Captruto 3
La trinidad humana
La humanidad emerge de una pluralidad y de un ajuste de trinidades:
— Ja trinidad individue-sociedad-especie;
— la trinidad cerebro-cultura mente;
— la trinidad razén-afectividad-pulsién, en si misma expresién y
emergencia de la triunicidad del cerebro humano que contiene en si
las herencias reptiles y mamifera.
INDIVIDU/SOCIEDAD/ESPECIE
El desarrollo extraordinario de la individualidad humana, deposi
taria del pensamiento, la consciencia la reflexidn, curiosa ante el mun-
do fisico y lo desconocido metafisico, no debe ievarnos a reducir lo
humano a la sola individualidad.
‘Niels Boar! encontraba en la relacién individuo-especie cierta ana-
logia con la -elacién corpisculoronda. En microfsica, la particula apa
rece, segitn d tipo de observacién, bien sea como una unidad aislable
distinta el corptsculo, bien sea como un contin inmmateril, la onda,
Igualmente, ¢l individuo aparece como efaspecto discontinue ‘material
y la especie como el aspecto continuo inmaterial de una misma reali
dad, Cuando nos aparece uno, desaparece la otra, y viceversa. Podria
“IN. Bohr, Fsice atimica»comoeimiento human, Madrid, Aguilar, 1968.
37mos ampliar esta idea a la relacién individuosociedad. Cuando diri
gimos una mirada psicolégica, el individuo aparece en st autonomiia y
sus caracteres distintos, y en el limite, a sociedad desaparece, pero cuary
do dirigimos una mirada sociolégica, el individuo se desvanece, 0
‘como méximo no es sino tn ejecutante zombi del determinismo social.
En este libro movilizamos conjuntamente las tres miradas que nos per
miten poner de relieve la trinidad individuo-sociedad-especie, de tal ma
nera que ni la realidad del individuo, ni la realidad de la sociedad, ni la
realidad de nuestra especie bioldgica se expulsen unaa 2 otra.
Lo humano se define en primer lugar como trinidad individuo:
sociedad-especie: el individuo es un té:mino de esta trinidad,
Cada uno de estos terminos contiene a los ott0s. No sélo los indi
viduos estin en la especie, la especie estd en los individuos; no sélo los
individuos estin en la sociedad, la sociedad esti en el interior de los in
dividuos imprimiéndoles su cultura desde su nacimiento.
Los individuos son producto del proceso reproductor de la espe
cie humana, peto este proceso debe, a su vez, ser producido por irr
dividuos.
Las interacciones entre individuos producen la sociedad, y ésta,
{que retroactiia por su cultura sobre los individuos, les permite devenir
propiamente humanos. De este modo, la especie produce los indivi
duos que producen la especie, los individuos producen la sociedad
gue produce los individuos; especie, sociedad, individuos se entrepro
ducen; cada uno de estos términos genera y regenera al otto.
La sociedad vive para el individuo, el cual vive para la sociedad, la
sociedad y el individuo viven pata la especie, que vive para el indivi
duo y la sociedad. Cada uno de estos términos es a la vez medio y fin:
cs la cultura y la sociedad las que permiten la realizacién de los indivi
duos y son las interacciones entre individuos las que permiten la per
petuacién de la cultura y la autoorganizacién de la sociedad.
La relacion entre estos tres términos es al mismo tiempo dialégica:
Jo que significa que su complementariedad puede devenis antagonista
De este modo, la sociedad reprime, inhibe al individuo y el individuo
aspira a emanciparse del yugo social. La especie posee a los individuos
constrifiéndoles a servir 4 sus finalidades reproductoras y a dedicarse a
su progenie, pero el individuo humano puede escapar a la reproduc:
ion al tiempo que satisface su pulsion sexual, y sacrificar su progenie
a su egoismo.
