experto en estos animales.
ilustrar además lo confuso y contradictorio de toda la situación. De- En un simposium editado por Sir Julian Huxley, dice él:
cía un escritor en un artículo en Nature, considerando los fósiles de El evidente vacío en la historia evolutiva del hombre entre el Mioce-
Afríca: «La relación de tamaño entre los dientes y la estructura man- no temprano y la parte anterior del Pleistoceno Medio no ha sido
dibular es particularmente pertinente.» No obstante, en un asunto tra- llenado hasta ahora por los hechos claros que serían preferibles, sino
tado sólo unos meses después, otro escritor decía: «La robustez man- principalmente por especulación.
208 209
Después de una evaluación de lás características de los Australopi-
tecos, concluye en que eran «Criaturas predominantemente simianas
y no humanoideas» (15, p. 347). En su libro Beyond the Ivory Tower
resume las extensas investigaciones que él y sus ayudantes llevaron a
cabo comparando los Australopitecos con los simios y con el hombre.
Descubrieron que sus capacidades cerebrales no eran mayores que las
de un gorila y, desde luego, menciona que sus volúmenes «habían
sido muy sobre-estimados», y más importante aún, se ponía muy en
claro que no caminaban erguidos. SECCION VIIA
Lamenta él que sus resultados hayan sido virtualmente ignorados
por parte de los expertos, y comenta:
SUDAFRICA
Una vez el doctor Broom, un miembro del grupo de los sabios que
nunca habían dudado <<que la mandíbula de Piltdown perteneciera al
mismo individuo propietario de la cubierta craneana asociada>>, hubie- La figura 43 muestra la localización de los principales sitios fosi-
ra apoyado, con su autorizada voz, las originales afirmaciones del pro- líferos.
fesor Raymond Dart, y tan pronto como el profesor Sir Wilfred Le
Gros Clark añadió su apoyo a estas opiniones (al principio era un Taungs (Australopithecus africanus}, 1924 (fig. 44).
«incrédulo», o por lo menos un agnóstico), una multitud de anato-
mistas y antropólogos menos conocidos se sometieron, y los Australo-
pitecos vinieron automáticamente a formar parte de la misma fami- El frente del rostro y la mandíbula inferior con un molde natural
lia, la Hominidae, como nosotros ... del cerebro de un simio de seis años de edad. Hallado con numerosos
restos de otros animales, a menudo con señales de haber recibido
Más recientemente, Oxnard efectuó un examen detallado de estos golpes.
fósiles, y sumarizó sus resultados en un artículo en Nature ( 4 de di- Estos fósiles se hallan en unos montículos, que consisten en masas
ciembre de 1975, v. 258, p. 389-395) con el intrigante título de «The pla- de huesos que se han quedado unidos en una masa cementada. Este
ce of the Australopithecines in human evolution: grounds for doubt?» fósil fue entregado al doctor R. A. Dart, profesor de Anatomía en la
(El lugar de los Australopitecos en la evolución humana: ¿hay razo- Universidad de Witwatersrand en Johannesburg, que había trabajado
nes para dudar?). En este artículo muestra el gran vacío que se halla bajo Grafton Elliot-Smith en el University College de Londres. Keith,
entre estas dos líneas, y admite que: que le recomendó para el puesto en Witwatersrand, se hallaba, no
obstante, preocupado por « .. .la inconstancia [de Dart], su escarnio
Es más bien improbable que ninguno de los Australopitecos, inclu- de las opiniones aceptadas, la heterodoxia de su visión» (24, p. 180).
yendo el Horno habilis y Horno africanus, puedan tener ninguna rela- Al examinar el cráneo, Dart consideró que las características huma-
ción filogenética directa con el género Horno ... nas que poseía eran importantes, y envió una nota a Londres anuncian-
do su descubrimiento ( 122). No obstante, su postura de que el fósil
Pero añade: era un eslabón con el hombre fue tratado con considerable escarnio
por los científicos de su época, que consideraron que el cráneo era de
... excepto quizás en épocas anteriores. una variedad de chimpancé, y lo llamaron «el bebé de Dart».
Parece que Dart dejó de buscar fósiles hasta 1945, cuando tuvo la
Manteniendo todas estas consideraciones en mente, es evidente tentación de volver a la búsqueda en el área de Makapansgat, y des-
que los Australopitecos son variedades de simios. Esto se tiene que cubrió los restos de lo que llamó Australopithecus prometheus.
mantener presente durante la lectura del resto de este libro, porque
todos los fósiles descubiertos -a excepción del hombre 1470 y de la Sterkfontein (Australopithecus transvaalensis, o Plesianthropus trans-
mandíbula de Kanam- son simios, y la pretensión de que posean ca- vaalensis, o Australopithecus africanus), 1936 y 1947-1948 (fig. 45).
racterísticas humanas se basa en una evidencia parca y nada convin-
cente.
Un cráneo, varias mandíbulas y numerosos dientes, partes de una
pélvis, fragmentos de huesos de extremidades inferiores.

211
210
Cuando Dart .estaba siendo criticado por su evaluación del cráneo
de Taungs, fue visitado por el doctor Broom, un médico que estaba Un pequeño fragmento del lado izquierdo del cráneo y mandíbula
también viviendo en Sudáfrica en aquella época. Estaba convencido de superior y mitad derecha de la mandíbula inferior. Extremos de unos
que Dart estaba en lo cierto, y al fin inició sus propias investigacio- pocos huesos de las extremidades. Una mandíbula inferior juvenil.
nes en Sterkfontein en 1936. Estos descubrimientos fueron hechos originalmente por un escolar,
Broom, que había nacido en Escocia, había vivido en Australia y que llevó a Broom al lugar, que se hallaba solamente a unas dos
vivía ahora en Ciudad del Cabo, siendo su principal interés la investi- millas de distancia de Sterkfontein ( 124). Broom investigó más en
gación de estos continentes en búsqueda de los eslabones fósiles entre esta localidad, pero es poco lo que halló entonces. No obstante, tres
los reptiles y los mamíferos. La primera estimación de Broom de la años más tarde se halló una mandíbula inférior juvenil.
capacidad cerebral del cráneo que había hallado en Sterkfontein fue
de alrededor de 600 ce, pero más tarde se redujo a 435 ce. A continua" Swartkrans (l. Paranthropus crassidens. 2. Telanthropus capensis),
ción de sus descubrimientos en este lugar (123), hizo un «tour» de 1948-1952.
conferencias por América, describiendo sus fósiles.
Un cráneo bastante completo, varios cráneos incompletos. Mandí-
o 100 200 mis ,.., • .l·1Jaz-·-·( bulas superiores e inferiores y dientes. Unos pocos extremos de huesos
O 100 200 300 kms'' \ MOZAMBIQUE de extremidades. Parte de una pélvis. Ninguno de los cráneos ( denomi-
.,/P1a. tars burg .\ nados Paranthropus crassidens, figura 46) estaba lo suficiente comple-
·"' ·,
BOTSWANA
.-/
,/
\. MAKAPAN
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.,.• • to para que se pudiera comprobar la capacidad cerebral.
-~ (KROMORAAI j
STÉRKFONTEIN:.!) Í
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SWA~TKRANS....,- • Johannesbu~ 1 ....
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FIG. 43. Las principales localidades fosilíferas de Sudáfrica


Moore describe la fuerte personalidad de Broom en cierto detalle, FIG. 44. El cráneo de Taungs FIG. 45. El cráneo de Sterkfontein
mencionando sus rápidos y apasionados juicios, su naturaleza atrevi-
da y la rapidez con que publicaba los fósiles que descubría. Suscitó
la oposición de las autoridades, y llegó a un momento en que sólo se
le permitió trabajar en colaboración con «un competente geólogo de
campo» y no en Sterkfontein. Ignoró esta orden y pronto halló un
cráneo en el lugar prohibido. Este lugar había sido siempre un rico
yacimiento de fósiles de huesos de simios desde la década de 1880
(cuando se había excavado en busca de oro), y ello de tal manera que FIG. 46. El cráneo de Swartkrans El cráneo
FIG. 47.
un anuncio decía «¡Venga a Sterkfontein y encuentre el eslabón per- (Paranthropus crassidens) de Makapansgat
dido!».
Más tarde, al continuar en las excavaciones, se halló una herramien- Este lugar, que se hallaba solamente a una milla de Sterkfontein,
ta de hueso, desgastada por el uso, y, en una capa por encima del fue investigado por Broom y Robinson, y dio los restos de una canti-
estrato fosilífero, se recuperaron unas doscientas herramientas sen- dad de simios fósiles ( 126). Como eran más grandes que los hallados
cillas de piedra. en los otros lugares, se consideró que había dos líneas de progreso,
una de ellas siendo de un tipo pequeño «grácil», y la otra del tipo
Kromdraii (Paranthropus robustus o Australopithecus robustus), 1938 «robusto». Hay mucha controversia no solamente acerca de la relación
y 1941. entre estos dos tipos, sino también su correlación con aquellos fósiles
hallados en Africa del Este.
212
213
En este lugar, Broom halló uná mandíbula inferior, un fragmento Teilhard de Chardin
La opinión de Teilhard de Chardin acerca de los Australopitecos
de otra mandíbula y una mandíbula superior, y pequeños fragmentos fue bastante cauta. Consideró al principio que constituían una rama
de un radio. y de un metacarpo, que clasificó como Telanthropus ca- de desarrollo que, empero, no continuó hasta llegar al Hombre. Visitó
pensis. Estos fósiles se hallaron en una pequeña bolsa de brecha, que en dos ocasiones los lugares fósiles en Africa, en 1951 y 1953. Su pri-
cortaba dentro de los estratos principales, y que contenía la mandíbu- mera visita fue financiada por la Fundación Wenner Gren (original-
la y unos cuantos restos de mamíferos muy pequeños (127). Estos fó- mente conocida como el Fondo Viking) y, a su vuelta, fue hecho «in-
siles diferían de cualquiera de los otros huesos hallados en el área, y vestigador asociado». Su prestigio como experto en orígenes humanos
fueron más tarde atribuidos a la especie Horno erectus, que pueden ha- había crecido de una forma considerable, y durante su segunda visita
ber cazado a los Australopitecos. Esta clasificación fue rechazada por se le dio la tarea de organizar una investigación antropológica en toda
Le Gros Clark después de visitar Sudáfrica e inspeccionar los fósiles Africa al sur del Sahara. Algunas de las excavaciones fueron directa-
(7, p. 129 y p. 170). mente financiadas por la fundación, y su control de considerables can-
tidades de dinero resultó en que fuera cortejado por varios amigos y
Makapansgat (Australopithecus prornetheus o Australopithecus africa-
nus), 1947-1962 (fig. 47). colegas (29, p. 316).
Según Speaight, Teilhard consideró que Asia constituía un intento
abortivo, ya que no había llevado al Horno sapiens, ¡de lo que es de
Se recuperó una cantidad considerable de fósiles, incluyendo un presumir que su hombre de Pekín queda incluido! Tampoco consideró
cráneo, partes de otros, mandíbulas y huesos largos. que los Australopitecos llevaran al hombre, pero ahora creyó que sería
Dart asumió la exploración de campo de nuevo en 1945, y empezó probable que las verdaderas raíces del linaje humano se hallarían en
a trabajar en el lugar Limeworks Cave (125). Casi todos estos huesos el área Uganda-Kenia. Esta área es ahora una fuente de fósiles tan rica
vinieron de un montón de material tirado en la entrada de la cantera. que un escritor se vio impulsado a decir: «En la actualidad, Africa, par-
No obstante, pudieron correlacionar los hallazgos con los dos princi- ticularmente Africa del Este, está rindiendo restos fósiles humanos
pales estratos osíferos en las excavaciones. con la velocidad de una cadena de montaje ... » (14, p. 64).
Dart halló numerosas herramientas, que dijo que habían sido uti-
lizadas como martillos, dagas, sierras, cuchillas, etc., y se descubrieron
numerosos cráneos de babuinos, habiendo sido la mayor parte de ellos
evidentemente abiertos mediante rotura con fuertes golpes. Clark le
sugirió que hubieran podido ser rotos por los hombres-simios y, des-
pués de investigaciones adicionales, Dart consideró que se había utili-
zado un número de huesos largos de animales como los instrumentos
de contusión (128 y 133). No obstante, algunos de los cráneos de Aus-
tralopitecos se hallan también rotos de una manera similar, y Dart pre-
sumió que los golpes ¡habían sido inflingidos por sus propios compa-
ñeros!
La cueva Íimeworks era tan sólo una de las varias en Makapansgat
que rindió evidencia de fuego, que no había sido descubierto en ningu-
na otra localidad homínida de Sudáfrica. La asociación de fuego con
este homínido fósil hizo que Dart le diera el nombre de Australopithe-
cus prornetheus. La secuencia aceptada de eventos es que el hombre
de Pekín, un prehumano mucho más posterior y adelantado, había sido
)
el primero en conocer el uso del fuego. Evidentemente, su aparición
en conjunción con un antecesor tan primitivo en Makapansgat consti-
tuyó un asunto de considerable importancia, y examinamos en el Apén-
dice V el descubrimiento de esta evidencia, y las investigaciones que
llevaron a su posterior rechazo como prueba de la existencia de fuego.

215
214
APENDICE V
LA EVIDENCIA DE FUEGO EN MAKAPANSGAT

La primera referencia a este lugar la dio Dart ya en 1925 (121). Los


trabajadores en la cantera Limeworks habían cavado un túnel a 18
metros de profundidad y a través de su sección longitudinal se halló
una capa osífera de más de 1 metro de espesor. Algunos de los hue-
sos tenían un aspecto ennegrecido y carbonizado, y los ensayos llevados
a cabo por los químicos del gobierno revelaron que había carbono
libre. A partir de ello, Dart consideró que la capa de huesos era
«Un basurero de cocina como resultado de la ocupación humana en
una época remota», y sugirió que se debía investigar la cueva con
mayor· atención.
En 1948, en su artículo informando de su descubrimiento del Aus-
tralopithecus prometheus en la localidad de Limeworks (125), mencio-
nó su artículo de 1925 con respecto a la evidencia de fuego en este
lugar, y continuó:
Análisis químicos detallados de los materiales vidriosos y cinéreos y
el examen microscópico de estos fluxes, cenizas y huesos carbonizados
durante los dos últimos años han proveído al doctor V. L. Bosazza
con corroboración amplia ... acerca de la utilización sistemática del
fuego por parte de estos primitivos trogloditas.

Así, en esta etapa se estaban llevando a cabo dos investigaciones


independientes, concordando ambas en que sí se había utilizado fuego.
En 1950, Broom, en su libro Finding the Missing Link (Hallando
el eslabón perdido) (p. 73), se refería a la afirmación de Dart de 1925
y dijo:
No parece que haya examinado la brecha en absoluto, pero halló
en ella algunas partículas negras que probaron ser de carbono. Por
ello, Dart asumió que los huesos fueron recogidos por un tipo de hom-
bre primitivo que sabía cómo hacer fuego.

En la página 74, tratando de los hallazgos de 1948, dice:


... y él cree que sabía cómo hacer fuego. Desafortunadamente, no estoy
de acuerdo con él acerca de que haya evidencias satisfactorias de que
hiciera fuego ...

Broom no da ninguna razón por qué rechaza la inferencia de Dart


acerca del fuego como resultado de los ensayos, ni da tampoco ningu-
na explicación de la presencia del carbono.
Se sugirió que el material vidrioso puede haber sido generado por

217
un fuego espontáneo en un incendio provocado por guano de murcié-
lagc (130), ya que se había hallado evidencia de un suceso así en la
cercana Cueva de los Hogares en el mismo valle. La situación y los es-
tratos en este lugar, no obstante, son tan diferentes a los de la loca-
lidad Limeworks, que es difícil ver la pertinencia de esta evidencia.
Ensayos adicionales (131) indicaron que el ennegrecimiento de mu-
chos de los huesos se debía a óxidos de hierro y de manganeso. Se
hace la sugerencia de que el carbón libre hallado por los anteriores in-
vestigadores se debía posiblemente a las cargas explosivas utilizadas SECCION VIIB
en la cantera, pero es difícil imaginar cómo se hubiera podido obtener
una cantidad suficiente para obtener el resultado positivo que publi- LA GARGANTA DE OLDUVAI
caron.
Incluso si algo del enegrecimiento se debía al manganeso, no po-
dría explicar por qué algunos huesos se hallaban carbonizados e incor- Esta localidad se halla a 160 kilómetros al oeste del monte Kili-
porados en un material cinéreo, que contenía carbón, como Dart lo manjaro (fig. 48), y consiste en una garganta de 100 metros de pro-
describía en 1925. fundidad con forma de V suave, que corta a través de cinco estratos
Dart, escribiendo en su libro Adventures with he Missing Link en principales. Estos estratos son capas horizontales que se numeraron
1959, dijo que se había puesto en tela de juicio hacia arriba del 1 al 5, y que yacen sobre una capa de basalto. La fi-
gura 49 da una sección diagramática y el plano que sitúa la disposi-
si el Australopithecus prometheus jamás utilizó el fuego debido a que ción de los principales hallazgos de fósiles que tiene lugar en las Ca-
hasta ahora no hemos podido repetir el hallazgo de grandes cantida- pas 1 v 2.
des de carbón como las publicadas por químicos en 1925 ... Se han
hallado diminutas trazas de carbón pero no las suficientes como para
ser consideradas como diagnóstico de una presencia regular de fo-
gatas.
Cuando se recuerda que alrededor de la década de 1950 se había SUDAN
agotado la cantera, una explicación posible de la ausencia de grandes ,.,_,.-·-·-·
cantidades de cenizas podría ser que habían sido tiradas en el gran
montón de material rechazado como escorias en la boca de la cueva, .-. -.,.-·-·"· ·,.,
i
que fue la fuente de los posteriores descubrimientos de huesos (132). \ Lake
Presento la postura de que hay buenas evidencias de la existencia \Rudolf
de fuego en el lugar original. Si ello es cierto, constituiría un apoyo UGANDA
! KENYA
1
adicional a _mi postura de que estas localidades son simplemente mon- /
tones de desperdicios tirados por el hombre moderno, en tanto que los 1
cráneos de simios son uno entre tantos restos de animales cazados / MI Kenya
para comida. ~t~
Nairobi
...... •
LOUVAl'·

~~
TANZANIA
"). )·Kiliman¡aro
LAETOLIL-., ~
t!Oo¡
'->_,¡¡i~
'?.,~>·
O miles 200 ,(Ngorongoro
o klm's 300 e rater

FIG. 48. Localidades fosilíferas de Africa Oriental


219
218
la caja cerebral, pero la sección entre ellas se hallaba casi totalmente
ausente. Iba acompañado de los huesos fosilizados de muchos anima-
les, incluyendo cerdos y antílopes, que habían sido rot0s deliberada-
mente para consumir la medula. Se hallaron también numerosas he-
rramientas de piedra, dos huesos de piernas, dientes adicionales y frag-
mentos de cráneo de otro individuo (más tarde denominado H omo
habilis).

Horno habilis. Lugar FLKNNI (145) (fig. SO)

A unos 235 metros del lugar del Zinjanthropus, y a unos 70 cm por


debajo de él, se descubrieron en 1960 algunos fragmentos de cráneo,
algunos dientes, dos clavículas, una buena parte de un pie, seis huesos
de dedos y dos costillas, y más tarde una mandíbula inferior. Con todo
1 8 9 io.,..
mllkl
o o ello se ·hallaba una herramienta de hueso que Leakey consideró ser un
O miles 1 2 3
Hor1:rontcl scalt
' 5 6 «lissoir» para trabajar sobre cuero. Si estaba en lo cierto, esto indica-
ría una cultura muy avanzada para este lugar.
FIG. 49. Los estratos de la garganta del Olduvai. Plano y sección
estratigráfica a lo largo del centro de la garganta

La garganta fue explorada por primera vez en 1913 por el doctor


Reck, que descubrió formas gigantes de animales (¡incluyendo simios!),
y' más importante, un esqueleto humano moderno en la parte superior
de la Capa 2. Este último hallazgo fue examinado críticamente en vista
de la temprana edad asignada a este estrato, y la correspondencia que FIG. 50. Horno habilis (loe. FKNNl) FIG. 51. Hombre <<chelleano»
siguió a ello se considera en el Apéndice VI.
Reck volvió a visitar el lugar en 1931, y con él iba el doctor L. S.
B. Leakey, que continuó explorando este lugar y otros en la área durante Horno habilis. Lugar MNKII (148)
otros treinta años. Fue financiado por el Fondo Wenner-Gren, la Na-
tional Geographic Society, y por Mr. Charles Boise, y como tributo Partes de cráneos, dientes y mandíbulas, pertenecientes a dos adul-
a este último, denominó a su primer descubrimiento con su nombre. tos, hallado en 1963, junto con partes de la bóveda craneana de un in-
En 1932, Leakey descubrió fragmentos de un cráneo humano mo- dividuo más joven.
derno en Kanjera y la parte frontal de una mandíbula inferior en Ka-
nam, que afirmó eran de estratos del Pleistoceno anterior. De nuevo,
una datación tan temprana del Horno sapiens resultó en que quedaran Horno habilis. Lugar FLKII (148)
sometidos a una estrecha investigación, la cual se revisa en el Apén-
dice VII. Se hallaron fragmentos de cráneo y de dientes que habían sido
Los principales descubrimientos de Leakey en la Garganta de Oldu- arrastrados por agua afuera del terreno y que habían sido pisoteados
vai fueron como sigue: por ganado. Se recuperaron unos cuatrocientos fragmentos, que se
utilizaron en su reconstrucción.

Zinjanthropus Boisei. Lugar FLKI (141) (ver interior portada)


Horno habilis. Lúgar MKI ( 147)
Descubierto en 1959 por la señora Leakey, este cráneo se hallaba
muy roto, y consistía de mucha parte del rostro y la mitad trasera de En el nivel más inferior de la Capa 1, se halló parte de una mandí-
bula. No obstante, en el mismo nivel y a algo más de un kilómetro y
220
221
medio, se halló un círculo de piedras apiladas sueltas, que posiblemen- APENDICE VI
te formaban un cortavientos. En tanto que estas piedras se descubrie-
ron en el estrato más inferior, esta construcción, evidentemente, no es EL ESQUELETO HUMANO DE RECK
de esperar como fruto de un antecesor tan simiano.
Basándose en los varios fragmentos de cráneo, etc., de Horno habilis
que habían sido descubiertos, Leakey consideró que constituían un nue- Durante su exploración de la Garganta de Olduvai en 1913, el pro-
vo género (147). Esto inició una acalorada discusión que todavía con- fesor Hans Reck descubrió un esqueleto humano completo en un es-
tinúa, pero que ha quedado oscurecida por los hallazgos en el Lago trato que contenía muchos fósiles de animales extintos. Se dio cuen-
Turkana. (Ver Sección VIIC.) ta del descubrimiento, y queda claro del informe (136) que escribió al
volver a Alemania, que se tomó mucho cuidado en comprobar que no
se trataba de una sepultura intrusiva.
El <<Hombre Chelleano». Lugar LLK (146) (fig. 51)
A. Los estratos en la localidad del esqueleto
Como hemos visto en la sección que trata de los descubrimientos
En 1961 se hallaron fragmentos de un gran cráneo. No era diferen- en Olduvai, los lados de la garganta son básicamente divisibles en cinco
te del Pithecanthropus, pero tenía un parecido considerable al cráneo estratos diferentes. Dice Reck que la capa Ribera Roja (que figuró de
de Steinheim (Neanderthal). De nuevo, el cráneo y los instrumentos forma notable en las discusiones subsiguientes) estaba casi, pero no
«Chelleanos» que se hallaron con él son sorprendentemente avanzados totalmente erosionada sobre la parte superior de la Capa II justo por
para el estrato Villafranchiense temprano en que se descubrieron. encima donde se había hallado el esqueleto. Esta capa era continua
con la profundidad normal sobre el lado contracorriente (oeste) de la
Piedras boleadoras garganta, mientras que río abajo (este) aparecía en todo su grosor 20
Revisando todos estos simios fósiles, quisiéramos comentar acerca metros por debajo al otro lado de una falla (fig. 52).
de un aspecto particular. Tanto en las Capas 1 y II, se hallaron nu-
merosas piedras esféricas, burdamente conformadas en las capas in- B. Fósiles
feriores y esferas casi perfectas en los estratos superiores (149, vol. 3, Reck no da una descripción detallada de ellos pero dice que los fó-
p. 266). Leakey consideraba que era probable que hubieran sido uti- siles en los estratos inferiores eran principalmente de tipo forestal, en
lizadas como boleadoras. Ya hemos considerado, en la sección dedica- tanto que los de los estratos superiores pertenecían a un tipo seco,
da al hombre de Pekín, la habilidad que demandaría la fabricación de estepario, y que aunque eran similares a las formas actuales, había no
este artefacto. Es difícil aceptar este nivel de capacidad en unos an- obstante diferencias marcadas. Como hemos visto (fig. 49), la fecha que
tecesores tan simios, y consideramos que estas piedras boleadoras cons- se da en la actualidad a la parte superior .de la Capa 11 es Pleistoceno
tituyen evidencia adicional de la temprana existencia del hombre. medio.
En Olorgesalie, Leakey halló una cantidad de bolas de piedra ais-
ladas, y por lo menos doce juegos de ellas se hallaban agrupadas en C. La situación del esqueleto
tríos. Es evidente que se trataba de boleadoras, pero se dijo que esta El esqueleto estaba prácticamente completo, yaciendo horizontal-
agrupación era probablemente fortuita (26, p. 186). mente, paralelo con las capas en los estratos en la parte superior de la
Un aspecto sorprendente del principal informe de Leakey acerca de tierra. Había quedado tan fuertemente fijado a los estratos que le ro-
sus descubrimientos (149) lo constituye su rechazo de la exploración deaban que tuvo que ser extraído con ayuda de un martillo, cincel y
geológica, que fue originalmente llevada a cabo por el doctor R. Picke- clavo, exactamente como se extrajeron los fósiles de animales. Las ca-
ring, del Geological Survey de Tanganika. Leakey estaba en desacuer- pas eran todas de la misma dureza en los cuatro costados y eran con-
do con sus conclusiones, y dijo que mucha parte de su informe no se tinuas con las capas en los estratos principales. Este no sería el caso si
ajustaba con los hechos evidentes. Posteriormente, Leakey llamó a un el esqueleto hubiera sido enterrado, porque hubieran mostrado signos
americano, el doctor R. Hay, para que llevara a cabo una exploración de perturbación, pero por el contrario, se hallaron idénticos al material
empezando de cero. Las propias evaluaciones geológicas de Leakey de que rodeaba la Capa II.
sus localidades han sido criticadas por otros (ver Apéndice VI y VII),
y es por ello extraño que rechazara el informe de un experto sumamen-
te cualificado en este campo. Hubiera sido interesante conocer sus ra-
zones con detalle.
223
222
a) El esqueleto provenía de ]a Capa. II y no de ]a Capa IV, como
D. Explicaciones alternativas Leakey había sugerido originalmente.
b) Las capas III y IV yacen concordantemente sobre la Capa II.
l. Reck considera varias posibilidades, siendo una de ellas la impo- e) El esqueleto era de Romo sapiens, que vivió durante el período
sibilidad de que el esqueleto hubiera sido enterrado desde el nivel Kamasiense Superior. (Esto le asignaría la fecha del período Gla-
actual de la cima de la garganta, ya que ello hubiera exigido una cial Mindel, aproximadamente contemporáneo con el hombre de
excavación de 3 a 4 metros. Como señala él, la erosión está conti- Java y el de Pekín.)
nuamente haciendo que el borde de la garganta retroceda, y en tiem-
pos pasados hubiera estado varios metros más adentro de la gar- La crítica
ganta. Como puede imaginarse, esto suscitó un intercambio de correspon-
dencia en Nature, lo que culminó en una carta final en 1933. Sería cosa
Otras explicaciones de la situación del esqueleto eran: demasiado tediosa dar un sumario de cada tema suscitado en las siete
2. Que había llegado a ocupar aquel lugar debido a un hundimiento o más cartas que aparecieron en ]as columnas de Nature, pero doy
de rocas que se hallaban a un nivel superior, juntamente con algu- referencias más abajo, juntamente con un sumario de los puntos prin-
nas zonas de la garganta. cipales que deseo comentár.
3. Que había llegado a ocupar aquel lugar debido al «fluir» de este
estrato cuando era blando. 1932 (27 de febrero) Forster Cooper y Watson

