La inyectora de plástico manual tiene un comportamiento similar al de cualquier
otra inyectora de plástico. Debido a que los plásticos se encuentran cada vez en mayores cantidades, la industria está enfocada en ganar más, invirtiendo menos. Para lograr ese objetivo conviene una sustitución de materiales más caros con procesos de fabricación costosos por el uso de algún polímero. Eso se conoció durante los años 1900 en el cual surgieron los primeros polímeros completamente sintetizados. Desde la creación de la baquelita, caucho, PVC o el poliestireno, los cuales en la actualidad son de uso común. Hubo sustitución de vidrios por metacrilato de metilo, creación del teflón para la cocina y el uso del Nylon para rendimientos elevados. La segunda guerra mundial fue una fuente de investigación por los rivales militares para la investigación y mejora de los polímeros, generación de nuevos sintetizados, todo lo necesario que les diera ventaja sobre el bando enemigo. Y a partir de entonces han ido creciendo en aplicaciones a pasos agigantados. Los procesos de conformado de plásticos varían de producto a producto desde moldeos por soplado, para crear piezas delgadas y huecas como las botellas plásticas o partes de automóviles, procesos más complejos como la extrusión que permite creaciones de películas plásticas, perfiles, bolsas plásticas entre otros. La inyección plástica que permite crear una infinidad de piezas gracias al uso de moldes que en su cavidad contienen el diseño de la pieza deseada. Permitiendo lograr una inmensa diversidad de formas. Las inyectoras plásticas ya sean manuales, automáticas o semiautomáticas están diseñadas bajo modelos matemáticos, desde la planeación de la capacidad de inyección la velocidad de inyección, diseño de formas y procesos, la velocidad de transferencia de calor entre el sistema y la materia prima para obtener óptimos resultados.