Individuo, sociedad, especie son de este modo antagonistas al
tiempo que complementarios. Imbricados el uno en la otta, no estin
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verdaderamente integrados el uno en la otra; hay una hiancia de mucr
te entre el individuo efimero y la especie permanente, hay antagonis
mo del egocentrismo y #el sociocentrismo. Cada uno de los términos
de esta trinidad es irreductible aunque depends de los otros. Esto cons
tituye la base de la complejidad humana.
Los tres términos son los medias y los fines el uno del otro. Esta es la
raz6n de que el individuo sea a la vez el fin de la especie y el fin de
la sociedad, al tiempo que es un medio para una y para la otta, No obs
tante, las finalidades det individuo humano no se reducen ni al vivir
para la especie, nial vivir para la sociedad. Bl individu aspira a vivir ple
namente su vida. Las finalidades individuales se han desarrollado en el
curso de la historia: la felicidad, el amor, el bienestar, la accién, la con
templacidn, el conocimiento, el poder, la aventura.
La INSEPARABILIDAD
Las instancias ligadas como una trinidad son inseparables, El indi
iduo humano, en su autonomia misma, es a la vez 100 por 100 bio-
légico y 100 por 100 cultural. Experimenta la autoridad del Superyo
social, la improntay la norma de una cultura; vive sin cesar en la dial6-
gica puesta de relieve por Freud entre el Superyo, el Ello pulsional y el
Yo. El individuo esta en el nudo de las interferencias del orden biol6:
gico de la pulsién y el orden social de la cultura; es el punto del holo
grama que contiene el todo (de la especie, de su sociedad) al tiempo
que es itreductiblemente singular. Vive el destino social que vamos a
examinar en los capitulos 1 y 2 de la parte tercera,y soporta el destino
histdrico que vamos a examinar en el capitulo 3 de la parte tercera. En
todo comportamiento humano, en toda actividad mental, en toda par
cela de praxis, hay una componente genética, una componente cere
bral, una componente mental, una componente subjetiva, una compor
nente cultural, una componente social,
éCémo no se ve que lo que es més biolégico —el nacimiento, el
sexo, la muerte—es al mismo tiempo lo que mis embebido esta de sim
bolos y de cultura? Nacer, mori, casarse son tambien actos fundamen:
talmente religiosos y civicos. Nuestras actividades bioldgicas mis ele
mentales, comer, beber, dormir, defecar, aparearse estin estrechamente
unidas a normas, prohibiciones, valores, simbolos, mitos,ritos, prescrip
ciones, tabties, es decir a lo que hay de ms especificamente cultural
Nuestras actividades mas mentales (reflexionar, meditar) estan ligadas al
59cerebro, y las mis estéticas (cantar, bailar) estan ligadas al cuerpo. Este ce-
rebro por el que pensamos, la boca por la que hablamos, la mano con la
que eseribimos son totalmente biologicas siendo totalmente culturales
Las enfermedades corporales no son s6lo corporales, Las enfeeme-
ddades psiquicas no son solo psiquicas. Todas ella tienen las tres entra
das: la entrada somitica, que tratan los médicos con medicamentos e
intervenciones quirirgicas; la entrada psiquica, que tratan brujos y cha
rmanes, después conlesores y guris, y hoy psicoterapeutas y psicoana
listas; la entrada ecoldgica y/o social, donde penetran las perturbacio-
nes del medio, urbano por ejemplo, que deberia tatar una politica de
civilizacion. Se puede cuidar por una de estas entradas, llegar a lo psi
quico por la quimica, legar alo bioguimico por lo psiquico, y en oca
stones llegar a uno y otto cambiando las condiciones de vida. La con’
version histérica, tan frecuente, indica que podemos inconscientemente
fijar y exhibir un mal del alma en un drgano del cuerpo. El debiltamien-
to inmunologico puede proceder de un duelo o de una tristeza. Una
voluntad feroz o una intervencién aparentemente magica pueden traer
Ja curacion de un cancer.
