Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Os doy la bienvenida a todos los que en sus ratos libres (aunque sean escasos) se dediquen
a practicar la escritura o la lectura, para moverse a un mundo de terror, romance, historia,
humor o simplemente para evadirse durante unos minutos de la realidad... Por eso estáis
cordialmente invitados a leer y a opinar.
Esa misma noche, ella y su marido Carl Hendels, llevaron el cadáver a un comedor social, donde
familias pobres lo devoraron hasta el último tendón.
Publicado por José Antonio Leal en 9:09 No hay comentarios:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con
FacebookCompartir en Pinterest
La gente no tiene miedo a la muerte, sino al dolor que se siente justamente antes… es un pequeño
sacrificio a pagar para seguir viendo el camino.
A día de hoy, sigo viéndolo en ocasiones… pero sólo cuando estoy solo… Tengo miedo a pestañear, porque cuando
abro los ojos siempre lo veo observándome.
Publicado por José Antonio Leal en 16:47 3 comentarios:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con
FacebookCompartir en Pinterest
sábado, 3 de septiembre de 2011
Álvaro y Fuencisla
Álvaro Avelande, un chico que a los quince años presenció el fusilamiento de sus propios padres,
estaba totalmente en contra del régimen franquista.
Vivía en Guadalajara antes de que sus padres fuesen fusilados en 1940. Allí vivía su madre Gladis,
una señora de origen inglés, y Juan Manuel, que de todos era conocido, por sus ideologías
republicanas.
En 1942, se mudó al pueblo de Fontanar, donde encontró trabajo como vigilante nocturno en un
barrio. En este mismo año conoció a Fuencisla, una chica de diecisiete años de edad, que
trabajaba como granjera en las afueras del
pueblo. Ambos se
conocieron en un bar del pueblo llamado “El Bermenal”, donde todos los trabajadores del barrio,
que era un barrio a las afueras del pueblo, paraban para almorzar, ya que era el único que había.
A finales de 1942 se casaron en una iglesia a las afueras de Guadalajara, una Ermita que tenía
muchos años de antigüedad. La ceremonia se celebró sin ninguna complicación, pero en el
banquete de boda, al cual asistieron más de cincuenta familiares, intervinieron unos guardias
arrestando a un tal Miguel, el cual se había colado en la ceremonia para ocultarse de los guardias,
éstos fusilaron a Miguel tras la Ermita. Uno de los guardias se acercó a los novios y les advirtió que
la próxima vez que fuesen vistos en una situación similar, serían arrestados por encubrimiento de
un inmigrante ilegal.
En 1943, ya casados, Fuencisla se había quedado embarazada, pero lo que no sabía Álvaro, era
que Fuencisla le había sido infiel tres días atrás. Efectivamente, el niño que crecía en Fuencisla era
de otro hombre.
Hablemos sobre Fuencisla.
Fuencisla proviene de padres adinerados, pero ella los defraudó al poseer esas ideologías tan
revolucionarias e impensables para la época. Ella siempre ha temido a su padre, ya que éste creía
en la disciplina y en la dureza a la hora de la enseñanza de los niños. Fuencisla había sido siempre
sometida a duros trabajos designados por su padre José Antonio, el cual era un civil que servía a
las fuerzas de gobierno de Francisco Franco.
Por otro lado, la madre, Pilar, era una mujer amable con todo el mundo, aunque eso no hiciese
posible que Fuencisla se quedase en la casa y continuase con sus estudios.
Ese mismo año, el padre de Fuencisla, José Antonio, estaba actuando de forma muy extraña
desde el último turno de noche en el cuartel en el mes de marzo. Por esto mismo tres días atrás
Fuencisla fue a visitar a su padre, ya que Pilar estaba en Madrid en un viaje con sus amigas del
trabajo. Esa misma noche José Antonio estaba aún más agresivo que de costumbre… y es que
éste empezó a forzar a Fuencisla e incluso a abusar de ella.
Fuencisla no le había sido infiel a Álvaro por su propia voluntad, sino que ahora además de llevar
el peso de alimentar a un niño que no había sido fruto del amor entre Álvaro y ella, también
cargaba el enorme peso de haber sido violada por su propio padre. Fuencisla no quería contarle
nada a Álvaro, ya que pensó que lo enfurecería a tal punto que sería capaz de hacer cualquier
cosa.
1946.
Juan José Avelande Sánchez, era el nombre del niño que había nacido de la despiadada violación
de José Antonio a su propia hija.
En la noche del 31 de agosto, Fuencisla no podía soportar más el remordimiento que la quemaba
lentamente por dentro y los casi tres años de profunda depresión ocultada que había vivido, así
que decide tirar del telón y delatar a su padre.