No obstante, al examinar los estratos, halló evidencias que elimina- ¿Acaso el descubrimiento de un esqueleto completo no indica una
ban estas posibles explicaciones. La conclusión final del Reck es que sepultura intrusiva?
tanto el esqueleto como el estrato fueron depositados simultáneamente
en algún momento en el pasado remoto. 1932 (14 de mayo) Leakey
El profesor Reck volvió a Alemania, llevando consigo la mayor par-
te del esqueleto, el cráneo, consigo mismo en su equipaje personal, si- Afirma él que la Capa III, que era de un color rojo brillante, quedó
guiéndole el resto en baúles. El interés que el descubrimiento generó depositada después de que el esqueleto hubiera quedado incorporado
fue considerable, y el Illustrated London News del 4 de abril de 1914 en la Capa II, que era amarilla, y que cualquier mezcla de estos dos di-
publicó un artículo con varias ilustraciones. ferentes terrenos, si el esqueleto huebira sido enterrado, sería visible
de inmediato. Dice Leakey que él había visto el esqueleto en Munich,
El interés de Leakey mientras se hallaba todavía incorporado en la matriz y que no pudo
Louis Leakey se interesó mucho por el fósil y visitó Alemania en detectar ninguna mezcla ni perturbación.
tres ocasiones para observarlo y hablar con Reck. Al volver de una de
sus visitas escribió en Nature (31 de marzo de 1928, v. 121, p. 499) que 1932 ( 18 de junio) Forster Cooper y Watson
Reck había .dicho que el esqueleto había estado cubierto por 3 metros
de estratos aluviales intocados, y que no se había hallado ni trazas Señalan que cualquier piedra roja de la Capa III roja, que puede
siquiera de una tumba poco honda. Leakey, no obstante, tenía sus du- haberse hallado incluida en el material retornado alrededor del cuerpo
das de si era tan antigua como Reck afirmaba. pueden haber perdido su color ya por los métodos normales de ban-
Debido a la Primera Guerra Mundial, Reck no pudo volver a visitar deado y endurecimiento, utilizados para extraer el esqueleto, o debido
el lugar, pero cuando Leakey estaba disponiendo la exploración de la al contacto con un cuerpo en descomposición. (Con respecto a esta úl-
garganta en 1931, invitó a Reck que fuera con él. Acompañándole en tima posibilidad, uno no puede dejar de señalar que se sugiere en su
la exploración estaban A. T. Hopwood, Donald Maclnnes y un geólogo carta muy provisionalmente, y por primera vez, porque dicen: «Es
de St. Johns: E. V. (Bunny) Fuchs, que iba a ser más tarde el famoso bien concebible que su color pudiera alterarse materialmente al estar
Sir Vivian Fuchs. Cuando volvieron a visitar el lugar exacto en el que en contacto con un cuerpo en descomposición.» La segunda referencia
Reck había descubierto el esqueleto, Leakey y Hopwood se quedaron afirma con mayor confianza: ¡« ... y como ya hemos señalado, la mera
totalmente convencidos por la evidencia de Reck y escribieron una car- proximidad a un gran cuerpo en descomposición altera a menudo el
ta a Nature (24 de octubre de 1931, vol. 128, p. 724). En ésta confirma- carácter de una matriz»!)
ban que después de un examen muy cuidadoso de toda la evidencia de
campo, se consideraba que:

224 225
1932 (15 de octubre) réplica de Leakey (escrita el 14 de agosto gramas acompañan al artículo, cuyos detalles principales se dan en la
en el Campamento Olduvai) figura 52. No estaba dibujado a escala en el artículo de Hopwood,
pero por otros informes el esqueleto parece haber estado enterrado en
La medición de la tierra alrededor de los postes de la barraca eri- las principales capas amarillas de la Capa II, y no en los yacimientos
gida por Reck en 1913 indicaban que el lugar había sido erosionado ligeramente rojizos de aquel estrato. Hopwood (y es de presumir que
15 cm entre entonces y 1931. Pero la vertiente del acantilado había re- también Leakey) es muy preciso en que las piedras rojas de la Capa III
trocedido entre 45 y 60 cm desde 1913. se distinguen muy rápidamente de las capas rojizas superiores de la
Capa 11.
1932 (agosto)
Hopwood escribió un artículo en Man (artículo 226, p. 192-195) apo- East
yando intensamente la postura de Reck de que el esqueleto no era in-
trusivo. Dice: Fault

El examen de la localidad en 1931 confirmó la observación de que la RQddish uppor


capa en la que había yacido el esqueleto era indudablemente la Capa levols of-
II. En aquel punto el acantilado exhibe todo el grosor de la Capa I Bod Il
seguida por la Capa II, que es rojiza en la parte superior. Sobre la
parte superior roja de la Capa II yace una estrecha banda, de unos
pocos centímetros de grosor solamente, de un material de color rojo FIG. 52. Geología de la localidad del esqueleto de Reck
brillante, el residuo de la Capa III. Este material queda claramente (A) Sección a lo largo (B) Estratos en la localidad
diferenciado de la parte superior de la Capa II, y forma una capa de la garganta del esqueleto (no a escala)
continua de conglomerado. Va sucedido por una capa más blanda, aun- del Olduvai
que es todavía dura, la Capa V, de un material parecido al Loess, aquí
compactado localmente, y por debajo del suelo de la llanura. No se 1932 ( 13 de agosto)
halló evidencia directa que sea pertinente a la cuestión de una se-
pultura intrusiva; porque la misma habría quedado destruida en la Llegamos ahora a una carta muy importante del profesor P. G. H.
exhumación original, y se tiene que buscar ahora en las descripcio-
nes originales del profesor Reck. Ya que parece haber un cierto peli- Boswell del Imperial College, Londres, que iba a figurar muy notable-
gro de que se pasen por alto las afirmaciones del doctor Reck, se mente más tarde en el rechazo de la mandíbula humana Kanam, que
reproducen a continuación los extractos pertinentes. había sido hallada también en estratos anteriores (Apéndice VII).
Había recibido del profesor Mollison de Munich una muestra del
Da a continuación unas citas bastante extensas en el alemán ori- material de alrededor del esqueleto, y él, Hopwood y el doctor Solomon
ginal del artículo de Reck de 1914, de un artículo de 1926, y un artículo la habían analizado. Hallaron que contenía:
inédito. •
Concluye Hopwood: «Queda evidente que el profesor Reck, cuando a) Piedrecitas rojas de tamaíio de guisantes como las de la Capa III.
halló el esqueleto, creyó que era posible que se tratase de un enterra- b) Fragmentos de limolita como el material procedente de la Capa V.
miento intrusivo, que tuvo el cuidado de buscar evidencia de ello, y e) Una relativa abundancia de un material no hallado en las Capas II
que no la halló.» Hopwood rechaza la posibilidad de que piedras de o III pero presente en la Capa IV.
la Capa III hubieran quedado decoloradas por la descomposición del El hecho de que la muestra contuviera piedras de rojo brillante del
cuerpo, y demuestra que el esqueleto no fue enterrado por ninguna de tamaño de un guisante, que serían fácilmente visibles a ojo desnudo,
las tribus Masai locales. Da una evidencia impresionante de la dureza es cosa muy inesperada. Reck estaba inamovible en la postura de que
de los estratos yaciendo por encima del esqueleto, relatando cómo sus el esqueleto estaba rodeado de material puro de la Capa II, y Leakey
auxiliares nativos, trabajando dos días con pesadas alzaprimas, no pu- había realmente inspeccionado la matriz mientras que estaba todavía
dieron cavar un agujero de sólo 60 centímetros de lado por 90 centí- adherida al esqueleto, y no pudo detectar ninguna mezcla. Evidente-
metros de profundidad. mente, se tiene que considerar la posibilidad de que la muestra de
Repite la evidencia de Leakey con respecto a la velocidad de ero- Mollison se hubiera mezclado accidentalmente con otros materiales,
sión v estima que podría llegar a ser de 3 metros por siglo. Dos día- o alguna explicación similar.

226 227
Uno se pregunta si este pensamiento se le ocurrió a Boswell, por- damente de las muestras de la matriz del esqueleto que fueron su-
que él afirma específicamente que estaba «seguro» acerca de la mues- ministradas por el profesor Mollison de Munich».
tra, diciendo: « ... El profesor Reck, bajo petición del señor Hopwood, d) Al considerar todos los datos, << ... parece muy probable que el es-
persuadió al profesor Th. Mollison, de Munich, que nos enviara una queleto era una intrusión en la Capa Il ... », y que tuvo lugar justo
muestra del material que, él nos asegura, formaba parte del material antes de la deposición del principal grosor de la Capa V.
en el que había estado incorporado el esqueleto de Oldoway.» ¿Acaso
su preocupación fue provocada por el pensamiento de que la muestra Así, sobre la base de ensayos de laboratorio sobre materiales del
no era típica, o por preocupación de que otros llegaran a la misma <<barrido» por encima del sitio, y sobre la muestra del profesor Molli-
conclusión? Desafortunadamente, no está claro si la frase que cita fue son (ambos, de pasada, efectuados veinte años después del descubri-
pronunciada por Reck o por Mollison, ya que <<él>> podría referirse a miento del esqueleto), la evidencia anterior de la inspección del es-
cualquiera de los dos. queleto original, y la detallada descripción de la naturaleza intocada
Cale registra (p. 93) que Leakey hizo aún otra visita a Munich en de los estratos alrededor del esqueleto, se echan totalmente a un lado.
1934, donde Mollison había examinado el esqueleto bajo luz ultravio- Encuentro que esta última carta es muy insatisfactoria y no puedo
leta para determinar el contenido orgánico. Había descubierto que ofrecer ninguna explicación adecuada del acuerdo de Leakey y de Reck
los resultados diferían de los obtenidos de fósiles de animales proce- a su contenido, porque contradice llanamente todo lo que habían man-
dentes también de la Capa II, lo que indicaba diferentes épocas de tenido de una manera coherente hasta aquel entonces. Uno se queda
enterramiento. Estos ensayos parecen haber convencido a Leakey de conjeturando si es que se facilitaron otras evidencias y si tuvieron lu-
que estaba equivocado, pero en un artículo en 1974 (153), Protsch re- gar discusiones que quedaron sin registrarse, y que tuvieron como re-
chaza estos ensayos, diciendo que <<más tarde demostraron ser invá- sultado que Reck y Leakey asintieran a firmar esta carta.
lidos», y menciona también que Mollison había hallado que el conte-
nido orgánico del esqueleto era idéntico a los de los restos animales. No El informe de Protsch
obstante, Cale dice que eran diferentes. Para finalizar esta sección, Protsch emitió otro informe acerca del
Estos engañosos ensayos pueden haber tenido éxito también en con- esqueleto en 1974 (153). Efectuó algunos ensayos de datación sobre los
vencer a Reck de que estaba también equivocado en su opinión acerca fósiles, pero solamente se pudo encontrar el cráneo en Munich, ¡por-
del fósil, porque tanto Leakey como Reck, juntamente con Boswell, que había desaparecido todo el resto del esqueleto! Comenta Protsch:
Hopwod y Solomon firmaron una carta final de acuerdo con respecto
al descubrimiento, que apareció en Nature en: La utilización por Mollison de fluorescencia ultravioleta para estimar
el contenido orgánico fue uno de los primeros intentos para obtener
una idea de la edad relativa sobre huesos, pero más tarde se demos-
1933 (18 de marzo) tró que el método no tenía validez. Obtuvo resultados idénticos del
contenido orgánico del homínido y de la fauna de la Capa //, pero
Esta carta, lejos de clarificar toda la situación, parece solo empeo- de hecho ambos se halla11 muy separados en el tiempo.
rar y confundir aún más el asunto. Leakey había traído muchas mues-
tras de los estratos de Olduvai, que habían sido analizados por Bos- Protsch da a continuación los resultados de los ensayos de C14 que
well y Sololnon, y los resultados de sus exámenes y sus conclusiones asignan al <<homínido» la antigüedad de 16.920 años. Ya he comentado
fueron firmados por todos los cinco expertos que he mencionado. acerca de la dificultad de obtener una edad confiable de C14 a partir
La carta es muy difícil de seguir, porque se hacen algunas afirma- de huesos fosilizados, en la Sección III, en tanto que tiene que añadirse
ciones que parecen contradictorias con mucho de lo que había suce- una duda extra con respecto a estos resultados, ya que sólo se pudo
dido antes. Por ello sumarizaré solamente unos cuantos puntos que llenar el 32 % del contador utilizado en el ensayo, puesto que sola-
se tocan en la carta y que son especialmente pertinentes a esta sec- mente había 224 g de hueso disponible.
ción, como sigue: Además, un pie de página dice:
Se efectuaron varios otros ensayos de radiocarbono, obteniéndose
a) Las Capas II y III presentan una constitución mineral muy simi- otras tantas dataciones, pero podrian hallarse contaminadas por radio-
lar, quedando ambas bien distinguidas de las Capas IV y V. carbono reciente o fósil, ya que estas muestras eran mayormente de
b) La delgada capa roja cercana al sitio del esqueleto es un material calcreta o de conchas de agua dulce.
de <<barrido» que contiene minerales de las Capas IV y V.
e) Las muestras coleccionadas de la Capa II <<difieren muy marca-

228 229
No se da información alguna de qué criterios se utilizaron para de- APENDICE VIl
terminar si un resultado de la datación era aceptable o no.
En este informe (en el que se relega el esqueleto humano al status LA MANDIBULA DE KANAM
de «homínido»), Protsch admite que «toda la evidencia señala a la po-
sición original del esqueleto en el estrato en que se halló». No obstan-
te, en base de su ensayo, afirma que la sepultura tuvo lugar no antes El descubrimiento de Leakey de la mandíbula tipo Hamo sapiens
de que se depositara la Capa V, como concluía la carta de 1935, sino de Kanam (fig. 53) y los fragmentos de cráneos de Kan jera en estratos
desde el centro de esta capa. tan antiguos fue lo suficientemente importante para convocar la reu-
nión de un comité de veintisiete expertos, que examinaron la evidencia
Conclusión desde varios ángulos, publicándose los resultados en 1933 (136). El co-
La evidencia original de Reck mostrando que el esqueleto era con- mité asintió mayormente a la datación temprana de estos fósiles hu-
temporáneo con la Capa II es mucho más convincente que los dudo- manos (identificando a la mandíbula con la Capa I y los fragmentos de
sos ensayos que se aceptan como mostrando que es intrusivo. Man- cráneo con la parte superior de la Capa II de los estratos de Olduvai),
tengo que éste es otro fósil que demuestra que el Horno sapiens1 exis- y felicitó a Leakey por sus descubrimientos. Esta datación del Pleis-
tía en las edades primeras, y considero que la forma insatisfactoria en toceno medio para los fragmentos de cráneo los haría contemporá-
que este esqueleto fue puesto a un lado suscita más cuestiones que las neos .del hombre de Swanscombe, pero la mandíbula provenía de la
que pretende responder. capa del Pleistoceno inferior, y fue por ello el centro de la mayor parte
de la correspondencia subsiguiente. El comité señaló el grosor excep-
cional de la mandíbula, y la conformación de las zonas alrededor del
mentón, pero no pudo ver ningún detalle que fuera incompatible con
H omo sapiens.

FIG. 53. La mandíbula Kanam

Sir Arthur Keith (que no pudo asistir a este comité) dijo en una
revisión de 1935 del libro de Leakey, The Stone Age Races of Kenya
(Las razas de la edad de piedra en Kenia) (138), que la parte tra-
sera del mentón presentaba un extraño tumor óseo, que se había ex-
tendido y oscurecido las características normales en esta área, pero
que, a pesar de todo, el fósil era ciertamente una mandíbula humana
como la que se halla a menudo en humanos primitivos existentes en la
actualidad.
El profesor Boswell, miembro de este comité, visitó el lugar en
1935 encargado por la Royal Society, y su carta a Nature (137) fue muy
crítica de Leakey, pues dijo:

230 231
a) No se podían hallar las localidades exactas y no habían sido mar- caron las otras partes, pero no se pudo hallar nada más. Se ha llegado
cadas ni señaladas sobre el mapa. a afirmar que, puesto que no fue visto in situ por un científico, su si-
b) Leakey había facilitado una fotografía incorrecta de un sector tuación exacta tiene que ponerse en tela de juicio, ya que puede haber
diferente en su evidencia al comité. sido arrastrado por agua a la posición que ocupaba. Este juicio pare-
e) Las capas arcillosas habían sufrido frecuentemente muchas pertur- ce más bien duro, y si hubiera de aplicarse a todos los fósiles acepta-
baciones debido a hundimientos y que por ello la datación de estos dos, muchos de ellos caerían víctimas de este criterio, incluyendo cada
huesos era dudosa. uno de los descubiertos por los buscadores nativos bajo Van Koe-
d) Si el comité hubiera conocido estos hechos, es probable que hubie- nigswald.
ran emitido un informe diferente. Con posteriores descubrimientos en Africa del Este del hombre pri-
mitivo en estratos antiguos, se le preguntó al profesor Oakley si se
Leakey se puso furioso, pero su larga réplica no fue aceptada por debía reconsiderar la mandíbula de Kanam. En su carta a Nature en
Nature. Una carta más breve apareció más tarde (139) y en ella Leakey 1960 (141) acerca de este tema, mencionó que Tobías había reexaminado
decía que él había mostrado a Boswell el lugar preciso, y que debido la mandíbula (su carta seguía a la de Oakley), y que Sir Arthur Keith
a que su propia máquina de fotografiar no funcionaba, había utilizado había cambiado su postura en 1948 porque entonces afirmó que los
una fotografía tomada por un colega. Esta se facilitó solamente para dientes pequeños del frente de la mandíbula de Kanam indicaban una
dar una idea muy general del área al comité y no se utilizó como evi- relación con los fósiles de Dart (Australopitecos) en lugar de con el
dencia. También Cale menciona (p. 101) que Leakey había marcado hombre. Lo evidente es que el hecho de que los fósiles de Dart tuvieran
el lugar con postes de hierro, como Boswell bien sabía, pero que éstos dientes frontales pequeños no hace que la mandíbula de Kanam sea
habían sido robados por los nativos. menos humana, y Keith parece haber pasado por alto el hecho de que
(Boswell había dicho también que los depósitos, que se afirmaba no poseían mentón.
eran de arcilla, eran en realidad de un aglomerado volcánico, ¡lo que Tobías, en su carta, dijo que el «mentón» era solamente una reac-
ciertamente hacía creer que Leakey era tan incompetente que no podía ción ósea a una lesión patológica, y que por ello el fósil puede situarse
distinguir entre ellos! Leakey protestó y Boswell estuvo de acuerdo en en algún punto entre el Atlanthropus y el hombre, pero que podría ser
que esta afirmación se refería solamente a los estratos que aparecían neanderthaloide. Como hemos visto, esta característica peculiar del tu-
en la fotografía incorrecta.) mor había sido observada por el comité de 1933 y por Sir Arthur Keith,
A pesar de la réplica de Leakey, parece que esta sola carta de Bos- y a pesar de todo, todos estos caballeros eminentes y sumamente cali-
well, totalmente carente de ninguna evidencia, fue suficiente para que ficados la habían aceptado como plenamente humana. Incluso si se
estos fósiles humanos fueran ignorados en subsiguientes publicaciones aceptara que era Neanderthal (que, como hemos visto, es un tipo abe-
durante muchos años. Bouley Vallois, en Fossil Man (p. 443), admiten rrante del Hamo sapiens), una fecha de Pleistoceno inferior sería aún
que la mandíbula era totalmente humana, pero aceptan la carta de demasiado temprana para tales tipos.
Boswell de forma incondicional y acrítica, y no hacen mención alguna Tobías sometió la mandíbula a ensayos radiométricos (20, p. 180).
de la réplica de Leakey. Los iones de uranio, como la fluorina, pueden ser absorbidos gradual-
La muy dañina afirmación de Boswell de que los hundimientos de mente por el hueso a lo largo de un período de tiempo. Los ensayos
la arcilla arrojaban dudas sobre la datación de la mandíbula está evi- sobre la mandíbula dieron resultados de 4-12 partes por millón. (Se
dentemente totalmente injustificada. La área sí presenta fisuras, pero debiera de señalar, de pasada, un sorprendente margen de variación
la mandíbula fue hallada en una masa de material de capa cementado de 3:1 dentro del mismo fósil.) No obstante, los ensayos sobre otros
(19, p. 48). Leakey se refirió a la ausencia de pruebas en las afirmacio- once fósiles de las capas de Kanam dieron un margen mucho más ele-
nes de Boswell en la edición de 1953 de su libro Adam's Ancestors (Los vado de 60 a 214 p.p.m., sugiriendo una mayor edad, pero no se da la
antepasados de Adán (p. 202), y dio la culpa a la dominancia de los distancia de la posición de estos fósiles en relación con la mandíbula.
fósiles de Piltdown (que Boswell defendió intensamente) de la inacep- En este artículo, Tobías cita de un informe no publicado, escrito por
tabilidad de la evidencia de la temprana existencia del hombre (22, Oakley (que ya hemos dado en la sección acerca del esqueleto de Galley
p. 145).
Un aspecto de la mandíbula que recibió adicionales críticas fue la Hill). Admite allí que «la distribución de iones de uranilo en aguas fr..:á-
manera en que fue descubierta. Uno de los nativos más experimentados ticas, como la de los iones de flúor, se halla sujeta a una considerable
y dignos de confianza de Leakey extrajo un montón de conglomerado, variación de lugar en lugar». Se propone que estos ensayos de fluorina
en el que se descubrió la mandíbula. Leakey fue llamado al lugar y bus- y de iones de uranilo, que descansan en factores que se reconoce que
233
232
son tan variables, como hemos señalado en otras partes de este libro,
resultan así prácticamente inútiles.
Aunque Leakey hubiera debido tomar más cuidado en su presen-
tación de sus hallazgos al comité de Cambridge, el ataque de Boswell
parece haber sido innecesariamente mordiente y algo injustificado, y
perjudicó considerablemente la carrera de Leakey. Irónicamente, Bos-
well, a su vez, fue también presentado como incompetente. Dice Cole
(p. 103) que uno de sus artículos fue criticado con tanta severidad que
dimitió de su puesto de profesor y que nunca se recuperó de una
depresión nerviosa. SECCION VIIC
He dado este relato de la mandíbula de Kanam como una indica-
ción adicional del crítico examen y del rechazo que espera a estos tem- RODOLFO ORIENTAL
pranos fósiles de Horno sapiens. La carta de Boswell en 1935, carente
de cualquier tipo de evidencia, proveyó la suficiente excusa para lanzar
este fósil al limbo del olvido, donde parece destinada a permanecer. Los descubrimientos, sumamente propagandizados, en esta área han
sido efectuados por Richard Leakey, el hijo de L. S. B. Leakey. Aunque
nunca ha asistido a la Universidad ni ha tenido instrucción académica,
heredó la posición que tenía su padre de director del Museo Nacional
de Kenia a la temprana edad de veintitrés años, y ahora tiene el con-
trol de todas las excavaciones en Kenia (151).
Como líder del contingente de Kenia en la gran expedición interna-
cional de Omo en 1967, Richard Leakey consideró que no se le reco-
nocerían los hallazgos que hiciera él, y objetó a «entregar las cosas
buenas a los doctores», como lo expresó él. Por ello dejó la expedición
para investigar por el Lago Rodolfo por cuenta propia. En una entre-
vista dijo: «Sin títulos, se trataba o bien de pasarme años estudiando
en universidades o bien poner el cuello y echar la suerte a estos depó-
sitos lacustres.»
Alquilando un helicóptero del contingente americano de la Expedi-
ción Omo, aterrizó cerca del Lago Rodolfo (ahora llamado Lago Tur-
kana). No había andado más de 50 metros cuando vio lo que consi-
deró una sencilla herramienta de piedra, y cerca de ella una mandíbula
fosilizada de cerdo. Los expertos geólogos habían dicho que aquella
área estaba constituida de cenizas volcánicas. Pero Leakey halló depó-
sitos sedimentarios que eran un museo de huesos fosilizados, entre los
que «esperaba tener suerte y encontrar algo importante».
Habiendo hallado su campo fosilífero potencial, precisaba ahora
de una cantidad considerable de dinero para explorarlo. Cole da un
relato revelador de cómo se aproximó Leakey a la National Geographic
Society, y de la reacción de ellos. Dice ella que acompañó a su padre
a una reunión con la Junta de Directores. A su debido tiempo hablaron
con el mismo Richard.
Al final el doctor Grosvenor le preguntó si tenía algo que decir. «Sí
-dijo Richard-. No quiero ir a Omo en absoluto. Me gustaría tener
dinero para trabajar en mi propia área en Rodolfo Oriental.» Hubo un
silencio atónito ... El comité de investigación se volvió para recon-
234 235
Meave, que posee un Doctorado en Zoología y especialización en hue-
siderar su veredicto y lo halló en favor de Richard. «Puede tener el sos. Al cabo de seis semanas se había reconstruido lo suficiente como
dinero -le dijo el doctor Grosvenor-, pero si no halla nada no nos para confirmar «la enorme importancia de los hallazgos». Siguió una
venga nunca más pidiendo limosna a nuestra puerta» (p. 296). publicidad a nivel mundial del cráneo KNMER 1470; siendo el número
el de su registro en el Kenya National Museum, East Rudolf (fig. 54).
Con un mandato así, la presión impuesta sobre el joven Leakey, a La capacidad del cráneo se midió sobre la reconstrucción como de
la sazón de veintitrés años de edad, para que hallara algo, lo que fuera, 800 ce, mucho mayor que la de la mayor parte de los cráneos de hom-
que pudiera «Valer una noticia», sería enorme. ¿Qué posibilidad había bres-simios descubiertos en Africa. Aun más importante, una toba vol-
de que se examinaran los fósiles en una atmósfera fría, científica, para cánica a unos 36 metros por encima del cráneo fue datada por Potasio-
determinar su naturaleza precisa, si la misma existencia de la expedi- Argón en 2,6 millones de años De esto, se estimó la edad del estrato
ción dependía de que se hallara alguna evidencia «asombrosa?» Estas en el que se había hallado el cráneo en 2,9 millones de años (fig. SS). La
presiones dan un mayor filo a la cita de Richard cuando se refiere a combinación de un cráneo grande en un estrato muy antiguo demos-
« ... la tradición de los Leakey, de que se busca y se vuelve a buscar
traba, según se dijo, que se trataba del homínido más avanzado jamás
hasta que se halla aquello que uno sabe que está allá» (152, p. 106). descubierto. Esto desencadenó una publicidad de alcance mundial.
La motivación es extremadamente importante, y esto se tiene que Como es de rigor en estas ocasiones, apareció un cúmulo de ilustracio-
mantener en mente cuando se consideran los varios fósiles descubiertos nes en varias publicaciones, exhibiendo «cómo eran nuestros antepa-
y la considerable publicidad que engendraron. sados», y se reproducen algunas de éstas en la figura 56.
Teniendo ahora el sustancioso apoyo de la National Geographic So-
ciety, volvió en 1968, acompañado de varios científicos calificados, y
estableció un campamento en Koobi Fora, en la ribera oriental del
Lago Rodolfo (fig. 48). Poco fue lo que se halló aquel año. Pero al año
siguiente, mientras andaba por un lecho seco de un río, Richard y
su esposa vieron un cráneo abovedado gris sobresaliendo sobre el te-
rreno. Resultó ser un cráneo bastante completo de un Australopiteco,
y la publicidad resultante dirigió un interés considerable a los descu-
brimientos de este joven. Tal fue su exaltación a la fama que muchos
sintieron que tiene que haber heredado una medida plena de parte
)-..:::;-/~
de su padre de lo que se ha venido en llamar «la suerte de los Leakey». 1
\ll
El tamaño del equipo creció hasta setenta personas, que se queda- Posilion of maxilla in~ - -
ban por períodos variables. Richard mismo, que dejaba ahora mucha 'preliminary full reconstruction' ··,.. .. ~)
----11-\l, ... !J ~
de la investigación a sus ayudantes nativos, iba y venía en su avión
desde Nairobi a intervalos regulares. Un miembro del numeroso equi- FIG. 54. El hombre «1470»
po en el campamento base era un artista que estaba disponible para
hacer reconstrucciones gráficas de cualquier fragmento fósil que se (.Qué es el cráneo 1470? ¿Y qué exactitud tiene su datación? Mi con-
descubriera .• vicción es que el cráneo es totalmente humano y que hay muchas dis-
crepancias por lo que a las dataciones se refiere. Se trata de dos cosas
distintas, y serán consideradas por separado.
El hombre 1470

