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CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA: LEYES DE INDIAS

Tras la firma las Capitulaciones de Santa Fe entre Cristóbal Colón y los Reyes
Católicos, el marino supuestamente genovés, recibiría de la corona española la décima parte del
botín obtenido en sus exploraciones y se convertiría en virrey de la zona a perpetuidad. Como
sabemos, la idea inicial era alcanzar las Indias Orientales navegando hacia el oeste. Así, Colón
partió el 3 de agosto de 1492 del puerto de Palos con una nao y dos carabelas y alcanzó Las
Antillas el 12 de octubre del mismo año. En ese primer viaje también exploró Cuba y La
Española (Haití). Colón aún realizó tres viajes más, hasta 1504. Años después llegó, de la mano
de Américo Vespucci, la constatación de que aquello no era ni China ni Japón, y se decidió
utilizar el nombre del marino italiano para designar al nuevo continente: América.
Durante el reinado de Carlos V se culmina la conquista y ocupación de una buena parte
del continente americano. Hernán Cortés toma el Imperio Azteca (México) y Francisco
Pizarro hizo lo propio con el Inca (Perú). También se exploró el Amazonas (Orellana), Chile
(Pedro de Valdivia) o el Mississippi.
En estos años, América se dividió en dos virreinatos, el de Nueva España con capital
en México y el de Perú con capital en Lima. En las zonas fronterizas que necesitaban más
presencia militar de crearon las capitanías generales, mientras que en regiones más tranquilas y
pacificadas se establecieron las gobernaciones. En las ciudades se establecieron
corregimientos a semejanza de lo que ocurría en España. En la Península, El Consejo de
Indias se encargaba de todos los asuntos americanos, mientras que la Casa de Contratación de
Sevilla registraba y controlaba todo el tráfico de mercancías con América.
Tras la conquista el estado español otorgaba a los colonos venidos de la Península una
encomienda con una serie de indios asociados, que en la práctica constituían una mano de obra
servil y sujeta a todo tipo de abusos. Pronto surgieron voces contrarias a esta dramática
situación. Fray Bartolomé de las Casas fue inicialmente un encomendero en América, pero al
presenciar la dramática situación de los nativos renunció a sus privilegios, se ordenó sacerdote
dominico y comenzó una incansable lucha contra ese tipo de explotación. De las Casas creía que
la colonización solo debía estar permitida por fines evangelizadores y no de explotación
económica. Francisco de Vitoria, otro dominico y experto en leyes, también luchó a favor de
los nativos, solicitando que las relaciones comerciales y económicas entre los pueblos se
regularan de manera pacífica y positiva para todas las partes. Estos intelectuales creían que los
indígenas americanos eran personas espiritual e intelectualmente iguales al hombre europeo,
algo que en aquellos años se cuestionaba en casi toda Europa.
A raíz de estas protestas, el gobierno de Carlos V se vio obligado a promulgar las
llamadas Leyes Nuevas en 1542 y 1543, que regulaban y mejoraban la situación de los indios
americanos. No obstante su cumplimiento fue muy deficiente, dada la dificultad que entrañaba
controlar territorios tan alejados (aplicándose la vieja fórmula castellana: se obedece, pero no se
cumple….).

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