ORIENTACIONES PARA EL TRABAJO EN MATEMÁTICA EN LAS HORAS DE

TUTORÍAS

En concordancia con las líneas de trabajo propuestas por el Consejo de Educación Secundaria (CES), las
del Sector Ciencias (integrado por las Inspecciones de Astronomía, Biología, Química, Física y
Matemática y la Coordinación de Informática) y las específicas de la Inspección de Matemática se plantea
este documento como complemento de “Nuevas miradas a los programas del CB” (disponible en
http://inspeccionmatematica.blogspot.com.uy/2017/03/nuevas-miradas-los-programas-oficiales.html ).

1. El espacio de la tutoría
El estudiante derivado a tutoría tiene el derecho de asistir a un espacio agradable donde se lo atienda.
Parte de esta atención nace en la concepción docente de la tutoría como un lugar que debe ser
planificado poniendo el foco en el aprendizaje matemático activo por parte del estudiante.
Aspirar a un aprendizaje activo y significativo de la Matemática exige la planificación de actividades
que efectivamente involucren al estudiante y la implementación de variadas estrategias didácticas.
Variar los abordajes, las estrategias, las actividades y la forma de evaluar los procesos, parecerían
cuestiones esenciales a sostener que se complementarían con la promoción de la seguridad en la
capacidad de aprender y el brindar estímulos a partir de los logros.
Reconociendo que el docente es una figura clave en la organización del estudio de los alumnos y que
el trabajo con ellos debe permitirles involucrarse en el aprendizaje de la asignatura (como lo expresa
el documento antes citado), se considera que la tarea del tutor tendría que estar orientada a fortalecer
en el estudiante derivado, el desarrollo de habilidades que le permitan superar las dificultades tanto
en los procesos de aprendizaje como en su inserción institucional.
Es importante destacar también la importancia del vínculo profesional entre el profesor que lo deriva
y el tutor así como la búsqueda de estrategias para que la concurrencia de los estudiantes no sea
intermitente.
El presente documento aporta ideas para el trabajo en las tutorías con la finalidad de que estos
espacios no se limiten exclusivamente a la preparación de exámenes. De esta manera, se pretende
acompañar en los procesos de aprendizajes no solo a los estudiantes con asignaturas pendientes, sino
también a aquellos que requieran motivación para insertarse en la institución y continuar sus estudios.
2. Algunas sugerencias de trabajo
Podría acordarse que algunas veces el desempeño matemático de un estudiante se ve entorpecido por
el descendido desarrollo de algunas habilidades básicas referidas a la organización del estudio. Por
esta razón es que se sugieren las siguientes cuestiones vinculadas a ese proceso.

Uso del Cuaderno – En la educación primaria el cuaderno es un recurso que es organizado, en general,
por el maestro y que da cuenta de las actividades de enseñanza más que de las de aprendizaje. En la
enseñanza secundaria el cuaderno pasa a ser un recurso cuyo uso queda, casi exclusivamente, en
manos del estudiante razón por la cual sin una adecuada orientación podría estar siendo subutilizado.
Es esperable que, en las horas de tutorías, el profesor de matemática diseñe instancias de trabajo que
ayuden a los estudiantes a organizarlo, a tomar apuntes, a jerarquizar (títulos, recomendaciones,
conclusiones, datos importantes para próximas instancias de trabajos, etc). El cuaderno sigue siendo
fundamental en el trabajo matemático liceal y en muchos casos uno de los únicos elementos de estudio
del que disponen los estudiantes.
En el cuaderno tendría que estar la historia del aprendizaje matemático con el registro de lo que se
aprendió y cómo se aprendió.
Algunos ejemplos de posibles actividades:
• Duelos de cuadernos. Confrontar los apuntes confeccionados frente a un mismo trabajo
para rescatar los puntos fuertes de cada uno de ellos.
• Aprender a jerarquizar. Diseñar actividades en las cuales los estudiantes tengan que
decidir qué título matemático tendría el trabajo realizado o qué cuestiones de las abordadas
merecerían ser recordadas (brindar las razones de la elección efectuada).
• Memorias didácticas. Generar la necesidad de registrar en el cuaderno conclusiones que
sean consideradas importantes por parte de los estudiantes. Importa en este ejemplo tener
clara la diferencia entre institucionalizar y formalizar (Se recomienda leer los aportes que
Guy Brousseau hace al respecto).
• Frases síntesis. Ayudar a los estudiantes a que puedan escribir en una sola oración qué fue
lo esencial de la hora de tutoría de cada día o que puedan confeccionar letreros que los
alerten en futuras actividades (“-a no significa que a sea negativo”, “-b2 es el opuesto del
cuadrado de b”, etc.). Puede incluir ejemplos, aclaraciones.
• Organizar ideas. Podría presentarse al estudiante la solución de un problema de manera
desordenada, por ejemplo, en tiras de papel que deberán ser pegadas en el cuaderno. El
 estudiante tendrá que organizar la solución, para luego decidir y argumentar por qué la
ordena de esa manera, quedando registrado en su cuaderno el procedimiento realizado.
Otras estrategias pueden ser:
-mezclar los enunciados de dos problemas y que reescriba cada uno.
-dado un problema, elegir una pregunta, entre varias, que complete la situación.
-ordenar preguntas dadas para facilitar o guiar la resolución de un problema.
-eliminar datos inútiles o agregar los que falten.