En el curso de la investigación, se descubrieron numerosas herra- l. El cráneo 1470 humano


mientas de piedra y 40 especímenes de Australopitecos. Entonces, en
agosto de 1972, uno de los ayudante nativos descubrió fragmentos de Hay una cantidad de indicaciones de que el fósil es simplemente un
huesos que eran arrastrados por agua desde el borde de una gargan- pequeño cráneo humano, tales como:
ta. Se contactó a Richard y de inmediato despegó para aquel sitio en su
avión Cessna, volviendo con una bolsa llena de fragmentos. Incluso (a) Los FÉMURES HUMANOS
antes de la reconstrucción de ellos, estaba << ••• ya convencido de que En los reportajes originales acerca del descubrimiento (153) se re-
eran de una importancia extraordinaria». lacionan una cantidad de características que indican su «condición hu-
La reconstrucción de los huesos fue llevada a cabo por su esposa,
237
236
fémures completos, una parte de un tercer fémur y fragmentos de tibia
y de fíbula. Se hallaron por encima del nivel del cráneo, pero todavía
por debajo de la capa que fue datada en 2,6 millones de años. Dice
BBS Tuff F que comparten muchas características de un fémur moderno de Horno
sapiens, y en realidad admite que:
Horno er ectus ~
Mtrs. Los elementos postcraneanos no pueden distinguirse fácilmente del
-o H. sapiens si se considera el campo de variación conocido de esta es-
pecie.
159 o -10 En su relato en el National Geographic Magazine (154), Lea!;:ey dijo
Left que no podía estar seguro de si los fémures pertenecían al hombre 1470.
Pero el pie de uno de los dibujos de ellos en el mismo artículo afirma
Pelv1·s ---{? l -20 que Leakey creía que el fémur pertenecía a la misma especie que el
3732 -rtProx.
Skull 1
Femu~ -30
hombre 1470. A falta de otra cosa, aquí tenemos asociados un cráneo
de apariencia muy humana y un fémur perfectamente humano. No obs-
~ Rt. Fémur tante,-Leakey rehúsa cautamente clasificar el·cráneo, llamándolo «Horno
sp. indet.» (Horno species indeterminate).
1470 skutl ~
Tulu Bor Tuff F- 40 (b) LA BOCA
Una característica de los simios es la proyección de la boca delan-
te de la cara (prognatismo ), en tanto que en el hombre se halla casi
FIG. SS. Los descubrimientos del Lago Rodolfo. verticalmente debajo (ortognatismo). Este ángulo es incierto en el1470,
Plano de la localidad y sección estratigráfica porque el informe dice:
La cara está menos completa y, aunque hay buenos contactos unien-
do los maxilares mediante la cala a la bóveda del cráneo, todavía fal-
tan muchos fragmentos. La orientación de la cara es algo incierta de-
bido a la distorsión de la base frontal debido a varias grietas pequeñas
y rellenas de la matriz rocosa (153).

Leakey le mostró el cráneo al autor, Hammond Innes, y éste in-


forma:
Tan sólo el frente de la cara no está unido. Richard se inclinó sos-
teniendo la sección nasal ante el cráneo, primero casi derecha, des-
pués inclinándola. <<Si la pegáramos al cráneo, habrían discusiones
interminables.» Sonrió, con un entusiasmo juvenil brillando en su
rostro. «Más tarde o más temprano hallaremos otra calavera que nos
a) Sunday Times dé el ángulo -demostrándose, espero yo, que es ortognático (como
b) National e) Observer en el hombre), no prognático como en el Australopiteco» (151).
12 nov., 1977 Geographic 12 nov., 1977
Magazine
Evidentemente, la parte frontal hubiera podido ser fijada en un
FIG. 56. Algunas impresiones de artistas del hombre 1470 ángulo que hubiera hecho que el cráneo se viera muy humano. No obs-
tante, Leakey se detiene en este punto. En la fig. 54, copiado del in-
mana», como, por ejemplo, pequeñas arcadas superciliares, ausencia forme de Leakey, se muestra la boca en una posición bastante progná-
de cresta, cráneo abovedado, etc. tica. Es verdaderamente desfortunado que de los varios cientos de
En este mismo artículo, Leakey informa del descubrimiento de dos fragmentos descubiertos, ninguno de ellos pueden determinar este im-

238 239

l
portante ángulo. No obstante, se considerarán más tarde algunos de (e) ¿ ÜTRAS CALAVERAS HU MANAS?
los problemas suscitados por las dos reconstrucciones de Leakey. Leakey halló otros dos cráneos que dijo eran similares al 1470. De-
(e) LA NARIZ bido a que se dan tan pocos detalles de estos cráneos en los reporta-
jes que hace en Nature, es difícil decir si éstos son humanos o no. No
La cara que el artista de Leakey, J. H. Matternes, dibujó sobre la obstante, daré los detalles que puedan ser pertinentes, particularmen-
reconstrucción del cráneo es una cara perfectamente normal de mu- te debido a que se hallaron por debajo de la toba KBS (como el 1470).
jer (fig. 56), excepto por la nariz, que es ancha y similar a la de un El primero fue el n.o 1590, hallado en 1973 (156). Se señaló que
gorila. Dice Leakey que la
aunque el cráneo era inmaduro, la capacidad craneana era tan gran-
estrecha apertura nasal del cráneo original y la ausencia de apoyo de como la del 1470. Aunque no da indicación de la edad de su due-
óseo debajo de los orificios nasales pudieran ser indicativos de una ño, es posible que su capacidad madura hubiera sido mayor que la
nariz más bien similar a la del gorila. Esta característica es quizá la del 1470, y por ello de mayor interés aún. En varias ocasiones en su
menos humana de una fisonomía que exhibe una intrigante mezcla reportaje, Leakey aúna estos dos cráneos cuando los compara con
de lo primitivo y de lo avanzado (154). otros cráneos. Informa de que los huesos parietales del cráneo «sugie-
ren que el cráneo era ancho con una cresta sagital». Si tenía una cresta
Leakey está equivocado aquí. La apertura nasal de los gorilas es sagital, ello indicaría, ciertamente que se trataba del cráneo de un si-
ancha. Pero en el1470 es relativamente estrecha, como en los humanos, mio. No obstante, y en otro artículo (157) da solamente una descrip-
y por ello contradice la evidencia. No obstante, el lector medio del ción metódica de los fragmentos craneanos, y no hay mención de que
National Geographic Magazine no se dará cuenta, probablemente, de posea una cresta.
esto. El segundo cráneo (n.o 3732) fue hallado en agosto de 1975. En
Además, su afirmación con respecto a la « ... ausencia de apoyo óseo marzo de 1976 dijo que era una copia casi idéntica del 1470. En su
bajo los orificios nasales ... » es más bien engañosa. Se está refiriendo reportaje en Nature en junio de 1976 (158), admite que es «notable-
a la espina nasal anterior que es un pequeño punto óseo que se pro- mente similar» al 1470, y que fue hallado en el mismo estrato. Este
yecta hacia adelante para apoyar la base de la nariz. En la reconstruc- informe acerca de un cráneo similar al 1470 es notable, porque sola-
ción del cráneo, no se trata de que el hueso en esta área no muestre mente se refiere a él en unas pocas líneas, y no da ninguna fotografía
ninguna señal de proyección hacia adelante, sino de que esta pieza en de él.
concreto está ausente de la reconstrucción (ver fig. 54). Ya que no exis- Sin embargo, la razón de por qué estos fósiles, aparentemente tan
te esta evidencia, entonces, en base solamente de la estrecha apertura importantes, recibieran mucho menos publicidad que el 1470 se exa-
nasal, el dibujo de la cara de la calavera hubiera debido recibir una na- minará al final de esta sección.
riz humana, y no la grotesca nariz de gorila que aparece en la ilustra-
ción del National Geographic Magazine (fig. 56). (f) LA PÉLVIS
Si este pequeño hueso evidencia! hubiera sido hallado, habría indi- Se descubrió también otro fósil de apariencia humana. En junio
cado de inmediato si el 1470 poseía o no una nariz de apariencia hu- de 1976 (158), Leakey informó del descubrimiento de un hueso pélvico
mana. derecho (sin dar el nombre del hueso). Este hueso parece haber tenido
una apariencia notablemente humana, porque dijo:
(d) ¿UNA CALAVERA HUMANA?
Es probable que la evidencia más convincente, ya que proviene de La posición y la orientación de la tuberosidad isquiática es similar a la
una fuente independiente, sea la valoración de la calavera hecha por observada en una muestra de H. sapiens moderno, como lo son una
A. Cave. Cave fe profesor emérito de Anatomía en Londres y en Barts, cantidad de otras características morfológicas ... hay pocas seme-
y fue coautor del artículo que mostró que el hombre de Neanderthal janzas con el material conocido como australopitecino.
era una forma de Horno sapiens (115, y ver p. 164). Al ver la calavera
cuando la exhibió en London Glynn Isaac (el coinvestigador de Leakey), y
la opinión de Cave fue: «por lo que puedo ver, es típicamente huma-
na ... » (155). Con toda su experiencia en tratar con el esqueleto huma- la forma esencialmente moderna de este fósil exige que sea atribuido
al Horno (158).
no, el testimonio de Cave es sumamente significativo.
Afirmaba que este hueso pélvico tenía que ser considerado junta-
mente con el fémur de apariencia muy humana hallado al mismo
240
241
tiempo que el gran cráneo 1470. Llega de esto a la conclusión de que cuestión de si en esta ocasión se aplicó plenamente el lema de los
reflejan «.. .las exigencias de un bípedo ambulante de cerebro gran- Leakey de «buscar una y otra vez». ,
de». Esta es, en realidad, una descripción precisa de un ser humano Estos aspectos más bien dudosos de la reconstrucción del cráneo
normal. Pero si Leakey hubiera admitido esto, ¡se hubiera encontra- 1470, enfatizan un problema principal que enfrenta a todo aquel que
do al borde de cometer un suicidio profesional! quiera hacer una crítica válida de los modelos presentados para publi-
cidad por los expertos. En primer lugar, las piezas ya están forma-
(g) LAs RECONSTRUCCIONES DEL CRÁNEO das en un cráneo, y éste formado según las preconcepciones del recons-
En su primer informe de 1973, Leakey menciona: tructor. En segundo lugar, las fotografías o dibujos de las reconstruc-
ciones que aparecen en las revistas son solamente de pequeño tamaño.
El cráneo está totalmente reconstruido. Quedan muchos fragmentos Esto es todo lo que se hace disponible para comentarios. Así, solamente
pequeños para incluir, y podrá pasar un cierto tiempo antes de que se puede efectuar una crítica sobre material que es como mucho de
se acabe la tarea (153). segunda o tercera mano en relación con las piezas originales. Si hu-
biera sido posible el acceso a los fragmentos originales, es posible
En base de esto, uno esperaría que se produjera un modelo defi- que se hubiera llegado a resultados bien distintos de los conseguidos
nitivo a su debido tiempo. Pero, cosa sorprendente, nunca se ha efec- por los descubridores.
tuado una completa reconstrucción, ni siquiera cuatro años más tarde. Pa~,"ece cierto que, a pesar de la pequeña capacidad craneana (que
Esto puede verse de una cuidadosa inspección de las ilustraciones en pudiera deberse a un mal ajuste de los pequeños fragmentos), Leakey
el libro de Leakey, Origins, publicado en 1977. había hallado, por lo menos, un cráneo humano, fémures humanos y
En este libro, en las páginas 86-87, se dan cuatro ilustraciones dis- una pelvis también humana en estratos atribuidos a una fecha muy
tintas del cráneo reconstruido. La primera recibe el nombre de «pri- temprana, todo lo cual contradecía rotundamente el punto de vista
mera reconstrucción>>, y es muy similar a la ilustración en su artículo establecido de cómo el hombre emergió de su ancestro simiesco. Como
de 1973, excepto por el hecho de que el maxilar superior parece estar era de esperar, sus puntos de vista fueron criticados, y podemos se-
ahora totalmente separado de los huesos de la cara. Detalles de algunos guir el posterior declinar del hombre 1470. No obstante, antes de ha-
de los otros huesos parecen indicar que la fotografía fue tomada cerlo, consideraremos en primer lugar las varias fechas que los exper-
antes de 1973. tos asignaron al estrato por encima del cráneo 1470.
Las otras tres fotografías son de una «reconstrucción total prelimi-
nar», en la que los vacíos están llenos de plasticina, y éstas muestran 2. Las dataciones del estrato
unas interesantes características, como sigue:

l. La mayor parte de los fósiles fueron hallados entre el estrato su-


En comparación con el maxilar superior en las versiones anterio- perior de toba KGS y la toba inferior Tulu-Bor. Estas dos capas límite
res, se ha hecho ahora 2,4 cm más largo, haciéndolo así más si- pudieron seguirse por una distancia de varios kilómetros, pudiéndose
miesco (ver fig. 54). correlacionarse fósiles hallados en diferentes áreas (ver fig. 55).
2. Juntamente con esto, no se han usado fragmentos adicionales en En 1969, se enviaron muestras de toba a Cambridge para ser data-
esta reconstrucción, fragmentos que, naturalmente, pudieran de- das mediante el método Argón-Potasio y, como herr.os mencionado,
terminar la posición y el ángulo de la cara. ¡tres ensayos dieron una edad promedio de 220 millones de años! Esto
3. El fragmento de hueso, que mostraría si el 1470 poseía o no la es- era totalmente inaceptable. Se le dio la culpa a un «argón intrusivo»
pina nasal anterior debajo de la nariz, sigue ausente. como explicación a esta anomalía y se pidieron muestras menos cal-
cificadas de esta localidad.
No pude detectar que se hubieran utilizado huesos adicionales en Las pruebas exploratorias dieron ahora fechas de 2,37 a 3,02 millo-
esta reconstrucción al compararla con la que apareció en el artículo nes de años, que fueron consideradas como «sumamente alentadoras»
de 1973, que menciona que «quedan por incluir muchos fragmentos pe- y se efectuaron entonces pruebas exhaustivas. No obstante, los resulta-
queños». ¿Podemos inferir de esto, y del hecho de que esta última dos finales seguían variando ampliamente, dando la fracción de pumi-
reconstrucción total sigue siendo llamada preliminar, que quedan to- ta entre 2,25 y 4,62 millones de años, la fracción cristalina con una
davía muchas piezas sin utilizar? Quizá los vitales huesos que hemos edad mínima de 2,37 millones de años, ¡y presentándose la bien co-
mencionado antes, y que pudieran evidenciar si 1470 era humano o no, nocida datación de 2,61 millones de años como «la estimación mejor
pudieran estar entre ellos, todavía «irreconocidos». Esto suscita la y más aceptable ... »!
242 243
No voy a criticar detalladamente el artículos en el que aparecieron que dieron para comprobar estas fechas era que los fósiles de cerdos
estos resultados (159) ni un artículo posterior (160) que daba varias debajo de la toba KBS se correlacionaban mejor con las del área de
explicaciones de por qué los resultados son tan diversos y también ex- Omo (¡entre 160 y 250 kilómetros de distancia!) que habían sido data-
plicaciones sumamente técnicas de por qué 2,61 millones de años re- dos en 2 millones de años. Además, repitieron los ensayos, <<debido al
sultaba ser la edad más probable del estrato. Al leer estos trabajos, le gran interés en las dataciones y en la cuestión de la confiabilidad, sus-
viene a uno la clara sensación de que incluso los expertos están muy a citadas por la dispersión de los resultados ... ». Estas razones parecen
oscuras en sus esfuerzos de explicar estas discrepancias y hacer co- inadecuadas, porque en raras ocasiones desafía un grupo de expertos
rrecciones apropiadas. Por ejemplo, dicen: en dataciones radiométricas los resultados de otro. En vista de ello,
la posible influencia de los descubrimientos de Johanson en Etiopía
. . . cada una de ellas puede contener dos pequeños errores p:eológi- será considerada en la sección VII D.
cos inherentes de signo opuesto y en cantidades que no pueden ser En su crítica de los ensayos efectuados en Cambridge los america-
estimadas (pero es improbable que sean más grandes que los cita- nos hicieron unas interesantes afirmaciones, entre las que se afirma:
dos errores experimentales que son en sí mismos grandes debido al
bajo contenido en potasio y a la elevada contaminación atmosférica) . . . asume que todo el argón no radiogénico en la muestra tiene la
(159). misma abundancia relativa que en la atmósfera, asunción esta que
en algunos casos es patentemente errónea (161).
Con las pequeñas cantidades involucradas, los errores experimen- Las interpretaciones de ellos descansan sobre modelos excesivamen-
tales se hacen importantes « ... porque son frecuentemente de un orden te simplificados y no probados en cuanto a la difusión del argón en
de magnitud similar al de la fecha exigida». Con respecto a la última sólidos, tanto en la naturaleza como en el procedimiento de labo-
palabra de esta cita, es bastante intrigante que una cierta fecha sea ratorio necesario para efectuar una determinación de edad. Por esta
exigida. ¡Es posible que se trate de un desliz freudiano de pluma! razón creemos que sus resultados, incluso cuando son reproducibles
No es fácil identificar de dónde procedía esta toba, ya que sola- con gran precisión, pueden constituir una mera manipulación de la-
mente más tarde fue designada KBS. El lugar verdadero de donde se boratorio sin tener, por ello, significado geológico (161).
tomaron las muestras fue la Localidad 105. en tanto que el Cráneo
1470 fue hallado en la Localidad 131, a una distancia de 10 kilómetros. A uno le asalta la tentación de añadir: j<< Y esto es lo que hay de
Leakey admite que la toba en la localidad 131 dio fechas <<no concle- este método científico de fechar rocas»! Esta devastadora crítica cons-
yentes», pero que había recibido una comunicación personal de V. A. tituye también, en realidad, un ataque sobre los métodos americanos.
Miller, uno de los autores del artículo, en el que se daba la datación Para los ensayos efectuados en California, los minerales específicos
de 2,61 millones de años por la que << ... no hay razones para dudar de precisos fueron cuidadosamente seleccionados de las muestras quebran-
la validez de esta fecha ... ». Una vez más se había efectuado una serie tadas y limpiados antes de ensayar. No obstante, los resultados que-
de ensayos sobre unos estratos. Pero cuando no dieron las edades daron entre 2,01 y 6,9 millones de años, y fueron descartados. Se ins-
<<correctas», fueron echadas a un lado. Las fechas que finalmente se peccionó estrechamente el material y se vió que había «espato potási-
publicaron fueron obtenidas de un estrato a varios kilómetros de dis- co ... probablemente derivado de una antigua capa rocosa». Resultó
tancia de la localidad del hombre 1470. Posiblemente. estos resultados ser muy difícil excluir este material, por lo que se vieron reducidos ¡a
discrepantes sean las diez dataciones (cubriendo desde 0,52 hasta 2,64 ir quitando los diminutos granos individuales del material molido
millones de años) que fueron brevemente mencionadas de pasada en con unas pinzas bajo un microscopio! ¡Es evidente que no se ahorró
el informe posterior en 1974 (160). ningún esfuerzo para obtener una fecha aceptable! Los resultados fina-
A pesar de la variedad de resultados y de las asunciones utilizadas les fueron de 1,6 millones de años para la toba KBS en las áreas 105 y
para obtener esta fecha en el artículo original, Leakey afirma que a 10, y de 1,82 millones de años para el área 131 (la localidad del cráneo
pesar de todo la toba KBS fue << ... fechada con certeza en 2,61 millo- 1470). Sobre esta base afirmaron que la toba 131 era <<distinta» de la
nes de años», y señala a resultados paleomagnéticos y a evidencias fó- de las otras áreas, por lo que es de presumir que fue depositada
siles como corroboradoras de esta fecha (153). 220.000 años más tarde. Esto, no obstante, contradice el informe geoló-
gico general (162.) que afirma que esta toba fue depositada rápidamen-
Las dataciones americanas te sobre un área extensa y que por ello es que se utiliza como una <<Capa
Esta fecha tan temprana no dejó de ser desafiada. G. H. Curtis, con de referencia».
otros en la Universidad de California, volvieron a ensavar toba KBS Acerca de esta cuestión de la exactitud de los informes de datacio-
en 1976, y obtuvieron edades mucho más recientes (161). Las razones nes radiométricas, se debe señalar que siempre se citan juntamente