Álvaro reaccionó con un breve lagrimeo y decidió abrazar fuertemente a Fuencisla, seguidamente,
tomó la escopeta y se montó en furgón que usaba para las vigilancias nocturnas, para ir a casa de
los padres de Fuencisla.
Cuando ya se encontraba allí Fuencisla llamó llorando, cuando aún José Antonio no sospechaba el
motivo por el que Álvaro había ido hasta allí, y le contó a Pilar que habían encontrado el a Cristina,
la prima de Álvaro, asesinada en el suelo con las marcas de dos disparos en la frente. En ese
momento Álvaro agarra a José Antonio por las solapas de la chaqueta y lo empuja hacia la pared,
éste opone gran resistencia y escapa por la ventana del jardín. Álvaro corre hacia el furgón y toma
la escopeta, seguidamente corre en su búsqueda y al poco tiempo acorrala a José Antonio en un
paredón de fusilamiento, allí le encaja quince disparos en la frente y rabioso, empieza a golpear el
cuerpo ya rematado con el mango de la escopeta. Álvaro escapa del lugar, y a la mañana siguiente
los vecinos del barrio creen que el cuerpo pertenecía a un fusilado por los civiles.
7 de noviembre de 1946
El cuerpo de Álvaro es encontrado en el fondo de un barranco, éste decidió suicidarse tras haberse
sometido a la presión de matar alguien, ser marido de una mujer violada y psicológicamente
devastada y sobre todo tener un hijo que no era biológicamente suyo, o como él mismo destacó en
su carta de despedida a Fuencisla: “No pienso tener un hijo que signifique una rotunda mentira,
me gustaría haber tenido un hijo al que cuando lo mirase, me sintiese orgulloso, no obstante, si
viviese con este, lo vería como la perfecta prueba de una mentira que nos ha hecho sufrir una
agonía… definitivamente, cada vez que mirase a ese niño, vería al padre el cual forzó y violó a su
propia hija”.
Podría contar que este sería el fin de una historia llena de infortunios y sufrimiento, pero decido por
el momento, que vosotros decidáis el destino de Fuencisla y de su hijo Juan José.
Publicado por José Antonio Leal en 9:45 No hay comentarios:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con
FacebookCompartir en Pinterest
miércoles, 31 de agosto de 2011
El diario de José Avelande
Viernes 12 de marzo de 1943.
Día soleado en Guadalajara, mi hermana salió esta mañana a comprar a la tienda de Gertrudis,
una de las mejores panaderas del barrio… mientras Cristina Salió a por el pan, yo hambriento
esperaba que Gertrudis le nos pasara algunas lentejas, ya que con ella hay confianza y nos
puede dar algo más de lo que nos pertenece por racionamiento diario o a veces
semanal. La espera fue eterna, pero mereció la pena, aunque no saciamos nuestra
hambre demasiado, total, en estos tiempos es lo que hay.
Ya llevo seis años sin salir a la calle… y deseo ver la luz del día y el verde del campo, pero sé que
no puedo salir. Mi hermana llora todas las noches, nunca le he preguntado, pero creo que lo que la
hace llorar es la propia situación del país ahora mismo.
Hoy como casi todas las semanas escribo este diario escondido en una buhardilla que tengo en
caso de que entren buscándome… esta semana me he tenido que esconder tres veces, los civiles
no se cansan de buscar, pero gracias a dios, lo hacen sin mucho esmero.
Hoy ha sido un día tranquilo, y tal como están las cosas, espero tener muchos días como este
mientras los fachas estén donde están.
Viernes 19 de marzo de 1943.
Esta semana me he librado del paseo por los pelos… los civiles volvieron a entrar el martes, y casi
me descubren ya que se me cayó el tintero al suelo, dejando rastros de tinta por todas partes…
pero como siempre mi hermana Cristina despistó de nuevo a esos palurdos con su impresionante
poder de convicción y sus pícaras estratagemas…
El Miércoles vino de visita el primo Álvaro del pueblo… y como siempre empezamos a hacer
disputas sobre el futbol en voz baja para no levantar sospechas en el vecindario… yo siempre le
digo al primo Álvaro, que es un ignorante sobre el tema del futbol, ya que en Fontanar, que es su
pueblo, no hay ni quince casas… él siempre se lo toma bien y siempre terminamos riéndonos de
las peleas tan absurdas que formamos…
La visita de nuestro primo se debía a que nos venía a informar de que su mujer, Fuencisla, iba a
tener un niño dentro de poco tiempo, Fuencisla se había quedado en el pueblo con su madre Pilar,
que estaba casada con un alto civil del régimen, uno de los favoritos de Franco.
Todos los días pienso en la liberación de España de este régimen que terminará con todos, y es
que cada día que los civiles entran a registrar mi casa pienso en que cada vez estoy más cerca de
la muerte, sin embargo, ahora es tiempo de dormir.