Uso de los libros de texto – En primer lugar, importa destacar que no es esperable que en la hora de
tutoría se subutilice el texto (impreso o virtual) sólo como repositorio de ejercicios y problemas. Una
de las habilidades transversales que la tutoría de matemática tendría que colaborar en su desarrollo es
la relativa a la macrohabilidad de leer. ¿Cómo ayudar al estudiante derivado a que pueda mejorar la
lectura de un texto de matemática?
Algunas respuestas podrían surgir de:
• Buscar definiciones. Tomar dos libros diferentes y buscar una misma definición para
observar la forma en la que están escritas, analizar las diferencias, las semejanzas,
contrastarla con la utilizada en clase, construir a partir de todas ellas una que sea
significativa para el estudiante derivado, etc.
• Crear un glosario. Como consecuencia de la propuesta anterior o complementándola, en
la hora de tutoría se podría proponer confeccionar un glosario de los términos manejados
al momento. El soporte del mismo podría ser papel o en la computadora para así poder
volver una y otra vez a él para mejorarlo.
• Enriquecer el cuaderno. A partir de un tema abordado en clase solicitar en la tutoría que
los estudiantes lo busquen en el libro de texto destacando los títulos y subtítulos que se
utilicen para llevarlos al cuaderno y así enriquecer y clarificar los registros efectuados.
• Preparar una exposición temática. Brindar elementos a los estudiantes para preparar la
exposición oral de alguna temática matemática o parte de ella a partir de la lectura de un
libro de texto.
• Identificar problemas del mismo tipo. Dentro de la sección de ejercicios y problemas de
un libro de texto, el tutor puede solicitarle al estudiante que identifique aquellos que
posean algún aspecto similar. Por ejemplo, si hay un listado de sistemas de ecuaciones
para resolver, puede pedirse que identifiquen aquellos que, por alguna razón
 fundamentada y significativa para el estudiante, sea conveniente resolverse mediante el
mismo método.
• Transformar representaciones. Debido a la variedad de representaciones que existen de
un mismo objeto matemático, es esperable que el texto que se utilice abarque alguna de
ellas. Por lo tanto, además de identificarlas, se sugiere brindarle al estudiante herramientas
para que transforme o convierta una representación en otra que tenga sentido para él. La
actividad de conversión de representaciones en distintos registros es crucial para
comprender conceptos matemáticos (Se recomienda leer los aportes que Raymond Duval
hace al respecto).
• Artículos de la prensa. Si bien los artículos de la prensa no son textos matemáticos, la
prensa es una manera de transmitir información empleando soportes gráficos, en los cuales
aparecen textos escritos, datos numéricos, símbolos, tablas, cuadros y gráficos e
ilustraciones (Se recomienda leer los aportes que Antonio Fernández Cano y Luis Rico
Romero hacen al respecto). El uso de la prensa puede ser una forma de despertar el interés
del estudiante por la asignatura y puede ser otro insumo para que el docente piense en
estrategias que ayuden a contextualizar en un medio cotidiano y real. En la prensa se
encuentra pasatiempos de contenido matemático, porcentajes, su equivalencia con
decimales y fracciones, tablas numéricas y relaciones entre variables, representaciones
gráficas, encuestas, estadísticas, pronósticos, mapas, planos, temas de matemática
financiera, entre otros.