244 245
El cráneo del Horno erectus
con un valor muy pequeño de error ±. Por ejemplo, en el trabajo
que acabamos de considerar (161 ), los resultados rechazados se indica- Haremos una breve disgresión para considerar este cráneo -el
ban como 2,01 ± 0,03 y 6,9 ± 0,05. No obstante, estas cifras son so- n.o 3733- (fig. 57) que recibió también una considerable publicidad.
lamente indicativas de la inexactiud debido a la contaminación por Ar- Fue descubierto en 1975 en varios fragmentos. Después de su recons-
gón en el aire, y no constituyen una indicación de la verdadera exac- trucción, Leakey dijo: «en todas sus características, el cráneo es asom-
titud del resultado real. En otras palabras, no se indica con ello que la brosamente parecido al del H. erectus de Pekín» (11 ). Fue hallado en
muestra tenga una edad con un límite superior de 6,95 millones de estratos fechados entre 1,3 y 1,6 millones de años, y Leakey dijo que te-
años y un límite inferior de 6,85 millones de años, porque ensayos idén- nía alrededor de 1,5 millones de años.
ticos dan resultados invariablemente bien afuera del margen señalado
en ±. La presentación de estos estrechos márgenes de datación da un
aire de una exactitud extrema a los resultados. Sin embargo, esta im-
presión es totalmente falsa.
Ya he señalado (p. 83) las asunciones muy amplias utilizadas en
la obtención de una fecha mediante todos los métodos de datación ra-
diométrica. Además, es evidente en base de todos estos citados ensayos,
dando un margen de edades entre 223 y 1,5 millones de años para el
mismo estrato, que hay también unas variaciones enormes debidas FIG. 57. Cráneo del Horno erectus de R. Leakey
por entero a la técnica utilizada. Con estos dos factores presentes,
considero que el método es enteramente indigno de confianza, y que Acerca del problema de qué ángulo debiera dársele a los huesos de
toda datación basada sobre ellos es inaceptable. la cara (que ya hemos visto con respecto al hombre 1470, p. 239), dice:
Estas edades más recientes redujeron considerablemente la impor-
tancia del cráneo 1470 de Leakey. El mismo Leakey no las aceptó, por- El esqueleto facial se halla doblado debajo de la bóveda del cráneo
que en un informe que efectuó en 1976 (158) dice que suscitaron im- y en la reconstrucción preliminar ha sido puesto en un ángulo aproxi-
portantes cuestiones y admite que la datación del área « ... puede ne- madamente igual al reconstruido por Weidenreich de una hembra
cesitar una revisión completa ... » Sin embargo, prosigue diciendo: H. erectus (163).
En el futuro se prestará una estrecha atención a métodos alternati- Aquí tenemos en verdad un ejemplo clásico de muchas suposicio-
vos de datación, como el de huella de fisión y puede que ofrecan, jun- nes llegando a ser eventualmente aceptadas como un hecho. Como he-
tamente con estudios de ciertas taxa, indicaciones útiles acerca de mos mostrado en la p. 142, la reconstrucción que hiciera Weidenreich
la confiabilidad de las determinaciones isotópicas de edades (158). de Nellie fue de un número de fragmentos rotos de cráneos de simios
procedentes de lugares muy dispares de la localidad de Pekín. Así que
¡De esto parece deducirse que si la datación mediante Potasio-Ar- a pesar de la aura grave y científica con la que intenta investir a su re-
gón no da los resultados que él quiere, que pasará a otros métodos para construcción, ésta es evidentemente fragmentaria y arbitraria. Leakey,
conseguirlos!· al darse cuenta de que su cráneo era similar al de Weidenreich, puso
Leakey continuó ignorando estas dataciones inaceptablemente ba- los huesos faciales en el mismo ángulo.
jas, porque en su libro Origins (152, p. 86) dice que el 1470 « ... vivió Por una parte, me parece a mí que Weidenreich le dio a los cráneos
por lo menos hace dos millones de años, y quizá más cerca de tres mi- de simios una cara en un ángulo humano (ortognático) -que le hizo
llones que de dos». Este es un claro ejemplo de un «científico» (aun- posible a Weidenreich hacer que «Nellie» pareciera muy moderna-,
que en este caso particular se trate de uno carente de instrucción for- en tanto que por otra parte, Leakey, como ya hemos visto, le ha dado
mal y de calificación) aceptando y publicando solamente aquellos re- al cráneo humano 1470 un ángulo simiesco (prognático) (p. 201). De
sultados conformes con su punto de vista. No obstante, Leakey no se esta forma, podemos ver las etapas intermedias entre el hombre y los
halla solo. Los cazadores de los hombres fósiles parecen particular- simios existiendo no en la vida real sino en las mentes de sus recons-
mente propensos a sucumbir a esta tentación. tructores.
La clasificación de Horno erectus se da en la actualidad tanto al
hombre de Pekín como al de Java. Como hemos demostrado, el prime-
ro consiste en cráneos rotos de simios, mientras que el segundo es la
247
246
un tipo similar a los hallados en Kow Swamp, esto es, una forma nean-
cubierta craneana de un gibón gigante, y es sobre esta frágil base que derthaloide degenerada del Horno sapiens anterior.
se estableció la clasificación del Horno erectus. Esto debiera siempre te-
nerse presente cuando esta importante clasificación hace su inevitable
aparición en diagramas del «árbol genealógÍCo» humano, como el de Un fuego de campamento de 1 1/2 millón de años
Leakey (152, p. 84), Johanson (167) y Tobias (164), y que quedan ilus-
trados en la figura 58. Estos gráficos fueron dibujados, todos ellos, hace El cráneo del Horno erectus no fue el único descubrimiento intere-
pocos años, y se basan prácticamente en los mismos fósiles. Pero las sante fechado en 1 l-1 de años. Un programa de televisión en abril de
discrepancias son tan evidentes que se hacen innecesarios todos los co- 1975 dio detalles del descubrimiento, en 1973, de evidencia de luego,
mentarios, excepto el de señalar que constituyen una clara demostra- herramientas y huesos quebrantados, etc., que fueron admitidos como
ción de la completa infiabilidad de este campo de investigación. evidencia indicativa de un campamento. Se descubrió también una man-
díbula, de la que se dijo al principio que era como el 1470, en la loca-
lidad. No obstante, más tarde se clasificó, «desengañadamente», como
un Australopiteco.
Se reconoció la importancia de la evidencia del fuego, y se hizo la
afirmación: « ... como saben, no podemos tener la suficiente precau-
..,~ ción en cuanto a esto, porque si se confirma que éstas son trazas de
.
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fuego hecho de una manera humana, éste es, a un millón y medio de
.D años en el pasado, el fuego más antiguo conocido en el mundo». Se
. .•.:

A.J!!L hizo un comentario adicional de que se había hallado evidencia de


" 11!111 -~
< ..._!:_ _ -,,
fuego también el año anterior.
6-- Intenté descubrir detalles adicionales acerca de esta localidad, pero
< no pude hallar su situación. Además, no hay mención en el artículo
-----13- r'l Ram. de los descubrimientos de 1973 que se hubiera hallado fuego. Cierta-
··-·:.:
mente que la evidencia fechada como más antigua de fuego hubiera
R. Leakey D.Johanson P. Tobias debido recibir una atención considerable. El hecho de que no se haya
FIG. 58. Tres posturas acerca de la descendencia del hombre hecho ninguna mención adicional me sugiere la posibilidad de que se
ha suprimido la evidencia de ocupación humana. Si es así, esta supre-
sión de evidencias puede tener lugar con mayor frecuencia de lo que
Los esqueletos de Horno erectus de Kow Swamp el público está consciente.

En esta localidad de Australia se hallaron unos treinta esqueletos,


y se dijo que varios de los cráneos presentaban las características del El libro «Origins» de Leakey
Horno erectus (165). Me parece que se trata simplemente de una varie-
dad neanderthaloide de Horno sapiens. En un extremo del margen de Richard Leakey, en compañía de Roger Lewin, ha escrito un libro
variación hay una estrecha similaridad con aborígenes de nuestros días, (152) en el que afirma que el hombre evolucionó mediante cooperación,
en tanto que dos de ellos son asemejados al cráneo del Neanderthal y no debido a sus instintos agresivos, punto de vista este popularizado
La Chapelle. Además, los esqueletos fueron hallados en tumbas proveí- por Dart, Lorentz y Ardrey, y que él dice que es «ficción; una peligrosa
das de artefactos de piedra, conchas de ocre y dientes de marsupiales, ficción».
significando claramente un enterramiento humano. Esto sería dema- En este bien ilustrado libro, utiliza una cantidad aturdidora de ti-
siado avanzado para el Horno erectus. ¡El hecho más interesante, no pos de «evidencia» para apoyar su tesis. Estas evidencias van desde
obstante, es que la datación con Carbono 14 dio márgenes de edad de manipulaciones dactilares en los hombres hasta las edades de madura-
sólo 8-10.000 años! Se admite que el Horno sapiens estaba presente en ción de bebés y de simios, adaptación de los dientes y descubrimientos
el área antes de entonces, y por ello esta datación e: tan embarazosa fósiles. Finalmente, se lleva al lector por un viaje imaginario a través
para los expertos que se puede tener la seguridad de que no se hará del tiempo (¡con Land Rover incluido!) durante el que puede contem-
ninguna referencia a ellos en el futuro. Por lo que puedo ver, creo que plar a dos tipos de simios «humanóideos» recogiendo sus alimentos
es posible que el cráneo de Horno erectus hallado por Leakey era de
248 249
por distintos medios. No obstante, la verdadera evidencia fósil no está p. 84: « ... de forma innegable se trata de un asunto de fe, y esto
constituida más que por un mero puñado de huesos. hace que el problema sea más desafiante -y más entusias-
A menudo, cuando se desea demostrar un argumento, los autores mante».
relatan un incidente que le ocurrió a un miembro de una tribu de si- p. 84: «Así, el núcleo del problema se halla en el registro fósil.»
mios observada por alguien de la expedición. Sobre este simple inci- p. 117: Después de dedicar dos páginas llevando al lector por un via-
dente se expone entonces una norma completa de comportamiento y je temporal imaginario obsevando a cuatro grupos de ante-
desarrollo humano como si fuera un hecho. Esta técnica de dar un cesores simios y sus hábitos alimenticios, los autores conclu-
gran significado a un pequeño incidente fue utilizada en gran extensión yen admitiendo: «todo esto es, naturalmente, un puro cuento
por Desmond Morris en su libro El mono desnudo, y por muchos otros fantasioso, un entretejido de suposiciones más o menos ins-
«biólogos sociales». piradas. La verdad es que nadie sabe exactamente cómo vi-
Un simio fósil frecuentemente mencionado es el Ramapiteco. Pero vían los homínidos».
como ya hemos visto, los únicos fósiles que tenemos de esta criatura
son maxilares superiores e inferiores y dientes de unos treinta indivi- Hemos visto ya cómo Johanson rebajó al 1470 al asignar otra fe-
duos. A pesar de ello, se le presenta al lector la figura usual del simio cha a los estratos. Leakey, a su vez, se refiere solamente en forma bre-
entero, aunque los autores admiten que es muy provisional ¡«debido ve al trabajo de Johanson, en tanto que su pie de la ilustración de
a que se han hallado tan pocos restos»! (ver fig. 59). La razón de que Lucy (¡que está impresa al revés!) dice que se trataba posiblemente
el Ramapiteco se haya hecho tan importante es debido a que es el úni- de «Una forma tardía del Ramapiteco».*
co antepasado posible del hombre « 1470», que ha sido datado en A pesar del prestigioso nombre del autor, su libro recibió desfavo-
2,6 millones de años. rables críticas en la prensa.

La decadencia y la caída del hombre 1470

Volviendo de nuevo a la suerte subsiguiente del cráneo 1470, hemos


mostrado como la edad del cráneo fue reducida por los ensayos ame-
ricanos, pero persistía el problema para los expertos de que se trataba
de un cráneo de apariencia muy humana que había sido hallado en un

V
estrato temprano. Esta combinación trastornaba completamente los
puntos de vista aceptados del desarrollo del hombre.
Como hemos visto en la Sección 111, el método normal de «librarse»
'
de fósiles tempranos de Horno sapiens era decir que se trataba o bien

FIG. 59 .• Mandíbula de ramapiteco e impresión del artist a) de un enterramiento intrusivo, o


b) que se había deslizado a esta posición debido a movimientos de
En ocasiones se admite la ausencia de evidencia, como revelan las tierra, o
siguien tes afirmaciones: e) que habían sido puestos allí por un bromista

p. 12: «Si somos honrados tenemos que admitir que nunca sabremos Sin embargo, en el caso del hombre 1470, no podía aplicarse nin-
plenamente qué sucedió a nuestros antecesores en su ruta ha- guno de esos métodos. Por ello se utilizó un cuarto método para este
cia la humanidad moderna; la evidencia es demasiado frag- fósil, que era «enterrarlo» científicamente, esto es, darle otro nombre.
mentaria.» En este caso, se eligió uno que ya existía, el de «Horno habilis», des-
p. 67: «En comparación con los restos fósiles de Montana del pri- cubierto por el padre de Richard (p. 221). Así, quedaría incluido con
mate pionero, la evidencia acerca del Ramapiteco es conside- fósiles de tipo diferente, y después de un tiempo se llegaría a olvidar
rable; aunque en términos absolutos sigue siendo atormen-
tadoramente insignificante ... » (¡!) [Un interesante ejemplo de * Remitimos al lector a la nota de pie de la página 91, donde se documenta el ha-
llazgo de una mandíbula entera de ramapiteco, y que lo descalifica totalmente como
una lógica bien extraña.] pretendido antecesor del hombre.

250 251
el carácter humano del cráneo original. Podemos seguir la decadencia Como ya hemos señalado, Leakey tuvo buen cuidado de nunca lla-
y la caída del 1470 en tres etapas muy claras. mar «Horno sapiens» a su cráneo 1470, porque estaba bien consciente
de las posibles repercusiones. No obstante, lo que sí hizo fue considerar
ETAPA l. EL CRÁNEO SINGULAR los tipos existentes para ver si se trataba meramente de otro espéci-
Cuando fue descubierto, Leakey hizo ciertas afirmaciones demole- men. Rechaza la posibilidad de que se trate de un Australopiteco en
doras acerca de la importancia del cráneo. Artículos en diarios afirma- vista de la pequeña capacidad cerebral de estos últimos y, en cuanto
ban que se tendría que reconsiderar todo el ancestro humano, en tan- a que se trate de un cráneo de Horno erectus, afirmó que no se había
to que las revistas científicas admitían que hacía que algunos hombres- hallado ningún ejemplo de tales en una fecha tan temprana y que, ade-
simios quedasen en ramas evolutivas que terminaban como «callejo- más, el 1470 era totalmente distinto del Horno habilis.
nes sin salida» Leakey mismo, en una reunión en San Diego, dijo que Considerando el Horno habilis, señala que su capacidad cerebral
había visto quedar destruido todo lo que se había enseñado hasta en- era solamente de 650 ce, y que había sido hallado encima de un basalto
tonces acerca de la evolución humana, y ¡que nada tenía para ofrecer fechado en 1,96 millones de años. Por ello, afirma:
en su lugar!
No obstante, Hillaby, un columnista del New Scientist, no estaba Por ahora, por ello, no parece haber ninguna razón que obligue a
dispuesto a aceptar que fuera realmente «diferente de todas las otras atribuir a esta especie el cráneo más temprano, de mayor cerebro,
formas de hombre primitivo» y sugirió que era solamente un eslabón de East Rudolf (153).
en la larga línea genealógica del hombre. Da una visión bastante nega-
tiva del temperamento de L. S. B. Leakey y dice: ETAPA 2. SE CAVA LA TUMBA
Aunque previamente rechazada la posibilidad de que el 1470 pudie-
Ahora bien, no estoy ni por un momento sugiriendo que Richard ha ra identificarse con el Horno habilis, en un artículo publicado al año
rellenado un remoto rincón de Rudolf con fragmentos saqueados siguiente (156) sugiere con muchos rodeos que sí se parecen. Primero
de un osario bantú. El es, por lo que yo sé, un hombre de la mayor dice que una mandíbula, la n.o 1802, pudiera ser considerada como per-
integridad. Nadie puede dudar que los huesos se hayan hallado exac· teneciente a la misma especie que el 1470. Entonces señala a las no-
tamente donde él ha dicho (155). tables similaridades entre esta mandíbula y la del Horno habilis, esta-
bleciendo así un tenue enlace, y llegando a hacer el comentario de
No obstante, concluye con la afirmación lindante en el libelo de pasada:
que «Richard, por lo que se me ha dicho, no ha heredado ninguna de
las cualidades negativas de su padre, excepto, me parece a mí, una sed Mi sugerencia aquí de que el H. habilis puede tener afinidades con el
de publicidad» (¡!) (155). KNM-ER 1470 y 1590 se refieren solamente al OH y al OH 16 (156).
La tendencia de Leakey de dejar a un lado todo el trabajo hecho
por otros expertos durante muchos años se evidenció nuevamente cuan- Considera él ahora que la pequeña capacidad cerebral del Horno
do descubrió el cráneo del Horno erectus en 1976 (p. 208). Dice: «El ha bilis era inexacta, « ... debido a lo fragmentario del material sobre el
espécimen es muy similar al material de Horno erectus de China ... y que se hicieron las anteriores estimaciones» y no hace ninguna refe-
es por elle asignado a H. erectus.» La razón principal de que Leakey rencia a la fecha más reciente que tienen, en comparación con el 1470.
diera una gran publicidad a su descubrimiento es que afirmó que había
sido hallado en un estrato fechado en 1 V2 millones de años de anti- ETAPA 3. EL CRÁNEO ES «ENTERRADO»
güedad. Ya que se supone que el hombre de Pekín existió hace sola- Habiendo establecido el enlace con el Horno habilis, se podían ig-
mente 500.000 años, afirmó atrevidamente en una reunión celebrada norar ahora todas las características humanas del 1470, porque los an-
en las oficinas centrales de la National Geographic Society: teriores fragmentos se habían clasificado siempre como uno de los mu-
Los chinos debieran desarrollar una forma nueva, distinta, de fechar chos antecesores simiescos.
sus localidades con mayor exactitud. Si lo examinan bien, probable- Esta es la clasificación que Leakey le da a 1470 en su libro Origins,
mente encuentren que estos fósiles tienen un millón más de años en el que no se mencionan las características humanas. De hecho, Lea-
que los que. se les asignan ahora (166). key hace una asombrosa pirueta con respecto a su primera afirmación,
porque ahora dice:
Así, y de un solo golpe, Leakey deja de lado todos los años de tra-
bajo paciente de muchos expertos en proveer una fecha «confiable» En realidad, sobran las razones para clasificarlo como Horno habilis
para esta clasificación. (p. 86).

252 253
Tanta es la disposición que tienen los expertos a ignorarlo que hay
sólo una breve mención acerca de él en la exhibición del Museo de
Historia Natural, «El lugar del hombre en la evolución» (ver Apéndi-
ce VIII). Este oscurecimiento de las características humanas del 1470
podría constituir la explicación de por qué los otros dos cráneos casi
idénticos, n.o 1590 y 3732, hallados, en 1973 y 1975 (ver p. 203), fueron
sólo brevemente mencionados en los informes de Leakey.
Johanson, al erigir su versión del árbol genealógico del hombre
(fig. 58), clasifica también al 1470 como Horno habilis, pero ha degrada-
do eficazmente al 1470 utilizando la fecha americana de 1,8 millones
de años. SECCION VIID
Este es, así, el proceso que se siguió para <<enterrar» al 1470. ¿Qué
sale de la secuencia de eventos que hemos estado bosquejando? Es evi- HADAR (Etiopía)
dente que el joven e inexperto Leakey había encontrado un cráneo hu-
mano, y pasó a anunciar su hallazgo con gran aparato de publicidad.
Esto, indudablemente, abocó al establecimiento científico a una situa- Unas investigaciones efectuadas por el equipo encabezado por D.
ción peligrosa, porque el barco estaba siendo tan escorado que estaba C. Johanson entre 1972 y 1977 en el área de Afar en Etiopía (fig. 60)
en peligro de volcar y de perderse todo. Sin embargo, parece que pre- tuvo como resultado el descubrimiento de una colección de fragmen-
valecieron los consejos de la experiencia y de la sabiduría, y que se tos fósiles, siendo los principales:
minimizó el peligro echando por la borda el peligroso cuerpo, posibili-
tándose así que la nave de la evolución humana prosiga su majestuosa a) Un esqueleto completo al 40% llamado <<Lucy» (localidad 288)
navegación por las aguas siempre calmas de la credulidad humana. (fig. 62),
b) los fragmentos superior e inferior de huesos de la pierna forman-
do una articulación de rodilla (fig. 63 ),
e) partes pequeñas de unos trece individuos recogidas en una área
(localidad 333) que se afirma son una familia de homínidos destrui-
dos por una «inundación relámpago».

Mtrs. ·oating Tuffs= ......


i 180- M~.
,..:
2·5-
1
/ 140-
2·7-
100-

.
1 ,

ETHIOPIA

'.. ""'. ¡ 60

.....
-·-·'~·
1·, '·-·-·"'·
_., .,.-·/_,.-·,20
~• Koobi Fora 1
J O 3•3- Basal
' i member

FIG. 60. Situación de la FIG.61. Sección estratigráfica


localidad de Hadar de las localidades de Hadar

254 255
Dos huesos pedales naviculares . . . exhiben unas extensas facetas cu-
boideonaviculares y las falanges pedales son sumamente curvas (167) .
. d""~
~
Se podrían hacer muchas citas similares que solamente pueden ser
Proximal
end
'j '-
entendidas por expertos en este campo. Es discutible que sean necesa-
rias unas descripciones tan detalladas y prolongadas, porque solamen-
crushed

--¡e;¡. ''f"", \7U te en forma ocasional se sacan algunas conclusiones de ellas. Estas des-
0~~~ ~
Huml!f\.5
cripciones, aunque detalladas, son demasiado indefinidas para que los
fradurH
1 '/'f/...~\ 1 expertos puedan trabajar sobre ellas, y tendrían que obtener medidas
~
adecuadas de reproducciones en escayola. No obstante, tienen un pa-
11 'lil \:\. FEMUR
~. . pel importante, en que dan un aire de erudición científica al artículo,
f'oiVIS-] 1
1
G

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~ L\ ~!Distal end)
porque sin toda esta fraseología se haría más evidente lo escaso de la
evidencia y la especulativa naturaleza de las conclusiones, incluso para

Tibia
r/
V
~
1
-
·Fe mur

Distal
end
badly
crushtd'
u
~TIBIA,Proximal tnd)
el lector general. En revistas tan prestigiosas como N ature y Science
se ve muy claramente el gran conocimiento técnico de los especialis-
tas en los campos de la física atómica, de la bioquímica y de otros
campos avanzados de investigación. Es de comprender el deseo de los
que trabajan en un campo tan especulativo como la paleoantropología
FrG. 62. Esqueleto FrG. 63. Los fósiles de producir unos artículos que suenen igual de técnicos.
de «Lucy» de la articulación La cuestión más importante es: ¿Qué encontró Johanson: simios,
de la rodilla hombres modernos o alguna criatura a mitad de camino entre estas
dos? Esta cuestión y otras como las referentes a datación, etc., son las
Todos los fósiles fueron datados de 2,8 a 3,3 millones de años, y que vamos a examinar ahora.
Johanson consideró al principio que pertenecían a dos especies dis-
tintas de homínidos (esto es, simios en la línea directa que llevaba al
Horno sapiens). Más tarde, no obstante, en 1979, clasificó a todos estos A. CARACTERISTICAS SIMIAS
fósiles juntamente con las mandíbulas halladas en Laetolil (por Mary
Leakey, la madre de Richard), y les dio el nombre de Australopithecus Las referencias más frecuentes con respecto a estos fósiles son a su
afarensis (167).
naturaleza simiesca, como indican estas pocas citas seleccionadas:
Estas mandíbulas halladas en Laetolil fueron fechadas en alrededor
de 3,6 millones de años y se afirmó que constituían la evidencia más Los restos fósiles homínidos de Laetolil y de Hadar presentan una
temprana hallada de la clasificación Horno (168). No obstante, por lo distintiva serie de características craneanas y postcraneanas primiti-
que parece~ se trata de mandíbulas de especies simias, y no se afirma vas (24).
de ellas ninguna característica humana. Las partes preservadas de los cráneos adultos . . . exhiben una multi-
Con respecto a los fósiles de Hadar, ¿qué es exactamente lo que se tud de características primitivas (24).
ha encontrado? Las cúspides se hallan generalmente dispuestas en un sencillo patrón
Son varios los informes que se han escrito describiendo los descu- Y-5 (24).
brimientos, y una cuidadosa lectura de los principales trabajos (167, [Esto es característico de dientes simios y se refiere al patrón for-
169, 170, 171) me lleva a la conclusión de que todos los fósiles descu- mado por las rugosidades en la parte superior de los molares.]
biertos son solamente de una variedad de simio. No ha sido todavía posible hacer estimaciones satisfactorias de la ca-
Al leer estos artículos es de señalar que una buena proporción de pacidad craneana sobre la base de partes craneanas preservadas, aun-
estos trabajos se halla ocupada con una minuciosa descripción de los que las observaciones preliminares sugieren que es pequeña, proba-
fósiles, con afirmaciones como: blemente dentro del margen conocido de otras especies australopiteci-
nas ... (24).
. . . la cabeza se halla ligeramente retro flexionada con una torsión ti- En sumario, los restos de Hadar y de Laetolil parecen representar
bial de mínima importancia; y la eminencia intercondilóidea es pro- una forma homínida distintiva y temprana caracterizada por... una
minente con unas fosas intercondilóideas bien desarrolladas (170). multitud de características dentales y craneanas (24).