Como se veri mis adclante, la sociedad arcaica se organiza a parti
del parentesco, es decir de las prescripciones y prohibiciones que con-
ciemen a la sexualidad, y las primeras estratificaciones sociales estin
constituidas por bioclases (hombres/mujeres, nifios/adultos/viejos);
debe ser considerada pues como una autoorganizacién sociobiologica,
En las sociedades histéricas, la familia es a la vez reproductora biol6
ica, placenta cultural y unidad sociolégica de base.
‘Tanto importa distinguir y diferenciar, incluso en ocasiones oponer
naturaleza/cultura, alma/cuerpo, cuanto las disyunciones entre estos
términos testimonian el estado de ceguera de un mando de conoci-
miento compartimentado.
Al mismo tiempo, debemos considerar una trinidad mental que
interfiere con la trinidad cerebro/mente/cultura: se deriva de la con-
cepcidn del cerebro trtinico? de MacLean. El cerebro humano integra
en si: 4) el paleocétalo, heredero del cerebro reptileano, fuente de la
agresividad, de la astucia, de las pulsiones primaria; bel mesocéfalo,
® Sociedad istics, fr. Definiciones, pigs, 331-340.
8 PD. MacLean, «The triune brains, en FQ. Smith (dix), Te Nearoscone, Nueva
York, Rockefeller University Press, “Second Study Program, 1970, Cr igualmente E!
Método, pag. 108,
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hetedero del cerebro de los antiguos mamiferos, donde el hipocampo
une el desarrolio de la afectividad y el de la memoria a largo plazo;
del cortex, que, muy modesto en peces y reptiles se hipertrofia en los
mamiferos hasta envolver todas las estructuras del encéfalo y formar
los dos hemisterios cerebrales. Ademés, el ser humano ¢s el tinico que
posee un neocértex con un desarrollo extraordinario que, «madre de
la invencién y padre de la abstraccidn» (MacLean), es la sede de las ap-
titudes analiticas lbgicas, estrarégicas que la cultura permite actualizar
plenamente, De este modo, se nos muestra otra cara de la relacién
compleja animalidad/humanidad, que integra la animalidad (mamife-
1 y reptiliana) en la humanidad y la humanidad en la animalidad.
(Como veremos mis adelante, eto nos conduce a asociar estrechamen
te la inteligencia y la afectividad, lo que indican de manera en lo sucesi
vo incontestable fos trabajos de Humberto Maturana, Antonio Damasio
y Jean-Didier Vincent). También aguf esta conjuncién sélo puede ser
‘oncebida y comprendida por la utilizacién de la dial6gica y del bucle®
las relaciones entre las tes instancias no s6io son complementarias, sino
también antagonistas, comportando los conilictos bien conocidos entre
la pulsion, el corazén y la raz6n; la relacion tridnica no obedece a una
jerarquia razén/afectividad/pulsion (slo muy excepcionalmente tiene
el mando la rarn), sino que se efectcasegiin una combinatoria inesta
ble y rotativa en la que en ocasiones la puisién asesina puede utilizar la
racionalidad técnica y estratégica para sus propios fines,
De este modo, los caracteres biolégicos y culeurales no estin ni
yuxtapuestos ni superpuestos. Son los términos de un proceso en bu:
cle recomenzado y regenerado sin cesar.
LA SOLDADURA EPISTEMOLOGICA
Pero entonces, éedmo concebir el bucle recursive entre lo bioldgi-
co y lo cultural, siendo que los conceptos de la biologia reduccionista
no pueden aplicarse a lo que es propiamente humano en lo humano,
y que los conceptos de la antropologia, de la sociologia, de la psicolo
gia humana no pueden aplicarse a la organizacién bioldgica?
“ALR Damasio, Bleror de Dears, Barcelona, Critica, 1996. -D. Vincent, Bia
sia des pasion, Barcelona, Anagrara, 1988, H. Naturana, «The biology of language
the epistemology of reality, en D. Reber (dir), he Biola Peco of Langu
‘Nueva York, Plenum Press, 1978. o we
* Sobre las nowiones de daisy de bucle fz Definicones, pigs. 13130.
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