Uso de páginas web o plataformas de aprendizaje – Al igual que se planteó con el uso de los libros
de texto, las actividades anteriores podrían realizarse con la lectura de los contenidos de páginas web
previamente seleccionadas por el profesor. Incorporar en la tutoría el trabajo con webquest podría ser
motivante para el estudiante derivado al igual que la inclusión de trabajos con thatquiz, socrative,
kahoot, GeoGebra, etc.
Al analizar el uso del libro de texto se alertó sobre una de las subutilizaciones como repositorio de
ejercicios; esta cuestión cabe también para el uso de las plataformas matemáticas de aprendizaje.
Tener en cuenta en la hora de tutoría que el uso de la Plataforma Adaptativa de Matemática (PAM)
podría enriquecerse orientando también el trabajo hacia el uso de las resoluciones de algunas
actividades, la lectura de las “consultas”, etc.
Actividades de evocación – La hora de tutoría no es una hora en la que se repasa lo hecho en la clase.
Al igual que repasar un mueble significa, en la jerga doméstica, pasar un paño por arriba del mueble
para quitar una fina capa de polvo, es esperable que la actividad de tutoría no “pase por arriba” de lo
trabajado en el aula. Sugerimos promover las actividades de evocación las cuales tienen como
principal actor al estudiante. Es él quien a través de propuestas planificadas por el profesor tiene que
ser capaz de repensar lo abordado antes; el proceso mental que exige hablar o escribir sobre algo ya
hecho puede llegar a ser más dificultoso que el propio proceso de “hacer”.
En la hora de tutoría se podría, por ejemplo, plantear al estudiante que describa un problema ya
resuelto, que indique qué datos se tuvieron que atender para resolverlo, cuáles fueron secundarios,
donde radicó la mayor dificultad y qué parte resultó más accesible, qué estrategia le parece pertinente
recordar porque podría facilitar futuros abordajes, que evalúe la pertinencia de la solución mostrada,
etc.
Otras actividades a plantear pueden estar orientadas a que el estudiante identifique qué es lo que tiene
que comunicar como solución a un problema ya que los resultados o soluciones a problemas
matemáticos pueden presentar una variedad de formatos, como ser, un número, una expresión
algebraica, una ecuación, un argumento, un gráfico, una tabla, una figura geométrica, entre otros. Se
puede incluso ir un poco más hacia otra competencia como es la de refutar una solución.

Resolución de problemas – La hora de tutoría acompaña el desarrollo matemático del alumno y lo

potencia; es en ese sentido que este espacio podría aportar al estudiante algunas herramientas que
enriquezcan el proceso de resolver un problema. En ocasiones, se entiende que resolver un problema
consiste esencialmente en aplicar un procedimiento o algoritmo, el cual, si es explicado en clase (ya
sea por el profesor u otro compañero) genera la falsa concepción de que se comprendió cómo
resolverlo. Esta cuestión impacta, entre otras cosas, en los trabajos escritos donde el estudiante en
solitario no puede poner en juego aquello que creyó entender y aprender desde una explicación
externa. Resolver un problema implica en primera instancia entender la situación planteada y
planificar una estrategia a aplicar. La hora de tutoría podría contribuir a ello. Un ejemplo de actividad
podría constar en presentarles un problema y solicitarles que solamente indiquen qué cuestiones creen
que deberían hacer (no se les pide resolverlo), qué estrategias les parece pertinente considerar.
Confrontar dichas estrategias y los argumentos que las sostienen colabora en el desarrollo de la
habilidad de resolver problemas. Otra posibilidad consiste en proponer el trabajo de análisis de
resoluciones a un problema efectuadas por otra persona.
Actividades ricas - Buscar una actividad rica es pensar en una actividad que permite hacer hablar a
los alumnos, que tiene un inicio accesible para todos, que tiene un elemento sorpresa, que les permite
descubrir hechos matemáticos, que es abierta, que tiene objetivos que van más allá de la práctica de
un procedimiento matemático, que promuevan el debate y la comunicación, que permita plantear
nuevos retos a partir del enunciado inicial. Estas actividades invitan a los alumnos a: tomar decisiones,
especular, formular hipótesis, justificar, explicar, reflexionar e interpretar. A modo de ejemplo, una
tarea puede tener cuatro imágenes con la consigna ¿Cuál es el intruso? o ¿Cuál no pertenece? donde
cada una de ellas, sea una intrusa. El estudiante al analizar cada imagen y compararla con las demás
debería poder encontrar al menos una característica que la diferencie del resto. Son actividades que
el profesor puede trabajar en cualquier curso, no se precisa que esté específicamente dentro de un
tema (Se recomienda leer los aportes que Cecilia Calvo hace al respecto).

Actividades lúdicas – El juego permite a los estudiantes desarrollar ciertas capacidades necesarias
para la vida cotidiana, incentiva a vincularse con sus pares, permite realizar actividades de
cooperación, entre otros. Vincular la matemática y el juego motiva al alumno a involucrarse más con
el hacer.
El docente debe pensar el juego con una intencionalidad didáctica y con objetivos claros. La elección
del juego debe ser pensada bajo la idea de que el alumno pueda ir construyendo su propio aprendizaje
a partir de una actividad placentera.

Inspección de Matemática Inspector Coordinador de Asignatura