256 257
Habiendo mencionado muchas características simias, Johanson hace
no obstante el siguiente comentario, que carece de justificación alguna: B. CARACTERISTICAS «HUMANAS»

Aunque evidentemente homínidas en su dentición, mandíbulas, crá- Evidentemente, si estos simios se estaban desarrollando hacia el
neo y postcráneo, estas formas retienen atisbos de un antepasado del Horno sapiens, esperaríamos que se evidenciasen algunas caracterís-
Mioceno todavía poco conocido (24). ticas humanas. Pero son éstas tan pocas, sin embargo, que se tienen
que leer con cuidado los trabajos para descubrirlas.
Cada uno de los fragmentos descritos en los trabajos es clasificado Solamente hay tres huesos de los que se diga que evidencian alguna
corno «homínido» (incluso piezas bastante pequeñas), pero es difícil características distintivarnente humana. Estos son:
ver cómo pudieran exhibir ningún tipo de característica humana. Se
tiene la impresión de que cualquier hueso simio que se halle se clasi- (a) UNA ARTICULACIÓN DE RODILLA
fica como «homínido». La sección E, más adelante, tratando de las (b) LA RELACIÓN BRAZO/PIERNA DE LUCY
motivaciones, parece también evidenciar esto. (e) LA PELVIS DE LUCY

eo m paraciones (a) LA ARTICULACIÓN DE RODILLA


En varias ocasiones se comparan estos fósiles con los descubrimien- Se hallaron dos fragmentos de huesos de pierna que formaban una
tos en Sudáfrica, en Krondraii Taungs, Makapansgat y particularmen- rodilla derecha en una localidad (fig. 63). No se da la verdadera distan-
te Swartkrans y Sterkfontein, afirmando generalmente que los fósiles cia entre estos dos huesos, pero se asumió que pertenecían al mismo
de Hadar son más primitivos (esto es, ¡más simiescos!). Es un poco individuo. Al describir el hueso superior (fémur) dice el informe de
sorprendente que se haga salir a estos viejos fósiles a escena otra vez 1976:
particularmente en vista de que Oxnard documentó que se trata sim-
plemente de simios, y que es poca la relevancia que puedan tener en Este fragmento demuestra una cantidad de detalles anatómicos que
cuanto a la supuesta evolución del hombre. La conclusión de Oxnard se hallan íntimamente relacionados con la locomoción bípeda: el án-
fue totalmente apoyada por Sir Solly Zuckerman después de un es- gulo bicóndilo es más bien elevado, el labio lateral del surco patelar
está levantado y el cóndilo lateral aplanado y elongado (170).
tudio sumamente cuidadoso de estos fósiles, como hemos expuesto
en la p. 209. ¡No obstante, Johanson ignora estos hallazgos y dispone al No pude hallar evidencia alguna entre la documentación impresa
horno Swartkranensis en el grupo del Horno erectus, en línea directa que demuestre que esta articulación exhibiera bipedalisrno. El número
al Horno sapiens! (ver fig. 58). de enero de 1976 del American Journal of Physical Anthropology daba
Se hace otra extraña comparación entre el maxilar superior hallado sumarios de trabajos que se iban a presentar en la Asamblea General
en Hadar y otro similar hallado en Java. Dice Johanson: de la Asociación Americana de Antropología Física en abril de 1976.
Estos caracteres así como otros detalles sugieren semejanzas con al· En la página 188 daba un sumario de un artículo titulado «Functional
gún material de Horno erectus, especialmente el Pithecanthropus erec- implications of the Afar knee joint» (Implicaciones funcionales de la
tus IV (170). articulación de rodilla de Afar) escrito por Johanson, Lovejoy, Burs-
tein & Heiple. Solamente puedo asumir que el artículo fue leído. Sin
Este es el maxilar superior que se muestra en la figura 34 y, com- embargo, no pude hallar ningún reportaje en ninguna revista y, ade-
parando la vista desde abajo (que no se ilustra), es evidente que los más, el Museo de Historia Natural no tenía copia alguna de este ar-
maxilares son muy similares. ¿Inferimos en base de ello que la cria- tículo. Ya que estos huesos eran de una de las muy pocas categorías
tura clasificada corno Horno erectus, que vivía 2,5 millones de años que Johanson afirmaba eran humanóideas, es evidente que se debiera
después (y a 8.000 kilómetros de distancia) es la misma que el Austra- haber publicado un trabajo para justificar esta pretensión. Sin esta
lopithecus afarensis de Johanson? Si esto fuera así, este mismo he- evidencia no se puede hacer ningún tipo de comentarios. Pero uno se
cho haría trizas su árbol tan cuidadosamente construido de la evolu- pregunta, sin embargo, si es que la evidencia era tan frá¡!il que no se
ción humana (fig. 58). hubiera podido mantener frente al escrutinio estrecho al que se hu-
Habiendo evidenciado que los fósiles son sumamente simiescos, biera sometido un informe publicado. Hasta que no se dé esta eviden-
consideraremos ahora el asunto más importante de sus pocas caracte- cia, considero que esta pretensión «no está probada».
rísticas supuestamente humanas. Estos huesos de rodilla fueron hallados en 1973 y Lucy fue descu-
bierta en 1974. Ambos fueron publicados en el mismo artículo en Na-
ture (170). En éste, Johanson no hace ninguna afirmación de que el
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esqueleto de Lucy evidenciara que caminaba erguida. No obstante, tie- Midiendo el tamaño y el ángulo de los huesos de las extremidades
se puede ver que Lucy andaba erguida (aunque probablemente no
ne tanto deseo de que esto se infiera que hace una afirmación suma- alcanzara la forma de andar a paso largo típico de los humanos) ...
mente extraña. Decía él: (172).

Antes de 1973 el material postcraneano no ha sido asignado a un ta- ¡En base de esto, el lector de buena fe supondría que eran los
xón. Es ahora claro que debiera incluirse probablemente en la misma huesos de Lucy los que habían mostrado estas características, en lugar
categoría que el espécimen AL 288 (Lucy) debido a la notable simi- de un huesecito hallado a una profundidad de 80 metros en relación
laridad de los fragmentos proximales de la tibia en tamaño y en con la localidad donde se hallaron los restos de Lucy y, quizás, a va-
morfología, así como de los fragmentos femorales preservados. Esto
es importante debido a que: hay ahora evidencias de por lo menos rios kilómetros de distancia!
dos individuos de un homínido muy pequeño de Hadar, y los espe- No pude hallar ninguna afirmación en este informe en particular
címenes AL 128 y 129 se hallan situados estratigráficamente a 80 m del año 1976, y al que se refiere Lewin específicamente, de que los hue-
por debajo del esqueleto parcial (170). sos de Lucy evidenciaran que andaba erguida. En realidad, esto no
se afirmó hasta después, e incluso entonces se basó en la pelvis distor-
La línea de razonamiento parece ser como sigue: sionada de Lucy -un tema del que trataré con más detalle en una sec-
ción posterior. No está claro si la afirmación de Lewin venía de otra
l. Los dos huesos de la articulación de la rodilla fueron hallados en fuente, o si se trata meramente de un ejemplo de <<licencia periodís-
un estrato a una altura 80 metros inferior a la de Lucy, mostrando tica».
el hueso superior una evidencia (no cuantificada) de locomoción Esta publicación provee un interesante ejemplo de especulación
erguida. acerca de los fósiles de homínidos. Ya hemos señalado la afirmación
2. El hueso inferior (la tibia) -que no poseía características huma- de Johanson de que la diferencia en tamaños de los maxilares de
nas- era muy similar al de Lucy. Laetolil y de Hadar se halla dentro del margen normal de una especie,
3. Ya que los huesos de la rodilla son «similares» a los de Lucy y y que es probable que se deba a la diferencia entre macho y hembra
que se hallaron en un estrato inferior, ¡se sostiene que esto cons- (dimorfismo sexual). En el número de New Scientist con fecha de 1 de
tituye evidencia suficiente de que Lucy andaba erguida! febrero de 1979, en la página 319 se halla un informe sobre el artícu-
lo de Johanson de 1979 (167). Comenta así el artículo:
Lo que es extraño es que lo que se afirma es que es el fémur de la A juzgar por el margen de tamaños en los especímenes afarensis,
rodilla el que muestra bipedalismo, pero que este mismo hueso en parece que los machos eran de promedio dos veces más grandes que
Lucy es descrito así: las hembras -esto es por lo menos tan marcado como lo vemos en
los gorilas modernos. Nuevamente, si el afarensis es válido, esta di-
Un fémur izquierdo entero está asociado con la [pelvis] innominada ferencia de tamaños probablemente implique que las criaturas vivían
pero la porción distal [el extremo que toca a la rodilla] está muy en harenes, con un gran macho socialmente dominante controlando
aplastado. una cantidad de hembras.

Así que, desafortunadamente, ¡la precisa parte del fémur del esque- Esta afirmación se hallaba basada enteramente en unos pocos hue-
leto de Lucy que debiera evidenciar bipedalismo está aplastada! sos fosilizados. Es difícil comprender en base de qué se acepta este
Una línea tan frágil de argumento está muy lejos de ser convincente. tipo de especulación en una publicación titulada New Scientist, ¡a no
De cierto, la inferencia de que Lucy anduviese erguida se menciona ser que estemos siendo testigos de la evolución de un nuevo tipo de
en este pasaje de una forma tan sesgada que su importancia se pasa cien tífico!
por alto fácilmente. A pesar de lo escaso de las evidencias de que Lucy
caminara erguida, es esta supuesta característica que fue acentuada (b) RELACIONES BRAZOS/PIERNAS
por algunos de los escritores más populares. Roger Lewin, co-autor En el artículo de New Scientist que informa del descubrimiento de
con Richard Leakey del libro Origins y editor científico de New Scien- Lucy (172) se afirma que la relación brazo/pierna de un 83,9% que pre-
tist, escribió un artículo acerca del informe de Johanson. En este ar- senta Lucy muestra que estaba a mitad de camino en volverse huma-
tículo (cuyo título se refería engañosamente a Lucy como <<casi-huma- na. La razón de ello es que se dice que la cifra para simios se halla por
na»), decía: encima de 100 en tanto que para el hombre está alrededor de 73. El in-
forme de Johanson afirma que esta relación de 83,9 es entre el húmero

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(hueso superior del brazo) y el fémur (hueso superior de la pierna) Se debiera señalar, de pasada, que no se hace afirmación alguna
diciendo: de que esta pelvis evidencie que Lucy anduviera erguida. Sin embar-
go, y perteneciente a esto, está la distorsión que se dice que posee
El húmero derecho está al completo con un cierto aplastamiento del el hueso. Es el único hueso del esquelto de Lucy que se designa como
extremo proximal. Su longitud total se estima en 235 mm, lo que da distorsionado, estando los otros o bien muy rotos en fragmentos o bien
un valor de 83,9 para el índice humeral-femoral (170). totalmente intactos, esto es, el fémur izquierdo y, según el informe, el
húmero derecho. Estos dos huesos, que son largos y delgados, no pa-
El comentario de Johanson ante esta relación es: «este valor es ele- recen haber sido distorsionados. Pero hubiera sido de esperar una cier-
vado para los humanos modernos» (167). ¿Pudiera quizás ser lo sufi- ta distorsión debido a la forma que tienen. De hecho, el extremo del fé-
cientemente elevado para ser de un simio? mur y del húmero fueron quebrados. Esto indica que en alquel enton-
De pasada, no puede dejar de divertir la forma en que se cita el ín- ces eran frágiles (como es de presumir que lo fueran todos los otros
dice de Lucy como 83,9. Se estima, en todo caso, la longitud de ambos huesos quebrados) y que, por ello, no era probable que fueran <<distor-
huesos. En realidad, el húmero había sido roto en dos lugares y un ex- sionados».
tremo tenía «Un cierto aplastamiento». Además, un extremo del fémur Esta distorsión de la pelvis se había hecho importante para el tiem-
había sido «muy aplastado». Citar un índice con un 0,1 % de error da po en que se escribió el informe de 1979. Afirma este informe:
a su índice un aire de exactitud científica que es totalmente falso, y
por ello acientífico. l:Jno de los huesos potencialmente más significativos, el A.L. 288-1
Otro pequeño error en este artículo es que se dice que Lucy había innominado, está actualmente siendo reconstruido. Su morfología es
estado sepultada debajo de 100 metros de sedimento, en tanto que la conmensurable con un modo de locomoción bípeda (167).
cifra correcta es de 45 metros. La cifra de 100 metros es la altura del
estrato de Lucy por encima de su estrato basal, apareciendo esta cifra Es tan sólo unos cinco años después de su descubrimiento que se
en una escala que evidentemente ha sido leída de forma errónea considera a este distorsionado hueso como poseyendo características
(fig. 61 ). bipedales. Aún más significativa es quizá su reconstrucción, ahora a
He examinado este artículo con cierto detalle para mostrar el pro- manos de Johanson y otros en la Kent State University.
greso de la forma en que «inferencias» cuidadosamente expresad'ls de Este hueso es presumiblemente el único de su clase particular en
reportajes originales (que se basan a su vez en una considerable can- existencia. Así que, a no ser que existan unas claras hendiduras en el
tidad de especulación) aparecen en revistas populares de ciencia como hueso, tiene que preguntarse cómo saben realmente los expertos que
<<claras indicaciones», para llegar a los libros escolares de texto como está distorsionado. ¿Acaso no pudiera tener la forma correcta perte-
«claramente demostradas». A pesar de ello, si uno se atreve a criticar neciente a esta criatura? Y la pregunta que sigue a ésta es: ¿Cómo sa-
a tales <<autoridades» se le condena como <<acientífico». Esto suscita brán ellos exactamente qué grado de «corrección» se le debiera aplicar
la cuestión de por qué revistas como Nature, Science y la más popular a esta pelvis?
New Scientist han de rebajar sus normas técnicas, por otra parte ex- Ellos están claramente convencidos de que Lucy andaba erguida.
celentes, cuando se trata del tema de la evolución humana, porque pa- ¿Dará la pelvis remodelada una «prueba concluyente de ello», para
rece que por lo menos en este tema se aceptan las especulaciones más ser a continuación citada en nuestros textos escolares como un «he-
desenfrenadas para su publicación sin objeciones de ningún tipo. Pero cho»? Se esperan los resultados con vivo interés.
se considerará en la Conclusión de este libro una posible razón de por Sugiero que la evidencia de postura erguida es insignificante. No
qué tales artículos llegan a la página impresa. obstante, Johanson afirmaba atrevidamente:

(e) LA PELVIS DE LUCY El bipedalismo parece haber sido la forma dominante de locomoción
terrestre empleada por los homínidos de Hadar y de Laetolil. Las ca-
Los informes de 1976 afirman que: racterísticas morfológicas asociadas con este modo locomotor se ha-
llan claramente manifiestos en estos homínidos ... (167).
La (pelvis) innominada izquierda está al completo, aunque se hall;::
algo distorsionada en la región púbea y ello particularmente en el Presumiblemente, estos homínidos andaban erguidos mucho tiem-
área de la articulación sacral . . . El acetábulo es poco hondo cuando
se compara con el hombre moderno (170). po, pero estaban muy acostumbrados a andar sobre sus cuatro cuar-
tos -situación ésta tan difícil para nosotros de aceptar mentalmente
como lo sería físicamente para los homínidos.

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El pie de fotografía del National Geographic estos huesos en trozos pequeños y para haberlos enterrado en barro
Hay una observación final a hacer con respecto a la locomoción de hasta 10 metros de profundidad! Esta situación de huesos quebranta-
Lucy. Aunque Johanson no hizo ninguna afirmación en su primer ar- dos enterrados en grandes profundidades de estratos depositados por
tículo de 1976 en Nature de que el esqueleto de Lucy evidenciara que agua, quedando endurecidos tanto los estratos como los huesos con el
caminaba erguida, esto sí fue afirmado en su artículo en National Geo- paso de un cierto tiempo, es algo que se halla muy comúnmente en
graphic que apareció en diciembre de 1976 (173 ). En un pie de una fo- estratos geológicos por todo el mundo. Sin embargó, en la actual Teo-
tografía del esqueleto de Lucy dice: «El ángulo del hueso del muslo ría Actualista de la Geología no se aceptan diluvios catastróficos de
y la superficie aplanada en su extremo en la articulación de la rodi- este tamaño, basándose como se basa en Principios de Geología de Lyell.
lla ... demuestran que andaban a dos patas.» No obstante, ya se ha dado en la p. 109la denuncia que Gould hace tan-
Como hemos visto, el extremo de la rodilla (distal) del fémur estaba to de la «ciencia» como de la integridad de Lyell.
«muy quebrantado». ¿Cómo puede hablarse entonces de que su «super- Con respecto a esta «familia», hay dos aspectos interesantes. En
ficie aplanada» constituye evidencia de que Lucy caminara erguida? (¡ !) primer lugar, no pude hallar ningún trabajo que diera una relación to-
No obstante, un detalle como éste no lo daría una revista popular como tal de los fósiles. En segundo lugar, una mano compuesta, que se había
ésta, quizá para evitar «confundir» a sus lectores en la presentación de montado con varios huesos descubiertos, fue descrita como muy simi-
simples «hechos». Cosa interesante, en su informe posterior en 1979 lar a la de los humanos. No obstante, los huesos de una mano de un
(24) Johanson no hace referencia alguna a este fémur como indicador simio son como los de los humanos, de todas maneras, por lo que
de bipedalismo.
esto difícilmente pudiera constituir una prueba de que los poseedores
Aparentemente, en el campo de la paleoantropología, no son sola- de la mano compuesta fueran homínidos.
mente los huesos los que se distorsionan con el tiempo.
¿Simios u homínidos?
Sumarizando las secciones anteriores, que tratan de las varias ca-
C. LA «FAMILIA» AHOGADA racterísticas humanas y simiescas exhibidas por los fósiles, está cierta-
mente evidente que una vez más solamente se han hallado fragmentos
Se hallaron alrededor de 200 fragmentos en dos lugares adya- de varios simios. Además, estos simios parecen carecer de toda evi-
centes, el 333 y el 333W, que tienen que haber provenido de un mínimo dencia de «progreso humano».
de trece individuos. ¿Cómo pudieron haber muerto tantos miembros
de la misma especie en la misma área? La respuesta de Johanson es D. GEOLOGIA Y DATACION
sencilla. Mantiene que se trataba de una familia de homínidos, refu-
giándose en un lecho seco de un río, que habían sido ahogados duran- Se hicieron dos informes dando dataciones del estrato de Hadar,
te una «inundación relámpago» local. el primero en mayo de 1976 (169) en Nature (el artículo precedió al
Johanson informó de sus descubrimientos en un artículo en el Na- de J ohanson en el que describía los fósiles homínidos [ 170]) y otro
tional Geographic Magazine (173). Para ayudar a la imaginación de sus en mayo de 1977 (171).
lectores, la revista da una ilustración en la que se ve una pared de agua Naturalmente, uno lee estos artículos con un cierto detalle, a fin de
de 2 metros de altura acercándose a un grupo de homínidos que es- representarse los varios estratos, localidades, niveles, etc., antes de
tán huyendo de ella. Una madre corre para coger un niño homínido, comentar acerca de ellos. Al investigar estos cuatro informes principa-
en tanto que todo lo que puede verse de otros es dos piernas sobre- les (167, 169, 170, 171), se hace evidente una seria omisión, porque nin-
saliendo por encima del agua. guno de ellos presenta un plano mostrando la situación precisa de cada
¿Puede una inundación local relámpago explicar por qué se halla- una de las localidades de homínidos. Un plano (169) da su situación,
ron estos fragmentos rotos enterrados bajo no menos de 10 metros pero sin numerar las localidades, a fin de poder identificar qué fósiles
de fangolita? Yo lo dudo. Lo cierto es que, si éste fuera el caso, muchos se hallaron allí. ¡Así, sobre la base de estos cuatro informes principa-
de los huesos hubieran sido preservados juntos por la piel, incluso en les, es imposible situar la localidad de Lucy o de ninguno de los otros
caso de estar rotos, y por ello se hubieran debido de hallar juntos en fósiles!
sus articulaciones correctas. Una omisión tan crasa es verdaderamente inexcusable y pudiera
Es extremadamente difícil explicar el proceso por el que varios fó- interpretarse como un deseo de oscurecer la evidencia, porque hace
siles fueron depositados. ¡Sin embargo, lo que es cierto es que tienen mucho más difícil la formulación de comentarios y de críticas perti-
que haber estado en juego poderosas fuerzas para haber fragmentado nentes en base de los hechos presentados.
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Datación potasio-argón ¡Evidentemente, estas cifras admitidas como dudosas serán ahora
La datación de los varios estratos se ha efectuado principalmente utilizadas para fechar todos los otros descubrimientos a muchos ki-
mediante la datación potasio-argón. Se dice que ha sido confirmada lómetros de distancia!
por los fósiles descubiertos, por la magnetostratigrafía (la magnetiza-
ción de los estratos) y las huellas de fisión. Todos estos métodos de Publicación selectiva
datación demandan un examen más detallado. No obstante, aquí debe- El artículo de 1977 (171) informa de que se habían «recien descu-
mos concentrarnos en el método del potasio-argón, que fue el princi- bierto» tres tobas encima del nivel de Lucy en el miembro KHT, y que
pal método de datación utilizado. habían sido denominadas BKT1, 2 y 3 (fig. 61). El informe dice que la
Los ensayos fueron llevados a término en la Case Western Reserve capa BKT2 «es actualmente la más prometedora de todas las tobas en
University (donde Johanson es un profesor adjunto de Antropología). la formación Hadar».
Los resultados son presentados en los dos artículos que estamos ahora ¿«Prometedora» para qué? pudiera preguntarse. Quizá de las tres
considerando (169 y 171). Ya hemos señalado la base muy indigna de tobas ésta sea la única que de fechas que pueden ser correlacionadas
confianza de la datación mediante potasio-argón y la diversidad de con las del flujo de basalto más abajo.
resultados que se pueden obtener. Sin embargo, ahora debemos pasar Habiendo descrito brevemente las otras dos tobas, no reciben más
a examinar los datos y los informes, investigando sus inconsecuencias. mención y no se informa de ningún ensayo de datación. Ciertamente,
En el informe de 1976 se presentan cinco ensayos efectuados y, con ¿no s~ habían efectuado pruebas en las tres? ¿Por qué se informa so-
respecto a la exactitud de ellos, hace la sorprendente admisión: lamente de los ensayos sobre BKT2?
Esta parcialidad en la selectividad de «resultados aceptables» es de
Debido al elevado porcentaje de argón atmosférico, estas determina- gran importancia y acerca de lo cual podría dedicarse mucho espacio
ciones son, por ahora, relativamente imprecisas (169). y darse muchos ejemplos. No obstante, en este informe hay otra afir-
mación que podría ser indicativa de cómo puede haber estado en mar-
Dos muestras de un estrato de basalto, de una tercera parte de la cha esta selectividad, quizá de una forma subconsciente en la mente
altura desde el fondo de los estratos investigados, dieron 2,9 y 3 mi- de sus autores. Al tratar de la datación del basalto, se dice:
llones de años, respectivamente, lo cual se correlaciona estrechamente.
No obstante, tres muestras del estrato SHT del fondo mismo dieron Para ser prudentes, su edad de 3,0 millones de años debiera ser con-
3,1, 4,1 y 5,3 millones de años, respectivamente. Se comenta en el siderada como un mínimo debido a que una variedad coexistente del
informe: flujo, que ha tenido una historia similar, ha perdido argón, y ello
de manera probada, en comparación con ella (171).
Hasta que se efectúen más experimentos, no se entienden estos resul-
tados tan inconsistentes. Puede que resulten de la presencia de un Por lo que se puede ver, esta «falsa» edad aquí citada no aparece
exceso de argón radiogénico en el vidrio (169). en el informe, y uno se queda preguntándose si se han omitido otros
En el artículo posterior de 1977 es de señalarse que no se hace ensayos de dataciones. Ya he señalado anteriormente que los lectores
ninguna referencia a estas tres fechas discordantes. de artículos científicos y el público en general tienen el derecho a es-
¿Se refleja la admitida falta de confiabilidad de estos resultados perar que se informe de todos los resultados, sea que apoyen o no las
en el sumario del informe? No, en absoluto. En realidad, y sólo dos conclusiones del autor.
párrafos a continuación, afirma atrevidamente: Es fácil ver cómo pueden surgir tales situaciones. Se toma ur:a
cantidad de muestras de varios estratos, tanto verticalmente como a
Así la Formación Hadar, junto con su rica fauna y variados ambien- lo largo de su extensión. Se efectúan pruebas preliminares sobre varios
tes geológicos, permitirá una reconstrucción paleoecológica y paleo- especímenes. Si el antropólogo considera que los fósiles tienen, diga-
geográfica precisa para un segmento importante y anteriormente poco mos, entre 2 y 3 millones de años, todo resultado muy divergente de
conocido de la evolución homínida del cenozoico tardío (20). estas cifras es rechazado ya de entrada. Otros, que no estén tan ale-
jados de las cifras esperadas, pueden ser publicados, pero si son de-
Extrañamente, se consideran ahora «precisas» estas cifras y, ade- masiado reciente, se considera que han «perdido argón radiogénico».
más, serán utilizadas afuera de la localidad inmediata, porque dice: Si, por otra parte, son demasiado antiguos, se considera que han «re-
La secuencia de Hadar será una referencia a la que se podrán referir tenido argón magmático (subterráneo)». Sin embargo, las muestras que
los estudios estratigráficos y paleontológicos en partes adyacentes de dan resultados aceptable son sometidas a numerosos ensayos. Todas
la cuenca sedimentaria del Afar centrooccidental (169). ellas, naturalmente, evidencian una gran consistencia en sus dataciones.

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güedad. «No puedo dar todavía una estimación exacta de su edad»,
Esto es exactamente lo que debería esperarse si fueran de la misma afirmó el doctor Crikey, «pero la voy a enviar al museo para ensayos
muestra o de lugares muy adyacentes. La similaridad de estos resulta- de radio-cola, y estos ensayos debieran establecer de forma definitiva
dos da a continuación un falso aire de confiabilidad a toda la data- su edad.»
ción de una formación. El hallazgo del tapón de corona arroja una luz totalmente nueva
Naturalmente, no estoy sugiriendo ni por un momento que esto acerca de la utilización de tapones de corona por parte del hombre
es lo que sucedió en los resultados presentados en estos informes en prehistórico. Hasta época muy reciente se asumía que los tapones de
particular. Estoy simplemente exagerando la secuencia de eventos para corona habían llegado a ser utilizados sólo en tiempos relativamente
mostrar cómo bajo ciertas circunstancias se podría estrechar el mar- recientes. Si los ensayos de radio-cola confirman las estimaciones del
doctor Crikey, se tendrán que revisar todas las teorías antiguas acer-
gen a aquellos resultados que concuerdan .con las presuposiciones de ca de la utilización de los tapones de corona.
datación de los homínidos. Cosa interesante, esta postura está de he- El forro del tapón había desaparecido totalmente, dejando solo
cho apoyada por los mismos americanos. Como hemos mostrado en el disco metálico circular con su borde característicamente corru-
la p. 245, cuando criticaron las dataciones de Cambridge de la toba gado. No han aparecido trazás de ninguna inscripción en el tapón
KBS de East Rudolf, dijeron que habían obtenido «resultados repro- de corona, pero el examen con rayos X pudiera revelar algún tipo
ducibles» con una «gran precisión» que «no eran significativos», sien- de marca comercial prehistórica bajo la capa de óxido que cubre
do en este caso ¡«una mera manipulación de laboratorio»! También he por ahora el metal.
mostrado (p. 84) cómo una primera datación del hombre «1470» de Lea- Escribe nuestro corresponsal científico: La Garganta del Oboyoboi,
donde se halló el tapón corona prehistórico, es una hendidura de
key dio la cifra fantásticamente elevada de 220 millones de años, cómo 100 metros de profundidad excavada por las aguas de avenida del
esta cifra fue racionalizada y sustituida por una antigüedad muy acep- río Oboyoboi a través de los terrenos vecinos de Tanganika. La edad
table, y por ello muy difundida, de 2,6 millones de años. de los restos hallados a sus orillas se pueden calcular con exactiud
en base de la altura a que se hallen sobre el nivel del lecho del río,
Un poco de alivio hallándose al fondo el recientemente descubierto hombre pre-Zinj, y
Habiendo llevado hasta aquí a mi lector, será evidente que estoy arriba de todo el señor Julius Nyerere [el presidente de Tanzaniaj.
lanzando unas acusaciones muy serias en contra de toda la teoría de Parece probable que el remoto antepasado del hombre que habi-
la evolución del hombre a partir de los simios. Nuestros puntos de taba aquella área en la época a la que ha sido asignada el tapón de
vista acerca de cómo vino a existir el hombre pueden tener un tremen- corona -pudiéramos referimos a él convenientemente como <<el hom-
bre post-Zinj- utilizara rudimentarias herramientas de piedra para
do efecto sobre toda la postura acerca del significado de la vida, y por fabricar tapones de corona para sus rudimentarias botellas, proba-
ello no tengo el más mínimo deseo de trivializar en forma alguna la blemente cortando un burdo círculo de una lámina de hojalata y des-
base totalmente factual de la evidencia que presento en este libro. No pués doblando laboriosamente los extremos y apretando los dobleces
obstante, estoy consciente de que la continua presentación de hecho de uno en uno. El forro del tapón tendría entonces que cortarse de la
tras hecho puede a veces hacer que la lectura de este libro sea algo corteza de los gigantescos árboles productores de corcho que pudie-
«pesada». En vista de esto, es posible que no vaya mal un poco de ran haber florecido aquí en aquel tiempo y ajustado a medida median-
alivio, y transcribo aquí un artículo que apareció en la revista Punch te un primitivo cuchillo de piedra.
del 8 de marzo de 1961, que se reproduce aquí con la amable autori- Los ensayos de radio-cola que se aplicarán al tapón de corona pro-
zación de su casa publicadora. En aquel entonces se estaba empleando veen un método particularmente elegante de medir la edad de cual-
quier objeto prehistórico. La cola existe en forma de diferentes isóto-
el potasio-argón par determinar la «edad» de los estratos en la gargan- pos. Un de ellos es el isótopo radiactivo radio-cola. Este se des~nte­
ta del Olduvai, donde el doctor L. S. B. Leakey estaba efectuando sus gra con una tasa que se conoce con toda exactitud, emitiendo un elec-
descubrimientos fósiles. Cuando los científicos anuncian que un estra- trón para llegar a ser limonada bitter estable. Comparando la cantidad
to tiene tantos millones de años, lo afirman con una confianza tal de radio-cola libre presente en una botella de cola con la cantidad
que el público lo acepta como un «hecho» indiscutible. En realidad, teóricamente presente antes de que se abriera la botella, es posible
todo este asunto está envuelto en una aura de santidad, que la siguien- calcular cuánto tiempo ha estado desintegrándose la muestra y llegar
te inteligente parodia escrita por B. A. Young puede ayudar a desva- así, de esta forma, a una estimación exacta de su edad.
necer. Si los ensayos de radio-cola confirman la estimación del doctor
Crikey de que el tapón de corona tiene 500.000 años de antigüedad,
Más secretos del pasado: Garganta Oboyoboi será por lo menos 499.950 años más antiguo que cualquier otro tapón
Lo que bien pudiera resultar ser el tapón de corona más antiguo co- de corona conocido hasta ahora.
nocido por el hombre a sido hallado aquí por el doctor C. J. M. Cri- SEGUNDA EDICION: Un mensaje del campamento del doctor
key, el antropólogo. Se cree que tiene al menos 500.000 años de anti- Crikey en la Garganta del Oboyoboi afirma que el tapón de corona
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hallado allí la semana pasada no es prehistórico, sino que se les cayó La «trifulca»
a Armand y Michaela Denis durante su visita a la localidad hace un La afirmación de Johanson de que los fósiles de Hadar y de Laetolil
año. «Todo esto ha sido una equivocación hilarante -dijo el doctor debieran ser clasificados como Australopithecus afarensis no quedó
Crikey-, pero enfatiza más que nunca la tremenda importancia de sin ser desafiada. Tanto Mary como Richard Leakey no aceptaron sus
comprobar una y otra vez todos los cálculos que uno hace.» puntos de vista. El lnternational Herald Tribune afirma: «"Creo que
Don (Johanson) estuvo en lo cierto por primera vez", dijo Richard ...
"En absoluto", dijo Johanson en una entrevista esperada. "Todo el
D. LAS OPINIONES DE JOHANSON margen de variación queda representado en la localidad 333 ... " "Para
apoyar este reto, Leakey dijo también que sus colegas habían descu-
Como hemos mencionado, Johanson consideró que sus descubri- bierto algunos nuevos fósiles en Kenia que eran de una edad similar
mientos eran de dos especies separadas. Pero más tarde los clasificó a los fósiles de Johanson, pero no se parecían a la especie acabada de
a todos con las mandíbulas descubiertas por Mary Leakey y les dio denominar" ... "Leakey declinó discutir los nuevos fósiles en forma
el nombre de Australopithecus afarensis. La figura 58 da su versión de detallada hasta que hubiera publicado un informe formal en una re-
cómo el hombre surgió de un antepasado simiesco. Ya he comentado vista científica. No obstante, dijo en una entrevista que consistían en
acerca del hecho de que, aunque basado en los mismos fósiles, las opi- ocho dientes aislados." "El material que tengo es muy insignificante,
niones de Johanson son totalmente diferentes de las especulaciones pero hay lo suficiente para poder desafiar a Don", dijo, "Me da el de-
de los otros expertos. A pesar de esta ausencia de siquiera una cantidad recho <le ofrecer mi opinión"» (174).
de evidencias convincentes, estos diagramas son a menudo confiada- Así queda establecida la escena para una gran <<trifulca» entre dos
mente publicados para mostrar <<cómo evolucionó el hombre» para su rivales. Apenas si vale un comentario serio este espectáculo de dos
aceptación por parte de las escuelas y del público en general. <<expertos» peleándose por unos pocos fragmentos de huesos. Estas
Johanson descubrió el esqueleto simiesco de Lucy en noviembre cuestiones tan vaporosas, no obstante, sirven una importante función
de 1974 y dijo que había sido datado en una antigüedad de entre 2,6 al mantener el pretendido ancestro simio del hombre bien delante de
y 3,3 millones de años. No obstante, Leakey había descubierto el crá- la vista del público.
neo 1470, de apariencia sumamente humana, dos años antes, en un
estrato que Leakey estimó en 2,9 millones de años. Aquí se hallaban E. MOTIVACIONES
dos fósiles en apretado <<sprint» en pos del prestigioso título de <<La La palabra <<ciencia» es una palabra muy <<desencadenante». Para
primera evidencia humana», tan buscada por los paleoantropólogos. el público en general tiende a conjurar de inmediato la imagen de un
Uno de los contendientes tenía que ser desalojado de algún modo. profesor vestido de bata blanca haciendo delicados experimentos y
Como hemos visto, la toba KBS de la que Leakey derivó sus datacio- efectuando mediciones increíblemente exactas. A menudo se supone que
nes fueron vueltas a ensayar por cuatro científicos de la Universidad cuando tiene todos los resultados delante de sí, los considera imper-
de California, que después de varios intentos llegaron a obtener en base sonalmente, ve una pauta o una cosa, de lo cual propone una teoría.
de diminutos granos especialmente seleccionados una edad de 1,82 mi- Cuando queda corroborado por muchos otros experimentos viene a ser
llones de años, que era muy inferior a la original de 2,6 millones de una ley, añadiendo al conocimiento y progreso de la humanidad.
años. Sin embargo, y como lo admiten la mayor parte de los científicos,
Ya he suscitado la cuestión de por qué los científicos de la Uni- la realidad es a menudo sumamente diferente. Las teorías pueden ser
versidad de California tuvieron que hacer el considerable esfuerzo propuestas, atacadas y defendidas con una vehemencia personal que
de volver a ensayar la toba KBS. Quizá sea significativo que el mismo pocos conocen. ¡Y los «Cuchillos largos» académicos están notoria-
White sea profesor adjunto en el Departamento de Antropología de la mente afilados!
Universidad de California. ¿Se les sugirió, quizás, a los geocronólogo~ En realidad, la mismísima falsificación de los resultados con el fin
de la Universidad que la toba KBS tenía probablemente menos de de conseguir las respuestas <<exigidas» está evidentemente mucho más
2,6 millones de años? Esto, evidentemente, sería una explicación de las extendida de lo que podemos pensar. Este fue un tema muy difundido
razones de ellos para volver a ejecutar el ensayo, que fue <<debido al por la prensa nacional inglesa, y que fue muy revelador.*
gran interés en la datación ... » ¡Johanson estaría, desde luego, suma-
mente interesado si se pudiera mostrar que el 1470 tenía menos de * Guardian, 25 de noviembre, 1976; Daily Telegraph, 25 y 26 de febrero, 1977; Sunday
Times, 24 de octubre, 1976; Nature, 26 de febrero, 1977, v. 265, p. 764; New Scientist,
2,9 millones de años! 25 de diciembre, 1969, v. 44, pp. 642-643; 7 de noviembre, 1974, v. 64 pp. 436-437; 17 de
junio, 1976, v. 70, p. 652; 2 de septiembre, 1976, v. 71, pp. 481-483; 25 de noviembre, 1976,
V. 72, pp. 466-469.

271
270
Nos encontramos con que un sociólogo mundialmente famoso ha- multitud de fragmentos de huesos ... Tom y yo chillamos, nos abraza-
bía inventado totalmente un juego de resultados. Esto mismo había mos y bailamos, locos como cualquier inglés en el sol del mediodía.
sucedido con otros científicos que habían estado trabajando sobre cé-
lulas vivas. Una investigación mostró que no se hacía nada al 80 % ¡No parece aquí haber mucho lugar para un examen cauto y desa-
de aquellos que se descubría que habían «hecho un masaje» o «mani- pasionado de los fósiles para asegurar el origen preciso de ellos!
pulado» los datos. Algunos de ellos habían incluso sido promovidos. Esta tendencia a ver características homínidas (parcialmente hu-
¡En el campo de la psicología, de 32 respuestas a un cuestionario, no manas) en casi cualquier hueso simio que se halle parece algo endémi-
menos de 21 decían que los datos en los que habían basado sus artícu- co entre los cazadores de fósiles. Con esto en mente, se pudiera dar
los recientes estaban extraviados, perdidos, no disponibles o accidental- una interpretación impensada a una réplica a una pregunta de por qué
mente destruidos! (American Psychologist, vol. 17, p. 657). Incluso los no se habían hallado herramientas de piedra. La respuesta fue: «To-
experimentos de Mendel, tan frecuentemente citados en libros que tra- davía no hemos buscado herramientas, y tendemos a encontrar sola-
tan de la teoría de la evolución, han resultado haber dado resultados mente aquello que buscamos.»
que eran «demasiado buenos para ser ciertos» con probabilidades muy
grandes en contra (Annals of Science, vol. 1, p. 115). Una extraña conexión
Menciono todo esto solamente para mostrar lo personales y emo- Antes de investigar para la primera edición de este libro, estaba
cionales que algunos científicos pueden llegar a ser en su campo par- bien consciente de la implicación de Teilhard de Chardin en los asun-
ticular. Quizás en algunos de estos casos el principal motivo sea la tos de ·los hombres de Piltdown y de Pekín, y por ello me quedé sor-
ambición. Es improbable que tales falsificaciones tengan algo que ver prendido al descubrir que tuvo parte en los posteriores descubrimien-
con los recientes descubrimientos fósiles que estamos considerando, tos de Java, y que además dispuso de un considerable control finan-
porque es probable que los descubrimientos, mediciones y descripcio- ciero de la excavaciones en Africa Oriental. Mi sorpresa fue aún ma,
nes, tal como están publicados, sean relativamente exactos. Mi principal yor al descubrir que había visitado la área de Afar en Etiopía.
desacuerdo se halla en las inferencias sacadas de todo ello, más que con La ocasión fue en 1928 al volver a China desde Francia. Pasó unos
los datos mismos. dos meses en Etiopía en compañía de Henry de Monfreid, un notorio
traficante de armas, contrabandista de drogas y amigo de traficantes de
Emoción esclavos, al que Teilhard había encontrado varias veces en el laborato-
Se puede creer que el desenterramiento de los huesos petrificados rio de Boule (175, p. 102). Es difícil establecer sus movimientos exactos,
de animales que murieron hace miles de años pudiera ser la actividad pero estuvo ciertamente en la área meridional de la depresión del Afar
más aburrida y falta de emoción que uno pueda imaginarse. Pero inclu- y exploró esta área remota e inhospitalaria con suficiente detalle para
so aquí se introducen las emociones humanas. Johanson da un relato, escribir «por lo menos dos útiles memorandums acerca de Etiopía y
en el National Geographic Magazine (173), acerca de sus sentimientos de Somalia» (30, p. 150).
durante su búsqueda de fósiles. Es esta organización (que, como ob- Uno siente grandes dudas en sacar ningún tipo de conclusiones,
serva Hillaby, está «llena de colorido en todos los sentidos de la pa- pero es de señalar la coincidencia en que fue a esta misma región que
labra>> [155]) la que produce la revista que también provee a Johan- su compatriota, el experto francés Maurice Taieb, iba a llevar a Johan-
son y a Leakey con un considerable apoyo financiero para sus expe- son en 1972 como campo probable de descubrimientos de homínidos.
diciones.
El relato de Johanson da ciertamente la impresión de que la atmós-
fera está sumamente cargada, como lo muestra el siguiente extracto: Conclusión
Al ir caminando, miré por encima de mi hombro, y allí sobre el suelo
vi fragmentos de un hueso del brazo. En esta sección he tratado de cribar los principales informes de la
«Mira aquello justo ahí», le dije a Tom. expedición para establecer precisamente qué es lo que se halló, en
[Tom Gray, un estudiante postgraduado. Su reacción es interesante.] un esfuerzo de desentrañar los hechos de la fantasía. Es mi conside-
«¿Un hueso del brazo de un mono?», supuso Tom. ración que todos los fósiles descubiertos hasta ahora en Hadar son
[Johanson está ahora algo implicado emocionalmente.]
Mi pulso se estaba acelerando. Aunque el hueso era muy pequeño, simplemente los de varios simios, cuyas supuestas características hu-
carecía del reborde óseo de la parte anatómica comparable de un manas no soportan siquiera un examen superficial.
mono. De repente, me encontré cficiendo: <<¡Es un homínido!» ... Se- Johanson ha sido criticado por su lentitud en publicar el resultado
guimos la pendiente con la mirada. Allí, cosa increíble, yacían una de sus descubrimientos. Quizá la razón puede recaer en lo insignifican-
272 273
te de la evidencia que proveen. Cuando se consideran los inmensos
gastos a lo largo de varios años en esta expedición, el resultado final
es ¡una colección de huesos de simios que sólo puede ser descrita como
«lastimosa»!

SECCION VIIE
LAS HUELLAS DE LAETOLIL

Después de la muerte de L. S. B. Leakey en 1972, su esposa, Mary,


siguió la búsqueda en la garganta del Olduvai, pero se concentró prin-
cipalmente en lugares en Laetolil, a unos 30 km más al sur. Como he-
mos mencionado brevemente, se hallaron unas pocas mandíbulas, que
se clasificaron como Horno erectus. De mayor interés, no obstante, fue
el descubrimiento de muchas pisadas fosilizadas de animales, de algu-
nos «homínidos» andantes, todo en estratos datados en una antigüe-
dad de 3,6 a 3,75 millones de años.
Las pisadas se hallaron en varias localidades, la mayor parte de
ellas en dos diferentes niveles estratigráficos. Ciertas condiciones en
la época en que los estratos fueron depositados resultaron· en que las
impresiones de las pisadas quedaran endurecidas, reteniendo gran par-
te de su detalle. Se hallaron una gran variedad de pisadas de aves y de
animales, muchas de las cuales son idénticas a las de especies existen-
tes. Las pisadas se vieron por primera vez en 1976 y se estudiaron en
1977. No se sabe claro en qué etapa se reconocieron las pisadas de «ho-
mínidos», pero no se hizo ningún anuncio público de su existencia has-
ta el 24 de febrero de 1978, cuando Mary Leakey informó de seis pisa-
das (176). Se descubrieron más pisadas, de las que se informó en Na-
ture el 22 de marzo de 1979 (177).
Cuando por fin fueron presentadas en los medios de comunicación
de masas, se remarcó la apariencia «Simiesca» de los individuos, y se
le aseguró al público que se trataba de criaturas «poco cerebralizadas»
que acababan de aprender a caminar erguidas. A menudo se acom-
pañaba a este tipo de artículos mostrando a dos de ellos vistos desde
atrás, en el momento de hacer las huellas. ¡Pero, cosa sorprendente,
parecían notablemente humanos! (178).
El informe en Nature de Mary Leakey y R. L. Hay minimizó tam-
bién la importancia de las huellas de los homínidos. En un informe
escrito que cubría seis páginas, sólo se dedica un 13 % del texto y tres
fotografías a las huellas «homínidas». E incluso entonces se describen
juntamente con otras huellas de simios y todo ello bajo el encabeza-
miento «Primates».
274
275
Se informa de tres rastros. En la localidad A, un rastro tenía 1,5 m En lo que sigue, se deberá recordar que en la extremidad trasera
de longitud, y consistía de cinco pisadas, con un paso de 31 cm, sien- del simio, el pulgar es «oponible» (como el pulgar de la mano huma-
do cada huella de 15,5 cm de longitud por 10,5 m de anchura. na) a fin de facilitar su asimiento a las ramas. Esta tendencia del pul-
En la localidad G se hallaron dos rastros paralelos, de 23,5 m de gar del pie a salirse es claramente visible en sus huellas, una de las
longitud, a una distancia de 25 cm. En vista de la diferencia en la cuales se representa en el informe. No obstante, y describiendo a las
condición de las huellas, tienen que haber sido hechas con un inter- huellas homínidas, afirma:
valo de tiempo. El rastro 1 consistía de 22 huellas con un paso de
38,7 cm, siendo cada huella de 18,5 X 8,8 cm. Este individuo más A diferencia de las huellas cercopitecóideas, el dígito más grande es el
pequeño parece haber hecho una pausa y haber hecho medio giro pulgar del pie, situado como en el pie humano ... Nótese que el arco
a la izquierda antes de continuar en la dirección original. longitudinal del pie está bien desarrollado y se parece al del hombre
El rastro 2 tenía 12 huellas, cada una de ellas de 21,5 X 10 cm y el moderno, y que el pulgar es paralelo a los otros dedos del pie ...
paso era de 47,2 cm. Todos los diagramas de estos rastros que apare-
cen en el informe se ilustran en la figura 64. Sin embargo, lo más in- En el artículo en el National Geographic Magazine, dice un experto
teresante es la descripción de las huellas. en huellas de pies: «Parecían tan modernas, tan humanas ... » (176).
No hay sugerencia aquí de que el pulgar se halle en una posición a
mitad .de camino entre el hombre y el simio, y el reportaje parece
·'.!.<~.-· ,. aceptar que las huellas son totalmente humanas en forma. No obstan-

a\;}}H.,
te, sí que afirma en dos ocasiones que los individuos eran «primitivos».
En primer lugar, dice con respecto a las huellas en la localidad A:
«La andadura era algo vacilante, con un pie cruzando enfrente del
otro.» Pero lo cierto es que un andar vacilante produciría un rastro
-~-~"--.... ·. ~~ - con las huellas izquierda y derecha ampliamente separadas al balan-
~- ·. ·.~ cearse el individuo de lado a lado, no en una línea casi recta, tal como

,,~ a) Rastro del lugar A


se descubrieron. Ciertamente, este punto de vista está apoyado por el
reportaje mismo en un párrafo final que dice:
ti~"
A~·- o• ... se hace evidente de inmediato que los homínidos del Plioceno en
Laetolil habían conseguido una andaduda totalmente erguida, bípeda
r.,\. ·. ' ":t.
y libre ...

~.~J.· ~-..~Í-:
~- ::_
Así es como queda totalmente contradicha la afirmación de que la
~- ¡.¡ t.f~ andadura era «vacilante». La inclusión de esta frase, tan frecuentemen-
: J~·· V ';j ~~ ~:-
--1; :J:. --.
te utilizada por los escritores pseudocientíficos más populares para sus-

~
"·";.;-')."
:rr,·<r.:z
..... .:-.~:·,
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1,·
q_. #~-~-- citar imágenes trogloditas de nuestros antecesores, será a pesar de
-~~{
;i:-~..'f; todo aislada y recibirá un grado indebido de publicidad en los medios
\~-t~¡~ ""',._....
:~...
.,...... .)~!
: ./'.
de comunicación de masas. En verdad, uno tiene la sensación ocasio-
nal, al leer algunos informes, de que ciertas frases significativas fueron
injustificadamente introducidas para este fin, porque a menudo quedan
claramente contradichos por la evidencia presentada.
b) Lugar G En segundo lugar, considera que «la fabricación de herramientas
Rastro 1-4 huellas e) Huella agrandada hubiera bien podido estar más allá de la capacidad mental de estas
(izquierdo) criaturas poco cerebralizadas». Es de presumir que esto se infiriera de
Rastro 2-3 huellas
(derecho) la longitud de lcis pies y del paso, ya que ambos son más cortos que
los del hombre moderno promedio. Como ya hemos enfatizado ante-
riormente, la capacidad craneana no constituye indicación alguna de la
FIG. 64. Las huellas de Laetolil capacidad mental de su poseedor. Además, huellas similares a las des-
276 277
El granjero había cortado algunas del río en el pasado, pero el es-
cubiertas en Laetolil podrían ser hechas por las varias razas de pig- fuerzo difícilmente valía el poco precio que le pagaban. El granjero
meos alrededor del mundo, y que son totalmente Horno sapiens. llevó a Bird a donde se hallaba la única pisada todavía visible, y Bird
Considero que los rastros fueron hechos no por un homínido poco la describió como «el contorno de un pie . . . alrededor de 35 cm de
cerebralizado, sino por un hombre (o mujer) de corta estatura. Como longitud con un talón curiosamente elongado». Admite que el barro
puede verse de algunos de los pasajes que he citado, las huellas dan había sido originalmente muy blando, porque la roca había preservado
la impresión inmediata de haber sido producidas por seres humanos. este «elemento de blandura» (esto es, había retenido una impresión
exacta y detallada¿?). No obstante, afirma él que «Carecía de definición
Las huellas del río Paluxy sobre la que basar conclusiones», ¡y afirma que «evidentemente había
sido hecha por algún dinosaurio o reptil hasta ahora desconocido»! Es
Este descubrimiento en Laetolil de huellas no está, sin embargo, ais- extraño que un paleontólogo experto dijera que una pisada que era
lado. Existe la evidencia de muchos rastros que se hallaron en el lecho por lo menos humanóidea pueda haber sido hecha por un reptil des-
del río Paluxy, en Glea Rose, Texas. Lo que les da una particular im- conocido. Esto me sugiere que tenía él un fuerte prejuicio en contra
portancia es que se encuentran en una formación del Cretáceo, esto es, de aceptar la inferencia más evidente en base de la evidencia que tenía
que datan de 100 millones de años. Además, ¡aparecen al lado de las
de los largamente extinguidos dinosaurios! El lecho del río Paluxy es ante él.
Bir.d hizo muchas investigaciones en el área acerca de lo que él
una limolita blanda, y las huellas pueden erosionarse bastante rápida- prefería llamar «pisadas misteriosas», que él continúa pretendiendo
mente, en tanto que durante las inundaciones, el curso del río a me- fueron hechas por este «reptil» con el «talón curiosamente elongado».
nudo cubre unas áreas y expone otras. Pero encontró que su existencia era de conocimiento tan común en-
El lecho de limolita contiene muchas huellas de dinosaurios y se tre la gente local que al final se encontró a sí mismo refiriéndose a
lleva a grupos en visitas turísticas a contemplarlas. Parece que du- ellas como las <<huellas humanas». El resto de su artículo describe hue-
rante décadas se ha aceptado como un hecho por parte de los residen- llas de saurópodo gigante que halló, pero no se hace ninguna otra re-
tes locales que han ido apareciendo pisadas humanas de tanto en ferencia a estas <<misteriosas» huellas.
tanto. Es evidente en el artículo que Bird no estaba bien dispuesto, bajo
Parece que rumores de estas pisadas humanas llegaron a oídos de ninguna circunstancia, a la posibilidad de que seres humanos, fueran
Roland T. Bird, del departamento de Paleontología Vertebrada del gigantes o normales, hubieran vivido contemporáneamente con los di-
Museo Americano de Historia Natural, que investigó el área y escribió nosaurios. Es verdaderamente desafortunado que Bird no prosiguiese
un artículo en Natural History en mayo de 1939 (179). sus investigaciones, porque a pesar de todo la evidencia yacía allí y
Lo que está claro de sus relatos es su rechazo completo de que pu- hubiera hallado gran cantidad de evidencia para sostener esta postura.
dieran aparecer pisadas humanas en rocas cretáceas. En primer lugar
LTispeccionó dos losas en una tienda de un comerciante que contenía
huellas gigantes de unos 38 cm de longitud pero las rechazó como fal- La evidencia documental filmada
Esta evidencia sumamente convincente se halla contenida no en
sificaciones (fig. 65). Oyendo que venían del mismo lugar donde se ha- un artículo, sino en una película titulada <<Footprints in Sone».* Los
llaban las huellas de dinosaurios, llegó al fin a preguntar a un granjero productores de esta película limpiaron un área del lecho del río y ha-
local de Glen Rose acerca de las «misteriosas» huellas. El granjero re- llaron varias largas pistas de dinosaurios, hombres y gigantes entre-
plicó con naturalidad: «Ah, quiere decir las huellas humanas. Bueno, cruzando el área. Las pisadas en los estratos endurecidos son claras y
había habido un rastro entero de ellas más arriba del cuarto cruce, están bien preservadas, mostrando mucho detalle. Son frecuentes las
antes de que el río las barriera.» impresiones de dedos individuales y en algunas es evidente que habían
sido hechas por un hombre que estaba corriendo. Algunas de las pisa-
das humanas caían en medio de la de un dinosaurio. Además, a fin
de demostrar de una forma concluyente que no se podían haber falsi-
ficado las huellas, se alquiló una excavadora para remover un gran

* Light and Life Films, 42 Fountainhall Rd., Edinburgh, Escocia, EH9 2LW. Ver
también el artículo «Las huellas del río Paluxy», en Anegado en Agua, de esta misma
FIG. 65. Las grandes pisadas humanas editorial, en la colección Creación y Ciencia.
del río Paluxy
279
278
banco ribereño. Se comprobó que las huellas continuaban ininterrum-
pidamente por debajo de él.
Una de las partes más interesantes de la película fue las reaccio-
nes de un grupo visitante de geólogos cuando se vieron ante las hue-
llas. Su perplejidad y total incredulidad eran evidentes, en tanto que
sus comentarios eran vacilantes y no querían comprometerse. Aquí ha-
bía una prueba para toda persona sin prejuicios de que los hombres
y los dinosaurios eran contemporáneos. Pero estos experimentados geó-
logos reaccionaron de la forma más evasiva posible, no debido a que APENDICE VIII
la evidencia que habían examinado de primera mano fuera inadecua-
da, sino simplemente debido a sus preconcepciones. Haber aceptado LA EXHIBICION DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL,
esta evidencia hubiera quebrantado totalmente la credibilidad de la
penosamente erigida columna geológica que ha sido el dogma de fe «EL PUESTO DEL HOMBRE EN LA EVOLUCION»
para los expertos de muchas generaciones. Si algunos de estos geólo-
gos hubiera estado de acuerdo en que la inferencia de las huellas era
evidente, se hubiera quedado abierto al ridículo de sus colegas profe- En 1980, el Museo de Historia Natural montó una exhibición per-
sionales. Además, el mantener estos puntos de vista tan «heréticos» manente titulada «El puesto del hombre en la evolución» y publicó un
hubiera puesto en tela de juicio el que se les retuviera en las posicio- libro correspondiente con el mismo título.
nes directivas que ocupaban en el mundo científico. Con resultados tan La exhibición se halla en nueve secciones, en la primera de las cua-
posibles en mente, se pueden comprender sus evasivas. En verdad, los les se nos dice que «el hombre es un animal», y en la segundo se nos
geólogos no son los únicos expertos que están conscientes de posibles muestra como también es «Un mamífero, un primate y un simio».
repercusiones en el futuro de sus carreras, si mantienen puntos de
vista que difieran fundamentalmente de los de sus colegas profesio- Sección 3. Se exhiben el chimpancé y el gorila, pero se admite que la
nales. relación del hombre con ellos no está decidida.
Hemos considerado aquí solamente un caso en el que la evidencia Sección 4. El Ramapiteco tenía muelas aplanadas y la «reconstruc-
contradice lisa y llanamente la columna geológica estándar. pero se ción del hocico» era corto. Esto «sugiere» que estaba rela-
nudieran dar muchos otros. Ninguno de ellos aparece, sin embargo, en cionado con el hombre.
la prensa secular. Porque lo cierto es que tales evidencias, incluso cuan- Sección S. Los Australopitecos: Una exhibición de varios cráneos
do son presentadas por expertos acreditados, son siempre rechazadas y una reconstrucción de cuerpo entero de la mujer de Sterk-
por los periódicos científicos (tanto por los prestigiosos como por los fontein, que posee un hocico pronunciado (prognático)
de carácter popular), y ello con razones muy poco satisfactorias. Esto como un chimpancé. Pero el libro dice: «Estúdienla cui-
puede ser ascrito al «prejuicio» de los editores correspondientes. Pero dadosamente. Podrán ver que tiene un hocico corto como
se trata de un fenómeno tan universal que quisiera suscitar la cuestión el de un ser humano ... » (¡!) Las reconstrucciones mues-
de si quizá no va más allá de esto. Este es un tema importante al que tran que los Australopitecos andaban erguidos; en clara
me referiré brevemente en la conclusión. contradicción a los hallazgos de Sir Solly Zuckerman.
Sección 6. Los Habilinos (Horno habilis): Es ésta una exhibición de
lo más sorprendente, ya que el «Hombre 1470» de Leakey
es casi dejado de lado. En una placa introductoria sepa-
rada a la sección llamada «Relaciones fósiles del hombre»
se muestra una gran fotografía del cráneo, sin dársele nin-
guna clasificación. ¡La vitrina de exhibición de los Hamo
habilinos lo deja totalmente a un lado! A fin de aumentar
algo la escasa evidencia de fósiles habilinos, se incluye el
cráneo n.o 1813 de Leakey. ¡A pesar de que en dos artícu-
los en 1976 lo clasificó entre los Australopitecos!
Sección 7. Horno erectus. Este es el eslabón más débil de la cadena,
280 281
con el hombre de Pekín, el hombre de Java y el hombre
Chelleano (fig. 51) expuestos. Un modelo «reconstruido»
de un fuego de la localidad de Pekín con 300 milímetros
de grosor de cenizas ignora el hecho de que en realidad se
hallaron 7 metros de profundidad de cenizas.
Sección 8. Trata de los Neanderthales.
Sección 9. Sumariza los hechos presentados, y es notable por su úl-
timo diagrama ramificado (cladograma) de la evolución
del hombre, porque no se muestra ni uno sólo de los fó- CONCLUSION
siles ni de los animales en la exhibición en línea con la
evolución del hombre, sino solamente como ramas diver-
gentes. Así, aunque se admite que no tienen ni un sólo fó- Dentro de los límites de este libro, he examinado las circunstancias
sil que sea directamente ancestral del hombre, se hace de que rodean el descubrimiento de los más famosos fósiles de «hombres-
tal manera que pocos se darían cuenta. simios», he repasado el tipo de evidencia presentada, comparando pun-
tos de vista diferentes de la historia del hombre, y he mostrado cómo
Esta exhibición será contemplada por muchos miles de personas, y se ha descubierto el Hamo sapiens en estratos mucho más profundos
como se halla destinada a jóvenes escolares, sus efectos serán amplios. que los de sus supuestos antepasados.
En este apéndice he criticado brevemente sólo la evidencia factual que Finalmente, quisiera señalar de forma específica un aspecto que
presenta. Examino en otra obra * las cuestiones y respuestas que se le queda evidente a lo largo de este libro, esto es, la escasa evidencia fó-
presentan al visitante, porque éstas están presentadas de tal manera sil apoyando los eslabones hombre-simios. Existen numerosos esquele-
que constituyen poco más que propaganda en favor del mito de que el tos al completo en los estratos de la tierra, tanto de Hamo sapíens
hombre evolucionó surgiendo de los animales. como de animales, incluyendo a dinosaurios, simios y monos.
Pero los enlaces fósiles entre el hombre y los animales consisten
Hombre moderno solamente de fragmentos de mandíbulas, de algunos fragmentos rotos
Neanderthal de cráneo, de parte de píe, etc., no habiéndose hallado nunca ningún
Horno erectus esqueleto completo, ni tan siquiera una proporción razonable de uno
Habilinos de ellos.
Australopitecos La especulación y las generalizaciones extraídas de la evidencia fó-
Ramapitecos sil parecen seguir una ley inversa. Cuando es muy fragmentaria, se
Gorila y Chimpancés pueden emitir afirmaciones de gran alca:Qce acerca de la posición e
importancia del «homínido». Cuando se han descubierto más huesos
Cladograma del Museo de Historia Natural fósiles, las opiniones se hacen más prudentes, porque las afirmaciones
«El puesto del hombre en la evolución» extravagantes pudieran quedar refutadas en base de la evidencia dis-
ponible, y se hace más evidente si provienen de un simio o de un hu-
mano. Lo sumamente fragmentario de la evidencia utilizada para apoyar
la existencia de hombres-simios se admite en ocasiones por parte de
los expertos, pero con todo se admite que es «convincente» e «irrefu-
table».
Me aventuro a contradecir estas opiniones. Sobre la base de la evi-
dencia dada, sugiero que es sumamente inconvincente, y que «no está
probado» el caso de tales eslabones, a pesar de una investigación ex-
tensa de la superficie de la tierra a lo largo de cien años. Esta caren-
cia de evidencias fósiles es tan embarazosa que en la actualidad se está
evitando el tema con sumo cuidado. Por ejemplo, el libro titulado
Evolution lo publica el Museo Británico de Historia Natural (con Rout-
* The Rise of the Evolution Fraud. ledge & Kegan Paul) y está escrito por Colín Patterson, que pertene-
282 283

.~
~-

ce al personal del museo. De esto podemos asumir que representa lo za de ninguna evidencia a su escasez? De esto resulta que, ¡cuanto más
último en el punto de vista oficial acerca de este tema, ya que sustituye escasa sea la evidencia fósil, tanto más convincente es la prueba! ¡De-
a las anteriores ediciones. Cuando pasamos a la sección encabezada «La claraciones de este tipo huelen a la neolengua de 1984 de George
evolución y el Hombre», las frases iniciales son: Orwell!
En esta reseña, Hombres-simios fue criticado con tanta dureza que
En este capítulo final no me ocupo de relatar históricamente cómo es sorprendente que el editor hubiera malgastado tanto espacio en un
evolucionó nuestra especie. Los relatos de la evolución dependen mu- libro tan malo. Una característica a señalar en esta reseña es la ausen-
cho de los fósiles, y el número de diferentes historias es casi tan gran- cia total de toda mención de errores {actuales. Si se hubiera hallado
de como la cantidad de fósiles. tan sólo uno, se puede tener la seguridad de que hubiera sido exage-
rado más allá de toda proporción con su importancia, a fin de arrojar
No hay ni siquiera una mención de los antiguos favoritos -el hom- dudas sobre la exactitud de todo el libro.
bre de Pekín, el hombre de Java, etc.- y la sección entera trata sola- Esta reseña fue la única que apareció en la presa secular. Pero
mente de las similaridades genéticas entre el hombre y los simios. Hombres-simios ha provocado de cierto un considerable interés, reci-
La exhibición del Museo «El lugar del hombre en la evolución» pre- biendo muchas cálidas reseñas en periódicos cristianos de un amplio
senta un número de fósiles como evidencia de la evolución del hom- margen de denominaciones. No obstante, y aparte de éstas, ha sido por
bre, pero de nuevo sólo se refiere a la «relación» de ellos con el hom- lo general recibido por una «barrera de silencio». Sir Zolly Zuckerman
bre, como hemos visto en el Apéndice VIII. Lo cierto es que el aumen- se quejaba en su libro Beyond the Ivory Tower de que sus artículos
to del uso de los «cladogramas» les permite evitar engañosamente acerca de los Australopitecos habían sido ignorados. La verdad es que
el hecho de que no tienen fósiles en la línea directa de la evolución del muchos manuscritos no son aceptados por las publicaciones si son crí-
hombre. ticos del «punto de vista establecido» en ciertos temas. Quizá se piense
Un aspecto sumamente importante en la gran corriente de progra- que estoy asumiendo una postura ofuscada. No obstante, el hecho de
mas, artículos y referencias a la evolución que se presentan en los que hay una estrecha relación entre un número de científicos líderes
medios de comunicación de masas es que se trata mayormente de una muy influyentes y los que controlan los medios informativos es algo
comunicación en dirección única: de los expertos al público en gene- de lo que el público en general está totalmente a oscuras, y la impor-
ral. Este método de comunicación no permite efectuar nreguntas in- tancia de este hecho se subestima de una manera crasa.
cómodas, ni desafiar los hechos que se presentan. Con el creciente in- Me referiré a un incidente en el que las fuerzas «científicas» fueron
terés en este tema de parte de una cantidad de personas que han es- rápidamente movilizadas a fin de impedir la publicación de una serie
tudiado la evidencia en contra de la evolución en un cierto detalle, es de libros cuidadosamente investigados, y que ponían en tela de juicio
interesante que haya pocos expertos evolucionistas bien dispuestos a las asunciones básicas que mantenían los científicos en más de un
debatir el tema de una manera formal. Es posible que hayan oído de campo.
la situación en América, donde este tema se está aireando libremente,
y de la creciente resistencia de los expertos evolucionistas en partici-
par en el debate. Yo mismo he emitido un reto a debatir este tema
en más de una ocasión, pero hasta ahora no he recibido respuesta. La supresión de los puntos de vista de V elikovsky
Immanuel Velikovsky escribió, en el campo de las atronomía y de
Críticas de Hombres-simios: ¿realidad o ficción? la cronología de las razas humanas, varios libros bien documentados
Esta cuestión de lo inadecuado de la evidencia fósil es menciona- (Ages in Chaos, Worlds in Collision, Earth in Upheaval), que contradi-
da en una reseña a la primera edición de Hombres-simios que apareció cen rotundamente el «registro establecido de eventos» y los presentes
en Antiquity (noviembre de 1978), escrita por Richard Burleigh, del puntos de vista «actualistas» de los geólogos y científicos. Que algunas
Museo Británico de Historia Natural. de las teorías de Velikovsky sean correctas o no se trata de una cues-
En su crítica aparece una frase que exigió ser leída varias veces an- tión abierta. No obstante, la presión coordinada de muchas institu-
tes de llegarse a comprender su significado. La frase en cuestión es: ciones científicas que se hizo sentir sobre Macmillans, cuando estaban
a punto de publicar sus obras en 1950, se documenta de la forma más
... en tanto que mucha de la fuerza de la evidencia fósil reside en su reveladora en The Velikovsky Affair (180). Macmillans se vio amenaza-
esencial escasez. da con una interdicción a la venta de sus libros de texto en muchas
universidades, y los científicos estaban ya rehusando entrevistas con
Ante esto, uno sólo puede preguntar: ¿Cómo puede deberse la fuer- sus representantes. Ante esta oposición evidentemente orquestada, Mac-

284 285

l
Con una condena tan abierta, no se necesita de mayor comentario.
millans capituló y pasó los derechos a una publicadora mucho más pe-
queña. El autor, de Grazia, comenta: La alternativa rechazada
El instrumento más rápidamente a disposición del establecimiento Considero que la idea actual de que el hombre surgió de los simios
científico es el <<boicot». Es bien conocido, pero no suficientemente por evolución se halla basada sobre una evidencia inadecuada que ha
apreciado, que los líderes del campo científico blanden una influencia sido voluntariosamente malinterpretada a fin de dar su apoyo a la teo-
triple sobre las casas publicadoras. Son ellos los autores o patroci- ría, y todo ello efectuado en el nombre de la «ciencia».
nadores de las obras principales en el campo. Influencian a la opinión Si el hombre no ha venido de los simios, la única alternativa razo-
acerca de los libros; esto, a su vez, afecta a las compras. Y ellos y nable es que fuera creado. Sin embargo, las implicaciones de esta po-
sus subordinados y seguidores en otras facultades compran una par- sición son inaceptables para muchos. A pesar de todas las emociona-
te importante de los libros y del material que se vende en este cam-
po y que se utilizan como textos y como obras de lectura obliga- les protestas en contra de ello, mantengo que tales objeciones son fun-
toria. Cuando los representantes de una casa publicadora hallan sú- damentalmente teológicas (quizá subconscientemente) y no científicas.
bitamente que las puertas de los poderosos les están cerradas, esto La objeción básica es el rechazo a reconocer un Dios todo-poderoso
es más que una presión: puede ser un golpe mortal. El establecimien- que es bien capaz de crear al Hombre, si así lo deseara. Los que objetan
to se movió con rapidez y vigor para bloquear el apoyo pro~sional al a esta postura no tienen otra alternativa sino aferrarse a una teoría
libro de Velikovsky y a su casa publicadora (180). que solamente puede mantenerse con los tortuosos métodos que he ex-
puesto· en este libro.
Velikovsky se entrevistó con el presidente de Macmillans, quien le Así, hoy en día, como en tantas otras esferas de la vida, se suprime
dijo: la verdad. Pero no para siempre, porque con toda certeza amanecerá
Los círculos académicos no son grupos aislados; se hallan unidos en el día en que la verdad será revelada a la humanidad de tal forma que
organizaciones locales, o en organizaciones profesionales que se ha- nadie podrá ser capaz de negarla.
llan establecidas o representadas en organizaciones nacionales de ma-
yor tamaño ... De esta manera, la presión académica puede hacerse
muy extendida (180).
Vemos así que en ciertos campos el mundo científico se halla muy
lejos de poseer la actitud abierta e inquisitiva que tan •intensamente
profesa tener. Ciertamente, sugiero que hay ciertos temas, de los que
la paleoantropología es un ejemplo principal, que no tienen derecho
a que se las llame ciencias, sino pseudociencias. Estos campos de apa-
rente conocimiento se sostienen por lo que resulta ser propaganda, en
tanto que se suprimen los hechos que los contradicen. Con todo esto
en mente, se hará evidente la razón de mi suma cautela en la redac-
ción de este libro.
Robert Ardrey es un autor que lamenta esta supresión de voces
disidentes. Por lo que a él respecta, está totalmente convencido de la
evolución del hombre, habiendo escrito extensamente acerca de este
tema. Mantiene el punto de vista de que el hombre progresó debido a
sus instintos agresivos innatos, y se queja amargamente de que esta
interpretación de la evolución sea suprimida por aquellos que dicen
que el hombre es simplemente un producto de su medió. Mantiene
que tienen ellos el control de muchas de las posiciones educativas y
científicas y afirma:
. . . las tres ciencias pivotales para el entendimiento del hombre -la
psicología, la antropología y la sociología- se mienten continua y
eficazmente a sí mismas, a las otras dos, a sus estudiantes y al público
en general... (181, p. 12).
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1
296
December, vol. 150, no. 6, pp. 790-811.

f1

.~

1;r
297

i
INDICE ANALITICO

Abbeville, mandíbula de, 108, !11 Clichy, esqueleto de, 86, 111
American Psychologist, 272 Coccni, Signar, 100
Ager, D. V., 109 Cale, S., 46, 228, 234, 235
Andersson, J. G., 113, 114, 160 Collins, D., 85
Andrews, R. C., !14 Comunistas, 144-145
Anillos de árboles, 82 Constable, G., 57, 201-202
Antiquity, 31, 32, 55, 114, 116, 160, 284 Cook, H., 75
Ardrey, R., 249, 286 Cook, M., 84
Artritis, 193, 195 Cráneo
Ashurst, Coronel, 146-150 Calaveras, 97-99, 111
Asociación Americana para el Avance de la Cannstadt, 193
Ciencia, 205 Castenedolo, 99-100, 111
Azgl[alopitecinos, 90-93, 95, 186, 208-234, 249, 281, Engis, 193
Kanjera, 220, 231
Australopithecus Krapina, 199
africanus, 2!1, 214 Olmo, 100
prometheus, 2!1, 214 Piltdown, 13-48, 63-71, 100, 176, 232, 283, yer
robustus, 212, 213 también Piltdown, y Piltdown II, cte.
traansvalensis, 211, 212 Pithecanthropus, ver Pithecanthropus.
afarensis, 256, 258, 271 Saccopastore, 199, 204
Sinanthropus, ver Pekín, hombre de (Sinan-
Barkham Manar, 14, 20, 27 thropus)
Barthélemy-Madaule, Mme., 47 Solo, 179
Bayzand, C. J., 51 Sondé, ver Diente de Sondé
B. B. C., 58 Steinheim, 197-199, 222
Beer, G. de., 171 Swanscombe, 27, 87, 95, 100, 102, 104-105, 110,
Begouen, M., 28 195-199, 231
Bird, R. T., 278-279 Taungs, 212, 258
Black, D., 27, 35, 56-57, 61, !15-124, 128, 134-141, Vertesszollos, 87, 95, 110, 195, 196, 198, 199
148, 151, 153-158, 162, 186, 189 Wadjak, 166, 169, 173, 189
Blankenhorn, M., 178 1470, 76, 236-244, 246-247, 250-254, 268, 281
Bohlin, B., 116 1590, 241, 253-254
Boise, C., 220 3732, 241, 254
Bolas (boleadoras), 126, 128, 222 3733, 247
Bossazza, V. L., 217 Cuarzo, 114, 121, 125, 135, 160, 162-163
Boswell, P. G. H., 227-228, 231-234 Cuénot, C., 29, 33, 180-182
Boucher de Perthes, 108 Curtis, G. H., 244
Boule, M., 29, 54, 80, 101, 108, !18, 120, 123, 129,
137, 138, 141, 172, 175, 188, 194-195, 206, 232, 273 Chardin, ver Teilhard de Chardin, P.
Breuil, H., 122-129, 131-132, 136, 138-140, 143, 160- Chelleano, ver Hombre Chelleano
164, 183 Chesterton, G. K., 76, 172
Broderick, A. H., 74
Broom, R., 183, 210, 212-214, 217 Dart, R. A., 57, 210-212, 214, 217, 233
Bryan, W. J., 58 Darwin, C. R., 11, 60, 73, 165, 168-169, 175, 193,
Burleigh, R., 284 203, 208
Dataciones radiométricas, ver Radiometría, Da-
Calaveras, cráneo de, 97-99, 111 taciones
Cámara de los Comunes, 19 Davis, H., 147-148, 150
Campbell, B., 197-199 Dawson, C., 1, 59, 64-65, 67-71
Cannstadt, cráneo de, 193 De Geer, 82
Carbono 14, 85-87, 107, 229, 248 Diente de Sondé, 178
Carmelo, monte, 200 Dordogne, 37, 40, 65
Carnegie, Instituto, 98, 182-183 Douglas, J. M., 49, 51, 57-58
rarnot, A., 103 Droguerías (chinas). 114, 189-191
Carrington, R., 168 Dryopithecus, 90, 92
Castenedolo, cráneo de, 99-100, 111 Dubois, E., 60, 74, 142, 156, 165-181, 184-185, 188
Catarrinos, 170
Catastrofismo. 109-110, 265 Fckhardt, R. B., 90
Cave, A. J. E., 195, 240 Eoanthropus dawsonii, ver Piltdown, hombre de
Cladograma, 281-282, 284 Erhingsdorf, fósiles, 169, 204

'..1 299

___~,._
Elliot, Mr., 101, 104, 106 International Herald Tribune, 271 Morris, H., 14, 21, 40, 42, 43 Eleplzas planifrons (diente de cstcgodonlc),
.t;ngis, cráneo de, 193 Isaac, G., 240 Museo Británico (de Historia Natural), 13, 14, 15, 16, 17, 28, 29, 37, 41, 47, 58, 6"/-08, 70-11
Esqueleto Issel, A., 100 15, 19, 24, 26, 29, 34, 36, 37, 43, 46, SL-53, 58-60, •eolitos•, 68-69
Clichy, 86, 111 lvanhoe, F., 202, 204 64-66, 68, 70, 92, 102, 104, 145, 171, 254, 259, ferrolita, 17, 42, 69
-Diez esqueletos-, 118-120 283-284 tosiles (animales)
Galley Hui, ~6, 102-IOIS, 111, 197, 233 Java, hombre de (ver también Pitlzecautlzropus), Natchez, pélvis de, 109 castor, 16, 1"1, 26
La Chapelle-Aux-Saints, 74, 194-1~5. Lú1, U~ 38, 60~1. 74, 76, 89, 95, 110, 118, 127, 142, !So, Nacional Geographic, 220, 235, 236, 238, 239, 252, •mazo» de hueso de elelante, 18, 19, 21,
«Lucy», 251, 255, 259-264, no 165-192, 196, 199, 225, 247, 282, 2114 264, 2;i!, 277
30-32, 37, 43, 65-66
Sinathropus, ver Pekín, hombre de (Sinan- dientes, 167-169, 174 Natural History Magazine, 54, 278 herramientas de piedra, 15-16, 28-29, 31, 40,
thropus) hueso de la pierna (fémur), 167-169, 171-176 Nature, 49, 56, 58, 92, 119, 176, 185, 202, 208-210, 41, 67-71
Skuhl, 198, 200 cubierta craneana (ver Pithecanllzrupus erec- hipopótamo (dientes), 15, 16, 29, 68-70
Tabun, 200 224-229, 233, 241, 257, 259, 262, 271, 2"15 mandíbula, 15, 16, 17, 19, 23-24, 27, 29, 31,
tus), 74, 168-169, 172-174 Neanderthal, hombre de, 74, 77, 95, 108, 110, 123,
Essex, R., 3, 28, 30-31, 37, 40, 44, 47, 63-66 Japón, 145-152 35, 36-39, 40-42, 44, 58-59, 03-6~
livolution, 283 Jonanson, D., 245, 248, 251, 254, 273 126, 136, 165, 172, 179, 193-206, 222, 233, 240, mastodonte, 16, 18
Kanan, mandíbula de, 103, 219, 227, 231-23-1 248, 282 rinoceronte (diente), 17, 28, 35, 56
Fleming, S., 86 Kanjera, cráneo de, 220, 231 Nebraska, hombre de, 75 tinción, 19, 21-26, 38-41
Flint, 1<. F., 207 K. M. S., toba, 241, 243-245, 268, 270 «Nellie•, 142, 150, 247 yeso, 24-27, 52, 69
Fluorina, 19, 44, 57, 63, 102-106, 197, 233 Kedung Brubus, mandíbula de, lóó, 169, lil New Scientist, 31, 47, 54, 91, 252, 260, 261, 262 Piltdown 11, 18, 19, 21, 29, 31-35, 45, 56, -;¡
Foley, W. T., 146-150 Keith, A., 14, 20, 28, 36, 96, 97, 99, 101, 108-110., New York Times, 119 muela, 18, 31-35
Footprints in Stone, 279-280 ll9, 174, 176, 178, 211, 231, 233 secciones de cráneo, 18, 31-35
Fontechevade, 87, 95, 110, 195, 198, 204 Kennard, A. S., 14, 43-44 diente de rinoceronte, 35, 56
Foster Cooper, C., 225 Kenny, M. J., 174, 178 Oakley, K. P., 14, 31-35, 38, 41-42, 44-45, 47, 54, Pithecanthropus, 76, 222
Foxhall, mandíbula, 101 Kenward, Miss M., 14-15, 20, 23, 27, 1!9, JO 57, 103, 233 alalus, 165
Fuchs, E. V., 224 Kenward, R., 4, 23, 65 Observer, 146 modjokertensis, 184, !Sí
Koenigswald, G. H. R. van, 122, 152, 165, 168, U'Connell, Fr. P., 113, 118, 129, 130 1 (erectus), 169, 176-178
Galley Hill, esqueleto, 86, 102-108, 111, 197, 233 169, 173-175, 178-192 Olduvai, garganta del, 207, 20~, 219-222, 268, 275 11, 184-185
Carrod, Miss /.J., 183, 200 Kow Swamp, 248-249 Olmo, craneo de, 100, 101 111, 185
Galada, babuinos, 90 Krapina, cráneos de, 199 Omo, 2:15, 245 IV (robustus), 186-188
Geological Society, 17, 30-31, 37, 46, 70, 71, 107 Kreuger, l., 115 Origins, 242, 246, 249-251, 253, 260. Plesianthropus transvaalensis, 211-212
Gigantopithecus, 189-191 Kromdraii, 212, 258 Orwell, G., 285 Pluviales, 207-208
Gould, S. J., 54-55, 109, 265 Usborne, H. F., 75 Pollard, Mr., 43
Granger, W., 114, 119 Laboratorio Cenozoico, 117, 131, 143 Uttaway, J. H., 193 Potasio-argón, 83-87, 237, 243-247, 266-270
Grazia, A. de, 286 Ladrillos romanos, 51-53 Oxnara, C. H., 210, 258 Protsch, R., 228-230
Grenelle, fósil de, 108 Laetolil, mandíbulas de, 256, 257, 271, ns Punch, 268
Grosvenor, Dr., 235-236 pisadas, ll5-278 Radiometría, dataciones, 81-89, 244-246, 266-210
Guardian, 52, 271 Leakey, L. S. B., 28, 46, 59, 92, 174, 2.."10. ~. Paidomórfosis, 172, 202 Ragazzoni, G., 99
224-229, 251-252, 268, 272 Painter, K., 52 Ramapithecus, 76, 90-92, 250-251, 281
Hadar -articulación de la rodilla-, 255, 259 Leakey, Mary, 220, 256, 270, 275 Paluxy, río, 278 Raquitismo, 193, 202-205
-•familia»-, 255, 264 Leakey, Meave, 273 Papa Pablo VI, 113 Recapitulación, 170-172, 202
Haeckel, E., 165-168, 169-172, 175 Leakey, R., 74, 84-85, 95, 235-248, 251-25-1. 260, Reck, H., 220, 223-230
Hall, E. T., 84-87 268, 270-272, 281 Paranthropus crassidens, 213 Reed, H., 85
Halstead, Dr. L. B., 49, 58-60 Le Gros Clark, W. E., 14, 38, 47, 173, 179, 197. robustus, 212-213 Robinson, J. T., 213
Hay, R., 222, 275 210, 214 Patterson, C., 283 Rockefeller Foundation, 115, 117
Head, J., 31 Lieberman Crelin, teoría de, 201-202 Peacock, Dr. D. P. S., 52 Rodolfo oriental, 235 ss.
Heidelberg, mandibula de, 68, 199 Lewin, R., 249, 260 Pearl Harbour, 139, 146-148, ISO, 189 cráneo 1590, 241, 253, 254
Henri-Martin, Mlle G., 198 Lewis, C. S., 48 Pei, W. C., 117-119, 121, 130-137, 138-141, 144, 147, cráneo 3732, 241, 254
Hesperopithecus, 75, 89, 117 Libby, W., 86 149, 152, 159-160, 163, 199 dataciones, 243-246
Heys, Mr., 101 Licent, Fr., ll3-115 Pekín, hombre de (Sinanthropus), 19, 27, 38, 47, fémures, 237, 239, 243
Hillaby, J., 252, 272 «Lucy», esqueleto, 251, 255, 259-264, 270 55, 57, 61, 74, 89, 95, 101, 110, 113-164, 165, fuego de campamento, 249
Hinton, M. A. C., 43, 58, 60 pélvis, 261-263 178-181, 184, 185-188, 196, 209, 214-215, 225, 247, Horno erectus, 247-249, 252
Holmes, W. H., 98 Lyell, C., 109-110, 265 252, 273, 282, 284 pélvis, 241-243
Hombre Cráneos, 117, 124, 126, 128-130, 138, 145, 152 Rosemberg, B., 205
Chelleano, 222, 282 Maclnnes, D., 224 11, 128, 143 Royal Society, 50, 136
-Cueva Superior de Chou-Kou-Tien-, 129, Makapansgat, 211, 213, 214, 217, 258 111 (Locus E), 117, 120-123, 124, 128, 136-138, Rutimeyer, L., 170
132-137, 150 Mandíbula 140-141, 153-158
de Java, ver Pitecanthropus, y Java, lwm- de Abbeville, 108, 111 XI ( «Nellie•), 128, 142, 150 Saccopastore, cráneos, 199, 204
bre de «B», 179, 185, 187 Diez esqueletos, 118-120 St. Barbe, Capt. Guy, 14, 40, 43
Neanderthal, ver Neanderthal, Jwmbre de de Foxhall, 101 fuego (cenizas), 124, 127, 130-132, 135, 137, 143, Schlosser, M., 114, 208
de Nebraska, ver Hesperopithecus, y Ne- de Heidelberg, 68, 199 159-164, 282 Schneider, J. M., 81
braska, hombre de de Kedung, 166, 199, 173 huesos esqueletales, 126, 129, 137, 144, 148 Schultz, A. H., 209
de Pekín, ver Pekín, hombre de, (s) de Laetolil, 256, 257, 271, 275 industria de huesos, 120, 123-124, 126, 131, 138 Science, 257
de Piltdown, ver PiltdOH'n, hombre de, de Piltdown. Ver Pi/td0\\'11, llombre de; man- 139, 161-164 Science 81, 205
«1470», ver Cráneo, 1470, y 1470, al final del díbula industria de piedras, 121, 125-128, 130, 143, Selenka, Frau L., 176-177
índice Marines, 146-148, 150-152 148 Selenka-Trinil, expedición, 165, 176-178, 183, 191-
Hamo africanus, 211 Marriot, Mayor, 14, 23, 43 1966, 144 192
erectus, 95, 199, 214, 247-249, 252-253, 258, 275, Marston, A. T., 195-197 Pelletier, Fr., 28 Sergi, G., 99
281 Matternes, J. H., 240 Picasso, P., 205 Shapiro, H. L., 146-148, 150
habilis, 95, 210. 221-222. 251, 253-254, 270, 281 Meganthropus, 189-190 Pickering, R., 222 Sherborne, hueso, 49, 51
Hopwood, A. T., 224, 226-229 Mendel, G., 272 Pie kford, M., 91 Shotton, F. W., 107
Hrdlicka, H., 97, 119, 173 Merriam, J. C., 98, 182 Pilbeam, D., 91-92, 201-202 Sífilis, 204-205
Hughes, T. Mck., 106 Millar, R., 37, 47, 56, 175 Piltdown, hombre de, 13-48, 63-71, 100, 176, 232, Simons, E. L., 91-92
Hummer, C. C., 91 Mil/er, V. A., 244 273 Skuhl, esqueletos, ver Esqueletos, skuhl
Huxley, J., 209 Moir, R., 101 canino. 17-18, 21-24, 28, 32, 35-39, 41-42, 58, Smith, G. E., 27, 47, 56-57, 61, 75, 114-lló, 121,
Huxley, T. H., 176 Mollison. T., 227-229 69 160, 169, 211
Monfreid, H. de, 273 «COCO», 15, 23-24 Smith, R., 43
Ichkeul, 37, 41, 47, 54 Montgomery, 37, 65 cráneo, secciones, 15, 16, 18, 21-27, 3'J, 44- Sollas, W., 49-51, 56, 58-61
/1/ustratPd hmdon Ne\\'S, 75, 224 Moore, R., 168, 169, 173-175, 184 45, 63-65, 67-69 Saloman, J. D., 227-228
Innes, H., 239 Morris, D., 250 cromo, 26, 27, 39-40, 69 Solo, cráneos, 179

300 301
¡'i\1
1!;
Sondé, diente de, 178
Speaight, R., 18-30, 32-33, 36, 41, 45, 47, 67, 146, Velikovsky, l., 285-286
182, 215 Vere, F., 15, 20, 23, 30-32, 34, 40, 47, 63, 68, 71,
Steinheim, cráneo, 197-199, 222 169
Sterkfontein, fósiles, 212-213, 258, 281 Vertesszollos, cráneo de, 87, 95, 110, 195, 196,
Straus, W., 195 198, 199
Sunday Telegraph, 85 Viking Foundation, 102, 215
Sunda"t Times, 271 Virchow, R., 165, 172, 193, 202-204, 206
Suzukt, H., 148, 151 V oltaire, 48
Swanscombe, cráneo, 27, 87, 95, 100, 102, 104-105,
110, 195-199, 231 Wadjak, cráneos, 166, 169, 173, 189
Swartkrans, 213, 258 Watson, D. M. S., 225
Wayland, E. S., 207
Tabun, esqueleto, 200 Weidenreich, F., 122, 134-138, 140-143, 145-146,
Taieb, M., 273 150, 152, 156, 182, 185-191, 197-198, 247
Taungs, cráneo, 212, 258 Weiner, J. S., 14-15, 19, 30-32, 38, 40, 43-44, 50, RESEf<IAS DE LA PRIMERA EDICION
Teilhard de Chardin, P. 59-61, 65-68, 197-199
Piltdown, 13-17, 20, 21, 27-38, 40-42, 44-48, 54- Wendt, H., 114, 172
58, 61, 67, 69-71 Wenner Green Foundation, 215, 220 English Churchman. ·Este es un tratado sumamente erudito, factual y sumamente do-
Pekín, 113, 115, 117-118, 120-122, 124, 130-132, Whíte T. D., 270 cumentado acerca del tema de los hallazgos, durante los dos últimos siglos, de ciertos
136-137, 143-146, 149, 159-164 Whitmore, F., 147-148, 151-152 fragmentos fósiles simiescos en base de los cuales ciertos científicos han deducido
Java, 180-183, 185-187, 191 Whitney, J. D., 97-98
Africa, 215 Wolpoff, M. H., 199 que el hombre ha descendido directamente de los simios.
Hadar, 273 Woodhead, S., 14, 27, 65 ·El autor deja al descubierto, con una lógica y documentación implacables, las
Telanthropus capensís, 213 Woodward, A. S., 13-18, 21, 23, 26, 28-31, 33-34, "últimas" teorías de los científicos, geólogos y antropólogos, consecuentes a los des-
Telegraph (Daily), 23, 51, 118-119, 271 39, 44-45, 49-51, 55, 57, 59, 60, 63, 65-71
Wright, D. J. M., 204 cubrimientos de cosas tales como el "hombre de Piltdown", denunciando muchos de
Termoluminiscencia, ensayos de, 51-52 Wynam, Dr., 97
Terra, H. de, 183 ellos como fraudes y engaños; lo cual en el caso de los hallazgos de Piltdown es
Thompson, W. R., 175-176 ahora universalmente admitido.
Times, 54, 58 Young, B. A., 268 ·Este libro es de un interés absorbente, especialmente para enseñantes cristianos
Tobias, P. V., 103, 233, 248 Young, C. C., 117, 131, 159, 191
Tokio, Universidad de, 147, 151-152 de Ciencia, y de formación religiosa, ya que cualquier estudiante de instituto le re-
Zdansky, 0., 114-116 petirá superficialmente a uno que "el hombre viene de los monos; la Ciencia lo ha
Uranilo, 103, 233 Zeuner, F. E., 81-82 demostrado". Las exposiciones del señor Bowden son totalmente irrefutables ... •
Uranio-plomo, 82-85
Vallois, H. V., 58, 80, 101, 108, 123, 172, 175, 188, Zinjanthropus boisei, 75, 95, 220-221
195 Zuckerman, S., 47, 209-210, 258, 281, 285 lnternational Catholic Priests Association. •Esta es una de las más importantes obras
Varves, 81-82 1470, ver Cráneo 1470
Vaufrey, R., 156 1590, ver Cráneo 1590 que ha aparecido en varios años acerca de los fósiles de hombres-simios, y arr.oja
Vayson de Pradenne, 13 3732, ver Cráneo 3732 una intensa luz sobre cuatro aspectos. En primer lugar. el autor muestra que los fó-
3733, ver Cráneo 3733 siles de los hombres-simios son dudosos en extremo. En segundo lugar, muestra que
los evolucionistas han escondido o minimizado fósiles de hombres reales tan antiguos
como éstos de sus supuestos antecesores, los hombres-simios. En tercer lugar, los
hombres-simios no han sido "descubiertos" por un inmenso ejército de científicos,
sino más bien por un pequeño grupo, que se puede señalar casi en figuras individua·
les, saltando de fraude en fraude. Por último, muchos llegarán a la conclusión en
base de esta obra de que justo en el centro de este grupo se hallaba precisamente
Teilhard de Chardin ... Este libro ha sido escrito por un pensador clarividente con un
enfoque científico, que ha estudiado largo tiempo los libros y artículos originales, pe-
sando un relato frente al otro, y que nos da ahora los resultados de una forma con-
densada, pero clara. Todo el mundo debiera leer este libro, y asegurarse de que su
Biblioteca Pública también lo tiene.•

Evangelical Times. ·Hay pasajes en los que parece una historia de detectives ... En
verdad, uno se queda con la impresión ínescapable de que el rastro de las sospechas
va más allá de Piltdown ... (un libro) que valdrá la pena añadir a cada biblioteca.•

Evangelical Action (Austrialia). • ... Aunque escrito de una manera técnica y erudita
Los hombres-simios, ¿realidad o ficción? es, no obstante, entendido con bastante faci-
lidad por parte del lector no técnico, y lo recomiendo a todos aquellos que, como yo
mismo, tienen que dar respuestas a cuestiones evolucionistas .•

Prophetic Witness (Reseña del doctor F. A. Tatford). • ... Este es un libro importante,
cubriendo todo el campo de la evidencia fósil con respecto a la evolución, y que no
puede ser ignorado. Lo recomendamos a nuestros lectores.•

Fellowship (Reseña de Duane T. Gish, Ph.D.; Director Adjunto, lnstitute for Creation
Research, California). • Todos aquellos interesados en la evidencia fósil de la descen-
dencia del hombre debiera tener una copia del libro de Mal col m Bowden ....
302
LOS HOMBRES-SIMIOS, ¿REALIDAD O FICCION?

Un examen crítico de las evidencias destaca lo muy especulativo de las teorías, basa-
das sobre una evidencia fósil inadecuada, y revela las dudosas circunstancias que ro-
dean los descubrimientos de estas evidencias.

Sumario del contenido

PILTDOWN. El considerable cuerpo de evidencia, poco difundida, indica que el sos-


pechoso más probable del fraude es Teilhard de Chardin S. J. La acusación del profesor
Douglas. La implicación del Museo Británico de Historia Natural en la planificación y la TAMBIEN DE ESTA EDITORIAL:
ejecución del fraude.

LA «EVIDENCIA» DE LOS HOMBRES-SIMIOS. La naturaleza sumamente especulativa


con respecto a los ·hombres-simios•, y la forma presuntuosa en que se presenta.
1. CREACION, EVOLUCION Y EL REGISTRO FOSIL, por Duane T. Gish, Ph.D.; Henry
HOMOS SAPIENS ANTIGUOS. Su existencia en estratos más profundos que los de examinarse críticamente, ha hecho tanto daño a la ciencia (2, p. 159).
los •hombres-sill)ios•. Las superficiales razones dadas por los expertos para tratar de M. Morris, Ph.D.; Bolton Davidheiser, Ph.D.; David Rodabaugh, Ph.D.; S. Escualn.
justificar su rechazo. Con sus discontinuidades sistemáticas y regulares separando los grupos de vida
fosilizada del pasado de una manera tajante, el registro fósil suministra una evi·
EL HOMBRE DE PEKIN. La virtual supresión del conocimiento de un montón de ceni- dencia clara de la creación específica de la vida, y de una ausencia total de trans-
zas de 8 metros de profundidad, de herramientas de hueso y otras evidencias de habi- mutación de unos grupos a otros por evolución.
tación humana, por parte de los expertos en China. La aparición -y desaparición rápida
en 13 días- de diez esqueletos. Detalles del descubrimiento posterior de esqueletos
liumanos adicionales retenidos durante cinco años. Cráneos simiescos reconstruidos 2. GEOLOGIA: ¿ACTUALISMO O DILUVIALISMO?, por Henry M. Morris, Ph.D., y Geor-
con características humanas. La investigación de la desaparición de los fósiles en la ge Grinnell, historiador, Profesor de Historia en la Universidad McMaster en On-
época de Pearl Harbour sugiere que fueron hallados por los japoneses y pasados a los tario.
americanos al finalizar la guerra, sólo para volver a desaparecer. Esta monografía consta de tres secciones. En la primera se hace un estudio his-
tórico, documentado, del verdadero origen del moderno pensamiento geológico y de
EL HOMBRE DE JAVA. La ocultación de cráneos humanos durante treinta años por sus implicaciones. Se señala que el rechazo del Diluvialismo anterior a Lyell no
parte de Dubois. La falsificación de ilustraciones científicas por parte del partidario de fue debido a la emergencia de nuevos datos, sino a la supresión selectiva de parte
Dubois, el profesor Haeckel. Las extrañas circunstancias del descubrimiento de más de ellos, y a la reinterpretación de otros según un gradualismo filosófico apriorls-
•evidencia• fósil del hombre de Java. tico. El gradualismo geológico no constituye una conclusión científica, sino una
premisa filosófica. Las otras dos secciones tratan el tema desde el punto de vista
EL HOMBRE DE NEANDERTHAL. La evidencia de que se trataba de verdaderos hom- factual, y establecen al Diluvialismo como consistente con los hechos, y como
pres sufriendo de raquitismo, artritis y sífilis. superior al Actualismo. Esta monografía expone también la interpretación Diluvia-
lista consiguiente de los depósitos fosilíferos, que constituye la clave de muchas
LOS ccHOMBRES»-SIMIOS AFRICANOS. La admisión por parte de varios expertos de características que evaden cualquier otra interpretación.
que estos fósiles son simplemente simios carentes de características humanas.
J. CRITICA DE LOS FECHADOS RADIOMETRICOS. por Harold S. Slusher, Geofísico,
LA GARGANTA DEL OLDUVAI. Examen de los descubrimientos de L. S. B. Leakey. D.Sc., y Prof. Robert L. Whitelaw.
RODOLFO ORIENTAL. El hombre •1470• de Richard Leakey es en realidad u·n crá- Consta de dos secciones. La primera constituye un excelente análisis de las ba·
neo humano. Cómo se •enterró· rápidamente este •perturbador• fósil. ses apriorísticas, de los métodos y de las conclusiones de los ·fechados• radiacti-
HADAR (Etiopía). La pobre colección de fósiles de D. C. Johanson, que está sola- vos. ¿Tiene la Tierra realmente cinco mil millones de años? A la luz de este aná-
mente constituida por restos de simios.
lisis, la respuesta es que estos métodos no permiten llegar a semejante conclu-
LAETOLIL. El descubrimiento efectuado por Mary Leakey de pisadas de •3,6 mi- sión. La segunda sección constituye un análisis global de las dataciones radiocar-
llones de años de antigüedad•, que son evidentemente de seres humanos. La evi- bónicas, teoría y práctica, efectuadas desde que en 1959 Willard F. Libby empezó a
dencia de rastros similares junto con los dinosaurios en América. utilizar este método. El resultado es una asombrosa confirmación del registro bí-
blico, como lo revelará a atenta lectura de esta sección.
CONCLUSION. Lo inadecuado de la evidencia fósil en favor de los hombres-simios.
Cómo el sistema científico establecido suprimió la publicación de evidencias indesea-
das. El motivo básico para la creencia en las teorías de los hombres-simios. 4. ORIGEN Y DESTINO DEL CAMPO MAGNETICO DE LA TIERRA, por Thomas G. Bar-
nes, D.Sc., profesor de Física en la Universidad de Texas en El Paso.
Confirma decididamente los resultados establecidos en las monografías anteriores.
Hará meditar profundamente a. muchos en esta época en la que se ha visto la
ridiculización sistemática del Obispo Usher por su cálculo de la edad del mundo
en base de los datos bíblicos. El estudio riguroso de las propiedades y característi-
cas del campo magnético de la Tierra impone un límite máximo a la edad de ésta
-muy reciente.
5. TEORIAS SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA: CRITICA, por Duane T. Gish, Ph.D., bio-
químico.
Se han realizado grandes hazañas en el campo de la bioquímica. Pero debe hacerse
obtención de intrincados productos bioquímicos en laboratorios, mediante la aplica-
una cuidadosa distinción entre las hazañas efectuadas por los científicos en el cam-
po de la investigación bioquímica (y la aplicación de estos conocimientos en la
ción de complicadas técnicas en condiciones extremas de control), y un pretendido
origen evolucionista de la vida a partir de la síntesis de sustancias químicas en ia
tierra primitiva. Las condiciones de la tierra primitiva, fueran las que fueran, jamás
hubieran podido ser el marco de la vida por medios mecanicistas.

6. LA TERMODINAMICA FRENTE AL EVOLUCIONISMO, por R. G. Elmendorf y otros.


La Termodinámica muestra, con todo rigor, que el evolucionismo está desfondado,
que es anticientíficc. Los cuatro apéndices de la obra apoyan sobradamente al cuer-
po principal de argumentación, constituyendo los dos últimos una incisiva crítica
de las fantasías de llya Prigogine con respecto a sus vanos intentos de justificar
termodinámicamente el evolucionismo.

7. EL ORIGEN DEL SISTEMA SOLAR, por John C. Whitcomb, Jr., Th.D.


Excelente análisis de las diferentes y mutuamente exclusivas teorías naturalistas
sobre el origen d~l Sistema Solar, exponiendo las múltiples contradicciones en que
se hallan sumidas, y documentando la invalidez de todas ellas. Estudia, además, la
posición epistemológica de la teoría de la •doble revalación• y del racionalismo
subyacente en ella. Con un apéndice sobre •la edad del Sistema Solar•, por el geo-
físico Dr. Harold S. Slusher.

8. LOS OVNIS Y LA NUEVA MENTALIDAD, por varios autores.


Los OVNIS son entes reales, pero ¿QUE ENTES? En este estudio se documenta la
verdadera naturaleza de estos entes, y sus propósitos. El primer capítulo consiste
en un estudio crítico del desarrollo del género literario (y de mass-media) deno-
minado •ciencia-ficción• en la faceta de orientación de la mentalidad de las masas.
El segundo capítulo trata propiamente de los OVNIS y de las características que
exhiben, por las cuales es posible determinar su verdadera naturaleza y propósi-
to. Hay también unos apéndices examinando críticamente -desde la concepción bí-
blica del mundo- la obra de la Dra. Kubler-Ross y del Dr. Raymond Moody sobre
la existencia más allá de la muerte y las características de dicha existencia.

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